Capitulo 122

Mayo 26, 1.00 pm

Carretera

Jerez de la Frontera, España

Shura manejaba la camioneta de Zita hacia donde ella le indicaba.

Todo el día anterior había sido de celebración y reconciliación en la cama y solo se había levantado Shura a recibir la pizza que habían pedido y de nuevo a la cama con ella. Habían aprovechado muy bien la noche sin show y ahora, antes de tener que dirigirse al teatro, Shura había invitado a cita a comer a cualquier restaurante que ella eligiera. Ella escogió el restaurante de Don Pepe, en el centro de la ciudad.

Llegaron sin problemas y les asignaron una mesa. Aun no era la hora de la comida por lo que había pocos comensales.

Shura le ayudo a Zita con su asiento y tomo el de enfrente.

- En este restaurante me encanta como cocinan los mariscos. – dijo Zita viendo el menú – Se me antoja todo!

- Jaja bueno… supongo que es tu privilegio ahora que debes comer por dos – dijo Shura mientras veía el menú y alargaba su mano para tomar la de Zita tomándola desprevenida haciendo que se ruborizara.

Lo cierto es que hasta ahora conocía muy poco del que era su esposo. Sabía que vivía en Grecia, cerca del mar, en algo que se parecía a la acrópolis porque él se lo había señalado mientras estaba iluminado frente al hotel donde había sido la boda de Milo. Sus conversaciones hasta ahora eran respecto al baile, o su actuación en la cama. Este era el momento perfecto para resolver algunas de sus dudas.

Ambos hicieron su pedido al mesero y Zita tomo la mano de Shura con ambas manos. Shura hizo lo mismo.

- Shura… gracias por traerme.

- Creo que no habíamos tenido una primera cita verdad? – contestó

- Jaja creo que nos saltamos todo eso – contesto Zita sonriendo

- Yo no me quejo – dijo Shura – Además es plan con maña.

- Como dices?

- Necesitaba hablar contigo en un terreno neutral – contesto – En la caravana todos te cuidan tanto que siento que si discutimos, al menos me darán 10 balazos y cinco puñaladas.

- Jaja si, por algo es mi familia, aunque eso no te detuvo de querer divorciarte de mí – reclamo Zita también sonriendo.

- Pues a decir verdad, yo creí que tu así lo querías – confeso Shura un poco apenado – Si lo hubieras dicho una tercera vez, ayer te hubiera arrastrado hasta el registro civil.

- Shura!

Shura sonrió para no darle a conocer a Zita la verdad: Que había estado muy asustado de que Zita se fuera a divorciar de él, pero su orgullo lo había salvado.

- Ya hablando en serio. Quisiera saber si has pensado en nosotros dos y nuestro futuro.

Zita bajo la mirada. Era un tema delicado. Guardo silencio esperando que Shura hablara primero, lo que hizo.

- Mi vida se encuentra hecha en Atenas y no creo estar preparado para una vida permanente fuera de mi círculo de amigos… y mi trabajo…

Zita contuvo la respiración.

- …pero si tú me lo pides…

- No!

- No qué?

- Va a sonar medio anticuado Shura y posiblemente un poco… machista – dijo Zita bajando la mirada a sus manos – Pero yo creo que una esposa debe estar siempre con su esposo y en este caso con su hijo o hija. Si tu vida está en Atenas, yo te seguiré allá.

Shura abrió los ojos sorprendido.

- Pero… tu baile…

- Mi baile ha quedado en segundo plano. Además, siempre puedo montar uno en Grecia Jaja sería un buen cambio de aires.

Ahora fue Shura el que se quedó callado.

- Mis papas nunca estuvieron juntos. Mi papa siempre decía que estaba viajando… venia una vez al mes a visitarnos… si teníamos suerte dos veces. Nunca nos faltó nada excepto su presencia. Yo no quiero que mi bebe resienta la ausencia de su papa como yo resentí al mío. – dijo Zita suavemente

- Pero… estarás lejos de Omar y Rosa y toda tu familia.

- Ellos siempre pueden ir a visitarme y te aseguro que Rosa estará más que conforme. Y si bien los extrañaría, tendría una nueva familia contigo. – confeso Zita

Shura sonrió y beso las manos de Zita emocionado.

- Todos te darán la bienvenida en casa

- Creo que muchos ya lo hicieron en la boda – dijo Zita – Todos fueron tan amables conmigo, sin criticarme, ni hablar de mi a mis espaldas… hasta Sammy!

- Ahhh la pirinola que no se ni de donde salió – bromeo Shura ganándose un tierno golpe de parte de su esposa

- Pues déjame decirte que esa pirinola tiene un don. – se jacto Zita

- Sí. El don de no despegarse de ti!

- Pues acostúmbrate porque así será tu hijo o hija. – dijo Zita – También querrás que se vaya? Jajaja y no. Sabías que ella adivino que yo estaba embarazada?

Shura parpadeo sorprendido.

- En serio?

- Sí. Incluso me regalo una cobijita amarilla que conservo en el remolque como el primer regalo del bebe

Shura hizo un mohín.

- Eso no es justo!

- Que no es justo?

- Yo quería darle su primer regalo – se quejó Shura cruzando los brazos

Zita lo miro emocionada.

- De… de verdad?

- Sip – Shura saco de su chaqueta un pequeño envoltorio dándoselo a Zita con un poco de pena – Ni siquiera sé si le vaya a quedar o si es algo así como un adorno para el retrovisor del auto.

Zita lo abrió y varias lagrimas salieron de sus hermosos ojos azules al ver la camisola que Shura había comprado en la farmacia.

- No llores! Si está muy feo podemos cambiarlo! – dijo Shura rápidamente

Ella se limpió sus ojos con la servilleta

- No! Esta precioso… Es que… Yo creí que no lo ibas a querer… snif…y… snif… el embarazo me volvió muy chillona… snif…

- Me creíste capaz de abandonarte después de saber que esperabas un hijo mío? – pregunto Shura

- Peor. Creí que te quedarías conmigo solo por lo mismo.

- Y por eso no me querías decir…

Zita asintió. Shura se levantó y se puso en cuclillas frente a ella.

- Yo te quiero Zita y el que venga un bebe en camino es una bendición, y si acaso, hace que te quiera aún más, pero yo ya había decidido pedirte que vinieras conmigo.

Zita lo miro sonriendo.

- En serio?

- Sí.

- Entonces… cuando nos vamos? – pregunto Zita mientras limpiaba los últimos vestigios de lágrimas.

Shura le dio un beso en la frente y regreso a su lugar.

- Jajaja no comas ansias. – dijo divertido – Primero debemos resolver el problema de tu "alergia". Kanon dijo que puede tener un remedio temporal comprobado y me lo dará en cuanto pueda.

- De verdad? Eso sería fantástico! – dijo Zita aplaudiendo

- Si, esperare a que me llame y me diga que la encontró para dártela – continuó- Yo tengo que ir a Atenas el 13 de Junio y regreso el 15. Es para lo de la firma del compromiso de Shaina. La recuerdas?

- Mmm… si! La que habían secuestrado? Ya regreso?

- Sí. Apenas hace unos días regreso sana y salva. Y ahora tiene que proseguir con la firma de su compromiso formal para andar con Minos. – dijo tomando un poco de vino

- El espectro?

Shura casi se atraganta con su trago.

- Como carajos… cof cof… sabes eso… cof cof…

- Sammy es una niña muy platicadora… aunque no le entendí muchas cosas… ella me decía que Minos era un buen espectro.

- Si bueno… la pirinola que sabe! Regresando a la conversación anterior…

- Que tal entonces si nos vamos juntos cuando tu tengas que regresar? El 30 de junio no?.

- Pero… y que pasa con el concurso? – pregunto Shura – Creí que era súper importante para todos que tu estuvieras ahí y ganaras.

Zita lo miro tranquila.

- Han sobrevivido más de 100 años yendo de aquí para allá… unos años más, no les hará daño. – Contesto – Además, siempre puedo decirle a mi papa que me compre el terreno y dárselo a la tribu.

El mesero los interrumpió para servirles su pedido. La comida olía fabuloso y a Zita se le iluminaron los ojos. Durante toda la comida Shura le explico muchas cosas acerca de su trabajo, sus amigos y prácticamente lo más importante de su vida, cosa que Zita agradeció.

- Crees que tu papa quiera matarme cuando se entere que va a ser abuelo? – pregunto Shura en tono de broma.

- No! Yo creo que te va a adorar así como yo! – contesto Zita saboreando su postre.

- Jajaja… y crees que… - Shura sacó una cajita alargada y la retuvo en su regazo – Quiera asistir a nuestra boda?

- Boda? – pregunto asombrada viendo que Shura se arrodillaba y abría la cajita dejando ver una esclava dorada con la plaquita llena de la parte superior de varios corazones tallados, eslabones delgados y cortos y en el broche la mitad vertical de lo que parecía ser una letra H.

- Zita… Sé que no es un anillo de diamantes, pero esta esclava ha estado en mi familia por más de 200 años. Perteneció a mi madre y ella me la dio a mí para cuando eligiera a la mujer con la que pensara compartir el resto de mi vida…

Zita contuvo la respiración. Shura bajo la mirada. Y si le decía que no?

- Yo… creo que me enamore de ti cuando vi tus hermosos ojos azules sobre mi cuando sucedió lo de mi accidente. Creí que eras un ángel y conforme pasaron los días y semanas yo luche contra mi orgullo que me impedía declararte mis sentimientos abiertamente y lo disfrazaba con lujuria. Sé que estamos casados por el rito romaní y no me molesta pero quiero hacerlo extensivo al mundo entero y que no tengas ningún problema con tu estancia en Grecia. No por obligación, no por el bebé, sino porque te amo… Zita… te casarías conmigo ante la ley civil española?

Zita no pudo contestar por la emoción, pero solo asintió con la cabeza y le echo los brazos al cuello para cerrar el trato. Los pocos comensales que había comenzaron a gritar y aplaudir de emoción, pero ninguno de los dos los escuchó.

Mayo 26, 4.00 pm

Aeropuerto Charles de Gaulle

Paris, Francia

Lyfia esperaba impaciente la llegada de Fler. Le había llamado diciéndole que estaba en el aeropuerto y ella prometió estar ahí en media hora. Aprovecho ese tiempo para ir a la Sucursal de GHL que estaba ahí mismo y recogió el paquete que le había enviado su primo.

Ahora, viendo su reloj de muñeca, se dio cuenta que Fler llevaba diez minutos de retraso.

Volteo a ambos lados mientras sostenía su maleta y su paquete bajo el brazo. Unas manos le taparon los ojos haciendo que se tensara inmediatamente.

- Adivina quién soy? – dijo una voz muy conocida por ella.

- La loca que se acaba de salvar de un puñetazo en la cara? – contesto Lyfia sonriendo

- Que agresiva! – dijo Fler abrazándola

Lyfia tuvo que separarse un momento para tratar de reconocer a la persona frente a ella.

- Fler! Pero… que te hiciste! Tu hermoso cabello! – decía acariciando el cabello color ciruela, que a estas alturas lo traía hasta los hombros.

Fler se tomó su cabello y su semblante se ensombreció. Había olvidado lo diferente que se veía ahora.

- Decidí ponerme a la moda. – Contesto Fler tomando la valija de su amiga – Pero ven, vamos! El Taxi nos espera.

Lyfia asintió con la cabeza y la siguió. Una lagrima cayo por su mejilla al imaginar el tipo de dolor del que tenía que haber sufrido Fler para sacrificar algo tan precioso para ella como lo era su cabello.

Llegaron a la Boutique donde ya las esperaba Thes.

- Hey! Bienvenidas!

Lyfia sonrió, pero una alerta se le prendió en su cabeza. Que no esa era la niña que siempre estaba con Poseidón?

- Hola Thes – dijo Fler dulcemente – Permíteme presentarte a Lyfia. Mi mejor amiga en Asgard.

Ambas estrecharon cortesías.

- Puedo subir a platicar con ella Thes? Hace mucho que no la veo – pregunto Fler para asombro de Lyfia.

- Seguro! Solo recuerda que tengo que subir a cambiarme a las siete para que bajes a cerrar. – dijo Thes entrando a su taller.

- Si!

Fler tomo de la mano a Lyfia y la condujo hasta el departamento de arriba.

- Café? O tal vez quieras descansar? – pregunto Fler dirigiéndose a la cocina – El viaje desde Asgard es largo y cansado.

Lyfia dejo su maleta en la puerta, le dio un rápido vistazo y la siguió.

- Por qué no nos dejamos de rodeos y me cuentas lo que pasó. Y si necesitas llorar pues lloras que al fin que estamos solas y no sería la primera vez.- dijo

Fler la miro y le sonrió.

- No… llorar ya no. No me quedan más lágrimas. – dijo mientras ponía agua en la tetera – Siéntate y te lo cuento.

Lyfia se sentó en uno de los banquitos de la barra y Fler le hizo un resumen de la historia. Lyfia la veía, la analizaba, sentía su dolor y algo más. Algo indefinido. Fler ya no era la misma que había salido de Asgard.

- Y así me regrese con Thes y aquí vivo muy feliz. – dijo Fler mientras terminaba su café tranquilamente.

Verdaderamente Fler ya no sentía nada? Lyfia mientras escuchaba no había dejado de mirarla. Su reacción la había dejado helada. Era como si estuviera hablando con un pedazo de hielo.

- Y no regresaste a Asgard porque…

- …Hago responsable a mi hermana por escribir esas cosas horribles de mí en ese telegrama. Además, yo solo les voy a estorbar ahí como la hermana solterona de Hilda. – dijo con un poco de resentimiento en la voz.

- Pero… algo me dice que Hilda es inocente de eso que la acusas. – dijo Lyfia tomándole la mano – Ella no es capaz de hablar mal de ti.

Fler se encogió de hombros. A esas alturas si fue ella o no ya no importaba. Camus la había rechazado de la peor manera, rompiendo su corazón y seguramente congelándolo con su polvo de diamantes.

- De verdad Camus ya no te importa? – pregunto Lyfia – Mira que puedo preguntarle a Odín la manera de recuperarlo

- No. – dijo Fler con firmeza – Ya me arrastre demasiado. Comí del fruto prohibido y pago las consecuencias por mi desobediencia. Camus dejo de existir para mí y ahora estoy comenzando mi nueva vida como Gigi.

Lyfia suspiro. Eso ni ella se lo creía. Aunque no llorara ni se le quebrara su voz, sus ojos no dejaban de ser totalmente expresivos, y el odio y rencor que veía en ellos no eran nada bueno.

- Y te vas a quedar siendo la empleada de Thes toda la vida? – pregunto Lyfia

- Sabes que me gusta la vida sencilla – respondió Fler – Además, no es tan mala.

- Pero no estás viviendo… solo sobreviviendo! – reclamo Lyfia.

- Me trajiste lo que te pedí? – pregunto Fler ignorando los reclamos de su amiga

- Si… pero te la voy a encargar muchísimo. – dijo Levantándose por la caja que había dejado sobre su maleta y abriéndola delante de sus ojos – Es irremplazable.

Fler abrió grandes sus ojos y toco la cajita casi con reverencia.

- Y funciona?

- Pues… la leyenda dice que sí. Ha estado dentro de esa cajita tanto tiempo sin que nadie la use que no podría asegurarlo.

- Y me ayudara a que no me reconozcan por mi cosmos, cierto?

- Sí. Una vez que te lo pones, las personas que te busquen y no quieras que te encuentren no lo harán, incluso si están frente a ti. O al menos eso decía la bisabuela.

- Interesante.

- Que planeas Fler? Si no te han buscado a estas alturas… no creo que lo hagan ahora.

Fler sonrió pero era una sonrisa triste.

- A Asgard no volveré aun. En este momento solo quiero venganza Lyfia y no me importa si tengo que invocar a Loki para conseguirlo.

Lyfia se estremeció y le dio por su lado asintiendo con la cabeza. Solo se quedaría tres días con su amiga y después regresaría a Asgard. Tenía que hablar con Odín y con Siegfried al respecto. Si Fler llegara a descubrir que su hermana era responsable de su dolor por medio de ese telegrama, el descongelamiento de los polos seria poco en comparación a lo que Fler podría hacer en contra de su hermana.

Mayo 26, 5.00 pm

Cámara del Patriarca

Santuario de Athena.

- Estoy muy orgulloso de ti Mu. – Exclamo Shion al leer el pergamino que el caballero le había entregado minutos antes, justo cuando regresara del Inframundo – Creo que has dejado muy en alto tu habilidades y tu sangre lemuriana.

Dohko, quien estaba con él, le lanzo una Mirada de advertencia. Athena ya una vez había reprendido a Shion por su favoritismo para con Mu. Shion ignoro a su amigo.

- Gracias Maestro – dijo Mu sonriendo – Todo fue gracias a sus enseñanzas.

Shion le devolvió el pergamino. Sería un trofeo personal de Mu.

- Como están las cosas allá abajo? Viste a Milo mientras estabas ahí?

- Si Maestro pero… Esos dos se van a matar un día de estos – confeso Mu poniéndose de pie.

Shion y Dohko se miraron.

- Cuales dos y por qué? – pregunto Shion.

- Milo y Minos – contesto Mu

- Creí que estaba en la cárcel – dijo Dohko

- Nosotros también creímos que lo pondrían en la cárcel, pero contrario a eso, lo encerraron en Ptolomea con Minos para que fuera su esclavo personal. – dijo Mu

- Eso es algo… inesperado – dijo Shion a Dohko

- Y con Shaina de por medio, esos dos se la pasan peleando y discutiendo – dijo Mu

Shion movió la cabeza en signo de no estar de acuerdo con su comportamiento.

- No saben cuánto anhelo que llegue el 14 de Junio y todas estas tarugadas terminen.- dijo en voz alta!

- Shion!

- Qué?

- Estas en funciones! – reprendió Dohko.

- Jaja Cierto. Mil disculpas. – dijo Shion agradeciendo que Kiki no estuviera ahí para escuchar su exabrupto – Me acompañan? Debo ver a Mayura y me serviría la compañía.

Ambos aceptaron y bajaron caminando mientras platicaban sobre algunos asuntos internos.

Estaban a escasos cien metros cuando una figura femenina de cabello negro se estampo contra Mu, quien estaba lo suficientemente distraído como para que ambos volaran unos metros y ella cayera sobre él.

Shion y Dohko solo rieron al ver la escena: Geist aturdida sobre Mu quien en lugar de estar sorprendido solo sonreía. Sus brazos instintivamente se habían cerrado en un reflejo protector.

Mayura, Geist y Shaina estaban tomando las fotografías para el calendario cuando habían sentido la presencia de Shion cerca y Geist había aventado la cámara a Mayura y salido corriendo para interceptarlos antes de que llegara al recinto. Lo que no tomo en cuenta es la velocidad con la que salió y que Shion no estaba solo.

Ver a Mu ahí debajo de ella, despertó ciertos recuerdos.

Flashback

Geist estaba muy contenta recogiendo los últimos vestigios de su fiesta de cumpleaños. Una y otra vez volteaba a ver su arreglo y sonreía. Los dulces y bombones los había compartido con las niñas, quedando únicamente las flores y el osito. Era el primer muñeco de peluche que alguien le regalaba en toda su vida y estaba muy contenta, tanto por eso como que su querida Shaina pudo regresar a tiempo, sana y salva para su cumpleaños. No le importo que no le trajera regalo. Solo con saber que ella estaba ahí con ella era suficiente.

Cuando termino, recogió lo que quedaba de su arreglo y se fue a su cabaña. Tomo un florero de barro que tenía, le coloco agua fresca y una a una fue quitando las rosas de su arreglo y con unas tijeras le sesgaba el tallo como Shaina le había ensenado que hacia Afrodita para mantenerlas frescas más tiempo mientras tarareaba una canción. Ya había terminado de pasar todas las rosas cuando escucho ruidos afuera de su cabaña e hizo un movimiento brusco que hizo que con su codo rozara lo que quedaba del arreglo y cayera al suelo.

Maldiciendo su torpeza se agacho para recogerlo y al tomar su muñeco, se dio cuenta de que la base donde estaba sentado se había desprendido. No era una base que estuviera pegado al muñeco. Geist la tomo y algo sonó hueco. La agito un poco más y volvió a sonar algo. Sorprendida, deshizo como pudo la base de acetato violeta y descubrió una cajita alargada de terciopelo negro. Emocionada la abrió y vio el collar más fabuloso que había tenido en sus manos. A juego con sus aretes de flor de Liz, este collar estaba hecho en algún otro metal blanco, tipo gargantilla, donde todos y cada uno de los grandes eslabones eran una flor de Liz con un piedrita blanca como diamante en el centro de cada eslabón y los dos eslabones principales, eran dos grandes tanzanitas violetas en forma de corazón engarzadas en el mismo material del collar.

Geist lo contemplaba con reverencia cuando vio que un pequeño papel enrollado estaba clavado en la cajita. Lo destapo y lo leyó:

Estamos tan cerca, pero nunca nos tocamos
Tengo que llevar esta máscara un tiempo suficientemente largo
Para alejarme de todos los ojos que nos están mirando
Como dos criminales con el sueño de robar
Ni un rastro se encuentra de la manera en que nos sentimos
Con nuestros corazones en la línea, nos rendimos y nos alejamos

Amor secreto, todas las cosas que hacemos
Por un amor secreto, cariño, tú y yo
Tenemos un amor secreto
Quedándonos encubiertos y fuera de la vista
Si nadie lo sabe, entonces, lo estamos haciendo bien
Amor secreto
Tenemos un amor secreto

Cuando estás viviendo una vida que tienes que negar
Cuando te sientes como nos sentimos, pero tienes que seguir mintiendo
Simplemente te va a destruir por dentro
Cuando caminamos el uno al otro en una habitación llena de gente
Y nadie ve cómo te estoy mirando
Pero nos veremos en un minuto en una cita
Sólo tú sabes a lo que me refiero

Amor secreto, todas las cosas que hacemos
Por un amor secreto, cariño, tú y yo
Tenemos un amor secreto
Quedándonos encubiertos y fuera de la vista
Si nadie lo sabe, entonces, lo estamos haciendo bien
Amor secreto
Tenemos un amor secreto
Bueno, supongo que es un secreto

Feliz Cumpleaños!

M

Geist sonrió mientras atesoraba el papelito y veía el collar. Rápidamente lo quito de su cajita y se lo puso. Fue hacia el espejo para admirarlo. Sus ojos brillaban y un leve rubor la cubrió porque estaba tocando algo que había hecho con sus propias manos.

Fin del flashback

- Ejem ejem – carraspeó Shion haciendo que ambos chicos reaccionaran.

Geist se levantó rápidamente y Mu también.

- Mil disculpas. No vi por donde corría – se disculpó Geist con una reverencia a Shion

- Si nos dimos cuenta Geist. – contesto Shion por debajo de la máscara con una sonrisa. A quien creían que engañaban esos dos? – Necesito hablar con Mayura y con Marín. Sería posible que las llamaras?

Geist volteo hacia el recinto. Mayura debería estar terminando ya con la última sesión de fotos de Shaina para el calendario erótico para Minos y Marín estaba entrenando en la playa con Kakyuu.

Si Shion se sorprendió al leer lo que estaba pensando no lo demostró.

- Sí señor. Si me lo permite iré a llamarlas. – dijo Geist

- Ve.

Los tres caballeros miraban como corría hacia el recinto y Mu se quedó mirándola unos segundos después de que Shion y Dohko habían cambiado de dirección hacia la playa.

Geist envió a una de las niñas a llamarle a Marín y ella fue directamente por Mayura.

- Que tramas ahora Shion – pregunto Dohko

- De hecho, nada. – contesto el patriarca – Enviare a Marín a una misión humanitaria que espero le sirva para que se despabile de todo lo que le ha sucedido últimamente.

- Misión Humanitaria? – pregunto Mu interesado.

Shion asintió.

- Saga y Camus lograron rescatar a Laura pero aparentemente en condiciones bastante precarias. – Explico Shion a los dos caballeros – Camus me llamo para solicitar ayuda pues hay situaciones en las que ninguno de los dos, como varones que son, quiere meter mano Jajaja.

- Por qué no te pidió que la trajeras para curarla? – pregunto Dohko.

- Porque Saga no es estúpido. Sabe que pesa una condena sobre su cabeza aquí y que él no podría atenderla personalmente – contesto Shion – Y eso parece que es un problema para ellos.

- Y a un hospital? – pregunto Mu curioso

- Ella no quiere ir a un hospital y además la chica no tiene papeles Mu. Ni siquiera la pueden sacar del país en el que están. – respondió Shion

- Pero no es algo irresponsable… - comenzó a decir Dohko antes de que Shion lo interrumpiera enfadado.

- Dohko! En serio que estas peor que los otros once! Si no te parece que la mande por qué no lo dices y acabamos con las explicaciones que en primera no tengo por qué estar dando?

Tanto Mu como Dohko se quedaron callados.

- Mu! Ve a tu casa a descansar y tu Dohko… ve a ver si ya crecieron las rosas de Afrodita. – dijo volteando hacia donde Mayura ya se veía venir caminando tranquilamente.

Ambos caballeros, acostumbrados a sus 5 minutos de mal humor, hicieron una reverencia y regresaron a la colina mientras dejaban a Shion hablando a solas con Mayura. Si era una mala decisión el enviar a Marín lejos del Santuario, eso solo el tiempo lo diría.

Mayo 26, 12.00 pm

Oficina de Mesis

Belo Horizonte, Brasil

Momo estaba armando un frasco de su famoso "Moco de King Kong" para hacerle una broma a alguna de sus hermanas cuando la puerta se abrió de golpe.

- Ya llegue-eeee – dijo Mesis canturreando y bailando.

- Vaya hermanita… parece que regresaste de muy buen humor. – dijo Momo alzando todos sus triques rápidamente. Mesis no tenía el más mínimo sentido del humor y si veía que intentaba hacer una broma a alguien, lo sacaría de su oficina de las mismísimas bolas.

- Tus hermanas te envían saludos – dijo acostándose en el sofá de piel – Para variar ganamos todos los torneos en los que entramos. Comienzo a aburrirme de siempre ganar.

- Que chiste! Eres la diosa de la fortuna! – Dijo momo mientras terminaba de recoger su tiradero.

- Que insinúas? – dijo medio levantándose para verlo con ojos de pistola – Que hacemos trampa?

- Noooooooo cómo crees – dijo Momo con un tono cantadito – Por cierto… tu hermana favorita estuvo aquí.

- En serio? Y que quería? – dijo Mesis interesada. Su hermana era mal comprendida por la mayoría pero no dejaba de ser su hermana

- Jajaja se le perdió el marido y lo anda buscando Jajaja. – se burló Momo – Tu sabias que se había casado?

- No, la verdad es que… no he hablado con ella en como seis meses. – dijo Mesis muy seria – Que no se supone que andaba en Turquía o algo así?

Momo se encogió de hombros.

- Como carajos quieres que le lleve el rastro a todos 18 hermanos. A excepción de Hypnos y Thanatos que siempre están en el mismo lugar, los demás andan de pata de perro y…

No pudo terminar porque un pesado cojín de piel cayó sobre su cara con fuerza.

- Me estás diciendo perra?

- No Mesis… hablo de todos los demás – dijo Momo doliéndose del tortazo.

- Mas te vale… Ah y que te cuento… conocí al hombre de mi vida!

Momo rolo los ojos. Cuantas veces había escuchado eso desde que trabajaba junto a ella? Mil? Mil quinientas veces?

- Aja… y este que o qué?

Mesis junto las manos y puso ojos esperanzados.

- Es alto, fuerte, guapo, supe varonil, y tierno y tiene cosmo y…

- Y debe de tener novia!

Mesis volteo a verlo enojada.

- Las novias pueden desaparecer!

- Y tú eres la experta en eso, verdad? – dijo Momo con sarcasmo.

- Claro que no! Además esa chapis no es rival para mí. Parece más una niña de secundaria que una mujer.

- O sea que la viste?

- Sí. Pero como dije, no es rival para mí.

- Y… ese hombre tan fabuloso tiene nombre? – dijo Momo sentándose en la silla de piel que siempre ocupaba Mesis frente al escritorio.

Mesis suspiró.

- Aldebarán

Momo abrió la boca sorprendido.

- No jodas!

- Hey!

- Te adivino cómo es?

- Nunca lo vas a logra-ar – dijo Mesis canturreando

Momo saco un folder de un cajón, lo abrió y se puso de espaldas a Mesis.

- Moreno, 2.10 de estatura, 130 kilos, cabello corto y negro, cejas pobladas, ojos negros, abdominales marcados.

- Mmm… yummi… sigue! – animo Mesis cerrando los ojos para recordarlo.

- Vive en Belo Horizonte, viene de Grecia donde se desenvuelve como Santo Dorado de Athena…

Mesis se incorporó rápidamente

- Que dijiste?

- …Llego a Brasil los primeros días de Abril, se ganó una beca en el Cruzeiro A.C. y ahora funge como juez de línea para la Asociación Brasileña de Árbitros de Futbol.

Mesis corrió hacia Momo y volteo la silla.

- Como diablos sabes eso?

Momo le aventó molesto el folder.

- Porque ese es el imbécil que nos está haciendo perder dinero! – y al ver la cara de asombro de Mesis quien abrió rápidamente el archivo – Así es. La gran Mesis está enamorada de su enemigo. Irónico no?

Mesis salió corriendo de la oficina con el folder en la mano mientras momo sonreía. Su perfecta hermana no lo era tanto.

Mayo 26, 12.00 pm

Lobby Bar del Hotel Columbus Isle

San Salvador, Bahamas

Minos, vestido con un traje de vestir negro hecho de algodón especialmente para el clima caluroso, observaba curioso a la muchacha que estaba sentada en el sofá de enfrente. Rubia de ojos grises y con una trenza bastante gruesa, parecía muy joven. Qué interés podría tener Kanon en ella? Recordaba haberla visto en el bar de la alberca cuando estaba ahí trabajando como barman, pero no había despertado su interés como otras de sus compañeras. Parecía una chica demasiado sencilla para sus gustos.

- De verdad no esperaba que usted viniera a decirme que está dispuesto a representar a mi hermano, señor Minos – dijo sorprendida – Cuando le solicite ayuda a mi… amigo, yo jamás aspire a tan grande honor. El señor Julián dice que usted no ha perdido nunca un solo caso!

- Si bueno… parece que "su amigo" tiene buenos contactos Señorita Smirnov – dijo Minos

- Pero… le dijo que… tenia medios limitados para liquidar su trabajo? – pregunto Tania apenada.

Minos sonrió de forma burlona. No esperaba menos.

- Digamos que, no debería preocuparse por eso. – dijo Minos – A decir verdad, ya fui a presentarme como su nuevo representante y revise su expediente. Puedo hacer que su hermano salga fácilmente.

- En serio? Qué bien!

- La pregunta es… que tan rápido quiere que salga?

Tania parpadeo varias veces mientras trataba de entender lo que Minos le decía pero al final no pudo.

- Lo siento… no entiendo la pregunta.- dijo finalmente

- Me refiero a que usted conoce a su hermano mejor que yo – dijo Minos inclinándose frente a ella – Cree que haya aprendido su lección para que no vuelva a caer en la tentación? O que necesita mucho más para hacerlo.

Tania iba a contestarle pero no pudo. La verdad es que no había podido ir a visitar a su hermano aun, y aunque se comunicaba con el regularmente, le gustaría verlo antes de tomar esa decisión.

- Que tan rápido dice que puede sacarlo? – pregunto Tania

Minos la miro a los ojos.

- Tres semanas.

Tania abrió grandes los ojos. Tan rápido? Y por qué el otro abogado no lo había hecho?

- Pienso pedirle unos días al Sr. Julián a principios de mes para ir a ver a mi hermano. Me gusta su idea de darle una lección – dijo Tania – Puedo comunicarme con usted después de que eso suceda?

- Desde luego. – dijo extendiéndole su tarjeta – Yo no tengo la menor prisa. Lo que si me gustaría que me la dijera lo antes posible, ya que tengo ocupada la segunda mitad de Junio.

- Oh si desde luego! Su compromiso con la señorita Shaina verdad?

Minos alzo una ceja.

- Los chismes corren rápido por aquí.

Tania sonrió.

- No. Mi amigo me lo menciono. Creo que él trabaja con ella. Siempre se refiere a ella como "su jefa" aunque sigo sin entender como puede ser si ella es tan joven.

Ahora fue el turno de Minos de sonreír.

- Eso es algo que me encanta de ella.

- Disculpen…. Interrumpo algo importante? – dijo una voz conocida por ambos

Voltearon al mismo tiempo y Saga con una cara de pocos amigos miraba hacia ellos con un aparato de rayos x portátil en la mano.

Minos simplemente se recargo indiferente en su asiento. No era el momento de perder los estribos. Pero Tania si estaba a punto de perderlos. Kanon estaba interrumpiendo su reunión con Minos. Qué tal que lo hacía enojar y dejaba el caso? No podía permitírselo.

- No, no te disculpamos. – dijo Tania – Porque no buscas un bosque y te pierdes en él?

Saga la miro irritado barriéndola de arriba a abajo. En serio se atrevía a hablarle así?

- Minos, me permites unas palabras antes de seguir con lo que sea que dirás que estás haciendo? – dijo Saga muy serio

- No. Estoy ocupado. Lárgate – contesto Minos volteando hacia Tania

A Saga no le sorprendió la respuesta, así que tuvo que usar el plan B. Abrió su celular y le mostro las fotos que acababa de tomarle sonriéndole a Tania y en algún punto tomando su mano. En realidad solo había sido para tranquilizarla pero quien se lo iba a creer.

- Discúlpeme un momento Señorita Smirnov. No tardare y podremos reanudar nuestra reunión. – dijo Minos levantándose lentamente.

Tania asintió con los puños cerrados viendo a Saga con odio. Saga ni siquiera se inmuto. Ni siquiera cuando Tania dentro de su enojo, le enseno el dedo anular de su mano en un ademan por demás grosero antes de levantarse y comenzar a textear en su celular.

Caminaron solo unos pasos antes de que Minos se estirara y se recargara en la pared displicentemente.

- Se puede saber ahora que quieres? – pregunto Minos – Me haces perder mi valioso tiempo.

- Shaina sabe que estas aquí?

- Eso no te importa. Pero para tranquilizarte te diré que sí.

- Y sabe que estas tan bien acompañado? – pregunto Saga con ironía

Minos no contesto. A donde quería llegar Saga? Al Chantaje?

- En serio Saga que carajo quieres?

- Quiero pedirte un favor.

- Ja! Y que te hace pensar que mereces que yo te haga un favor.

- Tu sentido de caballerosidad y del deber.

Minos miro a Saga fijamente. No estaba bromeando.

- Yo… lamento haberte golpeado en la boda de Milo.

- No no es cierto. Te encanto hacerlo. Justo en este momento quieres volverlo a hacer – dijo Minos con una sonrisa.

- Si bueno, está bien, lo acepto. No lo lamento y lo volvería a hacer. – confeso Saga – Y me pongo en tus manos para la revancha si me ayudas a hacer sufrir al alma de un desgraciado al que envié a tus dominios hace unos dos días.

- No gracias – contesto Minos volteando hacia Tania quien seguía texteando – Estoy muy ocupado.

- Por favor…

- No… por cierto… estas estrenando nuevo look?

- Qué?

- Por tu mechón a la tongolele jeje

Saga se tomó instintivamente el cabello. Cierto. Le quedaba aun un mechón gris, pero ya casi desaparecía.

- Si bueno… es parte del problema anterior. Ese tipo le hizo daño a mi novia…

- Ya lo mataste… Que tanto mas quieres?

- Quiero que siga sufriendo, así como ella lo sigue haciendo – dijo Saga bajando la mirada.

- Explícate.

Saga puso el aparato de rayos x en una mesita y saco su celular del pantalón. Busco entre la galería de imágenes hasta que llego a las que le interesaban. Le paso el teléfono a Minos, quien observo las fotografías una por una.

- Tuvo algún accidente?

- No. Te sonara familiar, pero la secuestraron, la torturaron y la golpearon por no entregarles su cuerpo voluntariamente – dijo Saga en un susurro. Apenas podía contener sus emociones.

Minos regreso la mirada a las fotografías. Ese tipo era un experto y su grado de Sadismo se asemejaba al de él.

- Lo siento, pero no puedo hacer nada. – dijo regresándole el celular.

Minos se dio la vuelta y Saga dijo en voz lo bastante fuerte

- Hace poco tu pasaste por lo mismo – dijo haciendo que Minos se detuviera pero no volteara – Sé que si hubieras tenido la oportunidad hubieras hecho lo mismo con Ares, pero por cuestiones políticas no puedes tocarlo…

Minos cerro los puños. Era cierto. Si bien estaba herido todo ese tiempo que paso con Shaina, si se hubiera podido vengar del HDP de Ares, lo hubiera hecho.

- …Te pido me ayudes a vengarla y al mismo tiempo puedes descargar toda esa frustración en este imbécil.

- No debo. Su juicio debe ser justo – dijo Minos entre dientes

- Si la vida no es justa, dudo que la muerte lo sea – dijo Saga – No me harás que le llame a Shaina para que ella te lo pida verdad? Sabes que lo hará si yo se lo pido y no te podrás negar. O en el peor de los casos, Shaina es celosa verdad? Le gustaría ver estas y muchas otras fotos que puedo conseguir de lo bien que la pasas sin ella?

La mirada que Minos le envió a Saga hubiera hecho retroceder al mismísimo Hades. Saga sabía que había llegado a su límite. Si jalaba más la cuerda la iba a romper. Minos volteó a ver el techo. Había por lo menos cuatro cámaras grabando y sabía que Poseidón las revisaba regularmente. Si atacaba a Saga, aparte del escándalo, pago de daños y no volver a ser admitido en el lugar, se echaría al cuello a Hades, Athena y Poseidón. No. Tenía que ser más astuto.

- Lárgate de mí vista Saga. – dijo Señalando la puerta – O llamo para que te saquen.

Saga tomo el aparato de la silla y se detuvo junto a él. Ninguno de los dos se miró.

- Me vas a ayudar?

- Lo pensare.

- Suficiente para mí. Gracias de antemano. – Dijo siguiéndose de largo hacia la casa de Kanon.

Minos estaba enojado. Se dirigió a recepción.

- Disculpa Jackie – dijo a la recepcionista entregándole su tarjeta – Podrías por favor cargar a mi tarjeta los daños?

- Uhhh… cuales daños Señor Minos? – pregunto la mujer buscando algo roto.

- Estos.

Minos tomo cada uno de los jarrones, floreros, estantes, y pinturas que había en recepción y los hizo añicos en sus manos o arrojándolos contra la pared y el suelo.

Tania, quien había salido al estacionamiento, llego corriendo al escuchar el escándalo, pero encontró a Minos recargado en la pared esperándola con una sonrisa mientras personal de limpieza llegaban en silencio a limpiar.

- Pero que carambas paso aquí? – pregunto Tania asombrada.

- El demonio de Tasmania pasó por aquí – Contesto Minos – Que te parece si vamos al restaurante y seguimos con la conversación. Debo regresar hoy mismo a mi oficina.

Tania asintió y ambos salieron hacia allá.

Saga camino pocos metros fuera del hotel cuando encontró dos figuras familiares en el camino.

- Marín! Mayura! – dijo corriendo hacia ellas.

- Saga! – dijo Marín corriendo a encontrarlo – No sabíamos hacia dónde dirigirnos.

- Este lugar es un poco confuso. Síganme por favor. Gracias por venir. – dijo sonriendo

No tardaron más de cinco minutos caminando cuando llegaron a la cabaña de Kanon. Saga les abrió la puerta. Camus estaba a la orilla de la cama con su mano sobre la frente de Laura, tratando de bajarle la fiebre. Se veía cansado, triste y preocupado y el calor no le ayudaba mucho.

- Buenas Tardes – dijeron las chicas.

- Hola – respondió Camus

- Ya que la caballería está aquí… - dijo Saga – Camus… ve a descansar por favor.

- No. Yo quiero ver.

- Camus… - intervino Mayura – No debes estar aquí en este momento para poder preservar un poco la dignidad y el pudor de la chica. Además si no descansas ahora que está tranquila, más adelante será más difícil. Prometemos llamarte tan pronto terminemos. De acuerdo?

Camus comenzó a bostezar y asintió con la cabeza, saliendo así de la habitación.

Saga prendió el aparato de rayos X y lo fue pasando por el cuerpo de Laura. Le tomo aproximadamente media hora pasarlo por todo su cuerpo. Sorprendentemente, solo tenía dos costillas fracturadas y las dos muñecas luxadas.

Suspirando de alivio Saga bajo el aparato y lo puso sobre una de las mesitas para que se enfriara, dejándose caer sobre la silla junto a la cama.

- Tu también ve a descansar. Nosotras nos encargaremos de atenderla mientras tanto. – dijo Mayura con voz seria mientras Marín sacaba todo lo que habían traído en su morral.

- No gracias. – dijo Saga – Prefiero quedarme.

- No te estaba preguntando – dijo Mayura – Lárgate!

Refunfuñando por haber escuchado lo mismo dos veces en menos de dos horas, Saga salió hacia la sala.

- Qué horror! Que crees que pudo haberle pasado? – dijo Marín cuando Saga hubo salido.

- Tiene signos de golpes y tortura – dijo Mayura – Debemos bañarla y cambiarla de ropa antes de atender sus heridas. – Marín asintió – Yo también traje en mi morral una muda, pero tendrás que comprarle más mañana.

Marín volvió a asentir. Tomaba nota mental de todo. No era la primera vez que curaba a un herido, pero definitivamente esto iba más allá de lo que ella jamás hubiera visto.

Mayura cerro la habitación con su cosmos, haciéndolo a prueba de ruidos. Esos dos hombres necesitaban descansar aunque ambos eran demasiado tercos. Ambas tomaron su tiempo para bañarla, lavarle el cabello, y otras acciones básicas de higiene.

- Mayura… - dijo Marín mientras le trenzaba su cabello – Crees que… Shaina haya sufrido así?

- No lo creo. – contesto Mayura mientras le acomodaba la nueva ropa interior a Laura – Y aunque así hubiera sido, Shaina fue entrenada desde niña para soportarlo y sanar rápidamente. Esta chica no lo fue.

- Entiendo – dijo derramando una lagrima por su amiga – Yo escuche sin querer la conversación que ella tuvo contigo…

- Lo sé. Te sentí. – dijo Mayura buscando lo necesario en la caja de material de curación que tenía Saga junto a la cama – Nunca te ensenaron acerca de la privacidad.

- Lo siento. Escuche mi nombre y no pude contenerme – dijo Marín – Me he portado muy mal con ella y te juro que no sé por qué. Yo no soy así! Te dijo que por mi culpa no vivía en el recinto?

Mayura volteo a ver a Marín, quien mantenía la mirada baja con sus dedos trenzando el final del cabello de Laura.

- No. No me ha dicho nada, pero estoy segura que no fuiste tú la culpable Marín. – contesto sacando muchas vendas – Ella no te culpa de nada. Te quiere bien.

- Pero entonces…

- Shaina está pasando por demasiados cambios en muy poco tiempo. Por muy fuerte que ella sea, todo eso la afecta. Tenle un poco de paciencia.

- Mas?

- Y lo que te falta.

Marín iba a contestar cuando ambas sintieron que Laura se movía. Era lógico. Ahora que Saga estaba dormido, el cosmo que mantenía a Laura inconsciente, se había debilitado.

Ambas se acercaron tranquilamente cada una de un lado de la cama. Laura intentaba hablar pero su garganta la tenía seca. Mayura le acerco un poco de agua dándoselo a beber gentilmente.

- Do… donde… estoy? – murmuró

- Tranquila. – dijo Mayura – Ya estas a salvo. Todo está bien.

Para sorpresa de ambas chicas, Laura después de un momento en el que intentaba analizar su entorno, comenzó a sollozar, y retorcerse con apenas unas pocas fuerzas.

- No, no está todo bien. ¡Lo Mató! ¡Y fue mi culpa! – decía volteando la cabeza para ambos lados con desesperación. – Yo tengo que morirme también! Al menos no me vio así! No podría volver a mirarlo a los ojos! Él nunca podría amarme ahora! – gritaba Laura sudando profusamente.

Mayura le limpio el sudor de la frente con una toallita mientras Marín le tomaba de la mano que tenía la venoclisis para evitar que se la zafara por error.

- Laura, nadie va a juzgarte por algo que estaba más allá de tu control. Y él no está muerto. Está durmiendo porque estuvo buscándote sin rendirse y lo necesitaba. No te desesperes. – dijo Mayura mientras le cerraba los ojos aplicándole su cosmos para que volviera a dormir.

Marín estaba en silencio mientras veía caer de nuevo a Laura en un sueño profundo.

- Creo que… No voy a poder yo sola Mayura. Quédate por favor!

- No. Te mandaron a ti, no a mí. Me quedare esta noche para darte instrucciones precisas del que como y cuando, pero no puedes decepcionar a Shion así, me oyes?

Marín asintió.

- Además no estás sola. Saga y Camus estarán aquí, es solo que hay cosas en las que ellos son completamente inútiles. Comprendes?

A Marín se le subió el rubor a su rostro pero volvió a asentir.

- Atiende sus heridas con el ungüento cicatrizante que trajimos, con cuidado de no dañar la piel alrededor y véndaselas. Yo te supervisare. Después aplicaremos los parches calientes donde lo necesitan y al final sus quemaduras.

Tal como se lo indico Mayura, Marín se puso unos guantes esterilizados y atendió su herida en el pecho primero, después sus muñecas y al final las herida en el muslo y en la clavícula.

Cambio de guantes, y atendió sus manos y pies para tratar las ampollas y le aplico unos parches refrescantes en la planta de los pies antes de vendarlos. Contrarrestaría el ardor que sentía por las quemaduras al mismo tiempo que ayudaría a reponer la piel.

Marín se limpió el sudor con la manga y volvió a cambiar de ungüento esta vez para los golpes. Al verlos, el flashazo de un recuerdo reprimido le corto la respiración: Ella estaba en la misma posición de Laura, pero un chico de melena color miel la curaba con un método muy singular. Volteo a ver a Mayura, pero siguió trabajando en silencio.

Minutos más tarde, otro flashazo cruzo por su mente: Ella estaba dormida abrazando a un chico de cabello rubio que tenía desnudo el torso, cansada de soportar el dolor de su corazón roto. Tuvo que detener un momento lo que estaba haciendo para poder parpadear y eliminar esa imagen de su cabeza. Que carajos había sido eso?

Mayura sabía que algo estaba pasando en la cabeza de Marín pero no dijo nada. Era fácil de leer.

Marín regreso a su tarea con dedicación. Minutos más tarde otro flashazo le quito la respiración: su amor había sido traicionado y había una niña de por medio como prueba.

Marín comenzó a hiperventilar y Mayura tuvo que correr para evitar que se le cayera lo que tenía en las manos.

- Estas bien? – le pregunto

- Yo… no se…

- Siéntate por favor. Yo terminare con esto. – dijo Mayura mientras Marín asentía en silencio.

Se sentó en la silla a los pies de la cama. Los recuerdos sucedían uno a uno: Aioria, el ataque en la boda de Milo, su primera vez y todos los que incluían a Aioria en su vida… incluyendo uno muy importante para ella: Su primer beso.

Tuvo que taparse la cara de vergüenza al recordarlo, pues no fue con Aioria… sino con Shaka de Virgo.