Capítulo 108

Mayo 17, 6.00 PM

Departamento de Minos

Oslo, Noruega

Minos se incorporó rápidamente de la cama. Esa voz era de Cynthia, secretaria personal de Hera y ultima amante de Minos en Columbus Isle antes de que Shaina llegara. Ella no tenía su dirección ni modo de conseguirla a menos que…

- Que sucede? Quien está tocando? – dijo Shaina entre aliviada y frustrada al ver que Minos tomaba rápidamente su bata de terciopelo rojo y se veía al espejo antes de salir de la habitación.

Minos lanzo un último suspiro rogando a todos los dioses que no fuera quien él pensaba porque eso solo significaba problemas y abrió la puerta. Diablos!

- Buenas Tardes Minos. Puedo pasar? – Dijo Hera sonriendo en todo su esplendor.

Minos sabía que la pregunta era más por educación que por otra cosa. Que persona le cerraría la puerta a la Reina del Olimpo y diosa más vengativa. Abrió la puerta y le hizo una seña para que pasara junto a su sequito de 5 mujeres. Cynthia incluida.

Hera y compañía pasaron y mientras Hera se ponía cómoda en el sillón, Cynthia se quedaba atrás de ella para cualquier cosa que necesitara, dos se quedaban en la puerta principal para resguardar la paz y tranquilidad de la diosa y las otras dos entraban a la cocina como juan por su casa para prepararle su bebida favorita.

Minos no sabía qué hacer ni decir. Lo había tomado totalmente desprevenido.

- A que debo el honor de su visita señora? – dijo cuándo pudo recuperar el uso de su cerebro

- Pues me entere que el mas coqueto de los jueces de mi hermano había decidido… mmm… proseguir con la farsa de su compromiso con una Saint de Athena…

- No veo de donde dice que es una farsa. – interrumpió Minos cruzándose de brazos – Ambos nos queremos y lo más lógico es proseguir a subir de nivel en nuestra relación.

Hera lo miro atentamente. No le gustaba que la interrumpieran, pero parecía que Minos hablaba en serio.

- Entiendo… En realidad Minos, no vengo a verte a ti sino a tu… como le digo? Novia? Prometida?... Mujercita?

Minos respiro profundamente antes de contestar.

- Me permite preguntar para qué?

- Solo quiero saber si está al tanto de las reglas entre dioses que van a causarle problemas a ustedes dos en un futuro cercano – dijo mientras recibía su te de manos de sus asistentes – Tu sabes a cual me refiero verdad…?

Minos la miro extrañado y se puso a repasar mentalmente que reglas podían afectarlos a ambos. Finalmente una le llamo la atención y abrió grandes los ojos. Tuvo que recargarse en el asiento del sillón frente a el para no comenzar a romper algo. Como podía haber pasado eso por alto.

- No puede estar refiriéndose a…

Hera sonrió mientras cruzaba su pierna dejándole ver a Minos mucho más de lo que él quisiera.

- Todo este tiempo me he preguntado cómo es posible que a ti se te haya pasado eso por alto – dijo Hera con una sonrisa – Y estoy segura que solo hay una exposición lógica.

Minos seguía pensando en lo que Hera le había dicho.

Hera se levantó coqueta y se dirigió hacia Minos. Le dio la vuelta y por primera vez reparó en que estaba en bata.

- Siempre puedo hacerte un favor… si tú me haces uno a mí – dijo mientras lo acariciaba por sobre la bata, haciendo que Minos retrocediera varios pasos.

- Deben estar bromeando! – dijo Shaina desde el umbral de la puerta con los brazos cruzados.

Hera y Minos voltearon y la reina de los dioses soltó a Minos.

- En efecto querida niña, solo bromeaba – dijo Hera – te?

- Ya que – dijo Shaina de forma irreverente.

Hera hizo caso omiso y trono los dedos. Casi de inmediato sus asistentes trajeron una taza para Shaina quien se sentó frente a la diosa aun con los brazos cruzados.

- En realidad… venía a verte a ti. – dijo Hera de forma amigable.

- Sí. Me di cuenta.

Hera volteo a ver a Minos

- No tienes un baño esperándote?

- Perdón?

- Por la bata. Estoy segura de que interrumpí tu baño, verdad? – dijo Hera más en forma de orden que de sugerencia.

Minos entendió la indirecta pero no quería dejarla sola. Sabía que las dos en una misma habitación no era una buena idea.

Volteo a ver a Shaina y esta le dio su aprobación. Minos no tuvo opción más que obedecer.

Hera esperó hasta escuchar el agua correr en la bañera antes de hablar con Shaina.

- Antes que nada, debo felicitarte niña. – dijo – En realidad, no creí que tu relación con Minos fuera real. Creí, que solo había sido un invento de ustedes para llamar la atención en Columbus.

Shaina no dijo nada. Solo relajo un poco los hombros y puso sus manos sobre sus rodillas.

- Me sorprende sobremanera que Athena los deje estar solos en este departamento…

A Shaina se le subieron los colores al rostro.

- Athena no sabe que yo estoy aquí. Solo el señor Hades lo sabe.

- En serio? Y porque fue eso? – dijo Hera curiosa.

- Sufrimos un ataque y ambos quedamos mal heridos. Vinimos aquí para recuperarnos pero el señor Hades…

- Un ataque por parte de quién?

Shaina no sabía si decirle la verdad o no. Si los rumores eran ciertos, podría poner a esa diosa en su contra y lo que menos quería era eso. Detrás de ella, Cynthia le hacía señales de callarse y no decir nada. Así que decidió omitir los detalles.

- Lo siento. No lo sé. Yo estaba inconsciente cuando Minos me encontró – Al menos eso era cierto.

- Que mal… Ojala los encuentren pronto. – dijo Hera compasiva – Nunca estuve de acuerdo en que Athena tuviera mujeres en sus filas para pelear contra hombres. Si ustedes pelearan contra otras mujeres sería más equilibrado.

Shaina asintió estando de acuerdo con ella.

- Pero eso no es lo que me trajo aquí. Supe que han fijado fecha para su compromiso público – dijo Hera

- Viernes 14 de Junio – respondió Shaina

Hera sonrió.

- Hermosa fecha. Me gusta el mes de Junio.

Shaina se sonrojo un poco.

- Es el mes dedicado a usted. Por eso lo elegimos.

Hera sonrió aún más, mostrando su satisfacción ante esta respuesta.

- Y ese compromiso parece ser muy importante para varios de los dioses en el olimpo. Pero estoy aquí, por una razón que a mí me parece importante. – dijo Hera muy seria – Sabias que hay un Club de diosas feministas del Olimpo?

Shaina no pudo dejar de reír estrepitosamente hasta que se le salieron las lágrimas.

- Que ridículo!

- Pues… tu deberías de dar gracias porque la presidenta de ese club te está haciendo una visita personal, o sea yo – contesto Hera – Supongo que tampoco sabes de la prohibición de Zeus de que dos miembros de Elite de dos dioses antagónicos puedan tener una relación sentimental.

- Que?

- Así es. – dijo Hera tranquilamente – Pero tienen varias opciones: O Minos deja su puesto como juez para volverse un espectro normal o incluso puede renunciar…

- No! Eso No! – grito Shaina. No iba a dejar que Minos sacrificara su carrera y prestigio por ella.

- … O dejas de ser la mano derecha de tu patriarca y vuelves a tu puesto original…

- Eso me parece más factible – dijo Shaina aliviada

- …Haciendo que todos tus compañeros que subieron de puesto junto contigo, sean bajado de puestos también…

Shaina se mordió un labio. No había pensado en eso. Entre los más afectados estarían Jabu y Geist quienes habían subido de escalafón.

- No es tan fácil la decisión verdad? – dijo Hera viendo que había captado la atención de Shaina – Puede alguno de ustedes renunciar desde luego. Aunque eso causaría que el pacto que se firmaría en su compromiso, (del cual valga decir que ya vi un borrador), sea nulo. Entonces todo esto que están haciendo sería totalmente inútil.

Shaina cerro los puños y comenzó a temblar de coraje. De nuevo los dioses estaban jugando con sus vidas y eso le encabronaba sobremanera.

- Minos lo sabe? – preguntó

- Digamos que se lo acabo de recordar – dijo Hera – Aparentemente él tampoco había considerado eso.

Shaina estaba a punto de explotar.

- Sigo sin entender que tiene que ver usted en esto – dijo regresando a su tono insolente.

- Digamos que tengo un gran interés en formar un precedente. Llevo siglos pidiendo que esta regla sea abolida, pero siendo sincera, esta es la primera vez que sucede que dos miembros importantes de la elite de Hades y Athena se enamoran. Y yo quiero que todo salga bien para ustedes dos.

- Por qué?

- Llámame una romántica incurable – dijo Hera, pero viendo la cara de incredulidad de Shaina añadió – Bueno, bueno… quiero molestar a mis Hermanos y a mi marido. Siguen haciéndonos menos a las diosas mujeres (excepto a Athena) y no me gusta ser tomada como una diosa de segunda. Voy a demostrarles que soy más lista que esos brutos.

Shaina la miro y le sonrió. Sabía exactamente a que se refería.

- Quiero pedirte que continúes con tu compromiso como está planeado pero… que hagas algo… diferente.

- No entiendo.

- Que te parecería… una ceremonia de Handfasting.

Shaina se quedó pensando un momento. No estaba familiarizada con ese término.

- Sabes lo que te estoy proponiendo que hagas?

Shaina negó con la cabeza.

- El Handfasting es una palabra designada al acto ritual de enlace matrimonial por medio de la unión de manos…

Shaina se levantó como resorte

- Está pidiéndome que me case con Minos en menos de un mes? Esta loca?

Cynthia se le iba a aventar a Shaina por faltarle al respeto a Hera, pero esta la detuvo.

- Acaso no lo amas?

- Claro que lo amo!

- Entonces cual es el problema?

- Pues… es que…

- El Handfasting es considerado legal dentro de nuestro mundo, Shaina. Es solo saltarse el aburrido compromiso y pasar directo al siguiente paso. Y dura un año un día. Si después lo quieren renovar, pueden hacerlo.

Shaina estaba roja como tomate. Eso era demasiado. Todos esos dioses estaban locos!

- Antes de que te niegues a hacerlo… déjame decirte que Minos no diría que no…

- Pero él no me lo ha pedido! – reclamo Shaina - Y yo no estoy tan desesperada.

- No me has dejado terminar. – dijo Hera tranquilamente – Si ustedes dos acceden a eso… yo como diosa del Matrimonio, puedo concederles un deseo como regalo.

Shaina volteo a verla. Deseo? Y por qué desperdiciar su deseo en algo así?

- Jajaja. No seas egoísta. Piensa en las futuras generaciones. Qué tal que su historia de amor es repetida en el futuro por otros dos locos? Te gustaría que sufrieran lo mismo que ustedes?

Shaina volvió a sentarse y suspiro. No. No le gustaría que todo eso le pasara a cualquier chica.

- Yo… tengo que consultarlo con Shion y…

- No! – exclamó Hera con un tono que hizo brincar a Shaina de sorpresa – Ese es un imbécil al que si no fuera porque está protegido por Athena, yo mismo lo hubiera descuartizado y enviado de nuevo con Hades a lavar los sanitarios de los espectros.

- Basta! – dijo Shaina azotando sus manos en la mesita haciendo temblar las tazas de té. – Shion no es nada de eso y le pido que lo respete!

Hera la miro con los ojos entrecerrados y se levantó muy despacio. Shaina seguía de pie y Hera llego hasta ella. La tomo de la barbilla y la miro fijamente a los ojos. Shaina le sostuvo la mirada hasta que se hartó y se zafo. Hera le susurro algo al oído a Cynthia, quien saco una pequeña agenda electrónica y metió la información que le estaba dando su jefa.

- Te daré unos días para pensarlo. – dijo Hera de nuevo en tono amable – Solo que no quisiera que se lo comentaras a nadie más o echarías a perder la sorpresa. Eso incluye a tu diosa y a tu adorado patriarca. Dale a Cynthia tu número de teléfono. Te llamare.

Cynthia se acercó a Shaina y esta se lo dio.

- Solo que no tengo el teléfono conmigo. – dijo Shaina – El señor Hades dijo que vendría para decirme cuando podría regresar a mi casa pero no se ha reportado.

- Eso sí que es extraño. Lo buscare por ti. – dijo Hera mientras se retiraba.

Su sequito se preparó para la salida de la diosa. Ya en el umbral Hera se despidió.

- Despídeme de Minos.

- De su parte

- Y gracias por cumplir tu promesa Shaina. Es algo que realmente valoro.

- Promesa? Cual promesa? – pregunto extrañada.

- La de mantenerte pura hasta el matrimonio – señaló Hera antes de salir por esa puerta.

Mayo 17, 9.30pm.

Entrada al santuario de Athena

Atenas, Grecia

- Ya estamos todos? -pregunto Kanon

- Yo creo que si - respondió Afro

- Falta Shaka - dijo Camus extrañado.

- Debió darle miedo Jajaja - dijo Milo - porque si de algo puede presumir la muñequita es de su puntualidad

- En eso estoy de acuerdo - respondió Aioros - Mi hermano no me quiso decir que sucedió ayer, pero al parecer lo afecto lo suficiente como para no querer venir.

Afro, DM y Milo intercambiaron miradas. desde luego que sabían por que no vendría.

Dm se encogió de hombros.

- En cualquier caso ya saben dónde es y pueden llegar más tarde.

- DM tiene razón - aseguro Kanon - Vamos a pasarla bien con ellos o sin ellos.

Afro, Camus, Aioros, Milo, Kanon, Dm y Mu subieron a la Van y el guardia al que había pagado Kanon manejaría para poder tomar a gusto.

En el Mystique…

Nat y Laura se encontraban en los vestidores del Mystique con otras ocho chicas. A ambas les habían asignado la misión tres días antes: Hacerse pasar por strippers y conseguir evidencia en contra de ese tugurio para arrestar al dueño y cerrarlo definitivamente. Se sospechaba que era solo un parapeto para encubrir en trato de blancas y narcotráfico. Esa sería la tercera noche que ambas trabajarían en el Mystique bailando sensualmente con minúsculas prendas. Todo con tal de ganarse la confianza del dueño.

Era temprano. Regularmente los clientes comenzaban a llegar a partir de las once, por lo que únicamente bailaban una vez ellas dos y después las demás. Era el destino de todas las novatas.

- Chicas, hubo un cambio de planes - dijo Spiros, dueño y administrador del lugar - Esta noche el Mystique está cerrado a la clientela regular. Hay un cumpleaños doble, por lo que van a tener que improvisar.

Spiros salió del vestidor dejando a algunas chicas dando gracias por el poco trabajo de la noche y algunas otras maldiciendo por la falta de propinas. Nat y Laura cruzaron miradas y

se encogieron de hombros. Ellas no estaban ahí por el dinero que ganarían por lo que les daba igual.

- Haremos el mismo numerito? - pregunto Nat mientras terminaba de colocarse el sostén de encaje negro y las bombachas de rumba con holanes negros sobre su bikini negro y su peluca rubia con dos trenzas a los lados.

- Sí. Aunque esta vez creo que tendremos que hacer los otros bailes que hemos ensayado porque muchas de las chicas no empiezan hasta medianoche - dijo Laura terminando de colocar el glitter en todos los lados visibles de su cuerpo.

- Pero para eso necesitaremos cambiarnos y…

- Aquí traigo los nuevos atuendos mi querida "Rubí" - dijo Laura - Ni creas que te vas a salvar.

- Ay mi queridísima "Tina"! si sabes que esto del baile exótico me encanta! - dijo Nat sonriendo

Laura rolo los ojos a su amiga. Nat estaba más loca que una cabra y era súper liberal sexualmente hablando. A su corta edad su compañera, rumana de nacimiento, había pasado desde el mundo Singer hasta el BDSM y constantemente le hacía burla de su inocencia. Ya bastante trabajo le costaba considerarse lo suficientemente sensual como para bailar en el tubo frente a una bola de degenerados que solo veían a las mujeres como un objeto sexual.

- Tina, Rubí… es hora del sorteo – dijo la exuberante pelinegra al fondo.

Todas las noches, sorteaban entre las chicas democráticamente quien bailaría primero y las consecuentes. Era una manera de dejar a la suerte a las que saldrían cuando apenas comenzaba la noche y las que saldrían ya que los clientes estuvieran borrachos y era más fácil que les faltaran al respeto. En ese momento solo había seis chicas incluyéndolas. Las demás llegarían más tarde.

Se hizo el sorteo sacando papelitos y las seis chicas estuvieron conformes con el resultado. Nat y Laura habían quedado terceras y quintas, no dándoles la oportunidad de convivir con los clientes después de sus actos, pues tenían que cambiarse de atuendo. En cuanto llegaran las demás bailarinas volverían a hacer otro sorteo.

Una de las otras chicas llevo la lista al DJ junto con las pistas correspondientes para que en cuanto el presentador hiciera su aparición comenzarían a bailar.

Minutos más tarde…

Kanon y los muchachos bajaron de la van y saludaron a Saga y compañía. Saga había invitado a varios de sus colegas y amigos médicos y enfermeros y con ellos ya hacían un escandaloso grupo de 20 varones entre los 23 y 40 años de edad.

Entraron al Mystique, donde el guardia de seguridad le sonrió a Saga en complicidad y los dejo pasar sin ningún contratiempo.

- Dr. G! – dijo Spiros muy atento en cuanto cruzaron el umbral de la puerta – Nos honra que haya escogido mi establecimiento para celebrar su cumpleaños y el de su hermano.

- Spiros, le agradezco que me haya hecho el favor de cambiar la fecha programada, pero le aseguro que fue por causa de fuerza mayor – dijo Saga dándole la mano que Spiros le ofrecía – Espero no causarle demasiados inconvenientes a su "negocio"

- Oh no! No se preocupe! Mañana me repondré. Todo sea en agradecimiento a salvarme la vida junto con su equipo. – dijo Spiros – No crea que no lo reconozco Enfermero Kontakis… o a usted Dr. Themadopolus. Le prometo que su bella esposa no se enterara – dijo guinandole un ojo al susodicho.

- Más le vale. Se supone que estoy en una cirugía a corazón abierto que durara muchas horas– dijo el médico con ojos brillantes y guinandole un ojo

Los veinte hombres entraron al famoso Table dance y se sentaron alrededor del notorio "ocho", consistente en dos pistas de baile con dos tubos sobre una plataforma iluminada con luces neón.

Rápidamente los meseros llevaron a los dos festejados a dos pequeños tronos uno frente a cada tubo y les sirvieron una botella de champaña a cada uno en hieleras altas, mientras que a sus invitados, les colocaban una botella de vodka espumoso O2 junto a con hieleras de acero inoxidable bien pulidas llenas hasta el tope con hielo y mezcladores y vasos de cristal.

Las cambiadoras de billetes vestidas como sirvientas francesas, se hicieron presentes para satisfacer las necesidades de sus clientes, quienes entusiastamente cambiaron sus billetes de a 50 y 100 por de 5 y 1.

Spiros se acercó servilmente a Saga.

- Doctor… Dado que son ustedes los agasajados VIP, me permito entregarles a ambos este control. – dijo entregándole dos pequeños controles del tamaño de un llavero – Están conectados directamente a mi brazalete. Si ustedes necesitan algo, por favor no duden en llamarme.

- No se queda al espectáculo? – pregunto Saga extrañado

- No. Algunas de las chicas se inhiben un poquito cuando estoy cerca – respondió enigmáticamente – Prefiero que ustedes disfruten.

- Está bien. Gracias Spiros.

- El espectáculo deberá comenzar en cinco minutos. Diviértanse.

Spiros se alejó del grupo que comenzaba a hacer todo el escándalo que pudieron.

En camerino…

- Ya los vi! – Gritaba una de las pelirrojas a la pelinegra – Están guapísimos! Yo les bailo gratis si quieren!

- No te pases!

- Es en serio amiga! Todo el grupo esta de rechupete y los VIP ni te digo! – decía la pelirroja arreglando su cabello deteniéndolo mas que pudiera para poder bailarles con frenesí – Son gemelitos! Si me contratan para un after y quieren un trio entre esos dos no diré que no.

Nat y Laura sonrieron. Era la primera vez que alguna de las chicas insinuaba que su trabajo iba más allá del baile.

- Pues si están así de guapos como ella dice… yo también le entro – le susurro Nat

- Hey! Esto es trabajo no diversión! – Reclamo Laura

- Bueno… este es el tipo de empleo en el que puedes mezclar ambos – dijo Nat sacándole la lengua.

Las primeras dos chicas salieron a bailar y tanto Kanon como Saga comenzaron a disfrutar del baile como reyes. Una era una chica morena de cabello rizado hasta la cintura y la otra tenía una peluca morada. Ambas estaban vestidas como policías y les hicieron un baile en el que los otros invitados casi mueren de envidia. Las ricas quedando únicamente en pastees y tanga se llevaron una fuerte ovación y muchos billetes en su ropa interior.

Las segundas, estaban disfrazadas de caperucita y blanca nieves respectivamente, esta última dándoles una manzana acaramelada a cada uno entre sus bailes recibiendo Saga una extra atención especialmente pagada por Kanon.

Llego el turno de las siguientes chicas y antes de que salieran le compro un boleto a Kanon para que ambas le bailaran.

"Tina y Rubí" salieron al escenario al ritmo de Crazy de Aerosmith. Todos los de ahí enloquecieron al ver a dos chicas vestidas de colegiala salir al escenario a bailar para ellos. Saga estaba entretenido en ver a la chica rubia que se acercaba peligrosamente cuando una sensación de vacío en el estómago lo alerto de algo. Como olvidar esos ojos coquetos que habían estado en su consultorio? Maldita sea! Pero si esa era Nat…

Kanon al mismo tiempo veía con la cara sorprendida a la chica con la peluca azul cielo de puntas rojas peinada con dos coletas enmarcando su hermosa cara que bailaba sensualmente frente a él, en el tubo. Que Poseidón le cortara sus preciadas joyitas si esa no era…

Volteo a ver a su Saga quien aparentemente también había reconocido a la chica que bailaba en el tubo de su lado y ahora con el seno fruncido lo estaba viendo a él con una mirada de advertencia que lejos de intimidar a Kanon le pareció divertido. Ahhh esa chica que le estaba bailando entonces si era a la que le robo el beso en el centro comercial… la misma que interrogo a los chicos en el precinto… y que aparentemente le gustaba a su hermano. Y si se divertía un poco con esos dos?

Laura había salido al escenario con su identidad de Tina. Las oscuridad de las sillas alrededor de su escenario siempre le permitían pensar que estaba bailando sola en su habitación. Era una forma de sobrellevar la humillación de su papel ahí. La única forma de ver a los clientes, eran que o ellos se subieran a la tarima, lo que no sucedía gracias a los monigotes de seguridad, o ellas se acercaran a las sillas, más allá de la luz del reflector. Ambas chicas estaban conscientes de Spiros vigilando desde su oficina junto a las luces. Algunas de las chicas más antiguas les habían advertido que si por alguna razón no terminaban el baile o los clientes se quejaban de algo, "casualmente" la chica desaparecía unos días, donde se rumoraba que era porque se "enfermaban" misteriosamente.

Después de hacer varios trucos en el tubo casi de forma sincronizada, ambas chicas al compás de la música comenzaron a desabrocharse la blusa. Nat le lanzo una mirada de advertencia que aparentemente Laura no identifico y al darse cuenta de esto, Nat se encogió ligeramente de hombros. Si a su amiga no le importaba que el Dr. G la viera bailar, a ella menos.

Ambas comenzaron a acercarse a Kanon como su objetivo como les había sido instruido por el supervisor tras bambalinas. Solo al bajar al escenario hizo una pausa casi imperceptible al reconocerlo. No podía estarle pasando eso a ella.

La persona que había comprado su boleto era uno de los gemelos pero… Cuál? Con su largo cabello azul, su playera negra, pantalones ajustados negro y chamarra de piel, ese gemelo estaba arrobador!. Seria Saga? A su lado derecho Camus con ojos fríos como el hielo de Siberia la veía entre encabronado y sorprendido. Dio una rápida mirada por su visión periférica y pudo reconocer a otros de los amigos de Camus como Milo que tenía la mandíbula desencajada por la sorpresa, Mu que se tapaba discretamente los ojos para no caer en falta con sus amigos, Aioros quien sonreía mientras tomaba fotos con su celular (sin flash para no romper las reglas), Afrodita quien sonreía bastante satisfecho con lo que veía, y DM quien volteaba preocupado hacia… Diablos! Ahora estaba segura de que Saga estaba del lado del tubo donde había bailado Nat y desgraciadamente por la expresión de su rostro no podía adivinar lo que estaba pensando, pero podía sentir que no era nada bueno.

La sombra de Spiros parecía bajar hacia el escenario y ella siguió en su papel. Estaba decidida a terminar esa misión así tuviera que pasar por esos tres.

Kanon le lanzo una mirada de reto a Saga, quien con gusto acepto. Le hizo una señal a las boleteras y estas rápidamente le vendieron dos boletos y le hicieron una señal a las dos chicas para que cambiaran de VIP. Nat hizo un mohín de fastidio. El Doctorcito se le había ido vivo una vez, pero no quería una segunda. Sorprendida al ver que eran dos… casi corriendo se fue a donde la estaban enviando.

Laura solo pensaba en lo embarazoso de la situación, pero no tuvo más opción que obedecer.

Kanon, aceptando el reto, llamo a las boleteras y compro 4 boletos. Quería a las colegialas en sus piernas.

- Que estás haciendo Kanon? – pregunto Saga telepáticamente.

- Yo estoy divirtiéndome y tú? – contesto Kanon con tono risueño.

- Déjala en paz, Laura es mía!

- Gánamela!

Entonces Saga compro 8 y Kanon 16. Las chicas ya habían esperado en medio de ellos dos, esperando instrucciones. Nadie les había dicho que hacer en estos casos. Las boleteras también habían ido a pedir instrucciones al supervisor de piso quien le hizo una señal para que se dedicaran a los demás invitados en lugar de los VIP. Laura decidió ir a bailar con los doctores y Nat con los amigos de Kanon.

Cuando la música estaba a punto de terminar, ambas chicas, rápidamente subieron al escenario, recogieron las prendas que se habían quitado y desaparecieron tras bambalinas.

- Por Dios Tina! Espérame caramba! – gritaba Nat tratando de darle alcance a su amiga quien casi corría con sus tacones de aguja.

Alcanzó a agarrarla de la tanga y Laura tuvo que detenerse. Nat la metió rápidamente en el closet.

- Ahora a ti que te pasa? – Pregunto

- Es que… no puedo! – dijo Laura retorciendo las manos en forma nerviosa – Ellos están ahí…

- Ellos?

- Camus y sus amigos!- dijo en tono histérico - Ya bastante mal han de pensar de mi después de ver el video y ahora viéndome bailar aquí ellos van a…

No pudo terminar la frase. Su amiga Nat le había dado una sonora cachetada para tranquilizarla.

- Lo siento amiga, pero te estabas poniendo histérica – dijo Nat tranquilamente – Estas en medio de una misión y debes aguantar los fregadazos como vienen! Tú me ensenaste eso, así que ve y cámbiate, que esos calenturientos no van a esperarnos por siempre. Llevamos tres años juntas en este tipo de misiones y no vamos a echar a perder nuestro record perfecto solo por tus tonterías. Entendiste?

Laura reacciono ante las palabras de su amiga y asintió. Ambas salieron del lugar rumbo a los camerinos para cambiarse para el siguiente show. Nat tenía razón. Ellas eran unas profesionales y nunca habían fallado una misión y esa, no sería la primera vez.

Mayo 18, 10.30 am.

Hospital General de Sevilla

Sevilla, España

Zita y Rosa habían tomado unas horas libres para acudir a consulta con el médico general.

A Rosa le preocupaba que Zita hubiera contraído alguna clase de parasito mientras visitaba Grecia, pues había regresado con más apetito de lo usual y se quedaba dormida casi en cualquier lugar. Esa misma mañana había rechazado un omelette de huevos con champiñones que eran sus favoritos desde niña aduciendo que los huevos estaban pasados.

Llevaban media hora esperando cuando una enfermera las llamo para que pasaran con el médico. De hecho era una doctora muy joven y afable.

- Buenos días señorita… Zita – dijo – siéntense por favor

- Gracias – dijo Zita cediéndole el paso a su abuela por respeto

- Que las trae por aquí hoy?

- Yo creo que mi nieta ha contraído algún tipo de parasito – dijo Rosa con ojos brillantes y traviesos – solo quiero que lo confirmen o descarten pues somos Romaníes itinerantes y en caso de que requiera algún tratamiento no quisiera que lo pasara de hospital en hospital.

- Entiendo… - dijo la doctora – Puede decirme que le hace pensar que tiene algún tipo de parasito?

Rosa le hizo una señal a Zita para que hablara.

- Pues… tengo un poco más apetito de lo usual. He llegado a comer el doble de lo que como regularmente…

- De acuerdo… alguna otra cosa? Dolor abdominal? Inflamación?

- No…

- Nauseas? Mareos?

- No… aunque…

- Qué?

- Los huevos me saben extraños… Yo digo que estaban malos.

Rosa intervino.

- Los probamos todos Zita. Solo tu sentiste un gusto extraño – dijo

- Ya veo… Se encuentra más cansada de lo usual? – pregunto la doctora sonriendo

- Yo… supongo que sí. Me duermo en todos lados…

- Y cambios de humor inexplicables.?

- No

- Alguna sensibilidad inusual en los pechos?

Zita se sonrojo. Claro que sí! Pero era porque Shura y ella mantenían relaciones cada noche, incluso a veces hast veces.

- Un poco – contesto

- Aja. Y… ganas frecuentes de ir al baño?

- Si… ya he dejado de consumir tanta agua por lo mismo.

Rosa y la doctora intercambiaron miradas pero no dijeron nada. La doctora llamo a la enfermera.

- Zita… para descartar cualquier patología, necesitare una muestra de sangre.

- Noooooo yo odio las agujas ¡! – dijo Zita levantándose de la silla pero su abuela la detuvo de un manotazo.

- Zita! Siéntate en este instante! – dijo con voz firme – Vas a hacerte esos análisis y vamos a salir de dudas de una vez por todas!

- Pero abuela!

- Nada! – espetó Rosa – Señorita, haga los honores por favor.

La enfermera le sonrió e intento distraerla para que le fuera lo más leve posible. Afortunadamente tenia buena mano y no sintió las agujas penetrar su piel. Tomo dos tubos de sangre los etiqueto y los llevo al laboratorio junto con la orden de laboratorio.

- En diez minutos máximo me mandaran los resultados por correo electrónico. – dijo la doctora – Mientras… puedo revisar a su abuela. Hay pocos pacientes esperando.

Zita acepto e impacientemente veía el reloj. Odiaba los hospitales, los análisis y las agujas.

Minutos más tarde la doctora volvía a sonreírles.

- Su abuela esta más sana que nosotras. Vivirá mucho tiempo más.

- Qué bueno! – dijo Zita abrazándola – Porque no concibo la vida sin ella.

El sonido de un correo electrónico entrando en la computadora de la doctora las hizo reaccionar y volverse hacia su asiento. La doctora fue hasta ella, lo abrió, imprimió y se puso a leer los resultados.

- Y? Estoy enferma? Es muy grave? – pregunto Zita impaciente

La doctora no contesto de inmediato. Solo terminaba de leer las hojas y con un resaltador amarillo señalaba algo.

Finalmente se apiado de la chica y le entrego las hojas, que Zita leyó rápidamente.

- En parte tu abuela tenía razón Zita – dijo la doctora – Había algo extraño en tu cuerpo.

- De verdad? Pero… se puede curar, cierto?

- Sí. Pero el tratamiento es largo y hermoso. – dijo la doctora - Felicidades!. Estas embarazada de más o menos cuatro semanas!

Zita comenzó a temblar. Reviso cuidadosamente cada uno de los renglones de los resultados. Debía haber un error. La Doctora volteo hacia Rosa, quien le lanzo una enorme sonrisa y una mirada que le decía que la dejara asimilar la noticia un momento.

La doctora aprovechó para hacerle una receta a Zita.

- No! No! No! Debe haber un error en esto! – dijo Zita desesperada

- Uhhh… puedo deducir por tu expresión que es un embarazo no planeado? – dijo la doctora cautelosa

- Puede apostar su título a que no quería esto! No ahora!

Rosa comenzó a enojarse. Esa no era la reacción que ella quería en su nieta.

- Zita María Montoya! Que tonterías estas diciendo? Un bebe es una bendición que nos mandan del cielo para hacer felices a las familias!

Zita bajo la cabeza, dejó los análisis en el escritorio y salió casi corriendo del consultorio.

Rosa se dirigió a la doctora.

- Algo más que haya visto en esos estudios doctora?

- Nada de cuidado señora, le estoy enviando algunas vitaminas prenatales y una dieta rica en azúcar. Es lo único que salió anormal y no queremos que afecte al bebe.

- Desde luego – dijo Rosa muy seria – Usted explíqueme lo que va anotando y de mi cuenta corre que esa niña siga todo al pie de la letra. Faltaba más!

La doctora comprendió que sería lo mejor y comenzó a explicarle a Rosa lo que procedía. Rosa salió cinco minutos más tarde con una sonrisa en la cara: Iba a ser bisabuela!