Descargo de responsabilidad: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen. El universo es propiedad de JK Rowling.


Viktor Pov

Llegamos a Florencia a las 9 de la mañana, el clima es perfecto. La cata de vinos que más me interesa será a medio día y en la noche iremos a una subasta de licores.

La veo caminar a mi lado, el vestido naranja de tirantes que usa la hace ver fresca y radiante.

Agradezco al destino el volver a ponerla en mi camino y le prometo esforzarme para no dejarla ir de nuevo.

Hermione: ¡Viktor, mira! -Sus mejillas rosadas y su gesto de emoción me llenan de paz. - No me canso de ver las tradiciones de aquí, son tan exquisitas.

Viktor: Me alegra el que estés disfrutando del viaje. Florencia es un cambio radical para dos personas que venimos de países fríos.

Hermione: Bueno, Inglaterra es bastante más cálido que Bulgaria.

El día pasa con tranquilidad, el llevarla de mi brazo se empieza a sentir como si ese fuera su lugar, como si ella fuera una extensión de mí.

Hemos caminado por casi todas las plazas cerca de nuestro hotel, es una pena que solo tuviéramos tiempo para ir a un museo antes de dirigirnos a nuestra primera cata.

Sé que eso la decepciona un poco, pero prometo compensárselo.

Al llegar al viñedo su rostro vuelve a iluminarse con emoción.

Hermione: No puedo creer lo que voy a decir, pero, me alegra que no hayamos ido al museo, este lugar es magnífico. Es la primera vez que estoy en un viñedo.

Me alivia el oír que no está triste. - Es bueno saber eso, temí el hacerte pasar un mal rato. - Ella niega de manera enérgica con su cabeza. - Vamos. - La tomó de la mano esperando que ella me suelte, pero no lo hace. Creo que me explotará el corazón.

Hermione: ¿Por qué elegiste a este productor?

Viktor: Estuve investigando y aquí se hace el mejor vino para preparar diferentes bebidas y, además, el dueño es mago.

Hermione: ¿Lo elegirás a él?

Viktor: Dependerá de la cosecha que nos muestre.

Después de tres copas, me siento relajado, creo que el vino es perfecto; y lo dice alguien que para embriagarse debe consumir varias botellas de whisky de fuego.

De repente, mi vista periférica capta un reflejo de cabello rubio. Volteó apresurado y.…nada. Una sonrisa molesta viene a mi cabeza y sin querer aprieto el puño. La voz de ella me relaja, pero está hablando con otros visitantes. Creo que ella no vio lo que yo sí, me alegro.

Con el pasar del día, me empiezo a poner paranoico pues he visto cabello rubio en más de una ocasión, a cada lugar que hemos ido, en cada lugar que hemos comido, ahí ha estado ese maso de pelos descolorido.

Ella parece darse cuenta de mi cambio pues aprieta mi mano.

Hermione: ¿Estás bien?

Viktor: Si, solo estoy un poco ansioso.

Hermione: ¿Qué pasó? Te comportas raro desde que salimos del viñedo.

¿Debería decirle lo que he visto? ¡NO! No seré yo quien la haga pensar en él. - Creo que estoy un poco nervioso, no sé cómo tomará el mundo mágico un bar muggle/mágico. - Ella me sonríe con dulzura.

Hermione: Tranquilo, yo te ayudaré. El mundo ya no es como antes, los prejuicios de sangre y a los muggles han ido desapareciendo.

Viktor: Tienes razón. - Pero no es eso lo que me preocupa.

Hermione: Además, ¿quién no querría ir al bar de la famosa estrella de Quidditch y uno de los tres campeones del torneo de los tres magos? - Ella me sonríe y su respuesta me hace reír.

Viktor: Hay ciertos beneficios de la fama.

La hora de ir a la subasta se acerca, falta menos de una hora y ya estoy listo, espero por ella en el lobby del hotel; esto me trae recuerdos del baile en Hogwarts. Al mirar hacia las escaleras, me quedo sin palabras, mi boca está seca y uso toda mi fuerza de voluntad para no relamer mis labios. Ella es exquisita, ya no queda nada de la niña con la que fui a aquel baile de yule hace ya bastantes años. Por las escaleras, frente a mí, una mujer de exótico cabello rizado y labios seductores me sonríe, usa un vestido rojo con nada de escote al frente, pero lo suficientemente entallado para apreciar lo curvilíneo de su figura.

Al igual que la primera vez, le ofrezco mi brazo y me cuadro como en aquel baile; y al igual que en ese entonces, se sonroja y me sonríe con timidez.

¡Merlín, dame fuerzas!

Al entrar al lugar donde se llevaría a cabo la subasta, puedo ver qué hay bastantes muggles con sonrisas altivas. Tomo una de las paletas para la subasta y una lista con los nombres y especificaciones de los vinos que se ofrecerán.

Ella sigue a mi lado, tiene el ceño ligeramente fruncido, al parecer, no le han agradado mucho las personas que aquí se encuentran.

Viktor: ¿Sucede algo?

Hermione: Me molesta la sensación de superioridad en el ambiente. ¿Ves cómo trata ese viejo rabo verde a la mesera? - Giró mi cabeza en dirección de donde ella me mostró y me encuentro con la visión de un hombre muy parecido a los dibujos de los cuentos de terror sobre muggles que me contaban cuando niño; chaparrito, panzón, manos regordetas y mirada asquerosa, quiero reír, pero sé que Hermione se lo tomaría mal y cuando me dejara explicar la razón de mi risa, tal vez se ofenda más. - Es indignante.

Viktor: Bueno, no es como si fuera algo exclusivo de muggles. - Me mira, pero no se descifrar lo que hay en sus ojos.

Hermione: ¿Qué quieres decir?

Trago grueso, sé que la he cagado, pero no sé exactamente por qué. - Quiero decir que, actitudes como esas son propias de los humanos, no digo que sean correctas, pero sería muy difícil corregir ese comportamiento. - Se suelta bruscamente de mi brazo, sin duda la he cagado.

Hermione: Y si no empezamos por corregirlo ahora, el cambio nunca dará inicio, da un paso hacia donde está el viejo acosador, intento seguirla y ambos nos detenemos al instante.

Un hombre de cabello color plata está defendiendo a la indefensa joven, la mujer lo mira casi con devoción. No podemos oír lo que le dice al viejo pero su rostro refleja que no es nada bueno, el viejo se pone de pie y se larga del lugar diciendo muchas groserías en italiano.

La mesera le agradece de manera efusiva al joven que quedó de pie frente al lugar que segundos antes ocupaba su acosador. Solo podemos verle la espalda, pero por el tono del cabello, solo puede ser una persona.

Hermione: ¡Malfoy! - El aludido voltea bruscamente y sus ojos muestran sorpresa. - ¿Qué haces aquí?

Hermione POV

Ver a la joven siendo acosada por un depravado como el viejo ese que intentaba tocarla me daba asco, inmediatamente mi vena de lo correcto saltó en mi cabeza y me dirigí a donde ellos estaban, pero alguien se me adelantó.

...

Mi cerebro quedó bloqueado al ver la espalda del hombre que paraba el acto depravado de aquel pervertido. Ese cabello del "defensor" solo trajo un nombre a mi cabeza y lo solté sin pensar.

Hermione: ¡Malfoy! - Estoy muy enojada, ¿otra vez a decidido seguirme? Sin duda no ha cambiado. Me acerco a donde está él, se ve sorprendido, no lo creo. - ¿Qué haces aquí?

Draco: Granger. - Pone las manos arriba como si fuera un inocente cachado in fraganti. ¡Ja! Como si fuera a creerle. - Yo... ¿Tú que haces aquí?

Hermione: ¿Yo? Aquí los únicos acosadores son el viejo que corriste y tú. ¡JA! Como si tuvieras el valor moral.

Draco: Granger, baja la voz, estas llamando la atención. No he hecho nada malo... por lo menos hoy.

Hermione: Quiero que te largues de aquí y desde ahorita te digo que no quiero ninguna amistad de tu parte, sin duda no has cambiado. Cualquier carta que llegue a tu nombre, la quemaré sin abrirla. ¡Eres un hostigador!

Un carraspeo a mi espalda me hace detenerme y me obliga a voltear. Me quedo sin palabras.

Lucius: Buenas noches, señorita Granger.

Narcissa: ¿Sucede algo - Siento su mirada juzgarme de pies a cabeza antes de terminar la oración? - señorita? - Una ceja se eleva al decir la palabra.

Mi rostro debe de haber pasado por todas las tonalidades de rojo.

Narcissa: ¿Qué pasa hijo? No es propio de ti el armar un escándalo de esta clase. ¿Detuviste al degenerado?

Draco: Si madre.

Lucius: Señor Krum, es un placer volver a verlo. - Estrechan sus manos. - Estuve presenta en el mundial de Quidditch. Felicidades por su victoria.

Viktor: Gracias señor Malfoy. ¿Puedo preguntar que los trae por la Italia Muggle?

Lucius: Claro que sí. Vera, a mi esposa y a mí, siempre nos gustó mucho viajar y sin sonar presuntuoso, ya hemos agotado todos los lugares mágicos por conocer, así que hemos empezado con los destinos muggle.

Viktor: Sin ofender, me parece algo extraño de ustedes.

Lucius: ¿Por qué? Los muggles tienen lugares tan mágicos como nosotros. - Lo veo sonreír de medio lado, ¿acaso ese fue un intento de chiste?

Viktor: Ya veo.

Narcissa: Querido, parece que ya está por iniciar la subasta, deberíamos tomar asiento.

Ambos Malfoy le ofrecen su brazo a la matriarca y ella, con una sonrisa deslumbrante los toma.

Viktor hace lo mismo para conmigo, pero, ya no se siente igual que hace unos minutos. Un sentimiento de culpa se implanta en mi pecho. No logro descifrar el porqué.

Durante la subasta, le dedico miradas rápidas a Malfoy, el cuál nunca logro atrapar mirándome, ¿será porque no lo hizo en ninguna ocasión? Debo disculparme por como lo trate.

Veo a Viktor alzar varias veces la paleta y entrar en disputa en más de una ocasión con alguno de los 3 Malfoy. Solo gana una vez y es contra el menor de ellos; aunque, creo que simplemente lo dejó ganar.

Al terminar el evento, veo al patriarca de la familia acercarse a nosotros. ¿Acaso esto no puede terminar pronto?

Lucius: ¿Gustan acompañarnos a cenar?

Viktor responde que si sin consultarme y en ese momento queda respondida mi pregunta de hace unos segundos, esto no terminará pronto. ¿Qué debería hacer? ¿Disculparme e irme? No creo que pueda empeorar la mala impresión que ya le he dado a los mayores Malfoy. La matriarca se me adelanta.

Narcissa: ¿Qué le ha parecido la subasta señorita?

Hermione: No tengo una opinión concreta, es la primera vez que asisto a un evento como este.

Narcissa: ¿No ha salido de Inglaterra antes? - Su rostro se suaviza, ¿acaso la conmoví?

Hermione: No, de adolescente solía ir con mis padres a Francia.

Narcissa: ¿Hay algún lugar en particular que le gustaría conocer?

No tengo que pensar mucho esa respuesta. - No tengo un lugar específico, pero sería bueno terminar de conocer Italia por completo.

Narcissa: Me parece bien.

Sin darme cuenta, termino caminando a su lado y platicando con ella, si Harry y Ron me vieran, caerían en shock; en especial Ron.

La cena pasa sin ninguna interrupción. Pero Draco aun no me dirige la palabra, ni siquiera habla. Esto se está empezando a poner raro.

Lucius: Tiene una idea de oro en sus manos, muchacho. Háblame más de ella. - Por su parte, Viktor y el señor Malfoy parecen estarse llevando de maravilla.

Viktor: No sé si sería correcto el llamarla así.

Lucius: Soy un empresario señor Krum y créame cuando le digo que se reconocer excelentes ideas de negocio. - Hace un breve silencio. - ¿Cuándo planea abrir ese bar?

Viktor: Tenía pensado en un año. - Se ve muy nervioso.

Lucius: ¿Tiene financiamiento externo? - Viktor niega con la cabeza. - ¿Le molestaría tenerlo? - Vuelve a negar. - Entonces, no se diga más, quiero ser socio y como socio, propongo que el "restaurante/bar" se abra en no más de 6 meses.

Viktor se pone blanco de la impresión. - Es usted muy amable pero no cuento con la materia prima suficiente.

Lucius: Como tu socio, estoy obligado a ayudarte, hoy he adquirido una pequeña cava de la que puedes hacer uso a discreción, solo dime a donde debo enviarlos.

Viktor: Aun no tengo el lugar. - El señor Malfoy arruga el ceño. - Pero planeo regresar pronto a Bulgaria y buscar un lugar para rentar.

Lucius: Rentar no, comprar. ¿Cuándo planeas irte?

Viktor: El miércoles, señor Malfoy.

Lucius: El lunes pasa a mi mansión, firmaremos los contratos de sociedad.

Viktor: Claro señor.

Lucius: ¿Te apetece acompañarme con una copa en el bar mientras pulimos detalles?

Viktor me voltea a ver, sé que quiere ir con él, pero no me quiere dejar sola.

Hermione: Adelante, el objetivo de este viaje era iniciar con tu negocio, yo estaré bien.

Narcisa: Ella se quedará con nosotros, ve con tranquilidad. - Esas palabras no le tranquilizan. - Y parece que estamos hospedados en el mismo hotel. - Y con eso le quitó hasta la paz.

Viktor: Creo que estaría más tranquilo si yo mismo la dejara en la puerta de su habitación, después de todo, ella es mi invitada.

Narcissa: Que excelentes modales, pero también debes demostrárselos a tu nuevo socio. - ¿Lo acaba de condicionar? Sutil pero implacable. Eso debo aprenderlo. - No creo que a la señorita Granger le importe, ¿o sí?

Viktor me voltea a ver, está conflictuado.

Hermione: Tranquilo, nos veremos mañana e iremos a todos los lugares que hoy no pudimos.

Se acerca a mí y me da un beso en la frente, al oído me susurra un "Gracias". Lo veo marcharse al lado de quien jamás me paso por la cabeza.

Narcissa dirige su atención a su hijo. - Has estado muy callado, mi cielo. ¿Te ocurre algo?

Draco: Padre querrá ir a Bulgaria, ¿cierto?

Narcissa sonríe con parsimonia. - Me temo que sí.

Interrumpo de manera abrupta. - ¿A ustedes no les gustó la idea de Viktor?

Narcissa niega rotundamente. - No es eso señorita, lo que no nos gusta son los países fríos y mi esposo seguramente querrá ir dentro de poco a ver los avances del señor Krum.

Me sonrojó ligeramente, creo que apresuré mi juicio nuevamente.

Draco: ¿Se pospondrán las vacaciones de invierno?

Narcissa: Absolutamente no. Si piensa llevarme al frío extremo, tendrá que compensarlo con un destino idílico. ¿Alguna sugerencia señorita Granger?

¿No está enojada conmigo? Yo lo estaría si se me juzgara con prontitud. - Pues... se me ocurren algunos destinos muggle.

Narcissa: ¿Cómo cuáles?

Hermione: Las Bahamas, Hawái, Zanzíbar, Brasil e Italia, donde ya estamos.

Narcissa parece pensarlo y me sonríe con dulzura. - Si pudieras elegir, ¿cuál visitarías primero?

Hermione: Supongo que Hawái, a los americanos les gusta mucho.

Narcissa: Perfecto. Esta decidido, vendrá con nosotros, partimos el primer fin de semana de diciembre.

Hermione: Espere, ¿cómo?

Narcissa: Por supuesto, ¿no esperara que vayamos sin la persona que tuvo la idea? Y más sabiendo que tampoco conoce el lugar de destino. Eso sería cruel y en nuestra familia, la crueldad quedó en el pasado. - Dicho esto, se pone de píe. Creo que es hora de retirarnos, una mujer de mi edad no debe desvelarse.

Draco me ofrece su mano para ponerme de píe, la acepto, pero contrario a lo que hubiera hecho en otras ocasiones, la retira luego de ayudarme. Al hacerlo, el sentimiento de culpa resurge.

Al llegar al hotel, Narcissa le pide a Draco acompañarme hasta mi habitación.

Hermione: No es necesario, señora Malfoy.

Narcissa: Le prometimos al señor Krum el cuidarte y eso es algo que él hubiera hecho, así que, por favor, no discuta.

¡Merlín! A esa mujer no se le puede ganar.

El trayecto en ascensor es callado e incómodo, nadie dice una palabra y la mirada de Draco permanece al frente. Al llegar al piso en el que me hospedo, siento que me queda poco tiempo para disculparme, ya frente a mi puerta lo siento darse la vuelta.

Hermione: Malfoy, espera. - Me observa, pero no dice ni una palabra. - Yo... lo siento.

Draco: ¿Por qué?

Hermione: Por lo de esta noche.

Draco sonríe de medio lado, pero es igual a sus sonrisas de desprecio que veía en el colegio. - La velada no fue tan mala, no es de las mejores que he tenido, pero fue aceptable. Adiós, Granger.

Hermione: No me refería a eso, sino a... - Eleva una de sus cejas, sé que sabe a lo que me refiero y no veo que quiera aliviar mi incomodidad. - Me refiero a cómo te trate al inicio de la subasta.

Draco: Oh, ¿te refieres a la forma en la que me exhibiste delante de extraños y delante de mis padres? - Asiento y agacho la mirada. - No hagas eso, levanta la cabeza, que tus ojos no me abandonen y escucha lo que te voy a decir. Usaré tus mismas palabras, Granger. - Mi nombre sale ácido de su boca. - "No quiero ninguna amistad de tu parte", no eres la mujer que yo creí que eras. Juzgas sin razón y eres tan o más prejuiciosa de lo que alguna vez fui, la diferencia es que al menos yo lo era de manera evidente y no me escondía detrás de una cara de falsa inocencia y justicia.

Hermione: ¡No te permi...

Draco: No, he estado callado toda la noche y te he escuchado hablar, es mi turno y a diferencia de ti, seré breve. Mi madre busca un acercamiento contigo porque cree que aún me interesas y para mi muy mala fortuna, le agradaste, desharás eso y rechazarás su invitación. No te preocupes, no te pediré que seas desagradable con ella, eso solo me haría enojar. Le diré la verdad, que he perdido el interés en ti, ella buscará la forma de retirar la invitación, por lo que haremos las cosas más fáciles para ella.

Lo veo dar un paso atrás y con eso, un sentimiento nuevo se instaura a lado de la culpa.

Draco: Descansa, Granger. Disculpa aceptada.


Hola, gracias por leer la historia y por la paciencia que han tenido.
No la he abandonado, es solo que no había tenido mucho tiempo.
Tendré unos días libres y me gustaría actualizar tanto como se pueda.

¿A alguien le gustaría ser mi beta? Solo será por una semana?
A quien le interese, espero su mensaje.
Gracias.