¿Qué tal? Disculpen el retraso, pero salí de vacaciones con la familia, y prácticamente tenía prohibido acercarme a una computadora, además de ciertos problemas que había tenido con la misma, pero aquí tienen el último capítulo de la historia, espero que lo disfruten.

Por cierto, aunque sea un poco atrasado, les deseo a todos un muy feliz año.

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El Plan

Harry abandonó por completo el rostro del Slytherin, y por primera vez no se detuvo a hacer una exploración en su cuello, parecía que tenía prisa por conocer nuevos lugares. Sus manos comenzaron a acariciar su abdomen suavemente, mientras que sus labios se volvían a ocupar de sus pezones, besaba y lamía con dulzura y pasión a la vez, deseaba dejar una marca para siempre en aquel cuerpo; una marca que le hiciera ver a todos que Draco Malfoy era solo suyo, y que era el único hombre con el derecho de disfrutar aquel cuerpo.

Su mano izquierda poco a poco fue dirigiéndose hacia el miembro de Draco, una vez que alcanzó su objetivo, comenzó a masturbarlo muy lentamente ya que deseaba que el Slytherin se encontrara en la misma situación que él; mientras tanto su otra mano se encargaba de acariciar las zonas por las que su boca pasaba en un intento de abarcar todo el cuerpo de Draco. Este simplemente se dejaba hacer, resignado a no tener una participación activa en el acto, su única tarea consistía en encontrar la manera de concentrarse en cada una de las sensaciones que Harry le hacía sentir y disfrutarlas al máximo.

Para ese momento el miembro de Draco estaba totalmente erecto de nuevo, y ambos jóvenes jadeaban sin control, aunque Draco en mayor medida, ya que sentía como un nuevo orgasmo estaba a punto de llegar. Harry también pareció darse cuenta de ello, ya que interrumpió las caricias que le estaba propinando, consiguiendo únicamente, un gruñido de protesta y una mirada indignada de Draco. Harry sonrió para sus adentros y decidido a comenzar con lo que ambos deseaban de una buena vez, dirigió su hambrienta boca al cuello de Draco por última vez, al tiempo que comenzaba a frotar su cuerpo contra el suyo; el roce entre sus erecciones era casi doloroso, pero aun así el movimiento continuo, incluso Draco, a pesar de su estado actual no podía dejar de disfrutar esa embriagante fricción.

Harry abandonó su cuello con un último mordisco que arrancó un fuerte gemido por parte de Draco, y dirigió su boca hacia su oreja y al tiempo que incrementaba la fricción entre sus cuerpos le susurró algo al oído que provocó un estremecimiento de excitación en el cuerpo de Draco.

-Quiero prepararte para tenerme, no quiero hacerte daño- susurró mientras le daba un suave beso en el lóbulo. –Voy a soltarte unos momentos, pero no quiero que intentes nada o te juro que me iré inmediatamente- añadió al tiempo que sus ojos verdes se conectaban con unos grises que irradiaban amor hacia él. Sintió como Draco se estremecía bajo su cuerpo antes de verlo asentir lentamente sin romper el contacto visual que los unía.

Harry sonrió ligeramente, y sin poder contenerse, rozó levemente los labios de Draco en una caricia casi imperceptible para cualquier persona normal, pero que para ellos representó más que mil declaraciones de amor.

Se incorporo lentamente, aun sin apartar su mirada de la de Draco, y sacando su varita de quién sabe donde murmuró un hechizo que hizo que las cadenas alrededor de las muñecas y tobillos de Draco desaparecieran; colocó sus manos a ambos lados del abdomen del rubio y lo giro delicadamente, quedando expuesta ante él toda la parte posterior del cuerpo de Draco que, hasta ese momento, había permanecido fuera de su vista. Las extremidades del Slytherin pronto volvieron a ser sujetadas, pero no con cadenas, sino con un material suave y un tanto elástico que le permitían un poco mas de movilidad, aunque no la suficiente como para alcanzar el cuerpo del Gryffindor.

Harry se encontraba maravillado ante la visión que tenía frente a sus ojos, no dejaba de admirar la ancha espalda de Draco y los músculos que en ella se marcaban debido a la posición en la que se encontraba, su mirada se poso después en el firme trasero que protegía esa entrada que tanto anhelaba conocer.

Con una sonrisa de satisfacción, Harry comenzó a inclinarse sobre el cuerpo de Draco, permitiendo que sus pieles entraran en contacto una vez más; la boca de Harry comenzó a explorar la parte posterior de su cuello, besando y lamiendo de la misma manera que lo había hecho momentos atrás; mientras que su pecho descansaba en la espalda del rubio, provocando en este el mismo cosquilleo que había sentido en su pecho debido al vello de Harry, que en ese momento ya se encontraba pegado a su cuerpo debido al sudor que lo cubría; por otro lado, la firme erección de Harry se encontraba rozando el trasero de Draco quién no dejaba de gemir ante el cúmulo de sensaciones que llenaban su cuerpo.

Las manos de Harry habían comenzado a trazar su recorrido a través del bien formado cuerpo que tenía a su disposición, hasta ese momento solo había acariciado su espalda; pero pronto esa labor comenzó a ser realizada por su boca y su lengua que al fin habían abandonado el cuello del rubio, parecía que no tenía prisa, cosa que comenzaba a impacientar a Draco, ya que su erección estaba olvidada y además siendo aplastada contra la cama, sin contar el hecho de que el sentir el miembro duro de Harry contra su trasero y a solo unos cuantos centímetros de su entrada no lo ayudaba en lo absoluto.

Harry había comenzado a besar su espalda, lo hacía de manera delicada a veces, y en otras, víctima de la pasión que lo embargaba le daba pequeños mordiscos sin llegar a ser rudo, pero asegurándose de dejar una marca en ella lo suficientemente notable; poco a poco sus manos habían ido descendiendo hasta llegar a su trasero, el cual comenzó a pellizcar y acariciar aumentando así la tortura a la que el rubio estaba siendo sometido pero que no tenía ningún deseo de terminar; Harry continuo besando, mordiendo y acariciando durante unos momentos más hasta que escucho la voz ronca de Draco diciendo algo que en un principio no logro comprender.

-Ha...Ha…Harry- jadeaba, -por…por favor, hazlo, te ne…te necesito- logro decir mientras su respiración se aceleraba cada vez más.

Harry comprendió que había llegado el momento, ambos lo deseaban y lo necesitaban mas que el mismo aire que respiraban; se alegró de que Draco no pudiera verlo y aun mas de no tener que hablar, ya que probablemente de su boca no saldrían mas que gemidos y gruñidos de placer.

Lentamente, comenzó a trazar un camino de besos a través de toda la espalda de Draco, en dirección a sus glúteos, que en ese momento eran abandonados por sus manos que habían tomado un camino más hacia el sur, acariciando sus muslos y comenzando a separar sus piernas muy lentamente. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Draco al sentir como los labios de Harry llegaban por fin hasta sus glúteos y comenzaba a besarlos con gran pasión, para después sentir su cálida lengua aproximarse lentamente hacia su entrada.

La lengua de Harry por fin llego al lugar que tanto ansiaba conocer, prolongando la tortura del rubio un poco más, comenzó a lamer el contorno lentamente mientras seguía avanzando milímetro a milímetro.

Un grito de placer escapó de la garganta de Draco en el momento en que sintió como Harry introducía la punta de su lengua en ese pequeño orificio; sus músculos se tensaron un poco al detectar a aquella cálida invasora, por lo que las manos de Harry regresaron rápidamente a sus glúteos comenzando a masajearlos una vez mas, logrando con esto relajar al rubio completamente, lo que le permitió continuar con su exploración, e introducir su lengua un poco más adentro de aquella cavidad.

Después de realizar una exhaustiva exploración con su lengua y dándose cuenta de que Draco no soportaría esa situación por mucho tiempo más, poco a poco Harry comenzó a retirarse, arrancando un suspiro por parte de Draco, en parte porque había encontrado extremadamente excitante esa demostración de afecto de Harry y por otra ante la certeza de lo que vendría a continuación.

-Tranquilo- susurró Harry en el oído derecho de Draco, al tiempo que uno de sus dedos comenzaba a delinear el contorno de la entrada del rubio con una suave caricia; -relájate- dijo de nuevo dándole un ligero mordisco en el lóbulo de la oreja, -si te hago daño solo dímelo y te juro que aunque me cueste la vida me detendré- añadió por último depositando un suave beso en su nuca, antes de comenzar a introducir su dedo lentamente en su entrada, utilizando los restos de saliva que ahí se encontraban como una especie de lubricante.

Draco hubiera deseado contestarle, decirle que no le importaba si tenía que sufrir el dolor más terrible, si después de eso podría tenerlo por fin dentro de él; por una fracción de segundo recordó que los papeles no eran precisamente los que él había imaginado, pero todo pensamiento o palabra coherente lo abandonó en el momento en que sintió como Harry comenzaba a introducir el primer dedo dentro de él.

Harry empezó a mover su dedo en círculos, esperando un momento para darle tiempo a Draco de que se acostumbrada a la nueva invasión; comenzó a darle un poco más de velocidad a sus movimientos cuando escuchó como Draco comenzaba a gemir con mas intensidad; pensando que el resto de su cuerpo necesitaba un poco de actividad mientras terminaba de preparar a Draco, volvió a su antigua tarea de besar la espalda del Slytherin. Cuando creyó que Draco estaba listo, comenzó a introducir un segundo dedo, que le arrancó un pequeño grito de placer al rubio.

Muy pronto Draco comenzó a sentir que necesitaba algo más dentro de él, al principio había sentido un poco de dolor; pero Harry se había encargado de eliminarlo con los besos y el enorme placer que sus dedos le estaban dando, y justo cuando creyó que sería imposible que su cuerpo sintiera mas placer, Harry introdujo un tercer dedo, el cuál logró alcanzar un punto dentro de él que lo hizo gritar mas fuerte de lo que lo había hecho a lo largo de la noche.

Harry se encontraba sumamente complacido al ver todas las reacciones de Draco, pero su propio cuerpo le pedía a gritos una liberación, ya que, el hecho de haber mantenido su potente miembro erecto por tanto tiempo y sin recibir ningún tipo de atención, comenzaba a resultarle doloroso, y los gritos y gemidos de su amante no hacían mas que aumentar su excitación. Al escuchar el último grito de Draco, se dio cuenta de que sus dedos al fin habían alcanzado el punto más sensible dentro del interior del rubio, por lo que sonriendo con malicia, y decidiendo que prolongar la tortura no le haría daño a ninguno de los dos, comenzó a mover los dedos de manera circular dentro de Draco de una manera mas rápida y al alcanzar nuevamente su próstata, arrancando un profundo gemido de la garganta del Slytherin que sonó casi animal, comenzó a meter y sacar los dedos rápidamente tocando de vez en cuando dicho punto.

Draco se estaba volviendo loco, si Potter no se apresuraba a hacerlo suyo de una buena vez, no tenía ninguna duda de que terminaría viniéndose sobre las sábanas; y a pesar de que estaba disfrutando mas que nunca en su vida con esos dedos dentro de él y no le importaría llegar al segundo orgasmo de la noche de esa manera, realmente preferiría sentir el duro miembro de Harry dentro de él y a sus manos ocupándose de su propio pene.

Harry comenzó a darse cuenta de que Draco se aproximaba al orgasmo al sentir como sus músculos comenzaban a contraerse alrededor de sus dedos y al ver como su cuerpo empezaba a ser víctima de débiles espasmos; y, aunque la idea de llevar al rubio hasta el clímax por segunda vez sin haberlo penetrado aun le resultaba sumamente tentadora, se dio cuenta de que su propio cuerpo no soportaría volver a prepararlo de nuevo hasta que alcanzara el mismo nivel de excitación de él. De este modo, comenzó a reducir la velocidad de sus movimientos y volvió a besar sus glúteos de una manera desgarradoramente lenta, buscando de este modo tranquilizar un poco al hombre bajo él.

Bien, si lo que Harry buscaba era controlar un poco la excitación y pasión de Draco, lo único que logró fue que el deseo de este por sentirlo dentro de él aumentara a límites de los que jamás se creyó capaz.

Decidido a poner fin a esa tortura, Harry volvió a tomar su varita y murmuro un hechizo, del cuál Draco no se enteró debido a que se encontraba completamente entregado a las sensaciones presentes en su cuerpo. De pronto, los dedos de Harry abandonaron la estrecha y cálida cavidad en la que se encontraban alojados, Malfoy ni siquiera tuvo tiempo de extrañarlo y menos aun de reclamarle por haber interrumpido las caricias, ya que, antes de darle tiempo a notar su ausencia, Harry lo había tomado por las caderas, lo había girado, sus extremidades habían quedado sujetas una vez mas, y de una certera, rápida y potente embestida lo había penetrado completamente.

Las sensaciones que embargaron a ambos chicos fueron indescriptibles; Draco, por un lado, había contenido la respiración al sentir como el duro miembro de Harry se abría paso de una manera salvaje dentro de él, el dolor que sintió fue mínimo comparado con el gran placer que estaba sintiendo, no solo Harry se había encargado de prepararlo maravillosamente bien con su lengua y dedos, sino que su miembro era tan grande y grueso que había alcanzado sin problema alguno su próstata nuevamente, haciéndolo retorcerse de placer mientras que se sentía completo por primera vez en su vida. Harry por otro lado, permaneció quieto durante unos momentos, para darle tiempo a su amante de acostumbrarse a él, aun aunque deseaba con todas sus fuerzas embestirlo una y otra vez sabía que podía lastimarlo si se precipitaba, por lo que espero pacientemente disfrutando de la agradable sensación de las estrechas paredes de Malfoy aprisionándolo e incitándolo a adentrarse aun más.

Draco se sentía de manera muy similar, ya que una vez acostumbrado a la presencia de ese enorme miembro, lo único que deseaba era que este entrara una y otra vez en él, cada vez mas profundo, y por supuesto que siguiera alcanzando ese punto que emitía oleadas de placer a todo su cuerpo; su posición actual no le permitía realizar muchos movimientos, pero si le permitía mover un poco sus caderas en busca de un contacto, si es que aun era posible, mayor.

En cuanto Harry se percató de los movimientos de Draco, se dio cuenta de que este estaba mas que listo para continuar, por lo que con una enorme sonrisa de satisfacción y una mirada cargada de lujuria, deseo, placer, pero sobre todo, amor, comenzó a embestir a Draco como si la vida de ambos dependiera de ello. Ambos disfrutaban el vaivén que se producía en sus cuerpos, Harry metía y sacaba su miembro una y otra vez con gran habilidad mientras Malfoy movía sus caderas perfectamente sincronizado con el cuerpo del moreno; ambos gemían sin control, sintiéndose felices por estar unidos de esa manera. Draco estaba extasiado disfrutando de cada una de las embestidas de Harry y sintiendo como con cada una de ellas sus testículos chocaban contra su trasero, además de que su miembro seguía tocando su próstata una y otra vez, y, como si esto fuera poco, sentía como su propio miembro, atrapado entre su abdomen y el de Harry era víctima de una maravillosa fricción entre ambos cuerpos, el vello de Harry se enredaba con su propio vello púbico, arrancándole aun mas gemidos. El Gryffindor por otro lado, no dejaba de disfrutar de la cálida estrechez de Draco; escuchar sus gemidos, sentir como sus paredes lo aprisionaban, ver su cuerpo bañado de sudor bajo el suyo y como su miembro rozaba su abdomen con cada movimiento que ambos realizaban, comenzaba a provocar que perdiera el control de sus sentidos; sabía que la fricción de sus cuerpos sería mas que suficiente para provocar una nueva eyaculación por parte del rubio, sin embargo, Draco aun tenía que saber lo que sus manos eran capaces de hacer.

Disminuyendo la velocidad y fuerza de sus embestidas, Harry comenzó a acariciar el abdomen y el pecho del rubio, al mismo tiempo que comenzaba a besar nuevamente sus pezones que por tanto tiempo había dejado abandonados; Draco no sabía si prefería sentir a Harry moviéndose salvajemente dentro de él o disfrutar de ese lento vaivén que comenzaba a volverlo loco, la fricción entre sus cuerpos, sobre todo entre su miembro y el abdomen de Harry se había vuelto casi dolorosa, a pesar de conocer las intenciones de Harry de prolongar el momento todo el tiempo posible, sentía que iba a explotar víctima de todo el placer que estaba sintiendo si ambos no terminaban de una buena vez. Harry también se dio cuenta de eso, aunque no podía negar que no disfrutaba tener a Draco al borde del clímax de esa manera, él por su lado, podía decir que definitivamente prefería embestir a Draco de una manera más rápida, ya que le gustaba escuchar los gritos de placer que este emitía con cada embestida; sin embargo, también le era imposible dejar de disfrutar de su cuerpo, en ese momento, se encontraba besando lentamente uno de sus pezones acariciándolo de vez en cuando con la lengua, mientras que una de sus manos se encargaba de acariciar y pellizcar salvajemente el otro, comenzó a crear un camino de besos que tenían como destino final su cuello, una vez que lo hubo alcanzado, volvió a incrementar el ritmo de sus embestidas, y dirigió una de sus manos hacía el miembro palpitante del rubio.

Draco se estremeció al sentir como, súbitamente, Harry volvía a incrementar la fuerza y rapidez de sus embestidas al tiempo que su mano comenzaba a masturbarlo al ritmo de estas; hubiera deseado abrazarlo, hundir sus pálidos dedos en su espalda y dejar en ella marcas de la pasión que los embargaba, así como enredar sus piernas alrededor de su cintura y ayudarlo de este modo a lograr un mayor contacto, sin embargo, tuvo que conformarse con apretar sus puños alrededor del material que lo sujetaba, arqueando involuntariamente su espalda hacia Harry. Este no cabía en si de gozo, en un sentido cien por ciento literal, ya que el placer que estaba sintiendo era tan grande que por momentos su visión se nublaba por completo impidiéndole apreciar el cuerpo del rubio y la expresión de inmenso placer de su rostro, sintiendo que ambos se encontraban muy cerca del final, continuo embistiéndolo sin parar, esforzándose por seguir alcanzando ese punto dentro de Draco, lo cuál lograba sin problema alguno, su mano mientras tanto, subía y bajaba, a veces acariciando, a veces pellizcando y apretando, pero siempre siguiendo el ritmo de sus embestidas y de las caderas de Draco.

Fue en el momento en que sintió como las paredes de Draco se contraían alrededor suyo, aprisionándolo aun mas fuerte que antes, que retiró su miembro completamente se su interior, antes de volver a introducirlo por última vez con un rápido y fuerte movimiento, arrancándole un profundo grito de placer solo comparable con el suyo propio, al momento en que sintió como explotaba en el interior del hombre que amaba derramándose completamente dentro de él.

Draco había sentido como su entrada se contraía involuntariamente alrededor del fuerte miembro de Harry; pero en el momento en que sintió como este lo volvía a embestir de una manera mas fuerte que las anteriores tocando nuevamente su próstata, no pudo soportar mas, y, dejando escapar un grito de su garganta y arqueándose nuevamente hacia él, se había derramado completamente entre la mano de Harry y el abdomen de ambos. Al tiempo que esto sucedía, Draco sintió como un líquido caliente comenzaba a recorrerlo en su interior, era una sensación maravillosa, ya que sentía como la esencia de Harry llenaba cada rincón de su ser.

Harry se había dejado caer exhausto pero satisfecho sobre el cuerpo de Draco, aun sentía como este temblaba después de haber experimentado un orgasmo tan brutal, y no podía culparlo, el mismo aun no podía recuperarse de lo que acababa de experimentar; aun no abandonaba el interior de Draco, se sentía increíblemente bien ahí, era el lugar ideal para que su miembro descansara y quizá repitiera la actividad anterior, sus manos habían continuado acariciando el cuerpo de Draco, de una manera suave y dulce, tratando de decirle de esta manera cuanto había disfrutado lo que acababan de vivir; una vez que logró recuperar el aliento, también había comenzado a besar su pecho nuevamente, deteniéndose en sus pezones y acariciándolos con su lengua hasta dejarlos completamente húmedos y erectos. Fue entonces cuando dirigió su mirada hacia Draco, este se encontraba mirándolo fijamente, con una expresión que no podía ser más que de amor en su rostro, sus ojos brillaban como nunca lo habían hecho, y Harry estaba seguro de que los suyos brillaban del mismo modo. Volvió a besar suavemente su pecho antes de escuchar a Draco pronunciar las primeras palabras coherentes en un largo rato.

-Eso fue…perfecto- dijo aun sin recuperar su tono natural de voz.

-Así es Malfoy, por primera vez en mi vida, tendré que darte la razón- le dijo al tiempo que, con un último beso en el pecho, salía lentamente de él.

Esto arrancó un fuerte suspiro por parte de Draco, aunque no se lo hubiera dicho, se sentía muy bien al sentir a Harry aun dentro de él, y hubiera deseado que permaneciera ahí para siempre, ya que ahora sentía un profundo vacío en su interior. A Harry también le habría gustado quedarse ahí durante el resto de la noche, pero aun tenía otros deseos que cumplir y sabía que, si se desaparecía, los demás se preocuparían por él, aunque siendo sinceros eso era lo que menos le preocupaba en ese momento. Su único objetivo, era volver a despertar a su fiel compañero y al pequeño amigo de Malfoy, sonrió burlonamente al recordar la mirada indignada que este le había dirigido instantes atrás y también porque, con una rápida mirada había descubierto la manera perfecta de hacerlo.

Draco lo miraba interrogante, se preguntaba que sería lo que estaría pasando por su mente, sobre todo al sentir su mirada evaluadora por todo su cuerpo y verlo sonreír de esa manera tan provocativa.

Con una última mirada hacia el rostro expectante de Draco, Harry retrocedió un poco antes de inclinarse sobre el abdomen de este y comenzar a lamer los restos de semen que se encontraban en el, era una lástima que la mayor parte hubiera caído en la cama, ya que Harry lo encontraba realmente delicioso. Draco dejó caer su cabeza en la cama al tiempo que lanzaba un débil gemido, creía haber entendido las intenciones de Harry, y, de estar en lo cierto, no dudaba que esa sería una noche muy larga.

Harry por su parte, se encontraba sumamente entretenido con su tarea, no solamente disfrutaba de lo que ahora estaba seguro se convertiría en su bebida favorita, sino que tenía la oportunidad de seguir probando el cuerpo perfecto de su amante; una vez que estuvo seguro de que el último rastro de semen había desaparecido del abdomen del rubio, se dirigió feliz hacia su siguiente objetivo: el gran miembro de Draco, que en ese momento se encontraba descansando. Con una mirada traviesa dirigida hacia el Slytherin, Harry comenzó a recorrerlo lentamente con su lengua, y de vez en cuando depositaba un beso en el; con esta actividad, el objetivo de Harry comenzaba a cumplirse, Draco ya se encontraba gimiendo una vez mas elevando sus caderas hacia él y su miembro comenzaba a dar signos de querer volver a la vida, mientras que el suyo propio ya se encontraba semi-erecto y ansioso por volver a entrar en acción.

Con un poco de decepción en su mirada, Harry se dio cuenta de que ya había acabado con cualquier resto de semen en el cuerpo del Slytherin, Draco por su parte, no pudo evitar mirarlo al sentir como este había interrumpido su labor, al igual que tampoco pudo evitar soltar una pequeña carcajada al ver la expresión de su rostro, parecía un niño pequeño al que le acaban de dar la noticia de que no volvería a comer el dulce que tanto le gusta.

Harry lo miró indignado, a él no le parecía nada gracioso, pero justo cuando comenzaba a planear su venganza, se percató de que su mano aun conservaba restos de dicha sustancia; por lo que feliz, comenzó a lamer sus propios dedos ante la mirada curiosa de Draco, que soltó una nueva carcajada un poco más sonora que la anterior al ver la expresión del rostro de Harry.

Justo cuando le faltaba limpiar dos de sus dedos, una enorme sonrisa se dibujó en los labios de Harry, ya que, a su mente, acababa de acudir la idea perfecta para continuar con sus actividades al lado de Draco. Dirigiéndole una traviesa mirada, Harry se hincó, aprisionando el cuerpo del rubio con sus rodillas, y comenzó a avanzar poco a poco hasta que, una vez que había alcanzado el nivel de su abdomen, se sentó sobre él. Draco le dirigió una mirada confundida, ya que en esta ocasión, no tenía idea de cuáles eran las intenciones de Harry; dada su posición actual, alcanzaba a ver como el miembro de Harry se encontraba casi tan erecto como momentos atrás. El moreno, adivinando su confusión, se limitó a sonreírle una vez mas y a ofrecerle su mano, dándole a entender con la mirada que deseaba que el fuera el encargado de terminar de limpiarla. Draco aceptó de buena gana los deseos de Harry, aun aunque hubiera preferido besar otras partes de su cuerpo, comenzó a besar y a lamer con extrema lentitud, buscando así mantener el contacto un poco mas de lo necesario. Una vez que hubo terminado, Harry retiro su mano, y la observó como asegurándose de que Draco hubiera realizado su trabajo correctamente.

Sonriendo con satisfacción, Harry comenzó a deslizarse a través del cuerpo de Draco, lo cuál le resultaba fácil gracias al sudor que aun cubría sus cuerpos, se detuvo justo cuando su miembro se encontraba a tan solo unos milímetros de la boca de Draco; Harry apoyó sus manos en la pared, al tiempo que terminaba con la distancia que aun lo separaba de sus labios, rozándolos levemente con la punta de su miembro. La respiración de Draco había comenzado a acelerarse en el momento en que se dio cuenta de las intenciones de Harry, ya se había resignado a que esa noche no obtendría nada mas que un par de besos de parte de Harry y que este no le permitiría realizar ningún otro tipo de contacto, sin embargo, ahí estaba él, sonriéndole tanto con la mirada como con sus labios, ofreciéndole su miembro y tentándolo a tomarlo con su boca.

Decidido a no darle tiempo alguno para arrepentirse, Draco capturó totalmente su miembro con un rápido movimiento, tomando desprevenido a Harry y provocando que este perdiera un poco del equilibrio que mantenía gracias a la pared, sin embargo el gruñido que emitió le indicó que no le había molestado en lo absoluto su acción. Feliz al sentir a Harry nuevamente dentro de él aunque de una manera diferente, comenzó a succionar y a realizar diferentes movimientos con su lengua, tratando de abarcar toda la longitud del miembro de Harry; este, por otro lado, se había dejado llevar y le había cedido a Draco todo el control del acto, mientras él se limitaba a gemir y aferrarse a la pared para evitar caer sobre él. Llegó un momento en el que sintió como su cuerpo comenzaba a embestir involuntariamente contra la boca de Draco buscando introducirse aun más en su interior y alcanzar un mayor placer, por lo que comenzó a controlar un poco estos movimientos, de manera que ambos disfrutan de una manera mas intensa.

Draco continuaba probando y recorriendo cada milímetro del miembro de Harry con su lengua, lo sentía totalmente duro y expuesto ante él, ahora entendía el porqué Harry se había demorado tanto cuando lo sometió a la misma tortura, y no podía negar cuanto le gustaba tener el control de la situación y sentir como Harry comenzaba a moverse sobre y dentro de él con movimientos un tanto erráticos; siendo conciente de lo que Harry buscaba con esto, comenzó a sincronizar las caricias que le daba con su lengua y la succión a la que lo sometía, con las embestidas de Harry que poco a poco se habían ido haciendo del control.

Harry empezó ser conciente de que no podría soportar mucho tiempo más, el sentir la cálida y ardiente lengua de Malfoy tocando y probando su miembro, al mismo tiempo que sentía como su aliento y respiración chocaban contra su parte púbica lo estaba haciendo enloquecer de placer. De pronto comenzó a sentir como Draco había comenzado a darle pequeños mordiscos a lo largo de su pene, arrancándole mas gemidos y gruñidos de placer, llegó un momento en el que, antes de que Harry pudiera retirarse para embestirlo nuevamente, Draco lo había atrapado con los dientes, y había comenzado a lamer la punta delicadamente; esto fue mas de lo que Harry pudo soportar y, cuando al fin quedó libre, se retiró completamente antes de volver a introducirse y derramarse completamente dentro de la boca del rubio. Gran parte del semen se derramó, ya que por la posición en la que se encontraba, a Draco le resultaba bastante difícil tragar, sin embargo, pudo probar una buena parte y disfrutar del sabor de Harry.

Harry se retiró, aun temblando un poco por el orgasmo que acababa de experimentar, sin embargo, al dirigir su mirada hacia Draco, de lo único de lo que fue conciente fue de la extrema necesidad que sentía de besarlo; se deslizó un poco, acomodándose sobre su cuerpo hasta quedar en una posición cómoda, y después, sin previo aviso se dirigió hacia su boca comenzando a besarlo desesperadamente. Casi al instante, su lengua pidió acceso a la boca de Draco, el cual le fue concedido al instante, al momento en que sus lenguas se encontraron, comenzó una furiosa batalla en la cuál cada uno buscaba hacerse del control, sin embargo, ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder, por lo que continuaron en la ardiente lucha probándose el uno al otro que serían capaces de seguir así por toda la eternidad. Sus lenguas recorrían la cavidad del otro, conociendo y explorando cada rincón de esta, lamentablemente, el oxígeno comenzó a ser necesario para ambos, por lo que, con un poco de pesar, se separaron.

Harry dirigió su mirada hacia Draco, quien aun mantenía los ojos cerrados; levantó su mano y tomó un delgado mechón de cabello rubio que, debido al sudor que lo cubría se encontraba totalmente pegado a su frente, y lo retiró con sumo cuidado.

-¿Qué es lo que sientes?-le preguntó con un tono de voz un poco bajo, mientras acariciaba su rostro.

-¿Cómo?- contestó Draco, quién no había prestado mucha atención a sus palabras al sentirse perdido con lo que Harry estaba haciendo.

-¿Qué es lo que sientes?- repitió, esta vez mucho más fuerte y estableciendo un contacto visual con el rubio, -¿qué es lo que sientes… por mí?- añadió.

-Yo…- Draco tomó aire, ese era el momento para confesarle todo, de decirle que lo había amado desde el primer momento que lo vio, aun aunque no fuera conciente de ello hasta varios años después, miles de palabras se habían agolpado en su mente, pidiéndole permiso de salir a través de sus labios, sin embargo, incapaz de romper el contacto visual que Harry había iniciado y viendo la súplica silenciosa de esos ojos esmeralda que lo volvían loco, solo fue capaz de pronunciar dos palabras.

-Te amo- le dijo, no solo con sus labios, sino con sus ojos y su cuerpo entero que se había estremecido al decirlo. Sabía que lo había dicho al inicio de la noche, cuando le comunicaba a Harry su plan, sin embargo, lo había hecho casi sin darse cuenta, de una manera ansiosa y definitivamente, no en el mejor momento.

Harry le sonrió, con una sonrisa tan limpia y sincera que jamás le había visto, y que, estaba seguro, muy pocas personas lo habían hecho, sino es que ninguna; sintió como Harry se removía un poco sobre su cuerpo antes de volver a hincarse sobre él y finalmente levantarse de la cama.

Harry dedicó unos momentos a observar su rostro con esa misma sonrisa, antes de darse la vuelta y comenzar a buscar su ropa en la habitación, Draco por su parte no entendía muy bien lo que estaba pasando, -¿qué es lo que pretendía ahora?- se preguntaba. Sin embargo, Harry no volvió a mirarlo hasta que hubo recolectado todo lo que al inicio de la noche había estado cubriendo su bien formado cuerpo, y que posteriormente, depositó sobre una silla que acababa de aparecer. Después de esto, se dirigió hacia los restos de la túnica de Malfoy, y con un rápido movimiento de su varita los acomodó de la mejor manera posible.

Mientras Harry hacía todo esto, Draco había tenido la oportunidad de seguir apreciando su cuerpo, en el transcurso de la noche, únicamente había logrado ver la parte delantera de este, y ahora, con deleite descubría que la parte posterior no tenía nada que envidiar; sus ojos habían pasado por su ancha espalda, sus fuertes piernas y ahora se encontraban fijos en el trasero de Harry, que lucía duro y firme, Draco hubiera dado la mitad de su vida por poder tocarlo en ese momento de la misma manera en la que Harry había hecho con él, y la vida entera si este le permitiera hacerlo suyo como él lo había sido. Draco se dio cuenta de que la excitación que sentía cada vez era mayor, y con una rápida mirada comprobó que, efectivamente, su miembro ya se encontraba bastante erecto; sin embargo, Harry seguía sumamente ocupado con la ropa como para prestarle un poco de atención.

Finalmente, Harry se dio la vuelta y, sin percatarse aun de la condición del rubio, comenzó a hablar.

-Bien, ya está todo listo, creo que me pasé un poco con tu túnica, quedó completamente inservible- dijo con una pequeña sonrisa y una expresión que pretendió ser de pena, sin embargo, el brillo travieso de sus ojos lo delataba.

Draco también sonrió, aunque ahora que no tenía a Harry ocupándose de alguna parte de su cuerpo, la posición en la que se encontraba comenzaba a resultarle incómoda, por lo que, buscando distraerse volvió a dirigir su mirada hacia su cuerpo.

Todo habría seguido muy bien, si de repente, no hubiera visto como Harry tomaba su camisa y comenzaba a ponérsela.

-¿Qué…qué estás haciendo?- preguntó, con un tono que no podía disimular su sorpresa.

-Bueno Malfoy, como recordarás, la fiesta que en este momento se está llevando a cabo en el Gran Comedor es, según las palabras de varios alumnos, en mi honor- dijo con una mueca de disgusto.

Draco volvió a sonreír, sabía perfectamente que a Harry nunca le habían gustado ese tipo de cosas, Dumbledore se había encargado de decirle a todos que la fiesta sería dedicada a toda su generación, pero había sido solo una manera de evitar decir lo que todos sabían: esa era la fiesta de Harry.

-Y…- continuó Harry como si nunca se hubiera detenido, -a todos les parecerá extraño sino me aparezco aunque sea unos momentos, irán a buscarme y tengo tan buena suerte que seguramente Snape terminaría encontrándonos y querrá enviarme a Azkaban por haber violado a su alumno favorito- dijo, con una expresión en el rostro que indicaba que, seguramente, no dudaba que Snape fuera capaz de hacer eso.

Draco rió con ganas, conociendo a Snape, no solo lo acusaría de eso, sino añadiría cosas tales como secuestro y tortura, sin mencionar que Gryffindor perdería todos los puntos que había reunido a lo largo del año.

-Por lo tanto- dijo, mientras comenzaba a abrochar los botones de su camisa y dando una rápida mirada a su reloj, -ya que aun es temprano, iré a dar unas cuentas vueltas por ahí diciendo que me quedé dormido-.

-Un momento, no pensarás dejarme aquí…así, ¿verdad?- le dijo haciendo un gran énfasis en la palabra "así".

Harry lanzó una sonora carcajada, y, por la expresión de su rostro, Draco habría podido jurar que la idea ya había cruzado por su mente.

-No puedo negar que, nada me gustaría más- le dijo con un gesto travieso, -me encantaría continuar con lo que estábamos haciendo una vez que terminara la fiesta, sin embargo, nadie me garantiza que estés dispuesto a… portarte tan bien como lo has hecho Malfoy, y, por otro lado, no me gustaría que nadie te encontrara así mientras yo no estoy, y se aprovechara de la situación; estoy seguro que eres conciente que mas de una… y uno- añadió en el último momento, -no dudarían ni un momento en cumplir contigo varias de sus fantasías al encontrarte tan…dispuesto-.

-No te preocupes, en diez minutos aproximadamente, lo que te mantiene sujeto a la cama desaparecerá, y serás libre de irte- le dijo con una sonrisa.

Draco lo miró con una expresión de incredulidad, si se encontraba tan "dispuesto" era únicamente por su culpa, además, el no quería irse sin que quedara todo claro entre ambos, aunque no podía negar que Harry tenía razón; Draco sabía perfectamente que muchos en ese castillo deseaban tener una aventura con él, y, existía la posibilidad de que cualquiera pasará frente a ese cuarto deseando toparse con él desnudo y a su disposición.

-No me refería precisamente a esto- le dijo mientras jalaba del material que lo mantenía cautivo, -sino a…eso- añadió indicándole con su mirada que dirigiera la suya hacia la parte baja de su cuerpo, donde cierta parte de su anatomía exigía atención urgente.

Harry no pudo evitar volver a reír al darse cuenta de la situación de Draco, realmente no podía encontrarse mas dispuesto de lo que estaba, aunque estos pensamientos rápidamente se vieron sustituidos por el deseo que comenzaba a llenar su cuerpo y que, para su mala suerte, se estaba concentrando en su entrepierna.

Haciendo un gran esfuerzo, Harry logró apartar su mirada del miembro de Draco, pero no tuvo el mismo éxito cuando intento calmar su excitación, después de lanzar una pequeña maldición que solo él pudo escuchar, comenzó a hablar.

-Me temo que no puedo ayudarte con eso Malfoy, si lo hiciera, ten por seguro que no saldríamos de aquí hasta mañana, y eso es algo que no puedo permitirme hacer, tendrás que encargarte de ello tú solo- lamentablemente, mientras decía todo esto sus ojos habían vuelto al objeto de su deseo provocando que su cuerpo lo comenzara a traicionar.

Ante la mirada de enojo que Draco comenzaba a dirigirle añadió -Además, tú no eres el único con ese problema ahora Malfoy- dijo señalándose a si mismo.

Draco no pudo evitar volver a sonreír, si él tenía que sufrir que Harry lo hiciera también, aunque no pudo evitar preguntarse a que se debía la rápida reacción de sus cuerpos: su juventud, su deseo, su amor, el hecho de ser magos, o tal vez, una mezcla de todo.

En ese momento, Harry estaba poniéndose con cierta dificultad los boxers, ya que su notoria erección estaba dificultando un poco el proceso, una vez que terminó, continuó con el pantalón, el cuál supuso un nuevo reto para el Gryffindor; realmente era muy molesto, pero, no tenía otro remedio que aguantar, por último, se colocó la túnica encima y recogió los restos de la de Draco, los cuáles con un pequeño hechizo quedaron reducidos a un tamaño perfecto para guárdalos en el interior de su bolsillo, al igual que ambas varitas que quedaron perfectamente ocultas bajo la túnica.

-¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó, -¿se puede saber lo que pretendes al llevarte mis cosas?-.

-Un simple recuerdo de lo que sucedió Malfoy- le dijo, volviendo a fijar su vista en su cuerpo, -te devolveré tu varita mañana antes de irnos-.

Por un momento, Draco no fue capaz de decir nada, pero al ver como Harry comenzaba a caminar de una manera un tanto extraña hacia la puerta, lo detuvo.

-¿Acaso esperas que camine desnudo por todo el castillo?- le preguntó.

-Sería algo interesante de ver, ¿no te parece?- le contestó con una sonrisa burlona.

-Tal vez, así todo el colegio podrá darse cuenta de lo que… puedo ofrecer- le dijo con un brillo malicioso en los ojos, que logró terminar de golpe con la sonrisa de Harry, el cuál, sacó su varita e hizo aparecer algo negro sobre la silla que aun se encontraba en la habitación.

-Espero que sea de tu agrado- le dijo, retomando su camino hacia la puerta, sin embargo, en el último momento, pareció arrepentirse y regresó sentándose al lado de Draco.

-Que te quede claro Malfoy, que a partir de hoy, eres mío- le dijo con un tono duro, sin embargo su expresión se suavizo mientras comenzaba a acariciar su rostro.

Comenzó a acercarse lentamente, para terminar posando sus labios sobre los de Draco, fue un beso diferente a los anteriores, lento, lleno de dulzura, la lengua de Harry se abrió paso entre sus labios, sin embargo, en esta ocasión, ninguna lucha se estableció entre ambas, se acariciaron y juntos, disfrutaron de la sensación antes de que Harry diera por terminado el beso.

-Yo también te amo- le dijo en un susurro antes de levantarse y salir rápidamente de la habitación.

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Harry se metió en la primer aula que encontró vacía, conciente de que no podía presentarse en el Gran Comedor, donde sería el centro de atención de todos, con el problema que tenía entre sus piernas.

Desabrochó su pantalón y bajó sus boxers junto con este, al fin su gran erección había quedado libre y sin perder ni un solo segundo dirigió sus manos hacia su miembro erecto, comenzando a masturbarse. Definitivamente no podía compararse a la sensación de estar dentro de Draco, pero no podía regresar a que este se encargara de su problema, por lo que cerrando los ojos y aumentando el ritmo de sus movimientos, concentró cada parte de su ser en lo que había vivido momentos antes, alcanzando el clímax después de unos minutos derramándose en sus manos y gritando del nombre de Draco.

Con un movimiento de su varita, se limpió y esperó unos momentos para regular el ritmo de su respiración, cuando estuvo seguro de que nadie podría darse cuenta de lo que acababa de hacer, salió del aula y dirigió sus pasos hacia el Gran Comedor.

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La fiesta estaba en su mejor momento, la banda tocando y todos los alumnos bailando y divirtiéndose, parecía que lograría entrar sin ser notado, así, cuando alguien por fin se diera cuenta de su presencia, podría decir que había estado ahí todo el tiempo; en un rincón de la pista, Harry pudo distinguir a la que, supuestamente sería su pareja esa noche, estaba muy bien acompañada por lo que pudo ver, bailando junto a un miembro del equipo de quidditch de su propia casa, Harry se alegró al verlos, después de todo, los dos habían logrado estar al lado de las personas que deseaban. De pronto, Harry alcanzó a ver a sus dos mejores amigos, estaban juntos al lado de la mesa que parecía contener las bebidas, sin dudarlo un momento, se acercó hacia ellos, sorprendiéndose al ver como Ron haciendo gala de una caballerosidad que jamás creyó posible, le servía a Hermione lo que parecía ser una cerveza de mantequilla y luego, cuidadosamente, retiraba una silla para que esta pudiera sentarse, Harry sonrió ante la escena, definitivamente esos dos se amaban, y ahora el podía entender lo que sentían cada que estaban juntos.

-¡Harry, hasta que apareces, ¿Dónde habías estado?-.

-Bien- pensó Harry, -definitivamente, jamás lograría engañar a Hermione, ella si que se había dado cuenta de su ausencia-.

-¿Yo?- preguntó –claro que tu idiota, ¿a que otro Harry conoce?-.

-Bueno, yo me quedé dormido Hermione- le dijo con un tono que habría convencido a cualquiera, menos claro a su mejor amiga.

-Si, claro, y Ron y yo estábamos en la biblioteca- le dijo frunciendo el entrecejo.

-Bueno muchachos, voy por algo de comer, ¿quieres algo linda?- le preguntó Ron a Hermione con una hermosa sonrisa en el rostro-.

-Gracias amor, pero así estoy bien- contesto, dirigiéndole una sonrisa igual a la de Ron, pero que cambió por una expresión seria en cuanto volvió a fijarse en Harry quién le sonreía inocentemente.

-Está bien, ¿y tú amigo?- preguntó dirigiéndose ahora a Harry.

-Gracias Ron, pero yo iré dentro de unos momentos, en cuanto termine de hablar con tu linda novia-.

Sin decir más, Ron se fue hacia la comida, dejando solos a Harry y Hermione.

-¿Y bien?- preguntó Hermione relajando un poco su expresión.

-¿Sabes? Creo que deberíamos de haberle dicho a Ron- le dijo mientras seguía con la vista el camino de Ron y veía como este devoraba de un solo bocado un pastelillo.

-¡Harry!-.

Dirigiéndole una sonrisa, Harry se levantó y tomó una cerveza de mantequilla, la cual se bebió antes de volver a hablar.

-Creo que nunca volveré a disfrutarla como antes- dijo mas para él que para Hermione.

-¿Perdón?- preguntó Hermione extrañada.

-Nada, olvídalo- contestó mientras volvía a mirar a Ron, consiguiendo que Hermione también lo hiciera, -creo que después de todo tenías razón, apenas ha terminado de asimilar lo que siento como para ir y contarle lo de esta noche, ¿no crees?.-

-Realmente, él te habría acompañado e intentado persuadirte de no hacer nada, ¿Cuándo se lo dirás?-.

-Después de que ustedes dos hayan pasado un momento muy agradable juntos que haga que el se tome las cosas con calma- le dijo antes de recibir un golpe por parte de Hermione.

-Tendrás que buscar otro momento para hacerlo Harry Potter- dijo mirándolo severamente, -¿debo suponer entonces que todo salió bien?- preguntó relajando su expresión.

-Más que bien diría yo- dijo sonriendo y recordando lo que había vivido.

Hermione pareció darse cuenta de la expresión embobada de Harry por lo que abriendo los ojos y adoptando un gesto de sorpresa, exclamó:

-¡Harry James Potter! ¿se puede saber que fue lo que hiciste?-.

-Solo unas pequeñas modificaciones al plan inicial- le dijo mientras le sonreía y comenzaba a encaminarse hacia los bocadillos.

-Hermione- dijo antes de estar lo suficientemente lejos.

-¿Si?- preguntó aun sin salir de su asombro.

-Remuérdame darte un buen regalo por aprender y enseñarme Legimencia-.

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Mientras tanto, Draco acababa de recobrar su libertad, lo primero que hizo fue estirarse y tratar de relajar un poco sus músculos, después dirigió su vista ante su principal problema a resolver. Suspirando con resignación decidió terminar con lo que Harry había empezado y se había negado a terminar, comenzó a deslizar sus manos por su cuerpo, cerrando los ojos e imaginando que eran las de Harry, al alcanzar su miembro, acarició la punta mientras dejaba escapar un gemido, para después comenzar a acariciar lentamente moviendo su mano de arriba abajo, poco a poco, comenzó a aumentar la velocidad, mientras su mente se encargaba de recrear los momentos vividos al lado del hombre que amaba, cuando estaba a punto de alcanzar el final, recordó el último beso que Harry le había dado, donde le había transmitido una gran cantidad de sentimientos, y, finalmente la mirada que le había dirigido al momento de decirle que lo amaba, esto fue suficiente para que Draco terminara entre su mano, gritando el nombre de Harry, como momentos antes este lo había hecho.

Una vez que se hubo recuperado, Draco se dedicó a observar bien la habitación en la que se encontraba, deteniendo su mirada en la silla que contenía la túnica que Harry había dejado para él, por lo menos el color estaba bien. Después, Draco se reincorporó, sintiendo un pequeño dolor al sentarse, que le hizo confirmar que lo que acababa de vivir no había sido producto de su imaginación, fue en ese momento que se percató que la cama en la que se encontraba, contaba con los colores de Gryffindor tanto en las almohadas, como en las sábanas y demás accesorios, incluso tenía un pequeño león grabado en la cabecera, Draco volvió a reír, aunque tampoco pudo evitar fruncir el entrecejo, le hubiera gustado que hubiera algo un poco mas Slytherin, nada mas acabo de pensarlo, una serpiente apareció alrededor del león.

-Mucho mejor- pensó para si.

Con este pensamiento, Draco por fin abandonó la cama, dirigiéndose hasta la silla con el fin de ponerse la túnica y salir de ahí, cuando estaba a tan solo un paso de ella, se dio cuenta de que había una nota sobre la túnica, con el corazón comenzando a latir rápidamente, la tomó entre sus manos y comenzó a leerla.

Draco:

Espero que la túnica sea de tu agrado y te sirva para recordar lo que acabamos de vivir. Cuida tus pensamientos. Te amo.

Harry Potter

P.D. A partir de mañana estaré viviendo solo en el número 12 de Grimmauld Place.

Dracó sonrío, pensando en que muy pronto iría a hacerle una pequeña visita a Harry, y, al fin, si nada se lo impedía cumpliría con su deseo de hacerle el amor. Dobló la nota cuidadosamente y se dispuso a guardarla en uno de los bolsillos de la túnica, cuando la desdobló, se dio cuenta de que se trataba de una túnica del propio Harry, ya que tenía bordadas en el cuello, las iniciales HP, sonriendo se la puso y durante un momento imaginó lo absurdo que se vería si de repente apareciera en el Gran Comedor luciendo una túnica de Gryffindor, justo cuando se disponía a guardar la nota, recordó tres palabras que había en ella y a las que no les había prestado mucha atención.

-Cuida tus pensamientos- volvió a leer, al tiempo que su mente lo comprendía todo.

-Me la vas a pagar Potter- se dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro.

FIN

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¿Qué tal, les gustó? Espero que me lo hagan saber con sus reviews, realmente se los voy a agradecer, he pensando seriamente en hacer un epílogo con la "venganza de Draco" digo, no podemos dejarlo sin cumplir su sueño, ¿no les parece? Aunque se hacerlo, me tendrían que esperar un poco, ya que el lunes vuelvo a la universidad, y pues a estudiar se ha dicho, pero ustedes díganme si les gustaría leerlo y si quieren algo en especial, pues tal vez pueda hacerlo :p

gata89Muchas gracias, me da mucho gusto que sigas el fic y sobre todo que te este gustando la manera en la que se desarrolla todo.

DanybelJajaja, te doy toda la razón, ambos son perfectos

Luzy SnapeDisculpa por la tardanza, y también por hacerlos sufrir pero, eso le da mas emoción a la historia, ¿no te parece?

ROMINADARKGracias por tus comentarios, realmente eso ayuda mucho a seguir escribiendo, espero que el final te haya gustado.

VampisandiAquí lo tienes, ojalá te haya gustado.

WakattaJajaja, ya lo creo que el mas impaciente aquí es Draco, muchas gracias por tus comentarios