Capítulo 146
Junio 16, 12 pm
Casa de Julián Solo
Atenas, Grecia.
Aleix veía la hora insistentemente. Ío le había dicho que Kanon no se levantaría hasta medio día, así que lo mejor para pedirle el teléfono de Marín, era llamarle a esa hora.
Cuando el reloj de la sala dio las doce campanadas, salió corriendo de su habitación rumbo a la sala buscando a Ío, pero no lo encontró frente a los videojuegos, sino en la alberca.
Se le quedó mirando unos minutos admirando su técnica de nado y sonrió. Que tonto. Era obvio que los Generales Marinos tenían que entrenar en el agua. Por qué no se le había ocurrido antes?
Aleix se sentó en una de las sillas con sombrilla y se recostó a esperar a que Ío terminara. Tampoco quería que Ío supiera lo ansioso que estaba por la llamada al santuario. Nadie debía de saberlo. No esperaba que Ío se tardara tanto y no contaba con que él se quedara dormido esperándolo.
Para cuando abrió los ojos, Ío ya estaba vestido con un coctel en la mano sentado junto a él.
- El bello durmiente se despertó – se burló Ío
- Cállate! Solo estaba descansando mis ojos – dijo Aleix bostezando
- Sigues cansándote con los rayos del sol?
- Algo
- Y tus lentes…
- En mi cuarto
- No pues ahí están bien. Quieres una copa? Ash olvido que tu no tomas.
- Exacto. Pero gracias de todos modos.
Ío le sonrió.
- Por cierto, ya reflexioné en lo que me dijiste de llamarle a mi contacto en el santuario…
- Y?
- Prométeme que nadie va a saber lo que escuches, que no me imitaras y que no me reganaras o golpearas.
Aleix lo miro intrigado.
- Algo me dice que vas a meter las cuatro.
- Algo así. Pero pues… a mí no me urge. Puedo esperar a que me Marín me llame. Tu puedes?
- Que cosa?
- Esperar.
- Seguro!
- Bueno!
Ío volvió a recostarse viendo su reloj.
- Arghhhh! No! No puedo! Llámale! – dijo Aleix casi desesperado
- Jajaja 10 segundos. Un nuevo record – se burló Ío tomando su celular – Pero prometes todo eso?
- Sí.
- Ok.
Ío marcó el número de teléfono de Kanon.
Junio 16, 1.10 pm
Tercera casa de Géminis
Santuario de Athena, Grecia.
Kanon terminaba de cepillarse tu cabello y peinarlo a la última moda. Estaba de relativo buen humor. La parrandeada de la noche anterior le había dejado satisfecho, contento y tranquilo. Milo tocó a la puerta.
- Pasa
Milo entró a la casa y esperó a que saliera Kanon.
- Que traes? Pareces perro reganado! – dijo Kanon volteando a verlo
- Como amaneciste
- Acostado… descansado… relajado… y lo más importante, sin resaca Jajaja y tú?
- Yo? Muy bien, gracias. – dijo Milo extendiéndole una botella – Te traje esto
Kanon recibió la botella mirándolo interrogante.
- Es que no pude estar en tu cumple y…
- Y de cuando acá te preocupa eso? – pregunto Kanon – Acaso envenenaste la botella?
- No seas payaso! Además, porque te portaste muy bien con Samira en mi ausencia…
- Ah bueno… entonces si me la merezco – dijo yendo a guardarla – Que hay de nuevo?
- Tu sabias lo de Shaina verdad? Sabías que esos dos se iban a casar? – pregunto Milo muy tranquilo.
- Sí. Shaina tuvo a bien confiarme sus planes unos pocos días antes del evento.
- Y por qué a ti y no a Camus? – dijo Milo arrepintiéndose en el acto de preguntar pero Kanon solo le sonrió.
- Camus estaba ocupado y yo era el único de los doce disponible en ese momento. Espero que no te haya molestado. Después de todo, lo que sea que haya habido entre ustedes se acabó cuando te casaste primero no?
- Sí. Estoy muy consciente de ello. Eso no quita que quiera protegerla. – Contestó Milo – Es mi Sanbocho y es mi deber
- Aja. Solo que ahora ya tiene quien la defienda así que deberías dedicarte solo a Athena y a tu familia. – criticó Kanon – y a dejar de hacer pendejadas para que dejen de castigarte. – y agregó -Sobre todo ahora que todos vimos la verdadera belleza exterior de Samira.
- Hey!
- Qué?
- No me hagas enojar! Ella no debió nunca mostrarles su belleza. Esa era exclusivamente para mí! – clamó Milo.
- Demasiado tarde digo yo – respondió Kanon para hacerlo enojar – Creo que te hace daño pasar tiempo en el desierto, te vuelves tan machista como ellos.
- No es cierto! Yo…
La discusión fue interrumpida por el teléfono de Kanon quien con gusto respondió para no seguirla.
- Parakalos
- Kanon? Soy Ío
- Quien
- Ío
- Quien Yo?
- Ío! I – o! Ío!
- Jajaja ya sabía. Solo te estoy jodiendo Jajaja
- Duh
- Que milagro? Acaso tu nuevo amiguito no quiere jugar contigo?
- Ni digas. Ese maldito Aleix es un dolor en el cucú. Me hace pararme temprano a entrenar y no quiero!
- Exagerado.
- Nunca va a poder llegarte ni a los talones.
- Eso ya lo sé.
- Y para colmo, me quiere bajar a mi Marín! Con el trabajo que me costó convencerla de que se volviera mi novia! (jijiji)
- Que Queeeeee? Como que Marín es tu novia? Sabía que tenía malos gustos y era medio masoquista pero llegar a tanto?
- Oye!
- Y quien dices que te la quiere quitar?
- Aleix.
- Ayúdame a fregarlo! Sé que no te cae bien
- Quien dice?
- Lo vi, lo sentí, y Julián me lo dijo.
- Olvidé lo chismosos que son. Como te ayudo? Momento! Dije que ya no quiero nada con el bando de ustedes.
- Sabes que eso es imposible. Tu eres nuestro hermano mayor.
- Arghhhh no me salgas con esas cosas.
- Y te iras derechito al cielo
- Bla bla bla ya cállate! Como quieres que te ayude? Pero será la última vez eh?
- Si! Necesito comunicarme con Marín.
- Ella no tiene un teléfono celular hasta donde sé.
- Y si le mando uno… se lo darías?
- Sí. Eso puedo hacerlo. Pero no entiendo como carajos vas a fastidiar a Aleix con eso.
- Una de las amigas de Marín lo acosó toda la noche. El la odia con todas sus fuerzas porque ella lo comenzó a manosear o algo así
- Y qué? Es joto?
- Mmm… no sé pero no quiero averiguarlo
- Entonces…
- Entonces le daré el teléfono de él, a la rubia para que lo acose hasta que se canse.
- Momento… cual rubia?
- Pues cuantas había?
- Uhhh contando a Thes? Tres.
- Mmm… la del vestido rojo.
- Junet? Si es medio loquilla pero… al grado de Acosar a Aleix no lo creo, aunque es la menor de ellas así que todo es posible.
- Eso es un sí o un no? No tengo todo el día
- Uyyyyy limosnero y con garrote. Que es eso taaaaan importante que tienes que hacer? Jugar Age of Mythology todo el puto día? Jajaja
- Estas super out en cuestión de videojuegos Kanon.
- Será porque yo si trabajo?
- Bueno… te voy a mandar entonces un celular para Marín sale?
- Ok, pero por favor no te metas en problemas.
- Lo intentare.
- Salúdame a todos por allá.
- De tu parte. Gracias.
- Bye
Kanon volteo a ver a Milo quien lo miraba con cara de pocos amigos con los brazos cruzados y tamborileando la punta del pie.
- Qué?
- Creí que ya no les hablabas – dijo Milo
- Y no lo hago! Que no oíste que era la última vez que lo ayudaba? Y solo es para joder al nuevo Dragón del Mar. No puede ser tan malo o sí? – Pregunto Kanon
- No te metas en problemas con Shion y Athena. – advirtió Milo
- El comal le dice a la olla… Subes? Tengo que ir con Shion a recibir mi regaño semanal.
- Jajaja no cambias… - dijo Milo saliendo de la casa con su amigo.
- Eso me recuerda… déjame contarte como me fue con las pollitas anoche….
Junio 16, 2 pm
Oficina del Patriarca
Santuario de Athena
Junet llegó a tiempo a su cita con Shion. Aprovechó que Geist estaba haciendo el cambio de turno y Mayura la había cubierto con sus alumnas. Este era un tema que quería tratar con alguien sabio y que le diera un buen consejo.
El guardia le abrió la puerta y ella pudo entrar hasta la oficina de Shion. Tocó la puerta.
- Pasa
Junet llegó y se quedó unos metros atrás del asiento. Aún estaba indecisa.
Shion dejo lo que estaba haciendo y la miró.
- Siéntate. Pediste verme?
Junet se acercó y volvió a retroceder. La idea había funcionado en su cabeza pero ya teniendo a Shion de frente era otra cosa.
- Yo… creo que… mejor vuelvo otro día! – dijo Junet – Esta muy ocupado!
- No, no es cierto. – dijo Shion recargándose en su silla – En que te puedo ayudar?
- Yo… necesito un consejo pero…
Shion sonrió.
- Es algo respecto a tus alumnas?
- No
- Alguno problema con algún compañero?
- No, claro que no.
- No volvió a repetirse el incidente con Shun verdad?
- No!
- Menos mal… Entonces?
Junet suspiró.
- El problema es personal y espero que me honre con uno de sus famosos consejos.
- Con mucho gusto. Cuál es el problema?
Junet comenzó a tronarse los dedos.
- Espero que no vaya a pensar mal de mí y que esto quede entre nosotros dos.
- Me estas intrigando.
- Yo… creo que tengo algo mal…
- Te sientes enferma?
- No, no. Bueno es que… yo… después de lo de Shun, dije que ya no quería nada con nadie y… parece que no soy capaz ni de parar.
- Explícate mejor.
- Yo… acúseme señor de haber besado a dos hombres que no son mi pareja.
Shion rio internamente. Ahora lo veían como un cardenal? Verdaderamente Hilarante.
- A quien dices que besaste?
- Uhhh… importa?
- Supongo que no. – dijo Shion – Y cual parece ser el problema. No te gusta acaso?
- El problema es que me gusta demasiado supongo – dijo Junet suspirando – Ya cometí una pequeña falta por lo mismo y fui castigada por Geist.
- Ahhh por eso el pants?
- Sí.
- Afecta tus actividades este "problema"?
- No, no llega a tanto. – dijo Junet – Siempre es en mi tiempo libre o en mis ratos de ocio.
- Entiendo.
- Que debo hacer? No quiero convertirme en una… una…
- No lo digas. – dijo Shion – Yo sé que tú no eres así.
- Que es lo que está mal conmigo señor? Ayúdeme por favor!
Shion se levantó de su asiento.
- Ven, vamos a caminar. – dijo
Salieron de la oficina hacia la terraza. La invitó a sentarse bajo una vid.
- Déjame decirte que lo que tu experimentas es completamente normal – dijo Shion – Dirían por ahí que "estas en la edad de la punzada" y eres una Ariana.
- Pero Shaina no es así y…
- Si bueno… eso crees tú.
Junet agradeció traer la máscara puesta para que no viera la cara de sorpresa que puso.
- Los Aries somos seres sexuales por naturaleza. Los más curiosos en ese aspecto.
- En serio?
- Sí. Somos una especie de exploradores sexuales que queremos probar todo lo que podamos. Nos gusta experimentar… y nos gusta la aventura. – dijo Shion - Y por lo mismo, a veces tendemos a aburrirnos de las parejas rápidamente.
- En serio?
- Jajaja sí. El sexo es el entretenimiento de un ariano. - dijo
- Shion! – replicó escandalizada.
- Solo intento explicarte el porqué de tu naturaleza y también por que sientes esos impulsos que no puedes controlar y por qué tu relación con Shun no funciono.
- Oh!
- Verdad?
Junet se puso de mil colores.
- Algo así. Pero… y entonces el amor?
- El amor… es solo la cereza del pastel. – dijo Shion – Desgraciadamente como tú ya sabes, tendemos a ser un poco… intensos, siempre y cuando de verdad sea amor. Y que conste y que quede asentado que no te estoy diciendo que andes de loca por toda Grecia. Solo estoy diciéndote que esos impulsos son normales.
- Y… entonces como los controlan usted y el señor Mu? – preguntó interesada – Porque yo no los veo saliendo a cada rato para… usted sabe…
- Meditación, un hobby, y en mi caso… demasiada experiencia.
- Entiendo. Necesito un hobby y aprender a meditar.
- Yo puedo ensenarte si quieres… En cuanto regrese Shaina para que pueda hacer espacio – dijo – Pero mientras puedes comenzar a leer al respecto. Enviare algunos libros por mensajero y la próxima vez que nos veamos, comentaremos al respecto.
Junet comprendió que la entrevista había terminado, pero salió con un peso menos sobre los hombros.
- Gracias Señor. Seguiré sus consejos.
- Una semana a partir de hoy misma hora. – dijo Shion – Lo anotare en mi agenda
- Y yo en la mía!
Junet salió corriendo de ahí feliz de regreso al recinto.
- Válgame! Con estas niñas cada vez es más difícil. – dijo antes de regresar a su oficina.
Junio 16, 3 pm
Oficina del Patriarca
Santuario de Athena.
Shion miraba divertida la escena de un Kanon totalmente relajado frente a él y un Aioros que había tenido que ponerse lentes obscuros por la cruda que traía, sin embargo muy en su papel decidió disimularlo para poder reprenderlo.
- Me da gusto que se hayan divertido pero Aioros… te mande a cuidar de Kanon por el estado de ánimo que traía y resulta que, según me informaron, él tuvo que traerte cargando. – dijo con voz muy seria.
Aioros agachó la cabeza apenado.
- Lo siento. No volverá a suceder – dijo en voz suave – no estoy acostumbrado…
- Y tu Kanon… Hasta pareciera que no conoces a Aioros. Sabes que él no sabe tomar. No deberías inducirlo a un vicio tan horrible como ese.
- Yo? Pero si no le invite ni un solo trago – dijo Kanon sonriendo – El solito se los sirvió y para colmo ni me los pago. Me debes 100 euros Angelito.
- Qué? Tanto? Ay! Este no es mi día – dijo Aioros tomándose la cabeza.
- Jajaja digo ejem ejem… Aioros… págale cuando puedas a Kanon. Kanon… mientras llevo a Aioros a la cocina a intentar quitarle la resaca que trae antes que Athena venga… podrías cuidar a Sammy? Se está cambiando. Apolo no tarda en venir y Mayura no pudo descuidar sus deberes con las demás niñas el día de hoy.
- Seguro. Ella ya sabe que…
- No. Aún no.
- Está bien.
Shion se llevó a Aioros y Sammy no tardo en salir en un vestido largo de color rosa idéntico a Aurora de Disney.
- Maestro Kanon! – gritó la niña a medio vestir – Me ayuda? No me alcanzo.
- A ver voltéate
Kanon le abrochó los botones maldiciendo en silencio a quien no se le ocurrió ponerle simplemente un cierre. Él podía desabrocharlos en un solo movimiento, pero rara vez tenía que abrocharlos. Le hizo un moño con los listones y quedó lista.
- A que debemos el honor de que nuestra chiquita se vista de gala? - preguntó
- Vendrá el señor Apolo a pagarme una apuesta y darme muchos chocolates! – respondió la niña emocionada – Pero… puedo pedirle un favor?
- Cuál?
- Me da uno y me guarda los demás en su casa? Es que si no me los como todos y yo quiero darles unos a Shaina y a Santi cuando regrese de su viaje – dijo la niña
- Y si me los como yo? – dijo provocándola
Sammy lo miro muy seria
- Tendrá que reponerlos o ganarme en piano como el señor Apolo.
- No pues mejor me resisto a la tentación porque yo solo se tocar el piano pero al revés jejeje. – dijo Kanon sonriendo – Como te fue ayer con él?
- Toca el piano como un gran maestro! – dijo la niña admirada
- Obvio. Él es el dios encargado de las bellas artes. Pero… te cayó bien? Se portó bien contigo?
Sammy se puso a pensar por un momento.
- Sí. Si fue amable.
Kanon la tomó de la mano y la llevó a la terraza donde se sentaron en una banca a la sombra.
- Sammy… tu… estabas muy pequeña cuando entraste al santuario verdad?
- Si
- Entonces no recuerdas a tu mama y a tu papa…
- Quien dice?
- Eh? – volteo a verla sorprendido – si los recuerdas?
Sammy asintió.
- Mi mama siempre viene a mí en sueños y me dice lo que hice bien y lo que hice mal en el día, así puedo corregirlo para poder ser una buena doncella de Athena.
- En serio?
- Que si!
- Como era… o es…?
Sammy pensó un momento.
- Ella es muy bonita. Su piel es muy blanca y tiene unos ojos verdes muy grandes y su cabello es como el color de las zanahorias que me hace comer Shion todos los días y le cae en rizos como los de… mmm… se acuerda del peinado de la maestra Marín en la boda de Milo y Samira?
- Más o menos
- Ah pues así, pero hasta aquí – dijo señalando la espalda baja
- Ahhh… me la describes muy bonita y tu papa?
Sammy frunció el ceño y enchuecó la boca.
- El…
- Tú me has dicho que no te quería. Te trataba mal? Te despreciaba?
Sammy negó con la cabeza.
- No. No recuerdo nada de eso. Jugaba conmigo y me traía juguetes pero después de jugar conmigo se ponía algo triste y se iba. Mi mama no quiere hablar nada de él.
- Recuerdas como era?
Sammy trató de recordar.
- Me gustaba su pelo negro y sus ojos azules. El día que mi mama me trajo el ya no volvió. Sería que de verdad no me quería, porque si no hubiera venido por mí, no cree?
A Kanon se le hizo un nudo en la garganta. Como contestar a eso.
- Pero… tu dijiste que tu mama te trajo no?
- Sí. Era una niña muy complicada. Así dijo… Lo soy?
- Bueno Sammy, no tengo experiencia con niños pero sé que todos son complicados y no por eso los dejaran solitos – contesto Kanon.
- Pero va a tener. Los abandonaría?
- No. no voy a tener.
- No fue una pregunta. – dijo Sammy mirándolo
- Me estas amenazando? Jajaja No! Me estas confundiendo con mi hermano. – dijo Kanon nervioso
Sammy rolo los ojos.
- No me contestó maestro. Los abandonaría?
- Claro que no!
- Cada vez que le pregunto a mi mama porque lo hizo, ella desaparece. No la entiendo. – dijo Sammy con tristeza – Pero Shaina y Shion dicen que yo debo perdonarla porque gracias a eso estoy aquí con ellos.
- A veces no tenemos que entender a los padres Sammy, solo amarlos y respetarlos. – dijo Kanon
- Tu no haces eso con Shion. – regano Sammy – Todos lo hacemos enojar y él no dice nada y no nos regana tanto como debería. Athena dice que él es como un padre para todos nosotros y así debemos tratarlo pero ninguno lo hace.
Kanon se quedó callado y pasó saliva. Condenada niña. Siempre poniéndolo en dificultades.
Iba a intentar contestar eso cuando la puerta de la cámara se abrió y Athena entró del brazo de Apolo.
Ambos hicieron una reverencia ante ellos.
- Kanon buenas tardes. Y Shion? Creí que estaría aquí. – dijo Athena
- No debe tardar. Solo fue a cocina con Aioros – contestó Kanon
Apolo se adelantó unos pasos y se arrodillo frente a Sammy.
- Hola Sammy
- Buenas Tardes Señor Apolo – dijo Haciendo una reverencia – Me trajo mis chocolates?.
- Si, aunque no sabía de cuales te gustan – contestó un poco nervioso.
- A mí me gustan todos, pero las lengüetas de gato son mis favoritas. Me trajiste de esos?
Apolo se le quedó mirando un momento antes de asentir.
- Si, si te traje
- Qué bien!
- Sammy… aparte de tocar el piano, que otras… habilidades especiales tienes? – Preguntó Apolo
- Tengo muchos sueños raros.
- Explícate
- Mmm… a veces sueno cosas muy reales y… pienso que son reales… pero luego no son y otras veces si son…
- Ahhh….
- Y también ya aprendí a hacer arreglos florales muy bonitos con mi maestro Afro.
- Te gustan las flores?
- Si! Mucho! Y mmm… Una vez curé a un pájaro que se rompió un ala. Shion me dijo que intentara usar mi cosmo y pensara muy fuerte en que se iba a curar y lo hice!
Apolo se quedó callado. Era demasiado para él.
- Y mis chocolates? – insistió la niña.
- Lo siento Sammy, eran muchos y los dejé en la entrada. No esperaras que un dios como yo los ande cargando verdad?
La niña no contestó pero dio un paso hacia atrás.
- Lo… lamento. Lo olvidé. Discúlpeme por favor. – dijo la niña muy seria.
Athena intervino.
- Kanon, podrías llevarte a Sammy un momento? Necesito hablar con mi hermano.
- Si Athena – dijo Kanon – Ven Sammy. Vamos a terminar la sorpresa para Athena.
- Si!
Sammy tomó de la mano a Kanon y salieron por una puerta lateral hacia la oficina de Shaina, desde donde seguían trabajando en el vestido para Athena.
- Olvidé los adornos! Los deje en mi cuarto! Ahora regreso – dijo Sammy saliendo de la oficina hacia el pasillo.
- No tardes.
Sammy corrió hacia su habitación desde ahí, pero se detuvo al escuchar su nombre del otro lado de la puerta.
- Entonces Apolo, pensaste en lo que hablamos ayer… Reconocerás a Sammy como tu hija? Ella necesita estar con su padre, necesita que le ensenes a canalizar lo que heredó de ti.
- Lo pensé, sí. Pero no conviene a mis intereses el reconocerla – contestó – Si Artemisa se entera, que Becca… tuvo una hija y yo la abandoné… no volverá a dirigirme la palabra y sabes que eso no podre soportarlo. Ya ni siquiera tengo que decirte lo que Padre hará conmigo si se entera que tengo una hija.
- Pero Apolo! La verdad se sabrá tarde o temprano, sobre todo si se queda aquí y alguien mira tú marca en su cadera derecha. – reclamó Athena – Te lo suplico. No la abandones. Es muy pequeña. Te necesita!
- Sí. Es muy pequeña y por lo tanto comprenderá que lo mejor es quedarse aquí sin saber nada. – dijo Apolo – Te agradezco que la hayas recogido y la estés adiestrando para que sea tu doncella. Sera un gran honor para la condición de su nacimiento. Abriré una cuenta a su nombre para pagar los gastos de su manutención.
Sammy involuntariamente encendió su cosmo a tal magnitud que varias de las columnas comenzaron a temblar. Estaba furiosa, confundida, decepcionada... Kanon salió corriendo de la habitación donde esperaba a la niña y agarro a Sammy en brazos echando a correr antes de que los guardias, Shion, Athena y Apolo salieran a ver que estaba pasando.
Kanon la soltó una vez dentro de la tercera casa.
- Sammy…? – dijo Kanon sin dejar de abrazarla contra el – Nena que tienes? Que te pasa? Reacciona por favor!
El cosmo de Sammy se volvió helado. Estaba quemando literalmente la piel de Kanon. Era como si estuviera abrazando hielo.
- Sammy!
- Ella me mintió – dijo con voz enojada – Mi madre me mintió!
- No Sammy… dime que paso! – dijo Kanon encendiendo también su cosmo para controlarla
- Por eso mi papa no me quería, verdad? Mi mama no era una buena persona! – gritó Sammy
- No digas eso Sammy… ella…
- Tú lo sabias! Athena lo sabía! Todos lo sabían! Todos me mintieron! Los odio a todos! – gritó golpeando a Kanon con todas sus fuerzas pero este no se dejó amedrentar por la niña.
Sammy se cansó de golpearlo y comenzó a llorar. Lloraba con un sentimiento tal, que incluso Kanon también comenzó a hacerlo.
- Perdóname Sammy. Yo no tenía permitido decírtelo. – dijo Kanon – Apolo tampoco lo sabía… Lo supo apenas ayer.
Sammy no dejó de llorar.
- Quieres que veamos una película? Podemos ver la de Tinkerbell que querías.
Sammy se frotó su ojitos.
- Maestro… que es lo que tengo mal? Por qué mis papas no me quisieron? Soy deforme?
- Claro que no nena. Eres una muñequita bonita y cuando crezcas serás más bonita aun.- dijo Kanon
- Entonces? Que tengo mal? Por qué mis papas no me quisieron? – dijo Sammy limpiándose la cara con su vestido haciendo caso omiso de sus modales
- No eres tu Sammy. Los adultos a veces nos comportamos como imbéciles – dijo metiendo una mano sacando un billete para dárselo a Sammy por decir una mala palabra pero esta lo tiró al piso enojada. – Pero yo si te quiero. Eres mi única amiga.
- No es cierto. Y Tania?
- Que con ella?
- Ella también es tu amiga y te quiere.
- Ella no sabe que yo soy yo Sammy. – Dijo Suspirando – Si lo supiera, ella no me hablaría. Le hice cosas muy feas y no me lo perdonara nunca.
Sammy se separó un poco para verlo y tomar su cara entre sus manitas
- Pero tú eres muy guapo. Si le dices ella te va a perdonar. – dijo Sammy más tranquila
- Tú me perdonaras por no decirte lo de tu papa?
Sammy lo soltó y se cruzó de brazos.
- Me vas a dejar ver Tinkerbell?
- Si
- Entonces sí. – dijo sonriendo por primera vez
- Y a los demás? A Athena, Shion… Shaina.
Sammy se tensó y volvió a esconder su carita en el cuello de Kanon.
- Athena siempre ha sido muy buena contigo Sammy…
Sammy lo abrazó más fuerte.
- Shion aceptó tenerte aquí arriba a pesar que dicen las malas lenguas que no le gusta que Athena tenga doncellas. Te corrige y te disciplina como si fueras su hija. Y Shaina… hace la función de tu mama, no es cierto?
- Pero ella siempre me regana y se enoja conmigo! – reclamó Sammy
- Sin razón alguna? – preguntó Kanon
Sammy negó con la cabeza.
- Entonces?
- Yo los quiero a todos pero…
- Sin peros Sammy. Si los quieres, los perdonas. Tú me lo dijiste hace rato.
Sammy hizo una mueca. Ella lo había dicho.
- Está bien. Crees que… Shion me ayude a ya no soñar?
- Para qué? – pregunto Kanon extrañado.
- Ya no quiero ver a mi mama ahí.
Junio 16, 7 am
Hospital Universitario
Rio de Janeiro, Brasil
Niv abrió los ojos cuando escucho la puerta cerrarse. Sabía que Alde había estado ahí toda la noche en silencio velando su sueño y en ese momento en el que había mucho movimiento por el cambio de turno, había salido. Su aroma seguía ahí, flotando en el aire. Volvió a dormirse un rato más. Pero despertó cuando escuchó que alguien se sentó en la silla. Lo supo porque hacia un rechinido que el día anterior había aprendido a reconocer. Se quedó en silencio con los ojos abiertos. Estaba sumida en la obscuridad.
- Por qué no le pasaron mi recado? – dijo en voz baja
- Digamos que decirle a Alde que se aleje de ti, literalmente, es chocar contra un toro.
Niv parpadeo. No reconocía la voz. Era una voz joven y firme.
- Quien eres tú? No te conozco. – dijo Niv
- Soy Mu, el amigo de Alde. – dijo tranquilamente cruzando la pierna – Hemos hablado por mensaje de texto, recuerdas.
- Sí. Que haces aquí? – preguntó
- Alguien tiene que mandar a descansar a Alde o se va a enfermar. – contestó Mu
- Acaso no les pedí que no se quedara? No quiero verlo! – pidió Niv
Mu sonrió. Esa mujercita tenia demasiado carácter.
- Técnicamente… y discúlpame que te lo diga… Pero no puedes verlo. – dijo Mu suavemente
- Eres más terco que el!
- Un poquito.
Se hizo un silencio incomodo mientras Niv apretaba los puños.
- Donde está mi papa?
- Está en el hotel aquí enfrente descansando. Como sabes, no es bueno que con su pierna rota y su corazón débil, esté en la silla de ruedas todo el día – dijo Mu – Le hace mal a su recuperación.
- Y Miss Cary?
- Obviamente cuidándolo. Para eso le pagan no?
Niv volvió a quedarse en silencio.
- Por qué no te llevas de aquí a Alde? Por favor? – suplico Niv
- Dame una buena razón para hacerlo.
- No quiero que me vea así.
- Así cómo?
- Así de mal! Debo verme horrible… incapacitada… y posiblemente ciega de por vida.
- No digas tonterías – dijo Mu
- Yo nunca más seré la misma chica que el conoció y no quiero que el vea en lo que me voy a convertir. – contestó Niv
- Explícate
Niv intentaba controlarse.
- El adora el futbol. Así nos conocimos. Yo… ya no podré volver a jugar. – dijo Niv – Merece conseguirse una chica que tenga mucho en común con él.
- Creo que el futbol para él, pasó a segundo plano cuando te conoció Niv – dijo Mu con ternura.
Niv se ruborizó pero no cambio su posición.
- Tampoco podre seguir entrenando a las porristas y solo seré una carga para mi papa que no puede valerse por sí solo – murmuro Niv - Y mi cabello… - dijo tocándose las vendas
- Ese vuelve a crecer y además… siempre puedes adornarlo y usar una peluca, no? Alde me dijo que te gustaba jugar al cosplay. Seguro te verás bonita con una o dos de ellas.
- Cállate! – dijo apenada – Alde es un chismoso!
- Jajaja y eso que no sabes ni la mitad. Ouch! – dijo Mu recibiendo un codazo de parte de Alde en el torso. Alde había bajado su cosmo y estado ahí todo ese tiempo. Niv no había sentido su aroma porque había ido a ducharse mientras ella dormía y usado otra colonia con el expreso propósito de pasar desapercibido por ella.
- Que pasa?
- Me mordí la lengua – dijo Mu sobándose donde su amigo le había golpeado – Aun no me has dado una buena razón para llevármelo. Y mira que lo extraño lo suficiente como para querer hacerlo.
- Hazlo. Te lo suplico!
Mu negó con la cabeza. Como carajos hacerla comprender.
- Niv… - dijo acercándose y metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón para sacar una cajita – Antes de venir corriendo hacia acá, Alde quería darte esto.
Mu le tomó sus manos y le dio el brazalete. Niv pasó sus dedos suavemente sobre él y cerró los ojos para concentrarse en el grabado.
- Alde… y Niv… forever?
- Sí. – contesto Mu – Cursi no?
- Forever?
- Quiere decir…
- Yo sé lo que quiere decir! – se defendió Niv acariciando su brazalete y dejando caer algunas lágrimas mientras lo acariciaba
- Él te ama Niv. Sé que es medio buey pero… Ouch!
- Otra vez te mordiste?
- Si…
- Pero estoy seguro que inconscientemente es porque el escogió esas palabras porque no planeaba separarse de ti al final de este mes Niv – dijo Esquivando otro golpe de su amigo – Tal vez creyó que un anillo podrías perderlo…
- Si pero ahora yo voy a ser una inútil y ya no podría atenderlo como yo quisiera…
- Pero lo aceptarías? – preguntó Mu
- Que cosa?
- El anillo. – repitió Mu mientras le entregaba una cajita a Alde dándole una palmada en la nuca para despabilarlo.
Niv se quedó muy quieta y callada. Sabía que Mu esperaba una respuesta.
- Yo no quiero separarme de Alde, pero odiaría llegar a ser una carga para él.
- No lo serias nunca – dijo Alde besándole la mano.
- Alde! Estuviste aquí todo el tiempo?
- Nada de lo que has dicho en toda esta conversación tiene sentido Niv. Yo no te amo por tu cabello, o porque puedas atenderme o no, o porque juegues futbol. – dijo Alde muy serio – Te amo porque eres la mujercita más hermosa que he visto, porque me complementas y porque eres muy fuerte y haces conmigo lo que quieres. Tengo a Mu de testigo.
Mu se cruzó de brazos y asintió con la cabeza. Niv comenzó a llorar.
- Pero, pero mis ojos…
- Tu condición no será permanente y yo no quiero dejarte aquí Niv. Di que me aceptas y que vendrás conmigo a mi casa. Ahí te cuidare y tendrás muchos nuevos amigos y hermanos.
- Y si no vuelvo a ver nunca?
- No hará ninguna diferencia. Entonces? Si o sí?
- Si!
Alde puso un anillo en su dedo anular izquierdo y le dio un tierno beso en sus labios para no lastimarla.
Mu salió de la habitación. Esos dos tenían muchos planes que hacer.
- Quien dijera que nuestro torito era el más cursi de los 12 – dijo Mu sacando el celular – Esto… lo tienen que saber todos.
Junio 16, 7 pm
Boutique de Thes
Paris, Francia
Fler termino de cobrarle a las clientas que estaban en la boutique y metió el dinero a la caja. Thes llevaba todo el día en el taller e incluso había faltado a sus clases por terminar ese pedido. No parecía estar de humor para hablar con nadie y solo había salido a hacerse un sándwich y regresado a su taller.
Se preguntó si debía molestarla para platicar, pero también tenía otra idea en la cabeza: Tenía que darle la oportunidad a Hilda de explicarle por qué se había metido en su relación con Camus de esa manera. Ella nunca, desde que la habían rescatado del anillo nibelungo, la había tratado con ese desprecio que leyó en el telegrama.
Deliberó si debía llamarle a Lyfia primero para pedirle su opinión o directamente al Palacio con Hilda pero prefirió no hacer ni lo uno ni lo otro. Sacó de su cartera la tarjeta donde había anotado los números de teléfono de Siegfried y el palacio. Le tomó solo unos segundos decidirse y marcar. No perdía nada.
S Hola?
F Siegfried? Soy Fler
S Fler? …. Oh por Odín! Estas bien? Donde estás?
F Vamos Siegfried. Si conozco un poco a Lyfia, ya te dijo más o menos todo eso.
S No. de Hecho me dijo que seguías en el sur y que tenías una amiga o algo así y que no estabas para nada bien.
F Que exagerada. En fin. Cómo están?
S …
F Siegfried?
S Si?
F Como esta Hilda?
S Ella… esta en cama.
F Se fue a dormir temprano? Lyfia me contó que están esperando bebe. Felicidades.
S Gracias pero… tu hermana… Ella está muy enferma.
F Que dices? Pero… mi hermana nunca se enferma!
S Lleva varios días en cama sin siquiera poder abrir los ojos Fler. Yo… yo ya no sé qué hacer.
F Y por qué carajos no me hablaron?
S Lyfia me contó lo del telegrama Fler
F Bueno… si Hilda quería joderme lo logro, pero no por eso voy a dejar de vivir verdad? Y eso no tiene nada que ver con que no me llamen si hay una emergencia! Esas son estupideces Siegfried!
S Fler, estas equivocada. Desde que Lyfia me hablo de ese incidente, me he puesto a averiguar y no fue ella.
F Que dices? Claro que fue ella! Bjorn nunca…
S Bjorn fue la clave para esclarecer el misterio Fler. Hubo un solo telegrama enviado a nombre de Hilda que no fue entregado por ella misma o por mi.
F Siegfried … no juegues con eso. A estas alturas ya no importa quién lo mandó.
S No. si importa! Hilda está enferma porque no estás aquí, porque sabe que estas sufriendo y se culpa por eso! Y no estás aquí con ella por ese maldito telegrama!
F Hilda está enferma… por mi culpa?
S No. Por el HDP que generó todo el problema. Los médicos dicen que es una depresión severa. No puede ni comer Fler. Ella y mi bebe se están muriendo y el culpable es Hagen.
F Ha-gen? No. Hagen no es capaz de hacerme esto…
S Fler… el confesó. Él lo hizo. Por celos a Camus. El sabia lo de ustedes desde el principio y no podía soportarlo.
F Hagen?
S Fler… Dame un momento y escucha. (grabación confesión de Hagen)
F …
S Fler… podrías hablar con Hilda? Ella necesita escucharte y saber que estas bien. Necesito que este bien para que no mueran y para que imponga un castigo ejemplar para Hagen.
F …
S Me estas escuchando?
F Yo… ni siquiera puedo… describirte lo enojada… y decepcionada que estoy de Hagen y de mí.
S De ti por qué?
F Porque yo conozco a mi hermana y debería haber sabido que ella no pudo haber sido. Pero a Hagen…
S Si?
F Reclamo el Derecho del Ofendido.
S Estas segura? Quieres tu imponer el castigo para él?
F Hilda no va a estar en condiciones y a la que fastidio fue a mí. Reclamo ese derecho.
S Está bien. El está en el calabozo y ahí se quedara hasta que tú lo órdenes.
F Siegfried… me… me darías un momento para… asimilar… esto? Hablare con Hilda solo… solo…
S Fler… tranquila… Yo te entiendo. Ayer no pude evitar golpear a Hagen cuando me lo confeso..
F (snif snif)
S Fler…
F Yo… puedo hablarte… en… una hora?
S Estaré cerca de Hilda para entonces. Gracias Fler.
F Hasta … dentro de una hora… Siegfried.
Fler colgó el teléfono y como un zombi fue a cerrar la puerta de la boutique, bajo la cortina y comenzó a desquitar su furia con la mesita de cristal, rompiéndola con un jarrón; Agarro uno de los maniquíes y comenzó a azotarlo contra los sillones y contra otros maniquíes. El escándalo era tal, que Thes salió del taller y tuvo que tomarla por atrás para contenerla encendiendo su cosmos hasta que Fler se calmó y pudo llorar en sus brazos.
Junio 16, 5 pm
Campamento Romaní
Madrid, España
Shura llegó en taxi al campamento Romaní. Había esperado casi dos horas a que Zita llegara por él, pues le había enviado un mensaje de texto y tratado de hablar pero sonaba ocupado.
Esperaba que solo se hubiera quedado dormida o su celular se le hubiera terminado la batería.
Cuando llegó al campamento, todos estaban formando una rueda.
Rosa fue la primera en percatarse de su llegada.
- Shura hijo!
- Rosa… que pasa aquí? Donde están Zita y Omar? Le mande mensaje para que me fuera a recoger! – reclamó Shura
Rosa se echó a llorar a sus brazos y Shura comenzó a preocuparse.
Mario se abrió paso con su silla de ruedas.
- Shura… Omar y Zita nunca regresaron de ese viaje a Portugal y no contestan los celulares. Tememos lo peor…
Shura tuvo que pasarle a una de las mujeres a Rosa, porque sentía que en ese momento todo su mundo se derrumbaba a sus pies.
