Capítulo 14

Enero 1, 18.55 hrs

Aeropuerto de Trondheim, Noruega

Camus veía como la pequeña avioneta descendía en el aeropuerto Værnes, en Trondheim, Noruega y suspiro. Cuanto tiempo había pasado desde que había visto una tormenta de nieve como esa? Solo eran cerca de 10 los pasajeros que se habían atrevido a cruzar la mitad de noruega con ese clima y era por razones meramente personales no tanto como profesionales. Podía verse en la forma en la que hablaban entre ellos mostrándose mutuamente las fotografías de sus familias. A Camus lo habían relegado porque no sabía "convenientemente" hablar su idioma.

La verdad era que Camus no estaba de humor. Horas antes había tenido que hacer escala en Paris para tomar el vuelo a Oslo y por el tiempo, el avión se había demorado y él había salido en taxi a recorrer el viejo terruño. Se paró en una cafetería a pedir su croissant y su café, y unas chicas que estaban coqueteándole le enseñaron como hacer selfies con su iPhone. Se había tomado varias con ellas, obtuvo sus números de teléfono y después maldijo todo el camino de regreso al aeropuerto por no haber pensado en quedarse varios días antes de partir para Asgard, Pero ya le había anunciado a Hilda su llegada y debía haber alguien esperándolo en el aeropuerto. Aun le esperaban varias horas de camino a pesar de llevar 17 horas desde que salió del aeropuerto de Atenas y no creía que viajar en tren y luego en trineo fuera a hacer una gran diferencia.

Recogió su maleta y se dirigió a la salida. Se puso su chaqueta y salió.

- Ahhh Hacia mucho tiempo que no respiraba un aire tan frio – dijo extasiado mientras disfrutaba la tormenta

- Es usted el Sr. Camus? – pregunto una voz infantil detrás de él.

- Sí, yo soy – dijo bajándose a su nivel. Era un niño de uno años de cabello rubio envuelto en muchas pieles y chamarras de manera que apenas y se le veía la carita.

- Me dijeron que le entregara esto – dijo mientras le extendía un papel arrugado por estar en sus manitas enguantadas.

Camus le dio las gracias y el niño se siguió de largo jugando con un muñeco que tenía en su otra mano. Se levantó y lo iba a leer cuando alguien le dijo:

- Sr. Camus? Me envía la señorita Hilda para acompañarlo durante todo su trayecto. Mi nombre es Hans – dijo un Hombre más o menos de la misma estatura y complexión de Camus, de cabello corto y castaño extendiéndole la mano a Camus – No será posible continuar el resto del viaje hoy. Tendremos que pasar la noche en la posada que está aquí cerca. Ya está su habitación lista. El tren está parado debido a los fuertes vientos y si no arrecia, podremos continuar mañana temprano.

Camus se puso el sobre en la chaqueta, sonrió y le dio la mano.

- Está bien. Sabía que no iba a ser un viaje fácil. Mucho gusto Hans.

- Siempre es un placer ayudar a un amigo de la señorita Hilda, sobre todo en estos tiempos obscuros que estamos pasando. – dijo Hans con voz apagada – Todos tenemos la esperanza de que usted pueda ayudarnos.

Camus no se esperaba eso. Pues que estaba pasando? Sería que podría sacarle algo de información a ese hombre?

Hans tomo la maleta y le lideró el camino hacia la posada más próxima. Una serie de cabañas con techos de dos aguas y chimeneas prendidas que desprendían un humo grisáceo contrastando con la blanca nieve que caía copiosamente.

Entraron a una de esas cabañas, que correspondía a lo que Hans le había dicho que era una "posada". Adentro estaba tan cálido que casi le da un shock térmico a Camus y se sale corriendo, pero decidió pensar que no estaba solo.

Hans le puso su maleta en una de las habitaciones dándole a entender que esa era la suya y Camus le agradeció, se quitó la chaqueta que aventó sobre la maleta y disimuladamente abrió la ventana para que se enfriara la habitación y cerró la puerta antes de reunirse con Hans, quien ya le tenía preparada una jarra de cerveza.

- Hans, porque menciono tiempos obscuros en Asgard? Creí que todo estaba bien desde hace varios años. – pregunto

- Es que no lo sabe? Creí que la señorita Hilda lo había puesto al tanto. – dijo Hans asombrado – Nuestras mujeres están desapareciendo de Asgard

- Qué?

- Hace casi un año que todo comenzó. Al principio solo una chica por mes desaparecía y no se le volvía a ver, ni viva ni muerta… - explico Hans – Creíamos que se escapaban con su novio o se iban a trabajar a la ciudad, pero la ciudad más cercana es muy pequeña como para que hasta ahora no las hayamos podido encontrar.

- Tratantes de blancas? – pregunto Camus

- Eso fue lo primero que se nos ocurrió! Pero después ya era solo una, sino varias al mismo tiempo y no solo se llevaban muchachas solteras y en edad casadera, sino también mujeres casadas, ancianas y niñas de todas las edades.! – Dijo Hans horrorizado – Lo peor es que nadie tiene idea de cómo es que desaparecen! Se les dio aviso a las autoridades, han investigado y no han dado con ninguna. Interpol está al tanto y todas las agencias de inteligencia. Hemos llegado a encerrar a todas las mujeres de Asgard en sus casas y no dejarlas ni siquiera salir por agua y aun así, teniendo nosotros la única llave para dejarlas salir, han podido llevarse a una que otra. La señorita Hilda desesperada dijo que usted podría ayudarnos a darle alguna otra aproximación a la investigación. Por el momento hemos tenido que trasladar a todas las mujeres que quedan al Castillo de la Señorita Hilda. Ahí ella puede protegerlas, pero no podemos vivir sin nuestras mujeres en casa. Necesitamos a nuestras hijas, hermanas y madres.

- Entiendo

- Además, si se llevan a la señorita Hilda…

Camus comprendió el dilema tan grave. No estaban solo de por medio las mujeres de Asgard sino el mundo entero si por error se llevaban a la sacerdotisa de Odín. Se arrepentía de no haber respondido al llamado de Hilda en su momento y se sintió responsable por algunas de esas desapariciones.

Hans seguía hablando de las personas a las que se habían llevado, pero Camus estaba pensativo. Sería que podría el ayudar a Hilda? O su viaje solo sería una pérdida de tiempo.

Enero 1

Santuario de Athena, Grecia

Calabozo #1

- Veeeen bichito, bichito, bichitoooo – Gritaba Kanon desde el pasillo

- Más te vale que le estés hablando a la gata de tu desaparecida madre o al jotito de Aioria, Cara de Huachinango hervido – grito Milo bromeando mientras desaparecía por arte de magia el IPhone negro que le había dado Camus de navidad.

Kanon llego a su celda

- Jajaja es para que me extrañes cuando no este

- Si bueno, gracias por recordármelo. – dijo Milo alegremente – Además, espero que hayas comprado tu seguro de viajero. Ya me dijeron que viajaras por Tacana Airlines jajaja.

Kanon rio y saludo a su amigo con un medio abrazo.

- Hey! Es que tengo que hacer escala en una remota isla de las Bahamas y con los 4000 dólares al mes que me dejaron para la "misión" no me va a alcanzar ni para el vodka de los domingos, así que le dije a Saori que no podía darme el lujo de "pagar extra" por eso y sugirió prestarme el jet – dijo Kanon a modo de explicación – No creas que tenía muchas ganas.

- O sea que iras a ver a tu anterior jefe… - dijo Milo – Ni se te ocurra…

- Ya sé, ya se… Me lo dejaste bien claro cuando me picoteaste la primera vez. – dijo Kanon muy serio – Sería incapaz de traicionar a Athena pero…

- Pero qué?

- La verdad es que Julián nunca se ha portado mal conmigo. Ni siquiera cuando yo lo traicione. Yo lo consideraba, bueno, aun lo considero como mi hermano menor…

Milo hizo teatro como diciendo que le puso un puñal en el corazón.

- Jajaja si ya se. Soné cursi…

- Más o menos

- Entonces exactamente en donde pasaras tu "Misión"? – pregunto Milo curioso

- Tenía intenciones de ir a St. Lucia o Aruba. El Jet tiene instrucciones de llevarme a donde yo quiera después de cumplir con Poseidón y luego regresar aquí.

- Te tratan bien… de que privilegios gozas?

- Eso pasa cuando eres un niño bueno. – dijo Kanon poniendo cara de angelito

Ninguno de los dos se pudo contener y tuvieron que reír a carcajadas.

- Ojala nunca descubran tu ultima travesura. – dijo Milo controlándose

- Zeus te escuche! – dijo Kanon y luego bajando la voz – Dicen que el Patriarca está furioso con todos y va a aplicar medidas disciplinarias estilo siglo XVII

- Ya me habían pasado ese chisme, y todo por una sarta de pubertos borrachos que no se saben comportar… Malditos pubertos!

El modo que lo dijo volvió a hacerlos reír.

- Que carajos voy a hacer sin ti, amigo – dijo Kanon – Quien me va a hacer reír con sus tarugadas

- Estoy seguro que el lamebotas de Sorrento podrá hacerlo…

- No. Él está a cargo de la administración de los bienes de Julián, de hecho no están juntos, aunque no ha dejado de ser su achichincle.

- Y Thetis?

- Que con ella

- Tampoco está con él?

- No creo – dijo Kanon – No la ha mencionado en ninguna de sus comunicaciones conmigo

- Pero la extrañas

- Y eso qué? Extraño a la mitad del mundo marino y no hago ningún aspaviento – dijo Kanon encogiéndose de hombros – No es más que una chiquilla más.

- Pues según me dijeron por ahí, es muy bonita.

- Si lo es, pero no es mi tipo

Milo abrió los ojos sorprendido

- En serio? Las chicas bonitas no son tu tipo? Ah Caray! Y eso que creía más o menos conocerte…

- No lo entiendes. Si es bonita, pero no me siento atraído hacia ella.

- Y porque no? – dijo Milo intrigado

- Físicamente es muy bonita, pero es una fiera y le es leal a Julián y siempre será así…

- Pero?...

- Es una guerrera y el equivalente aquí seria de una Caballero de plata como Marín o Shaina…

- Pero?... – insistió Milo

- Pero, pero… pero ella es muy parecida a ti!

Milo se agarró con ambas manos la entrepierna haciendo gestos teatrales de dolor.

- Menuda patada en las bolas me has dado amigo joajana

- Búrlate lo que quieras, pero somos totalmente cero compatibles

- En la cama?

- Idiota! – Dijo Kanon dándole un zape en la nuca – Nunca la toque!

- Y entonces como lo sabes

- Porque ya te dije. Mi amistad con ella era como la que tenemos tu y yo. Bromeábamos, me animaba a salir con chicas, y algunas veces incluso me presentaba a sus amigas. Pero no había una atracción física, una reacción de mi cuerpo al de ella. Era una simple amiga más. Aunque todos dijeran y creyeran lo contrario. Además la diferencia de edad que en ese entonces era casi el doble. – dijo Kanon moviendo negativamente la cabeza – No, no, no… yo no le hago a eso.

- Vaya… encontramos tu limite… - dijo Milo sorprendido – En fin… cambiando de tema, que sabes de Dohko?

- Ha pasado a recuperación y según dijo Shion se va a recuperar pronto, pero no saldrá este trimestre a cumplir su misión. – dijo Kanon – Va a esperar el siguiente.

- Qué bueno que el viejo maestro vaya a ponerse bien…

- Shion estaba muy preocupado

- No es para menos… llevan cerca de 200 años siendo amigos. Estoy seguro que le dolería si algo le pasara. – dijo Milo en tono serio

- Vas a llorar por mí? – dijo Kanon en tono burlón

- Planeas morir pronto?

- No…

- Entonces… - dijo Milo regresándole el zape a Kanon – Ahómbrate! Nosotros dos no lloramos por tonterías.

- Ocho… cada vez tienes la mano más pesada

- A qué hora te vas mañana?

- A las ocho de la noche para llegar ahí a medio día, pero Saori quiere que la deje en el hospital, y yo tengo que alistarme. Ya no podre venir a verte así que por eso me despido de ti desde ahora.

- Pues ya no sé si desearte éxito o no – dijo Milo abrazándolo – pero que sea lo que el destino quiera.

- Así será exactamente – dijo Kanon correspondiendo al abrazo

- No olvides mandarme fotos y escribirme todos los pormenores Ok?

- Ya aprendiste a usar el IPhone que te di?

- Ya leí el manual 20 veces…. Tu qué crees?

- Que no entiendes ni pio?

- Exacto. Quien quiera que invento esos aparatos, debería ser torturado!

Enero 2

Posada Steinkjersannen, Noruega

Camus estaba desesperado. La tormenta había arreciado y seguían varados en el hotel hasta próximo aviso. Hans se la pasa viendo la tele y revisando la tormenta.

Camus recibió su primer mensaje de texto en ese momento.

M – Hey paletita!

C – Milo?

M – Quien más tiene este número? Duhhhh

C – Cierto. Como estas?

M- Igual y en el mismo lugar y tú?

C- Totalmente aburrido y varado a mitad del camino

M- Jajaja

C- Si yo estuviera solo podría llegar, pero mi guía es un nativo

M- Que mal

C- Pero mira las preciosidades que conocí en Paris (archivo adjunto )

M -Yummi! Espero que me mandes sus teléfonos

C- No. Son Mías. No tocar!

M - Envidioso

C- Para que te olvides de mi cara (archivo adjunto )

M - Idiota. Te leo luego. Viene el guardia.

C- Ok.

Camus sonrió. Al menos no se iba a aburrir tanto si se podía comunicar con el loco de su amigo.

Enero 2

Isla Columbus Isle 13:00

Aeropuerto

Kanon estaba entusiasmado por ver a su viejo amigo. Lo vio parado en un traje deportivo blanco estilo náutico a la orilla de la pista de aterrizaje.

Bajo con la surplice en la espalda y sus dos maletas y sonrió.

Julián lo recibió con los brazos abiertos y Kanon agradeció el gesto.

- Te he extrañado Amigo

- Yo también Julián, pero veo que llevas una buena vida… y cambiaste de look…

- Ah sí… Nueva vida, nuevo estilo… - dijo Julián- Ven, te ayudo con tu maleta

Kanon lo vio extrañado. Julián ayudándolo? Que no siempre había sido al revés?

Caminaron poco antes de llegar al Hotel. Había hermosas mujeres por todos lados y a Kanon se le iban los ojitos.

- Olvídalo amigo mío, están fuera de tu liga. – dijo Julián sin ver de quien se trataba

- Porque? Tú te diviertes, yo también – dijo Kanon

- Porque hay reglas en este lugar que ya te iré explicando. Te quedaras algunos días conmigo verdad? – pregunto Julián – Tenemos que ponernos al día.

- Pues… no sé si pueda – dijo Kanon un poco tímido – Estoy en una misión para Athena

Poseidón volteo a verlo y se rio.

- Ahhh y te prohibió que hablaras conmigo?

- Pues… no

- Te dijo que no te juntaras con la chusma?

- Para nada

- Te dijo que no te quedaras aquí unos días?

- No pero…

- Y entonces no veo porque vaya eso a interferir con lo que sea que estás haciendo y que no me interesa saber por cierto.

Subió al tercer piso con él, y le dijo:

- Esta es mi oficina y también mi suite

Kanon lo miro.

- Bonita vista, pero tu mansión es más impresionante

- El dinero no lo es todo amigo – dijo Poseidón mientras le pedía la surplice para ponerla en su caja fuerte.

Kanon se la dio pero lo miro a modo de que-diablos-pasa-aquí

Poseidón desapareció unos minutos dentro de su oficina y regreso sin la surplice.

- Misión cumplida para ti, Kanon. – dijo – Enviare un telegrama a Athena diciéndole que estamos en paz.

Kanon se sentó de un modo muy familiar en el sofá de la oficina

- Ok. Ahora dime para que me mandaste llamar. – dijo – Bien sabes que pudieron haberte entregado la surplice sin necesidad de que yo viniera.

- No puedes tragarte la historia de que quería verte?

- No, si puedo, pero la pregunta sigue siendo Para qué?

Poseidón se sentó y cruzo la pierna en forma muy masculina.

- Estaba aburrido

- Debes estar de broma

- No, es en serio. Eres el único que hasta la fecha me ha dicho mis verdades sin temor a las represalias

- Bueno, eras un puberto

- Jajaja y tú ya entonces te sentías el papa de los sirenitos

- Jajaja

Poseidón se levantó.

- Mira, quédate aunque sea esta noche y te vas mañana a donde sea que tengas que ir. Ese cacharro en el que viniste de todos modos tiene que hacer chequeos, permisos etc. y todo eso lleva tiempo.

Kanon lo pensó

- Está bien, me quedo esta noche por los buenos tiempos y mañana me voy.

- Perfecto! Tienes hambre? Es la hora del Lunch y no por presumir pero tengo unos chefs buenísimos

- No esperaría menos de ti amigo.

Shaina terminaba su almuerzo en compañía de Minos y volteo a ver como ordenaba el postre para llevar.

Desde que Zeus había llegado y Ares andaba por todo el lugar como Junior bajado de Bosques de las Lomas paseándose por Polanco, Shaina le había pedido a Minos que no la dejara sola.

No es que no confiara en que Vehu y Jely no hicieran su trabajo, ya que gracias a ellos podía dormir por la noche, sino que ni siquiera se lo quería topar de frente. Incluso se había disculpado con Fes por no poder seguir con sus clases de manualidades, pero su taller quedaba demasiado cerca de la Suite de ese dios. Fes le había dicho que estaba de acuerdo y que aun con sus protectores intentara no quedarse sola, a lo que ella le había hecho todo el caso que había podido.

Minos no resultaba tan mala compañía. Jugaba con ella en la playa y la alberca y la hacía reír. Cada minuto que pasaban juntos se acostumbraba más a su presencia y a su cercanía. Un rose de mano por aquí, un abrazo por allá, la tomaba de la cintura o de su mano en público y la abrazaba si veía que Zeus o Ares estaban cerca e incluso había permitido durante la celebración de año nuevo que la besara delante de todos, obteniendo así el primer beso en toda su vida.

No había sido un beso apasionado tipo de telenovela, sino un beso tierno y suave, como si Minos hubiera tenido miedo de asustarla. Ciertamente ella por reflejo le había encajado sus uñas en la espalda, pero definitivamente no le había desagradado… en absoluto.

Se había reprendido mentalmente varias veces por no haberlo cacheteado en su momento, pero para su des fortunio, su brazalete nunca vibro. Ni el de ella, ni el de él. Así que decidió no hacer el ridículo y pasar por alto el incidente como si nada hubiera pasado, excepto… que no podía olvidarlo.

- Arghhh malditas revistas rosas de Marín! – se decía – Por eso esta tan encandilada con la leona dormida de Aioria!

Y Minos tampoco había intentado besarla de nuevo. Y tampoco fue porque no quisiera, sino porque en realidad, nunca había dado un beso que lo hubiera dejado tan encandilado como ese, lo que era bastante raro pues el beso lo había hecho como celebración de año nuevo, y sin lujuria alguna, pero lo dejo con ganas de más…

- Es por la abstinencia – se repetía a cada momento – Solo es eso. Una vez que dejes el brazalete, vas a poder comprobarlo.

Minos había pedido dos conos de helado de vainilla con chispas de colores para llevar, por lo que salieron contentos del restaurante cada uno con su helado pero al llegar afuera, inmediatamente se comenzaron a derretir y para evitarlo tanto Shaina como Minos hicieron malabares con ellos para que no se derritieran en sus manos, lo que provoco que ambos se mancharan un poco las comisuras de los labios…

- Ya verás cómo te gustara la comida que tenemos aquí – dijo Poseidón mientras bajaban en el elevador

- Tienen de todo? Porque tengo mucha hambre y poco dinero

- Jajaja ya se. Mi sobrina es medio agarrada con el dinero, ya me lo habían contado.

- Pues que chismosos

- Chin! Olvide mi teléfono… Te veo a fuera del restaurante? Está saliendo del lobby a la izquierda pasando la boutique

- Seguro. (así voy viendo las pollitas que hay en el camino)

Siguió las instrucciones de Poseidón y se detuvo a ver las postales que había afuera de la boutique en exhibición para su venta.

Vio salir a una chica deliciosamente vestida con jeans blancos a la cadera y top amarillo con un helado, y se apresuró a sacar su IPhone para tomarle una foto a escondidas de ella, y alcanzo a tomarle dos antes de que la persona que estaba con ella saliera también. Siguió tomándoles fotos por el simple morbo y porque apenas estaba agarrándole la onda al teléfono y algunas veces le salían movidas.

- Momento… Yo a ese tipo lo conozco… - dijo sin dejar de tomar fotos. Pero en el momento en el que se iba a acercar, la feliz pareja comenzó a tener problemas con los helados, a reír y…

- Espera tienes un poco de helado… aquí – Dijo Minos tratando de quitarle el Helado con la servilleta, pero un segundo después cambio de opinión y tomo suavemente de la nuca a Shaina para acercarla y quitarle el helado con sus labios.

Shaina dejó caer su helado al suelo por la sorpresa e instintivamente cerro los ojos y rodeo el cuello de Minos con sus brazos haciendo que Minos también tirara su helado y con la otra mano la atrajera hacia él. Wow! Ese si era un beso!

Kanon capto perfectamente la escena del beso con su teléfono, tan nítida, que podía verse el diamante en el anillo de Shaina.