Capítulo 94
Mayo 11, 4 PM.
Departamento de Minos.
Oslo, Noruega.
- Bueno… al menos no se te olvida quien soy! – contesto Hades muy serio volteando a ver el departamento desdeñosamente y quitándose su gabardina, extendiendo el brazo para dárselo a Cassius quien no se atrevía a hablar.
- Por favor siéntese Señor. A que debo el honor de su visita? – dijo Minos casi dándose un golpe por idiota. Desde luego que sabía por qué estaba ahí.
Cruzo una mirada con Cassius, quien apago el fuego de la estufa y en silencio se dirigió a la habitación donde estaba Shaina sentada en la terraza, viendo hacia las montañas. Cerro la puerta con cuidado, pero tratando de escuchar la conversación.
- Que estás haciendo metichote? – dijo Shaina desde su silla al ver a Cassius pegar su oreja a la puerta.
- Es que… El Señor Hades llego. – explico Cassius
- Qué?
- Está en la sala con Minos. No se ve nada contento.
- Ay no! Se meterá en problemas con mi culpa? – dijo levantándose despacio yendo hacia él.
- No lo sé! Eso es lo que intento escuchar!
- Pues hazme campo. Yo también quiero oír! – dijo Shaina poniéndose en la puerta.
Hades camino un poco para ver el departamento. Le pareció un poco extraño lo sencillo que era, pero el paisaje lo valía.
- Me permite ofrecerle una copa de coñac Henry IV Grande Champagne, Dudognon Heritage?
- Que no es la botella que te regale en tu graduación?
- Así es. Es tan especial que no a cualquiera se lo ofrezco señor.
- Que ternura! – dijo Sarcásticamente Hades – Sirve!
Minos se tomó su tiempo para sacar dos copas de cristal y servir el trago. Le entrego una a Hades y otra para el mismo.
Hades se sentó en el sofá subiendo los pies conchudamente mientras que Minos tomaba su bebida de un solo trago y se sentaba frente a él.
- Minos… cual es la regla número uno que tengo en el inframundo? – dijo tranquilamente mientras jugaba con su copa
- Ningún alma sale del inframundo sin consentimiento expreso de Hades… – susurro Minos
- Y?
- …So pena de ser enviado al Tártaro sin derecho a absolución – dijo Minos entre dientes
Shaina intento abrir la puerta para ir a interceder por Minos pero Cassius se lo impidió.
Hades se incorporó de su asiento y aventó su copa contra la pared. Minos ni siquiera parpadeo.
- Me molesta sobremanera que lo hayas hecho, no tienes la menor idea de los castigos que están pasando por mi cabeza que debo hacerte no solo para que comprendas que rompiste la única regla en la que no debo salvarte del castigo sino porque haces que la chismosa de mi hermana venga con esa sonrisita fregativa que tanto odio!
- Lo entiendo – dijo Minos
- No te conformaste con romper esa regla, sino que metiste en esto a Radamanthys y Aiacos, sobornaste a quien sabe cuántos espectros y lograste que el sangrón de Thanatos te prestara a uno de sus criados…!
- Lo siento – respondió tranquilamente
Hades estaba enfadado. Para colmo, Minos no intentaba defenderse de esas acusaciones. Caminó hacia la terraza y se volvió hacia él.
- Para continuar con la sarta de tonterías que se te ocurrió hacer, olvidaste ir a trabajar hoy, y me hiciste subir a tierra a buscarte porque el señorito no contesta su maldito celular! Si Perséfone me encuentra aquí arriba me obligara a ir de compras con ella y su estúpida madre a la cual no soporto!
- Lo… siento
- Cállate que no he terminado! No contento con eso, te dejaste golpear cinco veces por los eunucos dorados anoche y no te defendiste! Quien te crees que eres para humillarme así? Eh?
- Pero como es que…?
- No seas idiota! Llamaste a tu Surplice anoche! Sabes que todo lo que absorbe, me es reportado a mí! Como es posible que ustedes mis jueces, quienes se supone que son los más sabios y el ejemplo a seguir para todos los espectros hagan tantas estupideces juntas?
- Fue por la apuesta…
- Ya sé que fue la apuesta! Yo estaba ahí de testigo recuerdas? Que fue lo que apostaste si perdías?
Minos se sonrojo.
- Un mes sin ver o hablar con Shaina.
Hades se quedó perplejo por un momento antes de echarse a reír.
- Con ustedes de verdad no puedo. Son como chamacos de primaria. Quienes fueron los que te golpearon?
- Prefiero no decirlo – dijo volteando hacia la puerta. Seguramente los gritos de Hades se escuchaban hasta la recamara y no quería que Shaina se metiera en problemas al querer desquitarse con ellos.
- Minos, Ya estás en suficientes problemas conmigo como para que me ocultes información. Dame los nombres.
Minos bajo la mirada antes de contestar en voz baja:
- Virgo, Escorpión, Piscis…
- Y Saga, verdad? Creí que el ya no tenía armadura…
Minos asintió.
- Preferiste dejarte golpear que dejar de verla? Debes estar completamente loco!
Shaina se soltó del agarre de Cassius y se fue a la cama despacio y en silencio. Estaba tan sorprendida y encabronada por lo que había escuchado que prefirió meterse a las cobijas y cerrar los ojos. Como se habían atrevido esos cuatro a golpearlo y el a no defenderse por una estúpida apuesta?
Cassius no se movió del lugar.
- Pasando a tu que… cuarta? Quinta falta? Ya ni siquiera llevo la cuenta… Necesito hablar con Shaina a solas.
- Por qué?
- Debe ser porque te están acusando de atacarla y secuestrarla – contesto Hades – Y la mocosita de Athena se atrevió a molestarme con esas estupideces.
- Qué? Pero yo…
- No te pregunte a ti – interrumpió Hades – Antes de escuchar tu versión quiero escuchar la de ella. Después tu y yo hablaremos de tu castigo.
Minos se levantó y le mostro el camino a su habitación. Esperaba que esa conversación lo exonerara de lo que estaba siendo inculpado.
Hades toco a la puerta y no espero a que le dieran el paso. Tan acostumbrado estaba a hacer su voluntad.
Shaina estaba recostada dando la espalda a la pared y Cassius a un lado.
- Tú! Fuera de aquí!
Cassius volteo a ver a Shaina que con un leve movimiento de cabeza le indico que obedeciera. Salió y se dirigió hacia la cocina a seguir haciendo la cena. Minos fue a su habitación a jugar con Minina que estaba inquieta por la visita del Rey del Inframundo.
Shaina se enderezo levemente pero no salió de las cobijas. Volteo a ver al tan famoso Señor Hades y abrió grandes los ojos. Era Hermoso! Esperaba ver a un viejo decrepito o por lo menos con barba y bigote, pero la persona que estaba frente a ella bien podría ser compañero de Aiacos en Armani.
1.90, cintura estrecha y hombros anchos, mandíbula fuerte, cabello negro recortado, piel blanca, ojos azul celeste. Su pantalón negro dejaba también ver su bien formado trasero. Nada había sido dejado al azar.
- Qué? Olvide abrocharme la bragueta? – dijo Hades revisándose al ver que la chica se le quedaba viendo.
Shaina se puso de mil colores y desvió la mirada hacia sus ojos.
- Lo siento. Ahora entiendo por qué Minos no quería que lo conociera. Es demasiado apuesto.
- Jajaja pues sí. Que esperabas?
- Tal vez alguien un poco más… viejo?
- No niña. Todo tiene una razón de ser. Además a Perséfone le gusta este cuerpo. Demasiado. Así no tiene motivos para serme infiel.
- Comprendo
- Pero no me cambies la jugada. Sabes por qué estoy aquí. Ya escuchaste toda nuestra conversación – reprendió Hades
- Yo… mil disculpas. Soy curiosa.
- Ya me di cuenta. – Dijo Hades – Athena me ha dicho que hubo una… "situación" bastante seria anoche en la que están involucrando a Minos y por tanto quiero saber lo que sucedió.
Shaina volteo a ver la ropa rota y ensangrentada que estaba en la silla.
- No quiero hablar de eso.
- Bueno. Entregare a Minos a tu patriarca y que lo juzguen ellos. – dijo Hades con un tono indiferente – Con lo sedientos de sangre que parecen estar los dorados y lo imbécil que has vuelto a Minos, no durara ni cinco minutos.
Se dio la vuelta con intención de irse.
- Espere!
Hades volteo.
- Si… le cuento… Le ayudaría? No sé de dónde sacaron la idea de que él me había hecho daño. Pero no fue así.
- Y entonces quien fue.
Shaina se abrazó a sí misma y bajo la mirada para tomar fuerzas.
- Ares.
- Qué? Repite eso!
- Ares… dios de la guerra… estúpido hijo de Zeus y sobrino suyo… ese maldito hijo de...
- Hey! Que es mi hermana y cunada!
- Lo siento.
- Mmm… Esto cambia muchas cosas. – dijo Hades – Cuéntame. Es la única forma en la que puedo ayudarlos.
Shaina entonces le conto todo lo que sabía. Desde su tonta pelea con Minos hasta que despertó y vio a Cassius a su lado.
Hades no la interrumpió ni una sola vez. Escuchaba con atención y en su cara podía verse que estaba enojado y decepcionado.
- Te pido una disculpa a nombre de toda la familia Shaina por lo que has sufrido esta vez.
- Gracias
- Pero no puedo dejar de pensar que si hubieras aceptado mi ayuda y el compromiso cuando di mi aprobación mucho tiempo atrás, nunca hubieras tenido que vivirlo.
Shaina suspiro y se abrazó las piernas.
- Lo sé.
- Por qué no quisiste hacerlo entonces?
- Yo… tomo muy en serio mis compromisos, sean de la naturaleza que sea. No quería aceptar que Minos… perdiera su libertad por alguien que no podría corresponderle de igual manera.
- Muy noble de tu parte pero totalmente innecesario. Solo se te estaba pidiendo un compromiso que podía fácilmente romperse, no una boda.
- Para mí, es casi lo mismo. Solo cambia el papel donde estampamos la firma, pero los sentimientos deben ser los mismos.
Hades no hizo ninguna expresión.
- Sabes que el solo hecho de que tus compañeros hubieran atacado a Minos sin provocación alguna de su parte y sin que Minos haya respondido la agresión, para mi es una clara declaración de Guerra, Shaina?
Shaina inmediatamente brincó.
- No! Ellos… solo son unos idiotas! Le aseguro que no actuaron en ningún momento como Caballeros Dorados de Athena sino como unos imbéciles hermanos mayores! Por favor no lo tome como una provocación. Yo… yo los castigare como Sanbocho… Por favor! No declare otra Guerra!
Hades no hizo ni dijo nada.
- No es suficiente. También lo están acusando de Asalto y Secuestro… y agresión a 4 mujeres.
- Yo lo aclarare todo! Por favor!
- Y por qué habría de creerte? Eres uno de ellos después de todo.
Shaina bajo la mirada y entrelazo sus manos en su regazo.
- Si yo he sido de alguna manera el pretexto para que usted declare una nueva guerra a cualquiera de los dioses, le pido me perdone por mis errores y la evite o me mate y con eso se acabe la discusión. Yo solo quiero tener la oportunidad de hacer feliz a Minos, pero si mi presencia en esta tierra solo hace lo contrario, entonces no tiene caso que este aquí.
- Por qué? A ti que te importa si Minos es feliz o no? Lo era antes de conocerte! Puede tener a cualquier mujer sobre esta tierra.
- Es cierto. – dijo muy seria y viéndolo a los ojos - Minos puede tener a cualquier mujer sobre la tierra, y no dudo que haya tenido a más de las que yo quisiera, pero por cuantas mujeres ha roto las reglas del inframundo? Por cuantas mujeres se ha dejado golpear por cuatro idiotas? Eso solo me dice que vio algo en mí que tal vez yo aún no veo, pero no me importa. Si es necesario que renuncie a mi puesto por él, lo hare.
- Sí, pero porque? – insistió Hades
Minos que había escuchado que estaban discutiendo, abrió la puerta justo en el momento en el que Shaina le contestaba a Hades.
- Porque lo amo y solo quiero ser feliz a su lado!
- Shaina!
Shaina volteo ruborizada. No se lo quería decir así pero ni modo.
- Es cierto. Te amo y te lo iba a decir después de la boda pero…
Minos corrió hacia ella y Shaina le extendió los brazos invitándolo a acercarse. El la abrazo con ternura con cuidado para no lastimarla y escondió su cara en su cuello.
- Mi amor perdóname. No pude protegerte como te lo prometí.
- No seas tontito. No puedes entrar al baño de mujeres conmigo. No es tu culpa.
Minos le dio un beso en la frente y le tomo su carita.
- En serio me amas? Cuando lo supiste? Por qué fuiste tan mala que no me lo dijiste antes?
- Hace ya muchos días, pero no quería decírtelo por teléfono. – dijo acariciándole la mejilla – Y ciertamente no tenía planeado decírtelo frente a tu jefe – dijo sonrojándose de nuevo.
Hades solo rolo los ojos.
- Ya por favor! No me interesa tanta dulzura. Me han convencido de que debo sacarlos de este embrollo pero con una condición. Deberán firmar ese compromiso antes de la segunda semana de Junio.
Shaina y Minos sonrieron al mismo tiempo al verse a los ojos.
- Delo por hecho – dijo Shaina mientras Minos le besaba sus manos
- Minos te espero afuera. Aún tenemos que discutir lo de tu castigo. Ya te dije que de esta no te vas a salvar.
- No lo mande al tártaro por favor!
- No Shaina. Si lo mando a él, tendría que mandar a mis tres jueces y a la mitad de mis espectros y no voy a arriesgarme. Su castigo será mucho más sutil. – contesto Hades mientras salía de la habitación.
Minos le dio un pequeño beso en los labios a Shaina. Aun lo tenía algo hinchado.
- Espérame aquí preciosa. No tardare.
- Minos… antes de que te vayas y de que desees continuar con esto… - volteo hacia su ropa rota – Yo… yo perdí el conocimiento en algún momento…
- Lo sé.
- Y hay… - Shaina tuvo que tomar aire antes de atreverse a decir – hay la posibilidad de que Ares haya…
Minos trago saliva. Sabía lo duro que era para ella siquiera pensar en eso.
- Lo sé. Pero también existe la posibilidad de que no. Y aunque así fuera, yo no te amo porque fueras o no virgen Shaina. Te amo por quien eres, por cómo eres y porque me complementas perfectamente. De haber sido importante eso para mí, créeme. No hubieras salido completa de Columbus Isle.
- Minos!
- Yo no quiero sexo contigo Shaina, quiero hacer el amor. Y para eso, necesitaba estar seguro de lo que sentías por mi primero.
Shaina no dijo nada solo sonrió.
- Pero no hasta que mejoremos de estos golpes, verdad?
Minos sonrió y le dio otro beso en la frente.
- No hasta que estés completamente recuperada, porque te aseguro que vas a querer repetir una y otra y otra y otra vez.
- Engreído!
- Jajaja. Regreso en un momento.
Minos salió y suspiro mientras sonreía. Ahora sí, ya tenía fuerzas para enfrentarse a su castigo fuera lo que fuera.
Mayo 11, 5 PM.
Cámara de Athena.
Atenas, Grecia.
Shion llego con Mu adonde Junet cuidaba de Geist, quien se mantenía quieta en la cama con los ojos cerrados.
- Junet… como esta Geist? – pregunto Shion
- Igual. Despertó un par de veces pero volvió a dormirse. – dijo Junet – Necesitamos hacer que coma algo!
- Mmm… mantenme informado Junet! – dijo Shion haciendo ademan de salir.
Mu volteo a ver a Geist y le dijo a Shion:
- Maestro, permítame por favor intentarlo. Ella es mi amiga y estoy seguro de que puedo hacerla reaccionar.
Shion volteo a verlo. Mu no tenía amigas… con trabajos Shaina y la trataba más como una hermana.
- Por favor.
- De acuerdo. Pero cualquier cosa que te diga, me la vas a comunicar inmediatamente entendido?
- Si Maestro. Gracias.
- Junet – dijo Shion dirigiéndose a la amazona – Ven conmigo
- Pe… pero… las reglas dicen que…
- Ahora!
Junet corrió para alcanzarlo y ambos salieron de la habitación.
Mu se dirigió despacio a la cama donde estaba Geist. Junto a ella estaba una bandeja con una comida ligera. Ensalada, sopa fría y un poco de fruta con un jugo de naranja. Se sentó en la silla que ocupaba Junet y subió los pies a la cama para que quedaran junto a los de ella.
- Geist, sé que no estas dormida. Tus pestanas están temblando. Eso quiere decir que solo estas fingiendo – dijo Mu
Geist no respondió, así que Mu comenzó a picar la ensalada con el tenedor y a comérsela.
- Sip. No sé quién la hizo, pero le puso una vinagreta muy buena. Yo le agregaría tocino picado y así estaría perfecta.
- Sabes que el tocino engorda – dijo Geist sin abrir los ojos
- Y? a mí no me preocupa.
- Los Lemurianos no comen carne – replico Geist
- Ah sí? Pues haz de cuenta que soy como esos judíos que comen hamburguesas mientras el rabino no lo vea – dijo Mu – anda levántate.
- Para qué?
- Bueno… si no quieres comer tú me lo como yo. No he comido desde anoche.
Geist se incorporó como pudo, teniendo en cuenta las heridas en sus palmas que aun sangraban.
- Tragón! No te comas mi comida! Dámela! Es mía!
- Mmm… que quieres primero?
- La sopa.
Cuidadosamente Mu comenzó a darle la sopa en la boca.
- No estoy incapacitada.
- Lo sé.
Termino de darle la sopa y siguió con la ensalada.
- La vinagreta la hizo Junet – le dijo Geist – Es la única loca que le pone frambuesas
- Pues debemos felicitar a la Chef. Le quedo muy rica. Sabe hacer galletas de nuez?
Geist miro a Mu con tristeza.
- Sí. Sabe hacerlas. Le pediré que te haga algunas. – dijo volviendo a acostarse pero esta vez dándole la espalda. – Ahora vete.
- Vamos! Solo era una broma! Ven… termínate por lo menos el jugo.
- Vete!
Mu dejo el plato en la bandeja.
- Si yo me voy, Shion va a regresar con Athena y comenzaran a interrogarte. Eso es lo que quieres?
- No me importa.
- Las otras tres chicas ya están de pie. Tu eres la única floja aquí. Si Shaina estuviera aquí…
Geist comenzó a llorar
- Geist… esto es por lo de Shaina? Ella está bien…
- No mientas! – dijo incorporándose – Ella no está bien! Yo la herí! La desmembré! Había sangre por todos lados!
- Geist de que estas hablando? – dijo Mu sentándose en la cama.
Geist se tapó la cara con ambas manos.
- Yo le volví a fallar… volví a las andadas… y ella me descubrió… Me iba a acusar con Shion… me iban a mandar lejos de nuevo… Yo… estalle! Uní toda mi fuerza… la lance contra ella… no le di oportunidad de defenderse. Fui por un machete… y la corte… y aun así ella me miraba con amor Mu… soy muy mala!... Merezco morir por esto… Vete!
- Geist… Shaina no está muerta…
Geist comenzó a arrancarse las vendas de las manos y rodillas con coraje mientras lloraba desesperada. La sangre comenzó a brotarle de nuevo. Mu tuvo que aplicarle un poco de su cosmo para dormirla de nuevo y comprendió que así tendrían que mantenerla hasta que Shaina diera señales de vida y pudiera probarle a Geist que Shaina estaba bien, aunque la pregunta era… Lo estaba?
Mayo 11, 5 PM.
Octava casa de Escorpio, Santuario de Athena
Atenas, Grecia.
Camus estaba rendido y estaba a punto de llegar a la casa de Milo. Llevaba horas viendo videos con Laura. De todos los ángulos, regrabando, grabando doble, resumiendo…
Shion le había pedido que se reportara, pero no se había llevado el cargador de su celular y estaba totalmente descargado. Además, Laura tenía que trabajar por la mañana al día siguiente, y si no la retiraba del lugar, estaba seguro que se desvelaría. Había quedado de regresar con ella cuando terminara de su turno para seguir trabajando, pero tenía que llevar sus descubrimientos a Saori y su patriarca.
Iba pasando por la puerta de la octava casa cuando Milo, envestido en su armadura salió de la casa. Samira le daba un beso.
- Hola Milo… Como te encuentras?
- Mejor, gracias. Hiciste bien en hacer que nos trajeran. Vas a tu casa?
- No… voy a entregar mis informes a Shion – dijo Camus
- Yo voy a ver a Athena. – dijo Milo
- Alguna novedad?
- Creo saber quién fue el que ataco a Shaina… y necesito además confesarme con ella. Yo ya no puedo cargar con esto solo.
- A que te refieres? – pregunto Camus
- Voy a confesarle mi más grande secreto…
