Capítulo 16

Enero 2

Isla Columbus Isle

Aeropuerto 6:45pm

Shaina estaba en la sala de espera de la Aduana tamborileando sus pies impaciente. Revisaban su equipaje cuidadosamente y con cada minuto que pasaba su mal humor se incrementaba. No sabía que el personal de aduana lo estaba haciendo deliberadamente lento en represalia por haberlos convocado a último minuto mientras estaban en un festejo.

Finalmente cuando no pudieron retrasarse más, le sellaron su pasaporte y la dejaron pasar al abordaje con sus cuatro maletas.

La cajita que Fes le entrego para Shion la traía en las manos. Parecía demasiado frágil como para meterla arrumbada entre su ropa.

Haciendo un poco de malabares, pudo acomodar sus maletas de modo que pudiera caminar con ellas. En qué momento habían comprado tantas cosas para ella? Bueno, lo importante es que estuviera lo antes posible en su casa para recobrarse de su "misión" y ayudar a Mu y Milo a salir del relajo en el que inconscientemente los había metido.

- Deja te ayudo con eso – dijo una voz familiar a sus espaldas

Cerro los ojos un momento mientras le quitaban de las manos las maletas más pesadas. Minos subió la escalerilla del avión con ellas.

Carajo! Ella odiaba las despedidas y era por eso que no tenía intención de verle la cara antes de irse!

No le quedo más remedio que subir tras él.

- Vaya! Que cosa tan anticuada… Espero que no se caiga en el camino – dijo Minos despectivamente al ver el avión por dentro y dejando las maletas en la parte designada para ello.

- Bueno, si se cae y me muero, estoy segura de poder usar mis influencias con el juez que me toque para que no me castigue tanto – dijo Shaina sonriendo mientras acomodaba la cajita de madera en el asiento.

- Pues eso dependería de muchas cosas… Aiacos y Radamanthys no son tan tolerantes como yo… - dijo mientras se dirigía a la salida del avión.

Shaina no se sentó ni se movió de donde estaba.

- Vale. Ni a ti ni a mi nos gustan las despedidas. – dijo Minos – Tú tienes que trabajar, y yo tengo que regresar a partirle la cara a cierto espectro… Y también a trabajar claro…

- Lo sé – dijo Shaina con voz apenas audible

- Pero no creo estar tan ocupado como para no pasar una que otra vez por Grecia y tal vez… salir a tomar un café… o un helado – dijo Minos con voz indiferente recordando el helado compartido afuera del Restaurante.

- Pues yo no sé si tenga tiempo para tomar ese café o ese helado cuando regrese – dijo Shaina altivamente – Pero… siempre puedes avisarme cuando pases por allá para rechazarte adecuadamente

Minos sonrió triunfante.

- Toma. Aquí está mi número. No tenemos muy buena recepción allá abajo, pero funciona. Solo en caso de que alguna vez lo necesites.

- Bueno, nosotros aún no tenemos señal, así que yo no tengo teléfono – Dijo Shaina poniéndose la tarjeta en su bolsillo trasero de sus jeans. Se había tenido que cambiar ya que no podría llegar con vestido al Santuario.

El motor del avión le indico a Minos que era momento de salir. Bajo un escalón y se detuvo.

Shaina seguía en el mismo lugar mirando hacia la puerta. Minos simplemente se regresó y de dos zancadas estaba junto a ella. La tomo entre sus brazos y la beso. La beso hasta que ambos se quedaron sin aliento y ella tuvo que sentarse porque sus piernas se negaban a sostenerla.

- Ci vediamo presto, labbra di miele* – dijo Minos guiñándole un ojo

Salió del avión de un salto justo antes que la escotilla se cerrara y la escalera se alejara del avión.

- Estúpido! – dijo Shaina con una sonrisa aun saboreando ese beso.

Enero 2

Posada Steinkjersannen, Noruega

Medianoche

Camus estaba preocupado por Milo. Le había estado mandando varios mensajes y no le estaba contestando y por la conversación que estaba sosteniendo con Kanon, tampoco le estaba contestando a él. O le habían cachado los teléfonos y se los habían quitado, o estaba más dormido de lo habitual, o estaba deprimido. Camus esperaba que no fuera esto último. Un escorpión deprimido era más peligroso que uno enojado. Y él podía sentir que Milo no estaba bien, pero no tenía forma de comprobarlo.

- Maldita sea Milo! Responde! – Le gritaba al teléfono.

Hans interrumpió sus pensamientos.

- Sr. Camus. Las barredoras terminaron de pasar por las vías y conseguí pasaje para el tren que sale a la una de la mañana. Deberemos estar llegando a Alteidet para mañana a mediodía y si las condiciones no cambian podremos seguir hacia Asgard y estar llegando a esta hora.

- Genial – dijo Camus – Ya me estaba aburriendo aquí

Alistaron sus cosas y se dispusieron a salir. Camus busco su cartera y mientras lo hacía, descubrió el sobre arrugado que le había dado el niño en el aeropuerto. Se le había olvidado por completo. Era un pedazo de tela con unas letras en tinta extraña y en un idioma que no pudo reconocer.

" De är hyvä. Forsøg ikke du ser etter."

- Hans! Tú hablas algún otro idioma? – Le pregunto

- Danés, Finlandés y un poco de Sueco. Lo necesitamos para las negociaciones – dijo Hans

- Me puedes ayudar con esto? No estoy muy seguro de lo que dice – dijo Camus extendiéndole el pedazo de tela.

Hans miro lo que Camus le extendía.

- Esto está diseñado para despistar. – dijo – Hay Noruego, Sueco, Danés y Finlandés en esta frase.

- Que extraño… que dice? – pregunto Camus

- Dice… Ellas, están, bien. No, las, busques…. Si… estoy seguro que dice eso.

- Ellas están bien, No las busques? Qué demonios significa eso? – pregunto Camus

Hans se encogió de hombros. Camus volvió a guardar la tela en el sobre y en su chaqueta. Encontró su cartera, la coloco en sus pantalones. Le echo otro vistazo al celular pero seguía sin respuesta y se lo guardo también en la chamarra. Tiempo de encaminarse hacia Asgard mientras trataba de desentrañar esos misterios.

Enero 3 5:00 am

Atenas, Grecia

El Jet de Saori aterrizo a salvo y Shaina casi beso el suelo que pisaba al bajar con trabajos con sus maletas. Volvió a acomodarlas de manera que pudiera con ellas y se dirigió a tomar un taxi. Después de negociar la tarifa como se acostumbraba, lo tomo y se bajó en Rodorio. De ahí era fácil caminar a su destino. Estaba cansada de estar sentada después de un viaje tan largo pero tenía que llegar.

Una vez dentro del santuario, decidió que no estaba lo suficientemente presentable para subir con el Patriarca, así que llego directamente a su oficina donde tenía su máscara y su uniforme y se los puso con un alivio malsano. No podría hacer nada con su peinado ya que en el spa le habían aplicado un tratamiento antes de plancharlo que según ellos duraría 30 días, así que solo se lo cepillo, se colocó su armadura y espero.

Tampoco podría llegar a su casa con tantas cosas, así que abrió sus maletas y puso lo básico en su maleta de lona que estaba al fondo de otra maleta. Las cositas que les había comprado a las chicas, la ropa que ella misma se había comprado etc. Abrió el panel secreto y arrumbo las demás maletas.

Calculo que eran casi las siete de la mañana. De aquí a que subiera todas las casas ya podría ver a Shion.

Tomo la cajita que Fes le dio para Shion, el dinero que le sobro con los recibos, la tarjeta de crédito que le presto Shion y comenzó a subir las escaleras. Todo estaba demasiado silencioso. Ningún ruido se escuchaba en las casas. No se encontró a ningún caballero dorado. Ni escucho los ronquidos de Aldebarán, ni los gritos de DM, ni los mantras de Shaka… nada. Los guardias que se encontró en el camino inmediatamente se le cuadraron y le sonrieron en señal de bienvenida, pero ella no estaba acostumbrada a ninguna consideración de nadie ahí así los mando a trabajar en lugar de estar holgazaneando, lo que ellos tomaron de la mejor manera. Su jefa había vuelto y se encargarían de esparcir gustosos la noticia. (No que fueran chismosos ni nada por el estilo).

Cuando Shaina llego a Piscis esperaba encontrar a Afrodita en los jardines, como todas la mañanas, hablándole a sus rosas. Tampoco estaba a la vista.

- En serio? Me voy unos cuantos días y todos cambian de rutina? Que fastidio!

Llego a la antesala de Patriarca y espero. No paso tanto tiempo antes de que Shion abriera la puerta y la viera sorprendido:

- Shaina! No te esperaba aun!

Shaina se hinco en una rodilla en señal de respeto.

- Espero pueda concederme una audiencia sin previo aviso.

- Desde luego. Pasa. Vamos a mi despacho. Por aquí pasa demasiada gente.

Shaina lo siguió caja en mano.

Shion cerró la puerta, le hizo un ademan a Shaina de sentarse, lo cual hizo.

- Y bien? Como te fue?

- Debo decirle que si se refiere a la "misión" – dijo haciendo gestos con los dedos en las comillas – Ninguno de los chiflados que están ahí representan ningún peligro para el santuario

- Ah que bueno saberlo… - dijo Shion en tono amable

- En cuanto a mandarme a rehabilitación… Eso fue un golpe bajo de su parte – dijo Shaina en voz baja y enojada

- Yo no te mande a rehabilitación, te mande de vacaciones…

- Bueno, pues si esa es su idea de unas vacaciones, hágame el favor de no volverlo a hacer – dijo Shaina lo más cortes que pudo – prefiero que me cese de trabajar aquí mismo.

- Tan mal la pasaste?

- Si… no… bueno ya no se! – dijo cruzándose de brazos

- Aja. Bonito peinado por cierto.

- Gracias. Cortesía de Poseidón. – dijo apenada

- Te queda bien. Que es esa caja?

- Ahhh se la manda el señor Hefestos. Pide que usted se la guarde momentáneamente. –dijo Shaina entregándosela

- Bien. Es un viejo amigo. No puedo negarme verdad? – dijo sonriendo – Cuéntamelo todo sobre tu viaje.

Shaina tenía bien listo su reporte oral. Iba a saltarse algunas partes un poco embarazosas, pero en general no dijo ni una sola mentira. Procedió a relatárselo. Shion escuchaba atento al mismo tiempo que intentaba sentir si algo estaba mal.

- Sé que no le hice el reporte a los 7 días como era mi obligación, pero créame que enviar cualquier tipo de comunicación fuera de esa isla es algo complicado. – dijo Shaina en tono de disculpa

- No te preocupes. Sé que esta era una misión especial…

- Lo que me lleva a preguntarle, Es verdad que Mu Y Milo han sido castigados por mi culpa?

- Sí y No.

- No entiendo.

- Si ambos fueron castigados con 15 días en el calabozo por pelearse… Según Milo me explico, él tuvo enteramente la culpa y por eso fue castigado 30 días en el calabozo

- 30 días! No fue algo exagerado? – reclamo Shaina

Shion enarco sus cejas.

- Ahora tú me estas cuestionando?

- No señor. Perdone. Solo fue la sorpresa – dijo Shaina apenada

- En realidad fueron 15, pero después pidió que el castigo de Mu le fuera cargado a él. Por lo tanto libere del calabozo a Mu.

- Fiuuu menos mal.- dijo Shaina

- Pero de todos modos fue confinado a sus habitaciones por esos 15 días

- Pero…

- El me mintió Shaina. – explico Shion - Tuvo la oportunidad de decir todo y me mintió. Eso no se lo tolero.

- Entiendo. Puedo pedir que les levante el castigo debido a que yo fui la causante?

- Puedo levantárselo a Mu aunque en realidad solo le quedaban dos días, pero no a Milo.

- Porque?

- Shaina… Milo decidió adelantar el viaje de la Misión que tenía asignada. Se fue hace unas horas.

Enero 3, 1 am

Isla Columbus Isle

Bar Discoteque

Kanon y Poseidón estaban "poniéndose al día" entre copa y copa.

- Había olvidado lo divertido que puedes ser Kanon – dijo Poseidón sirviéndole un trago – Y solo por eso… Escoge cualquiera de las ninfas que están en las jaulas. Sera divertido verte perseguirla.

Kanon volteo a ver las jaulas donde varias ninfas de placer en minúsculas prendas tipo ago-go bailaban alegremente.

- Jaja no, creo que no. Estoy bastante cansado hoy y mañana tengo que irme recuerdas? – dijo Kanon arrastrando un poco las palabras

- Y en que te vas a ir si mandaste el jet de vuelta a Grecia?

- Uhhh pero debe algún modo de salir de aquí o no?

- Claro que sí. El avión que llegara el día 8.

- 8! Eso significaría quedarme aquí por otros 5 días.

- Correcto. Eso te pasa por no preguntar antes de hacer algo tan estúpido como dejar que Shaina se fuera. Ahora Minos se ira mañana también y…

- Hey! Dijiste que no había vuelos. De donde va a sacar ese perro sarnoso un transporte?

- Y no los hay, pero Hades tiene su propio Jet y ya lo mando pedir. – dijo Poseidón sonriendo – Así que a menos de que quieras compartir el avión con Minos, son 5 días aquí varado querido amigo… - dijo sirviéndole otro trago

- Carajo! Esa mujer siempre me mete en problemas! – dijo Kanon molesto tomándose de nuevo el contenido del vaso de un solo golpe – Siempre de Chismosa con Shion y haciendo que me reganen y ahora esto.

- Athena?

- No, Shaina! Es una maldita víbora y no se ni para que le dije del jet! Ahora estoy retrasando mis planes por su culpa.

- En serio? – dijo Poseidón sirviéndole más vodka – Y porque son tan importantes?

- Porque Athena quiere que sentemos cabeza… y tengamos hijos y todo eso y yo quería irme a Aruba primero para tomar vacaciones y… y… zzzzzzz

- Jajaja Hay Kanon… Olvidas que se tu debilidad por beber… - dijo Poseidón – Con que Athena te quiere hacer perder la cabeza? Mmm… ya veremos qué tan fácil le resulta.

Trono los dedos y dos empleados se llevaron a Kanon a su suite mientras Poseidón se quedaba pensando de qué forma podía usar esta nueva información para fastidiar a Athena.

Enero 3 8 am.

Hotel Burj Al Arab, Dubai

Milo había llegado totalmente exhausto físico y emocionalmente a la suite donde Bosch, su encargado de relaciones públicas lo había acomodado a expensas de su cliente. No podía decir que la vista desde esa suite no era magnifica. Desierto por un lado, Rascacielos por otro lado, y el Golfo Pérsico en el otro.

Se metió en el jacuzzi con un vaso de café helado y se dispuso a relajarse.

Al bajar del avión de la compañía, el asistente de Bosch, quien había ido personalmente por el al aeropuerto le había explicado la situación: El Jeque Karim Al Fayad había requerido los servicios de Al Alkrab & Co. para hacerle la despedida de soltero más fabulosa que los Emiratos Árabes hubieran visto en muchos años y de hecho habían esperado la contestación de la compañía para fijar la fecha de la boda acorde. Se decía que la compañía Al Alkrab, aparte de encargarse de todos los detalles de la fiesta para hacer cualquier evento inolvidable, se daba el lujo de escoger a sus clientes y el mismo Al Alkrab participaba de ellas haciendo que fuera un éxito absoluto. Las marcas de licores más famosas pagaban mucho dinero a la empresa por escoger sus productos para usarlas en las fiestas (después de una rigurosa prueba del producto por parte del dueño de la compañía ya que solo exigía lo mejor), por lo que las ganancias eran dobles. Pero la planeación de eventos siempre había sido meramente una fachada para la verdadera naturaleza de la empresa, que era la verificación de seguridad, investigación y eliminación de problemas, de las cuales, rara vez se encargaba el anfitrión.

Si un rey, político, Jeque, artista famoso o cualquiera que pudiera pagarlo creía estar en peligro de muerte por algún enemigo, pedían a Al Alkrab & Co. que planearan una fiesta y eliminaran el peligro. El 95% de las veces se neutralizaba y se entregaba a las autoridades con las pruebas suficientes como para lo condenaran. El otro 5% algo fallaba y el enemigo fallecía en manos de las autoridades. Había tenido la idea una vez que por casualidad le había salvado la vida a un magnate griego a quien habían tratado de asesinar sus enemigos durante una fiesta que daba en un bar bastante frecuentado por Milo y amigos. Milo había visto el peligro e inmovilizado al asesino que había sido enviado desde Francia por un competidor en la bolsa. El magnate había quedado tan impresionado con Milo y su astucia y rapidez para salvarlo, que le había hecho un cheque de 6 cifras que Milo había guardado indiferente. No lo hacía por el dinero, sino para salvar vidas. De gente que podía pagar sus métodos, sí. Pero al fin y al cabo un asesino seguía siendo un asesino. Con ese primer cheque le llego la idea de formar una pequeña empresa que en dos años había llegado a crecer tanto que ya no tenía que ocuparse el mismo de ella sino tenia gente que trabajaba para él.

Milo no necesitaba tanto dinero viviendo en el santuario. De hecho estaba ahí porque le gustaba, porque ahí estaban sus amigos, y porque Al Alkrab podía encontrar un poco de paz en medio de un mundo de locos. Ahora, que deseaba escapar de ahí al mismo tiempo que cumplir su misión, su empresa podría ayudarlo. El único que sabía su secreto era Camus y sospechaba que Shion, pero como nunca había interferido con su trabajo en el Santuario, no había forma de que nadie pudiera encararlo.

Puso una cara de fastidio. Sus dos IPhone no habían dejado de sonar desde que los prendió bajando del avión pero no se le daba la gana de contestar. De hecho, iba a apagar esos malditos teléfonos en cuanto saliera del agua. Lo que necesitaba ahora era concentrarse en su trabajo y ya que iba a pasear por el país, igual y encontraba alguna chica que reuniera los requisitos que pedía Saori mas otros dos que el mismo agrego a la lista: NO CABELLO VERDE, NI OJOS COLOR ESMERALDA.