(En este capitulo, me hicieron el comentario
que era muy nostálgico... sin embargo era
necesario para el desarrollo de la historia, aunque
en un principio estuve a punto de
desechar la idea ya que parecía relleno...
espero les guste.)

Paul mantenía la mirada en el suelo, sus largos cabellos verdes que rozaban el mármol blanco de la Sala Patriarcal, su rodilla derecha clavada en el suelo. Su interior no parecía estar tan tranquilo como su semblante justo al lado de Farid de Capricornio y Touma de Sagitario que aun portaba sus ropas de entrenamientos con la banda roja sobre sus caballeros marrones. Su mirada perdida solo podía dirigirse al suelo.

-Ya veo, y ¿hay algún indicio?-La voz aparentemente seria del Patriarca, llegaba a los oídos de los caballeros. Paul solo esperaba responder tranquilamente.

-Se cree que pudo ser orden del Olimpo, Marcus el caballero de Ofiuco encontró esto su Ilustrísima.-La voz de Jason de Leo se había hecho escuchar rompiendo el silencio de la Sala. Paul miro sin emoción alguna a Jason que le ofrecía la pluma manchada de sangre al Patriarca, este bajo los escalones con lentitud y su pasos rítmicos acercándose a Jason, agitando la larga túnica blanca que le cubría los pies. Cuando llego donde estaba él, tomo la pluma y la observó con sumo cuidado, mirando las finas hebras de la pluma que revoloteaban con el aspirar de su respiración.

-Entiendo. Aún no podemos estar seguros de algún dios ordeno este ataque, sin embargo deben regresar a sus templos, y estar alertas.-El Patriarca agito su mano al dar la orden a los caballeros presentes. -

-Sí su Ilustrísima.- Los caballeros presentes contestaron al mismo tiempo mientras se levantaban y cada uno recorría el gran pasillo hacia la entrada de la Sala del Patriarca. Paul, se levantó y por una fracción de segundo se encontró con una mirada verde, propiedad de un rostro hermoso, de piel blanca, sus largos cabellos violetas cayendo por sus hombros sobre un largo y hermoso vestido blanco, esos ojos reflejaban tristeza que eran un reflejo de su interior. Tratando de evitar la mirada de Athena, se dio la media vuelta y comenzó a caminar con un resonar acompasado de sus pasos elegantes, para que la llegar a la gran puerta de la sala patriarcal, cerrándola tras de sí, sintiendo las miradas clavadas del Patriarca y de la misma Athena.

Al salir de la sala, el frío de la madrugada rozando su rostro le hizo levantar la mirada al cielo, las estrellas brillaban acompañando a la luna llena que abrigaba con su luz, entrecerrando sus ojos azules aun con su usual expresión fría en su rostro.

"Aileen…" Sus pensamientos eran enviados al cielo como si con eso la llamará y ella respondiera para que pudiera encontrarla, mientras a su memoria llegaban los recuerdos de su niñez…

"Sus ojos azules miraban indiferente las casas que se asomaban entre los arboles llenos de hojas marrones. El sonido de risas y gritos de niños y niñas del poblado. Sus ojos vigilaban con cautela cada movimiento de la gente que estaba caminando junto a los niños, mujeres llevando comida, y algunos niños acompañados de una fiel mascota. A pesar de sus dieciséis años, visitaba por segunda vez aquel poblado, con su habitual capa desgastada marrón y su pandora box dorada sobre la espalda; aun con ese semblante frio e indiferente buscaba a su alrededor el propósito de su visita, al mismo tiempo, la gente que pasaba lo miraba de reojo sin prestarle importancia, para ellos, parecía ser un viajero más, lo cual era muy común. Llegando a una vieja cabaña cerca de las afueras, toco la áspera madera de la puerta y en ligero empujón la abrió por completo.

"-¡Paul!-Un saludo provenía de un hombre, su cabello negro resaltaba su piel y sus ojos castaños, que se levantaba al verlo pasar por la puerta. Paul miro como sus ojos encontraban alegría y cansancio en esa mirada que se centraba en la suya, al igual de la vieja sonrisa que no paraba de desbordar felicidad.- ¿Cuánto tiempo sin verte Paul?-

"-Cinco años.-Paul contestaba cortante al saludo mientras miraba a su alrededor.

"Me alegro que vinieras, temía que no hubieras recibido mi mensaje…-La voz aun contenía esa alegría que lo hacía ver más joven de lo que en realidad tenía, mientras en un movimiento lento se levantaba de la vieja silla de madera provocando un golpe sordo de ésta. Con un descompasado ritmo de pasos el hombre se acercaba lentamente a él.

"-Vine casi de inmediato, lamento la espera…-Paul miro a su alrededor mirando la vieja y acogedora cabaña donde una pequeña mesa rodeada de tres sillas y una solitaria chimenea de piedra al fondo del habitación. La alfombra de piel yacía tapizada en el suelo de madera, en la cual una pequeña muñeca estaba tirada. Sus ojos azules miró con atención la muñeca, para luego mirar de nuevo al hombre.- ¿Dónde está?-

"-Ella, es la razón por la que te pedí que vinieras.-Paul sintió la mirada de Elián de nuevo encima de la suya, con un suspiro mientras sonrió abiertamente mostrándose unas pequeñas arrugas alrededor de sus ojos; al momento que se acercaba a una dela ventanas que estaban cerca de la puerta. Paul lo siguió con la mirada, se giró observándolo-Esta ahí mismo…- el caballero se acercó lentamente escuchando los crujidos de la madera debajo de sus pies, hasta llegar exactamente a su lado. Mirando tras la ventana el sol brillaba mientras el sonido de los niños pequeños corriendo de un lado a otro. En un lugar un poco lejano una parte del campo lleno de flores de todos colores se podía apreciar una cabellera rubia con un tono verde, que llegaba a los hombros de una pequeña niña sentada en medio de este. Paul entrecerró los ojos, notando a la solitaria pequeña tejiendo lo que parecía una corona.-Te he llamado, para pedirte lo mismo que me dijiste cuando le pusiste por primera vez en mis brazos, hace cinco años… quiero que te lleves a Aileen y la cuides.-

"Paul desconcertado giro a ver el rostro de su amigo, el cual no quitaba la vista de la pequeña niña, con los brazos recargados sobre el marco de la ventana. Para luego volver a mirar cómo se colocaba la corona en la cabeza.-No puedo llevármela. Sabes de sobra cuál es el motivo, menos en estos momentos.-

"-Si no lo haces, ella se quedara sola… tengo poco tiempo Paul.-El caballero miro su rostro una vez más para luego girarse hacia el interior de la habitación comenzando a caminar sin detenerse.-Aquí no hay nadie que pueda cuidarla… ella es especial, hay un poder que vive dentro de ella.

"-¿Poder? ¿A qué te refieres?-Paul se detuvo sin mirarlo esperando la respuesta de Elián.

"-Esa es la razón por la que ha crecido alejada de todos… los niños la rechazan, los pobladores no se acercan por miedo, como cualquier humano que le teme a lo que no le conoce, o no entiende.-Hizo una breve pausa, girando por un segundo, para verlo por un momento-No sé, cómo explicarlo, pero… es como si todo ese poder naciera de ella, cuando lo hace, puedes sentir que podría crear… o destruir…-

"-Aaahhhh-una dulce voz grito desde el exterior de la cabaña, Paul y Elián giraron de inmediato al escuchar el grito acompañado del bullicio de los niños que estaban en el lugar.

"Paul miro como Elián salió casi corriendo de la cabaña y de inmediato lo siguió. Para ver que en el lugar un grupo de unos niños, estaban alrededor de donde la pequeña se encontraba. De momento a otro, un aura explotó ante los presentes, brotando como si fueran llamas de fuego de pura energía, que rodeaba a la pequeña Aileen y parecía arder cada vez más. Paul miro con atención los ojos verde esmeralda de la pequeña niña, de donde las lágrimas se desbordaban mezclándose con la sangre que fluía del lado izquierdo de su frente, la rabia y el miedo se reflejaban en una mirada que había borrado todo rastro de niñez, era como ver a un adulto asustado y furioso, preparándose atacar.

"'Ese cosmos, es inmenso…' Sus pensamientos se alejaban cada vez más de la realidad, aun no podía dar crédito a que esa misma niña era la bebé que años atrás había encontrado. Miro de reojo a un costado mientras, en un solo movimiento, soltó las correas de su pandora box, dejándola caer en un pesado golpe. Esta se abrió dejándola caer cada uno de los lados de la pandora box dejando ver una armadura de la figura de un hombre sosteniendo una vasija dorada sobre su cabeza, el resplandor dorado de la armadura de Acuario parecía brillar, de pronto esta se separó y con rapidez esta se adjuntó pieza por pieza al cuerpo de Paul, retrocediendo la pierna derecha, dejando la izquierda delante con los brazos en posición defensiva. El silencio comenzó a llenar el campo mientras los niños que se llenaba el lugar, de la nada, una explosión, se escuchó cerca entre los espesos arboles del bosque.

"El sonido de la tierra temblar y abrirse se escuchó tan precipitadamente, hasta salir un par de tentáculos de estos. Giro de inmediato mirando como la niña había apagado su cosmos tan bruscamente como había aparecido.

"-¡Suéltame!-Los sollozos asustados de la niña elevada unos metros por encima de la tierra atada de pies a cabeza por estos.

"-Miren, una rata del Santuario. -Paul giro con rapidez para que luego el resto del ser responsable saliera a la superficie con una risa aguda y escandalosa.

"-¡Déjala ir!-La voz del caballero se escuchó al ver al espectro que tenía a la niña prisionera mientras lloraba asustada.

"-¡Sin duda es mi día de suerte, para mí, Reimi de Gusano de la estrella terrestre Chifukusei! Podre deshacerme de todo este inmundo poblado… Pero antes me desaceré de ti-Paul miro con frialdad al espectro, aun su baja estatura y aspecto descuidado, y tez pálida no era para subestimarse. De reojo miro como los seis gusanos que la mantenían atada de sus piernas de su torso y cuello que presionaban con fuerza, ya l mismo tiempo un séptimo gusano parecía vigilarla de cerca. De la nada lanzo a la niña varios metros del lugar, cayendo en un golpe sordo.

"'Elián huye con Aileen…'

"Con los tentáculos agitándose en el aire sin para, el espectro dios un salto el cual lo llevo clavarse en la tierra hasta cubrirse por completo. Paul buscaba con cautela cualquier indicio que se le presentara sobre el enemigo.

"-LIGADURAS DE GUSANO.-El espectro lanzo sus tentáculos saliendo de la tierra agitándose como si fuesen látigos, logrando enredarse alrededor de su cuello, sobre sus piernas, su pecho y brazos inmovilizándolo por completo. Sobre el cuerpo del caballero, la presión comenzando a dificultarle el paso del aire hacia sus pulmones. Un tentáculo se le acerco mientras parecía observarlo con el centro de este, muy cerca de su rostro.

"-Eres ridículo.-Paul sin dudar, presionando los dientes aun conservando la calma, y comenzó a elevar su cosmos, una aura dorada cubrió su cuerpo de pies a cabeza, irradiando fuerza brillo. Con su fuerza comenzó a forzar sus músculos los tentáculos comenzaban a salirse de sus conexiones y mostrando las uniones internas de estos hasta romperlos por completo en un fuerte y ruidoso estruendo metálico, cayendo en fragmentos al suelo polvoriento. Tomo uno de las extremidades, tirando de ella con fuerza, sacando de la tierra al espectro, en un movimiento casi invisible y elegante Paul lanzo al espectro en dirección opuesta, hasta chocar con un árbol derrumbandolo en el acto, tirando hojas y levantando una nube de polvo.

"-¡Te arrepentirás maldito caballero!- El espectro replicaba mientras se levantaba y la nube de polvo se disipaba, recordando que la niña estaba cerca del lugar, sonrío maliciosamente mostrando sus dientes puntiagudos, y en un impulso lanzo uno de los tentáculos con dirección a ella.

"Una mancha roja baño el polvo del suelo, mientras el tentáculo goteaba varios hilos de sangre. De sus labios un hilo de sangre brotaba sin señal de detenerse, gracias a la mortal herida de su pecho atravesado.

"Paul inerte y tranquilo, miro la escena manteniendo su calma, separando las piernas a la misma altura, juntando sus manos frente a su pecho extendidos formando una vasija, elevándolos hasta ponerlos por encima de su cabeza. Comenzó a elevar más y más su cosmos mientras observaba como el espectro lanzaba a su agonizante amigo, estrellándose contra las paredes de la pequeña cabaña, derrumbando una gran parte.

"-¡Papá!-solo logro escuchar la voz de la pequeña, su objetivo estaba frente de él. No era tiempo de preocuparse por otras cosas.

"El aire de alrededor poco a poco comenzó a sentirse más y más frío, parecía que el sol había desaparecido sin dejar rastro de su calor; los verdes pastos estaban cubriéndose de una ligera capa de hielo. Su cosmos había llegado al punto máximo. El aire congelaba con solo respirarlo, congelaba los huesos con solo sentirlo sobre la piel, mientras el cosmos de Paul se centraba en sus puños, listo para el ataque, y el exterior se cubría de hielo lentamente.

"-¡EJECUCIÓN DE AURORA!-Grito con fuerza mientras lanzaba toda esa energía congelante hacia Reimi, en un solo disparo tan rápido que no era capaz de notar el frió y mortífero ataque.

"-¡Maldito seas caballero!- El recibir de lleno el impacto del cero absoluto, solo le permitió soltar su última maldición. Cubierto de hielo y casi inmóvil, el espectro cayó al suelo sin vida, quebrándose algunas esquirlas de hielo, que rebotaron por el impacto con el suelo; en el cual habían quedado una especie de remolino de hielo debajo del cadáver del espectro.

"Al ver al espectro derrotado, miro de reojo hacia su costado izquierdo, comenzó a caminar tranquilamente hacia donde la niña lloraba desconsolada, junto a su padre que estaba llenos de astillas y polvo, sus sollozos llegaban a los oídos de Paul, que no le quitaba la mirada de encima. Esa niña era idéntica a la que había visto entre las flores, sin embargo era distinta a la que estaba herida frente al grupo de niños antes del ataque.

"-P-Paul…-Elián logró vocalizar con dificultad con los ojos entrecerrados.

"-No hables…-Paul se acercó a su amigo a un lado de la pequeña niña, que se abrazaba de su padre. Los ojos castaños del hombre casi cegados por las lágrimas, miraba a Aileen con una sonrisa débil, acercaba su temblorosa mano hacia el rostro de ella, acariciándole su cara como despedida. La pequeña levanto la mirada y miro a su padre, tomando su mano entre las suyas, tan blancas como la nieve, para que Elián tomara una de ellas con fuerza.

"-Me tengo que ir…-

"-¡No! No quiero que te vayas… por favor.-Las suplicas de la niña no eran escuchadas, una pequeña mariposa de colores se posaba junto al cuerpo de su padre. Mientras Elián soltaba su mano y tomaba el dije de media luna que colgaba de su cuello, manchándolo con su propia sangre, y dibujando una débil sonrisa en su rostro.

"-Siempre… te protegeré…-Tras decir esto la mano de su padre cayó junto al resto de su cuerpo, sus ojos se cerraron y la pequeña mariposa abrió sus alas de colores para luego irse volando, dejando como rastro un polvillo que se desvanecía… el sol aún se mantenía oculto, la pequeña Aileen se recostó sobre el cuerpo sin vida de su padre."


"Momentos después, la pequeña se encontraba arrodillada ente una tumba, un improvisada cruz de madera donde yacía una corona de flores colgada en esta, mirando con tristeza y lágrimas Aileen se quedaba observando la última morada de su padre, mientras sujetaba con mucha fuerza; el caballero a un par de metros de distancia, ya listo para partir con su pandora box a su espalda, se giró y camino un par de pasos antes de detenerse mirando el atardecer que pintaba e un tono rojizo el cielo. Paul miraba directamente el sol que advertía la despedida del día.

"'Te lo prometo Elián.' Su pensamiento, lanzado al aire mientras el viento agitaba las hojas de los verdes arboles cercanos y movía con un vaivén. -Aileen; tengo que partir… y vendrás conmigo.-

"Paul noto como Aileen se levantaba de su lugar y lo miraba secándose las lágrimas de su rostro, tratando de no tocar la pequeña venda que le cubría parcialmente su ojo izquierdo, aun con el semblante triste. El comenzó a caminar hacia el bosque, con un paso lento y sigiloso, ella comenzó a caminar hasta alcanzarlo, emparejando su andar con el de él justo a su lado.

"-Iremos al Santuario, ¿verdad?-Aileen preguntó con timidez, Paul miro a la niña que caminaba mirando hacia el frente todo el tiempo, sujetando con una de su pequeñas manos su preciado dije.

"-¿Conoces el Santuario?-La interrogante de Paul escondía un interés en particular, a pesar de su frialdad aparente.

"-M-mi papá me hablaba del Santuario…-Ella se detuvo bruscamente, quedando pasos atrás de Paul, este al notarlo se detuvo y se giró para mirarla directamente a sus ojos verdes. -Me dijo que una diosa vivía ahí y ella nos cuida… y luego, había personas que la cuidaban a ella.-

"-Estas en lo correcto Aileen. Pero tú no irás ahí…-

"-Y-yo… yo quiero ir ahí y cuidar a esa diosa… y a las demás personas… Se lo prometí a mi padre, tengo que cumplir mi promesa.- Ahí estaba de nuevo. Esa fuerza, determinación que no había visto en mucho tiempo. Muy pocos aspirantes a caballeros la tenían, la determinación de pelear, de que nada ni nadie los frenaría con tal de cumplir su misión, esos eran los únicos que se convertirían en caballeros.

"-Si es lo que deseas. Pero debes tener mente que seré yo quien te entrene, y será un camino muy duro para que lo logres, ¿entendido?-

"Miro a Aileen asentir con decisión, Paul solo se giró y comenzó a caminar sin esperar a la pequeña, que corriendo volvió a llegar a su lado. De un momento a otro, miro a su costado, a su nueva discípula, sintiendo la ligera presión de su mano en la de él continuando su camino a su nuevo hogar."


Paul entro silencioso a su templo, sus recuerdos lo habían invadido pero no había perdido ni un segundo su concentración, mirando fijamente al interior de su templo, cerró los ojos un instante.

-¿Qué haces aquí, Marcus?-Decía resonando su voz cortante en el interior del templo de Acuario, mientras abría de nuevo sus ojos mirando de reojo a la parte derecha del templo.

-Sabes qué razón me mantiene aquí Paul.-El caballero de Ofiuco comenzó a caminar con el eco de sus pisadas metálicas resonando con fuerza.-Imagino que no le dijiste nada la viejo Arles.-

-No sé de qué hablas.-Paul miraba de frente a Marcus, este ya estaba demasiado cerca de él, casi a medio metro de distancia. Ambos frente a frente, la tensión aumentaba en el aire, provocando una situación que tarde o temprano terminaría mal.

-Hablo de la niña que trajiste al Santuario hace doce años, y que curiosamente es la misma que fue raptada esta noche.-Paul se percató que Marcus se había acercado más a él aumentando la ya existente tensión.-Tú y yo sabemos que esto fue obra del Olimpo, y que ellos no se interesan en un simple humano sin una razón de mucho peso. Dime, ¿cuándo piensas revelar tus sospechas Paul?-

Paul no contesto manteniéndose firme en su posición Marcus bufo furioso y se giró hacia la entrada del templo de Acuario, caminando con rapidez llegando a la entrada.

Marcus se detuvo.

-Al menos, espero estés consiente, que esa chica no es cualquier humana. Yo lo supe desde que piso este lugar por primera vez; y eso nos traerá problemas a todos.-Marcus termino de hablar para luego paso por paso se fue escalera abajo hasta que le sonido de sus pisadas despareció.

El silencio de la noche invadía por completo el Santuario y el templo de Acuario dejando a su ocupante envuelto en ese mismo silencio.

-Lo estoy Marcus…-susurraba Paul en medio de su templo, el viento bailaba con sus cabellos justo como aquella vez que había regresado junto con Aileen, cerró sus ojos con tranquilidad sin un intento de moverse en absoluto.-… y por ello estoy dispuesto a pagar por mi pecado.-

Sus palabras fueron arrastradas por el viento, volando hacia el exterior donde únicamente las estrellas y la luna habían sido capaces de escucharlas.