Declaimer: Digimon no me pertenece, ni tampoco algunas de las frases utilizadas.
Advertencia: No apto para diabéticos, derramamiento de miel en exceso.
Capitulo 11: Lagrimas de Pureza
"Yo siempre estare aquí cuando me necesites,
no lo olvides, siempre que llores, volvere."
Cuando volvieron al salón tampoco vieron a Ki y a Rin, lo más extraño fue que nadie se acordaba de ellos.
En la salida se reunieron para platicar.
- ¿Dicen que ya no regresaron? - pregunto extrañado Takuya.
- No, nadie sabe de ellos, incluso algunos dijeron que estabamos locos - respondió Kouji.
- Pues lo están
- Takuya-san!
-¿Si Hitomi-chan?
- Que es eso de que están locos, tu estas mas...
- No es cierto, tu eres la loca
- No lo soy
- Si lo eres...
- Bueno, todos lo somos, dejen de discutir y oigamos lo que tiene que decir Izumi-chan -
- Gracias Kouji-san - le sonrío.
- De... nada - se puso rojo - No me había fijado que cuando sonríe se ve mas linda
- Bien, lo que pasa es que ya me hice bolas, no entiendo, hay espíritus malos y buenos y ahora aparece una criatura mitológica llamada Kirin, y lo peor es que aun no encontramos la manera de curarme. Primero todo lo del digimundo y ahora esto (ya le habian contado a Hitomi)
- Seguiremos investigando, lo prometemos - dijeron a la vez todos.
- Gracias, son los mejores amigos del mundo. Ya me tengo que ir, no me debo mal pasar en las comidas, ademas tengo que tomar mis medicinas
- Te acompaño - dijo Kouji.
- Adiós - se despidieron.
Caminaron un rato sin hablar, cuando llegaron al parque se sentaron en una banca.
- ¿Sabes? Desde que la doctora me dijo que tu vida corría peligro ya nada es igual, siento que desde ese instante mi vida tomo otro camino.
- Si, la mía también, desde entonces siento que tengo que aprovechar cada segundo de mi vida, que no puedo dejarlo pasar.
- Te entiendo.
Siguieron caminando. Llegaron a la casa de Izumi.
- Adiós, nos vemos mañana.
- Nos vemos, que descanses.
Kouji se dio la vuelta y cuando estaba a punto de dar el primer paso Izumi lo detuvo de la muñeca. Giro nuevamente hasta encontrarse con el rostro de Izumi.
- ¿Que pasa?
No le respondió solo empezó a llorar. Kouji no entendía que pasaba, no sabía que hacer,
- ¿Estas bien? - Izumi seguía llorando, no importaba cuanto le preguntaba Kouji. Este se preocupo, no le gustaba ver ese hermoso rostro inundado de lagrimas. Le limpio con su mano - ¿Por que lloras?
Izumi nego con la cabeza - Nada, solo no me dejes, tengo miedo. - dijo y lo abrazo. Kouji le correspondio el abrazo y empezo a acariciar su cabeza, a pasar su mano por ese cabello sedoso y suave.
- Tranquila, todo esta bien, me quedare con tigo si así lo deseas.
- Gracias...
Se quedaron asi por un rato, hasta que Izumi se solto. Acerco sus labios a la mejilla de Kouji y le dio un delicado bezo, entro a su casa y cerro la puerta.
Kouji se quedo ahi parado, sentia cosquillas por todo el cuerpo, toco con la punta de sus dedos el lugar en donde habian estado los suaves labios de Izumi. Aun tenia esa sensacion de fresca brisa del mar en su piel.
Despues de un rato se fue. Las lagrimas de Izumi aun brillaban en el suelo. Aquellas lagrimas que habian sido derramadas por el, unas lagrimas que salían por el sufrimiento que sentia Izumi al pensar en que ese sentimiento puro y limpio que habitaba dentro de ella no era correspondido, aquel sentimiento que produce muchas alegrias, pero tambien tristezas, un sentimiento lleno de promesas, un sentimiento llamado... amor.
