Capítulo 165
Julio 5, 9 am
LSEPS Escuela de Leyes,
Londres, Inglaterra
DM y Afro llegaron finalmente a la calla Aldwich, donde se encontraba la entrada principal. Alumnos entraban y salían en Rolls Royce, Ferraris y Lamborghinis por aquel enorme portón de hierro.
- No me parece tan impresionante – dijo Afrodita viendo el edificio de frente – donde están los campos verdes… las áreas públicas…
- Rosita… estas en Londres, no en Harvard – dijo DM
- Tienes mucha razón – dijo Afrodita dando dos pasos hacia atrás – déjame verte por última vez.
DM se sintió bastante incómodo.
- Creo que el nudo de tu corbata no está derecho – dijo Afro poniéndoselo bien – y aquí te faltó un poco de gel – dijo poniéndole salivita en el gallo de DM
Algunas chicas entraron en ese momento, los vieron y comenzaron a reír. DM se puso tan rojo como un tomate y le quitó las manos a Afro.
- Ya déjame! Siquiera te hubieras puesto falda para pasar por mi madre!
- Ay no! Nadie me creería que yo tengo un hijo tan feo!- se defendió Afro – Pero como puedes ver, no me equivoqué. Todos se visten igual de nerds que tu.
DM miró a su alrededor y efectivamente parecía que el uniforme eran pantalones de vestir, camisa de vestir, zapatos de vestir, chaleco y saco. Algunos traían incluso gabardina en el brazo junto a su laptop.
- Por qué yo no tengo laptop?
- Porque era más barata una Tablet y te servirá para lo mismo – dijo Afro- Ahora… recuerda que no puedes pelearte con nadie. Vendré por ti a las 3 que se supone ya saliste en este mismo punto para ir a turistear. No comas nada extraño como riñones y no bebas cerveza hasta después de las 12 para que no descubran lo borracho que eres…
- Pero…
- Pon atención a las clases y no te distraigas con las chicas el primer día. Apaga tu celular hasta que sea necesario que lo uses y recuerda que te voy a extrañar amigo.
DM ya no sabía ni dónde meterse y solo asintió todo cohibido. Afro iba dándose la vuelta cuando un Ferrari negro medianoche se estacionó frente a ellos, la puerta se abrió y una figura vestida en negro con blanco salió de la puerta y después se dio la media vuelta para abrir caballerosamente la puerta del copiloto de donde salió una peli negra de cuerpo impresionante, traje sastre negro, medias de red del mismo color estiletos negros, blusa morada metálica con escote casi al ombligo y su cabello recogido en una coqueta cola de caballo a la que le había rizado las puntas de su largo cabello. Su maquillaje seguía siendo muy discreto, pero sus labios con acabado gloss, le daban un aire completamente pícaro.
- Por Athena y sus vestidos blancos! Esa es Pandora?
Pandora se tomó del brazo de Radamanthys como cada mañana y casi de inmediato al menos cuatro chicas y cuatro chicos los rodearon.
Afro volteo a ver la reacción de DM en caso de que necesitara ayuda para controlarse, pero aunque su amigo veía la escena también, no hubo ninguna expresión de sorpresa en su rostro, por lo que se tranquilizó un poco y regresó caminando al departamento.
DM apenas ahora recordaba que en la fiesta de Milo, Minos le había dicho que esos dos también irían a la escuela en el verano.
- No la mires mucho, o alguno de los de su sequito de lelos se te echara encima y es muy temprano en el curso como para que tengas problemas – dijo un chico detrás de él.
DM volteó y vio que su interlocutor era un chico local y por su ropa, de casta más bien humilde.
- Mi nombre es Phil. Segundo Año. Manchester y tú?
- Ángelo pero me dicen DM. Curso Derecho Internacional 101. Italia.
- Wow. Vienes de lejos – dijo Phil – Ya pasaste lista?
- No. Apenas iba llegando. – dijo DM – Por que dijiste eso de Pandora.
- La conoces?
- Somos viejos conocidos. – declaro DM caminando hacia dentro del campus
- Pues por aquí le dicen "La pantera" – dijo Phil – Es hermosa pero letal. No acepta más compañía que la de su… no sé cómo llamarle… de Radamanthys
- A ver explícame eso de que no sabes cómo llamarle – preguntó DM interesado mientras subían las escaleras al tercer piso donde estaba control escolar.
- Pues es que no creo que sea su novio pues nunca le ha dado alguna demostración de afecto en público, pero vive con el. – continuó Phil.
- Y no pueden ser hermanos?
- Pues… serían los primeros hermanos que se ven con adoración que yo conozco – dijo Phil mostrándole el lugar y presentándole a las personas con las que debía entregar el papeleo los cuales le entregaron identificaciones, horarios y demás.
- Estoy tomando el mismo curso que tu para adelantar clases – dijo Phil – Podemos ser amigos.
- Seguro. Entre más, mejor. Ese es mi lema.
Phil le sonrió y lo condujo a su primera clase. DM miró a su alrededor sonriendo.
- Ahora si ordenes de aprehensión… cuídense porque DM va por ustedes y las hará pedazos.
Julio 5, 12 pm
Edificio de Oficinas Corporativas Olimpo
Atenas, Grecia
Thanatos se encontraba haciendo sus informes a Hades desde su escritorio en la oficina, o al menos eso intentaba. Ya llevaba dos horas frente a la computadora y apenas y había escrito la fecha. Tenía días intentando hacerlo y simplemente no podía concentrarse. Y si Junet no había hecho caso y se había liado con ese castaño nuevo poseedor de la armadura de Dragón del Mar?.
En un acceso de Ira de solo imaginárselo aventó la laptop al piso, cayendo a los pies de su hermano Hypnos, quien entraba en ese momento.
- Vaya, vaya… tu tercera computadora de la semana – dijo saltando por encima de ella – Por esta acción deduzco que no estás de humor.
- Tu qué demonios quieres Hypnos? Acaso no sabes tocar la puerta?
- Uy! Pero acaso alguien anda a dieta otra vez? O se te acabo la viagra olímpica?
Con un rápido movimiento, Thanatos lo tomó del saco y lo acercó peligrosamente a él.
- Que dijiste imbécil?
Hypnos con una calma increíble se soltó.
- Y si necesitaba alguna prueba, ahí la tengo. – dijo sentándose en la silla frente a su hermano subiendo los pies a su escritorio – Has andado demasiado raro últimamente
- No me pasa nada – dijo tranquilizándose un poco y sentándose en su gran silla ejecutiva de piel
- Mira. Puedes engañar a todos menos a tu gemelo – dijo Hypnos – Has dejado de tocar el arpa, no has tocado a tus ninfas en como dos semanas, estas retrasado en tus reportes y olvidaste el accidente de tren en Boston hace tres días 350 heridos y ni un muerto. Deja que hades se entere. Algo te pasa y no me quieres decir.
Thanatos subió también los pies a su escritorio.
- Si te lo digo, prometes no burlarte?
- Seguro
Thanatos hizo una mueca.
- Me ha rechazado una mujer y mi ego no lo soporta.
- Espera… No hay precedente de que nadie te haya rechazado nunca. Eres el condenado Dios de la Muerte! – exclamo Hypnos sorprendido.
- Y precisamente por eso me rechazó. – confeso enojado – Puedes creerlo?
- No, la verdad no. Cual de todas las ninfas te rechazo?
- Ninguna, no es una ninfa. – respondió Thanatos.
- Una semidiosa?
- No, claro que no!
- Entonces una diosa? Espero que no sea griega porque sabes que Madre está en contra de los incestos y...
- Por favor ya cállate! – dijo Thanatos – Es una humana ok?
Hypnos se levantó y le dio un puñetazo en la cara que lo tiró de la silla. Thanatos se incorporó rápidamente para regresar el golpe pero Hypnos le dijo:
- Solo estoy haciendo lo que tú me dijiste.
- Yo te dije que me golpearas pedazo de… almohada? – gritó Thanatos
- Si.
- Cuando?
- Año 50 A.C. Alexandria, Egipto. Y cito: Si alguna vez llego a portarme igual de imbécil que Marco Antonio con Cleopatra, dame un golpe en mi hermosa nariz – fin de la cita. Así que ya te lo di.
Thanatos entrecerró los ojos.
- Así fueras de bueno para recordar otras cosas. – dijo volviendo a sentarse – Que quieres en mi oficina?
- Ah si! Toma – dijo sacando un sobre negro con letras plateadas.
- Ay no! Dime que no es lo que estoy pensando – suplicó Thanatos.
- Me encantaría decirte que no lo es pero si. – dijo Hypnos viendo la cara de desolación de su hermano – Madre bajara a la tierra para su revisión sexenal.
Thanatos se golpeó la cabeza con el sobre.
- Momento… Aún no se cumplía el plazo para que baje – dijo – Quien de ustedes fue con algún chisme?
- Y por qué me dices a mí? Pregúntale a alguna de tus hermanas! – contestó Hypnos ofendido
- Tengo miedo hasta de abrir el sobre – dijo Thanatos – Cuando será la estúpida reunión?
- A fin de mes – contestó Hypnos – Así que más te vale que no te vea con esa cara de limón agrio o comenzara a meterte en tu vida y por consiguiente en la mía.
- Bah! Y que quieres que haga? – dijo Thanatos indiferente
- Levanta tu huesudo trasero de esa silla, ve a ver a esa chica y demuéstrale por que nadie se resiste a nosotros. – contesto Hypnos – Y si eso no funciona, la mandas a la fregada y te consigues otra. Me voy a conseguirte otra computadora. – dijo saliendo de la oficina.
Thanatos se quedó pensando. Tal vez podía, ya que no está haciendo nada ver que andaba haciendo Junet y si estaba disponible, invitarla a salir otra vez. Pensando en eso, desapareció de la oficina para buscar a la rubia, aunque no se dio cuenta que su hermano lo siguió.
Julio 5, 12 pm
Playa Lagonisi
Atenas, Grecia
Junet y Yulij se encontraban tomando el sol boca abajo a la sombra de uno de los parasoles de la Playa Lagonisi.
- Te dije que hoy no habría tanta gente por aquí – dijo Yulij completamente relajada – No hay niños gritando ni aventándote arena, ni padres babeando mientras los olores de la comida local que traen las señoras bonachonas te dan nauseas…
- Jajaja eres demasiado exigente Yulij – contestó Junet – Pero admito que fue buena idea viajar una hora y media para llegar a esta playa.
- Los turistas prefieren playas más cercanas a Atenas – refirió Yulij acomodándose el borde de su bikini verde esmeralda.
- Solo nos faltan dos negros que nos echen aire y unas ardillitas – bromeó Junet
- Jajaja no quieres nada? Y hablando de eso… Recuerdas en la boda de Shaina que… bueno… no me quedé sentada todo el tiempo? – pregunto la peli plata
Junet intentó hacer memoria.
- Mmm… si. Creo que te vi bailando con un grandote. - contestó
- Si. Crees que haya hecho mal en darle mi teléfono?
- Que hiciste qué? Pero si ni sabias nada de el! – reclamó Junet – Momento… cuando te dieron permiso de tener teléfono?.
- Supongo que en el mismo día que a ti pero bueno, ese no es el punto. – dijo Yulij tratando de restarle importancia – La verdadera razón es que… me manda mensajes muy divertidos y dice que vendrá a Atenas pronto.
- Y?
- Pues… no se cómo proceder. Recuerda que él es casado y…
Junet se incorporó y Yulij también.
- No puedes andar con un casado!
- Por qué no?
- Es inmoral!
- Pero aún no termino de decirte quien es!
- Qué diferencia hay? – volvió a preguntar Junet – Así fuera el mismo Zeus no es correcto!
- Bueno… no tanto como Zeus pero si su hijastro y…
- Que que?
- Shhhhhhhhhhtttt te van a escuchar en Tombuctú – bromeo Yulij
- No puedes andar con un casado y menos si es un dios! – gritó Junet – Pero tu estás loca?
- Por qué no? – preguntó Yulij cruzándose de brazos
- Si, yo también quiero escuchar la respuesta – dijo Thanatos detrás de Junet
Junet no pudo precisar en ese momento si lo que sintió fue miedo o unas enormes ganas de romperle las bolas al guaperrimo dios de la muerte, pero Yulij sabía que lo que estaba presenciando no era nada bueno. Solo acertó a quitar la toalla del asiento de Yulij y cubrir su cuerpo con ella.
- Los dioses no pueden enamorarse de los humanos. Está prohibido. Cuando un dios o una diosa están con uno es por mero capricho y el humano debe estar consciente de esto o perderá la razón. Además los dioses son eternos y el humano no, por lo que ellos se recuperan rápidamente de la perdida, pero nosotros como humanos tenemos una vida tan corta, que no vale la pena ni llorarlo.
Yulij se quedó pensando. Desde cuando Junet tan sabía. Pero Junet estaba diciendo las palabras directamente hacia Thanatos.
- Si eso es lo que te preocupa, cuando mueras puedes ir a los elíseos para servirme como una de mis Ninfas – dijo en tono arrogante mientras le tocaba el cabello, por lo que Junet le soltó un manotazo, aunque Thanatos la tomó por la muñeca. – Creo que aún no comprendes cual es tu posición aquí.
- Suéltame! – dijo Junet tratando de zafarse.
Yulij también intentaba hacer que la soltara sin poder lograrlo y Thanatos solo reía. Su hermano Hypnos veía con indiferencia toda la escena desde atrás. Esa era la chiquilla que había trastornado el mundo de su hermano? No tenía nada de especial.
- Démosle una ayudadita – se dijo moviendo una de sus manos para dormir a Yulij, quien de inmediato cayo inconsciente sobre el camastro que antes ocupaba Junet.
Thanatos sonrió ante esto. Ahora podría tener a Junet para el solo mientras su hermano metiche le cuidaba la retaguardia. Acercó a Junet a su cuerpo para besarla cuando sintió una gran concentración de energía golpeándolo en el costado, soltando a Junet y deslizándose varios metros sobre la arena.
Hypnos corrió al lado de su hermano y ambos voltearon hacia donde Aleix caminaba despacio envestido con la Sale de Dragón del Mar.
- Y ese quién es? – le pregunto Hypnos a Thanatos
- Un dolor en el trasero al que hay que eliminar – le contesto Thanatos.
- No es correcto que trates así a las mujeres – dijo Aleix enojado deteniéndose a una distancia prudente
Junet intentaba despertar a Yulij para salir de ahí, pero era inútil.
- Este bien? – le pregunto Aleix a Junet.
- Si, gracias. – dijo Junet viendo como Thanatos se le acercaba y agachaba a su nivel
- Acaso no quedó claro lo que pasaría con el si ustedes seguían viéndose? – le dijo a Junet en voz baja – Tal vez… necesites una demostración.
Hypnos se le quedó viendo fijamente a Aleix. Por qué ese general marino traía un mínimo rastro de su hermana Keres? Y por que Thanatos no le estaba dando importancia a eso? Podía ser su hermana enviándolo para joderlos. No sería la primera vez.
Thanatos comenzó a subir su cosmo para mala suerte de Aleix.
- Terrible Provid… ¡!
Sin cosmos, Aleix sabía que no podía contra el, así que solo podía luchar como humano. Dio una patada a la arena lanzándosela en la cara y los ojos, ganando unos valiosos segundos en los que llegó hacia Junet, cargo a Yulij en brazos abrió un portal y los sacó a los tres de ahí.
- Pero que caraj… - grito Thanatos encabronado al ver que se les habían escapado.
- Jajaja eso es nuevo! – dijo Hypnos de buen humor
- Estúpido cuerpo mortal! – reclamó Thanatos aun quitándose la arena de los ojos – Y tú por que no hiciste nada?
- Sabes que no me gusta pelear – dijo desapareciendo seguido de su hermano.
El portal se abrió en un jardín de pasto verde esmeralda con flores rosas y dos árboles gemelos al fondo. Aleix y Junet lo atravesaron y ambos se dejaron caer. Aleix puso a Yulij sobre el pasto.
- Lo siento. No debí interponerme pero no podía aceptar que te tratara así – dijo Aleix
- Te agradezco que lo hayas hecho – respondió Junet viendo que Yulij estaba pronta a despertar – No sabía que podías transportarte así.
- Yo tampoco – dijo levantándose y mirando a su alrededor – dónde estamos?
Junet se levantó y puso atención a los detalles incluyendo la túnica del Maestro Shaka doblada como la había dejado la única vez que había estado ahí.
- Tenemos que salir de aquí – dijo corriendo hacia Yulij sacudiéndola – Yulij… Yulij!
- Que? Que pasa?
- Levántate… tenemos que irnos!
Aleix se acercó a ellas.
- Por qué? Dónde estamos?
- En la sexta casa dorada de virgo! – exclamó y enseguida corrió hacia la terraza donde ya veía venir a cuatro caballeros dorados por arriba y por abajo – Te descubrieron! – le gritó a Aleix – Tienes que irte ahora!
- Y como carajos me voy si no se ni como llegue aquí! – dijo Aleix sin comprender
- Entiende… si te encuentran aquí… te van a matar! – gritó
- Tu tampoco deberías estar aquí… y así… - dijo Aleix reparando en que Junet y Yulij traían minúsculos bikinis.
Fue y tomó la túnica y se la entregó a Yulij y después sin perder tiempo se quitó la Scale, su camisa y se la entregó a Junet.
- Ok gracias, ahora vete por favor! – dijo Junet poniéndosela
- Creo que mejor hablo con el borrego mayor respecto a lo que vi hoy. – dijo Aleix- Es mi deber!
- No! Entiende! Una marina de Poseidón no puede entrar al santuario o se desataría una guerra! – dijo Junet ansiosa – Vete por favor. Te lo suplico.
Aleix intentó volver a hacer el portal tres veces pero no sabía cómo lo había hecho la primera vez.
- Vete! – suplicó Junet dándole un beso en la mejilla – Gracias!
Sin pensarlo, el portal se abrió y Junet lo empujó hacia él.
- Prométeme que informaras de esto a tu patriarca.
- Si, si… lo que digas pero vete!
- De acuerdo. Te veré luego. – dijo atravesando el portal con la scale en la espalda justo en el momento en que Camus, Milo, Aldebarán y Kanon entraban en la casa para ver lo que sucedía.
Ambos miraron extrañados a las dos chicas extrañamente vestidas dentro del jardín de Shaka.
- En donde está? – pregunto Camus
- Se fue
- A dónde? – volvió a preguntar Camus
- No lo sé…
Kanon se acercó a las chicas y estas retrocedieron asustadas.
- Tranquilas. Solo dígannos que paso?
Junet dio un paso al frente. Si no lo decía, podría traerle problemas a Aleix.
- De acuerdo. Pero solo se lo diré al Patriarca en confidencia.
Los cuatro dorados se miraron. Iban a tener que preguntarle a Aioros, quien estaba a cargo en este momento, como quería que se procediera pero mientras tanto, alguien tenía que acompañar a las chicas al recinto, y Aldebarán era perfecto para ello.
Julio 5, 5 pm
Biblioteca del Palacio Valhala
Asgard, Noruega
Shaina pasaba la hoja del libro de anotaciones de los joyeros con una mano mientras estaba recargada en la otra casi durmiéndose. No estaba durmiendo bien gracias a la fogosidad incansable de Minos y el berrinche que le había hecho dos noches atrás por haber sido golpeado en la nariz por un Sonámbulo Aioria, o al menos esa fue la defensa del Caballero de Leo. Estaba casi segura que Aioria no mentía al respecto, pero ella se había quedado tan dormida que ni siquiera se había enterado de nada hasta la noche siguiente.
Ahora estaba descansando los ojos un momento, pero la apertura de la puerta la despertó por completo. Thor entró con una charola conteniendo comida, pan, fruta y una jarra de sidra.
- Espero no importunarte Shaina, pero me di cuenta que no te has parado de ahí desde que llegaste esta mañana y supongo que no has comido nada – dijo – Por que no paras un momento y comes? Los libros no se irán a ningún lado.
El estómago de Shaina rugió al percibir el delicioso aroma de la comida y asintió.
- Gracias. La verdad lo había olvidado. – dijo haciendo a un lado el libro y comenzando a comer
Thor sonrió.
- Y dime… que se siente haber desafiado a los dioses griegos con tal de casarte con Minos de Grifo?
Ahora fue el turno de Shaina de sonreír.
- Fue lo máximo!
- Jajaja me imagino. Y mientras te haga feliz…
- Oh si! Sí que lo hace… aunque…
- Que?
- No sabía que las mujeres casadas tenían que dormir siestas porque no las dejan dormir por las noches.
Thor comenzó a reír nervioso.
- Si bueno… no todas las mujeres casadas pueden quejarse de eso – dijo riendo
- Ahhh
- Por cierto, ya encontraste alguna pista? – pregunto Thor curioso
- Pues… no. Son demasiados archivos y demasiados trabajos. – dijo – Es increíble la cantidad de joyas que se hacían aquí desde hace cientos de años.
- Así es. Pero a ver dime… cual fue la pista que te trajo hasta aquí?
Shaina lo pensó un momento. No recordaba muy bien la historia que le había dicho Shion.
- La última vez que se vio la joya estaba en manos de alguien que vivió aquí… mmm… no tengo el dato… espera te digo…
Shaina le mandó mientras un mensaje a Shion y Shion le contestó unos segundos después.
- Ok… calculan que fue hace unos 210 años. O entre 200 y 210.
- Ahhh – exclamó Thor – Bueno… te fuiste muy atrás entonces – dijo regresando el libro que tenía Shaina y trayendo cinco tomos – En esa época solo había 5 orfebres que pudieron haber comprado, limpiado o arreglado esa joya y son estos.
La sonrisa de Shaina se hizo muy amplia. Thor se estaba portando muy amable con ella.
- Que otra pista tienes? – preguntó Thor – Tal vez podamos hacer un poco más estrecha la búsqueda. Algo así como el material, o si la persona que la portaba era de buena familia …
Shaina volvió a preguntarle a Shion y este le volvió a mandar un mensaje.
- Uhhh… Era una mujer, con mellizos… y la joya fue hecha por Hefestos el dios Herrero…
Thor la miró curioso
- Creí que era una joya de familia lo que buscabas. – dijo
- Todos en el santuario somos como de la familia – respondió Shaina en actitud indiferente – Esa información nos sirve?
- A decir verdad, si – dijo Thor buscando en el prólogo de cada libro – Mira este orfebre solo trabajaba para el gobierno así que no nos sirve. Este otro era muy supersticioso y no hubiera trabajado con una mujer que hubiera tenido mellizos…
- Que mamerto
- Mmm… este otro, no tenía las herramientas necesarias para manipular alguna joya como la de tu dibujo y menos si fue hecha por el dios herrero. – dijo Thor – así que la respuesta debe estar en alguno de estos dos.
Shaina terminó de comer lo más rápido que pudo.
- Muchas Gracias Thor. Has sido de gran ayuda – dijo
Thor se ruborizó un poco. No estaba acostumbrado a los halagos.
- Por cierto… La señora Hilda y Siegfried llegaron hace algunas horas. Creí que querrías presentarle tus respetos y los del santuario antes de irte esta noche. Mañana tal vez estén muy ocupados poniéndose al día como para atenderte – dijo El grandote
Shaina tragó saliva. Hasta Sammy era mejor en protocolos que ella.
- Desde luego que debo hacerlo, Pero… abusando un poco de tu… buena voluntad…
- Dime
- Podrías conseguirme ropa un poco más adecuada? Parezco no se que y me da un poco de pavo presentarme así
Thor se echó a reír.
- Sanbocho o no, las mujeres y su vanidad nunca las voy a entender. Alguna de las damas de compañía de la señora Hilda deben tener algo que te quede. Talla… 8?
- 6
- Claro! – dijo Thor guiñando un ojo – Te traeré algo presentable.
Shaina aprovechó la salida de la sala con la bandeja de comida para rápidamente buscar lo que encontraba. Ya que cada trabajo estaba dibujado en los libros, rápidamente pasó el primer libro sin encontrar nada, pero a mitad del segundo un dibujo le llamo la atención, por lo que leyó la descripción debajo del dibujo:
"Año 1784, Asgard
Yo, Herid de Asgard, en mi calidad de Joyero, Orfebre y Tallador reconocido de zafiros en esta comunidad, elabore le partición transversal de una esclava de eslabón grueso de oro de 22 quilates con broche de corazones, sacando dos esclavas del mismo a petición del Señor…"
Shaina no pudo obtener más información. La página había sido arrancada.
- Maldición! – Shaina le tomó fotografía tanto al dibujo como a la información y al libro.
Buscó algo más pero no aparecía ninguna otra información. Aprovechando que Thor aún no venía, Dejó el libro en su lugar y comenzó a buscar a otra. Censo 1750- 1800.
- Thor dijo que era mala suerte tener gemelos y mellizos aquí, así que deberían estar marcados o algo…
Encontró al menos 20 familias que declaraban haber tenido embarazos múltiples, pero pocas aparecían como viudas o viudos. Escuchó los pasos de Thor viniendo, así que solo pudo tomarle fotografía a esos nombres y corrió a dejar el libro en su lugar.
- Encontraste algo?
- No. – mintió Shaina – Tal vez mañana tenga mejor suerte.
- Si… ya estuviste mucho tiempo en los libros. Ten. – dijo entregándole todo un juego de ropa incluso con botas de piel incluido – Puedes cambiarte en la habitación de Fler.
- Gracias.
Shaina siguió al guerrero hasta una habitación diciendo que la esperaría afuera pues el palacio podría parecerle un laberinto si no lo conocía.
Ella accedió y procedió a cambiarse. La habitación de Fler estaba decorada con buen gusto, por lo que después de estar cambiada, y para verse en el espejo y poder peinarse un poco al estilo vikingo, se acercó a la cómoda. Había una foto de Fler sonriendo y otra con su hermana.
- Ay Camus! Tus hijos te hubieran salido divinos de no haber hecho una de tus camusadas. – dijo tomándole una foto con su celular a las dos fotografías – En caso que necesite torturarte.
Thor tocó a la puerta y Shaina salió algo tímida de la habitación. Sabía que se veía ridícula.
- Bueno… esto es algo digno de ver. Una amazona disfrazada de valquiria – dijo Thor – Te están esperando en el salón del trono.
Shaina suspiro profundamente y asintió antes de seguirlo. De acuerdo. Momento de aplicar la diplomacia de la que tanto leía.
Julio 5, 8.45 pm
Taberna de la Posada
Asgard, Noruega
Shaina llegó con la ropa que Thor le había provisto e incluso una capa con ribete de piel y la suya en un bulto envuelto en papel.
- Señorita Karen, su compañero Aquiles ya está en su habitación – le dijo el posadero
- Gracias. Y mi otro compañero? El de cabello lila? – preguntó
- No. A él no lo he visto en todo el día – contestó – le sirvo de cenar?
- No gracias… Cene en palacio y estoy que reviento – dijo
- Ahhh! Entonces que tal un digestivo? Tengo Marsala y Gran Marnier.
- Marsala – dijo Shaina sin saber mucho lo que era pero no quería verse descortés – Me lo lleva a la mesa de siempre?
- Desde luego.
- Gracias.
Shaina se sentó en la mesa del fondo. Estaba tentada a llamar a Minos, pero era capaz de ir de inmediato y estaba tan llena que no podía hacer nada.
- Mejor me tomo el digestivo primero. – se dijo
Su celular recibió un mensaje de texto del celular que ahora sabia era de Marín:
- " Por favor… no te olvides de averiguar si es cierto o no lo de la niña"
Shaina suspiró en tono derrotado.
- Como carajos quieres que averigüe eso Marín…
- Pero que tenemos aquí – dijo un chico de cabello negro en obvio estado de ebriedad mientras se sentaba a su mesa – Carne fresca en Asgard? Eso es bueno.
El tabernero casi corrió a la mesa con el Marsala en la mano para intentar correrlo.
- Frodi, deja en paz a la señorita. Es una turista.
- Turista? Bah! Tu que sabes? Que no ves que esta vestida tan bonita como una de las doncellas de la señora Hilda? – dijo antes de comenzar a llorar – Lyfia era una de esas doncellas.
- No empieces y mejor te llevo a tu casa.
- No! Déjame!
- Déjelo. Yo puedo con este y muchos más – dijo Shaina aunque en voz baja le pregunto – Quien es el borrachín?
- Frodi. Un junior caído a menos porque la chica que él quería salió con su domingo siete y no precisamente de él. – dijo en el mismo tono que luego cambio – Si necesita que me lo lleve avíseme.
- Claro. Gracias.
Shaina tomó un sorbo de Marsala y comenzó a hacer caras por lo fuerte del alcohol.
- Y Frodi… cuéntame tus penas. – dijo – Quien es la tal Lyfia?
- Lyfia? Ahhh mi Lyfia… (hic) Una niña preciosa… crecimos juntos y yo la quería para mi pero (hic)… pero…
- Que?
Frodi se tomó toda su cerveza de un jalón.
- Ella es una mala mujer! Una mujer fácil! Una…
- Ya, ya. Entendí perfectamente. No hace falta mencionarlo
- Ella nunca quiso decir a nadie quien es el padre de Mist pero (hic) no se necesita mucho para saberlo (hic)
Shaina se inclinó sobre la mesa interesada.
- A mí me gustaría escucharlo. – insistió
Frodi también se inclinó sobre la mesa en tono de confidencia y Shaina sacó su celular para grabar toda la conversación. Shaina llamó a Minos casi inmediatamente que Frodi cayó al suelo de borracho y el tabernero tuvo que llevarlo a su casa. Necesitaba sacar todo el estrés del día y Minos sabía perfectamente cómo hacerlo. Ya por la mañana le daría las malas noticias a Marín.
Julio 6, 3 pm
Recinto de Amazonas
Santuario de Athena.
Kakyuu llegó corriendo al recinto hecho un mar de lágrimas, chocando de frente con Kyoko.
- Hey! Tranquila! Por qué tanta prisa? – exclamó Kyoko
La adolescente solo volteó para todos lados y vio a Junet y Geist platicando animadamente en el patio y corrió hacia ellas.
- Señorita Junet! – dijo corriendo a abrazar a la rubia.
- Que sucede Kakyuu? – preguntó Junet asustada – Que te pasó?
- Es la señorita Marín! Esta como loca golpeando rocas en la playa y se está haciendo daño y no me escucha!
Junet y Geist se pusieron en alerta.
- En dónde? – preguntó Geist
- Junto a la entrada a cabo sunion! – respondió Kakyuu asustada.
Ambas chicas echaron a correr dejando a Kakyuu con Violet.
Encontraron a Marín tal y como su aprendiz les había dicho golpeando una gran roca a puño limpio y sin usar su cosmo. Se estaba haciendo daño deliberadamente mientras gritaba:
- Soy una estúpida! Una reverenda estúpida!
Junet uso su látigo para contenerla y entre ella y Geist la llevaron al recinto, la metieron a su cabaña y a su cama y atendieron sus heridas. No sabían lo que estaba pasando pero era necesario calmarla primero.
Flashback
Marín soltó a Aioria una vez dentro de la cabaña. Era cierto que tenía galletas y leche, y lo sentó a la mesa donde le sirvió un vaso y algunas galletas con chispas de chocolate.
Aioria seguía cabizbajo sin saber que decir o como comenzar a disculparse. No estaba acostumbrado a hacerlo y mucho menos a reconocer sus errores.
Marín se sentó frente a él, esperando que Aioria no notara que con solo su presencia su pulso se le aceleraba, su piel se calentaba y el fino vello de su cuerpo se erizaba por la sensación. Una sensación que le salía de muy adentro y que se extendía por todo su cuerpo como una lengua de fuego, despertándole a la vida cada punto erógeno.
Tratando de retomar el control de su cuerpo, lentamente tomó aliento y después lo expulsó despacio. Repitió el procedimiento varias veces.
- Concéntrate Marín - pensó mientras se mantuvo en silencio - Recuerda por qué te alejaste de él.
- No sé por dónde empezar Marín – dijo Aioria finalmente – y Tal vez es porque no se en que punto todo se fue al diablo. Yo sé que… cometí un error en Asgard pero juro que fue una vez y no significó nada para mí. Tú siempre fuiste, eres y serás mi amor. Aunque ya no estés conmigo.
No hizo el más leve intento de tocarla, pero su cercanía ya era suficiente para que Marín notara el calor de su cuerpo y el aroma sutil de su colonia Safari. Eso por no mencionar el aura de poder que portaba como una característica innata y que siempre la había vuelto loca.
Levantó los ojos para mirar de frente a Marín y pudo ver que sus ojos le brillaban de rabia, con la pupila dilatada en una mezcla de frustración y cólera. Si las miradas pudieran matar, él estaría muerto para ese momento.
- Aun así, no tenías que haberte desquitado con ninguno de mis amigos… mis hermanos. Tú no eras así. Eso me sacó de balance porque además no quisiste nunca decirme quien fue. No puedo verlos a la cara sin preguntarme si fue con el con quien te desquitaste. Si él no es mi amigo como dice ser.
- Entonces esperabas que dijera: "Te creo Aioria. Sé que no se volverá a repetir" y entonces todo quedaría "igual" y mientras a mí me usas de incubadora por tu sentido del deber, yo me quedaría aquí en casa esperándote con los brazos abiertos mientras tu en cualquier oportunidad te irías a revolcar con cualquiera. – Gritó Marín levantándose de la mesa.
Respiraba agitadamente porque se le estaba saliendo de control la "platica amistosa" que ella misma había iniciado.
Aioria esperó a que se tranquilizara y se levantó de la mesa muy despacio para ir hacia ella. Marín comenzó a retroceder. Conocía esa mirada muy bien.
- No, no debo caer!- pensó Marín
La Cabaña comenzó a desvanecerse y ya solo quedaba el hombre y la intensidad de su magnetismo. Un recuerdo primario le suavizó el nudo de la garganta y un calor sensual comenzó a apoderarse de ella conforme Aioria se acercaba.
Aioria se paró justo delante de ella y el cuerpo de Marín comenzó a recordar y ella estaba indefensa ante la pasión traidora que estaba despertando.
- Maldito seas, Aioria- se dijo en silencio - No me hagas esto.
Pero ya era demasiado tarde. Lentamente, Aioria bajó la cabeza y con su boca acarició la de ella. La caricia fue muy suave y Aioria notó el leve temblor que había provocado. Primero jugueteó con su labio inferior, después, tomó toda la boca, devorándola.
Marín sintió la potente fuerza de su erección contra la parte más sensible de su anatomía por sobre sus mallones.
La necesidad de ella estalló, primitiva, urgente, libidinosa y abrió la boca pidiendo más. Quería mucho más que una amable seducción. Un gemido, una súplica, escapó de su garganta cuando los labios de él saborearon la línea de su cuello.
- Tengo que frenarlo antes de que sea tarde… - volvió a decirse Marín tratando de ser fuerte.
Pero ya no pudo hacer nada. Se sentía totalmente impotente ante la profunda necesidad de su ser, hechizada por la brujería erótica de aquel hombre magnífico. Había cometido un gran error al permitirse estar a solas con el, en un lugar como ese.
Entonces, la boca de él volvió a encontrarse con la de ella quien le respondió con avidez. Todo su cuerpo ardía en llamas y se le escapó en un gemido cuando él la levantó en brazos y la llevó a la cama.
Con un movimiento rápido, Aioria la despojó de toda su ropa y se concentró en su pecho. Primero, jugueteando con el pezón, luego, succionándolo sin vergüenza.
Marín se arqueó de placer y con las manos le recorrió la espalda, acariciándolo, arañándolo. El placer se incrementó cuando él buscó su íntima humedad y encontró la parte sensible que acarició a conciencia. Ella empezó a arder de pasión, gritando mientras él la llevaba cada vez más y más alto… hasta que no pudo aguantar más y le suplicó que la poseyera.
Aioria se desvistió rápidamente y la tomó, empujando despacio, y escuchó su respiración jadeante mientras sus músculos se distendían para acomodarlo en su ser. Se quedó quieto, disfrutando de la presión. Después, su cuerpo empezó a moverse, primero despacio, recorriendo todo el camino hacia la salida para después hundirse hasta el fondo. Una y otra vez repitió la acción, aumentando los movimientos hasta que ella se unió a su ritmo y danzaron al unísono empapándose de sudor sensual.
Marín esperó a que su respiración se calmara, convencida de que no podría mover ni un solo músculo. Cerró los ojos, demasiado alterada para hacer nada. Pero él la abrazó y la apretó contra él, acariciando su piel y besando su pelo. Marín se sentía tan bien… era como volver a casa después de una tempestad.
Despacio, ella se incorporó un poco para subirse encima de él. Con una mano se apartó el pelo de la cara y, después, le acarició el pecho dibujando con los dedos una línea a través del pecho hacia su cadera. Sintió qué él volvía a excitarse, mientras, ella trazaba una línea hacia delante y hacia atrás en el lugar donde sus cuerpos se unían. Aioria reemplazó los dedos de ella por los suyos en la caricia.
La reacción de Marín fue inmediata, la explosión salvaje de placer exquisito era más de lo que podía soportar y, esa vez, fue ella la que cabalgó sobre él hasta conseguir el éxtasis mutuo.
Marín se quedó dormida en sus brazos, con la cabeza sobre su pecho. Había una parte de ella que no quería que aquella tarde terminara. Cuántas veces había soñado con volver a tener una noche así solo para despertarse sola con un vacío demasiado real?
Shion hizo un recordatorio a todos los dorados a través de sus cosmos para estar a en una hora para recibir a Niv y Aioria se levantó de un salto despertando a Marín al hacerlo. Le dio un beso en la frente mientras se vestía apresurado.
- Lo siento Marín, Shion nos está llamando para la presentación de la novia de Alde y no puedo faltar. – dijo – Te prometo que hablaremos de todo lo que no pudimos hacer hoy cuando regrese de mi misión.
- Mi… misión? – alcanzó a tartamudear Marín.
- Si. Voy a Asgard por unos días, pero no tardo. Saori quiere que le traiga a Ikki, a la niña y no sé qué más. Nuestro tiempo máximo son 15 días y Mu y Shaina van conmigo. – dijo poniéndose las botas – Por favor, espérame hasta entonces para platicar está bien?
Marín no podía pensar. Acababa de oír bien? Lo mandaban a Asgard para… A que estaba jugando ahora? Y ella como podía ser posible que cayera tan fácil de nuevo?
Aioria le dio un último beso y echo a correr hacia las 12 casas.
- Soy una estúpida! – gritó Marín echándose a llorar sola en esa cama en la cabaña más alejada del santuario, donde nadie podía escucharla ni consolarla.
Fin del Flashback.
Geist terminó de vendarle las manos a Marín y salió de la cabaña con el material de curación, dejando a Junet a cargo de cuidarla.
Junet se sentó en la cama y vio a Marín con la mirada vacía.
- Por favor, déjanos ayudarte! Dinos que te pasa! – suplicó Junet
- Soy una estúpida…
- Si, eso ya lo dijiste pero… asustaste a Kakyuu y a Geist! – dijo Junet – No importa lo que haya pasado antes entre ustedes… se supone que nos cuidamos entre todas!
- Lo odio! Lo odio con todas mis fuerzas! – murmuró Marín con rabia – Y me odio por no poder controlarme con el tan cerca.
Junet quedó en silencio. Solo había una cosa que podía sacar de quicio de esa manera a Marín.
- Ya olvídalo Marín… creí que andabas con Ío. Él se ve buena persona y te hace reír. Pero si no, tu eres muy bonita y puedes tener a quien tú quieras. – dijo acariciándole la cabeza
Marín la miró. Junet la que siempre estaba sonriendo y bien vestida, ahora parecía una mala imitación de Mel C de las Spice Girls por culpa de los hombres calenturientos, pero aun así no dejaba de vivir su vida ni de intentar encontrarse.
- Sabes qué? Tienes razón. Al carajo el gato y sus crías. Que se los meta por donde quepa. Soy Marín de Águila y puedo superar esto y mucho más. – le dijo
Junet le sonrió y la abrazó.
- Eso es Marín!. Tú puedes…! Eres la mujer más fuerte que conozco.
- Esa es Shaina – corrigió Marín pero Junet negó con la cabeza.
- Ella ya no cuenta. Minos ya la domó. – dijo Junet muy seria haciendo que Marín soltara una carcajada.
Ambas estuvieron riendo un buen rato y Marín agradeció que Junet estuviera ahí para apoyarla. No estaba segura si podría olvidar pronto a Aioria, pero al menos lo intentaría esta vez con bastantes ganas de lograrlo.
