Capítulo 106

Mayo 16, 12.55 PM

Terraza de Cámara de Athena

Atenas, Grecia

Saori estaba terminando de almorzar en la terraza con Liz, Shion, Sammy Y Kiki. Las risas y las ocurrencias de los niños le resultaban refrescantes después de lo acontecido con Hilda el día anterior. Aun trataba de procesar la noticia de que ya tenía una sucesora inesperada para la armadura de Leo. Por alguna razón, ella necesitaba comprobarlo, pero no podía hacerlo sin tener a la niña de frente. Tampoco podía ir en este momento a Asgard y afortunadamente Hilda había tenido que regresar casi de inmediato y tuvieron que suspender su conversación con Aioria de Leo hasta nuevo aviso. Al parecer, Siegfried no dejaba salir sola a Hilda debido a su recién descubierto embarazo y la tenía más vigilada que nunca.

La puerta se abrió:

- El Señor Hermes ha llegado. – anuncio uno de los guardias

Saori le pido hacerlo pasar y una figura muy conocida por ellos camino hacia ellos.

- Tío Her! – dijo Liz corriendo hacia el para abrazarlo

- Hola Liz. Como estas? Te divertiste? Ya es hora de volver a casa. Tu padre esta llame y llame.

- Lo se Tío. Lo siento. Sabes que es medio… exagerado

- No. Yo lo siento. Estaba ocupado con… algunos negocios – dijo Sonriendo – Buenas tardes Saori, Shion.

- Buenas tardes – dijeron al unísono

Shion pidió a Kiki telepáticamente que fuera por Shaka para que se despidiera de Liz y el adolescente se apresuró a cumplir sus órdenes.

- Quieres una taza de té? – pregunto Saori

- No, gracias. Tengo algo de prisa. – dijo Hermes con arrogancia – Liz, ve por tus cosas. Tenemos poco tiempo para llegar al aeropuerto.

Liz asintió y fue a la cámara de Athena por su maleta. Shaka llego en el momento en el que ella salía de nuevo a la terraza. Desde ese lugar se podían ver las 12 casas.

- Liz! – dijo Shaka abrazándola bajo la mirada sorprendida de Hermes – Perdóname. Soy un terrible anfitrión pero… han sucedido demasiadas cosas.

- No Shaka, yo me impuse a ti y he sido una molestia desde el principio – dijo Liz sonriendo – Prométeme que me visitaras en Nueva York.

- Te prometo que si paso por ahí, pasare a saludarte aunque a tu padre le dé un infarto angelical – bromeo Shaka

- La pase genial. Espero que pronto encuentren a Shaina. – dijo Liz – Despídeme de todos y todas si? No me dio tiempo de hacerlo.

- Claro que si linda… a alguno en especial? – pregunto Shaka esperando la confirmación de lo que había escuchado el día anterior.

Liz volteo hacia la novena casa. Desde ahí podía verse la terraza.

En ese momento, Aioros estaba precisamente volteando hacia arriba. Había sentido la presencia de Hermes y se había asomado por curiosidad. Al ver que la cabellera rubia de Liz se acercaba al dios mensajero se dio cuenta que Liz dejaba el santuario. Después vio a Shaka despedirse con un abrazo.

- Vaya, vaya… el angelito esta despistadito. Bien pude ser un enemigo y matarte – dijo una voz que no había escuchado en muchísimos años.

- Mayura! – dijo corriendo a abrazar a su amiga de la infancia – Como le hiciste para llegar hasta aquí! Estas… preciosa!. Me dijeron que habias regresado pero no habia tenido la oportunidad de pasar a saludarte.

- Jaja eso ya lo sé. Se te olvida que el santuario es muy pequeño en cuanto chismes se refiere y yo tambien he estado con las manos llenas. – contesto Mayura alegremente - Voy por Sammy. Tiene lecciones conmigo a la una. Me deja pasar caballero de sagitario?

Liz vio la escena desde arriba y su semblante se entristeció un poco. Entonces no estaba libre…

- No Shaka. De nadie en especial. – dijo fingiendo una sonrisa - Te llamare, De acuerdo?

Liz se despidió de todos con la mano y tanto ella como Hermes se desvanecieron en el aire dejando a Shaka confundido y a Shion aliviado. Le había dado el pergamino a Hermes para que se lo entregara a Hades, como hacían con todos los documentos oficiales y ahora solo tenían que esperar a que se comunicara de vuelta.

Mayo 16, 4.55 PM

Zona Sur, Santuario de Athena

Atenas, Grecia

Junet había llegado horas antes y estaba haciendo su recorrido por la zona Sur del santuario. Desde que Shaina había subido de puesto, a ella le habían conferido más responsabilidades y la supervisión de esa área era ahora suya. Se llevaba bien con Jabu, por lo que sus recorridos vespertinos eran rápidos y sus informes bastante precisos.

Esa mañana le había llegado, por medio de Jabu, un comunicado diciéndole que venía un nuevo soldado de intercambio. Que fuera buscándole un lugar en los galerones y algo que hacer. Estaría únicamente mes y medio.

Intrigada pero obediente, justamente estaba en eso cuando sonó el teléfono. No reconoció el tono, pero igual con lo tonta que era al manejarlo, algo le habría cambiado. Examinó la llamada. Se detuvo en seco cuando se encontró con su propio número. Abrió el teléfono y respondió con tono cauteloso:

J Soy Junet.

T Me alegro de haberte encontrado, Junet –dijo una voz masculina al otro lado.

Ella empezó a caminar de nuevo, esta vez más despacio.

J Quién es?

T Me llamo… mmm… Than

J Señor Than ¿Cómo demonios tiene mi número de teléfono?

Tras una breve pausa, la voz masculina respondió:

T Tengo algo más que eso –afirmó–. Tengo su teléfono.

Junet se apartó el teléfono de la oreja como si le hubiera disparado una descarga eléctrica. Se lo quedó mirando fijamente. Era negro y plateado.

J Seas quien seas, como vuelvas a llamarme te encontrare y te cortare las bolas.

Dicho aquello colgó y volvió a guardar el teléfono en su funda en la cintura. Luego aspiró con fuerza el aire y se dirigió a los galerones de los soldados.

Thanatos se apartó el teléfono de la oreja y se lo quedó mirando durante unos instantes.

J ¿Todo arreglado? –preguntó Loki.

J Bueno, no exactamente. Creo que se trata de una loca.

Thanatos volvió a marcar. Esta vez no obtuvo respuesta, y tras varios tonos de llamada le envió directamente a su propio buzón de voz.

J No contesta.

J Tal vez esté llamando a sus locos familiares del otro lado del mundo. A tu costa.

Thanatos no quiso escuchar nada más. Salió del despacho de Loki y se dirigió por el pasillo hacia el suyo, preguntándose si no sería más fácil desechar el teléfono y comprarse otro. No. No era opción. Era cuestión de orgullo. Quien se creía esa mujer para hablarle así a él, Thanatos, el dios de la muerte!

Diez minutos más tarde, el teléfono volvió a sonar y Junet volvió a contestar.

J ¿Hola?

T ¿Junet ? –preguntó la misma voz profunda y masculina de antes–. Soy Than de nuevo. Por favor, no me cuelgue. ¿Ha almorzado hoy en Amelie's?

J Sí.

T Bueno, entonces creo que ha habido un error en el guardarropa. Yo tengo su teléfono y usted el mío. ¿Qué le parece si me da su dirección y envío un taxi a recogerlo y…?

J Qué? Esta loco!… Espere…¡Ay no! –le espetó Junet revisando los contactos del teléfono–. De ese teléfono depende toda mi vida!. No puedo volver a dejarlo en manos extrañas.

T De acuerdo –dijo el hombre–. Entonces será mejor que nos veamos. ¿Le parece que quedemos mañana a medio día en Amelie's?

Junet torció el gesto ante la idea de regresar a aquel lugar, demasiado Snob para su gusto, pero tenía sentido.

J ¿Cómo nos reconoceremos?

J Es típico que los hombres lleven una rosa en la solapa – se burló Thanatos

Ella alzó una ceja hacia el cielo.

J Esto es un asunto profesional, señor Than, no una cita a ciegas. ¿Qué le parece si nos enviamos una foto por correo a través de nuestros respectivos teléfonos minutos antes de llegar? Tengo que colgar. Hasta mañana a las 12. No tengo mucho tiempo.

Y antes de que el tuviera la oportunidad de decir más, le colgó. Thanatos se le quedo viendo al teléfono antes de ponerlo en su bolsillo. Que diantres le pasaba a esa mujer?

Mayo 16, 6.00 PM

Casa de Géminis

Atenas, Grecia

- De acuerdo chicos – decía Kanon a sus amigos – Como saben, el bicho metió las ocho y no podrá estar aquí en mi cumple…

Todos los santos dorados voltearon a ver a Milo quien se hizo chiquito en su asiento

- … Por tanto, hablamos con el dueño del lugar y estuvo de acuerdo en adelantar la renta del local para nosotros solos para el día de mañana a partir de las diez – dijo Kanon con una sonrisita

- Como diablos logras eso? – pregunto DM asombrado – Además dudo que nos den permiso ya que estamos "castigados"

Kanon le mostro un pergamino con el permiso de Saori y estampado con la firma de Shion

- Nunca me subestimen – dijo guiñándoles un ojo

Los ocho dorados presentes, Mu, DM, Aioria, Shaka, Milo, Aioros, Camus y Afro comenzaron a murmurar emocionados.

- Claro que la única condición que pusieron es cero alcohol para la muñequita – dijo Kanon burlándose de Shaka quien volteo hacia el otro lado con un gesto desdeñoso.

- Pues ni quien quiera tomar alcohol!

- Jajajaja solo es por si las dudas amigo. Entonces nos veremos a la entrada a las 9.30. El permiso incluye el uso de la Van.

- Me das miedo Kanon – dijo DM más con asombro que con sorna.

Todos salieron a sus respectivas casas antes de que Shion pasara lista y los cachara en una sola casa. Todos excepto Milo, quien no se movió.

- Que pasa? – pregunto Kanon

- Pues… es que… me da pena que tengas que cambiar tus planes por mi culpa – dijo Milo

- Oh vamos! Tu harías lo mismo por mí.

- No, de hecho posiblemente te hubiera llevado la fiesta al inframundo Jajaja

- Si como no. Ya te veo llevándote a las strippers – rio Kanon

- No… Le diría a Shaina que le dijera Radamanthys que te preste las suyas?

- Queeeeeeeeeeeeee?

- Jajaja es broma. Ya sé que no tragas a ese imbécil. – suspiro - Supongo que llegare todo crudo al inframundo.

- Pues… tendrás dos o tres días más para recuperarte – dijo Kanon enigmáticamente

- Por qué dices eso?

- No pueden llevarte hasta que Hades lo autorice recuerdas?

- Si, y Hermes ya le llevó el pergamino según me dijo Shaka. – contesto Milo

- Jajaja sí, pero Hades no está en el inframundo – dijo Kanon

- Tu como lo sabes?

- Créeme. No quieres saberlo.

Mayo 16, 8.00 PM

Casa de Leo

Atenas, Grecia

Marín estaba molesta, habían prometido que nadie los interrumpiría. Esa sería su primera cita con permiso, así que era de esperar de que se hubieran arrepentido y hubiesen llamado a Aioros para comunicárselo. Ya llevaba media hora arriba y esperaba que no tardara mucho mas o tal vez tendría que regresar otro día.

Decidió preparar todo para una velada muy romántica y esperar a su novio de la forma más coqueta posible. Estaba preparando todo cuando escucho a Mu de Aries llamar a la Puerta. Si bien era cierto que Shion y Saori les habían dado permiso de estar juntos tres veces por semana, Ella más por costumbre que por miedo se ocultó y no dejo que Mu supiera que estaba ahí, pues aun no hacían público ese permiso.

- Aioria, amigo, ¿dónde estás? – exclamo Mu después de cansarse de tocar

- ¡Maestro! – dijo Kiki algo agitado pues había venido tele transportándose por partes ya que por el cosmos de Athena no podía recorrer una distancia mayor a 5 metros sin volver a aparecerse. Era parte de su entrenamiento.

- Kiki, ¿qué haces en Leo? ¿acaso no deberías estar durmiendo ya?

- Maestro Mu, ¡dígame que no es cierto, que el señor Shaka y el señor Afrodita de Piscis no son traidores, que tampoco Ikki lo es! – decía Kiki llorando a mares, mientras se abrazaba al que hasta hace poco menos de medio año había sido su maestro.

Mu no entendía nada, pero la agitación de Kiki no era normal así que le regresó el abrazo.

- ¡Kiki! ¡ya te dije que dejes de comerte de noche los dulces que la señorita Marín te da! – dijo Mu, quien creía que solo había sido una pesadilla.

Kiki negó con la cabeza entre lágrimas.

- La señorita Hilda esta con la señorita Saori y con el patriarca Shion. Han llamado a reunión al señor Aioria y le dijeron todo eso. También la señorita Hilda le dijo a la señorita Saori que el señor Aioria tiene una hija en Asgard, y que esa niña es la Sucesora de la armadura de Leo – seguía llorando Kiki, mientras Mu lo contemplaba, ambos ajenos al dolor que le acababan de ocasionar a Marín, que se había tapado la boca en su afán de no dejarse escuchar.

- ¿Traidor yo? – se dejó escuchar a Afrodita de Piscis que venía de su guardia a esas horas y que miraba con cara de incredulidad a los dos arianos.

- "Nosotros" querrás decir pececito – decía la voz de Shaka, quien volteo hacia la casa antes de decir – Marín, deja salir el llanto y la frustración o te pondrás mal y podrías padecer del corazón a largo plazo – agrego haciendo que Mu y Kiki se preocuparan de lo que habían hablado recién.

Marín salió de su escondite sin su máscara, que se le había olvidado volverla a colocar y todos, incluidos Afro y Shaka, esperaban que saliera huyendo pero ella se acercó a Shaka, aun derramando abundantes lágrimas y le pregunto algo en el oído.

Shaka se volteó hacia Afro, quien comprendió la situación y copiando la letra de Marín escribió una nota para Aioria, mientras que Mu y Kiki, sin saber que hacer, abandonaron a toda prisa el templo de Leo, todo al sentir el cosmos de Aioria en escorpión, que de seguro estaba pidiendo permiso a Samira ante la ausencia de Milo de Escorpión quien tenía la guardia nocturna.

Shaka tomo de la mano a Marín y moviéndose en silencio, junto a Afrodita de Piscis abandonaron Leo dejando esa casa en la oscuridad, una oscuridad que se extendería con la ausencia del león dorado y la de su amada.

Al llegar a la Casa de Virgo, Marín iba casi desmayada por el dolor que sentía en su alma.

Shaka como siempre, tenía té caliente, infusiones de hierbas calmantes y cosas por el estilo, por lo que sin decir nada y ante la inminente próxima llegada de Aioria, la llevo a su habitación y le dio que lo esperara ahí, que le llevaría un té.

Mientras sellaba la habitación con su cosmos para que Aioria no la sintiera y entraba a la cocina para preparar lo prometido, Afrodita de Piscis aguardaba que Shaka terminara para poder cuestionarle sobre que pensaba de lo que habían escuchado de labios de Kiki. Era imposible que Saori y Shion los acusaran a ellos de algo así. Debía ser algún tipo de error de interpretación de aquel pre-adolescente lemuriano.

Ella había observado todo esto desde las sombras. Su habilidad para camuflarse le permitía ver y saber cosas que los demás dioses no podían. Los dioses para lograr camuflarse debían encender su cosmos, ella no. Había visto al rubio ser comprensivo cuando la chica le pidió asilo por esa noche y también se sorprendió que Afrodita de Piscis hubiese entendido con una sola mirada las intenciones del rubio, de SU rubio.

Mayo 16, 8.20 PM

Escaleras de las 12 casas doradas

Atenas, Grecia

Aioria regresaba a su casa tranquilamente, aunque por dentro estaba que echaba chispas. Odiaba que le interrumpieran durante las noches que planeaba tener sexo con Marín. El sabía que no es estaban permitidas, pero ante su insistencia y su temor a hacer algo incorrecto, había pedido audiencia esa misma mañana y Shion le había dicho que el suyo era el menor de los problemas en el santuario en ese momento así que había logrado un salvoconducto: no se metía en problemas y a cambio, podría tener a Marín en su casa (y en su cama, aunque obviamente no estaba así escrito para guardar la decencia) tres veces a la semana sin tener que esconderse y había sido aprobado tanto por Saori como por Shion.

Ya Marín había llegado y esperaban que se pusiera más oscuro para poder proceder a sus "sanas costumbres" cuando uno de los guardias del salón patriarcal había llegado diciendo que Saori/Athena había solicitado su presencia, teniendo que posponer unos minutos sus planes y dejando un poco frustrada a Marín. Solo esperaba que no se hubiera regresado al recinto.

Cuando subió a cumplir las órdenes de Saori, fingió una sonrisa hasta que se había topado con la noticia de que Hilda estaba de visita en la sala del patriarca. Eso no podía ser bueno de entrada pues la última vez que Hilda le había visto, le había pedido cortar una montaña con su plasma relámpago. A él eso le había costado tres días de distracción y cuando llego a la casa de Lyfia (que era a quien visitaría con su hermano) está ya no estaba.

Con ese recuerdo en mente, Aioria se dio cuenta que la gratitud por poder ver a Marín sin esconderse y sin correr riesgo de ser castigados, se convertiría en lo opuesto al verse distante de ella.

- Aioria, mi buen santo – dijo Saori, tomando el papel de Athena, aunque esta no estuviese presente en ese momento.

- Dígame mi señora, ¿En qué puedo servirla? – decía Aioria mientras hacia la respectiva reverencia, cosa que Shion no dejo que hiciera.

- Deja de formalismos por hoy Aioria. – dijo Saori - Sé que te prometí mucho que nadie te interrumpiría mientras estabas con Marín, y me disculpo por ello, pero ha surgido algo que no puede esperar. Necesito de tu ayuda y que sea realizada con la mayor discreción.

Leo asintió. No tenían que decírselo. A él no se le conocía por ser chismoso.

- Imagino que recuerdas a Hilda. – dijo Saori señalándola cortésmente para que se acercara.

- Si mi señora.

- Ella ha venido a comunicarme algo bastante serio y que a mi forma de ver, no puede esperar – dijo Saori viéndolo a los ojos – Se trata de una traición que se gesta en el santuario y podría haber caballeros de oro, plata y bronce involucrados.

- ¡Imposible! – se adelantó a decir Aioria, pues él era uno de los que más convivían con los santos de los otros rangos y no había visto ninguna mala intención en ellos – perdón por mi mala educación mi señora, pero ¿acaso tiene pruebas de ello?

- Las tengo – intervino suavemente Hilda – una diosa amiga de nosotros ha nacido en Asgard hace relativamente poco, pero fue secuestrada y sospechamos, escucha bien caballero, que el santo de bronce del fénix está involucrado en ello. No sabemos que traman y no podemos dejar pasar esto. Hay muchas cosas en juego.

- Hilda tiene razón Aioria – dijo Saori - Debemos enviar a un santo de confianza y dado que tu hermano y tu son los más fieles de mis caballeros, he decidido mandarte a ti. Debes traerme por las buenas o por las malas al santo del fénix, pero pase lo que pase, lo quiero con vida. (Veras la venganza de la que soy capaz por tu desprecio, Ikki)

- Pero señorita… - exclamo Aioria entre asustado e impactado

- Escucha Caballero Dorado de Leo – interrumpió Hilda – Espero que entiendas que no puedes confiar en nadie, ni siquiera en mi propio esposo y mucho menos en Lyfia, ya que al parecer aun a ella la han engañado.

- ¿Lyfia? – pregunto el dorado, recordando como esa mujer, a costo de su virginidad, no había dejado que muriera de hipotermia.

- Aioria – interrumpió Saori, evitando así que el dorado pudiera tratar de defenderla – Lyfia tiene un primo lejano que vive en este santuario y ambos han planeado un complot, aún no sabemos contra quien, pero ese pariente es Afrodita de Piscis.

- ¿Afrodita de Piscis? ¡imposible señora! Puedo desconfiar de cualquiera, menos de Afro. Él fue muy importante en nuestra victoria contra Loki, mas importante que el orgullosito de Shaka – soltó Aioria con la intención de salvar de las sospechas a Afrodita de Piscis sin detenerse a pensar que estaba dándoles más argumentos para utilizarlos en contra de los que ellas sospechaban eran el "circulo de manzanas podridas" – y, aunque me duela decirlo, más importante que yo – termino diciendo.

Hilda volteo a ver a Saori.

- Shaka, empiezo a odiar a ese santo que mucho ha interferido en Asgard – soltó Hilda – Él fue quien convenció a Lyfia y a Fler de revelarse contra Odín, y también entiendo, según lo que Saori me ha dicho, Fue él quien hablo con el fénix para que huyera hacia el castillo Heinstein.

- ¿Shaka un traidor? – alcanzo a exclamar Shion – imposible, Shaka podrá ser rebelde y todo, pero jamás un traidor ¡!– lo defendió el peli verde que acababa de entrar a la sala con una bandeja de té para los cuatro y no había escuchado toda la conversación que se había desarrollado entre Hilda y Saori.

Saori se mordió un labio pero continuo con la conversación

- Shion, tranquilízate por favor. – dijo Saori – Por la misma razón, la diosa Athena ha ordenado que el cosmos de Shaka quede encerrado en una vasija – dijo Saori quitándole peso al asunto.

Shion dejo él te en la mesita más cercana a ellas para que se sirvieran.

- Señorita, déjeme corregirla por favor. Shaka no es un traidor, pero en el caso que lo fuera, sellar su cosmos no imposibilita sus otras habilidades. A la edad de seis años ese niño ejecutaba la mayoría de sus técnicas a la perfección además de haber aprendido una versión bastante decente de la explosión de galaxias de Saga de Géminis y Kanon – dijo Shion escandalizado primero por la acusación sobre Shaka y segundo por la ligereza con que Saori lo tomaba.

Aioria veía ir y venir las conversaciones entre sus superiores sin saber qué hacer.

- ¿entonces qué quieren que haga? – pregunto Aioria bastante turbado por tanta información negativa.

- Sigue al fénix, descubre el paradero de la niña/diosa y tráeme a ambos con vida – hablo Saori.

- Así se hará – contesto Aioria

- Si la cumples de manera perfecta, te daré 15 días seguidos con todo pagado en cierto hotel del caribe propiedad de los olímpicos en compañía de Marín. Eso sí, cuando te toque salir. – le dijo Saori, haciendo que por un momento el león dorado sonriera.

Aioria iba bajando distraído pensando en esta conversación, hasta que llego a la casa de Virgo. En Piscis Afrodita no se encontraba y dio gracias a los dioses por ello, pero recién acababa de sentir que Shaka estaba ahí, el aroma a hierbas en su casa cuando él estaba despierto era lo que lo delataba sin cosmos.

Al pasar por esa casa, alcanzó a ver que Shaka salía de su habitación y se sentaba en el suelo con un té en las manos, al igual que su acompañante, Afrodita de Piscis.

Los dioses eran crueles con Aioria. Lo que menos quería era tener que verse con cada uno en su respectivo templo, pero he aquí que los dioses se burlaban de él, dejando que ambos estuvieran juntos en la casa de Virgo, de seguro planeando su siguiente paso en la traición a su diosa y a sus camaradas.

- Santos, que curioso verlos juntos específicamente ahora – dejo salir el veneno que llevaba en la sangre Aioria.

- Lo verdaderamente curioso es que vengas de arriba cuando a estas horas deberías estar como perro en celo con tu pelirroja – contraataco Piscis con ganas de ahorcarlo por estúpido.

- Porque tan a la defensiva princesa? – dijo Aioria.

- Aioria, te recuerdo que estas en mi templo – hablo Shaka con tranquilidad sin dejar de tomar su te.

- Tu templo por ahora, aunque pronto dejara de serlo – el veneno seguía saliendo del león dorado.

Afrodita lo miro directo a los ojos.

- Posiblemente… pero vaya que eres impaciente! Además Si Shaka deja de ser santo de Athena, es lógico que esperes que yo también, verdad?– añadió Piscis.

- Jajaja Aioria ahora que lo pienso… me sorprende que tu tótem sea un león y no una serpiente enroscada. Ya que eres tan cercano a los jefes deberías decirle a Saori que le quite la armadura a Shaina y te la de a ti, quien quita y Shion te vuelva su Sanbocho, aunque con eso de que le gustan las castañas, quien quita y te vuelva su "castaña" – se burló Shaka, a la vez que dejaba ir un dardo al orgullo del leo.

- Malditos traidores – bramo Aioria mientras preparaba su relámpago de plasma.

- Aun no puedes probarlo, y si eres justo, esperaras a probarlo para atacarnos – hablo sabiamente Afrodita de Piscis sin ofuscarse

- Déjalo Afrodita, solo falta que me acuse de robarle su tesoro, ósea a Marín.

- No, a ella le gustan los machos, no las nenas frágiles como tú – dijo Aioria tratando de tranquilizarse un poco.

- Sabes que en gustos y caprichos de las mujeres nada está escrito gato – interrumpió Milo de Escorpión, que iba a su casa por un bocadillo nocturno.

- No los defiendas, son traidores, la diosa ha hablado y mañana partiré por las pruebas.- les grito Aioria extendiéndole algo a Milo.

- ¿En serio? – dijo el escorpión, mientras miraba el pergamino con el sello de Athena que el león llevaba en su mano izquierda – en ese caso, si lo pruebas, yo me desharé de la florecita.

- Antes te mando a Yomotsu – dijo Mask que venía de buscar al pisciano y de dejarle vacía la heladera, robándole todas las cervezas que le quedaban en su refrigerador.

Mu de Aries apareció con su armadura puesta, pues presentía que esa noche habría batalla. Había tratado de hablar con Shion, pero al parecer estaba encerrado ignorándolo intencionalmente.

- Chicos, por favor – dijo

Shaka se hartó de tanto escándalo. Era el colmo que ni siquiera su última noche en su templo pudiera disfrutarla como se debía.

- Ya basta todos! – grito para llamar su atención - este aún es mi templo y les suplicare a todos menos a Afro, que abandonen el lugar.

- Está bien güero oxigenado, por esta noche disfruta de "tu" templo – dijo Aioria mientras él y Milo de Escorpión abandonaban el templo de virgo al mismo tiempo que Mask se acercaba y les ofrecía unas chelas.

- Santo de Athena, Mu de Aries. Te pido que abandones mi templo en este momento o te sacare a patadas – amenazo Shaka a Mu sabiendo que le dolería, pero si Shion los acusaba de traidores, no quería que nadie más saliera involucrado – Lo mismo va para ti Mask – termino Shaka, haciendo que mascara se riera y empezara a buscar la salida.

- Si nos dividimos, déjenme al borrego menor, le traigo ganas desde que me interrumpió en la cascada cuando fui a saludar al viejo maestro – dijo Death Mask mientras abandonaba Virgo ante la mirada incrédula de Mu, sabiendo de antemano que mascara le quería dar la prueba de su verdadero poder.

Aioria llegó a su casa en silencio y encontró una nota que lo había hecho entristecer: "nos comunicamos cuando vuelvas" era lo que decía la pulcra letra de Marín, después del conflicto que había pasado en virgo, esto lo desanimaba aún más.

Una vez que los hubieran dejado solos, Shaka y Afro quedaron unos minutos en silencio pero temblando de rabia.

- ¿Qué hicimos para ocasionar esto Shaka? – pregunto Afrodita de Piscis, mientras sus manos cubrían su rostro. Estaba muy dolido.

- Algo está mal aquí Afro, el problema es que creo que son nuestros dirigentes – hablo el rubio sin pelos en la lengua.

- ¿en serio piensas derrocarlos? – pregunto Afrodita de Piscis asustado.

- No, para nada – dijo Shaka en tono calmado –según ellos, tú, el fénix y yo tratamos de traicionar a Athena, aunque el enano no dijo de que se trataba la supuesta traición, si dijo las generalidades.

- Pues, a ser los malos de nueva cuenta – dijo en un triste suspiro Afrodita de Piscis – Crees que Hades me preste la suplice negra? Me veo más guapo con ella.

- Tomate tu té, no dejes que se enfríe.

- Tú también – dijo Afro y ambos bebieron su respectiva bebida en silencio, un silencio que no resulto incomodo del todo.

Dos horas después Afrodita de Piscis abandono el templo de Virgo, sumergido en sus propios pensamientos y melancolía.

Por su parte Shaka entró y encontró aun llorando a Marín que había escuchado toda la discusión.

- Aun no te bebes tu té? – dijo Shaka al verlo en el mismo lugar que lo había dejado - Se supone que por educación deberías haberlo terminado, pero mira, te lo calentare, y no, ya te vi la cara de querer irte al recinto de las mujeres, pero ¿crees que no te cuestionaran si te ven en ese estado? Bébete el té que te voy a traer y si te calmas, te dejare ir – dijo Shaka en un tono dulce pero que no dejaba lugar a dudas sobre quien mandaba en esa habitación.

- Gracias – dijo Marín y espero por el té.

Unos minutos más tarde Shaka le llevo el té y se lo dejo mientras él se iba a meditar. No había dormido la noche anterior y desde las dos de la tarde había estado meditando, tratando de comunicarse con buda y no había podido, eso sí, Shaka no había sentido la presencia que a ratos le seguía, ni vio cuando la puerta de su habitación se abrió, y algo entró cerrando tras de sí la puerta y quedando a solas con una Marín de espaldas a la puerta.

Ella vio a esa pelirroja tan triste que sintió empatía con su dolor, pero, dadas las circunstancias en las que ella tenía mucho que ver, no podría darle mucha ayuda. Comenzó a buscar en su bolso y encontró esas pastillas, las que hace un año había robado a modo de travesura de los campos elíseos aprovechando una visita de Ares a Hades, pues se dedicó a asaltar al dios del sueño, que de seguro le echaría la culpa a Ares, pero con el miedo que le tenía se ha quedado callado. Encontró las del olvido y se puso a pensar y repensar que dosis darle, ya que solo quería que olvidara la noticia de esa noche, no que olvidara hasta como se llamaba.

Justo en eso estaba cuando Shaka entro por un instante aun sin notar su presencia, saco una sábana de la gaveta de su closet y miro a Marín.

Marín se levantó aprisa víctima del dolor y le pregunto algo que le dejo helado:

- Shaka, acaso no soy lo suficientemente buena para Aioria? No soy tan bonita como ella? Dime la verdad!

- Marín, no digas locuras, eres muy linda, tu podrías tener en tus brazos al hombre que quisieras – contesto el rubio sin saber qué hacer en aquella situación, incomodo también por la mirada de la pelirroja.

- Si lo que dices es cierto, ¿Por qué Aioria tiene a otra mujer y una hija con ella?

- Yo entiendo que él no sabe que tiene esa hija y lo mejor sería que no se enterara, ya que la madre no quiere que ella sea una santa de Athena, quiere que sea una valquiria.

- En serio, ¿tan poca cosa considera a las santas de Athena que no quiere que su hija se rebaje a ser una? – Marín no estaba pensando, el dolor, la rabia y la impotencia la estaban cegando. Estaba a punto de encender su cosmos, de hacer que el león se diera cuenta que estaba en la recamara de virgo y se sintiera herido e intentara matar a Shaka sin pensarlo dos veces.

Shaka observo resignado como ella empezaba a querer encender su cosmos, pero algo la detenía.

El no pudo decir a ciencia cierta quien hablo, solo supo que alguien, una mujer le dijo: Bésala. Después de eso, Shaka no recordaba nada, solo recordaba que había tenido a Marín en sus brazos toda la noche hasta la madrugada. La veía tranquila, había logrado que se tomara el té y ella solo había dicho una frase:

- Me gustas mucho - dijo antes de separarse de sus brazos ¿o no fue ella?

Mayo 17, 3.00 AM

Bar de la Playa de Columbus Isle

San Salvador, Bahamas

- Puts! No anda por aquí tu hermana verdad? – decía Hades arrastrando las palabras

- La tuya jajajaja

- Es que… (hic) me está costando musho musho… pero mushhhho que se me suba como para que llegue y de solo verla se me baje Jajaja

Poseidón se inclinó para verle la entrepierna a su hermano y este le dio un zape.

- El alcohol imbécil!

- Ahhh! Jajaja menos mal…(hic)… oye oye… a que no te sabes canciones (hic) con los nombres de tus espectros (hic)

- Y tu si de tus marinas? (hic)

- A wuiwui – contesto Poseidón tomando directo de la botella que le correspondía. Era la tercera botella de whisky en la ultima hora.

- Espera… deja le pido a… a… diantres! Como se llama la que nos está sirviendo?

- Ta… ta… ratatatatata jajajaja creo que ya estoy ebrio.

Tania miro por décima vez su reloj de pulso. Las 3 en punto de la mañana. Su turno acababa a las 10 y nada más porque esos dos en su borrachera le estaban dando 100 dólares de propina por botella que de por sí ya les inflaba el precio y no se daban cuenta… Cinco minutos más y le llamaba a alguien que la fuera a relevar.

- A ver si es cierto… - dijo Hades pidiendo otra botella con un manotazo en la barra y muchos billetes – (hic) Hagámoslo… interesante. Dos vasos por favor!

Tania le abrió la botella y puso dos vasos con hielo frente a él. Hades arrojo al piso los hielos haciendo que Tania pusiera cara de qué demonios hago aquí.

- Si lo logras, yo me tomo un hidalgo si no lo logras yo lo hago (hic) Canta algo que tenga el nombre de Sorrento

- Esa… es bien fácil

¡Pero no me dejes,
no me des este tormento!
¡Vuelve a Sorrento,
hazme vivir!

¡Mira el mar de Sorrento,
qué tesoro tiene en su fondo!
Quien ha recorrido todo el mundo
nunca ha visto algo igual.

- Ah! Maldición! – dijo Hades tomándose todo el vaso como quedaron

- Ahora tu uno con Lune

- Fácil!

Lune, tú que la ves, dile cuanto le amo
Lune, tú que la ves, dile cuanto la extraño
Esta noche sé que ella está
Contemplándote igual que yo
A través de ti quiero darle un beso

- Chin! Ni modo – dijo Poseidón tomando todo su vaso.

- A ver a ver… Ío

- Jajaja lo tengo!

Ío nací en una ribera del Arauca vibrador
soy hermano de la espuma
de las garzas y de las rosas
soy hermano de la espuma,
de las garzas, de las rosas
y del sol
y del sol.

- No pues me ganaste (hic) – dijo Hades apenas atinándole a su vaso.

- Vas! Vas! Quien.. quien… ya se Iwan!

- Jajaja esa esta súper fácil!

La Iwana se cayó de arriba de una escalera
del porrazo que llevó se lastimó las caderas
ay Iwana mía para dónde vas
...que voy para el pueblo de soledad
si será mentira o será verdad que en ese pueblo
no hay novedad que si lo hubiera es casualidad...
si será tan fea, que iguana tan fea

- Jajaja te saliste (hic), Tania, sírveme…

Tania obedeció a regañadientes. Ya los cinco minutos habían pasado. Le sirvió su bebida y se fue al rincón al teléfono. A esta hora no había ni un supervisor, ni un gerente… solo había alguien a quien podía hablarle, y lo hizo.

- Diga?

- Señor Fes, disculpe que lo moleste. Soy Tania Smirnov del Bar de la Playa.

- Si Tania dime.

- Tengo un pequeño problema. Mi turno termino hace cuatro horas y el señor Poseidón no me deja ir.

- Como que no te deja ir?

- Está en estado inconveniente con su hermano. No dejan de beber y yo debo ir a casa. Mi tía estará esperándome a pesar de que mande decirle con mi vecina que llegaría tarde. Sería posible que viniera y se los llevara para que pueda cerrar e irme?

- Dame cinco minutos. Sé exactamente lo que debo hacer.

Tania colgó agradeciendo a todos los dioses que el señor Fes aun estuviera despierto en su taller.

- Jajaja ahora… Krishna! – palmoteo Hades

- Me la hubieras puesto más difícil…

Hare Krishna, Hare Krishna
Krishna, Krishna, Hare, Hare
Hare Rama, Hare Rama
Rama, Rama, Hare, Hare

Marihuana, mariguana
Juana, Juana, mari, mari
Marihuana, mariguana
Juana, Juana, mari, mari

- Jajaja tu solito te estas delatando (hic) Jajaja maldito drogadicto de miércoles

- Naaaaa (hic) para que veas que soy ley, te daré uno bien fácil… Queen!

- Sale!

You can dance

You can jive

Having the time of your life

See that girl

Watch that scene

Dig in the Dancing Queen

- Jajaja que joto te escuchasteeeee (hic) – canturreo Poseidón casi durmiéndose sobre la barra.

- No te duermas! Doble o nada con la que sigue.

- Dale pues!

- Kanon…

- Espera… esta difícil (hic) pero no imposible…

- 10… (hic)9…(hic)

- Esperaaaaa ya lo tengo! Ahí te va…

Quieres compararte pero no hay comparación
Hago que mi mierda fluya en otra dimensión
Tantas veces fui vencido por la tentación
Os gusta el peligro somos carne de Kanon
Por más que tropiezo nunca aprendo la lección
Una vida loca en la que manda la pasión
Dentro de este buque se repite la canción
Nos gusta el peligro somos carne de Kanon

- Jajaja Eres un guarro Jajaja pero perdisteeeee es cañón no Kanon jajajaja Hidalgo para ti (hic) ! – grito Hades empinándole la botella a Poseidón.

- Suficiente ustedes dos! – grito Fes – Que par de borrachos desnaturalizados

Ambos voltearon haciendo bizcos. La verdad es que ya no podían con una sola gota de alcohol más.

- Los voy a llevar a sus cuartos y se están quietos o les hablo a sus esposas para que vengan por ustedes!

Ambos dioses hicieron un signo de paz con los dedos. Fes sabía que eso funcionaria pues ninguno de los dos querían los interminables discursos de sus respectivas conyugues.

- Tania ve cerrando. Vete a casa a descansar.

- Si señor – dijo la rubia feliz por al fin poder irse.

Tanto Hades como Poseidón ya se habían quedado dormidos. Y Fez lo pensó un momento antes de hacerles una travesura. Sin que Tania lo viera, saco de su bolsillo dos brazaletes: Uno de lujuria que le coloco a Poseidón y uno de Ira que le coloco a Hades. Ambos eran de 24 horas, pero por la sangre de Hera que corría por sus venas, que ninguno de los dos podría quitárselo antes de 48.

Mayo 17, 12.00 PM

Casa de Géminis

Atenas, Grecia

Junet estaba a las doce en punto en la puerta de Amelie's, con sus ojos cubiertos por sus lentes obscuros y ropa más sencilla. El tiempo era todo lo bueno que cabía esperar para una tarde en primavera y como le dijo a "Than" no tenía mucho tiempo.

- Cómo pudiste perder nuestro celular?! – Le había gritado Geist cuando le pidió permiso para ir a recuperarlo.

- No lo perdí, solo se traspapelo. No fue culpa mía. Lo juro!

- Y si Shaina se intentó comunicar con nosotras? – Le pregunto – Y si hubiera habido alguna emergencia? Junet no volveré a dejártelo!. Vas a ir mañana a recuperarlo y te vas a quedar sin postre un mes, me entendiste?

- Pues ya que.

Habría sido más inteligente no decirle nada, pero no podía salir sin un permiso, y en ese momento Geist era la única que podía concedérselo.

Se revisó las uñas mientras escaneaba a la gente que pasaba por la acera tratando de no parecer tan ansiosa como estaba.

Thanatos estaba al final de la manzana con las manos en los bolsillos del pantalón. Tenía los ojos clavados en aquella rubia que se veía las manos con el cabello al viento.

Una vez más, era como un rayo de sol en medio de la oscuridad que el sentía. Y una vez más, lo llenó de energía. Se aclaró la garganta, se pasó la mano por el pelo y se dirigió calle abajo hacia ella.

Junet observó el enésimo traje oscuro que doblaba la esquina en los últimos ocho minutos.

Pero éste medía media cabeza más. Y era unos cuantos centímetros más ancho. El cabello plateado le brillaba bajo la luz del sol. Y caminaba con seguridad. No estaba segura de sí ese era Than pero al mismo tiempo estaba convencida de que sí. El hombre se acercó y se dio cuenta que le sonreía. Era el mismo hombre con el que había tropezado en el restaurante y todavía más guapo de cómo lo recordaba, más bendecido por los dioses. Sus ojos encontraron los suyos entre la gente.

- Hola, Than? –lo saludó ella.

- Junet? –respondió él deteniéndose enfrente.

Debió dirigirse hacia él, o tal vez fue una ilusión óptica, pero de pronto lo sintió más cerca. Y entonces Thanatos se inclinó sobre ella. Junet alzó instintivamente la mejilla para que le diera un beso, pero a cambio, los labios de Thanatos cayeron directamente sobre los suyos. Ella parpadeó asombrada durante un par de segundos antes de que la boca de Thanatos comenzara a moverse sobre la suya.

Cuando abrió los ojos de par en par, le puso suavemente la mano en el pecho para rechazarlo pero Él le rodeó la espalda para atraerla más hacia sí. Y allí mismo, delante de todos los peatones, todo desapareció, dejando únicamente el sabor de Thanatos y su aroma, el tacto de sus labios celestiales. Junet le agarró la camisa instintivamente, y confió contra toda esperanza en que aquello bastara para evitar que cayera hecha un ovillo a sus pies. Cuando el beso terminó, ella abrió los ojos. Que carajos habia pasado?

Una leve sonrisa iluminaba las facciones de Thanatos. Junet necesitaba recuperar el aliento y los sentidos, así que apartó la mano y puso un metro de distancia entre ellos. Luego sacó el teléfono del bolsillo de su pantalón y se lo tendió.

- Bien –dijo Thanatos cerrando los ojos y sacudiendo la cabeza, como si hubiera olvidado por completo la razón por la que estaban allí.

Se abrió la chaqueta y dejó al descubierto una camisa blanca. Su olor masculino la envolvió una vez más, y Junet aspiró con fuerza el aire. Diablos! Debía traer las hormonas alteradas o algo así!.

Thanatos encontró su teléfono y se lo tendió.

- Bueno –dijo él–. Ahora que hemos terminado con las formalidades, ¿entramos?

¿Formalidades? ¿Besarla hasta dejarla temblando era para él una formalidad?

- No, yo… yo tengo que irme – dijo Junet – Mi jefa me reñirá si no regreso de inmediato.

- No creo que se moleste porque tomes una soda después de darte toda la vuelta hasta el final de la ciudad.

Junet se le quedo viendo por un momento. Es que… Lo de Shun estaba muy reciente. Habían sido cuatro años perdidos por un niño que no crecía. Que no le había dicho precisamente eso? Que ella quería a alguien más maduro? Bueno… ahí estaba su oportunidad, pero… un desconocido? Aunque debía tener en cuenta que hacia mucho calor… era el día? O por lo que acababa de pasar?. Ok. Junet piensa. Ya no eres una nina. Tienes 19.

- Te acepto la soda pero… Podemos ir a algún lugar más… sencillo y de preferencia que no quiten los celulares al entrar? – dijo sonriendo

- Desde luego. Conozco el lugar perfecto.

Thanatos le ofreció un brazo caballerosamente y la condujo calle arriba donde se proponía conocerla solo un poco más…

Mayo 17, 12.00 AM

Zona comercial de Rodorio

Atenas, Grecia

Los transeúntes vieron como Junet y Shaka entraron al salón de belleza que Shion le había recomendado.

La verdad es que a ella esos lugares no le agradaban. Las malas experiencias no son fáciles de olvidar aun para las diosas, especialmente ella cuya cabeza tenia precio entre los atenienses, marinas y espectros. Eran ya 500 años sin que la lograran ubicar, y salvo Ares, nadie sabía dónde era su escondite secreto, a aunque a veces se molestaba con el odioso dios de la guerra y viceversa, no podían vivir sin trabajar juntos.

Caminó con Shaka hasta ubicarlo frente al gran poster con imágenes de los cortes entre los que el vería el corte que elegiría y ese sería el corte que se haría.

Shaka no vio empleadas a la vista, solo la señora dueña del local, seguramente una amiga de Shion. Shaka estaba muy agotado, había pasado "meditando" desde que Marín había salido de su casa casi a las 5 de la mañana hasta las 10, hora en la que Shion y Saori habían sellado su cosmos en una vasija y Shion le había pedido que fuera a alistarse para su castigo.

Reviso todas las fotografías y eligió un corte que a ella no le pareció. Ella se molestó porque Shaka no le pidió consejo sobre el corte, aparte del disgusto que la señora le ocasiono al estar acariciando la rubia cabellera de su futuro esposo. Por su parte Shaka se acomodó en la silla y dejo que su cuerpo se relajara mientras las caricias de la señora a su cabellera continuaban, llevando al dorado a un mundo se sueños de manera tan rápida que el mismo Hypnos tendría envidia.

- ¿Qué pecado cometió joven para que el señor Shion decidiera que usted pierda tan hermosa cabellera? – pregunto la señora sin darse cuenta que Shaka había caído profundamente dormido a causa de su agotamiento mental y de esas relajantes caricias a su cabello, cosa que desde niño había adorado de Saga quien lo veía con ternura y compasión, cosa que él siempre había agradecido ya que durante el patriarcado de Shion, él había sido víctima constante de las bromas de los demás y Shion siempre le había dicho que era su culpa por no aprender a defenderse rápido.

La rubia lo miro con ternura.

- Parece que se durmió madame, ¿podría elegir un corte yo? Soy su superiora y ese corte que él eligió no va de acuerdo a los cortes de los demás

- Por supuesto, faltaba más, aunque sabré decirle que tengo más estilos de corte en una revista señorita Junet, ¿gusta venir a verlos a la parte de atrás? – dijo la señora

- Si se pudiera. Luego podemos ir por un té – dijo Junet en un falso tono amable.

- Tengo agua hervida y algunos tés en la cocina, si gusta prepárese uno mientras yo busco las revistas.

- Le preparare uno a usted también – dijo June

Se dirigió hacia la cocina y sacó de su bolso dos frascos que decían: "Propiedad de Hipnos, pastillas para dormir sin sueños y descansar bien" y "Propiedad de Hipnos, pastillas del olvido, para olvidar lo ocurrido los últimos 6 meses, no tocar, fase experimental"

Después de unos segundos decidió que le daría la pastilla del olvido a la señora y la pastilla del sueño a Shaka para que pudiera dormir. Ya vería como lo llevaba después al santuario, de todas maneras, más castigado de lo que ya estaba no podía estar.

Ella preparo los tres té y le llevo uno a la señora ignorando un pequeño detalle: el que le llevo a la señora era el que había hecho para Shaka, dándole a Shaka el que había hecho para la señora.

Shaka sintió como alguien lo sacudió, abrió sus ojos y vio a la señorita Junet (Shion le dijo que así debería dirigirse a ella mientras durara su castigo). Esta tenia esos enormes lentes que le cubrían el rostro, y le ofreció un té. Shaka no estaba de humor para eso, pero ella era su superior en este momento, así que decidió aceptarlo.

Junet por su parte se quitó los lentes y Shaka se quedó sin habla, analizando con ojos muy abiertos el rostro de ella y sorprendiéndose cada vez más en el hecho de que ella se parecía a su musa de las fotografías, esa a quien él le había escrito algunos poemas. Después de unos momentos así, Shaka decidió que solo se parecían pero que no eran la misma persona.

Bebió su té y le sonrió a Junet agradeciéndole el gesto, mientras la veía sonreír a ella también y solo alcanzo a ver como sus labios se acercaban a los suyos y sintió los labios de Junet rozar los propios antes de perder la conciencia y olvidar lo que había vivido.

Ella al verlo inconsciente se lamentó del efecto tan inmediato de las pastillas para dormir, pero entonces su mente cochambrosa le dijo:

- Nena, aprovecha a curiosear de qué tamaño la tiene, no vaya ser que sea una miniatura… bueno, aunque fuera una miniatura, la primera siempre será la primera, aunque eso sí, espero que no agarre vuelo con esa pelirroja resbalosa.

Sonrió para sus adentros y empezó a invadir la intimidad de Shaka casi con reverencia.

Luego de haber satisfecho su curiosidad, de haberlo vestido de nuevo y de haberse cerciorado que la primera era de tamaño un poco "grandecita", pues le entro cierto temor. Ella seguía virgen así que, aunque era curiosa, no había experimentado nada con ningún hombre.

Tampoco sabía mucho de cortes de cabello (era una diosa guerrera), así que había llamado a Isis, su amiga quien se presentó rápidamente.

Isis le cortó el cabello a Shaka a manera de corte militar, aunque aun así, seguía siendo rubio y muy apuesto.

Intento con los tintes para cubrirlo su color tan peculiar, pero por más que lo tratara, no encontraba uno que evitara que las raíces se vieran rubias.

- No sé qué hacer Isis, no quiero que se vea rubio, me lo puede querer robar o esa rubia tonta o esa pelirroja – dijo - si el minino hubiera visto lo de anoche… tuve que borrar la memoria de ambos tortolitos! Esa mujer en su dolor me lo quiso robar, solo que creo que se me paso la mano con mi bomboncito rubio…

Isis no pudo evitar soltar la carcajada.

- ¿Secuestras Santos de Athena y les pones apodos cursis? Jajajajaja! Estas loca de remate. Ya decía yo que tanto castigo de Ares tendría que pasarte factura – se burló Isis.

- ¿Qué puedo hacer? Me recuerda a mi primer amor. – dijo con voz melancólica

Isis dejo de reír.

- ¿Acaso ya no eres virgen?

- ¿Qué demonios te pasa? – dijo muy ofendida - Por supuesto que lo soy! a diferencia de esa peli lila tacaña… Es que él se parece mucho al chico del que me enamore hace 250 años, ¿ya olvidaste que te lo conté?

Isis movió la cabeza. Su amiga parecía ser una romántica empedernida con ese chico. Totalmente opuesta a su naturaleza.

- Porque no le tiñes el cabello con tu cosmos, así su cabello no mostrara otro color y cambiara en todo su cuerpo. – sugirió Isis - Mmm negro le quedaría magnifico con esos hermosos ojos azules.

- Tienes razón, lo hare. – dijo la rubia con una sonrisa.

Le puso las palmas de las manos a ambos lados de la cabeza al santo dorado de virgo y poco a poco el color del cabello del santo cambio a un negro profundo, sin brillo. Estaba tan concentrada en ver que el cabello de Shaka cambiara, que no observó a Isis poner su mano en el pecho del santo y empezar a balbucear lo que parecían rezos. Al terminar ella vio a Isis muy tranquila… demasiado. Sabía muy bien que esa diosa egipcia era medio loca, medio desmadrosa, medio fiestera y caliente y medio y que estaba de visita en Atenas porque tenía un motel de mala muerte en esa ciudad, por lo que de seguro uno de sus amantes estaba por ahí esperando por ella.

- Dime, ¿ahora qué piensas hacer con él? ¿lo devolverás sano y salvo al santuario? – pregunto Isis mientras se arreglaba su peinado viéndose en el espejo frente a ella.

- Después de casarme con él, Jajajajaja.

- ¿Casarte? Y ¿si él no quiere?

- No necesito que quiera, él solito dirá que sí, y tú me ayudaras.

- Ni loca! Athena me mataría. Me querrá meter ese báculo quien sabe por dónde y… ¿Dónde firmo?

- Jajaja Sabía que eras una loquilla! En una semana Hera vendrá a ver a Ares. Le pediré a Ares su bendición frente a ella, y no se negara estando su madre ahí presente pues ella lo castigara si se opone. Afrodita también me bendecirá. Ella me lo prometió antes de desaparecerse y ahora que ya ha vuelto, que me cumpla. Además le conviene. No le gusta que trabaje con su amorcito.

- Estas loca, ¿lo sabias? Tu fijación con los rubios es legendaria, pero este es el segundo virginiano que te quieres echar.

- Sigo virgen – contesto mientras enseñaba la mano en la que portaba el "anillo de la pureza" que con engaños Hera le había colocado – y de todos lados – enfatizó sin un ápice de alegría.

- Si… sé que es duro que no puedas hacerlo cuando tienes ganas pero Hera es muy mamona y yo digo que deberías desafiarla en su trato tan machista. "si no estás virgen no vales" es su frase favorita para nosotras aunque también se los he escuchado a otros dioses machistas como Zeus.

- ¿Me ayudas a sacarlo de aquí? - preguntó

- Desde luego, para eso son las socias, pero antes ¿ya revisaste si también los vellos de ahí cambiaron? Yo me ofrezco a revisarlo!