Capítulo 131

Junio 4, 3 pm

Palacio Valhala

Asgard, Noruega

Lyfia paso al gran salón esperando que Siegfried pudiera darle audiencia. Había varios aldeanos con algunas peticiones antes que ella y desde luego lo suyo no era tan urgente, pero a la vez si lo era. Prácticamente había llegado y después de ver que Mist estuviera bien e Ikki no se hubiera suicidado ya y cambiarse de ropa a algo más abrigador, se había dirigido hacia el palacio decidida a hablar con Hilda o con Siegfried.

- Señorita Lyfia, es su turno – anuncio un empleado del palacio

Lyfia se acomodo su falda y entró al salón, donde dos personas estaban terminando de hablar con Siegfried.

Este, al verla se levantó del trono y se dirigió hacia donde ella se encontraba.

- Lyfia! Regresaste! Bienvenida!

- Siegfried, buenas tardes. Espero no estar interfiriendo con nada por aquí. – dijo Lyfia.

- No te preocupes. No es nada que no pueda esperar unos minutos. – contesto Siegfried – Supe que habías viajado al sur y creo adivinar a que fuiste.

- Mmm… en parte tendrías razón. – dijo con tono reflexivo

- Y creí que te quedarías mucho más tiempo. – mencionó

- Yo también, pero la realidad es que me quede tan… conmocionada que preferí venir a hablar contigo al respecto o Hilda, pero veo que ella no está en funciones. – dijo Lyfia volteando para todos lados.

La mirada de Siegfried se tornó un poco triste.

- Se encuentra en cama. No se siente bien.

- Pero… todo está bien con ella y el bebé? – pregunto

- El medico ha recomendado que repose las próximas dos semanas para que no lo pierda. No. no está bien. Y su depresión no la ayuda en nada.

- Depresión?

- El medico dice que es normal en primerizas, pero ella solo quiere ver a Fler. – dijo – Te consta que eran muy unidas.

- Si… eso es parte del problema… - dijo Lyfia volteando a ver todos lados.– Crees que podamos salir a platicar en un lugar menos… concurrido.

- Vamos al jardín.

Ambos caminaron por el empedrado que conducía al jardín trasero. Casi nadie iba por ahí a esas horas y les permitiría un poco de la privacidad que necesitaba Lyfia.

- Siegfried, tenías razón. Fui a ver a Fler. Ella me lo pidió como Hilda debió decirte pues estaba presente cuando recibí su llamada – dijo Lyfia – Pero ella no está bien.

- A que te refieres? – preguntó

- El asunto del señor Camus y ella, fue mucho más serio de lo que suponíamos. No fue que el la usara y la desechara como nos habían venido a decir. No fue… bueno… si fue culpa del señor Camus pero a la vez no…

- Por Odín Lyfia! Explícate más claro! – urgió Siegfried – Que diablos pasó y a quien debo matar por todo este relajito?

Lyfia respiró hondo y le contó toda la historia que Fler misma le había dicho.

Siegfried estaba temblando de furia contenida.

- Pero Camus es estúpido o qué? Como lo vea, lo voy a…

- No Siegfried. Si bien Camus ha demostrado ser algo celoso, que es más de lo que yo esperaría de un hombre tan frio como el, ella claramente dijo que él estaba dispuesto a pasar por alto las fotos hasta que abrió el telegrama que supuestamente Hilda le envió. – defendió Lyfia – Ahí está el meollo del asunto. Hilda jamás hablaría así de Fler, ni ventilaría sus errores con alguien externo.

- No. Hilda no ha recibido ningún telegrama de nadie preguntando por Fler. Todo el correo pasa primero por mí y el correo de salida también. – dijo Siegfried – Alguien se hizo pasar por ella…

- … Y le arruinó la vida a Fler – dijo Lyfia antes de cubrirse los ojos con las manos – Deberías haberla visto Siegfried. Se ha vuelto un tempano de hielo. Sus ojos ya no muestran alegría, ya no sonríe, no llora… Mi amiga parece muerta por dentro…

Siegfried la ayudó a sentarse en la orilla de la fuente.

- Su cabello se lo cortó… Su cabello! Su orgullo!... Y su ropa es toda obscura… dice que no tiene razón para que sea de otra forma, que está de luto por ella misma.

- Maldición! No puedo decirle esas noticias a Hilda! Se muere si lo hago! – dijo Siegfried golpeando el agua congelada. – Tengo tantas ganas de ahorcarlo!

- Tu furia está mal encaminada. Debes encontrar a la persona que envió el telegrama. Solo ella puede aclararle a todos lo que pasó y debemos hacerlo antes de que sea demasiado tarde. – señaló Lyfia – Pero fuera de eso, ella está muy bien de salud, hizo una nueva amiga y está viviendo con ella y hasta trabajo tiene.

Siegfried no encontró consuelo en estas palabras. Él le había dicho a Hilda que Fler estaría bien, que la dejara irse con Isaak. Si él hubiera tenido un poco de sentido común, no se hubiera dejado convencer por Fler. Pero la realidad es que ella ya era mayor de edad y no necesitaba que la estuvieran arreando como niña pequeña, aunque eso no le quitaba el sentimiento de culpa a Siegfried.

- Supongo que no me dirás donde esta verdad?

- Lo siento. Prometí que durante un año ustedes no lo sabrían. Denle tiempo para recuperarse y volver a ser ella misma. – dijo Lyfia – De algún modo así tiene que ser.

Pero Siegfried no solo pensaba en la salud de Fler sino de su esposa e hijo.

- Crees que quiera por lo menos llamarle a Hilda y decirle que está bien?

- No creo. Para Fler la única culpable aquí es Hilda por la seudo firma del telegrama. – dijo Lyfia bajando los ojos apenada – En su dolor, ella no está pensando correctamente. Pruébale que Hilda no tiene nada que ver y tal vez hasta la convenzas de regresar. Ambas se necesitan mutuamente.

Siegfried asintió.

- Dedicare todo el tiempo que pueda en esclarecer esto Lyfia, y pagara con su vida quien haya destrozado intencionalmente la de Fler. Lo juro por Odín.

Lyfia no contestó porque podía sentir la culpa que Siegfried arrastraba. Lo mejor sería rezarle a los dioses por que todo se aclarara antes de que este problema le costara la vida a un inocente.

Junio 4, 5 pm

Aposentos del Patriarca

Santuario de Athena, Grecia

Shaina tomo la botella de aceite de ricino que había puesto a entibiar en un bowl con agua caliente y comenzó a aplicárselo a Shion en el costado derecho con movimientos circulares.

- Dohko dice que la inflamación ha bajado en un 80%. – dijo Shaina - En unos días estará como nuevo para seguir haciendo corajes con nosotros.

- Muchas gracias por tus buenos deseos – dijo Shion con ironía – Pero yo puedo aplicármelo solo ahora que casi no hay dolor.

- Me gusta atenderlo – dijo Shaina mientras doblaba una franela para colocarlo sobre el hígado de Shion – Ahora siéntese para que pueda fajarlo.

Shion obedeció mientras la observaba fijamente. Shaina se había quitado la máscara y estaba completamente entregada a la tarea. Pero a él solo le interesaba volver a verle los ojos. Esos ojos que se parecían mucho a los de la chica que mucho tiempo atrás también ayudaba a aliviar su dolor. Shaina estaba a punto de voltear a verlo cuando tocaron a la puerta. Rápidamente Shaina se puso su máscara y Shion se recostó derrotado y cerró los ojos. Ya tendría otra oportunidad.

Shaina salió a atender la puerta y sin decir nada y limpiándose las manos con unas toallas húmedas cerró la puerta tras de ella. Se encamino hacia la oficina donde según el guardia estaban esperando a Shion. Abrió la puerta que comunicaba y en cuanto vio la enorme figura musculosa de cabello pelirrojo corrió hacia él.

- Fes!

- Shaina! – dijo poniendo la caja que traía en el piso y extendiendo los brazos para recibir el abrazo que venía – Solo sin garritas o me regana mi vieja.

- Jijiji perdón. Fue la emoción – dijo – Hacia mucho que no venias por aquí.

- No pequeña, tú estabas desaparecida – dijo Abrazándola mas fuerte – Perdóname, todo fue mi culpa.

- De que hablas? Culpa de qué? Por qué no viniste antes a verme?

- Poseidón me tienen trabajando como burro – dijo Fes separándose de ella y quitándole la máscara para poder cerciorarse que era ella – Pero mira qué bonita te has puesto. Y ese cabello? Ese peinado te favorece mucho.

- Jijiji son extensiones. Me están convirtiendo en una fémina normal – dijo – Vienes a ver a Shion?

- Sí, pero también quiero platicar contigo – dijo Fes – tienes mucho que contarme.

- No tanto. Pero si quiero que veas primero a Shion. Así se dormirá temprano y feliz – dijo Shaina

- Dormirse temprano? Que tiene 3 años? – se burló Fes

- De hecho ha estado enfermo…

- Shion? Estamos hablando del mismo lemuriano? – pregunto sorprendido.

- Sí. Me ayudaras a no alterarlo verdad? – suplico Shaina – No quiero verlo recaer.

- Mmm… lo intentare, pero para alterarse Shion se pinta solo – aseguró Fes – Vamos. Él me está esperando.

- Ya sabes dónde está su habitación. Pasa por favor. Yo debo hacer algunas cosas pero cuando termines te estaré esperando con un rico postre. – tentó Shaina.

- Jajaja… me quieres ver aún más gordo verdad? Sabes que no me puedo resistir a los postres – se quejó Fes

- No, gordo no. Solo fuertecito jijiji

- Bueno… hablaremos en tu oficina cuando termine con mi amigo.

Shaina salió hacia su habitación, y Fes hizo lo mismo cogiendo la caja que había traído consigo hacia la habitación del patriarca. Tocó a la puerta y Shion le concedió el paso.

- Hey! Como esta eso de que estas enfermo? – pregunto Fes – Confiesa que querías vacaciones. Levántate de ahí flojo.

- Jaja Amigo mío! Si me levanto de esta cama mi celadora me va a amarrar a la cama. Ya amenazó con eso y que miedo. – dijo incorporándose lo suficiente para darle un abrazo

- De cuando acá le tienes miedo a una niña indefensa? – se burló fes

- Pues ni tan niña y ni tan indefensa – contesto Shion – Cada día es más estricta hasta con Sammy.

Fes se sirvió de la jarra de té que estaba junto a la cama de Shion y le sirvió otro a su amigo.

- La veo bastante entera después de todo – dijo Fes – No parece estar afectada por lo que le pasó.

- No te creas. Se hace la fuerte y hay cosas que no ha sacado. Ha sido todo un proceso pero no sé a ciencia cierta hasta qué punto quedó o no afectada.- confesó Shion – Según Mayura su mayor preocupación, más que los golpes o toda la situación en general, era que Ares la hubiera tomado a la fuerza.

- Y… lo hizo? – preguntó Fes temeroso

- No. desde luego que no!

Fes respiró aliviado.

- Gracias a Zeus que no lo hizo o yo lo hubiera matado con mis propias manos… y la daga de Athena desde luego

- Fes!

- No Shion. Alguien tiene que ponerle límites a ese Junior. Ya hemos solapado todos en el olimpo sus tonterías por muchos siglos. – dijo Fes con fiereza

- Bueno… pasemos a cosas más agradables. Que tienes en esa caja? – dijo Shion tratando de cambiar el tema.

Fes subió la caja a la cama.

- Esto mi amigo, es un prototipo de lo que me pediste como reto. – dijo sacando de la caja un pequeño reloj, que para ojos inexpertos parecería del tipo cucú, con la diferencia que en lugar de números, tenían los signos zodiacales.

Shion se incorporó un poco más en la cama para poder ver mejor.

- En serio? Tan rápido?

- Hey! Tu sabes que yo siempre lo soy. Además me lo diste como un reto y puedo asegurarte que más de dos noches no dormí por tu culpa. – reclamó Fes – Las moiras tampoco fueron fáciles de convencer.

- Que diantres hiciste Fes? Las Moiras?

- Eran indispensables para mi proyecto. Además no seas chillón. Tu nombre no salió en nuestra conversación.

- Mas te vale, porque no necesito más problemas. – dijo Shion admirando el tallado en ébano del reloj cuando Fes lo puso en sus manos – Como funciona?

Fes abrió la parte de abajo del reloj, le quitó un seguro que le había puesto y segundos más tarde dos flamitas se encendieron: la correspondiente a Capricornio y la correspondiente a Acuario. Shion se le quedo viendo por un momento antes de voltear hacia Fes.

- Uhhh… creo que aquí hay un error – dijo – Está encendida Acuario, que no hay un sucesor en camino, y está apagada Escorpión, que es el que está más próximo a llegar. Capricornio si está correcto. Sera que te has equivocado amigo?

Fes lo tomo en sus manos.

- Siempre cabe la posibilidad aunque no lo creo. – dijo Fes – así como me mandaste los sobres, así los incluí.

Shion se quedó callado. También existía la posibilidad que los cabellos que había mandado recolectar a Kiki en cada casa dorada, estuvieran equivocados. Después de todo, Camus y Milo eran muy unidos. Podían haber compartido su cepillo y de ahí la confusión.

- A ver… Se configuró con las siguientes reglas: Que su descendiente fuera producto del amor y no la lujuria, Que la mujer no fuera tocada por un hombre antes que el caballero en cuestión y Que el sucesor vaya a nacer dentro del signo de su padre… Acaso no es esto correcto? Puedo volver a configurarlo Shion. No te preocupes. Pero qué te parece la idea?

- Soberbio! La calidad y el detalle que le pones a tus trabajos siempre me ha asombrado. – contesto Shion admirado

- Pues tú no te quedas atrás. – contesto Fes contento con el Halago

- He perdido mi toque. – dijo Shion – Antes de que te vayas tendrás nuevas pruebas de cada casa recolectadas, clasificadas y re etiquetadas personalmente por tu servidor. No sabes lo mucho que aprecio que hayas accedido a fabricar esto para mí. Solo te pido una vez más, que sea en completo secreto.

- No entiendo por qué quieres hacer eso. Después de todo, Athena fue la que ideo toda la idea de los sucesores, no? – preguntó Fes extrañado.

- Si, lo hizo. Pero también sabe que un lemuriano nunca olvida y yo prefiero estar más informado que los propios caballeros para poder aconsejarles. Ya uno de ellos cometió un error que puede costarle su felicidad. Precisamente Acuario y…

Shion abrió los ojos ante la idea que cruzó por su cabeza. No. Eso sería el colmo de la mala suerte para Camus. Fes también lo miro unos segundos. Tal vez lo que Shion decía que era un error no lo era, pero no quería entusiasmarlo sin corroborar los datos.

- Ya te entiendo. Y ahora dime… que fue lo que te enfermó?

Shion le contó todo lo que había pasado en la boda y sus impresiones respecto a su conversación con Alejandro en referencia a lo que él creía, era su hijo. Esta vez no se alteró. Había tenido varios días para digerir la noticia.

- Por mi madre! Hasta yo me hubiera enfermado.

- No exageres Fes, tú no puedes enfermarte. Eres un dios.

- Era un decir. Pero entonces… hay una nueva pista de… tu hijo.

Shion bajo la mirada y cruzó los brazos.

- Todo me regresa a Asgard y eso me preocupa.

- Por qué? Ustedes tienen buenas relaciones con Hilda y Siegfried, o no? Si les pides ayuda…

Shion dejó caer su cabeza hacia atrás.

- En realidad… estamos en la cuerda floja con ellos por varias razones. No quiero tener que enviar a nadie, pero desgraciadamente deberé hacerlo para otros asuntos. Solo después del bendito compromiso que ya lo tengo hasta la coronilla podré hacerlo

- Jajaja Hablas como papa celoso. Ustedes mismos fueron los de la idea. Te aseguro que Hades hubiera estado más que feliz de no ponerse en este predicamento. – dijo Fes – Además ya viste los cambios que ha tenido Shaina? Esta preciosa! Hasta parece una chica normal y feliz.

- Eso es lo que me preocupa. Que se entusiasme de más y al final le rompan su corazón. – dijo – Fes, la verdad ya no sé qué pensar. Quiero que sea feliz, pero porque carambas no se fijó en uno de aquí adentro? Hubiera sido más fácil todo.

- Tal vez porque ella no es fácil en absoluto. Se necesita un tipo específico de hombre para conquistarla y controlarla

- Lo se… pero Minos? En serio?

- No la querías para ti verdad? – pregunto Fes muy serio

- Qué? No! Ella tampoco es mi tipo! Además…

- Ya se ya se… aquí todos son como tus hijos bla bla bla. Solo era una duda.

Los últimos rayos de sol se filtraron por la ventana alumbrando algo que brillaba en el tapete junto a la cama.

- Quieres un poco más de te amigo? En cualquier momento tu celadora vendrá y me va a correr.

- Si Fes gracias

Fes fue hasta la mesita más cercana al objeto brillante, le sirvió el té y se arrodillo para recogerlo. Lo vio de reojo y lo metió a su bolsillo.

Siguieron platicando de otros temas hasta que fue la hora de la cena.

Junio 4, 7 pm

Aposentos del Patriarca

Santuario de Athena, Grecia

Shaina retiró la charola de ambos hombres e instó a Fes a salir para dejar descansar a Shion. Este le lanzó una mirada divertida como diciéndole "te lo dije", pero obedeció y cerró los ojos lo que le pareció aún más divertido a fes. En que otra era se había visto que un Kyōkō obedeciera ordenes de un sanbōchō.

Fes salió detrás de Shaina quien lo convidó a acompañarlos a la mesa a ella y los niños.

- Maestro Fes! – gritaron ambos niños corriendo a abrazarlo.

- Kiki! Sammy! Como se han portado chicuelos? – dijo correspondiendo al abrazo

- Yo me porto muy bien, verdad Shaina? – preguntó Sammy

- Pues… te diré – contestó sentándose a la mesa

- A ti ni te pregunto Kiki… ya vi que te pusieron los grilletes de Mu – bromeó Fes – hasta te veo más delgado.

Kiki bajo la cabeza derrotado.

- No lo vuelvo a hacer Maestro. – dijo – Subir y bajar las escaleras como un niño normal cansa mucho.

- Pero la pancita ya te bajo. Alrato estarás igual de fuerte y marcado como tu maestro. – dijo Fes

- No si se la pasa haciendo trampa con sus vegetales – señaló Shaina – A cenar niños!.

Los dos obedecieron y se pusieron a platicar con Fes como grandes amigos. Sammy le contaba todo lo que había aprendido desde la última vez que lo había visto, y Kiki los logros que tenía gracias a su nueva condición física.

Fes ya había cenado junto a Shion, pero aun así comió un poco más con los niños, dándoles una lección de nutrición tan divertida, que ambos comieron sus vegetales sin chistar y sin hacer trampa.

- Cuantos hijos tienes? – preguntó Sammy a Fes

- Uhhh… no tengo hijos. – Contesto Fes sonriendo

- Por qué?

- Sammy! Que preguntas son esas? – reprendió Shaina

- Déjala… La curiosidad a su edad es normal – dijo Fes – No todos los matrimonios tienen hijos Sammy. A veces, es mejor no tenerlos.

Sammy iba a decir algo, pero Shaina la interrumpió.

- Si ya terminaste Sammy, Podrías hacerme el favor de avisar a la cocina que traigan el postre que está en el congelador y cuatro platos?

Sammy abrió grandes sus ojos verdes

- Cuatro? Yo también voy a comer postre?

- Comiste tus vegetales y tus modales han sido impecables. Así que comerás postre.

- Y Kiki también?

- Kiki también comió sus vegetales y se ha portado muy bien. Su entrenamiento ha mejorado y no le hará daño un poco – dijo Shaina – Ve.

- Con permiso. – dijo Sammy bajándose de la silla y haciendo una pequeña reverencia.

- Puedo acompañarla? – preguntó Kiki

- Adelante.

- Permiso!

Ambos niños salieron del comedor dejando a Fes y a Shaina solos.

- Crecen muy rápido. Por qué la interrumpiste? – pregunto Fes

- Anda un poco sensible respecto a sus padres y a que nadie la quiere – susurró Shaina – Intento distraerla cuando me doy cuenta para que no la vea triste. Me parte el alma cuando sucede.

Fes se recargó en la mesa.

- Ya intentaste contactar a su padre de nuevo?

- No, pero ha confirmado su aparición en el compromiso. No se me va a escapar ahí. – dijo en un tono que le sugirió a Fes que no iba a ser nada bueno.

- Recuerda que estás hablando del hermano de Athena, por lo que le debes respeto.

Shaina se recargó en su asiento.

- El respeto se gana Fes. Y después de lo que le hizo a la mama de Sammy…

- Creí que no sabías quienes eran sus padres.

Shaina guardó silencio.

- De su padre lo deduje yo. Y su mamá…

- Su mamá qué?

- Tengo la sospecha que… ella fue la que me… ayudo a salvarme de Ares la última vez. – dijo con voy casi inaudible

- Como dices?

- Yo… la vi en sueños varias noches antes de ese día… en el video, yo la reconocí. El mismo cabello largo y anaranjado. Tiene el mismo color de cosmos que Sammy…

- Tienes algún nombre? Alguna idea de cómo localizarla?

Shaina se cruzó de brazos.

- Becca… mas no creo que esté viva.

- Becca… Becca… porque me suena ese nombre? – dijo Fes tratando de recordar

- Yo intente buscarla en la base de datos de los poseedores de cosmos pero no encontré nada – dijo – Obviamente no lo he hecho lo suficientemente bien.

- O no has sabido como buscar. – dijo Fes sacando una pequeña libreta de su bolsillo trasero para anotar todo – En cuanto tenga un tiempo libre, te ayudaré.

Shaina iba a contestar cuando los niños entraron junto a un empleado de la cocina sosteniendo una charola con pay de limón hecho con galletas.

Los cuatro comieron del pay con un vaso de leche fría, y Shaina los mando a la cama antes de encontrarse con Fes en la terraza de su oficina. Cerro la puerta con llave, sirvió un poco de café para ambos y se sentaron.

- Quiero suponer que en esta habitación nadie entra más que tú. – dijo Fes

- Así es. Esta es la única llave – dijo mostrándosela – Últimamente siento que ya no puedo hablar con nadie a solas sin que haya alguien espiando.

- Eso se llama tener la conciencia sucia – se burló Fes

- O que hay mucha gente metiche aquí arriba – respondió Shaina – Como esta todo en Columbus?

- El verano está entrando, así que esta caluroso y húmedo, pero eso trae más clientes. Poseidón anda feliz con su nuevo Dragón del Mar y…

- Que dijiste? – pregunto sorprendida – Kanon lo sabe?

- No lo creo. – dijo – Nadie fuera de los otros seis generales y los que estuvimos de mirones en su ceremonia lo saben. Por qué preguntas?

- No… por nada. Simple curiosidad. – contesto Shaina

- Lo que me recuerda… No perdiste nada?

- Perder? No… Yo no he perdido… – dijo tocándose la máscara, su diadema, su anillo –oh-oh

Fes asintió, tomó la mano izquierda de Shaina y le puso el anillo del destino que se le había caído en la habitación de Shion.

- Quieres explicármelo? – pregunto Fes

Shaina negó con la cabeza. Fes le quito la máscara con suavidad para poder verla a los ojos.

- Solo hay dos maneras de que ese anillo salga.

- Dos? Tu solo me dijiste uno!

- Sí, porque era el más factible. Romper el compromiso porque la relación no funcionó o dar el siguiente paso obvio y entonces… - vio la cara culpable de Shaina – Ay no! No lo hiciste!.

Shaina se mordió el labio.

- Shaina?

- Si?

- Te… te casaste… con Minos?

Los colores se le subieron al rostro y no pudo contestar. No quería mentirle pero tampoco sabía si debía decirle la verdad.

- Te prometo no decirle a Shion si eso te tranquiliza. –dijo- Solo quiero saber que está pasando.

Shaina suspiro.

- Sí.

- Cuando? Dónde?

- El mismo día que Shion fue por mí a Oslo. Nos cacharon justo cuando regresábamos y…

- Nos?

- Hades estaba ahí.

Fes se levantó súbitamente de su asiento.

- Hades sabe que ustedes se casaron y no se lo comunicó a Athena?

- Noooooooooo – dijo intentando tranquilizarlo - nadie lo sabe. Solo tú y…

- Y…?

- Anteros.

Ahora fue Fes el que suspiró y se derrumbó en su asiento.

- Por todos los dioses olímpicos! Shion va a matarme!

- Nooo… No le digas. – suplicó – el Compromiso está muy próximo y después todo estará bien… Por favor.

- Todo es mi culpa. No debí ponerles esos anillos. – Dijo poniéndose ambas manos sobre la cabeza

Shaina le puso con suavidad una mano sobre la suya.

- Fue lo mejor que pudiste haber hecho. – dijo Shaina – Y te lo agradeceré de por vida.

- Es que no lo estás comprendiendo. – insistió Fes – Se suponía que no te iban a dejar hacer nada más allá de juguetear con Minos. No tenía que pasar del estúpido compromiso Shaina!

Shaina lo soltó.

- Que quieres decir?.

- El compromiso solo les daría tiempo de paz a Hades con Athena mientras jugaban a las manitas sudadas porque a los dioses les causaba gracia, pero nunca darían su consentimiento para llegar más lejos. Es antinatural y contra la ley!. – dijo Fes.

- No es cierto.

- Shaina, me conoces. No te mentiría.

Shaina se levantó y se abrazó sin saber qué hacer. Fes era imparcial. El no tenía por qué mentirle.

- Shion lo sabe?

- No lo creo. No me ha comentado nada. Además… Tu posición aquí en el santuario estaría en peligro por la ley que dice que Ningún dios podrá tener dentro de su Elite a miembros que estén enlazados sentimentalmente con otros miembros de Elite de dioses antagónicos.

Eso Shaina ya lo sabía. Hera le había hecho el favor de decírselo.

- Lo sé. – contestó

- Y entonces? En cuanto se enteren en el olimpo ellos van a…

- Nadie tiene por que enterarse Fes. – dijo volteando a verlo – Pero si existe algún problema pues renuncio y listo.

- Shaina! No puedes hacer eso! Estas pensando hormonalmente no con la cabeza. – dijo Fes

- Tal vez, pero pensar de otro modo no me ha funcionado tampoco – dijo cambiando un poco su expresión – Espero que tú me apoyes en caso de tener problemas. Después de todo ya lo dijiste, tu nos diste los anillos. Y Espero que Shion me apoye porque yo no era miembro de la Elite cuando conocí a Minos. Uso eso de pretexto para obligarme a subir de puesto.

Fes se quedó callado.

- Hay algo más verdad? Algo que no me estás diciendo. Estas demasiado tranquila. – dijo Fes mirándola a los ojos.

Shaina le lanzó una sonrisa parecida a la de Minos que no auguraba nada bueno.

- Sí, pero no te voy a decir.

- Shaina!

- Solo quiero que me apoyes. Cuando todo estalle, te necesito de mi lado. Lo harás?

Fes la miro con suspicacia.

- Estas conspirando contra Athena?

- No

- Provocaras alguna guerra con eso?

- No

- Harás enojar a Shion?

- Un poquito

Ahora Fes la miró con un poco de temor.

- No es nada malo. – dijo Shaina riendo – Quita esa cara.

- No puedo. Ya me preocupaste.

- Mejor… dime que me harás un favor extra.

- Pues… eso depende.

- Invité a Vahu y a Jely pero dijeron que Zeus no los dejó…

- Ahhh Jajaja eso si te lo puedo conceder. Yo me los traigo y yo los devuelvo. De Zeus me encargo yo.

Shaina aplaudió emocionada.

- Ahora cuéntame todas las aventuras que pasaste desde la boda Shaina. Tienes fotos que me puedas mostrar?

Shaina y Fes estuvieron mucho tiempo platicando al respecto antes de que fuera la hora de dormir. Tenía que convencerlo de darle su apoyo o eso iba a ser un completo desastre.

Junio 4, 8 pm

Departamento de Thes y Gigi

Paris, Francia.

Fler estaba preparando los cheques para los proveedores frente a la caja registradora de la boutique cuando comenzó a escuchar ruidos extraños en el departamento. La tienda ya estaba cerrada y no había visto entrar a Thes, aunque eso no era raro, pues podría haber entrado por la puerta principal hacia el departamento y no necesariamente pasar por la tienda. Aun así también podría ser un ladrón de los que le había hablado Isaak.

Tomó una de las filosas tijeras de corte que tenía Thes en su taller y comenzó a subir cuidadosamente las escaleras sin hacer ruido. La puerta estaba abierta y la luz encendida. Con mucho cuidado para no alertar al ladrón siguió el ruido del abrir y cerrar de puertas y cajones hasta su habitación. De nuevo la puerta estaba abierta y la luz encendida.

Dio un suspiro de alivio al reconocer a la dueña del trasero que se veía por sobre la cama. Parecía que Thes no la había escuchado entrar y pronto se dio cuenta, al acercarse un poco más, que era porque traía sus audífonos puestos. Le tocó el hombro y Thes dio un brinco tan alto que alcanzo a golpearse con uno de los cajones más altos de la cajonera.

- Ouch! Fler! Me diste un buen susto! – dijo sobándose la cabeza cerrando los cajones – Te voy a poner un maldito cascabel! Con esa pulsera no logro sentirte cuando vienes.

Fler bajo la cabeza hacia la pulsera que Lyfia le había prestado.

- Jejeje aunque me pusieras cascabel, no lo oirías porque tienes tu escandalo puesto – contestó – Se puede saber que estás haciendo con mi ropa?

- Oops.

Fler se dio cuenta que toda la ropa obscura había desaparecido tanto de su closet como sus cajones. La única ropa que tenía colgada era la que ella había seleccionado cuidadosamente para su nueva vida con Camus. Ropa colorida, de buen corte y buen gusto.

- Que hiciste con mi ropa Thes? – dijo enojada – Regrésamela ahora mismo!

- Eso no se va a poder. Ya se la llevaron.

- Queeeeeeee?

- La done.

Fler no supo cómo reaccionar.

- Toda? Por qué?

- Hoy en clase, recordé que los colores influyen en tu estado de ánimo y por ende el de tu bebe. Toda tu ropa era obscura que transmiten depresión, pesimismo y mala vibra. Entonces estuve pensando que tu bebe también se iba a deprimir y si eso sucedía, podía decidir no venir al mundo y yo si quiero conocerlo.

A Fler se le llenaron los ojos de lágrimas. Hacía pocos días que habían descubierto que estaba embarazada y ya estaba reprobando como madre. Solo había estado pensando en ella y tenía que venir una tercera persona a decirle lo que estaba bien y lo que no.

- En el artículo que estaba leyendo mientras me volaba la clase de economía, decía que está claro que los colores sí pueden cambiar nuestras emociones e influir en nuestro estado de ánimo, aunque sea en un pequeño tanto por ciento.

Ahora Fler miraba su guardarropa. Entendía lo que Thes le quería decir. Thes le mostro tres blusas de su closet

- El rojo, naranja y amarillo son colores excitantes, que activan y dan energía. Incitan a la actividad y dan ánimo. Indicados para las personas que se sienten decaídas, con tendencia al desánimo como tu últimamente. – vio que Fler la escuchaba atentamente mientras Thes guardaba esas y sacaba otras - El verde, el azul y el violeta aportan tranquilidad e Incitan a la relajación. El verde, azul y violeta tienen un efecto de sedación y paz para la mente.

Fler comenzó a ver su guardarropa. Recordaba sus épocas felices cuando le encantaba vestirse de colores claros y muy femeninos y sonrió. Sacó un vestido color hueso que le gustaba mucho por su bordado en el cuello y las mangas hechas de guipur. Volteó a ver a Thes preguntándole con la mirada.

- Los colores blancos y beige son colores neutros y fríos. Son símbolos claros de la pureza y la simplicidad pero no producen cambios emocionales y son perfectos para el verano por su efecto refrescante.

Fler sonrió cuando se fue hacia su color favorito: el rosa

- Jajaja sabía que tarde o temprano irías hacia ese lado del closet. El color rosa claro transmite bondad, inocencia y buenas intenciones, aunque si lo usas mucho puede interpretarse como inmadurez. El rosa fuerte se toma como si fuera el rojo. Comprendes?

Fler asintió.

- Yo no quiero que mi bebe se sienta triste o deprimido. Quiero un bebe alegre y risueño que este feliz de venir al mundo para que su mama lo ame mucho y lo consienta…

- Y no te olvides de la tía loca… - dijo Thes emocionada

- Si, como olvidarla si ya lo está cuidando mucho mejor que su mama – dijo Fler – Te prometo que de hoy en adelante cero tristeza. Por mi bebe me levantare sonriendo todos los días y veré al mundo de otro color.

Thes la abrazó con alegría.

- Y eso incluye que no volverás a pintarte el pelo.

- Noooo pero a mí me gusta!

- Si pero el producto que usan puede hacerte daño.

- No!

- Si mira ven…

Thes la jalo hacia su habitación, donde Fler vio junto a la pila de libros de texto de Thes, otra pila de libros sobre embarazo aun en su empaque. Se veía que los acababa de comprar y aun no los había leído excepto uno llamado PRECAUCIONES EN EL EMBARAZO.

Fler alzó una ceja. No estaba exagerando un poco? Thes le mostro una página que estaba leyendo.

- Ves? Dice: No usar Medicamentos para el acné, No tintes para cabellos, No cremas exfoliantes ni mascarillas ni cremas limpiadoras…

- Válgame!

- No ponerse uñas acrílicas, ni bañarse en la tina con agua caliente….

- Noooo!

- No puedes depilarte con crema o gel. Usa rastrillos.

- Me muero! Thes no esperas que de verdad siga estas instrucciones verdad? Voy a parecer un Yeti!

- Todo sea por mi hermosa sobrinita.

- Ahijada

Los ojos de Thes se iluminaron

- En serio?

- Sip. Cuando nazca mi bebe tu serás su madrina.

Thes comenzó a brincar de alegría y a balbucear algo de su ropón, su traje de primera comunión y hasta su quinceañera antes de desaparecer en las escaleras. Fler regreso con ese libro a su habitación para leerlo completo. Ella también quería que su bebe, niño o niña, fuera tan apuesto como su padre, pero sin el corazón de hielo.

Junio 4, 12 pm

Cabaña de Kanon

Columbus Isle, Bahamas.

Marín había terminado de atender a Laura temprano y se había puesto a hacer la limpieza de la cabaña. No era muy grande, pero aun así la arena se metía mucho con la brisa. Camus había entrado a platicar con Laura mientras Marín lo hacía y ella no tenía ningún problema con eso. Sabía que los días ahí se le estaban terminando y estaba pensando en que tenía que llevarle un regalo a Shion y Mayura, pues de no haberla enviado ahí a distraerse, posiblemente hubiera estado deprimida y llorona por su decepción amorosa, pero al conocer a Ío y hacerse amiga de él , había conocido un lado desconocido del género masculino y al mismo tiempo, había aprendido que no es la única que pasaba por eso y no sería la última. Podría enfrentarse a Aioria de forma tranquila y civilizada.

Camus interrumpió sus pensamientos.

- Marín… Laura quiere verte.

- Ya voy. – dijo dejando los implementos de limpieza en su lugar. – Ya la hiciste hablar?

- No. Ella sigue igual. Haciéndose entender con mímica.

Marín asintió. No había mejoría entonces. Desde que había despertado cuatro días antes, ella solo escuchaba, asentía o negaba con la cabeza y de vez en cuando algunas palabras con mímica si requería algo.

Entro a la habitación y vio a Laura sentada en la cama con los pies hacia afuera, columpiando las piernas como si quisiera bajarse. Sabía que aún le dolían los pies y su muslo donde había sido apuñalada estaba débil y no se bajaría sin ayuda.

- Hola de nuevo. – Laura le contesto con un hola con su mano derecha

- Necesitas ayuda? – Laura hizo la señal que olía mal y quería bañarse.

- Dame un minuto y me preparare – dijo Marín, pero Laura agitó la cabeza negativamente. Ella quería bañarse sola, pero necesitaba ayuda para desvestirse y entrar en la regadera pues su brazo izquierdo seguía siendo inútil por el dolor de las puñaladas – Ya entiendo. Déjame entonces traer la silla y preparar todo.

Laura le hizo una seña dándole a entender que quería ayuda para cepillarse el cabello y ponerse otra ropa porque quería verse bonita para Saga. Incluso se sonrojó cuando intento decir eso. No le gustaba ser dependiente de nadie sobre todo en algo tan personal.

Marín sonrió al comprender lo que quería decir y salió por un banquillo para meterla en la regadera. Así ella podría bañarse relativamente sola y solo necesitaría su ayuda de nuevo para salir de ahí. Fue por el papel film y la seda adhesiva y comenzó a quitarle todos los vendajes a Laura desechándolos en la basura. Cubrió los que aún tenían puntos con el papel film y le seda adhesiva para que los puntos no fueran a remojarse y dejo libres las demás. Sus quemadas y cortadas ya estaban bien. Habían sanado muy bien y no habría secuelas, aunque Saga extremaba precauciones, pero era más que lógico tratándose de Laura.

Le paso el brazo izquierdo por debajo del lado derecho y Laura pudo bajarse de la cama descalza. Aun no soportaba el mas mínimo rose en sus pies. Paso a Pasito, y recargándose en Marín lo más que pudo, Laura fue caminando hacia la regadera. Ahí Marín la ayudó a quitarse la camisa y la ropa interior y la dejo sentada en el banquillo. De espaldas a ella.

- Solo te ayudare con tu cabello y brazo izquierdo. No debes hacer mucho esfuerzo y sé que te duele de solo alzarlo. – dijo Marín – En cuanto termine te dejare todo lo demás a ti y vendré cuando toques la pared, te parece.

Laura sonrió y le agradeció con la mirada. Era como si pudiera leerle la mente.

Marín se entretuvo lavándole el cabello y la parte izquierda del torso como si fuera una de sus niñas pequeñas. Estaba acostumbrada a hacerlo también cuando alguna de sus compañeras se hería y no podía moverse.

En cuanto termino con lo que dijo, salió del baño para darle privacidad al bañarse. Para Laura tomar ese baño de agua caliente se sintió como en la gloria. La ayudo a relajarse, a sentirse viva… y feliz. El jabón tenia aroma a fresas con crema y de inmediato se vio comiéndose un plato. Sonrió inadvertidamente al imaginarse el torso de Saga sirviendo de plato. Riendo de sus propias ocurrencias tocó la pared. Estaba lista para salir.

Marín regresó con una bata de baño que estaba segura era de Kanon, pues era de un color azul rey muy llamativo, se la colocó y con mucho cuidado regresaron a la cama donde Laura se sentó. Estaba impaciente por ponerse bonita para que pudiera verla Saga antes del almuerzo. Marín la ayudo a escoger la ropa interior y se puso una de las pijamas de camisa corta y short que ella le había comprado. Le daría más libertad de movimiento que la camisa que hasta ahora había usado.

Marín le ayudo a ponérsela y a secarse el cabello mientras lo cepillaba suavemente. Le hizo una trenza francesa hacia el lado izquierdo de la cara para que tapara su herida, le aplico de nuevo sus vendajes e iba a ponerle el ungüento para la cicatriz del pecho cuando Laura la detuvo. Ella quería saber que era lo que tenía ahí. Por qué le aplicaba eso?

- Es para ayudar a regenerar el tejido. Borra las cicatrices desde adentro.

Laura seguía sin entender y pidió un espejo.

- No creo que debas por el momento – dijo Marín, pero Laura se puso necia y frunció el ceño. Ella quería saber que era lo que tenía.

- De acuerdo pero… recuerda que no te va a quedar así. Está muy fresca – Laura no la estaba escuchando. Casi le arrebató el espejo que Marín sacó de su bolsa para ver su pecho.

Marín dio dos pasos hacia atrás al ver la expresión de horror en el rostro de Laura. Un grito desgarrador salió de su garganta que hizo que tanto Camus, como Saga que estaba dormido llegaran corriendo y vieran a Laura luchando con Marín para liberar sus manos. El espejo se había hecho trizas al ser aventado contra la pared y con sus uñas se había rasguñado para intentar borrar la H que el maldito de Henry le había hecho.

Todo lo que había pasado desde su secuestro le llegaba de golpe: La tortura, los golpes, las humillaciones… y para colmo, la había marcado como de su propiedad.

- Laura amor que pasa! – dijo Saga llegando junto a ella.

Laura comenzó a llorar y patear todo. Saga comprendió que intentaba hacerse daño y decidió sedarla. Con mucho trabajo, porque Laura había cerrado los ojos para no verlo y se retorcía con todas sus fuerzas, logro aplicarle una inyección que la fue calmando poco a poco, pero sus lágrimas y sollozos no dejaban de correr.

Tanto Camus como Saga estaban conmocionados. Creían que ya no verían a Laura en ese estado nunca más.

Saga se metió en la cama con ella y la abrazó conforme se quedaba dormida.

- Marín, que sucedió? Que le hiciste?. Ella estaba bien cuando la deje – exclamó con fiereza

- Ahora me culpas a mí? – preguntó Marín enfadada – Es el colmo! Ella es una maldita necia y yo soy la mala del cuento? Al carajo con todos ustedes.

Marín salió azotando la puerta de la recamara y corrió hacia el hotel. Al menos ahí había quien la hiciera reír y olvidar todas esas estupideces. Cuando Camus salió a hablar con Marín, ella ya no estaba.