Capítulo 90

- Hey Chicas! Que alguien me ayude! La puerta está atascada!

Shaina miro de reojo como la puerta de uno de los cubículos vibraba. Reconoció la voz de Laura. Sin dejar de mirar a la figura vestida de negro frente a ella, se acercó a la puerta e intento abrirla.

Ares se recargo en el marco de la puerta de entrada del baño para verse las uñas. Shaina lo miro extrañada. No estaba haciendo nada! Por qué?

- Shaina! Esto no es gracioso! Déjame Salir! – Grito Marín

- Hay alguien ahí afuera? – se escuchó la voz de Liz – No puedo salir! Y Porque apagaron la luz?

Shaina intentaba abrir todos y cada uno de los cubículos, sin conseguirlo.

Volteo a ver a Ares. No se había movido de su lugar. Solo la veía con sus profundos ojos azules disfrutando su confusión.

Entonces Shaina recordó que Minos estaba afuera. Tal vez si gritaba…

- Ni lo intentes. – dijo Ares tranquilamente leyéndole los pensamientos – Deja esos gritos para más tarde para cuando tú y yo estemos disfrutando…

- Olvídalo! Eso no va a pasar nunca!

- Y quien me lo va a impedir? Tu noviecito de pacotilla? Ja! Aunque no se me olvida que debo felicitarte. Lo has estado entrenando muy bien. Mira que pronto será el hazmerreír del Olimpo cuando se enteren que cuatro caballeros dorados de Athena lo han golpeado y él no ha movido un solo dedo… el muy idiota!

- Q… queee?

- Pero debo agradecérselos con una tarjeta. De no haberlo golpeado, ustedes no hubieran discutido y si no hubieran discutido tu no estarías aquí… a mi merced.

Shaina comenzó a pensar en sus opciones. Ares no estaba siendo violento aun. Esto no era lógico…

- Tssss… eso es lo que te excita? La violencia? – dijo Ares acercándose lentamente – Porque podemos arreglarlo.

Shaina encendió su cosmo al máximo. Toda el área a su alrededor se volvió de un color fiusha.

- Hay alguien ahí? Marín? Shaina? – se escuchó en el cubículo donde Shaina supuso que estaba Geist.

- Geist! – grito mientras trataba de abrir la puerta.

- Ella no puede escucharte – canturreo Ares

- Déjalas ir! Ellas no tienen nada que ver!

- Para qué? Entre más somos… más diversión. – dijo Ares moviéndose hacia ella – Me gusta que te hayas puesto tan bonita para mí.

- No estas siendo un poco arrogante? – dijo Shaina moviéndose hacia atrás y tratando de llamar a alguien… el que fuera a través de su cosmo, pero nadie respondía.

- Eres muy lista, pero yo lo soy más – dijo Ares – No estas tratando con pendejetes como los que acostumbras.

Se escucharon golpes y patadas en tres de los cubículos. Laura, Geist y Marín intentaban abrir la puerta a patadas sin conseguirlo. Liz golpeaba la puerta desesperada. Poco a poco se fue apagando el sonido, pero el cosmo violeta de Geist y el cosmo blanco de Marín se encendieron. Podía sentirlos pero no podía verlos.

Shaina volteo hacia los cubículos y de reojo no dejaba de ver los movimientos de Ares.

- No tienes a nadie más importante a quien molestar? – le dijo – Seguro que hay muchas que están ansiosas por estar contigo… - dijo intentando hacer tiempo hasta poder pensar con más claridad.

Sus palabras hicieron reír al dios de la guerra.

- La verdad es que diario nacen nuevas niñas y eso me da un infinito de posibilidades, pero por alguna razón, estoy encaprichado contigo…

- No me digas que no me había dado cuenta!. – dijo Shaina enfilándose con cuidado hacia la salida.

Cuando llego a la puerta y la abrió, no vio más que el vacío. Dónde diablos estaban?

- Jajaja te dije que era más listo que tú. – sonrió - Te lo explicare para que dejes de gastar la energía que vas a tener que ocupar en mi muy pronto. – extendió los brazos – Te presento… la Caja de la Tortura patentada por F&D (En honor a mis hijos Fobos y Deimos desde luego)

- Caja... de la Tortura?

- Debo decir, que estoy extremadamente contento con ellos. Hasta estoy pensando que les puedo regalar a las chicas que están ahí adentro cuando termine contigo. No están tan mal…

- No te atrevas!

- Jajaja Por que te molestas? – dijo Ares – Ser la mujer de un dios es todo un honor y mis hijos son todos tan guapos y varoniles como su padre.

- Uff mientras no sean igual de hijos de puta

- Jajaja para mi fortuna TODOS sin excepción lo son y de TODOS me siento en extremo orgulloso aunque no se los diga para que no se lo crean.

- Valiente padre que les toco!

- Bueno… basta de bla bla bla… - dijo intentando rozarle con el dorso de la mano una mejilla recibiendo un manotazo de parte de Shaina.

Un grito aterrador se escuchó desde el cubículo de Laura. Ares volteo y sonrió. La caja funcionaba tal y como sus hijos lo habían predicho.

Aun sonriendo, Ares se quitó el saco colgándolo cuidadosamente del ganchillo en el reverso de la puerta. Se quitó sus mancuernillas y comenzó a remangarse la camisa.

Shaina fue hasta la puerta del cubículo donde estaba Laura. Trato de abrirla, de ver por debajo. Todo era obscuridad.

- Donde las tienes?

- Están ahí adentro. Solo que están dando vueltas en su propio inconsciente.

- No te entiendo.

- Jeje… ya lo sabrás. Ven y acércate.

- Claro que no!

- Uy! Va a ser por las malas? Más rico!

Shaina intento pensar. No podían salir… Nadie le estaba contestando… Peor aún, no sabía dónde se encontraban. Geist, Marín y Ella podían soportar mucho, pero Liz y Laura? Si daba batalla, su integridad física podría ser comprometida.

- Mmm… ya vas comprendiendo. – dijo Ares acorralándola contra la pared y oliendo su cuello mientras ella intentaba que no se acercara demasiado con sus brazos. – Anais Anais de Cacharel… delicioso.

Un ligero ataque de pánico causó que Shaina intentara golpear su entrepierna con la rodilla, pero solo consiguió que Ares soltara la risotada al ver que su propio vestido no la dejaba hacer muchos movimientos.

- Eso pasa por ser una niña muy provocativa – dijo entre risas – Pero para que veas que soy justo te daré una ventaja.

Para horror de Shaina en milésimas de segundos, Ares había abierto su hermoso vestido de los pies a la entrepierna.

- Buuu tenía la esperanza de que no usaras ropa interior esta noche.

Asqueada pero agradeciéndole en silencio esa ventaja, logro darle una patada que fue a parar a la mandíbula del dios, a quien al no estar en guardia, pudo abrirle el labio con el tacón. Contrario a lo que hubiera ella imaginado, Ares sonrió y saboreo su propia sangre con la lengua y salieron gritos horrorizados de los cuatro cubículos.

- Ya recordé porque estoy encaprichado contigo… Necesitas de mano dura que te dome – dijo al mismo tiempo que le soltaba un golpe en el estómago que hizo que Shaina comenzara a toser. Le había sacado el aire – y no será una tarea fácil, pero sí muy placentera cuando termine contigo.

Dónde diablos estaba Minos, Shion, Athena… quien fuera que pudiera ayudarle a sacar a las chicas para poder explotar su ira y dar una mejor pelea?.

- Vas a comenzar a llorar tan pronto? – dijo – Que paso con la chica invencible de la que todos están tan orgullosos?

- Yo nunca lloro imbécil! – dijo intentando golpearlo, mas Ares simplemente se movió rápido para evadirlo. Se escucharon gritos en los cubículos.

- Oh sí! Sigue intentándolo por favor. Te aseguro que nada me dará más placer que ser yo quien te baje los humos. – dijo lanzando dos o tres puñetazos hacia ella que también logro evadir. O Ares estaba solo jugando con ella, o era extremadamente lento.

De nuevo se escucharon gritos desgarradores dentro de los cubículos… casi histéricos.

- Que les estás haciendo?!

- Yo nada… pero tu sí. – dijo Ares con una sonrisa sádica

- De que estas hablando?

- Jajaja como te dije… soy muy hábil y no me gusta perder. Odio perder de hecho. Y mis nenes me regalaron la versión personalizada de la caja. Son muy hábiles. Cada vez que tú me golpeas o evades mi golpe… tus amigas sufren. – Dijo lanzándola con brusquedad contra la pared.

Shaina no estaba segura de haber escuchado bien.

- Veras zorrita… Estamos dentro de la caja, que abrió un portal a una realidad alterna donde no están tus adorados compañeritos. Ellos no pueden entrar, y tú no puedes salir hasta que yo quiera. Pero… eso no es todo. Cada uno de los cubículos tienen el poder de absorber del inconsciente de la persona que está dentro, cada uno de sus temores y sus fobias y proyectarlos hacia ellos mismos. Y esto sucede cada que yo, el dueño de la caja, quiera. Y yo quiero que las escuches sufrir por tu causa. Que sepas que por cada golpe que no dejes que yo te dé, ellas se revolcaran de terror, se empaparan de lágrimas, y además pueden causar secuelas a largo plazo. Entre más duro sea el golpe que yo reciba, ellas tendrán un ataque de pánico más grande. No es increíble?

- Eres un enfermo!

- No zorrita, los dioses no podemos enfermarnos. Solamente nos divertimos. – dijo lanzándola de nuevo contra los cubículos – Hubiera sido en extremo divertido que Athena estuviera en uno de esos cubículos, pero era de esperarse que con lo creida que es, prefiriera usar su suite.

Shaina estaba desconcertada. Era obvio que no estaba a la altura de un dios ni por error, pero Ares no estaba usando su cosmos. Estaba peleando como un hombre entrenado, tal vez con la velocidad y fuerza de un santo de oro pero sin aprovechar la ventaja que tenía como un dios. Por qué? Hubiera podido simplemente acabarla de un solo golpe como su tío había hecho alguna vez y sin gran esfuerzo.

- Te mencione acaso que esta realidad alterna no lleva el tiempo como la otra? – dijo Ares – Puedo golpearte horas, años, siglos! Y solo habrán pasado unos minutos donde están tus adorados compañeros dorados. Esta vez, no tienes escapatoria.

Shaina comenzó a dolerse de hombro izquierdo que había sido azotado ya varias veces contra la pared. Debía creer lo que estaba diciendo de sus amigas? Ella no podía probar que sí, pero tampoco que no. No tenía muchas opciones pero tampoco quería dejarse golpear.

- Que te parece si jugamos un ratito más. Eres bastante resistente y me está gustando mucho! Me calientas la sangre! mi preciada signorina.

- Púdrete!

- Tomare eso como un si

Shaina tomando el poco vuelo que pudo, lanzo un puñetazo a Ares en el pómulo derecho haciendo que este retrocediera logrando que Shaina pudiera separarse de la pared. Ares volvió a sonreír. Sí. Eso es lo que él quería.

Shaina se abalanzó para seguirlo golpeando y le lanzo otro golpe con el brazo derecho, mas Ares no estaba indefenso y lo detuvo subiendo el brazo. Shaina lanzo ahora un izquierdazo más el resultado fue el mismo. Asombrado por el arrojo que estaba demostrando la chica, y haciendo alarde de su diferencia de fuerza y agilidad, volvió a estampar su puno contra el mentón de Shaina, haciéndola volar unos metros para caer sobre el duro suelo de mármol.

Los gritos de las cuatro chicas no se hicieron esperar. Con cada golpe que Ares recibía, se hacían más fuertes, más desesperados.

Cobardemente y viéndola en el suelo, Ares corrió para darle una patada en el costado, pero ella lo detuvo fácilmente con ambas manos y levantando la pierna izquierda, lo pateó en el pecho para separarlo y darle tiempo a levantarse.

Desde ese ángulo, podía ver en los ojos de Ares el deseo enfermo que le estaba produciendo ese tipo de violencia. Shaina pudo entenderlo ahora. Con cada golpe, excitaba sexualmente a Ares más y más.

Con el llanto de sus amigas repiqueteando en sus oídos, Shaina se levantó doliéndose. No se había rendido en ninguna batalla, no se rendiría ahora.

- Si me hubieras hecho este hermoso regalo mientras estuvimos en Columbus, en este momento serias la mujer más adornada y llena de oro y diamantes.

- Ni aunque me dieras el trono del maldito Olimpo …

- No… en ese entonces me tenías miedo por otra razón, verdad? Tenías miedo de encontrar en mis brazos lo que alguien más te había negado… alguien a quien yo te recuerdo.

- Cállate!

- Tenías miedo de que te gustara tanto lo que yo te ofrecía, que traicionarías fácilmente a Athena Jajaja

- Dices puras tonterías!

- Las digo? Ilusa. Soy un dios. Puedo leerte completa. – dijo Ares – Tus pensamientos, tus sentimientos, tu cosmo… Estas casi llegando adonde yo quiero.

Shaina escucho un golpe seco dentro de los cubículos y volteo hacia allá. Ares aprovecho el momento para atraerla hacia el tomándola de la cintura, pero Shaina flexiono el brazo e intento darle un codazo en el mentón, lo que hizo que este la agarrara de la nuca con rudeza y le propinara un rodillazo en el esternón que hizo que Shaina se tambaleara hacia atrás y quedara pegada a la pared.

Se escuchó un grito más dentro de los cubículos antes de que otro golpe seco resonara por todo el lugar.

- Por favor… déjalas ir… - dijo Shaina intentando enderezarse – no puedo soportarlo.

- No… los gritos son música para mis oídos. No tardaran en morir de miedo.

El cosmo de Geist comenzó lentamente a apagarse.

- No Geist ¡! Resiste por favor! – grito

- Ahhh nada más impactante que saber que las personas que queremos mueren por culpa nuestra, no es cierto Shaina?

El cosmo de Marín comenzó a rendirse también. Tenía que tomar una decisión rápido.

Hizo un último intento para intentar comunicarse con alguien allá afuera.

- Vaya que eres necia.

- Ja! Es la segunda vez que me lo dicen esta noche.

Déjame mostrarte algo viborita. Esto hará que te decidas.

Toco la puerta del cubículo más a el cercano, que era el de Liz, y la puerta por un momento se volvió transparente.

Shaina pudo ver que Liz estaba aterrorizada y hecha un ovillo en el suelo. Su cabello estaba completamente enredado, tenía rasguños en su espalda que sangraban como si hubiera intentado quitarse algo desesperadamente y su vestido estaba hecho trizas. Apenas respiraba

Shaina solo pudo negar con la cabeza compulsivamente. Esto no estaba pasando.

Ares toco en el que estaba Geist.

La chica se había claramente raspado las rodillas, las palmas y las yemas de sus dedos. Estaban sangrando como si se hubiera arrastrado varios kilómetros. Estaba tendida boca arriba y tenía los ojos abiertos pero no veía nada. Su maquillaje estaba corrido con claras marcas de haber llorado.

- Geist! Despierta! No me dejes! – Gritaba Shaina golpeando la puerta desesperada.

El dios de la guerra se saltó al de Laura.

La chica había hecho jirones la parte transparente de su vestido como si hubiera intentado quitarse algo de encima. Se había roto las uñas claramente por intentar escapar presa de un gran pánico y estaba sin sentido en el suelo con una herida en la frente que sangraba un poco.

A Shaina se le llenaron los ojos de lágrimas de impotencia y rabia.

Pero Ares estaba disfrutándolo. Por ultimo toco la puerta del cubículo de Marín y azoto a Shaina contra la puerta para que pudiera verla.

A Shaina le era difícil de mirar que su amiga estaba totalmente en shock, con el vestido roto y los nudillos sangrando. Los ojos inyectados de sangre. Tenía algunos rasguños en las mejillas y el labio roto. Parecía estar apenas consciente.

Y cayo de rodillas. Era demasiado!

- No dejes que mueran. Hare lo que quieras.

- Te cansaste de jugar?

Shaina asintió con la cabeza y se mordió el labio. Siempre había dado la vida por alguien más. Sus amigas no serían la excepción.

- Solo… solo déjalas ir, quieres? Te prometo que… te prometo que jugaremos todo lo que quieras… como tú quieras- dijo con voz entrecortada. Eran las chicas o ella.

Ares no contesto, pero Shaina inmediatamente sintió que un golpe tan fuerte que creyó que le había roto las costillas.

- Oh! sí que me divertiré contigo. Dejare de molestar a tus amiguitas si te portas bien…

Shaina se dijo que no lloraría. No debía hacerlo. Era solo una batalla más… Una batalla más…