Innocent
Cáp. IX . Tentado...
Una semana, o dos, quizás más, en vedad eso había dejado de importar. Kenshin cubrió su desnudo torso acercándose hasta la orilla del rió, ató su húmedo cabello en una coleta. Hacia varios días que recorría los caminos en busca de aquellos asaltantes, sin hallar rastro alguno. Suspiro regresando al lado de los demás hombres, sin embargo antes de llegar una conversación llamo su atención, ocultándose escucho atentamente.
- El amo debe estar desesperado por regresar – habló el desnudo hombre en la orilla
- Es verdad, quizá pronto tengamos un nuevo Himura – se restregó los brazos – espero que tenga el carácter de la señora, porque él del amo…
El pelirrojo sonrió, sus ojos ámbar se apaciguaron "Es verdad, debe parecerse a ella, sus ojos, su sonrisa" dio vuelta para continuar su camino. "Si, pensé que en mi vida no podría llegar a sentirme más feliz. Por toda la casa lo escuchaba, nadie debía decírmelo directamente, seguramente mi amada se los pidió. Pero ahora que yo lo se, las cosas deben cambiar, en cuanto regrese lo ordenaré"
…………Flash Back……….
"No hacia mucho que habían vuelto de sus cortas vacaciones con Hiko. Él noto sin embargo que Kaoru ya no parecía molesta con él, incluso le dejaba permanecer en la biblioteca mientras ella leía. Levantó los ojos de entre sus documentos tan solo para encontrarse con la bella sonrisa de ella, algo sostenía entre sus manos, lo miraba ajena a todo lo que la rodeaba. El pelirrojo consternado se levantó.
- ¿Puedo saber qué es eso? – Kaoru se sobresalto ante la voz de su marido
- ¿Qué?.. ¿esto?.. no…- hablo atropelladamente tratando de ocultar su nerviosismo – no es nada, es tan solo
- ¿Acaso me ocultas algo?
El ámbar refulgió amenazadoramente. Su mano se dirigió alcanzando la de su esposa, de golpe la levanto tratando de arrebatar el contenido. Kaoru luchaba por zafarse de aquel agarre, no la estaba lastimando, o por lo menos no lo hacia físicamente, pero su orgullo le impedía mostrarle aquel papel. Lentamente la respiración de su esposo fue relajándose mientras ella dejaba de forcejear.
- ¿Entonces que es esto? – hablo cínicamente sin dejarla apartarse – ¿acaso es un secreto?
- Si… si lo es y no te diré – lo reto, él sonrió – maldit…
- Nada de maldiciones – interrumpió soltándola y regresando a su lugar – si es un secreto debiste decírmelo y te hubiera dejado en paz
La señora Himura froto furiosamente su muñeca "ese maldito, tan solo estaba jugando" sin embargo debía admitir que esos desplantes por parte de su marido hacían que las cosas no fueran tan aburridas. Haciendo parecer que se encontraba enfadada se encamino con paso firme hasta la puerta mientras volteaba frunciendo el entrecejo y mostrando su mejor mueca de desagrado sentencio.
- Debe usted cerrar la puerta con llave cuando salga Himura… - azoto la puerta tras de si
Kenshin permaneció sentado con su rostro fijo en los papeles, era precisamente aquello lo que lo había cautivado realmente "jamás será un espíritu fácil de domar" pensó regresando a sus asuntos. Sin embargo dos voces que se acercaban lo distrajeron.
- ¿Acaso la señora Shinomori a consultado ya a un medico? – las voces fueron identificadas por Kenshin como la de Tae y alguna doncella
- No, aún no, pero creo que deberá hacerlo antes de hablar con el amo – al principio él creyó que la conversación giraba en torno a su prima sin embargo…
- En un asunto tan importante no se debe escatimar, recuerda que la señora estuvo enferma hace poco, esto podría afectar a su criatura
Los ojos de Kenshin se dilataron de sorpresa, se levantó pesadamente de su asiento, acercándose hasta la puerta con intención de escuchar mejor.
- Es verdad, quizás por eso la señora Shinomori a pedido que se cancelen los paseos y salidas a caballo
- Incluso pide que se le de un desayuno más ligero – la mujer rió quedamente – seguro son las nauseas matutinas
Retrocedió aun impactado por la noticia, todo aquello, con cada palabra se referían a su mujer. Si, ahora todo era mas claro, la felicidad de ella, los desayunos en privado, su continuo silencio. "pero si esta embarazada debe ser de poco tiempo, quizá un mes, no puede ser mas, Genzai me lo dijo, sin embargo, eso significa… que fue, por aquella noche…" saliendo de su ensoñación se precipito de la habitación irrumpiendo entre las dos mujeres que aun chismorreaban.
- Tae! – la susodicha salto
- ¡Se…señor… ohh que torpe he sido! – La mujer retrocedió alterada. Noto la mirada de su amo sin encontrar respuesta a tal alboroto, pues no había ira en sus ojos – en que puedo servirle señor?
- Tú, vete a chismorrear a otro lado – señalo a la otra, después se enfoco en Tae – y tu sígueme ¿qué sabes de mi mujer¿Dónde esta en este momento?
- No… no lo se señor, ella se marcho no hace mucho con la señora Shinomori me parece que han salido al pueblo, además… - dudo antes de continuar – el señor Shinomori lleva esperándolo en la sala ya mucho tiempo, pidió que cuando se desocupara pasara a verle
- ¿Y por qué no había sido informado? Mejor deja tus explicaciones – bufo acelerando el paso. Había sido él mismo el que había ordenando que cuando Kaoru y él estuvieran a solas nadie los interrumpiera, ni siquiera si eran asuntos de las tierras.
Diviso la puerta de la sala de estar, ahí se encontraba Aoshi, no entendía porque pero ahora las visitas de ese hombre se habían vuelto presagio de malos sucesos. Entro chocando miradas, por lo que había podido distinguir en esta ocasión también habría malas noticias.
- Aoshi, me alegra que vengas a visitarme… - se dejo caer en el silloncillo – ¿hay problemas?
- Los hay – respondió secamente y sin ninguna cortesía – otro cargamento a sido robado, este es el décimo, cada vez son mas cerca de Shinai, comenzaron en los puentes pero ahora incluso en las cercanías con el pueblo, la gente que a sobrevivido dice que son sujetos vestidos con uniformes militares
- Uniformes…¿los puentes? Creo que es hora de intervenir – los ojos ámbar brillaban peligrosamente – necesitamos ir
- Si necesitamos y rápido
- ¡Nadie, absolutamente nadie se mete conmigo sin pagar un alto costo! Hay que reunir a los hombres, todos deben estar preparados para partir inmediatamente, llama a Sanosuke… será indispensable
Aoshi sonrió, sabía que esto tan solo seria el inicio de una batalla, y aunque no lo aceptara abiertamente eso era precisamente lo que el esperaba, no porque fuese un sádico asesino ni porque supiera quienes eran los ladrones, si no por el simple hecho de volver a pelear, llevar una espada y sostenerla en las manos como si fuese su única salida. Miro de reojo a Kenshin, el pelirrojo parecía verdaderamente enfadado, sin embargo sus motivos iban más allá de su comprensión.
Salieron topándose directamente con el carruaje recién llegado. La puertecilla se abrió mientras los acompañantes ayudaban a bajar a las mujeres, el ámbar se encontró nuevamente atrapado en aquel infinito azul. Kaoru sonreía, estaba perdida entre sus pensamientos, aun sin notar la presencia de su marido.
- Creí haber sido claro - con un repentino arranque hablo Himura – ¡quiero a todos los Hombres preparados!
- Lo…lo sentimos señor ya saldremos – todos los hombres se retiraron
- Kenshin… - murmuro Kaoru. Los ojos ámbar no se suavizaron – yo tengo algo que decirte… es algo difícil de explicar, aún no es seguro pero…
- Cuando sea seguro me lo dices, hasta entonces hay cosa mas importantes- El pelirrojo se alejo sin mirar hacia atrás"
……………Fin del Flash Back………….
Después de aquella tarde habían salido en busca de los bandidos y sin embargo no había podido dejar de pensar en aquel secreto. Y ahora lo único que quería era arreglar todo aquel asunto para poder regresar y confirmar, a voz de Kaoru todos aquellos rumores. "¡Momento! quizá aquella vez…lo que tenia que decirme…tal vez iba a decírmelo y yo simplemente le dije que había cosas más importantes…" ante este pensamiento se sintió entonces más vil que cuando era un verdadero asesino y se prometió resarcir su error al volver pero no sabía si los robos cometidos a sus cargamentos se verían resueltos a modo que él pudiera regresar lo más pronto posible. "Quizá pronto tengamos un nuevo Himura" las palabras pronunciadas por ese hombre sonaron para el pelirrojo ahora con más credibilidad, casi como si fuesen ya un hecho.
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Miro por enésima vez la misma página, hacia horas que leía y aun no podía concentrarse lo suficiente para avanzar, Misao hecho un vistazo a la persona sentada en frente de ella, no estaba segura, pero podía notar enojo y tristeza en aquellos azules ojos. Las palabras de su primo habían sido muy duras "Ahora que creí que en verdad las cosas marcharían mejor, Kaoru le diría el gran secreto" suspiro "pero ahora esta todo arruinado"
- Misao… - la aludida se sorprendió ante su nombre – hoy quisiera…
- Si Kaoru, tu dime lo que quieres hacer y yo me encargare de que se haga – Misao sonrió, ella se aseguraría de poner de buen humor a su querida amiga
- Porque no, salimos… – la sonrisa maliciosa se acentuó en su rostro – a montar
Hacían ya varios días desde que todos los hombres se habían marchado de Shinai, los soldados, la mayoría de los trabajadores del pueblo, incluso el amo. Ahora solo quedaba una reducida guardia y los indispensables para trabajar en el campo. Kaoru y Misao permanecían prácticamente enclaustradas entre aquellas paredes, pues por los temores desatados por los asaltos se temía algún ataque directo a la gran casa.
Kaoru sabía todo eso, incluso de las órdenes que su marido seguramente había repartido para impedir que ella saliera. Pero ella, al casarse con él se había hecho una auto-promesa, nunca seria la esposa abnegada que obedeciera en todo como una esclava, se había propuesto mostrarle a Kenshin que clase de mujer había elegido para el resto de su vida, y ahora que se encontraba molesta no había barreras, aunque esta se llamara amor, que le impidiera vengarse.
Decidida camino por la caballeriza, ya vestida y lista para su propósito. Pantalones, botas y camisa, toda una amazona. Ya no le molestaba vestir de aquella forma, incluso se sentía hermosa y envidiada. Misao le seguía de cerca, ataviada de la misma forma, y aunque era mas baja de estatura no por eso dejaba de sentarle ese traje.
- Kaoru, no creo que esto este bien, mejor salgamos a visitar el pueblo o…
- No! estoy harta de que me prohíban hacer las cosas que me gustan – la mujer acelero el paso dejando atrás a su amiga – y el pueblo, maldito pueblo, lo conozco completo incluso se de lugares que me arrepiento de conocer
- Pero…
- ¡Nada de peros! – llegaron hasta la caballeriza donde los pocos hombres se reunían. Encarándolos hablo – mi caballo!
- Se… señora – el hombre al mando se levanto asustado – no, no podemos, son ordenes de amo, nadie debe abandonar Shinai y menos a caballo, sobre todo usted
- ¿Tratas de desobedecerme, sabes quien soy yo!– aquel papel en verdad le costaba interpretar a Kaoru… se sentía tirana y maleducada subiendo de aquella forma el tono de voz, pero parecía ser que solo de esa forma se conseguían las cosas en esa casa – ¡yo soy la señora de esta casa, y lo que yo ordeno se hace, o se pagan las consecuencias ¿entiendes!
- Si señora inmediatamente tendré su caballo listo
Misao hecho un vistazo a todos los ahí presentes, parecían amedrentados, temerosos, como si acabara de aparecerse el demonio en esa caballeriza y para ser relistas después de la forma en que Kaoru les había hablado no se esperaría menos. Ambas se encaminaron a la puerta donde su amiga hizo uso de su tono estilo Kenshin para que les dejaran salir, incluso el jefe de guardias había temblado. A trote ligero comenzaron a alejarse.
- ¡Por fin lejos! – Kaoru estiro los brazos soltando las riendas
- No me parece correcto lo que hiciste, ahora si te excediste
- ¿Excederme? eso es precisamente lo que deseaba ¿viste sus rostros? en verdad estaban petrificados – volvió la mirada hacia la otra – Kenshin es así todo el tiempo, por eso ellos se asustaron, no porque en verdad me temieran a mi
- Ahora entiendo, te valiste del miedo que mi primo les impone tan solo para que creyeran que eres igual – la joven sonrió asintiendo – en verdad eres una gran actriz Kaoru, incluso me engañaste a mi… bueno y ahora que ya demostraste que puedes hacer lo que quieres ¿podemos regresar?
- Nop…
- ¿No?
- No, lo de salir a montar si era real, vamos… has correr a tu caballo y compitamos – tomo firmemente las riendas agitándolas y dejando polvo a su paso
- ¡Espera puede ser peligroso! – sus ojos aguamarina la vieron alejarse a gran velocidad – …para el bebé
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El sol caía, todas las mujeres del campo regresaba a sus casas después de un día duro de trabajo, sus maridos y hermanos no se encontraban en casa por lo tanto todo el trabajo recaía en ellas. Un par de caballos rompieron el silencio, los cascos chocaban frenéticamente contra el piso, todos los ojos miraron en dirección a aquel estruendo, los dos jinetes pasaron a gran velocidad dejando una inmensa nube de polvo.
- ¿Qué pasa Misao! Ese es el mejor caballo – hablo uno de los jinetes sin perder el camino de vista – me parece que estas lenta
- Kaoru regresemos, llevamos haciendo esto ya mucho rato comienza a dolerme mi… - entraron de nuevo a la parte frondosa del bosque.
- ¿Que dices! - Kaoru volteo para encontrase sola – que pas…
Habían bastado unos segundos de distracción para que el caballo perdiera el control. Las riendas se deslizaron de entre sus manos dejándola sin sostén; a la velocidad que llevaba sintió su cuerpo desprenderse de la silla y el aire dejo de golpear su rostro. La rienda que acostumbraba atarse a una mano se rompió abandonándola.
Misao por su parte escucho el grito de su amiga, se había desviado hasta el riachuelo donde unos niños jugaban. Sus ojos se ensancharon, giro las riendas guiando al caballo hasta donde provenía el grito.
- ¡Kaoru! – busco entre los árboles sin encontrar rastro alguno – Kaoru, maldición… ¿donde estas?
- ¡Señora! – un pequeño niño apareció entre los arbustos – ¿le aviso a mi padre? Es el comandante al mando de Shinai
- Si, corre! – Misao observo al niño alejarse mientras comenzaba su búsqueda nuevamente – ¡Kaoru!
Repentinamente diviso en la lejanía el caballo pardo. Habían intercambiado caballos hacia ya varias horas para equilibrar la competencia. El animal sobre el cual se encontraba ahora montada, era de color negro y había sido traído directamente de Europa por su primo para Kaoru, era en verdad dócil y al parecer jamás hacia perder el control de las riendas. Además de que la silla era en verdad cómoda y segura. El animal pardo era el que ella estaba utilizando, y si este se encontraba abandonado eso significaba que su jinete había bajado de él, o que…
- No… no! – Misao bajo para acercarse al animal – por favor que lo halla desmontado
Sus ojos se fijaron en la rienda de seguridad que Kaoru ocupaba, era una vieja costumbre de las mujeres de la clase baja utilizar una rienda atada en una mano aparte de las normales, tan solo para evitar que el caballo desbocara. Pero estaba rota. Entonces sus ojos rodaron hasta la parte clara, donde solo había pasto, ahí parecía haber un macha oscura, sus pies se movieron hasta ese lugar.
- Kaoru! – corrió hasta llegar a su amiga. Esa mancha no era sino la señora Himura tendida en el piso. Se arrodillo en el piso, deslizo lentamente su mano levantando el rostro de la otra – Kaoru ¡Kaoru háblame¿te duele algo¡Por favor háblame!
No hubo respuesta, sin embargo noto que Kaoru no estaba inconsciente, observo su rostro, sus ojos fuertemente apretados en gesto de dolor y sus manos a la altura de su vientre. Por su cabeza pasaron miles de pensamientos, pero solo uno de entre todos la hicieron preocuparse, su angustia creció escuchando a Kaoru sollozar tratando de contenerse.
La carreta parecía volar, sus ruedas saltaban entre las piedras haciendo a su conductor la labor más difícil, el jefe de la guardia de Shinai, Varjan, era quien se encargaba de esa labor, hacia tan solo unos minutos su hijo se había aparecido gritando y divagando cosas sobre las señoras. Su rostro se fijo en las dos personas al borde del camino, suspiro aliviado, por fin había llegado; eran niños y parecían hacerle señas.
- ¡Por aquí!
- ¡Heyy capitán aquí!
El carruaje se detuvo en frente de los niños, el bajo de un solo salto siguiéndolos por donde le indicaban. Entonces pudo distinguir las dos siluetas, el sol se había ocultado apenas y aun se podían percibir algunos rayos. Se acerco quedando de pie ante la señora Shinomori.
- ¿Que esperas¡ayúdame a levantarla! – hablo desesperadamente. El hombre se inclino levantando a la chica que permanecía quieta en el piso – con cuidado!
- Si señora, lo tendré – ambos caminaron hasta la carroza – mande traer al doctor, no estaba seguro de lo que había pasado pero Tae me lo pidió… dijo que tenia un mal presentimiento - Coloco cuidadosamente a su ama sobre el asiento, después ayudo a la otra joven a subir.
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Pasaban de las siete de la noche cuando un agitado muchachillo se había presentado frente a su puerta. Tan solo hacia dos semanas que había regresado a Tokio y ya estaban solicitándola, solo asistía porque debía ser una urgencia. Que Kenshin Himura la estuviera llamando a Shinai no era algo de todos los días, seguramente estaba gravemente herido o quizás los rumores sobre su matrimonio eran ciertos, "Aunque… si es así, que lástima" pensó. El carro entro aparcando frente a la puerta. Había pocos guardias, muchos menos de los que recordaba, en la puerta la ama de llaves le esperaba, pero no estaba sola. Sonrió acercándose.
- Mmm pero que tenemos aquí, pero si es nada menos que la pequeña comadreja – su sonrisa se borro al notar las lágrimas aun marcadas en el rostro de la chica – ¿qué sucede?
- ¡Ohh Megumi es horrible!
Las cortinas estaban cerradas y cerca de su cama había una jarra con agua, y como no notar a la jovencita junto a ella. Mentalmente repaso nuevamente todo lo sucedido durante el día. Intento levantarse pero el fuerte dolor de su espalda se lo impidió, además la insistente mirada de Tsubame tampoco hacia muy fácil la situación. La puerta se abrió dejando pasar primero a Tae, la cual por cierto la miraba de forma extraña, seguían Misao y una mujer que jamás en su vida había visto.
- Es mejor que nos dejen a solas – las otras mujeres salieron de la habitación - ¿tu eres Kaoru, la esposa de Himura?
- Si soy yo¿Quién eres tú? – la otra avanzo quedando al borde de la cama
- Yo soy Megumi Takani – al notar su cara de desconcierto continuo – aún no nos presentan, estuve lejos para cuando tu boda, soy yo a quien en repetidas ocasiones tu esposo mando a buscar, quizás te suene más como el doctor Takani
- No, no lo recuerdo
La doctora se encamino a la mesita, coloco sus utensilios sobre ella, metió sus manos dentro del tazón con agua. Kaoru no la perdió de vista, noto sus ademanes, era más que claro la posición social que tenía, incluso sus ropas lo evidenciaban. "Así que a eso se refería Kenshin cuando desprecio a Genzai" después de aquella noche Tae se había encargado de contarle todo lo acontecido. Se enfoco nuevamente en su acompañante, la examino, su largo cabello y su tez pálida, sus ojos fijos en los utensilios pero por sobretodo esa confianza que irradiaba.
- Kaoru cuéntame ¿qué te duele? – hablo girándose y encontrándolos ojos de la otra chica fijo en ella
- Perdona, que dijiste
- ¿Te duele algo¿es muy fuerte el dolor? – volvió a retomar la charla – ¿cómo fue que caíste y cual fue el primer lugar que te golpeaste?
- Es aquí – señalo la parte baja del abdomen recorrió con su mano hasta su espalda – pero… no me duele mucho, ya se lo he dicho a Misao, estoy bien
- Quizás tu estés bien pero quiero asegurarme, siéntate y levanta un poco tu ropa – Kaoru se sonrojo, pero obedeció. No sabia porque tanto alboroto, ella ya había caído de un caballo cuando niña, si bien como en aquella ocasión, le había dolido mucho e incluso había llorado de dolor, todo había sido momentáneo, al llegar a casa había desaparecido – en verdad es un golpe muy fuerte, y dices que te duele también aquí…
- Si pero, no es mucho – Megumi la miro confundida
- ¿Desde cuándo estas enterada, es decir desde cuándo lo notaste?
- ¿Qué¿El dolor? Pues desde que caí
- No, no me refiero a eso, sino a… - la doctora dudo
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Un caballo llego hasta la puerta de la misma casa. Su jinete bajo apresuradamente y de la misma forma se adentro a la casa. Las escaleras no le habían parecido jamás tan inmensas, incluso el pasillo se le hizo una eternidad. Por fin llego hasta su destino, entonces se encontró con una mirada tan preocupada como la suya, la mujer a quien pertenecían esos ojos corrió abrazándose de él. Kenshin sintió los sollozos de su prima ahogarse en su propio pecho, la separo de golpe de si mismo.
- ¿Qué sucede¿Dónde esta Kaoru? – Hablo frenéticamente – ¡demonios Misao cálmate!
- Lo siento… Kenshin… lo siento – el pelirrojo se quedo petrificado temiendo lo peor. Soltó a su prima encaminándose hasta la puerta, sin embargo alguien le interrumpió el paso
- Lo… lo siento señor, pero no puede pasar – Tae hizo uso de toda su valentía para pronunciar aquellas palabras – el doctor esta adentro en este momento, esta examinando a la señora
- ¡Explícate y rápido!
- La señora salio a montar y…y cayó del caballo, el doctor Takani ya estaba en Tokio y mande traerlo, pero ya lleva mucho tiempo dentro…
Aquellos minutos le parecieron una eternidad. Kenshin había mandado traer sillas en las cuales ahora descansaban Misao y él. Nunca nada le había parecido tan rápido y horrible, apenas esa mañana había planeado su regreso y ahora… nada importaba. Pensó en su esposa y en ese hijo "Por lo menos Kaoru estará bien, aunque mi hi…" la puerta se abrió atrayendo la atención de todos. Misao se levanto inmediatamente, mientras el pelirrojo le seguía.
- ¿Megumi que sucedió, están bien?
- ¡Habla… ¿qué esperas!
- ¿Que modales son esos, Kenshin Himura? – la mujer paso de largo tan solo deteniéndose y se girando para continuar – no hay bebé
- ¿A que te refieres!
- ¡No!.. debió ser por la caída, debí evitar que ella saliera… – Sollozo la jovencita. El ámbar refulgió amenazadoramente
- Nunca ha habido un bebé… si los hace sentir mejor, esa chica no estaba embarazada – continuo caminando por el pasillo – y ya se encuentra mejor, dormirá tranquila, le di algo para el dolor
Todos quedaron en silencio mientras la doctora se perdía en las penumbras del pasillo. Kenshin suspiro no sabiendo si de alivio o de decepción, sin embargo sonrió mirando la cara de asombro, aun marcada de lágrimas, de su prima. Hablo dando vuelta hacia la habitación:
- Por lo menos ella esta bien…
Continuará…
Notas: Jajajaja podemos asegurar que se la creyeron¿pues qué creen? Que Kenshin también se la creyó…pobrecillo, él tan ilusionado y nosotras tan malvadas jajajaja.
Esperamos que les haya gustado el capi, ahora no pueden reclamarnos mucho porque esta corto y bla bla porque esta vez lo alargamos mucho…bueno en comparación de otros capítulos.
Al principio pensamos que un bebé estaría bien pero concluimos que era muy pronto y arruinaría todo lo que tenemos planeado para el fic, y preferimos mejor que solo fuera un rumor, pero no se desanimen ya más adelante verán como suceden las cosas .
Algunos estarán medio desilusionados pero no se fijen no es nada personal, además nosotras no dijimos que Kaoru o Kenshin fueran estériles, por tanto quizá y solo quizá más adelante pueda haber algo…
Ok ok basta ya! Pasemos a…¡LOS REVIEWS:
Dark-Natt: Nos encontramos super y esperamos que tu también lo estés chica¡¡¡¡Que bueno que lo definas como "intrigante" porque eso era a lo que queríamos llegar! jajajaja bueno queríamos darle un poco de suspenso...snif snif por favor no nos agregues a tu lista de víctimas juramos que nos vamos a apurar! Además no es legal y si tu señor Lucifer se diera cuenta podria ser posible que le molestara (¬¬ a quién engañamos ¿verdad?) y...y también hay muchas nuevos fics que leer y así no te aburres ¿ves? Sabemos que muchas personas nos leen y que debemos actualizar pronto y definitivamente no tienes que tomar de esa manera a la pobre justicia...si que nos vamos a cuidar eh! Ok chica cuídate tu también, ya estamos esperando otro fic tuyo ¿eh?. Ja ne
Mia T.: Muchas gracias primero por ser tan paciente y por dejarnos tu review, nos da mucho gusto que te hayas animado a dejárnoslo y también te agradecemos por darnos ánimos y nos encanta que te esté gustando, en verdad nos esmeramos bastante. Pernoda por fa la tardanza es que últimamente no hemos tenido mucho tiempo, pero vamos a hacer todo lo posible ok? Cuidate Matta ne
naoko L-K: Nos da mucho gusto que te esté gustando nuestro fic, efectivamente hemos tenido que usar al doble el tiempo porque siempre se nos va corriendo. También queremos ofrecerte una sincera y gran disculpa pues no tuvimos espacio para poner ese Flash Back, pero te prometemos que ahora si ya en el próximo capi lo vamos a incluir junto con otras cosas, tu no té preocupes pues de que lo ponemos lo ponemos. Bye
gabyhyatt: a quién no le iba a encantar la aparición de esos dos si estan guapísimos! Por eso los metimos enel fic para que pudieran lucir su...mmm presencia. En cuanto a lo de la época, se supone que corre más o menos como la serie ( en el tiempo) y es que vimos un capi de Rurouni Kenshin donde se tomaban una fotografía, entonces de ahí surgió la idea de que él fuera fotógrafo, porque según la serie para ese tiempo ya había fotografía y por tanto, también había fotógrafos. Bueno algo así era, cuídate Ja ne
Dark Lil Bride: Bueno chica pues aquí está la actualización, muchas gracias por pasarnos los títulos de tus fics, ten por seguro que los vamos a leer, quizá nos tardemos un poco en leernos porque estamos algo apretadas de tiempo pero vamos a hacer lo posible por leerlos y de paso te dejamos un review ok? Cuídate mucho y tu también actualiza ok? Ja ne
Kao-ryu: ayyy si Hiko-sama es genial! y por ser tan genial no podíamos dejarlo fuera ...es tan ...tan ...mmmm mejor así lo dejamos. Por supuesto que Kaoru lo va hacer pagar por lo que ha hecho, en el próximo capi te vas a dar cuenta de como es su plan pero tu Shhhh que es un secreto. Ok cuídate mucho
Karau: Hola! muchas gracias primero por tu review! Bueno ya más adelante empezarás a ver que pasa con ese fotógrafo porque esta no será su última aparición, de ahora en adelante va a jugar un papel super importante como...jajaja no te lo vamos a decir es un secreto. Y bueno claro que Kaoru esta super enamorada de Ken solo que es algo necia y se niega a admitirlo para quedar mejor en su papel de chica fuerte. Definitivamente Yumi va a seguir saliendo por un tiempo mas, porque es parte muy importante de la trama que se va a desatar a partir del próximo capi...en fin como lo dijiste, a lo largo del fic ya lo verás. Ok Ok cuidate chica nos vemos Matta ne
Saiko Katsuka: si sabemos que el tiempo vuela, no te preocupes, y bueno este capi también ya nos quedoó mucho más largo, aunque no sabemos si los que siguen van a quedar igual, lo vamos a intentar ok?. Y pues bueno esperamos que te haya gustado el capi. Matta ne
¡Muchas gracias a todos por sus reviews! En verdad nos sirven mucho de apoyo, gracias también a quien lee el fic y no deja un review y perdón a aquellos que se nos pasó contestarles, sorry!
Okis Cuídense
Matta ne
