Capítulo 51

Abril 5, 2 pm

Pamplona, España

- Te encuentras bien? – alcanzo a escuchar Shura a lo lejos.

Shura se encontró con unos ojos celestes hipnotizadores. No tenía ni idea de dónde estaba, ni porqué sentía tanto dolor. Sólo sabía que debía estar en el cielo. La cara que acompañaba a aquellos ojos era el rostro de un ángel. Un ángel como ningún otro, ardiente y apasionado. Un ángel lascivo de rojo y largo cabello lacio y profundos ojos tan azules como el cielo despejado. Eso le gustó. Escucho las sirenas y patrullas acercándose.

- Carajo! – dijo la misma voz – Puedes Oírme? Puedes decirme tu nombre?

- Shu… ra…

- Tu nombre es Shura? Traes tu carnet de identificación contigo para que te lleven al hospital?

Shura no contesto. No podía hilar bien sus ideas. Por su pierna estaba perdiendo mucha sangre. Alcanzaba a sentir que una multitud se arremolinaba y la ambulancia se estacionaba rápidamente a su lado.

Dos paramédicos salieron corriendo con la camilla y comenzaron a hacerle un torniquete provisional.

- Alguien sabe si tiene seguro médico? – pregunto uno de ellos

- Sí. Si tiene. Es mi esposo Shura. – dijo la misma voz que le había preguntado su nombre y mostrándole un carnet de seguro. Algunos murmullos de desaprobación se escucharon.

El paramédico volteo a ver a la chica que había dicho eso. La barrio con la mirada y después checo la ropa de calidad que traía Shura puesta.

- Estas segura muchacha? Sabes que es fraude mentir para obtener servicio médico. – dijo el paramédico mientras su compañero terminaba de inmovilizar a Shura.

- Sí. Lo sé. – dijo la muchacha – Pero no miento. Shura es mi esposo.

Ahora los murmullos de sorpresa no se hicieron esperar

- De acuerdo señora, tendrá que darme el carnet suyo para saber a qué hospital llevarlo.

La chica se lo extendió y el paramédico lo reviso.

- Aquí dice que estas soltera muchacha – dijo

- Si se fija en la fecha, podrá ver que fue expedido hace 3 años. No he tenido tiempo de ir a canjearlo desde que me case.

El paramédico se acercó a Shura.

- Es cierto eso? Amigo… tu nombre es Shura?

- S-s-si…

- Esta chica es tu mujer?

Shura seguía con los ojos cerrados. El dolor y la pérdida de sangre se estaban haciendo evidentes y solo quería salir de ahí, y si afirmándolo eso sucedía, que así fuera.

- S-s-si…

El paramédico pareció conforme con la respuesta, termino por encogerse de hombros y dar el visto bueno a su compañero para que se lo llevaran al Hospital de Navarra. La chica se subió con él a la ambulancia y le hizo una señal a las personas que iban con ella de que les marcaria por teléfono.

La ambulancia partió a toda velocidad para llevar a Shura a emergencias.

Abril 6, 15:00

Casa de Acuario

Santuario de Athena, Grecia

- Paletita corazón de melón estas aquí? – grito Milo

- En la cocina! – respondió Camus

Milo entro y vio que su amigo estaba preparando uno de sus famosos Quiches de espinacas.

- Popeye vendrá a visitarte de nuevo?

- No. Tengo una cita con Oliva para cenar y a ella le gusta mucho mi Quiche.

- Tú? Una cita? No te creo – dijo Milo robándose un pedazo de queso parmesano lo que provoco que Camus le diera un cucharazo en el dorso de la mano.

- Sabes que no me gusta que me manosees la comida.

- Si mami – se burló Milo – Voy a ver a Shion. Me acompañas?

Camus vio el reloj. Sabía que a esa hora el patriarca estaría en Rodorio visitando a los ancianos pero no dijo nada.

- Y a qué vas a subir si se puede saber?

- Acabo de hablar con Samira y llegara el 14. – dijo Milo – Me dijo que le avisara una semana antes.

- Ahhh… espera yo te acompaño. – dijo Camus quitándose su delantal decorado con helados de sabores - No quiero perderme cuando le digas la noticia.

Milo lo vio extrañado.

- No entiendo. Él ya lo sabe.

- Si pero de todos modos yo voy contigo.

Milo se encogió de hombros y espero a que su amigo estuviera listo.

Subieron platicando de la inmortalidad de DM (el cangrejo) hasta llegar a la oficina de Shion.

El guardia abrió la puerta y los dejo pasar.

Shaina estaba sentada pasando en limpio algunas cuentas para Saori cuando sintió venir a Camus y a Milo.

Levanto la vista pero no hizo el intento de dejar de hacer lo que estaba haciendo.

Milo se paró en seco a mitad del camino al ver que no era Shion el que estaba ahí sino Shaina y Camus prácticamente lo tuvo que jalar el resto del camino.

- Lady Ophiuco? – Dijo Camus divertido por la situación – Esperamos no interrumpirla.

- Si lo hacen pero no es algo importante – dijo Shaina sin dejar lo que estaba haciendo – En que puedo ayudarles caballeros?

Camus tuvo que codear a Milo para reaccionar.

- Vengo a…

- …? A?

- Es que Samira…

- Samira?

- Si… es que ella…

Shaina volteo a ver a Camus quien apenas y podía reprimir la risa.

- Camus?

- Dígame Lady Ophiuco

- Al caballero de escorpión lo pico una de sus mascotas en la lengua? – pregunto Shaina indiferente

- No Milady, es que está sumamente emocionado con la noticia que tiene que darle – dijo Camus evadiendo el golpe en la cabeza que Milo quería darle.

Shaina regreso a lo que estaba haciendo.

- Debe ser una noticia o muy buena o muy mala como para que no pueda soltarla con facilidad cuando es de todos conocidos que es de los más parlanchines entre los dorados.

Esto ciertamente irrito a Milo.

- Perdón. Estaba pensando en otras cosas menos importantes. – dijo enojado cruzándose de brazos – Tiene razón. No es nada difícil. Mi amada y embarazada esposa llega el día 14 de Abril y quiero:

o 1.- Un permiso para ir por ella al aeropuerto y obviamente un coche

o 2.- Que la identificación para su pase libre por el santuario esté listo para esa fecha

o 3.- Que se me permita dejar mis labores una hora antes para poder comenzar a acondicionar mi casa.

Camus estaba un poco sorprendido por la actitud retadora de Milo para con Shaina, pero aceptaba que era la mejor forma de decirlo. De frente y sin tapujos. Se dedicó a ver y sentir la reacción de Shaina. De nuevo no podía sentir nada fuera de lo normal. Como diablos lo hacía?

Shaina por fin reacciono y se quitó del frente del computador para juguetear con la pluma sobre su máscara, haciendo más tiempo para irritar a Milo con el sonidito.

Se levantó sin decir palabra con Milo esperando algún tipo de golpiza, pero solo se dio la vuelta y tomo una caja delgada con el signo de escorpión en la tapa, saco algunos papeles, los lleno con la fecha, los firmo, los regreso a la caja y se los entregó a Milo de frente.

- Que… Que es esto?

- Todo lo que pediste y mucho más. – Contesto Shaina regresando al computador – Que tengan un excelente día caballeros.

Ni Camus ni Milo se movieron de su lugar sorprendidos por la sangre fría con la que había tomado la noticia.

Ambos hicieron una ligera reverencia para salir como lo estipulaba el nuevo reglamento y ya cuando iban por la mitad…

- Si llego a encontrar que Sammy ha vuelto a tener contacto contigo Milo, el castigo de Marín será poco en comparación a lo que la niña sufrirá por culpa tuya. No la alientes.

- Me estas o la estas amenazando? – dijo Milo regresando al escritorio

- En absoluto. Solo te recuerdo que las reglas para las mujeres son mucho más estrictas que para ustedes y quiero evitar otro corazón roto. Te lo digo por experiencia. Retírate por favor… Y Camus?

- Si Milady?

- Con que tipo de vino se sirve el Quiche?

- Blanco Milady – dijo sonriendo el caballero de acuario al ver como su amigo abría la boca con estupefacción al darse cuenta con quien era la cita de Camus.

- Gracias. Buena tardes caballeros.

Camus tuvo que jalarlo para indicarle que salieran de ese templo pero antes de que Milo reaccionara, ya se había echado a correr a su propio templo. Mas valía decir aquí corrió que aquí quedo.

Abril 6, 16:00

Hospital de Navarra

Pamplona, España.

Shura se despertó dolorido y con la emocionante certeza de que estaba vivo. Aunque no tenía ni idea de dónde estaba, sabía que la cama sobre la que estaba tendido no era la suya. Se movió tratando de incorporarse, lo que demostró ser un grave error. Una llama abrasadora le irradió del muslo, subiéndole por la espalda y alcanzando todos los rincones de su cuerpo. El dolor era tan insoportable que casi deseó estar muerto. Intentó tragar saliva, pero tenía la boca tan seca como un desierto. Se moría por beber agua. ¿Había pronunciado aquella palabra en voz alta? Así debió ser, porque al instante alguien le acercó una vaso con agua fresca a los labios. Bebió con avidez. Cuando la hubo apurado, trató de centrar la mirada en su ángel compasivo. La visión de cabellos lacios largos y rojo intenso y enormes ojos azul cielo ligeramente rasgados sobre la piel blanca, se le fue aclarando lentamente, revelando una encantadora visión que recordaba vagamente de sus sueños. Trató de estirar la mano para tocar la cara del ángel, pero le faltaban fuerzas, y su mano cayó inerte sobre la cama.

- Eres de verdad? -murmuró.

Su risa resultaba cautivadora, pero fue la voz ronca lo que despertó en su cuerpo una oleada de conciencia.

- Soy real. Bienvenido al mundo de los vivos. Llegamos a creer que no seguirías en este mundo.

- Dónde estoy?

- En el Hospital de Navarra. Yo soy Zita,

- Cuánto tiempo llevo aquí? Qué me ocurre?

- No te acuerdas?

- No del todo. Refréscame la memoria.

- Ayer te embistió un toro que se escapó de la plaza. Salvaste a mi primito Tony y por eso no pudiste esquivarlo. Toda la familia te está sumamente agradecida por ello. – dijo al tiempo que cinco cabezas se asomaron por la puerta para saludarlo. Dos hombres, uno de ellos ya mayor quien parecía ser la pareja sentimental de una mujer también ya grande y una pareja de jóvenes con el niño al que reconoció como el que había salvado el día anterior.

Los cinco lo saludaron desde el pasillo mientras Zita les hablaba en un lenguaje que él no comprendía. Mientras ella lo hacía, el la miro tanto como puso de la cabeza a los pies.

- Tu eres gitana?

- Somos romaníes itinerantes – dijo orgullosa – por si acaso te lo preguntabas

- Cuál es la diferencia?

- Vamos que no estoy para bromas! – dijo Zita – Tienes familia a quien debas llamar?

- Si pero no están en España. Necesito mi celular.

Zita le entrego una bolsita de plástico transparente con miles de pedacitos.

- Tu amigo el toro lo mato – dijo Zita con una sonrisa – Pero te puedo prestar el mío.

- Gracias pero no se me los números. Tendré que mandar un telegrama cuando pueda salir de aquí.

- Uuuuuy Shura, eso no va a suceder en al menos cuatro o cinco días según lo que dijo el médico – explico Zita – No tuvieron que operarte pero si necesitaste casi treinta y cinco puntos en la pierna y no debes moverla.

Shura como si no le creyera se levantó la sabana y vio el vendaje en su muslo derecho.

- *&^%)&*)

- Hey! Estas delante de una dama!

- Eres una gitana. Seguro dices las mismas palabrotas que yo. – dijo despectivo

El rostro de Zita se encendió

- El hecho de ser una romaní itinerante no quiere decir que soy una vulgar!

- Mil disculpas su majestad – se burló Shura antes de que la enfermera regresara para aplicarle un sedante y cayera de nuevo en un sueño profundo.


En algún lugar de las turbulentas profundidades de su cerebro, horas después Shura percibió una presencia, pero no presintió ningún peligro. Fue consciente del dolor insoportable que sufría y del viento helado que entraba por la ventana. No abrió los ojos para evitar las luces fluorescentes que se filtraban desde un aparador frente a su cuarto.

Cuando los abrió, Zita estaba ya abandonando la habitación. No estaba tan incapacitado como para no admirar el balanceo de sus redondeadas caderas bajo la falda multicolor, o como para no fijarse en la blanca perfección de los hombros, deliciosamente desnudos sobre la blusa estilo campesino de corte bajo.

Shura suspiró. Se preguntó quién sería el afortunado que disfrutaría de sus favores. Hasta donde sabia a través de libros, las gitanas no eran las chicas más honestas ni solitarias del mundo.

- ¿Sabe que es tu esposo? – dijo una voz de hombre en el pasillo que no logro identificar.

- Ya tiene bastante a lo que enfrentarse en estos momentos, Mario. Además, sabes tan bien como yo que ese matrimonio es una tradición vinculante para los romaníes pero no tendrá ningún significado para él.

- Pero para nosotros sí -insistió Mario-. Te has declarado delante de nuestra gente. Ahora eres una mujer casada.

Shura no podía saber que Zita sacudió la cabeza con ira.

- He salvado la vida del hombre que ayudo al pequeño Tony, ¿no es cierto? Vamos, Mario. Shura necesita descansar y yo también. Además ya se acabó el tiempo de las visitas. Volveremos mañana.

Shura sintió los prolongados efectos del sedante sobre su mente, pero había escuchado cada palabra de la conversación mantenida entre Zita y el tal Mario. Los oídos no le habían jugado una mala pasada. Lo que acababa de oír no podía ser verdad. Un sinfín de preguntas se deslizaron por su mente mientras se sumía en el sueño y en su cabeza bailaban las imágenes de una piel blanca y unas caderas ondulantes.

Abril 6, 1 PM

Estadio Maracaná

Rio de Janeiro, Brasil

Le había costado sangre, sudor y lágrimas (casi casi) a Alde llegar a tiempo, pero con un esfuerzo enorme había llegado el día anterior al estadio Maracaná para comprar el ultimo boleto del partido amistoso Brasil – Paraguay. Se puso su playera de la suerte, salió del pequeño hotel en el centro donde se había hospedado desde que llego y junto con los demás fanáticos arribó al estadio varias horas antes. Lo único que llevaba, por precaución, eran unos cuantos billetes en su bolsillo con la llave de la habitación a la que le había quitado el llavero y su celular.

No es que desconfiara de los rateros Brasileños de los que había escuchado. Era simple precaución.

El primer tiempo paso sin novedad. Mucha actividad en ambas porterías, mas únicamente 1 gol por cada equipo. Ambos eran buenos adversarios, pero Alde traía su playera de la suerte por lo que estaba más que confiado en que su equipo ganaría.

Durante este tiempo se tomó muchas selfies, fotos de las porristas, del público y del partido antes de que se escuchara por el altavoz:

"Y ahora, lo que todos los fanáticos están esperando. Saquen sus boletos que la rifa va a comenzar"

Alde comenzó a buscar su boleto hasta que lo encontró y lo tenía en la mano. Sortearon playeras, balones autografiados, hieleras con cerveza…

"Y como último premio: cinco boletos sacados al azar serán los afortunados en venir aquí al campo, tirar penaltis. El primero en meter 5 goles a nuestro portero, será elegido para una beca completa para un seminario a elegir, en el centro de entrenamiento del Cruzeiro con todos los gastos pagados por dos meses por cortesía de la FIFA!"

Aldebarán tomo el boleto en su mano y memorizo su número 100847 y comenzó a rezarle a todos los santos del futbol si es que lo hubiera.

- Por favor… por favor… por favor… que salga mi boleto – decía Alde con las manos juntas

"Y el primer boleto que tendrá la oportunidad es… 30959! Felicidades!"

- Por favor… por favor… por favor… que salga mi boleto – decía Alde con las manos hacia el cielo

"Y el segundo boleto que tendrá la oportunidad es… 101372! Felicidades!"

Para sorpresa de sus compañeros de junto, Alde se hinco.

- Por favor… por favor… por favor… que salga mi boleto – decía Alde – Les prometo no volver a comer más de cinco platos de comida en todo el día.

"El tercer boleto que tendrá la oportunidad es… 34231! Felicidades!"

- Por favor… por favor… por favor… que salga mi boleto – decía Alde – Les prometo que cuando regrese al santuario dejare los chismes ¡

"El cuarto boleto que tendrá la oportunidad de participar es el … 09371! Felicidades!"

- No me hagan esto! Yo me porto muy bien! Soy virgencito y no hago travesuras denme chance de intentarlo, por favor, por favor… Dejare la cerveza un mes y el porno dos meses…

"Y ahora si amigos, el ultimo boleto ganador de la oportunidad de esa beca es… el numero…. "

- Por favor… por favor… por favor… Por favor… por favor… por favor Por favor… por favor… por favor… Por favor… por favor… por favor… Por favor… por favor… por favor

" … el numero… 100847! Felicidades! Pasen al campo. Tienen cinco minutos para llegar o perderán su turno!

Alde abrió un ojo y luego el otro.

Gané? Gané! Yo! Yo lo tengo! Corro… corro… corro… - dijo mientras brincaba gradas y bajaba escaleras lo más rápido que le permitía la emoción que lo embargaba.

Quince minutos más tarde…

"Pues tenemos ya únicamente dos finalistas. Ambos han empatado en todas las rondas y esta será la definitiva" – decía el presentador – "Están listos"?

Alde volteo a ver a su competidor. Era solo un niño moreno claro de cabello lacio de honguito negro, apenas 1.55 de estatura, gorra de beisbolista amarilla, playera como la suya y short largo blanco, con calcetas altas y tenis regulares. Ese era un fanático y también muy bueno cobrando esos penaltis.

- Buena suerte amigo! – dijo Alde amistosamente

El chiquillo no volteo a verlo, pero le hizo la señal del pulgar arriba para indicarle que aceptaba sus buenos deseos.

Tiraron los cuatro primeros y ambos anotaron.

El ultimo tiro de Aldebarán dio en el fondo y el público completo lo vitoreo pero, para sorpresa y alegría de Alde, su competidor lo tiro sin fuerza y al centro, lo que lo hizo a él, el ganador absoluto.

Alde comenzó a abrazar a su competidor y brincar de gusto mientras todo el estadio lo ovacionaba.

- Suéltame bodoque con patas! Es que acaso no sabes comportarte? Hombre tenías que ser! – dijo una voz suave

Alde vio que la gorra se caía y esto le permitió ver unos enormes ojos negros rodeados por las pestanas mas largas que hubiera visto nunca mirándolo con una sonrisa.

La sorpresa fue tan grande que sus brazos se abrieron dejándola caer en el pasto. La chiquilla le dijo un "felicidades" y se dirigió hacia la orilla de la cancha dejando a Alde boquiabierto.

Había estado a punto de ser derrotado por una niña!

Capitulo 51

Abril 6, 8 pm

Oficina del Sanbocho

- Cocinas demasiado rico Camus – dijo Shaina satisfecha – Si engordo por tu culpa no te lo voy a perdonar.

- Jajaja dudo mucho que lo hagas – contesto Camus divertido – Veo y siento cuando bajas a entrenar con Geist antes que las demás se levanten

- Ahora me vigilas?

- No, pero debo estar pendiente o mi Sanbocho me regana

Shaina se rio.

- Como si de verdad me tuvieras miedo amigo mio. – dijo mientras levantaba la mesa – pasare a dejarte tu refractario mañana.

- De acuerdo

- Entonces… aceptas mi idea de incluirte en un sitio web de citas? – pregunto Shaina – Necesitas distraerte con otras chicas.

- Sabes que no creo en esas cosas – dijo Camus – Ademas es como gritarle al mundo "Soy un perdedor que en la vida real no puedo conseguir que nadie me quiera"

- Que ridículo eres! Ni siquiera voy a premiar con una respuesta a esa frase – dijo Shaina – pero en una de las revistas de Geist recomiendan un sitio serio. Me dejas ponerte?

- No

- Anda si?

- No

- Solo probamos a ver que sale, anda! – insistió Shaina

- Y si mejor te ponemos a ti?

- Y yo por que?

- Para ver que sale – dijo Camus – Que tal que conoces al hombre de tu vida.

- Y como sabes que no lo conozco ya?

- Porque no estarías perdiendo el tiempo aquí conmigo y estarías con el – reclamo Camus

- Ah! Eso me recuerda que necesito tu ayuda con mi próxima cita con MI NOVIO.

- Jajaja ouch – se burlo el peliazul – Que necesitas?

- Quiero que me ensenes a bailar.

Camus no pudo contener la carcajada al imaginarse al juez del inframundo siendo victima de su propia cosmic marionattion bailando mambo o cumbia.

Shaina tuvo que darle una palmada en el hombro para que reaccionara.

- Perdon… me proyecte Jajaja… que querias?

- Que me ensenes a bailar! No ritmos modernos que para eso no se necesita aprender…

- Me encantaría ayudarte pero tengo dos pies izquierdos. – dijo Camus – Pero por que no le dices a Milo. El es un experto.

Por un segundo la saco de balance y Camus lo supo.

- (ajajaa, casi me haces creerte que ya no sentias nada por el cobrita, casi!)

- El… estara ocupado haciendo los preparativos para recibir a su esposa – dijo Shaina – Tendre que pedírselo a Mu entonces.

- Yo te recomendaría que aprendieras con Milo – insistió Camus. De alguna forma tenia que ver si valia la pena luchar porque esos dos estuvieran juntos o definitivamente separarlos – Es el mejor bailarin que conozco y estoy seguro que si se lo pido te hara un espacio en su apretada agenda. Para cuando es tu cita con Minos?

- Para el 13. No podemos salir antes.