Capitulo 92

Mayo 10, 12 PM.

Departamento de Minos.

Oslo, Noruega.

Minos abrió el portal dentro de su departamento y llego con Shaina en brazos.

Prendió la luz y camino con ella hasta su recamara. La deposito con mucho cuidado sobre la cama y la contemplo por unos segundos parado junto a ella con los puños cerrados. Ni siquiera podía descargar su ira porque no sabía contra quien dirigirla. La tapo con una manta para que no perdiera su calor y se fue a la recamara de huéspedes donde se liberó de su Surplice. Prendió la calefacción para que la temperatura fuera agradable y regreso a la habitación donde Shaina seguía tal como la había dejado.

Dio como tres vueltas por toda la habitación antes de decidirse. Saco el celular de su pantalón, asombrándose de que a pesar de tantos golpes no se hubiera roto y le marco a su amigo.

R.- El más guapo juez del inframundo al habla?

M.- No estoy para jueguitos tontos Rada

R.- Ouch. Ya me di cuenta. Que paso? como te fue?

M.- Terrible. Dime… Tú has curado heridas antes verdad?

R.- Unas cuantas. Por qué? Estas herido? Por qué no usas tu propia energía para curarte?

M.- Yo… no estoy en condiciones. Estoy en mi limite más bajo…

R.- Carajo! Me estás diciendo que también estas herido?

M.- Eso no es importante… Estoy en mi departamento. Si la llevo a un hospital tendré que dar explicaciones y además nos pueden encontrar... Y ya te dije. No tengo fuerzas para protegerla.

R.- Tiene alguna fractura expuesta? Algo que sea muy grave?

M.- Y como diablos voy a saber? Me ves cara de doctor?

R.- Minos… tranquilízate hombre!. No es una chiquilla común y lo sabes. Ella está bien.

M.- Perdón. Solo… solo estoy desesperado. No sé qué hacer!

R.- … (Minos pidiendo perdón?)

M.- …

R.- Tiene alguna herida que este sangrando en exceso?

M.- …Nada exagerado.

R.- Está consciente?

M.- No. Está dormida. Lo sé por su respiración acompasada que conozco tan bien.

R.- Ok. Eso es bueno. Si está tranquila y durmiendo no tiene ninguna herida grave. Aun así vas a necesitar ayuda. No puedes tu solo, sobretodo porque me dices que apenas puedes contigo mismo.

M.- Lo sé. Que me sugieres?

R.- Lo que se hacer mejor: Romper las reglas.

M.- De que demonios hablas?

R.- Confía en mí. Te espero en una hora. Toma un baño, arréglate y baja en una hora. Ni un minuto más ni un minuto menos.

M.- Pero no quiero dejarla sola…

R.- Solo serán unos minutos. Te lo prometo.

M.- …Está bien. Solo porque no puedo pensar en otra opción. Te veo en una hora exacta.

Minos colgó el teléfono y fue a verificar que Shaina estuviera bien. Le dolía no saber qué hacer. Quería abrazarla y besarla y decirle que estaría a salvo en ese lugar con él, pero no quería que al tocarla pudiera lastimarla más. Ya había sufrido bastante.

Se sentía impotente e inútil y esos sentimientos eran algo nuevo para él, como prácticamente todo lo que estaba viviendo desde que la conoció.

Mayo 10, 11pm

Novotel Athenes

Atenas, Grecia

- Shion, Dohko… ya pudieron localizarla? – preguntaba Saori mientras acariciaba tiernamente la cabeza de Liz – Yo no he podido.

- No. La señal rebota por todo el mundo como si estuviera saltando a propósito. – dijo Shion mientras contemplaba a su diosa – No debí dejarla sola. – se culpó.

- No podías hacer nada Shion. Fue en el único lugar donde tú no podías vigilarla. Lo pensó muy bien - dijo Saori levantándose yendo hacia la salita

- Esa no es ninguna excusa. – dijo Shion siguiendo a Saori junto a Dohko

- Afortunadamente ninguna de las cuatro tiene ningún daño físico de consideración – dijo Dohko

- Confiemos en que Saga sabe lo que hace – dijo Saori – Shion. Quiero que lleven a Liz, Marín y Geist a mis aposentos en el santuario.

- Y Laura? - pregunto

- Parece que ni Saga ni Camus no lo consideran necesario y ella nos ayudara a esclarecer esta situación. Camus no está convencido de que haya sido Minos y hay que darle el beneficio de la duda, después de todo, no nos ha dado motivos para pensar lo contrario.- dijo Saori

Shion cerro los puños. Si resultaba que Minos era culpable, el mismo bajaría al mismo inframundo para cortarlo en pedacitos.

- Creo que será mejor que usted también regrese al santuario Athena y deje que los demás nos encarguemos de esto. No estaríamos tranquilos dejándolas aquí solas mientras nosotros seguimos buscando alguna pista. - dijo

Athena asintió.

- Dile a Mu que venga a ayudarte Shion y tele transpórtenlas directo. Después vengan por mí. – Shion asintió y llamó a Mu para seguir ordenes inmediatas. – Dohko. Dile a Shaka, Afrodita y Saga que vengan. Quiero hablar con ellos.

Dohko se apresuró a obedecerla y los tres entraron a la salita.

- Caballeros. Díganme que fue exactamente lo que paso? Por favor.

- Sammy fue a decirnos que Shaina estaba en peligro y fuéramos a rescatarla y eso hicimos – dijo Afrodita

- Cuando llegamos, Minos tenía su Surplice puesta y estaba agachado sobre Shaina – dijo Shaka

- Le pedimos amablemente que la soltara – dijo Saga – Solo que no quiso obedecer y no nos dejó otra opción más que atacarlo.

Athena estaba muy tranquila.

- Saga. Cuando renunciaste a tu armadura, prometiste usar tus conocimientos del cosmo solo para el bien. Como atacar a Minos entra en esta ecuación?

- Solo estaba defendiendo a Shaina – se defendió

- Shaka. Viste a Minos lastimándola? – pregunto muy seria

- Estaba sobre ella – se defendió el caballero de virgo

- Pueden los tres decirme que tan poderoso es el cosmo de Minos como para que 12 caballeros dorados, 5 de bronce, Un patriarca y Una diosa no sintieran los cosmos de tres de sus caballeros femeninos siendo atacadas por este?

Los tres caballeros se quedaron callados y se vieron entre ellos. Si bien Minos era poderoso, eso no encajaba. Iban a replicar algo cuando Camus los interrumpió.

- Athena, Laura solicita hablar con usted.

- Hazla pasar. Caballeros. Retírense por favor.

Los tres salieron y Camus y Laura entraron. Saori los invito a sentarse.

- Laura. Lamento mucho lo que te paso. Te encuentras bien?

- Sí. Milagrosamente ya no me duele nada. Las manos de Shion son milagrosas – dijo Laura.

- Creí que Saga te había curado. – pregunto Saori intrigada

Un leve rubor cubrió las mejillas de Laura.

- No. Preferí que lo hiciera Shion. Tiene la mano más ligera.

- Es cierto. Es muy bueno en lo que hace – afirmo Saori –

- Sí. No sé si ya lo había dicho, pero trabajo para el precinto uno de la policía de Atenas.

- No, creo que no me habían comentado

- Me gustaría ayudarles a ver quién o qué cosa ocurrió en ese baño. Estoy francamente enojada con la situación y me lo he tomado personal.

Saori la miro con una sonrisa.

- Y como crees que puedas ayudarnos?

- Camus dijo que tenían idea de quién era el sospechoso, y mi trabajo es precisamente encontrar evidencias. Me permitiría trabajar con Camus en esto? Puedo recuperar las cintas de video y saber exactamente qué sucedió.

- En el baño hay cámaras? – pregunto Saori escandalizada

- No, pero en la antesala si y en la entrada. – dijo – Podemos ver quien entro y salió de ahí en las horas previas y descartar posibilidades.

- Puedes hacer esto sin involucrar a la policía? No quiero escándalos.

- Déjamelo a mí. Puedo hacerlo. Camus estará conmigo durante todo el proceso para ayudarme y mantenerla informada. – dijo esperanzada

Saori lo pensó. Cualquier ayuda para esclarecer eso y encontrar a Shaina era bienvenida y además Laura no estaría predispuesta como sus caballeros.

- Está bien Laura. Gracias. Te tomare la palabra, pero con una condición.

- Cual.

- Duerme un poco.

- Pero en casos de secuestro el tiempo es vital y…

- Te siento aun un poco débil y no quiero que te haga daño.

- Está bien. Dormiré un par de horas aquí si me lo permites. – dijo Laura bostezando.

Saori asintió.

- Además no quiero que tengas problemas en tu trabajo por esto…

- Mañana tengo libre así que puedo hacerlo lo antes posible.

Saori miro a Camus y sonrió.

- Esperare noticias suyas entonces a mi celular. Laura, puedes utilizar la habitación adjunta. Hay dos camas. Camus. Hazme un último favor antes de irme. Acompáñame al baño donde ocurrió todo. Quiero ver si hay algún rastro que pueda percibir antes de que Shion venga.

Mayo 11, 3 AM.

Departamento de Minos.

Oslo, Noruega.

Shaina sintió que alguien estaba acariciándole los hombros y empezó a patear para intentar defenderse pero una suave tela le impedía hacerlo.

- Suéltame! No me toques! – dijo mientras se retorcía

- Si no te calmas, voy a volver a noquearte como la última vez. Vas a despertarlo con tus gritos y el también necesita descansar.- le dijo una voz conocida en voz baja.

Shaina espero un momento a que su cabeza procesara lo que estaba oyendo y calmándose un poco, abrió los ojos. La habitación estaba a media luz pero una silueta conocida la estaba curando.

- Entonces… al final… si estoy muerta… - dijo al ver a la persona a su lado.

- No. Pero si lo que planeabas era ir a visitarme, esta no es la mejor forma ni la más rápida – le dijeron mientras vendaban su brazo.

- Estoy drogada? – pregunto un poco desconcertada. Incorporándose un poco sobre la cama. Se dio cuenta que esa recamara le era familiar. Era la de Minos.

- No. A ti no te gusta tomar ninguna. Lo recuerdo bien.

Shaina lo miro en silencio por unos segundos antes de que finalmente su cerebro se conectara con su corazón y con el único brazo bueno, sin importarle el esfuerzo y el dolor que esto le generaba, tomo la almohada junto a ella y comenzó a golpearlo.

- Idiota! Cabeza de chorlito! Porque tuviste que hacerte el héroe! – decía golpeándolo hasta que cada vez los almohadazos era cada vez más débiles y tantas emociones encontradas hicieron mella en la barrera que le impedía llorar, por lo que pronto incontrolables lagrimas salieron de sus ojos. Una vez abierta la presa era difícil de cerrarla.

Cassius solo pudo sentarse en la cama y esperar, pero Shaina no estaba dispuesta a hacerlo y lo abrazo. Se aferró a él con desesperación, alegría, tristeza…

- Me abandonaste!– decía entre lágrimas - Nunca te lo voy a perdonar!

- Hice lo que tenía que hacer – dijo Cassius abrazándola delicadamente. Tal vez ella, en su emoción, no estaba siendo consciente, pero seguía estando muy lastimada.

Lentamente y para que no se sintiera rechazada, Cassius fue devolviéndola a su almohada.

- Te hice tu sopa favorita – le dijo extendiéndole la caja de pañuelos desechables – No sé a qué hora cenaste, pero te devolverá algunas fuerzas. Te sientes lo suficientemente bien como para comerla?

Shaina asintió mientras enjugaba esas estúpidas lagrimas traicioneras. Que no repetía hasta el cansancio que ella no era una llorona?

Cassius se levantó de la cama y ella aprovecho para más o menos darse una idea de lo que había ocurrido. La habían cambiado de ropa. No traía nada debajo de la camisa de seda lo que hizo que los colores se le subieran al rostro. Quien la había cambiado? Minos o Cassius?

Sentía una venda en las costillas, el hombro. Tenía dolor por todo su cuerpo. Una parte de su cara la sentía extraña y la boca seca. Le habían puesto parches calientes por todos lados y le ardían como el carajo, pero no se los quitaría. Era lo mejor para quitar lo adolorido.

Su cabello había sido cepillado cuidadosamente para poder revisarla y podía sentir al menos dos grandes chichones que estaba segura, habían sido causados por alguna superficie dura, pero no había suturas.

Recordaba cada golpe que Ares le dio, cada dialogo… Los gritos de las chicas y cuando Ares le había mostrado el estado en el que se encontraban… y que aunque había prometido que haría lo el quería, al final no pudo hacerlo y volvió a retarlo. Después de eso… nada.

Estirándose un poco, encendió la luz de la lámpara en su totalidad. Sobre la silla estaba toda su ropa totalmente rota, ensangrentada y desgarrada incluyendo su ropa interior.

La contemplo por un momento y volvió a apagar la luz.

Se enderezo sobre la cama y comenzó a apretar involuntariamente las sabanas con cada puño. Su mirada se había apagado y estaba temblando. Así fue como Cassius la encontró. Llevaba una bandeja con un plato de sopa y rebanadas de pan que puso en su regazo.

Shaina bajo la cabeza y la volteo hacia el lado contrario rechazando así las atenciones de su amigo.

- Como es que estas aquí y por qué? – pregunto con tristeza

- Minos no quería arriesgarse a lastimarte más y no sabía que hacer así que pidió mi ayuda. – explico Cassius

- Lo que quieres decir es que él no podía ni siquiera tocarme porque le daba asco verdad? Es eso!

- No. Estas haciendo drama donde no lo hay. – replico su amigo – Él estaba asustado y cansado y no sabía cómo proceder contigo. Él nunca ha tenido que curar a nadie.

- No necesitas mentir. – dijo Shaina retorciendo más las sabana, tanto, que Cassius tuvo que quitar la bandeja antes de que la tirara – El ya no me quiere ahora que Ares…

- Cállate! Dices puras tonterías – grito Cassius enojado poniendo la bandeja sobre la mesita de noche – Si él no te quisiera por que rompió todas las reglas del inframundo para traerme? Bien hubiera podido dejarte ahí o irte a botar a un hospital.

Shaina se quedó callada.

- Entonces por qué no está aquí conmigo?

- Porque esta exhausto, herido y tiene vergüenza…

- De mi…

- No. De no haber podido protegerte como prometió hacerlo – explico Cassius

- Tu como lo sabes?

- El me lo dijo mientras lo curaba. Chillaba como niña cuando le puse los parches.

Shaina sabía que era un leve intento por hacerla sonreír. Afortunadamente lo consiguió.

- Está muy mal?

- No, pero se nota a leguas que no está acostumbrado a estar herido. Debe amarte mucho.

Shaina de nuevo bajo la cabeza y rehuyó su mirada.

- No lo merezco. No merezco que me estés ayudando ni que él se haya arriesgado para traerte. Soy una mala persona. – dijo más para sí misma que para él.

- Por qué dices eso?

- Por mi culpa Minos está herido. Por mi culpa Hades se va a enojar con él. Por mi culpa las chicas fueron lastimadas… Debí rendirme antes si de todos modos el resultado sería el mismo y al menos ellas no hubieran sufrido. Marín y Geist por lo menos están un poco más acostumbradas pero Liz y Laura? Ellas no tenían que estar involucradas…. No tenían…

- Shaina escúchame. Nada de esto es tu culpa. No sé qué fue lo que paso allá, pero eso ya quedo en el pasado. Tienes que pensar en el futuro.

- Cual futuro? No tengo futuro! Soy una inútil. Te falle a ti, a Geist, a Athena, a Shion, a Marín, a Minos y a mí misma. Ahora ya tampoco valgo nada.

Cassius hizo un gesto de desesperación con las manos.

- Mujer necia! A mí no me fallaste nunca. Fuiste una buena maestra, compañera, jefa y amiga. Lo que paso fue por decisión propia y lo sabes. A Geist fue lo mismo. Ella tomo malas decisiones, nunca las consulto contigo y sufrió las consecuencias. En cuanto a Athena, piénsalo bien. En al menos tres de cuatro batallas tu participación, aunque corta, fue vital para que ella ganara: Quien le llevo la armadura dorada a los inútiles de bronce para que pudieran salvarla en el reino de Poseidón? Quien ayudo a Shun en Asgard? Quien le mostro el pasaje a Marín para que pudiera llegar a tiempo para salvar a Seiya y pudieran derrotar a Saga? Tu nunca le has fallado a Athena. A Shion en que forma le has fallado si desde que regreso siempre le has sido fiel, ayudándolo en todo lo que puedes y hasta aceptando un puesto mayor?

Shaina estaba escuchando con atención, mas no había cambiado un ápice su expresión.

- A Marín lo único que has hecho desde que se hicieron amigas fue apoyarla a pesar de que ella ha cambiado contigo para mal porque la quieres aunque no se lo digas. A Minos? Lo único que has hecho fue mostrarle su lado más humano. Todos allá abajo creen que eres una santa obrando milagros y rezan por que el cambio que realices con él sea completo. Y a ti misma? Debes estar bromeando. Mírate! Eres la tercera al mando en todo el santuario. Te ganaste el corazón de muchas personas, te has puesto muy bonita, has madurado… y lo mejor: Superaste solita tu insana obsesión por Seiya así que ya deja de compadecerte.

Shaina volteo a verlo asombrada.

- Como sabes tanto de lo que sucede allá arriba?

Cassius la miro sonriendo.

- Tienes un novio muy orgulloso de ti al que le gusta visitarme de vez en cuando y tenerme al tanto de lo que haces.

Shaina hizo el intento de sonreír, pero la cara le dolía. Lanzo un gran suspiro y pregunto:

- Y ahora que debo hacer?

- Recuperarte y después ya pensaras en lo que debes hacer. Me sacrifique para que tu pudieras ser feliz, no para que siguieras llorando por los rincones me oyes? Y tampoco voy a pasar mis últimas 22 horas contigo.

- Por qué solo 22?

- Es todo el tiempo que me dieron para venir a cuidarte. Además no creo que Minos se quede todo ese tiempo dormido. Me costó trabajo hacer que se durmiera en la otra habitación.

- Crees… crees que el… aun me quiera después de esto?

- Sería un tonto si no lo hiciera.

Shaina se quedó en silencio.

- Puedo verlo?

- Ya te dije que está dormido.

- No me importa. Solo quiero ver que este bien. Por favor.

- Con algunas condiciones. Yo te llevo en brazos unos segundos, lo ves y te regreso. Después comerás algo y te vas a dormir como niña buena.

Shaina asintió con la cabeza

- Pero no te iras sin despedirte mientras duermo verdad?

- Claro que no.

Cassius la levanto cuidadosamente y salió con ella en brazos. Abrió la puerta de la recamara de invitados y Shaina desde el umbral pudo ver a Minos plácidamente dormido. Demasiado tranquilo, con Miniña dormida a sus pies.

- Verdad que es muy guapo?

- A mí no me preguntes.

- Lo drogaste verdad?

- Jejeje le cayó pesado él te.

- Sigues siendo tremendo. – dijo Shaina sonriendo

- Hey! Solo tenía 24 horas. No te iba a compartir. – dijo Cassius sonriendo – Bueno, ya lo viste. Mañana que despierte lo veras más tiempo.

Shaina asintió y Cassius la regreso a su cama. Tenía 22 horas únicamente para cuidarla y consentirla y haría que cada minuto contara antes de regresar al Inframundo.

Mayo 11, 12 AM.

Oficina de los Arcángeles.

Cielo

- Oh-oh – dijo Baltazar al checar su correo electrónico

- Que pasa? – pregunto Anabel mientras revisaba el suyo

- Hubo un problema en Atenas…

- Ahora quien con quién?

- Adivina – dijo Baltazar mientras leía todo el informe

- Algún zoquete de Athena con Hades? – contesto Anabel

- Mmm… más o menos pero no.

- Muertos?

- Ninguno o ya estaría yo allá abajo.

- Cierto. – pensó Anabel -Entonces cual es la sorpresa? Déjalos que se destrocen entre ellos mientras no nos metan a nosotros.

- Pues…

- Qué?

- En eso radica mi oh-oh

- Ay no!… Ya entraron en guerra santa? Con quien es esta vez?

- No exactamente pero alguien va a pedir que rueden cabezas cuando se entere

- De que estas hablando? – dijo Anabel fastidiado -Suéltalo ya!

- Es que Lizzie estaba en el lugar y ahora está herida y…

- Queeeeeeeeeeeee?

Ambos arcángeles voltearon a ver a su líder con miedo. No lo habían visto. El Arcángel Miguel estaba justo detrás de ellos.

- Yo… este…

- Que acabas de decir? Donde esta Lizzie?

- Mmm… este…

- Habla!

- En el Santuario de Athena

- Y que carambas hace ahí?

- No tengo la menor idea.

- Dijiste que estaba herida! – exclamo Miguel

- Mmm… - Baltazar vio hacia su compañero pero este solo se encogió de hombros – sí, no es nada grave pero…

- Y Gabriel lo sabe?

- Tsss no. El no recibe mis boletines por estar semi-retirado.

- Tengo que ir a verla y ver que está bien!

- Sabes que no puedes entrar ahí sin permiso – le recordó Anabel

- Pues lo pido! Faltaba más! Si mi sobrina me necesita estaré ahí – dijo desapareciendo

Ambos arcángeles se miraron y regresaron a sus labores.

- No sé quién es más sobreprotector. Si el padre o el tío. – exclamo Baltazar

- Sobreprotector no sé, pero histérico Miguel… o Gabriel… no, Miguel. Espera… ya me hice bolas.

- Olvídalo. – dijo Baltazar terminando de leer el correo – Mi reporte dijo que solo fueron rasguños y un susto… crees que deba decírselo?

- Ahhh… deja que baje un rato a la tierra y nos deje trabajar en paz. – dijo Anabel – Recuérdame no enamorarme de una humana. Traen muchos problemas.