Capitulo 142

Junio 14, 10pm

Afuera del Table Dance Mistique

Athenas, Grecia

Loki, Lucifer, Thanatos, Hypnos y Ares, bajaban de la limusina tipo Hummer H4 roja visiblemente intoxicados. Era el quinto antro, propiedad de Thanatos, al cual entrarían ese día. Los cinco habían consumido tanto alcohol que con trabajo se acordaban de su nombre:

- A como shingan con el celular! – dijo Thanatos al sentir su celular vibrar en su trasero – Ya hasta me va a gustar (hic)

- Seguro que esta vez es tu celular? – dijo Hypnos – Mira que por eso les pusimos etiquetas.(hic)

- Pues… a ver? Uhhh… quien quedamos que es "el papucho"? – dijo Thanatos al leer la etiqueta en fosforescente que tenía atravesado al reverso.

- Yo! – dijo Ares levantando la mano.

- Ah caray! Y entonces mi celular?(hic) - dijo Dándole el suyo a Ares.

Ares se rebuscó y lo encontró en la bolsa interior de la chamarra.

- Tu eres "el chingaquedito"? (hic)– pregunto Ares leyendo la etiqueta

- Nooooooo ese soy yo! – dijo Loki – Pero entonces de quien este el cel que dice "el huevostibios" y por qué lo tengo yo? (hic)

- Mmta… a qué hora hicimos cambio de celulares? Cuando nos echamos a las morras en grupo o qué? – dijo Hypnos – Retiro lo dicho hermano. Creo que todos aquí estamos bien pedos.(hic)

- Jajaja y como no si llevamos 48 horas chupando. – dijo Thanatos

- Pues tú se la habrás chupado a alguien, porque yo solo he bebido (hic) – dijo Lucifer – Vamos! Quien tiene mi celular entonces?

- Tu eres "el diablito?" (hic) – pregunto Hypnos

- Simón. Y entonces "la parca" debe ser el tuyo Thanatos (hic). – dijo Lucifer entregando el cel.

Thanatos lo miró y volteó a verlos.

- Para que quería el celular? (hic)

- NPI – contesto Loki

El celular de Ares volvió a vibrar.

- No se pasen! 45 llamadas perdidas? (hic)

- Alguien interesante? – pregunto Loki

- Mmmm…. No pero tengo 5 mensajes de texto. Espera te digo (hic). – dijo Ares revisando su celular:

" Padre: Solo para avisarte que la ceremonia de compromiso a la que me enviaste, no fue tal. Fue una boda entre Minos y Shaina, por lo tanto, dice mi tío Pose que dado que la abuela fue la que oficio la ceremonia, por favor te abstengas de hacer algo en contra. Comunícate cuando puedas para darte más detalles. Anteros.

- Que Shaina hizo que cosa?- gritó Ares haciendo que los otros cuatro voltearan a verlo sorprendido.

- Cual Shaina? – pregunto Hypnos

- La vieja de Minos! Ese *(&^%%^$# se casó!

- Qué? – gritaron al unísono Hypnos y Thanatos mientras intentaban leer el mensaje en el celular de Ares– Cuando? cómo? A qué hora? Hades lo sabe?

- Shtttttttt déjenme leer los demás carajo! – dijo Ares quitándoselos de encima

"Padre, dice Madre que si no vienes se va a aburrir y tendrá que pasar otros dos meses continuos contigo. Que aquí te espera aunque llegues tarde. P.D. A que no sabes quién está aquí? Te doy una pista? Es igualito a ti pero porta una armadura dorada jijiji ven corriendo. Eros"

- Me carga la (*&^&^% ¡! – dijo Ares que ya ni siquiera sentía la peda

- Ahora qué? (hic) – pregunto Lucifer – Vamos a seguir la farra o no?

- Olvide por completo que Milo iba a estar ahí. – dijo Ares entre dientes – Carajo! Mi mama también! Creo que tengo que desviarme un momento chicos….

- Ya te rajaste? – dijo Loki – Como has cambiado!

- Idiota

"Buaaaaaaaaaaaa estoy aburridoooooooo. El alcohol se acabó y no hay viejas con quien fajar que no sean mis hermanas! (bueno… no es como si no lo hubiera hecho antes Jajaja) Vengan a rescatarme no sean ojetes!. Dionisio"

- Mmm… dice Dionisio que se nos quiere unir. – dijo Ares – Vamos por el?

- Pues entre más, mejor o no?(hic) – dijo Hypnos

- Vamos pues! – dijo Ares dando media vuelta para volver a entrar a la limusina.

"Padre… vas a venir? Mi mama está furiosa y no hay nada que pueda contentarla. Ya no la aguantoooooooo. Eros"

- Arghhhh pero si voy…. Quien me salva de la loca de Afrodita? No estoy de humor para sus ninfomaniacadas. Algún voluntario?

Los cuatro se pusieron a chiflar viendo hacia el techo. Ares ya lo esperaba. Era el único estúpido que la había aguantado tanto tiempo. No creía poder enfrentarla ahorita con la preocupación de que su padre reconociera a Milo. Eso le crearía tantos problemas que no sabía ni por donde comenzar a contabilizarlos.

El último mensaje era de su madre.

"Ahora entiendo porque no quisiste venir. Tu y yo vamos a hablar largo y tendido jovencito"

La limusina se puso en camino y Ares era el único de sus amigos que se puso completamente sobrio de un momento a otro. Acaso a su mama ya le habían chismeado lo que había hecho con Shaina en la boda de Milo?"

Junio 14, 10pm

Salon de la boda

Athenas, Grecia

Afro se tomó su tiempo para regresar al servicio donde lo esperaba Thes, con el costurero y el saco blanco que le quito a Vehu debido al brindis que hizo Zeus.

Se aseguró que no hubiera ninguna mujer aparte de Thes antes de entrar y al comprobarlo, lo hizo.

- En que cubículo estas? - preguntó

- En el ultimo

- Quítate el vestido y dámelo.

- Mejor pásame el costurero. Yo puedo arreglarlo.

- Ahí adentro no vas a poder hacerlo – dijo Afro – La iluminación es pésima.

- Conseguiste algo que pueda ponerme?

- Sí.

- Dámelo - ordenó

- Primero dame el vestido.

Gruñendo palabras inintelegibles para Afro, Thes se quitó el vestido y se lo pasó por arriba, abrazándose para evitar el frio. Afro le pasó el Saco. Era más o menos del mismo largo del vestido y ya puesto, parecía un vestido.

Afro checó el vestido. Estaba bien elaborado, pero el encaje que habían utilizado era más como para confeccionar ropa interior que para un vestido, razón por la que se rasgó tan fácilmente. Thes salió con el puesto para supervisar que el trabajo se hiciera y no fuera solo una trampa de parte de ese dorado de Athena.

- No debiste haber usado encaje de Bruselas… o por lo menos no de aguja.- dijo Afro

- Como demonios sabes que es de aguja y de Bruselas? Eres Gay o qué?

Afro la miró furioso

- Que no! Por qué carajo no puede alguien saber de cosas finas o delicadas sin ser estereotipado? De no ser… tu… te demostraría lo hombrecito que soy!

- De no ser yo? Que quieres decir con eso? – gritó Thes temblando de coraje

Afro se dedicó a hacer las puntadas que requería el vestido de manera que fueran lo más discretas posibles mientras Thes limpiaba con una toalla de papel la barra de lavabo para sentarse en ella y recargar su cabeza en la pared.

- Y… ese nuevo general marino… hace mucho que esta con Poseidón? – preguntó Afro

- No se

- Pero… sabes cómo lo conoció, verdad?

- No

- O como llegó a el?

- Ni idea

Afro dejo de coser el forro para voltear a verla.

- Estas siendo deliberadamente odiosa?

- Totalmente

- Ahhh

Afro siguió con su costura, esta vez volteando a ver de vez en cuando a Thes, quien tenía una cara de melancólica que apenas podía con ella. Se abrazaba a sí misma y definitivamente parecía cada vez más triste.

- Lamento lo de tu vestido

- No importa

- Pero te perdiste el brindis por mi culpa

- Y nadie noto que yo no estuve

- Eso no es cierto… - dijo Afro aunque viéndolo desde un punto de vista real, así había sido

- Yo lo sé.

Afro no volvió a decir nada. Thes sin embargo parecía estar hablando con ella misma:

- Julián estaba tan entusiasmado de presentarle a Aleix a Kanon, que ni siquiera se fijó en lo que traía puesto… Io estaba tan emocionado con volver a ver a su amiga que apenas notó cuando me fui de su lado y Aleix, aunque ha sido muy amable conmigo, no entiende aun mi posición ahí. La persona con la que últimamente estaba saliendo, le tiene suficiente miedo a su jefe y a Julián como para acercárseme lo mínimo esta noche así que sí. Nadie lo notó.

- Oye no pero Kanon…

- Kanon? – dijo riendo tristemente – El mucho menos que nadie. Solo me llama cuando necesita algo. Y sabes cuantas veces ha sido eso en tres años? Una…. Así que de verdad… no lo intentes…

Afro no pudo menos que comenzar a sentir un poco de lastima por la chica.

- Lo siento.

- Ya me da igual – dijo tratando de hacer una voz indiferente – Vine exclusivamente a llamar la atención de alguien que solo me dijo que parecía callejera. Creo que estaba mucho mejor sin verlo. – después comenzó a sonreír – Lo único que me consuela es saber que se pondrá Histérico cuando le presenten a Aleix Jajaja. Lástima que no puedo verlo porque estoy aquí. Pero ya me enterare.

- Estas hablando de Kanon verdad?

- Si

Afro siguió con la costura. Entonces a esa chica le gustaba Kanon. Por qué no le sorprendía.

- Y de verdad no sabes nada de Aleix?

- Por qué tanto interés?

- Me pareció conocido.

- Según Io me contó, Julián lo encontró en una playa salvando a varios delfines atrapados en redes de pesca. Le llamo la atención y lo contrató. Nada interesante.

Para Afro sí que lo era.

- Fue hace mucho?

- No. Poco más de tres semanas. – dijo Thes – Puedo terminar mi vestido yo sola. De verdad que no estoy de humor para ninguno de ustedes.

- De hecho ya termine. – dijo Afro mostrándoselo

- Gracias – dijo Thes

- Ninguna revisión? Un bien hecho o un Wow! que bien lo haces?

Por toda respuesta Thes se bajó de la barra, lo miro fijamente, se quitó el saco quedando únicamente con su cachetero, asombrando a Afro de su arrojo al mismo tiempo que lo puso a temblar. La chica tenía demasiadas curvas como para no ponerle atención. No usaba sostén, sino únicamente un tape color piel para sostener estratégicamente sus generosos senos.

Con toda deliberación, se puso el vestido lo más despacio que pudo y cuando estuvo lista y se vio al espejo, le azotó el saco en el pecho a Afro y salió del Servicio.

Afro se quedó un buen rato en el pasillo del jardín. De no ser por su pinche genio esa chiquilla no estaba nada mal.


Marín entró de nuevo al salón. Miraba al suelo mientras se abrazaba a sí misma. Su actitud alegre y bailadora de unos minutos atrás había cambiado por completo. Io estaba ocupado, pero Aleix la vio entrar así y se tomó el atrevimiento de ir por ella y abrazarla. Marín se dejó hacer debido al estado de shock en el que se encontraba. Cerró los ojos y recordó otros brazos que la reconfortaron de manera similar esa noche trágica en la que se enteró del engaño de Aioria.

- Que pasa Marín? Hasta hace unos momentos estabas tan alegre.

- Por qué los hombres son tan idiotas? – preguntó

- Mmm… creo que si pudiéramos contestar eso… no lo seriamos – dijo – Ven a nuestra mesa. Io se desocupara en un momento.

Llegaron a la mesa e Io llegó prácticamente corriendo.

- Hey! Que pasa? – dijo Io quitándole a Marín de los brazos – Que pasa preciosa?

- Te la dejo… yo tengo algo que hacer – dijo viendo que Poseidón lo llamaba y esta vez no podía escaparse.

Io la siguió abrazando pero no pasaba por alto dos pares de ojos del lado dorado que los miraban fijamente.

- Creo que alguien del otro lado del salón me quiere ahorcar. – dijo Io

- No lo dudo. – Dijo Marín abrazándolo mas fuerte – Acabo de decirle una tontería que no le gustó nada.

- A tu novio?

- A mi ex

- Wow! Esa historia no me la se. Me la cuentas?

Marín se sentó y procedió a contarle lo que había pasado a su regreso al santuario incluyendo la idea que le había dado Aleix y de lo que se había dado cuenta con eso.

- Pero sí que hay que ser imbécil!

- Ya no quiero recordarlo Io, pero para que me dejara en paz… le dije que tú eras mi nuevo novio… perdón.

- Órale pues que honor!

- No te burles

- No, en serio. Mi novia anterior no era tan bonita y si quieres que juguemos a eso, yo te sigo el rollo. – dijo Io guiñándole el ojo – Al fin que tú y yo sabemos que somos cero compatibles en el amor. Además… no has escuchado que lo prohibido siempre es ms rico? Hasta me puedo conseguir a alguien solo diciéndole que ya estoy ocupado.

Marín sonrió por primera vez desde que entró.

- Gracias – dijo mientras Io le besaba la mano.

Artemisa descubrió a Icarus mirando toda la actividad de esa pareja y con un dedo le acaricio la mejilla.

- Comenzare a ponerme celosa. - dijo

Icarus sonrió.

- Nada de eso. Solo estoy un poco curioso.

- Por ella?

- Por todos – contesto Icarus – Primero estaba con uno, luego con otro, luego con otro… con unos esta alegre, con otros se pelea…

Artemisa se separó de el abruptamente.

- Demasiado interés por esa pelirroja… no me gusta…

- No me malinterprete por favor…

- Basta!… más bien… creo que yo olvido que no eres más que uno de mis sirvientes...

- Señora… - dijo Icarus levantándose – No es lo que usted piensa.

- Eso espero, porque recuerda… que cuando me siento traicionada y hay una mujer de por medio… ellas mueren… - dijo con un tono que le indico al joven que no estaba jugando.

Icarus guardo silencio y prefirió no provocarla. Ni siquiera quiso seguir viendo hacia donde la chica pelirroja seguía sentada. Sabía que su diosa era perfectamente capaz de cumplir su amenaza y por alguna razón, el sentía que tenía que defender y proteger esa chica y si con su indiferencia lo hacía, pues que así fuera.


Aleix llegó hasta donde Kanon estaba parado con Poseidón. Kanon sabía que este momento llegaría en algún punto de la noche pero hubiera dado su lealtad a Hades con tal de que no llegara.

- Aleix… Donde has estado? Quiero presentarte a Kanon de Géminis… mi amigo y el anterior portador de la Armadura de Dragón del Mar. Kanon, Aleix de Dragón de Mar…

- Mucho Gusto – dijo Aleix extendiendo la mano

- Igual – dijo Kanon dejando a Aleix con la mano en el aire, quien la bajo lentamente – Puedo saber por qué está usando el cosmo residual de la armadura y no el suyo propio?

- Kanon no seas grosero!. Y lo de su cosmo a ti que más te da? No seas envidioso. – Contesto Poseidón – Discúlpalo Aleix, aparentemente no ha tomado suficiente esta noche como para montar su famoso encanto personal.

- Aleix, no es nada personal, pero… podrías darme un momento a solas con "tu jefe"?

Aleix volteo a ver a Poseidón, quien asintió levemente con la cabeza, Aleix encogió los hombros y se fue para donde estaba Io y Marín de nuevo.

Kanon esperó a que se fuera y se tomó dos copas de las que traía el mesero en la charola.

- Y ahora a ti que te pasa? – dijo Poseidón – No te conocía esos malos modales.

- Ya nada más falta que me digas que quieres que te lo entrene y le ensene los trucos del puesto. – dijo Kanon

- Pues a decir verdad… si te lo iba a pedir…

- Increíble… - murmuró Kanon rolando los ojos

- Como amigos… Hazme ese favor… - pidió Poseidón – No tengo tiempo y tú tienes muchas conexiones que él va a necesitar.

- No sabes lo que me estas pidiendo – dijo Kanon – Además, no tengo tiempo.

- Claro que sí. O cómo diablos le ibas a ir a cumplir a Tania eh?

- Maldición! Eso es algo que no te importa! – dijo Kanon cada vez más enfadado.

Poseidón se le quedó viendo fijamente.

- Cambiaste de opinión! Ya no quieres cumplir el contrato! Jajaja esto sí que es una novedad.

Kanon no contestó. Intentaba controlarse lo más que podía pero todo su mundo estaba cayendo como castillo de naipes.

- Me vas a ayudar o no? – pregunto Poseidón – Ese chico podrá no tener un cosmo propio por el momento, pero pronto lo desarrollara. Tiene muchas habilidades asombrosas.

- Entonces no veo para que me necesitas si ya tienes al señor maravillas.

Poseidón comenzó a reír.

- Oh vamos! No te pongas celoso! Yo no tengo la culpa que quisieras desertar de mis filas para darle tu lealtad a Athena.

Kanon se cruzó de brazos. En eso tenía razón.

- Espero ir a Columbus a fin de mes – dijo finalmente sonriendo – Iré a recoger mi Orgullo Marino y a liquidar mi cuenta contigo.

- Qué? – pregunto Poseidón incrédulo.

- Pondré a la venta mi cabaña y arreglare cuentas con Tania… - dijo con voz neutra

- Pero Kanon!

- No. Tú tienes razón. Mi lealtad debe estar con Athena por lo que ya no pudo estar jugando contigo. – dijo Kanon – Tus filas ya están completas, pero como último favor personal, si tu general marino se encuentra esos días en Columbus y coincidimos, lo ayudare.

- No seas exagerado! – dijo Poseidón asustado de que de verdad cumpliera todo eso. No quería ni le convenía perder la amistad de Kanon.

- Desde que decidiste cambiar tu residencia a esa isla cambiaste mucho Julián…. Antes no hubieras dejado que Thes asistiera a ningún evento con un vestido así ni hubieras escogido como tu general más poderoso a cualquier hijo de vecino… Estoy muy decepcionado.

Kanon se dio el lujo de darse la media vuelta hacia donde estaban sus compañeros, donde se unió a su conversación, dejando a su antiguo amigo completamente sorprendido por su reacción.


Hera platicaba con Deméter y Perséfone mientras que Zeus no podía apartar la vista de Samira, quien estaba con Geist y Junet del otro lado del Salón. Era imposible, con tan poco tiempo, olvidar su último viaje a los Emiratos.

Flashback

Zeus azotó la puerta de la oficina que utilizaba Poseidón completamente a propósito. No le sorprendió ver que su hijo primogénito se le había adelantado y ya estaba discutiendo con su hermano.

- Yo no tengo la culpa de que Minos la haya visto primero – decía Poseidón – Además, fuiste muy obvio al quitarle a Vehu y a Jely. Mejor regrésaselos antes de que se queje con Hera.

- No seas idiota! Yo no tengo el poder para quitárselos! – dijo Ares azotando las manos en el escritorio – Afrodita no está aquí y yo quiero un juguete nuevo! La quiero a ella!

- Ares no seas infantil – dijo Zeus – Ya te dije que tú no podrías con ella en este momento.

- Ahhh ya llego el ejemplo a seguir – dijo Poseidón en tono fastidiado levantándose de su asiento – Porque no mejor se olvidan de esa chica y buscan alguna otra?. Les aseguro que por bellezas aquí no paramos.

Zeus tomó el asiento ejecutivo de Poseidón subiendo las piernas al escritorio.

- Te dije, cuando accedí a darte esta participación en el hotel, que la única condición era que no me ocultarías nada. – dijo

- Es cierto papa. Córrelo! Dámelo a mí! - insistió Ares

- Shhht

- Yo no te oculté nada. La lista de huéspedes esta donde siempre, las cuentas también… - dijo Poseidón ofendido

- Aja… y la peliverde?

- Es una huésped…

- Que brazalete trae? – pregunto Zeus

- Ira.

- Jajaja te dije hijo! Págame!

- Ash…

Ares saco un billete de $100 dólares y se lo dio a su padre yéndose a acostar enojado al sillón de piel negra que estaba frente a ellos.

- Que fue eso? – pregunto Poseidón

- El apostó a que estaba ahí por lujuriosa y yo a que no. – dijo Zeus – Hace cuanto que están comprometidos esos dos?

- Relativamente poco – respondió Poseidón sin mentir – De hecho hoy en la fiesta de año nuevo han decidido anunciarlo públicamente para que los LUJURIOSOS dejen de intentar algo con ella.

Zeus no dijo nada. Intuía que había algo más que su hermano no le estaba diciendo pero no podía probarlo. Tamborileo sus dedos en el escritorio y volteó cuando Ares se levantó haciendo escandalo al tirar uno de los ceniceros de cristal cortado que estaban cerca de él.

Poseidón le dio una mirada furiosa pero Ares no le prestó mayor atención.

- Ya se pa! Tengo una idea! Y si me acompañas a Dubái? Tengo que estar ahí mañana para cerrar un asuntillo y pues… tu sabes que las chicas allá son más… "Obedientes y Sumisas". Allá podremos desquitarnos a gusto de lo que no podemos hacer aquí.

A Zeus le brillaron los ojos por un segundo.

- Carajo! Pero tu madre está aquí y no me suelta! – dijo Zeus en tono fastidiado

Ares sonrió.

- Déjame a mí. Yo la convenzo. – dijo ares emocionado – Sabes que ella odia el calor del desierto y con trabajos puede quedarse aquí más de 5 días por lo mismo.

Poseidón volteó intrigado. Que padre e hijo se fueran de putanos juntos… pobres mujeres.

- Vamos a decirle desde ahorita para que no crea que estamos tramando algo? – dijo Ares emocionado

- Mmm…. Está bien – dijo Zeus viendo a su hijo saltar como un chiquillo – solo dame un segundo.

Se levantó, se dirigió a Poseidón y le soltó un puñetazo en el ojo que lo hizo volar varios metros. Ares miro la escena con toda la satisfacción que podía tener un sádico como él.

- No sé cómo o por qué, pero tú me escondiste a esa niña y no me iba a quedar con los brazos cruzados. A la otra, no seré tan benevolente.

Ambos salieron de la oficina y encontraron a Hera supervisando la limpieza de las áreas públicas con un guante blanco no lejos del lobby.

- Estúpido Poseidón! – dijo Hera quitándose el guante al ver llegar a su esposo e hijo – No puedo reclamarle nada. El lugar esta impecable.

- Jajaja no busques pretextos para pelear con el – dijo Zeus abrazándola

- Mami… mañana tengo que ir a Dubái…

- Mañana? Primero de Enero? Creí que no se trabajaba! – dijo volteando a ver a su hijo

- Yo no tengo descanso mami y recuerda que hay una diferencia de muchas horas así que allá seria 2 de Enero.

- Es cierto… lo olvidaba. – dijo Hera - No me acostumbro a los benditos horarios terrestres.

Ares le sonrió y puso su cara más inocente.

- Tengo un problemita con un jeque y un Sheik que quiero resolver de la manera más pacifica posible…

- Tú? – exclamó Hera sorprendida

- La manera más pacifica posible para mi Mami… estoy en una encrucijada y necesito la ayuda de papa. Crees que me lo puedas prestar un ratito?

- Pero…

- O si quieres vamos los tres y te quedas en el hotel – dijo Ares viendo a su papa que le hacía señales de cortar con esa idea.

- Ay no! Ni que estuviera loca! Ese lugar hace más calor que en infierno y apesta horrores además de que todos intentan matarme si no uso sus batas y me cubro la cabeza… no, no, no! – reclamó Hera Horrorizada – Además tu padre me prometió una velada romántica a la luz de la luna antes de irnos…

- Que egoísta te has vuelto esposa mía – dijo Zeus con indiferencia en la voz – Pero tienes razón. Ares… ráscate con tus propias uñas. Total… una derrota más en tu record o una mutilación no te hará daño. Así te parecerás más a tu hermano Hefestos.

Hera lanzó una exclamación de Horror y corrió a abrazar a su hijo.

- Como puedes decirle eso al papichulo de mi bebe? – dijo casi asfixiándolo con su abrazo – No te preocupes Ares. Tu padre ira a defenderte de ser necesario y no se discutirá mas el asunto!.

- Pero y tu cita romántica mami?

- Mi bebe es más importante que cualquier cita – dijo Hera – Y tú, iras con él y me lo traerás de una sola pieza, entendido?

Zeus hizo cara de fastidio.

- Tengo que hacerlo?

- Si!

- Está bien. Que no digan que no obedezco a mi mujercita – dijo Zeus dándole un beso y haciéndole una señal de triunfo a su hijo – Mientras tanto, te invito una copa en el bar.

Hera abrió grandes sus ojos. Rara vez la invitaba a un lugar público. Ambos se fueron al bar de la playa mientras Ares hacia unas llamadas para que todo estuviera listo a su llegada.

Dos días más tarde Ares y Zeus se registraban en la suite presidencial del Burj Al Arab.

- Cuanto tiempo nos dio tu madre? – dijo Zeus

- Tres días o nos viene a buscar… - dijo Ares – Y sí que es muy capaz!

- No tienes ni que decírmelo – dijo Zeus entrando a la suite viendo las paredes adornadas en oro – No está mal…

- Vamos! Ni tu puedes ponerle peros a este hotel y menos a esta suite – dijo Ares viendo su teléfono – Pero claro… a ti te gustan las cosas más… corrientitas

Zeus no se molestó en contestar. Admiraba la vista del hotel más lujoso de Dubái mientras esperaba impaciente. Se escuchó el bip de su celular en el que le habían enviado un correo electrónico. Era lo que estaba esperando.

Leyó con impaciencia todo el informe y sonrió con satisfacción. Sus ángeles a cargo de encontrarle mujeres vírgenes alrededor de todo el mundo, le habían enviado un archivo de una tal Samira Rashid de 22 años que vivía en Abu Dabi.

- Hijo… que tan lejos queda Abu Dabi de aquí?

- Mmm…. En auto? Como una hora – dijo Ares sin alzar la vista desde su celular – Por qué? Listo! El jeque nos espera a las 8 pm en su palacio de Sarja. Tiene chicas para tirar para arriba…t6y inocentitas como te gustan.

Zeus se relamió los bigotes. Así que podía tener a más de una en ese viaje?

- Y a qué hora tengo que estar aquí?

- A las 6pm. – dijo viendo que su padre tomaba A dónde vas?

- Uhhh a visitar a alguien – dijo Zeus saliendo de la habitación – No me esperes.

Zeus rentó un auto con el concierge del lobby y se dirigió hacia la Universidad donde el archivo decía que estudiaba la chica. Esperaba que el prometido anduviera cerca para poder pedir prestado su cuerpo, pero al atravesar el patio y ver que Samira caminaba con unas amigas con sus libros en los brazos y notar que era más bonita en persona, su cuerpo se inflamó de deseo y no espero a buscar al prometido. Tomó su forma y se dirigió al grupo de chicas.

- Amaal! Que estás haciendo aquí? – dijo sorprendida mientras sus amigas lanzaban sonrisas tímidas – Creí que estarías haciendo tus maletas.

- No puedo pasar a verte aunque sea por última vez?

- Pues… si, supongo que sí, aunque creí que ayer nos habíamos despedido ya – dijo volteando a ver a sus amigas con clara confusión en sus caras.

- Es de sabios cambiar de opinión. –dijo Zeus – Podemos hablar a solas?

- Yo… supongo que sí. – respondió sorprendida. En todo este tiempo, su prometido nunca había mostrado mucho interés en hablar a solas con ella.

- Renté un auto. Vamos?

Las amigas de Samira comenzaron a murmurar entre ellas. Eso no estaba bien y hasta Samira lo sabía.

- Uhhh… no tardaremos verdad? Tengo una clase en una hora. – dijo Samira

- Oh! No te preocupes por las clases – dijo Zeus sonriendo – Aunque primero debo estar yo y después la escuela, no es cierto?

Samira le entregó sus cuadernos a su amiga y le dijo que no tardaba.

Abordaron el auto y Zeus condujo lo más rápido que pudo hacia donde había visto un pequeño motel en las afueras de la ciudad. Oh si… sí que se iba a despedir de Samira… pero de qué forma!.

Fin del Flashback

Milo corrió hacia donde Camus lo llamaba dándole un beso a Samira en la frente primero. Samira sonrió y se sentó. Sentía las piernas dormidas. Zeus aprovechó ese momento para acercarse a ella.

- Hola de nuevo! – dijo Zeus con una sonrisa que hizo ruborizar a Samira

- Hola! – dijo intentando levantarse pero Zeus se lo impidió.

- No te levantes – dijo poniéndose en cuclillas para estar en su nivel – Mil disculpas por… no haber sido lo suficientemente cortés hace unos minutos pero… estaba algo distraído.

Samira sonrió también.

- Oh! No se preocupe. Yo entiendo.

- Además mi esposa es muy celosa.

Samira comenzó a reír.

- Jijiji Mi esposo también lo es. Acabo de descubrirlo.

- Y tiene razón. Es usted muy bonita – dijo Zeus – Para cuando espera a su bebe?

- Octubre

- (Bueno… puede ser de su esposo después de todo, aunque… no hay ningún Amaal en las filas de Athena que yo recuerde… y tampoco tenía cabello azul…)

- Va a ser una niña – dijo Samira orgullosa

- Y ya eligieron algún nombre? – preguntó Curioso

- No. Mi esposo ha estado de viaje y no hemos podido platicar de eso – dijo Samira – pero a mí me gusta el nombre de Zurah o Diana.

Zeus se puso tenso.

- Porque esos… nombres?

Samira sonrió.

- En realidad no lo sé. Ambos significan lo mismo…

- "Divina"

- Si! Supongo que por estar rodeada de dioses y todo eso se me ocurrió. – dijo Samira.

- Y… ya se mueve?

- Si… ha estado un poco inquieta estos días de hecho – dijo Samira acariciando su vientre.

Zeus seguía curioso. Volvió a ver a Hera y le estaba dando la espalda. No habría peligro.

- Y se está moviendo ahora?

- No… realmente no. – dijo Samira – Hace un rato lo hizo. De seguro está dormida.

- Puedo tocarla?

- No veo por qué no. – contestó Samira

Zeus fascinado con la pancita de 5 meses de Samira, puso la palma de su mano suavemente sobre el vestido. Inmediatamente y como si fuera un imán, Zeus claramente pudo sentir dos manitas empujando hacia su palma.

Zeus la retiró de inmediato y Samira jadeo. Eso había distendido mucho la pared uterina y le había causado mucho dolor.

- Te duele mucho? – pregunto Zeus preocupado

Samira solo asintió sin poder hablar. Zeus fue entonces por Hera quien corrió a socorrer a Samira, aunque Zeus no volvió a acercarse. Si necesitaba una comprobación de que esa niña era de él,… La había tenido fuerte y claro.


Mu y Shion se dirigieron hacia donde Io y Aleix esperaban que Poseidón terminara de bromear con Hades en su mesa mientras bromeaban acerca de la pseudorelacion de Io con Marín.

- Disculpa – dijo Mu tocando el hombro de Aleix, quien volteó de inmediato

- Si?

Shion inhaló profundamente reteniendo el aire en los pulmones. La mirada de Aleix cambio un poco cuando pasó de Mu a Shion. Se hizo ligeramente más dura y Shion conocía muy bien esa mirada reprobatoria que siempre tenía cuando lo enfrentaba.

- Ah… que no ya nos habíamos conocido? – dijo Aleix dirigiéndose a Mu

- Si… hace rato en los servicios con Afro y Thetis…

Io reaccionó y volteó para todos lados. No vio a la chica y comenzó a preocuparse.

- Diablos! Donde esta Thetis? – le preguntó a Aleix

- No la he visto en un muy buen rato – contestó

- Voy a buscarla. – dijo Io – Si algo le pasa, Poseidón me va a matar. Literal! – dijo corriendo hacia afuera para buscarla dejando a Aleix solo con Mu y Shion.

- Ah sí, es que… no me dejaron presentarme adecuadamente - dijo Mu tratando de hacer conversación para que Shion tuviera tiempo de analizar a Aleix.

Shion lo miro fijamente. Apostaría su vida a que ese era Shaka. Entonces… Esta era parte de la traición de la que Hilda les había hablado? Unirse a Poseidón? Pero… con qué fin? Tocó su casco e intentó leerlo pero lo único que veía era neblina y negrura. Los únicos momentos que pudo ver fueron los que había pasado en Columbus y algunos otros sin identificar.

Aleix se dio cuenta de que Shion estaba haciendo algo y le quitó la mano de un manotazo.

- Qué demonios crees que estás haciendo anciano?

- Anciano? – dijo Shion tranquilamente. - Bueno Mu… creo que tenías razón. Ve por Athena.

- Si Maestro. – dijo Mu apresurándose a ir por la diosa

Aleix miraba a Shion fijamente. Lo estaba sacando de quicio y ni siquiera sabía por qué.

- Quien dijo usted que era? – preguntó finalmente

- Shion, Patriarca del Santuario de Athena.

- Algo así como su secretario particular? Su achichincle o su guardaespaldas?- dijo Aleix en tono burlón

- Todos los anteriores – dijo Shion con una sonrisa falsa evitando una confrontación antes de que llegara Athena.

Esta no tardó en llegar.

- Shion, me dice Mu que… - volteó a ver a Aleix y se llevó las manos a la boca en expresión de incredulidad.

- Shaka! – dijo intentando acariciarle la cara

- No. Soy Aleix – contesto dando un paso hacia atrás – Dejen de acosarme!

- Shaka por favor… cómo pudiste! – dijo Athena – por qué? Cuando!

- Le aseguro señora, que no entiendo de que me está hablando.- dijo Aleix volteando para todos lados

Athena comenzó a llorar aferrada de Shion. El más fiel de sus caballeros, había cambiado de bando.

- Tranquila Athena. Debe haber una explicación razonable para todo esto. – decía intentando tranquilizarla

- Hilda me lo advirtió pero… con todo lo que pasó…

Aleix no entendía que estaba pasando. Daria todo por no ver a esa diosa llorar como lo estaba haciendo, pero ni siquiera sabía a qué se refería.

Poseidón se dio cuenta de la conmoción y se acercó a ellos.

- Ah Athena! Veo que ya conociste a Aleix, mi nuevo Dragón del Mar…

Athena volteo furiosa.

- Es este algún tipo de venganza? Creí que ya estábamos en Paz.!

El dios de los mares la miró extrañado

- De que hablas?

- Me robaste a uno de mis caballeros dorados para hacerlo tu General Marino! – respondió Athena en voz alta

- De donde sacas esa tontería? – pregunto Poseidón

- Dile a "Aleix" que se quite el casco.

Poseidón miró a Aleix y asintió con la cabeza. Aleix se quitó el casco dejando ver su cabello corto y de color castaño medio.

Athena le acaricio la cabeza a Aleix. Su hermoso cabello rubio había desaparecido pero eso no le restaba nada de su apostura habitual.

- Que le hiciste a Shaka? – dijo Athena picándole con el dedo el pecho a Poseidón.

- Como jodes con lo mismo! – dijo molesto – Me estas acusando de algo y yo soy inocente!

- Al que tú llamas Aleix, es mi Shaka. Caballero dorado de la casa de Virgo que yo reporteé como desaparecido hace un mes!

- Mentira. Aleix no tiene cosmo.- reclamó Poseidón – Si fuera tu caballero dorado era obvio que no lo hubiera aceptado en mis filas. Lo hubiera considerado un espía!

- No tiene cosmos porque yo se lo quite al castigarlo! – dijo Athena desesperada y arrepentida de haberlo hecho. Acaso eso había sido el detonante para que Shaka decidiera cambiar de bando?

Aleix se distrajo y vio a Junet, por lo que al ver que los tres alegaban y no le prestaban atención decidió seguirla.

- Athena, no se en que idioma quieres que te lo diga. Aleix no es tu Shaka.

- Sí que lo es!

- Vamos a ver… - dijo Poseidón sacando su celular y checando el correo con el aviso de desaparición de Shaka que todos en el olimpo habían recibido – Aquí dice que es Hindú. Le vez cara de hindú a Aleix? – dijo buscándolo pero ya se había ido

- Ese es un comentario muy racista! – dijo Athena – Él es mi Shaka! Devuélvemelo

- Que no! Aquí también dice que es rubio, de cabello largo y ojos azules. – dijo Poseidón – Como lo viste, no tiene el cabello rubio ni largo.

- Eso lo hiciste para que yo no lo descubriera! Pero mi Shaka es inconfundible! Dos de mis caballeros y Shion mi patriarca lo reconocieron.!

- Bueno pues ultimadamente si él fuera Shaka, ya estaríamos a mano. – dijo Poseidón gritando – tú me quitaste a Kanon primero!

Athena comenzó a encender su cosmo y Poseidón también. Hades tuvo que llegar a intervenir.

- Ahora que está pasando aquí? Les recuerdo que Zeus está aquí mismo y les va a poner un estate quieto a los dos si no le bajan tres rayitas. – dijo separándolos un poco

- Poseidón secuestro a uno de mis caballeros dorados y lo está usando como su general marino! – dijo Athena – Exijo que me lo devuelva o tendrá que atenerse a las consecuencias!

- Me estas amenazando? – gritó Poseidón

Hades volteó a ver a su hermano.

- A ver a ver… momento. Se están peleando por Aleix? El de Cancún? – Preguntó Hades

- No era Cancún, era Puerto Morelos… y si, ese mismo. – contesto Poseidón – Tú estabas ahí cuando lo conocí. Dile a esta necia que yo no me robe nada! Yo lo conseguí legítimamente!

- Eso es cierto. – dijo Hades – Yo estaba ahí cuando ese chico se aventó a lo bestia para quitar las redes que se le habían atorado a la lancha…

- Yate – corrigió Poseidón

- Bueno…. Me vas a dejar hablar o lo haces tú? – preguntó Hades a Poseidón cruzándose de brazos

- Mejor dilo tu porque aquí tu parientita no me cree – contestó Poseidón

- La tuya… - murmuro Hades entre dientes – Como te decía. El pelinegro se aventó al agua y…

- Ya no lo tiene negro – dijo Poseidón

- Con un carajo! Que me dejes hablar!

- Ya pues – dijo Poseidón con un signo de paz en la mano

- Se aventó al agua, a puño limpio soltó las redes de la propela, aprovecho para rescatar a dos delfines que estaban atorados en esas mismas redes y luego le ha puesto un regañiza a Poseidón tipo …

- Ya ya ya… demasiada información, muchas gracias – dijo Poseidón evitando más humillantes aclaraciones de Hades quien aún sonreía al recordarlo – De ahí, le ofrecí un puesto en mis filas y aceptó. Contenta?

Athena iba a seguir preguntando, pero Shion llamó su atención para platicar a un lado:

- Athena, por mucho que sea inverosímil la historia que nos cuenta Poseidón, yo intenté hacer una lectura del muchacho. No parece tener ningún recuerdo más allá del de unas semanas para acá.

- Pero Shion…

- Dudo mucho que el señor Poseidón, a sabiendas que usted iba a hacer una tregua con el señor hades, haya tomado a Shaka adrede. Nuestras investigaciones muestran a dos mujeres siendo las perpetradoras del secuestro y hasta donde yo sé, Poseidón no cuenta más que con una y no ha estado en contacto con él en dos años.

- Como sabes eso?

- Platicas con Kanon.

Athena estaba en una encrucijada. Primero le habían advertido de una traición, después Shaka aparecía en las filas contrarias… no podía ser coincidencia.

- Además el señor Hades tiene razón. Este no es el lugar. Zeus está aquí y podría esto terminar mal, mucho peor para usted que para Poseidón… - dijo Shion

- Por qué dices eso?

- Porque aquí hay al menos 10 de 12 dorados mientras que Poseidón solo tiene a dos de sus Generales. - dijo Shion – Para cualquiera, esto parecería una emboscada bien elaborada…

- Pero Shaka…

- Shaka, si acaso es el, se ha sabido cuidar por el último mes y necesitamos recabar todas las pruebas posibles en caso que sea necesario ir a juicio. Por qué no mientras tanto trata de hablar civilizadamente con Poseidón para sacar toda la información posible?

Athena no dijo nada. Estaba pensando en lo que su patriarca le había dicho.

- Faltan 15 días para que Shaka tenga que regresar al santuario. No debemos alarmarnos hasta entonces. Y mientras podemos averiguar todo lo que podamos por todos los medios. Intente pedirle a Poseidón que, para salir de dudas, Aleix no deje Grecia hasta que se pruebe que no es Shaka. Si de verdad no tiene idea, no tiene por qué negarse.

Athena asintió.

- Lo siento Shion. La sorpresa fue tan grande que realmente no parezco la diosa de la Sabiduría verdad?... pero… y si la traición de Shaka se comprueba?

- Entonces sabe muy bien lo que se debe hacer. – dijo Shion muy serio – Estará bien si la dejo unos momentos? Debo ir a hablar con los muchachos.

- Ve. Intentare hablar civilizadamente con Poseidón. – dijo Athena volviéndose hacia este último mientras Shion caminaba lentamente hasta donde sus dorados aguardaban expectantes.

Hera fue a interrumpir la discusión de Athena con Poseidón. No estaban llegando a ningún lado de todos modos.

- Athena, Samira necesita irse a descansar. No se siente bien. Tienes quien pueda llevarla?

Athena volteo a ver a la chica, quien estaba visiblemente afectada por el cansancio, lo tarde que era y el dolor anterior. Estaba rodeada por Afrodita, Deméter y Perséfone quienes le daban palabras de aliento y trataban de hacerla sentir mejor. Avergonzada por no haberlo notado antes, Athena corrió hacia ella.

- Samira, lo siento mucho. – dijo llegando a donde estaba - Esto va para largo aun. Milo te llevara a casa.

- Pero… si están discutiendo… No es necesario que el esté aquí? – preguntó Samira – Tal vez alguien más pueda… llevarme. Solo necesito descansar un poco.

Athena miró a Shion quien ya la había alcanzado.

- Ella tiene razón princesa. Que se la lleve Mu y vaya con Geist para que la cuide – dijo Shion

Athena asintió. Shion llamó a Mu y a Geist.

- Podría darle este papel a Milo? – pidió Samira a Shion – Es muy importante.

- Yo se lo daré. Descuide.

Los muchachos llegaron, se les dio instrucciones y desaparecieron con Samira en Brazos.


No había pasado mucho tiempo más cuando se escuchó un gran alboroto que hizo a todos voltear.

- Ya llego el diablito… ya llego el desmadre… y a quien no le guste…. Que chi… - su frase fue interrumpida por Ares haciendo que Lucifer pasara a un segundo plano.

- Ustedes cuatro busquen a Dionisio – ordenó – yo tengo que hablar con mi madre.

Los cuatro borrachos intentaban localizar a su amigo mientras tropezaban con todo.

Los diez caballeros dorados se pusieron en alerta. De todos era bien sabido que entre Athena y Ares había una rivalidad que se remontaba a la era del mito.

- Con el miedo que me tengan basta – murmuró ignorándolos a todos yendo a donde estaba su madre y medios hermanos – Ya llegó por quien lloraban!

Fes lo miró con ganas de ahorcarlo, mientras que Hades simplemente rolaba los ojos. Ni Artemisa ni Deméter o Perséfone le hicieron caso mientras que Apolo sacaba fuego por los ojos y Afrodita tenía ganas de estrangularlo.

- Qué bueno que pudiste venir hijo, pero Anteros hizo muy bien tu papel. – dijo Hera abrazándolo

- Lo siento madre… pero andaba trabajando

- Si como no. Con esos cuatro a menos que estés supervisando la calidad del alcohol en los antros de algunos de ellos….

- Eso mero estábamos haciendo ma… pero como puedes ver, yo soy el que mejor se ha portado – dijo Ares sonriendo

- Lo se hijo. – dijo Hera sacándolo del círculo familiar para llevárselo a un rincón lo suficientemente lejos – Me puedes decir porque carambas me escondiste que tenía un nieto mortal?

Ares suspiró aliviado. Su madre había reconocido el gran parecido con Milo. Lo habría notado alguien más? Al menos no le habían dicho lo de Shaina porque eso sí que le hubiera causado problemas con su madre.

- Tu sabes bien que papaa nos prohibió…

- Si, sí. Ya se me las reglas. Pero yo soy tu mama. A mí no me tienes que esconder esas cosas – dijo Hera – Quien es su madre?

Ares desvió la mirada.

- Fanny.

Hera se llevó las manos a la boca en actitud sorprendida. Ella era la única que sabía lo enamorado que había estado de su única esposa mortal de esa era y todo lo que había sufrido por su muerte.

- Lo siento hijo, no lo sabía.

- Nadie lo sabía madre. – dijo con un dejo de tristeza

- Y por qué carajo no me lo diste a mí? Yo lo hubiera criado bien y lo sabes. – dijo Hera

- Fue lo mejor – dijo Ares – Mi papa se dio cuenta?

- No. He estado muy ocupado con otras cuestiones y además sabes que no se rebaja a fisgonear a los guardianes de otros dioses. Con trabajo se sabe los suyos.

- Eso es cierto… Bueno madre… veo que mis amigos ya encontraron lo que vinimos a buscar así que me voy.

- Puedes pasar mañana a mi oficina para hablar más del tema? – preguntó Hera acomodándole la camisa

- Lo intentare pero no te prometo nada.

- Está bien hijo, diviértete.

Ares se despidió de su madre sin voltear a ver a Afrodita, quien esperaba que también fuera a saludarla siquiera.

Loki y Lucifer se dedicaron a joder a Uriel y a Anabel, los ángeles que traía Zeus mientras esta conversación daba lugar. Se había hecho una gran algarabía porque Hermes trataba de contener a sus amigos, junto con Eros, Vehu y Jely mientras Hypnos trataba de sacar a Dionisio sin que Hades lo viera, pues no tenían permiso para estar fuera de los Elíseos dejando el inframundo prácticamente solo.

Thanatos estaba esperando en la puerta a que Ares se desocupara cuando dos chicas pidieron permiso para pasar pues acababan de regresar de los servicios.

- Junet? – preguntó sorprendido a la chica de rojo que no había levantado la mirada.

Junet se puso tensa al hacerlo. Le hizo una señal a Yulij para que siguiera de largo.

- Than! – exclamó mientras este ultimo la jalaba de la muñeca hacía de nuevo los servicios.

Than le besó ambas manos.

- Te he llamado cientos de veces, mandado miles de mensajes…

- Lo siento… me quitaron mi celular – dijo Junet alegremente– No tenía forma de contactarte.

- También te he esperado varias veces afuera del santuario…

Junet bajo la mirada.

- Estoy castigada. No se me ha permitido salir. Hoy porque estoy con las chicas. – dijo – tu qué haces aquí? Conoces a los novios?

- Thanatos! Vámonos! Tenemos que irnos! – dijo Hypnos

Junet volteó a ver a quien le gritaba. La misma exacta figura de Than apareció frente a ellos, con la diferencia del color de su cabello y sus ojos a un color dorado. Junet comprendió de inmediato.

- Tú no eres Than el hombre de negocios… Eres Thanatos el Dios de la Muerte! – dijo Junet decepcionada

- Déjame explicarte…

- Hermano… que está pasando? Por qué pierdes el tiempo con esta? – dijo Hypnos barriéndola con la mirada

Junet miró a Thanatos.

- Tu hermano tiene razón. Por qué pierdes el tiempo conmigo?

- No es lo que tú crees – dijo Thanatos tratando de justificarse

- Vámonos! - insistió Hypnos jalándolo de la manga – Hades viene para acá y si nos cacha, no te quiero decir lo que va a pasar.

Thanatos se dejó llevar por Hypnos, pero no dejaba de ver hacia atrás, donde Junet no se había movido. Tenía la cabeza agachada y los puños cerrados. Después, comenzó a caminar sin rumbo fijo con una sombra siguiéndola.

Ares había atravesado ya la puerta del salón y había salido rumbo al jardín para atravesarlo y llegar a la limusina donde ya sus amigos estaban esperándolo.

Alguien lo tomo de la camisa y lo azoto contra un árbol: Apolo.

- Y a ti que demonios te pasa! - gritó Ares zafándose

- Donde esta Becca? – preguntó Apolo furioso

- Becca? Cual Becca?

Apolo dio un puñetazo al árbol muy cerca de la mejilla de Ares

- Ahhh esa Becca!

- Donde esta?

- Como voy a saberlo? – dijo Ares subiendo los hombros

- Porque ella huyó contigo – dijo Apolo

Ares se puso muy serio.

- Han pasado más de seis años de eso y hasta ahora te preocupa lo que le paso? – dijo Ares subiendo el tono de su voz

- Ares… no me hagas encabronar…

- El encabronado debería ser yo, pues me dijiste que ella estaba esperando un hijo mío! – gritó – Dijiste que tenía que bajarla a la tierra o Artemisa la mataría!

- Eso fue mi error pero…

- Oh sí! Fue un gran error… así que ahora jodete! – grito Ares – Yo tomé responsabilidad de algo que no me correspondía! Tanto Afrodita como mi padre estuvieron a punto de descubrirme varias veces y quién sabe dónde estaría yo si lo hubieran hecho y todo por cubrir a tu bastarda!

Apolo por primera vez se quedó callado.

- Pero entonces… es cierto!

- Que tienes una bastarda? Si – dijo Ares cruzándose de brazos

- No le digas así! – dijo Apolo con dolor

- Ah no? Y entonces como se les dice a los hijos de padres irresponsables como tú? – dijo Ares

Apolo agachó la cabeza.

- Yo verdaderamente creí que era hijo tuyo.

- Pues los dos pecamos de idiotas porque yo creí en ella e incluso la iba a hacer mi esposa. – dijo Ares

- La amabas? – pregunto Apolo

- No. Pero al menos mi hija hubiera tenido mi nombre y apoyo. – dijo Ares – Pero cuando nació y traía tu marca, no había nada más que decir y me negué rotundamente a hacerlo.

Apolo se dejó caer en el pasto para agarrarse la cabeza. Becca no le había mentido y el la había tratado como basura y tirado al viento sin miramientos. Peor aún, se la había dejado a Ares quien tenía una reputación de sádico y violento con las mujeres.

- Como terminó mi hija en el santuario de Athena? – preguntó apenas en un susurro

Ares dio un paso hacia atrás. La verdad seria dolorosa pero alguien tenía que decirla.

- Durante dos años Becca y yo seguimos juntos, pero un día… se me pasó la mano jugando y… murió

- Qué?

- No iba a hacerme cargo de una niña que no era mía así que me disfrace y se la entregue a uno de los guardias de la entrada. Ya era una niña bastante complicada en ese entonces. Justo como su padre. – dijo muy serio.

Apolo volteo a verlo asustado.

- Becca… está muerta?

- Que estas sordo? No te lo acabo de decir?

- Artemisa va a matarme! – dijo Apolo más para sí mismo que para Ares quien solo se encogió de hombros.

- Si te sirve de consuelo, ella hubiera muerto por su propia mano mucho antes. – dijo Ares – tres veces la sorprendí intentándolo y ahora ni siquiera tendrías a tu hija… aunque viéndolo bien… hubiera sido mejor que la hubiera dejado hacerlo.

Apolo se levantó y volvió a azotar a Ares contra el árbol, quien no dejó de sonreír.

- Vas a pagar por lo que hiciste! Le dirás a Artemisa todo!

- Seguro? – dijo Ares – Yo puedo hacerlo. Una muerte más en mi record no hace mucha diferencia, pero el que rompió las reglas de su templo fuiste tú. Yo no la deshonré, cuando la tomé tú ya la habías corrompido…

- Cállate!

- Si ella huyó de sus filas fue porque tú no quisiste ayudarla y me la enjaretaste a mí…

- Te digo que te calles!

- No, Cállate tú! – dijo Ares cambiando papeles con Apolo – Yo creí en ti, creí en ella… yo quería una familia… quería a ese bebe… Fui traicionado por ambos y hubiera sido muy fácil para mí eliminar cualquier evidencia una vez que la niña nació. Durante dos años me portee como padre aun a sabiendas de que en realidad era mi sobrina y Becca me había mentido. A las dos no les faltó nada conmigo. Puedes ir a preguntarle a los Elíseos!

- Entonces porque abandonaste a mi hija en un lugar como ese?

- Porque Afrodita estaba muy cerca de su pista, creyó que era mía y la iba a matar!

Apolo abrió grandes los ojos. Eso no se lo esperaba.

Ares lo soltó y se arregló su chamarra.

- Estoy borracho y hablé de más. Mis amigos me están esperando – dijo Ares siguiendo su camino para desaparecer dentro de la limusina.

Apolo apenas estaba reaccionando a lo que le había contado cuando arrancó. Iba a tener que hacer un viaje a los Elíseos para corroborar todo eso y después al santuario a conocer a su hija.


Aleix había visto de lejos como Vicky discutía con el hombre de cabello plateado antes de que, quien parecía ser su hermano, se lo llevara junto con los otros revoltosos. La había seguido a prudente distancia hasta que la vio sentarse sola en una de las bancas de madera más allá de la fuente, de lado contrario a donde había sido la boda.

Se mantuvo observándola unos minutos. No parecía estar llorando o afectada de ningún modo por lo que había pasado allá adentro. Volteó hacia el salón. Poseidón seguía discutiendo acaloradamente con Athena y viceversa. Aun no habían notado su ausencia.

La voz en su cabeza le dijo que si bien esta vez estaba 100% seguro de que ella era "Vicky", también le advirtió que no la abordara en ese momento. Que no se aprovechara de la vulnerabilidad de la chica pero para variar, no hizo caso.

Se acercó y se sentó a su lado. No podía quitar sus ojos de ella. No lo separaba más que unos cuantos centímetros pero aun así pudo percibir su perfume con olor a jazmín. Ella estaba sentada muy recta, viendo hacia las estrellas.

- Sera cierto que si se ve a una estrella fugaz y se pide un deseo, se lo conceden? – preguntó en voz alta.

- Creo que todo depende de si el deseo es bueno o malo – contestó Aleix.

- Yo nunca pido deseos malos, pero supongo que aún no hago suficientes méritos para merecer que se me concedan – dijo Junet cerrando los ojos un momento para después abrirlos y voltear hacia su interlocutor.

La noche tenia luna llena, por lo que no hacía falta de alumbrado para poder verlo.

- Tú eres el amigo del nuevo amigo de Marín, verdad?

- Si

Junet lo miró inclinando la cabeza.

- No eres muy platicador verdad?

Aleix la miró asintiendo. No era eso. Estaba demasiado emocionado y tenso por contener todo lo que quería decirle pero si lo hacía, podría asustarla. Su corazón estaba a punto de estallar de felicidad.

Junet hizo un ademan para levantarse e irse pero él le estrechó la mano con suavidad.

- Quédate, Por favor.

Junet se quedó quieta. Miro su mano atrapada entre la de Aleix antes de alzar sus ojos hacia él.

- Solo unos minutos – insistió Aleix

- Quítate el casco – pidió Junet en el mismo tono suave – Si me quedo, al menos quiero poder ver con quien estoy hablando.

Obedientemente, Aleix retiró su casco y lo dejó a un lado. Junet sonrió y a él le pareció la mujer más hermosa del mundo.

Ella lo miró fijamente durante un buen rato en silencio.

- Te pareces a alguien que yo conozco – dijo finalmente – A excepción del largo y color de cabello y esa cosa que siempre trae en la frente…

El corazón de Aleix latió con mucha fuerza. Sería que alguna vez se habían cruzado sus caminos y por eso él tenía la imagen en su cabeza?

- Y… pediste tu deseo? – preguntó Aleix

- Sí. Pero es un secreto. – dijo Junet sonriendo

- Seguramente pediste lo mismo que tiene tu amiga Shaina – dijo Aleix

- Puede ser… me gustaría por una vez tener amor y lealtad, pero por el momento me conformo con desear que Shaina sea feliz con Minos. – dijo Junet

- Por qué?

- Porque se lo merece – dijo – Ha sufrido mucho en la vida como para que no sea recompensada. Además, no le traje ningún obsequio.

Aleix frunció el ceño. Qué manera de desperdiciar un deseo…

- Tu que pedirías si vieras una estrella fugaz en este momento.- le preguntó Junet

Aleix bajo la mirada a sus botas. Si le decía todo lo que estaba pensando, lo tacharía de prosaico. Prosaico…. Esa palabra parecía resonar en su cabeza… como si la hubiera usado en alguna situación especial.

- Desearía poder recordar mi pasado. – contesto Aleix

Para su sorpresa, ahora fue Junet quien puso su mano sobre la de él.

- Lo siento, no sabía que tuvieras algún problema de salud. – dijo

- Oh tengo varios! – dijo Aleix – Pero no es algo que quisiera estar revelando, comprendes?

Junet asintió.

- No creo que el que no recuerdes cambie en realidad tu escencia – dijo Junet – Pareces una persona noble y bueno y si Marín es tu amigo, puedes estar seguro que si lo eres.

- En verdad lo crees? Porque yo pienso que puedo ser algún tipo de asesino serial o algún maldito pervertido…

Junet comenzó a reír.

- No, no lo creo. Pero tampoco me creas mucho. Yo soy una experta en equivocarme al juzgar a la gente. – dijo reflejando amargura en su voz.

- Lo dices por lo que te sucedió esta noche?

Junet se quedó mirando a lo lejos por unos segundos antes de encoger los hombros.

- Entre otras cosas.

Aleix comenzó a tener un sentimiento que no pudo descifrar. Ese hombre la había herido? Habría algo más entre ellos?. La habría tenido ese hombre entre sus brazos? Hasta donde habría llegado con ella? Ahora comprendía que lo que tenía eran celos

- Te he seguido la pista toda la noche – dijo Aleix – Ese hombre no te merece.

- Mmm… y quien sí

- Yo.

Junet lo miró. No estaba hablando en serio, verdad?

- Puedo probártelo. Bésame.

Ella lo recorrió con la mirada y sus labios se entreabrieron para decir algo, pero cambio de opinión dejando únicamente escapar un suspiro.

- Ven, hablo en serio. Bésame.

Los ojos de Junet se abrieron más grandes.

- No creo que sea una buena idea.

- Por qué no?

- Porque tú y yo formamos parte de bandos contrarios que solo nos pueden crear problemas en el futuro. Además eres de una categoría superior a la mía y no quiero arrepentirme después – dijo admirando los labios finos de Aleix – Y qué tal que resulto decepcionante? Mi primer y único novio no parecía muy interesado en besarme, por lo que yo creo que no soy muy buena en ello y…

Aleix sonrió

- En realidad, dudo mucho que tú resultes decepcionante en cualquier aspecto. Solo quiero un beso – dijo tocando un mechón de su cabello – Total si no te gusta, pues no lo volvemos a hacer y listo.

Junet pareció considerar sus palabras mientras lo miraba. Aleix estaba tenso mientras esperaba una respuesta. Y si lo rechazaba? La mirada de Junet pasó de sus ojos a sus labios mientras se mordía un labio. Lentamente se sentó de lado y se movió algunos centímetros hacia delante.

El corazón de Aleix dio un vuelco y su respiración comenzó a agitarse ante la expectativa. Junet se detuvo a pocos centímetros de él, de manera que el aroma a jazmín de su perfume le llego con más fuerza.

- Por qué tardas tanto en decidirte?

Junet pareció retroceder en su decisión.

- Pues… ya te dije. No tengo mucha experiencia. Pocas veces me han pedido un beso y uno que otro fue robado, pero hasta ahora, nadie me había exigido que lo besara y pues… no se…

- Hazlo ahora - ordenó Aleix en tono exigente.

Aleix pudo ver en sus ojos que su barrera se estaba rompiendo. Sin previo aviso, sus dedos tocaron su nuca tirándolo hacia ella y entonces su boca toco la suya con un beso suave y explorador.

Un calor ardiente surgió a través del cuerpo de Aleix, encendiendo algo profundo en su interior. Sin embargo, se quedó quieto como una estatua mientras una y otra vez, entre suspiros entrecortados, ella presionaba sus labios suaves, entreabiertos contra los suyos. Con cada beso, ella se demoraba un poco más. Sus ojos se cerraron y su otro brazo lo rodeó. Él respiró fuerte y sus manos comenzaron a temblar mientras ella se acercaba aún más. Y más...

Con un gemido colocó rápidamente sus brazos alrededor de ella, atrayéndola completamente contra él y capturando su tierna boca con la suya. El deseo lo inflamó, caliente y feroz impulsado por su anhelo por ella, alimentado por emociones que ni siquiera podía nombrar pero traía guardadas desde hace mucho, causando estragos en él. Sus labios se separaron y su abrazo se apretó. Ella sabía a soda de limón y a necesidad.

Él aumentó la presión de su abrazo y pasó sus manos por sobre las curvas de su trasero, agarrándolo mientras se pegaba más a ella. Su boca abierta aferrada a la suya, y sus dedos enredados en su pelo. Ella gimió y entonces el jadeó, pero no podía dejar de besarla. No podía parar...

- Aleix! Aleix! – gritó Io corriendo hacia ellos haciendo que la pareja se separara rápidamente y él se levantara de un salto

- Que sucede? - preguntó

- Te solicitan allá adentro. Eso es un completo caos y dicen que solo tú puedes calmar las cosas – dijo, después vio a Junet y solo sonrió – Perdona. Interrumpí algo?

Aleix lo miró con ganas de matarlo.

- Vamos! Es urgente! – repitió Io

Aleix volteó a ver a Junet

- Yo tengo que volver con mis compañeras. Gracias por mostrar tu punto acerca de las estrellas fugaces. – dijo Junet levantándose para caminar hacia el salón.

- No… Espera…

Pero Junet no se detuvo sino que apresuró el paso hasta prácticamente correr. Estaba verdaderamente avergonzada. No sabía que hubiera pasado si Io no llegaba a interrumpirlos.


Zeus decidió retirarse cerca de media noche. Todos los demás dioses lo siguieron siendo Poseidón con Aleix e Ío los siguientes. Thes había desafiado a todos y se había retirado sin siquiera despedirse de nadie, lo que tenía a Poseidón bastante molesto sobre todo con Ío y Aleix quieres se suponía estaban encargados de ella.

Había quedado con Athena en no irse de Grecia en algunos días para poder aclarar el asunto de Aleix, lo que había dejado a Athena y a Shion más tranquilos.

Mayura se había llevado a las chicas y ya solo los 10 dorados quedaron en el Salón. Decidieron juntar dos mesas para poder ponerse al día a gusto.

- Magnifica fiesta Milo! Mis felicitaciones a tu compañía y a tu adorable esposa – dijo Alde – Valió la pena venir

- Gracias torito… aunque hubiera sido mejor que nos trajeras a tu novia para conocerla – contestó Milo – comienzo a creer que es un fantasma.

- Pues un fantasma que está bien bonita – contesto Alde pasándoles su celular para presumirles a Niv

- En serio esta es tu novia Alde? – pregunto Aioros – Pero si es una criaturita!

- No. Tiene 21 así que ya es legal jejeje

- Hey eso me recuerda… Quien apostó por Alde y no ha cobrado? – pregunto Milo

- Yo! – dijo Camus levantando la mano – Necesito la versión de Shaka primero, porque nunca le preguntamos.

- Eso es cierto… pero dudo que Shaka pueda decirnos algo por el momento – dijo Afro recordando que Shion le había pedido discreción respecto al tema hasta que no supieran mas.

- Si… aun no lo encuentran verdad? – preguntó Shura

- La verdad es que no hemos buscado con mucho ahínco – confesó DM

- Aunque en realidad tanto el como nosotros necesitábamos vacaciones del güerito. – dijo Dohko – Últimamente traía un genio del cocol.

- Cierto. – dijeron varios de ellos

- No sienten como que esta tertulia se parece a las que teníamos de niños en nuestras pijamadas?

- Eso mismo estaba pensando. – dijo Shura – Solo nos falta Saga reganándonos por no dormir.

- Ahhhh los buenos tiempos – dijo Alde – Como es que no vino a este importante evento? Puedo apostar mi segundo cuerno a que Shaina lo invitó.

Todos voltearon a ver a Kanon, quien se había puesto a jugar con su celular pero sintió las miradas de todos y subió la mirada.

- Que?

- Pues…a mí no me pregunten. Mejor pregúntenle a Camus, que parece ser su súper amigo últimamente. – respondió

Camus le lanzó una mirada helada

- Tu sabes que fue una situación de emergencia Kanon

- Hum!

- Por que no nos cuentas Camus – dijo Aioros

Camus suspiró antes de contarles con lujo de detalles el problema de Laura. La mitad de ellos estaban blancos cuando terminó su relato.

- Por Athena! Pero eso es horrible! Con razón no quiso venir. – Dijo Dohko

- Shaina quería que el la entregara en lugar de Shion – dijo Kanon

- Era Obvio que con todo eso que pasó dijera que no Kanon – respondió Shura

- Si él le hubiera dicho a Shaina que no, ella no se hubiera sentido tanto Shura, él ni siquiera la dejo hablar. Le dio el cortón antes de que ella siquiera pudiera pedírselo.

Los diez comenzaron a discutir, algunos estaban de acuerdo con Saga, otros no.

- Pero… y la chica ya está bien? – le volvieron a preguntar a Kanon

- De nuevo pregúntenle a Camus.

- Yo creí que lo sabias todo de Saga y que ustedes eran muy unidos – pregunto Aioria curioso

Kanon rio con amargura.

- Te lo pongo así minino. Tu sabes de Saga mucho más de lo que yo se acerca de el en este momento.

- Kanon! No seas mamon! – dijo Camus – Que no te conmueve nada? Te acabo de contar lo jodido que quedo Laura.

Kanon no cambio su expresión

- Lo que me acabas de contar, no está muy lejos de como quedó Shaina con su ataque hace un mes. Pero ninguno lloramos por ella, verdad?

Los 9 guardaron silencio. La verdad es que la mayoría de ellos no se había preguntado cómo había quedado o si ya estaba bien.

- No es lo mismo – dijo Camus – Laura es secular. No está acostumbrada a ese tipo de ataques.

- O sea que justificas la lastima de un intento de violación de una secular pero no de una Saint femenina que decías que era tu amiga.

Camus no supo cómo justificar eso. Y se hizo un nuevo debate.

- Solo diré unas palabras y zanjaré el tema: Saga de nuevo me esta simplemente usando para sus fines, así que no. No tengo la más ligera idea de cómo esta, donde está ni nada. A estas alturas, ya no importa tampoco.

Se hizo un silencio bastante pesado que Aioros rompió cambiando el tema a uno menos lúgubre.

- Ya felicitaron al nuevo papa? O no les ha dado tiempo?

- Si! Que se siente estar embarazado con una preciosura como la tuya? – pregunto Afro

Shura puso cara sonadora

- Ahhh es lo máximo! Ojala sea niña para que sea tan bonita como su madre

- Jajaja la princesa pregunta porque nunca va a lograr su misión con una chica – comenzó a joderlo DM

- Ahhh como chingas! Pues te diré que hoy me tocó ver algo tan bueno que ninguna de las viejas guangas con las que has estado se le compara. – dijo Afro bien orgulloso

- Mentira! – dijo Milo – Hoy no había chicas que no fueran las amigas de Shaina que son Saints o Ex Saints…

- Frio frio

- Jajaja pues dudo que haya sido Pandora – dijo Dohko curioso – Aunque hoy no se veía tan lúgubre como otras veces

- Cierto… estaba hermosa – dijo DM haciendo que todos voltearan – ejem ejem pero también estaba la otra rubia que siempre esta con Poseidón y… - Volteó a ver a su amigo quien se puso tan rojo como una de sus rosas – Con ella?

Kanon se levantó de su asiento para pararse junto a la silla de Afro, quien tragó saliva y entrecerró los ojos. Kanon bajo a nivel de la cara de Afro:

- Que dices que le hiciste a Thes?

- (gulp) Yo? Yo solo le ayude a coser su vestido! Lo juro!

- Eso espero porque nadie de aquí se mete con Thes y vive para contarlo… estamos? – dijo hacia toda la mesa

Todos y cada uno de ellos asintieron por temor a la ira de Kanon.

- Pero… estábamos hablando de embarazadas…. – dijo Alde – Por cierto… te casaste y no invitaste… que malo eres Shura

- Hay torito ni me lo recuerdes – dijo Shura suspirando – Llegó mi suegro y dijo de una vez?...

- …y la cabrita dijo: siiii pero quíteme la pistola de la cabeza! – dijo Milo bromeando

- Jajaja mira alacrán… tu ni hables que de seguro hiciste algo así con Samira – reclamó Shura

- Pues… para que les digo que no, si si... jajaja

- Por cierto… yo que tu… dejaba de hacer que me castigaran Milo – dijo Dohko – A Samira le está sentando muy bien el embarazo y se ve más hermosa que nunca.

- Si es cierto – corearon los demás

A Milo se le encendió el cosmos pero ninguno de los demás caballeros se movió de su lugar.

- Dejen de andar fisgoneando y chuleando a mi mujer! O Probaran mi Antares donde no les da el sol!

- Uyyyy desde cuándo tan celoso Milo? – Pregunto Aioria

- Tu mejor ni hables, que tienes que decirnos que carambas pasó con Marín y por qué toda noche se la paso con Ío! – se defendió Milo

- Cierto Hermano – dijo Aioros – Porque si a celosos vamos, los dos ahí se la llevan.

- Pues… digamos que ella y yo… mmm….

- Ya suéltalo! – dijo Alde

- Tenemos ciertas dificultades en este momento… Ultimadamente no les importa! – dijo Aioria cruzándose de brazos caprichosamente

- Yo digo que si se está viendo con Ío si es problema de todos. No queremos otro Shainagate - dijo Kanon – Ío tiende a clavarse mucho con sus novias porque es un romántico empedernido y ellas caen por todas sus atenciones además de su gran…

- Cállate Kanon! Piedad – suplicoo Aioros volteando a ver a su hermano.

- Alguien en esta mesa se le fue la lengua y ella se enteró de lo que paso con Lyfia – confesó finalmente - pero… eso no es todo…

El tono en el que dijo esto último hizo que todos pusieran atención

- Uno de ustedes la sedujo aprovechándose de esta información… Y cuando descubra quien fue, pueden irse congraciando con Minos para que les dé un buen lugar en el inframundo porque ahí se irán derechito después de un encuentro conmigo!

Todos voltearon a verse confundidos. Ninguno de los presentes se atrevería siquiera a posar sus ojos en la chica de otro de ellos y mucho menos de Marín, sabiendo el carácter de Aioria. Todos comenzaron a defenderse entre ellos excepto uno. Afro estaba recordando aquella noche antes de que desapareciera Shaka. Marín había ido a su casa y había estado ahí mucho después de que el regresara a su casa. Aun así no dijo nada. Había demasiado en juego.

- Hablando de Minos… Milo… como es la cárcel del inframundo? – Pregunto Aioros

- Ufff esos castigos de Hades no se los deseo a nadie – dijo Milo – Me tuvieron de chalan de Minos todo este tiempo.

- Que?

- Ese idiota vive mejor que Shion y ya es decir. – dijo Milo entre dientes

- Espera, espera – dijo Dohko – Estas diciendo que viviste bajo el mismo techo de Minos? Aprendiste algo interesante?

- Aparte de que es un niño mimado al que la pobre de Francine solo le falta limpiarle el trasero después de ir al baño

- Que asqueroso eres! – dijo Camus

- Pero es cierto! Lo siento por Shaina que va a tener que vivir con él! – dijo Milo

- No creo – dijo Alde – A leguas se ve que lo trae comiendo de su mano.

- En eso tienes razón Alde – dijo Kanon – Si alguna vez peleamos contra Hades de nuevo, ya sabemos cuál es su punto débil.

- Les conté como se descalabró el titiritero? – dijo Milo con una sonrisa

- Cuenta, Cuenta!

- Pues verán….