Innocent
Cáp. III La esposa del soldado japonés
"Tres días han pasado desde la última vez que vi a Battusai" suspiró mirándose en el espejo. Varias mujeres rondaban a su alrededor, este era el día de su boda.
La servidumbre recorría todos los pasillos, se abarrotaban en el patio e incluso en las caballerizas, acomodaban mesas transportaban toneladas de comida y sake. Incluso el pueblo debía regocijarse, nadie de ese lugar había sido invitado a la gran fiesta; sin embargo se les había pedido (ordenado…°) que suspendieran toda actividad y celebraran en sus propias casas.
En un hogar de entre todos, la felicidad no había dejado sus regalos, aquella familia no podía sentirse mas desdichada. Yahiko caminaba por la casa sumergido en sus pensamientos, desde que su hermana se había marchado todos se encontraban muy tristes, se detuvo frente al cuarto de Kaoru, dentro, su padre permanecía hincado mirando el futón aún destendido.
Su padre mas que nadie era quien se culpaba por todo aquello, sin embargo no entendía el porque "si Kaoru huyo con ese hombre mi padre no tiene la culpa" pensaba mientras escuchaba las murmuraciones del pueblo. Todos hablaban, en secreto, sobre aquello, su hermana se había fugado con el hombre más poderoso de las tierras y ahora la desposaría. Un ligero ruido lo alejo de sus pensamientos.
- Yahiko… no debes creer todo lo que escuchas en el pueblo
- Padre…
- Lo que dicen de tu hermana, no todo es cierto – su padre se levanto pasando a su lado – siempre honra y protege a tu familia… tal como lo hizo tu hermana
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Kenshin se encontraba solo en la completa oscuridad de aquella habitación, ese había sido su refugio durante una gran temporada, todos sus recuerdos serian enterrados ese día y en ese lugar; debía decir adiós al pasado y enfrentar los acontecimientos futuros. Deslizo suavemente la mano trazando la cicatriz que surcaba su mejilla, ese era el único vestigio de una muerte… antes de revivir como el hombre que era ahora.
Había escuchado las murmuraciones, tanto del pueblo como de los sirvientes, y estaba consiente de que la gracia de sus siervos no estaba con él, sin embargo si con su esposa. Desde su llegada a la casa no cesaba de escuchar elogios hacia ella… simplemente era perfecta, tanto como lo soñara cualquier hombre de su esposa; mas para él mismo todo aquello era desconocido, ella jamás le dirigía una palabra, ni de reclamo ni de ningún tipo, sus mimos eran rápidamente rechazados, sus atenciones mal interpretadas y sus cortejos despreciados… pero aún con todo la amaba. Entro cansadamente a la cocina, ahí se encontraban la mayoría de sus sirvientes corriendo de un lado a otro preparando todo tipo de cosas. Kenshin se detuvo en la puerta, todos parecían muy inmersos en sus propias tareas como para notar la presencia de su amo.
- ¡¿Qué están haciendo?! - todos se detuvieron de golpe – este debe ser un día de gozo, ¡¡todos deben ser felices ¿entienden?!!
- ¡Si Himura-sama! – contestaron a coro
- ¡¡Es mi boda y todos deben ser felices al igual que yo!! – tras este breve discurso abandono la casa con dirección a la iglesia.
Las puertas de la capilla privada se abrieron atrayendo la mirada de toda la gente que se encontraba presente, Kenshin miro, la luz era cegadora, pero ahí en medio de toda aquella se encontraba Kaoru, su vestido era muy diferente a lo acostumbrado… él era católico converso y debido a ello se casarían ante esa iglesia. Y no cualquier iglesia, si no una hecha especialmente para su propia boda. Todo aquel esplendor espiritual se veía opacado por la etérea figura que caminaba hacia el altar, flotaba ligera hacia él con su fragancia inconfundible.
Kaoru lucia preciosa, su vestido en blanco perla le hacia relucir en una resonancia de colores indescriptibles, su pálida piel, sus labios rojos… y sus ojos, tan tristes como los atardeceres de lluvia. Dos doncellas perfectamente acordes caminaban levantando su nebuloso velo. La joven dama miraba directamente al piso "jamás podré mirar al hombre que ha de arruinar mi vida" sus pasos eran lentos acompasados por el novedoso órgano traído especialmente de Italia.
Los labios del pelirrojo se curvaron ligeramente, podía sentir la envidia impregnada en el ambiente, de las mujeres por ser ella tan hermosa y de los hombres por no poder poseerla ellos mismos. El sacerdote miro complacido la llegada de la mujer hacia él.
- Nos hemos reunido hoy para… – las palabras pronunciadas poco importaban… era latín y ninguno de los presentes entendía, con excepción de algunos miembros mas allegados a la familia. Los pensamientos en la cabeza de Kaoru habían dejado de tener sentido al mismo tiempo que las palabras.
- Por eso hemos llegado hasta aquí el día de hoy – el padre continuó en Japonés – Himura-sama acepta usted como esposa… a la señorita Kamiya Kaoru
- Si, la acepto – vocifero con su tono impaciente. Miro a la joven a los ojos encontrando lagrimas – ahora debes colocarme tu el anillo – ella afirmo, después él coloco uno en su dedo
- Entonces yo los declaro marido y mujer
"Un momento… no quiero casarme" grito su mente, "nadie me ha preguntado si lo deseo o no" los ojos azules lucían confundidos, la ceremonia se había dado por terminada y según ella tenia entendido incluso en esa extraña religión ambos debían consentir ser unidos. El pasillo de la iglesia se lleno de voces al tiempo en que los novios abandonaban el lugar para encontrarse en el patio principal donde se llevaría a cabo la comida y la gran fiesta.
Kenshin se paseaba de un lado a otro saludando y presentando a su esposa ante los miembros importantes de la sociedad y la milicia. En cambio, ella tan solo levantaba la vista regalando pequeños esbozos de sonrisa y estirando la mano si era indispensable. Llegaron hasta donde una pareja les esperaba, extrañamente la mujer corrió abrazando a Kaoru como si se conocieran de siempre
- ¡Hola que tal!.. ¿este debe ser el día mas feliz de tu vida no es cierto? – la mujer se separo inspeccionándola – pero que tonta… yo soy Misao Maki… perdón, Shinomori… Misao Shinomori
- Mu…mucho gusto yo soy
- Claro que yo se quien eres tu… yo soy quien se ha encargado de todos los preparativos para esta gran fiesta – el hombre que charlaba con Kenshin se acerco hacia ellas
- Misao… creo que deberías dejarla en paz
- Aoshi ella es ahora de la familia es… mi hermana, siempre quise tener una y ahora que mi primito se ha casado
- Yo soy Aoshi Shinomori… su esposo – esto ultimo lo dijo con una leve sonrisa en los labios.
Los ojos antes dorados lucían aquella noche del más claro violeta, la ceremonia así como toda la fiesta había sido perfectamente planeada, había cientos de personas. La cena se sirvió en una ambiente de gozo total, y mientras la gente degustaba, en la cocina no paraban de charlar sobre lo acontecido durante la mañana.
- La nueva señora es preciosa – murmuro una muy cansada cocinera – es una lastima… que se haya fijado en el amo, siendo el tan frío
- Pero debemos confiar en que ella lo cambiara, ya ves… el amor lo puede todo – respondió entusiasmada otra
- Además, ella ha llorado toda la mañana por la emoción y la felicidad
- Si, claro esta lo mucho que ella lo ama – el paje se estiro en la silla descansando los pies – si yo fuera Himura-sama que no haría con esa mujer… seguro estaríamos llenos de hijos
- ¡¡¡Calla!!! ¿Has pensado lo que sucedería si el señor te escucha hablando así de su esposa?
- Te mataría, tenlo seguro
Tae miraba alejada a todos, mientras la cena se llevara acabo ellos tenían tiempo de descansar y mal hablar… Ella sabia que no todo lo que se hablaba del amo era cierto, pero también sabia que otro lo era e incluso en mayor grado. Tae había llegado a trabajar en aquella casa cuando Kenshin era aun muy joven y… diferente. Pero tantas cosas habían pasado desde entonces. Mas que nadie ella sabia que la tortura de Kaoru apenas comenzaba y que no se debería al odio sino al amor "él sabe obtener lo que desea… aunque le lleve mucho tiempo convencerte él te tendrá suplicando" pensó regresando a la estancia.
Los carruajes habían comenzado la retirada, todos los invitados se alejaban de la antes lúgubre casa. Las luces aun permanecían encendidas, los pasillos ahora lucían vacíos, los siervos se encargaban de recoger los sobrantes de la celebración.
Alejados de todo Kenshin conducía a su ahora esposa hacia su lujosa habitación, ella seguía tan callada como en la fiesta, su mirada baja y sus ojos cristalizados por el llanto; sabia que después de una boda estaba la noche en que los nuevos esposos se amaban en la intimidad. A la luz de una pequeña vela, Battusai podía apreciar aun la incomparable belleza de la mujer que le acompañaba. Se detuvieron frente a la puerta, él cuidadosamente la abrió; el chasquido hizo temblar a Kaoru que se vio arrancada del piso, cerró los ojos esperando. Kenshin se dirigió lentamente hacia la cama con su esposa en brazos, la depositó sobre ella admirándola por última vez vestida de novia.
- Eres tan hermosa – murmuró hundiendo su rostro en el cuello de la joven
Comenzó deslizando sus manos tratando de localizar el cierre del vestido; él mismo había elegido el modelo de aquella prenda, la había examinado y memorizado para llegado el momento poder deshacerse de ella rápidamente, sin embargo ahora sus manos se tornaban torpes. Aspiro aquel peculiar aroma proveniente de su esposa, seduciéndose a si mismo con tan calida piel. Kaoru se encontraba ahora con el dorso descubierto, mostrándose pálido ante la luna un suspiro la extrajo de sus pensamientos, sintió el ardiente aliento pasearse sobre sus pechos.
Kenshin se detuvo abruptamente, levanto la vista encontrándose nuevamente con los azules ojos de su mujer, estaban cubiertos de lagrimas… clamaban piedad. Los ojos ámbar llameaban entre deseo e ira, Kaoru no solo lloraba sino que incluso trataba de oponer resistencia evitándole volver a acercarse a ella. Él se levanto, aun se encontraba vestido, había pensado contemplar a esa bella criatura antes de hacerla suya, pero ahora…
- Por favor… - sollozó ella
Himura estaba sorprendido, estaba siendo tratado como un asesino, su propia esposa le estaba suplicando que no se acercara "¿Qué clase de insulto es este?" se pregunto aun confundido, no atinaba a interpretar si la mirada azul estaba entristecida, enfadada o tal vez era… "¿Repugnancia? ¿Por mi?" retrocedió perdiendo la poca paciencia que le quedaba, se acerco hasta la cama sus ojos brillando cual llama.
- ¿Tú… me estas rechazando? – se tambaleo recargándose en el tocador. Tras leves exhalaciones sus brazos se asieron sobre los bordes arrojando el mueble lejos - ¡¡nadie nunca me había rechazado, niña… ¿Quién te crees para hacerlo tu?!!
Los diversos artículos de la habitación así como los muebles volaban estrellándose contra las paredes u otros objetos, Kenshin parecía un torbellino arrancando todo a su paso, mas no había osado acercarse a la cama en donde se encontraba la joven observando.
Kaoru miraba asustada aquella imagen, el hombre tierno de la velada había desaparecido dando paso a la pesadilla de la cual todos hablaban "Battusai". Temerosa, retrocedió hasta toparse con la pared hundiendo su rostro entre sus rodillas. Su sofocada respiración hizo eco en la habitación cuando las cosas dejaron de caer. Él diviso entonces la puerta, aun se encontraba ligeramente abierta, camino hasta ella deteniéndose a unos pasos.
- Tú no serás la primera en rechazarme – su voz sonaba extraña – yo… te enseñare…
La puerta se cerró. Dos aceleradas respiraciones se podían percibir dentro de aquel oscuro lugar. Los ambarinos ojos miraban fieramente a la otra persona. Se posó abruptamente sobre ella pasando sus manos por todo su cuerpo tratando de saciar su excitación. La tomó fuertemente por la cintura penetrándola con un fuerte y rápido movimiento. Pronto su cuerpo subía y bajaba en brutales embestidas, podía percibir el dolor impregnado en el rostro de la mujer, sin embargo cuanto mas sentía las uñas encajadas sobre su espalda aceleraba aun mas su ritmo. Su cuerpo sudaba de pasión, su respiración se hacia mas entrecortada con cada acometida, sus músculos se tensaban tratando de obtener mas impulso. Los ojos de ella se apretaban con dolor dejando libres las lágrimas que abarrotaban sus ojos, ni un solo sonido se escapaba de su boca, pero era claro su deseo de gritar. Algunos mechones rojizos caían ocultando perfectamente sus ojos. Él dejo caer su cuerpo llegando al final, tirándose a un lado miro el techo por largo tiempo. La mujer se levanto alejándose rápidamente por la puerta mientras las lágrimas ya derramadas se secaban en sus mejillas.
- ¿Aún con esto… me amarás? – pregunto al aire mirando el sol recién salido
Continuará...
Notas: ¡¡¡¡Hola a todos!!!! Aquí tienen ya el tercer capítulo. A ver antes de dejarnos sus comentarios y amenazas prometan decir no a la violencia (y no se vale cruzar los dedos por detrás) Ahora si esperamos que se hayan quedado pasmados, perdón, esperamos que les haya gustado, y aunque este capítulo nos quedo un poco más corto que los demás esperamos que haya sido suficiente, además hemos estado siguiendo algunos de sus consejos para que el fic sea más de su agrado y aunque nos gustaría poner todas sus ideas, no nos es suficiente el tiempo. Bueno antes de que nos reclamen que los aspectos de la boda fueron pocos, déjennos decirles que no quisimos dar muchos detalles para no ponerles más rollo y aburrirlos, ¿a quién le importa la boda? Lo importante va a venir después de esto (Yuky: A todos aquellos que poseen una imaginación pervertida no nos estamos refiriendo a la noche de bodas ¿eh?) pues la verdadera historia empieza a partir de aquí.
Ok ahora pasemos a los agradecimientos:
K-chan: Bueno aquí tienes la continuación, esperamos que no quieras matarnos pues juramos que no somos tan crueles (Creemos) Muchas gracias por leer nuestro fic y por tu review
gaby (hyatt: pues no es ciertamente un asesino de esposas, en realidad creo que en este capítulo ya quedó más aclarado el asunto de la habitación ¿no?. Muchas gracias por seguir nuestra historia y por tus reviews.
Kaoru Himura Kiddo: Pues no lo hicimos con esa intensión, pero desde tu punto de vista parece muy lógico. Pero ya verás que con el tiempo no se parecerá tanto. Gracias por tu review.
Numat: Si a nosotras también nos encanta Battusai (¿ se nota?). Aquí esta el otro cap esperamos que llene tus espectativas. Muchas gracias por tu review.
Kayla-chan: Bueno recuerda que en este fic Kenshin tiene la personalidad de Battusai, ya sabemos que nuestro adorado pelirrojo en sus cinco sentidos y con los ojos violeta nunca se atrevería a hacer nada como eso. Muchas gracias por tu review.
Leticia Margoth: Gracias por tu review, aquí esta la actualización esperamos que te haya gustado y perdón por haberte dejado con tal suspenso prometemos no hacerlo mas (por lo menos no tan seguido)
Julie F: Muchas gracias por tus felicitaciones, esperamos que te siga gustando nuetro fic, muchas gracias por tu review, esos son los tipos de reviews que nos hacen seguir siendo escritoras.
R. A. tasec: Gracias, siempre hemos tratado de ser muy originales e innovadoras.
nattzumi: aquí esta la actualización, esperamos que te siga gustando nuestro fic y muchas gracias por el seguimiento que le has dado a nuestro fic. Gracias por tu review.
Kaoruluz: Gracias por tu comentario y bueno pues más adelante vas a matarnos pues nos vamos a portar malvadísimas con la pobre Kaoru
Rose-Amy:Primero muchas gracias por no criticarnos, qué bueno que te este gustando nuestro fic. Esperamos que lo de la habitación haya quedado más claro, pues parece que sobre eso hay mucha confusión. Ah ya te agregamos a nuestro msn para cuando quieras (y nos encuentres) te comuniques con nosotras. Muchas gracias por tu review. Esperaremos ansiosamente que publiques algunos fics.
Lita: Créenos que sentimos dejar así los capítulos pero en algo deben de quedar no? Gracias por tu review y por leer nuestro fic.
ady: sentimos decirte que para el romance falta un poco pues como ves la boda y las situacíones fueron un poco...digamos forzadas. Gracias por tu review.
Naoko L-K: Muchas gracias por tu coemntario, prometemos apurarnos y actualizar pronto.
¡¡¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS A TODOS POR SUS REVIEWS!!!!!
Matta ne
