Innocent

Cap. XVI Consideraciones sobre la vida y la muerte

El sonido del agua llego hasta sus oídos, parecía provenir de una cascada, un ruido lejano y tan quedo; abrió los ojos lentamente tratando de enfocar aquello frente a ella, sin embargo la oscuridad parecía tan inmensa, solo un pensamiento inundaba su mente, "salvar a mi hijo" se grito a si misma rogando a su cuerpo por una repuesta.

Vertió un poco de agua en el vaso para después colocarlo cerca del futon, sin embargo su mano se vio detenida, distinguió entre el brillo de la vela aquel mar azul.

- Tranquila, es solo agua – murmuro sintiendo el agarre mas suave – necesitas comer algo

- No tengo… hambre - respiro pesadamente al levantarse – ¿Kenshin… contesto alguna de las cartas?

Nanase suspiro, hacia más de un mes que Kaoru estaba viviendo con ella. La epidemia se había extendido matando a gran cantidad de los trabajadores por lo cual la producción se había parado por falta de manos. Y la señora Himura había resultado ser uno ellos.

El brillo de la vela tembló delatando la presencia de un visitante, era uno de los guardias de Kyosato, la anciana se levanto dejando atrás a su compañera. El hombre se adentro mirando con cierto temor la escena frente a sus ojos, su mano se despego mostrando un arrugado papel.

- Regresaron esta carta, Himura-sama ya no se encuentra en Shinai, parece estar tras el responsable de los robos a su propiedad

- Debes buscarle – dirigió la vista hacia la otra habitación – es urgente, si no la abre frente a tus ojos deberás leerla tu mismo ¿entiendes que es muy importante?

El hombre se alejo con la carta en mano nuevamente. Las velas volvieron a temblar. Hacia casi tres meses que la epidemia azotaba aquella región, ya varios habían muerto debido a la falta de medicamentos. Al principio había tratado de alejar a su nueva protegida de todo aquello sin embargo el destino había dictado otro camino.

"La tarde caía lentamente matando a pasos el calor sofocante del día, el viento había comenzado a soplar fuertemente meciendo los retoños del arroz al compás de su propia mano. La brisa se topo con un delicado obstáculo, una femenina silueta, que mas que sentirse agraviada por aquel roce, le hacia feliz al tratarse de un refrescante alivio de la larga jornada y al calor que le consumía.

Aquella era la que alguna vez fuese conocida como la señora Himura, habían transcurrido varios meses desde su llegada a aquel lugar y su figura comenzaba a delatar aquello que guardaba tan celosamente. Al caminar se mezclaba entre la multitud, todos provenientes de los campos de siembra. Llevaba entre las manos las pesadas herramientas mientras caminaba a paso lento.

- Kaoru déjame ayudarte con eso – hablo la joven castaña a su lado – verdaderamente pareces cansada

- No hace falta, hoy es un día muy agradable, no hace tanto calor – respondió sonriendo ligeramente sonrojada – hoy por la noche visitare a Kyosato –sama, tengo que verlo, debe escucharme

La noche había caído ya cuando llego hasta su destino, la casa de la anciana curandera. Había visitado a aquel cruel hombre obteniendo el mismo resultado que cada ocasión. Abrió la puerta con un ligero empujón. La mujer se encontraba de espaldas acomodando la gran cantidad de frascos en el estante, al sentirse observada giro sorprendiéndose.

- ¿Pero qué te paso! – se apresuro hasta la chica – ¡ Por dios ¿quien te golpeo?… ese mal nacido. ¿Pero que le dijiste!

- No mucho… - murmuro levantando el rostro guiado por las viejas manos – creí… ahh!

- No te muevas – oprimió un húmedo trapo contra el níveo rostro - por lo menos no te hizo mas

Kaoru apretó los dientes ante el contacto del paño húmedo, esa había sido la respuesta del señor de aquellas tierras. Ahora tenía un enorme moretón en el lado derecho de la cara y aunque aun no era muy visible le dolía, mas eso no era precisamente lo que la preocupaba.

- Kaoru… - alejo el paño – me parece que estas muy caliente

- Lo se…

- Ven siéntate, - la mujer espero hasta que el efecto frió del paño se disipo – pero si estas ardiendo

- Lo se… hoy desperté y no me sentía muy bien, creí que era un resfriado – la mujer intensifico su mirada

- Has tenido vomito y fiebre no es así – Kaoru afirmo - ¿entiendes lo que eso significa? Tu vida y la de tu hijo corren peligro necesita verte un verdadero doctor, levántate la camisa voy a revisarte. ¿Te duele algo en especial?

La chica negó, sin embargo mentía. Tenía dolor en las piernas y brazos, en especial en estos últimos. Y había notado que le costaba enfocar las cosas por grandes espacios. Su estomago quedo descubierto dejando ver su abultado vientre, tenia cerca de 7 meses de embarazo y apenas comenzaba a notársele verdaderamente.

- Kaoru, debo ser sincera contigo, si en verdad estas contagiada es probable que tu bebe muera – sus azules ojos se reflejaron en los oscuros derramando lagrimas – si la situación se pone muy peligrosa me temo que yo misma tendré que provocar el parto

- ¡No, debe prometerme que no hará eso, buscare a Kenshin, le enviare más cartas… por favor! – se lanzo hasta lo brazos de la anciana emitiendo quedos sollozos – ¡no permita que muera… seré fuerte hasta que nazca… entonces, entonces podrá dejarme morir… antes no!

- Niña por favor no puedo prometértelo, si tu vida corre peligro…

- Entonces no dormiré, no tomare nada de lo que me de…ni siquiera el agua - apretó las manos sobre la gastada ropa de la mujer. Repentinamente se levanto hablando para si misma – Megumi, ella me ayudara, si le envió una carta… pero no se donde estamos

- Niña quédate quieta – Kaoru se paseaba de un lado a otro nerviosamente – vamos te preparare la cama, debes descansar

A partir de esa noche sus recuerdos se habían vuelto uno con la realidad, aquella oscuridad la había devorado casi por completo; pero cuando mas cansada se sentía, prestaba entonces atención y casi podía distinguir aquel ligero latido, entonces conseguía un poco de alivio. Se había propuesto a ella misma no permitir que la anciana curandera le diera algo para acelerar el parto, por lo que apenas tocaba los alimentos y bebidas que le ofrecían.

Sintió el frió contacto sobre su rostro, sus ojos se abrieron entonces para encontrarse con un par marrón.

- ¿Esta muy fría? - hablo la chica retirando el húmedo paño de la frente de la señora Himura – Nanse-sama me dijo que esto te haría sentir mejor

- Pues no parece ayudar mucho – hablo una segunda voz. Esta pertenecía a un hombre – ¿no deberíamos haberle dado la medicina ya Syuyu?

- Aun no… Osamu-kun ayúdame a levantarla un poco

Le costo enfocar a las dos personas cerca de ella, pero supo que eran sus dos amigos. Se removió ligeramente tratando de aliviar el dolor que recorría su espalda. Antes sin embargo se topo con par de manos que la ayudaron a cambiarse de posición, agradeciendo internamente aquel favor se dejo invadir lentamente por el sueño.

Nanase miro por segunda ocasión el papel entre sus manos, era la carta que Kaoru le había pedido mandar en caso de que estuviese ya muy grave. Este papel era diferente a los otros, el sobre ni siquiera tenia el nombre de Kenshin Himura, este en cambio estaba dirigido al doctor Takani, en el rogaba ya mas por la vida de su hijo que por la suya propia, además estaba acompañado de un par de monedas de oro para el mensajero, el cual entregara la carta. En esta ocasión estaba dispuesta a entregarla ella misma, así había terminado en una carreta desde hacia dos días. Y ahora a las puertas de aquella enorme mansión. Un hombre le dio la bienvenida cortésmente, tras algunos minutos una elegante mujer se detuvo frete a ella en el recibidor.

- Señora…- se inclino sumisamente – he venido en busca del doctor Takani¿se encontrara el en casa?

- Si, - hablo desconfiadamente – soy yo

- ¿Usted? Disculpe mi falta de educación es solo que creí…

- … que seria un hombre, no se preocupe, antes me ha pasado – Megumi se sentó en el sillón frente a la mujer – ¿y qué la ha traído a buscarme a mi?

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Los caballos se alejaban a gran velocidad, hacia tan solo algunos días que había llegado a aquella tierra siguiendo el rastro del ladrón de cargamento. Kenshin había cambiado a su mejor amigo y mano derecha, Aoshi, por Sanosuke. Él a diferencia del primero evitaba cualquier tipo de pregunta correspondiente a su antigua esposa. La noche no tardaría en terminar, aun hacia calor y los soldados habían acampado a las afueras. Tan solo faltaba su llegada para organizar una nueva guardia para el rastreo. Su caballo se detuvo antes de llegar al campamento, Sanosuke le miro inquisitoriamente. Había una carreta aparcada ahí frente a ellos, con la insignia Takani ondeante.

- Parece que tienes visita, amigo - sonrió a Sanosuke

Los dos hombres se adentraron en la casita provisional, ahí se encontraba Megumi. Estaba sentada, con la meza preparada para el té, una taza en frente, sus ojos fijos en ella y sus manos temblando ligeramente. Sagara pudo escuchar claramente los sollozos apagados de su mujer, sin embargo su cuerpo estaba estático en la entrada. Fue su voz lo que lo saco de aquel trance.

- Podrías dejarnos solos… querido – Sanosuke se tenso, ella lo había llamado querido de la manera mas común – hay algo que debo tratar con Himura… sama

Los ojos del soldado se abrieron ante la sorpresa, la mujer Takani se estaba refiriendo a su mejor amigo como si fuesen un par de extraños, utilizando el sama con ironía más que con respeto. Lentamente se giro dejando la casilla. El pelirrojo avanzo hasta posarse frente a la mesita.

- ¿Ha pasado algo malo… porque me llamaste así? – Megumi levanto la vista, sus ojos delataban claramente que había estado llorando durante mucho tiempo - ¿te ha pasado algo a ti?

- ¿A mi? – sonrió con ironía – no… a mi no me ha pasado nada. Tan solo he venido por tu autorización, o quizá tan solo a avisarte… sobre esto

Lanzo sobre la mesa tres hojas, tres gastadas y rotas hojas acompañadas de un sobre y un par de monedas de oro. Los dorados ojos se fijaron en la letra sobre el ultimo, claramente había sido escrita por su esposa, se sorprendió notando a quien estaba dirigida "Doctor Takani" El contenido por lo que pudo notar era extenso, los tres papeles estaban llenos de letras por ambos lados. Su mano se estiro hasta recogerlos, sin leer observo el viejo papel y la tinta, estaba acompañado por aquel peculiar olor a jazmines que desprendía Kaoru, algo empañado por los demás, pero al fin presente.

- Mañana partiré, quería que supieras – se levanto dejando la taza sobre la mesa – ya envié una carta a Misao y Aoshi también a Hiko-sama para que sepan donde esta… en dos días estarán conmigo

- ¿Te envió una carta… quién te dijo dónde esta? – murmuro, sus ojos brillando de ira – ¡nadie sabia donde, ni ella !

- No hablare mas contigo Kenshin Himura, me llevare a mi prometido también…

- ¡Nada de eso Tu no te iras de aquí hasta responderme! – golpeo la mesa echando abajo los trastos sobre ella – ¿cómo diablos se atrevió a pedirte ayuda a ti?… merece estar en ese infierno!

- Quizá… lo merezca, pero no me ha pedido que la salve a ella – los ojos de Megumi volvieron a empañarse – ¡nunca pensé despreciar tanto a alguien como lo hago contigo ahora…eres un cobarde, un mal nacido cobarde, prometiste no volverlo a hacer y aquí estas… ¿te preocupo siquiera el hecho de que las cartas hubiesen aumentado en el ultimo mes¿te preguntaste acaso por que¿o tan solo te sentiste hinchado de satisfacción al saber que te extrañaba!

Se cubrió los ojos con sus manos llorando fuertemente. Battusai permaneció de pie sin moverse, observando en silencio las hojas en su mano. ¿Qué podía haber escrito en ellas que pusiera a su amiga en ese estado? Cuando al fin pudo contener su llanto se encamino a la salida deteniéndose ante la entrada.

- Las dos monedas sobre la mesa me pertenecen, eran para el mensajero que te entregara personalmente una de las cartas y esperara a que la leyeras – corrió la manta descubriendo la puerta – te las regalo… gracias por el consejo de la ultima vez, ahora no te debo nada… ojala puedas encontrar la paz Kenshin Himura…. después de leerla

- Espera… - hablo tras algunos segundos

Demasiado tarde, la mujer doctor había abandonado el campamento en compañía de su novio, los cascos de los caballos sonaron lejanos en sus oídos. Levanto la vista, aun en dorado, las tres hojas en sus manos. Se concentro en la habitación dejándose caer en una silla. Había una tenue luz de vela, las tazas de té sobre la meza y el liquido derramado mojando el par de monedas, levanto pesadamente la carta haciéndola coincidir con sus ojos.

Japon 18… Natsu

Para el Doctor Takani Megumi

¿Como te encuentras, las cosas han ido mejor con Sanosuke? Espero que si

Sus ojos se pasearon por las letras sintiendo el aroma de su esposa aun mas intenso, poco a poco las letras se volvieron mas forzadas, los renglones al principio claros habían perdido ese toque delicado. La primera hoja estaba dedicada a preguntar banalidades sobre sus amigos e incluso de el mismo, solicitaba saber sobre su salud y si sus hermanos estaban bien. Cambio a la siguiente donde las letras se hacían más difusas.

Me ha costado un poco escribirte esta carta, la había iniciado desde hacia ya algún tiempo pero no me atreví a enviarla, seguramente Kenshin la interceptaría y jamás te llegaría… Últimamente el trabajo ya no me pesa tanto

"Mas banalidades" pensó, mientras leía la descripción de la gente de aquel lugar y lo que su esposa hacia en las tierras. Sin embargo a la mitad un párrafo llamo su atención, sus manos temblaron.

Estoy embarazada, hace ya varios meses, ahora creo que ese es el principal problema… ya esta muy avanzado… y aunque trabajar me es difícil no es como me habían contado… estaba tan feliz

El dorado de sus ojos se fue apagando abriendo paso al sumiso violeta, la segunda hoja término, sin embargo la letra se hizo aun más difícil de leer. Justo a la mitad la letra se cortaba mostrando la de otra persona. Las letras finas y el trazo conciso.

Por eso es que te he molestado

Ahí terminaban las palabras escritas por Kaoru. La parte final de la carta explicaba el delicado estado de salud de la mujer y el peligro que corría su hijo. Parecía haber sido escrito con la intención de que quien lo leyera fuese un doctor, claramente su amiga.

Estaba repleto de palabras propias de la medicina, describía las dolencias y delirios por los cuales había pasado Kaoru. E incluso hablaba sobre la sugerencia de acabar con la vida de la criatura para salvar la de la madre, así como la negativa por parte de la señora Himura por ese procedimiento. También pedía algunos medicamentos y cosas especiales que necesitaba.

Según había entendido su esposa agonizaba con su hijo en el vientre a causa de una epidemia y aunque habían tratado de avisarle, el mismo había dado muerte a los mensajeros que le enviaban sin siquiera abrir las cartas.

Aquello era, según las últimas palabras escritas por Kaoru, su última alternativa. Dio vuelta a la carta descubriendo un par de párrafos mas escritos por el puño de su mujer.

Debo suponer que si estas leyéndola es porque ya no tengo remedio… eso fue lo que le hice prometer a la anciana… además Kenshin estaría muy enfadado conmigo si me dejara derrotar antes de su nacimiento… Megumi, por favor ayúdalo… te prometo que Kenshin te pagara esta consulta en cuanto nuestro hijo nazca… si no es él, estoy segura que Nanase-sama se encargara de avisarle a Hiko… por favor…

Con cariño Kaoru Himura

Megumi tenia razón, las lágrimas resbalaron por la hoja llevándose consigo la tinta. Kaoru jamás se había mencionado a si misma, pedía específicamente por aquella criatura, por un ser al que ni conocía. Además lo mencionaba como su hijo, aun en la carta que sabia que el jamás leería, tantas cartas desde hacia mas de un mes, en todas le rogaba a él lo mismo que ahora a Megumi. El aire ingreso apagando la luz de las velas.

- Igual a Tomoe…

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Llevaba más de dos días cabalgando y comenzaba a dolerle la parte trasera. Tenía una orden específica la cual consistía en asegurarse que la hija de Shishio-sama se encontrara en el lugar donde el espía les había informado. Lo que había complicado las cosas resultaba el hecho de que aquel lugar era lejano e inaccesible. El día había comenzado nuevamente, y a su paso tan solo se había topado con una carroza, la cual al parecer pertenecía a un terrateniente pues estaba acompañada por una gran guardia, pero de eso hacia ya casi medio día.

El viento le golpeaba a gran velocidad en el rostro, entonces pudo distinguir, aun lejano pero inconfundible, un cuarteto de patas chocando sobre la tierra, un animal verdaderamente veloz. Se detuvo en medio del camino esperando por aquel intruso.

La silueta más visible a cada segundo, detenidamente pudo distinguir el fuego, rojo intenso sobre aquel animal. Su sonrisa se extendió, quizás no tendría que visitar personalmente a la bella señora Himura. El caballo se detuvo a escasos pasos de el

- Himura-sama veo que usted también ha venido de visita – su voz inocente. Los dorados ojos brillaron amenazadoramente – antes creo que debemos charlar, hay asuntos que debo informarle antes de dejarle pasar

- Fotógrafo… - corto el pelirrojo descendiendo de su caballo – si para pasar tengo que matarte… aunque entristezca a mi esposa, lo haré

- Veo que para hablar con usted tendré que utilizar el regalo de Shishio-sama

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La puerta se abrió de golpe mostrando su anciana figura, había llegado antes de lo que pensaba, en la casa de la señora Takani había cambiado sus caballos haciendo más rápido su regreso. Se encamino con el paquete en las manos hasta la habitación, miro a su alrededor, nada parecía haber cambiado; la tenue luz de la vela apenas alumbraba a la joven sobre el futón a su lado yacía otra recargada ligeramente en la pared, al verla se enderezo.

- Nanase-sama que bueno que regreso – hablo sinceramente

- Si… ayúdame, necesito que pongas a hervir agua – la castaña se levanto de golpe – y trae a tu noviecito, también lo necesito

La chica asintió alejándose. La curandera dejo el paquete sobre la mesa desenvolviendo su contenido, un par de frascos y un paquete repleto de un blanquecino polvo. Era un envió de Megumi, a mitad de camino un hombre había interceptado su carreta entregándole aquello junto con una pequeña carta:

Debió decírmelo personalmente… esto es para la enfermedad, el frasco más grande y el polvo le aliviaran el dolor y la fiebre. Aun tengo algo que hacer, llegare a más tardar en tres días, entre tanto déle eso cada 4 horas… Megumi Takani

Se inclino al lado del futon acercando la vela aun más. Kaoru yacía dormida, era lo único que hacia desde que enfermara. Coloco su mano en su pálida frente sintiendo la ligera capa de sudor, percibió el cambio de respiración que tuvo ante el contacto.

- Kaoru… mi niña – hablo muy bajo – despierta, necesito que bebas algo

No hubo respuesta sin embargo se encontró con aquel bello par de ojos azules, sonrió ligeramente. La vela vibro nuevamente trayendo consigo a los dos jóvenes.

- El agua esta hirviendo y también traje a Osamu

- Sirve el agua en un vaso y enfríala un poco – entonces se giro enfocándose en la chica – escúchame, lo que te voy a dar es medicina y tienes que tomarla… ¿entiendes?

- No… no quiero – la voz apenas audible de Kaoru se mezclo con su forzada respiración – mi bebé… Kenshin ayúdame…no

- Osamuel muchacho se inclino al lado de la vieja dispuesto a ayudar – sostenla, sin lastimarla, que no se mueva

- No… por favor… no – la señora Himura se removió entre los brazos del hombre

Nanase se giro vertiendo parte del contenido del paquete en el vaso, después un poco de los líquidos mezclándolos. Tomo firmemente el rostro de la joven hasta lograr que se quedase quieta mientras el chico la mantenía sentada.

- ¡Vamos niña, esto te ayudara, no le haremos nada a tu criatura… te sentirás mejor, lo mando tu amiga, la doctora de Tokio! – hablo sin obtener la menor cooperación. Frunció el entrecejo decidida – Syuyu tápale la nariz hasta que lo beba

La chica obedeció, lentamente los labios de Kaoru se vieron forzados a abrirse en búsqueda de aire. El liquido resbalo por su garganta mientras la desesperación hacia lo mismo en su corazón, las lagrimas fluían por sus mejillas confundiéndose con su propio sudor. El contenido del vaso se termino en su boca dejándole un amargo sabor. El joven aflojo entonces el agarre permitiéndole a la anciana abrazar completamente a la pelinegra. Su llanto ahora estaba ahogado en el pecho de la abuela que trataba de calmarla, aun podía sentir el calor del liquido en su estomago y las nauseas que le provocara.

- Ya… ya pequeña – susurro consoladoramente – es medicina, lo juro, no le hará daño al bebe, deja ya de llorar

Kaoru lloraba, como jamás lo hubiera hecho antes, había rogado para que aquel momento no llegara, ahora era demasiado tarde. La anciana había cumplido su promesa, la había obligado a tomar aquella cosa que le arrebataría a su preciado hijo y ella no había siquiera podido ofrecer resistencia. Con el miedo creciendo en su pecho trato de tranquilizarse, de ordenar sus ideas para encontrar una solución, lo cual le estaba costando bastante trabajo. Sintió las nauseas mas fuertes y apoyándose en la persona que se encontraba frente a ella busco alivio.

- Vamos recuéstate, necesitas dormir – la anciana trato de separarse a la joven sin obtener resultado – se que debe saber horrible, pero ninguna medicina sabe bien

- No quiero… morir… no como Tomoe – sus palabras morían siendo aun sollozos – …y mi bebé, por favor Kenshin… ayúdanos

- Esta bien, no morirás, pronto vendrá tu amiga y podrás marcharte de aquí, ahora descansa…

Kaoru por fin había sucumbido al cansancio quedándose profundamente dormida aun en los brazos de la curandera. Quizá era el efecto de aquel veneno o simplemente su imaginación, pero podía jurar que el terrible dolor en todo su cuerpo estaba desapareciendo dando paso a un reconfortante calor, por fin creía descansar después de varios días de solo sentir desesperación y malestar.

Continuará…

Notas: Hello, bien para que ya dejen de difamarnos con lo de "se tardan mucho en actualizar blabla…" pues aquí está el capi 15, y como lo prometido es deuda, tan solo faltan unos 2 o 3 capítulos para que esto llegue a su fin, como ya se dieron cuenta, nos encanta torturar a los personajes y lo seguiremos haciendo. Por favor si hay algo que no entiendan sobre lo que ya se dio a conocer, pregúntennos, gustosas les contestaremos todo lo que quieran. Y como hoy si vamos a contestar reviews y para no hacer más larga…Vamos a contestar desde los reviews del cap 14 OK:

Yuky: AHHHH Dios acabo de hacer algo estupido... se me borraron todas las respuestas a sus reviews! ahhhh ahhhh bien, bien, no me voy a estresar y comenzaremos de nuevo ok, no se apuren tendràn sus respuestas.

gabyhyatt: bueno, si Kenshin es un poco desconfiado (lo mismo le paso con Tomoe) pero pues toda la situasiòn se prestò a las malinterpretaciones. En cuanto a que Kaoru perdone a kenshin, pues no lo va a hacer del todo pues todo lo que està haciendo es para salvar a su bebè (ayy que tierna)

Verito S.: No, no lo mates! sino, nos quedarìamos sin fic. Si se està portando muy mal, pero lo va a pagar, prometido. En cuanto a el bebè, por èl si alzamos la mano a modo de juramente: a el no le va a pasar nada.

Yukimi-sama:Bueno como veras pues a Kaoru solo le esperò mas sufrimiento y todo por Kenshin. Y por ahora diremos que si, Shishio es papà de Kaoru. En cuanto a lo de Sano con Megumi, tambièn tiene su parte sana, porque aunque el el un arapiento, en realidad es muy rico gracias a la buena administraciòn de Aoshi.-- Ya veràs como en el siguiente capi todo se va a aclarar entre ellos dos, aunque los dos van a estar medio hostiles a aceptar sus culpas.

Mitsuki Himura:Si por esta vez todos estamos de lado deShishio por que el maldito de Kanshin no entendio la leccion que le dieron al morir Tomoe sino que lo volviòa hacer, pero ya màs adelante veras como todo en la vida y en los fics se paga (jajaja)

Delaila: GRACIAS POR TU REVIEW que bueno que te este gustando el fic, nos disculpamos por la tardanza, trataremos de apurarnos.

Kaoru-Luna: buneo a eso no le podrìamos llamar tortura... a quien engañamos, eso es tortura y de la buena, es que nos encanta hacer sufrir a todos los personajes, a veces a unos màs que otros.Y ahora que està embarazada pues serà nuestro blanco.Te pedimos una disculpa por la tardanza , esperamos que te haya gustado el cap.

Ghia-Hikari: hola! Bueno, pues parece que tienes voz de profeta, porque eso màs omenos es lo que va a pasar. Ya mas adelante veràs que es lo que sucede con las famosas fotos, porque cuando Kenshin las vea... Muchas gracias por darnos animos y por tu review.

DaniHimura-S1r4: Nos da gusto que pienses que valio la pena. Muchas gracias por tu apoyo! Y pues la culpa no es del todo de Yumi... ya veràs màs adelante de quien es en verdad la culpa. En cuanto a lo de las disculpas, definitivamente tendrìan que ser muy grandes, pero aquì entre nosostras, no va a pedir disculpas shhhh!

Kaoruluz: No te preocupes, ya hay un encargado de hacer sufrir a Kenshin, ya màs adelante veràs como tienen su merecido. y pues si la verdad Kaoru està sufriendo mucho y màs porque esta embarazada, pero ya veràs que ella no se vaa dejar vencer.

Bàrbara-Maki: Konnichiwa! Muchas gracias por leer nuestro fic... en cuanto a lo de los veinte capis, no prometemos nada, pues no sabemos cuanto vamos a tardar en terminarlo. Perdona la terdanza, procuraremos apurarnos.

Kagome Kaoru: Muchas gracias por tu apoyo, te pedimos una gran disculpa, no habìamos podido actualizar porque tenemos el tiempo apretadìsimo, la verdad quisièramos poder actualizar diario, pero la vida no nos da. Muchas gracias por tu review, esperamos que te haya gustado el cap.

Ane Himura: Hola, no prometemos un final feliz (no es nuestro estilo) pero vamos a hacer que las cosas se arreglen lo mas posible. Disculpa por fa la tardanza, vamos a tratar de apurarnos OK? Lo màs seguro es que Kenshin no se arrepienta...sin comentarios

MONIKA-DONO: Si te vamos a hacer llorar mucho! jajajaja bueno no tanto (esperamos) Muchas gracias por tu apoyo, esperamos ya no tardarnos tanto con las actualizaciones ok'

CiNtHiA: Bueno pues aqui estamos! Definitivamente no lo vamos a dejar (somos masoquistas) Esperamos que te este gustando. Muchas gracias por tu review!

POR FIN TERMINAMOS!

Esperamos que les haya gustado ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS POR LEERNOS Y POR SUS REVIEWS!1

OK. Matta ne