Capitulo 86

Mayo 5, 1 pm

Casa de Smokings "Adonis's"

Atenas, Grecia

DM, Camus, y Kanon se correteaban en calzoncillos por toda la tienda, para deleite de todos los diseñadores ambos sexos presentes, tratando de golpearse con unos cintillos de plástico de embalaje que encontraron en los vestidores mientras Milo recibía la versión del Sastre de sus agujas escarlata, solo que con agujas de verdad al moverse de repente tratando de jugar él también.

- Si no se queda quieto señor, puedo lastimarlo seriamente – indicaba el pobre asistente

- Eso dígaselo a estos jijos que me quieren dar de latigazos – dijo Milo evadiendo uno que iba directamente hacia él.

Dohko los miraba divertido desde el otro lado de la tienda donde se estaba probando un traje con Shion:

- Estas seguro que asistiremos a una boda y no a una primera comunión? – pregunto a Shion

- Ay amigo! A estas alturas te digo que no estoy seguro ni de cómo se nos ocurrió pedirles que ellos trajeran al mundo a sus sucesores – contesto Shion – Parecían tan maduros…

- Si, y de paso me embarraste a mí también. Yo que te hice para merecerlo? – reclamo Dohko

- De verdad necesito repetirlo? – dijo tranquilamente Shion

- No la verdad no. No estoy de humor para estar discutiendo sobre lo mismo – dijo Dohko volteando hacia el espejo – Tssss con este traje me veo bien papacito Jajaja

- Y llego el modesto Jajaja

- Vaya que estamos gastando mucho para una sola boda y solo faltan 11 – señaló Dohko viendo el precio en la manga

- No necesitas preocuparte tanto. No creo que los 11 vayan a casarse. Algunos son más listos que otros – contesto Shion – Además con que tenga trajes y los alternes con diferentes camisas y corbatas tienes.

- Jaja y quienes son los listos? Los que se casan o los que no se casan?

- Tu dímelo. Tienes mi edad y no te has casado.

- Ese fue un golpe bajo. Sabes bien que tenía una misión.

- Aja. Que crees que no me fijo que la envidia te corroe cuando ves a Sunrei con Shiryu.

- Que pesado eres! Ellos son como mis hijos – dijo Dohko llamando al asistente para que ajustara un poco el saco

- Pero no lo son afortunadamente para ti – dijo Shion enigmáticamente mientras escogía una camisa.

- No vas a dejar ese tema por la paz verdad? – dijo el caballero de libra volteando a ver a Shion

- No acepte reencarnar solo para criar a los bebes de estos pubertos – dijo Shion mientras se probaba una camisa azul cielo

- Shion! – exclamo Dohko escandalizado

- Qué? Como dice Shaina… No estoy en funciones. – dijo encogiéndose de hombros

Dohko volteo a ver a su amigo e iba a seguir con la conversación, cuando DM sin querer tiro un maniquí y un silencio sepulcral cayó sobre la tienda completa.

Shion ni siquiera se dignó a verlos, pero mentalmente debió ponérselos parejos pues los tres se metieron rápidamente a los vestidores a probarse la ropa y no volvieron a hacer de las suyas.

- Creo que necesito un corte de cabello – dijo DM viéndose al espejo

- Llevamos años diciéndote eso cangrejo! – replico Kanon mientras modelaba frente al espejo – Mínimo de las tenacillas

- De dónde?

- De las patillas Jajaja

- Tsss no! Acabarían con mi look retro!

- Retro o retor – cida? Jajaja

- Tus curaciones no te quitan los chistes malos Kanon – dijo Camus quitándole espacio en el espejo – Además recuerda que se las deja largas porque la armadura le queda grande y su máscara se la detiene con pasadores desde ahí

- Hey! No me ayudes – reclamo DM a Camus

- Tiene razón Camus – Dijo Kanon – Esa es la versión masculina, pero la verdad es que son tan delicaditos de la piel, que no pueden dejar que sus máscaras les toquen la piel o les sale salpullido

- Oye!

Milo veía a sus amigos divirtiéndose y sonrió. El sería el primero de los 12 que hacia oficial esa ceremonia y ya quería imaginar a sus amigos pasando por lo mismo. Volteo a ver a Camus en sus juegos y suspiro derrotado. Se sentía mal por no poder hacer nada para que dejara de fingir esa sonrisa.

45 minutos después…

Kanon ya había escogido y pagado su traje completo y de paso comprado uno idéntico para Saga y ahora estaba soberanamente aburrido.

- No vas a hacerle ningún arreglo a tu traje? – pregunto Camus

- No. Me queda perfecto. – contesto Kanon

- Es que tienes cuerpo de limosnero – dijo DM

- Voy a ver a las chicas que están haciendo spinning en el gimnasio cruzando el pasillo – dijo Kanon – Alguien gusta venir?

- Ahora te alcanzamos… nada más terminamos de cambiarnos. – dijo Camus

- Los espero afuera

Kanon salió al pasillo con su traje sobre el hombro y se puso frente al cristal del gimnasio que estaba cruzando el pasillo. Había sobre las bicicletas fijas que estaban más cercana al cristal, tres amigas que tendrían alrededor de unos 17 años. Una de ellas llamo la atención de Kanon con su sonrisa mientras las otras dos cuchicheaban y reían.

Kanon siguió coqueteándole por la ventana ajeno completamente a lo que estaba pasando a su alrededor, cuando una figura femenina choco tan bruscamente con él, que ambos fueron a parar al suelo. Laura cayó sobre de su torso provocando que el golpe se lo llevara el.

- Mil disculpas, pero es que llego tarde al banco y me lo van a cerrar! – dijo la chica levantándose sin verlo tratando de quitarse el cabello de la cara y dándole la mano para ayudarlo – Se encuentra bien? No lo lastime verdad? No creo que mi seguro cubra accidentes por estupidez.

Kanon parpadeo varias veces antes de verla a los ojos sin decir palabra. Laura pudo verlo mejor ya sin su cabello que le estorbara.

- Es usted!

Kanon se incorporó, se sacudió su ropa

- Yo siempre soy yo. – Dijo sonriendo y preguntándose de donde lo conocía. No era una chica con la que pudiera haberse acostado. La recordaría sin lugar a dudas porque no era para nada su tipo.

Laura recordó de pronto que el la había dejado sola para irse con sus "amiguitas" y la furia regreso a ella.

- Disfruto mucho su fiestecita de anoche, Doctor?

- (Doctor? Fiestecita?)

- Supongo que es su costumbre conocer chicas en el hospital a las que después invita a bailar. Típico de un aprovechado!

- Qué? Yo a qué hora? – dijo Kanon divertido.

Ya estaba comenzando a entender lo que había pasado, mas no quiso sacar a la chica de su error.

- Si claro. Ahora hace como que la virgen le habla, pero anoche en el Enzzo de Cuba fue diferente!

- uhhh yo creo que…

- Nada! Peor aún… es de los que calienta el boiler y no se mete a bañar! – dijo Laura en voz alta pero en cuanto se dio cuenta que lo había hecho se tapó la boca con ambas manos mientras el color teñía sus mejillas – Perdón! No sé qué me paso. Tengo que irme…

- Al banco?

- Si, sí. Es que me van a cerrar y…

- En domingo? – pregunto Kanon burlándose

- Qué?

- Estas esperando que no te cierren un banco en Domingo. Por qué será que creo que chocaste conmigo a propósito.

- Que arrogante! Claro que no! Yo solo… creí que era Lunes…

- Jajaja

- Debo regresar al trabajo. – dijo Laura tratando de escapar de su vergüenza lo antes posible

- Momentito – dijo Kanon tomándola de la muñeca y acercándola para tomarla de la cintura posesivamente – Esto es para que no me andes calumniando.

Antes de que Laura pudiera reaccionar, poso sus labios suavemente sobre los de Laura quien por un momento intento golpearlo, pero la maestría con la que la estaba besando Kanon, le había dejado en blanco su cerebro.

- Qué bonito espectáculo!

Ambos se separaron rápidamente

- Camus! – exclamó una sorprendida y apenada Laura

- Laura…

- Se conocen? – pregunto Kanon curioso

- Si – fue la fría respuesta de Camus – y por lo que veo ustedes también.

- No es lo que tú crees – dijo Kanon poniendo sus manos al frente para defenderse

- Más vale que no sea lo que creo – dijo Camus amenazadoramente – Laura cariño? Que haces aquí?

- Yo… venia al banco y…

- En domingo?

- Ok. Ya. Vale. Me equivoque de día. No necesitan decirme estúpida todo el tiempo.

- Tienes algo más que hacer en el centro comercial? – preguntó Camus

Laura movió negativamente la cabeza

- Entonces te acompaño a tu auto – dijo Azotándole su traje en la cabeza a Kanon – Deténmelo en lo que vuelvo – le dijo pasando junto a el

- Por qué arruinas mi diversión? – le pregunto Kanon en voz baja. Camus se detuvo solo un instante para contestarle en el mismo tono.

- Tu arruinaste la mía enviando a Isaak a Asgard. Ten por seguro que no será lo único que te arruine.

Mayo 6, 3 pm

Oficinas Centrales de la empresa de mensajería GHL

Soho, Nueva York

- Señor Gabriel, su hija está aquí y quiere verlo

- Gracias Marjorie, dile que pase. – contesto Gabriel terminando de firmar lo que tenía pendiente.

Liz entro alegremente a la oficina de su papa en sus jeans y su playera rosa con estampado de estrellas.

- Hola papa! – dijo Saludándolo con un beso

- Hola Liz, que milagro que vienes por aquí? Como va esa tesis?

- Bien… supongo. Me faltan muchos datos. – dijo sentándose en una de las sillas de piel frente a la de su padre – Crees que podría hacer otra expedición a…

- Ni lo intentes. – dijo Gabriel – Sabes que sigues castigada.

- Lo sé, lo sé. – contesto Liz resignada

- Y bien? No quiero correrte Liz, pero sabes que estoy muy ocupado.

Liz suspiro. Si, ya sabía la cantaleta de estoy muy ocupado, hablamos en la noche cuando llegue, después se le hacía tan tarde o tenía algún compromiso social con alguno de sus socios o amigos, que cuando llegaba Liz ya estaba dormida.

- Pues… - Liz tomo una fuerte bocanada de aire – Me han invitado a una boda en Atenas y quiero ir.

- Cuando es? – dijo Gabriel tomando un archivo para ponerse a trabajar

- El día 10 de este mes.

- No puedo. Tengo cosas que atender. Te hubieran dicho antes.

- Uhhh es que… No quiero que vengas conmigo

Gabriel dejo lo que estaba haciendo para ver a su hija incrédulo.

- Que dijiste?

Liz comenzó a retorcerse los dedos nerviosa. Una cosa era haberlo ensayado en su cabeza y otra muy diferente decírselo de frente a su padre.

- Quiero ir sin chaperón.

- No!

- Es que… ya estoy grande. Ya tengo 18 casi 19! Quiero ir a esta fiesta sola!

- En Grecia? Pero tú te has vuelto loca? – dijo Gabriel casi gritando – Vas a estar a más de 10 horas de distancia en avión. Qué tal que te pasa algo? Como voy a llegar corriendo a socorrerte.

- Pero no voy a ir sola! Voy a ir con Shaka!

- Ahhh ya salió el peine! No vas! Ese chico es mala influencia para ti!

Liz sonrió. La situación era al revés. Ella era mala influencia para Shaka, pero no tenía que decirle eso a su padre.

- Que sucedería si te descubren? O si no logras controlar tus alas en público eh?

- Eso no me preocupa. Shaka sabe mi secreto y no le importa. – se defendió Liz

- Y si Ya-sabes-quien te encuentra?

- Estará Shaka y sus amigos para defenderme padre. Además conoceré a la mismísima Athena! – dijo emocionada – Tu sabes que ha sido mi máximo sueno desde hace años.

Gabriel miro a su hija preocupado. Se le estaba saliendo de control. El sabía que esto tenía que pasar tarde o temprano, pero definitivamente le llego por sorpresa. Un solo viaje largo de él, había bastado para que Hermes y Buda conspiraran contra él, la dejara hacer su capricho de ir hasta Perú, se expusiera al peligro, estuviera sola con un chico, y para colmo seguía atrayendo los problemas. Ni siquiera quería imaginarse lo que podía atraer lejos de su radar. Si bien sus ex compañeros le echaban una mano de vez en cuando y Sam estaba intentando convencerlo de que comenzara a dejarla ir, era muy difícil. Él había fallado en seguir la ley divina y ahí estaban las consecuencias.

- Si me dejas ir, aceptare que me dejes castigada un mes más! – dijo Liz con firmeza

- Ja! De cuando acá terminas uno solo de tus castigos? – dijo Gabriel aun meditando los pros y cons

Liz volteo hacia donde él estaba. Aun no le decía que no en su tono definitivo. Aun había esperanzas así que se dispuso a negociar.

- Ok. Un mes castigada y no me das regalo de cumpleaños este año. – dijo haciendo chonguitos con los dedos

- Ahhh ahora me saliste negociante? Está bien. Aquí te va mi contraoferta. Dos meses extras a tu tiempo ya establecido, sin tarjetas de crédito, sin regalo de cumpleaños, ni auto por graduación, ni navidad…

- Noooo! Eso es demasiado!

- Aun no termino – dijo Gabriel sonriendo – Usaras el avión de la empresa donde tu tío Her deberá escoltarte de ida y de regreso, tienes solo 4 días para ir y regresar y (esto no es negociable) deberás cortar la amistad con Shaka después de esto.

Liz lo miro furiosa y con los puños cerrados. Cortar la amistad con Shaka después del trabajo que le había costado hacerlo perder un poco de su rigidez? Su padre estaba rayando el límite de la cordura.

- Padre. Hasta hoy no te he reclamado nada. – dijo – He sido una excelente estudiante, una excelente deportista y yo creo, una excelente hija, no es cierto?

- No discuto nada de eso.

- Me has tenido en una burbuja toda mi vida y no te lo he discutido, haces todo lo posible porque no tenga compañía masculina de mi edad…

- No quiero que te hagan daño hija…

- Y el daño que tú me estás haciendo a mí?

Gabriel comenzó a tamborilear los dedos sobre el escritorio. Los dos se quedaron en silencio por algunos minutos.

- Y bien? Puedo ir?

- No he escuchado tu contraoferta – dijo Gabriel dándole la espalda para ver el Hudson desde su ventana

Liz lo pensó bien. Dos meses castigada más su condena anterior eran tres meses… sin regalo de cumpleaños ni de navidad pasaba, pero sin su auto que le habían prometido?... y sin tarjetas de crédito? Entonces como iba a hacerle para pagar sus gastos? No podía traer tanto dinero en efectivo!

Gabriel sonrió. Le estaba tomando mucho tiempo a su hija decidir.

- Bueno Liz…

- Ya la tengo!

- Te escucho.

- Esta es mi contraoferta final. Te concedo dejarme castigada dos meses más, que no me des mis regalos de cumpleaños ni navidad e incluso que no me compres el mercedes que me prometiste hace 5 años para cuando terminara mi carrera.

- Bien

- Aun no termino. – dijo Liz viéndolo a los ojos – Te entregare durante todo ese tiempo mis tarjetas de crédito y mi tío Her me llevara y me traerá, pero no estaré únicamente 4 días sino 7 y no voy a renunciar a Shaka.

- Qué? – volteo Gabriel incrédulo – Te dije que no era negociable.

- Tampoco es negociable el bienestar de tu hija. – dijo Liz – Estaría seriamente herida de no haber sido por él y también me ha ensenado muchas cosas y no voy a renunciar a su amistad. Además él ya dijo que no regresara a los estados unidos por el momento así que no tienes mucho de qué preocuparte.

Gabriel seguía en Shock. Su hija estaba rebelándosele abiertamente. Pero a pesar de todo, ella tenía un poco de razón. Ya no tenía 7 años.

- Puedo pensarlo?

- Claro que si padre… y mientras lo haces… Shaka y yo nos iremos de compras! Necesito un vestido presentable para conocer a Athena.

Mayo 8, 1.25 pm

Estadio Mineirão

Belo Horizonte, Brasil

Aproximadamente cincuenta mil personas en el estadio lanzaron un rugido de satisfacción al escuchar el pitido del árbitro anunciando el medio tiempo del juego.

El partido amistoso Brasil – Argentina, con un marcador empatado a un gol cada uno, había enervado los ánimos de ambas porras y el ruido ensordecedor de los clásicos canticos eran música para los oídos del caballero de Tauro quien en su uniforme amarillo y negro se veía imponente.

Estaba hablando con su compañero y el árbitro central cuando uno de ellos le hizo una señal para que volteara a ver al público arriba de ellos. Había varias personas con letras gigantes con una frase que decía:

"ALDE MIRA LA PANTALLA"

Pantalla? Cual pantalla? Sus compañeros, ansiosos por saciar su morbo, le señalaron la pantalla gigante.

Alde tuvo que salir un poco al campo para poder ver la pantalla.

Tan pronto estuvo colocado en una posición cómoda para ver la pantalla, la kiss cam lo enfoco, pudiendo el verse en la pantalla. El estadio entero vio a un ruborizado Alde que no sabía que hacer rodeado por un corazón.

Algunas escenas de Capitán Tsubasa aparecieron en la pantalla.

Alde sonrió. Era uno de sus animes favoritos, aunque no estaba de acuerdo con el final.

De pronto comenzaron a salir otras escenas románticas de otros animes que Alde no conocía y entre cada una de ellas, salía una frase:

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Apareciste sin avisar. Mi vida se completó y ahora tiene sentido. No la cambiaría por nada, ni por nadie.

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El destino y la casualidad nos unió.
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Contigo todo es especial. Me alucinas, haces de cada uno de nuestros momentos algo mágico

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Me encanta cuando ríes, me encanta cuando lloras, cuando hablas, te emocionas, te entristeces, cuando gritas, gimes, palideces, me encantas tú.

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No sé si lo sabes, pero voy al trabajo cada día por ti, para verte a ti porque cada que te veo el día se ilumina con tu sonrisa y te conviertes en la razón por la que yo sonrió también.

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Has hecho que me sienta una nueva mujer. Haces que quiera mejorar cada día.

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Me vuelves loca. Estoy aprendiendo que esta forma de enloquecimiento dulce y feliz es la mejor forma de vivir.

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Me da igual que seamos diferentes, que pensemos muy distinto, que no seamos compatibles... Me basta coincidir contigo en querer estar juntos

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Cada noche sueño contigo y cada mañana despierto con la ilusión de verte, oírte, aunque aún no lo sepas

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Sé que estoy hecha a tu medida, que si me faltas estoy incompleta. Deja que te robe tu corazón y podré vivir feliz.

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No sé cuándo me vas a querer, sí sé que te tengo que conquistar...

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Cuando miro tus ojos me tiemblan las piernas, me da un vuelco el corazón, se me agita la respiración... Alde voltea por favor…

El público se quedó en silencio mientras Alde volteaba lentamente.

Las porristas del equipo infantil y juvenil estaban vestidas con sus uniformes formando una hilera.

Al sonido de un silbato las niñas más pequeñas levantaron las primeras siete letras: '

QUIERES

Al sonido del siguiente las siguientes levantaron las otras tres:

SER

Y las siguientes…

MI

Y las ultimas…

NOVIO?

Un sorprendido Alde se quedó muy quieto. Quién? Cómo? Cuando? Dónde?

Detrás de las niñas, la pirámide con las porristas principales se estaba levantando y la pequeña Niv estaba en el tope.

Alde le hizo una seña preguntando si era ella la de toda esa sorpresa y ella asintió con la cabeza.

La cámara de nuevo enfocó a Alde cuando asentía con la cabeza mientras abría sus brazos para recibir a Niv, quien sin dudarlo y desde el tope de la pirámide se arrojó a los brazos de su nuevo y flamante novio quien la recibió con un tierno beso mientras todo el estadio rugía de emoción compartida con la pareja.

Mayo 9, 12.00 pm

Restaurante Casa Benigna

Madrid, España

Shura estaba nervioso cuando entraron al restaurante. Como sería el padre de Zita? Que le habría contado de el? Sabía que Zita había hablado largamente con él por teléfono mientras él había estado en Zaragoza. Zita tampoco lo había dejado cambiarse. El esperaba poder ponerse algo más formal, pero Zita le dijo que no, que se quedara con los jeans y playera que traía pues ella iba igualmente vestida. Era como si quería que los viera lo más jodidos que pudiera y él no había estado de acuerdo, pero tampoco quería contrariarla.

El restaurante no era nada lujoso, todo lo contrario, bastante sencillo y populachero.

Zita se agarró nerviosa del brazo de Shura. Sí. Lo aceptaba. En un arranque de rebeldía había evitado que su esposo se arreglara para conocer a su papa y ella misma no había hecho nada por mejorar su imagen. Por todos los cielos! No lo había visto en 10 años!

Una mano al fondo del restaurante se alzó y los dos se dirigieron tomados de las manos hacia ese lugar.

Cuando los dos llegaron hasta esa mesa Shura se quedó sorprendido. Kanon se veía más viejo que la persona que estaba frente a el!.

Delgado, pero con los músculos marcados, con 1.85 de estatura, cabello tan rojo como el de Zita y los ojos Azul obscuro y la piel muy blanca, Alejandro no era para nada lo que Shura estaba esperando. T

Alejandro abrió los brazos y Zita se rindió corriendo a abrazar a su papa, llorando de emoción. Era tal como lo recordaba. Ambos se quedaron unidos en un abrazo sin poder separarse. Eran 10 años de no verse.

- Padre… quiero presentarte a mi esposo Shura – dijo abrazándolo al mismo tiempo que Shura tragaba saliva por dos razones: Nervios y porque Zita insistía en presentarlo como su esposo

- Mucho gusto Señor – dijo extendiendo la mano.

Alejandro se le quedo viendo fijamente por unos segundos antes de extender la mano para saludarlo.

Padre e Hija comenzaron a charlar como si no hubieran pasado tanto tiempo separados. Sorprendentemente aunque Zita intentaba meter a Shura en la conversación, Alejandro lo evitaba lo más que podía, lo interrumpía o de plano no lo dejaba hablar. Finalmente después de casi una hora charlando y mientras esperaban su paella Zita hizo la pregunta que los tres esperaban:

- Ya me dirás por que no regresaste por mí? – dijo Zita después de mucho hablar de cosas triviales.

Shura casi se atraganta con el agua. Cuando Zita era directa, lo era.

- Hija, hay muchas cosas que aún no sabes de mí y a decir verdad, aun no encuentro el momento adecuado para decírtelo.

- Estas metido en problemas verdad? – pregunto Zita

- Algo así. No es nada nuevo cariño. Lo he estado desde antes de que tu nacieras y por eso siempre viviste con tu madre. Era más difícil que te relacionaran conmigo así.

- Y no has podido resolverlo?

- No, pero te prometo que ahora que sé que no me odias, hare todo lo posible para resolverlo y ser parte de tu vida si me dejas – dijo Alejandro tomándole la mano.

- Claro que si papa. Siempre serás bienvenido en la comunidad.

- Jaja lo dudo. Omar y Rosa me van a sacar a patadas – dijo Alejandro con buen humor

- No. Ellos te aceptaran si yo se los pido. – aseguro Zita muy seria.

Los meseros comenzaron a preparar la mesa para hacer el montaje para la olla de paella valenciana que había pedido Alejandro, cuando Zita se excusó para ir al tocador.

Ambos hombres se levantaron al unísono y cuando Shura se iba a sentar de nuevo, Alejandro lo tomo por la playera.

- A que estás jugando imbécil!

- De que está hablando? – dijo Shura sorprendido

- Quien te mando? Fue Kanon o Sorrento? Puedo leer tu cosmo… Habla!

- Sorrento? La chacha de Poseidón? Esta loco?

- Si creen que van a hacerme salir a través de ella…

Shura se soltó violentamente de la playera.

- Momento! Quién diablos es usted en primer lugar?

Alejandro lo miro por un momento. No… Su cosmo no pertenecía a ninguno del ejercito de su padre.

- Quien eres tú?

- Shura, Caballero dorado de Capricornio. Guardián de la décima casa del Santuario de Athena.

- Athena? Athena hija de Zeus sigue aquí en la tierra? – pregunto Alejandro en otro tono

- Pues hasta hace un mes que Salí del santuario, sí.

Alejandro suspiro aliviado.

- Me disculpo Shura. Llevo demasiado tiempo en alerta esperando.

- Esperando que? Que es todo esto? Quien es usted?

- Tritón, hijo de Poseidón.

A Shura se le fue el color de la cara. Se sabía la historia de memoria.

- Entonces Zita…

- Zita es la nieta de Poseidón. Y está en peligro.

- Que dices? Zita lo sabe?

- Sorrento ya estuvo ahí en el campamento y vio a Zita. No tardara mucho en reportárselo a mi padre y no. Zita no sabe quién soy o quien es ella, o la importancia que tiene para todos.

- Por Zeus! – exclamo Shura – (En que mega lio me he metido! Y yo que tanto le reclamaba a Shaina meterse con el enemigo!)

- Tienes que protegerla! – suplico Alejando - Llévasela a Athena. Dile que vas de mi parte. Mi padre no se atreverá a atacar el santuario!

- No puedo llevarla al santuario! Eso está a menos de 1000 metros del mar! Ella es alérgica al mar según me ha contado!

- Quieres decir que su transformación ya comenzó? – susurro Alejandro preocupado

- Transformación?

- Shura… ella es mi hija. Por gracia divina le ha tocado nacer como una sirena. Es contra natura que ella este en tierra y por eso el mar la llama. No es que sea alérgica. Sus piernas le duelen porque quieren convertirse en cola; No puede respirar porque necesita estar bajo el agua…

Shura estaba oyendo pero al mismo tiempo estaba pensando en las repercusiones que esto traería consigo para todos.

Shura vio de reojo que Zita que regresaba del tocador aunque le faltaban aun algunos metros.

- Te juro que la protegeré lo mejor que pueda y hablare con Athena y Shion para ver como la podemos alejar del peligro pero dime… Hay algo que pueda hacerse para que esa transformación no se lleve a cabo?

Alejandro suspiro.

- Ella necesita la bendición de Poseidón para eso. La única cosa en este mundo que yo no puedo darle.