Capítulo 60

Abril 14, 3 pm

En algún lugar de la Selva Baja

Amazonas, Perú

Shaka, Liz y los guías siguieron corriendo varios kilómetros hasta que Shaka ya no percibió el peligro.

- No entiendo! Que viste? de que corrimos? – pregunto Liz tratando de recuperarse.

- Yo tampoco entiendo muchas cosas, pero "eso" era real y era siniestro. Tanto que no pude detectarlo hasta estar demasiado cerca! – dijo Shaka – Eso me recuerda… Cómo pudiste saltar tan alto? Me salvaste de caer al vacío!

- Si pero tú me salvaste primero al hacer que corriéramos del peligro. –dijo Liz – Y en respuesta a como pude saltar tan alto… pues soy gimnasta recuerdas?

Shaka sabía que había algo más que no le había dicho, pero no era momento de presionarla.

- Entonces digamos que quedamos a mano.

Liz asintió contenta de que Shaka no fuera a seguir preguntándole y aprovecho para ir a interrogar a los guías que estaban muertos de miedo arrinconados bajo un árbol. Estos solo mencionaban un solo nombre: Zupay.

- Zupay? Están locos… eso no existe! – decía Liz alegando con ellos

Shaka se acercó.

- Que significa Supai?

- Supai no. Zupay. – Aclaro Liz – Significa dios-demonio para la mitología Inca y se supone que habita las profundidades de la tierra y el guarda la entrada al inframundo.

- Otra entrada al inframundo? (Esta no debe ser conocida ya que no tenía idea)… Y por qué carajo dices que no existe? Acaso no lo sentiste venir?

- Claro que no! Yo solo corrí porque tú me dijiste! Tío Budd dijo que confiara en lo que tú me dijeras y eso hice! Acaso… si puede tratarse de un demonio?

- Desde luego niña! Para que haya bien tiene que haber mal! Acaso no te lo enseno tu tío? O tu padre?

Liz asintió con la cabeza.

- Si pero la ciencia dice que solo son producto de la imaginación de la gente ignorante.

Shaka se sacudió la cabeza condescendientemente. No tenía ganas de pelear.

Vio que los guías por el susto habían decidido acampar ahí aun cuando era muy temprano, no los culpó. El mismo se había asustado al no poder ver al enemigo, pero sí pudo sentirlo suficientemente a tiempo para sacar a Liz de ahí.

- A ver, ya que estamos en eso, aclárame como conoces a tu "tío Budd"- dijo Shaka tomando una botella de agua

- Pues… es mi padrino de bautizo – dijo Liz bajando la mirada

- Perdón? – dijo Shaka casi atragantándose con el agua.

Liz no se veía muy cómoda con la conversación, pues se retorcía las manos nerviosamente.

- Se supone que él se quedó a cargo de mi mientras mi padre y su novia se fueron a… Europa. Se quedaran allá todo el mes – dijo volteando a verlo apenada

- Deja ver si entendí. – dijo Shaka masajeándose las sienes con ambas manos -Tienes 18, eres inteligente, tanto que estas en el último año de Arqueología, eres norteamericana, hablas varios idiomas, eres autosuficiente económicamente hablando… pero tu padre no te puede dejar sola y pide a tu padrino que te vigile en su ausencia pero este te deja venir a la parte más peligrosa del continente y me manda a mí de tu niñera?

- Pues si lo pones así, no suena tan bien – dijo Liz bajando la mirada de nuevo

Shaka no podía creerlo. Buda estaba jugando con él y eso lo ponía furioso. El sabía que tenía una misión para con Athena antes que con él.

Trataría de encontrar la maldita Paititi para poder zafarse de eso lo antes posible y volver a retomar el camino a buscar a su sucesor esta vez sin ayuda de Buda. Jamás se había sentido tan humillado.

Abril 14, 1 pm.

Dormitorios del Cruzeiro Camp

Belo Horizonte, Brasil

Alde terminaba de tomar su baño y andaba buscando que ropa ponerse. No llevaba muchas opciones, así que decidió pedirle ayuda a su amigo Mu. Tomo su celular y comenzó a mensajearle:

A.- Hey Mu! Estas ocupado?

M.- Para nada. Solo que hay algo de tráfico por aquí. Parece que la esposa de Milo se trajo toda la caravana.

A.- Ya la conociste?

M.- Aun no. Milo nos pidió que la dejáramos descansar y la veremos en el banquete que le organiza Saori.

A.- Ufff que envidia!

M.- Sí. Dicen que Shaina organizo todo antes de irse con Minos… ese es otro chisme. Y tú?

A.- Ah sí, lo había olvidado :P Tengo una cita y necesito tu ayuda

M.- :O en serio? Como le hiciste?

A.- Pues… ella fue la que me invito :P Debe ser que soy muy guapo e irresistible jaja

M.- lol OMG deja que se lo cuente a los chicos

A.- Que? A poco crees que no lo soy?

M.- Supongo que a tu modo si Jajaja y quien es la aventada

A.- Niv

M.- Uhhh…? Recuérdame quien es Niv?

A.- Nívea, la única chica de la que te he platicado. La chica con la que competí con el premio que resulto ser hija del Presidente del Club Cruzeiro FC

M.- Ahhh… Y es bonita?

A.- Preciosa!

M.- Y por qué te invito ella y no la invitaste tú?

A.- Jajaja ya te dije. Es porque soy irresistible

M.- Si como no. Me estas presumiendo entonces?

A.- Aparte. Nunca he tenido una cita. Que se supone que tengo que ponerme?

M.- Estas de lado de la playa? A donde piensan Ir?

A.- No. A la ciudad. A comer, tal vez al parque o al cine. La verdad ni le pregunte.

M.- Entonces unos jeans y una camisa de algodón desfajada pero con una camiseta blanca debajo que no sea de futbol y que no sea una playera con estampado. Y haz algo con ese cabello!

A.- No te dije? Me lo corte. Jijiji

M.- Queeeeeeeee?

A.- Siiiiii lo traigo más cortito que Shura.

M.- A ver manda foto

A.- (archivo adjunto) Me estorbaba para jugar.

M.- Te queda bien Alde, hasta pareces gente decente… por que no te casas con el balón y tienen baloncitos Jajaja mas fácil

A.- Mu… No quiero decir que te portas como un idiota, pero vas que vuelas.

M.- Tranquilo torito… es broma! Estamos todos nerviosos por conocer a la señora de Milo. Hay muchos rumores al respecto

A.- Déjenla tranquila o la van a espantar. Y ya con ese trio de zoquetes tiene.

M.- Cual trio?

A.- Kanon, Camus y Milo

M.- Jajaja Te estás perdiendo de unos chismes muy jugosos amigo.

A.- Toma nota y luego me los pasas. A ti como te va con ya-sabes-quien

M.- No sé de qué me hablas

A.- mmm… tendré que usar mis superpoderes para averiguarlo y cuando sea así, veras como te voy a molestar.

M.- Te reto a que lo hagas.

A.- Reto aceptado. En fin amigo… seguiré tu consejo. Voy a vestirme y de regreso te cuento como me fue.

M.- Con lujo de detalles?

A.- Morboso!

M.- Aprendí de ti. Ah lo olvide y no te pongas tu chaqueta. Pareces matón y allá no creo que te convenga parecer uno. Suerte amigo!

Alde colgó y sonriendo fue a buscar lo que Mu le había recomendado. Se vistió y se miró al espejo.

- Dirás lo que quieras amigo, pero si estoy papacito con esta ropa Jajaja

El claxon del Lance Rover de Niv hizo que Alde le diera los toques finales al cabello. Tomo su celular, llaves y cartera y salió corriendo.

- Hola Niv

- Wow! Que guapo!

- Jaja gracias. Tu también te ves muy bonita hoy. Aunque tú siempre estas bonita. – dijo Alde entrando y poniéndose el cinturón

Niv sonrió satisfecha con la respuesta y arranco antes de que alguien la viera.

Había tenido que reunir todo el valor del que poseía para invitar a salir a Alde, pero es que ese chico la atraía demasiado. No sabía si era la pasión que le ponía a lo que hacía, o la forma tan inocente con que la miraba, o su ingenuidad en general… Definitivamente no había conocido antes a un chico tan… diferente en el buen sentido de la palabra.

La primera vez que lo había invitado a comer el día que había llegado, había sido más por curiosidad que otra cosa. Alde le había hablado de su pasión por el soccer, de sus 12 hermanos adoptivos, y un poco de su trabajo, mas no lo suficiente, quizá por pena, ya que Niv entendió que tal vez ser un guardia de seguridad no era lo suficientemente glamoroso para Alde. (Sí. Alde no supo cómo explicarle su trabajo como Caballero dorado de Athena y le dijo que era un simple guardia en un templo griego).

Pero esto en lugar de desalentar a Niv, la hizo interesarse más. Como era posible que un simple guardia pudiera tener la condición física de Alde? Y cuando lo vio cargando los balones días después en el campo en lugar de estar en el Súper Camp, la sangre le hirvió. No tanto porque él se hubiera equivocado de cancha, sino porque el director técnico lo traía como su mandadero en lugar de ponerlo a hacer lo que Alde adoraba. Y cuando Alde le demostró a todos que era más hábil que el equipo A y lo vio brincar de alegría como niño con los regalos de navidad, supo que no podría volver a ver ni al soccer ni a su protegido con los mismos ojos. Acaso habría un hombre más adorable en todo Brasil? Porque si lo había, definitivamente no se había cruzado con ella.

Esa misma noche, su padre le había llamado la atención durante la cena. Su director técnico se había ido a quejar de que su única hija había interrumpido el entrenamiento por un capricho y que todo el equipo estaba molesto con ella. La realidad no era tan diferente. Si estaban enojados pero porque Alde, un completo amateur, les había ganado limpiamente. El portero tenía un ataque de nervios y al menos dos de los entrenadores le habían pedido a su padre que dejara que Alde entrara a las reservas por el bien del equipo, pero el director técnico se había negado rotundamente alegando que era un desconocido y que seguramente andaría en drogas y esteroides. Niv, para tranquilizar los ánimos, había tenido entonces que prometer no volver a pisar la cancha del equipo principal ni la del seminario hasta que Alde se hubiera ido. No es que le afectara mucho, pues tenía bastante trabajo como entrenadora del equipo juvenil femenil y como coreógrafa de las porristas como para ir a ver todos los juegos y el entrenamiento, pero secretamente al finalizar el día, copiaba las cintas de seguridad de la cancha del súper camp para ver si lo veía.

El día anterior, Alde había acompañado a uno de sus compañeros a la enfermería, pues se había lastimado fuera de la cancha, por lo que el servicio médico no estaba al pendiente. La enfermería estaba en el edificio principal donde Niv tenía su oficina y cuando lo había visto entrar con su compañero, su corazón le dio un vuelco y casi corrió hacia donde estaba. Después de dejarlo en manos del médico y para guardar su pudor, Alde salió al pasillo y "casualmente" se encontró con Niv, quien le sonreía con esa pícara sonrisa de siempre. Entre la conversación, Niv le pregunto a Alde que pensaba hacer al día siguiente que era su primer día libre del seminario y él le había confesado que no tenía ningún plan pero lo más seguro era que tomara el autobús y fuera a explorar Belo Horizonte.

Niv encontró ahí la oportunidad que había estado buscando y le dijo que ella podía llevarlo a los lugares más emblemáticos y también a su restaurante favorito. Lo había hecho con todo el rubor que pudo generar su cuerpo y retorciendo el ribete de su blusa como si tuviera 12 años, pero la verdad es que nunca había imaginado que ella quisiera ni que fuera capaz de invitar a salir a nadie, pero para su satisfacción, Alde había dicho que sería un honor aceptar su invitación y Niv había pasado toda la noche haciendo planes. No quería verse muy ansiosa ni tampoco muy indiferente, así que le había mandado un mensaje diciéndole que lo veía a las 3 afuera del edificio de dormitorios. Se había cambiado de peinado, ropa y maquillaje varias veces hasta encontrar el perfecto y ahora estaba ahí. Sentada junto a Alde.

- Bonito auto Niv! – dijo Alde sonriendo – Te imaginaba en un compacto y me partía la cabeza pensando en cómo iba yo a caber en él.

- Gracias Alde – respondió Niv – A veces debo cargar con algún equipo y este es el que mejor me ha quedado para eso. Vas a estar aquí otras tres semanas, así que no quisiera gastarme todos los lugares en una sola visita.

- Jajaja Pues hoy soy todo tuyo Niv, nunca he estado en la ciudad. De la central de autobuses me fui directo a tu oficina cuando llegue así que si me secuestraras, yo no sabría cómo escaparme.- bromeo Alde

Niv paso saliva. Cuan cerca de la verdad estaba Alde. Quería secuestrarlo y tenerlo para ella solita, pero la incógnita era… y luego? Que iba a hacer con él? Nunca había estado con ningún hombre y no quería que Alde pudiera llegar a burlarse de su inexperiencia. Seguramente había estado con muchas otras chicas y ella no quería ser una más. Quería conquistarlo primero y ya que lo hubiera logrado, vería como cruzar ese puente y hoy sería su primer día en esa encomienda.

Abril 14, 4 pm

Central de Autobuses

Huesca, España

Shura miraba por el taxi fascinado a la ciudad que lo vio nacer. Las calles adoquinadas con sus grandes edificios de ladrillo rojo y ese aire de pueblo cosmopolita que hacía muy fácil la adaptación al lugar y que poco a poco iban dejando atrás para darle paso a las casas antiguas enclavadas en roca que eran su destino final.

No había querido ir en autobús ya que era más fácil hacer las paradas necesarias con el taxi y sí que las había aprovechado. A los ojos de Saori ya había gastado una fortuna en el taxi y el hotel de Pamplona, pero porque había prácticamente había pagado las dos habitaciones: la de él y la de Zita.

Sus pensamientos de nuevo volaron hacia el beso de despedida que le había robado. Joder! Si le hubiera dado tiempo, y si el maldito amante de Zita no hubiera aparecido estaba seguro que la hubiera convencido de pasar aunque fuera una noche en su cama para poder sacársela de la cabeza.

Debió haberla invocado porque su teléfono sonó casi inmediatamente.

- Shura?

- Zita! No esperaba tu llamada tan pronto. – dijo gratamente sorprendido

- Crees que puedas… venir a Zaragoza pronto?

- Zaragoza? Pero creí que para esta hora ya estarías en Valencia!

- …

- Zita?

- Yo… Es que… tuvimos un accidente…

El corazón de Shura de pronto se aceleró por la adrenalina producida por el miedo

- Estas bien?

- Yo…

- Contéstame! Donde estás?

- Hospital San Juan de Dios… yo estoy bien… pero no me darán el alta hasta que vengan a recogerme… Mario está en el quirófano… no quiero estar sola – dijo Zita antes de que la voz se le quebrara.

- No te muevas. Voy para allá. Estoy cerca.

- De acuerdo.

Shura se acercó al taxista.

- Llévame de vuelta a Zaragoza

- Pero aún no hemos llegado a su destino.

- No importa! Necesito estar ahí en la mitad del tiempo. Es una emergencia familiar. Si lo haces te pago el doble del recorrido normal.

El taxista lo miro tan acelerado y haciendo cuentas rápidamente asintió. Le pidió abrocharse el cinturón y salió como alma que lleva el diablo de vuelta a Zaragoza.

Shura le iba rezando a Athena para que todo le saliera bien a Mario. Lo que menos quería era ver tristes los hermosos ojos azules de Zita.

Abril 14, 6 pm.

Sala del trono,

Santuario de Athena, Grecia

Solo la Elite había sido convocada a esa bienvenida conformada por los ocho caballeros dorados, Shion, Kiki (porque vivía ahí arriba), Geist (representando al recinto de las amazonas) y Jabu (como jefe de seguridad) acompañaban a Athena vestidos con sus respectivas armaduras. Los cinco de bronce no habían sido invitados para evitar que se siguiera pensando en el santuario que eran favoritos. Según Athena, todos eran importantes. A Saori no le había parecido aceptable que Shaina como Sanbocho no estuviera presente, pero cuando Shion le explico que la salida de Shaina había sido programada mucho antes que la llegada de la señora de Milo, comprendió que no era falta de la peli verde. Ya tendría oportunidad al día siguiente de conocerla.

Todos esperaban en la Sala del Trono pacientes y platicando entre ellos, a que Samira y Milo terminaran de subir. Ya los habían sentido y todos se preguntaban cómo sería la chica.

Athena pudo sentir la llamada de Shura intercediendo por alguien más y le hizo una señal a Mu, quien platicaba con Geist, para que se acercara.

- Mu… En cuanto te hayamos presentado a la señora de Milo, por favor transpórtate a donde Shura y ve que todo esté bien. Regresas inmediatamente si así es.

- Se hará como diga, princesa.

Se escucharon dos toques a la puerta y todos se ubicaron a ambos lados de la alfombra roja como dictaba el protocolo, incluso dejando los espacios vacíos de los caballeros que no estaban presentes.

La puerta se abrió y Samira se aferró nerviosa al brazo de su esposo.

Saori se enderezo en su asiento bastante incrédula al ver caminar a Milo, en traje de vestir, escoltando a una pequeña figura (en comparación a la estatura de Milo desde luego), de grandes ojos negros, piel aceitunada, una sonrisa tranquila, vestida con un moderno traje sastre de lana rosa bicolor bastante fino de pantalón y saco a la cadera y su hijab hecho con tres colores diferentes de gasa y tul con diamantina. Perfectamente maquillada y luciendo sus "dos anillos" en la mano.

He aquí los pensamientos que tuvieron todos los presentes al ver a la pareja la primera vez:

Athena: (Válgame! Pero si es una preciosidad. Menos mal que Seiya no está)

Shion: ( Jajaja Ahora si tendremos un poquito de orden en la octava casa)

Mu: ( Espero que pueda ser feliz con el hombre más coqueto de Atenas)

DM: ( Maldita sea la suerte de Milo! Se ve que su señora lo adora)

Kanon: ( Ciertamente se ve más bonita que en las fotos… lo que me recuerda que tengo que pedirle una foto a Tania para que no se me olvide como es)

Aioria: ( No creo que ella pueda ser feliz con alguien así)

Dohko: ( No cabe duda que el amor se encuentra donde sea. Milo se ve mucho más centrado)

Aioros: ( Milo hizo lo correcto. Casarse con ella fue la mejor decisión que ha tomada hasta ahora)

Camus: ( Milo se ve tan contento a pesar de todo… Creo que debo comunicarme con Fler )

Aphrodite: ( Que precioso conjunto. Ese color le queda muy bien a su tono de piel )

Geist: ( Menos mal que ya está casada. Serán así de bonitas las dos saints que van a llegar? )

Kiki: ( jejeje pronto habrá nuevos chismes y yo seré el primero en enterarme)

Jabu: ( Si es bonita, pero no le llega ni a los talones a la señorita Saori )

Milo y Samira llegaron ante Saori, quien estaba sentada en su trono con Shion a su lado derecho. Saori se levanto y extendió sus manos hacia Samira, quien se las tomo gustosa.

- Assalamu alaikum Samira. Bienvenida

- Wa alaikum Assalam señorita Athena.

- Solo dime Saori. Ya eres parte de esta familia – dijo – Permíteme presentarte a todos, comenzando por el más importante. Samira, él es Shion, dijo haciendo que diera un paso al frente.

Samira abrió grandes los ojos. La figura era imponente con su túnica y la cara cubierta.

- Shion es nuestro patriarca. Estoy segura que pronto Milo te instruirá en nuestro protocolo. Cualquier cosa que necesites desde apoyo moral o acusar a Milo de algo, puedes dirigirte con el – dijo Saori – O con nuestra Jefa de estado que desafortunadamente no pudo estar hoy presente.

- (Shaina me hizo la grosería de no estar aquí?) – grito Milo a Camus mentalmente

- (Cálmate. Ella no iba a dejar sus compromisos previos por esto. ) – le contesto Camus – (Esta con Minos. Déjala en paz)

- (Tardare en acostumbrarme supongo) – Contesto Milo

- Mucho gusto Samira. Bienvenida al Santuario. – dijo Shion – Siéntete libre de venir a consultarme cuando desees. Shaina siempre estará presente en esos casos según marca tus costumbres.

Samira le sonrió. Iban a respetarle sus creencias después de todo.

- Muchas gracias señor. Lo hare.

Pasaron de un lado a otro del pasillo saludando a cada uno de los presentes explicándole las funciones de cada uno o las casas a las que resguardaban.

Mu desapareció un momento y todos pasaron al salón de banquetes. Shaina había dispuesto todo un festín y los chicos se preguntaban cuánto dinero les iban a descontar ese mes por esa cena, mientras Samira veía a todos con curiosidad. Mil y un preguntas surgían en su cabeza, pero decidió que no era momento de hacerle preguntas a nadie. Ya tendría toda la vida para hacerlo.