Capítulo 155

25 de Junio, 4.15pm

Boutique de Thes

Paris, Francia

Camus reaccionó cuando ambas chicas subieron a un taxi y este arrancó a toda velocidad. Salió corriendo para ir tras ellas pero Laura le gritó detrás de él.

- A dónde vas?

- Tengo que ir con ellas – dijo Camus echando a correr.

Laura corrió lo más que pudo detrás de él y lo logró porque Camus había perdido el taxi en una avenida muy concurrida.

- Merde!

- Camus… no crees que… exageras un poco? Fue un accidente!

- Si, solo fue un accidente que nosotros causamos y deberíamos estar al pendiente! – dijo Camus en tono seco sacando su celular.

Laura estaba estupefacta. Hasta ahora él nunca le había hablado en ese tono.

- Pero ni siquiera estas seguro de a donde la llevara! Debe haber cientos de hospitales en esta ciudad!

Camus no estaba poniendo atención. Estaba viendo en el mapa de su celular donde estaban los hospitales más cercanos. Había al menos 5 hospitales grandes a menos de 3 kilómetros, pero a cual iría Thetis?

- Piensa Camus piensa. Al taxi lo perdí hacia este lado. No dio vuelta en U. El hospital a la derecha es una maternidad, el de la izquierda es un hospital militar así que Thetis no iría ahí. Solo me quedan dos opciones: El carísimo Ambroise-Pare y el Saint Louis. Saint Louis! Ese debe ser! – dijo Camus echándose a correr olvidando que Laura estaba parada detrás de él.

Camus llegó al hospital en el área de Urgencias y pronto encontró a Thes, llenando la hoja de registro sentada cómodamente. Ella lo sintió venir, levantó su cabeza hacia él y la volvió a agachar, llenando lo que se le pedía en la ficha.

- Ahora que vienes a hacer aquí?

- Quiero saber cómo está? Sabes que pude haberla curado con mi healing pero no me dejaste hacer nada. – Contestó Camus temblando.

- Ella no es tu responsabilidad. Es la mía. Ella necesita puntos y una maldita vacuna antitetánica gracias a tus jueguitos – dijo Thes tranquilamente – Porque no te vas con tu novia de vuelta al Santuario. En serio. Tu presencia es un recordatorio a cosas que quiero olvidar.

Camus hizo una mueca. Toda esa animosidad de la rubia era por eso?

- Entonces quieres olvidar a Kanon?

- A Kanon, a Julián, a la víbora… – contestó Thes levantándose a entregar la ficha a la recepcionista – En serio. No tienes nada que hacer aquí. Vete por favor.

Camus se cruzó de brazos.

- No hasta ver que ella esté bien.

- Olvide que todos ustedes son unos malditos necios! – dijo Thes haciendo una señal de exasperación.

- Y tú no? – contestó Camus

Thes iba a seguir discutiendo cuando una enfermera llamó:

- Familiares de Gigi LeBlanc?

- Yo! – dijo Thes levantando la mano mientras caminaba hacia la enfermera.

Camus la siguió pero la enfermera lo paró en seco.

- Solo una persona por favor. Es usted algún familiar?

Thes lo miro con una sonrisa burlona.

- No yo… Solo soy un amigo.

- Lo siento, pero… - dijo la enfermera leyendo la ficha – La señorita Solo como su pareja sentimental tiene prioridad. Siéntese y pronto ella le informara del estado de la señorita LeBlanc.

Thes le sacó la lengua a Camus antes de desaparecer por la puerta que daba al corredor de urgencias.

Camus tardó un poco en procesar esa información. Pareja sentimental? Thetis era pareja sentimental de Gigi? Pero… eso significaba que Thes era… y que Gigi era…

- Mon Dieu! – exclamó dejándose caer en el asiento más cercano por la sorpresa – Y Kanon lo sabe?

Pasaron cerca de cinco minutos cuando Laura entró a Urgencias corriendo. Vio a Camus con la cabeza recargada en sus manos hechas un puño mientras pensaba en mil cosas.

- Camus?

El peli azul volteo y vio a Laura y regresó a su pose original.

- Merde! Me olvide de ti.

La cara de incredulidad de Laura pasó al enfado casi de inmediato.

- oh si no me digas? que carajos te pasa?

- Nada

- y por eso me dejaste botada y saliste corriendo como loco?

- Te dije a donde iba

- en qué momento si solo viste tu celular, nombraste hospitales y me dejaste ahí? – dijo enojada

- Mmm... y entonces como me encontraste

- Sacando conclusiones, la diferencia es que tú conoces la cuidad yo no

- Bien por ti – dijo Camus sin verla.

Laura tuvo que agitar su cabeza para ver si podía entender lo que estaba sucediendo.

- ya párale no? fue un accidente! un accidente… entiendes eso?

Camus le lanzó la mirada más fría de su repertorio

- Y a que se debió ese "accidente"? celos?

- celos? – dijo Laura casi gritando - de qué demonios me estás hablando?

- Olvídalo, Regresa al hotel si quieres. Yo necesito saber cómo esta.

- no, ahora me dices porque demonios dijiste esa estupidez

- Ya déjalo así.

- que no, dime – insistió Laura poniéndosele enfrente

Camus cerró los ojos y volvió a abrirlos.

- Este no es el lugar para discutir

Laura le picó el hombro con su dedo.

- Discutir? tu eres el que dice idioteces y luego se queda callado! yo no quería que le pasara nada a la chica!

- Tu nunca quieres que pase nada pero no mides las consecuencias!

- A que te refieres?

Camus estalló.

- A toda tu vida! Te gusta estar en medio de la acción, del peligro! Te importa muy poco lo que te pase! Te pusiste a bailar en un Table y nos mostraste hasta el apellido no importándote que todos los amigos de tu novio, amante o lo que sea, estuvieran presentes! No dudo ni tantito que lo que te pasó y desde donde te rescatamos, si le pregunto a las pobres almas que Saga mandó al infierno, también digan que lo que te hicieron fue un maldito accidente!

Laura le dio una sonora cachetada, y lo miró con el mismo tipo de mirada que él le lanzo segundos antes, con la diferencia que podía verse en los ojos mucho lo mucho que le habían dolido las palabras de su amigo. Camus ni siquiera se inmutó.

- A ver si te enteras de una vez! Cuando yo estaba en el puto table, no tenía nada con Saga! él fue el que dijo eso y yo no tenía ni puta idea! y las pobres almas que Saga mando al infierno como tus les dices, me habían trataron de violar desde tenía 14 y me torturaron y golpearon como tú lo viste! pero sabes cuál fue mi maldito error en todo esto? Haberte llamado mientras me hacían todo eso! – Le empezaron a salir lágrimas de impotencia - Porque no vas y les preguntas? Estoy muy segura que disfrutaras muchísimo que ellos te cuenten como todo lo que me hicieron fue un maldito accidente!

Camus no dijo nada ni reaccionó a las lágrimas de Laura por lo que esta hizo el intento por alejarse de ahí, pero Camus la tomo por la muñeca y la hizo sentarse sin soltarla.

Thes salió de la habitación a donde había entrado minutos antes algo preocupada y buscando algo en su bolso. Camus lo vio, se levantó y sin soltar a Laura se fue acercando a ella.

- Suéltame Camus – dijo Laura tratando de zafarse.

- Ahora te esperas

- que mierda me espero? suéltame que odio los hospitales!

Llegaron a donde estaba Thes y Camus fue el primero en hablar.

- y?

- Sigues aquí? – dijo Thes - No tienes que salvar a Athena de algún loco que la quiera matar?

- Deja de jugar y dime como esta Gigi? – preguntó Camus con voz de hielo

Thes le contestó con voz de ultimátum.

- Madeimoselle LeBlanc para ti! Ella se quedara esta noche en observación. Y ahora déjame ir que necesito ir a casa a ver en mis papeles qué tipo de sangre soy porque necesita al menos litro y medio para reponer la sangre que perdió. Contento?

- No seas ridícula! Claro que no estoy contento! Que... qué tipo de sangre necesitas?

- A+

Camus sacó su celular y le mando un mensaje a Milo preguntando su tipo de sangre porque en ese momento no recordaba ni en qué casa dorada vivía.

- Vas tu faire foutre! – exclamó el peli azul

Thes le dio una palmada en la nuca a Camus.

- No seas grosero!

- Es que Milo no me contesta rápido. – se excusó.

Laura escuchaba la conversación de ambos mientras hacía suficiente fuerza para soltarse del agarre de su amigo y sabía que estaba a punto de echarse a llorar, pero decidió tragarse el orgullo. Finalmente logró soltarse.

- Donde tengo que ir para darle la sangre a Gigi? Soy donadora universal.

Camus volteó a verla sorprendido.

- Qué diablos crees que estás haciendo? - susurró - tú no puedes donar aun!

- tú no te metas en lo que no te importa, yo hago lo que se me da la gana, a ti que más te da no? – dijo Laura aun dolida

- Eres una necia!

Laura miró a Thes, quien seguía divertida la discusión entre esos dos.

- Me dices donde puedo donar o le pregunto a la enfermera aunque no les entienda

- Pues en...

- No le digas! – exclamó Camus mientras su celular sonaba con el mensaje de Milo que tenía la respuesta a su pregunta.

- Thes... si me lo permites, yo donaré la sangre a Gigi. Después de todo fue mi culpa que ella se lastimara al no detener ese cojín.

Thes estaba indecisa. Ella, independientemente de la animosidad que sentía por Camus por lo que le hizo a Fler, por ser amigo de Kanon y un santo de Athena, no sabía si Fler aceptaría su sangre. Pero por otro lado, él bebe era primero según las mismas palabras de Fler y su sangre ya corría por sus diminutas venas así que...

- Como se nota que no sabes nada de heridas. No puedes donar más de un litro a la vez! – dijo Laura

- Y tú no deberías estar donando cuando apenas te estas recuperando. – dijo Camus.

Laura tragó saliva pues ambos tenían razón y se dirigió a la chica.

- Thes, Camus donara un litro de sangre y yo el otro.

Antes que Camus pudiera decir algo, Thes se encogió de hombros y le hizo una señal a Laura para que se acercara al mostrador.

- disculpe? – dijo Laura con voz entrecortada.

- Oui?

Laura volteó hacia la rubia. No tenía ánimo para lidiar con el idioma.

- Thes por favor ayúdame aquí.

- Que necesitas?

- Que me digan dónde ir a qué debo hacer para donarle la sangre

Thes sonrió al ver la insistencia de Laura.

- Ve y siéntate. – dijo señalando las sillas – Lo de Gigi no es de vida o muerte así que hay tiempo para llenar las formas para que el seguro se haga cargo.

Thes pidió un set de formas en inglés y otro en francés y se los dio a los dos. Camus aprovechó que Laura se había sentado varios asientos lejos de el para preguntarle a Thes.

- Thetis... escuche bien? Gigi y tu son...

- La señorita LeBlanc y yo que? - dijo desafiante y cruzándose de brazos

Camus bajo la mirada.

- La señorita LeBlanc y tu son... uh... pareja?

Thes sonrió. Oh sí! Hora de molestar al cubito de hielo!

- Oh sí! Desde hace algún tiempo.

- Pero... pero... - Camus se ruborizo

- Cuál es tu problema? Nunca viste a una pareja de hermosuras como nosotras o qué?

- No, si... bueno no... y...Julián lo sabe?

Thes se desconcertó. No había pensado en las consecuencias que su hermano se enterara. Pero viéndolo bien sería una buena forma de castigo por su maldita indiferencia para con ella.

- Es obvio que no porque sigo viva, no crees?

Laura los interrumpió porque ya no podía ni con su alma.

- Thes, me podías indicar dónde queda el baño por favor?

Camus se le quedo viendo por un momento y mejor se dedicó a llenar su formato. No debió hablarle así.

- Al final del pasillo - dijo Thes señalando a cual se refería

- Gracias

Laura fue hacia el servicio y Thes la siguió con la mirada hasta que desapareció.

- Apuesto a que mueres por avisarle a tu amigote – dijo Thes

- Cuál de todos?

- Al único que me interesa que le moleste la noticia. Aunque sea un poco.

- Pues...

- Hazlo. Te doy permiso. Sera interesante saber que le dio un infarto Jajaja y ahora si me disculpas, debo ir por algunas cosas a la casa para que Gigi, que está en el área de exploración, pueda pasar la noche aquí, así que te quedas en tu hospital. – dijo con espíritu fregativo antes de salir por la puerta y desaparecer en un taxi.

Laura regresó al asiento junto a Camus después de un rato, con trazas de haber llorado y rápidamente se puso al corriente con el formato. Camus estaba de nuevo en su mundo. Sintió llegar a Laura y no se atrevió ni a mirarla.

- Shaina tiene razón: Soy un imbécil. – dijo para sí mismo - Milo se alegrara de que también le dé la razón. Debí buscarla hace mucho tiempo. Una y otra y otra vez hago idioteces y ya no me reconozco.

Ahora fue el turno de Laura de ignorar las palabras de Camus y fue al mostrador de nuevo.

- Parrrle bu angle? - dijo

Después de unos segundos, una enfermera levanto la mano

- Yo. En que puedo ayudarle?

- gracias, señorita es que ya termine de diligenciar el formato para una donación de sangre, quiero saber cuál es el paso a seguir?, la donación es para una paciente ingresada hace unos momentos.

- Cuál es el nombre de la paciente? – dijo la enfermera buscando en su lista.

- Gigi LeBlanc

- Ella aun no baja del tercer piso, pero si me da unos minutos, hare que el medico encargado del banco de sangre haga la evaluación necesaria con el formato. No tardara mucho.

- Se lo agradecería muchísimo – dijo Laura con una falsa sonrisa. Por su trabajo, ella sabía muy bien como falsear la información para que el medico la aceptara.

Laura volvió renuentemente a su asiento y vio otra expresión en Camus que nunca hubiera esperado, estaba en su límite y estaba a punto de quebrarse. Laura se sentó y cerró los ojos mientras pasaba sus manos delicadamente por donde estaba la ligerísima cicatriz de la H.

- Lo siento – dijo Camus con voz apenas audible - No reacciono muy bien con mujeres heridas aparentemente. No quise decirte todo eso.

Laura intentó hacerse la fuerte pero no pudo y varias lagrimas salieron de sus ojos.

- No importa Camus, no te preocupes.

Camus comenzó a llorar en silencio logrando que Laura dejara a un lado sus sentimientos para abrazarlo.

- En serio, no te preocupes. Gigi va estar bien… - le dijo desatando con ello una tormenta.

- Fler nunca llegó a su casa! Y si le pasó un accidente? Y si por mi culpa ella esta... ella...

Laura se sorprendió con la noticia. Camus no había mencionado a su ex en todo lo que llevaban de su viaje.

- Ella nada! si le hubiera pasado algo créeme que ya te hubieras enterado de una manera u otra. Cuando te enteraste que no llego a su casa?

Camus desvió su mirada.

- Hace unos días... Samira hablo a su casa mientras yo estaba en el calabozo.

- Entonces porque no la estás buscando?

Camus se encogió los hombros mientras se limpiaba las lágrimas con el dorso de su mano. Laura comprendió inmediatamente.

- A este maldito paso creo que lo mejor es que Henry me hubiera matado con tu respuesta me acabas de decir por qué! – dijo Laura sintiéndose miserable.

- No tengo permiso para salir a buscarla. No pueden dejar al santuario sin más Caballeros dorados. Fler se fue hace casi dos meses, con qué cara la busco?

Laura sintió el arrepentimiento genuino en las palabras de su amigo.

- Dime la verdad, la que no le has dicho a nadie más, a que le tienes miedo? que es lo que tanto temes de enfrentarlo?

Camus no tuvo que pensarlo mucho.

- Que ella no me pueda perdonar como amenazó. Que cualquier esfuerzo que yo haga por ganarme su perdón sea inútil... o peor... que ella... que ella haya decidido rehacer su vida sin mí. Y esa chica, Gigi, me la recuerda mucho.

- y por eso te le quedas viendo cómo idiota? Camus seamos sinceros tú lo arruinaste…

- Lo se

- Pero si lo que me contó Saga es cierto, tú has ganado batallas mucho peores y cuando tenías todas las de perder. Fler, donde quiera que esté, posiblemente te quiere ahorcar y la entiendo, pero uno no deja de amar a una persona de un día para otro y mucho menos olvida así de fácil, así que si tu sientes que hay una mínima oportunidad de recuperarla no debes darte por vencido.

Camus se incorporó en su asiento.

- Ni siquiera sé por dónde empezar

- Que fue lo último que supiste de ella?

Camus suspiró.

- Lo último que supe, fue que Shaina fue a dejarla al aeropuerto. – contestó.

Laura le puso una mano en la rodilla.

- Camus, si Fler rehízo su vida pero tu sientes o ves que ella siente algo por ti, no se la dejes al otro tan fácil. lucha por ella! Recupérala! y en cuanto a su perdón pues gánatelo cueste lo que cueste. Vuelve a enamorarla si te es posible y demuéstrale que estas arrepentido y que estás dispuesto a todo por ella. Me lo prometes?

- Si

- Tienes alguna foto de ella?

- No

Laura se pegó en la frente con la palma de la mano.

- Maldita sea! me dan ganas de volver a cachetearte! Como es eso posible?

Camus volvió a agachar la cabeza y ponerla entre sus manos.

- Soy un desastre! Sabes que Shaina intento quitarme lo imbécil poniéndome de niñero de 13 niñas? casi muero del susto y obviamente no le funciono. Sigo estando igual. Necesito saber que ella está bien o me muero. Literalmente me muero Laura!

- A ti lo imbécil no se te va quitar nunca! – dijo Laura

- Parece que no

Laura lo pensó un momento. No importaba nada… No soportaba verlo llorar. Él había sacrificado mucho por ella. Era justo que ella que tenía las herramientas, también colaborara.

- Camus te voy a ayudar encontrar a Fler sea como sea, pero primero necesito que consigas toda la información que puedas de ella y una maldita foto. Apenas regrese a Atenas nos pondremos a trabajar en eso.

- No merezco que me ayudes

- En serio? a ver porque?

- Porque Saga me va a matar cuando sepa que te pusiste a llorar por mi culpa

- uh noticia de última hora. Desde lo que paso ando muy sensible, y todavía tengo ganas de llorar por tu culpa, pero eso no es el punto. Eres mi mejor amigo y te voy a ayudar y ya. Fin de la discusión.

Camus intento sonreír pero no pudo. Los vocearon por el altavoz y Camus se levantó seguido de Laura.

- Nos están llamando. Luego nos pondremos de acuerdo, si?

- ni se te ocurra decirle a Saga que me puse a donar sangre, porque intuyo que no le va a hacer mucha gracia – dijo Laura en tono de ultimátum

- tu no le dices que te hice llorar y yo no le digo que haces lo que te da la gana cuando no estas con él. – dijo Camus

Laura sonrió.

- Es un trato. Pero, no te vas a salvar de tener que contentarme después de esto!. Odio los hospitales!

Camus le sonrió por primera vez desde el accidente.

- Tengo la manera y el sitio perfecto para hacerlo. Espera y veras.

25 de Junio, 9am

Cabaña de Kanon

San Salvador, Bahamas

Kanon dormía a pierna suelta en su cama. Había llegado la tarde anterior con Aleix y visto el desastre que había: En el patio, la basura no había sido recogida por la ciudad, por lo que los mapaches habían estado jugando con el bote y regado todos los desechos por todo el pedazo de jardín; Los colchones de sus camas individuales estaban amarrados a dos palmeras, mojados, mohosos y obviamente echados a perder y con la última lluvia, entre la marea y la lluvia, se había metido un poco de agua por debajo de la puerta trasera, por lo que la humedad dentro de la cabaña era casi insoportable. Afortunadamente Saga y Laura habían limpiado la casa antes de irse, pero eso a la naturaleza le había importado un sorbete.

Después de mostrarle su casa con voz cansada y apenada, Aleix había comprendido que Kanon necesitaba estar solo y le dijo que mañana continuarían sus lecciones si quería y podía. Kanon había agradecido en silencio que Aleix comprendiera la situación y se puso a arreglar el desastre. No había terminado de limpiar y acomodar hasta ya bastante entrada la noche e incluyó el ir caminando a la tienda local, algunos implementos extras para combatir la humedad como bicarbonato y sal marina y agradeció que al menos el refrigerador y la despensa estaban casi llenas. Lo que le costó más trabajo fue la recamara. Había quitado la ropa de cama porque no quería ni saber lo que había ocurrido ahí y debido al olor a medicinas que aún existía, había limpiado todo con cloro. Solo por si las dudas.

Ahora, mientras el sol entraba de lleno por su ventana, su teléfono sonó sacándolo del sueño profundo:

K Parakalos?

M Sr. Kanon? Habla la Sra. Mackenzie, su agente inmobiliario.

K Ah sí… Buenos días.

M Espero no agarrarlo muy ocupado

K No, está bien…

M Tengo dos ofertas para usted?

K En serio?

M Si! Sorprendentemente para el tipo de mercado, son muy buenas y me gustaría discutirlas con usted.

K Casualmente estoy en la isla. Le parecería bien que nos viéramos en el lobby del hotel a medio día?

M Absolutamente! Como sabré quien es usted?

K Conoció a mi hermano?

M Si

K Pues idéntico pero más guapo.

M Jajaja eso es difícil pero está bien. Ahí lo veré.

K Gracias.

Kanon volvió a cerrar los ojos pero no pudo volver a dormir. Estaba algo pensativo. Ya llevaba tres días ahí y no había cruzado palabra con Tania. Julián tampoco lo había llamado y de hecho no había tenido tanto tiempo para hablar con él entre el entrenamiento de Aleix y los extras que le salían. También había decidido hablar con Shion acerca de Shaka y la tarde anterior no había regresado al hotel, por lo que no pudo hacerlo y para terminar con broche de oro, había hecho cuentas y no tenía lo suficiente para cubrir todas sus deudas. Iba a tener que aceptar una de esas ofertas que la señora Mackenzie para poder liquidarlas.

- Comienzo mal el día – dijo en voz alta al incorporarse de la cama para meterse a bañar – Me duele la cabeza.

Tomó un rápido regaderazo y se preparó algo sencillo para desayunar aun con la toalla en su cintura pues no esperaba visitas. Al terminar buscó unas aspirinas y agradeció que su botiquín estuviera más que lleno gracias a su hermano y como si lo hubiera invocado, su teléfono volvió a sonar.

K Parakalos?

S Kanon, Hermano!

K Saga!

S Como estas?

K Podría estar mejor. Y tú?

S Igual… solito…

K Ah qué bien! Me da gusto.

S En donde estás? Te oyes algo… perezoso

K En mi casa

S En el santuario?

K No. En mi casa, mi cabaña en Columbus.

S En serio? Me hubieras dicho para no tomar ese vuelo y pasar unos días contigo.

K No, olvídalo. No tenías opción. Aquí solo sale un avión cada 7 días.

S Algo me dijeron pero no le puse atención.

K No me sorprende…

S Que quieres decir?

K Quiero decir que te traen bien estúpido y hay muchas cosas de las que no te das cuenta.

S Como qué?

K Como las estupideces que haces. No me hagas enumerarlas.

S Dime una, anda! Te reto!

K Está bien… ahí te va. COMO CHINGADOS SE TE OCURRIO ECHARME A PERDER LOS COLCHONES DE LA HABITACION! SABES EL TRABAJO QUE CUESTA QUE TE LOS TRAIGAN DESDE MIAMI?!

S Tranquilo… la verdad es que no me puse a pensar en eso…

K No? En serio? Desde que la conociste ya no piensas!

S No seas mamon.

K Tu quisiste que te dijera una. Ya te dije una. Y no me hagas que te diga otra que me duele la cabeza.

S En serio te encuentras bien? A ti solo te duele la cabeza cuando…

K No. Todo está controlado. No te preocupes de más.

S Si llegas a sentirte mal me avisas, no importa la hora que sea. Sabes? Hoy recuperé mi trabajo.

K Felicidades. Me da mucho gusto.

S Y Laura aceptó vivir conmigo a nuestro regreso.

K No me sorprende. Felicidades también por eso.

S Iremos a la Riviera Francesa unos días…

K De luna de miel?

S Algo así.

K Me parece bien. Solo acuérdate que no puedes embarazarla todavía.

S De que estas hablando?

K Tienes que hacerlo hasta agosto o septiembre… no se! Tu eres el experto! Cógetela pero cuídense.

S No seas payaso. Sigues con la misma idea de que yo tenga al sucesor?

K No ha pasado mucho desde que te lo dije, así que sí. Lo creo y lo espero.

S No creo que a Laura le vaya a hacer mucha gracia.

K Bueno… Estoy seguro que tu podrás convencerla con esa miradita tuya o un buen trabajito…

S Kanon! No seas grosero!

K Vaya! Ahora soy grosero… está bien. Solo te perdono porque no tengo ánimos de discutir hoy.

S Lo que pasa es que te falta conocer a la mujer que haga latir tu corazón como Laura lo hace con el mío.

K Seguro que es a corazón y no otra cosa?.

S Deja de decir tonterías. Cuando regresemos quiero que los tres cenemos en la casa para que la conozcas mejor. Su comida es muy interesante.

K Ah sí… su ridícula adicción al maracuyá

S Entre otras cosas! Como lo sabes?

K Soy adivino. Por cierto… eres un cerdo! Dejaste una caja de habanos con como cinco tangas usadas.

S Que que? No! Mis tesoros nooooooooo.

K Jajaja al menos ya se de cual talla usa.

S No puede seeeeeeeeeer! No las toques! Como carajo se quedaron? Guárdamelas!

K Jejeje no sé, pero voy a hacer limpieza y las voy a tirar. Dan mal aspecto a mi casa.

S Nooooooo mándamelas! Te pagare lo que sea!

K Nah! Mejor las entierro o las tiro. Eres muy asqueroso para ser un médico.

S Si no me las das te mando a la otra dimensión! Te lo advierto!

K Te reto a que lo hagas y me mandaras pero con todo y caja.

S Anda! No seas malo! Eres mi mejor hermano!

K No. Cómprale otras… Y soy tu único hermano!

S Ya tiene mas pero esos son mis tesoros! Me costó mucho conseguirlos!

K Ya veremos. Depende de cómo te portes.

S También te llamo porque… hoy vi a Shaina en el hospital.

K Ouch.

S Ni siquiera quiso escucharme.

K Me sorprende siquiera que sigas vivo.

S Creo que no le gusto cuando le dije que tú me dijiste que yo…

K Ay no! Mis bolas! Me las va a cortar cuando llegue! Por qué me echaste de cabeza?

S No seas exagerado. Pero me preocupó su actitud

K No veo por que

S Ella no era así

K Jajaja según quién?

S Es que… Ella nunca me había ignorado así.

K Pero Tú la ignoraste primero.

S No es cierto! Laura estaba verdaderamente mal! No podía dejarla sola.

K Saga… acéptalo. No entendiste o no quisiste entender la magnitud del evento porque ni siquiera le diste oportunidad de decírtelo.

S Pero el estado de Laura era crítico. Ella mejor que nadie debería entenderlo.

K Saga… no es mi posición decírtelo pero… Si hubieras querido… hubieras pedido que Alguien se quedara con Laura 10 minutos, ibas, la entregabas y te regresaban. Lo sabes. No quisiste. Tu tomaste esa decisión. Ni modo. Ya pasó. Ella había hasta pasado por alto el que tu habías atacado a Minos en la boda de Milo, pero no vio reciprocidad de buena fe de tu parte y le salió lo Ariana. Cuando regreses te la ganas de nuevo y ya. De todos modos ya no eres ni su gemelo favorito ni su ejemplo a seguir.

S No pues gracias. Eso me hace sentir mejor.

K Saga en serio no te entiendo. Que quieres que te diga?

S Que me entiendes y me apoyas!

K Y lo hago! Pero en esta ocasión metiste la pata y hasta adentro! Y de todos modos ya no formas parte ni del santuario ni de la elite ni de su vida! Así que no tienes que verla y no tienes que sufrir porque no te hable!

S Pero me siento mal!

K Oh vamos! Concéntrate en ser feliz con tu… mmm… como le tengo que llamar?

S A quién?

K A Laura

S Ella es mi mujer y tu cunada. Vete haciendo a la idea.

K Uy perdón! Concéntrate en ser feliz con "tu mujer" y olvídate siquiera que existe el Santuario. Para eso te saliste de ahí, no?

S Si pero no puedo hacerlo así de fácil.

K Inténtalo.

S Podrías interceder por mi ante ella?

K Jajaja ni que estuviera loco! Todavía aprecio mi vida.

S Por favor!

K Lo pensare. Y de hecho había algo que te tenía que decir pero la verdad no me acuerdo. Cuando eso sea te lo texteo.

S Está bien. Te dejo. Debo ir a terminar de empacar y arreglar el depa para mi regreso.

K Y yo debo ir a ver a mi corredora así que piérdete!

S A tu… corredora? Entonces…

K Bye bye Saga! Saludos a la cuñadita.

Kanon colgó el teléfono y decidió enviar un mensaje de texto antes de arrepentirse.

- Estoy en Columbus. Te veo en el Nigga a las 8. No faltes. Dragón del Mar.