Capítulo 160
27 de Junio 6 pm
Hotel Shangri-la
Paris, Francia
Camus y Laura entraron finalmente a la suite doble con terraza con vista a la torre Eiffel que ocupaban desde hacía varios días, con bolsas y cajas con las compras. Los días son más largos en verano por lo que el sol seguía brillando en lo alto. Camus, al no traer nada delicado, casi aventó las compras en una mesita dirigiéndose hacia la cafetera.
- Necesito una taza enorme de Café! – dijo Camus – No sabía que se podía morir de cansancio solo por seguir a una mujer en sus compras.
Laura comenzó a reír mientras se tiraba en el sofá doble aventando sus zapatos sin importarle donde cayeran.
- Todos los hombres son unos exagerados en ese aspecto – dijo mientras se sobaba los pies – Al menos tú no tienes zapatos que te lastimen… Ouch!
Ahora fue el turno de Camus de reír
- Y a quien se le ocurre caminar tanto con zapatos nuevos que sabes que te van a lastimar y aparte con tacón Ma Cherie? – dijo mientras le ponía azúcar a su taza de café.
- Pues obvio que a mi! – dijo Laura cerrando los ojos – Pero créeme que he usado zapatos con tacón más alto y no me cansaba tanto.
- Seguramente es porque te estás volviendo vieja – se burló – Al rato andarás con batita, tubos y chanclas como aquellas señoras de mediana edad que vi en Columbus con diez niños a su alrededor y…
- No me quieras tanto osito! – dijo levantándose para sacar un hersheys liquido del mini bar y una bolsa de hielo del congelador adjunto – Mañana me iré en mis pantuflas suavecitas.
- Pero cariño… - dijo Camus probando su café – Dijiste que ya habíamos terminado. Ya no me castigues más por favor
Laura se sentó para ponerse los hielos en las plantas de los pies
- Te lo mereces por bocón – dijo sacándole la lengua
- En ese caso dame en la boca no en mis piececitos lindos y hermosos – dijo Camus disfrutando de su café.
El celular de Camus comenzó a sonar con mensajes de texto de Kanon.
- Dice Kanon que después de agarrarse a golpes con Saga, ya se siente mejor
Laura se levantó para ir hacia él y ver el mensaje.
- Dile que más le vale que no me lo magulle o se las verá conmigo! Valiente forma que tienen esos dos de arreglar las cosas.
- Jajajaja son hermanos y son hombres – respondió Camus – Que esperabas? Que se agarraran a Besos?
- Esos dos son unos ternuritas – respondió Laura – Dile a Saga que…
- Dile tú! – reclamó Camus – Si me meto, esos dos se desquitan conmigo!
- Y como quieres que les diga si tu traes mi celular? – dijo Laura – Me lo quitaste cuando lo perdí y encontré por tercera vez.
- Es que eres un desastre – dijo Camus sacando el celular del bolsillo delantero – Lo había olvidado por completo y ha estado vibrando. Creí que era el mío. – dijo dándoselo
Laura le sonrió, le envió el mensaje a Saga y se puso a revisar su correo. Después de eso se levantó y fue a la ventana a ver la torre Eiffel. Camus siguió su mirada.
- Ni creas que te volveré a llevar – dijo bromeando
- Jajaja no importa. Eso que hiciste de llevarme de noche y hacer nevar en la punta mientras me dabas una taza de chocolate caliente con malvaviscos… fue increíble. Gracias.
Camus se ruborizó un poco mientras ambos salían a la terraza.
- Y si mañana prometes no llevarme de compras, te meteré furtivamente a la cabaña de María Antonieta. Era su refugio cuando quería salir de los deberes de la corte francesa. – dijo
- Eso me encantaría! Y por cierto… antes de que se me olvide, tú eres mi beneficiario de la plata del ingenio y si algo me llega a suceder, solo tú y Saga pueden disponer de él. – Dijo melancólicamente.
Camus la miró sin comprender.
- De que plata hablas? De que ingenio? De que me perdí?
Laura le hizo un breve resumen con su voz más neutra que encontró en su repertorio.
Camus tuvo que sentarse mientras ella continuaba recargada en el barandal.
- Ellos me encontraron ese día y pues ya sabes como terminó todo. En dinero contiene un candado en el que debo comunicarme al banco cada determinado tiempo o se hubieran comunicado contigo y pues no tenía el teléfono de Saga pero pues tú se los hubieras podido proporcionar. Quieres… preguntar algo al respecto?
- Si. Una sola – dijo Camus muy serio – Por qué yo?
Laura volteó pero no dejó de recargarse en el barandal.
- Porque eres mi mejor amigo y te quiero como un hermano.
- Pues si pero… Nunca pensaste que si ya habían intentado matarte una vez por ese dinero y tu propia familia, nosotros pudimos caer en la misma tentación?
- Pues a decir verdad… nunca esperé salir viva si me llegaban a encontrar así que…
A Camus le costó mucho trabajo callarse todo lo que estaba pensando para no volver a herirla como la última vez, así que solo se recargó en la mesa en actitud pensativa.
- Suéltalo! – dijo Laura
- Prefiero no decir nada. – dijo Camus
Laura lo abrazó por atrás
- A decir verdad, ustedes tienen ese no-se-que que nos hacen sentir seguras y confiadas – confesó – Sé que no me hubieran hecho nada malo.
- Kanon también?
Laura se separó de él.
- Hasta cuándo van a seguir moviéndome por ese pequeño error mío eh?
- Lo siento pero esos dos vienen en paquete doble y es difícil separarlos – contesto Camus
- Debe ser porque son gemelos, cansones, bipolares, tercos…
- Y esa solo es la puntita del iceberg que tú conoces – aclaró Camus – pero regresando al tema anterior… Dáselo a alguien más porque no lo quiero.
Laura parpadeó sorprendida.
- Ahora soy yo la que pregunta por qué?
- Facil. Prefiero tenerte vivita y coleando con Saga a recibir un dinero por tu muerte que para mi estaría maldito. Eso es todo lo que voy a decir y cambiaremos de tema antes de que me pongas de malas. – dijo Camus con su frialdad habitual – Gástatelo en tanta lencería como puedas para disfrutarlo con cierto Geminiano pervertido.
- Hablando de eso… sabes que me quiere chantajear para que les cuente las caras que hiciste cuando fuimos a comprar la lencería? Jajaja – comentó Laura – Y eso que fueron poquitos.
- Poquitos? – exclamó sorprendido –Tuvimos que ir a varias tiendas para poder completar los 24.
Laura se echó a reír ruborizándose al recordar la última vez que se había puesto uno.
- Fueron un encargo. Lo siento.
Camus la miró sorprendido.
- Aparte de las 30 camisas que te pidió… te mandó por 24 conjuntos de lencería? Pues que acaso no quieren hacer lavandería en todo un mes o qué? – preguntó intrigado.
Laura comenzó a jugar con la punta de su cabello entre los dedos.
- Digamos que es una forma de cobrarse el regalo de cumpleaños que no pude darle este año y pues – se ruborizó aún más – La lavandería simplemente no nos sale.
Camus se pegó con la palma de la mano en la frente.
- No me des detalles que ya me las imagino. Por cierto. El jefe dijo que no te dejara sola pero yo debo salir… crees que haya problema si te dejo un ratito aquí?
- Para nada. Solo dame mis chocolates que escondiste y todo estará bien – reclamó Laura
- Claro que no. Ya te comiste toda una caja y mucho dulce no te hace bien – declaró Camus.
Laura se cruzó de brazos
- El medico dijo que tenía que comer para recuperar la sangre que perdí!
Camus imitó su posición
- Eso fue antes o después de que me obligaras a raptarte porque ya no querías estar ahí.
Laura se acercó a darle un beso en la mejilla y abrazarlo.
- Eso te pasa por provocarme y sacarme el mal genio. – dijo – Pero gracias por sacarme de ahí.
Camus iba a seguir discutiendo pero el celular de Laura comenzó a sonar como loco en cuestión de mensajes. Laura abrió su celular
"BTW Tenias razón en lo de Shaka" - S
" te lo dije, pero ya sabes que le pasa?", "Camus sabe lo de la Barbie?" - L
"No sabemos. Kanon iba a hablar con Shion al respecto pero no pudo. No sabemos quién más lo sabe" - S
"ah bueno, entonces es mejor saber a ciencia cierta qué le pasa" - L
"tantea el terreno de aquel lado y luego me dices" - S
"vale, ya te compre tus conjuntos ;)" - L
'foto! foto!" - S
" no puedo ahorita, no te basta con las que tienes?" - L
"no, no me basta nada... anda y se las presumo a Kanon" - S
"dime que no las vio y que no has presumido nada? no te puedo mandar foto lastima, pero hay unos muy bonitos, con encaje, semitransparentes, los vieras" - L
" inserte grillitos cantores aquí" – S
Laura hizo como que estaba leyendo otra cosa y luego se dirigió a Camus.
- oye osito ahora que me acuerdo, antes de que me secuestraran tu dijiste algo de la Barbie. ya lo encontraron? – dijo sin soltar el celular
- Pues... no. no que yo sepa. En estos días se tiene que reportar ya o comenzaran a preocuparse, porque lo preguntas?
- porque el día que tú me fuiste a ver al callejón estabas muy preocupado por Shaka. – aclaró Laura.
Camus se levantó por otra taza de café.
- si te soy sincero, sí. Pero después paso todo lo tuyo y lo olvide y después me castigaron y luego lo de la boda de Shaina y salí directo para venirme contigo así que no tengo ni la menor idea de lo que paso con el. si alguien debe saber de eso sería Mu. Por qué tanto interés?
- Pues para ver si tengo que comenzar a preguntar sobre los avances en la investigación o no! – dijo Laura.
- a ver... deja pregunto... – dijo Camus sacando su celular. Unos cuantos segundos más recibió la respuesta - !estúpido Mu!
- Porque le dices tan feo?
"pregúntale a Shion. No tengo permitido revelar información"-Mu
"Desde cuando"-C
"Desde que le llegó la andropausia al maestro. Qué miedo!" – Mu
- Algo importante al respecto? Algo que podamos saber? – insistió Laura
- mmm... espero que no. Dice que no me puede decir por miedo a la ira de Shion y eso ya es grave
"amor, Camus dice que no sabe nada de Shaka, pero que mu dice que no dice nada por la ira de Shion" -L
" oh oh... eso quiere decir que ellos saben" - S
"posiblemente y por algo no han dicho nada" - L
"auguro muchos, muchos, muchos problemas" - S
"pues tu eres el que sabe cómo es eso, amor como es que te diste cuenta?" – L
"cuenta de que" - S
" de lo de Shaka" - L
"conozco mejor a Shaka que a Kanon" - S
"eso me crispa los nervios" - L
"por?" - S
"porque Shaka me quiere mucho, Por cierto… Camus me quiere robar mis chocolates" – L
" A Shaka tienes que llegarle por el lado amable. Se salvó de mi puño hoy y que bueno porque no quería crear un incidente con Poseidón. ya con Hades sobre mi trasero tengo" -S
"si, no te busques más problemas, deja de ser tan impulsivo" - L
" mira quien habla" – S
- bueno... iré caminando a ver a donde la boutique de Thes. No debe estar a más de 20 calles de aquí. - dijo Camus con una caja de los chocolates más finos que había comprado
- si te vas a demorar avísame por favor – pidió Laura mientras se recostaba en el sillón de nuevo.
- sí. no creo hacerlo pero sí. y no comas muchos dulces o no te quedara la ropa – advirtió Camus tomando su celular y la llave electrónica
- pues vuelvo a hacer la dieta tan eficiente que hice hace unos días no? – dijo Laura bostezando.
- chistosita. - le da un beso en la mejilla antes de salir de la habitación.- no tardo
Camus camino despacio con las manos en los bolsillos. Pensaba en la conversación con Laura. Ella sentía un poco de animadversión por Shaka debido a lo ocurrido en el interrogatorio, por lo que el hecho de que ella preguntara súbitamente por el, y que Mu dijera que no podía revelar nada por temor a la Ira de Shion, ciertamente era preocupante. Le habría sucedido algo malo?
Tan entrado estaba con sus pensamientos, que no se fijó que la tienda de Thes ya estaba a la vuelta de la esquina. Levantó la mirada y la vio despidiendo un taxi con alegría.
- Thes? Buenas Tardes. – dijo
- Thetis para ti – dijo barriéndolo y entrando a la tienda.
- De acuerdo Thetis… - dijo siguiéndola - como estas el día de hoy?
- Muy bien, gracias. – dijo la rubia – Vienes por el pedido Gómez?
- Así es.
- Pasa. Lo tengo listo. – dijo entrando a la tienda y detrás del recién reparado mostrador – Aquí están las bolsas. Las había dejado pagadas, pero comprenderás que hice un cargo extra a la misma tarjeta por el costo de los destrozos.
Camus miró las bolsas y a su alrededor. Todo estaba limpio y en orden pero faltaba algo: Gigi.
- Que pases un buen día y nunca más te pares por aquí – dijo Thes con una falsa sonrisa.
- Uhhh… Thetis...
- Si?
- Y… Gigi? Digo… Madeimoselle LeBlanc? – pregunto finalmente
- Gigi acaba de salir de viaje a visitar a su familia. Acaso no la viste? De ella me despedía cuando llegaste. – dijo Thes sonriendo.
- Y tardara mucho en regresar? – pregunto Camus maldiciéndose internamente por no haber caminado más rápido.
- A ti que te importa? – dijo en tono enfadada – Déjala en paz! Yo la vi primero!
- No… no entiendes.
- Lo único que entiendo es que demuestras demasiado interés. – insistió Thes cruzándose de brazos.
- Yo solo quería saber cómo siguió y pedirle disculpas en nombre de los dos – dijo Camus – Pudo lastimarse seriamente por nuestra causa.
Thes se suavizo un poco pero no lo demostró.
- Ella está bien. Solo fue un rasguño…
- Y entonces para que necesitaba la sangre si solo fue un rasguño – comentó Camus
- Se le complico porque tenía anemia. Por cierto… Gracias por donarle y dale las gracias a tu novia. – dijo Thes en una actitud más humilde – Supe que ella también se quedó horas extras. Me lo dijo una enfermera. Está bien?
- Ella no es mi novia. Solo es una amiga y sí. Ya está totalmente recuperada. Gracias por preguntar. – dijo Camus un poco más calmado. Thes se estaba comportando de una manera más civilizada, cosa que le extrañó y a la vez no. Kanon siempre hablaba de lo dulce que era.
- Me alegro de que ya esté bien – se volteó hacia donde la puerta se abría con unas clientas – Ahora si me disculpas, tengo clientas que atender.
- Desde Luego. – Dijo Camus caminando hacia despacio hacia la salida
Thes no pudo más con la curiosidad.
- Camus!
- Si? – dijo este volteando
- Le hablaste a Kanon?
Camus asintió.
- Y como tomó la noticia?
Camus suspiró.
- Creo que no muy bien puesto que hasta se enfermó. – dijo Camus con voz fría al ver que Thes sonreía.
- Perfecto. Eso me hace muy feliz. – dijo palmoteando – Buen día.
Camus ya no contestó. Se retiró lentamente de la boutique algo decepcionado. No tendría la oportunidad de ver a Gigi de nuevo durante esa visita a Paris.
Junio 28, 1 pm
Hotel Waldorf Astoria
Amsterdam, Holanda.
Fler salió del salón de belleza del hotel satisfecha con el resultado. Tal como lo anunciaba en su panfleto, había podido quitarle todo rastro del color obscuro a su cabello sin utilizar ningún químico peligroso para su bebe. El mismo tratamiento devolvió las ondas de su cabello, por lo que en realidad no parecía tan cambiada y su hermana opinaría lo mismo. Maquilló un poco sus ojeras y cambio sus vendoletes y su venda por una color carne para que no se viera tan dramática su cortada y esperó en la salita del Lobby impaciente. Siegfried le había enviado un mensaje cuando habían aterrizado y debían llegar en cualquier momento.
No tuvo que esperar mucho antes de que un taxi se detuviera en la puerta y mientras los bell boy corrían por el equipaje, Siegfried daba su brazo a Hilda para apoyarse en el. Se notaba que aún estaba débil, pero las ganas de ver a su hermana y su conocida terquedad eran más poderosas.
Siegfried vio de lejos a Fler y sonrió, pero no apresuró el paso de Hilda, quien subía las escaleras muy despacio.
- Hilda! Siegfried! Aquí! – no pudo evitar gritar Fler agitando las manos por sobre su cabeza
- Hermana! – Gritó Hilda extendiendo las manos.
Siegfried le hizo un movimiento sutil con la mano a Fler para que fuera más despacio y su abrazo fuera menos intenso, pero Fler lo ignoró totalmente, casi tirando a Hilda en el proceso, y Afortunadamente su cuñado lo evitó.
- Te ves radiante Hilda! El embarazo te sienta muy bien. – dijo Fler feliz
- No mientas Fler – respondió sonriendo – Apenas pude caminar le pedí a Siegfried venir. Aún estoy un poco débil y con un coctel de vitaminas que sabe horrible.
Siegfried la ayudó a sentarse en uno de los sillones del Lobby y abrazo a Fler a modo de saludo yendo a registrarlos para dejar a solas a las hermanas.
- Tú te ves tan… moderna! – exclamo Hilda – Por que te cortaste el cabello?
- Esto? – dijo Fler tomándose el cabello – Pues… es que me estorbaba tan largo y pues acá en el sur hace mucho calor.
Hilda la miro atentamente. Fler no sabía mentir.
- Por qué saliste así de Asgard? De cuando acá se te hace necesario inventar excusas conmigo? – Pregunto Hilda recargándose en su asiento.
- Lo siento. Quería conocer más lugares y más gente antes de sentar cabeza y…
- Y de nuevo me estas mintiendo – Aclaro Hilda – No te voy a presionar. Hablaras cuando quieras hacerlo. Dijiste que estabas trabajando. Cuéntame.
Fler suspiró aliviada y sonrió. Su hermana no la presionaría a hablar por el momento. Y le contó como había conocido a Thes, y le había ofrecido trabajo y ahora estaba con ella trabajando en un proyecto nuevo pero que no le iba a decir porque si no se le iba a "cebar".
- Tú y tus tontas supersticiones Fler – sonrió Hilda – Por cierto… que te pasó en la mano?
- Me caí y me corté con un vidrio. – dijo sin darle importancia – En unos días podrán quitarme los puntos. No fue nada de cuidado.
- Le diré a Siegfried que te ayude con eso. No me gusta que sufras – dijo Hilda – Yo aún no tengo suficientes fuerzas para eso.
Fler se hincó frente a ella y recargó su cabeza en las piernas de Hilda.
- Perdóname por haberme ido sin consultarlo contigo – dijo
- No Fler. Perdóname por querer obligarte a casarte con quien tu no querías. – dijo acariciándole el cabello – Antepuse el deber a la familia y eso causo tantos problemas…
- Mejor dejemos de buscar culpables y platícame como están todos por allá – sugirió Fler antes de ponerse sentimental – Cuanto tienes de embarazo? Yo no te veo pancita por ningún lado.
Hilda se echó a reír suavemente.
- Bueno… Cumpliré 4 meses los primeros días de Julio pero… recuerda que estuve enferma y… el doctor dice que mi bebe es fuerte y se repondrá rápidamente. – dijo Hilda – Yo creo que él tiene razón y por eso acepte venir tan intempestivamente. Además, Siegfried dijo que debo comenzar a delegar responsabilidades para que no sea extraño cuando venga él bebe.
- Y que quieres que sea? Niño o niña?
Hilda la acaricio de nuevo.
- Yo creo que ya somos muchas niñas en la familia. – volteó hacia donde Siegfried – Además, yo quiero un niño tan guapo como su papa.
Ahora fue el turno de Fler de sonreír y se lo hizo ver al incorporarse para sentarse sobre sus talones.
- Te trae loquita verdad?
Hilda se sonrojo un poco mientras asentía.
- Soy muy feliz Fler. Escogí bien a mi esposo y agradezco a Odín y a Freya todos los días por eso. Aunque…
- Aunque?
Hilda suspiró antes de morderse un labio.
- No le dije lo de la presencia maligna en Asgard y sé que se va a enojar y me va a reclamar y…
- Listas? – dijo Siegfried detrás de ellas interrumpiéndola
Fler se levantó mientras veía fijamente a su hermana quien le suplicaba con la mirada que no continuaran con el tema.
- Si… intentábamos ponernos al día. – dijo Fler algo preocupada
- Bueno… Vayamos a que Hilda descanse un rato. Tienen mucho tiempo para hacerlo después de eso.
Ambas chicas accedieron obedientes y Siegfried les ofreció un brazo a cada una para dirigirlas a la habitación. Fler miró con alegría la dedicación y amor con la que su cuñado se dirigía a su hermana. Cierto. Había reservado su habitación por una semana así que tendrían aún mucho tiempo para platicar y para preguntarle a que se había referido con eso último.
Junio 28, 10 am
Hospital Santa María
Madrid, España.
Shura estaba junto a la cama de Aioros viendo su celular muy serio y haciendo ciertas anotaciones en una libreta que había comprado en la tienda de regalos del hospital. Era una libreta para poner los progresos del crecimiento de un bebe pero eso no le importaba, sino anotar sus conclusiones respecto a su investigación de donde estaba Zita.
Se mensajeaba de vez en cuando con sus compañeros para hacer preguntas o cambiar impresiones mientras esperaba a que Aioros reaccionara de la operación que le habían finalmente practicado esa mañana para quitarle la bala. Finalmente habían terminado de drenarle la sangre del pulmón y los doctores habían podido hacerlo sin arriesgarse a dañar el órgano.
Aioros dio un leve suspiro y Shura dejo lo que estaba haciendo para tomar su mano y se atrevió a quitarle la mascarilla de oxígeno.
- Como te sientes? - preguntó
- No… me digas que… seguirás… los pasos de… DM – dijo Aioros sonriendo.
Shura no entendió
- Acaso no estas… estudiando para… pasar… la primaria? – volvió a preguntar cerrando los ojos para mostrar que estaba en dolor – Podrías…?
- Claro que sí. Solo estaba esperando que reaccionaras para hacerlo – dijo Shura aplicando su healing con todo su corazón. Tenía un nudo en la garganta por la emoción de ver que su amigo estaba bien y con ganas de hacerle bromas.
Aioros comenzó a respirar con más tranquilidad al poco a poco disminuir el dolor y a buscar algo en el cuarto con los ojos.
- Ella no está aquí – dijo Shura en forma comprensiva – tus ganas de hacerte el héroe con ella no resultaron tan bien como cualquiera hubiera esperado.
- No… entiendo…
- Si recuerdas lo que pasó verdad?
- Vagamente… Me das agua… por favor?
Shura sirvió un poco de la jarra junto a ellos y le dio de beber. Aioros bebió como si fuera la cosa más deliciosa del mundo.
- Gracias. Ahora si… cuéntame.
Shura dejó el vaso y se sentó a su lado.
- Bueno… paraste la bala que le dispararon a Liz y te perforó un pulmón…
Aioros intentó incorporarse para ver su herida pero Shura no lo dejó.
- Hey! No comiences con tu necedad. Te estoy diciendo las cosas pero si te mueves o intentas salir de la cama antes de que te den de alta, te juro que te noqueo y ya no dejo a Liz que venga a verte.
Aioros, ante esta amenaza, automáticamente y en silencio volvió a su lugar.
- Está bien. Que pasó después?
- Pues el hospital estaba a menos de cinco minutos así que la ambulancia no perdió el tiempo y te trajo aquí. – contesto Shura – Y si, Liz se quedó aquí toda la noche hasta que vino su Tío el mamon y la amenazó con decirle a su padre. – vio que Aioros hizo una mueca – Si te sirve de consuelo ni así quería irse. Sabías que estaría aquí en Madrid?
- No.
- Pues sí. De hecho en un Campeonato de Gimnasia Artística, aunque tiene un poco de demasiadas curvas para ser gimnasta, no crees?
- Ni te lo imaginas – murmuró Aioros entre dientes
- Dijiste algo? – preguntó Shura pero Aioros negó con la cabeza – Te decía. Entonces tuve que decirle que tú querías que regresara y que ganara por ti. A regañadientes se fue y en cuanto terminó su competencia, fui por ella, vio que seguías vivo, te dejó eso – dijo señalando el costado derecho de Aioros a centímetros de su mano – Y tuve que volver a dejarla antes de que o su entrenador o su tío se dieran cuenta. No se veía muy bien.
Aioros hizo un esfuerzo para subir su mano con el envuelto que estaba ahí junto a él. Era un pañuelo rosa con iniciales E. A. bordado en color blanco y dentro había una medalla. Aioros sonrió al imaginársela en su leotardo.
- Y donde está ahora?
- Bueno… son dos días de competencia. Ayer fue por equipos y Hoy es individual o algo así. Habla mucho sabes?
- Y me sorprende que tu hayas escuchado – dijo Aioros mirando la medalla – En qué lugar quedaron?
- Primero claro.
- Me alegro por ella. – dijo Aioros – Le dijiste a Shion y a Athena? Y a mi hermano?
Shura se tomó un brazo con el otro en actitud de niño reganado.
- La verdad… es que también quería que despertaras antes de hacerlo.
- Explícate.
- Uhhh… Liz mencionó a Athena y el tío se puso como loco. Literal. Así como a Afro cuando se le acaba su crema humectante? Así de histérico.
- Vaya!
- Entonces… No sabía si debía hacerlo o no. – dijo Shura – Porque eres capaz de caparme si lo hago sin tu permiso verdad?
- Así es. – dijo Aioros cerrando los ojos – Hiciste bien. Shion y Athena se preocuparían sin motivo y Aioria… el no está en condiciones de verme así. Él me preocupa demasiado.
Shura suspiró aliviado.
- Menos mal que no metí las cuatro esta vez.
Aioros intentó reír pero comenzó a toser y Shura volvió a ponerle la mascarilla de oxígeno.
- Amigo… mejor descansa. – dijo Shura – Aunque te aplique mi healing, es obvio que necesitas regenerar tejido y sabes que eso tarda tiempo. Por qué no duermes un rato. A menos que quieras que Liz te vea todo flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones. Un parpadeó para Si y dos para No. Te dormirás un rato?
Aioros lo pensó un segundo y después parpadeó una vez. Shura asintió comprendiendo y vio como Aioros cerraba los ojos para dormitar. Se le quedo viendo hasta que vio su cabeza totalmente relajada y volvió a sus notas. Esperaría a que Aioros se recuperara pero ni un minuto más para encontrar y traerse a su esposa.
Junio 28, 9 am
Aeropuerto Internacional Rio de Janeiro
Rio, Brasil
- Air France vuelo 2871 con destino a Paris, Francia Favor de abordar por la puerta 15 - Se escuchó en los altoparlantes de todo el aeropuerto.
Niv y Alde comenzaron a despedirse de Carlo y Miss Cary.
- Ya llevas tu celular? – preguntó Carlo
- Si papa.
- Los boletos en la mano? Pasaporte?
- Si papa. No es la primera vez que viajo sola – dijo Niv sonriendo detrás de sus enormes lentes obscuros. – Y tampoco tengo 12.
- Pero es la primera vez que no sé cuándo regresaras y además me preocupa tu salud – dijo Carlo
- Los doctores me dieron el visto bueno. Por qué tu no? – pregunto Niv
- Es que… Mi nena se me va con el novio snif snif No estaba listo para eso!
- Jajaja que exagerado eres papa… - dijo Niv sonriendo - además vendrás a visitarme tan pronto como tu pierna este bien, verdad?
- Claro que si hija! Pero necesito que me mandes muchas fotos y correos electrónicos contándome todo, si? – Dijo Carlo abrazándola fuertemente
- Seguro. En cuanto pueda comprarme una computadora en Braille con mucho gusto – dijo en un tono amargado
- Vamos hija… recuerda que los doctores dijeron que solo era temporal – intentó tranquilizarla
- Dijeron que "posiblemente" sea temporal. Lo cual no me da muchas esperanzas – confesó Niv.
- Entonces quédate y comenzaremos a buscar especialistas fuera del país. – rogó Carlo separándose de ella para tomarle de las manos– Podemos ir a Houston o Cuba!
Niv apretó los labios.
- No. Esperare los seis meses en Grecia. Ahí nadie me conoce ni me recordara "los buenos tiempos" – dijo Niv – Me hare los estudios regularmente como te lo prometí y se lo darás al especialista. Si ve alguna mejoría, me avisas y regreso. Está bien?
- Me lo prometes? – pregunto Carlo
- Te lo juro papa.
Fue el turno de Alde de despedirse de Carlo.
- Te estás llevando mi más grande tesoro Alde, y solo porque estoy seguro que la cuidaras mucho verdad? – preguntó esperanzado
- Le aseguro que todos la cuidaran hasta de mí mismo, y yo ni se diga – dijo Alde muy serio.
- Mantenme al tanto de cualquier progreso, está bien? – pidió por ultimo Carlo – Dios los bendiga a ambos.
Niv tomó del brazo a Alde y lo urgió.
- Llegaremos tarde y no podremos abordar – dijo Niv poniéndose su mochila deportiva al hombro.
- No peque. Llegaremos a tiempo – dijo cargándola como costal de papas – Adiós Carlo, Miss Cary – dijo mientras corría hacia la zona de abordaje sin hacer alarde de su gran velocidad, pero con su condición física, lograron incluso llegar primero que los demás.
Aun riendo porque Niv sospechaba todo lo que estaba pasando, Alde bajo a Niv para que le checaran el pasaporte y su boleto. Con Alde hicieron lo mismo y abordaron el avión en Primera clase gracias a Carlo. Clase turista estaba lleno, pero primera clase únicamente la mitad. Alde acompañó a Niv a su asiento. 4ª ventanilla y sonrió cuando le dijo que subiera por favor su mochila al compartimento. Alde lo hizo y subió la suya. Después escuchó un jaleo en la entrada y fue a ver lo que sucedía. Aparentemente no había quien ayudara a subir alguien en silla de ruedas de clase turista desde las escaleras, por lo que Alde, tan caballeroso como siempre, bajo de un salto para sorpresa de todos los presentes y subió el solo a la persona que lo necesitaba. Todos los que lo habían visto lo habían felicitado y dándole su enhorabuena incluyendo el personal de vuelo. Alde un poco apenado y con su boleto en el bolsillo pasó de nuevo a primera Clase.
- Alde! Que fantástica sorpresa! – dijo una voz conocida delante de el
- Brittany! – susurró mientras volteaba hacia adelante para ver a Niv en su asiento y la peli plata se le aventaba a sus brazos para llenarlo de besos – No sabía que tu venias en este vuelo.
- Hay Alde! Te estuve buscando en Belo, pero no pude localizarte! – dijo colocándosele del cuello – Tenia tantas ganas de verte! Te quedaras mucho tiempo en Paris?
- No. Solo hare una conexión. – contestó tratando de quitársela sutilmente de encima – Tu estarás en primera clase hoy?
- Claro que si. – contestó zafándose de el cuando vio que la supervisora volteaba hacia ellos – Que asiento tienes?
- El 4B. – dijo señalándolo
- Y no quieres algún otro asiento de los que están vacíos sin nadie junto? – preguntó coqueta – Igual y podemos repetir y esta vez terminar lo que empezamos en nuestro primer vuelo juntos.
- Uhhh… no… gracias Britt – dijo Alde tratando de ser lo más cortes posible
- Te entiendo. Te preocupa que me reganen – dijo Britt sonriéndole – El viaje es largo y te prometo que tendremos nuestra oportunidad.
Lo acompañó hasta su asiento y fue a recibir a otros pasajeros a la puerta. Alde se sentó aliviado.
- Listo peque – dijo tomando a Niv de la mano y besándosela. – Ya estoy aquí.
Niv volteó con una sonrisa fregativa.
- Que zorrita te entretuvo ahora Alde? – preguntó sin dejar de sonreír
- Vamos Niv… fui a ayudar a una anciana en silla de ruedas! No puedes estar celosa de ella! – dijo Alde
Niv volvió a sonreír de manera extraña y sacó de sus jeans goma de mascar y se entretuvo con la envoltura para no tirar las pastillas.
Alde internamente suspiró aliviado. Había estado muy cerca. Como podían hacerle sus hermanos para evitar ese tipo de situaciones.
- Hola. Mi nombre es Brittany y yo seré su azafata en este vuelo. – dijo Brittany inclinándose frente a ellos mientras su mano en el respaldo de Alde metía sus dedos en su cabello en una clara provocación – Si hay algo que pueda hacer para que su viaje sea más cómodo no duden en hacérmelo saber.
Alde volteó sutilmente a ver a Niv, quien se había puesto sus lentes obscuros como diadema y su sonrisa se hizo más amplia.
- Brittany… soy muy delicada para este tipo de viajes largos por lo que espero no darte mucha lata – dijo Niv – Necesito que mi agua sea Evian gasificada, no Perrier. Tres hielos en mi vaso, no plástico sino cristal y con una rodaja de limón verde no amarillo. Necesito tres almohadas, dos cobijas, auriculares nuevos porque no voy a usar los de otras personas, unas pantuflas y no quiero cacahuates quiero frituras.
- Uhhh …
- Si son frituras deben ser nacionales, con limón, sin chile, de productos orgánicos y con el envase sellado. No confío en que alguien más abra mis alimentos. Todo eso debe ser antes de la primera media hora de vuelo. A las dos horas exactas, quiero que me sirvan un jugo de naranja y unas galletas de mantequilla danesas. No quiero de las baratas. Lo sabré de tan solo probarlas.
- Lo intentare pero…
- Si acaso llegara a estar dormida para entonces, espero que se me despierte suavemente pues debo tomar mi medicina a una hora exacta. También espero que no haya turbulencia pues me mareo fácilmente y desde luego sería su responsabilidad limpiar el desastre que yo haría en esos casos para que los demás pasajeros no se quejen del olor.
Brittany y Alde la miraron como si se hubiera vuelto loca. Niv sonrió más ampliamente.
- En cuanto a mi desayuno, no quiero nada con huevo, ni harinas, ni queso, porque me caería pesado. Fruta fresca con yogurt natural y granola estará bien, pero todo deberá estar cerrado. Yo lo preparare aquí frente a mis ojos. He cachado a varias azafatas tratando de sabotearla antes de servírmela.
- Yo no sería capaz…
- Me alegro. Creo que es todo por ahora. Ya para cuando se acerque la hora del almuerzo le daré nuevas instrucciones. Gracias Bruttany. – dijo volteando hacia la ventanilla.
- Es… Brittany. – dijo La peli plata queriendo ahorcarla y yendo rápidamente hacia otros clientes tratando de recordar las instrucciones de Niv.
Alde seguía mirándola asombrado.
- Niv! Desde cuando eres así de exigente?
- Yo? – dijo batiendo sus pestañas inocentemente – Solo soy muy especial en cuestión de vuelos Alde… además… las zorras necesitan saber quién es la que manda.
- Como… dices?
- Estoy ciega Alde no estúpida. – dijo en un tono mas serio - Cuando te sentaste hace unos minutos, apestabas a Dazzle by Paris Hilton con base alcohol, lo que me indica que es una persona joven y de ingresos modestos. Mismo perfume que usa esa azafata Bruttany en exceso.
- Es Brittany.
- Es una zorra que estoy más que segura te ha puesto la mano encima y yo como tu novia, tengo todo el derecho a defender mi territorio. Así que espero tu consideración y que guardes silencio antes de defenderla a menos que prefieras que barra el piso con su cabello. – dijo Niv entre dientes – Solo te recuerdo que por no marcarlo lo suficientemente claro con Mesis, es que estoy ciega. – dijo antes de voltearse hacia la ventana para que Alde no viera sus verdaderos sentimientos al respecto.
Alde se hundió en su asiento pensativo. No se había imaginado a Niv así de posesiva y celosa, pero como que eso le gustaba. Nunca antes nadie lo había celado.
Cuando minutos más tarde Brittany le trajo la mitad de las cosas correctas que le pidió Niv y esta la reprendió mientras volvía a darle una interminable lista de cosas que quería, solo suspiró sin poder hacer nada al respecto. Solo pidió agua y una aspirina. Ese viaje iba a sentirse interminable. Debió pedirle a Mu que los tele transportara. Solo esperaba que no terminaran desgreñadas en pleno vuelo.
Junio 29, 4.00 pm
Departamento de Shaina y Minos
Ática, Grecia
Shaina y Sammy bajaron del auto que manejaba Afro. Le habían levantado el castigo para que pudiera ocuparse de los preparativos de su viaje y Shaina le había pedido de favor que las llevara a Sammy y a ella a su departamento para darle una sorpresa a la niña.
Afro había accedido más movido por la curiosidad por ver el departamento de su Archienemigo y ahora cunado postizo que por otra cosa.
Sammy bajo primero.
- Ya llegamos? – preguntó mientras abrazaba a cobrita con un brazo y con la otra mano agarraba la de Shaina
- Si. Ya llegamos – dijo Shaina viendo hacia arriba con una sonrisa – Vamos Afro… se que te mueres por conocerlo.
El portero les abrió la puerta servilmente y Los tres subieron por el elevador hasta llegar a su departamento. Shaina sonrió al ver que todo lo que habían destrozado sin querer, ya había sido arreglado, reparado y pintado.
- Lo que hace el dinero y el miedo a la ira de mi suegra Jajaja – pensó – Mira Sammy, esta es la casa que nos regalaron a Minos y a mí por nuestra boda. Por qué no lo exploras? Solo ten cuidado en la terraza. – dijo soltándola
Sammy ni tarda ni perezosa se echo a correr hacia donde le habían dicho que tuviera cuidado.
- Vaya, vaya… no escatimaron en lujos aquí, no? – pregunto Afro con un poco de envidia al ver el tamaño.
Shaina se ruborizó un poco.
- Pues yo no sé de estas cosas Afro. Además fue un regalo. Nosotros solo habíamos planeado rentar algo más económico. – dijo algo apenada
- Si. Tuvieron suerte. Puedo verlo yo también?
- Claro! Estás en tu casa. – dijo Shaina dejando las llaves junto al elevador.
Sammy corría como loquita por toda la casa abriendo las ventanas y todas las puertas. Tocaba todas las esculturas y todos los muebles abriendo todos los cajones. Shaina solo sonreía al verla feliz y brincar como cualquier niña de cinco años.
- La vas a echar a perder – le dijo Afro en tono serio.
- Lo dice el maestro que le enseña a hacer arreglos florales diez minutos y los otros cincuenta de ver manga shoujo?
- Hey! La estoy ensenando a leer!
- Jajaja con Candy Candy? – se burló Shaina – No pudiste algo más contemporáneo y menos cursi?
- Nos estas espiando? – reclamó Afro
- De que te sorprendes? Conozco hasta la marca de ropa interior que usas desde los 13 y lo sabes.
- Bah!
Se escuchó un rechinido de cama constante y no tuvieron que pensar mucho. Sammy estaba brincando en la cama de la recamara principal.
Shaina fue hasta alla justo en el momento en el que Sammy se pegaba en la cabeza con la cómoda al no calcular bien la caída de su salto. Sammy solo se agarró la cabeza y los ojitos le lagrimearon por el dolor, pero no gritó ni lloró. Sabía que lo que estaba haciendo estaba prohibido y había recibido su merecido.
Shaina llegó hasta ella y le revisó su cabecita.
- No hay sangre. Pero como diría Shaka… El karma es instantáneo – dijo Shaina dándole un beso en su chipote – Ahora vez porque está prohibido hacerlo.
Sammy asintió con la cabeza.
- Ven… trae a cobrita – dijo mientras Sammy se regresaba por ella.
Afro la miró extrañado.
- Que fue eso?
- Que fue qué? – pregunto Shaina
- Eso. – dijo señalando la cama - No regaños? Besos maternales? Donde quedo Shaina de Ofiuco?
- Exagerado! Solo es una niña pequeña.! – se justificó.
- A su edad, tu ya habías corrido al 50% de tus compañeras y lastimado seriamente a otro tanto – dijo Afro
- Y eso de que me sirvió? Además, Sammy es una situación especial – dijo Shaina – Ya no pertenece a las aspirantes del recinto y yo puedo hacer lo que se me dé la gana con ella, entendido?
- Fuerte y Claro – dijo Afro fastidiado saliendo a la terraza para mensajearse con DM.
Shaina tomó de la mano a Sammy con cobrita y le mostró el camino a la segunda habitación. La abrió y dio un breve empujón a Sammy para que entrara.
La habitación estaba decorada en blanco y rosa. Desde la camita alta con dosel junto a una camita igual pero para muñeca, los tapetes, las cajas para juguetes el closet, una pila de juguetes nuevos con una casa para muñecas, ropa de todos los colores, y una cocinita de juguete en un rincón.
Sammy estaba aturdida y volteó hacia arriba para ver a Shaina pidiéndole una explicación.
Shaina le sonrió y se bajó a su nivel.
- Minos y yo platicamos un poco, y estuvo de acuerdo en que hay veces que el no podrá estar aquí conmigo y yo me sentiré muy sola y te extrañaré mucho, así que, cuando eso pase y con permiso de Shion y Athena, me gustaría que te quedaras aquí conmigo de vez en cuando y que tengas tu propio cuarto. Que dices? Te gusta?
Sammy volteó a ver la habitación rosa y se abrazó a Shaina con mucha emoción asintiendo con la cabeza. Santi y su papi tenían razón. Shaina era muy linda con ella y la trataba como si fuera su mama más que como una hermana mayor.
30 de Junio, 12.00
Antigua Cabaña de Shaina
Santuario de Athena, Grecia.
Aioria se acercó silenciosa y cautelosamente a la cabaña desde donde podía sentir emanar el cosmo de Marín. Nadie se atrevía a pisar esa parte del Santuario, pues se le consideraba propiedad maldita gracias a Shaina. Era el área donde ella vivía con su alumno Cassius antes de volver al recinto y de traspasar la tumba de Cassius a la colina cercana. Ahora, y con el permiso de Shion, las amazonas se lo habían adjudicado para ir a meditar, o tener un poco de más privacidad lejos de las niñas, o encerrarse uno de esos días en los que no se soportaban ni ellas. Era considerado un lugar de retiro alejado de la vista de los curiosos pero a la vez, sin vigilancia.
Bajó su cosmo al mínimo para asomarse por la ventana. Vio que Marín sin su máscara, estaba acostada en un catre y leía una revista femenina mientras consumía galletas oreo a mordidas y en la mesita de junto había un vaso de leche fría. Pasaba la revista sin mucho interés y más bien se veía que estaba ahí para no tener que ver a nadie.
Aioria bajo la mirada al dije que apretaba en su mano derecha. Después de varios días de deliberación, de acabarse el alcohol de su casa, de que su hermano no se comunicaba con el, de ponerse a sacar bolsas y bolsas de basura de toda la porquería que tenía en su casa para que durante el tiempo que estuviera en su misión no entraran las ratas… había comprendido que había estado por completo fuera de lugar con Marín. Se había portado mal con ella y lo menos que podía hacer era regresarle su dije y una disculpa.
Sacó de su bolsillo el reproductor de mp3 de Aioros que tenía bocinas incluidas. La ventaja de que su hermano no estuviera en casa, era que podía muy bien entrar, pedir prestadas algunas cosas que su hermano no le negaría y regresarlas antes de que volviera. Escogió la canción que quería y puso el aparato en play junto al dije en el marco de la ventana. Pronto Marín pudo escuchar la música fuerte y clara:
Hola mi amor, sé que cambiaste tu número de teléfono
y sé que cambiaste hasta el color de tu pelo
por que empiezas una nueva vida sin mí
sabes amor deseo que encuentres toda la felicidad
que yo soñaba poder darte, no lo logre, perdóname
Marín se levantó del catre extrañada. Nadie se atrevía a ir a ese lugar. Shaina le cortaría las bolas. La música parecía provenir de la misma cabaña.
Sé que te marchaste sin saber, sin escuchar, sin comprender
que hay una daga envenenada aquí en mi pecho
el mal ya está hecho ahora
sé que no merezco tu perdón que lastime tu corazón
hoy me avergüenzo fui el motivo de tu llanto
queriéndote tanto pues
Te amo, te amo
Soy un idiota te perdí pero te amo
Se asomó por la ventana y no vio a nadie. Ni siquiera el viento movía las ramas de los árboles.
No no puedo exigir que me perdones
mis errores son graves y es muy duro
camine por la senda equivocada
cuando me diste amor ese amor puro
hoy no sirven de nada mis perdones
cuando quise volver ya era muy tarde
camine por la senda equivocada
y te hice llorar soy un cobarde
Marín dio finalmente con el causante de ese alboroto. Un pequeño MP3 negro con una bocina que resonaba con el eco de la cabaña y junto a el… Su dije! Aquel que pos azares del destino no había podido llegar a tiempo a sus manos como para presentárselo a Icarus y demostrarle que era su hermana. Pero… como había llegado eso ahí?
Sé que otro amor encontraras que te dé luz, que te de paz
que te de todo lo que yo no supe darte
quisiera abrazarte pero sé que no merezco tu perdón
que lastime tu corazón
y hoy naufrago en este mar de tu abandono
ni yo me perdono y
Te amo, te amo
Soy un idiota te perdí pero te amo
Un pequeño movimiento del pie de Aioria sobre la arena la alertó, por lo que se asomó un poco más al parapeto de la ventana y justo debajo de él, estaba Aioria sentado en la arena con la cabeza recargada en la pared y los ojos cerrados.
Marín casi corrió hacia puerta para comprobar que sus ojos no le mentían. Encontró a Aioria en la misma exacta posición.
- Lo siento. No quería molestarte con mis tonterías – dijo Aioria levantándose del suelo – Solo vine a entregarte lo que me pediste pero… No sabía cómo enfrentarme a ti después de haber sido un idiota una y otra vez y recordé esa canción.
- Aioria…
Marín se mordió un labio. Aioria estaba visiblemente arrepentido y ella sabía lo difícil que fue sacarle esas palabras a su orgulloso ex novio. Se colocó el dije en su cuello para no perderlo y vio que el dio varios pasos para retirarse, e instintivamente le tomó la mano para detenerlo.
- Tengo galletas y leche – dijo Marín sonriendo – Por que no tomamos esta oportunidad para platicar civilizadamente unos minutos?
Aioria asintió y Marín lo jaló hacia la cabaña. Sin nadie a su alrededor para interrumpirlos, esta parecía una oportunidad única para resolver sus problemas.
