Bueno, he vuelto después de meses de ausencia, por lo que les pido una disculpa enorme, pero la universidad estuvo bastante pesada, esta semana ha sido la última y me dispongo a volver a mi casa al fin, y ustedes se preguntaran, ¿porqué tardó tanto? Bueno, tenía la idea muy clara en mi mente, pero no podía llegar y sentarme tranquilamente a escribir puesto que siempre había algo o alguien que me lo impedía, pero ahora si aquí esta, antes de que nada debo advertirles que me quedó un poco largo, como es mi costumbre, pienso que será un one-shot o algo de unas 10 páginas y me sale un mounstruo, me pregunto que pasará el día que realmente quiera hacer un gran fic, y respecto a esto quiero hablarles, les pido que, si no es mucho pedir, lean las notas al final de la primera parte del epílogo, (si no me maten , lo he tenido que dividir, pero les gustará ya lo verán, o al menos eso espero) en dichas notas les pongo las ideas para nuevos fics ya que quiero que ustedes que han sido tan amables de leerme y tenerme paciencia sean quienes decidan que es lo que quieren leer, y aquel que reciba mas votos por así decirlo pues será el que pronto verán aquí publicado. Por último les agradezco infinitamente por todos su reviews, al final del capítulo también encontrarán la respuesta de los mismos, ahora sin mas, los dejo con la primera parte del epílogo que deben estar muriendo por leer.

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A pasado un año, y Harry y Draco recuerdan el inicio de su relación luego de una venganza poco usual por parte del rubio, después de todo, él es un Malfoy, y Harry tenía que aprender que, con un Malfoy, nadie juega…

Epílogo

Grimmauld Place, ubicación de la antigua mansión Black, ahora, desde hace más de un año, hogar de uno de los magos más famosos de la historia: Harry Potter. En el pasado, admirada por su belleza y majestuosidad, ahora, azotada por el paso del tiempo, simplemente se ha convertido en un lugar agradable para vivir gracias a las arduas sesiones de limpieza dirigidas por Molly Weasley, y al gran número de hechizos aplicados para deshacerse de cosas y objetos indeseables aplicados por la mejor amiga del joven mago. Sin embargo, no es su apariencia o lo que contiene lo que hace especial a esta casa, sino las actividades que tienen lugar en el interior, especialmente en la recamara principal, y que, se repiten, día a día y noche tras noche…

Dos cuerpos entrelazados, unidos por algo más que el deseo y la lujuria, sino por el amor que existe en sus corazones; pieles rozándose, sudores mezclándose, y gemidos y jadeos que inundan la habitación emitidos por los dos moradores que noche tras noche se demuestran su amor hasta el amanecer. Débiles susurros, palabras incoherentes y algunos "Te amo" que se pierden en la inmensidad de la habitación. Dos amantes que por medio de sus cuerpos demuestran sus sentimientos, brindándose el mayor placer que alguien pueda imaginar. Dos enemigos que aun en la cama buscan hacerse del poder y dominar a su acompañante, hacerlo gemir, gritar, suplicar por una caricia, por un beso, por obtener su liberación. Dos amigos que, cómplices, prueban cosas nuevas cada noche, disfrutando al máximo de cada experiencia adquirida. Piel pálida y morena, cada una recorrida y memorizada por el otro, infinidad de veces. Un Gryffindor y un Slytherin, eternos enemigos que no dudan en hacer el amor cada que lo desean. Un sangre limpia y un mestizo, cuyas diferencias quedan olvidadas al momento de sentirse el uno al otro. Un Potter y un Malfoy…

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La noche del 30 julio, momentos antes del cumpleaños número 19 de Harry Potter, esta actividad estaba siendo realizada por los dos jóvenes, después de todo, que mejor regalo podría recibir que estar siendo penetrado, justo en ese momento, por el hombre que amaba, por Draco Malfoy…

Harry se encontraba jadeando, incapaz de abrir los ojos víctima del placer tan grande que lo embargaba al sentir a Draco dentro de él, sus manos aferrándose a la espalda del rubio, quién lo embestía con furia pues ya sabía que de este modo, su pequeño león disfrutaba mas; sus piernas rodeando la cintura de Draco, buscando aumentar el contacto e impedir que este se alejara de él mas de lo necesario.

¡Por Merlín! Si hubiera sabido lo que Draco era capaz de hacer con su "pequeño amigo" no habría dudado en permitir que le hiciera el amor la primera vez. Draco odiaba que Harry se refiriera de ese modo a su miembro, pues, como le había repetido muchas veces, no era una palabra que le hiciera justicia en lo más mínimo. Si bien el miembro de Harry era más largo y aun aunque Draco amara sentirlo en su interior, el suyo era más grueso, y Harry no podía menos que rendirse ante él cada vez que sus paredes estrechas se encontraban alrededor del miembro del rubio.

Esta discusión, los había llevado al momento actual. Harry, como de costumbre, se había divertido a costa de Draco, asegurándole que, al ser su cumpleaños, estaría obligado a cumplir cualquier capricho y fantasía que él quisiera realizar. Draco por su parte, fingiendo un aire ofendido había dicho que no era su juguete sexual para cumplir cada cosa que a él, un Gryffindor arrogante se le ocurriera hacer. Decidido a probar la paciencia de Draco, Harry había comenzado a hacer a lo largo del día comentarios "totalmente inocentes" en su opinión dirigidos hacia la hombría del rubio, este, había aguantado con la frialdad digna de un Malfoy todos estos ataques, recordándose que ya tendría tiempo de hacerle tragar cada una de sus palabras y, demostrarle una vez mas, de que estaba hecho Draco Malfoy.

Fue en la noche, después de haber pasado todo un día sin hacer el amor, por primera vez desde que estaban juntos, que Draco no pudo resistir más, y, después de que Harry sugiriera la idea de que tal vez fuera incapaz de seguir con el ritmo que habían mantenido a lo largo de ese año, y que "su pequeño amigo" podría necesitar un descanso, que Draco se había lanzado sobre él, derribándolo en la cama arrancándole los pantalones y prácticamente violándolo sobre esta. De más está decir, que Harry disfrutó enormemente la situación, un año atrás había descubierto cuanto le gustaba ser sometido por Draco Malfoy, y, conmemorando esa fecha, había decido provocarlo hasta ese punto.

Una vez que Draco había descargado sobre Harry parte de su furia, frustración y pasión inicial, terminó de quitarle y quitarse la ropa lentamente, torturándolo con el fin de enseñarle quién era el que mandaba. Lo había besado y acariciado meticulosamente, había recorrido cada uno de los rincones de su cuerpo con sus manos, boca y lengua, dejando completamente olvidada la erección de Harry, puesto que había impedido que este se tocara a si mismo manteniendo sus manos ocupadas en algunas secciones de su propio cuerpo, tales como sus pezones y su miembro que se erguía orgulloso esperando impacientemente por volver a invadir la estrecha cavidad de Harry.

Justo cuando notó que Harry sería incapaz de seguir soportando su tortura, y solo por el hecho de que él mismo no se sentía con la suficiente fuerza de esperar más, se había aferrado a su cadera, separando sus piernas rápidamente, y, sin más preparación que la que le había brindado con su lengua momentos antes, lo invadió de una sola embestida al tiempo que lo besaba inmediatamente recibiendo en su boca el profundo gemido, mezcla de dolor pero sobre todo de un gran placer, emitido por Harry.

Harry no había tardado en responder a su beso, permitiéndole al instante el acceso a su lengua, al tiempo que él mismo recorría con la suya la boca de Draco, ahogando los gemidos que pugnaban por salir de su garganta al sentir a Draco moverse rápidamente en su interior, Draco entraba y salía, golpeándolo con fuerza con cada embestida, tocando frecuentemente un punto dentro de Harry que lo hacía removerse en la cama y gritar de vez en cuando incapaz de soportar tanto placer. No había tardado en envolver con sus piernas la cintura de Draco, impidiendo que este se retirara completamente de él con cada movimiento, y, al mismo tiempo apretando contra si su cuerpo con la esperanza de sentirlo aun más dentro de él. Las manos de Harry se aferraban a su espalda, en ocasiones demasiado fuerte cada que sentía a Draco golpeándolo de nuevo, ninguno de los dos se daba cuenta de esto, ya sería mañana, cuando se estuvieran bañando juntos que Harry descubriría los daños causados en la espalda de su amante y con besos y caricias se encargaría de recompensarlo. De vez en cuando una de sus manos se aferraba a su nuca, jalando los cabellos rubios de esta, incitando a Draco a que fuera aun más rápido y, de ser posible mucho más duro, de manera que las oleadas de placer que ese punto dentro de él transmitían a todo su cuerpo, fueran más intensas.

Las manos de Draco no permanecían quietas, se movían por todo el cuerpo de Harry antes de que una de ellas se apiadara de la erección palpitante de este y se dedicara a atenderla al mismo ritmo que las embestidas que le prodigaba, de una manera casi dolorosa, Draco se dedicaba a acariciar su miembro con fuerza, a pellizcar sus testículos de vez en cuando, y a jugar con su glande dándole pequeños pellizcos antes de volver a envolverlo en su mano y continuar con la fricción. Harry no podía mas que agradecer la enorme suerte que tenía al tener a Draco dentro de él en ese momento, no solo por el hecho de que era un amante maravilloso y un verdadero dios del sexo, sino por el hecho de contar con su amor, de saber que el era y siempre sería el único hombre en su vida. Con este pensamiento Harry había comenzado a elevar sus caderas buscando un mayor contacto, cosa que resultaba prácticamente imposible ya que, ni siquiera un alfiler cabría entre sus cuerpos en ese momento.

Los labios de Draco, se habían detenido en el cuello de Harry, permitiéndole a este realizar una exploración del suyo propio; desde la primera vez que estuvieron juntos Harry había encontrado adictivo el sabor y la sensibilidad del cuello del rubio, por lo que lo devoraba con verdadera gula, dejando marcas profundas en este que ya se encargaría de atender al día siguiente; desde que Harry había entrado en su vida, Draco Malfoy no había vuelto a ver su cuello libre de alguna marca roja que le dejara claro a todo el mundo que él tenía un dueño; Draco era mucho mas discreto, el también solía marcar como propio el cuerpo de Harry en lugares tales como sus pezones, su espalda baja y sus glúteos.

La mano libre de Draco, se encargaba en ese momento de pellizcar los pezones de Harry, dejándolos aun mas sensibles, rojos y erectos de lo que solían estarlo; mientras tanto, Harry con sus piernas aun alrededor de Draco y sus manos en su espalda y nuca seguía devorando su cuello y disfrutando de la sensación de sentir a Draco atendiendo su erección e invadiéndolo al mismo tiempo. Sabía que el final estaba cerca, puesto que había sentido como Draco había acelerado aun más sus embestidas y las caricias que le daba eran mucho más rudas.

Draco se separó del cuello de Harry, y por consiguiente alejando a Harry del propio, quién abrió los ojos un tanto extrañado y con cierta dificultad, un contacto visual surgió entre ellos, mas los movimientos de Draco dentro y sobre el miembro de Harry no cesaron. Harry pudo distinguir la calidez y el amor en esos ojos grises y no pudo menos que sonreírle, y, aun cuando dudaba que alguna palabra pudiera salir de su boca en esos momentos, lo intentó.

-Te…te…a…amo-. Dijo entre jadeos y con la respiración entrecortada, Draco le sonrió de vuelta, al tiempo que capturaba sus labios con los propios en un profundo beso, hubiera querido contestarle, pero para él resultaba imposible hablar cuando estaba compartiendo esa clase de intimidad con Harry. Harry cesó un poco el agarre que tenía sobre la cintura de Draco, permitiéndole a este salir completamente de él y volver a entrar con una fuerte embestida que alcanzó la próstata de Harry provocando que este mordiera un poco los labios de Draco y contrajera sus paredes alrededor de él, este, incapaz de sentir esa maravillosa presión, expulsó todo su semen en el interior de Harry quién hizo lo mismo en la mano de Draco y entre sus cuerpos. Draco permaneció dentro de él, con su rostro hundido en su cuello, aun cuando Harry lo soltó del agarre que ejercían sus piernas permitiéndole salir en el momento que lo deseara, intentando normalizar su respiración mientras Harry se encontraba disfrutando de la sensación de sentir ese líquido caliente que tanto le gustaba recorrer su interior.

Una vez que Draco se hubo recuperado, y, aun sin abandonar el interior de Harry, levantó su rostro lo suficiente para ver a Harry, quién se encontraba sonriéndole divertido como preguntándole si no pensaba salir nunca de ahí.

Draco volvió a sonreírle y a darle un rápido beso, a la vez que se movía un poco arrancando un débil gemido por parte de Harry; Draco volvió a sonreír adoptando la misma expresión que había observado en Harry momentos antes.

-No puedes negar que te encanta tenerme así Potter-.

-No te confíes tanto Malfoy- le dijo con una sonrisa. –Yo bien podría…mmm…- se interrumpió al sentir a Draco volverse a mover dentro de él.

-Decías Potter- contestó sonriendo aun más y mirándolo con una llama de deseo que parecía crecer por segundos.

-Eres un maldito hurón arrogante-.

-¿Así que eso es lo que piensas de mí eh?- preguntó, -me temo que tengo que enseñarte un par de cosas aun Potter- le dijo antes de volver a moverse.

Harry gimió, notando como su miembro y el de Draco comenzaban a despertar nuevamente. Draco sonrió pues el había notado lo mismo.

-No te molestes en contestar Potter, alguien más me ha contestado por ti- le dijo dirigiendo una mirada significativa a su parte baja.

-Te estás aprovechando de la situación-.

-Pero te encanta-.

-Eres un arrogante y presumido-.

-Pero aun así me amas-.

Harry no pudo menos que sonreír, Draco tenía razón, lo amaba, aun cuando a veces se comportara como un Slytherin consentido y caprichoso o como un hurón arrogante. Justo cuando se disponía a contestarle, un reloj cercano a ellos sonó, indicándoles a ambos, que, oficialmente, Harry acababa de cumplir 19 años.

-Feliz cumpleaños amor- dijo Draco con un tono dulce que únicamente Harry había escuchado, y que, aun así, era raro que Draco empleara.

-Gracias- contestó Harry al tiempo que lo atraía hacia el para besarlo.

-Te amo- dijo Draco una vez que el beso finalizó.

-Y yo a ti- respondió Harry con una sonrisa.

Draco volvió a removerse dentro de Harry, pero, contrario a lo que este esperaba, salió de él, provocando un gemido por parte de Harry y una sensación de vacío; Draco percibió esto en la expresión de Harry, por lo que se apresuró a sonreírle y a recostarse a su lado, rodeándolo con sus brazos; Harry no tardó en acomodarse en su pecho puesto que esto le permitía un fácil acceso al cuello del rubio, quién no pudo evitar reír al notar como Harry comenzaba a besarlo.

-Tú nunca te cansas, ¿eh?-.

-De ti, nunca- respondió con una sonrisa antes de seguir con su tarea.

Draco miró el reloj, que ahora indicaba las 12:05 y no pudo evitar que acudieran a su mente los recuerdos de lo sucedido un año atrás, sonrió con malicia al recordarlo.

-Harry-.

-Mmm- respondió este que no se había molestado en separar los labios de su cuello.

Draco volvió a reír, cada día amaba más a su pequeño león.

-¿Recuerdas lo que pasó hace un año?-.

Harry dejó de besar el cuello de Draco, al tiempo que lo miraba y con un tono que Draco no atinó a identificar en un primer momento dijo:

-Como no hacerlo…-.

-…creí, creí que te había perdido para siempre-.

Draco pudo identificar en esta ocasión el tono en el que había hablado Harry, era miedo, dolor y arrepentimiento. No tardo en besarlo, transmitiéndole con esto todo el amor que sentía por él.

-Me refiero a tu cumpleaños- dijo.

Harry sonrió.

-Claro que lo recuerdo.

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/Flashback/

Era una noche como todas en Inglaterra, una noche del 30 de julio, Harry Potter se encontraba en su cama jadeando y gimiendo sin control, un nombre escapaba de sus labios de vez en cuando, un nombre que, nadie se hubiera imaginado llegaría a ser pronunciado de esa forma por él. Noche tras noche, Harry vivía el mismo patrón desde que había dejado Hogwarts, durante el día realizaba todas sus actividades con la esperanza de ver aparecer en cualquier momento la figura de Draco Malfoy, sin embargo, la noche llegaba y él no tenía mas remedio que irse a la cama solo y soñar con que su rubio amante le hacía el amor sin cesar.

Como si de un castigo se hubiera tratado, Harry siempre soñaba que el Slytherin lograba concretar su plan: hacerle el amor todas las veces que fueran necesarias hasta lograr que Harry admitiera que lo amaba; lo cierto es, que Harry disfrutaba enormemente de estos sueños hasta que despertaba violentamente dándose cuenta que una parte de su cuerpo requería de atención urgente.

Draco lo besaba sin control mientras su miembro entraba y salía de él con furia, sujetaba sus manos sobre su cabeza, impidiendo que este lo tocara mas de lo necesario, sin embargo, le permitía explorar con su lengua cada rincón de su boca. La fricción entre sus cuerpos era enorme, Harry podía sentir su miembro erecto rozando una y otra vez el abdomen musculoso y duro del Slytherin, adoraba esa sensación, pero adoraba más sentirlo dentro de él.

Movimientos acelerados y dos cuerpos extremadamente calientes, víctimas del deseo y la pasión, ambos amantes al borde del orgasmo pero ninguno dispuesto a rendirse.

-Dilo- repetía el joven Malfoy a la vez que lo embestía una vez más.

La mente de Harry parecía ir a un lugar diferente cada vez que Draco lo tomaba de esa manera impidiéndole realizar cualquier pensamiento lógico y coherente en esa situación, su cuerpo entero estaba entregado a las sensaciones que Draco se encargaba de transmitir a cada rincón de este, y lo único que Harry sabía era que, si lo admitía, él se iría inmediatamente.

-No- decía el moreno con la voz ronca por el deseo y de la manera más firme y convincente que le era posible. Draco sabía, sabía que Harry moría por decirlo pero el miedo a perderlo era superior a él, después de todo era un Malfoy, y nadie podía resistirse a sus encantos.

Draco observaba como Harry se removía debajo de él, buscando aumentar la fricción entre sus cuerpos, disfrutaba al ver como el gran salvador del mundo mágico, el niño que vivió, aquel que había derrotado al que no debe ser nombrado definitivamente, no era capaz de resistirse a un toque suyo y mucho menos al hecho de que le hiciera el amor cuando quisiera. Aumentó sus embestidas, dispuesto a escuchar las palabras que tanto deseaba salir de la boca del Gryffindor.

Con un rápido movimiento en medio de fuertes gemidos, Draco había salido y entrado por última vez dentro de Harry derramándose completamente en su interior, al sentir esto, el cuerpo del moreno se había tensado y había apretado sus paredes alrededor del miembro del rubio al tiempo que se derramaba manchando con su semen el abdomen de ambos.

Por último, como si una fuerza que iba mas allá de su voluntad lo obligara, terminaba diciendo lo que tanto anhelaba el Slytherin.

-Te amo- gritaba al tiempo que abría sus ojos y dirigía su mirada hacia Draco que, tras dedicarle una expresión cargada de autosuficiencia salía de su interior y desaparecía…

En ese momento, Harry Potter se reincorporaba en su cama completamente desnudo y cubierto de sudor, respirando agitadamente y mirando a su alrededor comprobando que, nuevamente se había tratado de un sueño.

-Maldición- dijo al tiempo que se daba cuenta que, nuevamente, su miembro se encontraba completamente erguido y palpitando dolorosamente exigiendo un poco de atención; y que, nuevamente, las sábanas a su alrededor se encontraban manchadas de lo que, sin duda alguna era el resultado de la intensa actividad realizada durante su sueño.

Harry dirigió una mano hacia su miembro, rozando levemente la punta y cerrando los ojos dejándose llevar por el recuerdo de sus sueños y de su única experiencia al lado de Draco; volvió a recostarse en la cama, aun con los ojos cerrados y su mano comenzando a subir y bajar a lo largo de su miembro erecto, comenzó a acelerar sus movimientos al tiempo que algunos gemidos empezaban a salir de su boca, con su otra mano comenzó a recorrer su pecho y abdomen, deteniéndose en sus pezones y pellizcándolos con fuerza imaginando que eran las manos del rubio quienes lo hacían, estaba cerca del final, un poco mas y su cuerpo obtendría la liberación que tanto necesitaba.

Fue en el momento en que el nombre de Draco escapó de sus labios que volvió a darse cuenta de la realidad, retiró inmediatamente ambas manos de su cuerpo, y gimió con dolor y frustración al verse interrumpido tan cerca del final.

Con una mirada de furia dirigida hacia su miembro, acusándolo en silencio de ser el causante de todos sus problemas, se levantó de la cama dirigiéndose hacia el baño, donde nuevamente, tomaría una ducha fría durante un largo tiempo buscando aclarar sus pensamientos y sobre todo, alejar de estos la imagen del cuerpo desnudo de Draco Malfoy.

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Casi una hora después, Harry había abandonado el cuarto de baño con una toalla alrededor de su cintura, sorprendido, se dio cuenta de que al menos 10 lechuzas se encontraban cerca de una de las ventanas de su habitación esperando ser atendidas; después de su sorpresa inicial, y tras dirigirle una mirada al reloj que descansaba al lado de la cama, se dio cuenta de que hacía mas de media hora tenía 18 años.

Sabiendo que le sería imposible volver a dormir al menos durante algún tiempo, decidió que podría ser buena idea abrir sus regalos en ese momento, aun con la toalla alrededor de su cintura, se dirigió hacia la ventana un tanto extrañado, ya que por lo general, únicamente recibía las lechuzas pertenecientes a Ron, Hermione y Hagrid. Una vez que llegó a su destino, se dio cuenta de que efectivamente ahí se encontraba Pig la lechuza de su amigo pelirrojo y Afro que era una hermosa lechuza de color rojizo que el mismo le había regalado a Hermione en su cumpleaños anterior; fue en el momento en que reconoció a una lechuza negra con pequeñas manchas blancas en el ala izquierda que su corazón dio un vuelco, aquello no podía ser posible…

Con toda la precaución de la que era capaz, había desprendido cada uno de los regalos y las cartas que transportaban las lechuzas, incluyendo aquellos que eran transportados por las tres que habían llegado mientras se dedicaba a esta tarea, los regalos de sus amigos ya habían sido colocados cuidadosamente sobre su cama a la espera de ser abiertos junto al regalo de Hagrid, que había reconocido gracias a la carta escrita con letra irregular que lo acompañaba.

Sosteniendo la toalla con firmeza y acompañado por su varita Harry tomó el primer regalo dispuesto a examinar su interior. Después de aplicar un sencillo hechizo que Hermione le había enseñado, descubrió que se trataba de una caja llena de los mejores chocolates de Honeydukes, Harry habría agradecido el gesto si el hechizo no le hubiera indicado que, acompañando a los dulces había una poderosa poción de amor.

Una vez que Harry terminó con el último regalo que habían resultado ser unos calzoncillos de seda color verde (que venían acompañados de una llave y una invitación a un lujoso hotel muggle para la noche siguiente), Harry se dirigió hacia su cama, sosteniendo firmemente su varita y su toalla, como si temiera que en cualquier momento alguno de los regalos o peor aun, alguna de las personas que los había enviado decidiera aparecer en su recamara y convertirlo en el objeto de sus deseos.

Harry se sentó y suspiro con resignación, sabía lo que debía hacer a continuación, más le parecía una verdadera pena tener que hacerlo; el último San Valentín, Harry se había enfrentado a una escena similar cuando intempestivamente un gran número de lechuzas habían entrado al gran comedor llevándole una cantidad sorprendente de regalos. Al principio se había mostrado indiferente, pues tenía cosas más importantes en que pensar como el hecho de que la batalla final con Voldemort se encontraba cada vez mas cerca. Sin embargo, después de que su mejor amigo le insistiera por horas y en vista de que las lechuzas parecían no tener fin, había llevado todos los regalos a su habitación y se había dispuesto a abrirlos, pero entonces, justo cuando se disponía a abrir el primer regalo, Hermione había entrado al dormitorio masculino y después de saludar a su novio, se había sentado a un lado de él, le había arrebatado el regalo y había murmurado un hechizo mientras lo apuntaba con su varita. Ron le había dicho que estaba paranoica una vez que esta les había explicado que se trataba de un hechizo para descubrir el interior de algo sin necesidad de abrirlo, Harry le habría dado la razón de no ser porque justo en ese momento el hechizo se encargo de reflejar un holograma de lo que parecía ser una botella, que después el propio Harry reconoció como una de las pociones de amor que Fred y George solían vender. Después de repetir ese hechizo en cada uno de los regalos Ron casi se fue de espaldas al descubrir que Harry había sido dotado de una enorme cantidad de los mas deliciosos dulces y postres del mundo mágico y muggle, lamentablemente, dichos alimentos contenían también diversas pociones de amor, sometimiento de voluntad, y una gran cantidad de afrodisíacos, que según Hermione habrían provocado que Harry tuviera deseos de hacer el amor con el mismo Snape.

Esto último había provocado que Harry se levantara como un resorte de su cama, y quemara todos los regalos frente a un muy consternado Ron y a una muy satisfecha Hermione; si bien era cierto que no todos habían presentando evidencia de contener algo peligroso para Harry, este prefería no tomar ningún riesgo, especialmente si se trataba del bienestar de su integridad física y moral.

Harry jamás imaginó que esto se repetiría en su cumpleaños, pero al parecer estaba muy equivocado puesto que mientras se dejaba llevar por los recuerdos, un par de lechuzas mas había llegado. Harry se despojó de su toalla, y tomó unos boxers que había sacado previamente, volvió a tomar su varita y se encaminó hacia la mesa en la que había depositado todos los regalos; tenía que admitir que esos calzoncillos verdes le habrían sentado bastante bien, por un momento pudo imaginarse con ellos puestos para inmediatamente después ser retirados por un Draco Malfoy impaciente por hacerle el amor.

Harry sacudió la cabeza, no quería volver a darse una ducha tan pronto, con una última mirada a la pila de regalos y de un rápido movimiento con la varita, estos desaparecieron.

Un poco mas animado, Harry volvió a su cama dispuesto a abrir los regalos de sus amigos, comenzó con el de Hagrid, quién le había enviado un libro titulado: Las Bestias más peligrosas de Gran Bretaña, junto a una carta en donde le decía que ahora que había salido de Hogwarts esperaba tenerlo de visita de vez en cuando. A este siguió el regalo de Ron, que resultó ser una dotación de dulces de Honeydukes, junto con una tarjeta de cumpleaños.

¡Feliz cumpleaños viejo!

Quién lo diría, 18 años, siento que apenas fue ayer cuando te vi sentado en el Expreso de Hogwarts con tu expresión de no romper un plato, como si no te conociera.

En fin, Hermione y yo iremos a verte mañana temprano, ya que no quisiste una fiesta, no te escaparas de pasar el día con tus mejores amigos, además tenemos algo muy importante que decirte, veras, nosotros, bueno… ya te enterarás mañana.

Ron W.

P.D. Si te preguntas porque te he enviado dulces, la razón es que no quería que te sintieras mal después de quemar todos los que seguramente, tus fans se encargarán de enviarte.

Harry sonrió, Ron tenía razón en todo lo que había dicho, así al menos podría comerse una rana de chocolate sin ningún temor, y eso fue exactamente lo que hizo, después, se dispuso a abrir la carta de Hermione.

¡Feliz cumpleaños Harry!

No puedo creer que ahora todos tengamos 18 años, el tiempo ha pasado increíblemente rápido.

Como supongo que Ron te habrá dicho, mañana iremos a verte y a pasar el día contigo, no tienes porque estar deprimido en un día así, como te he dicho, ya verás que todo se arreglará, además tenemos que decirte algo que estoy segura te dará mucho gusto.

Estoy segura que mi regalo te será de mucha utilidad, aprenderás nuevas cosas y te servirá para relajarte.

Espero que no hayas tenido muchos problemas con las lechuzas este día, aunque siendo la persona mas famosa del mundo mágico lo dudo mucho, solo no olvides el hechizo que te enseñé.

Besos.

Hermione

Harry volvió a reír, Hermione seguía conociéndolo como la palma de su mano, tomó el regalo que le había enviado, el cuál estaba increíblemente pesado por lo que no le llevo mucho tiempo adivinar que se trataba de libros. Tomó el primero y su mandíbula prácticamente chocó con el piso al leer el título del primero: La Legimancia, Oclumancia y el sexo: descubra los secretos sobre estas artes, una vez que se recuperó de la impresión inicial, leyó el título del segundo: Conexión sexual: mito o realidad, enmudecido por la sorpresa vio el título del último libro: El sexo y la mente, las armas más poderosas.

¿Pero que clase de libros eran esos? Fue lo primero que pasó por su mente, como si alguien de lo hubiera dicho, Harry llevó su mano hasta el pergamino enviado por Hermione, volvió a leer lo que había escrito en el en busca de una explicación, mas no fue hasta que lo volteo que se dio cuenta de la posdata que había incluido.

P.D. Si te preguntas el porqué de estos libros, mira bien sus títulos y lo descubrirás, sé que te resultarán bastante útiles, especialmente el primero de ellos, por primera vez en tu vida haz lo que te digo y ponte a leer. Disculpa si no te los envíe antes pero realmente son libros difíciles de conseguir.

Harry dejó el pergamino y volvió a tomar los libros, ¿especialmente el primero? Pues claro, si parecía ser el doble de grueso de los otros dos juntos, mas decidió hacer caso a los consejos de Hermione y volvió a leer el título: La Legimancia, Oclumancia y el sexo: descubra los secretos sobre estas artes. Sin duda alguna se trataba de un título interesante, tal vez como Hermione le había sugerido podría serle de utilidad, sin embargo, era demasiado tarde y había comenzado a sentir como sus párpados luchaban por cerrarse, podía comenzar a leer al día siguiente, después de todo tenía tiempo de sobra.

Lamentablemente para Harry poco tiempo después de haber caído dormido, un nuevo sueño con Draco llegó a perturbar su paz, enojado consigo mismo, había despertado incluso antes de permitirle al Draco de sus sueños penetrarlo por segunda vez en la noche.

Rompiendo el silencio de la habitación con un grito de frustración al darse cuenta que no había despertado lo suficientemente rápido como para evitar sufrir una nueva erección, Harry se dio la vuelta aplastando su miembro contra las sábanas para después colocar una almohada bajo él, la cuál comenzó a embestir mientras cerraba los ojos y gritaba el nombre de Draco, momentos después Harry había terminado manchando la sábana y la almohada mas no le importó, y cayendo rendido por fin logró disfrutar de unas horas de sueño tranquilo.

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Al día siguiente, Harry fue despertado por los rayos del sol que se colaban por la ventana y que golpeaban directamente su rostro; tomándose todo el tiempo del mundo para levantarse, Harry se estiró cuan largo era y con terror observó como varios pares de ojos lo observaban tendido en su cama.

Claro está que solo se trataban de ojos de lechuza, pero aun así no pudo evitar sentirse incómodo, incluso llegó a pensar que una de las lechuzas podría tratarse de un animago al ver la manera tan insistente en que seguía sus movimientos, menos mal que la noche anterior había olvidado quitarse los boxers antes de volver a dormir.

Tomando una toalla y recordando vagamente el sueño que acababa de tener, se dirigió al baño a tomar una ducha, definitivamente, pensaba, no tardarían en salirle escamas si continuaba así.

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Un par de horas después, Hermione y Ron habían llegado a Grimmauld Place, acompañados de un enorme pastel y al parecer, dos regalos más.

-Felicidades Harry- había gritado Hermione corriendo a sus brazos justo como solía hacerlo. Harry no tardó en corresponder a su abrazo y en darle un leve beso en la mejilla.

-Felicidades compañero- dijo Ron una vez que Hermione liberó a Harry.

-Gracias, a los dos, realmente es muy importante para mí el que estén aquí- dijo con una sonrisa.

-No tienes que hacerlo, además, no íbamos a dejar que te quedaras aquí encerrado y solo en el día de tu cumpleaños por culpa del mal…- sin embargo Ron no pudo terminar su frase al recibir un nada disimulado golpe por parte de Hermione.

Harry se dio cuenta inmediatamente que Ron había estado a punto de decir el nombre de Draco, y probablemente de insultarlo también, agradecía el que Hermione lo hubiera interrumpido pues lo menos que quería era hablar de él en ese momento.

-Y bien, Ron es que acaso no piensas ir por las cosas que he traído para cocinarle a Harry una comida decente en su cumpleaños-.

Ante estas palabras, Ron salió como bólido de la casa y regresó unos momentos después acompañado de una gran cantidad de bolsas, por lo que Harry se apresuró a ayudarlo.

-¡Por Merlín Hermione, ¿es que acaso piensas hacer comida para todo un ejército?-.

-Claro que no Harry, pero como supuse que no habrías ido a comprar nada desde la última vez que yo misma te acompañé, decidí traerte algunas cosas-.

Dicho esto, Hermione se encaminó a la cocina cerrando la puerta tras de sí, impidiendo la entrada de Ron y Harry, ya que, como ella les dijo, el primero solo se encargaría de distraerla y querer probar todo lo que encontrara, mientras que el segundo debía descansar.

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Alrededor de las siete, los tres amigos se encontraban frente a la chimenea disfrutando de una cerveza de mantequilla y, en el caso de Ron, de su quinta rebanada de pastel.

-Bien, ¿es que en algún momento van a decirme la gran noticia?-.

Ron dejó el tenedor a medio camino entre el plato y su boca y volteó a ver a Hermione quién le devolvió una mirada nerviosa.

-Si, lo haremos justo ahora, pero antes…-.

Hermione le extendió a Harry uno de los paquetes que habían llevado consigo, era bastante grande y Harry sentía una enorme curiosidad por saber que había en su interior. Cuando lo abrió emitió una expresión de sorpresa.

-Esto… es…-.

-Una centella de fuego- dijo Ron con una sonrisa.

-No creías que le íbamos a regalar a nuestro mejor amigo únicamente dulces y unos cuantos libros, ¿cierto?- preguntó Hermione.

-Pues, realmente si, pero, ¿está era la gran sorpresa, ¿una escoba? Quiero decir, no es que me queje en lo absoluto pero…-.

-No, la sorpresa es esta- se apresuró a añadir Ron mientras le entregaba el otro paquete.

Harry dejó la escoba a su lado con mucho cuidado y tomó el regalo que Ron le ofrecía, y, con mucho cuidado retiró el papel que lo cubría. Dentro de este, no había nada mas que un par de pergaminos, extrañado, Harry los tomó y los leyó atentamente. Una vez que hubo terminado volteó a ver a sus mejores amigos con una mirada de incredulidad y sorpresa en el rostro.

-¿Ustedes?... de verdad ustedes… ¿van a…?-.

-¡¡Vamos a ser papás!- dijo Ron emocionado.

Harry sonrió como hace mucho no lo hacía y no tardo en envolver en un abrazo a sus dos mejores amigos.

-Y por supuesto queremos que tú seas el padrino de nuestro hijo-.

-Y… padrino de la boda-.

-Claro que si, nada me daría mas gusto, pero ¿Cuándo, ¿cómo, ¿Qué…?-.

-Bien, no creo que sería necesario explicarte como Harry, pero la boda será en un mes, y este pequeño Wesley nacerá dentro de siete meses y medio.

-Vaya, me da mucho gusto por ustedes, de verdad, merecen ser felices- dijo Harry con una sonrisa sincera en el rostro.

-Bien, ahora si me permites, iré por otra rebanada de ese delicioso pastel, ¿quieren algo?- dijo Ron.

-No gracias- respondieron los otros al mismo tiempo y observaron como Ron comenzaba a alejarse hacia la cocina.

-Tú también mereces ser feliz Harry, y te aseguro que vas a serlo-.

-¿Cómo puedes decirme eso Hermione? No he sabido nada de él en un mes, es como si se lo hubiera tragado la tierra, es como si…- mas se detuvo, incapaz de decir lo que tanto lo había atormentado ese tiempo.

-Estoy segura que te sigue amando Harry, un sentimiento así no se puede ir de un día para otro y menos por lo que tu hiciste, no quiero decir que estuvo bien, ya que debiste aclarar las cosas, pero al menos sabe que lo amas, y no es como si el no hubiera planeado hacer exactamente lo mismo contigo-.

-Ya no estoy tan seguro Hermione, si es así, ¿porqué no ha venido? Él sabe donde estoy-.

-Vamos Harry, ya lo conoces, puede amarte mas que a su vida ¿pero sigue siendo un orgulloso no es así? Quizá solo trata de hacerte sufrir un poco, puede tener cosas que atender, recuerda que no quedó en una buena situación después de lo que pasó con sus padres-.

-Si, lo sé, he pensado todo eso mil veces pero, aun así es difícil-.

-Lo sé Harry, pero todo se solucionará, ya verás, y sino aparece pronto te juro que yo misma te ayudaré a buscarlo hasta debajo de las piedras-.

-Y yo haré lo mismo si es necesario, aunque no podrás evitar que le de un par de golpes por hacer sufrir así a mi mejor amigo- dijo Ron quién en ese momento había vuelto con su plato de pastel en la mano.

Harry sonrió.

-Gracias amigos, no sé que haría sin ustedes-.

-Probablemente ahora estarías muerto, o secuestrado, o…-.

-¡¡Ron!- lo regañó Hermione.

-Lo siento, lo siento, solo era una broma.

-No lo regañes Hermione, él tiene razón, sin ustedes estaría perdido-.

-Lo ves Hermione, somos importantes-.

Hermione no pudo menos que sonreír, sabía que Ron decía toda esa sarta de estupideces para animar a Harry, y realmente se lo agradecía, pero sabía que era hora de cambiar el tema.

-Y dinos Harry, ¿te irás de viaje como nos habías contado?-.

-Si, me iré una semana, aun no sé muy bien a donde, solo sé que necesito descansar de todo esto y alejarme de aquí unos días-.

-¿Sabes que cuentas con nosotros, verdad?-.

-Si, lo sé, gracias-.

-Bien, entonces, no estorbamos más, seguramente tienes que arreglar muchas cosas y deshacerte de los regalos que te habrán llegado en estas horas, así es que, nos vamos- dijo Ron alegremente.

-No te preocupes por los regalos, me encargué de ellos con un hechizo, pero Ron tiene razón debes preparar tus cosas y además luces cansado, ¿no has dormido bien estos días?-.

Harry suspiró, era imposible engañar a Hermione.

-He tenido algunos problemas para dormir últimamente, además las lechuzas de ayer no fueron de gran ayuda, pero te aseguro que hoy descansaré- dijo sonriendo.

Hermione lo miró satisfecha y de despidió de él con un abrazo y un beso, al igual que Ron que lo abrazó dándole unas palmadas en la espalda.

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Harry subió a su habitación, y comprobó con gran alegría que no había ni una sola lechuza dentro de esta. Hermione siempre hacía que su vida fuera más fácil, y estaba feliz al saber que estaba al lado de alguien como Ron, y deseó con todas sus fuerzas llegar a ser tan feliz como lo eran ellos.

Los días habían resultado ser bastante calurosos, razón por la cuál Harry había optado por dormir desnudo, aunque también estaba el hecho de que resultaba bastante incómodo despertar a media noche con una erección a su máxima potencia y sentir contra su piel la molesta tela de su ropa.

Harry comenzó a desabrocharse la camisa lentamente, puesto que tenía todo el tiempo del mundo para desnudarse y pensar claramente sobre un sin número de cosas que tenía en la cabeza; una vez que terminó esto, lanzó los zapatos hacia un extremo de la habitación sin cuidado alguno, y posteriormente se deshizo de los calcetines, teniendo que dar una serie de brincos extraños en su lucha por mantener el equilibrio mientras lo hacía; después de esto sus manos se dirigieron hacia la hebilla del cinturón la cuál desabrochó con la misma lentitud, después, sus manos se fueron hacia el botón que desabrochó con gran facilidad para después bajar la cremallera de estos. Finalmente, Harry dejó caer el pantalón al suelo, moviendo las piernas para sacárselo de encima, ahora solo traía unos boxers negros increíblemente ajustados y una camisa azul completamente desabrochada y que dejaba ver su pecho cubierto de vello y su plano y musculoso abdomen, Harry caminó hacia su cama y tomando su varita encendió una vela, puesto que era la única luz que necesitaba para arreglar sus cosas y no morir en el intento al tropezar con algo, víctima de calor, Harry terminó de quitarse la camisa y arrojarla al suelo al igual que el resto de la ropa, pensó en dejarse su ropa interior mientras terminaba, mas sin embargo el hecho de ser tan ajustada le resultaba incómodo y pensó que se sentiría mejor si dejaba al aire circular por todo su cuerpo, con este último pensamiento, Harry se sacó los boxers; sin embargo, con uno de sus movimientos, su varita que había quedado descansando sobre un buró, cayó al suelo.

-Maldición- dijo Harry mientras se levantaba a recogerla. Sin embargo, cuando volvió a erguirse, una descarga eléctrica recorrió su cuerpo y quedó completamente estático ante lo que estaba sintiendo.

-Maldita sea Potter, ¿acaso siempre te desvistes de esa manera?-.

Si, no era una alucinación, era Draco Malfoy, en su habitación, completamente desnudo, o al menos eso era lo que podía sentir al tenerlo completamente pegado a su cuerpo y con una notable erección presionando con fuerza sus glúteos.

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Bien, aquí está, espero que haya sido de su agrado, y no me quieran matar por dejarlos así, prometo que pronto tendrán la segunda parte, claro también dependerá de los reviews jaja, soy mala! Bueno, aquí están los reviews y no olviden que al final están las posibles historias nuevas.

Vampisandi: Gracias por tu comentario, y bueno aquí lo tienes, tarde pero segura.

Mariana Splendor Miau McGonagall: Agradezco mucho la sinceridad de tus comentarios y sobre todo el hecho de que le hayas dado una nueva oportunidad y hasta me hayas dejado un review, espero que esta primera parte del epílogo sea de tu agrado, y me lo hagas saber, gracias!

Danybel: Gracias por tu opinión, y pues aquí está el epílogo, espero que hasta el momento haya llenado tus expectativas, y bueno, aun no has visto nada! Espera a ver lo que le hará Draquito, ups, creo que hablé de mas, pero bueno, espero tenerte por aquí y que me hagas saber tu opinión. Y gracias por decir que el final te pareció espectacular.

Sarah Costa: Muchas gracias! Y pues aquí esta el epílogo con la venganza de Draco, habrá que esperar a la segunda parte para ver que sucederá.

tomoe tatewaki: Me alegra que te haya gustado, y pues, espero que opines lo mismo de este epílogo en donde veremos a Draco entrar en acción, si no, pregúntale a Harry. Y no te preocupes por no saber dejado review antes, con que me hagas saber que lo leíste y sobre todo que te gustó es suficiente.

Ali Potter-Malfoy: Jajaja, aquí lo tienes, espero que sea de tu agrado.

Wakatta: Muchas gracias por tus palabras! Espero que sigas pensando lo mismo después de que tardé tanto, pero aquí lo tienes, y no te pierdas la segunda parte donde verás hasta donde puede llegar un Malfoy.

Conacha: Estoy de acuerdo, no podíamos dejar las cosas así jeje, así es que espero que te guste esta primera parte y no te pierdas la que sigue, porque ahí si va a arder.

oriko asakura: Gracias! No te preocupes por no haber dejado review, lo importante es que te gustó, y bueno aquí tienes el inicio de la venganza, porque esta en sí, empieza en la siguiente parte, y no te preocupes por no haber entendido al principio, a Draco le pasó lo mismo.

ROMINADARK: Jaja gracias! Y no te preocupes que Harry recibirá su castigo, de eso me encargo yo! Bueno, de eso se encargará Draco, (sonrisa malvada) y bueno espero que realmente la espera haya valido la pena, por cierto, gracias por tus buenos deseos.

susaku-sama: Caramba, no sé que decir ante todo esto, en primer lugar muchas gracias, porque recuerdo que tú fuiste la primera en dejarme un review en esta historia por lo que te agradezco mucho, segundo no te preocupes por no haber dejado review antes, lo importante es que lo hiciste. Me dejaste con una gran duda al leer lo de uke y seme, no sabía que era eso, pero después de pensar un rato, supongo que tiene que ver con la posición de cada uno o el papel que toman, o algo por estilo, pero no te preocupes, que en el siguiente capítulo, tendrás 100 lemon y a Draco en el papel dominante, y Harry bueno, él se dejará hacer, pero espera un par de semanitas y verás!

dernhelm de la marca: Muchas gracias, y bueno el final quedó así porque la intención era hacer este epílogo, aunque tardé mas de lo esperado, espero que sea de tu agrado.

Bueno, ahora si, ahí les van las posibles historias, ya me dirán ustedes que tal:

Sin título: HD, Harry tiene una breve relación con Ron mas este muere terriblemente, dejando a Harry herido y sin capacidad de volver a amar, años después se encuentra con Draco Malfoy y tiene que trabajar a su lado, Draco siempre ha sentido algo y sabe que ha llegado el momento de ganarse al Gryffindor, mas tendrá que vencer las reservas, miedos y viejos problemas que hubo entre ellos. Gracias a un accidente, se verán unidos y uno de ellos verá su sueño hecho realidad, mas después de un tiempo todo será aun peor que antes. Una lucha constante de Draco por demostrar su amor ante alguien que no confía ni en el mismo, mas sin embargo, todo tiene un límite y es probable que el orgullo de un Malfoy no sea capaz de soportar tantas pruebas. Una persona se encargará de unir sus vidas definitivamente, presentándose de la manera mas inesperada y sorprendiéndolos hasta a ellos mismos.

La poción: HD, Harry se ha convertido en un auténtico conquistador dentro de Hogwarts, alumnos y maestros caen a sus pies sin remedio cuando el lo desea, sin embargo, nadie ha logrado someterlo y hacerlo suyo, Ronald Weasley representa lo mas cercano a una relación estable, sin embargo, siempre toma el papel pasivo, Harry comienza a cansarse, y muchas fantasías se crean en su joven e inquieta mente. Una promesa, una poción, una fantasía y un profundo amor y deseo, se encargarán de darle una lección a Harry, todo esto utilizado hábilmente por la persona que Harry menos se imagina pero que su corazón siempre ha anhelado. (5 capítulos)

Siempre amigos: HD, Harry y Draco son una feliz pareja, han vivido juntos durante algunos años y todo parece ir perfectamente bien; un día Ronald Weasley, el mejor amigo de ambos, llega y desesperado les cuenta un problema que siempre lo ha atacado, impidiéndole gozar plenamente en una relación. Esa noche, el joven Weasley descubrirá algo que cambiará su vida por completo, y con la ayuda de Harry en un principio, logrará resolver su problema, después se unirá Draco, quién junto con Harry se encargará de enseñarle al pelirrojo todo lo necesario para satisfacer hasta al mas exigente. (9 capítulos)

Siete días: Harry Potter es homosexual, mas solo su amiga Hermione lo sabe, el día en que logra terminar con el señor Tenebroso, hay una celebración en todo Hogwarts, Harry bebe accidentalmente una poción que lo hace desear a la primera persona que vea y esta es Ginny Weasley,. Al despertar al día siguiente Harry se da cuenta que ha caído víctima de una maldición muy rara, la cuál lo obliga a seducir y hacer el amor con cada uno de los hermanos Weasley restantes en solo una semana, ¿será Harry capaz de librarse de la maldición?. (4 capítulos)

Lecciones: Harry no tiene experiencia de ningún tipo, por lo que desesperado busca ayuda para aprender lo necesario para conquistar al hombre que le interesa. Acude con Remus Lupin en busca de consejos, más lo que encuentra dentro de su despacho lo sorprende totalmente, 3 personas se ofrecen a solucionar su problema cada uno explicándole los diferentes puntos que son la clave dentro del sexo, lo que Harry ignora, es el tipo de lecciones que le darán sobre 3 aspectos básicos: ternura y cuidado, lujuria y pasión, entre mas dolor mas placer. (5 capítulos)

Bueno pues, aquí están, ya saben, la decisión es toda suya.