ATENCION. ESTE CAPITULO ES 100% LEMON.
Capítulo 143
Minos manejaba a toda velocidad el auto de Rada por las calles de Atenas para poder llegar a su nuevo departamento de Ática. Shaina miró el velocímetro e iban a 220.
- Parece que tienes mucha prisa Caro Mío – dijo Shaina poniéndole la mano sobre la rodilla – Acaso te cayó mal la comida? – se burló
- Sigue tocando mi pierna y lo llevare a 315 – dijo Minos evadiendo el poco tráfico de esa hora con una habilidad de piloto de NASCAR.
Shaina puso su cara más inocente mientras cruzaba su pierna derecha sobre la izquierda y subía su vestido dejando entrever su liguero blanco
- Esta chatarra no llega a 315 precioso – dijo Shaina en forma de reto mientras hacía un camino con sus dos dedos como si caminaran, de la rodilla de Minos hacia su entrepierna.
Minos volteó a verla y vio el desafío en los ojos de su esposa, acelerando sin piedad al máximo. Shaina no dejo de verlo y el varias veces volteó a verla como diciéndole, ves como si?
Llegaron derrapando al edificio de departamentos de lujo, donde rápidamente metieron el auto al garaje que les correspondía, evadiendo a cinco patrullas que los seguían para detenerlos por exceso de velocidad.
- Que las multas las pague Rada como mi regalo de bodas – dijo ayudando a salir a Shaina – Dime que eso que vi es porque te pusiste el conjunto que te mande con el vestido….
- Mmm…. Eso tendrás que descubrirlo – dijo Shaina lanzándose a sus brazos.
- Encantado acepto el reto. – dijo Minos cargándola de su trasero y Shaina se agarraba fuertemente con las piernas alrededor de la cintura mientras Minos caminaba casi a ciegas besándola.
La escena era tan caliente, que el Portero tuvo que taparse los ojos al abrirles la puerta y corrió por delante para abrirles el elevador. En su camino, tiraron el cenicero de áreas públicas, dos helechos en sus macetas y tropezaron con una mesita del lobby tirando un jarro de porcelana con flores frescas.
- Señor Minos – dijo el Portero avergonzado mientras esperaban el elevador – Le recuerdo que el reglamento del edificio dice que están prohibidas las demostraciones de afecto en público para los huéspedes de los dueños y…
La puerta del elevador se abrió y ambos le hicieron una señal obscena con el dedo medio de la mano mientras entraban y la puerta se cerraba aun ocupados en lo suyo.
Sus manos y sus labios estaban tan ocupados que todo lo demás se había desvanecido. Minos la estaba besando con la misma fácil destreza con la que manejaba su auto sacándole más de un gemido a Shaina que lo enaceraba aún más. Eran dos personas que se necesitaban mutuamente y esa necesidad había llegado a un límite y ellos estaban por romperlo.
- Precioso… - dijo Shaina entre jadeos – Creo que… no estamos yendo a… ningún lado…
Minos se separó un segundo.
- Qué?
- El elevador… A que piso vamos…?
Minos se rió. Ni siquiera sabía a qué departamento iba en realidad.
- Dame las llaves
Shaina se las dio trucándolo para que primero le diera un beso bajándose de su cómoda posición. Minos se lo dio y metió la llave en la ranura y el elevador automáticamente presionó el piso al que iban.
El elevador comenzó su ascenso y Minos le dio las llaves para poder agarrarla mejor. Levantó su vestido hasta poder tocar su ropa interior metiendo sus manos a su trasero por debajo de su ropa interior, sosteniéndola así y adueñándose de la voluntad de Shaina a cada minuto. Un calor se comenzaba a construir en el vientre de Shaina por este simple movimiento y su respiración comenzó a ser irregular. Minos comenzó a acariciarlos en lentos y expansivos círculos. Sus dedos se clavaban agarrando y soltando una y otra vez. Shaina pudo sentir perfectamente el deseo que estaba consumiendo a Minos, pues estaba en la misma situación.
El timbre del elevador les indicó que era momento de Salir.
Minos sacó las manos con reticencia y cargo a Shaina.
- Lo siento… es la tradición – dijo Minos con una sonrisa.
Shaina lo miró con ternura y se dejó atravesar el umbral de su casa en brazos de Minos. La ternura en la sonrisa de Minos mezclados con sus ojos llenos de pasión por ella la hicieron sonreír. Alguna vez se había visto ese espectro más atractivo?
- Bájame. Tengo que ir a refrescarme y…
- No! Ya te tengo en mis brazos y no pienso dejarte ir a ningún lado
- Pero Perséfone y Samira dijeron…
- Me importa un comino – dijo Minos llevándola a donde la luz estaba prendida.
Perséfone les había hecho el favor de dejarles listo todo el ambiente. Sobre el recién pulido piso blanco, un camino de pétalos de rosas rojas conducía hasta la habitación principal.
Toda la habitación había sido iluminada por pequeñas lamparitas que simulaban velas; la colcha, de color gris acero, también estaba adornada por pétalos del mismo color en forma de un corazón y había champaña en una hielera de acero inoxidable y algunas fresas cubiertas con chocolate.
Quieres…? – dijo Minos intentando ofrecerle algo de beber o una fresa
Nop. Lo único que quiero, es un espectro en bandeja de plata… tienes alguno por aquí? – dijo Shaina acercándose con mirada depredadora.
- Tsssss Nop pero tengo un ardiente, caliente y guapísimo juez del inframundo – dijo mientras la besaba de nuevo
- Ahhh eso también funcionara. – dijo desabrochándole la chaqueta – Recuérdame mandarlo a la tintorería para volverlo a utilizar en un futuro muy cercano Caro mío…
- Solo… si tú te pones el nuevo traje de Sailor Scout que mandaré a hacer para ti – dijo Minos mientras le acariciaba la mejilla.
- Creo… que hemos creado a un monstruo cosplayero – contestó Shaina quitándose su vestido de un solo movimiento dejando ver el conjunto que Minos le había escogido para esa noche: Conjunto de encaje blanco consistente en un sostén de tirantes cruzados en el torso, bikini, y liguero del mismo material con medias lisas con terminación de encaje al muslo.
Minos dejó de desvestirse para poder observarla. No pudo evitarlo y la jaló hacia él. Comenzó a besarla en los labios, la cara, los pómulos, los ojos, el hueco de su garganta. Diablos! Apenas y podía contenerse de no aventarla sobre la cama y ser el Minos apasionado de siempre. Pero esa noche no podría hacerlo, al menos no la primera vez. No quería asustarla o traumarla.
Dio un paso hacia delante y Shaina hacia atrás. Topo con la cama y ella se sentó. Minos siguió insistiendo con sus besos hasta que ella quedó completamente recostada sobre la cama. Continuo besándola en sus pechos, sus costillas y su vientre tenso, mientras sus manos acariciaban todo su cuerpo enviando miles de sensaciones que la hicieron temblar.
Sin dejar de besarla, Minos termino de desvestirse, quedando únicamente en sus boxers negros. Shaina suspiró. Ahí estaba la personificación de la perfección masculina y ahora era exclusivamente para su uso personal.
Shaina se corrió un metro hacia arriba y el la siguió con unos microsegundos de diferencia. Minos se separó un momento para poder observarla. Estaba viviendo el momento que llevaba más de cinco meses esperando. Shaina se mordió un labio. Estaba pensando casi exactamente lo mismo mientras sus palmas recorrían las abdominales de Minos.
Inhaló profundamente tratando de tragarse sus nervios y el miedo dejando paso solo al deseo que sentía por el hombre que amaba. Sus ojos pasaron de los ojos ámbar de Minos a su estómago de lavadero y más abajo, donde a través de sus boxers alcanzaba a notar su virilidad erguida suplicando salir.
- Caro… yo…
- Si?
- Mmm… sé que… tu… yo… mmm…
- Aja?
Por primera vez desde que llegaron, Shaina fue cubierta por un ligero rubor de vergüenza.
- Acaso… no quieres?
- Ay por Athena! Llevo deseándolo mucho tiempo pero… podrías… concederme un deseo?
- Me ves cara de hada madrina? – dijo Minos con humor
- Más bien de Maléfico pero… es que… puedo explorarte primero?
- Explorarme?
- Pues… nunca he visto el cuerpo de un hombre desnudo de cerca.
Minos sonrió con satisfacción.
- Y deseas ver el mío?
Shaina asintió.
- Jajaja Sírvete! – dijo Minos recostándose y poniendo sus manos bajo su nuca.
Shaina se sentó arriba de sus muslos para admirarlo. Por todos los dioses del olimpo. Ese hombre era más que hermoso!. Debía ser pecado verlo y … esperen… no, ya no era pecado porque era su esposo!
Sus manos recorrieron su pecho, sus costillas… su cuerpo se sentía caliente, duro y firme. Se dispuso a explorar sus cuádriceps y sus muslos. Shaina se relamía los labios al pasar por cada uno de sus músculos y de nuevo sintió su respiración agitarse.
Minos aprovechó para atrapar sus costillas con sus manos y con los pulgares pasarlos por sobre sus pezones quienes automáticamente se volvieron duros.
Shaina terminó la exploración de lo que estaba a la vista, pero lo más importante aún estaba cubierta.
- Puedo? – preguntó tímidamente.
No tuvieron que pedírselo dos veces y Minos se quitó rápidamente su bóxer.
Shaina se quedó mirando curiosa la erección de Minos. Este estaba conteniendo el aliento con los ojos entrecerrados ante la expectativa. Como un magneto a un imán, los dedos de Shaina se enroscaron en un puño alrededor de él, tomándolo con cuidado. Estaba maravillada por la forma en la que su mano podía envolverlo y la sensación de dureza y calidez pero también de su suavidad y elasticidad. Su cuerpo comenzó a responder de una forma desconocida para ella. Shaina lo exploró de la punta a la base intentando comprender, como podía en verdad entrar eso en ella.
Froto la punta con suavidad y Minos tensó todo el cuerpo, sus ojos se cerraron para concentrarse. Shaina bajo un poco para darle un beso, logrando que Minos abriera los ojos.
- Te lastimo? Esto… está bien? – preguntó preocupada – Yo solo quiero verte y sentirte.
Minos asintió. Shaina se acostó sobre él, asentando sus senos en su pecho y su boca junto a la de él, sintiendo su erección en contra de su trasero. Minos enterró sus dedos en el cabello de Shaina para besarla con pasión.
Las manos de Minos se movieron por la espalda de ella, para desabrochar hábilmente su sostén. Sin dejar de besar a su ahora esposo, Shaina se lo quito y lo aventó sin ver dónde caía. Minos se dedicó a disfrutar la sedosa suavidad de su piel acariciando sus caderas hasta tomar de nuevo entre sus manos su firme trasero con una mano y con la otra capturó su nuca para forzar un beso más apasionado. La atrajo un poco más arriba para dar más fácil acceso a su pecho dejando cualquier otro pensamiento racional en el olvido sobre todo para Shaina, a quien le costaba muchísimo trabajo siquiera saber cómo continuar con Minos succionando su pezón duro. No había nada delicado en ese acto y la rudeza solo provocaba más placer en su cuerpo estremeciéndose con un gemido.
- Así que mi cobrita también me desea tanto como yo a ella…?- preguntó Minos en voz alta
Shaina no respondió porque Minos le estaba mordiendo los labios pero Minos respondió su propia pregunta al hacer un lado la ropa interior de Shaina para deslizar un dedo en su interior.
Una sonrisa pecaminosa apareció en Minos cuando deslizó un segundo dedo haciendo jadear a Shaina.
- Ah! Mi esposa ya está lista para mí – dijo sintiendo que Shaina estaba suficientemente húmeda – Eso me gusta.
Comenzó a mover magistralmente sus dedos de manera que Shaina se encontró moviendo sus caderas al ritmo establecido por él y junto con ese ritmo incesante sus besos se hicieron más urgentes, la boca masculina besando donde quiera que sus labios podían alcanzar.
Pronto ambos alcanzaron un ardor insoportable que sólo podía ser aliviado por la unión de sus cuerpos y Minos intento moverse para poder colocarla debajo de él, pero Shaina se lo impidió.
- No – protestó Shaina empujándolo para de nuevo mantenerlo bajo de ella.
Se hizo para atrás y Minos intuyó lo que iba a hacer cuando Shaina movió su ropa interior a un lado para tomar su virilidad entre sus manos para guiarlo dentro de ella.
- No! Detente Amore! – gritó Minos – No debes hacer esto.
Shaina volteó a verlo confundida.
- Por qué no? – preguntó
- Porque no es lo que yo tenía planeado y puede ser un modo algo doloroso para ti por ser tu primera vez.
Shaina se inclinó para besarlo.
- Si no lo hago así, con mi maldita suerte, alguien nos va a volver a interrumpir así que no te preocupes. Yo elijo hacerlo así. Te deseo demasiado como para esperar. – contesto Shaina y antes de que el pudiera hacer algo al respecto, logró deslizar la punta dentro de ella.
Shaina cerró los ojos y se mordió el labio. Minos no pudo protestar. Por un lado sentirse finalmente dentro de ella lo hizo sentirse tan duro que casi dolía y por el otro estaba enojado al pensar que ella sufriría por su debilidad de dejarla hacer lo que ella quisiera.
- No sigas – suplicó Minos pero la respuesta de Shaina simplemente fue moverse más abajo sintiendo el primer pinchazo de dolor. – No seas necia por favor! – insistió aunque lo que el mas quería era seguir.
- No quiero – insistió Shaina mirándolo a los ojos.
La mente de Minos maldijo la terquedad de su esposa y su propio deseo mientras ella intentaba volver a intentarlo. Iba a tener que hacer algo al respecto y rápido!.
- Amore… perdóname por esto – dijo antes de poner sus manos alrededor de su cintura empujándola hacia abajo sobre él, penetrándola por completo.
Shaina jadeó por la sorpresa pero Minos no la dejo pensar en ningún dolor. Sin soltarla de la cintura, el tomó el control de los movimientos deseados por su ex inocente esposa. Después de la impresión inicial para Shaina, lo que quedó fue un placer delicioso y ella podría quedarse haciendo eso para siempre.
Lanzó su cabeza hacia atrás y luego hacia adelante, su melena verde le tapaba la cara pero sus gemidos de pasión hacían eco en las paredes de la habitación.
Para Minos esto fue música para sus oídos, siendo invadido por emociones que aún no sabía que podía sentir. La preocupación por causarle dolor fue excedida mil veces por la necesidad de moverse más para demostrarle que ese sentimiento de unión que estaban experimentando, solo sería una pequeña parte de lo que les esperaba.
Shaina menciono su nombre entre sus gemidos. Estaba perdida en un mar de placer puro.
Minos cambio el ritmo de sus embestidas a uno más exigente haciendo la cabalgata de Shaina más rápida y furiosa. Sus cuerpos brillaban por el sudor y cabalgaron juntos, cada uno perdido dentro del otro, emocional y físicamente.
Sus gritos hicieron eco simultáneamente y cuando ellos alcanzaron el clímax se unieron sus corazones y sus almas. Shaina finalmente se desmoronó sobre Minos, apoyando su cabeza sobre su pecho y el envolviéndola protectoramente con sus brazos.
Tuvieron que quedarse en silencio tratando de calmar su respiración y aclarar sus ideas sin dejar de estar entrelazados.
Shaina fue la primera en romper el silencio.
- Si me hubieran dicho que esto era así, lo hubiera intentado antes – dijo - Me gusta estar dentro tuyo
- Dime por favor que no te lastimé – suplicó Minos.
Shaina sonrió. Se sentía completamente exhausta y totalmente saciada.
- En realidad… no sé por qué tanto escándalo – respondió – He tenido peores dolores cuando estoy entrenando.
- Eres una loca. – dijo Minos – Pero te lo agradezco.
Shaina movió su cabeza para poder verlo.
- Por qué?
- Porque a pesar de todo, yo no tengo mucha experiencia con vírgenes. No sabía ni por dónde empezar. Aunque no debiste hacerlo…
Shaina se rio.
- Yo te deseaba... – dijo haciendo círculos sobre el pecho de su esposo
- Tiempo pasado? – dijo Minos mientras quitaba de su cara uno de los mechones de cabello de su cara para poder verla.
El rubor subió una vez más a la cara de Shaina escondiendo su cara en el torso de Minos.
- Mmm… sería muy malo si te digo que no y que quiero más?
- Jajaja Amore… no me tientes…
- Ahora si puedo ir a refrescarme? – preguntó Shaina – Quiero ponerme bonita para ti como tenía planeado y no me dejaste.
- Mas? Para mi así estas preciosa. Y tú tampoco me dejaste hacer lo que yo quería así que estamos a mano.
Shaina sonrió complacida mientras con mucha reticencia se bajaba de Minos para levantarse de la cama sintiéndose extrañamente vacía.
- Puedes usar el baño de esta recamara y yo el de huéspedes. Así también me pongo "bonito" para ti – dijo Minos riendo.
Shaina asintió y así lo hicieron.
Media hora más tarde, Minos había destendido la cama para meterse entre las sabanas de satín negras y se puso a admirar la decoración de la habitación. Era de buen gusto, pero podía apostar su Sapuri a que Shaina le haría miles de modificaciones. Era demasiado…Estilo Inframundo.
Se escuchó la puerta del baño que se abría y Minos puso play a su celular que ya tenía preparado con música instrumental para seducir.
Shaina se quedó en el umbral de la puerta del baño un poco cohibida. Lo había hecho para el calendario pero ya en vivo…
Minos se sentó en la orilla de la cama, aun cubierto por las sabanas oscuras. Expectante.
Shaina tomó aire para agarrar valor y salió. Si sus amigos hubieran podido ver la expresión en el rostro de Minos, lo hubieran grabado y no hubieran permitido que lo olvidara jamás. Shaina había salido vestida y peinada como Agosto de su calendario.
Cualquier vergüenza que pudiera sentir al vestirse así, desapareció al ver la mirada de amor, admiración y deseo en los ojos de su esposo.
- Sé que te prometí todos pero… con las prisas olvide mi valija y este es el que más se parecía de los que me compro mi suegra y…
Minos se levantó para en dos zancadas estar con su mujer. Shaina miro hacia abajo y vio que Minos estaba más que listo para un segundo round.
- Decir que estas preciosa es quedarme corto Amore… intentas seducirme de nuevo? Porque esta vez no te voy a dejar – dijo Minos con voz ronca de deseo
- Yo… soy inocente de todos los cargos… Señor Juez…
Como si eso fuera el colmo de su paciencia Minos la tomó de la cintura levantándola del suelo y con la otra acariciaba con ternura su cara mientras la llevaba a la cama. La recostó con mucho cuidado y comenzó a besarla de nuevo en los labios, en el cuello, en el hueco entre su clavícula….
Con una mano, tomó con firmeza su seno derecho mientras que el izquierdo, bajo un poco la prenda sexy para tomarlo con su boca.
Shaina sintió de inmediato como su cuerpo respondía con la misma pasión.
La mano de Minos comenzó a bajar por su vientre cubierto por el teddy negro hasta sus muslos, donde Shaina involuntariamente los abrió doblando una de sus rodillas. Minos regresa su boca a los labios de su esposa para poder pasarle un poco del fuego que lo está consumiendo. Su toque comenzó entonces a centrarse en su hendidura y todos los nervios comenzaron a estar en alerta anhelando lo que ya había tenido anteriormente, pero esta vez, Minos no lleva la menor prisa. Le prometió que no iba a poder caminar en una semana y estaba bien dispuesto a cumplir esa promesa. Lenta y dolorosamente su tanguita negra.
- Minos… - jadeo Shaina
- No cobrita… Ya lo hicimos a tu modo… ahora será a la mía y te dije que me iba a tomar mi tiempo contigo.
Minos volvió a comenzar sus besos desde arriba: Su frente, su boca, sus ojos, su boca, sus mejillas, su boca… con cada beso el anhelo en Shaina crece. Le baja sus tirantes con los dientes…
- Me estas torturando…
- Lo sé – dijo Minos entre dientes
- No es justo!
- Lo que no es justo, es creer que esta tortura se compara a lo que tú me hiciste estos últimos quince días mi preciosa esposita…
Comienza a desatar los listones que unen las piezas de su teddy lo suficientemente lento como para que ella intente hacerlo por ella sola pero Minos le quito las manos de ahí.
- No preciosa… es mi placer hacerlo… Me lo negaras? – dijo Minos poniendo carita de gatito de Shrek al que Shaina no pudo decirle que no.
Cuando terminó de desamarrarlo no le quitó la prenda, sino que solo se la abrió para colmarla de besos en cada uno de sus senos, sobre el esternón y sobre su vientre.
Sus besos bajan más y más, hasta llegar al punto que está buscando. Su lengua sale a jugar, hábil, húmeda y suave sobre la cara interna de sus muslos. Shaina se está retorciendo. Con una sonrisa traviesa, Minos tomó sus tobillos y colocó las corvas de sus rodillas sobre sus hombros levantándola por su trasero y sin advertencia alguna, hundió su lengua en ella.
Shaina se agarró a las sabanas con un ruido entre un gemido y un grito. Las sensaciones eran demasiado para ellas e intento retirarlo pero Minos utilizaba los pulgares para mantener sus labios separados y besarla en su interior, tal cual la besara en la boca.
Shaina dejó de pensar. Estaba completamente a su merced. Poco a poco sus gemidos se hacen más y más eróticos y Minos redobla esfuerzos succionando y dando círculos con la lengua, lo cual volvió completamente loca a Shaina quien no podía dejar de gemir y mover las caderas.
Cerro sus piernas alrededor de su cabeza manteniéndolo lo más cerca posible de ella. Minos comprendió la indirecta y deslizó de nuevo dos dedos dentro de ella creando sensaciones de vacío a lleno sin dejar de saborearla. Comenzó un mete y saca a cierto ritmo rápido, pero cuando los gemidos de Shaina se hacían cada vez más rápidos, Cambio la velocidad de 80 a 10. Este cambio de ritmo que primero sacó de balance a Shaina, la hizo llegar al clímax en solo cinco suaves y muy lentos movimientos. Fue tan endemoniadamente fuerte que la dejo viendo estrellitas pero no se detiene ahí. Sigue moviendo su boca con destreza para dejarla completamente sin habla al llegar a la cúspide una y otra vez hasta que literalmente ella se desmadeja sobre la cama, indefensa.
Minos sonríe y sube para besar sus labios. Shaina por primera vez saborea su propio elixir. El beso de Minos es desesperado mientras Shaina se deleita con el peso de su cuerpo contra el de ella y sus firmes brazos alrededor suyo. Puede sentir entre sus muslos la virilidad de Minos, enorme, caliente y duro como el acero.
- Te amo Minos. – dijo Shaina tomando su cara para verlo a los ojos
Sus supersensibilizados muslos sienten como se hincha aún más y vio como sus ojos se llenaron de emoción.
- Shaina… Yo te amo… Por Hades mismo que te amo y no dejare de hacerlo.
Shaina comenzó a besarlo con dulzura, pero Minos no estaba en un plan dulce.
Colocó la punta de su erección dentro de Shaina, quien jadeo de emoción. Era lo que quería, lo que esperaba desde hacía más de media hora. Su corazón latía con fuerza y él lo sabía porque lentamente se deslizo un poco más.
Shaina intento obligarlo a dárselo todo pero Minos se hizo para atrás.
- No. Ya te dije que será a mi ritmo ahora cobrita impaciente – dijo
Shaina lo miró con ganas de matarlo pero se olvidó del asunto cuando él se retiró y profundizó un poco más, pudiendo ella volver a sentir ese calor que tanto la había vuelto loca la primera vez.
- Minos… por favor…
- Ahora suplicas?
- Si… dámelo todo
- Oh si… sí que lo hare – contestó al ver la necesidad en la cara de su esposa. Es una cara que esperaba ver siempre.
Minos la tomo y de un solo movimiento, se metió hasta el fondo, sacándole otro grito a Shaina!
- Por Athena, no te muevas – suplico Shaina mientras le clavaba sus unas en la espalda y cerraba los ojos. Sabía que si se movía, no duraría mucho. Estaba demasiado sensible. Seria eso normal?
Minos la miro sonriendo y poco a poco se deslizó hacia afuera para embestirla fuerte y dejar de moverse de nuevo. Estaba jugando con ella y Shaina lo sabía. Estaba reforzando quien era el que mandaba ahí, pero no le importó. Enterró su cara en su cuello y Minos comenzó a murmurarle dulces palabras al oído mientras se deslizaba para adelante y atrás en un ritmo extremadamente lento.
Shaina comenzó a llorar. Eran lágrimas de felicidad, de plenitud, de sentir que todo lo bueno del universo explotaba dentro de ella; Era la presencia y el disfrute del amor mutuo lo que estaba brotando. Minos no se asustó, todo lo contrario, comprendía exactamente lo que estaba sintiendo, pues a pesar de sus lágrimas, Shaina sonreía.
Besaba sus lágrimas y sus labios entrando y saliendo lentamente, con amor.
Minos no cambio su ritmo. Varias veces tuvo que enterrar también su cabeza en el cuello de Shaina para que no pudiera ver el esfuerzo que hacía de contenerse. Estaban aflorándole sentimientos desconocidos para él y no estaba preparado para eso.
Ese ritmo se sentía todavía más fuerte en cuestión de sentimientos, que si la estuviera perforando contra la pared. Shaina se arqueó y sus caderas comenzaron a salir al encuentro de él, y volvió a enterrar sus uñas en la espalda de Minos con una mano agarrándole el trasero para al menos controlar la profundidad.
- Cruza tus pies detrás de mí cintura – dijo Minos suavemente
Shaina lo hizo y Minos se incorporó quedando de rodillas mientras Shaina abría los ojos y dejaba de respirar. Esa era una posición en la que ninguno de ellos tenía más control que el otro. Ambos podían hacer y deshacer su placer. Minos le quito lo que quedaba de su teddy dejándola únicamente con sus medias y sus coletas.
Ambos comenzaron un movimiento de balanceo sencillo donde Shaina suspiró, cerró los ojos y echo la cabeza para atrás dejando sus senos a una altura en la que Minos pudo deleitarse con ellos una y otra vez. Las manos de Minos bajaron a su trasero para sostenerla de ahí al mismo tiempo que disfrutaba de apachurrarlos.
- No hagas eso – murmuró Shaina entre suspiros y gemidos
- Por qué?
- No se… supongo que son… demasiado sensibles… y… Minos… en serio…
- No quieres que haga esto? – dijo Minos repitiendo la acción al mismo tiempo que tomaba uno de sus pezones con la boca y apachurraba su trasero.
El jadeo y el gemido de Shaina se hizo más intenso y Minos sonrió. Ahí estaba un punto erótico de Shaina que ya tendría muchos días, meses y años para explorar, el problema… esto solo lo hacía desearla más si eso era posible y en la posición y por el tiempo que ya llevaban…. Detuvo su vaivén e intentó detener el de Shaina quien también se estaba controlando.
- Que… sucede? – preguntó Shaina abriendo los ojos buscando la boca de su marido.
Minos no contesto. Estaba concentrándose en tensar todos los músculos de su cuerpo. Shaina se asustó. Acaso estaba haciendo algo mal?
- Minos, que está mal? – preguntó viéndole la cara
Minos no se movía y tenía los ojos cerrados.
- Nada es que…
Shaina comprendió y sonrió. Minos se estaba conteniendo. Estaba al borde.
- No hay problema si tu… - dijo Shaina
- No. Contigo al mismo tiempo o nada – contestó Minos mientras se inclinaba para besarla con la intención de que fuera un beso inocente pero esa no era la intención de Shaina, quien comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo mientras devoraba su boca.
Minos gemía mientras Shaina se deslizaba hasta el fondo. Sus gemidos comenzaron a fusionarse. Shaina impuso un ritmo de golpes profundos, aferrándose a su cuello, moviendo solo sus caderas. Minos comenzó a moverse con ella sin ningún control absoluto. Estaban más allá de cualquier cosa.
Pero los esfuerzos de Shaina le resultaron al revés. Era ella la que no podía contenerse esta vez.
- Oh Mierda! Minos! Carajo!, Carajo! Carajo! Mierda… Ven conmigo ahora!
Minos simplemente se dejó ir y el mundo para ellos se terminó en ese momento. Ambos cosmos se conectaron para llegar a la cima con un grito salvaje, descontrolado… y único.
Los dos se quedaron en la misma posición en silencio, respirando. Minos rompió el abrazo para acariciarle la cara con amor. La sonrisa en su rostro era una que Shaina nunca había visto. Era la de un hombre que había hecho el amor y no simplemente tenido sexo.
- Gracias – dijo Minos
- Por qué? – pregunto Shaina.
- Por atreverte a amarme a pesar de mi reputación, de mi bando y de todo lo demás. – contestó Minos
- Entonces yo debo darte las Gracias también – dijo Shaina sonriendo
- Por qué? – fue el turno de Minos de preguntar.
- Porque me ensenaste que el amor puede ser mucho más de lo que una mujer puede desear si sabe esperar por el hombre correcto… o más bien… el espectro correcto.
Minos tragó saliva y acostó a Shaina entre las sabanas tapándola amorosamente con el edredón. Él se acostó junto a ella y la abrazo.
Ella quería decir algo más, pero sus ojos se cerraron sin control y cayo dormida casi de inmediato, pero Minos tardó un poco más en poder conciliar el sueño. Que tanto tiempo podía considerarse prudente antes de despertarla para un tercer round?
