Capítulo 34
Marzo 15, Mediodía
Coliseo, Santuario de Athena, Grecia
Conforme los soldados, los caballeros de plata y los de bronce se alejaban del Santuario algunos contentos, algunos asustados y otros desconcertados, los nueve dorados presentes se habían quedado por órdenes de Athena. Esperaban que todos desalojaran el coliseo para poder hablar específicamente con ellos.
Ninguno de los dorados había hecho ni una mueca ni un murmullo al escuchar que Shaina había sido nombrada la nueva Sanbocho a diferencia de los demás. De hecho no les había sorprendido en absoluto, todo lo contrario, ella ya se portaba como tal desde hacía años, solo faltaba que lo hicieran oficial, lo que había ocurrido ahí mismo minutos antes.
- Muy bien. Ustedes se preguntaran por qué se les ha pedido quedarse. – hablo Shion – Debido a la misión que se les encomendó a fines del año pasado y debido a ciertos acontecimientos de los cuales se enteraran más adelante, se han decidido hacer unos ligeros cambios.
Silencio absoluto, lo que Shion agradeció.
- No estamos diciendo que sea indispensable, pero estamos conscientes que debido a la naturaleza de las reglas que se impusieron para engendrar sus sucesores, algunos de ustedes no serán capaces de separarse de la mujer que hayan elegido como madre de este, y comprendiendo esto, queremos informarles que ellas serán bienvenidas en el santuario y en sus propias casas si las intenciones del caballero en cuestión han sido formalizadas.
Un signo de interrogación apareció arriba de la cabeza de los nueve dorados.
Shaina tuvo que intervenir
- Lo que el patriarca intenta decir con palabras bonitas (bola de ineptos), es que si y solo si se casan con ellas, podrán vivir en pareja aquí en el santuario…
Las caras de horror de los dorados era risible.
- Gracias Shaina, eso quise decir exactamente – dijo Shion divertido al ver a la Elite del santuario más que horrorizada, espantada por la idea – Ellas deberán ser presentadas ante Shaina antes de entrar al santuario para que les coloque la identificación pertinente, previamente bendecida y aprobada por Athena, aquí presente, para que tenga pase libre al santuario. Como recuerdan, nadie que no trabaje para Athena puede siquiera conocer la existencia de este lugar. Algunas de sus… ejem ejem… esposas no entenderán mucho de esto, por lo que se requiere un poco de ayuda y Shaina se las proporcionara con mucho gusto. Con esa identificación podrán entrar y salir del Santuario sin problema y sin la necesidad de que ustedes estén con ellas. Sabemos que las chicas de hoy son demasiado independientes y podrían querer entrar y salir con libertad.
Se escucharon murmullos con muchas interrogantes, pero Shion continuo.
- Para aquellos que no deseen vivir con la madre en cuestión o que hayan traído a su sucesor sin su madre, en la zona adjunta a la de entrenamiento de las amazonas, será construido una guardería y un patio de juegos. Se le ha hecho la invitación a dos de nuestras amazonas retiradas para ayudarnos y han accedido. Estarán aquí antes de que el primer sucesor nazca para darnos tiempo a preparar el lugar.
- Durante el tiempo que estén fuera, se les pedirá que compren un celular, nos den el número y nos mantengan al tanto una vez al mes de que están bien. No queremos otro MILOGATE. – dijo Athena – No deberán usarlo entre ustedes dentro del santuario. Eso solo romperá el aura de bienestar y comunicación directa que tenemos. Solo la Elite tendrá la oportunidad de tener comunicación con el mundo exterior. No la desperdicien en tonterías.
Un grito de satisfacción de parte de Aldebarán sonó fuertemente haciendo que los demás voltearan a verlo y el caballero dorado de tauro sonriera apenado.
- No queremos un reporte de lo que hacen o no hacen, sino solo saber que están bien. – dijo Shion – No duden nunca en hablar y pedir nuestra ayuda si es necesario, que siempre nos tendrán para eso.
- En cuanto a ti Aioria… tú eres un caso aparte… - dijo Athena
Shaina se tensó inmediatamente.
- Pero si tienes alguna duda, apóyate en Shaina y Shion para solucionar el problema.
Aioria volteo a ver a Shaina con una mirada de ni-aunque-estuviera-loco-te-pido-ayuda.
- También se mantiene el toque de queda a las 10 de la noche para la entrada a sus casas y no queremos ningún acto lascivo por fuera de la puerta de sus casas o en lugares públicos – Menciono Shaina con una actitud de guerra volteando a ver a Aioria – De ser descubiertos, la chica en cuestión será enviada a la zona de mujeres en el recinto de las amazonas sin derecho a visita hasta que nazca él bebe o, si no está en estado, será expulsada del Santuario sin derecho a regresar.
- Es cierto Shaina, gracias por recordármelo – dijo Athena – No queremos actos inmorales en público que pueda acarrear algún problema para la decencia y la buena convivencia entre todos nosotros.
- Esto es la guerra maldita víbora metiche – pensó Aioria viendo con ojos de muérete a Shaina quien por debajo de la máscara sonreía de satisfacción.
Esa última había sido su idea y hecha específicamente para Aioria y Marín, pues varias personas le habían ido con el chisme de lo que sucedía después de que todos tendrían que estar en sus casas.
- Hay algunas otros cambios menores que no les afectaran relativamente y ya los recibirán por escrito – dijo Athena – Que pasen muy buen día caballeros
Tanto Athena, como Shaina y Shion comenzaron a retirarse, lo que dio pie a que los dorados comenzaran a hacer hablar entre ellos y hacer planes.
- No se les hace extraño que casi tres meses después de que salieran los tres chiflados ahora nos estén hablando de bodas y esposas? – Pregunto Shura
- Sera que alguno de esos tres ya cayo? – pregunto Shaka asombrado
- Pues a mí me parece más que fabuloso! Las reglas no podrían favorecerme más – exclamo feliz Aiorios abrazando a su hermano – Así podre tráeme a mi señora esposa, quien quiera que vaya a ser la afortunada.
- Si, como no… - dijo Aioria aun enojado – A mí me gustaría saber quién fue el chismoso! – dijo señalando a todos – En cuanto lo descubra no quedara nada de él.
- Hey! Cálmate gatito, esconde las garritas o te romperás las unías – dijo Shaka – Hay como 300 personas que pudieron haberte visto… no eres muy discreto que digamos…
- Por lo menos 5 de nosotros te hemos visto fajando con ella y no hemos dicho nada tío – dijo Shura – Deberías ser más cuidadoso ahora que Shaina está de jefa
- Jefa mis polainas – dijo Aioria – No deja de ser una metiche oportunista!
Aioros le dio un zape
- Respeta a tus superiores o te enseno a hacerlo a punta de madrazos. – le dijo
- Pues yo mañana mismo me compro mi celular con el FIFA! – dijo Alde queriendo cambiar el tema haciendo que Mu quisiera darle de topes con sus cuernos - Que hay de ti Mu… Que te pareció todo lo que dijeron hoy?
- Mmm… la verdad es que me parece lógico… - dijo Mu con un poco de tristeza – Lo malo es que Shaina ya no me podrá dar las lecciones que me estaba dando.
- Anímate hombre! Pídele a Marín que te las de! – dijo Alde recibiendo un zape de parte de Aioria.
- Ah no! A Marín me la dejan en paz – reclamo con los brazos cruzados
- Bah… si Mu no te la quiere bajar – dijo DM sorprendentemente defendiendo a Mu – Un día tus celos te van a llevar demasiado lejos y vas a perder a la palomita…
- No es paloma… es águila! – dijo Shaka – Y DM tiene razón.
- Pues yo opino que Shaina se ve muy bonita con esa capa. Se ve fina y de buen gusto – dijo Afrodita haciendo que los otros ocho lo vieran con cara de NO-SEAS-TAN-JOTO.
- Señores, ya nos perdimos del hilo de la conversación – dijo Dohko con su sabiduría – Todas las nuevas reglas tienen sentido… imagínense lo difícil que es convivir entre ustedes que llevan 20 años de conocerse, lo que pasaría si llegaran 20 esposas…
Los ocho comenzaron a imaginarse un pleito de gatas estilo verduleras con un chamaco de brazos y con la otra agarrándose del chongo.
- Deberían poner más atención a los deberes y menos a los chismes señores – dijo Dohko – Athena cuenta con nosotros.
Los ocho agacharon las cabezas y se dirigieron a sus respectivas casas mientras Dohko se reía. No imaginaba a esos pubertos con esteroides tratando de conquistar a una chica decente… bueno… tampoco él se veía haciéndolo. Iba a ser un laaaargo tiempo de espera.
Marzo 15 6PM
Departamento de Omil Al Alkrab, Dubái
Samira, Milo y Camus regresaron al Departamento. Samira quedo gratamente sorprendida al ver que la comida restante de la cena de la noche anterior estaba puesta en contenedores en el congelador, no había trastes sucios ni el desastre que ella había esperado encontrar después de dejar a dos hombres solos por una noche. Faltaba un cenicero y una mesita, pero no hizo preguntas.
Le lanzo una mirada de desconfianza a Milo, pero cuando este solamente le sonrió encantadoramente y se dispuso a hacer una jarra de té para ella mientras se iba a cambiar a la recamara, todas sus sospechas desaparecieron. Se recordó a sí misma, que su esposo era un buen hombre, que no era de su misma cultura y no era tan machista como todos los de su familia.
Camus seguía pensando que algo le faltaba a esa pareja, y aunque Milo se esforzaba por ser dulce y gentil con Samira, no parecía poder ir mas allá. Tal vez el tiempo le dijera lo contrario. Samira parecía o conformarse con eso o de verdad creía que hasta ahí podían llegar los sentimientos de Milo por su esposa. Para cualquier persona que no conociera a fondo a Milo como lo conocía el, bien podía pasar como que estaba loco de amor por Samira, y Rogo al Olimpo que solo fueran celos de la feliz pareja lo que estuviera sintiendo.
Toda la noche había pensado en el lio de su mejor amigo. Había descubierto dos cosas importantes que aterrorizaban a Milo: Que su padre era el dios de la guerra y que de verdad amaba a Shaina. La segunda él ya lo intuía pero lo del padre de Milo había sido toda una revelación que no lo dejo dormir en toda la noche y tampoco podía confesarle a Milo que le había sacado la información mientras se quedaba dormido. No se lo perdonaría nunca. Pero desgraciadamente era algo que Camus no estaba muy seguro de poder olvidar, después de todo si había alguien a quien temerle era al caprichoso, vanidoso, violento y no tan estable emocionalmente Ares. Eso explicaba todo. La reticencia de Milo de enamorarse, el terror en sus ojos cada que mencionaba a "esa" persona… la desesperación por avisar al santuario… el código dorado…
- Amigo… crees que sea buena idea decirle todo lo que debe saber a Samira?
- Es tu esposa no? Si planeas llevártela contigo, vas a tener que hacerlo. – contesto Camus divertido – A menos que le dejes a cierta peli verde que le cuente su versión de la historia…
- Idiota, No voy a dejar que la víbora se acerque a mi Samira. Solo le va a lanzar su veneno – dijo Milo
- O le abre los ojos…
- Que es lo mismo…
- Oye eso me recuerda… Me das permiso para darle la noticia al hijo de Chico Che? (por lo del sirenito)– dijo Camus relamiéndose los bigotes
- Que tramas paletita?
- Bueeeeeno…. Solo quiero decirle que se acabaron las parrandas y borracheras contigo porque por lo que entiendo Samira no acepta alcohol en su casa…. Jijiji… Si eso no hace que se enoje, no sé qué lo hará.
- Jajaja… quieres matarlo de un infarto o qué? – después recordando quien le mando ciertas fotos recapitulo - Está bien pero con una condición…
- Cuál?
- Que le des la noticia al mismo tiempo que le envías una selfie de nosotros tres en un restaurante donde estés vestido con un dishdash y tocado y me mandes copia para mí – dijo Milo divertido al ver la cara de su amigo – Te prometo llevarte a un restaurante típico con aire acondicionado.
- Ay amigo– dijo Camus resignado con una enorme sonrisa - Todo sea por fastidiar a Kanon.
Escucharon la puerta de la habitación abrirse.
- Habibe… si no dispones de otra cosa, comenzare a hacer la cena. – dijo Samira
- No, hoy no. – dijo Milo – Saldremos a festejar a Camus,Pedhí Mou
- Uhhh… pero…
- Mejor ven y siéntate – dijo Milo tomándole la mano y dirigiéndola hacia la sala junto a él. Viendo hacia Camus quien le dio su aprobación – Es hora que te diga todo lo que recordé y que necesitas saber de mi…
Marzo 15 9 PM
Recinto de Amazonas
Shaina, desde su nueva oficina, bajo a su cabaña visiblemente cansada pero a la vez emocionada. La transición había sido mucho más suave de lo que ella esperaba.
Mientras Shion la presentaba como la nueva Jefa de Estado Mayor, los guardias la habían vitoreado visiblemente felices por ella, no tan felices de que Jabu quedara a cargo de ellos, pero si felices por ella. A pesar de lo difícil que era complacerla, y lo estricta que era en cuanto a las guardias y sus entrenamientos, siempre había tenido palabras de aliento o confort para ellos, aunque siempre lo hacía en privado. La reacción de los caballeros de bronce y los plateados la hicieron reír, sobre todo cuando ella ligeramente hizo una señal de "están muertos" para espantarlos un poquito. Misty incluso se había desmayado del susto lo cual la complació gratamente.
Oh sí!... Todo eso le había causado gran satisfacción… y estaría brincando de euforia, de haber recibido la llamada que llevaba esperando todo el día. Pero desde la noche anterior en la que había discutido con Minos por su intrusión en la conversación privada con Geist a través de la video llamada, no había recibido ni un mensaje ni una llamada… nada. Y eso la tenía inquieta. Se le habría pasado la mano?
Llego al área y Kakyuu y Fergie le abrieron la puerta y le dieron la bienvenida.
Un pequeño grito y una puerta azotándose la hizo reaccionar a tiempo de que la pequeña Sammy, la más pequeña discípula de Marín salió corriendo descalza en su camisón y llorando, chocando con ella.
- Shaina, Shaina! – grito mientras la abrazaba de las piernas
- Que pasa Sammy? – Dijo mientras la cargaba – Porque te saliste de la cama?
- Tuve una pesadilla. Un hombre malo quería hacerte daño y te alejaba de nosotras y ya no podías protegernos – dijo sollozando la pequeña de apenas 5 años – Yo no quiero que te pase nada.
- Aquí estoy y nadie me va a hacer nada… ves? – dijo secándole sus lagrimitas con ternura.
- Si pero…
- Donde está tu maestra? Porque no está con ustedes? – le pregunto aunque ella solita se contestó mentalmente. A esa hora le reportaban que siempre estaba con Aioria.
- No sé. Pero tengo miedo – dijo la niña visiblemente conmocionada.
- Quieres dormir hoy conmigo? Así me proteges del hombre malo y me dices como era. – sugirió Shaina a la niña
- Puedo? – dijo abriendo sus ojitos.
- Pero solo hoy – dijo Shaina mientras se dirigía a la cabaña de Geist – Una caballero femenino no puede tener miedo.
- Yo no le tengo miedo a nada – dijo la niña valientemente – pero este señor es muy malo y te está buscando…
- Y como es ese hombre malo Sammy? – pregunto Shaina mientras tocaba la puerta de su amiga
- Es muy alto y es muy guapo… tiene ojos azules y cabello obscuro y corto… pero todos le tienen miedo. Es muy malo – dijo la niña bostezando quedándose dormida en sus brazos.
Shaina se le quedo viendo a Sammy. La niña no podía haber soñado con… No. Eso estaba fuera de cualquier discusión. Era estúpido siquiera pensarlo. Ella era insignificante para Ares y el tenía a miles con quien jugar al gato y al ratón. Pero la niña lo dijo con tanta convicción…
- Hola Shaina!
- Shhhhtttt la vas a despertar… - dijo Shaina mostrándole a Sammy – Avísale a Kakyuu que le diga a Marín que la niña se quedara conmigo esta noche.
- Por qué la tienes tú?
- Salió corriendo de su barraca – dijo Shaina – Dime… que sabes de Sammy?
- No mucho.
- Luego le pregunto a Marín entonces. Le pasas el recado? Ya me voy a dormir.
- Uhhh… te acompaño. – dijo Geist saliendo en bata – vas a necesitar quien te sostenga a la niña.
- De que hablas? – dijo Shaina mientras abría la puerta y efectivamente le tuvo que pasar a la niña antes de que la tirara de pura impresión.
Su cabaña había sido completamente modificada. Las paredes habían sido resanadas y pintadas en tiempo record en colores baby. Sus cortinas habían sido reemplazadas por unas nuevas. Su cama ahora era una cama doble de dosel blanco con colchón de lujo, sabanas de algodón egipcio en color blanco y un edredón verde menta. Venía con el juego de cajonera y luna, un baúl para blancos y un gran biombo con cobras talladas para separar el área de la cama de la del comedor.
Su viejo sillón era ahora un sillón reclinable de piel, su comedor ahora tenía una mesa de madera tallada con sillas forradas en terciopelo, su mini cocina ahora era una cocineta completa y había varios floreros con narcisos blancos y portarretratos con fotografías… de ella con Minos de cuando habían estado en el hotel y las pocas citas que habían tenido!
- Pero qué demonios paso aquí! – grito Shaina – Quien se atrevió a tocar mis cosas?
- No te sulfures – dijo Geist tratando de tranquilizarla – Varios guardias traían ordenes de hacerlo al mismo tiempo que trajeron los muebles desde Rodorio. Yo me di cuenta y ayude a mover tus cosas para que nadie más las tocara…
- Debe estar bromeando! Como se atrevió a meterse con mis cosas!
- El patriarca?
- No. Minos! – Dijo Señalando los portarretratos
- Minos no puede entrar ni dar órdenes aquí Shaina – dijo Geist acomodando a la niña de lado de la pared para que no se cayera.
- Y entonces como demonios lo hizo! - Grito Shaina aventando el portarretrato contra la puerta (para no despostillar su pared nueva) - Yo lo mato!
- Pues mátalo mañana – dijo Geist – Le dijiste a Sammy que durmiera contigo y ahora le cumples! – le dio las buenas noches y salió de la cabaña.
Shaina tuvo que tragarse el orgullo y cambiarse mientras pensaba mil y un formas de hacer a Minos pedacitos, pero en cuanto se metió a su nueva cama todos se le olvido. Era como estar sobre una nube… No. Peor aún… Era como estar en brazos de Minos.
