Capítulo V: Golpe de Calor
La pegaso amarilla solo estaba empezando a caminar por las escaleras que la dirigían hacia el sexto círculo. Atravesar cada círculo se le hacia eterno, hasta el punto en que empezaba a creer que nunca iba a regresar a Ponyville, de ser por ella renunciaba a continuar, pero no lo hacía, por la razón de que ya estaba demasiado lejos, si ya de por sí el último círculo por el que pasó era terrorífico, los siguientes de seguro los demás serian peores.
Fluttershy llegó a una puerta, ella agarraría la manija para abrirla, pero la sintió extremadamente caliente, que hasta la tuvo que soltar para acto seguido soplar se su casco. Fluttershy no entendía el porqué de esto, por lo que tomaría algo de tierra de las paredes de las escaleras para posteriormente cubrir la manija. Acto seguido, la abrió y cuando vió lo que estaba al otro lado, quedó boquiabierta.
Al otro lado veía un lugar en ruinas y en llamas, el suelo estaba casi completamente negro, y el arriba ya no distinguía el techo de tierra, sino una especie de cielo anaranjado, adornado de unas nubes desde grises hasta negras, pero lo más aterrador eran unos gritos, que representaban sufrimiento, que hasta la pegaso no podía evitar sentirse mal por lo que escuchaba.
Ella daría un par de pasos hacia adelante, pero en cuanto pisó el suelo, le ardieron no sólo las pezuñas, sino hasta sus patas, la pegaso no pudo evitar dar un gran grito de dolor. Ella saltó y empezó a aletear para así alejarse del suelo ardiente. Ella sólo empezó a volar hacia adelante mientras soltaba algunas lágrimas por el ardor, era extraño para ella, que también sus cascos ardieran, pero no le dio importancia.
Empezaría a sobrevolar un río de lava que rodeaban las ruinas, conforme se acercaba, los gritos se volvían más fuertes y escalofriantes, ella solo seguía volando con preocupación de lo que podría suceder en esas ruinas. Finalmente llegaría a ese lugar, eran unas estructuras quemadas y derrumbadas, lo que parecían ser casas, provenían los gritos, la pegaso no podía evitar sentir terror. Ella volaba pero se empezaría a cansar por el inmenso calor, y lo peor, le empezaría a dar demasiada sed. Ella sólo volaba hacia adelante mientras sudaba.
La pegaso empezaría a sacar la lengua por el increíble calor, mientras empezaba a aletear lento por el cansancio, llegó un punto en que empezó a alucinar, conforme volaba veía todo como si se volvía en un remolino color rojo, ella solo empezaba a ver adelante dirigiéndose al centro de ese remolino, hasta que sus alucinaciones se vieron interrumpidas cuando chocó con algo, era una estructura alta, cuando puso atención entre todo el cansancio, vio que era un edificio, que tenía la arquitectura de la alcaldía de Ponyhattan.
Fluttershy empezaría a ascender aún con la lengua por fuera, lo malo del lugar es que no había nada de agua. Lo asustó el hecho de ver en una de esas casas destruidas, unas almas gritando de dolor y sufrimiento, posiblemente por el ardor del lugar. Fluttershy aunque quisiera sabía en el fondo que no debía ni podía ayudar, ya que posiblemente ellos hicieron algún pecado en el pasado.
Tuvo que volar por 10 minutos entre sudor, todo era confuso para ella, le dolía la cabeza, empezó a sentir náuseas, le empezaba a costar trabajo para volar, y lo peor, sus patas empezaban a temblar, tenía un golpe de calor, y muy fuerte. Hasta que finalmente chocó contra una pared, y al ver hacia abajo, distinguió la puerta, ella con mucha dificultad bajó y evitó tocar el suelo ardiente. Y empezaría a agarrar la manija, le costaba trabajo, entre mareos, su casco se movía con demasiada dificultad, temblaba, tocó la manija caliente y la abrió si importarle el ardor, para finalmente cruzar.
Cuando salió del círculo, ella cerró la puerta y se recargó mientras sentía como su ardor de sus patas empezaban a curarse, sin embargo su dolor de cabeza seguía, pero sobretodo la sed, ella no pudo más y se quedó dormida en el suelo cuando intento caminar.
En su sueño, veía como todo estaba en llamas, Fluttershy veía a su alrededor como había mucho fuego proveniente del suelo, y empezó a escuchar una voz muy familiar —Hasta que te apareces— y al voltear, vio a sus amigas, al otro lado de unas llamas —Nos abandonaste y fuiste al lugar donde perteneces— decía una Rainbow Dash con cara de enojada —No amigas, todo tiene una explicación— dijo la pegaso pero Twilight le diría —Nos das asco, aquí perteneces, y aquí arderás— y en eso, las figuras de sus amigas se empezaban a derretir como si fueran las ceras de unas velas, y Fluttershy solo gritaba —¡No!— mientras el fuego a su alrededor incrementaba hasta cubrirla.
Fluttershy despertó muy agitada, tras la pesadilla que tuvo. Ella seguía muy sedienta, pero no sabía cómo subsistir en el resto de su aventura. Por lo que aún con pocas fuerzas se puso de pie, y comenzó a caminar para bajar las escaleras. Ella sólo pensaba en que habría en el siguiente lugar, no sabía lo que le iría, de mal en peor podía morir en cualquier momento en algún círculo y nunca más volvería a Ponyville con sus amigas. La pegaso llegaría a la siguiente puerta, y está vez se aseguró de que no estuviera caliente lo cual para su fortuna no lo estaba, por lo que atravesó la siguiente puerta.
Llegó a un extraño lugar, parecía un extraño desierto y aunque hacía calor, no lo era tanto como el anterior, ella empezó a caminar con la lengua hacia afuera de la sed que tenía, hasta que cayó, por una grieta gigante en el suelo, pero gracias a sus alas, es que pudo levitar y salir de la grieta y aterrizar al otro lado, y seguir caminando, está vez con la precaución de no toparse con otro suelo roto.
Después de unos minutos con mucha sed, pudo distinguir algo que la emocionó algo, un río, pero tenía una peculiaridad, y es que era de color rojo, pero sin pensarlo empezó a correr hacia el, hasta que llegó y vio más de cerca el río, por un momento pensó en echarse un clavado pero se detuvo en seco al ver que salía calor de ese río, y vio que salía vapor, por lo que con el riesgo metió la lengua al río y estaba caliente, pero pudo probar un poco de lo que era, y sabía algo extraño, Fluttershy hacia muecas de la extraña agua, era algo salada y le recordaba al metal oxidado como a lo que olía. Probó un poco más, pero su sed no paró al estar caliente.
Fluttershy siguió caminando hacia adelante hasta encontrar agua, hasta que escuchó unos gritos, y al ver, eran varias almas en el río, quienes no podían salir al estar custodiados por centauros, estos les lanzaban flechas a las almas para que no pudieran salir, y al ver en una colina, vio a algo, o alguien que le llamó la atención, un minotauro, pero este tenía una apariencia mucho más ruda. Ella se le acercó y le dijo —Disculpa— el minotauro la volteó a ver y con un arma extraña, al ser de piedra pero con muchos picos la señaló en amenaza y le dijo —¿Quién eres?— la pegaso se asustó y le dijo —Lo… lo siento…— el minotauro se sorprendió por su reacción.
El minotauro la vio más de cerca y le dijo —Eres una Equestre ¿Qué haces aquí?— Fluttershy le dijo —Lo siento, yo solo quisiera saber donde hay agua, tengo mucha sed señor— este la vio con un poco de risa y dijo —Espero y no hayas bebido del río— le dijo señalando el río donde los centauros les lanzaban flechas a las almas —Eso en realidad es sangre hirviendo— Fluttershy se sorprendió como se asqueó que se fue corriendo a un lado de la colina y de inmediato empezó a vómitar, ya que ella bebió un poco de lo que tenía ese río.
Mientras la pegaso terminaba de vómitar, el minotauro se le acercó y dijo —Yo vigilo este lugar, estas oficialmente en el bajo infierno, donde están los peores pecadores, aquí no te sientas mal por ellos, son asesinos— dijo el ser de cabeza de toro señalando el río, mientras Fluttershy veía algo moribunda —Lo siento, pero no traigo agua conmigo, pero de ese lado, están otro tipo de pecadores, los suicidas, quienes se quitaron la vida, hay un río de ese lado, y si, es agua— dijo el minotauro viendo a la pegaso mientras está con pocas ganas decía —Se lo agradezco— el minotauro le dijo —De nada, y ten cuidado con las arpías— hasta que perdió a la pegaso de vista y regreso a ver a los pecadores del río de sangre.
La pegaso caminaba con la cabeza baja, tenía ganas de llorar —Extraño mi hogar, mis animales, mis amigas, mi familia— se dijo así misma, mientras caminaba —No sé como pude llegar a esto— y en eso rompió en llanto, ella se sentía podrida en esos instantes, ya que nunca esperó una aventura así, y que fuera tan aterradora para ella, mientras sacaba sus lágrimas, lamentándose de haber seguido a ese conejo.
Después de 8 minutos de caminata, pudo divisar un río, se acercó corriendo, aunque aún con lágrimas en sus ojos. Ella metió la cabeza en ese río, y empezó a beber lo que pudo, está vez si era agua normal. Después de beber, sacó su cabeza, sintiéndose aliviada, pero algo llamó su atención de adelante, se escuchaban gritos, y eran de unas almas, pero solo veía árboles, pero estaban siendo picoteadas por unas extrañas criaturas, eran voladoras, pero sus alas aparentaba a las de un dragón, tenían grandes colmillos y una figura aterradora. La pegaso con temor bebió un poco de agua y empezó a moverse levemente para no llamar su atención.
Después de unos segundos, una de esas cosas la volteó a ver y dio un grito muy agudo que llamó la atención de las demás, la pegaso se aterró, sin embargo unas voces que provenían de los árboles le gritaban —¡Corre!— Fluttershy no lo pensó y se puso a correr en hacia adelante, mientras las criaturas se ponían a volar hacia la pegaso, ahora ella suponiendo de que esos eran las arpías de las que el minotauro le mencionó.
Fluttershy mientras corría, las arpías la intentaban alcanzar, hasta que ella pudo divisar la siguiente puerta, pero esos seres voladores ya casi la alcanzaba, y la pegaso no hacía más que aumentar su velocidad. Empezó a sentir como la rasguñaban y desgarraba su lomo, mientras ella quejía del dolor. Pero en cuestión de segundos, pudo llegar a la puerta, la abrió inmediatamente y entró, sin embargo antes de cerrarla, las arpías empezaron a forcejear cine ella para alcanzarla, y al final pudo cerrar la puerta.
La pegaso se sintió aliviada de haber podido cerrar la puerta, así que procedió escaleras abajo para ir al siguiente círculo, posiblemente el último peligroso por el que tendría que pasar. No obstante, no se dio cuenta que atrás de ella, se coló una arpía, que la empezó a seguir.
