Aclaración: Rurouni Kenshin no es mio, solo Kenshin, Kaoru, Aoshi, Misao y Seijuro están secuestrados temporalmente para la realización de este ff.
El peor de lo pecados es amarte, leviatán.
Primer pecado: "La soberbia de no amarte".
Fecha:20/05/06
-Padre, confieso que he pecado de palabra, pensamiento, obra y omisión.-empezó Kaoru, mareada por el embriagante olor a incienso y la penumbra de la iglesia. De rodillas y mirando a través de la rejilla que la separaba del sacerdote, intentaba afanosamente mirar al hombre que escucharía su bochornoso relato. Era repugnante soñar lujuriosamente con un hombre que simulaba ser el demonio, pero estaba tan latente el salado olor de su piel, la penetrante mirada ámbar.
-te escucho, hija mía. Pero no olvides que yo no soy más que un intermediario con Dios.- la cálida voz inspiró a Kaoru a comenzar su historia, respirando el agonizante perfume de los cirios.
-padre, anoche, en un extraño sueño, negué completamente a Dios…y todo por un hombre que me hacia sentir…emmm…cosas muy extrañas. No se si me entiende, yo…me entregué al placer de la carne…con el demonio que atormenta mi corazón.- Kaoru se ruborizó de inmediato al recordar tan suaves caricias. Esperó un segundo para escuchar la respuesta del padre, titubeante. El padre solo calló.- es extraña la sensación que tengo, una culpabilidad, pero a la vez una felicidad tremenda. Siento que el hombre de mi sueño es el que he estado esperando…siempre.- Kaoru se estaba impacientando ante el mordaz silencio. Realmente ella deseaba creer que todo su relato era un sueño, pero la sensación ardiente en su piel le recordaba que había sido real, muy real.
-hija, la verdad es que creo que le estas dando demasiada importancia a un simple sueño…yo pienso que lo importante de verdad es lo que sientes en tu corazón…si Dios esta presente en el…no hay nada que pueda perturbar tu fe. De todas maneras, para calmar tú conciencia, reza tres padres nuestros…y que Dios te bendiga, hija mía.- finalizó su monólogo el padre de voz triste. Kaoru se persigno y salio de la cabina, dispuesta a realizar la sugerencia del padre. Intentó encontrar con la mirada al hombre con el que se acababa de confesar, divisándolo caminando a paso lento en dirección a una puerta cerca del altar. Su espalda ancha cubierta con la humilde sotana. El cabello rojo flameando con la brisa que se colaba por las ventanas recién abiertas.
-cabello rojo… no puede ser tanta la coincidencia…- murmuró con sopor y los ojos muy abiertos la morena mujer. Caminó con el paso acelerado y el corazón latiendo desbocado. Las manos temblorosas.- padre¡.- gritó cuando se encontraba a unos pasos del pelirrojo.
-dígame?.- preguntó con la voz calmada, volteándose y a la vez revelando el rostro ansiado por Kaoru…pero los ojos eran serenos violetas.
Kaoru abrió inconscientemente la boca, sin poder pronunciar palabra alguna. El religioso sonrió ante la cara de la mujer. Kaoru solo puso pensar que era la sonrisa más perfecta del universo entero. Su pensamiento la deslumbró.
-no nos hemos visto en otra parte, padre?- apenas logró articular, sabiendo aun que sus ojos brillaban por las lagrimas que contenían. Tanto miedo…tanta incertidumbre.
-la verdad es que no lo creo…pero de todas maneras esta es la instancia, ne?. Soy el padre Himura Kenshin.- habló sonriendo tiernamente, estirando su mano para estrechar la fría y pálida de Kaoru. Los azules húmedos conmoviéndole en lo más profundo.
-Kamiya Kaoru…un placer padre.- saludó Kaoru imitando una sonrisa. Sus miradas se toparon por un segundo y Kenshin por un momento creyó reconocer a la dueña de tan cautivadores ojos. En un parpadeo ese pensamiento quedo olvidado.
-si lo que desea es conversar, podemos hacerlo con una taza de chocolate caliente…esta haciendo frió ya.- invitó el padre mirando hacia el cielo que parecía nublarse a cada segundo.
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Un suspiro. Shinomori Aoshi miró el letrero ubicado el la parte alta de la puerta frente a el. "Makimachi Misao: mentalista, Parapsicóloga". Suspiró una vez mas, reuniendo fuerza. Un obispo como el no debería creer en charlatanerías como esa…pero por el momento, esta era su única carta. Abrió la crujiente puerta lentamente, asomando su cabeza primero. Miles de baratijas y artículos como velas, inciensos y sahumerios colmaban los polvorientos estantes, pero ni pista de la dueña del local.
-pase señor Shinomori…estaba esperando por usted.- habló la voz rasposa que provenía de lo más profundo del local. Luego se escucharon unos tosidos secos. Aoshi se perturbó por el inédito reconocimiento.
El hombre camino paseando la mirada por las vitrinas. Animales disecados, lo miraban con expresiones horrorizadas, libros en idiomas indescifrables. Sus pisadas resonaban en el silencio de la estancia. Fijó su mirada al frente, encontrándose con una joven de no más de veinte años, vistiendo una túnica de color morado. Su largísimo cabello negro tomado con una pañoleta blanca. Y esos ojos verdes, sabios e inteligentes.
-buenas tardes señorita Makimachi, yo…
-Misao esta bien para usted.- interrumpió la mujer, dejando al obispo con la palabra en la boca.- además…no hacen falta explicaciones, ya lo se todo…recuerde que solo nos quedan diecisiete días para encontrarlo y eliminarlo.- informó la mujer lanzando las cartas del tarot sobre la ovalada mesa. La ultima carta fue "La Sacerdotisa". Ante esta carta la mujer se sobresaltó. Aoshi la miró cuestionante y asombrado de la cantidad de información que la mujer ya poseía.
-perdone la intromisión, pero de donde…- nuevamente quedó con la pregunta a medio hacer. Esto ya empezaba a molestarle.
-que de donde saqué toda la información?.- preguntó sin dejar de mirar la carta sobre la mesa. Aoshi asintió.- soy mentalista, recuerda?. Además…he tenido sueños recurrentes con la llegada de este demonio.- Misao ahora subió su mirada hacia los turquesas del religioso. Este arrugó sus cejas ante la mirada temerosa de la adivina, pero decidió que esta vez, la mujer fuera la que hablara.- sabe que significa la sacerdotisa?.-El hombre negó con la cabeza. Ella sonrió ante lo absurdo de su pregunta.- él esta buscando a una mujer…mejor dicho, él necesita a una mujer.- Tosió nuevamente…tapándose la boca con la mano, Aoshi le entregó un pañuelo el cual utilizó para limpiarse la boca. Una mancha roja quedó impresa en el, por lo que ocultó el pañuelo entre sus manos. Tiró una última carta sobre "la sacerdotisa", descubriendo a "los enamorados". Misao sonrió…la suerte estaba lanzada para la pareja, pero ella debía dejar que todo siguiera su curso.
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-así que estudia en la Universidad de Tokio, me imagino que debe ser una estudiante muy responsable.- rió Kenshin, omitiendo las miradas que les dirigían las personas en el café en que estaban, a pesar de que el estaba sin su hábito. Kaoru le sonrió de vuelta.
-la verdad es que lo fui, hasta que tuve unos problemas personales…-dejó un espacio en blanco al recordar su soledad. Bajó su rostro para dejar salir lo más disimuladamente posible una lágrima. Solo una se podía permitir. Kenshin quedó perplejo ante el repentino cambio de la joven. La gente del café ahora los miraban descarados. Kenshin decidió que era mejor salir de ahí.
-señorita Kaoru, creo que ya es momento de dejarla en su casa.- el padre se levanto de la mesa, esperando lo mismo por parte la mujer para salir hacia la calle. Ella levanto su rostro y le sonrió.
Caminaron juntos por la iluminada avenida, conversando de sus vidas. Kaoru se enteró del motivo por el cual Kenshin se decidió a ser cura…y el motivo no parecía ser distinto al de la mayoría. Una mujer y luego el "llamado de Dios". Kenshin en cambio, estaba sorprendido de que una joven como ella hubiera tenido que pasar por tantos males a tan corta edad. La soledad, el miedo…era demasiado para una mujer tan dulce como ella.
Kaoru se detuvo, llamando a atención del pelirrojo.
-bueno…aquí es donde vivo.- dijo Kaoru apuntando hacia el lujoso edificio frente a ellos. Kenshin sintió una inexplicable pena.
-oro?...ohh, ya veo. Señorita Kaoru, ha sido realmente un placer conversar con usted.- Kaoru rió ante la extraña palabra del pelirrojo. Este se sonrojó.
-gusta pasar, padre?.- preguntó Kaoru olvidando por completo el titulo del hombre frente a el. Este vislumbró la respuesta frente a sus ojos. No había nada de malo en eso?.
-no quiero ser molestia…-dijo el padre rozándose las manos por el frió. Kaoru notó este gesto, por lo que dijo lo que terminaría por convencer a tan complicado cura.
-podríamos tomar algo para el frío…-agregó, no refiriéndose ciertamente a un café. Kenshin terminó aceptando gustoso.
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-El esta muy cerca de usted…lo conoce, o dice creer conocerlo. Una amigo suyo…podría ser?.- terminó diciendo Misao, mirando pensativamente las cartas sobre la mesa.
-un amigo mio, no lo creo posible…- terminó diciendo Aoshi, pero pensando en que tan ciertas podrían resultar las palabras de la mujer. Misao lo miró sonriente, sentía que este hombre era más razonable de lo que parecía, más débil de lo que demostraba.
-las cartas no mienten, señor Shinomori…un amigo suyo dentro de la iglesia. En realidad, temo decirle que usted sabe quien es, debido a que es su único amigo…- Misao ahora prendía una vela para iluminar la estancia, reflejándose la flama en sus verdes. El obispo pensó un segundo mas para luego darse cuenta de lo cerca que estaba el enemigo. Su cuerpo tembló levemente ante la revelación.
-no puede ser el…el…es muy religioso…como pudo haber sucedido?.- Aoshi se levanto brusco de la silla, para empezar a caminar por la estancia.
-el ser humano es débil…su carne, su mente…es fácil de caer en tentación, son corrompibles.- explicó con una simplicidad que al hombre le asombró. Tuvo que volver a sentarse para pensar con más claridad. La joven ladeo el rostro para volver a toser, más profundamente esta vez. El hombre la miro preocupado.
-esta bien?.- preguntó mientras le servia agua del jarrón sobre la mesa, ofreciéndole cortésmente el vaso. Misao solo pudo asentir, le costaba cada vez mas encontrar la voz. -señorita Misao…le puedo hacer un pregunta indiscreta. Ella volvió a asentir con ojos curiosos.-si usted es tan buena mentalista, por que no se ha hecho millonaria apostando a los caballos o algo así?.- cierto que la pregunta era estúpida, pero la intención era hacerla sonreír, se notaba que era una acción que la mentalista no hacia muy seguido.
Misao soltó una exagerada carcajada…como nunca antes recordaba haber soltado. Trabajar con Aoshi le iba a resultar muy agradable después de todo.
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Kaoru entro primero al departamento, esperando que Kenshin cerrara la puerta, pero esta fue cerrada con notoria violencia, por lo que Kaoru se dio vuelta rápidamente, asustada. Kenshin tenía todo la espalda recostada en la puerta cerrada. La cabeza baja, los ojos ocultados bajo el mechón rojo.
-Kenshin?.- preguntó Kaoru extrañada de tan repentina muestra de agresividad. El subió la mirada…dorada…
-te refieres al tonto dueño de este cuerpo?. En no esta disponible por el momento…pero estoy yo.- habló mientras se acercaba lentamente a Kaoru, quien empezaba a retroceder ante el cuerpo tibio que tan bien recordaba.
-tu¡…entonces…no fue un sueño.- mas que una pregunta, era una reafirmación a lo que ya creía cierto. Su retroceso terminó cuando su espalda fue a dar contra la pared. Miró hacia los lados buscando una forma de huir de su presencia.
-que pasa?...ya no me amas acaso?.- murmuró con una sonrisa ladina el hombre, estirando su mano hacia la mejilla de Kaoru. Esta de un manotazo la alejó.
-quien te dijo que yo te llegue a amar, idiota?.- sus cuerpos tan solo separados por unos centímetros. El aire tibio.
-pero que mujer mas soberbia¡. Tan orgullosa eres que no puedes admitir que me amas…a pesar de todo.- rió mientras le peinaba el flequillo. Kaoru refunfuñó.
-no te amo…y no soy soberbia.- Kaoru ladeó el rostro para evitar la mirada burlesca.
-si, si lo eres…admítelo¡.- el hombre soltó una risotada al saber que la mujer caía penosamente en su juego. Apoyó su mano en la pared, dejándola encerrada entre su cuerpo.
-muy bien, lo admito y que?.- Kaoru ahora fijó su mirada en los ámbares, perdiéndose en ellos…era ahora una autómata.
-vamos, dilo. Di que eres una soberbia, grítalo¡.- Kenshin se despegó de la pared, dándole la espalda a la mujer. La escuchó reír.
-soy una soberbia, y lo peor es que no me arrepiento…- termino el gritó en un murmullo y la mirada baja.
-perfecto…- casi habló el hombre. En ese momento la tierra comenzó a temblar, logrando que los objetos sobre un estante cayeran sobre la alfombra.
-pero…que es esto¡.- gritó Kaoru, intentando afirmarse en la pared. El hombre que le daba la espalda se volteo para acercarse a su oído.
-esto…es el comienzo de mi era, de nuestra era.- y como reafirmando sus palabras, tomó a la mujer por la cintura instándola a fundirse con sus labios, en un beso eterno y tormentoso.
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-señorita Misao…si usted puede ver el futuro, sabe lo que sucederá, cierto?.- Aoshi miro a la mujer frente a el, que parecía sumida en un trance. Ella asintió levemente.- podemos hacer algo sobre eso?.- volvió a preguntar, temeroso de que la respuesta fuera un no. Misao estaba a punto de responder, cuando un temblor les hizo estremecer.
-esta comenzando su jugada…- habló ella al tiempo que se ponía de pie y tiraba la última carta sobre la mesa… "la luna". Miró la carta y supo que comenzaban los verdaderos problemas.
-que hacemos ahora?.- urgió Aoshi mientras se abrigaba con su gabardina y salía al encuentro de Misao en la puerta. Ella se dio vuelta, mirándolo con una sonrisa.
-es nuestro turno para jugar, no?.- el hombre solo frunció el entrecejo, sin entender a que se refería la astuta mujer.
Ni en sus sueños se imaginaría que la carta que Misao quería jugar, era buscar a aquel ser por quien entregó su vida al sacerdocio.
Continuara…
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Talcahuano, Chile, 1:03 a.m. En mi pieza tomando mate.
Sip, se muy bien que tenia archi botado este ff, pero juro que no se que sucedió…tan rápido pasa el tiempo.
Les paso a explicar brevemente de que se trata esto de las fechas. No se si a ustedes les ha llegado un mail diciéndoles que el 06/06/06 es el día que se acabara el mundo (se que esta trillado, pero que diablos?). Supuestamente es por que esa fecha coincide con número del diablo. Pues bueno, entonces la idea es jugar un poco con eso, o sea que el ff terminara ese día justamente, según mis cálculos. Pues bueno, esto de meter a Misao y Aoshi no se porque lo hice, pero si no les gusta me lo dicen y los elimino rapidito.
Ok, ahora muchas, muchas, pero muchísimas gracias a mis reviewers, las amo a todas, ustedes son mi inspiración:
Una bonus track para mis lectoras:
Bienvenidas a las sección, conozca su horóscopo con Misao, la astróloga.
-hola chicas, de verdad muchas gracias por leer este ff, como premio yo y Monika-dono hemos decidido regalarles este simple horóscopo del mes de mayo, para cada signo, me costó mucho hacerlo…pero todo es por ustedes. Les deseo la mejor de las suertes y recuerden que: "la flor de loto asoma inmaculada del fango", así que arriba los ánimos y mucha suerte para todas.
Aries: tendrá la oportunidad de amar a alguien que le brindara la paz que tanto necesita. Organice sus tareas cotidianas con exactitud para no cometer errores de importancia.
Tauro: descubre un amor inesperado y recupera la esperanza y la alegría; no lo deje escapar. Provoca un cambio importante que beneficiara su economía.
Géminis: asumirá compromisos afectivos que en otro momento trataba de evadir. Tenga cuidado con las tentaciones que lo inducirán a gastar mas de lo debido.
Cáncer: evadida discusiones si pretende tolerar ciertos prejuicios de su pareja. Si se concentra en su objetivo, lograra las metas deseadas.
Leo: terminara con todo romance conflictivo iniciara una nueva etapa de recogimiento. Distribuirá las responsabilidades laborales con inteligencia y diplomacia. Aproveche su tiempo.
Virgo: momento ideal para definir proyectos en pareja y mirar el futuro con esperanza. Ocupe su tiempo en perfeccionar sus conocimientos sobre temas laborales.
Libra: pondrán a prueba su fidelidad, no se deje tentar por una aventura pasajera. Evite delegar responsabilidades, pues podría tener dificultades con sus colegas.
Escorpión (el mejor signo¡): lograra conmover a su media naranja y finalmente le darán una nueva oportunidad. Reflexione con tranquilidad ante la llegada de nuevas oportunidades laborales.
Sagitario: habrá nuevos romances y compromisos es su familia, usted será uno de los protagonistas. No desperdicie su tiempo en proyectos difíciles de concretar.
Capricornio: renacerá la confianza y el romanticismo en su pareja. Disfrute el momento. Deberá cuidar del presupuesto, pues cualquier gasto imprevisto seria catastrófico.
Acuario: reafirma sus proyectos de convivencia con su pareja y se entusiasma cada día más. Realizara un viaje de negocios que le abrirá nuevos horizontes laborales.
Piscis: no oculte sus sentimientos, el amor que siente es imposible de disimular. Buscara nuevas alternativas para ampliar sus horizontes laborales.
-ya esta, eso es todo por esta ocasiones, pero en el próximo capitulo les prometo unos buenos consejitos que nunca están de mas. Ja ne¡- Misao se retira a su puesto tras la mesa ovalada, feliz de haberles sido de ayuda.
Mucha suerte amigas… desde aquí se despide una victima de la cesantía:
MONIKA-DONO
BONUS TRACK
Notas de quien sube este fic:
Ustedes creían q quien sube este fic es Monikadono, pueeessssss NOOOOOOOOOOOOOOOO... soy nada menos que Arcasdrea, haciendo el favor de subir este fic, porq nuestra bien y nunca mal ponderada Monika dono está aquí botada a mis pies, hablando incoherencias, pues el bola cuatro (nombre de vino popular entre estudiantes universitarios escasos de billullo) se le subió a la cabeza... o sea en pocas palabrasTOTALMENTE INCAPACITADApara enfocar la visión y dar con asierto a alguna tecla y manejar el mouse con presición. ohoh, mejor dejo esto hasta aquí que ya a monichan le dio el bajón y pretende suicidarse arrojándose por la ventana ( estamos en un quinto piso)... se despide de todas menos de una...ARCASDREA...JA NE!
