Capitulo 83

Mayo 1, 5 p.m.

Aeropuerto internacional de Atenas

Atenas, Grecia

Shaina vio desde la reja del estacionamiento despegar el avión.

Su semblante era de preocupación y empatía para con Fler. Era doloroso ser utilizada y después rechazada. Cuantas veces no se había sentido así con Seiya? Y luego estaba su conciencia. Por primera vez en mucho tiempo, había sacado su peluca y había desobedecido a Shion. No le llamo a ningún dorado para que las acompañara y ella sola había tomado las llaves del auto del patriarca y había acompañado a Fler hasta la terminal aérea. Sabía que ella no se iba a sentirse a gusto alrededor de ninguno de los amigos o compañeros de Camus.

Ahora, viendo el avión en el aire, se puso a pensar que tal vez debieron esperar al día siguiente… tal vez debieron de consultar a Athena o a Shion primero… tal vez debió Ella hablar con Camus…

Flashback

- Si me permites Samira, yo contestare esa pregunta – dijo Camus viendo directamente a los ojos a Fler – Ella se ira hoy mismo.

Dos pares de ojos voltearon a ver a Fler, quien se había levantado muy despacio al escuchar las palabras de Camus. Shaina no había despegado la mirada de su amigo. Sabía lo que esa mirada significaba.

Camus y Fler se quedaron viendo a los ojos fijamente en silencio y Fler comenzó a cerrar sus manos en forma de puños a cada lado de su cuerpo. Ninguno de los dos decía nada.

Saori fue la primera en intervenir.

- Camus! Donde quedaron tus modales? No vas a Saludar a Fler? Como que ya se va si acaba de llegar?

Shaina volteo a ver a Fler. Que acaso nadie le había dicho nada aun a Athena? Estaba confundida.

Milo, al ver que Camus podría meterse en problemas, intervino.

- Athena, Camus recibió noticias y… Me parece que es mejor que ellos dos conversen a solas.

- Oh! Si es por eso… - dijo Saori - Shaina, Samira, Milo… vengan. Salgamos a la terraza y démosles un poco de privacidad.

Saori salió por delante, Milo le ofreció su brazo a Samira y Shaina camino hasta al final.

Una vez que se quedaron solos Fler fue la que rompió el silencio.

- Puedes decirme en que momento cambiaste de opinión y por qué? Hasta donde me quede, me habías pedido que me quedara aquí contigo como tu mujer. Y yo acepte!

- Eso fue antes de encontrarme con esto esperándome en mi correo – dijo Camus entregándole el sobre – Tal vez no fui claro al decirte que quería una relación exclusiva… o tal vez no pudiste resistirte. En cualquier caso, esto para mi es imperdonable. Cómo pudiste hacerme esto?

Fler tomo el sobre y vio las fotografías una a una.

- Me mandaste seguir? – pregunto incrédula – Quien te crees que eres?

- Eso es lo mejor del caso. Que yo no te mande seguir. Estaba seguro que estarías en casa de tu hermana, pero me equivoque… otra vez – dijo Camus sin ninguna emoción

- Si claro… creíste que estaría en el mismo lugar que me dejaste, con las piernas abiertas para esperarte indefinidamente, verdad? Aquel lugar donde aparentemente solo me usaste como una vil muñeca inflable y en cuanto te enteraste que mi hermana me estaba enviando al matadero, decidiste que yo no era lo suficientemente buena para ti o no valía la pena el esfuerzo y saliste corriendo no?! – dijo Fler enojada devolviéndole las fotos – Despierta! Nunca tuve nada que ver con Isaak ni con nadie más! Tu eres el único con el que he estado!

- Eso no es lo que estoy viendo en las fotos – dijo Camus indiferente – Yo estaba listo para darte todo Fler, pero ahora…

- No es cierto! Nunca lo estuviste! Ni siquiera confías en mí! Por qué no quieres creer lo que te estoy diciendo! – grito Fler – Lee mis labios NO-TUVE- NADA-QUE-VER-CON-ISAAK.

- Te daré una oportunidad para que te expliques Fler. Qué diablos hacías con Isaak en Paris? Maldición! Como lo conociste? – dijo Camus tratando de controlarse.

- Isaak paso por Asgard a fines de Marzo. Yo necesitaba salir a buscarte y el me dio la oportunidad cuando su amigo le envió un helicóptero para recogerlo. Él tenía que venir a Paris y yo también. Solo me acompañó para que no estuviera sola en una ciudad tan peligrosa como esa. Tienes que creerme!

Camus no se movió.

- Por qué habría de hacerlo? Primero me mentiste con lo de tu compromiso. Tu sabias lo que yo sentía por ti desde entonces.

- En primera yo nunca acepte ese compromiso – se defendió Fler – todo es idea de Hilda. En segunda… Tu nunca me dijiste nada que me hiciera pensar que regresarías a buscarme… Después de… esa noche te fuiste y no te volví a ver en dos años. Dos años! Ni siquiera te dignaste en averiguar qué había pasado conmigo después de eso!

Camus se removió inquieto. Eso ultimo era cierto.

- Yo tenía obligaciones aquí y tenía que regresar…

- Y hasta el día de hoy no te he reclamado nada porque sé que lo que sea que tu sientas por mi tengo que dividirlo con Athena.

- No metas a Athena en esto!

- No lo hago, pero tienes que reconocer que ella tiene todo de ti: Tu lealtad, tu fe, tu amor… Y yo tengo lo que te sobra que al parecer es nada!. Solamente soy alguien con quien te desahogas físicamente no? Porque no es verdad que me amas ni me eres leal, ni tienes fe en mí. Le crees a cualquiera menos a mí que soy la que decías que te importaba.

- Basta! Eres una mentirosa redomada! – Grito Camus – Te pintas como la maldita víctima y en otras circunstancias te hubiera creído, pero esto… - dijo extendiéndole el telegrama – esto… como lo explicas?

Fler se volteo para leer el telegrama y cayo sentada en el sofá en estado de shock.

- Ahora que cuento vas a inventar Fler? Esperaras que crea que tu hermana, Hilda de Polaris, representante de Odín en la tierra, miente en la respuesta al telegrama que envié? Cuantas posibilidades crees que hay de que dos eventos distintos según tú, lleguen a mis manos con dos diferentes explicaciones pero el mismo resultado? Cuantas Fler?

Fler volteo sin poder creerlo. Había pasado la semana más genial de su vida junto al hombre que amaba y creía que le correspondía y ahora resultaba que este mismo hombre la acusaba de algo tan horrible. Peor aún, aparentemente su hermana había mentido y dicho esas todas esas cosas contra ella. Su propia hermana!

- Te quiero fuera de mi vista y fuera de mi vida Fler – dijo Camus caminando con paso firme hacia la puerta.

- Camus… si sales por esa puerta sin aclarar conmigo esto… no te lo voy a perdonar nunca. – dijo Fler levantándose del sofá.

Camus no volteo ni titubeo al salir de la cámara, dejando a Fler sola.

Shaina fue la primera en entrar cuando vio salir a Camus. Fler temblaba de rabia.

- Te encuentras bien? Estas muy pálida. – pregunto Shaina preocupada.

La alegría que tenía Fler cuando llego horas antes se había esfumado. Solo encontró dolor, desilusión y lágrimas contenidas. Sabía que ella intentaba hacerse la fuerte.

- Shaina… puedo pedirte un favor? – dijo Fler con voz entrecortada

- Si es algo que está en mis manos…

- Podrías… - Fler trago saliva. Era eso o derramar lágrimas – Podrías facilitarme un transporte para ir por mis cosas al hotel e ir al aeropuerto? Tengo que salir de aquí!

Shaina fue hasta una mesita donde estaba una jarra de té helado y le sirvió un poco.

Le dio el vaso y se sentó junto a ella invitándola a hacer lo mismo.

- Dime que paso…

Fin del Flashback

Shaina volteo hacia el auto negro que lo seguía con su "espectro guardaespaldas" y le hizo una señal de OK que fue respondida por el conductor. Ambos autos salieron de ahí hacia el santuario.

Fler salió del Aeropuerto minutos después con todo su equipaje para tomar un taxi. Vio a ambos lados para asegurarse que Shaina se había ido y se subió en el primer taxi que paro. El chofer se bajó para ofrecerle ayuda con sus maletas.

- A la estación del Ferrocarril por favor. – Dijo Fler con la mirada perdida.

Mayo 1, 7 p.m.

Recinto de Amazonas

Santuario de Athena, Grecia

Shaina llego directamente del aeropuerto al Recinto. Había pospuesto su junta con Geist y con las chicas nuevas debido a la imprevista llegada de Fler y de nuevo por su intempestiva partida. Ahora, tenía que ir a disculparse con ellas.

Las dos niñas que estaban de guardia la vieron con curiosidad. No se había quitado su peluca y estaba vestida de civil, cuando por la hora tendría que tener su uniforme aun.

Todas las demás niñas estaban junto a las cinco maestras en el comedor en una cena especial de bienvenida.

- Buenas Noches. Puedo unirme a la celebración? – pregunto Shaina sonriendo

- Shaina! – exclamo Junet abrazando a Yulij – Mira quienes llegaron.

- Jajaja lo se Junet… por eso estoy aquí – contesto Shaina sonriendo – Hola Yulij. Bienvenida al Recinto

- Gracias Shaina – dijo la chica de cabello color plateado y ojos celestes – Me alegra estar aquí.

Shaina le estrecho la mano mientras que Yulij, con su habitual alegría, la jalo para abrazarla.

- Ok… basta… ya… Yulij… suficiente! – dijo para zafarse

- Perdón… me emocione jijiji

- Y Mayura? – pregunto Shaina a Geist quien estaba sirviéndole a Shaina un poco de arroz con leche con crema batida que habían hecho en ocasión a la bienvenida.

- Aquí estoy Lady Ofiuco – dijo la Maestra guerrera quien ya estaba rodeada de niñas que le preguntaban mil cosas.

Shaina le sonrió y se dirigió a ella. Para sorpresa de todas las presentes, Shaina se arrodillo como si estuviera frente a Shion.

- Maestra… Sea bienvenida a este recinto.

Geist y Junet voltearon a ver a Shaina sorprendidas. Mayura había sido maestra de Shaina?

Mayura se levantó de la silla donde estaba y Shaina levanto la mirada también. Era muy difícil reconocerla sin las vendas que alguna vez habían rodeado su cuerpo y su silla de ruedas de la que difícilmente se levantaba, pero cuando Athena la había revivido, le había ordenado que debido a que no habría más guerras santas y ella había dado su vida por la causa, viviera su vida al máximo, siendo eximida de sus obligaciones si ella quería. Por tanto, Mayura había agradecido a la diosa que había servido hasta entonces y había comenzado a hacer la vida secular que había querido. Había ya terminado la preparación de sus alumnas y se había retirado de la Montana Togakushi, retomando sus estudios en Tokio terminando su carrera de Ciencias de la Energía en la Universidad de Tokio donde después daba clases hasta que fue convocada por una de sus alumnas más brillantes para ayudarles con las nuevas aprendices en el Santuario de Athena.

Mayura acepto con la mayor alegría. La diosa a la que había servido no se había olvidado de ella, y aun cuando no estaría envestida con ninguna armadura, sus conocimientos serian pasados a nuevas generaciones y podría de nuevo estar rodeada de las personas con las que había crecido.

- Levántate Shaina – le dijo – Recuerda que el protocolo dicta que yo tendría que inclinarme hacia ti ahora que eres la nueva Sanbocho

- Si pero no estoy en funciones Mayura – dijo Shaina riendo mientras se levantaba.

Ambas se fundieron en un abrazo de regocijo que hizo que todas las presentes las vieran con ternura.

- Ejem ejem – interrumpió Geist – Como esta eso de que Mayura fue tu maestra Shaina?

- Fue por un corto tiempo Geist, antes de que ella regresara a Japón. Gracias a ella, logre controlar mi temperamento y…

- Queeeeeeeeeeee? Quieres decir que ese pinche genio con el que te conocemos todas fue estando controlada? – dijo Junet mientras recibía una palmada en la cabeza de parte de Geist y Shaina se ruborizaba frente a Mayura

- Más respeto niña!

- Pero tú también pensaste eso Geist!

- Pues sí pero no lo digas en frente de las niñas!

Marín interrumpió mientras contaba a las niñas para ver que todas estuvieran ahí.

- Oye Shaina… y Sammy?

- Carajo! Me olvide de ella por completo! – dijo Shaina corriendo hacia su casa a toda velocidad – Shion me va a reganar!

Las 5 mujeres comenzaron a reír.

- Creo que será divertido trabajar junto a ella – dijo Yulij mientras contaba a las niñas una última de sus aventuras antes de mandarlas a dormir.

Mayo 2, 10 a.m.

Suite/Oficina de Poseidón

Columbus Isle, Bahamas

- Se dice que la forma de caminar y la postura en general son un reflejo de nuestra autoestima Tania – decía Julián poniéndole tres libros de pasta gruesa sobre su cabeza – practicaremos hoy hasta que te salga medianamente bien.

Tania llevaba las zapatillas de tacón de aguja que le había comprado Julián por órdenes de Kanon para ensenarla precisamente a caminar como una reina. Kanon podía ser todo lo pesado que alguien podía ser, pero era un gran conocedor de la belleza femenina y era por eso que había pedido que lo ayudara a convertir a Tania en toda una dama.

Tania intentaba caminar por la línea recta hecha con cinta que estaba pegada en el suelo de la oficina mientras escuchaba a Julián.

- La cabeza debe de estar erecta pero sin poner estrés en la nuca, sin rigidez… La mirada hacia el frente no hacia el piso… Los hombros hacia abajo, el cuello extendido… La espalda recta pero sin rigidez… Contrae el estómago. Si aún tienes que hacerlo es que no estas suficientemente derecha… Al caminar, las caderas deben de dar el liderazgo no el estómago o la cabeza… Camina con pasos largos y siéntete como flotas con gracia. No corras, camina a ritmo moderado… Si no tienes nada en los brazos estos deben de estar a los lados de tu cuerpo y moverse naturalmente. No los cruces frente a tu pecho o pongas las manos en los bolsillos…

Tania ponía todo su esfuerzo y Julián lo reconocía. Aprendía rápido pero parecía no estar completamente ahí.

En un punto en el que se desconcentro, todos los libros se le cayeron de la cabeza y ella se puso de rodillas para recogerlos.

- Ibas bien – dijo Julián – que te paso?

- Lo lamento señor. Estoy un poco distraída – dijo mientras se levantaba – Dígame… ha oído algo de… mi protector?

A Julián se le hizo rara la pregunta.

- Por qué lo preguntas?

Tania se ruborizo un poco pero se puso los libros sobre la cabeza y se puso a caminar.

- Lo último que me escribió hace ya algunos días, decía que estaba enfermo. No he sabido nada desde entonces.

Kanon enfermo? Eso no era posible.

- Sigue caminando. Tengo que hacer una llamada.

Tania asintió mientras Julián salía a la terraza y le marcaba a Kanon.

Tardo un poco en contestar pues estaba en la ducha.

K. Buenos días Julián. En que puedo servirte?

J. En serio? Desde cuándo?

K. Desde cuándo qué?

J. Desde cuando me sirves tu a mí? Siempre haces conmigo lo que se te da la gana.

K. Jeje es que me amas

J. Idiota! Te llamo porque tengo aquí a Tania y me dijo que estabas enfermo. Parece preocupada.

K. En serio? Tal vez le urge pagar su deuda no crees?

J. O simplemente se preocupa por ti. Que quieres que le diga entonces?

K. Dile que ya me estoy recuperando y todo sigue conforme al plan.

J. De acuerdo. Mantente en contacto con ambos. No quiero estarte llamando. No es mi obligación.

K. Si papi… te prometo llamarte más seguido.

J. Idiota! Por cierto… mmm… a ti te suena alguien llamado Shura? Sé que es alguien del santuario… solo no recuerdo quien es.

K. Para que quieres saberlo?

J. Se topó con Sorrento y me quede con la curiosidad.

K. Shura, dueño de la espada excalibur, Caballero dorado de Capricornio y como su nombre lo dice, Todo un cabron. Dile a Sorrento que no se meta con el si no quiere salir perdiendo.

J. Mmm… entiendo.

K. Por cierto, hablando de tus generales marinos… ve buscando a otro que ocupe el lugar la escama de Kraken.

J. Qué? Por qué? Que le paso a Isaak?

K. Pues… se interpuso en el camino de mi triángulo Dorado

J. Pero qué hijo de puta!

K. Eso les va a recordar a los demás y a ti mismo, que nadie desobedece a Kanon de Géminis sin pagar las consecuencias.

Mayo 2, 7 p.m.

Estación de trenes

Ciudad de Nueva York, USA

Un agotado Shaka y una callada Liz, salían de la estación para tomar un taxi con las maletas a cuestas. Habían hecho 21 horas desde Orlando en tren, más las 4 que tuvieron que esperar a que el tren saliera.

El aeropuerto lo habían cerrado por el incidente de avión en el que murieron 161 personas y por el cual Shaka saco del aeropuerto a Liz, lo antes posible. Shaka comprendió que aunque Liz era fuerte, eso iba a volverse un infierno en cuanto llegaran los investigadores y lo más seguro era que detuviera a todos para interrogarlos.

Liz había llamado a su padre desde la estación para tranquilizarlo y decirle que se irían en tren pues los esperaba a medianoche de ese día y no quería preocuparlo. Gabriel se había tranquilizado lo suficiente cuando le dijeron los nuevos planes y le comento que entonces los esperaría para la cena al día siguiente. Ambos habían intentado dormir durante el largo trayecto, pero Liz nunca había estado tan cerca de ser herida como lo estuvo de ser cortada por uno de los ventanales y una vez que la adrenalina se le había bajado, había comenzado a sollozar en silencio. Shaka involuntariamente la había abrazado para consolarla y eso había desatado el llanto en Liz.

Shaka entonces había hecho algo que ninguno de los otros dorados le conocía: Se puso a contarle chistes.

L.Liz… ¿Sabías que Beethoven dedicó su quinta sinfonía a su padre?

M. Qué? ¿Cómo lo sabes? – dijo Liz aun llorona abrazada de Shaka

N.Fíjate en el comienzo: "Para papá… Para papá…"

Liz levanto la mirada hacia el con cara de DE-QUE-ESTAS-HABLANDO?

- Un niño le dice a su mama:

o Mamá mi hermanito no es un angelito como decías

o Claro que sí, es un angelito

o No, porque cuando yo lo solté del segundo piso el no voló!

Liz se limpió las lágrimas y se incorporó en su asiento. Shaka sin dejar de verla siguió:

- Fidel Castro muere y llega al cielo, pero no estaba en la lista, así que San Pedro lo manda al infierno. Cuando llega al infierno lo recibe Satanás y le dice:

o ¡Hola Fidel!, te estaba esperando. Pasa, que aquí estarás como en casa. Fidel le responde:

o Gracias Satanás, pero estuve primero en el cielo y deje olvidadas mis maletas allí.

o No te preocupes, voy a enviar a dos diablitos a recoger tus cosas.

- Así es como dos diablitos llegan a las puertas del cielo pero las encuentran cerradas pues San Pedro estaba almorzando.

o No importa -le dice uno al otro- saltamos la valla y sacamos las maletas sin molestar a nadie.

- Empiezan a subir la puerta cuando dos angelitos que pasaban por allí los ven y un angelito le dice al otro:

o No hace ni diez minutos que Fidel está en el infierno y ya tenemos refugiados.

Una pequeña sonrisa se dibujó en la cara de Liz y en respuesta Shaka también le sonrió:

o Una chica llega a la iglesia sin blusa, el cura le dice:

o No, aquí usted no puede entrar así.

o Padre, yo tengo el derecho divino.

o Sí, y el izquierdo también, pero no puedes entrar.

Liz no pudo dejar de reír con este último y Shaka también. Eran tan pocas las veces que podía hacerlo…

- Gracias Shaka. – dijo Liz – Me gusta cuando ríes. No lo hacer muy a menudo.

- No con desconocidos…

- Y con tus amigos?

- Tampoco.

- Eres un tipo muy raro.

- Sí, eso lo oigo a menudo, pero no me importa. Es peor ser uno del montón.

Liz se quedó pensando un momento.

- Shaka… como supiste lo que iba a pasar?

- No lo sabía. Pero alguien me aviso que te quitara de ahí, use mi instinto y lo hice.

- Quien fue?

- Thanatos

Liz enmudeció.

- E-el d-dios de la muerte amigo de tío Loki?

- Así es

- Oh Dios! – dijo tapándose la boca con asombro – No lo vi

- No… no estaba físicamente ahí… solo hizo algún tipo de aparición… no se Liz. Ya olvídalo!

- Ojala pudiera…

Shaka se puso a pensar en cómo podría distraerla?

- Oye… te gustaría conocer a Athena?

Los ojitos de Liz brillaron y toda su actitud cambio.

- Sería uno de mis sueños hechos en realidad! Imagínate! Conocer a la diosa de la Sabiduría y la guerra!

- O sea que eso es un sí? – dijo Shaka aliviado. Parecía que estaba surtiendo efecto y Liz dejaba a un lado su tristeza

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! Cuando?

- Bueno… tengo una invitación a una boda la próxima semana. El 10 para ser exactos y si quieres, puedo llevarte.

- Si quiero! Si quiero! Si quieroooooooooooooo – dijo Liz súper feliz – Que me pongo para conocerla? Y mi peinado? Y mi maquillaje? Tomare esto como mi regalo adelantado de cumpleaños Shaka! Graciaaaaaaaaaaas!

Shaka comenzó a reírse. Esa niña sí que estaba loquita. Ahora tenía que ver cuál sería la reacción de Athena ante la hiperactiva hija de Gabriel.

- Cuéntame otro chiste…

- Bueno…

o Primer acto: Sale Thanatos con un rollo de papel higiénico.

o Segundo acto: Sale Thanatos con otro rollo de papel de baño y entra a un cuarto.

o Tercer acto: Sale Thanatos con otro rollo de papel higiénico y entra al mismo cuarto.

o ¿Cómo se llamó la obra?

o "Thanatos anda suelto".