Capítulo 73
Abril 21, 7 am
En algún lugar de la selva amazónica
Shaka fue hacia la tienda de Liz. No bromeaba cuando le dijo que iban a ir por suministros para el camino temprano, pues ya no había agua ni nada para el camino. Shaka ya tenía identificado todos los lugares a donde irían e incluso durante la noche, había pensado en diferentes guisos que podía hacer con los mismos ingredientes y tenía una idea para darle una sorpresa a Liz.
Además, pensaba disculparse por la broma de ayer. Lo que sea que hubiera hecho estaba mal, sobre todo cuando había escuchado a Liz sollozando toda la noche.
- Liz? Estas despierta? – pregunto desde fuera
- Sí. Ya estoy lista – dijo Abriendo la tienda
- Puedes hacerme el favor de vaciar tu mochila? No nos van a caber todo en la mía. – dijo Shaka con una sonrisa
- Está bien.
Liz obedeció a regañadientes. No quería sentirse así de incomoda con él, pero su última conversación de la noche anterior con Shaka la había dejado muy abatida. Si viera en Shaka aunque fuera un solo rastro de burla o de lastima, no podría soportarlo. Vacío todo sobre su manta y regreso con su mochila hacia donde Shaka la esperaba.
- Lista. Podemos irnos.
Shaka asintió con la cabeza, aviso a los guías el área a donde iban y con Liz detrás lideró el camino. Liz iba en silencio todo el camino, atenta a las pocas enseñanzas que Shaka estaba dispuesto a mostrarle. Cuando había algo interesante, se paraba y señalaba su oído para que ella pusiera atención en eso o señalaba sus ojos y el lugar hacia donde ella debía mirar y su nariz hacia donde ella debía oler.
Liz ponía atención a todo lo que él le decía, abriéndola a una nueva experiencia que no había podido vivir hasta ahora y haciendo que involuntariamente creciera un nuevo tipo de admiración por el rubio.
Shaka iba cortando algunas especias que encontraba en su camino mientras se las daba a conocer a Liz, quien algunas de ellas solo las había visto ya molidas en el supermercado. De pronto Liz comenzó a escuchar por sí misma. Escuchaba las aves y trataba de adivinar en su imaginación que tipo de ave era. Una vez escucho a lo lejos un jaguar, pero Shaka la había tranquilizado diciéndole que solo eran cachorros jugando, porque si los estuvieran acechando se mantendrían en silencio. Esto tranquilizo a Liz y siguieron el recorrido. Unos minutos más tarde llegaron al tope de la pequeña cascada que Shaka le había mencionado ayer. Era preciosa! Un paraíso tropical en el medio de la selva. Debajo de la cascada había una pequeña poza de agua cristalina y a Liz se le ocurrió una idea.
- Crees que pueda bañarme ahí?
- Si puedes. Ve. Aquí te espero. – dijo Shaka quitándose la mochila dela espalda
- No Anda! Vamos a Saltar! – dijo Liz mientras comenzaba a quitarse la blusa y los pantalones quedando en ropa interior.
Shaka se hizo el desentendido volteando hacia otro lado para preservar el pudor de ella, que a este punto parecía no importarle demasiado. Simplemente corrió a la orilla y se lanzó al vacío.
Shaka se sorprendió de la osadía de Liz, mas tenía que recordar que se suponía que estaba ahí para cuidarla.
Se acercó a la orilla y espero a verla salir como tenía que haber sido pero no fue así. Pasaron los segundos y comenzó a preocuparse. Ni siquiera burbujas salían de agua.
- Diantres! Y si se golpeó? Y si debo rescatarla?
Comenzó a desvestirse hasta quedar únicamente en bóxer y se lanzó al agua. Estaba fresca como había predicho pero no había ni rastro de Liz. La poza no debía tener más de 6 metros de profundidad, por lo que si ella se hubiera golpeado o estuviera herida, sería fácil de rescatar pero ahí no había nada. Salió a tomar aire y grito su nombre. Nadie le contesto y volvió a bajar. Encendió su cosmos para rastrearla y pudo sentirla a ella del otro lado del muro de piedra de la poza detrás de la cascada.
Se dio cuenta que había un túnel subterráneo algo estrecho a unos dos metros por debajo del nivel del agua y por ahí había pasado Liz del otro lado. Nado pasando por ahí y salió del otro lado. Salió a la superficie y vio a Liz sentada en la orilla abrazando sus rodillas, viendo hacia la pared.
Shaka iba a reprenderla pero miro primero alrededor. La cueva no tenía salida de no ser por ese túnel. Parecía estar tallada en una sola piedra y ser alguna especie de lugar ceremonial, pues tenía un altar y extraños dibujos en la pared. La luz natural que los iluminaba, venia de tres pequeños agujeros que filtraban la luz a través del agua cristalina de la pequeña cascada y que después del mediodía, Shaka estaba seguro que por la posición del sol, dejarían la cueva en total obscuridad.
- Liz?
- Oh Shaka! Ya viste? Esto… es impresionante!
Shaka se acercó un poco y vio los petroglifos. Ciertamente parecían contar una historia.
Se sentó junto a ella y aun cuando no entendía nada se dejó llevar por el momento disfrutando del sonido de la cascada. Liz no volvió a hablar en algunos minutos tratando de memorizar cada detalle. Shaka ya estaba a punto de dormitar con el arrullo del agua cuando Liz se levantó.
- Vámonos! Los guías nos están esperando para preparar el desayuno!
- Cinco minutos más…
- Pero es que yo también tengo hambre!
- Primero explícame por qué te molestaste anoche
- Si no quieres venir, yo me regreso sola.
- Buena suerte en encontrar el camino – dijo Shaka desafiante sin moverse del lugar
Liz cruzo el muro de piedra subterráneo y subió espero unos minutos a que Shaka la siguiera. Esto no sucedió. Preocupada volvió a regresar apresuradamente, lo que provoco que se hiciera un rasguño en el brazo lo suficientemente profundo como para que sangrara. Cuando salió del otro lado, vio que Shaka no se había movido.
- Eres un testarudo! – le grito
- Mira quién habla – le dijo Shaka sin moverse – Si no me dices lo que quiero saber de aquí no me muevo.
Liz salió del agua y Shaka pudo ver que estaba sangrando del brazo. Se levantó, aplico su healing y de inmediato la herida sano.
- Como hiciste eso? – pregunto Liz asombrada
- Soy un caballero dorado de Athena. Esto es nada en comparación al poder que puedo tener si quiero. – dijo Shaka sin dejo de presunción. Solo establecía un hecho.
Liz comenzó a reír.
- Tu así de hermoso como eres físicamente eres un caballero de Athena? Jajajaja y por qué tío Budd no me lo dijo?
- No tengo ni idea. Pero cuando hables con él le preguntas.
- Que no dijiste anoche que te habías logrado comunicar?
- Esa era una broma. Pero luego te pusiste mal…
- Y si eres un caballero dorado como dices… porque siempre estas malhumorado? Sigue Athena en la tierra? Crees que algún día pueda conocerla? Tengo tantas preguntas para ella! Mi tío Her habla muy bien de ella! Anda si? Me la presentas?
Shaka se tomó el puente de la nariz con el pulgar y el índice en señal de intentar comprender.
- A ver… vamos por partes. Quien carambas eres tú en realidad que tienes de padrino a Buda?
- Soy una nephilim. La única que hay en este momento a decir verdad. Un horrible fenómeno!
- Una Nephilim? Una chica mitad Ángel Mitad Humano?
- Si – dijo Liz suspirando de resignación
- Y eso que tiene de malo?
Liz lo miro asombrada.
- No me dirás que estoy loca? Que soy una aberración de la naturaleza y una afrenta a los dioses?
Shaka se encogió de hombros
- Eres lo que eres y yo soy lo que soy. No soy una perita en dulce e intenta ser un Indio Rubio donde todos son morenos y de cabello negro. Las humillaciones estaban a la orden del día.
Liz se sentó en la orilla mojando sus pies. Su cabello rubio goteaba sobre sus hombros y Shaka la imito.
- Mi madre es una famosa actriz de Hollywood, pero no siempre fue así. Según cuenta papa, ella comenzó siendo una actriz de teatro comunitario, en el barrio de Queens. Era diciembre y era la producción de una pastorela. A mi madre le había tocado ser el ángel. Mi papa estaba dentro del público y dijo que no pudo quitarle los ojos de encima desde el primer momento en que la vio. Le llevo flores al camerino y después de varios intentos logro que ella se fijara en él. Para no hacerte el cuento largo, se casaron y dos años después nací yo. Un primero de febrero. Mi papa estaba feliz, y él dice que mi mama también, aunque yo lo dudo mucho. Ella quería perseguir su sueño de ser una gran estrella y apenas tenía 20 años cuando yo nací. Mi papa me cuidaba todo el tiempo mientras ella iba a sus audiciones y ensayos. Cuando cumplí dos años, ella obtuvo un papel protagónico en una película que la catapulto a la fama tan vertiginosamente, que mi padre no se dio cuenta de sus cambios de actitud hasta que fue demasiado tarde. Sin más, mi madre nos abandonó. Papa dejo su trabajo y abrió una empresa de mensajería con dos de sus amigos: Tío Locki y Tío Her. Bueno… a Tío Her lo conoces más como Hermes.
- Momento! Hermes? Hermanos de Athena? Dios mensajero de los dioses?
- Sí. Tío Her…. Entonces como te decía. Mi papa nunca le dijo a mi mama que él era un ángel… bueno… un arcángel…
- Queeeeeeeee?
- Y tampoco le dijo que había muchas posibilidades de que yo naciera siendo una Nephilim – dijo Liz un poco más tranquila de poder desahogarse con el – Los primeros signos aparecen ya que pasas de los 6 años.
- Signos? – Shaka, en completo shock parecía no poder contestar más que con monosílabos
- Si… Uhhh… cierto brillo en los ojos… comienzan a crecer las alas…
- Alas! Sabía que no estaba loco! Yo las vi! Por un microsegundo las vi cuando saltamos del puente!
- Si… aun no logro controlarlas. Me salvan de una que otra situación difícil, pero no obedecen mi voluntad sino las circunstancias. Es parte del problema. Papa por eso me ha sobreprotegido toda mi vida. No quiere que la gente se burle de mi o me trate como un fenómeno.
- Y ya ha sucedido verdad?
- En preescolar. Cuando mis alas comenzaron a salir. – dijo Liz – Dormía la siesta y despertaba en los lugares más extraños.
- Pero… ese no es todo el problema verdad? – dijo Shaka intuyendo que había más en la historia de lo que ella le estaba contando.
Liz lo miro.
- Creí que no querías que hablara mucho!
- Si pues ya me picaste con la historia, así que termínala por favor.
Liz suspiro.
- Parece ser que soy algún tipo de… imán para los demonios y las energías negativas. Me buscan y atacan físicamente. De una meses para acá… me gritan que soy una aberración contra natura y que Lucifer enviara a buscarme para unirme a su ejército. No se lo he dicho a papa. Solo tío Budd lo sabe.
- Carajo! Vámonos de aquí!
- Por qué?
- Porque aquí solo hay una entrada y una salida. No quiero arriesgarme. Seguiremos platicando allá afuera.
La tomo de la mano y se sumergieron para salir del otro lado.
- Ahhh me siento mucho mejor y más tranquilo de este lado – dijo Shaka saliendo del agua.
- Eres claustrofóbico?
- No. Solo soy Demonofobico!
- Jijiji pues no que un caballero dorado no le tiene miedo a nada?
- No es miedo, es precaución. – dijo Shaka - Ya libre suficientes batallas. Ya estuve en el inframundo y regresé. Te aseguro que no es miedo, sino ganas de no volver.
Mientras el agobiante calor de la selva los secaba un poco, ambos decidieron ir por los vegetales y el agua que necesitaban para el desayuno. Subieron al lugar desde donde se habían arrojado en primer lugar, tomaron su ropa y sus mochilas y caminaron rio arriba unos cuantos metros, desde donde Liz podía ver un campo con diversos tubérculos.
Shaka le mostro como sacarlos sin lastimar la tierra, dando gracias y pidiendo perdón a la planta por cortar sus raíces y volviéndola a plantar.
- Por qué haces eso? Solo es una planta.
- Es un ser vivo. Ha nacido, crecido y se reproduce. Pero su destino no será morir en mis manos si puedo evitarlo – decía mientras cortaba el tubérculo a las ¾ partes y volvía a enterrarlo en su lugar, tapándolo y dándole de beber.
- No te imaginaba así Shaka. Creí que eras un cascarrabias más. – dijo Liz tratando de imitarlo con otra planta.
- Lamento haberte dado esa impresión Liz, no siempre soy así. – dijo mientras continuaba su labor – Solo que no me agrado que Buda me mandara para acá de niñero mientras que hay peligro de una nueva guerra en el santuario por la calentura de algunas personas.
- Calentura?
- Hablando de calentura… Saca la caja de preservativos de mi mochila quieres?
- Queeeeeeeeeeee?
- La caja que está en la bolsa lateral izquierda. Voy a mostrarte unos cuantos trucos.
- Queeeeeeeeeeeee? – dijo Liz mientras hacia lo que le pedía y se los entregaba con mano temblorosa – Pero… pero… no nos conocemos bien… y ni siquiera me has dado un beso!
Shaka se le quedo viendo con cara de interrogación por unos segundos hasta que comprendió lo que la chica quería decir y todos los colores se le subieron al rostro.
- No. No me malentiendas. – dijo por fin para tranquilizarla – Los vamos a usar como reservorios de agua. Cada uno puede contener hasta 3 litros de agua. Con estos podemos llevar el doble del agua y así no utilizar la que pondremos en las botellas para salir de aquí de una vez por todas.
Shaka no pudo saber si lo que se reflejaba en la cara de Liz era desilusión o alivio, pero comenzó a ensenarle como usarlos. Llenaban las botellas, colocaban dos gotas de bactericida y luego de unos minutos para dejar que hiciera efecto, llenaban los condones. Liz reía de vergüenza y también de diversión. Si su padre se enteraba de lo que andaba haciendo, la encadenaría en el sótano de su casa.
Shaka tomaba nota mental: Preguntarle a sus amigos, donde podría reponer su cajita de tesoritos.
Abril 21, 9 a.m.
Cámara del Patriarca.
Santuario de Athena, Grecia
Kiki estaba estudiando historia universal con Shion en su escritorio. Shaina toco la puerta.
- Adelante
Shaina entro vestida con su ropa de entrenamiento y Sammy de la mano igual en su ropa deportiva.
- Señor. Pido permiso para ir a (romperles su madre) ver porque Kanon y Milo no subieron hoy para esposarlos y que continúen su castigo. – dijo Shaina – Puedo dejarle a Sammy aquí?
- Claro. Solo no seas muy severa con ellos. No quiero quejas.
- No más que de costumbre.
- Yo quiero ir contigo – dijo Sammy – Me porto bien!
- Pero…
- Y hago dobles planas cuando regrese… si? – dijo la niña agitando sus pestanas
- Chantajista! – dijo Shaina sonriendo – Ven pues… Así sirve que bajamos a ver a Dohko.
Shaina le acomodo sus trencitas y salieron. Utilizaron varios pasajes que les evitaron pasar por varias casas hasta llegar a la casa de Géminis!.
Milo estaba tocando la puerta con insistencia. Sammy se lanzó a sus brazos.
- Milo! - grito
- Hola bonita! Que haces por aquí? – dijo Milo cargándola
- Ya me perdonaste? – dijo abrazándolo – Shaina dijo que ya nunca me ibas a hablar si lo volvía a hacer. Te prometo que ya me porto bien.
Milo miro a Shaina con ojos represores.
- Porque le dijiste eso?
- Que diantres haces aquí? – dijo ella sin responder a su pregunta - Porque no están fregando los pisos?
- Kanon no ha salido de la tercera casa y no me contesta. Estoy preocupado.
- Y tu llave?
- Me la quitó cuando se enojó conmigo
Shaina rolo los ojos y abrió con su llave maestra.
- Kanon? – pregunto Shaina con precaución antes de entrar
Milo bajo a Sammy quien se puso a corretear como loquita por toda la casa, y entro a buscarlo a la ducha. Shaina se fue directamente a la recamara y vio que Kanon estaba aún dormido. No era normal con lo mamon que era, que dejara la casa dorada sin ninguna protección y los dejara pasar sin reclamar nada.
- Kanon? Estas bien? – pregunto Shaina sentándose en la cama.
Kanon estaba demasiado inquieto, sudando y con los ojos cerrados. Cuidadosamente le toco la frente con el dorso de la mano y lo sintió febril. Milo entró a la habitación y vio la escena.
- Ve por Mu.
El caballero de escorpión no replico. Salió corriendo a buscar a Mu mientras Shaina iba a la cocina por una bandeja que lleno de agua y puso algunos hielos. Después entro al baño y tomo una toalla de mano.
Sammy la miraba intrigada, pero no dijo nada.
En lo que llegaba Milo y Mu, Shaina mojo la toalla y cuidadosamente limpio el sudor de la frente de Kanon y le dejo el paño húmedo sobre la frente. Sammy entro a la habitación y se subió a la cama junto a Kanon.
- Está enfermo?
- Baja de ahí Sammy! No sabemos que tiene y no debemos molestarlo!
- Estoy aburrida – dijo Sammy – Puedo ir a jugar con la señorita Marín?
- No. Te vas a quedar aquí conmigo. – dijo Shaina – Hasta que no me demuestres que te sabes comportar, no te voy a dejar bajar a jugar. – Se quitó el celular de la cintura y se lo puso en el único juego que tenía – Ten. Entretente en silencio.
Sammy se acostó junto a Kanon y se puso a jugar con el celular.
Milo y Mu no tardaron en llegar y Mu pidió a Shaina que saliera junto a Sammy para revisar a Kanon.
Los tres se sentaron en la sala a esperar.
- Crees que se haya resfriado únicamente? – pregunto Shaina
- Espero que sí. Ayer estaba bien – dijo Milo
- Kanon es muy fuerte. Seguro que no es nada. – quiso tranquilizarlo – No quisiera tener que llamar a Saga. Lo preocuparía únicamente.
- No. Eso será como último recurso. – dijo Milo
Mu salió y los dos se levantaron.
- Supongo que con lo delicadito que es, tanta labor manual con su castigo, y mojándose en pleno sol, le acarreo esto y termino por debilitarlo. – dijo Mu en tono sarcástico – Pero ya en serio, solo es eso. También siento un poco de fatiga mental. Algo le esta preocupando demasiado porque físicamente está bien.
Shaina respiro tranquila.
- Milo. Regresa con Samira. No quiero que si esto se convierte en gripe contagies a tu mujer y la pongas en riesgo. – dijo sin verlo.
- Pero mejor me quedo a cuidarlo…
- Vete! – Ordeno.
Milo volteo a ver a Mu pidiéndole su opinión y este asintió con la cabeza lo que termino por convencerlo y salió hacia su casa, aun preocupado por su amigo.
- Kanon estará bien – le dijo a Shaina – Tu también deberías irte. Sabes que no debes estar aquí adentro.
- En este momento las reglas no son lo importante Mu, pero me da tiempo de platicar contigo – dijo entrando a la recamara y sentándose junto a Kanon para cambiarle el paño húmedo. Volteo a ver a Sammy quien estaba en el piso de nuevo con su celular en la mano hablando sola – Que te traes tú con Geist?
La pregunta le cayó por sorpresa al lemuriano, quien se sonrojo y eludió la mirada de Shaina.
- No sé de qué me hablas – respondió
- En serio? Porque últimamente hay muchas entradas y salidas de ustedes dos. Se supone que solo estabas practicando a tener citas, verdad?
- Uhhh… sí. – dijo Mu – Eso es lo que hacemos. Practicar.
- Aja. Y me puedes decir cómo es que sabe que te gustan las nueces en las galletas?
- Pues… platicando salió el tema.
- Mu… - dijo Shaina en tono serio – Geist es mi amiga, mi hermana… Si tu llegas a hacerle algún tipo de daño emocional… No te lo voy a perdonar, entendiste?
- Shaina! Yo no sería capaz de…
- Yo ya no se nada! Ya no conozco ni reconozco a ninguno de los 12! Solo te lo estoy advirtiendo. Y lo mismo va a ir para ella! Espero que hayas dejado más que claro que solo estas practicando y no le vayas a dar falsas ilusiones.
Mu iba a contestar, pero Shaina se distrajo de nuevo con Sammy, quien ya se había subido de nuevo a la cama por sobre el torso de Kanon.
- Shaina… El está enfermito? – pregunto
- Sí. Déjalo en paz o se va a enojar… bájate de ahí!
- Y… crees que si le doy besitos se cure? Eso es lo que hacen las mamas de los cuentos!
Shaina y Mu sonrieron.
- Sí, pero tú no eres su mama. Bájate!
- Él tampoco tiene mama… como yo… - dijo Sammy muy seria y de nuevo encendiendo su cosmo azul cielo.
Shaina iba a separarla de el para que no lo fuera a atacar como a Samira, pero Mu la detuvo esperando a ver lo que sucedía.
Sammy comenzó a darle tiernos besitos en sus mejillas mientras se las agarraba con sus manitas.
- Este es por tu mami (besito) y este por tu papi (besito) y este por tu hermano (besito) y este por … Athena (besito) y este por … Shion (besito) y este por … Shaina (besito) y este por el … pescadito (besito) y este … por el alacrán (besito) y este por … el congelador (besito) y este por … Tania (besito)…
Shaina se zafo de Mu y quito a la niña con cuidado quien lanzo un bostezo al agarrarse de su cuello.
- Sammy? Quien es Tania? – pregunto curiosa
- Tania es zzzzzzz…..
Mu vio todo esto asombrado y se acercó a Kanon. La fiebre había desaparecido. Volteo a verlas y Shaina supo lo que le quería decir.
- Hay Sammy! Ahora si ya se quién es tu papa. – le susurro al oído.
