Capítulo 134
Junio 7, 5 pm
Oficina del Sanbocho
Santuario de Atenas, Grecia.
Mayura subió caminando las escaleras de las doce casas cuando fue requerida por Shaina. No le dijeron que era urgente, por lo que aprovechó ese momento para distraerse un poco. Le era un poco extraño ver a Mu meditando, la casa de tauro y géminis vacía, DM leyendo muy serio en las escaleras del templo de cáncer, la casa de leo vacía, la de virgo igual, en libra el maestro entrenando con sus chacos gritando como Bruce Lee, La Señora de Milo sacando a pasear a las mascotas…
- Buenas tardes Mayura – dijo Aioros al ver a su amiga llegar a la casa de sagitario. Aioria estaba con él.
- Buenas tardes Caballeros – respondió – Mi Sanbocho me ha llamado.
- Para nada bueno de seguro – menciono Aioria – Sabes algo de Marín?
Mayura suspiró. Ya sabía que le iba a hacer esa pregunta.
- No Aioria, pero seguramente es para eso que me han llamado.
- Te acompañó – dijo Aioros – Yo también debo subir.
Aioria le mando una mirada suplicante.
- Si, ya se. Yo te mantengo informado. Regresa a casa – Pidió Aioros mientras seguía a Mayura que ya se había adelantado.
Llegaron a la oficina de Shaina y ambos se presentaron ante la Sanbocho.
- Aioros… gracias por acompañarla. Shion te está esperando.
Shaina esperó a que Aioros saliera por la puerta para indicar a Mayura que se sentara.
- Como están las niñas?
- Todas están muy bien. Hiciste un buen trabajo con ellas.
- No. en realidad no he hecho nada. Geist, Marín y Junet son las que se han encargado de ellas. Pero me alegro que todo va bien y me encanta tenerte en nuestras filas de nuevo. – dijo Shaina
- Ja! Y entonces me puedes decir por qué hay un grupito que se hacen llamar "Las viboritas?"
Shaina se ruborizo un poco
- Te refieres a Donna, Ariadna, Rachel y Anna?
- Acaso hay otras?
- Jijiji que mal por ellas. Debí haberles puesto las aguilitas.
- Creo que a diferencia de Kakyuu, esas cuatro les gusta más la disciplina y el esfuerzo físico. Y ambas sabemos que tú eres mucho más estricta que Marín en ese aspecto.
- Sí, pero no son mis alumnas.
- Pues porque no quieres – dijo Mayura
- Bueno ya! A lo que te traje – dijo Shaina antes de ponerse sentimental – Necesito que vayas a ver como esta Marín, Camus, Saga y Laura.
- Por qué tan de repente? Sucedió algo?
Shaina se quedó callada y Mayura trato de leerla pero Shaina se había bloqueado.
- Eso te lo enseno Shion? – pregunto Mayura intrigada.
- No. El anterior patriarca. – contesto – Me sirve para cuando no quiero dar más detalles de los que necesito.
- Entiendo.
- Crees poder hacerlo hoy mismo? – insistió
- Seguro. Dame unas horas y te doy mi reporte. – aseguró Mayura – Alguna cosa en especial que deba averiguar?
- No. Ve y me dices como esta todo.
Mayura asintió y desapareció ante sus ojos tele transportándose a Columbus.
Junio 7, 9 am
Restaurante de Tía Lucy
Muelles isla San Salvador, Bahamas.
Marín estaba ayudándole a picar verdura a la Tía de Tania en la cocina de su pequeña lonchería frente a los muelles mientras Tania estudiaba un poco en las mesas del frente. Una señora blanca muy delgada y de rasgos delicados que cantaba mientras cocinaba porque según ella, ese era su ingrediente secreto. Ya habían preparado los macarrones al horno y estaban terminando las pechugas empanizadas al ajillo cuando una figura rubia tocó la puerta de la cocina. Marín se apresuró a abrir.
- Mayura! No te esperaba tan pronto. – dijo Marín limpiándose las manos en el delantal
- Evidentemente – contestó viendo el lugar – En donde podemos hablar?
Marín le avisó a la tía Lucy que regresaría en un momento, se quitó el delantal y salió con ella. Caminaron unos pocos metros hasta poder sentarse en el muelle.
- Ahora si Marín, dime por que estabas en ese lugar? Por qué no estas a lado de Saga y Camus cuidando a su amiga como se te encomendó?. – preguntó
Marín inhaló profundamente.
- Hace dos días que ya… que tuve que salir de ahí. – contesto Marín procediendo a contarle su versión de la historia evitando mencionar nada que pudiera comprometerla. Recordaba bien que Mayura era íntima amiga de los hermanos.
Mayura guardó silencio todo el tiempo. Comprendía los sentimientos de Marín, pero al mismo tiempo sabía que se metería en problemas con Shaina por haber renunciado a su misión sin completarla.
- Por qué no te mandaron antes? – pregunto Marín – No es que me queje y aceptare mi castigo con gusto. Al menos hice nuevas amigas y me tomé un día libre…
Mayura asintió pero no dijo nada de lo que leía en Marín. No le correspondía.
- Shaina me mando a checar como estaban. Vengo directo desde el santuario. – dijo Mayura – Tengo que llegar con mi reporte.
- Ven, te presentare a Tania y a la Tía Lucy – dijo Marín tomándole de la mano – después podrás ir con Shaina a decirle todo lo que te he dicho.
Mayura siguió a Marín. Faltaba ir a conocer la otra versión.
Junio 7, 10 am
Cabaña de Kanon
San Salvador, Bahamas.
Mayura camino los dos kilómetros que separaban la casa de Tania de la cabaña de Kanon. Iba tomándose el estómago de lo llena que había quedado con toda la comida que la tía Lucy había insistido en que comiera en señal de bienvenida a la Isla.
- Menos mal que Marín no se va a quedar más tiempo aquí o si no se va a poner toda Kung Fu Pandita – dijo Mayura para sí misma.
Tocó a la puerta de la cabaña y Camus le abrió la puerta.
- Mayura! Pasa! No te esperábamos – exclamó abriendo la puerta
Mayura paso a la cabaña y todo se veía normal.
- Bueno, ya pasaron más de 10 días y queríamos saber cómo iba todo por aquí – dijo – Puedo ver a Marín?
Camus se quedó callado.
- Ella no está aquí.
- Y en donde esta entonces?
- No tengo la menor idea.
- Que dices? Desde cuándo? – dijo Mayura fingiendo sorpresa
- Hace dos días – dijo Camus visiblemente incómodo con la situación.
- Sucedió algo que deba saber? Después de todo, ella te fue encomendada a ti Camus. Tú eras el responsable al ser de mayor rango.
Camus le lanzo una mirada hostil, pero Mayura estaba acostumbrada a ese tipo de desplantes.
- Yo estoy ocupado y ella ya está grandecita. No puedo cuidar lo que hace y lo que no.
Mayura salió a la terraza seguida de Camus. Se sentó en una de las bancas de madera y lo invito a explicarle todo. Camus no dejo ningún detalle al aire en su historia.
- Creo que ya tengo toda la información que necesito Camus. – dijo levantándose – Puedo ver a Laura y Saga ahora?
Camus se encogió de hombros mientras la invitaba a pasar de nuevo a la cabaña. Toco la puerta de la habitación y Saga le abrió la puerta.
- Mayura! Bienvenida. – dijo un poco preocupado. Él sabía lo que ella estaba haciendo ahí.
- Solo vine a ver como estaban las cosas por aquí. – dijo – Veo que Laura se recupera rápido y me alegro.
Laura, quien no sabía realmente quien era Mayura solo sonrió y desvió su mirada a Saga. Mayura lo noto.
- Alguien aquí sabe dónde encontrar a Marín? Parece que está perdida desde hace unos días. Aunque supongo que a los que están en esta habitación les importó un comino – dijo algo molesta al comprobar que era cierto.
Laura había bajado la mirada visiblemente incomoda pues a decir verdad ni siquiera había notado que no estaba y Saga se había ruborizado un poco avergonzado por no haber detenido toda esa locura.
- Que pasen un buen día. – dijo Mayura saliendo de la habitación.
Saga la alcanzó en la Sala y la tomó del brazo suavemente para que se detuviera.
- Mayura… Marín está a dos kilómetros de aquí… La he estado monitoreando y…
- Lo sé. – dijo Mayura zafándose – Tengo muchas cosas que reportar, pero el hecho de que no hayas hecho absolutamente nada para traerla de regreso sin importarte si tenía o no un lugar donde quedarse, solo me confirma que no has cambiado tanto como proclamas. Sigues siendo egoísta y malagradecido. Y sí. Eso también saldrá en mi reporte.
Miró a Camus y se dirigió hacia él.
- Vendré mañana a por ti esta hora. Si Marín no es necesaria, tu tampoco y estoy segura que el patriarca pensara igual que yo. – dijo desapareciendo ante sus ojos.
Camus miro a Saga y Saga le puso la mano en el hombro.
- Prepárate, porque siento que te darán un buen sermón cuando llegues.
Junio 7, 7 pm
Oficina del Sanbocho
Santuario de Atenas, Grecia.
Mayura llego ante Shaina de nuevo. Esta estaba impaciente por saber la verdad.
- Dime que solo era un rumor y todo estaba bien – pidió Shaina levantándose al ver entrar a Mayura
Mayura guardó silencio y Shaina se dejó caer en la silla.
- Debo llamar a Shion?
- Está lo suficientemente bien?
- Lo vas a hacer pasar corajes?
- Un poco
- Entonces no lo llames.
Mayura le dio las dos versiones y sintió que el ánimo de Shaina comenzó a decaer.
- Creo que… Debo imponer un castigo… a Ambos. – dijo para sí misma.
- A los dos?
- Marín, a pesar de lo HDP de Camus, debió terminar su misión – aclaró – Y a Camus no le importó su seguridad los últimos dos o tres días.
- Es cierto, pero y Saga?
- Saga ya no forma parte de este santuario. – dijo con voz indiferente – Por tanto no espero que a él le importe lo que sucede con Marín. Dices que ella se veía feliz?
- Sí. Creo que el tiempo fuera le ha servido mucho. Y ese hoy en particular se veía tranquila.
- Y son ocho horas de diferencia verdad?
- Correcto.
- Ve por ellos mañana por la mañana por favor. – ordenó antes de levantarse de su asiento – Deberán comparecer ante Shion y ante mi antes que otra cosa.
Mayura asintió y Shaina salió de su oficina rumbo al comedor donde Shion y los niños la esperaban para cenar, pero Mayura pudo sentir que en lugar de estar enojada, la embargaba una profunda decepción.
Junio 8, 9 am
Cabaña de Kanon
San Salvador, Bahamas.
Saga, Camus y Laura habían terminado de desayunar en la recamara de Laura y Camus estaba recogiendo la bandeja cuando se escuchó que tocaban a la puerta. Camus sintió a Mayura y fue a abrir la puerta.
- Buenos días – dijo sin muchas ganas.
Mayura le entregó una carta y pasó a la habitación de Marín por las demás cosas que había comprado sin siquiera pedir permiso.
Camus leyó la carta. Era una carta de presentación firmado y sellado tanto por Shaina como por Shion donde le pedían regresar de inmediato ante ellos.
Saga salió de la habitación y se dirigió a Camus. Camus le mostró la carta y Saga no se sorprendió.
- Te lo dije
- No importa. De todos modos tenía que ir a ese estúpido compromiso. - contestó
- No es opcional para ustedes – dijo Saga – Menos mal que ayer empacaste, verdad?
- Sí. Lo hice y por lo que dice aquí, ella está empacando el resto de las cosas de Marín.
- Por qué siento que yo también tendré problemas por esto?
- Puf. A ti ya no te pueden castigar. Yo tengo un castigo pendiente. – dijo Camus cruzándose de brazos.
- Eso no me lo habías dicho.
- Hasta ahora lo recordé. En fin. Voy a despedirme de Laura.
Camus tocó a la puerta.
- Adelante! – dijo Laura subiéndose a la cama.
- Cariño... – dijo acercándose - Han venido por mi. Debo regresar a Grecia – dijo con suavidad.
- No! Me vas a dejar? – contestó Laura con voz triste
- Solo serán unos días. – dijo Camus - Hay un compromiso que debo cumplir.
- Pero no quiero estar sola!
- No estarás sola. Saga se quedara contigo.
- No es lo mismo. tu eres la única familia que tengo
Camus le tomo la mano y le dio un cariñoso beso en la frente
- Entonces vámonos los tres y en el hospital estarás más cerca de mi
Laura se tapó los ojos con ambas manos antes de llorar.
- No, por favor no! un hospital no! no quiero!
- Entonces se una niña buena y quédate aquí. – dijo Camus - Saga sabe dónde localizarme. Puedes hablarme diario si quieres! Pero si no trabajo como tendré dinero para comprarte los chocolates que tanto te gustan?
- No me importa si no me compras chocolate, mientras no me dejes! Al final todos me dejan! - lloró
Camus suspiro.
- Está bien. Les diré que me quedare aquí contigo.
Laura se limpió ambos ojos con el dorso de su mano.
- Perdóname, soy una boba. Tú tienes tus motivos para regresar. No tienes que quedarte aquí y menos por mí. Yo... estoy asustada, confundida y odio sentirme así
- Lo sé – contesto Camus sonriendo – Te digo un secreto?
Laura asintió.
- Cierto cabeza hueca peli azul que no soy yo, ha insistido en cuidarte el solo. Pero a mí se me hace que es solo un pretexto porque lo traes loquito – dijo Camus
Laura volteo a verlo y pestañeó para eliminar las lágrimas.
- Saga? y porque querría cuidarme el solo?
- Supongo que es porque no le gusta compartir.
- Contigo? – dijo sonrojándose – Pero… lo que siento por ti es muy distinto a lo que siento por él.
Camus alzó una ceja divertido.
- En serio? A ver… cuéntame
El color de su rubor subió 3 tonos.
- 1,2,3,4,5,6,7 ya te conté
Camus sonrió.
- Creo que eso contesta mi pregunta y me da gusto por ambos.
- Lo vas a cuidar bien, verdad?
Laura lo miro como si no entendiera lo que le estaba diciendo. Camus hizo el intento de pararse para irse pero ella lo detuvo con ambas manos.
- Camus!
- Si?
- Gracias por sacarme de ese lugar y evitar que algo peor pasara, por estar aquí conmigo y no dejarme sola, y por ser mi hermano.
Camus la abrazo con cariño.
- Nunca estarás sola mientras yo viva. te lo prometo.
Laura no pudo evitar que sus ojos se humedecieran de nuevo.
- Te quiero mucho
- Yo también cariño. Recupérate pronto para que me lleves a bailar si? y pídele a Athena mucha paciencia.
- Paciencia? Por qué?
Camus se levantó.
- Tengo que irme. Te llamare pronto
- Promételo
- Si
- si saga se porta mal te puedo dar quejas para que lo regañes?
Camus con una mano en el pomo de la puerta le respondió:
- claro... pero que pasara si es al revés?
Laura extendió ambos brazos hacia él.
- Dame otro abrazo que me dure todos estos días
- Consentida.
Camus se regresó y le dio un abrazo que duró varios minutos, hasta que fueron interrumpidos por Saga:
- Te dije
- cuídate si? no te quiero perder
- Estaré en el mismo lugar.
- Lo sé, pero eso no evita que me preocupe por ti.
- Gracias.
- Cuídate.
Camus le lanzó un último beso desde la puerta y salió cerrando tras de él.
Laura se quedó muy triste mirando hacia la puerta. Escucho que Camus y Saga intercambiaban algunas palabras y después solo quedo silencio.
Junio 8, 6 pm
Cámara del Patriarca
Santuario de Athena, Grecia.
Mayura llego con Camus y minutos después con Marín. Los tres esperaron en silencio hasta que el guardia les dijo que ya estaban listos para recibirlos.
Shion estaba sentado en su trono envestido con su uniforme al igual que Shaina. Kanon, DM, Aioros y Mu a un lado de ellos con sus respectivas armaduras
- Merde! – pensó Camus al ver a sus compañeros.
Ambos se arrodillaron frente a ellos y Mayura se puso al lado contrario de los dorados.
- Camus, Marín, Bienvenidos – Dijo Shion – Como dejaron las cosas?
Camus decidió contestar.
- Laura está en plena recuperación, aunque obviamente tardara mucho en sanar por completo. Saga y yo le agradecemos su intervención Maestro.
- Me alegro de escucharlo. – contestó Shion – Como sabes, se te dio un permiso especial para que "rescataras" a Laura, mas no para que te quedaras allá. Tenías un castigo que cumplir y ni siquiera te preocupaste en llamar para justificarte.
Camus no contestó esta vez. Era cierto.
- No puedo decir cuánto me decepciona que así haya sido, y más que le hayas faltado el respeto a tu compañera aquí presente.
Los cuatro dorados se miraron entre sí. Ni Kanon sabia toda la historia pero solo movió la cabeza incrédulo justo como cuando se había enterado por Tania.
- Tienes algo que decir en tu defensa? – preguntó Shion
- Si
Los ocho quedaron a la expectativa.
- Ella nunca debió intimar con el bando enemigo. Eso fue lo que trajo los problemas. A raíz de eso se volvió rebelde y comenzó a faltar a sus deberes.
Marín no movió un solo musculo.
Los cuatro dorados tenían una cara de sorprendidos que era casi risible. Marín? La dulce y tímida Marín? No se habría equivocado Camus?
- Basta Camus! – dijo Shion – Eso es todo lo que tienes que decir?
- Si
- Está bien. – dijo Shion – Marín?
- Si
- Si te enviamos a esta misión, fue principalmente porque vimos tu necesidad y sabíamos que serias la adecuada para ello. – dijo Shion – Sin embargo, se me ha informado que por alguna razón decidiste simplemente renunciar e irte. Tienes algo que decir en tu defensa?
- No.
Todos los presentes voltearon a verla. Shaina se adelantó un paso.
- Marín!
Shion la detuvo con un brazo.
- Lo siento Lady Ophiuco. Soy culpable y aceptaré mi castigo. No debí dejar la misión por ningún motivo. Fallé y no tengo excusa.
Un pesado silencio se hizo entre los presentes. Shion fue el primero en romperlo.
- De acuerdo. – dijo Shion- Ambos tienen una falta, y ambos tienen antecedentes. Caballero de Sagitario, Caballero de Cáncer, Caballero de Géminis, Caballero de Aries serán testigos de los respectivos castigos.
Los cuatro dorados miraron al frente.
- Al Caballero de Acuario, se le agregaran cinco días más a su castigo comenzando el día 11 de Junio. Aun así, le es requerido obligatoriamente el asistir al evento social del día 14. Si por alguna razón no oficial vuelve a faltar a su castigo, será juzgado por desobediencia y traición.
Camus volteo a verlo pero bajo la mirada inmediatamente con una sonrisa que se le quito tan pronto escuchó lo siguiente:
- Y como una… lección adjunta, deberá presentarse ante Lady Ophiuco el día de mañana 9 y el día 10 a las 9 am. para recibir instrucciones. Quedo claro?
- Si… señor.
- Marín de Águila. Ya que no terminó la misión humanitaria que se le encomendó y además no pudo justificarse…
Aioros pasó saliva. Como explicarle esto a su hermano?
- …Se le condena a acompañar diariamente en el castigo a Afrodita de Piscis, donde deberá limpiar y clasificar todas las tumbas de Rodorio durante los siguientes 5 días. Preséntese mañana ante Lady Ophiuco a las 8 de la mañana para comenzarlo. Está claro?
- Si… señor.
- Gracias. Vengan y firmen de aceptación y vayan a descansar. Repórtense conforme lo planeado.
Ambos firmaron el pergamino y Salieron de la Cámara. Los cuatro dorados rodearon a Camus para platicar con él y Marín camino unos pocos metros cabizbaja hacia las escaleras.
- A donde crees que vas?
Marín volteo y Shaina estaba frente a la puerta de su oficina. Se quitó la máscara y abrió los brazos. Marín corrió hacia ella agradeciendo internamente que Shaina estuviera ahí para poder desahogarse con alguien.
Junio 8, 10 am
Cabaña de Kanon
San Salvador, Bahamas
Saga se quedó de pie ahí hasta que Mayura se hubo llevado a Camus. Marín no había regresado a esa casa, pero Mayura se había llevado el resto de sus cosas y le había dicho que ella la regresaría al santuario sana y salva y que mejor se dedicara a restablecer a Laura.
Con ese pensamiento fresco, abrió la puerta de la habitación principal.
- Ya se fueron. Espero que no te moleste quedarte sola conmigo - dijo Saga sonriéndole.
Laura volteó a verlo aun con cara un poco triste.
- Porque me molestaría quedarme sola contigo?
- No lo sé – contestó Saga – Tal vez porque ya no tendrás a Camus para platicar
- Pero te tengo a ti… a menos que no seas tú y seas producto de mi imaginación
- Jajaja mmm... - Saga se sentó en la cama junto a ella quedando de frente. la toma de la mano y con la otra le acaricia la mejilla - Aquí estoy. A menos que tengas una imaginación tan vivida que puedas sentir mis caricias aun cuando estés soñando
- Mi imaginación últimamente ha estado inquieta y es tu culpa – susurro Laura aunque después se dio cuenta que lo había dicho en voz alta y se sonrojó.
La sonrisa de Saga se hizo más grande.
- En serio? Cuéntame
- No.
Saga se llevó su mano a los labios para darle un beso.
- Sabes? Hace un día delicioso afuera. Ahora que la nana regañona se fue... quieres salir un rato?
Laura sonrío y se le iluminó su mirada
- Si! por favor!, ha sido muy injusto que estando tan cerca del mar no haya podido salir a disfrutarlo… por cierto quien es la nana regañona?
- Camus jejeje, que nunca leíste el cuento de Peter Pan? Su perro San Bernardo se llamaba Nana. Puedes Caminar o quieres que te cargue?
Por toda respuesta Laura le hizo cara de puchero y extendió los brazos.
- Voy a tener que evitar verte cuando me haces esa cara porque no te podré negar nada - dijo mientras pasaba una mano por su espalda, y la otra por sus debajo de sus rodillas para levantarla.
Salió con ella en brazos y tomo con la mano derecha una mantita ligera que estaba en la entrada de la habitación. Laura escondió la cabeza en su pecho disfrutando de su aroma.
Salieron de la cabaña y el la depositó con suavidad en uno de los camastros que había en la playa, la tapo con la manta pues la brisa amenazaba con refrescar y le acomodo una sombrilla para evitar que los rayos del sol la quemaran.
Solo se escuchaban las olas rompiendo contra la arena y una que otra gaviota de vez en cuando.
Saga se acercó otro camastro para sentarse y poder admirarla.
- No. Ven y siéntate conmigo – suplicó Laura.
- Bueno...
Laura se hizo a un lado con un poco de esfuerzo y Saga pudo recostarse pasándole un brazo por debajo de su torso para evitar su clavícula herida. Laura, para evitar lastimar su pierna y brazo izquierdo, terminó recostándose sobre su lado derecho quedando su cabeza sobre el corazón de Saga.
Ella cerró los ojos y suspiró:
- Así está mucho mejor – exclamó.
- Oh sí. Estoy de acuerdo. Pero si te cansas o algo te duele me avisas. No puedo ser negligente contigo – dijo Saga
- Y si soy una niña buena que me dan de premio?
- Un chocolate?
- No, eso no es un premio
- mmm... que tal un rico y delicioso beso?
- Pero solo uno? no se vale, yo quiero muchos! Sabes el trabajo que me cuesta portarme bien?
Saga le acaricio la mejilla suavemente.
- Es que esos de por si te los voy a dar…
- Cuando y donde?
- A cada rato. Después de todo, tengo que probarte que no estas sonando y yo creo que necesitaras como un millón de pruebas
Laura levantó la cabeza.
- Y si me porto mal que harás?
- Si te portas mal... no te los doy
- ja, pues alguna forma encontrare – lo retó.
Ella vuelve a acostar su cabeza en el pecho
- De portarte mal?
- De que me des besos cuando me porto mal
- Lo dudo. tengo mucha fuerza de voluntad. Mejor no te portes mal
- Podrás tener toda la fuerza de voluntad que quieras, pero eres hombre. No me digas que quieres una princesita bien portada de esas que no rompen un plato?
- Jajaja, no. ya las he tenido y me aburren sobremanera
- tú, y tu lista interminable de conquistas
- Eso a ti no te consta y ni hables de conquistas que tu estas mucho peor que yo. – reclamó Saga.
- tú dijiste que podrías tener a la mujer que quisieras y sigues creyendo que yo soy una cualquiera.
- qué? Yo nunca he dicho eso – dijo Saga
Laura cierra los ojos para evitar llorar
- No pero lo piensas. Por algo estás hablando de mis supuestas conquistas…
- Estoy contando a Camus y a Kanon
- Yo con Camus no tengo nada, es como mi hermano. Es la familia que me quitaron y a Kanon… lo confundí contigo. Eso es todo
- Ya... Supongo que también en el Enzo me confundiste – dijo Saga
- No. En el Enzo sabias que eras tú, por eso me estaba haciendo bolas.
- Ahhh, supongo que es posible – dijo Saga cerrando los ojos para disfrutar el momento.
- A tu hermano lo conocí al día siguiente de estar en el Enzo y pensé que eras tú…
- En serio? Porque somos bastante diferentes. Además no olvido que me dijiste que los preferías a ellos dos antes que a mi
- Eso lo dije para sacarte la piedra y que me dejaras en paz, porque mi mundo se pone patas arriba cuando estoy cerca de ti. Además estamos a mano porque yo tampoco me olvido de que dijiste en la boda y en el interrogatorio.
- En el interrogatorio lo único que hice fue gritar para salvarme de ser seducido por ti y perder mi inocencia Jaja
- Y te funciono de perlas no?
- Si! – dijo Saga sonriendo – La verdad es que pude besarte y fue la gloria.
Laura comenzó a llorar y Saga intentó separarse de ella para poder verla mejor. Laura, al sentir esto, se agarró más fuerte de su playera y escondió la cabeza en su pecho
- Tranquila. que sucede?
- Perdóname! Te puse en peligro!
- A quien pusiste en peligro?
- A ti!, el dio la orden de matarte a ti, por mi culpa!
- Te refieres a Henry?
- Si, él te quiere alejar de mi ¡!
Saga le dio un beso en la frente
- Eso no va a pasar. La única que tiene el poder de alejarme de ti eres tú misma
- no, él te va matar al igual que ha hecho con todos los que quiero, por eso no te respondí en el privado porque no te quería poner en peligro y ahora el dio la orden de matarte de nada sirvió, que no te respondiera lo que quería porque aun así te puse en peligro
Laura siguió llorando en sus brazos por unos minutos.
- Dulzura mía... él no tiene el poder necesario para matarme. Por favor no llores. No soporto verte llorar.
Laura intentaba detener su llanto pero no podía.
- Te he dicho que eres la chica más adorable que conozco...: la más valiente... y sexy?
Laura movió negativamente su cabeza mientras intentaba tranquilizarse.
- Sabes? Admito que Soy un poco celoso y tengo mal genio...y tengo un hermano que es un poquito más guapo que yo y es más popular con las chicas, No tengo tantos amigos... pero debes saber que yo nunca me había enamorado antes. Parezco adolescente contigo. Kanon está de testigo que ese día del hospital, le dije que había conocido la mujer con la que compartiría el resto de mi vida. Ahhh por si no lo has notado, también soy un poquito arrogante.
- En… serio?
- Sí. Y soy por mucho, bastante más poderoso que cualquier pelele que hayas conocido, por tanto, ni el, ni ningún humano normal puede matarme y si no me crees a mí, pregúntale a tu adorado Camus.
Laura se separó de Saga, se limpia lo que resta de sus lágrimas y se sentó.
- Me tienes hasta el tuétano con "tu adorado Camus". El que me gusta, el que me encanta eres tú, no Camus, no Kanon, tu, y si me pongo así es por ti grandísimo idiota
Contrario a lo que Laura creía, Saga comenzó a reír
- Eso ya lo sé. solo que me encanta oírtelo decir. Y enojada te vez muy bonita. – Laura se cruzó de brazos - Y cuando haces pucheros también – Laura empiezo a hacer muecas chistosas - Jajaja
- Si claro, eso también debes decírselo a tu novia que tienes en Atenas…
- En serio? Pues preséntala porque no la conozco – dijo Saga sorprendido.
- Con la que hablabas cuando llegue a interrogarte…
- No sé de qué me estás hablando - aseguró
- Con la que hablabas por celular cuando yo azote la puerta! Espero que le hayas dicho lo bien que te la pasaste el día que celebraste tu cumpleaños. – dijo Laura en tono celoso.
Saga comenzó a reír tanto que se cayó del camastro, teniendo que agarrarse el estómago de la risa incontrolable que le provocó esto último. Laura se asomó por el lado del camastro para ver cómo se reía Saga, quien tardó unos segundos en poder controlarse y se tuvo que secar algunas lágrimas de risa
- ok ok. me estás diciendo que tienes celos de Janet? La jefa de enfermeras del hospital? la que tiene 65 años y parece pasita arrugada pero con un genio de la fregada? Jajajajja
Laura lo miro desde arriba del camastro
- Tu dijiste que a tu novia no le importaría, así que yo asumí que hablabas con tu novia y que tenga 65 años y parezca pasita arrugada no la exime de querer contigo o sí?
- Pues... sí. Hasta yo tengo mis límites. Y lo de la novia lo sacaste tú. Yo solo te seguí el juego
Laura sacó su cuerpo un poco más del camastro.
- pues tu puedes tener tus limites, pero aun así dudo que no hayan muchísimas mujeres que quieran estar en tu cama, y a todo esto porque dices que me seguiste el juego?
- porque era una manera de seguir conversando y ya te dije. Me gusta como tus ojos brillan cuando te enojas... y en este caso te pusiste celosa. – contesto sonriendo - además me estabas tratando como si yo hubiera hecho algo malo y luego fue cuando intentaste abusar de mí y tuve que gritar por ayuda, menos mal que alguien se apiado de mí que si no…
- primero que todo – dijo Laura en tono defensivo - No tienes pruebas de que me puse celosa, segundo yo no trate de abusar de ti, y podías gritar todo lo que quieras nadie iba a entrar
Saga sonrió y la tomo de la mano.
- Acéptalo. Querías encuerarme para hacerme no sé qué cosas que tu cochambrosa cabecita tenía planeada. Soy Irresistible
- Eso lo acepto. No puedo resistirte y te aprovechas de ello. Ahora dime tu porque pusiste cara de limón agrio cuando me viste en el Table, y porque me pediste a mí para el privado si tenías a un montón de viejas que se morían por estar en mi posición.
Saga se quedó tirado en el suelo pero en silencio
- De haber ido solo o con mi hermano, te hubiera sacado de ahí a como diera lugar. Estuve muy muy cerca de hacerlo, pero de pronto recordé que había visto a Nat y comprendí que era parte de tu trabajo. Aun así escuche lo que mis colegas decían de ti y no me gustó y luego Kanon...
Laura sacó medio cuerpo del camastro para poder verlo a los ojos
- Haber primero porque me ibas a sacar?
Él se tapó el sol de los ojos con su antebrazo
- Que estabas diciendo tu colegas? y Kanon que tiene que ver aquí?
- Kanon dijo que se iba a ir al privado contigo y por poco lo logra. Recordé que tú me dijiste que ya lo habías besado y lo preferías a mí y – suspiró - mis compañeros decían cuanta leperada se les ocurrió respecto a lo que te harían si te tuvieran a solas... Y con la poca ropa que traías... yo solo quería alejarte de todas sus miradas libidinosas
Laura se estiró para tratar de quitar el antebrazo de los ojos de saga, pero como ya tenía medio cuerpo afuera, terminó cayéndose del camastro sobre de él. Afortunadamente logro hacerlo sin lastimarse quedando sus caras bastante cerca.
- Que hago para que entiendas que tu hermano no me interesa - le dice en un susurro
- Tú tienes la culpa. dijiste que lo preferías a él. No serias la primera que lo hace, pero si la única que me importa
Laura se hizo para atrás para quedar sentada sus piernas. Su mirada se clavó en la arena y su voz era triste.
- Sí, claro tienes razón es mi culpa, que hayan tratado de abusar de mi cuando tenía catorce años, como también es mi culpa que hayan matados a mis papas o matado a mi padrino delante de mí - le empezaron a salir lagrimas - como también es mi culpa que me hayan torturado y secuestrado mi tío y el infeliz que me jodio la vida y también es mi culpa que al imbécil que digo que lo amo, lo único que hace es echarme en cara a su hermano
Saga vio sus lágrimas y la levanto hasta ponerla de nuevo sobre el camastro teniendo cuidado de no lastimarla.
- Y ahora qué haces? A dónde vas?
- Solo voy por un poco de agua – dijo Saga con suavidad.
Saga entró a la casa y para sorpresa de Laura comenzaron a escucharse cosas estrellándose contra la pared, cristales que se rompían.
Medio asustada, Laura como pudo se levantó e intentó correr hacia la casa. Y si Henry los había encontrado y estaba intentando matar a Saga?
Saga logró verla justo antes de que ella entrara a la casa y le gritó:
- No entres! Estas descalza y te puedes lastimar!
- Que sucede? Estas bien?
- Solo quédate ahí. No te muevas!
- O Sales tu o entro yo!
- Aquí no sucede nada. Solo rompí algunas cosas. Algo que los imbéciles hacemos muy seguido.
A Laura se le salen las lágrimas y empieza gritar
- Eres un completo estúpido e idiota! Creí que Henry te había encontrado!
Saga siguió callado con los puños cerrados.
- Regresa al camastro - Ordenó
- Jodete!
- regresa al camastro dije - gritó
- oblígame!
Por toda respuesta Saga encendió su cosmo y selló la casa para que Laura no pudiera entrar hasta que él hubiera limpiado. Fue a la cocina por una escoba y un recogedor y tranquilamente se puso a barrer los destrozos evitando verla.
Furiosa, Laura se dio la media vuelta y empezó a caminar hacia la playa. Pasó junto al camastro a la orilla del mar se quitó la camisa de la pijama, los vendajes de muslo, hombro y manos y se metió al mar en un claro desafió a todo el asunto.
Cuando Saga terminó minutos más tarde su labor, salió a buscarla y no la encontró en el camastro. Comenzó a llamarla, pero Laura no contestó lo que provocó que comenzara a preocuparse.
Laura estaba muy feliz y despreocupada en el mar flotando con los ojos cerrados. Las aguas estaban tibias y tranquilas y aunque escuchaba a lo lejos su nombre, no abrió los ojos.
Decidido a encontrarla, Saga subió al techo de la cabaña para poder ver mejor y al notar lo tranquila que esta Laura disfrutando del agua, decidió dejarla un momento mientras él se quedaba ahí en el techo vigilándola tomándose la piernas con las manos y la cabeza recargada sobre las rodillas. Era demasiado pronto para echarlo a perder.
Más tarde, Laura se enderezó para mirar hacia la playa tratando de buscar a Saga pero sin quererlo se había alejado bastante de la orilla y no podía verlo. Como puede comenzó a nadar hacia la playa. Afortunadamente el oleaje la ayudaba a avanzar más rápido.
De repente, el recuerdo de cuando Henry trato de ahogarla vino a su cabeza y comenzó a aponerse nerviosa y sentir miedo que pronto se convirtió en pánico.
Saga levantó la cabeza al percibir que algo estaba mal con Laura y rápidamente saltó del techo al suelo y corrió hacia la orilla justo en el momento en el que Laura empezaba a hundirse.
Corrió y se lanzó al mar llegando en pocos segundos a sacarla de ahí. Regresó y la metió directamente a la casa donde Laura se aferró de él con los ojos abiertos y desenfocados y trataba de respirar sin conseguirlo.
- Amor. necesito que te calmes, que trates de respirar. Estas en medio de un ataque de pánico, pero ya no puedes ahogarte. No hay agua alrededor. Respira
Ella seguía tratando de buscar sus ojos con la mirada y respirar
- Por favor, por lo que más quieras respira – suplicaba Saga
Laura encontró sus ojos.
- Intentare no ser tan imbécil... solo respira por favor.
Laura empezó a coger grandes bocanadas de aire. Saga estaba tan aliviado que cayó de rodillas con ella en brazos. Laura empezó a respirar mejor y dejo caer su cabeza sobre su pecho logrando poco a poco respirar normalmente.
Saga se levantó y la levantó de nuevo en brazos pero esta vez con la mirada vacía. La colocó momentáneamente sobre la silla en lo que trajo algunas toallas y las puso sobre la cama. Entonces regresó por ella y la colocó sobre las toallas para no mojar la cama.
- Saga?
Él le colocó otra toalla sobre sus hombros y comenzó a secarla gentilmente.
- Porque reaccionaste así?
- Prometí a Camus que te cuidaría bien. No llevo ni dos horas desde que se fue y ya comencé a arruinarlo. – Dijo con una voz neutra - Tal vez sea mejor que él se regrese.
A Laura se le entrecorta la voz.
- Así que solo me cuidas porque se lo prometiste a Camus, así que todo lo haces por una promesa?
- Debo cuidarte hasta que te restablezcas. -dijo más para sí mismo que para Laura
- Y yo me estaba haciendo ilusiones donde no las hay
- Yo, solo te hago sufrir y llorar.
- Y de verdad te importa si yo sufro o no sufro? a ti no te importa! solo lo haces por la promesa a Camus
Saga no contestó. Ahí donde estaba secando la pierna herida de Laura, una lagrima cae de los ojos de Saga. Saga la seco rápidamente y siguió trabajando.
Laura evitó que Saga la siga secando levantándose y tratando de salir de la habitación. Estaba llorando e hipeando. Saga, sin moverse de su lugar, cerró la puerta con su cosmos sin voltear a verla y comenzó a recoger las toallas mojadas como si fuera un zombi.
Laura empezó a darle de golpes a la puerta y a llorar más fuerte.
- Déjame salir, déjame salir… para ti no soy más que una puta promesa! yo no te importo en realidad.
Saga la volvió a agarrar y la subió la cama.
- De nada me sirve amarte si solo logro hacerte daño - dijo con voz suave y melancólica
Laura Trató de volverse a bajar de la cama
- tu no me amas, solo soy una promesa, una molestia para ti, déjame
El la inmoviliza con su cosmos, mientras prepara el material de curación. Laura trató de moverse pero no pudo, por lo que empieza a llorar más fuerte
- Si no te calmas deberé sedarte. No te preocupes. Solo te curare y saldré de la habitación.
- Porque carajos no me dejaste ahogar? al fin y al cabo así te podrías librar de tu promesa
- No, porque si tú te mueres... yo me muero
Laura volteo a verlo.
- Eso es mentira tu no me quieres. Lo acabas de decir!
- Tienes razón, yo no te quiero...
Laura se quedó estática ante esa declaración.
- Yo te amo... Te convertiste en mi razón de existir desde el día que te vi. Casi Me agarro a golpes con Mi hermano por ti. Recorrí la mitad del mundo hecho una furia mientras estaba tan asustado por lo que pudiera haberte pasado... pedí mil y un favores que no sé cómo voy a pagar... he pasado los días más angustiosos de mi vida... puse en peligro mi licencia de medico al no llevarte a un hospital y retenerte aquí porque tú me lo pediste... y todavía me atrevo a hacerte llorar. Lo siento
Saga la dejo ir, momento que Laura aprovechó para sentarse
- Siéntate al frente mío por favor – dijo Laura finalmente
- Por qué debería?
- Te juro que luego me puedes hacer las curaciones y lo que tú quieras
- Tu no obedeces lo que yo te pido. Yo tampoco hare lo que me pides
- Si pero tú me lo dijiste gritando y dando ordenes
Saga se recargó en la pared más alejada de ella con los brazos cruzados sin levantar la mirada.
- Saga… por favor… estoy muy sensible. Yo tengo parte de culpa. Todo esto que pasó con Henry…
- Tal vez si me contaras podría comprenderte mejor. – dijo Saga
Laura recogió sus rodillas y las abrazó volteando hacia otro lado y cerrando los ojos gritó:
- EL HIJO DE PUTA TRATO DE VIOLARME CUANDO TENIA 14 AÑOS, 14, MATO A MIS PAPAS, ME OBLIGO A VER COMO MATABA A MI PADRINO Y A SU FAMILIA, ME TORTURO Y LASTIMO HASTA DONDE SE LE DIO LA GANA… ME QUITO TODO. TODO! HASTA LAS MISMAS GANAS DE SEGUIR VIVIENDO EN CIERTO MOMENTO!
Laura escondió su cabeza en sus piernas. Saga se ablandó y se sentó en la cama frente a ella como se lo había pedido. Ella se acostó en la cama en posición fetal y volvió a llorar.
Saga suspiró sin saber que hacer e hizo el intento de irse.
- Lo... único...que le falto ese día para lograr su cometido... fue quitarme la...ropa interior, yo gritaba por ayuda, pedía por mi papa y mama pero nadie fue, todos me dejaron sola y dejaron que él me hiciera eso! tenía tanto miedo… estaba aterrada y nadie me ayudo! siempre dicen que me quiere y se van, siempre me dejan sola!
Saga no dijo nada por un momento. Se quedó analizando lo que Laura acababa de decirle.
- Yo no me he ido a ningún lado y no planeo hacerlo
- Y porque habría de creerte si lo hiciste hace un rato? para ti no soy más que una promesa que le hiciste a tu amigo – dijo tapándose la cabeza con una almohada.
- exactamente y planeo cumplirla
- lástima que estés haciendo todo eso para nada
- Prometí a Camus amarte, respetarte y cuidarte el resto de mi vida. Así que sí. tengo que cumplir mi promesa, planeo hacerlo con todo mi corazón
Laura se descubrió la cabeza y lo miro.
- esa no fue la promesa que me dijiste hace un momento…
- es la misma. Solo que me falto decirte la mejor parte – dijo Saga tranquilamente
- entonces si piensas hacer todo eso que dices, porque te haces ideas en tu cabeza que no son y te comportas como idiota
- porque tú lo dijiste. yo soy un imbécil, te hago llorar y eso me hace sentir como mierda y si es necesario alejarme sentimentalmente para ayudar a recuperarte, lo haré. Si es necesario que yo me vaya al diablo para que tú puedas superar todo esto igual lo haré aunque se me parta el alma.
Laura se sentó para verlo mejor.
- y si necesito amarrarte y llevarte a un hospital lo hare, no me tentare el corazón en hacerlo sobre todo cuando se lo voluntariosa y terca que puedes ser
Laura termina por arrodillarse en la cama, se acercó a Saga y le cogió de la playera
- levanta las manos- ordenó
Obediente, hizo lo que ella le pidió, logrando que le sacara la playera por la cabeza y la tirara al piso. Después volvió a sentarse.
- Bien al menos así sé que no te vas a enfermar. Llevarme a un hospital seria el menor de los problemas. Tú mismo lo dijiste, soy terca y voluntariosa y sí, estoy sensible y me siento sola pero así ha sido desde que tenía 12. Tú no tienes ni idea las idioteces que puedo hacer, pero al fin y al cabo, yo no tendría nada que perder si la persona que amo no quiere estar conmigo – dijo mientras sutilmente admiraba el torso desnudo de Saga
- Creo que me doy una idea cuando te metes al mar con riesgo a contraer una maldita infección solo por necia – dijo Saga muy serio
- tu no quisiste salir y hablar conmigo, entonces aguántate
- La que se va a aguantar eres tu cuando te amarre de la cama y no precisamente para lo que sale en mis torcidas fantasías - reclamó
Laura parpadeo rápidamente mientras sentía que se ruborizaba.
- Tus retorcidas fantasías? Cuáles?
- Eso, solo lo sabrás si algún día se te da la gana de obedecer para que te recuperes
Saga entro de nuevo al baño a lavarse las manos y ponerse sus guantes. Tenía en ceño fruncido mientras desinfectaba y vendaba la pierna y el brazo y colocaba una venda limpia.
Laura cerró los ojos para que el no viera que quería seguir llorando, se puso triste y se quedó totalmente callada hasta que él terminó de curar todas sus heridas. Saga, sin decir palabra, sacó de uno de los cajones una pijama limpia y la colocó sobre la cama junto con un juego de ropa interior. De un solo movimiento le desabrochó el sostén para sorpresa de Laura.
- Cámbiate. Lo que menos necesitas es resfriarte. Regresare en 5 minutos para verificar que lo hayas hecho
Salió de la habitación y se dejó caer recargado en la puerta.
Laura no sabía si debía obedecer o no. Solo quería salir de ahí y desaparecer.
El celular que Saga había dejado debajo de su almohada comenzó a vibrar.
Laura, molesta con el sonidito decidió contestarlo, aunque al ver que era Kanon hizo una mueca.
L Hola?
K Saga? qué diablos pasa contigo! porque carajos estas llorando? No me hagas ir hasta allá a darte una patada en el trasero!
L Kanon?
K Uhhh? quien habla?
L ya te paso a Saga
K Donde está el? Esta ahí contigo? Ahora que pendejada hizo? contesta carajo!
L No me grites! Sencillamente que fue una estupidez que él me rescatara
K Si bueno en eso estamos de acuerdo.
L Lo siento, de verdad lo siento
K Yo lo siento más. Mi hermano debe amarte demasiado, tanto, que no sabe ni siquiera como manejarlo. Seguro ya se puso peor que vieja menopaúsica
L …
K Intente ayudarle cuanto pude y sé que me necesita ahí, pero maldición! no puedo ir ahorita. tengo que arreglar el desmadre que el dejó aquí
L Kanon yo amo a tu hermano y daría mi vida por él… por eso quería mantenerlo lejos
K No seas ridícula! Así como lo veo, mi estúpido hermano hubiera ido a negociar por tu vida con Hades si hubiera sido necesario. Lo traes hecho un guiñapo y más te vale que no lo dejes que se deprima, es muy difícil sacarlo y puede... irse al lado obscuro. Yo también lo he estado jalando con mi estado de ánimo y me disculpare con él por eso cuando lo vea.
L No me grites! y no me trates mal o tú, él y todo el maldito mundo se puede ir al demonio!
K Por todos los cielos nadie está gritando mujer!
L Suficiente tengo con lo que me pasó como para que también tenga que aguantarlos a ustedes
K Jajaja Son tal para cual. Sabes qué? No me lo pases. Salgan de ese maldito cuadro depresivo ustedes solos. Tal vez me equivoqué y no eres lo que el necesita. Creí que eras mucho más fuerte pero veo que no.
L A mí no me eches la culpa de todo, que tú también la cagaste
K Córtalo y solucionado tu problema
L Eso quisieras, pero hay un pequeñísimo problema: yo amo a tu hermano pero el sigue jodiendo con el beso que nos dimos y que tu querías llevarme a un privado…
K Jajaja que idiota! Pero ahí la culpable eres tú, yo no recuerdo haberle nunca comentado nuestro encuentro. Si te fuiste de bocona es tu culpa. Arréglalo si de verdad lo quieres o si no ya córtalo. Él nunca te lo va a pedir. Y ya me canse de hablar contigo. Para deprimirme y sentirme culpable no necesito ayuda de ustedes. De todos modos nunca debí haberle llamado, después de todo a él le valgo madres.
L Pero que caraj…
K Que te recuperes pronto
Kanon colgó y Laura se quedó con la palabra en la boca.
- Estúpidos, géminis bipolares!
Escuchó que Saga se preparaba para entrar y rápidamente, dejando a un lado el celular, se quitó el short y el panty, colocándose los limpios que le había entregado minutos antes. Le dio la espalda a la puerta, se quitó el sostén mojado y se colocó el limpio e intentó abrocharlo pero el dolor era demasiado y lanzo un aullido de dolor.
Saga entró justo a tiempo y corrió a ayudarla. No le tomó más de un segundo abrocharlo y comenzó a recoger la ropa sucia. Laura se colocó la camisa seca y fue hasta donde estaba Saga y le coge la mano, Saga volteó a verla con una mirada de arrepentimiento.
- Ve y te quitas eso mojado – Ordenó Laura con suavidad.
- ok
Saga fue al closet, tomó un cambio de ropa de su hermano y se cambió rápidamente en el baño y se quedó parado en el umbral de la puerta sin saber qué hacer.
- Bien ahora que tú y yo estamos secos, vamos a aclarar esto de una buena vez. – dijo Laura - Nos quedamos parados o nos sentamos?
Saga se encogió de hombros pero no pronuncio palabra.
- Pero eso sí, ninguno de los dos va salir corriendo, ni se va enojar y va a responder todo lo que se le pregunte con la verdad.
Saga asintió. Laura fue hasta donde estaba, lo cogió de la mano y lo llevo a la cama sentándose. El la imitó.
- Vamos a ver. – dijo Laura sonriéndole - Pregúntame lo que quieras.
Saga negó con la cabeza y solamente la abrazó con desesperación de forma que ahora su cabeza quedó en el torso de Laura y comenzó a temblar.
Laura le acarició la cabeza con ternura.
- Sabes que te amo, verdad? - Saga asiente - Entonces cual es el problema?
Saga no pudo más y tuvo que confesarse con ella.
- Desde que desapareciste he estado en un nivel de angustia, desesperación y miedo constante. Intente controlarme mientras estaba Marín y Camus pero ya no puedo. Yo... todo eso es nuevo para mí, yo... no sé cómo reaccionar, yo nunca había estado enamorado. No sé cómo tratarte y eso me da más miedo y hago muchas tonterías... Y si te pierdo me muero.!
- En eso estamos igual, para mí también es nuevo – contestó Laura.
Saga escondió su cara para que Laura no viera que estaba llorando. Laura levanta la cabeza de saga y lo mira a los ojos y se le escurren unas lágrimas
- Yo estoy aquí contigo, no en mi mejor estado pero aquí contigo…
- Ni siquiera soy capaz de cuidarte unas horas y... te ibas a ahogar por mi culpa… pude haberte perdido!
- Yo no voy a dejarte aunque hagas muchas tonterías, pero si me estas cuidando muy bien, lo único es que no me has consentido ni me has dado besos.
Saga levanto la mirada hacia ella.
- Será porque... no te has... portado bien
- No me vas a perder. Tú me salvaste. No solo cuando me rescataste sino de un manera que ni te imaginas. Sabías que yo aquí en este momento estoy aterrada y muerta de miedo?
- Porque?
- Porque no quiero que me separen de ti, por no saber cómo hacerte feliz, por no llenar tus expectativas, porque tú me quieras dejar por estar tan jodidamente mal de la cabeza…
- Pues ya somos dos.
Saga volvió a su posición original con su cabeza en su torso. Esta vez Laura se recostó totalmente para hacerle la posición más cómoda a Saga. Laura volvió a acariciarle la cabeza.
- Entonces que propones
- Quedarnos así para siempre
- jijiji pues por mí no hay problema – dijo Laura sonriendo por primera vez - Yo hablo de ti y de mí, ya que los dos no nos queremos separar pero somos muy tercos y berrinchudos.
- Bajarle tres rayitas?
- Yo diría que como unas diez y siempre hablar las cosas por muy histéricos que estemos.
- Si bajamos tantas nos aburriremos – dijo Saga
- Tu y yo no nos aburriremos tenemos tela para cortar.
Saga suspiró y comenzó a relajarse con los ojos cerrados mientras Laura seguía acariciándolo. Muy pronto su respiración se hizo más acompasada y profunda hasta que Laura se dio cuenta que se había quedado profundamente dormido.
