Mayo 19, 8 am
Cámara del Patriarca
Santuario de Athena, Grecia
Shion llegó puntual a su oficina a las ocho con Sammy de la mano. Todos esos días la llevaba por la mañana a su oficina y esperaba que la persona a la que le tocara darle lecciones ese día subiera por ella para que el pudiera dedicarse a sus funciones. Desgraciadamente había tenido que suspender algunas por los últimos acontecimientos así que este día, le había pedido a Dohko que subiera por ella. Sammy parecía muy relajada con el caballero de Libra y siempre regresaba de buen humor. Seguro se debía a que era el único que tenía alguna experiencia en cuidar niños, con Shiryu y Sunrei como prueba.
El guardia le informo que ya había cuatro personas esperando una audiencia, pero no vio a nadie dentro de la cámara así que decidió dejar a Sammy dentro de su oficina jugando con la cobrita y camino por la alfombra roja hasta llegar al pasillo. Abrió la puerta con cuidado para no hacer ruido y lo que vio no le sorprendió mucho: Marín sentada en la banca de espera, Jabu con un montón de informes bajo el brazo tratando de ordenarlos y del otro lado Geist y Mu en un rincón platicando.
Cerro sigilosamente la puerta y llamo al guardia. Primero pasaría a Mu.
El guardia obedeció y unos minutos más tarde Mu estaba hincado frente a su silla.
- Buenos días Mu. Levántate
- Maestro
- Lamento interrumpirte en tan agradable charla… - dijo mordazmente
Mu se sonrojo levemente
- Sí, yo… solo estaba dando los buenos días
- Si como no. Que noticias tienes de Shaka?
- No está dentro del santuario
- Que dices?
- Lo busque primero yo solo, después me tome el atrevimiento de solicitar a Jabu algunos guardias para buscarlo. Ni en el Santuario ni en Rodorio se encuentra. Ni siquiera rastro de su cosmo…
- Lo cual no es raro si Athena se lo retiro por su castigo verdad?
Mu no se había puesto a pensar en eso
- Y si huyó por los rumores que dicen…
Shion se le quedo viendo de un modo que de no haber tenido la máscara, hubiera hecho temblar a Mu.
- Que rumores Mu?
Mu se dio cuenta que había metido la pata y trato de pensar en una salida rápida, pero Shion lo conocía demasiado bien.
- Ni lo intentes. Dime de que rumores hablas.
- Yo… escuche que… se le estaba acusando de traidor y…
- Escuchaste por boca de quién?
Mu abrió los ojos muy grandes
- No espera que…
Desgraciadamente en su nerviosismo pensó en Kiki e inmediatamente Shion pudo leerlo en su mente. Mu se dio cuenta y bajo la mirada apenado.
- Ya veo. Regresando a lo importante – dijo Shion- Shaka sin su cosmos debería ser más fácil de rastrear. Nosotros tenemos sus documentos, así que no pudo haberse ido por un método convencional.
- Pero Shaka puede estar en cualquier lugar del mundo!
- No necesariamente. Guardia! Haga pasar a Jabu únicamente.
El guardia lo hizo y Jabu se presentó con todos sus papeles.
- Señoría… aquí están los informes que pido. – dijo extendiendo los papeles y haciendo una reverencia. Vio que Shion quería el resumen y procedió a dárselo – El Caballero de Virgo utilizo un permiso para salir del santuario expedido por su señoría el día 17 de Mayo a las 11.20 am. Fue entregado al mismo tiempo que otro permiso. De hecho creo que hubo algún tipo de error en su máquina foliadora, pues tienen el mismo número…
- Muéstramelos
Jabu hizo lo que se le ordeno y vio que uno era para Shaka el día que se iba a cortar el pelo y el otro para Junet… Raro. Él no había expedido ningún permiso para ella. Y en efecto, parecía una copia fiel el uno del otro, solo con el nombre cambiado.
- Pero eso no es lo raro señor… - continuo Jabu – Hay otro permiso de la Señorita Junet entregado veinte minutos después expedido por la Señorita Geist. Yo recuerdo haberlo recibido personalmente, pero el anterior lo recibió un guardia.
- Interesante… - dijo Shion meditando sobre los hechos – Jabu. Necesito a todos los guardias que tengan permiso aquí en el santuario. Llama a todos los caballeros de bronce, a los de plata. Quiero verlos en el coliseo en un máximo de dos horas. Ichi y tu también.
- Entendido – dijo Jabu haciendo una reverencia y saliendo rápidamente de la cámara para cumplir las órdenes.
Mu seguía ahí parado. Shion parecía no recordar que estaba ahí.
- Hagan pasar a Geist y a Marín por favor.
El guardia obedeció y Geist y Marín pasaron y se arrodillaron.
- En que puedo servirles señoritas.
Geist miro a Mu como preguntándose por que no se iba, pero al ver que los dos lemurianos esperaban su respuesta, ella prosiguió:
- En realidad, me gustaría hablar con usted a solas, señor.
- Ven a mi oficina.
Ni Mu ni Marín se movieron de su lugar hasta que cinco minutos después regresaron.
- Marín, acércate por favor. – dijo Shion
Marín obedeció quedándose hincada en una pierna. Shion posó su mano sobre su cabeza.
- Por favor contéstame las siguientes preguntas Marín
- Si señor
- Recuerdas al Caballero dorado de Leo, Aioria?
- Si señor
- Has tenido una relación más allá de lo laboral con él?
- No señor
- Has estado alguna vez dentro de la Casa de Leo?
- Nunca señor.
- Recuerdas haber estado en la boda del Caballero de Escorpión poco más de una semana atrás?
- Si señor
- Que llevabas puesto?
- Un vestido largo azul marino señor.
- Y a quien llevabas de pareja?
- A nadie señor. Iba sola.
Shion volteo a ver a Geist y a Mu quien la miraba asombrado.
- Marín… hace dos noches cerca de las ocho de la noche, estuviste cerca de las casas doradas?
- Si señor
- En la Casa de Leo?
- No señor
- En donde estuviste entonces?
- En la Casa de Virgo señor.
Shion se puso rígido. De nuevo Shaka involucrado. Pero no se rindió. Había algo ahí que no cuadraba y estaba más que dispuesto a averiguarlo.
- Voy a hacer una última lectura si no te molesta, Marín
- Adelante Señor.
- Puedes sentir un ligero cosquilleo, pero no te hare daño.
- Sí señor.
Shion poso ambas manos en la cabeza de Marín y comenzó a hurgar en sus pensamientos, sus recuerdos. Aparecían todos menos Aioria. Decidió entonces comenzar por ese recuerdo de ella en Virgo. Había dos versiones. Una en la que ella llegaba sola a Virgo. Otra en la que llegaba acompañada de Shaka y Afro. En una estaba feliz, en la otra era un mar de lágrimas. Se decidió por este último. Y quiso ir más atrás, y más… hasta que descubrió que Marín había escuchado la conversación de Kiki respecto a la hija de Aioria y teorizó en que el cerebro de Marín, en un afán de proteger tanto a su cuerpo como a su corazón de tanto dolor, había borrado de algún modo y selectivamente sus recuerdos, creando algunos otros para llenar las lagunas.
Quito las manos de la cabeza de Marín y asintió.
- Muchas gracias Marín. Puedes retirarte a hacer tus obligaciones.
- Gracias Señor
- En cuanto a tu petición para controlar a los dorados libidinosos…
- Si?
- No volverán a molestarte
- Se lo agradezco mucho señor.
- Vete. Geist te alcanzara más tarde.
Marín obedeció y Geist y Mu quedaron frente a él.
- Geist… Marín recibió una noticia bastante fuerte y está luchando contra eso.
- Por el Caballero de Leo?
- Puede ser – dijo Shion enigmáticamente – Ella estará bien mientras no lo vea. Encárgate de eso. Ya te daré nuevas instrucciones más adelante.
- Sí señor.
- Ahora regresa a tus actividades.
Geist salió y Shion llamo telepáticamente a Kiki.
- Dígame maestro.
- Recoge tus cosas. Te iras a Jamir hasta que encuentre un nuevo maestro para ti. – dijo Shion
Tanto el niño como Mu palidecieron ante esta noticia.
- Pero por qué? Que hice! No quiero irme de aquí! – lloraba Kiki – Señor Mu haga algo!
- Aparentemente – dijo Shion sin un dejo de emoción. – Tantos años vividos en este plano existencial han mermado mi capacidad para controlar la boca de mis aprendices, lo que ha comenzado a crear estragos en la vida de otras personas siendo inconcebible a mi parecer.
Mu iba a decir algo pero estaba demasiado impactado para hacerlo.
- Por lo tanto, ya no considerándome un maestro calificado, he decidido que estarás mejor con alguien más. Tardare un tiempo en encontrarte a alguien, y mientras tanto puedes vivir en la torre.
- Maestro! – dijo Mu escandalizado
- Te quiero aquí a las 12 en punto listo con tus cosas. No tendrás permitido regresar hasta que yo lo diga. – dijo Shion en el mismo tono de voz ignorando por completo a Mu – Vete! Yo mismo te llevare a la torre.
El niño al ver que su maestro no iba a cambiar de opinión, salió corriendo y llorando hacia su habitación.
Shion se dirigió a su oficina y Mu lo siguió para tratar de hacerlo razonar.
- Pero maestro… no cree que se le paso la mano?
- En absoluto
- Entonces démelo a mí como mi aprendiz y…
- No. Tu misión es muy diferente.
- Entonces como mi asistente… no lo aleje del santuario y de nosotros Maestro! Sabe lo importante que es para nosotros, que somos los últimos lemurianos.
- No intentes jugar esa carta Mu. – dijo Shion sentándose frente a su escritorio – Tan deformada esta nuestra sangre, que los dioses habrán hecho bien en hacer desaparecer a los nuestros.
- Maestro! Con todo respeto…
- Con todo respeto Mu? Con todo respeto? – comenzó Shion a enfadarse – Si de verdad me tuvieran un mínimo de respeto o si tanto quisieran honrar su sangre lemuriana no estarían de metiches y chismosos! Y tú sabes exactamente a lo que me refiero, pues estabas ahí cuando Marín escucho lo de la hija de Aioria. O acaso crees que su estado es de a gratis?
Mu bajo la cabeza avergonzado.
- Pero Kiki no sabía que ella estaba ahí y…
- No, no lo sabía… pero se puso a espiar conversaciones privadas entre Athena e Hilda no? Crees que eso se le debe perdonar?
- No pero…
- Entonces comprenderás el por qué se va de aquí. Ahora, si no quieres seguir tu… dile a tus compañeros que quiero verlos aquí A TODOS en una hora. Retírate!
Mu comprendió que ya habían dado por terminada la conversación y se retiró apresuradamente.
Unos segundos después dijo en voz alta
- Ya puedes salir Sammy
- Me va a mandar lejos a mí también por chismosa? – pregunto Sammy con una sonrisa
- No. Tú estabas deliberadamente aquí.
- Ahhh y si lo vas a mandar lejos? – volvió a preguntar Sammy sonriendo
- Todo depende – dijo Shion cargándola – Tu que dices?
La niña lo medito un momento antes de decirle:
- Depende si aprendió su lección o no?
- Exacto – dijo Shion con sorpresivo buen humor.
Sammy sonrió antes de decirle:
- Sabes? Me gusta cuando te enojas con los demás.
- Sabes qué? A mí también. Vamos a buscar a Dohko?
Mayo 19, 1pm
Edificio de departamentos
Oslo, Noruega
Minos manejaba a exceso de velocidad en su deportivo negro para beneplácito de Shaina. Ni una patrulla a la vista, poco tráfico y una necesidad muy grande, eran buenos incentivos para pasarse los altos y llevar al máximo la máquina de su auto.
Minos estaciono en el garaje, salto sobre el capó y le abrió la puerta a Shaina quien ya lo esperaba ansiosa.
Sin pedir permiso, Minos la levantó en brazos bajo la mirada sorprendida de ella.
- Es la tradición – replico el antes de reclamar su boca.
Flashback.
Minos esperaba angustiosamente a que ella regresara acariciando a Miniña que descansaba plácidamente sobre sus piernas. No estaba seguro de si estaba enojado, preocupado o asustado.
Desde que había escuchado a Hera salir de su departamento, Shaina se había encerrado toda esa noche sin querer verlo o hablar con él. No había salido ni para hacer la cena, lo cual le extraño mucho. No parecía ser uno de sus episodios de cinco minutos. No tenía ni la menor idea de lo que le pasaba por su cabeza, pero si había sido influenciada de algún modo por la Reina de los dioses, tenía que averiguarlo para ponerle fin. Hera no era buena influencia para nadie.
A la mañana siguiente, Minos había tocado a su puerta para ver como estaba, y no le había respondido. La dejo un tiempo esperando que tal vez estuviera dormida sabiendo que tarde o temprano tendría que salir al baño por lo menos, pero después de dos horas de insistencia, había forzado la cerradura y se había dado cuenta que Shaina no estaba en la habitación y el ventanal que daba a la terraza estaba abierto. Comenzó a maldecir en voz alta. A donde podría haber ido? Y si no encontraba el camino de regreso? Y si Ares la encontraba antes que él? Tampoco podía salir a buscarla porque si regresaba y no estaba? Por qué las mujeres tenían que complicarlo todo?
Cerca de las cinco de la tarde, mientras revisaba por milésima vez su celular, por fin escucho el ruido de la ventana de la habitación principal y suspiro aliviado. La había cerrado intencionalmente para saber a qué hora llegaba ella. Ahora, con una sonrisa de satisfacción, escucho como Shaina saltaba de la terraza de la recamara a la de la sala quedando justo frente a donde estaba el.
Apenada, bajo la cabeza y toco suavemente con los nudillos para que le abriera.
Conforme Minos se fue acercando, se dio cuenta de que Shaina estaba tan cubierta de polvo y escombro, que no se alcanzaba a distinguir el color de su cabello.
Abrió la puerta de vidrio dispuesto a darle la reganada de su vida, pero al verla a los ojos solo pudo estrecharla entre sus brazos murmurando palabras de agradecimiento a todo el olimpo.
- Te voy a ensuciar – murmuro ella
- Cállate. No me importa. – dijo sin soltarla. Sí. Ahora estaba seguro que había estado asustado. – Estaba muy, muy preocupado. No vuelvas a hacerlo
Shaina escondió su cara en el pecho de él y lo abrazo fuertemente.
- Perdóname
- Donde estuviste todo este tiempo?
- Me creerías que haciendo servicio a la comunidad?
- Qué? No te entiendo.
Shaina se separó tranquilamente para verlo a los ojos.
- Tu celular… lo dejaste en la habitación… y…
- Que tiene que ver?
- En las noticias salió que hubo un derrumbe en la carretera E-6. Varias piedras habían caído, impidiendo el paso de entrada o salida de las personas. Calculaban que tardarían una semana en poder moverlas porque eran muy grandes y había que dinamitarlas y yo…
- …?
Shaina volvió a esconder su rostro en el torso de Minos.
- Yo necesitaba romper algo…
Minos tardo un segundo en comprender.
- Me estás diciendo que saliste al amanecer solo para romper piedras?
- Si
- Y por qué llegas hasta ahora?
- Me perdí – confeso finalmente – Tome el lado contrario de la carretera.
- Y por qué no me llamaste?
- No se me tu número.
Minos suspiro resignado.
- Tiene algo que ver con lo que te dijo Hera ayer?
Ahora fue el turno de Shaina de suspirar y asentir.
- Me lo puedes decir?
- Me puedo bañar primero? No te quiero contar hasta donde tengo polvo.
Sonriendo por su innegable sentido del humor Minos la soltó.
- Ve por tu ropa y te preparare el baño. Tienes hambre?
- Mucha.
- Espero que te baste con unos tortellini al pesto y unos camarones Parmigiano. Anda, ve.
Sorprendida de que Minos se hubiera tomado la molestia de preparar la cena, Shaina obedeció.
Cuando salió, la mesa ya estaba servida y el delicioso olor de la pasta logró que Shaina terminara de vestirse en tiempo record.
- Buon appetito Amore
Shaina comió con avidez alabando cada uno de los esfuerzos que había hecho Minos en la cena. Lavo los platos y ambos se sentaron frente a la chimenea eléctrica en silencio.
- Estoy harta – dijo Shaina finalmente
Minos volteo a verla extrañado pero no dijo nada.
- Sí. Lo que oíste. Harta!. Todos quieren manejar mi vida: Athena, Poseidón, Hades, y ahora Hera y Zeus. Que no tienen alguna otra persona a la cual ir a molestar?
- Quieras que no, Athena es la diosa a la que juraste servir…
- Sí. Y aparentemente eso le da derecho a meterse en mi vida privada no? Si hago o dejo de hacer debería de ser mi problema no el suyo!
Minos comprendía exactamente lo que ella decía.
- Hago mi trabajo a cabalidad, Athena tiene mi lealtad incondicional… Cuando se trata de las guerras santas no cuestiono sus decisiones por estúpidas que estas sean…
- Y quieres poder tomar tus propias decisiones sin pedirles permiso, verdad?
Shaina asintió.
- Que fue exactamente lo que te dijo Hera?
Shaina le dijo todo lo que Hera le había dicho. Minos apretó los puños. Ahora entendía por qué estaba tan frustrada y enojada.
- Y cuál va a ser tu respuesta? – pregunto curioso
- Qué? Como yo lo veo, nos están obligando a renunciar. – dijo Shaina cruzándose de brazos molesta, pero no vio la sonrisa de Minos – Había pensado en que no me importaría mucho bajar de puesto pero…
- Pero qué?
- En realidad, no quiero. Me ha empezado a gustar mi puesto. Y la opción de que tú seas un espectro normal…
- Aja?
- No quiero tampoco. No me da miedo decirte que adoro que me digan que soy la novia de alguien tan importante. No porque te quiera por el puesto, pero sé que tú no te sentirías feliz de ser un gato más…
- Y entonces?
- No se…
- Pues Amore… si no te importa que te cachen en un acto de rebeldía, me gustaría darte otra opción.
- Cual podría ser? – pregunto extrañada – Llevo preguntándome todo el día si había pasado algo por alto.
Minos le murmuro su idea al oído haciendo que se ruborizara por completo.
- Cásate conmigo. Sin dioses metiches, ni jefes, ni amigos. Solo tú y yo.
- Estás loco? Shion me mataría! – dijo escandalizada pero al mismo tiempo emocionada por la idea. – Además… debemos pensar que Hades se enojara contigo…
- Y?
- Athena me expulsaría del santuario y me quedaría sin trabajo!...
- Y?
- Geist y Marín me dejarían de hablar por no invitarlas!
- Y?
- Y… Acepto! – dijo con los ojos brillantes abrazándolo con devoción mientras el depositaba un suave beso en su cabeza.
- Jajaja Perfecto! Deja le llamo a cierta personita que me debe algo para que me ayude.
- Pero… de todos modos… estaríamos en desacato verdad? – pregunto Shaina un poco preocupada – Y si se niegan a hacer el pacto por nuestra culpa, gente inocente volverá a sufrir…
- Ya pensaremos en algo – dijo Minos buscando su celular – A menos que no quieras porque no tendrás una gran fiesta como la de (tu adorado) Milo.
Shaina le dio un cojinazo recriminatorio.
- Sabes el trabajo que cuesta hacer una fiesta tan sencilla como esa? Además la fiesta me importa un rábano! Yo solo quiero… - se ruborizo antes de terminar la frase – Estar contigo
- Entonces está decidido! – dijo Minos robándole un beso.
Shaina se separó con el pretexto de levantarse por un vaso con agua para acallar su conciencia. De verdad sería capaz de hacerlo?
Minos hizo una rápida llamada y quince minutos más tarde, mientras Shaina se peinaba en la recamara frente al espejo, tocaron a la puerta
Minos abrió y Anteros apareció jadeando.
- Tenías que vivir en el último piso?
- Jajaja la vista es inmejorable – dijo Minos – Además por eso hay elevador
- Esas cosas no son seguras. Qué tal que se me cae? Y si me muero? Peor aún… Y si me queda marcado el rostro?
- Gallina. Pero olvido que eres hijo de tu madre. Pasa y siéntate.
Anteros paso directo a la sala donde aprovecho para pedirle permiso a Minos para servirse un trago.
- Adelante.
- Para que me mandaste llamar con tanta urgencia Minos – dijo Anteros con su trago en la mano – Tienes suerte de que mi padre este ocupado poniéndose al día con mama o no hubiera yo podido venir
Minos se sentó frente a él.
- Pues yo diría que tu padre diría mucho más si supiera que estas aquí. – dijo Minos enigmáticamente
Anteros entrecerró los ojos.
- A que te refieres?
Rápidamente Minos lo puso al tanto, desde los sucesos de la boda, hasta la visita de Hera el día anterior viendo como la cara de Anteros se veía rígida por los sentimientos apenas contenidos.
- Como carajos se atreve!
- Si bueno… Es tu padre, que podíamos esperar? – dijo Minos tratando de restarle importancia. No quería ser culpado de sonsacar a Anteros para ponerse contra Ares.
- No creí que se atreviera a tanto – dijo Anteros para sí mismo, molesto con su padre por molestar a la pareja y con él por no prestar atención a las señales que él había visto, como que su hermano Eros anduviera rondando la casa y su padre caminara de un lado a otro alegremente y de repente al día siguiente tuviera un humor de los mil diablos. Finalmente dijo – En que te puedo ayudar.
- Como comprenderás, los dos estamos hasta la coronilla de los jueguitos de los dioses para con nosotros…
- Si, puedo entenderlo.
- Así que, jejeje, haremos un acto de rebeldía. – dijo Minos con una sonrisa que asusto a Anteros
- Se van a rebelar? Los dos? Están locos?
- Seguramente sí. Nos ayudas o no?
- Pero… Pero…
- Eres el dios del amor correspondido, vengador del mismo. Ayúdanos a vengarnos.
- Pero… como planeas hacer eso.
- Athena y Hades quieren un compromiso oficial… Hera quiere un Handfasting…
- Aja…
- Y nosotros… - Minos miro si Anteros le estaba poniendo atención – Nos vamos a casar mañana, contigo de testigo y sin ningún otro metiche.
- Que, que, qué? No, no, no, no. Mi abuela me mata si se entera.
- Y por qué habría de enterarse? No te estoy diciendo que solo estarás tú? No se te conoce por chismoso…
- Si pero… cuando ustedes se nieguen al compromiso…
- Y quien dice que no lo haremos? Después de todo, es para complacer a los dioses a los que juramos lealtad… - dijo Minos tranquilo
- Si pero… y el Handfasting de Hera…
- Eso lo haremos para complacer a Hera y todas las demás diosas locas del Olimpo
- Oye!
- Refútamelo.
Anteros iba a comenzar a hacerlo pero no supo cómo.
- En lo que necesito que me ayudes es a conseguir los documentos que Shaina requiere entregar. – dijo Minos – Todos sabemos que tú tienes contactos en todos los registros civiles de las principales ciudades del mundo. Yo lo haría pero no tengo tiempo.
Anteros lo pensó un momento y asintió.
- De acuerdo. Pero con una condición.
- Cual.
- Mantengan en secreto este matrimonio hasta después de su compromiso/Handfasting. – dijo Anteros muy serio – No puedo ni quiero explicarte todo lo que te pasaría a ti por parte de Hera si se entera.
- Jajaja no me puede ir peor. Te lo aseguro.
- No la retes. Hablo en serio.
Minos miro por un momento a Anteros y supo que de verdad se estaba preocupando por la seguridad de ellos.
- Está bien. No diremos nada.
- Gracias. Ahora… dame tus documentos Minos. Los meteré de una vez.
- Gracias por tu comprensión y ayuda Anteros..
- Y bueno… donde está la novia? No es peligrosa verdad?
- Pues… no te aseguro nada – dijo divertido levantándose y yendo hacia la recamara principal con Anteros siguiéndolo.
Toco la puerta y no hubo respuesta. Pidió al Olimpo que no se hubiera escapado otra vez, así que cuando giro la perilla y vio que cedía fácilmente suspiro aliviado. Shaina se había hecho una trenza francesa de lado y se había tirado sobre la cama ya vestida con su camisón rosa, cayendo en un profundo sueno casi inmediatamente.
- Tsss te sacaste la lotería Minos, es más bonita de cerca. – dijo Anteros
- Es preciosa y es mía. No lo olvides. – advirtió
- Entendido. Te mando mensaje para decirte a qué hora es tu cita?
- Si por favor.
Anteros se había marchado dejando a la pareja disfrutar de su última noche de soltería.
Fin del Flashback
Desde que Minos la tomo en sus brazos para subirla al departamento ambos perdieron el control. La corona de flores que tenía Shaina prendida de su cabello suelto cayó a medio pasillo cuando ambos entraron en un frenesí de besos tal, que el portero tuvo que voltearse para darles privacidad mientras entraban al lobby y al elevador.
Shaina tenía sus piernas alrededor de la cintura de Minos mientras se sujetaba del cuello de él y el la sujetaba con una mano en su trasero y la otra en la espalda. Chocaban en cada pared del pasillo que encontraban, pero en lugar de dolerse eso solo los animaba más a seguir haciendo lo mismo pero con más intensidad.
Los segundos que pasaron en el elevador, les dio la privacidad necesaria para subir de tono sus caricias e incluso Shaina se había atrevido a morder el cuello de Minos, haciendo que este sintiera que sus pantalones de gala le quedaran chicos.
Salieron del cubo del elevador prácticamente sin ver por dónde iban, con los ojos cerrados, chocando tres veces más con la pared antes de que escucharan un:
- Ejem ejem.
Ambos quedaron estáticos, abrieron los ojos y voltearon hacia donde dos figuras los miraban asombrados y se soltaron inmediatamente. Shaina se quedó detrás de Minos tratando de alisarse su ropa y cabello. Eran Hades y Shion frente a la puerta de su departamento! Pero que malditamente inoportunos!
- Parece que llegamos en el momento justo – dijo Hades sin dejar de ver a la pareja – Y quiero suponer, que desobedecieron mis órdenes directas solo para ir a alguna fiesta de disfraces – dijo con tono despectivo
Shaina volteo a ver sus ropas. Eran los trajes típicos de noruega. A ella le había encantado su bunad consistente en una falda larga de terciopelo de color negro, con una blusa blanca de manga larga con cuello y puños bordados en flores rojas, una pechera negra unida a una especie de torerita del mismo color con grandes botones dorados, delantal de seda blanco y cinturón rojo, y Minos también estaba sumamente apuesto con sus pantalones de gala negros a la rodilla con media blancas, blusa blanca bordada, chaleco rojo y levita negra con dorado y zapatos de hebilla dorada. A ella le parecía que estaban guapísimos y habían sido regalo de Anteros de hecho. Iba a decir algo, pero Minos la mantuvo detrás de él.
- Lo siento señor, solo fuimos a dar un paseo. – mintió Minos.
Hades entrecerró los ojos. Era obvio que Minos mentía, pero no tenía forma de probarlo.
- Ya. Podemos pasar o nos vamos a quedar en el pasillo todo el día?
- Lo siento señor, permítame abrir. – dijo haciéndolo.
Ni Shion ni Shaina se habían movido. Shaina tenía la cabeza baja avergonzada y los puños cerrados.
Shion dio un paso hacia ella sin saber cómo comenzar a hablar y ella sin previo aviso se echó a sus brazos para abrazarlo. No como su jefe inmediato, sino como una figura paterna del que necesitaba que la reconfortara después de tantos días haciéndose la fuerte y se soltó a llorar.
- Lo… extrañé… mucho… - decía
- Lo sé, perdóname. Si hubiera sabido que estabas aquí, hubiera intentado venir antes. No sabes lo angustiado que estaba. – dijo Shion encendiendo su cosmo para calmarla un poco
- Solo le causo problemas verdad?
- Te aseguro que al día de hoy, tu eres el menor de ellos. – dijo suspirando – Tenemos que ponernos al día.
- Regresaremos hoy al santuario? – dijo Shaina esperando que dijera que no. Que la dejaran ahí un poco más… a solas con Minos.
- Pasaremos una noche en la ciudad. Te daré más detalles en el hotel.
- Pero…
- Ve por tus cosas y despídete. – dijo Shion ignorando los peros. Seria más fácil así.
- Puedo cambiarme? – pregunto Shaina con voz apagada.
- Sí.
Shaina entro directo a la recamara ignorando la discusión que se llevaba a cabo en la sala
- Qué demonios voy a hacer contigo Minos? Me desobedeciste deliberadamente y la pusiste en peligro!
- Lo siento señor, como le dije, solo fuimos a un inocente paseo.
- Inocente paseo mi trasero! No sé lo que tramas pero no voy a tolerar que ninguno de mis espectros me falte al respecto de este modo!
- Uhhh… técnicamente… no soy un espectro en este momento – reto Minos – Así que su record sigue intacto.
Hades estaba perplejo. Tal desparpajo de parte de su favorito en su contra no podía estar ocurriendo.
Minos estaba encabronadísimo. Por qué la vida se ensañaba con el que no le dejaba disfrutar a Shaina? Ah si… porque el Karma es una perra y las Moiras también. Estaba empalmado, frustrado sexualmente, enojado y en ese momento a Hades se lo podía cargar la fregada y él no se opondría.
- Tu y yo vamos a tener una conversación bastante seria allá abajo – dijo Hades – Cámbiate y te espero aquí en cinco minutos para irnos al inframundo.
- Pero… se supone que tengo que estar castigado otra semana – dijo Minos extrañado
- Mas te vale que estés aquí listo en cuatro minutos y cincuenta segundos o voy a dejar a Shaina viuda aun antes de la boda.
Minos, ante esa amenaza no tuvo más que suspirar resignado, dar media vuelta y entrar a su habitación, donde Shaina ya terminaba de cambiarse y guardaba triste y en silencio su ropa en un cajón.
- Esa estúpida manía de Hades de no llamar antes cariño. – dijo abrazándola
- Lo sé. No es justo. Y él dijo que no nos veríamos hasta el compromiso y para eso falta casi todo un mes! Como voy a vivir sin tus besos? – dijo Shaina echándole los brazos al cuello.
- Difícil decirlo porque estoy en las mismas – dijo Minos besándola – Pero te prometo solucionarlo. Confías en mí?
- Sabes que sí. Creo que si no nos hubiéramos detenido a tomarnos las fotos en el lago…
- Y si yo no hubiera insistido en ir a celebrar en el almuerzo…
- Hey! Que los alimentos son sagrados! – recrimino Shaina sonriendo
- Y las fotos del recuerdo también – contesto Minos de mejor humor – No se te olvide que nadie debe saber lo que paso hoy. Mucho menos Shion o literal me capa.
- Jajaja no lo sabrá por mí – dijo Shaina riendo – Te voy a extrañar espectro.
- Yo también mi adorada cobra, pero la próxima vez que te vea a los ojos, ni todos los dioses del Olimpo podrán separarnos.
- Lo prometes?
- Te lo juro – dijo antes de darle un último beso
Mayo 19, 3 pm
Avión Boeing 727
Sobrevolando el Atlántico hacia Atenas
Shun no se arrepentía de su decisión. Después de llorar por algunas horas después de colgar el teléfono, había corrido a hacer sus maletas y después había ido con Tatsumi para pedirle dinero so pretexto de ayudarle a Saori a buscar a Ikki.
La diosa Athena le había prohibido a Tatsumi ayudarlos económicamente, pero viendo el estado tan alterado del chico, le dio un poco de lastima y les dio suficiente dinero para ir a Atenas. Dinero que salía de su bolsillo y no de la fundación.
Shun le había agradecido y se había apresurado a comprar los boletos para Shyriu, Hyoga y el mismo. Tenía una idea fija en su mente, y era el de buscar al Santo de Plata llamado "Than", mismo que seguramente ya había arruinado a Junet, pero aun así, tenía que ir a su rescate. Ella era demasiado buena para cualquier idiota como seguramente lo era ese Santo.
Durante todo el vuelo, Shyriu había guardado un pesado silencio pensando en su conversación con Ikki. De todos los caballeros que él conocía, Ikki figuraba en su lista como de los "más machitos", pero ahora que le había confirmado que le gustaba comer el arroz con popote… quien habría sido el que lo había pervertido? Seria alguien del santuario? Y si no se conformaba con convertir a Ikki sino que se le antojaba su trasero redondito? Era de todos sabido que él lo tenía mejor que los otros cuatro.
El único que iba con un propósito claro era Hyoga. Unos días atrás se le había ocurrido llamar a un conocido de Asgard que ahora vivía en Lillehammer y le había puesto al tanto de algunos chismes que había escuchado de sus familiares que aun vivían en Asgard, incluyendo el hecho de que el respetable Sr. Camus había deshonrado a la señorita Fler durante su estancia en el lugar. Hyoga había gritado hasta que se había cansado y había aceptado ir con Shun a Grecia para cobrarse ese pendiente con Camus. Su ex maestro sabía bien que Hyoga sentía algo por Fler porque este se lo había repetido hasta el cansancio: No había hecho ninguna jugada con Fler por ser demasiado joven y estaba esperando cumplir la mayoría de edad ese año para regresar a Asgard por ella. Así que ahora, maestro o no, Hyoga iba dispuesto a romperle toda la cava y las trusas de dibujito del grinch que tanto adoraba a Camus únicamente para que supiera que él estaba al tanto y que nunca lo perdonaría por quitarle a Fler.
