Capítulo 141

Anteros intentaba comunicarse con su padre pero no contestaba su celular. Le habló a todos los generales para ver si estaba con alguno, pero al parecer llevaba dos días sin llegar a su casa, lo que no auguraba nada bueno. Si no estaba trabajando como le había dicho y por lo cual Anteros había sido enviado a su lugar, entonces donde estaba. Decidió mandarle un mensaje de texto:

" Padre: Solo para avisarte que la ceremonia de compromiso a la que me enviaste, no fue tal. Fue una boda entre Minos y Shaina, por lo tanto, dice mi tío Pose que dado que la abuela fue la que oficio la ceremonia, por favor te abstengas de hacer algo en contra. Comunícate cuando puedas para darte más detalles. Anteros.

Afrodita entró del brazo de Hefestos. Cuando le dijeron que tenían que estar los 12 olímpicos, ella esperaba que Ares estuviera ahí para poder dar rienda suelta a su libido en todos los rincones que pudieran. En cambio, había enviado a su hijo Anteros. No estaba nada contenta.

Eros entro corriendo con Vehu y Jely jugando a las escondidas. Eran viejos conocidos y siempre jugaban como niños pequeños.

- Eros! – llamó afrodita una vez que fes la había acomodado en su asiento

- Dime madre – dijo mientras Vehu le decía que le tocaba contar.

- Por qué no vino tu padre?

- No sé. Creo que dijo que tenía cosas más importantes que hacer

- Alguna golfa a su alrededor?

- Jajaja claro que no! Loki fue por él hace dos días y no lo hemos visto – contestó Eros tratando de ver en donde se ocultaban sus amigos.

- Llámale y dile que venga.

- Si madre.

Eros sacó su celular e igual que con Anteros, no obtuvo respuesta.

- No contestan madre.

- Dile que estoy aquí y espero que venga. No quiero aburrirme.

- Si Madre

"Padre, dice Madre que si no vienes se va a aburrir y tendrá que pasar otros dos meses continuos contigo. Que aquí te espera aunque llegues tarde. P.D. A que no sabes quién está aquí? Te doy una pista? Es igualito a ti pero porta una armadura dorada jijiji ven corriendo. Eros"

Geist y Marín entraron juntas al Salón donde Shaina y Minos se encontraban bailando. Geist se detuvo en la puerta porque sintió que le entró una llamada a su celular y como las niñas estaban solas y podía ser una emergencia tenía que contestar. Marín siguió de largo donde vio que estaban Mayura, Yulij y Junet platicando junto a otro grupo de personas.

Todos los dorados ya habían terminado de entrar estando en un grupito Mu, Aldebarán, Dohko y Shion por un lado; Aioros, Aioria y Shura en otro; Kanon, DM y Afrodita en otro y Camus, Milo y Samira en otro.

Marín entonces volteó y vio a tres personas del bando de Poseidón al final del salón.

- Ío! – gritó lo suficientemente fuerte para que este la escuchara por sobre la música y las conversaciones.

- Marín! – dijo dando dos pasos mientras abría los brazos.

Marín corrió feliz de volver a ver a su amigo. Cuando Mayura se la llevó de la isla, no había tenido la oportunidad ni de despedirse, ni de agradecerle todo lo que había hecho.

Todos los presentes voltearon intrigados mientras veía como Marín se echaba en brazos de Ío de Scylla quien como si no se hubieran visto en años, le dio varias vueltas.

- No creí verte aquí! – confesó una vez que la bajo – No me dieron tiempo de despedirme.

- Si me di cuenta – dijo el chileno – Ya te presente a nuestro nuevo Dragón del Mar? Aleix… Aleix esta es mi amiga Marín…

- Hola. Ya nos habíamos presentado – dijo Aleix sonriendo

- Cierto. Muchas gracias de nuevo por lo de esa vez – dijo Marín sonriendo

- Y esa que acaba de salir corriendo a quien sabe dónde era Thetis. Ojala no se meta en broncas. Sabes? Hoy te vez espectacular Marín! Verdad Aleix?

- Si… muy diferente a la última vez. – Afirmo Aleix

Marín instintivamente se puso a jugar con un rizo del cabello.

- Si, bueno… la ocasión lo ameritaba. Te gusta mi vestido? – dijo dando la vuelta de forma algo coqueta – Recordé que me dijiste que el color verde le quedaba mejor a mi color de cabello.

- Shhhhhhhhhht que van a pensar que soy joto – dijo Ío mientras levantaba la barbilla para que lo mirara – Pero le atine. Resalta el color de tus ojos y las flamas de tu cabello rojo.

- Al menos tendré con quien bailar – contestó Marín

- Ahhh eso que ni qué. Ojala pongan ritmos latinos y Aleix y yo te sacaremos, verdad?

- A mí no me metan en sus chismes. Yo no sé bailar. – dijo Aleix viendo con curiosidad a todas las personas que entraban y como la conversación entre esos dos amigos habían llamado la atención de todos.

Todos los dorados sin excepción voltearon a ver a Aioria. Athena había hecho las paces con Hades pero no con Poseidón. Y si se alebrestaba el gato, podría tornar la situación en algo bastante incómodo para todos.

- Así que este era el chisme al que Shaina se refería – murmuro Alde – Mu, que sabes al respecto?

Mu miró hacia Marín y regreso la mirada a su amigo.

- Tengo entendido que ellos terminaron Alde. No me preguntes por qué, porque no lo sé.

- Debió ser algo muy malo como para que Marín, que de todas las Saints Femeninas es la más tranquila y dulce y que estaba loca por Aioria de un día para otro decida ya no estar con él. – dijo Alde para sí mismo – Que podrá ser?

Shion miró a Alde divertido. Tantos meses fuera no le habían quitado lo chismoso al caballero de Tauro.

- Pues yo creo que Aioria le canto a Marín "La media vuelta" - dijo Dohko

Los tres caballeros lo miraron con un signo de interrogación en el rostro.

- Ay por todos los dioses presentes! Que no se la saben? Va así:

Te vas porque yo quiero que te vayas
a la hora que yo quiera te detengo,
yo sé que mi cariño te hace falta
porque quieras o no
yo soy tu dueño
Yo quiero que te vayas por el mundo
y quiero que conozcas mucha gente
yo quiero que te besen otros labios
para que me compares
hoy, como siempre
Si encuentras un amor que te comprenda
y sientas que te quiera más que nadie
entonces yo daré la media vuelta
y me iré con el sol
cuando muera la tarde
Te vas porque yo quiero que te vayas...

Mu y Aldebarán comenzaron a reír mientras que Shion miraba a su amigo tapándose los ojos de vergüenza.

- Si no fuera porque hoy vengo como patriarca, ya te hubiera dado un buen sopapo por cursi. – le dijo

- Nah porque traigo casco

- Si, esa es otra razón. – dijo Shion sonriendo – Que se me hace que ninguno se lo ha quitado porque no se peinaron y traen un nido de arañas…

- Hey! Yo si me peine – afirmó Dohko – Solo que me da flojera andarlo cargando.

Shaina y Minos fueron a platicar con Hefestos y Hermes y la pista quedo libre para quien quisiera utilizarla.

El DJ puso una canción algo movida para que la solemnidad de la ocasión bajara tres rayitas, poniendo Suavemente de Elvis Crespo.

Tres parejas se acercaron a bailar: Hades y Perséfone, Dionisio y Deméter, y Zeus y Hera quienes estaban bailando de a cartoncito de cerveza.

Ío jalo a la pista a Marín, quien no se hizo del rogar. Ío le había ensenado a bailar en Columbus precisamente esa canción.

Del otro lado del Salón, Aioria veía con ojos furiosos a la pareja.

- Pero qué demonios! – dijo dando dos pasos antes de que Aioros lo detuviera.

- Basta de estupideces Aioria! No es ni el momento ni el lugar. – le dijo con voz firme

- Pero que no estás viendo? Como puede…

- Dije Basta! Compórtate! Eres un maldito Caballero Dorado de Athena y no un niño de secundaria.

Aioria se recargo en la pared y se cruzó de brazos murmurando cosas inaudibles.

Shura miró toda la escena bastante extrañado.

- Aioros… no comprendo. Que no Marín estaba con Aioria?

- Larga historia, pero la respuesta es Ya no.

- Desde cuándo?

- Unos pocos días. – dijo Aioros vigilando los movimientos de su hermano para actuar en caso necesario

- Pero Por qué? Todos sabemos que ambos eran el uno para el otro.

Aioros suspiró y miró a Shura.

- Chismes y malos entendidos… espero – dijo Aioros

- Pero si es así se puede arreglar!

- Que así sea Amigo.

Camus, Milo y Samira veían la escena y Samira se volteo para platicar con Milo para evitar ver la escena de Zeus manoseando el trasero de Hera en público. Milo le siguió el juego con una sonrisa. Por mucho que se "adaptara" a la sociedad ateniense, este tipo de escenas siempre la escandalizarían.

Camus vio a Marín con Ío y solo suspiró y se tapó los ojos. Y luego decían que eran exageraciones suyas y que debía mantenerse al margen.

Samira vio la actitud de Camus y se le hizo extraño.

- Usted también esta escandalizado por la forma en la que bailan Camus?

- No Samira, lo que pasa es que… mmm… Marín está bailando con alguien que no es Aioria y temo que comiencen a pelear por ello – contestó Camus

Samira lo miro fijamente.

- Pero… nadie se lo ha contado?

- Que cosa?

- Ellos dos ya no son pareja – dijo Samira – Shaina me lo dijo.

Camus volteó a ver a Aioria. Eso explicaba muchas cosas.

- Y te dijo por qué? – preguntó interesado

- No. Pero según entiendo, las cosas estaban mal y por eso la enviaron lejos a una misión. Ya cuando regresó fue oficial el rompimiento.

Camus se quedó pensativo. Así que por eso Marín se había comportado de esa manera. Milo volteó a ver a Camus.

- Que está pasando? Dime!

- Luego te cuento. Solo estate atento a que Aioria se le ocurra pasar cerca de los sirenitos.

Kanon también veía la escena pero por un motivo diferente. Quién diablos portaba su ex armadura y donde lo había encontrado Poseidón? Por qué carajos Sorrento no había sido convocado si prácticamente era su perrito faldero? Y dónde diablos estaba Thetis si no estaba con Aiacos? Esto no pintaba bien. Volteo a ver hacia donde Poseidón bromeaba con Apolo, quien buscaba incesantemente a su hermana Artemisa que parecía haberse esfumado con Icarus, el ángel que había escogido para acompañante de esa noche y que a él le caía como patada de mula en el hígado por el particular favoritismo de su hermana hacia él.

La música cesó y las parejas se dividieron. La canción We belong together comenzó a tocar y Milo decidió sacar a bailar a Samira.

Afrodita estaba cerca de la pista cuando la pareja pasó por su mesa. Primero no le puso mayor atención. La chica estaba embarazada y bailaba con un dorado de Athena. Pero después el descaro con el que miraba a todos los jóvenes pudo más que ella y comenzó a comérselo con los ojos: Piernas musculosas, trasero de ensueño, brazos fuertes, cabello largo y azul que hacia juego con los ojos que…

Se levantó de un salto espantando a Fes quien estaba sentado junto a ella platicando con Hermes. O estaba viendo visiones… o ese chico…

- Que pasa? Quieres bailar? – dijo Fes ofreciéndole la mano

- Claro que no! Además tú con tu cojera me pisas a cada rato – respondió molesta – Vete a buscar a otra

Fes acostumbrado a los desplantes de su esposa vio a su alrededor y notó que una de las chicas, amigas de Shaina la habían dejado solita en la mesa y fue para allá.

Yulij tenía la mano recargada en la mesa en una clara posición de desconsuelo. Todas sus amigas estaban o bailando o platicando con alguien excepto ella. Se sentía la muñeca fea escondida por los rincones.

Lanzó un suspiro cuando vio una enorme mano abierta frente a ella. Volteo hacia arriba para ver al dueño de la mano y definitivamente no era lo que esperaba. Un hombre enorme, musculoso, pelirrojo y de ojos y sonrisa amable la miraba sonriendo.

- Señorita… quiere bailar?

Yulij asintió y aceptó la mano que le ofrecían. Comenzaron a bailar y al principio no pudieron hablar mucho debido al ritmo pero cuando cambiaron de canción a una un poco más suave Fes preguntó:

- Disculpe mi curiosidad pero… como es que una chica tan bonita estaba visiblemente aburrida y solita en la mesa? – preguntó

Yulij parpadeo y le lanzó una sonrisa tranquila.

- Tú crees que soy bonita?

Fes se rascó la cabeza.

- Perdóneme. Soy curioso y tal vez no debo decir ciertas cosas, pero no estoy muy acostumbrado a conocer gente nueva.

Yulij sonrió.

- Eso no contesta la pregunta.

Fes no tenía ni que darle otro vistazo. Su cabello plateado brillaba con las luces del salón y sus ojos azules parecían del color azul del océano Pacifico. No eran claros, ni obscuros sino de un color indefinido. Tenía todo en su lugar y su discreto vestido de coctel de brocado dorado con plateado parecían formar un todo perfecto a sus ojos.

- Bueno… usted tampoco contestó la mía chica lista.

- Soy nueva y casi no conozco a nadie. – dijo encogiéndose de hombros – Y las demás chicas sí.

- Bueno… ya me conociste a mí. Soy Fes.

- Yo soy Yulij.

La pieza terminó y Fes iba a escoltarla a su mesa cuando Mambo Number Five de Lou Bega comenzó a tocar.

- Nos echamos otra? – pregunto Fes.

- Bueno!

Aburrido, Kanon decidió tomar el fresco. Aún era temprano como para preocuparse y al parecer, la tregua entre Hades y Athena resultaría bien finalmente.

Caminó hacia donde estaba la pérgola donde se habían casado Minos y Shaina y sonrió. Ojala a su hermano se le estuviera retorciendo el hígado aunque fuera de coraje. A ver si así comprendía que el mundo existía fuera de los brazos de esa maldita mujer que claramente lo tenía idiotizado.

Escuchó unos gemidos de placer de mujer y de pronto le asaltó el temor de que fuera Thetis pues era la única de las muchachas que no estaba en el salón. Y si era ella? Aiacos estaba con Pandora y Radamanthys cuando salió. Como carajos le decía a Julián si lo comprobaba?. Bajó su cosmos al mínimo para poder averiguar de dónde venía el ruido y agarrarlos infraganti.

Después de unos minutos de intentar orientarse, y detrás de unos setos, mayúscula fue su sorpresa al encontrarse a Artemisa e Icarus en pleno faje contra la pared de una pequeña bodega.

Los dos voltearon hacia Kanon al verse sorprendidos y procedieron a arreglar sus ropas para que no pareciera que estuvieran haciendo algo malo. Kanon se volteo inmediatamente y en silencio dio tres pasos, pero Artemisa lo detuvo.

- Espera!

Kanon obedeció y procedió a hincarse sobre una rodilla.

- Lo lamento señora. Creí que era otra chica a la que estoy buscando. – dijo maldiciendo su suerte.

- Levántate! – ordenó

Kanon hizo lo que le pedía y Artemisa lo vio de arriba abajo varias veces y le dio varias vueltas.

- Lo que viste, no era para tus ojos.

- Lo sé, y de nuevo le pido disculpas.

- No es suficiente – dijo – Si mi hermano o mi padre se enteran…

- MI boca estará sellada – dijo Kanon – Nadie me creería a mí.

Artemisa sonrió.

- No me creas estúpida. Todos en el Olimpo sabemos quién eres tú, Kanon de Dragón del Mar…

Kanon puso su mejor sonrisa.

- Como ve, ahora soy portador de la armadura de Géminis del Santuario de Athena.

- Árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza – dijo Artemisa – No es ese un refrán humano?

- Así es.

- Entonces no importa que armadura portes, igual eres un manipulador de primera.

Icarus carraspeó. No le gustaba sentirse ignorado. Artemisa le lanzó su más dulce sonrisa.

- Caminemos los tres. – dijo mientras tomaba a cada uno del brazo.

Cuando tuvieron a la vista el salón, Artemisa los desvió hacia los servicios que había en el jardín.

- Icarus… adelántate y verifica que no haya nadie.

El ángel asintió e hizo lo que le indicaban. Artemisa se puso de frente a Kanon.

- Cuál será el precio por tu silencio?

- Por qué todos esperan que les cobre? – dijo Kanon fastidiado

Artemisa sonrió.

- Tal vez porque te conocemos mejor que tú mismo.

- Por qué no me amenaza con matarme si digo algo y listo?

- Jajaja porque eso no me asegura que no le dirás a Hades – dijo Artemisa quien se quitó sus aretes en forma de dos arcos con una flecha y se los entregó en la mano – Ten. Funcionan tal como las lágrimas de sirena de Poseidón. Las recuerdas verdad?

- Si

- Bueno. Tu mantienes mi secreto y yo te ayudare cuando lo necesites en cuanto tires al viento los aretes y formules un deseo.

- Está bien – dijo Kanon encogiéndose de hombros y guardando los aretes en el bolsillo. Nunca se sabe cuándo esas cosas podrían ser útiles.

Icarus le hizo una señal y Artemisa asintió.

- Ahora si me disculpas, debo ir al servicio de Damas.- dijo caminando dos pasos hacia Icarus – Ah! Y dile a tu hermano que para ella las oportunidades se le han terminado. Un corazón roto la traerá hacia mí para siempre. Y no estoy jugando!

- De que está hablando?

- Díselo.

Artemisa llegó al servicio y después de una breve caricia en la mejilla a Icarus se introdujo en los sanitarios quedándose su ángel favorito en la puerta para vigilar. Kanon quedo doblemente confundido. Su hermano que carajos tenían que ver en todo esto?

Marín se disculpó con su pareja de baile para salir a los servicios que estaban por fuera del salón. Ciertamente necesitaba ver si su cabello seguía intacto y su maquillaje también. Hubiera pedido que la acompañaran algunas de las chicas, pero Geist platicaba con Mu, Mayura con Shion, Yulij estaba bailando con Hefestos y Junet estaba platicando con Athena y Perséfone.

Le faltaban algunos metros para llegar cuando una mano la detuvo. Supo automáticamente de quien se trataba.

- Aioria!

- Así que gozas humillándome delante de todos? – dijo enojado

- De que estas hablando? – dijo tratando de soltarse – Ni siquiera te he dirigido la palabra.

- Claro que no. Te la has pasado todo el tiempo con tu… amante en turno.

Marín lo miró furiosa. Respiro Hondo y jaló su mano con suficiente fuerza como para soltarse.

- Ah sí… el león cree que todos son de su condición y …. Jajaja

- De qué diablos te ríes?

- Es que tú eres el león y el refrán dice que el león… Jajaja

- Basta! Por él fue por quien me dejaste? Ío de Scylla? Qué demonios les pasa a todas las mujeres del santuario? Que acaso nosotros no somos suficientes para ustedes que tienen que buscar entre las filas enemigas? Siempre dije que la víbora era mala influencia para ti, pero esto ya es demasiado.

Marín le soltó una bofetada y Aioria volvió a tomarla de ambas muñecas.

- Tú no tienes que hablar mal ni de Shaina ni de ninguna de nosotras. No tienes la calidad moral para hacerlo – Gritó – Eres un cínico! Yo tenía razón al no querer que la gente se enterara de lo nuestro porque internamente sabía que la única humillada iba a ser yo. O acaso crees que no sé qué todos los dorados sabían que te acostaste con aquella mujer de Asgard mientras me tenías a mi como estúpida esperándote fielmente en el santuario?

- De que hablas?

- Hablo de que de seguro tienen algún tipo de pacto secreto de no decir nada, pero yo sé que ellos saben. Todos ellos. Durante dos años he sido el hazme reír de las doce casas, y por un día que tú lo seas no te vas a morir.

- No me hables así.

- Por cierto… ya adivinaste con cuál de los dorados tuve mi revancha? – dijo para hacerlo enojar

Aioria la sacudió de las muñecas.

- Basta! Eres o no eres la amante de Ío? Contesta!

Marín comenzó a reír. Era una risa de incredulidad y dolor. Así que decidió continuar con la farsa.

- Pues si… y no…

- Qué?

- Es mi nuevo novio, así que deja de meterte conmigo.

- Desde cuándo?

- Desde… que me mandaron a mi misión humanitaria. Y si no le crees pregúntale a Camus.

- Camus? Que tiene el que ver con esto?

- Suéltame Aioria. En serio. Demuéstrame que no has dejado de ser un caballero – dijo tratando de soltarse.

- Vas a seguir los pasos de Shaina? Desde cuando eres tan rebelde? Tú eras dulce y tímida. En serio prefieres a ese marica que a mí?

- Ese chico es mucho más hombre que tú. Tiene mucha energía y me satisface mucho más que tú. – dijo enojada- Nunca debiste herirme así Aioria. Yo te amaba. Tal vez demasiado y aun así no fue suficiente. Sigue adelante y encuentra con quien cumplir tu misión porque esa no voy a ser yo.

- Pero que no comprendes que me estas humillando delante de Athena y Shion y todos mis amigos!

- Jajaja lo dudo. Ahora suéltame o comienzo a gritar – dijo Marín.

- No te suelto porque no hemos terminado de hablar – gruño.

- Creo que la señorita dijo que la sueltes – se escuchó detrás de él.

Aioria volteo a ver quién los estaba interrumpiendo y un muchacho delgado, pelirrojo y de grandes ojos azules que cubre su rostro con una máscara está parado justo detrás de él.

- No te metas en cosa de adultos niño. – dijo Aioria volteando de nuevo a ver a Marín

- No sé quién te piensas que eres, pero o la sueltas o te atienes a las consecuencias – dijo Icarus con tranquilidad.

Aioria soltó a Marín, quien sin saber que hacer se mantuvo entre los dos mirando fijamente al muchacho que la estaba defendiendo. Le parecía extrañamente familiar.

- Y tu quién demonios eres?

- Yo soy Icarus. Uno de los Ángeles de mi diosa Artemisa quien precisamente esta en el servicio. – dijo – Si deseas pelear, tendremos que dejarlo para otra ocasión, a menos que desees que comience un distanciamiento entre las hermanas.

Aioria no quedó impresionado con esto e iba a responderle cuando llegaron Aioros y Shura.

- Aioria, te andábamos buscando – dijo Aioros – Ven. No quieres tener problemas por algo sin importancia.

- Es cierto – dijo Shura – Después siguen platicando con más calma en el santuario pero no aquí.

A Regañadientes, Aioria obedeció a su hermano desapareciendo los tres dentro del salón, dejando a Marín con las muñecas adoloridas y suspirando aliviada recargada en la pared. Icarus la miro indiferente.

- Gracias por tu intervención. – dijo Marín

- Deberías aprender a escoger a tus amistades o mínimo a defenderte de patanes como ese.

- Podría hacerlo pero no quería alarmar a nadie. Soy Marín, Marín de Águila – dijo extendiendo la mano.

- Touma de Icarus – dijo estrechándole la mano pero la soltó rápidamente al ver que Artemisa salía de los servicios. Un pequeño brillo de color verde se reflejó con las luces por debajo de su armadura que no pasó desapercibido por Marín.

- Dijiste To-Touma?

Icarus la ignoró y corrió hasta su diosa ofreciéndole el brazo pasando ambos frente a Marín para ir hacia el salón. Ninguno de los dos se fijó que Marín estaba en shock y comenzaba a deslizarse lentamente hacia el suelo con lágrimas en los ojos. Acaso había encontrado a su hermano en medio de todo ese relajo?

Thes había estado toda la noche si no bailando con Aiacos o platicando con Aleix, al lado de Poseidón o con Hera en el jardín, a quien había convencido de ir a ver sus modelos y Hera había aceptado, pues Thetis le había prometido ponerle su nombre a toda una colección.

Todas las demás diosas habían alabado su vestido y prometido ir a verla en cuanto pasaran por Paris lo que la tenía muy contenta excepto por el hecho que la persona que más odiaba tenía puesta la creación a la que le había puesto mayor empeño que incluso el vestido de novia de Fler. Cuando ambos novios salieron juntos rumbo al servicio, Thes se había escabullido también para interceptarla.

No vio a nadie alrededor, así que esperó a que saliera.

- Ese vestido no fue hecho para ti – dijo confrontándola en la puerta

Shaina sonrió. De nuevo esa chiquilla? Debía ser una broma.

- Me queda genial, no? – dijo Dando una vuelta a propósito – Ciertamente Aiacos se lució esta vez.

- Ese vestido me costó mucho trabajo hacerlo. Te exijo que me lo devuelvas. – grito Thes – Te repito que no fue hecho para ti!

- Tú lo hiciste? – dijo asombrada – Bueno… al menos como costurera no te mueres de hambre… no así como Marina de Poseidón que ni siquiera pudiste darme batalla.

Los ojos de Thes se encendieron con furia. Se estaba burlando de ella deliberadamente.

Thes comenzó a jalarle el vestido de las mangas para intentar arrancárselo, pero desgraciadamente ella misma le había hecho doble costura por lo que cuando intentó hacer lo mismo con la falda fue tomada de la cintura por atrás por Afro, quien apenas llegaba al servicio y la levantó varios centímetros del suelo queriendo alejarla de Shaina.

- No sé quién te piensas que eres, pero no esperabas que me quedara con los brazos cruzados al ver que atacabas a la novia, verdad? – dijo

Thes, quien no había soltado el vestido, comenzó a retorcerse para zafarse de los fuertes brazos del Caballero dorado y se escuchó un ligero crujido lo suficientemente fuerte como para que los tres lo escucharan.

Shaina creyó que era su vestido, pero estaba intacto, así que volteo a ver a Afro quien subió los hombros desconociendo el ruido, pero después bajo la vista a la cadera de Thes y se dio cuenta que el vestido se había enganchado con uno de los picos de su armadura y al retorcerse Thes había rasgado su propio vestido.

- Qué carajo le hiciste a mi vestido pedazo de… - volteo a verle la cara por primera vez a su captor – Uhhh… eres niño o niña?

- Queeee?

- Jajajajajaj Afro… - rio Shaina – Creo que tienes una nueva admiradora de tu belleza MAS-CU-LI-NA.

Thes volteo a verlo de nuevo. En serio podía haber un hombre con rasgos tan finos?

- Estas segura que es hombre? – pregunto Thes a Shaina quien asintió y vio en ese momento salía Minos del servicio y veía la escena intrigado.

- Uhhh… Thes… tengo que llamar a Aiacos? – preguntó al ver la posición tan comprometedora en la que estaba con el trasero casi desnudo sobre la entrepierna de Afro

- No Caro mío… - Aclaro Shaina tomándolo del brazo – Aquí la sirenita tuvo un pequeño accidente con su vestido y Afro le está ayudando a que no se le vea la ropa interior… - se dio vuelta a preguntarle a Thes – Porque si traes, verdad? – dijo estirando el cuello.

Thes se puso roja y Afro involuntariamente bajo la mirada para comprobarlo viendo con sorpresa que el cachetero que traía era del mismo encaje del vestido.

Shaina le lanzó una mirada de advertencia a Afro para que no se metiera en problemas y ambos novios regresaron al salón.

- Bájame! – grito Thes

- Segura? Yo diría que no te conviene porque se te ve el trasero. – dijo Afro

Thes seguía retorciéndose

- Deja de moverte así! – dijo Afro. Literalmente Thes le estaba frotando la entrepierna con su trasero semidesnudo y desde luego que no estaba hecha de palo.

- Mas te vale que lo que estoy sintiendo sea tu armadura o hare que te lo corten en pedazos – dijo Thes quedándose quieta por un momento.

- Si te bajo prometes dejar de estar molestando a Shaina?

- Claro que no! Prefiero ver mi vestido destruido antes de que ella lo traiga puesto!

- Entonces no te bajo.

- Aleeeeeeeeeeeeeeeeeeix! – gritó Thes a todo pulmón.

- Aleix? Quien es ese?

- Soy yo – dijo una voz detrás de el – y más te vale que la bajes.

Afro volteo con todo y Thes.

- No sabía que ya había un nuevo Dragón del Mar – dijo Afro un poco curioso

- Pues ahora ya lo sabes. Suelta a Thes.

- Intentaba decirle que yo puedo ayudarla a reparar su vestido pero no me deja – dijo Afro divertido y señalando el trasero al aire de la chica.

Aleix se asomó, se puso rojo y comenzó a reír tomándose el estómago. La situación era hilarante. Afro reconoció la risa como la suya propia. Era difícil no hacerlo si era tan extraña de escuchar y en 16 años la había escuchado tan pocas veces que se le había quedado bien grabada.

Afro soltó a Thes de la impresión cayendo esta de rodillas al no estar preparada.

- Eres un bruto! – le gritó

- Sha- Shaka? – dijo Afro casi en shock

- Quién? – preguntó Aleix mientras ayudaba a Thes a levantarse

Mu salió corriendo del servicio.

- Escuché a alguien gritar. Está todo bien? – preguntó

Afro solo señalaba al General Marino frente a él sin poder decir nada más. Mu se dirigió hacia él.

- Disculpa, pero creo que no hemos sido presentados oficialmente. Soy Mu de Aries.

- Aleix de Dragón del Mar – dijo extendiendo la mano para que Mu la estrechara al mismo tiempo que levantaba sus hermosos ojos azules hacia Mu

Mu le estrecho la mano pero al verle los ojos se cubrió la boca con la mano y volteo a ver a Afro quien estaba tan impactado como él.

- Shaka? – preguntó Mu

- Y dale con lo mismo – dijo Aleix rolando los ojos

- Yo… es que… Ay por Athena! – seguía exclamando Mu

Aleix se dirigió a Thes.

- En verdad no puedes andar con el vestido así. Tal vez debas de aceptar su ayuda. – le sugirió

- Tan grande es?

- Digamos que alcanzo a verte hasta el apellido… Con todo respeto. – dijo Aleix

- Maldición! – exclamó Thes poniendo la mano en su trasero tratando de tapar lo más que se pudiera.

Mu se acercó a Afro.

- Dime que Shaka no está en el bando de Poseidón por favor.

- Amigo… no se… su casco no me deja ver muy bien. Pero su risa… y sus ojos…

- Si pero si le pedimos que se lo remueva podemos causar problemas. – dijo Mu – Tengo que decirle esto a Shion de Inmediato

- Ve y yo le sacare algo de información a la chica. – dijo Afro.

- Hagámoslo.

Afro se dirigió a Thes.

- De verdad puedo ayudarte a arreglarlo si deseas mi ayuda, después de todo en parte fue mi culpa – dijo en tono humilde

- En parte? – pregunto Thes – eres 100% responsable de esto!

- Samira trae un costurero y puedo conseguirte algo que taparte mientras lo arreglo. Que dices?

Thes lo miró a los ojos.

- No es como si tuviera en verdad muchas opciones verdad?

- Jaja tienes la opción de mandarme al carajo y mostrarle el culo a todos allá adentro.

- Eres un grosero!

- Supongo que esa es tu respuesta – dijo Afro dándose vuelta hacia el salón mientras veía a Mu correr hacia el salón para buscar a Shion.

Aleix esperaba la respuesta de Thes para irse o para quedarse.

- Espera! Está bien! No puedo regresar al salón así.

Afro sonrió antes y regresó hacia donde estaba Thes.

- Espérame entonces en la entrada del servicio, regreso en cinco minutos.

Thes comenzó a caminar hacia atrás y Aleix de nuevo comenzó a reír. Afro no perdió el tiempo y corrió a buscar a Samira.

Ío le lanzó un chiflido desde la entrada del salón haciéndole señas para llamar su atención. Aleix volteo y se dirigió hacia allá. Ío lo alcanzó a medio camino.

- Hey Aleix! Poseidón te anda buscando. Quiere presentarte oficialmente a Kanon y después a los dioses.

- Uhhh… Kanon? El anterior poseedor de esta armadura?

- Sí. Es buena onda – dijo Ío – Lo he visto por ahí pero no lo he encontrado solo y no quiero problemas ahora que se dieron cuenta que Marín es mi amiga. Si las miradas fueran Puñaladas, ya sería yo una coladera

- Jajaja vamos pues – dijo Aleix dando la vuelta hacia el salón – A que ni sabes que le paso a Thes?

- Qué?

Aleix se detuvo un momento. Tres chicas venían hacia ellos. Una chica de cabello plateado, una de cabello negro y una chica de cabello rubio.

Su cabello había sido cuidadosamente planchado hacia un solo lado y tenía luces más claras. Su maquillaje era perfecto. Lograba resaltar sus ojos azules y su labial era del mismo tono de rojo que su vestido.

Aleix comenzó a recordar las imágenes de sus sueños. Trago saliva y cerró los ojos. No. No era real. No podía caer de nuevo en ese error. No podía creer que cualquier rubia de ojos azules era aquella que le robaba sus pensamientos. Caminó algunos pasos y dos de las chicas, la pelinegra y la rubia posaron para una foto que les tomó la peli plateada y luego una selfie las tres.

Ya no tenía ninguna duda. De hecho, la chica de cabello negro también estaba en una de las imágenes dentro de su cabeza sonriendo con su chica. Y la tenía enfrente! Eran las mismas sonrisas y los mismos ojos… Que posibilidades había de que fueran otras dos chicas iguales?

Se detuvo de nuevo y se inclinó para tomarse las rodillas. Isis y Keres también eran una pelinegra y una rubia. No debía ilusionarse hasta estar seguro. Tenía toda la cabeza hecha un caos. Las tres chicas iban platicando y pasaron junto a ellos sin siquiera voltear.

- Te encuentras bien? – preguntó Ío preocupado

- Si, solo… yo… - Aleix aspiró profundamente

- Estas nervioso? Kanon no muerde… bueno… aunque en este caso no hay precedentes así que no sé cómo vaya a reaccionar.

- Si… seguramente es eso… - dijo Aleix tomándose un momento para respirar profundamente e incorporarse – Vamos.

Cuando entraron al salón y se dirigían hacia donde estaba Poseidón, unos camareros los interceptaron con copas de Champaña. Aleix iba a rechazar su bebida, pero Ío no lo permitió.

- Parece que es el brindis, así que no puedes desairarlos. – dijo Ío

- Pero ya sabes que no tomo alcohol. – reclamó Aleix cuando le puso Ío su copa en la mano.

- No te la tomes y ya. Solo mantenla en tu mano pero tienen que verte con ella o no serás bien aceptado.

- De acuerdo.

Poseidón les hizo un movimiento diciendo que esperaran ahí para que no se atravesaran y ellos obedecieron. No se dieron cuenta cuando las tres chicas se pusieron detrás para igualmente no atravesarse por la pista, donde Zeus se adjudicó el discurso ya que ni Hades ni Athena parecían preparado para ello.

Todos guardaron silencio cuando Zeus se levantó con su copa en la mano y los novios quienes estaban bailando en la pista fueron sorprendidos porque la música se detuvo y por los camareros que les llevaron sus respectivas copas.

Queridos familiares y elite de estos mismos. Deseo aprovechar esta intervención para expresar mis sentimientos que no pude hacer horas antes.

Esta noche estamos todos reunidos para acompañar a esta pareja en este importante paso que están dando, (y que no todos estábamos esperando).dijo viendo hacia Hera quien se hizo la desentendida.

Los recientes esposos son muy estimados tanto en el Olimpo como aquí en Grecia y por eso hemos venidos a celebrar junto con ellos toda la felicidad que sienten.

Deseo felicitar afectuosamente a los recién casados por habernos demostrado con su unión que el amor verdadero sí es posible y que con él, hasta las guerras más difíciles pueden ser ganadas. Debo confesar que el momento en que la tierra, representada por Athena y el Inframundo representado por Hades, firmaron la tregua gracias a ustedes, una de mis más grandes preocupaciones fue finalmente aliviada. Ya solo esperare que Poseidón se una a esta tregua en una circunstancia similar para que el olimpo pueda ser el paraíso que era antes de todas estas tonteras.

Poseidón miró a Ío con cara de ni se te ocurra.

Les agradezco, Minos y Shaina por habernos escogido como su testigo de matrimonio a mi esposa y a mí. Los conocí desde que se comprometieron, y había algo que me decía que ellos eran el uno para el otro.

Minos y Shaina se miraron con complicidad. Si como no. Si fue por él y el junior que tuvieron que hacerlo.

Sé que llegar hasta aquí no ha sido fácil para ustedes, que los obstáculos se han presentado, pero ustedes han hecho todo por cumplir con este su gran sueño.

Este día fue muy esperado por todos, especialmente por los flamantes esposos pues era su deseo unir su vida ante nosotros los dioses. Deseo que todo les vaya bien, y que el ingrediente principal para tener un buen matrimonio es el amor y en ustedes dos se ve que es lo que más sobra.

Sean grandemente felices ahora que dan inicio a su nuevo hogar y que esta emoción siempre permanezca en sus corazones. Muchas felicidades. Alcemos nuestras copas… Por Shaina y Minos

- Por Shaina y Minos – Repitieron todos en el salón.

Aleix iba a hacerle caso a Ío y no tomar la copa, pero las tres chicas pasaron enfrente de él y no pudo evitarlo. Involuntariamente se la bebió al ver el trasero de la chica de rojo.

Perséfone tiró de la manga de Hades, quien enseguida supo que su mujer quería hablar con los muchachos. Le hizo una seña a Minos quien junto con Shaina se acercó a la mesa donde estaban departiendo con Aiacos, Radamanthys y Pandora.

- Shaina! – dijo Perséfone levantándose para abrazarla – Bienvenida a la familia.!

- Gracias. – Respondió volteando a ver a Pandora, quien estrujaba el mantel como queriendo ahorcarla.

- Minos – dijo Hades con voz de pocos amigos.

- Señor

- Cariño…. Recuerda lo que te dijo tu hermano. – dijo Perséfone con una sonrisa dulce.

Hades la miro por un momento e inhalo profundamente, cambiando su semblante.

- Sabes que no apruebo lo que hiciste. Debiste consultarlo conmigo

- Lo lamento pero…

- Ya sé, ya se… esas diosas locas no te dieron opción – dijo recibiendo de inmediato una palmada en la nuca por parte de su esposa, la única que podía hacerlo sin recibir de inmediato un castigo ejemplar – Que? Ves cómo estás loca mujer? Carajo! Ya me hiciste perder lo que estaba intentando decir.

- Pues no digas tonterías – dijo Perséfone haciéndolo a un lado – Entre Poseidón, Hades y yo queremos darles un regalo.

- No creo que sea necesario… - comenzó a decir Shaina

- Claro que si – dijo Perséfone mostrándoles unas llaves

Minos volteo a ver a Shaina, quien tomó las llaves sin saber para que eran.

- Son las llaves de su nuevo departamento.

- Qué? – Gritaron al mismo tiempo los tres jueces, Pandora y Shaina

- Bueno… no es que esperáramos que se casaran – dijo Hades – Pero sí que tuvieran un lugar de "encuentro" en Atenas después de que estuvieran oficialmente comprometidos.

- Esta justo debajo del nuestro en Ática – dijo Perséfone emocionada – Yo misma lo decoré para ustedes.

Shaina volteó a ver a Minos y comenzó a saltar y abrazar a Perséfone y a Hades indistintamente como si fuera una niña chiquita a la que Santa le trae los juguetes que pidió haciendo que la mayoría de los presentes voltearan.

- Por qué carajos le regalas un departamento y a mí me tienes viviendo en el mismo que Radamanthys? – reclamo Pandora levantándose de su lugar

Hades volteó a ver a su hermana, quien con la pura mirada volvió a sentarse.

- Tu mejor ni hables, que después de todo lo que hiciste, hasta di que te di la oportunidad de ir a jugar a la escuelita a la superficie. Bien te puedo mandar a un departamento bien equipado en los Elíseos donde nadie te va a molestar por toda la eternidad. – dijo Hades entre dientes - Alguien más tiene alguna objeción en esta mesa?

Aiacos y Radamanthys negaron con la cabeza. La verdad es que los tres tenían sus respectivos departamentos así que no tenían queja alguna.

- Supongo que vas a querer tomar algunos días de tus vacaciones acumuladas – dijo Hades

Minos tuvo a bien ruborizarse. Era bueno el encaje pero no tan ancho.

- En lo que ustedes estaban haciendo no sé qué cosa, convencimos a Athena de darle una semana de vacaciones a Shaina para su luna de miel – dijo Perséfone – Verdad mi amor?

- Sí. Y yo espero que eso sea tiempo más que suficiente para Minos también – amenazó Hades – Ya huevoneaste demasiado desde tu fiesta de tortura y quiero que a tu regreso te pongas al día.

Shaina volteó a ver a Minos pidiendo una explicación.

- Luego te digo – dijo Minos

- Además, te tengo un regalito especial a ti Shaina – dijo Perséfone llevándosela a un lado de la mesa para murmurarle algo al oído que hizo que Shaina se pusiera de mil colores.

Hades volteo a ver a Minos.

- Cosas de mujeres. No les hagas caso. Por qué no aprovechan y salen de aquí antes de que tengan que despedirse de todos y cada uno de los invitados? Rada… dame las llaves de tu auto.

El espectro se las dio sin chistar y este a su vez se las dio a Minos

- Gracias señor – dijo Minos más aliviado – Eso haremos.

Le hizo una señal de agradecimiento también a su amigo quien solo subió ambos pulgares para detrás de Hades hacer señales obscenas eróticas para que Minos las viera.

- Ni me des las gracias que tú y yo hablaremos largo y tendido cuando regreses. – amenazo Hades

Shaina volvió a abrazar a Perséfone y le agradeció todo lo que hacía por ella. Pandora estaba visiblemente celosa. La esposa de Hades jamás la trataba con la deferencia con la que estaba tratando a esta extraña.

- Creo que… debemos despedirnos aunque sea de Athena.- dijo Shaina a Minos

- Sí, yo también lo creo. – dijo Minos un poco más tranquilo. Si Hades no le había volado la cabeza, Athena tampoco lo haría.

Atravesaron el salón para llegar hasta donde se encontraban Mu (quien le estaba diciendo a Shion lo de Shaka), Dohko, Shion, y Athena.

- Shaina, Minos… Felicidades – dijo Athena abrazándolos a ambos– No tuve la oportunidad de felicitarlos antes debido a lo ocupados que estuvieron con todos sus invitados.

- Perdóneme por no decírselo Athena – dijo Shaina

- Ya Shion me explicó las cosas. No te preocupes. – dijo Athena suavemente – Espero que muchas parejas sigan su ejemplo y que con su unión ayuden a mantener la frágil paz que aqueja nuestro mundo.

Minos le tomó la mano a Shaina. Esto estaba saliendo mejor de lo que ambos esperaban.

- Shion y yo estuvimos de acuerdo con Hades en que lo mínimo que podemos hacer, es darles tiempo libre para su… su…

- Su luna de miel – terminó Shion a quien ya le urgía terminar esa conversación para poder ir a verificar lo que Mu le estaba diciendo.

Athena se ruborizo.

- Si, exacto. Y cuando regreses Shaina espero que me cuentes bien todos los detalles – dijo Athena

- De la luna de miel? – Pregunto Shaina escandalizada

- No! – dijo Athena aún más ruborizada – de como se les ocurrió hacer esto!

- Fiuuu menos mal

A Shion ya le urgía deshacerse de los muchachos para poder salir de ahí a buscar al mentado Aleix.

- Ya no les quitamos más tiempo. Disfruten su tiempo juntos y Shaina te veo el próximo sábado. – dijo Shion escaneando con la mirada donde estaba la persona que Mu le estaba diciendo

- Cuidara de Sammy

- Si… si… nosotros la cuidamos como siempre.

Shaina le dio un beso en la mejilla y tomo a Minos de la mano jalándolo hacia la salida. Minos con gusto se dejó llevar. Sus cinco meses de celibato por fin se le iban a terminar.

De pronto de su lado derecho vio que Apolo estaba parado junto a un ventanal de nuevo buscando a la esquiva Artemisa. Zeus y Hera estaban a pocos metros de ellos bailando románticamente.

Shaina se desvió decidida a hacer lo que llevaba meses intentando.

- Señor Apolo?

- Si? Ahhh la novia. – dijo en su usual tono indiferente - Supongo que aún no los he felicitado, pero…

- Oh! no es necesario Señor… Nos ha honrado con su presencia y eso es más que suficiente – dijo Shaina en un tono tan meloso que a Minos le dio miedo. Ella tramaba algo.

- Era lo menos que podía hacer. – dijo Apolo – De haber sabido que era una boda hubiera traído un regalo.

- Pero puedo pedirle un deseo en su lugar? – preguntó Shaina inocente

- Oh-oh… - pensó Minos

- Supongo que sí. – pensó Apolo

- Y me lo concedería de antemano sin saber lo que es?

- Ja! Me intrigas niña! Pero por ser esta ocasión, está bien. Te lo concederé de antemano

Ninguno de los tres sintió llegar a Artemisa e Icarus por detrás.

- Deseo que no haya ninguna repercusión para nadie por lo que voy a hacer – dijo Shaina

- Que significa…?

Apolo solo pudo preguntar eso antes de sentir el puño de Shaina en su cara, logrando sacarle un poco de sangre de la nariz a la versión mortal de su cuerpo que usaba en ese momento.

- Shaina – Gritó Minos al tiempo de abrazarla por detrás para evitar que lo volviera a hacer

- Eso es por ser un mal padre y abandonar a su hija Sammy cuando más lo necesita! – dijo Shaina tratando de zafarse de los brazos de Minos para darle otro.

Apolo intentaba comprender de que se trataba. Zeus escuchó la palabra hija, y volteó, pero en ese momento Hera tuvo que agacharse porque se le había caído un pendiente y Zeus aprovecho para verle hasta las anginas a su mujer, distrayéndolo por completo de la conversación detrás de él.

- Y como veo que aparenta no saber de lo que estoy hablando, solo le diré una pista: Es la hija de Becca!

- Becca? – exclamó artemisa detrás de ella – Mi Becca?

Athena vio desde el otro lado del salón lo que sucedía y se dirigió hacia allá.

Minos cargo con Shaina y la sacó de ahí antes de que se viera involucrada en una pelea entre hermanos.

Athena llegó una vez que Shaina y Minos ya se habían ido.

- Con un carajo Apolo! Eres el dios de la medicina! – dijo Artemisa con los puños cerrados – Cúrate esa nariz y explícame lo que esa chica dijo!

- Ay no! – Exclamó Athena – Que fue lo que te dijo Shaina!

Apolo volteo y vio a Zeus y Hera demasiado cerca y pasando por entre sus hermanas salió al patio seguido de cerca por Athena y Artemisa quien le ordenó Icarus mantenerse al margen. Apolo se curó y le gritó a Athena:

- Así es como educas a tu gente?

- No me grites! Ella no tiene la culpa sino tú! – se defendió Athena

- Yo?

- Te he dejado muchos recados en el olimpo y con tus Ángeles y con los de mi padre… incluso con Artemisa…

- Eso es cierto… y yo te los pase y dijiste que no tenías tiempo – dijo Artemisa antes de voltearse hacia su hermana – Explícame eso de que Apolo tiene una hija con mi Becca.

- Esos son embustes! No debes creerle! - dijo Apolo horrorizado ante que su hermana descubriera que tiempo atrás se había liado con una de sus más queridas satélites.

- Lo siento Apolo, pero tú sabes bien que es cierto. – dijo Athena tranquila – Tiene cinco años y medio y es un amor de niña. Tiene tu genio y tu símbolo en la cadera derecha así que no hay forma de que la puedas negar. También tiene muchos de tus dones: Le gusta y es buena en música y las bellas artes, es lista y tiene algo de curandera y adivina.

Artemisa comenzó a encender su cosmo y a empujar a Apolo con ambas manos sobre su torso.

- Con Becca? Dijiste que tu no sabías nada de su desaparición! – decía avanzando cada vez más enojada

- Te juro que yo no sabía nada

- O sea que tampoco supiste cuando quedó embarazada de ti? Se tropezó y cayó en tu asqueroso miembro y se hizo la magia o qué?

Icarus sintió el cosmo de su diosa y corrió a tomarle la mano. Este simple acto hizo que la diosa se tranquilizara.

- Donde esta Becca? – Le preguntó más tranquila – Quiero hablar con ella.

Apolo estaba a punto de hincarse frente a su hermana para suplicarle su perdón, pero el hecho de que Athena estuviera ahí y ambos estuvieran rodeados de muchas personas se lo impidió.

Solo bajo la mirada.

- No tengo la menor idea de donde está. – dijo Apolo – Pero si me das tiempo, la encontraré para ti!

Artemisa lo miró furiosa.

- Te doy solo tres días… o no volveré a dirigirte la palabra nunca me oíste?

Apolo asintió mientras su hermana regresaba a la fiesta furiosa. Tenía ganas de salir corriendo hacia su templo y comenzar a hacer sus investigaciones, pero de todos era sabido que ninguno se podía retirar hasta que Zeus y Hera lo hicieran.

Zeus y Hera terminaron de bailar.

- Vamos que no me había movido así desde el carnaval en Rio del 1985 – dijo Zeus abrazando a su esposa – Para haber hecho una fiesta a mis espaldas te quedó muy bien.

- Oh cariño! Me gustaría mucho tomar todo el crédito pero Perséfone me ayudo junto con una de las hermanas de Shaina… No te la he presentado verdad?

- No.

- Ah mira ahí esta ella! – dijo Hera viendo a Samira en un rincón platicando con un chico vestido con una de las armadura de Athena dándole la espalda

Ambos se acercaron despacio.

- Samira! – dijo Hera llamando la atención de la chica con la mano

- Señora Hera! – dijo dándole un beso en ambas mejillas como si fuera cualquier persona, lo que divirtió a Milo

- Cariño… te presento a nuestra organizadora… Samira Rashid de Al Alkrab… Samira… mi esposo Zeus

- Mucho gusto – murmuró Zeus sin moverse de su lugar. Parecía estar clavando la mirada en Samira.

- Este es mi esposo Milo – dijo Samira sonriendo tomándole el brazo. – Milo… La Señora Hera… Jajaja pero que tonta… seguramente ya la habías conocido.

- Pues la verdad no. Mucho gusto Milady – dijo haciendo una reverencia y lanzando su más encantadora sonrisa que hizo temblar de miedo a Hera quien abrió grandes los ojos y tuvo que inhalar profundamente antes de solo asentir con la cabeza y ver si su esposo lograba también reconocerlo pero aparentemente no había sido así.

Un poco más aliviada al ver que Zeus estaba indiferente, platicó unos minutos con Samira, bendiciendo su embarazo y dándole tips para las molestias que tenía en esa etapa.

Pero Zeus no estaba indiferente… estaba atónito!. No podía ser la misma Samira… No podía ser cierto! ella no podía estar ahí!. NO DEBIA estar ahí. El la había dejado en los Emiratos Árabes… y ahora estaba casada con un griego… y… - Su mirada bajo hasta donde Samira sobaba su pancita mientras escuchaba atenta a Hera – Por Rea y Cronos… Estaba embarazada!