Declaimer: Digimon no me pertenece, ni tampoco algunas de las frases utilizadas.

Advertencia: No apto para diabéticos, derramamiento de miel en exceso.


Capitulo 4: El sueño

"No importa que tan poderosa

sea la magia.

Las predicciones sobre asuntos

del corazón son muy difíciles

de hacer.

Especialmente el amor".

- Ya despertó - les dijo la enfermera

- ¿Que, vamos - dijo Kouji y corrió hacia la camilla.

Izumi fue abriendo los ojos lentamente, lo primero que vio fue el hermoso rostro de Kouji inundado de lagrimas, luego a su madre que no podía dejar de repetir - Mi Izumi, mi Izumi -, luego vio a su padre.

- Kouji-san, padre, madre¿que estoy haciendo aquí?

- Te desmayaste y Kouji te trajo - dijo su padre.

Izumi volteo a ver a Kouji y se sonrojo. - Gracias por preocuparte -

Kouji también se sonrojo. - De que, para eso son los amigos.-

- Si, solo me puedes ver como amiga, solo soy eso una amiga, nada mas - Depronto se acordó de algo. - ¿Es cierto que estoy enferma y que voy a morir pronto?.

Al oírla preguntar eso se sorprendieron, hablo su padre - No se como lo supiste, pero es verdad, no te lo podemos ocultar, tienes una enfermedad mortal que te ha dejado como plazo de vida 1 año o 2, no hay nada ni nadie que te pueda ayudar.-

- Si la hay, yo lo se Pero como les digo, no se que es lo que debo hacer -

- No, aun no hay cura y la enfermedad te ira consumiendo lentamente yo quisiera poder ayudarte, pero no se como - dijo al borde del llanto nuevamente Kouji.

Izumi empezó a llorar y su madre la abrazo. Después hicieron los tramites, le recomendaron una dieta y se la pudieron llevar a casa.

Kouji volvió a su casa devastado, estaba muy triste y desesperado.

Vi el reloj y se acordó de su tarea, finalmente ya no le entrego el libro, se sentía muy cansado y no podía consentrarse, decidió dormir y luego hacer la investigación.

Se acostó en su cama e inmediatamente se durmió, empezó a soñar.

Soñó que caminaba por un valle devastado, parecido al digimundo, a los lados y enfrente veía a Izumi llorando. Se tropezaba con un rollo de papel, y al desamarrar la cinta que la amarraba se oyó una voz.

- Tu puedes salvar a Izumi, tu eres el único que la puede ayudar, solo tu.

- ¿Pero como¿Quien eres tu¿Donde estoy?

- Confía, muy pronto lo sabrás.