Capítulo 46

Marzo 30, 13:00

Bagdad, Irak

Casa de Ares.

Ares estaba en su modesta residencia en las afueras de Bagdad rodeada de grandes murallas en una fiesta de alberca organizada para sus hijos Fobos, Deimos, Eros y Anteros por su lealtad y para felicitarlos por su gran trabajo. Les había conseguido a las chicas más hermosas del oriente para que les hicieran compañía y sus Bersekers disfrutaban también de una sabrosa barbacoa junto con la vista de las chicas en bikini, demasiado asustados como para hacer otra cosa que mirar, lo que complacía a Ares.

Keres y Kydoimos, sus otros generales también disfrutaban de la alberca indiferentes a los demás Berseker debido a la posición que tenían dentro del ejército de Hades.

Ares desde su hamaca se dirigió a Anteros:

- Dónde diablos esta Eros? Por qué no ha llegado?

- La última vez que lo vi, iba a seguir una pista que lo conduciría hasta Madre. – dijo Anteros con una cerveza en la mano – Para que lo necesitas?

- Quiero saber que está haciendo tu hermano que no llega. Solo es eso – dijo Ares sin moverse – Como vas con esa investigación que te pedí.

El chico Anteros, dios de la pasión, era idéntico a su hermano mayor Eros a diferencia del cabello obscuro, heredado de su padre

- Si me dejaras tiempo para salir a buscarla, ya te la hubiera traído. Pero me quieres aquí contigo…

- Mmm… Es cierto. Este maldito conflicto me trae loco de felicidad y que mejor que compartirlo con mis hijos favoritos. – dijo Ares casi quedándose dormido mientras a lo lejos escuchaba los misiles lanzados de un lado hacia otro. Si de él dependía, ese conflicto bélico no se iba a terminar pronto.

- Además me diste muy poca información y ni una foto. Como voy a reconocerla? – pregunto Anteros provocando que Ares abriera los ojos.

- En verdad que a veces pareces tener el cerebro de tu madre – lo regañó Ares – Cuando te digo INVESTIGA quiere decir que TU vas a tener que encontrar toda la información que necesites, pero todo lo quieres peladito y a la boca. Ve con Poseidón y pídele las fotos de la cámara de seguridad.

- Que flojera viajar hasta allá para que el pesado del tio-abue me diga que no. Puedo hacerlo mañana? O es tan importante como para perderme la fiesta? – dijo Anteros un poco molesto. Su padre podía ser una verruga en el culo cuando quería.

Ares se paró de su hamaca para tomar una cerveza helada.

- Puedo esperar. La venganza es un platillo que se come frio. Ya te lo he ensenado muchas veces.

- Si padre.

- Anda, ve a jugar con las pollitas.

Anteros sonrió y fue a jugar con las chicas en la alberca.

Ares entonces se concentró en verlas una a una. Ninguna como su querida Afrodita a quien parecía que se la había tragado la tierra.

Keres, diosa de la muerte violenta en batalla, se encontraba en un camastro en bikini tomando el sol con Ares de su lado izquierdo. Mejor aprovechar el tiempo libre que les daba Ares antes de que otra cosa pasara.

Tomo una revista Hola! que había salido ese mismo día al mercado y la abrió indiferente.

Ares la vio del mismo modo, revisándola de pies a cabeza.

- "Muy plana. Esta no me sirve para desfogarme" – pensó.

Vio la portada de la revista, y el color del cabello de una de las chicas fotografiadas le llamo la atención. Le arrebato de las manos la revista con violencia y miro con detenimiento la foto.

Keres volteo a verlo molesta. Esos malditos modales!, pero ni como reclamarle sin morir en el intento.

Comenzó a pasar las hojas hasta encontrar la adecuada. Leyó el artículo y casi se lo embarra en la cara a Keres.

- Ella! Búscala y tráemela!

- Ahora?

- Inmediatamente. Llévate el avión y mándalo de regreso.

- Si señor – dijo fastidiada por la interrupción – Cuanto tiempo tengo? Noruega está bastante lejos

- La quiero aquí lo antes posible, pero llámame regularmente para saber tus progresos!

- Enseguida.

Keres tomo la revista de la misma forma violenta que como él se la arrebato y vio la fotografía que Ares le señalaba.

- Ay con que poco se conforma – Dijo antes de dirigirse a su habitación por sus maletas para volar en el jet de su jefe a donde se lo había pedido, pero en represalia iba a tomarse muchos días libres antes de comenzar a buscarla.

10:00 am

Prefectura de Policía

Paris, Francia.

Milo y Kanon esperaban dormidos en las sillas de la sala de espera a que Camus saliera de prisión.

La noche anterior había sido la última que estarían en Paris debido a la falta de vuelos para el último día de Marzo, por lo que se les había alocado la hormona y tomado más de lo debido.

Ya bastante noche, habían terminado en el Moulin Rouge y como galanes que eran, habían invitado a todas las bailarinas de Can Can a un bacanal en un hotel cercano (Porque a palabras de Camus: Mi tarjeta esta con Boucher abierto en el Shangri-la y no quiero que me carguen los daños).

Habían hecho competencias entre los tres de a cuantas de ellas se podían echar al plato durante la noche, y todo iba bastante bien hasta que una de las bailarinas se le acerco a bailar por detrás a Camus (en lo que uno de los otros dos ocupaba la cama) y lo que sintió el Caballero de Acuario refregándose en su trasero fue tan sorpresivo que hizo que del susto se le bajara la borrachera y al mismo tiempo le congelara las bolas al travesti en cuestión, quien salió de la habitación dando alaridos de dolor, llamado a la policía y Camus había caído prisión por asalto.

Camus no pudo resistirse a ser llevado porque estaba en un rincón sentado meciéndose para atrás y para adelante con los brazos rodeando sus rodillas todo traumado cuando llegaron los dos policías. Las chicas fueron enviadas a sus respectivas casas y Milo y Kanon lo acompañaron toda la noche hasta que los cargos fueran retirados, pues afortunadamente Camus conocía a un buen abogado y lograría que saliera a tiempo para tomar su vuelo.

Cuando finalmente lo soltaron Camus ya se había recuperado de la impresión.

- Camus amigo estas bien? – pregunto Milo preocupado

- Sí. Vámonos de aquí

- Hay forma de conseguir una última cerveza para bajarnos la cruda? – pregunto Kanon sin quitarse los lentes obscuros y caminando hacia la salida con sus – O mínimo un vuelve a la vida o una birria muy picosa?

Milo le dio un zape.

- Se dice TENGO HAMBRE soquete.

- Pero no tengo!. Yo solo quiero quitarme este bendito dolor de cabeza o no nos van a dejar subir al avión. – contesto Kanon

Camus intervino jalándole la camisa a Milo como si fuera un niño de cinco años.

- Tengo Hambre

- Ves Kanon? Aquí Camus ya aprendió. – dijo Milo de buen humor – Vamos a llevar al nene a comer lo que él quiera. Se lo merece por aguantar toda la noche en el bote sin descongelarse. – dijo guiñándole un ojo

- Tengo ganas de… Comida Mexicana! – dijo Camus recibiendo otro zape por parte de Milo

- La última vez que comimos comida mexicana estaba tan picosa que no pudimos sentarnos en tres días y tenemos que usar un avión en unas horas!

Camus recordó esa ocasión y se rio.

- Eso nos pasa por pasarnos de gallitos y creer que Chipotle era Cátsup en español.

- Jajaja que idiotas son! – se rio Kanon – Pero si, concuerdo con Milo. Algo menos agresivo y no más croissants por favor. Estoy hasta los shuritos de ellos.

- Los que? – pregunto Camus

- Los cuernitos Jajaja

Siguieron caminando rumbo al restaurante más cercano, y resulto ser un restaurante italiano.

- No quiero! – dijo Milo sin entrar

- Ya supéralo! - dijo Camus – Además, unos caneloni no nos harán daño.

- Si Milo… que tiene de malo un restaurante italiano en Francia como nuestra última comida antes de regresar? Ese no te va a irritar el colon y es más barato. Recuerda que ya nos acabamos todo el dinero de esta salida – dijo Kanon indiferente

- Qué? Cuánto dinero queda? – pregunto Camus

- Pues tu fianza no salió barata hielito – dijo Milo – Y las chavas de anoche tampoco.

Camus tembló nada mas de recordar la noche anterior y jalo a Milo al interior del restaurante

- Si no entras y desayunas te voy a acusar con Samira. – dijo Camus

- Ya voy, ya voy – dijo Milo indefenso

Se sentaron los tres a la mesa y una camarera les tomo su orden.

- Ok. Entonces… este asunto va a quedar entre nosotros verdad? – dijo Camus – No quiero ser la burla de nadie.

- Pero si Afro se iba a dar un buen taco de chisme! – provoco Kanon

- Además los tres nos metimos en problemas esta vez… - dijo Milo divertido – Nadie te culparía por terminar tras las rejas.

- Lo dices porque tú no tendrás antecedentes penales – chillo Camus

- Y tú tampoco porque los cargos fueron retirados – dijo Kanon

- Y tu como sabes? – pregunto Milo

- Puff! Como se nota que ni me pelaste mis mensajes – dijo Kanon haciendo berrinche

- Explícate.

- Yo también estuve en el bote unas horas… por un error

- Aja – dijo Camus comiendo sus caneloni

- Pues aunque lo dudes. Afortunadamente Minos me saco antes de que me diera un ataque y Julián pago mi fianza

La taza de café de Milo fue a dar al suelo al recargar su codo muy cerca de ella. Camus lo interpreto muy bien como que Milo estaba a punto de hacer rabieta. La camarera se apresuró a recoger y limpiar mientras Milo reclamaba:

- Y por qué carajos le pediste dinero a Julián! Me hubieras llamado a mí!

Kanon entrecerró los ojos viendo directamente a su amigo.

- No creo que tú quieras que comience a reclamarte!. Te llame todos los días, te mande varios mensajes y te olvidaste de mi por mucho tiempo! – comenzó a gritar Kanon – Si me hubiera atenido a ti, me seguiría pudriendo en la cárcel!

- Kanon!

- Nada! Julián estaba a la mano y se acabó! Tu eres mi amigo y el también. Aprende a vivir con eso! – grito

Camus se hartó de escuchar gritos y que todos sus compatriotas lo estuvieran viendo.

- Kanon… por que no te adelantas al hotel. Aquí nos encargamos de la cuenta.

Kanon aun molesto le lanzo una mirada bastante intimidante a Camus antes de levantarse y salir del restaurante.

En cuanto dio vuelta a la esquina, comenzó a mensajearse con Isaak.

Camus le puso una mano en el hombro a Milo

- Tranquilo. En parte él tiene razón.

- Lo sé.

- En su defensa, tú lo olvidaste. En tu defensa, estabas enojado porque te envió las fotos.

- Sí, pero… Julián?

- Tenía el dinero y estaba a la mano.

- Y Minos?

- Misma situación.

Milo suspiro y después comenzó a reír.

- Y ahora qué?

- Que más bien pareció que era tu despedida de soltero en lugar de la mía Jajaja

- No me causa gracia. Pude haber perdido mi tesorito anoche – dijo Camus

- Al rato aceptaras las visitas de Afrodita y Misty Jajaja

- Idiota. – espeto Camus – Ya listo para enfrentarlos en el Santuario?

- La verdad no, pero no tengo opción verdad? – dijo Milo encogiéndose de hombros

- Me alegro que lo veas así, porque presiento que habrá demasiados cambios en el santuario independientemente de lo que deberá pasar con nuestras vidas a partir de ahora.

Milo lo miro fijamente.

- Llámale! – ordeno Milo dándole su celular

- No quiero – dijo Camus rechazándolo

- Llámale!

- Ya te dije que no

- Llámale!

- Como jodes!

- Llámale con un carajo! Si no le llamas tú le llamo yo!

- Ya te dije que nooooooooo! – dijo Camus golpeando la mesa con la mano –Dame unos meses para calmarme y no decir alguna pendejada. Además, las líneas telefónicas aun no llegan hasta allá idiota!

- Cierto. Te doy una semana o le mando telegrama yo mismo!

- Tres

- Dos

- Hecho! – dijo Camus – Ahora vámonos. Hay que desalojar la habitación y llegar temprano al aeropuerto!

Ambos regresaron callados. Camus pensando en las dos semanas que tenia de tranquilidad y Milo pensando en cómo le haría para hacer que Kanon lo perdonara.

2 pm

Oficina del Patriarca

Santuario de Athena, Grecia

Shaina acomodaba todos los papeles que Shion había dejado listos para archivar de manera que pudiera matar el tiempo. Llevaba dos días trabajando con ahínco para poder estar ahí en esa oficina todo el día durante los próximos tres días por la salida de Shion hacia Jamir, donde pasaría su cumpleaños como habían acordado.

Camus le había confirmado que llegarían cerca de las cuatro de la tarde al aeropuerto, así que había dispuesto del auto de Shion y de DM y Shura para que fueran por ellos a esa hora, después de todo eran amigos no?

Un guardia le trajo un mensaje escrito y Shaina contestó afirmativamente dejando las cosas que tenía que hacer para otro momento.

Se levantó de su asiento y se apresuró a recibir a la persona que estaba afuera. El guardia abrió la puerta dejando pasar a la visita y la cerro tras el paso de él.

- Saga! – dijo levantando su vestido para correr a saludarlo

- Hola peque! – dijo levantándola en vuelo – Pero que bonita estas! Que te hiciste?

- Shion me castigo – dijo Shaina quejándose

- Y para quien es el castigo? Para ti o para los que de seguro están gastando mucho en pañuelos últimamente – bromeo Saga dejándola en el suelo

- Que haces aquí?

- Estoy tomándome un día libre del hospital y vine a recibir a Kanon a ver cómo le fue.

Shaina lo jalo hacia la salita privada donde recibían a las visitas importantes.

- Pues… no le fue muy bien Jajaja creo que no le hace mucha gracia cumplir con las disposiciones de Athena – dijo Shaina – Además tengo entendido que se quedó en la Isla de San Salvador y siendo sincera, no creo que Poseidón le haya ayudado mucho en la empresa.

- Poseidón estaba ahí? – pregunto Saga sorprendido

- Sí. Él es el dueño de un hotel ahí. – dijo Shaina – Muy bonito pero parece jaula de las locas.

- Jajaja y tu como sabes?

- Shion me castigo y me envió allá.

Saga volteo a ver a Shaina con paciencia.

- Estoy intrigado por dos cosas hasta ahora. – dijo- La primera es porque estas recibiendo tantos castigos? Acaso te has rebelado mucho últimamente? No te conocía ese lado obscuro y la segunda es esa obsesión que parece que Shion tiene para contigo… Seguro que no lo has conquistado? Sería un buen cambio de un burro a un borrego, aunque no para mejorar jajaja

Shaina se rio con él.

- No seas malo. Diferente patriarca, diferente Shaina. – dijo levantando los hombros - Shion es demasiado bueno y a veces eso me saca de quicio. Y no, ni al caso con tu ultimo comentario.

- Preferirías a este papacito verdad? – bromeo Saga

- La verdad… si jejeje pero no se los digas o me mandaran a un calabozo

- Eres tremenda. Y por cierto… cuando venía subiendo no había ningún dorado en las casas… también ahí han relajado la disciplina?

- Claro que no! – explico Shaina – Mu, Shaka, Dohko, Afrodita, Aioria y Aioros están en la sala de juntas deliberando un problema interno que tienen que resolver. Aldebarán, DM y Shura están revisando mecánicamente el auto de Shion. Parece que le harán un regalo por su cumpleaños al afinarlo o algo así y Camus, Milo y Kanon deben llegar en unas pocas horas.

- Vaya… es algún problema grave? Tal vez les pueda dar algún consejo

Shaina se sonrojo y le dijo

- No. No es algo de tanta importancia, pero las ideas están divididas. – Vio el reloj – en una hora saldrán a hacer un receso. Espéralos y abórdalos. Les dará gusto saludarte.

Saga le lanzo esa encantadora sonrisa que derretía a todas sus enfermeras.

Shaina espero unos minutos antes de decir algo más.

- Saga… cuando fuiste patriarca… tu adquiriste cierto conocimiento milenario verdad?

- Efectivamente

- Y solo puede pasarse de patriarca en patriarca?

- Algunas cosas

- Crees que puedas ensenarme una para uso personal?

- Depende

- Quiero aprender a bloquearme emocionalmente. – dijo – Quiero esconder algunos de mis sentimientos en el fondo de mi cerebro y/o de mi corazón donde ni yo misma pueda encontrarlos. Es necesario por mi trabajo hacerlo, pero si le pido a Shion que me enseñe me hará muchas preguntas que no quiero contestar. Yo sé que sabes hacerlo porque fue así que no te descubrieron en 13 años.

Saga la miro un momento y comenzó a sentir la confusión que sentía el corazón y la cabeza de Shaina y decidió ayudarla. Tal vez así dejaría de ser castigada a cada rato. Además, era algo tan sencillo que una hora bastaría para mostrárselo.

Flashback

- Marín no pudo hacerte nada Shaina! Admítelo! Debiste comenzar tú el problema como siempre – alego Seiya mientras Shun trataba de tranquilizarlo

- Seiya, Lady Ophiuco no ha dicho absolutamente nada en contra de tu maestra – dijo Hyoga – ni siquiera saco el tema

- Pero la perra de Geist es su mejor amiga! De seguro se pusieron de acuerdo para inculparla! – grito Seiya – No ha cambiado nada. Y además porque la tratan de Lady? Ni siquiera a Saori le decimos así

- Seiya tranquilo! Hyoga tiene razón! No tenemos todos los hechos en la mano. – dijo Ikki

Shaina se acercó a Seiya tan rápidamente que no la vio venir. Con su famosa garra, lo levantó de la pretina del pantalón un metro por arriba del suelo, haciendo que los otros cuatro se hicieran para atrás. Ninguno se metió, porque Seiya se lo había buscado solo, a pesar de que hicieron lo posible por contenerlo.

- Mira maldito Poni Playero… Estoy hasta el copete de tus estupideces – dijo Shaina encabronada - El hecho de que seas el maldito gigoló de la Diosa a la que sirvo no te da derecho a joderme la vida ni a decir que soy una mentirosa. – dijo Shaina mientras lo levantaba un poco más – Ultima vez que te diriges a mí de esa forma, o la próxima vez mis garras no van a levantarte del cinturón sino de tu escroto… comprendido?

Seiya espantado ante la violencia inusualmente usada en su persona por su ex admiradora, solo asintió con la cabeza.

- Bien. Ahora quiero que los cinco salgan de aquí y esperen a ser llamados desde el patio. – dijo bajándolo violentamente haciendo que Seiya resbalara y cayera con el trasero

Los cinco la vieron un momento y decidieron hacerle caso.

Un momento después Shion abrió la puerta y Geist salió.

- Pasa Shaina.

Shaina obedeció y Shion cerró la puerta tras de sí.

- Esta vez la acusación fue hecha por otra persona, por lo que no podemos ignorar estos hechos. Estás de acuerdo?

- Si señor

- Shaina, queremos paz en este santuario y si para esto es necesario un castigo ejemplar, así será. – dijo Saori

- Si señora, pero…

- Dime?

- … Marín no es una mala persona. Debió ser el estrés.

- Aunque así sea Shaina – dijo Saori – De acuerdo con la explicación de Geist, hay cuatro aspirantes que vieron esto y no solo te insulto a ti, sino a Shion con sus palabras y ninguno de estos hechos deberá quedar impune. No les estaríamos dando el ejemplo y la disciplina adecuada a las aspirantes si lo dejáramos pasar.

- Si señora. Puedo decir algo?

- Adelante.

Shaina respiro profundo.

- Como parte afectada, solicito atentamente que sea juzgada por una comisión de dorados y ellos le impongan el castigo para evitar la humillación pública, aunque Sí deberá ser anunciada la sentencia públicamente para evitar que esta situación se repita.

Athena lo considero por un momento

- A quienes tienes en mente?

- A nadie. – dijo Shaina – Hay nueve caballeros dorados. Saquemos al azar a seis de ellos y que deliberen los hechos y el castigo.

- Por qué quieres que sea así? No confías en nosotros?

- No es eso señora. Parte de la acusación es la deferencia con la que se me trata, por tanto, si ustedes imponen el castigo, solo les estaremos dando motivos para pensar que es cierto.

Athena volteo a ver a Shion, quien aprobó las palabras de Shaina con un movimiento de cabeza.

- Me parece justo – dijo Athena – Manden llamar a los nueve a mi despacho en este instante y que traigan a Marín también. Yo tratare este asunto personalmente.

Shaina asintió y salió de ahí para hacer los arreglos.

- Lo siento Marín. Esta vez no pude hacer nada por ti. – dijo Shaina antes de dar las ordenes a los guardias.

Fin del flashback

- Saga amigo! – dijo Mu con entusiasmo cuando lo vio platicando con Shaina – Que haces aquí?

- Estoy esperando el regreso de Kanon en mi día libre Mu – dijo dándole un amistoso saludo – Espero que no les moleste que venga.

- Para nada – dijo Aioros – de hecho estaba a punto de llamarte para pedirte consejo.

- No creo que lo necesitemos para nada Aioros – reclamo Shaka enfadado – Nunca lo hemos necesitado

- Sí, pero tampoco estábamos tan estancados como ahora – replico el caballero de Sagitario

- Y siempre podemos escuchar una opinión externa – dijo Dohko – Durante muchos años supo impartir castigos, aunque obviamente no siempre estábamos de acuerdo con él.

- Cierto. Además no quiero pasar más tiempo ahí encerrado – dijo Afrodita – tengo que atender mis rosas.

- Está bien – dijo Shaka – pasemos y expongamos el caso.

Los nueve regresaron rápidamente al salón donde media hora después nueve de diez salieron contentos con el resultado y fueron a entregárselo personalmente a Saori.

5 PM.

Camus, Kanon y Milo se presentaron ante Saori para reportarse después de su misión. La diosa los recibió con un gran abrazo a cada uno feliz de que los tres hubieran llegado sanos y salvos.

- Amigos, estaba muy preocupada por ustedes - Les dijo – Pero no saben el gusto que me da que estén aquí.

- Gracias Athena

- Espero que el día de hoy descansen y mañana tomen el día para poder ponerse al corriente con sus compañeros, nos den sus reportes a Shaina y a mí, y si pueden darles un consejo a Shaka, Shura y Aldebarán serán bienvenidos

- (Shaina?) – Dijo Milo buscándola con la mirada sin éxito mientras Camus, que estaba leyendo sus pensamientos le daba un codazo – Gracias.

- Tengo especial interés en platicar contigo Milo – dijo Athena – Parece que te metiste en un poquito de más emoción de lo que había contemplado

- Cuando guste Athena – dijo Milo mirándola a los ojos escuchando que la puerta de atrás se abría y unos tacones se apresuraban a llegar junto a la diosa y subían las escaleras para posarse junto a ella.

Una altiva figura femenina se paró detrás de Athena entrando en el campo visual de los tres caballeros los cuales contuvieron por un momento la respiración: Kanon por las ganas de ahorcarla por dejarlo varado en la isla, Camus esperando la reacción de Milo y Milo por ver que su padre no había podido hacerle nada aun y si era sincero, simplemente por la emoción de volver a verla.

- Llegan tarde – dijo Shaina sin inmutarse.

Camus volteo a verla con una sonrisa tratando de sentir lo que Shaina estaba pensando, pero sorprendentemente, ahí no había nada!