Capítulo 54

Abril 9, 3 pm

Boutique de Thes

Paris, Francia

Thes estaba atendiendo a una clienta regular suya cuando Fler entro con Isaak y varias bolsas de compras. Parecía que habían tenido un día muy ocupado porque Isaak prácticamente se desplomo en el sofá de Thes, desde donde ella se burló silenciosamente.

- Fler! No la esperaba tan pronto! – dijo Thes sonriendo mientras terminaba de despachar a la clienta que estaba ahí.

- No podía esperar más tiempo para ver las creaciones que hizo para mí y si mi vestido ya estaba ajustado.

- Claro que sí! La respuesta a ambas cosas es sí. Permíteme terminar con Madame Rocher y tendrás toda mi atención. Gustan algo de tomar?

- Tienes alguna poción mágica que haga que dejen de dolerme los pies? – Dijo Isaak agotado mientras Thes se reía de él.

- No. Lo siento. Solo agua o café.

- Yo lo sirvo no te preocupes. Isaak?

- Agua, gracias.

Fler sirvió un café para ella y un vaso con agua fresca para Isaak.

- Como lo hacen? Como las mujeres pueden andar y andar en tacones y no cansarse y mientras uno que solo carga parece que hizo todo un maratón.

Fler le lanzo una dulce sonrisa.

- Está en nuestros genes – bromeo entregándole su agua.

Madame Roche se fue cinco minutos más tarde mientras Fler hojeaba unas revistas.

- Vaya! Ya viste esta chica Isaak? Como le haría para traer ese vestido tan corto en pleno Abril?- dijo Fler extendiendo la revista Hola donde aparecía "Sophi"

- Quién es? Alguna modelo nueva? Yo quiero ver! Me faltan algunas para el desfile. – dijo Thes acercándose a Fler

Isaak miro la revista por un instante.

- Se parece a Shun

- Jajaja que ridículo Isaak… Shun es hombre y esta chica claramente es mujer – dijo Fler.

Thes miro detenidamente la foto. Esa cara la había visto una sola vez en el palacio de Poseidón mientras estaba desmayada cuando el dios había repelido su ataque. La maldita víbora resbalosa que la derroto sin problema!

- Si… si la conozco… y también conozco a su acompañante. – dijo Thes pero no sabiendo que tenía que ver Fler con ese universo prefirió cambiar de tema ante los ojos escrutadores de Isaak, bueno, su único ojo bueno. - Y bueno Fler Tengo cuatro bocetos de vestidos listos para ti y hasta en 3D.

Fler se levantó y aplaudió emocionada.

- Enséname vamos! Muero por verlos!

Thes se puso detrás del mostrador y saco 4 dibujos profesionales de chicas rubias en hermosos vestidos de novia.

- Oh por Odín Thes! Eres fantástica!

- Lo sé – dijo la ojiazul con modestia – que te parecen?

- A ninguno le cambiaría nada! Sera una muy difícil decisión!

Thes rio mientras que Isaak volvía a desplomarse en el sofá fastidiado de tanta ropa y mejor se puso a mensajear por celular.

- Y como te lo dije, me dio tiempo de buscar unas muestras perfectas de la tela y mira – dijo sacando una caja con 4 barbies con la réplica exacta de los vestidos que estaban en el dibujo ya hechos a la medida de las muñecas.

- Ay no! Los quiero todos! – exclamo Fler emocionada. Ni su hermana tendría un vestido tan fabuloso como el suyo.

Thes volvió a reír.

- Jajaja si mi hermano supiera en que ocupo los juguetes que me daba de niña … Jajaja

Isaak solo le dio una mirada de advertencia, misma que Thes le devolvió.

- Si… me decido por alguno… cuanto tiempo tardarías en tenerlo listo?

- Uff! Necesitamos al menos 3 pruebas pero si no engordas… - De pronto se le ocurrió una idea a Thes y no pudo dejar de expresarla en voz baja aunque esto no evito que Isaak parara oreja – No estas embarazada verdad?

A Fler se le subieron todos los colores al rostro.

- Claro que no! Como se te ocurre!

- A menos mal… es que luego le echan la culpa a uno de que no les sirve el vestido cuando lo que debieron tener es las piernas cerradas.

- Thes! – reprendió Isaak – Estas hablando con una Señorita DE-CEN-TE (Jajaja ni yo me la creí)

- Mil disculpas Fler… - dijo visiblemente apenada - Tanto estar aquí en Francia me revolvió las ideas…

- No te preocupes Thes… es comprensible…

- Entonces? Crees que puedas elegir alguno?

Fler vio los cuatro vestidos pero no dudo al escoger uno.

- Este.

- Segura? No es totalmente blanco y tu dijiste…

- Tal cual. Para cuando sería la primera prueba?

- Pues… te tomo las medidas ahorita… pido la tela… mmm… 2 semanas.

- Perfecto – dijo Fler decidida extendiendo la tarjeta de crédito – Puedo… quedarme mientras con la muñeca? Así podre soñar en cómo me veré en mi boda…

- Seguro! Yo con el dibujo tengo… deja voy por mi cinta y mi libreta

Fler no dejo de abrazar a la Barbie que tenía el vestido que eligió. Estaba completamente segura que a Camus le encantará verla con él puesto cuando se encontraran en el altar.

Abril 9, 4 pm

Hotel Real

Pamplona, España

Shura salió del restaurante del hotel bastante satisfecho con la calidad de la comida típica que había pedido. Las perdices al chocolate con un plato de chistorra y chorizo había sido toda una fiesta para su paladar.

Iba llegando a la recepción cuando una figura conocida chocó con él.

- Perdone usted– dijo Zita – Ah eres tú! Ven y ayúdame! - Dijo llevándoselo de la mano mientras que le azotaba un suave bolso de gimnasio en el estómago para que lo ayudara a cargarlo.

Shura, que no supo cómo reaccionar, solo la siguió. Después de todo, no tenía nada más importante que hacer.

Zita lo condujo hasta su camioneta y le aventó las llaves.

- Maneja! Yo voy tarde y necesito cambiarme – dijo Zita entrando a la parte trasera y comenzando a desvestirse – Ve derecho tres semáforos a la izquierda

A Shura se le hizo divertido y prendió la camioneta conduciendo a donde Zita le decía.

- A dónde vamos?

- A la función de las 5. Me quede dormida! – dijo mientras se quitaba la blusa – No vayas a voltear y por favor pon atención. No te vayas a pasar porque si no llegare tarde y Omar me va a reganar.

Shura se dedicó a conducir espiando de vez en cuando por el retrovisor.

- Es mi imaginación o te estas quedando en el mismo hotel que yo? – Pregunto Shura – Me estas siguiendo?

- No lo imaginaste. Se espera de nosotros que compartamos cama y como no lo estamos haciendo, finjo que lo hago para no perder el respeto de mi gente. Preferirías que durmiera en otro lado?- Shura imaginó a Zita durmiendo en brazos de Mario y sintió cómo le daba un vuelco el estómago. La idea era repugnante.

- No, aunque estoy seguro de que Mario te ha echado de menos - En cuanto aquellas palabras salieron de su boca, deseó no haberlas pronunciado. Maldición, ¿qué le estaba ocurriendo? No tenía ningún derecho a criticar la moral de Zita. - Lo siento -se apresuró a decir antes de que ella tuviera tiempo de reaccionar -No debí haber dicho eso. Está fuera de lugar.

- Da vuelta a la izquierda en el siguiente semáforo y sigue 10 calles. Donde veas la fuente ve a la derecha -le dijo Zita medio molesta mientras se ponía su vestido rojo con lunares blancos

- Maldición -murmuró Shura frunciendo el ceño mientras tamborileaba los dedos sobre el volante.

Zita era la última persona del mundo a la que deseaba hacer daño y se maldecía en silencio por haber provocado aquella expresión de dolor en el rostro de Zita que alcanzo a ver por el espejo. Pero imaginársela con otro hombre, o vendiéndose en las ferias como se sabía que hacían las mujeres gitanas le enfurecía sobremanera.

Llegaron a su destino que parecía ser un teatro y Shura estaciono donde Zita le dijo mientras que esta corría hacia dentro del edificio con el resto de lo que estaba en su bolso de gimnasio.

Por qué se había quedado Zita en el mismo hotel? Volvería a hacerlo aquella noche? Para Shura estaba claro que se le estaba ofreciendo. Estaría lo bastante en forma como para aceptar su ofrecimiento si aquella noche si ella se lo insinuaba? Lo dudaba. Llevaba casi seis meses sin salir con alguna chica por diversos motivos pero estaba decidido a que esa situación no durara mucho.

Tras pensárselo un buen rato, Shura decidió que no le haría ningún daño aprovechar el ardiente cuerpo de la muchacha si ella le daba la más mínima indicación de que estaba dispuesta. En cuanto Shura entro al edificio detrás de Zita, recibió un aluvión de felicitaciones.

Todos detrás del escenario parecían conocerlo aunque Shura no tenía ni idea de quienes eran. Algunos se limitaban a saludarlo, y Shura les devolvía el saludo, aceptando su amistad del mismo modo que se la ofrecían. Aquella gente lo había aceptado como uno de los suyos tan fácilmente que se sorprendió.

- Cuándo van a celebrar su boda, Shura? - le preguntó un hombre - Todo el mundo está deseando que haya fiesta y baile.

- Espera a ver bailar a Zita – dijo una joven mujer - Es magnífica.

- Bailar?

En ese momento, las luces se apagaron y se dio cuenta que estaba tras bastidores.

Zita estaba sobre el escenario con Mario, Omar y Rosa también vestidos a la usanza andaluza preparados para cantar y bailar. Con una rápida mirada se dio cuenta que el teatro, al que él había accesado por la parte de atrás, tenía un lleno completo.

Puso un poco más de atención y se dio cuenta de que varios de los amigos y parientes de Zita se preparaban también para sus diversos actos. Alguien le puso al pequeño Tony en brazos pero Shura le presto mayor atención. Estaba concentrado mirando fijamente a Zita. Aquella noche estaba excepcionalmente bella. Había cubierto su brillante cabello rojo con una peluca negra azabache adornado con una rosa roja natural y su labial era del mismo rojo intenso del vestido. En qué momento había maquillado sus ojos de manera tan seductora?

- ¡Baila para nosotros, Zita! -gritó alguien en el público.

Los instrumentos del otro lado del escenario y los acordes de una alegre melodía flamenca inundaron el aire. La energía de la guitarra en manos de Omar y la pandereta en manos de Rosa provocaron que enseguida todos estuvieran dando palmas y zapateando.

Cuando el primer acto termino, Zita se cambió de ropa rápidamente detrás del escenario hasta quedar con una típica vestimenta gitana. Cuando volvió a escena, Shura frunció el ceño cuando Mario se inclinó ante la joven y le ofreció la mano. Él la hizo girar al instante en una ardiente danza, dándole vueltas y más vueltas. Sus faldas volaban alto, desprendiendo destellos y revelando sus bien formadas piernas. Los cuerpos de ambos se balanceaban y se retorcían de forma seductora, como los de dos amantes apasionados inmersos en un ancestral ritual de apareamiento.

Shura tenía la vista clavada en el flexible cuerpo de Zita mientras ella saltaba por los aires y planeaba como una pluma al viento antes de caer en brazos de Mario. Él nunca había visto tanta gracilidad, semejante desenfreno sensual. Nunca se había sentido tan completamente cautivado. Nunca había experimentado unos celos tan abrumadores. Con los puños cerrados y apretando los dientes, Shura sentía deseos de entrar al escenario y separar a los bailarines, pero por supuesto no lo hizo. Ya no se preguntaba si Mario y Zita eran amantes. Sólo los amantes podían bailar juntos de semejante manera.

Incapaz de soportar la visión de las espectaculares piernas de Zita siendo públicamente admiradas, le paso el niño a su madre y salió de ahí. Se quedó sentado arriba del cofre de la camioneta mirando al cielo. Parecía que el show no fuera a terminar nunca. No entendía por qué le molestaba, pero no le gustaba ni lo más mínimo.

- Te sientes mal? No me he atrevido a preguntarte, pero la camarista me informo que estabas bien - le preguntó Zita – El show está por terminar y yo ya no soy necesaria. Quieres que te lleve al hotel?

- Estoy perfectamente, gracias -gruñó Shura-. Mario y tú hacéis muy buena pareja de baile.

- Bailamos juntos desde que éramos niños. -Shura escuchó el crujir de ropa y se puso tenso.

- Tomare un taxi – Dijo Shura

- No seas tonto, yo te traje yo te llevo – dijo Zita

- Y qué hay de Mario?

- Qué pasa con él?

- No quiere estar contigo esta noche? Teniendo en cuenta la manera en que le enseñabas las piernas y te lanzabas sobre él, di por hecho que esta noche acabarías a su lado. Es obvio que te desea. – dijo Shura subiéndose a la camioneta.

Zita le lanzó una mirada cortante.

- Mario y yo somos amigos de la infancia. Y en cuanto al baile, lo llevo en la sangre. Mi cuerpo se mueve al ritmo de la música con independencia de mi mente. No tengo control sobre él -Zita entornó los ojos, como si un súbito pensamiento la obligara a hablar - Me deseas, Shura?

- Dudo que sea capaz de estar a la altura de la ocasión esta noche debido a mi humor -aseguró Shura con sarcasmo -Pero sí, supongo que te deseo. Y como yo no puedo, tal vez alguno de los otros hombres...

El gemido ultrajado de Zita le hizo ver que había llegado demasiado lejos.

- Maldito seas, Shura! -le espetó -He conseguido controlar mi genio mientras estabas enfermo, pero ahora que te encuentras mejor, no toleraré tus insultos. Soy romaní, nada puede cambiar ese hecho, pero podías al menos disimular tu desprecio por mí y los míos cuando nos topemos.

- (Dios, es magnífica) - pensó Shura mirándola con admiración.

Tenía la vista clavada en sus exuberantes senos, y los apartó a regañadientes de allí para posarlos en sus ojos enfurecidos y en el expresivo rostro. Deseaba que estacionara la camioneta tumbarla sobre el asiento trasero y hacerle al amor de forma tempestuosa. Shura dejó escapar un profundo suspiro de arrepentimiento.

- Lo siento, Zita. Me estoy comportando mal, pero no siento ningún desprecio por ti ni por tu gente. Me siento frustrado únicamente.

- (Piensa que soy una prostituta) - reflexionó Zita mientras se acercaba al hotel. Era cierto que algunas mujeres romanís eran promiscuas, pero Zita no era una de ellas. Tenía que amar a un hombre para poder entregarse a él.

Zita sabía que no podía esperar que Shura se tomara su matrimonio en serio, o que sintiera deseo por ella. Resultaba inevitable que se marchara y también que ella siguiera en el espectáculo con su familia, pero por el bien de su familia, hasta que Shura no saliera de su camino, se comportaría como su esposa ante los demás de su tribu.

Abril 9, 8 pm

Cámara del Sanbocho

Santuario de Athena, Grecia

Shaina estaba viendo una revista de moda ya con un pantalón deportivo de nylon rojo y una camiseta ombliguera puesta cuando sonó su celular. Sonrió con anticipación sabiendo quien era.

S.- Ciao Caro Mio

M.- Ciao Bellisima, perdón. Se me hizo tarde.

S.- No te preocupes. Estaba viendo algunas opciones para mi vestido.

M.- Tú te verás hermosa con cualquier cosa que te pongas. Y si no te pones nada mucho mejor!

S.- (tono burlón) Ah qué bien! El que me des luz verde para hacerlo no sabes… me quitas un gran gasto de encima!

M.- Que? No! Dime que estas bromeando!

S.- Jajaja claro que si estoy bromeando Jajaja pues con que chicas te juntas que las crees capaz de eso?

M.- Fiuuuu me acabas de sacar muchas canas del susto.

S.- Jajaja tienes la ventaja que nadie te las va a notar Jajaja

M.- Cierto… Jajaja… no me había puesto a pensar en eso Jajaja pero no le digas a Aiacos o se va a aprovechar de mí.

S.- Bueno volviendo al tema prefieres que vaya de blanco o de negro?

M.- De Rojo

S.- Negro o Blanco?

M.- De Rojo

S.- Minos! El baile es solo blanco y negro!

M.- Eso no te detuvo la última vez en Columbus… donde me hiciste perder 7 días… te veías tan… yummi!

S.- Oh cállate! Fue lo más embarazoso de toda mi estancia ahí… Por qué no me dijiste que era de blanco y negro?

M.- Porque te ves más sexy de rojo y Pues te aseguro que si lo que Poseidón quería era fastidiarme lo consiguió… ahora ya no puedo dormir… veo el teléfono a toda hora… ya no me voy de parranda… y solo me la paso viendo cierta foto de una hermosa peli verde en mi escritorio. Estoy hecho un desastre

S.- Ay que tierno!

M.- Jaja eso no es lo que dicen mis espectros, pues toda mi frustración por no estar ahí saboreando ciertos honeylips lo desquito con ellos Jajaja.

S.- Que malo eres. Pobrecitos.

M.- Pero eso es bueno. Hades llego ayer inesperadamente y… ( se escucha escándalo y gente corriendo y gritando ) aparentemente trae a todos locos como puedes escuchar, pero mis asuntos son los únicos que están 100% en orden Jajaja Aiacos esta histérico porque dice que le van a salir arrugas de la preocupación…

S.- Y no te va a reganar por estar hablando conmigo?

M.- Seguramente sí. Ya tuvo a bien reganarme por culpa de Pandora por otra situación…

S.- Al respecto…

M.- Que pasa?

S.- Hoy Athena y Shion me mandaron llamar…

M.- Ahora qué?

S.- (suspiro) lo mismo. La preocupación por que desatemos otra vez una guerra y bla bla bla…

M.- … (se escucha más escándalo y gritos desgarradores)

S.- Minos?

M.- Aquí sigo… decías?

S.- Estas jugando con tu cosmic marionattion?

M.- No, como puedes pensar eso (muajaja!)

S.- Mejor lo discutimos cuando vengas. No quiero tocar el tema por teléfono…

M.- Que dijo el cornudo y la nena consentida…? suéltalo!

S.- Hey! Yo no te digo que Hades… no le digo… Momento. No conozco a Hades aun. No se me ocurre nada… De todos modos no les digas así!

M.- Jaja lo siento. No puedo evitarlo.

S.- Ya se! … Yo no digo que Pandora es la emo-golfilla oficial del inframundo o sí?

M.- Me encantaría decir que Pandora lo es, pero no. Es una niña decente. Loca y sicópata, pero aunque no lo parezca, es decente. Me consta.

S.- Como dices? Te consta? Puedes explicarme a que te refieres con eso?

M.- Digamos que simplemente lo sé. Problem? (inserte carita inocente aquí)

S.- …

M.- Preciosa, no te enojes. Simplemente te digo que si bien no es la pureza andando, solo ha tenido un solo resbalón… no es para tanto. Pero estabas con que tus jefes … algo?

S.- No. Ya no tengo ganas de hablar!. Lárgate con la niña emo si tanto la defiendes!

M.- Ahhh… rabieta? Te hablo en cinco. (colgó)

Shaina aventó el teléfono, la revista, los cojines y todo lo que pudo contra su tocador, haciendo un reverendo desmadre en su habitación.

Cinco minutos exactos después el teléfono sonó de nuevo. Shaina corrió a recogerlo buscándolo entre todos los triques sobre su cama.

Era algo que ambos habían aprendido en esos meses. Los Aries tenían de vez en cuando sus rabietas y solo duraban cinco minutos. Después, se les olvidaba hasta por que se habían enojado.

M.- Mejor?

S.- (suspiro) Si.

M.- Perfecto. En que estábamos?

S.- Mi vestido… Ninguno de los dos colores va conmigo. El blanco es muy… me hace ver…

M.- Hermosa? Como ángel? Como princesa de cuento?

S.- Gorda!

M.- Ridículo! Tu no podrías verte gorda aunque quisieras!

S.- Hay precioso! Siempre sabes cómo hacerme sentir mejor. Por eso te quiero!

M.- En serio?

S.- Que?

M.- En serio me quieres?

S.- …

M.- Shaina?

S.- Si

M.- Sí que?

S.- Si te quiero.

M.- …Yo también te quiero.

El romance fue interrumpido por los toquidos de la puerta de su habitación.

S.- Permíteme un momento… alguien toca a mi puerta

Shaina se levantó a abrir la puerta con el teléfono en la mano y Camus estaba en el umbral.

- Hola Peque, Lista? – Dijo Camus admirando su cara en vivo y en directo por primera vez. Shaina no se había dado cuenta que no traía puesta su máscara.

M.- (La voz se me hace conocida)

- Como para qué? –contesto ella rápidamente – Estoy ocupada. Vete!

- Llevas posponiendo tu cita con Milo dos días! – dijo Camus

M.- (Milo? Cita?)

- Dile que cambie de opinión y váyanse de mi cuarto antes de que Shion los vea! – grito con voz ahogada

M.- (Su… cuarto…?)

Para su indignación, Milo ya estaba lo bastante cerca de su puerta como para hacer su escenita

- Trae tu trasero aquí viborita o entro a sacarte! – dijo con voz suficientemente alta para que ella lo escuchara pero no para que se oyera en la recamara del patriarca – No tengo tiempo para estarlo perdiendo en berrinches de escuincla malcriada!

M.- (¡!)

- Y te sugeriría que te cubrieras con tus lentes – susurro Camus.

Shaina se llevó la mano a la cara y le azoto la puerta prácticamente en las narices.

S.- Caro? Uhhh… tengo que colgar pero…

M.- …

Minos se había quedado callado. Estaba recordando lo que había sucedido ayer después de que colgaran.

Flashback

Hades entro al inframundo de un humor pésimo. Regresaba de ir a dejar a Perséfone con su madre y de regreso había ido a ver a su sobrino Ares, quien de nuevo le estaba causando problemas en medio oriente. Le enviaba más gente de la que podían procesar y todos se estaban quejando por ello.

Para colmo su cuerpo de repuesto (ya que Shun no lo dejaba utilizar el suyo), le causaba más dolores de cabeza que satisfacciones, tanto dentro como fuera del inframundo y como cereza del pastel, Pandora lo intercepto en su oficina para quejarse de sus fieles espectros.

- Tienes que ser más exigente con ellos hermano! – le dijo – Minos esta insoportable desde que anda con esa mujer… Aiacos parece que le sobra tiempo de jugar al maniquí… y Wyvern quiere ir a estudiar al mismo tiempo que yo…

Hades se reclino en su silla ejecutiva y comenzó a hacerse tonto buscando una carpeta que el sabía que no estaba ahí.

- Déjalos en paz. Mientras hagan bien su trabajo, lo que hagan en su tiempo libre no es de mi incumbencia y lo sabes. Esta dentro de su contrato.

- Pero Minos no está haciendo bien su trabajo! – reclamo – No se toma ni tres segundos para juzgar las almas…

- Y cuanto le toma a Wyvern?

- No le he tomado tiempo pero…

- Y a Lune?

- Bueno tampoco pero…

- Y a Aiacos?...

- Es que no me estas escuchando… Me rompió mi arpa! – dijo pateando el suelo de mármol.

Eso sí llamo la atención de Hades. A él le gustaba que Pandora tocara para el en un día difícil. Tanto Orfeo como Pandora eran excelentes músicos, con la diferencia de que Orfeo no intentaría matarlo como ella… al menos con su música.

- Aiacos te rompió tu arpa? – dijo asombrado – Como pudo hacerlo si nadie puede tocarla siquiera?

- No Aiacos… Minos!

- Misma pregunta… Como lo hizo?

Pandora se mordió un labio. Si le decía a su hermano y mandaba llamar a Minos y Minos le ensenaba las fotos…

- Llámalo! – dijo Hades – Esto quiero que lo escuche el también. No estoy de humor para boberías hoy.

- Si Hermano…

Pandora salió y mando llamar a Minos. Este no tardó en aparecer.

- Llamo señorita?

- Mi hermano quiere verte – Dijo Pandora de forma altiva dándole la espalda.

- De acuerdo. La sigo.

Ambos entraron en la oficina de Hades, quien ya se había servido un Death in the Afternoon. (Coctel preparado con Ajenjo y Champaña).

- Aquí esta Minos, hermano

Minos puso una rodilla en el suelo en señal de respeto por su señor Hades.

- Levántate Minos… Gracias por tu lealtad hasta ahora.

- Es un placer servirlo Señor.

- Un trago?

- No señor, estoy de servicio, gracias.

Hades sonrió complacido. Su Juez favorito nunca le había fallado y no le gustaba llamarle la atención por las tonterías de su hermana pero tampoco podía desairarla y restarle autoridad.

- Traes tu reporte contigo? Quisiera ver tu productividad.

- Se lo entregue en tiempo y forma a la señorita Pandora señor.

Pandora sonrió maliciosamente.

- Porque no vas a mi escritorio por él, Minos? Estoy segura que mi hermano esperara unos segundos a que regreses con él en la mano, no es verdad mi señor?

- Si… no tengo la menor prisa – dijo viendo fijamente a Pandora. Conocía esa mirada y no era nada buena.

- Como ordene, señorita – dijo Minos de buen humor.

Se transportó a la oficina de Pandora rápidamente y vio varios folders en su escritorio. El azul lo reconoció como propio. Era el único de los jueces que utilizaba ese color. Se acercó para recogerlo y vio un folder rosa con el nombre de Shaina en el.

No iba a abrirlo pero algo más fuerte que él lo impulso a hacerlo.

Lo abrió rápidamente y reconoció el ridículo papel blanco con corazoncitos rojos que Afrodita usaba en su papelería oficial. Era únicamente un resumen de una corrida del Reporte del Corazón donde decía el quien, como, cuando y donde de todos los amores de la persona en cuestión que había tenido desde que nació.

Los nombres en azul era el amor fraternal por la familia y hermanos; en rosa eran simples amistades pero verdaderas; en rojo eran los amores pasados por los que ya no se sentía nada; en naranja los que estaban en transición de ser retomados o reemplazados pero que aún había sentimientos muy fuertes por esa persona y el verde la pareja sentimental actual. Entre más fuerte era el color de la tinta, mayor el sentimiento hacia esa persona.

- Pero que carajos…! – dijo Minos – Que demonios hace este archivo sobre el escritorio de la bruja?

Sin embargo no pudo dejar pasar la oportunidad y solo se fijó en dos nombres: El naranja y el verde, y no le gusto lo que vio, sobretodo, cuando vio que las fechas se sobreponían.

Recordó la breve conversación que tuvieron la primera vez que habían comido juntos en el hotel en la que él le había preguntado por su amor en el santuario y ella le había dicho que no intentara leer su mente. Ella no se lo había negado. Y Tampoco le había molestado en ese momento porque el solo estaba tratando de salir de ahí, pero ahora las cosas habían cambiado y él no había vuelto a pensar en eso hasta hoy.

Volvió a colocar el archivo como estaba y regreso donde Hades lo esperaba, con un semblante tan distinto que Pandora supo de inmediato que la curiosidad de Minos había jugado a su favor.

No importaba ya si lo reganaban o no por su trabajo o su arpa. Ella ya había ganado esa partida.

Fin del flashback

S.- Minos? Sigues ahí?

M.- Vete. Parece que es demasiado importante como para que 1.- Estén en la puerta de tu habitación a estas horas de la noche, 2.- Dejes que te hable así de familiar y 3.- Yo pase a segundo plano. Solo te aviso que tú y yo vamos a tener una conversación muy seria cuando llegue. (colgó)

Shaina entendió el porqué de la actitud de su novio demasiado tarde.

S.- No espera, no es lo que crees! Minos? Minos! Arghhhhhhhhh Te odio maldito alacrán! – grito Shaina poniéndose sus lentes y saliendo furiosa con su cosmos encendido hacia donde estaba Milo y comenzó a atacarlo con todo el afán de hacerle daño.

Camus no intervino. Solo los dejo. Shaina no podría hacerle nada a Milo aunque lo intentara y los tres lo sabían. Milo solo evadía los golpes viéndola entre fascinado y angustiado. Ella nunca se había atrevido a atacarlo y mucho menos con esa rabia.

Entre tanto jaleo llegaron al patio trasero de las cámaras. Ahí no había guardias, ni ruido. Había luna llena y solo estaban ellos tres. Shaina intentando golpear a Milo, Milo esquivando y Camus de espectador. El caballero de acuario dejo pasar unos minutos antes de intervenir:

- Basta ya los dos! Compórtense! – Gritó haciendo que Shaina volteara y Milo aprovechara para controlarla de las muñecas.

- Porque siempre tienes que echármelo a perder – susurro a Milo entre dientes

- No lo hago intencionalmente – contesto Milo sintiéndola aun temblar de furia.

Shaina ya no contesto. Tampoco pudo verlo a los ojos, esperando que Shion o Athena entraran por la puerta para reganarla.

- Vas a querer las lecciones o no? – pregunto sin soltarla

- No quiero. Vete y déjame en paz!

- Tomare eso como un sí! – dijo Milo antes de hacerle una señal a su amigo para que pusiera música

- Entonces para que me preguntas si harás lo que te venga en gana!

- Porque me gusta verte enojada – susurro Milo antes de decirle a Camus en voz alta – Rock & Roll!

Camus lo vio como si fuera extraterrestre y se acercó a sus amigos.

- Le vas a ensenar Rock&Roll? Como principiante? Estás loco?

- Ninguno de los dos podrá bailar lento hoy así que pon un maldito Rock hielito, a menos que quiera que te haga frappe! – dijo Milo con una sonrisa a su amigo – Además… dudo que esta niña no haya ido a un baile ya con el titiritero de peluche. Solo voy a ampliarle sus horizontes.

Camus volteo a ver a Shaina quien seguía intentando zafar sus manos del agarre de las tenazas de Milo y esta solo asintió con la cabeza y con los ojos aun llenos de furia, haciendo que Camus suspirara resignado. Solo esperaba que esos dos no se mataran antes de terminar la primera canción!

Capitulo 55

Shaina x Geist x Mu

Hades x Minos

Junet x Shun

Shaka

Alde

Abril 11, 7 am

Recinto de la Amazonas

Santuario de Athena, Grecia

Shaina y Geist regresaron de su entrenamiento matutino mientras Marin y Junet les hacían el desayuno a todas las ninas, quienes a esa hora, tomaban su banio antes de comenzar a entrenar. Marin y Shaina hacían como que nada habia pasado entre ellas, aunque aun no aclaraban de frente la situación.

- Desayunaras con nosotras esta vez Shaina? – pregunto Junet

- No tengo mucha hambre – respondio Shaina mientras se quitaba su mascara – Aunque si tengo mucho sueno.

- Te quedaste esperando la llamada que nunca llego? – pregunto Junet haciendo que Geist le diera una palmada en la nuca.

Shaina volteo a ver a su amiga con expresión cansada mas que molesta.

- No puedes guardarte nada? – le pregunto a la pelinegra

- Vamos! Ni me dijiste que era un secreto y además que esperas si solo podemos platicar entre nosotras tres? – dijo Geist mientras hacia unos jugos en el extractor

- Eso es cierto. No te enojes. – dijo Junet queriendo ayudar a Geist

Shaina puso sus manos juntas y comenzó a tamborilear sus dedos tipo Sr. Burns.

- Ahhhh pues si ese es todo el problema Chicas, les informo que a fin de mes llegan dos Santas mas… asi que pongan a punto dos cabanas mas.

- Que? – exclamaron las tres chicas al mismo tiempo

- Lo que oyeron. – dijo Shaina – Se les solicitoo y ellas estuvieron dispuestas a venir a ayudarnos con el entrenamiento de las ninas. 13 ninas para 3 maestras es mucho. Algunas se están retrazando…

- 13? Que no son 14? – Pregunto Marin

- Si, pero una de ellas no creo que sea apta para estar aquí. Aun no es definitivo asi que no dire nada mas – Dijo Shaina recibiendo de manos de Geist un jugo junto a las demás - Gracias

- Y… quienes son las que vendrán? Las conocemos? – Pregunto Junet tratando de hacer memoria pero no recordaba a ninguna otra Saint viva.

Shaina se tomo su jugo y vio que Geist estaba preparando galletas al mismo tiempo que hablaban.

- Geist? Que crees que estas haciendo?

- Galletas

- No esta el menú hacer galletas hoy – dijo Junet

- Son un regalo – contesto mientras prendia el horno.

Las Marin, Junet y Shaina se voltearon a ver extrañadas.

- Uhhh… Geist… siquiera sabes prepararlas?

- Claro que si! – contesto mientras batia la masa – Y tambien en microondas solo que no saben tan ricas, pero ya nos desviamos del tema. Quienes son las que vienen?

- Mmm… una es Yulij…

- Y la otra no sera Mayura verdad? - Interrumpio Marin dejando a las otras dos con cara de What

Shaina asintió

- Espero que no sea un problema Marin – dijo Shaina – Solo vendrá a ayudar.

- Hum! – fue la respuesta de la pelirroja antes de cruzarse de brazos y voltear la cara.

Tanto Geist como Junet la miraron interrogante y voltearon a ver a Shaina esperando una explicación.

- Cuando Marin y yo apenas eramos aprendices, Mayura ya ostentaba la armadura de plata de Pavo Real y ha sido considerada la Saint Femenina mas poderosa de todos los tiempos… - dijo Shaina

- No creo que sea para tanto – dijo Marin levantándose dejando mas intrigada a las otras dos.

- El poder de Mayura antes de que decidiera retirarse era comparado con el de Shaka de Virgo, pero en femenino. – Vio que Junet y Geist estaban intrigadas y continuo diciendo – Si bien no usa las mismas técnicas, su poder si es asi de grande.

- Oye pero… que no Shiva tenia esa armadura? – pregunto Junet intrigada

- Si. Mayura se retiro y dejo la armadura. Shiva se la gano por derecho propio. – explico Shaina – Ella no vendrá como una Santa de Plata, sino como una maestra, por tanto ya no tiene la necesidad de ni una armadura, ni acumular su cosmo.

Marin salio de ahí en silencio.

- Que le pasa a Marin? – pregunto Geist

- Uhhh… Creo que no supera que Mayura le haya dicho que no merecia una armadura de plata – dijo Shaina - Mayura era una Saint que superana la fuerza de dos plateados y uno de bronce al mismo tiempo, en resistencia, fuerza, poder y habilidad. Tenia la habilidad de acumular su cosmos al privarse de los cinco sentidos tal como Shaka y esta altamente calificada en las habilidades psíquicas o mentales como Mu: Telepatia, Telequinesis y Teletransportacion.

- Wow! Esto será divertido – Dijo Geist emocionada junto con Junet – Tendremos nuevas compañeras!

- Lo malo es que ella es capaz de percibir las emociones negativas en las personas, y es capaz de ver los malos presagios, razón por la cual le dijo a Marin que nunca podría hacer nada con la armadura y que… su destino no seria tan grandioso como ella esperaba y supongo que a Marin no le hizo mucha gracia. – Dijo Shaina – Espero que esto no vaya a crear ningun conflicto, Geist. Ahora tu eres la encargada del recinto.