Dedicado a mi amiga Ara-chan, esperando poder verla en estas vacaciones de verano (aunque solo tenga tres semanas T.T).

Kisses.

By: Joe the time traveler.

Los personajes de Inuyasha le pertenecen a Rumiko Takahashi, no quiero violar ningún derecho de la autora ni nada por el estilo, sólo hago este fanfic por diversión.

Les recomiendo que mientras se leen el capi escuchen 'Our farewell' del grupo Within Temptation (bueno, sólo si les gusta el power metal). Y ahora sí… ¡Disfrútenlo!

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La noche había transcurrido con mucha rapidez, o al menos eso le había parecido a Aome. Sin darse cuenta ya habían transcurrido varias horas desde la media noche, se la había pasado con Inuyasha todo ese tiempo en aquel jardín y en cualquier momento amanecería. Los rayos del sol comenzaban a asomarse por entre las montañas, un escenario hermoso, sin duda alguna.

Los pajarillos pasaban volando a toda velocidad y en todas direcciones. Algunos se posaban sobre las flores del campo.

Inuyasha le había insistido para que no se fuera y se quedara un rato más con él, pero tenía qué hacerlo, aunque no quisiera. Estaba segura que en cuanto llegara a clases le darían ganas de dormirse, pero tenía qué resistir.

—¡Por favor! —suplicaba en un tono dolido y tierno que a Aome le encantaba escuchar— Sólo un poco más…

—No, tengo qué irme ya —finalizó.

La chica de cabellos azabaches miró profundamente los ojos dorados del hanyou y sintió nuevamente que volaba. Después sintió que la nostalgia la invadía cuando se acordó que tenía qué regresar a casa.

Se subió a la espalda de Inuyasha y se sujetó con firmeza. Sintió que iba a caer cuando el hanyou dio el primer salto, pero se aferró a él. Permanecieron algunos minutos en silencio, cada uno estaba inmerso en el interior de sus pensamientos.

—Ah… entonces… ¿ya te vas? —le preguntó cuando llegaron a la cabaña. Eso sonaba como si le dijera '¿Estás segura de que no quieres quedarte, segura, segura, completamente segura?', estaba tratando de tentarla para que se quedara.

—Sí…

Volvieron a mirarse a los ojos y Aome sintió el impulso de correr y tenerlo entre sus brazos y apretarlo con tanta fuerza por mucho rato, pero se abstuvo, porque sabía que si lo hacía rompería en llanto, de eso estaba más que segura.

—Te acompaño…

La tomó de la mano con suavidad y entones cargó la mochila que Aome traía en los hombros para aligerarle la carga.

Aome quería despedirse de Shippo, Sango y Miroku, también de la anciana Kaede, pero era demasiado temprano para despertarlos, así que no lo hizo. Se sonrojó al sentir la calidez de la piel de las manos de Inuyasha y entonces la apretó con más fuerza.

—Vamos —dijo finalmente y entonces salieron de la cabaña.

Aome sintió que su corazón comenzaba a latirle con mucha fuerza. Un latido… dos latidos… tres latidos… Cada uno ocurría con una velocidad sorprendente. Los latidos seguían un orden rítmico. Se tocó el pecho con la mano que tenía libre porque sintió que estaba a punto de salírsele o explotarle. Volteó a ver a Inuyasha quien observaba atento el camino que tenía delante y quiso abrazarlo nuevamente pero no pudo y agachó la cabeza.

—¿Te sucede algo? —le preguntó el hanyou con voz grave y preocupada.

—Yo… no, nada —sonrió.

Inuyasha volteó de nuevo hacia delante y se hundió entre sus pensamientos. ¿Qué haría cuando Aome se fuera? Se la pasaría completamente aburrido, de eso estaba seguro, pero algo más iba a suceder. Algo más que tendría qué reprimir. Sí, algo más…

Siguieron caminando lentamente y en silencio, tomados de la mano. Parecía que no tenían prisa. Se sentían tan bien así, que no querían que ese momento terminara y durara para siempre entre sus recuerdos más preciados. El camino era corto, aunque en esos momentos parecía muy largo (y eso lo agradecían porque tendrían más tiempo para estar juntos), aunque para nada incómodo. El silencio que se había producido les servía para relajarse dentro de ellos mismos.

Quince latidos… Dieciséis y diecisiete… Sus latidos se habían normalizado, ya no se sentía nerviosa. Si no que respiraba un aire de tranquilidad y paz desde que había comenzado a caminar en silencio con su Inuyasha.

—Como que está todo muy silencioso por aquí ¿no crees? —interrumpió el hanyou y luego sonrió. Su sonrisa parecía tan sincera y se sentía tan… tan bien que Aome pensó que se derretiría en ese mismo lugar.

Aome le sonrió también. No sabía qué contestar, pero todo se resolvía con una sonrisa. Una sonrisa que brillaba más que los primeros rayos del sol en el amanecer.

"Y en los días en los que me sienta triste y sola, tan sólo tendré que recordar esa sonrisa y tus besos, y entonces me sentiré feliz".

Caminaban nuevamente ente las sombras de los árboles que les daban frescura ante le calor creciente.

"Tú… ¿Recordarás mi sonrisa cuando estés triste?".

Los pájaros cantaban cada vez más animados, empezaban el día con muchas energías.

"Espero que sí".

A lo lejos se podía observar el pozo. Los nervios y la nostalgia iban en aumento. Aome sintió que le oprimían el corazón y casi estuvo a punto de llorar, pero trató de evitarlo, para que… para que…

"Para que esos días en los que te encuentres triste tan sólo recuerdes mis sonrisas y no mis lágrimas".

Inuyasha se paró enfrente de ella y ella vio esos tremendos ojos dorados. Le tomó las dos manos y estuvieron algunos segundos así, mirándose.

—Entonces… ¿te vas ya?

—Sí… pero regresaré en seis días.

—Seis días —Inuyasha inspiró y vio al cielo.

No sabían qué decirse, así que tan solo siguieron mirando hacia el cielo. Aome no recordaba que tenía qué darse prisa para llegar a clases. O… tal vez no quería acordarse.

"Tus palabras… ¿Entonces sí me extrañarás?".

Se acercaron hacia el pozo lentamente. Aome vio en la profundidad de éste y se preparó para irse. Inuyasha le dio la pesada mochila y Aome la dejó en el suelo, recargada junto a la madera que recubría el pozo.

"Parecieera que no voy a volver, me estoy despidiendo y me siento como si esta fuera la última vez. Pero no es así…".

Inuyasha le sonrió de nuevo y Aome no pudo aguantar más y lo envolvió desesperadamente con sus brazos. El hanyou actuó torpemente, pero al final también le correspondió y la apretó.

"Pero no es así, porque volveré muy pronto".

Inuyasha levantó una de sus manos cuando se separaron y exclamó un 'adiós' con un tono triste.

—Por favor despídeme de Sango, Miroku y Shippo —dijo en un tono suplicante— Y diles que no tardaré mucho.

—Así lo haré…

Aome sintió que ya era hora de partir. Se agachó para coger la mochila y se la colgó en el hombro. Avanzó hacia el pozo hasta dar el último paso, pero entonces sintió que algo la agarró. Se dio media vuelta e Inuyasha la jaló hasta envolverla entre sus brazos. Y sin más, cerró sus ojos y la besó delicadamente.

Aome rodeó a Inuyasha con sus brazos aunque tuvo que pararse de puntas para alcanzarlo y siguió moviendo sus labios. Ahora era ella quien tenía el control y le gustaba. Sintió que no quería irse, pero luego decidió detenerse o se pasaría otras cuatro horas allí y no llegaría nunca a clases.

Se separó mientras envolvió los labios del hanyou con los suyos y los jaló un poco.

—Adiós…

Se lanzó hacia el pozo y vio esa luz que la llevaría a otra dimensión gracias a su poder de sacerdotisa. Se tocó el pecho y entonces sonrió. Le había encantado ese beso de despedida, había sido algo un poco más juguetón y sensual que los anteriores.

Inuyasha sintió que estaba a punto de caerse y entonces volvió en sí. El beso lo había llevado hasta las nubes. Recobró la compostura y entonces se marchó del lugar un poco apenado.

Aome por su parte llegó y vio su casa enfrente. Sintió algo de nerviosismo y vio que estaba retrasada. Tendría qué apurarse o llegaría tarde a clases. Su madre no se había levantado aun.

Vio a su pequeño gato y le acarició la cabeza y éste enseguida comenzó a ronronear adormilado.

Entró a su habitación con sigilo y preparó su ropa para meterse a bañar. Mientras el agua tibia corría por su cuerpo se puso pensar que ya extrañaba a Inuyasha y tan sólo llevaba diez minutos de no verlo. ¿Qué sería en los seis días que no lo vería? No quería seguirlo pensando. Tan sólo viviría su vida con el ritmo necesario. Ya llegaría todo a su debido tiempo.

"Y en los días en los que me sienta triste y sola, tan sólo tendré que recordar esa sonrisa y tus besos, y entonces me sentiré feliz".

"Fourth Kiss" End.

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Ah! Perdónenme! Sé que el capi me quedó demasiado corto. Y no pude escribir nada sobre Sango y Miroku. Por favor! Sumimasen! Sé que en los reviews me van a regañar, lo sé. Pero no importa, está bien, me lo merezco y lo resistiré U.U

Quiero darle mis más sinceros agradecimientos a lo que me enviaron reviews en el capítulo pasado. Arigatou gozaimasu! n.n Muchas gracias a: serena tsukino chiba, Mi-x-LuBrE-CaLa, LadyIndomitus, nikole, VALE-131, kamissInuxAomesiempre, Jennifer y a Naoko Nayamira. Se los agradezco de vedad TT.TT

Bueno, veo que las personas ya me están pidiendo lemon y sí pondré, pero más adelante. Por lo pronto van a estar lejos por algún tiempito. Muchas gracias por sus palabras y su apoyo, se los agradezco. Hasta me encantaron las amenazas que recibí je, je n.nU Me despido y espero sus reviews. Esperen el siguiente capítulo (prometo que lo hago más largo).

Sayonara!