Capítulo 161

Junio 30, 4 P.M.

Aeropuerto Internacional de Atenas

Atenas, Grecia

Mu fue a recoger a Alde y Niv al Aeropuerto en el auto de Shion. Estaba igual o más nervioso que su amigo respecto a la estancia de Niv en la segunda casa dorada.

- Y bien Niv… Como estuvo el viaje? – preguntó mientras manejaba

- Bastante entretenido Mu – dijo Niv sonriendo desde el asiento trasero – Y muy ilustrativo respecto al gusto de mujeres de Alde

- Ya te dije cien veces que Brittany solo es una conocida – recalcó Alde

- Y yo ya te dije cien veces no me la creo pero no tengo otra opción. – dijo Niv – Que es esta caja que se me está encajando en el trasero?

- Ahhh sí. Alde ábrela. Ahí está el anillo que debe usar Niv y sus papeles de registro – dijo Mu – Shaina dice que debe ponérselo y firmarlos ANTES de entrar o no podrá hacerlo.

- Me permites llenarlos y tú los firmas? – pregunto Alde

- Desde Luego. Aunque estuvieran en Braille, no podría leerlos – dijo Niv tranquilamente

Alde hizo una mueca ante el mal humor de Niv, llenó el papeleo y se los dio para la firma. Niv puso un garabato cualquiera y Alde le coloco el anillo de identificación justo antes de llegar a la puerta.

- Igual que con Samira, todos los que estaban disponibles te estarán esperando para la bienvenida oficial arriba con Saori. – Dijo Mu – Puedo pasarlos a dejar a su casa y en cuanto se cambien, puedo transportarlos arriba.

Alde asintió con la cabeza y Niv solo la ladeo.

- No entiendo – dijo finalmente

Mu volteó a ver a Alde. Quería ver que explicación le daba a su novia.

- Uhhh bueno Niv… La parte del santuario donde vivimos es una colina. Mu es el que tiene su casa en la parte más baja, después sigue la mía. Son doce casas en total y Athena y Shion viven en la cima.

- Y también Sammy y Shaina – aclaro Mu

- Creí que ya se había casado y ya no vivía aquí – dijo Alde

- Ya te dije que sigue aquí y aquí seguirá hasta que ella quiera!

- Ya! No te sulfures! Andas de un humor de perros Mu. – aclaro Alde – Que pasa?

Mu frenó para esperar a que le abrieran la puerta.

- Lo siento amigo. Mañana salgo de misión por ( y espero que no) quince días y no me hace mucha gracia.

- En serio? A dónde vas?

- Asgard. Me mandan de niñera de Shaina Y Aioria. – dijo molesto

Alde no pudo menos que carcajearse.

- Tomas video y nos lo mandas – dijo antes de recibir una palmada en la cabeza de parte de su amigo.

- Disculpen – interrumpió Niv – Y si mejor me siguen explicando?

Ambos chicos se mostraron avergonzados.

- Lo siento Peque… En que me quede?

- Shion viviendo arriba de la colina – contestó Niv

- Cierto. Entre Casa y casa hay 365 escalones.

Los ojos de Niv por debajo de sus gafas se abrieron como platos. Eso era como un edificio de 20 pisos en Belo. Y si se caía y se lastimaba? Que ridículo pasaría Alde por su culpa! Sus puños se cerraron impotentes sobre sus piernas.

- Yo los ayudare a subir Niv, no te preocupes – dijo Mu en un tono más conciliador – Ya tendrás oportunidad de conocer todo con calma y todo a su tiempo.

- Gracias Mu. – murmuró.

Llegaron a la casa de Tauro y Niv comenzó a temblar. Las dudas comenzaron a asaltarla. Y si ella no era lo que el esperaba? Y si se cansaba de cuidar a una ciega? Y si…

- Sabes en que maleta esta lo que te ibas a poner peque? – pregunto Alde al ver las cinco maletas grandes mientras se rascaba la cabeza confundido. Para que necesitaban tantas maletas las mujeres?

- Ves alguna de ellas con una etiqueta en forma de estrella? – respondió Niv

- Uhhh…. Si.

- Esa.

Alde fue a llevarla a la recamara.

- Lista! Ya la puse sobre la cama.

Niv no respondió. Alde la había dejado en medio de su casa y ella no tenia la menor idea de donde se encontraba que cosa o si había obstáculos o el paso libre. Para colmo, la casa estaba en silencio y no había forma en la que ella supiera donde estaba nada. Por primera vez se quedó petrificada y llena de miedo.

Al ver que ella no contestó, Alde retrocedió sus pasos y vio a Niv tomándose las rodillas con las manos, visiblemente agitada. Corrió hacia ella, se arrodillo y la abrazo.

- Perdóname! Soy muy estúpido a veces. Olvido tu condición temporal. – se justificó – Dame un minuto y resuelvo el problema si?

Niv lo abrazo y asintió con la cabeza. No le gustaba sentirse así de inútil.

Alde volteo a todos lados de su casa. Mu había hecho buen trabajo al acomodar los muebles de la manera más fácil posible para Niv de aprenderse la localización y sin que se hiciera daño. Se le prendió el foco y se levantó.

- No te muevas – dijo

Niv obedeció y segundos más tarde escucho como desgarraban una tira de tape por algunos minutos y finalmente que Alde le tomaba la mano.

- De donde estas parada, barre tu pie en compas 180 grados al frente – dijo Alde

Niv obedeció en silencio y pudo sentir una ligera protuberancia en el suelo, se quitó sus lentes obscuros poniéndoselos de diadema y volteo a ver a Alde para pedirle una explicación.

- He puesto una señalización en el piso con una cuerda de bajo calibre y tape para que no te caigas. Síguela. Te llevara a la recamara y al baño.

Un poco temerosa por caerse, Niv comenzó a seguir la línea recta poco a poco con Alde siempre tomándola de la mano. En cierto punto sintió una línea transversal.

- Esa es la entrada a la recamara. Abre la puerta. Los pomos siempre están a tu mano derecha y se abren hacia adentro. La línea continua a tu izquierda para el baño a tu derecha para el closet.

Niv, un poco más confiada siguió la señalización y soltó la mano de Alde al llegar a la cama. Siguió sintiendo las señales hasta llegar a la señalización de dos líneas transversales esta vez.

- Deduzco que esto es el baño? – preguntó

- Así es. Pero espera! – dijo corriendo a verificar que no hubiera nada con lo que se pudiera caer – Hare algo similar aquí.

Niv volvió a escuchar el mismo sonido de antes y a comenzar a tranquilizarse. Alde haría todo lo posible porque ella estuviera tranquila y siguiera tan libre como siempre. Después de unos minutos el sonido se detuvo y Niv supo que Alde hubo terminado.

- Esta vez no fue en el piso sino en la pared. Así no hay posibilidad de que te caigas. Si vas a la ducha y bañera te pegas a la derecha de la puerta – dijo poniéndole su mano en la fría pared de mosaico y vas siguiendo la línea… la sientes?

Niv asintió. Alde la regresó al punto inicial.

- Ahora si necesitas el lavamanos o el toilette, te vas a la izquierda – dijo mostrándole la señalización y haciendo que Niv viera donde estaba cada cosa.

Por primera vez desde que llegara, Niv sonrió. No era tan difícil.

- Eso quiere decir que no tendrás que tallarme la espalda verdad? – le dijo volteando hacia donde Alde la miraba y provocando que se pusiera tan rojo como el tomate – Jajaja intentare tomar un baño y si necesito ayuda… te la pediré. – volvió sus pasos hacia la cama encontrando la maleta muy cerca de ella y sacando lo que necesitaba para la ocasión y lentamente desapareciendo en el baño cerrando la puerta tras ella.

Alde solo murmuro afirmativamente preguntándose si de pura casualidad no se habría equivocado en las líneas de manera que el tuviera que entrar para ayudarle, pero desgraciadamente eso nunca sucedió.

Dos Horas más tarde, todos estaban ya reunidos en la Sala del Patriarca, donde sería el banquete en honor a la bienvenida de la prometida de Alde.

Shion estaba apostado de lado derecho de Athena en su trono y Shaina de lado derecho de Shion. Ni Kiki ni Sammy estaban convocados, así que ambos estaban en sus respectivas habitaciones estudiando. De lado derecho de Athena en una fila DM, Aioria, Dohko, Milo, Camus que había llegado corriendo directamente del aeropuerto y Afro se encontraban ya formados para comprobar que la novia de Alde no era imaginaria sino de carne y hueso. Frente a Ellos y en una fila frente a Shaina, Geist, Mayura y Samira también esperaban curiosas a la nueva integrante del clan femenino.

- Por qué llegas tan tarde paletita? – pregunto Milo

- El estúpido de Saga quiso un maldito reporte completo de lo que hizo o no hizo Laura en su ausencia antes de dejarme venir – susurró Camus

- Y seguro le cubriste la espalda, porque apuesto a que esa chiquilla no es una blanca palomita. – fregó Milo

- Para que te digo que no si si. – dijo Camus muy serio – Pero al menos no me gané un castigo de parte de Shaina que te aseguro me está viendo con ojos de pistola en este momento.

- Ja! Te aseguro que no te está viendo a ti sino a Aioria. – dijo Milo – Salen mañana a misión esos dos y estamos apostando quien es el que regresara vivo.

- No seas ojete. Por quién apostaste? – pregunto Camus

- Por ella.

- Apuesta 100 por mí a favor de Aioria. – dijo Camus mientras terminaba de acomodarse la armadura.

- Y yo soy el ojete?

A poca distancia de ahí, Aioria miraba ansioso la puerta esperando que al igual que Camus, Shura y su hermano entraron por esa puerta.

- Por qué mi hermano no ha llegado? – le pregunto a Dohko quien era el que estaba más cerca.

- De seguro aun no solucionan el problema de Shura – dijo Dohko con voz tranquilizadora

- Si pero mi hermano es muy responsable. – dijo entre dientes – Él hubiera estado aquí y después vuelto.

- Y por qué no le llamaste y le preguntaste?

- Lo hice pero desde hace varios días no me contesta – dijo preocupado – necesito consultarle algo.

- Bueno, ya lo harás cuando regreses. Total son pocos días – dijo Dohko despreocupado alzando los hombros.

Aioria solo hizo un gruñido. Donde carajos estaba Aioros?

Las puertas se abrieron y Mu con su armadura corrió para ponerse en fila, lo que le anuncio a todos que era la hora que todos esperaban.

Alde entraba con un traje negro y Niv con un vestido de gasa hasta los tobillos de color verde hoja cruzado en el pecho, que parecía flotar con cada paso que daba. Unas sandalias de piso blancas y su único adorno arriba de su oreja derecha era una margarita blanca del jardín de Alde.

Todos los dorados se miraron entre si cuando Alde se detuvo y Niv hizo una graciosa reverencia hacia donde se encontraba Athena. El torito había dicho la verdad acerca de su novia!

He aquí el pensamiento de todos los presentes:

Athena: Pero que hermosura! Se ve que es una niña preciosa por dentro y por fuera!

Shion: Me voy a poner a llorar. El becerro se convirtió finalmente en toro!

Shaina: Quiero saber todos y cada uno de los cochinos detalles de esos dos! Alde es un romántico empedernido.

Geist: Jajaja al menos ya no me sentiré tan chaparra ahora.

Mayura: Interesante. Shion tenía razón. No es una chica normal.

Samira: Que bien! Ya podre platicar con alguien relativamente normal de nuevo!

Afro: Precioso vestido, pero no reconozco el tipo de tela. Sera que le puedo preguntar?

Camus: Vaya! Es más bonita que en las fotografías. Lástima lo de su accidente.

Milo: Muajajaja coraje que le va a dar a Shaka saber que el torito le gano en su iniciación al mundo de los hombres. Seré el primero en joderlo cuando regrese.

Dohko: Es una pareja dispareja físicamente, pero el amor que irradian da envidia.

Aioria: Pues yo sigo rompiéndome la cabeza pensando en cómo carambas le van a hacer. Alde no va a poder con esa cosita.

DM: Jajajaja a mí se me hace que la nueva hermanita le gusta el látigo. Con eso que el torito es bien masoquista… Luego le pregunto.

Mu: Buaaaaaaaaaaa mi mejor amigo se ve muy feliz! Yo también quiero!

Athena la recibió con los brazos abiertos y Shion sonreía por debajo de la máscara al igual que Shaina que ya estaba impaciente por platicar con ella acerca de cómo había conquistado a Alde. Uno a uno le fueron presentando a todos los presentes y Niv se tomaba su tiempo para memorizar sensaciones, olores, sonidos y demás y registrarlos con el nombre en su cabeza. Mayura tomo nota de todo esto para un futuro y la fiesta comenzó.

1 de Julio 12.00pm

Hospital de Santa María

Madrid, España.

Shura se encontraba haciendo algunas llamadas de último minuto cuando Aioros abrió los ojos y vio todo obscuro.

- Shura! Shura! Estoy ciego! – dijo asustado

Shura volteo a verlo y comenzó a reír.

- Si serás bestia! – exclamó

- Que soy qué?

- Bestia! – reafirmó Shura - Cuando te vinieron a dar tu baño de esponja, te quitaron tu bandana y todo el cabello cayó sobre tu cara! Jajajaja creo que es una llamada de atención para que te vayas a cortar el pelo y dejes de usar esa banda en la cabeza.

Aioros se hizo el cabello hacia atrás aliviado y comenzó a reír mientras se peinaba con el peine que Shura le prestaba.

- Creo que si lo tengo demasiado crecido. – dijo Aioros – en cuanto salga de aquí me llevas a la barbería.

- En cuanto salgas de aquí, le voy a llamar a Shion para que te repongas allá con el!

- Me estas corriendo?

- Algo así. – dijo Shura – Necesito ir a buscar a Zita y si hay peligro quiero hacerlo solo.

Aioros sonrió y se recargo en las almohadas.

- Ya estas decidido, no?

- Si.

- Me alegro. Ese es el Shura que me gusta ver.

Tocaron a la puerta y Liz se apareció en el umbral.

- Se puede?

- Pasa Liz – dijo Shura – Yo me voy a ver si ya puso la marrana. Con permiso.

Shura salió de la habitación dejando a Liz y Aioros solos.

- Yo… lamento no haber podido venir antes. – dijo apenada.

- No te preocupes. Estas aquí ahora que es lo importante – contesto Aioros con una sonrisa.

- Como estas? Que dicen los médicos? – dijo Liz sentándose en una silla cercana a la cama.

- Están asombrados con mi poder de recuperación. Cualquier día de estos me darán de alta. – dijo Aioros – Y tú? Creí que ya estarías en América. Y felicidades por ganar ambos premios.

Liz bajo la mirada y encogió los hombros.

- Que pasa? Por qué estas así?

- Yo debí haberme quedado aquí y no competir. Después de todo fue mi culpa el que te hirieran y casi murieras. – contestó.

- Y yo me alegro de que no lo hicieras – dijo Aioros – Me hubiera sentido peor que con dos o tres balazos.

- Shura dijo que tú habrías querido que fuera, compitiera y ganara. Solo por eso lo hice. – dijo Liz a punto de llorar.

Aioros se incorporó un poco más ignorando el dolor que esto le causaba con tal de poder poner una mano sobre la de Liz, quien al sentirlo no pudo evitar romper en llanto sobre las sabanas junto a las piernas de Aioros y sin soltarle la mano. Aioros no dijo nada, pero se dio cuenta que era algo que ella necesitaba y la dejo desahogarse.

Pasaron unos minutos de silencio de su parte mientras ella lloraba. Conforme fue tranquilizándose y aun sin soltarla, Aioros le pregunto:

- No creo que todo ese mar de llanto haya sido por mi culpa. No quieres contarme lo que te pasa?

- No quiero abrumarte con mis problemas. – dijo secándose las lágrimas con algunos pañuelos que estaban en la mesita.

- A veces compartirlos alivia el alma - dijo Aioros suavemente

Liz no lo miró pero retiro su mano.

- Solo es Estrés… no te preocupes.

- Ya terminaste la escuela. Que estrés puedes tener ahora?

Liz volteo a verlo con una mirada de dolor.

- Estar prisionera en mi propia casa… Que mi familia me cuide como si fuera un gran tesoro…

- Vamos Liz ya hablamos de eso. La familia es lo más importante.

- Si fuera lo más importante porque dejaste solo a tu hermano de 7 años! – reclamó ella.

Aioros se tensó.

- Oh si! Shaka me contó tu historia. Antepusiste tu deber a tu familia así que no predicas con el ejemplo.

- Shaka es un bocón.

- Ja! Puedes acusar de todo a Shaka menos de eso.! – aseguró Liz – A el, hay que sacarle las palabras con tirabuzón!

- Bueno… admito los cargos. Pero no puedes comparar tu situación con la mía. – se defendió Aioros.

Liz suspiró.

- No. No puedo. Sobre mis acciones pesan las almas de todos los ángeles y arcángeles del universo. Tienes razón. No hay punto de comparación – dijo Incorporándose - Tengo que irme.

- Te vas tan pronto? – dijo Aioros

- Solo me dieron permiso para asegurarme de que estabas bien. – respondió componiéndose un poco – Martha, esposa de Bela, esta allá afuera. Me hicieron una propuesta para alejarme de los problemas y he aceptado. En realidad no tenia muchas opciones. Si no decía que si, le dirían a mi padre lo que pasó y no estoy en condiciones anímicas para pelear con el. Además debo averiguar lo de Shaka y eso también me tiene preocupada.

Aioros la miró con extrañeza.

- Lo de Shaka?

- Yo no creo que se haya unido a Poseidón por su propia convicción y se lo probare a papa. – dijo en tono decidido – Odio cuando se expresa tan mal de mis amigos. Por eso puedo contarlos con los dedos de una mano.

- Que Shaka que?

- Adiós Aioros – dijo dándole un beso en la mejilla – Por tu propio bien, no volveremos a vernos pronto. Salúdame a todos en el santuario y… dile a Athena que siento mucho mucho haberte causado este daño. Fue totalmente estúpido de mi parte no recordar quien soy por cinco minutos y lo pagare caro.

- No! Espera!

Liz se enfiló hacia la puerta sin que Aioros pudiera detenerla encontrándose a Shura en el camino.

- Tan pronto te vas? – le pregunto

- Mi vuelo sale dentro de poco. Cuídalo mucho si? – le pidió con una sonrisa triste

- Si pero… que paso?

- Solo dile que me perdone por favor. Hare todo en mi poder para que no vuelva a suceder. Por cierto… ya encontraste a tu esposa?

- No he podido buscarla.

- Porque has estado cuidando a Aioros, verdad? – preguntó

- Pues… sí. Algo hay de eso. – dijo abrazándose a si mismo.

Liz le puso una mano en su brazo con gentileza.

- Él no quiere que me meta, pero es mi vida y por mi culpa tú has perdido tiempo valioso. Ya tengo tu celular. Espera noticias mías pronto. – dijo antes de darle un beso en las mejillas y salir del hospital junto con una señora ya mayor que la esperaba al final del pasillo.

Shura entró a la habitación y vio a Aioros en un estado de enojo y sorpresa.

- Que paso? – le pregunto Shura

- Llámale a Shion y dile que voy para allá.

- Que? Pero tú estás loco! – exclamó Shura – No puedes dejar aun el hospital.

- Si. Si puedo y lo hare mañana mismo. Necesito regresar al Santuario. – dijo muy serio

Shura se sentó a su lado.

- No te entiendo.

- No hace falta. Quédate y encuentra a Zita. – Dijo – Si lo que me dicen es correcto, Shion me va a necesitar a su lado. Dame mi celular.

Shura no se atrevió a seguir preguntando y solo le paso su celular a Aioros. Todo eso no sonaba nada bueno para su amigo. Le mandaría el también un mensaje a Shion para explicarle todo antes de que Aioros se metiera en problemas.

Julio 1, 1.30 pm

Astilleros Cabrales

San Salvador, Bahamas.

Kanon miraba una y otra vez el trabajo realizado por el astillero en el Orgullo Marino ante la mirada ansiosa del dueño y de los trabajadores. Si habían aprendido algo, era que Kanon era una de las personas más estrictas en cuanto al control de calidad de sus reparaciones, ya fuera en el Orgullo Marino, o en algunos de los otros barcos, que por sacarlos antes, habían hecho un trabajo mediocre y habían tenido que repetirlo o no les pagaría el trabajo.

Por eso mismo, cuando después de revisar todos los ángulos por dentro fuera arriba y abajo del casco Kanon había levantado su pulgar cual emperador romano, todos en el astillero respiraron aliviados y comenzaron a abrazarse orgullosos.

Kanon acaricio su barco por última vez antes de botarlo al agua y sonrió. Gracias al Salvoconducto que le había dado Aleix, podría usan uno de los Portales Marinos y llegar en Horas a Atenas en lugar de días y eso lo salvaría de una buena regañíza por parte de sus jefes.

Saltó del yate y le dio instrucciones al Capitán Ron antes de ir a tomar una cerveza con sus conocidos del muelle. Las nubes mostraban que pronto llovería de nuevo, por lo que al último momento decidió mejor irse a descansar. Si al día siguiente tenía que zarpar, tendría que estar lo más descansado posible.

Al ir caminando hacia su casa, se encontró en el camino al menos a tres chicas que habían tenido el privilegio de disfrutar de su compañía la última vez que estuvo ahí, pero esta vez tan pronto cruzaban miradas, ellas las desviaban y se alejaban de el sin decir palabra. Kanon solo suspiró. Había sido una pésima idea prestarle sus privilegios a su hermano. Gracias a sus peripecias amorosas con Laura por toda la isla, nadie iba a querer acostarse con él y justo ahora que tenía ganas de celebrar con alcohol y una chica.

- Maldición! – exclamó con las manos en el bolsillo mientras lanzaba una piedra hacia la laguna.

- "Aun tienes una opción" – dijo una voz en su cabeza

- En serio? Cual – pregunto Kanon

- " Compraste algo y no cobraste la mercancía. Es tiempo de ir por ella"

- Tania? No. Había decidido ya que eso estaba olvidado. Hasta rompí el contrato.

- " Pero eso ella no lo sabe. Ella estará bien dispuesta a entregarla"

- No… apenas estamos haciendo las paces. – contestó mientras caminaba – Si me le presento como Dragón del Mar…

- "Ella no tendrá ninguna opción y deberá entregarse a ti"

- No se si quiero verla así – susurró – Y tampoco se si acepte.

- "No tiene opción. Llevas más de 7 días de abstinencia. Y tendrás muchos más si te castigan sin salir por llegar tarde. Tú no estás acostumbrado a sufrir porque las mujeres no te hacen caso"

- Eso es cierto

- "Mándale un mensaje. Cítala para que cumpla el trato"

- Tienes razón. Pague por ella y merezco mi mercancía.

Sacó su celular, vio la hora y supo que Tania estaría en el trabajo por lo que decidió enviarle mientras seguía caminando rumbo a su casa. Las nubes de lluvia se acercaban más y más rápido.

T Hola! Me Extrañaste?

K Dragón! Que milagro!

T Ya ves. Tuve un problemita con mi celular después del plantón de la última vez.

K Perdón, perdón, perdón! Tuve una emergencia. Te juro que estaba ahí pero tuve que salir corriendo y después ya no pude volver

T Ahhh… espero que no me estés poniendo los cuernos.

K No! Claro que no!

T Menos mal. Estoy de regreso en la isla por unos días y quiero verte.

K En serio.

T Si En serio.

K Cuando?

T Hoy. A qué hora terminas tu turno?

K De hecho… como he estado cubriendo a una compañera, saldré a las 6pm

T Entonces te veo a las 8pm

K Está bien!

T Donde?

K En la oficina de Julián.

T Pero él no está!

K Precisamente.

T Entonces esperas que…

K Si. Si lo espero. Pague por ello hace ya varios meses y creo que ya es justo.

T Oh!

K Vístete como en las fotos que me mando Julián y no vayas a faltar esta vez.

T No. Ahí estaré a las ocho.

K Perfecto. Ahí nos vemos. Estoy ansioso.

Kanon sonrió satisfecho y corrió a su cabaña cuando las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer. Apenas eran cerca de las dos de la tarde, así que tenía suficiente tiempo para arreglarse.

7.30 pm

Kanon se miró al espejo y se chifló satisfecho de su aspecto.

- Que papi te ves – dijo viéndose desde todos los ángulos – Como alguien podría resistirte?

Su mirada tenía ese brillo maléfico al recordar cual sería la recompensa de su espera. Afuera diluviaba y los truenos y relámpagos estaban a la orden del día. Estaba tan obscuro como si fuera medianoche.

- Carajo! Siquiera tengo algún impermeable o alguna sombrilla? – dijo mientras caminaba al closet de los cachivaches – No quisiera llegar empapado a mi cita.

Se entretuvo unos minutos maldiciendo a su nueva hermana el hecho de acomodar el closet. Como iba a encontrar sus cosas con todo tan ordenado? Iba a tener que ponerles un alto alguna vez.

Terminó encontrando una gabardina y un sombrero impermeable y se dirigió hacia la puerta. Aún tenía tiempo. Abrió la puerta del frente y se encontró algo que no esperaba: Ahí frente a él, empapada hasta los huesos, con su cabello suelto cayendo sobre los hombros y la cabeza agachada se encontraba Tania. Usaba un sencillo pero elegante vestido negro con tiras de espagueti hasta las rodillas y sandalias negras. Debió tener algún problema con ellas pues las traía en la mano.

- Tania! Pero… que haces aquí! – preguntó. Se suponía que deberían haberse visto en el hotel aunque pues ella no tenía motivos para sospechar eso.

- No sabía a donde más ir. – dijo sin voltear a verlo.

Kanon se percató de que estaba temblando y el la tomo de la mano dirigiéndola hacia dentro de su casa.

- No quiero mojar el piso – dijo antes de dar más de dos pasos.

- No te preocupes por eso – señaló Kanon – Estas empapada y te puedes enfermar.

- Yo nunca me enfermo – dijo Tania con voz cansada mientras Kanon cerraba la puerta tras de él.

- Ve al baño y quítate esa ropa mojada. Creo que ya sabes donde esta – dijo Kanon

Tania vio a Kanon por primera vez a los ojos. La idea de quitarse la ropa mojada era absurda ya que no traía un cambio de ropa, pero supuso que lo pedía para que no siguiera mojando el piso o pudiera mojar el sofá en caso de sentarse. Kanon pareció poder leer su pensamiento porque le entregó la gabardina. Tania la miró y vio el sombrero que traía Kanon en la otra mano.

- Lo siento. Ibas a salir. – dijo retrocediendo para llegar a la puerta – No debí venir.

- Espera! – dijo Kanon para detenerla – Solo iba por una cerveza al bar. Nada importante.

- Oh!

- Ve a hacer lo que te digo por favor.

Tania parpadeo viendo la gabardina frente a ella.

- Puedo… puedo tomar un baño caliente? Te prometo no tardarme mucho. – pidió Tania suavemente

- Tomate todo el tiempo que necesites – dijo Kanon aun tratando de comprender lo que estaba pasando.

Se escuchó la ducha del pasillo y Kanon sonrió al recordar que el baño estaba en orden. Fue a la cocina y reviso el refrigerador. Había chocolate de sobra, así que haría cocoa caliente con malvaviscos. Con piquete para el.

Mientras se calentaba la leche, y aun escuchando la regadera, prendió la chimenea eléctrica para calentar el lugar. No parecía en verdad una noche de verano y la humedad en el ambiente había hecho que la temperatura bajara mucho.

Tania salió minutos más tarde con el cabello seco gracias a la secadora, vestida con la gabardina y descalza. Había puesto a secar su vestido en la ducha junto a su ropa interior y sus zapatos. Salió un poco avergonzada por estar ahí y utilizar la ducha de Kanon.

Este ya estaba sentado en el piso frente a la chimenea eléctrica junto a dos tazas de cocoa humeante con algunos malvaviscos en un plato y unas galletas.

Tania se acercó un poco tímida mientras se impresionaba con la rapidez y eficacia con la que Kanon había manejado la situación. Se quedó estudiándolo por un minuto por la espalda. Quien hubiera imaginado dos semanas antes que ella se encontraría en esa situación y semidesnuda frente a el?

- Ah! Ya estás aquí. Siéntate aquí frente al fuego para que no te enfríes. – dijo Kanon acercándole un cojín del sillón.

Tania se acercó cautelosa y se sentó a distancia prudente, lo que lo hizo sonreír al no poder comprender que carambas estaba haciendo ahí. Se suponía que debía ir camino al hotel. Le ofreció una taza de chocolate que ella tomó con ambas manos y Kanon se tomó el atrevimiento de mirarla un poco. Su cabello rubio parecía casi plateado a la luz de la chimenea en contraste con el cuello oscuro del abrigo. Tenía las mejillas sonrosadas por el baño y sus ojos grises brillantes. Tomo un sorbo a la bebida y sonrió iluminando todo su rostro. Perdida dentro de la gabardina se veía tan pequeña y vulnerable.

- Todo esto será parte de la famosa hospitalidad griega? – susurró Tania para sí misma

- Solo cuando nos llegan damiselas en desgracia – contestó Kanon – Porque estás aquí a esta hora? – dijo bruscamente sin poder ocultar más su curiosidad.

Tania se puso roja y cuando Kanon vio su expresión fue como si le hubieran dado una patada en el estómago.

- Lo siento. Es que me agarraste por sorpresa. – se justificó – Me encanta que vengas a visitarme

Tania sonrió como una colegiala mientras se comía una galleta.

- De verdad?

- Claro que si – dijo Kanon casi conmovido por su respuesta a la más simple afirmación – Viniste porque tienes algún problema?

Tania volvió a bajar la mirada y a jugar con sus manos nerviosa.

- Es que… es que no puedo. Juro que lo intenté pero…

- No te entiendo. Intentaste y no pudiste que cosa? – pregunto Kanon cada vez más curioso.

- Yo… nunca debí haber aceptado pero… estaba desesperada – murmuró mientras se levantaba muy despacio

Kanon ya sabía por dónde iba la cosa, pero quería estar bien seguro y también se levantó. Conociendo la impulsividad de Tania sabía que era capaz de salir corriendo. Y lo hizo, pero Kanon fue más rápido al bloquearle la puerta chocando Tania contra el, aplastándolo por un momento contra la puerta. El olor de su cabello le llego de repente a Kanon quien involuntariamente cerró los brazos alrededor de ella haciendo un esfuerzo por controlar cualquier reacción de su cuerpo pues su libido estaba a cien por hora.

Tania se quedó un momento tratando de razonar lo que estaba pasando, pero no podía pensar mientras estaba semi aplastada contra aquel torso masculino. Cuando levantó la cara, sus ojos se encontraron y sintió que le pesaban las piernas, que tenía una extraña tensión en la pelvis. Kanon inclinó la cabeza y ella imaginó lo que iba a pasar antes de que pasara... pero aún sin creer que fuera a hacerlo.

Kanon capturó su boca con urgencia. El beso la devastó, largo, interminable, su lengua explorando el interior de su boca. Estaba sin defensa contra esa salvaje sensación, porque su cuerpo despertó, de repente, a la vida. La tensión que sentía en el bajo vientre se convirtió en una espiral que la recorrió entera con efectos explosivos. Sólo el deseo de respirar venció a ese perverso calor cuando tuvo que apartarse para llevar oxígeno a sus pulmones.

Kanon la miraba con los ojos oscurecidos mientras aflojaba su abrazo.

- Lo siento. No era mi intención. Me pase de la raya. Lo siento de veras. – dijo con un tono que a cualquiera que no lo conociera, le sonaría a arrepentimiento

- Yo… no entiendo – dijo Tania sin aliento intentando evitar su mirada mientras retrocedía dos pasos. Después de que paso tanto tiempo sentir lo mismo o si acaso con más intensidad que la primera vez, las palabras de Aleix resonaron en sus oídos al mismo tiempo que la revelación de sus sentimientos la había dejado increíblemente vulnerable y confusa – Por que lo hiciste? – dijo finalmente levantando la mirada hacia él.

Kanon se tensó un poco con la sorpresa de estar siendo interrogado acerca de su motivación para hacerlo. No recordaba que ninguna mujer le pidiera explicaciones. Solo aceptaban el hecho y ya. Se acercó a la chimenea con el pretexto de regularla mientras Tania se le acercaba por el otro lado esperando la respuesta a su pregunta.

- Tú por qué crees?

- Ni idea. Por eso te estoy preguntando – contestó ansiosa.

Desde el baño, la alarma de su celular sonó al dar las ocho. Dragón del mar debía estar esperándola en el hotel y eso rompió la magia. Pasó saliva mientras imaginaba las consecuencias de no llegar a esa cita.

Kanon también escuchó la alarma y volteo a verla finalmente.

- Supongo que es difícil resistirse a ti. – contesto – Eres demasiado atractiva.

Tania sonrió ante la respuesta. Ella de verdad le parecía atractiva a Kanon? Siempre había pensado en ella como una chica normal y sin mucho atractivo. Más Joven había intentado incluso subir de peso para llenar algunas de sus curvas y verse un poco más como las chicas que se paseaban en bikini por el hotel, pero su metabolismo no la ayudaba.

Algo aturdido, Kanon fue a sentarse al mismo lugar que ocupaba antes y Tania hizo lo mismo. Él le ofreció unas galletas oreo del plato que tenía junto al chocolate. Tania tomo una y el tomo otra. No podía dejar de mirarla a ella y a sus labios, turbado por el deseo de volver a besarla. Para evitar estos malos pensamientos, puso la galleta en su boca.

Tania por otro lado, abrió la galleta lamiendo la crema blanca con deleite.

- Ahhh esto es lo más rico! – dijo cerrando los ojos mientras terminaba la crema de un lado y seguía con el otro disfrutando como un gatito bebe a un plato de leche.

Kanon se quedó transfigurado por su expresión. No podía apartar los ojos de ella. Se preguntó si reaccionaría así en la cama. Intentaba controlar aquel absurdo ataque de deseo, pero su libido se portaba como un tren a punto de descarrilar.

- Podría quedarme haciendo esto por horas y… - No pudo terminar la frase al ver el brillo en los ojos de Kanon.

Reconociendo el deseo en los ojos de Kanon puso una mano en el suelo para anclarse y Kanon no pudo resistirse más. Gateó rápidamente el espacio que los separaba y la besó hasta que empezó a darle vueltas la cabeza.

- Yo… no quería que fuera una provocación – murmuro Tania

- Lo sé – dijo Kanon sonriendo mientras tomaba su cara entre las manos para volver a besarla - Es solo que en este momento te deseo tanto que me duele.

Tania sintió como si estuviera fuera de sí misma. Era como si aquel beso se hubiera convertido en un otra persona dentro de su cuerpo. Se sentía provocativa, feliz y tan tentadora como la señora Afrodita a la que tanto admiraba.

- A mí también – consiguió decir Tania después de unos segundos.

Con una sonrisa de satisfacción, Kanon desabrocho únicamente los dos primeros botones de la gabardina. Lo suficiente como para poder dejar al descubierto los bronceados hombros de Tania y poder besarlos suavemente.

Tania estaba temblando como un flan y soltó un jadeo.

- No, aquí no. – dijo Kanon teniendo de repente un momento de lucidez.

Levantándose rápidamente la tomó en brazos para llevarla a la recamara.

Tania lo miro y vio en sus ojos las llamas del deseo. Estupendo. Estaba excitado, y eso la hacía sentirse especial y poderosa también. Quería que ocurriera. Lo necesitaba. No debía dar marcha atrás sin importar lo que le esperaría al día siguiente.

A sus ojos, Kanon le parecía un pirata que tendría que ser paciente y cauto con ella, pero no iba a decírselo todavía. Le daba algo de pena decirle que el sería el primero.

Cuando la depositó suavemente en la cama Tania dejo de pensar en nada más que en la respuesta de su cuerpo a la cercanía de Kanon. Cómo podía ocultar su agitada respiración? Tenía el corazón desbocado, y si hubiera tenido la ropa interior puesta, la habría empapado.

Kanon le desabrochó el abrigo del todo. Sin intención alguna de detenerlo, Tania temblaba disfrutando de sus caricias. Durante veinticuatro años había sido buena y, por una vez, durante una noche, iba a ser mala y además, iba a disfrutar con la persona que le gustaba.

- Tienes un cuerpo increíble – dijo Kanon cuando le hubo quitado la gabardina.

Tania lo miró, con una mezcla de vergüenza y deseo, para ver si le estaba tomando el pelo pero en sus hermosos ojos de color turquesa solo veía sinceridad. Con reverencia, él empezó a jugar con sus delicados pezones, que ya habían empezado a endurecerse. Por dentro, Tania sentía que se estaba quemando. En unos segundos, el mundo entero se había centrado en Kanon y en lo que le estaba haciendo.

Él empezó a acariciar sus pezones con la lengua y el escalofrío interior se hizo tan poderoso, que Tania no podía estarse quieta. Su piel era increíblemente sensible y la humedad entre sus piernas la avergonzaba y la excitaba al mismo tiempo.

—Kanon... —murmuró su nombre mientras que este se deshacía de su camisa y playera de un solo movimiento sin dejar de darle placer a Tania.

Kanon volvió a saquear boca y esta vez utilizar sus manos para acariciar a Tania. Su plan como Dragón del Mar se había ido al carajo pero que importaba si de todos modos el resultado sería el mismo?

Dejo sus labios para bajar poco a poco y empezó a acariciarle los tendones de los tobillos y fue subiendo hasta el pliegue de las rodillas. Tania no quería que se detuviera, a pesar de que su tacto la estaba llevando al límite de la cordura.

Los muslos se le endurecieron casi dolorosamente cuando Kanon los acaricio. No estaba segura de poder resistir mucho más, pero él apenas había empezado. Kanon levantó la mirada, como sí la estuviera preparando para lo siguiente y presionó sus labios contra el pubis y la besó a través de los suaves rizos. El repentino calor de su aliento la hizo temblar de placer.

Embriagado por el momento, la agarró de su trasero mientras seguía indagando con los labios hacia su entrada escondida. La lengua alcanzó sus secretos, en busca de su néctar oculto. Ella casi perdió la cabeza al recibir las espirales de placer.

Lo vio levantarse de la cama y desabrocharse el cinturón y los pantalones. Y Kanon vio cómo lo contemplaba con los ojos muy abiertos. Tania no podía creer que se estuviera desnudando para ella. Se quedó sin respiración cuando lo vio quitarse los calzoncillos. Su cuerpo era tan impresionante que llegaba a intimidar. Cuando se movió hacia ella ni uno sólo de sus músculos se balanceó. Todos estaban demasiado rígidos.

Lentamente, fue embelesando sus sentidos, excitándola hasta que ella no pudo hacer otra cosa que gemir y suplicarle que la liberase. Pero, a pesar del lento ritmo, alcanzó rápidamente un punto en el que las sensaciones estallaban y se fundían una detrás de otra, y pronto todo fue una visión indefinida y gloriosa.

- Ya no puedo esperar... —le confesó Kanon, la pasión rompiendo las barreras de su poderoso control, excitado como no lo había estado nunca.

Con un gemido ronco, se enterró en su húmeda cueva y se encontró con la esperada resistencia.

Sin embargo, fue consciente del exquisito momento en que la penetró. Para Tania, la súbita presión le hizo echar la cabeza hacia atrás y le llenó los ojos de lágrimas. La pérdida de su virginidad había sido una experiencia fugaz y dolorosa. Pero lo que siguió fue tan emocionante como sus más locos sueños. No. Mucho más. Sin saber exactamente que esperar, Tania le suplicó que fuera más rápido, que la liberase de una vez. Pero él, como buen pirata, solo sonrió y no mostró clemencia. La llevó hacia las estrellas con exhaustiva y minuciosa lentitud, hasta que finalmente puso a su alcance la culminación del éxtasis. Sin salirse aún de ella, se mantuvo inmóvil unos segundos, dejando que ella se repusiera un poco para después moverse con un ritmo frenético, tan primitivo como las sensaciones que experimentaba. Este nuevo ritmo los llevo a ambos al clímax, a un sitio donde sólo importaba el placer.

Tania quedó plácidamente entre sus brazos sintiéndose en paz y feliz y Kanon cerró los ojos. Diablos! Eso había sido demasiado bueno. Se acostó junto a ella para intentar pensar en que hacer o decir. Después de todo… era Tania! Pero ella rompió el silencio.

- Kanon?

- Si?

- Podemos… podemos repetirlo antes de que tenga que irme?

Kanon abrió los ojos inmediatamente tomando a Tania de la cintura para subirlo sobre el. Comenzó a besarlo y lo excitó hasta los mismos límites de deseo que ella había traspasado hasta conseguir montarlo y definitivamente mostrarle que ella también podía darle la misma dedicación y el placer que él le había mostrado antes. Este nuevo asalto los dejó a los dos temblando, y cuando todo acabó, durmieron durante horas. Pero el cuerpo de Tania no se quedó del todo tranquilo. Incluso en sueños seguía estremeciéndose de placer.

Julio 2, 5 am

Habitación de Aleix

Columbus Isle, Bahamas.

Shaka observaba el amanecer en el mar azul del caribe, recargado en la baranda del balcón de su habitación. Había regresado ya de madrugada de la encomienda de Julián en Portugal y había regresado para descansar, lo cual hubiera sido lo adecuado, a excepción hecha de que había despertado de su sueño casi inmediatamente y ya no había podido conciliar el sueño. Había intentado no pensar en la conversación de los gemelos días atrás, pero cada día se le hacía más difícil ignorarla. Y si tuvieran razón?

Flashback

Kanon veía su reloj con ansiedad mientras que Saga terminaba de tomar un jugo en la cocina.

- No crees que como que se te está haciendo tarde? – dijo Kanon al ver que casi eran las dos y Tania estaba por llegar.

- Cuál es tu prisa por correrme. – contesto Saga - Ya te dije que solo estoy esperando a que Mu se desocupe para que venga por mí para llevarme a mi casa por mis cosas. – dijo volteando a ver a Kanon y vio la cara de culpable que traía y le lanzó con fuerza una manzana del frutero – Estas esperando a una vieja verdad? Por eso quieres que me vaya!

Kanon tomo la manzana en el aire y puso su cara más inocente.

- Claro que no. Que no ves que estoy convaleciente? – dijo antes de darle una mordida a la manzana

- Si como no. Quien es ella? Si tenemos tiempo hasta la podemos compartir.

- No! – dijo Kanon rápidamente incorporándose en el sillón

- Por que no?

- Porque… no es ninguna mujer. – mintió Kanon – además a ti ya te castraron así que no puedes compartir nada.

- Quien dice?

- Le llamamos y le preguntamos? – reto Kanon

- Cállate mejor.

- Jajaja lo sabía! Te domaron! – se burló Kanon – Si ya se te cuecen las habas por largarte de aquí y seguir tu luna de miel.

- Ya te quiero ver cuando te llegue a ti el momento si no te pones así de ansioso por estar con la mujer que amas.

Kanon rolo los ojos con fastidio.

- Bla bla bla…

Saga lo miró muy serio.

- Por cierto… Que vas a hacer con respecto a Shaka? No crees que ya deberías decirle la verdad?

- Por que no se la dices tú? – dijo Kanon – A mi nadie me cree lo que les digo y además puedo crear más problemas mientras que tú ya no perteneces al santuario así que puedes hacer lo que te venga en gana.

- Si pero por lo mismo, no debo meterme donde no me llaman.

- Desde cuándo? – pregunto Kanon extrañado

No pudo contestar porque tocaron a la puerta, interrumpiéndolos. Saga fue a abrir la puerta. Aleix estaba frente a él, parado con un folder en sus manos.

- Uhhh… creo que sigue sin ser buen momento para venir verdad? – preguntó

- Buenas tardes a ti también – dijo Saga muy serio

- Mejor regreso otro día.

- Pasa Aleix – grito Kanon desde el sillón – Saga ya se va

Aleix se le quedo viendo al susodicho quien en silencio le hizo lugar para pasar por la puerta.

- Como sigues? – pregunto Aleix

- Como nuevo – dijo Kanon – Me trajiste lo que te pedí?

- Aquí está – se lo extendió – Pero no entiendo por qué me tienes que pedir permiso si tu puedes abrir el portal tan bien como yo mismo o más bien dicho, mucho mejor que yo.

Kanon revisó el documento.

- Porque tienes un jefe muy mamila que solo me quiere fastidiar con cualquier pretexto.

- No creo que debas hablar así de él. Después de todo Julián es tu amigo. – contestó Aleix

Saga, quien parecía haberse quedado al margen, decidió intervenir.

- Puedo hablar contigo un momento "Aleix"?

- No puedo quedarme mucho tiempo – advirtió este.

- No tardaré pues como te dijo mi hermano estoy a punto de irme – contestó Saga – Solo quiero… aclarar ciertas cosas.

- Como que?

- Como el por que te haces pasar por alguien que no eres. – dijo Saga tranquilamente haciendo que Kanon se pusiera muy serio y Aleix lo mirara extrañado.

- De que hablas? – dijo volteando a ver a Kanon

Kanon solo asintió con la cabeza y le pidió con la mano que tomara asiento.

- Aleix… ya que mi queridísimo poco sensible hermano tocó el tema, me gustaría que con la misma atención que me pones al recibir las lecciones, abras tu mente sin replicar y nos escuches. – pidió Kanon.

- Por qué debería? – pregunto Aleix algo

- Hazlo como un favor personal para mí – contesto Kanon sonriendo

- Otro?

- Jaja bueno bueno… te prometo a mi regreso, una foto de cierta jovencita rubia con su uniforme si te portas bien y nos escuchas hasta el final.

Los ojos de Shaka brillaron, mas no emitió ningún sonido lo que Saga y Kanon interpretaron como su aceptación al trato.

- Tengo entendido que tú en verdad pareces creer que eres Aleix – dijo Saga – Pero ciertamente yo mejor que nadie sé que eres Shaka.

Aleix volteó a ver a Kanon como pidiendo una explicación más amplia.

- Tú me dijiste que una de tus metas, al aceptar trabajar para Julián, era llegar a Atenas. Atenas, como sabes, es donde tenemos nuestro hogar todos nosotros… y tú también.

Aleix volteo a ver a Saga. Ahora esperaba que el hablara.

- Yo te conozco desde los seis años, cuando llegaste al santuario de aquel monasterio budista en la India.

- Tú te apegaste mucho a mi hermano cuando los demás chicos te molestaban por tu larga cabellera rubia y tu complexión delgada y comportamiento sereno.

Aleix se tomó la cabeza para sentir su cabello. Kanon le pidió su celular a Saga y este se lo dio. Kanon se puso a buscar alguna foto de Shaka pero al ver las fotos de Laura que eran las primeras, sus ojos se abrieron como platos y Saga corrió a arrebatárselo. A él también se le habían olvidado que estaban ahí. Le lanzó una mirada mortal a Kanon y este solo se protegió con uno de los cojines.

- Yo no tengo la culpa! Solo quería mostrarle una foto de el.- se justifico

Saga abrió una de las carpetas de su celular y sacó una foto grupal y se la paso a Kanon.

Kanon abrió la toma de la foto y se la mostró a Aleix.

- Este… eres tú.

Aleix vio la foto y negó con la cabeza.

- Yo no tengo el cabello ni largo ni rubio – reclamo.

- Tu cabello ha bajado al menos un tono desde que te vi en la boda – dijo Kanon – Seguramente ha sido tenido.

- El estuvo en la boda de Shaina? – Le Pregunto Saga

- Si

- Y nadie más lo reconoció? – volvió a preguntar extrañado

Kanon solo se encogió de hombros. Ni siquiera él le había prestado mucha atención ese día.

- Reconozco que se parece un poco a mí, pero parece estar ciego – pregunto curioso

Saga sonrió.

- No, no es porque estas ciego ahí, sino porque de ese modo, focalizas tu energía y concentras y elevas tu cosmo. Al abrir los ojos puedes liberar todo tu poder acumulado.

Ahora fue el turno de Aleix de sonreír.

- Ahí se te acaba tu jueguito porque incluso Julián puede decirte que yo no poseo cosmo. Lo tomo prestado de la ex armadura de Kanon – dijo orgulloso.

Saga volteó a ver a Kanon, quien solo asintió con la cabeza.

- Eso es cierto. Ya después te cuento por qué.

- Eso no importa. Tu eres Shaka, Nacido el 19 de Septiembre hace 24 años en la India, de religión budista, con sangre AB, Santo dorado de Virgo del santuario de Athena y con una maldita marca de nacimiento roja en forma de una pequeña rueda en tu remolino de la cabeza.

Kanon y Aleix voltearon a verse. Eso ninguno de los dos lo sabía. Saga le hizo una seña a Kanon para que se levantara para mostrárselo. Aleix se dejó tomar una foto mientras Saga le hacía a un lado su cabello.

- Te lo dije – dijo Saga mostrándole la foto.

- Esa foto podías ya tenerla lista solo para molestarme – dijo Aleix algo nervioso

Saga lanzó un suspiro de desesperación.

- Ok. Ahí te va más información. – dijo Saga – Tu mejor amigo es Mu. Han compartido hasta su misma filosofía pacifista muchas veces.

- El borrego morado? Ya quisiera! – dijo Aleix cruzándose de brazos – Es un necio fastidioso igual que el borrego más viejo!

Kanon y Saga se miraron ahora. No era de extrañar esa animosidad de Shaka por Shion pero… Aleix? Tal vez estaban llegando a un punto clave.

El celular de Aleix comenzó a sonar y tuvo pretexto para salir a la terraza a contestar pues era Julián y no podía dejar de hacerlo. En ese momento exacto llego Mu.

- Perdón por la tardanza – dijo – Quitar todo el porno de la casa de Alde me está volviendo loco.

Ambos gemelos rieron ante la idea del inocente de Alde con mucho porno. Saga se despidió de Kanon y antes de que ambos desaparecieran:

- Ejem ejem – carraspeó Kanon

- Ahora Que? – volteo Saga

- No se te olvida algo? – dijo Kanon con una sonrisa

Saga lo miro interrogante y Kanon señaló con el dedo la cajita de Habanos que Saga había dejado sobre la barra de la cocina y que contenían sus "tesoros".

Saga corrió por ellas como si temiera que desaparecieran, agradeció a su hermano y tanto el como Mu desaparecieron en el aire.

- Asqueroso pervertido – exclamo Kanon antes de volver a acomodarse en el sofá.

Aleix termino de hablar con Julián y volvió a entrar a la casa.

- Que? Ya se fue?

- Si… te dije que tenía que irse ya. Su novia lo espera en Paris – contestó Kanon

- Mmm… y de verdad alguien lo aguanta? – pregunto en tono fastidiado

- Ja! Mira quien habla – dijo Kanon – Por cierto… por que diablos no ha llegado?

- Quien?

- Tania!

- Ahhh… debe ser porque está cubriendo a una de sus compañeras – dijo Aleix indiferente – Y ahora si me disculpas… el deber llama y ya perdí mucho tiempo escuchando las sandeces de tu hermano.

Kanon negó derrotado con la cabeza.

- Está bien. Solo porque no estoy de humor para continuar pero antes de que te vayas y para zanjar el tema te diré esto: De donde crees que conoces a Junet, eh? La has visto regularmente en el santuario a lado de su novio Shun, al que tú acogiste como discípulo y sucesor de la armadura de virgo por casi tres años. Querías una prueba? Ahí la tienes.

Aleix abrió los ojos sorprendido e intento refutar eso pero no pudo. De su boca no pudo salir ningún sonido. Kanon se volteo hacia el otro lado del sofá.

- Cierra la puerta al salir – dijo antes de cerrar los ojos.

Aleix salió de ahí con la cabeza dándole vueltas vertiginosamente. De no ser porque Poseidón lo estaba esperando en Portugal, le pediría a Kanon más explicaciones acerca de lo último que dijo.

Fin del Flashback

Aleix cerró los ojos y negó con la cabeza. No. No eran suficientes pruebas. No tenía ningún recuerdo de todo lo que habían hablado ese día. Saga ya había intentado golpearlo una vez. Posiblemente intentaba descontrolarlo por algún motivo pero… y Kanon? Recibió Un mensaje de texto urgente de Julián, abrió un portal y desapareció. Ya podría pensar en todo eso en otra ocasión. Su deber como Dragón Marino de Poseidón era primero.