Capítulo 107

Mayo 17, 12.30 PM

Zona comercial de Rodorio

Atenas, Grecia

Isis miro a ambos lados del callejón para cerciorarse de que no hubiera moros en la costa. Afortunadamente para sus planes, salvo dos pordioseros, no había nadie.

Buscaron en la pequeña bodeguita de la estética algo con que cubrir a su víctima y encontraron un viejo saco de yute, que parecía que era usado para poner las toallas sucias para llevarlos a la lavandería. La vaciaron y metieron a un dormido Shaka en el.

Entre ambas lo cargaron. Ella llevaba la cabeza y el torso e Isis los pies. Con mucho cuidado lo metieron al maletero del auto que Isis previamente había estacionado ahí.

Isis iba un poco preocupada por la nueva locura de su amiga. Esta iba bastante enojada con ella, pues se había atrevido a revisarle la entrepierna a su "amor" para comprobar que el tono de su vello también hubiera cambiado en esa zona.

Llegaron a la avenida principal y les toco el semáforo en rojo. Mientras Isis retocaba su labial, su amiga cambiaba de nuevo su apariencia. Ahora era una exuberante pelirroja de larga cabellera rizada y lentes obscuros.

Frente a ellas, atravesando la calle paso una pareja desconocida y detrás de ella, como buscando algo, un hermoso personaje que Isis reconoció como Hypnos, al parecer de mal humor. No pudo resistirse y detuvo el auto. Toco el claxon varias veces para tratar de llamar la atención.

Hypnos, con su indiferencia de siempre y queriendo mandar al sueño eterno al imbécil que lo estaba dejando sordo volteó y su semblante dio un giro de 360 grados al reconocer a la chica.

Termino de atravesar la calle y las chicas se orillaron para poder ser abordadas por él.

La pelirroja metió su mano en su morral negro y le dio un objeto a Isis, quien al ver la mirada malévola de su amiga, adivino lo que quería y le devolvió la sonrisa.

- Hola Isis, ¿qué hay de nuevo? – dijo Hypnos recargándose en la ventanilla cual prostituta - ¿andas en busca de acción? -dijo coqueto el dios del sueño.

- No bombón, ahorita no traigo dinero – dijo Isis bromeando con él.

- Jajaja ya sabes que a ti te sale gratis el servicio.

- Sera en otra ocasión. Llevamos nuestro propio juguete en el maletero.

- Tú te lo pierdes…

- Por cierto… quieres jugar un juego?

- Depende. Hay un final feliz?

- Eso solo puedes decirlo tú – dijo Isis – Mi amiga y yo tenemos una apuesta y me encantaría ganarla

- Aja y que ganaría yo? – pregunto Hypnos extrañado

- Si tu ganas… Aquí mi amiga y yo estamos dispuestas a… hacer un Menage a troi contigo… tu sabes… para recordar viejos tiempos – decía Isis mostrando coquetamente un poco de su escote. Lo único que tienes que hacer es probarte este anillo - dijo dándole el anillo que su amiga le había dado

- Sí que eres traviesa… ¿Un anillo de Ira de Fes? Jajajajaja, ¿quieres que me lo ponga? - pregunto el dios gemelo, que era conocido por no perder el temple con nadie, salvo una mísera deidad.

- Le tienes miedo a una de las baratijas de Hefestos? - pregunto Isis

- En serio quieres eso preciosa? - dijo Hypnos coquetamente mientras cierta parte de su cuerpo empezaba a crecer – Eso es muy fácil. Te demostrare quien es el dios con más temple y paciencia de los que estamos emparentados con el olimpo.

Al decir esto, Hypnos coloco el anillo en su dedo anular admirando el trabajo del dios herrero.

Isis lo miraba divertida y le hizo una señal a su amiga, quien cambio su apariencia de nuevo para mostrar su verdadero rostro. Hypnos solo tuvo que mirarla un instante para que perdiera el control de sus emociones a causa de la Ira que le causo el verla.

Ni diez microsegundos después, una descarga eléctrica, equivalente a uno de los rayos de Zeus atravesó el cuerpo de Hypnos provocando que se desvaneciera de inmediato en plena calle.

Tanto Isis y su amiga rieron de forma escandalosamente burlona y lo dejaron ahí tirado a su suerte. Tenían cosas más importantes en que pensar.

Mayo 17, 13.20 PM

Fuente de Sodas Happy Duck

Atenas, Grecia

- Ahhh que rico! Nunca había probado los helados flotantes, pero desde ahora son mis favoritos! – dijo Junet alegremente mientras terminaba su soda relamiéndose sus labios para quitar los últimos rastros de helado.

- No hagas eso – le dijo Thanatos quien la miraba como hipnotizado.

Qué demonios tenia de especial esa chica? Sus ninfas eran más bonitas, más delicadas, y lo atendían cuando el así lo ordenaba…

- Lo siento. Reprobé la clase de buenos modales – dijo Junet usando la servilleta creyendo que se refería a eso.

- No es eso – dijo el dios – Simplemente es demasiado irresistible y no quiero ir muy rápido contigo.

Junet no comprendió de inmediato lo que le trataba de decir, pero al ver la expresión de su cara recordó el beso que le dio al llegar y se sonrojo.

- Debo irme. Gracias por la soda. – dijo levantándose

- Tienes una mancha de helado en tu blusa – señaló Thanatos

Junet la miro, murmuro algunas maldiciones y se levantó de la mesa para ir al baño a tratar de remover la mancha. Dejo su celular sobre la mesa mientras Thanatos reía al verla tan contrariada por esa tontería.

La chica no era muy platicadora y había algunas preguntas que no había contestado, pero supuso que así era su carácter. Se comportaría como un caballero y se ofrecería a llevarla hasta su trabajo, donde sea que esto fuera, para poder verla cuando él quisiera. Y aparentemente iba a querer hacerlo cada que pudiese.

El celular comenzó a sonar con la misma tonadita que ya conocía. Sabía que estaba mal, que no debía, pero… y si se trataba de una emergencia?

Volteo hacia los servicios pero no había señal de Junet y la curiosidad pudo más que él.

- Buenas tardes - contesto educadamente Than.

- Creo que marque numero equivocado – dijo la voz de alguien que sonaba muy joven

- Depende de con quien quieras hablar - dijo Than algo turbado. Él sabía que existía la posibilidad de que esa niña tuviera novio, porque en realidad nunca le pregunto de frente.

- Con Junet

- ¿Con mi novia? - Mintió Than para tantear el terreno.

- Qué? Novio? -dijo Shun asustado por esa revelación no sabiendo cómo proceder.

- Si, su novio, ¿porque? ¿quién eres tú y por qué tienes el número de mi novia? -dijo Than divertido ante el desconcierto de la voz del otro lado

Junet no había esperado ni siquiera un mes para reemplazarlo? O tal vez ya andaba con este otro chico y por eso lo termino?

Shun había estado muy ansioso todo el día y había decidido hablarle a Junet para que, pensando que la encontraría más tranquila, pudieran tratar de arreglar su situación. El no supo cuánto la extrañaba hasta que vivió todo ese tiempo sin ella, sin sus atenciones, sus llamadas, sus visitas…

Sabía que ella no tenía un teléfono propio, pero que de vez en cuando utilizaba uno del recinto. Le había costado mucho trabajo que Saori le diera ese número, pues lo había reganado por dejar partir a Ikki hacia Asgard, pero cuando su hermano se lo había comunicado, Shun ya estaba pensando en cómo abordar a su ex novia y no esperaba que le contestara ella, sino una de sus compañeras y se la pasaran, pero ahora le contestaba un extraño que decía ser su novio.

- De que rango eres, Santo?

- (Santo? No me friegues!)

- Yo soy Shun de la Armadura de Andrómeda, uno de los cinco santos de bronce que le patearon el trasero a los dioses gemelos en los Elíseos - dijo creyendo que hablaba con otro Santo de Athena y que con esa descripción lo iba a intimidar.

- Ahhh sí, he oído de ti. Eres el que porta la armadura rosita y afeminada, verdad? Dicen que tu armadura se ve como si fuera hecha para una quinceañera - provoco Than, tratando de mantener el control.

¿Porque ese Santo de Athena se comunicaba con Junet? Solo esperaba que su temor fuera infundado y ella solo fuera una novia secular del caballero que le había hablado, porque si no…

- Quiero hablar con Junet!

- Lo siento. Esta… cambiándose. La llevare de regreso en cuanto termine.

- …

- Le diré que llamaste, pero no te aseguro que ella te devuelva la llamada. Hasta Luego.

Thanatos colgó algo confundido. Regreso el celular a su lugar y Junet regreso ya sin la mancha.

- Disculpa, pero no podía regresar al trabajo así. Geist me mata!

- Y… en que dijiste que trabajas?

- No te lo dije – dijo Junet - Trabajo en el Santuario de Athena cerca de Rodorio. Tengo a mi cargo a 4 niñas para entrenarlas para caballeros femeninos aunque también ayudo en la seguridad.

Thanatos trago saliva. No le podía estar pasando lo mismo que al estúpido de Minos. Tanto que se había burlado de el…

Iba a decir algo cuando su teléfono sonó. Le pidió a Junet un minuto para atenderla:

- Diga?

- Soy Lune. Tienes que ir al Hospital de AHEPA de inmediato!

- Por qué? Que sucede?

- Es tu hermano.

- Que le paso? Donde esta? Habla! – grito preocupado.

- Fue a buscarte, es todo lo que se. Acaban de llamar del Hospital porque trae su placa de identificación y llego mal herido, pero Hades no está, Minos no está, tu no estas… Qué carajo está pasando aquí? Yo no puedo con todo!

- Deja de llorar como marica! Y Pandora?

- Salió. Solo estamos Radamanthys y Yo! Esto es un caos.

- Carajo! Mándame la dirección por mensaje. Salgo para el hospital inmediatamente

Corto la llamada y volteo a ver a Junet. Esta asintió con la cabeza comprendiendo.

- Ven, yo sé dónde está ese hospital – dijo muy seria – te llevare.

Thanatos asintió agradecido.

- Gracias. Es mi hermano. Disculpa. No quería que terminara así. – dijo Than

- No te preocupes, la familia siempre es primero. De ahí puedo irme al trabajo. No queda lejos de ahí. – contesto Junet

Junet le tomo la mano y lo jalo hasta llamar a un taxi. Lo dejo y se siguió al santuario, donde era casi seguro que Geist iba a darle una gran reprimenda por entretenerse tanto. Al menos había podido recuperar el celular.

Mayo 17, 1.00 PM

Restaurante Caipiriña

Belo Horizonte, Brasil

- Gracias por traerme a almorzar – dijo Niv abrazando a Alde mientras este pagaba su cuenta.

El restaurante era bastante decente, y ofrecía un buffet de carnes y ensaladas que ambos disfrutaron enormemente.

- Siempre es un placer sacar a mi novia a pasear cuando puede despegarse de sus múltiples ocupaciones por más de cinco minutos – dijo Alde sonrojado dándole un beso en la cabeza.

- Jajaja lo dice el señor importante que tendrá su primer partido oficial como juez de línea mañana? – bromeo Niv – Que sigue? Tener que quitarte a las zorras de encima?

- Pues, estoy seguro que si eso llegara a pasar, tu estarías feliz de encargarte cariño. – dijo Alde sonriendo y contagiando a Niv con su sonrisa.

- Espero no llegar nunca a ver eso – dijo saliendo hacia la recién rentada camioneta de Alde.

Al llegar a la camioneta, Alde le abrió la puerta y después se detuvo en seco.

- Olvide mi chamarra. Ahora vengo.

- No tardes.

Alde silbando una canción, regresó al restaurante.

Un camarero ya iba hacia afuera con la chamarra para alcanzarlo. Alde se lo agradeció y se dirigió a la salida. A pocos metros de doblar la esquina, donde estaba estacionada la camioneta con Niv dentro, fue interceptado por dos hombres de color bastante altos y musculosos.

- Disculpen caballeros, pero tengo un poco de prisa – dijo Alde tranquilamente.

- Lo siento Taurus, pero es necesario que hable contigo – dijo una voz masculina detrás de él.

Los sentidos de alerta de Alde comenzaron a funcionar. Intento evadirlos pero llegaron otros dos tipos de similar contextura. Dio la vuelta para ver de frente a quien quería hablar con él. No le sorprendió lo ridículo de su ropa que parecía haber sido sacada de una tienda de disfraces de arlequines. Era muy delgado y de piel pálida. Posiblemente de 1.70 de estatura y con cabello y barba negras y sonreía socarronamente.

- Lo siento pero no tengo el placer de conocerlo.

- No hace falta – dijo Momo – Solo queríamos pedirte de favor que no intervengas en desafiar las decisiones del árbitro mañana.

- Y por qué no habría de hacerlo? Después de todo ese es mi trabajo no? – dijo Alde muy serio cruzándose de brazos.

- Creo que no entiendes. Si tu llegas a intervenir, puedes pasarla muy muy mal – dijo Momo con un tono de voz que le dijo a Alde que no estaba jugando.

- Bueno… Lo tendré en cuenta – dijo Alde – ahora si me disculpan, tengo muchas cosas que hacer.

Alde dio dos pasos al frente y los grandulones le abrieron el paso. Regreso a la camioneta con el ceño fruncido. Aparentemente ese había sido su primer encuentro del que Paulo le había hablado.

- Todo bien? – Pregunto Niv

- Sí. No te preocupes. – dijo Alde un poco preocupado mientras arrancaba hacia la oficina de Niv de donde se la había robado para ir a almorzar.

Él no pensaba hacer nada ilegal ni seguirle el juego a esos monigotes. Él iba a marcar lo que vería únicamente y si querían pelea, él era especialista en ella.

Mayo 17, 20.30 PM

Casa de la Fundación Kido

Tokio, Japón

Shyriu caminaba tranquilamente por el pasillo de sus habitaciones, cuando al pasar frente a la de Shun escucho el llanto un poco femenino de su amigo.

No le sorprendió mucho, pues Tatsumi le había dicho que Ikki se había marchado sin avisarle a nadie y siempre que esto sucedía, Shun lloraba como una Magdalena. Todos sus amigos desaparecían cuando esto sucedía, pues era bastante humillante que un caballero de Athena que había sobrevivido tantas batallas, todavía tuviera hermanitis aguda.

Pero a pesar de todo esto, el consideraba a Shun como su hermano y el haber participado juntos en esas batallas, le hacía sentir una mayor empatía. Toco a la puerta y como no obtuvo una respuesta, entró en la habitación.

No le sorprendió encontrarlo en un rincón, detrás de la cortina que daba a la terraza, con una apariencia en extremo desaliñada.

- Shun, que pasa? Que tienes? – pregunto Shiryu bajando a su nivel.

- Es que… Es que… ¡tiene Novio!

- Qué?

- Como pudo hacerme esto? – dijo Shun comenzando a llorar de nuevo

Shyriu se quedó en Shock. Ikki, el más grande entre ellos, el más poderoso… tenia novio! No. Tenía que ser un error. Si hubiera llegado a sospechar algo hubiera sido de Hyoga o de Shun después de aquel episodio en la casa de Libra… Incluso de Seiya teniendo a varias mujeres tras sus huesitos y el que no les hacía caso, pero Ikki? No. Inconcebible. Tenía que averiguar qué tan cierto era.

Salió de la habitación hacia la suya propia. Ahí tenia escondido su celular, pues Saori aún no les había dado permiso de usar uno. Solamente a los dorados. Marco el número del celular que sabía el rebelde de Ikki tenía y espero a que contestara.

I Que quieres lagartija con alas? Acaso Dohko ya te dio baje con Sunrei y me buscas para darle celos? Jajaja

S No creo que tu tengas que burlarte de mí, cuando te acabas de escapar con tu novio!

I Como no hacerlo si es afroamericano, 2.25 metros y la tiene más grande que tu brazo izquierdo

S Pero cuando descubriste que eso te gustaba Ikki? pudimos ayudarte! pudimos evitarlo!

I Deja de hacer drama! probé y me gustó. Si quieres cuando quieras te pruebo a ti también…

S Ikki, le llamare a Saori para que te haga una purificación. Algún mal espíritu debió habérsete metido en el Hades…

I A esa no me la menciones, que por ella no confío en las mujeres. Y bueno ya basta de bromitas que estoy a punto de tomar un vuelo y tengo que colgar. Dile a Shun que lo quiero… pero no se lo digas así o se va a poner a llorar. O mejor no le digas nada.

S Pero Ikki…

I Bye Lagartija.

Shyriu había quedado congelado con esa llamada. Ikki no lo había desmentido y ya hacia 5 minutos que Ikki diera por terminada la llamada. Ahora si no sabía cómo proceder. Consolaba a Shun o le daba sus condolencias.

Mayo 17, 5.00 PM

Departamento de Minos

Oslo, Noruega

Minos se dirigió a tomar su última cerveza del refrigerador. Desde que estaba ahí encerrado recuperándose, para vencer la tentación de la carne y por consideración a ella, leía un libro en la terraza a media tarde con una cerveza. Durante ese tiempo Shaina veía algunos videos de cocina en la computadora de Minos y hacia experimentos en la cocina para la cena con los ingredientes que tenían.

Se le hizo extraño que ella no estuviera ya ahí, o que se escuchara la computadora, por lo que decidió ir a investigar.

Shaina estaba muy concentrada sentada en posición de loto en la mullida alfombra de la habitación principal jugando solitario con un mazo de cartas que habían llevado los de la tienda de comestibles como promoción con el pack de cervezas la última vez que los habían llamado.

Ya tenía planeada la cena, y no le llevaría más de quince minutos, y por respeto a las heridas de Minos y a que sus hormonas se estaban volviendo cada vez más locas cuando se le acercaba y no sabía cómo controlarlas, había decidido pasar unos momentos de paz a solas.

- Que haces Amore? – dijo Minos recargándose en el marco de la puerta mientras tomaba de su cerveza

Shaina levanto la mirada hacia él. Diantres! Media hora de abstinencia de esos ojos ámbar no le habían resultado. Se mordió un labio al ver su sexy sonrisa ser dirigida hacia ella.

- Me… entretenía un rato. – dijo finalmente

- Sola?

Shaina asintió con la cabeza.

- Puedo jugar?

- Sabes jugar solitario? – pregunto Shaina

- Sí, pero no con cartas – dijo Minos con doble sentido ocasionando que una de las almohadas fuera a parar en su cabeza. – Jajaja que te parece si te enseño a jugar Póker Texas hold'em.

- Y eso que es? – pregunto curiosa

- Ahhh es un juego muy divertido.- dijo sentándose frente a ella y recogiendo las cartas, provocando que el aroma de su colonia llegara a Shaina quien trago saliva y cerró los ojos por un instante.

Ahí estaba de nuevo esa sensación que cada vez era más frecuente. Cuanto tiempo iba a lograr mantener sus manos quietas?

Minos se dedicó a explicarle cuidadosamente las reglas del juego y ella escuchaba muy atenta. Jugaron cinco manos, en las que desde luego, gano él.

- Me rindo. Esto es muy muy difícil – dijo Shaina haciendo un Mohín azotando las cartas en el suelo.

- Oh vamos! No puedes rendirte tan fácilmente.

- Mmm… incentívame entonces

- Como dices?

Shaina sonrió y agito sus pestanas de un modo que si no la conocieran, pudo haber parecido muy inocente.

- He escuchado entre los guardias que a veces hacen más interesante las partidas de cartas jugando de a prenda. – dijo

Minos la miro estupefacto. En serio le estaba proponiendo lo que creía que le estaba proponiendo o la cerveza se le había subido a la cabeza.

- Tú quieres jugar Strip Poker? – pregunto solo por si las dudas

- No sé si se llame así, pero sería divertido – dijo muy seria.

Minos se miró su ropa. Se había puesto sus Jeans y una camisa blanca. Traía por lo menos seis prendas. Luego miro a Shaina. Traía puesto un sencillo vestido de muselina blanca y suponía que su ropa interior. Andaba descalza, eso hacía solo 3 prendas.

Mil imágenes cada una más erótica que la anterior pasaron por su cabeza y sin decir palabra asintió rápidamente por la cabeza saboreando de antemano el triunfo.

En la primer partida Minos saco un par de reyes y cuatros y Shaina una tercia de ochos, por lo que Minos pago prenda con sus zapatos.

En la segunda partida Minos saco una tercia y Shaina logro un full de reinas y dos y Minos pago prenda con su calcetines.

- Eres un tramposo! – acuso Shaina divertida

- Y tengo mala suerte también – dijo Minos extrañado.

La siguiente partida fue ganada por Minos con póker de sietes y Shaina hábilmente se quitó su sostén sin quitarse el vestido, dejando a Minos embobado tanto por su habilidad para hacerlo, como por la forma en la que sus pezones se marcaban a través de la tela. Ahora más que nunca deseaba que ella perdiera y haría todo lo posible por lograrlo.

Tres partidas más tarde, Minos estaba únicamente en boxers para deleite de Shaina, a quien comenzaban a temblarle las manos. Simplemente ver semidesnudo a Minos, con sus boxers de likra negros pegándose a sus muslos, con esa sonrisa que desarmaba a Shaina.

- Estas segura que nunca habías jugado antes?

Shaina solo sonrió y él supo que lo había embaucado.

- Eres una viborita amore Jajaja…

- Nop. Soy una cobrita. – dijo mientras se le acercaba peligrosamente – TU cobrita.

Durante todo el juego había estado pensando en que ya iba siendo tiempo de acabar con ese tormento. Que tan malo podía ser? Si el la deseaba el 50% de lo que ella a él ( aunque en realidad no tenía mucho conocimiento de lo que esto entrañaba ), seria inolvidable.

Era imposible que ella no supiera jugar Poker. Era una de las maneras más pacificas que tenía para convencer a sus supervisores de cambiar sus guardias cuando aún estaba a cargo de la seguridad; de que Marín hiciera sus labores en el recinto; e incluso algunos descuentos en sus compras en la tienda de abarrotes de Rodorio.

Minos vio con alegría el brillo en los ojos de Shaina y adivino sus intenciones. No se movió de ahí. Si ella quería ser la que tuviera la iniciativa, quien era el para evitarlo?

Shaina deslizó su mano por su pecho desnudo y tocó sus labios tentativamente con la punta de sus dedos.

- Quiero ... - su pausa fue breve como si ella pensase en cambiar de idea, pero ella se apresuró a decir — ... que me beses

Él la miró por un mero momento, su intensa mirada insinuando al grifo dentro de él. Su mirada ardiente inmediatamente calentó su cuerpo y ella se estremeció hasta el alma. Y no dejó ninguna duda, aun para su condición de doncella, que su pasión estaba al límite de ser encendida.

Él la tomó por la cintura y ella se rindió disfrutando el festín, con sus manos vagando por su cuerpo y su corazón golpeando en su pecho. Ella sintió el ritmo pesado contra su pecho, latiendo salvajemente, enloquecidamente, y sabiendo que ella era la causa de eso se rindió aún más.

Cuando su mano se movió hacia su pecho y rozó ligeramente su pezón, ella gimió y se perdió completamente.

Él finalizó su beso, reticentemente negándose a ella, colocando unos breves y rápidos besos junto a su boca y encima de su mentón . Su mano permaneció en su pecho pero sus dedos cesaron su tormento, aunque su pezón seguía duro y erguido.

Una sonrisa se dibujó en su rostro y Shaina se rió ligeramente

- Eres atrevido y bastante intoxicante espectro.

Él tomó su mentón con su dedo y la forzó a mirarlo.

- Eres mía, Shaina. Entiendes? Mía.

- Solo si tu juras ser exclusivamente mío, Minos de Grifo. – dijo Shaina. Si él creía que ella iba a ser la única que se iba a comprometer en eso, estaba muy equivocado.

Él aumentó la presión del abrazo mientras su lengua y sus labios hacían magia.

- Sí. – le susurro.

Ella se movió contra él y Minos movió su mano lentamente encima de su cintura estrecha y fue a apoyarla debajo de su pecho. Mientras su mano se apretaba gentilmente contra su pecho redondeado, un dedo localizó su pezón. Él sonrió cuando él sintió el botón de carne endurecerse y suavemente apretó el pezón rígido, deseando que la tela no bloquease su camino.

Un temblor y ella gimió suavemente. Minos se dijo a sí mismo que debía ir más despacio, pero su propia pasión rápidamente estaba ganando control y él no quería parar de tocarla, sentirla, amarla.

Sus ojos se abrieron y sus dedos continuaron tocándola íntimamente y jugando con su pezón activo. Él estaba preparado para que ella protestara con pudor; pero no estaba preparado para que sus ojos verdes se agrandaran con pasión o para que ella jadeara con placer.

Minos comió su boca como un hombre privado desde hacía mucho tiempo. Simplemente no podía conseguir suficiente de ella. Shaina era como una droga embriagadora que una vez probada era imposible abandonar.

Con sólo pensar que Minos pudiera llevarla a la cama, desnudarla y tomarla. Al diablo con las consecuencia. Él la deseaba. Él estaba duro por ella.

Minos se separó, se levantó y la tomó en sus brazos poderosos para subirla a la cama. Se recostaron en ella, sus bocas nunca separándose.

Pensar racionalmente era imposible para Shaina, su cuerpo simplemente tenía una voluntad propia. Lo deseaba, lo quería y lo amaba. En ese momento estaba totalmente rendida a ese Juez del Inframundo. Sin embargo el miedo a las consecuencias la perturbó y su cuerpo se estremeció. Tanto por la posibilidad de que ella hubiera sido tomada a la fuerza y él lo descubriera y la rechazara a pesar de que había dicho que eso no sucedería, y el miedo al dolor y a la decepción de la que había escuchado en los programas de chismes de radio.

- Shhh, tranquila - le susurró cerca de su oído y colocó besos suaves , tiernos en su cuello - No te lastimaré

- Lo Prometes? - preguntó.

Él examinó sus ojos esmeralda y asintió, logrando sacarle de nuevo una sonrisa a Shaina.

Sus lenguas se entrelazaron de modo salvaje y su propio cuerpo demandó de modo más vehemente, forzándolo a responder.

Con la respiración suspendida ella esperó. Ella aun podía detener eso. Verdaderamente le importaba lo suficiente a Minos como para que el pudiera aceptar cualquier confirmación que encontrara?

El sonido del timbre junto con varios golpes ansiosos en la puerta interrumpieron sus pensamientos.

- No es nadie – dijo Minos – Si no contestamos se irán. – dijo volviéndola a besar.

Por dentro estaba maldiciendo a quien quiera que estuviera fuera de esa puerta. El timbre siguió tocando insistentemente y ambos hubieran seguido ignorando el sonido de no ser que escucharon una voz femenina que gritó:

- Minos de Grifo! Sé que están ahí! Abre esta maldita puerta antes de que tenga que tirarla a patadas.!