Capítulo 123
Mayo 26, 8.10 pm
Tercera casa de Géminis
Santuario de Athena.
Kanon terminaba de platicar con Aioria, quien tenía la guardia. Aioros había visto salir a Marín con una maleta y no sabía a donde se había dirigido. No la sentía dentro del Santuario y estaba preocupado y le había pedido a Kanon que si escuchaba algo por favor se lo dijera para tranquilizarse. Este había accedido y se había metido a su casa justo a tiempo para que su celular recibiera una notificación de Tania para bajar una App. No teniendo nada mejor que hacer, se puso a descargarla y casi de inmediato recibió su primer mensaje de Tania.
T Estoy que me lleva el carajo!
K Hola!
T Perdón! No te interrumpí el trabajo? Es que estaba tan enojada… más bien aún lo estoy.
K No, de hecho ya estoy en casa. Son ocho horas de diferencia recuerdas? Como estas?
T Ofuscada
K Y eso? Que te hicieron?
T Llego un bruto, mal educado, HDP a interrumpir mi cita con el señor Minos!
K Ouch. Creo que no te cae muy bien
T Me cae en el hígado pero eso no fue todo… el *&^%$( (inserta la grosería que quieras aquí) me ignoro, me barrio y le valió que yo tuviera algo muy importante que tratar con él. El señor Minos tampoco estaba muy contento.
K Eso cuando fue?
T Justo ahora!
K Ahhh vaya. Estas entonces en el hotel?
T Sí. Como conseguiste que representara a mi hermano?
K Pues… me puse de rodillas y le rogué y le rogué
T Jajaja no! ya en serio!
K Es en serio!
T Bueno, si no me quieres decir está bien. No puedo reprocharte nada después de todo lo que estás haciendo por mí.
K Que tal el clima?
T Húmedo y Caluroso como cada mayo.
K Yo quiero que llueva. Me gusta la lluvia.
T Aquí no te gustara. Hay truenos y relámpagos.
K Por eso mismo. Se pone más interesante. Pero entonces, sigues con Minos o no.
T Esta platicando con el idiota ese.
K Jajaja ya! No puede ser tan malo!
T Claro que sí, me jode cada vez que puede, incluso intento…
K Intento..?
T Mmm… olvídalo. Creo que estaba borracho. No lo tomo en cuenta.
K Uhhh… es vecino tuyo?
T Uy no! Ningún vecino mío podría hablarle al Señor Minos como lo hizo. Es un cabeza hueca amigo del Señor Julián. Tal vez lo conozcas. Se llama Kanon.
Kanon hizo malabares para que no se le cayera el teléfono de la impresión.
K Espérate… Kanon está con Minos?
T Sip. Y por lo que veo están discutiendo. Mejor me salgo al estacionamiento. No quiero verme como una metiche. Tú lo conoces?
K Si
T El Señor Julián lo tiene en alta estima. Para mí solo es un estúpido mujeriego más.
K Jajaja bueno… no te equivocas, pero no puedes negar que está muy guapo y tiene con qué.
T Si bueno, pero ese no es el punto!
K Y entonces cuál es? No es casado, esta joven, tiene buen trabajo…
T Tú también y tú no eres así.
K Uhhh… tú no puedes saberlo
T Pues si lo sé! Espera. Kanon ya se fue, tengo que regresar al Lobby. Te escribo luego.
K Ok.
Kanon guardo el celular y se aventó en el sofá. Ok. Si necesitaba una comprobación de que Tania lo odiaba, ahí estaba por escrito. Bueno… no era ni la primera ni la única… y entonces porque le dolía?
Cerro los ojos unos minutos, y sin querer se quedó dormido. El celular lo volvió a despertar.
K Parakalos
M Kanon, soy Minos.
K Minos, buenas noches.
M Solo para informarte que ya me puse de acuerdo con Smirnov como quedamos.
K Muchas gracias.
M Y para decirte que le voy a romper su estúpida sonrisa a tu hermano.
Kanon se incorporó del sillón. Entonces era cierto. Saga había hablado con Minos.
K No sé qué te dijo, pero por favor, no lleguen a eso.
M Kanon… intenta chantajearme!
K Que que?
M Estaba con Tania y comenzó a tomar fotos. Intenta que haga lo que él quiere o le mandara las fotos a Shaina! Y no voy a permitir ser manipulado por ese imbécil!
K Pero qué carajo…!
M No voy a permitir que le meta estupideces que no son en la cabeza a Shaina…
K Tu y yo sabemos que solo estas ahí para ayudar a Tania y a mí.
M Aja. Pero tu celosa Sanbocho no lo sabe.
K No sé qué carajos te pidió, pero compréndelo. Está pasando por un momento muy difícil.
M Y debo sentir compasión por ese idiota? No! Es más. Voy a hacer lo contrario a lo que me pidió. Puedo asegurarte que le va a doler tanto que querrá venir a golpearme al mismo inframundo.
K Pues que te pidió?
M Necesito que vayas con Shaina y le expliques quien es Tania y porque estoy aquí.
K Ahorita?
M Sí.
K Ya debe estar dormida!
M Por favor! Son casi las nueve. Ella no se duerme hasta después de las 10.
K Tu como sabes eso?
M Por qué es la hora en la que le llamo. Así que tienes una hora para subir y decirle todo.
Kanon se tomó la cabeza. Si no lo hacía, Minos en su capricho dejaba a Tania sin representación, Shaina se enojaría con Minos si Saga llegaba a enviarle esas foto, Saga se enojaría con Kanon si sabía que estaba en contacto con Minos. Su vida se le estaba complicando aún más.
K Está bien. Voy a subir a decirle a Shaina todo el asunto de Tania, pero deja en paz a Saga. No está en su mejor momento.
M Kanon… yo estoy viviendo mi vida muy tranquilo y llega tu hermano a joderme otra vez y quieres que lo deje en paz? Quien crees que soy? La madre Teresa?
K No desde luego que no, y por eso mismo. Él tampoco está manco y este va a ser un pleito que solo terminara dañando a los que quieren.
M Desde cuando eres tan malditamente cursi Kanon? Sube a platicar con Shaina y yo no le hare nada a Pepe le Pu Jajaja por esta única ocasión.
K Quién?
M Olvídalo. Regreso a mi casa y llegando le llamare a Shaina. Te mantendré al tanto de lo que ocurra con el muchacho.
K Gracias.
Minos colgó el teléfono y Kanon solo suspiro mientras salía rumbo a la Oficina de Shaina. Seguro que si se hubiera quedado en el bando de Poseidón, no tendría que estar pasando por todo esto.
Mayo 26, 8.15 pm
Octava Casa de Escorpio
Santuario de Athena.
Shaina, de nuevo vestida en su uniforme, con una canasta en la mano, toco la puerta.
- Quién?
- Soy Shaina Samira.
- Adelante esta abierto – grito
Shaina inhaló profundamente antes de abrir. Enarcó una ceja cuando vio a Samira en posición de Loto sobre la alfombra de la sala con muchos papeles a su alrededor y una mesita baja por si necesitaba escribir. Donde había quedado el glamour?
Samira estaba con una pijama de pantalón y playera que sorprendió a Shaina.
- Salam Samira!
- wa-`alaykum assalām Shaina – dijo Samira – Ven, pasa. Perdón que no me levante, pero cada día me cuesta más trabajo.
- Por él bebe?
- Sí, no porque pese mucho, pero mis piernas están comenzando a retener un poco de líquido y me duelen – dijo sonriendo mientras le ofrecía con la mano sentarse frente a ella – Ven. Ayúdame a checar la lista de invitados. No te esperaba hasta mañana.
- Voy subiendo apenas y como no sé qué tan ocupada vaya a estar mañana – dijo Shaina subiéndose un poco el vestido para poder acomodarse igual que Samira y quitándose la máscara dejándola frente a ella – Aunque últimamente Shion casi no me está dejando trabajo.
Samira le sonrió mientras le extendía una lista.
- Creo que Shion está dejando que te ajustes de nuevo o te está consintiendo. En ambos casos, disfrútalo mientras puedas.
- Si verdad? – dijo Shaina revisando la lista – A estos doce son a los hay que enviarles la invitación por medio de Hermes. A los demás, y si tienen celular, electrónicamente.
Samira anotó las instrucciones.
- Te ayudaría a rotular los sobres Samira pero estoy cien por ciento segura que tengo letra tan fea que no llegarían a tiempo Jajaja
- Jajaja No te preocupes. Yo los rotulo mañana y los mando mañana mismo. – dijo Samira – Ya tengo la versión electrónica. Mira. – dijo ensenándole la laptop.
- Te quedó hermosa – dijo Shaina.
Samira sonrió y siguió haciendo lo que estaba haciendo antes de que Shaina llegara. Volteo hacia ella.
- Hay mil disculpas Shaina, quieres un té o un café? No sé dónde quedaron mis modales.
- No Samira, no te levantes. Estoy bien. De hecho solo vine a darte el traje que me prestaste.
- Oh no! Te lo regalo!. Creo que a ti te queda mejor el color que a mí. – dijo Samira sonriendo – Que tal quedaron las fotos?
- No las he visto, pero Yulij dijo que podría vender las fotos al Playboy. Jajaja
- Shaina! – exclamo escandalizada.
- Mentira, era broma. No esta tan atrevido. No muestro nada jijiji – dijo encogiéndose de hombros
- Menos mal! - dijo Samira más tranquila – No deben hacerse fotos así para un novio. Qué tal que rompen por algo y terminan en internet
Shaina se echó a reír nerviosa. Si pero Minos ya no es mi novio – se moría por decirle.
- No, no te preocupes. Minos y yo no vamos a romper en mucho tiempo. – dijo Shaina con tono enigmático.
Samira dejo las manos quietas y volteo para verla.
- Jajaja Geist dijo que estabas loca, pero ahora comienzo a creerlo. Que vas a hacer? Cuéntame! – pidió Samira entusiasmada.
Shaina se ruborizo. Para que se había quitado la máscara? Pero después de todo, necesitaba a una cómplice. No podría tener todo listo si no era así.
- Puedo confiarte un secreto?
- Claro que sí!
- Pero… no debes decírselo ni a Milo – insistió Shaina.
Samira pareció capitular un poco más.
- Está bien mientras no lo perjudique no le digo nada.
Shaina sonrió con malicia. No. No le perjudicaría, mas no estaba segura que no le fuera a doler.
- No tendría por qué. – respondió – Esta fiesta de compromiso… No lo es.
Samira pareció no entender.
- Explícame por favor.
Shaina comenzó a retorcer su vestido nerviosa.
- Es que… Hera quiere que hagamos una… ceremonia de Handfasting.
Samira se quedó callada unos segundos y después toda la cara se ilumino con una sonrisa.
- De verdad? Alhamduliallah! Bendito Dios! – dijo tomando ambas manos a una sorprendida Shaina – El alma me vuelve al cuerpo.
- No entiendo – decía Shaina algo divertida
- Perdóname Shaina por ser tan egoísta!
- Sigo sin entender.
- Milo… siempre habla de ti y se preocupa mucho… cuando desapareciste estaba tan triste y angustiado que yo comencé a tener celos. – confeso Samira – Creí que me lo querías quitar y que el… Ay no me hagas caso! Es que eres tan bonita y todos se preocupan por ti… Camus dijo que era porque todos te ven como su hermana menor, pero debí estar loca o tal vez había un genio malo que me hizo creer todas esas tonterías que me decía mi cabeza… que tonta fui!
Shaina se quedó callada. Que podía decirle?
- Pero cuéntame! Como es esa ceremonia? Es como la mía? Por qué entonces todos dicen que es un compromiso?
- Eso es porque nadie sabe lo que haremos Samira y es muy muy muyyyy importante que todo siga así hasta que suceda. – advirtió Shaina – Te lo digo a ti porque tú me estas ayudando con la organización y hay cosas que posiblemente no entendías del por qué se hacían.
- Eso es cierto.
- Además necesito una cómplice y quien mejor que tú? Tú no eres una chismosa como todas las demás. – dijo Shaina sonriendo
- Es por eso que todas las maestras estarán ahí verdad?
Shaina asintió.
- Son mis amigas. Deben estar ahí conmigo en ese día tan especial.
Samira comenzó a patalear y manotear de emoción.
- Que emoción! Que emoción! Que emocioooooooooooon!
- Jajaja Bueno… ya que vi que lo tomaste un poco más loco de lo que suponía… Yo no tengo ni la más remota idea de lo que es la ceremonia del Handfasting, pero estuve viendo por internet y parte importante es un lazo.- dijo Shaina sacando de la canasta otra bolsa de plástico – Se supone que debe ser de dos metros, pero no me pude decidir…
- Para eso pasaste a la mercería en el centro comercial? – pregunto Samira incorporándose con esfuerzo.
- Ese bebe esta enorme – dijo Shaina al ver como se marcaba su vientre por sobre la camiseta – Seguro que es niño.
- Inshallah. Dios quiera Shaina – dijo Samira estirándose y sentándose en el sillón. - Que traes ahí?- Dijo señalando la bolsa
- Lo que compre en la mercería – dijo Shaina – En internet decía que el cordón o lazo podía ser del color que quisiera para mi… unión, pero…. Resulta que quiero todos.
- Jajaja como que todos? – pregunto curiosa
- Naranja para la Adaptabilidad, atracción, bondad y abundancia; Amarillo para Atracción, encanto. Confidencia, balance y armonía; Verde para fertilidad, fortuna, salud, alimento.
- Ahhh ya entiendo…
- Azul Obscuro para longevidad y fortaleza; Azul Claro para tranquilidad, entendimiento, paciencia; Morado para sanación, transmutación, poder, progreso, fortaleza; Negro para Fortaleza, empoderamiento, sabiduría/visión, éxito amor puro.
- Ohhhh tienes razón son muchos colores!…
- Espera aun no termino… - dijo Shaina sacando un rollo de listón cola de ratón de cada color - Blanco para pureza espiritual, verdad, paz, devoción; el gris para balance, neutralidad; obviamente el rosa para el amor, unidad honor, romance, felicidad
- Uyyyy
- Por último el Café para la Salud, talento, habilidad, hogar y corazón, tierra; el plateado para la Creatividad, Inspiración protección; el dorado para Unidad, longevidad, prosperidad, fortaleza y por último y más importante – dijo Shaina ruborizándose – el Rojo para la voluntad, pasión, fertilidad, coraje, vigor, sexualidad.
Samira se quedó pensando un poco y consultó su computadora.
- Aquí dice que puede ser del color que quieras y puedes hacer las combinaciones que quieras – dijo Samira leyendo un blog – Pero si lo haces de todos los colores, vas a parecer bandera del orgullo gay.
- Samira!
- Jajaja pero es cierto – dijo Samira dejando la computadora a un lado y tomando los rollos – Mira… se me ocurre algo a ver qué opinas.
- A ver
- Podemos hacer una trenza con el Rojo, Naranja y Amarillo.
- Ok.
- Dejas a un lado el Azul obscuro, el Morado y el Negro porque en realidad se repiten en otros colores los significados.
- Ahhh es cierto!
- Después hacemos otro en color Verde, con rosa y café
- Aja
- Y lo intercalamos todo para hacer una sola cuerda un poco gruesa con mucho listón de color blanco. – dijo Samira cerrando los ojos para imaginárselo – Para que no le falte el azul, yo tengo unas cuentas de turquesa… podemos agregarlas junto con muchas monedas plateadas y doradas de mis faldas de entrenamiento.
Shaina abrió los ojos sorprendida de la agilidad mental de Samira.
- Wow Samira! Gracias! Es una idea excelente!
- Ya que supongo que no quieres que Shion se entere, déjamelo. Hare algunas pruebas y te las mostrare en unos días. – dijo Samira guardando todo en la bolsa
- De verdad? Gracias! Es cierto. No quiero que se entere.
De repente tocaron a la puerta.
- Shaina… puedo sentir que estas allá adentro. Necesito hablar contigo. Hola Samira!
- Hola Señor Kanon! – contesto Samira desde donde estaba.
- Ya voy! Dame un minuto! – Grito Shaina – Gracias por todo Samira. Eres muy buena conmigo.
- Tu también lo has sido conmigo Shaina.
Shaina tomo su bolso, se puso su máscara y se salió de la octava casa.
- Ya no puedo ni chismear a gusto Kanon? – dijo Shaina de buen humor.
- Puedes, solo que Samira tiene que descansar. Por si no te has dado cuenta, está embarazada. – dijo bromeando
- Si ya… a ver si también vas a cuidar así de bien a la madre de tu sucesor.
La cara de Kanon se ensombreció. La verdad es que ni siquiera había hecho el intento y estaba más cerca Saga de conseguirlo que el mismo.
- Shaina… Si te platico algo… prometes no gritarme hasta que termine de hablar ni decírselo a nadie? En realidad quería hacerlo antes porque necesito alguien con quien hablarlo pero tú sabes… con todo lo que te paso…
- Sí. Entiendo Kanon. Soy toda oídos.
Ambos comenzaron a subir mientras Kanon le contaba casi todo sobre cómo había conocido a Tania. Era obvio que tenía que hacerle la versión ligera. Kanon hablo y hablo, solo callando mientras pasaban alguna de las casas. Shaina escuchaba en silencio, de vez en cuando apretaba la mandíbula o los puños para evitar golpearlo y dos o tres veces tuvo que detenerse para agitar su cabeza para quitar la imagen de su cabeza.
Cuando llegaron a la oficina de Shaina y hubieron cerrado la puerta, Kanon ya había terminado su relato y Shaina pudo dar rienda suelta a lo que pensaba y lo primero fue soltarle sonora cachetada.
Este no hizo nada por detenerla ni por preguntarle por qué. Era obvio que se lo iba a gritar en pocos segundos.
- Nunca creí que fueras tan cretino Kanon! Qué clase de persona hace lo que tu hiciste? De Poseidón no me extraña. Todos los dioses son un fastidio! Pero tú? Te creía mejor que ellos.
- Estoy de acuerdo. – dijo Kanon tranquilamente
- Esa pobre chica cree que eres una persona más o menos noble y resulta que todo lo maquinaste para tirártela? Y de dónde diablos sacaste tu cincuenta mil dólares? Acaso robaste un banco?
- No es tanto así…
- Pues así lo interpreto yo! Eres un maldito cerdo!
- Ya lo sé.
- Y entonces para que me lo cuentas? – grito Shaina
- Porque quiero que me ayudes, que me aconsejes como mujer – contesto tranquilamente – Cuando todo esto paso yo estaba en una etapa difícil. No era yo mismo.
Shaina se quedó callada temblando de rabia.
- Todo esto fue… antes de tu ultima purificación? – preguntó en voz baja
- Sí. Ya no quiero hacer todo eso que te dije. – confeso – Yo solo quiero ayudarla, resarcirme y salir de su vida… ayúdame si? Ya no tengo ni a mi hermano, ni a Milo, ni a Camus… no confío en nadie más.
Shaina lo miro a los ojos y su mirada se suavizo.
- Eres conocido como un manipulador de dioses. Como sé que no haces lo mismo conmigo?
- Pregúntale a Minos. – dijo Kanon bajando la mirada – Él me está haciendo el favor de ayudarme con el caso del hermano de Tania. Para que le rogaría a tu novio ayuda si no quisiera de verdad cambiar lo que hice?
Shaina se sentó en su escritorio. Minos estaba haciendo eso por Kanon? A pesar de lo que Saga le había hecho? Por qué?. Por qué Kanon decía que ya no contaba con Saga, Milo o Camus? Se habría peleado con ellos? De que se había perdido mientras estuvo fuera?
- Minos estaba hoy con Tania… - comenzó a decir Kanon con voz tranquila
- Si… algo me dijo que se iba al Caribe por trabajo… - reflexiono Shaina
- Es que debía presentarse como el nuevo abogado del muchacho antes de que le asignaran a cualquier estúpido, y yo quería al mejor. – dijo Kanon muy serio.
Shaina sonrió por primera vez. El hecho de que Kanon reconociera el trabajo de Minos la llenaba de orgullo.
- Ay Kanon! No tengo ni la menor idea de cómo te podría ayudar yo – dijo Shaina suspirando – El nivel de la tarugada que hiciste excede mi imaginación.
- Me ayudas mucho escuchándome, Shaina. Gracias. – dijo Kanon sonriendo – Creo que ya es muy tarde y te he mantenido ocupada demasiado tiempo. Si Shion me ve por aquí me va a reganar y el Gato también pues anda haciendo sus rondines.
- A ese ni me lo nombres que me hará daño la cena – dijo Shaina – Ven cuando quieras a platicar. Me hará bien un amigo que haga tonterías más grandes que las mías.
- Solo si prometes cachetearme cuando me lo merezca – bromeo Kanon
- Jajaja eso no te lo prometo. Te lo juro! – siguió el juego Shaina antes de que su teléfono sonara.
Era Minos y ambos lo sabían, y eso daba el pie, para que Kanon saliera de ahí satisfecho. Aunque antes de contestar a Shaina le llego una revelación: Que no Sammy había hablado de una Tania cuando Kanon estaba enfermo?
Mayo 26, 1.30 pm
Cabaña de Kanon
San Salvador, Bahamas
Mayura termino de atender a Laura y siguió con Marín. Estaba blanca como el papel y seguía sentada sin saber qué es lo que era real y que no lo era.
- Ven – le dijo Mayura tomándola de la mano – Ella estará dormida un poco más.
Marín la siguió como autómata. Que era real? Que no lo era?
Llegaron a la terraza y siguieron de largo hacia la playa. Mayura la hizo sentarse en la arena viendo hacia el mar y ella se hinco de frente tomándole las manos.
- Que es lo que pasa? Cuéntame.
- Yo… Aioria de Leo…
- Ahhh finalmente recordaste – dijo Mayura sonriendo – Menos mal. Ya me estabas preocupando.
- Es real?
- Tu relación amorosa con Aioria? Sí. – contesto Mayura
Marín dejo de ver a Mayura para ver a la arena rosada.
- Entonces… todo es cierto. – dijo Suavemente - Mi cumpleaños, nuestras escapadas…
- Supongo que sí. – contesto Mayura sin soltarle las manos
- …Su traición….
Mayura se sorprendió. Aioria había traicionado a Marín? De qué forma? Por qué no se lo había contado?
- Eso no lo sé Marín.
- El… estuvo con alguien… en Asgard. – murmuro Marín más para ella que para contárselo a Mayura – Nosotros llevamos casi 4 años como pareja… El me traiciono…
Mayura por fin comprendió la raíz del problema. Aioria había fallado en lo único que Marín no perdonaría: Su lealtad hacia ella.
- Marín… ya hablaste con él al respecto? Como fue que te enteraste?
- No creo que importe como me entere – dijo Marín en el mismo tono de antes – Creí que él me amaba… que me seria fiel… pero para él, mi amor incondicional no vale nada.
- No digas eso! Él está destrozado por tu rechazo… - dijo Mayura – Yo hablé con él y con su hermano. Incluso nos contó como fue que pasaron de amigos a algo más.
Marín volteo a ver a Mayura y sonrió tristemente.
- Supongo que estoy pagando el castigo a mis pecados por estar con él.
- No digas eso Marín – contesto Mayura – No eres una cualquiera como para que necesites castigo, y aun así…
Marín comenzó a reír de forma nerviosa.
- Sabes que es lo peor de todo? Que Shaina tenía razón Jajaja Aioria solo quería usarme como su incubadora. Siempre dije que yo no me dejaría engatusar por ningún hombre y caí con Aioria. Que Ironía.
- Vamos Marín. Necesitas sobreponerte. No es el fin del mundo y tampoco es el único hombre sobre la tierra – intento calmarla Mayura – Estarás una o dos semanas lejos del Santuario y esto te dará tiempo para pensar con sangre fría.
La pelirroja asintió inhalando profundamente.
- Eres muy fuerte Marín. Este dolor que sientes pasara. Pero debes hablar con Aioria a tu regreso. Si después de hablar con él, no tienen arreglo, todas nosotras te ayudaremos a superarlo. Me lo prometes? – pregunto Mayura
- Sí. Gracias.
- De acuerdo. Ahora volvamos. Debemos comenzar a hacer el almuerzo antes de que esos dos estorbos histéricos despierten.
Marín le sonrió débilmente.
- Puedo quedarme unos minutos más? Te alcanzo enseguida. – dijo Marín
- De acuerdo, solo no te demores mucho. Necesito mostrarte los mejores menús para que los auxilies este tiempo.
- No, no tardare mucho – prometió Marín
Mayura asintió y regreso a la cabaña.
Marín se quedó sola en la playa. Se abrazó de las rodillas y cerró los ojos. El vaivén de las olas y el silencio a su alrededor, logró tranquilizarla lo suficiente para respirar profundamente y sonreír. Sintió de nuevo paz. Esa paz que había conocido por primera vez a los doce años y que acababa de recordar el momento preciso.
Flashback
Marín salió del Santuario hacia la playa como alma que llevaba el diablo. Era uno de esos días en los que todo se le había juntado: Seiya lloriqueando por lo pesado de su entrenamiento y la pérdida de su hermana, lo que le hacía recordar a ella misma a su hermano perdido, Shaina jodiendola junto a los demás plateados por ser extranjera, Mayura insistiendo en que su nobleza se confundía con debilidad y así nunca lograría nada extraordinario… Acaso era noche de luna llena o algo así.
A pesar de que todos conocían su naturaleza tranquila, Marín, a sus 12 años ya había demostrado ser una digna poseedora de la armadura de Águila, pero seguía siendo solo una adolescente y también alcanzaba de vez en cuando su límite emocional.
Llego a las rocas donde el mar rompía las olas con fuerza y se abrazó a una de ellas. Jadeaba por el esfuerzo de correr tan rápido con tal de olvidar todo lo sucedido en el día. Se quitó su máscara para limpiar sus lágrimas y se dejó caer en la arena.
La noche estaba tranquila, estrellada. Levanto los ojos aun llorosos al cielo y una estrella fugaz ilumino el horizonte. Cerro los ojos y junto sus manos elevando una plegaria. Su deseo? Ser lo suficientemente fuerte para soportar lo que sea que le deparara el destino.
- Es refrescante saber que no todos los santos de Athena son unos monigotes sin sentimientos – dijo una voz cerca de ella.
Marín volteo y vio a un chico joven, alto, muy delgado y de cabello largo y rubio parado junto a ella. Estaba vestido con una túnica anaranjada y estaba descalzo. Tenía los ojos cerrados y Marín lo confundió con un chico invidente, por lo que no hizo ningún intento por cubrirse la cara. Termino de limpiarse sus lágrimas y comenzó a levantarse el chico se sentó junto a ella en posición de loto.
No sabía que debía hacer. Tenía que irse o podía quedarse?
- Y por qué se supone que estas llorando? – pregunto el chico
- Yo solo tuve un momento de debilidad – dijo Marín enderezándose orgullosa – A veces me pega muy duro que me digan que no pertenezco aquí o que no soy digna portadora de mi armadura porque soy Oriental.
- Ahhh… solo es por eso?
- Obvio que no, pero ese es el más recurrente.
- Sí. Se lo que se siente. A mí también me hacen bullying por eso. – dijo el chico
Marín lo miro curiosa.
- Acaso también entrenas para ser un Santo de Athena?
- Algo así.
- Y… tampoco eres europeo verdad?
- No. Soy Hindú. Mis compañeros se burlan de mi cada que pueden por ser un Hindú rubio, por practicar el budismo y por no tener la musculatura que ellos tienen. Soy demasiado delgado dicen. – dijo el chico sonriendo – Pero no me ves llorando por los rincones.
- Y como lo haces?
- Que cosa?
- Soportarlo
- Medito.
- Y funciona?
- A mí sí. Me da fuerza, tranquilidad y paciencia para esos brutos – dijo el chico sonriendo con una sonrisa más amplia
Marín sonrió por primera vez.
- Jajaja eres muy gracioso.
El chico puso una cara muy seria
- No me gusta que me digan payaso.
Marín se sintió mal casi inmediatamente, pero después el chico volvió a reír tan fuerte que tuvo que acostarse en la arena.
- Te la creíste!
- Eres odioso! – le dijo Marín lanzándole un puñado de arena
- Sí. Si lo soy. Y tú eres muy bonita cuando te enojas.
A Marín se le subieron los colores al rostro. Como podía decirle eso si él no podía verla?
- No necesito "verte con los ojos" para saberlo. – dijo el joven sonriendo
Marín no supo que decir. Ese chico era demasiado extraño.
- Yo… creo que debo irme.
El chico la tomo de la muñeca impidiendo que se fuera, pero contrario a lo que Marín pudo haber pensado, no sintió ningún miedo.
- Lo siento – dijo – Creo que me han ensenado muchas cosas pero mis modales, al convivir con puros chicos se me han olvidado. Soy Shaka.
- Yo me llamo Marín, y creo que estoy rompiendo las reglas al estar aquí sola contigo así que si me disculpas…
Shaka sonrió antes de soltarla. Ella tenía razón. Estaba prohibida ese tipo de convivencia. Marín se levantó y se sacudió la ropa de arena mientras Shaka volvía a recostarse esta vez en silencio con los brazos bajo su nuca en una actitud completamente relajada.
Marín se inclinó hacia adelante para recoger su máscara y volver a colocársela pero la arena cedió bajo sus pies haciendo que se fuera hacia adelante. Shaka vio el movimiento y con rapidez y precisión la detuvo de la cintura impidiendo que se fuera de bruces. Ni él ni ella dijeron nada. El la estaba tocando con delicadeza, como si temiera romperla. El rubor volvió a cubrir a Marín. Sabía que debía golpearlo o al menos quitar las manos de su cintura, pero el asombro la había paralizado. El la fue soltando poco a poco y el peso de su cuerpo confabulo con la gravedad para que la cara de Marín quedara muy cerca de la de Shaka. Los dos contuvieron la respiración. Sabían lo que vendría y ninguno de los dos lo detuvo. Marín hizo que el trayecto de su caída siguiera su curso y sus labios tocaron los de Shaka muy suavemente. No fue más que el toque de sus labios, sin nada de exploración, ni pasión, ni romance, pero aun así era el primer beso que daba. Y para Shaka también. A sus 16 años, todo su tiempo lo pasaba leyendo, meditando y entrenando. No había tiempo para las chicas si quería ser el mejor de los caballeros dorados y ahí estaba. En plena adolescencia, frente a una preciosa niña pelirroja de 12 años recibiendo su primer beso.
Shaka instintivamente le tomo la mano. No sabía que otra cosa podía hacer sin comprometerlos a ambos. Eran demasiado jóvenes. Pero sus hormonas juveniles y su cuerpo lo estaban traicionando.
Separo a Marín suavemente y fue en ese momento que algo cambio su vida para siempre. El tiempo se detuvo y Buda se presentó frente a él.
- Shaka… que has hecho? – dijo Buda en tono triste
- Señor Buda!
- Te he ensenado que debes buscar la frugalidad, la templanza y la pureza como parte de tu autodisciplina. No puedes alcanzar la perfección si recurres al hedonismo y respondes como cualquier humano ante los cambios hormonales de tu cuerpo.
- Lo siento – dijo Shaka de forma triste
- No lo hagas Shaka, no te pongas triste. Aun no terminas tu entrenamiento y me preocupa que no logres el nivel de iluminación que requerirás para pelear contra los enemigos de Athena si no obtienes el dominio total de ti mismo mediante la disciplina de tu cuerpo y espíritu. Te he dado todo lo que necesitas para hacerlo.
- Y se lo agradezco mucho maestro. Tiene razón. No volverá a ocurrir. – dijo muy serio mientras tomaba nota mental de todo lo que buda le decía.
- Pelea por Athena, Shaka. Eres uno de los elegidos para poder por fin ayudarla a llegar a un entendimiento con sus enemigos, pero para eso, debes conservar toda tu pureza. Una vez que hayas logrado esto, te prometo que serás libre para amar como hombre. No eches a perder en este momento todo por lo que has luchado desde que naciste.
Shaka asintió. Debía mantener su pureza para alcanzar su máximo nivel de iluminación. Entendido.
- Ahora Shaka, borra ese recuerdo de la memoria de la amazona. Ella no es para ti y solo la enviarías a la desolación, al odio y la venganza de no hacerlo.
Buda desapareció y Shaka inhalo profundamente. Él también debía borrar ese momento de sano placer de su cabeza. Durmió con su cosmo a Marín y le borro el recuerdo de siquiera haberlo conocido hasta ese momento. La cargo en sus brazos y la deposito a los pies del árbol más cercano a su cabaña con su máscara puesta.
- Adiós Marín. Lo siento. Pero debo lograr la iluminación para auxiliar al mundo. Se fuerte y se feliz.
Shaka desapareció con el viento y Marín abrió los ojos media hora después. En qué momento se había quedado dormida bajo ese árbol? Se desperezo y sonrió. Lo que sea que hubiera soñado debió haberle dado fuerzas y extrañamente, se sentía en completa paz y lista para enfrentar al mundo y a cualquier persona que la desafiara.
Fin del Flashback
Marín se levantó de la arena y siguió el camino que había tomado Mayura. Ella tenía razón. No era el fin del mundo ni Aioria era el único hombre sobre la tierra. En este momento, debía concentrarse en ayudar a la recuperación de Laura antes de regresar al santuario. Ella no era egoísta y debía pensar en los demás antes que ella.
Mayo 27, 00:15am
Recamara de Liz
Nueva York, Estados Unidos
Liz levanto la cabeza y se despertó con el sonido de las sirenas de los servicios de emergencia pasando a toda velocidad por la calle donde vivía. Se había quedado dormida sobre la computadora portátil mientras pasaba otro capítulo de su tesis y ahora el escandalo le decía que el problema era a pocas calles de su casa.
Se asomó por la ventana y pudo ver que varios de los vecinos salían a ver lo que estaba ocurriendo. Era natural. Era la tercera vez en dos días que los servicios de emergencia (policía, bomberos y ambulancias) corrían a socorrer a alguien de esa calle. Las desgracias estaban cayendo sobre sus vecinos y no había nada que pudieran hacer para evitarlo. Liz se calzó sus pantuflas y bajo las escaleras. Sam estaba afuera platicando con su vecina de enfrente. Parecía inaudito que la primera hubiera sido un accidente en la bañera. Al parecer a la Señora Robinson se le había caído su reproductor de música a la tina y había muerto. La segunda, un empleado de construcción se había caído del techo justo sobre el pico de la verja del jardín, atravesándose el cráneo y esta vez era un incendio unas diez casas al norte de la de ellos.
Sam vio de reojo a Liz y se disculpó con su vecina para ir a su encuentro.
- Lizzy… que haces despierta?
- Ahora que paso?
- La casa de los Grant se incendió. Dicen que posiblemente la veladora que ponía la señora Judy al sagrado corazón todas las noches incendio las cortinas. Lo malo es que ella estaba dentro.
- Oh no! – dijo Liz tapándose la boca con ambas manos - Ella siempre era muy amable con todos.
- Lo se Lizzy. Lo sé. Sera una gran pérdida para la comunidad.
- Y donde esta papa? – pregunto Liz – No debería estar aquí calmando a los vecinos?
Sam la miro por un momento y Liz supo instantáneamente que su padre andaba con sus tíos.
- Oh no! No está haciendo lo que yo creo que está haciendo verdad?
- Están investigando nada más. Tranquila. Solo es por precaución. – contesto Sam para tranquilizarla – Porque no vas y lo esperas en su despacho? Así cuando llegue podrás hablar con él.
Liz asintió.
- Usare la línea privada de papá por si me buscas – dijo Liz a Sam – No quisiera que no pudiera comunicarse en una emergencia.
- Descuida. Yo estaré afuera tratando de tranquilizar a los vecinos.
Liz salió de la estancia y se dirigió a la oficina privada de su padre. En realidad siempre la causaba calosfríos. Toda la bendita oficina era blanca: Muebles, pared, decoraciones, artículos de oficina y hasta la computadora.
- Como no se vuelve loco aquí! – dijo antes de sentarse la silla de piel blanca en la que se sentaba su padre.
Comenzó a tamborilear los dedos sobre el escritorio. Todo estaba tan bien ordenado que le daba miedo tocarlo. Finalmente se le ocurrió una idea loca: Escribir todas esas preguntas locas que estaban atormentando su cabeza desde la mañana del día anterior y llamarle a Shion para ver si tenía las respuestas, después de todo, Shaka le había dicho que después de Athena, Shion era la persona más sabia del santuario sin excepción.
Esta vez tuvo mucho cuidado de ver la hora. Serían las 8.30 en Atenas si hacia bien sus cálculos, así que no había problema. Tomo el teléfono inalámbrico de su base y marco el número que sabía de memoria gracias a su elevada memoria.
Mayo 27, 8.30 am
Comedor de los aposentos del patriarca
Santuario de Athena, Grecia
Shion se sentaba a la mesa del desayuno con sus invitados: Aioros y Dohko, Shaina y los niños, completamente frustrado. Era la tercera vez que Saori y compañía le llamaba desde la fundación para consultarle tonterías: La primera había sido Tatsumi para saber si podían reembolsarle el dinero que le había prestado a Shun para ir; La segunda era de Hyoga para ver si Camus ya había regresado a su casa para ver la sorpresita que le había dejado; y la tercera había sido la mismísima Saori histérica porque le había salido una cana y no sabía si arrancarla o dejarla. Era como si lo estuvieran haciendo para probar su paciencia. Maldijo en silencio la hora en la que había estado de acuerdo en abrir las telecomunicaciones en el Santuario.
Los seis estaban muy contentos desayunando cuando de nuevo sonó el teléfono. Esta vez Shion lo ignoró. Sonó tres veces… cuatro veces…
- Disculpa Shion… no piensas contestar? – pregunto Dohko.
- No – respondió Shion saboreando su ensalada de frutas – Déjame disfrutar en paz mis sagrados alimentos.
- Jajaja si me lo permite, yo contesto – se ofreció Aioros.
- Todo tuyo. Sea quien sea no estoy para nadie.
- De acuerdo.
El teléfono estaba bastante cerca de la mesa, por lo que no hubo oportunidad de que sonara una sexta vez.
A Parakalos?
L Shion? Habla Liz, como esta?
A Liz? Hola! Ejem ejem no soy Shion. Soy Aioros.
L Oh! Lo siento. Como estas?
A Muy bien y tú?
L Muy bien gracias. Me preguntaba si podía hablar con Shion. Estará disponible?
A La verdad es que no. Está en una misión muy importante y no puede venir al teléfono. Puedo ayudarte en algo?
L Pues…
La conversación paró debido al escándalo a menos de dos metros de Aioros.
- Kiki! Ya me manchaste mi vestido de Cátsup! – grito Sammy – Shainaaaaa Kiki me mancho mi vestido!
- Fue un accidente Shaina. La botella estaba tapada y solo la golpee para destaparla! – grito Kiki encarando a Sammy
- No es cierto! Lo hizo a propósito!
- Claro que no! Ni que tu vestido fuera tan bonito!
- Shaina! Kiki me esta haciendo gestos!
- Suficiente ustedes dos! Se quedaran a hacer doble de entrenamiento físico! – grito Shaina – Una palabra más y no habrá helado en el almuerzo!
Aioros se quedó callado por el escándalo que no lo dejaría oír, pero Liz se quedó callada porque la situación le recordó otra.
Flashback
Saori, Liz, Aioros y DM habían pasado todo el día turisteando por Atenas.
Aioros les había hecho la propuesta de hacer todas las visitas como si fueran verdaderamente turistas y no personas que vivían ahí, por lo que en lugar de tomar el auto o los taxis, caminaron unos cuantos metros hasta bajar una pequeña cuesta y llegar a la zona de los Turibus. Esto les daba la opción de bajarse y subir en 20 paradas distintas por el mínimo precio de 10 euros por persona al día. Liz estaba fascinada y Saori también. Siempre la habían tratado como princesa y no estaba muy acostumbrada a los autobuses así que para ella todo eso era nuevo. Aioros y DM la estaban pasando también muy bien al poder salir y visitar lugares que jamás habían tenido la oportunidad de admirar desde el punto de vista de un turista.
Visitaron el Templo de Zeus Olímpico, la Biblioteca de Adriano, Kerameikos, Ágora Romana, Ágora Antigua, y Teatro de Dionisio. Después de la visita, dónde estuvieron cerca de 3-4 horas, volvieron al centro de la ciudad, y buscaron un lugar para almorzar. Si bien Liz quería probar auténticas pitas griegas, los muchachos querían algo más sencillo como las hamburguesas. Saori los veía divertida. Cualquier cosa que no tuviera que comerse con tenedor y cuchillo sería bienvenido por ella (y que fuera bajo en calorías por si acaso). Encontraron una especie de mercado que ofrecía ambas opciones y los cuatro quedaron encantados. Los cuatro pidieron cerveza griega muy fría y que a decir de los chicos, estaba muy buena. Al parecer tanto Liz como Saori queriendo probar su etapa de rebeldes, pues Saori aún no era mayor de edad pero pues ninguno de los tres la detuvo. En cuanto la probo, la rechazo por su amargo sabor y DM tuvo que acabar con ella para que "no se desperdiciara".
Los cuatro se sentaron en una mesa y comenzaron a disfrutar de su almuerzo.
- Estas pitas están buenísimas! – dijo Liz para gusto de todos y terminándose su pita rápidamente exclamo – Y esas hamburguesas también se ven buenísimas! Quiero una!
Saori la miro asombrada. Como podía comer tanto estando tan menuda? DM la miro divertido. Esa era una mujer que valía la pena. Aioros en cambio con su practicidad y buen humor de siempre ofreció a comprársela. Ambos dejaron la mesa y fueron a comprar una hamburguesa de cordero al stand correspondiente.
Había mucha gente ese día aunque la fila avanzaba rápido. Los despacharon y se dirigieron a la mesa donde estaban las salsas. Liz cambiaba impresiones con Aioros acerca de los lugares que habían visitado mientras intentaba hacer que la salsa cátsup saliera de la botella. Detrás de ella, un malhumorado pandillero discutía con otra persona con palabras anti sonantes. Aioros lo estaba monitoreando para que no fuera un peligro para nadie cuando Liz apretó suficientemente fuerte la botella que un chorro de cátsup voló justo en dirección del malhumorado hombre. Rápidamente Aioros se interpuso entre la espesa salsa y el hombre, de manera que no pudiera desquitar sus frustraciones con Liz, pero ocasionando que toda la camisa de Aioros quedara cubierta de color rojo.
Liz miro asombrada tanto la velocidad con la que se había movido Aioros como por la blanca camisa de botones arruinada por el cátsup. Rápidamente Liz intento limpiarla con servilletas, pero tocar el torso del caballero la estaba poniendo nerviosa.
- No te preocupes. – dijo Aioros sonriendo mientras se desabotonaba la camisa quedando únicamente en camiseta sin mangas, marcando cada uno de sus bien formados músculos y su piel dorada por el sol – Tengo muchas como esta.
Ambos regresaron a la mesa y Liz se mantuvo con la mirada baja y bastante callada. Shaka hubiera estado orgullosa de su control de no haber estado extremadamente apenada tanto por su torpeza, como por la belleza del hombre frente a ella. Ni DM ni Saori le hicieron preguntas a ninguno de los dos. La camisa enrollada manchada de rojo hablaba por sí misma.
Cuando terminaron estuvieron dando una vuelta por el centro y paseando por los puestos con productos típicos, suvenires... Liz se acomidió a comprarle una camisa a Aioros, pero el gentilmente rechazo la idea aduciendo que hacía calor. Cogieron el Turibus de regreso y el calor de la tarde hizo que a Saori se le antojara parar en la cafetería de Rodorio a tomar un café helado.
Todos aceptaron contentos con la idea y llegaron sin problemas. Los aldeanos saludaban a los cuatro como si fueran viejos amigos y decidieron sentarse en las mesas de afuera. Los cuatro pidieron Frappes con crema batida y Liz aparte pidió un helado de chocolate. Saori solo hacia cuentas mentales de las calorías que su nueva amiga le estaba metiendo a su cuerpo para después preguntarle que dieta hacía para estar así.
Justo cuando la mesera traía el pedido en una charola, Liz, que estaba más cerca de la puerta debió hacer algún movimiento brusco que sorprendió a la mesera, pues las cuatro bebidas y el helado fueron a dar directamente a la cabeza y torso de Aioros.
La mesera estaba súper apenada, y rápidamente se ofreció a limpiar a Aioros quien solo reía junto con DM y Saori por su mala suerte. Liz, le arrebato la toallita y le lanzo una mirada tan expresiva, que la mesera corrió a traer otras bebidas y otra cosa con que limpiarlo.
Liz se levantó para ayudar a Aioros, pero para cuando le dio la vuelta a la mesa, Aioros se quitó la playera, quedando su torso totalmente desnudo. Se medió limpio la cara y el cabello con ella y se excusó para ir al tocador. Liz solo le extendió la toallita para que la usara en el baño. Ella estaba respirando más rápido de lo normal y sintió demasiado calor. Acaso todo el día en el sol le estaba pasando factura y se iba a resfriar? Eso era bastante raro porque ella era por lo general una chica muy sana, mas no era imposible.
DM y Saori seguían riendo cuando Aioros regreso completamente con el cabello y el torso mojado. Liz no podía decir nada, apenas y podía tomar su café y tomar su helado. Momento… era sano tomar cosas frías estando resfriada? Saori pareció percibir su incomodidad porque decidió dar por terminado el paseo.
Aun así, Liz tuvo que soportar una hora de pena e incomodidad hasta llegar a la habitación de Shaka, donde se puso a platicar con su amigo de su día. Jamás le menciono la mala suerte que le había traído al Caballero de Sagitario.
Fin del Flashback
- Lo siento Liz. Ya sabes cómo son los niños. Decías?
- Uhhh… Es que… están pasando cosas extrañas cerca de la casa y quería consultarle algo a Shion…
- Me parece que traes muchas cosas encima. Quieres platicar conmigo? No soy Shion, pero tengo acceso a toda su biblioteca.
- Si… Supongo que tú también podrías decirme… pero interrumpí el desayuno verdad?
- Bueno…
- Olvídalo. Mejor llamo después
- No! Espera! Dame tu celular y te llamo por la tarde después de que tu estés desayunando. Tu sabes… no quiero despertarte y allá debe ser ya muy tarde.
- Oh! Es cierto… te lo doy. Es el 912 XXX XX XX
- Perfecto. Te llamo a tus 9am?
- Mejor a las 10. Así me das tiempo de escribir mis preguntas.
- De acuerdo. Que tengas dulces sueños Liz.
- Gracias. Espero tu llamada.
Aioros sonrió y regreso con una sonrisa a la mesa. Si alguno de los adultos lo notó, nadie dijo ni pregunto nada. Aioros había conseguido el teléfono de Liz y por Athena que ni su hermano viniendo a lloriquear por la pérdida de Marín, evitaría que le llamara a la hora convenida.
Mayo 27, 2.00 pm
Ptolomea
Inframundo
Milo tomaba una siesta en la silla de Minos con los pies sobre su escritorio. Aprovechaba el hecho de saber que Minos no estaba en el inframundo para no trabajar. No era como que hubiera avanzado mucho desde que Mu había regresado, pero ciertamente trabajaba una hora y descansaba dos. Así había sido desde que le había asignado su tarea y no pensaba en cambiarlo.
Sin previo aviso se escucharon unos pasos que lo hizo sobresaltar.
- Franciiiiiiiiiiiiiiiine! Sírveme el almuerzo en mi oficina. Tengo hambre mujer. Muévete!
Minos había llegado antes de lo esperado y Milo corrió hacia los archivos para no ser descubierto.
Cuando la puerta se abrió y Minos entro a su oficina no vio nada extraordinario ni fuera de lo normal. Se escuchaba a Milo trabajando en la oficina adjunta tarareando una canción. Se sentó en su silla y la sintió algo extraña.
- Mmm… que raro. Los huequitos de mi trasero en el asiento se sienten extraños – dijo Minos tratando de acomodarse.
Subió los pies a su escritorio e intentó relajarse poniendo las manos en la nuca. El caso de Vladimir Smirnov era bastante sencillo por errores burocráticos y tal como le dijo a Tania, podía sacar a su hermano en pocas semanas, pero el encuentro con Saga lo había dejado con ganas de que corriera sangre y para relajarse, había ido directamente a su departamento a jugar con Miniña. Se había acostado en su cama para jugar con ella y se dio cuenta de que algo le faltaba: Shaina.
Su aroma seguía ahí, sus artículos de tocador, la ropa que le había comprado… todo se la recordaba, Incluso al querer sacar una cerveza del refrigerador y ver las fotografías instantáneas que se habían sacado juntos y puesto en la puerta con Imanes de estrellitas.
Su recuerdo le había hecho intolerable el estar solo en su departamento y después de pocas horas, y dejarle suficiente comida a la gatita decidió regresar a Ptolomea. Al menos ahí tendría con quien desquitarse.
- Llegaste? – pregunto Milo desde la oficina
- No idiota. Solo soy un holograma. – dijo Minos cerrando los ojos
- Podía ser alguna otra persona y me dijeron que me quedara escondido. – reclamo Milo.
- Aja.
- Oye… me prestas tu celular? Quisiera hacer una llamada. – Dijo Milo saliendo de donde estaba hacia donde estaba Minos.
- Ni lo suenes. Es castigo, no vagaciones. Regresa al trabajo esclavo. – respondió Minos insolentemente.
- Anda! Que te cuesta? Solo quiero saber cómo está mi esposa! – dijo Milo – Debe tener cita con el medico pronto y yo no estaré ahí.
- Bah! Y eso a mí qué? – contesto Minos con ganas de molestar
- Te prometo que no me tardo nada. – insistió Milo
Minos volteo a verlo sin cambiar su posición en la silla.
- Mmm… primero dime una cosa… Porque te casaste con ella?
La pregunta sorprendió a Milo.
- Porque la quiero – respondió Milo
- No ya en serio – insistió Minos – No actúas como un hombre enamorado y menos con la reputación que te cargas.
Milo lo fulminó con la mirada.
- Y tú que carajos sabes de estar enamorado? Eres solo un maldito espectro!
- Y aun así… conseguí a Shaina. Algo que tu no pudiste.
Milo parpadeo sorprendido.
- Que… que dijiste?
- Oh Vamos! No soy estúpido ya se los he dicho a todos. Hasta hace poco tú estabas enamorado de mi futura esposa… Todavía te duele vernos juntos… por eso me golpeaste en la boda verdad?
- No!
- Imagínate! El novio celoso golpea a novio de ex novia. Suena a telenovela no?
- Que ridículo! Shaina nunca fue mi novia y ya te dije que era solo una bienvenida. Se la hice a Kanon… por qué no hacértela a ti?
Minos encogió los hombros indiferente.
- Que extrañas bienvenidas.
- Y te equivocas. Amo a mi esposa y mi bebe. – dijo Milo – Pero tú solo conoces una clase de amor y eso si es verdad que dices que lo conoces. Existe el amor tranquilo, que es el que perdura por siempre, El amor basado en la pasión, el que está basado en la convivencia… yo tengo esos tres con mi mujer. No necesito más. Yo soy feliz con Samira.
Minos volvió la mirada al techo.
- Si… posiblemente digas la verdad…
- Tú lo que tienes con Shaina solo es calentura! – reto Milo – Cuando te canses de estarte acostando con ella…
Minos no pudo dejar de sonreír ante esto. Si Milo supiera…
- Eso solo lo sabremos con el tiempo, verdad?
- Bueno, me lo vas a prestar o no! – dijo Milo enfadado de estar hablando de su vida privada con Minos. – Por cierto… te llego un paquete urgente. Espera… lo deje en… mmm… - Milo fue hasta uno de los estantes y regreso con un sobre tamaño doble carta.
Francine, la monja obscura que satisfacía todas las ordenes y caprichos de Minos en Ptolomea, llego con una bandeja e interrumpió la conversación.
Puso la bandeja en la mesita que Minos usaba cuando comía ahí y salió sin decir palabra.
- Qué esperas? Abre el sobre y dime lo que contiene – dijo Minos mientras se encaminaba a lavarse las manos en su lavatorio.
Milo se encogió de hombros y tomó el abrelatas dorado del escritorio de Minos. Desgarró el sobre con cuidado y vació el contenido sobre el escritorio. Salió de ahí un sobre rosa sellado, varios sobres blancos tamaño carta también sellados, otros sobres manila cerrados y… Por Athena!
Minos salió del lavatorio secándose las manos.
- Y bien que era? – pregunto
Milo se tapó los ojos con una mano y con la otro le enseñó la portada del calendario.
Si hubiera podido ver la expresión de sorpresa en la cara de Minos, hubiera valido la pena lo que sucedió después.
Minos corrió a arrebatárselo de la mano, pero en su misma ansiedad tropezó con la silla de su comedor y dándose un golpe en la frente con la esquina de su pesado escritorio y comenzando a sangrar profusamente.
El escándalo que hizo junto con la sarta de maldiciones que salió de la boca de Minos hizo que Milo dejara el calendario en la mesa y fuera a auxiliarlo.
- Francine! – Grito Milo divertido mientras iba al lavatorio por una toalla para detener la sangre – Traiga algún botiquín de primeros auxilios!
Minos estaba aturdido y la mitad de la cara estaba manchada de sangre pero aun así estiró la mano hacia el escritorio para ver de cerca la pura portada del calendario.
- Maldita seas! Tú te quieres quedar viuda! – dijo antes de guardar el calendario en el cajón y caer de nuevo al suelo para no intentar levantarse hasta que Francine y Milo llegaron en su auxilio.
