Capítulo 168
Julio 8, 3 pm.
Oficina de Shion.
Santuario de Athena, Grecia
Mu ya le había avisado a Shion que iban para allá, por lo que ningún dorado estaba en alerta cuando tele transporto a los cinco a la cámara del patriarca.
Shion y Aioros los vieron materializarse justo en el medio y ambos se tensaron al ver a Aioria con él bebe en brazos.
- Bienvenidos – dijo Shion por debajo de la máscara – Que le pasó a Ikki?
- Solo esta noqueado - dijo Mu - Donde lo pongo?
Aioros comenzó a acercarse a Aioria.
- Athena dijo que quería que lo trajera y si no está ella y para evitar que se vaya, lo mejor sería ponerlo en el calabozo – dijo Aioria – Pero lo que su señoría crea más conveniente.
Shion asintió y Mu lo llevó hacia uno de los calabozos. Shaina tenía la cabeza agachada con los puños cerrados a ambos lados de su cuerpo.
- Shun? – pregunto Shion extrañado haciendo que Shaina alzara la cabeza y lo viera con unos ojos de pistola que incluso el Patriarca tuvo que dar un paso atrás al reconocer lo enojada que estaba – Shaina? Por qué carambas traes puesta ropa de Shun?
Shaina no dijo nada, pero ciertamente estaba mega encabronada. Dejó caer las mochilas y bajando la mirada al suelo, le pidió le pasara la niña y Aioria confiado se la dio. Shaina se la fue a dejar en brazos de Shion mientras Aioria abrazaba a su hermano y regreso despacio hacia el caballero de Leo. Aioria no vio venir el puñetazo que le dio a la mandíbula. Shaina iba a seguir golpeándolo con todo su coraje, pero Aioros la detuvo abrazándola por detrás inmovilizándola de inmediato, pero la cobra estaba tan pero tan enojada que le estaba costando toda su fuerza controlarla.
- Cómo pudiste meterme en este lio, pedazo de idiota! Esto no te lo voy a perdonar nunca! – gritaba – Suéltame Aioros! Suéltame porque esta vez sí lo capo!
- Tranquila Shaina. – suplico Aioros – Sabes que no debes meterte con ningún dorado.
Aioria intentaba limpiarse el labio que le había partido Shaina.
- Ahora a ti que te pasa? – Grito Aioria – Creí que ya estábamos en paz!
- En Paz? En Paz! Como puedo estar en paz si me engañaste! – grito Shaina de nuevo pateando en las espinillas a Aioros quien aguantaba estoicamente los golpes – Marín no me va a perdonar nunca el haberte ayudado a traer a esa niña! Mereces que te castren!
- Maldita vieja loca – grito Aioria perdiendo todo el juicio – Acaso no te cogió Minos lo suficiente en este viaje? Deliras por falta de sexo o qué?
- Aioria! – reprendió Shion – Controla tus palabras!
- Las mías? Que acaso no está viendo que ella acaba de golpearme? Vieja bipolar y menopaúsica! – volvió a gritarle Aioria a Shaina.
- Seré una vieja bipolar, menopaúsica, loca y puta si quieres! Pero al menos nos soy yo quien trae a sus hijas bastardas al santuario a restregárselos en la cara a sus exnovias – grito Shaina llorando de rabia – Voy a perder la amistad de Marín por tu culpa!
- Aparte de todo eso que dijiste agrégale mitómana, histérica y esquizofrénica! – volvió a gritar Aioria – Deberías estar en un maldito manicomio!
Shion le hizo una señal a Aioros quien se llevó de inmediato a Shaina a su habitación encerrándola con llave para evitar que siguiera haciendo su berrinche. Volteó hacia la niña quien con tantos gritos se había despertado y se estiraba mientras veía a su alrededor curiosa. Shion se quitó la máscara para no asustarla y fue a sentarse a la salita de su oficina. Ciertamente la niña era muy calmada y su cabello azul cielo y sus ojos aguamarinas le recordaban un poco a Afro cuando era niño. Ciertamente no había sacado nada de Aioria.
Aioria respiró hondo antes de seguirlo y arrodillarse.
- Le pido una disculpa por… perder la cordura, pero…
- Los dos van a recibir un castigo de mi parte Aioria, pero antes necesito saber por qué trajiste a esta niña al santuario – dijo Shion tranquilo haciéndole caras a Mist, quien sonreía inocentemente a Shion.
Aioria lo miró sorprendido.
- Athena me pidió que la trajera junto con Ikki.
- Athena o Saori? – Preguntó Shion
- Uhhh… cual es la diferencia entre quien dio la orden.?
- Olvídalo. Donde está su madre? – volvió a preguntar Shion viéndolo a los ojos.
- No había nadie. Solo Ikki y la niña. – dijo Aioria levantando la barbilla orgulloso – He cumplido a cabalidad mi misión.
Shion no dijo nada, pero esperó a que Aioros se les uniera. Mientras se entretuvo viendo una esclava con el nombre de la niña: Mist.
- Aioria… - menciono Aioros
- Lo se… lo se… voy a tener que darle una disculpa porque es mi superior y bla bla bla… - dijo Aioria haciendo que Shion rolara los ojos. Si antes había roces entre esos dos, a partir de ahora no podría tenerlos ni en el mismo cuarto.
Aioros fue directamente a la niña. Igual que Shion, no le encontró el parecido a la niña con Aioria y abrigó la esperanza de que lo que Shaina le había contado aquella vez arriba de las columnas de los jardines reales fuera un error. Sin embargo, él no podía quedarse con esa incertidumbre.
- Shion, me permite ver algo? – pidió muy serio.
Shion asintió y Aioros, sonriéndole a la niña quien en respuesta le extendió sus bracitos para que la cargara. Aioros lo hizo y comenzó a quitarle sus botas a la niña, quien estaba muy entretenida tratando de jugar con la bandana de Aioros. Le quitó sus calcetines y Aioria y Shion se acercaron.
- Que estás haciendo, Aioros?
Aioros no contesto. Suavemente volteo a la niña para que quedara ella viendo al suelo y le levantó sus piecitos. Mu entro en ese momento y vio a los tres viéndole la planta de los pies. Aioros levantó la mirada hacia Aioria y este no comprendió cual era el problema. Shion le dio una orden telepáticamente a Mu, quien le hizo una llave a Aioria para derribarlo, quitarle las botas y las calcetas y tomando su celular, Shion tomó una foto de la planta del pie derecho del caballero de Leo.
- Qué Demonios Mu! Quítate de encima! – pidió Aioria.
Shion asintió y Mu se levantó liberando a Aioria, quien se levantó de inmediato. Shion le tomó otra foto a la planta del pie de la niña y se las mostro a Aioros, quien bajo la mirada decepcionado. No había mejor prueba que esa. Tenía en sus brazos a la hija primogénita de su hermano.
- Que les pasa a todos hoy? – preguntó Aioria poniéndose los calcetines y sus botas.
Shion le pidió a la niña para cargarla y mostrársela a Mu y Aioros se acercó a su hermano.
- Me vas a decir que no sabes? – pregunto Aioros
- Saber que?
- Que esa niña es tu hija – dijo muy serio
Aioria comenzó a reír.
- Vamos hermano. Ese tipo de paranoias las espero de Shaina pero no de ti. – contestó
Shion le extendió su celular a Aioros y este a su vez a Aioros. Ambos tenían la misma marca en la planta del mismo pie y del mismo color.
Aioria miró las fotos y se quedó muy serio. Hizo close-up en ambas y no había duda de la similitud.
Aioros solo lo miro y Aioria volteo a ver a Mu, quien desvió la mirada. Shion en cambio se la sostuvo.
- No! Yo no he estado en Asgard desde hace más dos años y…
- Aioria. – dijo Aioros poniéndole una mano sobre el hombro – Esta niña tiene la marca de nuestra familia, la edad adecuada y de buena fuente sabemos que es tu hija. Mírame a los ojos, y dime que no tuviste relaciones con nadie mientras estuviste en Asgard la vez anterior o que si lo hiciste, usaste un preservativo y no hay ninguna posibilidad de lo que te estoy diciendo.
Aioria iba a contestar de manera agresiva cuando recordó la única vez que le fallo a Marín con aquella damisela asgardiana. Pasaron algunos segundos mientras recordaba los detalles y el color se le fue por completo cayendo sentado en el sillón completamente en shock. Ninguno de los tres se movió. Aioria estaba atando cabos en su cabeza y comenzó a llorar de sorpresa y frustración. Porque Lyfia no se lo había dicho? Él hubiera cumplido con su deber, se hubiera casado con ella, le hubiera dado su nombre a su hija… Momento. Shaina se lo había gritado delante de Shion y su hermano. Ella lo sabía de antemano y por eso fue su reacción tan violenta! Y si Shaina lo sabía, Marín lo sabía. Era por eso que Marín había estado tan extraña todo ese tiempo!
Aioros, Mu y Shion se quedaron jugando con la niña del otro lado de la sala mientras Aioria colocaba su cabeza entre sus manos totalmente desolado. Si antes de irse a su misión había tenido una mínima oportunidad en el pasado de recuperar el amor de Marín, con la llegada de su hija al Santuario, el mismo la había matado porque eso era algo que Marín jamás le perdonaría.
Julio 8, 7 p.m.
Terraza del Enzo Bar
Atenas, Grecia
Aleix se encontraba en la barra del patio trasero del Enzo Bar. Kanon le había llamado más temprano y preguntado si podría verlo y como ya más o menos se hacía una idea de lo que Kanon quería saber, le dijo que si y lo había citado ahí.
Se notaba que Kanon conocía bien el lugar. Si le hubiera dicho que lo veía al frente, este daba a una de las avenidas más transitadas de Atenas; si le hubiera dicho que en la barra del frente, el ruido de música tropical no le hubiera permitido hablar, pero como el edificio era a prueba de ruido por las regulaciones del vecindario, la barra trasera había sido convertida en un lounge bar para tomar una copa y disfrutar.
Aleix pidió una cerveza y se recargó en la barra como si se fuera a dormir. La verdad es que no quería tener ese encuentro pero a la vez necesitaba saber que no había metido en problemas a las chicas.
Kanon había llegado puntual a la entrada, pero le tomo varios minutos quitarse a sus antiguas conocidas de encima para ir a la parte trasera.
- Hey! – dijo dándole unas palmadas en la espalda a Aleix – lamento la demora.
- No te preocupes. Solo llegue unos minutos más temprano – dijo Aleix – A que debemos el honor de que me hables fuera de la isla?
- Oh vamos! No me gusta molestarte mientras estas trabajando! – dijo Kanon sentándose en el banquillo frente a el
- Desde cuándo?
- Desde que… - vio a Aleix darle un sorbo a la cerveza frente a el – Oye… tu no tomas.
- De algo me moriré. Y si es de borracho pues ya ni modo. – dijo encogiéndose de hombros – Además parece algo indispensable si sirves a Poseidón: pasártela bajo el agua.
Kanon retiró la cerveza de sus manos.
- Tan pesado se te hace el trabajo?
- En este momento que parezco capataz, supervisor, arquitecto, jardinero y pintor, sí.
- Jajaja que ya no le alcanza el dinero para contratar ayuda o qué? – dijo Kanon – Vamos no es tan malo!
- Lo sé. Solo intentaba que tuvieras un poco de compasión y no me mates tan rápido. – bromeo Aleix – Sé que me vas a reclamar que entrara a tu amado santuario pero te juro que no tengo ni la menor idea de cómo lo hice.
Kanon lo miró muy serio.
- Acaso no te dijeron lo que se puede y lo que no se puede hacer en tu puesto?
- Si. Está escrito en el contrato que Sorrento me hizo firmar. – confeso Aleix – Pero en primera yo ni sabía dónde estaba el mentado santuario.
- Y en segunda…
- Yo solo necesitaba sacarla de ahí. No pensé en nada.
- Usaste uno de tus portales como Shaka y llegaste a tu propia casa – explicó Kanon – A mí no me sorprende nada.
Aleix volvió a recostarse sobre la barra.
- Para ya con eso. Solo me estas confundiendo más.
- Y eso me parece perfecto – exclamo Kanon – A todo esto… que estás haciendo en Grecia? Creí que estabas en Columbus.
- No. Tengo cosas que hacer en Portugal y cuando termino, vengo a Atenas a buscar a…
- Junet?
- No! Estoy buscando a… alguien más – dijo Shaka entre dientes.
- Por eso estabas en esa playa?
- Pues sí! – contesto Aleix – Ando buscando un hotel en específico así que me dedico a buscar en las zonas donde puede haber muchos hoteles y esa era una zona turística.
- Entonces no la estas acosando?
Aleix hizo una cara de fastidio.
- Que no! Si dices que me conoces desde antes, debes de saber que no soy ese tipo de persona! – gritó fastidiado – Además… Ese estúpido me cae mal.
- A quien te refieres?
- Al idiota que la estaba maltratando! El Tal Thanatos.
- Ya lo habías visto antes? – pregunto Kanon interesado en esta información
- En la boda de tu Sanbocho – contesto – Tuvo un encontronazo con Junet ahí.
Kanon se tomó la bebida de un solo trago. Había estado tan frustrado por conocer al nuevo poseedor de dragón marino que se le habían pasado muchos detalles.
- Y Sabes quién es él?
- Se lo pregunte a Ío. El dios de la muerte. Ojala y fuera tan buena onda como Yum por cierto – Pidió una cerveza pero Kanon le hizo un señal al cantinero para que fuera cero alcohol.
Aleix no noto la diferencia cuando le tomó a la cerveza.
- Por cierto Aleix, ya te presentó Julián a su nieta?
Aleix comenzó a reír.
- No friegues. Cuantos años tiene? 20? 21? Como va a tener una nieta?
- A veces creo que eres tonto. – contesto Kanon – Me refiero a Julián como Poseidón.
- Ahhh… no. No me ha presentado a nadie que sea su pariente ni remotamente.
- Bueno, ya lo hará – dijo Kanon tomando de su cerveza – Muy bonita la niña.
- Es rubia? – pregunto Aleix Ansioso.
- No. Es pelirroja
- Ah entonces no es la que busco.
Kanon lo miro.
- A quien buscas?
- A dos diosas locas que deben estar por aquí. – dijo – Necesito encontrarlas cuanto antes.
Kanon le puso una mano en el hombro
- Amigo, ten mucho cuidado. Todas las diosas están locas. Sin excepción. Deben ser sus Hormonas Sagradas.
Ambos rieron de la ocurrencia y se terminaron la cerveza.
- De regreso a lo de la nieta de Julián/Pose…
- Sabes que no debo hablar contigo al respecto. – aclaró Aleix
- Lo sé, lo sé pero… amigo… ayúdame a salvar mis pelotas – suplicó Kanon
- No te entiendo.
- Mira… la conocí hace algunos meses y me la quería ligar…
- Te la echaste? – dijo Aleix abriendo mucho los ojos pidiendo otra ronda.
- No! Pero si cometí una kanonjada. Le… mostré una joya muy valiosa que me habían encargado para mandarla a arreglar, y ella creyó que yo se la había comprado.
- Jajaja eso te pasa por putano.
- Bueno si, pero… ahora me la están pidiendo y si le digo que intente ligar con la nieta de Julián y ella tiene… Shion me castra!
- Entiendo. Y por qué no se la pides a la muchacha?
- Porque si Julián se entera, me castra y se lo echa a los tiburones.
- Bah… para esa miniatura, apenas alcanzara para los charales Jajajaja
Kanon le dio un zape.
- Más respeto! Que soy mayor que tú y te puedo surtir.
- Que amargado estas! Sabes que aun así no puedo ayudarte. Es en contra de las reglas.
- No. Si puedes. – dijo Kanon en voz firme – Quítasela y me la das.
- Y yo que gano con eso? Si ella se queja con Julián a mi es a quien me los van a rebanar!
- Ella no se quejara con él porque está en las mismas. El la castigara si sabe que quería conmigo – dijo Kanon - Anda se buenito! Ya te hice el paro con los jefes para que no castigaran a Junet por tu culpa.
Aleix se incorporó en su asiento interesado.
- Castigar? Por qué?
- (te tengo) Así es. – dijo Kanon – Si un miembro del bando contrario llegara a entrar al Santuario, cualquier caballero tiene la obligación de matarlo. Tanto ella como Yulij te permitieron la entrada y la salida sin atacarte siquiera. Eso es considerado alta traición.
Aleix iba a decir algo pero todo tenía mucho sentido y prefirió callar. No quería dar a conocer el alivio que sentía al saber que ellas estarían bien.
- Gracias. – dijo Aleix sonriendo
- Uh?
- Por evitar que fueran castigadas por un error mío de novato – dijo Aleix – Honrando el favor que me hiciste al salvarlas de ese castigo, recuperare esa pulsera para ti.
- En serio?
- Si. Pero no podre dártela de inmediato para que no me descubran. – advirtió.
- Confío en que tú la cuidaras bien y pronto la tendré en mis manos – dijo Kanon.
- La guardare bien – dijo Aleix – Por cierto… cierta señorita te manda muchos…. Espera… como lo dijo… Ah sí! Abrazos Isleños y Besos empalmados Jajajaja
Ahora fue el turno de Kanon de sonreír y ruborizarse un poco.
- Salud por eso – dijo terminándose su cerveza y pidiendo otra ronda para ambos
- Y me puedes decir desde cuando soy tu mandadero y tu celestina? – bromeo Aleix
- Más o menos desde el mismo día que yo soy el tuyo – dijo Kanon recibiendo su cerveza – Ya pensaste en lo que te dijo mi hermano?
La mirada de Aleix se ensombreció.
- Más de lo que debería
- Por qué lo dices? – Pregunto Kanon
- Porque si lo que dices es cierto, moriré pronto. No que me importe mucho pero la verdad es que hasta no encontrar lo que busco preferiría no hacerlo. – dijo Aleix – Odiaría caer en el hades con la pregunta de saber quién soy en realidad en mi cabeza.
- No te entiendo. Morir por qué?
- Bueno…. Si soy quien dices ser y Poseidón cree que soy un espía, me matara. Si Athena cree que la traicione, deberá matarme. Si soy solo Aleix y Poseidón se entera que… me gusta Junet, que resulta una Santa de Athena, me matara. Si Athena me cacha en su santuario de nuevo, me matara. Si me encuentro a Thanatos de nuevo en la calle y yo no tengo cosmos para defenderme, me matara. Estuvo a punto y por eso y no sé cómo aparecí en el santuario. Como yo lo veo, ya soy un Zombi. Hermoso eso sí, pero un zombi al fin y al cabo.
Kanon se puso a observar su cerveza. También la lógica de Aleix era correcta. Estaba metido en lio marca Shaka.
- No, no creo. Athena es benevolente. – dijo Kanon – Ya veremos cómo te sacamos de ese problema si algo de eso sucede.
Aleix se tomó toda la cerveza de un jalón.
- Cambiemos el tema a cosas menos tétricas. Cuéntame el chisme. En que quedaste con Tania?
Kanon y Aleix siguieron platicando de muchas cosas antes de que Kanon casi saliera corriendo. No podría burlar a los guardias del santuario si llegaba a una hora que no fuera la planeada con Milo.
Julio 9, 9 am
Cámara del Patriarca
Santuario de Athena
Aioria subió abatido las ultimas escaleras que lo llevaban a la cámara del Patriarca para tratar de comprender una vez más como carambas el, quien se creía el más recto junto con Shaka, de todos los caballeros dorados, había caído en el cliché más viejo del mundo de tener hijos regados.
Cuando llegó a la puerta, le extraño que no hubiera guardias en la puerta que lo anunciaran así que cautelosamente abrió la puerta y quedó en shock al ver a Kanon, Milo, Camus, Mu, Aioros y Alde sentados en círculo frente al trono de Shion encantados jugando con Mist, tomándose fotos y riendo y jugando como si fuera un chiste.
Shion por su parte se divertía tomándole fotos a todos de cómo se portaban con la niña desde su trono.
- Aioria! Por qué no nos habías dicho de la leoncita vikinga! – dijo Milo abrazándola – Esta preciosa. No se parece nada a ti.
- Milo! No lo molestes! – dijo Camus muy serio pidiendo abrazar a la niña. Él podría estar en la misma situación en cualquier momento.
- Ah sí… - dijo Milo haciendo que la niña caminara hacia Camus – Lo siento amigo. Lo olvide.
- Por qué carambas están todos aquí arriba? – dijo Aioria un poco molesto de que se supiera su secreto – Mu?
- A mí ni me veas – contestó el lemuriano tomándole fotos a Camus con la niña.
- Aioros? – preguntó Aioria
- Nadie me dijo que tenía que ser secreto la llegada de mi sobrina – dijo volteándola a ver – Además esta preciosa. Me recuerda a Saori cuando era bebe.
- Se quedara aquí con nosotros Aioria? Me encantaría que Niv la conociera. – dijo Alde – Una ternurita cargando a otra? Moriré de Amorsh
Algunos cojines volaron contra el cursi de Alde quien se reía de forma escandalosa haciendo reír a Mist.
Shion volteo a ver a la figurita de cabello rozado que estaba sollozando a su lado izquierdo tallándose sus ojitos.
- Que sucede Sammy?
- Es que… es que… Shaina no desayunó – dijo la niña.
- Lo sé. Le mandé el desayuno porque de seguro no se sentía bien – trató de consolarla Shion
- Pero… no me quiere abrir y no ha tocado su bandeja… snif snif – siguió sollozando Sammy – Y no me quiere decir que hice mal para que se enojara conmigo.
Shion la sentó en su regazo.
- No fuiste tú esta vez, Sammy. Tranquilízate.
- Pero… pero…
- A veces las personas se sienten tristes y no quieren compartir su tristeza con los demás. Está bien estar solos a veces.
- Pero usted dice que… si no desayunamos nos podemos enfermar…
- Si. Eso sí. Hay que desayunar muy bien.
- Yo no quiero que ella se enferme.
- Bueno Sammy… al rato la obligo a desayunar. – dijo Shion – Ya te presente a Mist? Es una visita muy especial.
Sammy lo vio y negó con la cabeza. Shion la bajo y señaló hacia la niña que caminaba hacia Aioros y Sammy corrió a verla curiosa. Mist corría entre los caballeros hablando en un lenguaje extraño para ella mientras reía y hacía reír a los demás.
Al principio se quedó algo rezagada viendo el comportamiento tan familiar de la niña con los caballeros de mayor rango, pero después Mist la vio y corrió hacia ella para abrazarla y contarle multitud de cosas de las cuales por la velocidad y el idioma que hablaba Sammy solo podía entenderle la mitad.
Alguien había peinado a Mist con dos coletas a ambos lados de la cara y traía un vestido que había pertenecido a la reencarnación de Athena cuando era una niña, por lo que a Sammy se le hizo como una muñeca de tamaño natural.
Sammy volteo a ver a Shion como preguntándole como proceder y Este le sonrió y asintió.
- Estará con nosotros pocos días. Crees que puedas jugar con ella un ratito en tu cuarto mientras hablo con los caballeros dorados?
Todos supieron que ese era el final de su ronda de juegos y se levantaron del suelo.
Sammy se la llevó a su recamara para mostrarle sus juguetes. Shion espero a que ellas salieran de ahí para dirigirse a los muchachos.
- Bueno… Antes que nada, quiero que quede muy claro, que la visita de Mist al Santuario, deberá ser un secreto para todos los que no formen parte de la Elite. Entendido?
Todos asintieron.
- Esto sirva de lección para todos ustedes aquí. Nadie está exento de cometer descuidos y traer un hijo al mundo. Los niños no tienen la culpa y espero que ninguno de ustedes renieguen de su paternidad nunca.
Todos voltearon a ver a Aioria sorprendidos.
- Que? Yo no he renegado de nada! Apenas me fui enterando ayer! – se justificó.
- Pues no pareces muy feliz – murmuro Mu
- En este momento no sé cómo sentirme – confesó Aioria.
- Silencio! – ordenó Shion – Algún otro de ustedes tiene siquiera la sospecha de tener algún hijo del que no sepamos nada?
Mu, Aioros y Alde negaron rotundamente. Milo y Kanon se pusieron a hacer cuentas mentales y Camus se mantuvo tan frio como siempre.
- Bien. Tomare eso como un no. Regresen a sus casas. Milo. Crees que Samira pueda subir a cuidar a Mist un rato después del almuerzo para que ninguno de nosotros descuide nuestros deberes?
- No creo que sea problema. Le servirá de práctica – contestó Milo.
- Que pasen un excelente día. Aioros, por favor cubre a Shaina que no se siente bien. Aioria, quédate.
Todos salieron aun contando y compartiendo las fotos que acababan de tomar. Aioria se puso frente a él.
- Ya te sientes mejor? – pregunto Shion
- Aun me siento algo aturdido. Si usted lo sabía y por lo que veo Mu y mi hermano y Shaina lo sabía, por que dejaron que fuera el último en enterarme?
Shion se sentó en el trono de forma despreocupada.
- Nos hubiéramos creído?
- Desde luego que no. – contesto Aioria
- Exacto. Y de hecho, yo no hice público de que esa niña es tu hija por la sencilla razón de que después de 250 años he aprendido a controlar un poco mis impulsos. Es por eso que hace un momento he llamado a AHEPA para que les hagan un examen de ADN a ambos.
- De verdad? – preguntó asombrado
- Si. Aioros puede dejarse llevar por simples marcas de nacimiento, pero yo quiero tener todos los elementos necesarios ahora que su madre venga a reclamarla.
El color se le fue a la cara de Aioria
- Lyfia vendrá?
- Tiene que. Raptaste a su hija. No es tonta y los tres se dejaron ver por muchas personas. Solo hace falta que ate cabos antes de que llamen para reclamar. No sé cuánto tiempo le tomara, pero quiero tener los exámenes cuanto antes. Tú también tienes derechos sabes? Claro. A menos que no quieras ejercerlos.
Aioria dio un paso al frente.
- Si es mi hija, ella merece convivir con ambos padres – exclamó
- Eso tendrás que discutirlo con su madre. Si te parece bien, podemos irnos en unos minutos. Solo tengo que hacerme cargo de un asunto.
Aioria asintió y Shion salió rumbo a la habitación de Shaina. Tocó la puerta y tal como dijo Sammy no le contestó. Abrió la puerta y entro sin esperar que le dieran permiso, pues sabía que esto nunca iba a suceder. Metió el carrito con el desayuno ya frio y lo puso justo al lado de la almohada. Vio que Shaina se hacia la dormida para no hablar con él, así que solo se acercó a su oído:
- Tienes todo el derecho a quedarte en cama si te sientes mal, pero a menos que tenga que llevarte al hospital a que te pongan suero, aquí la regla es que no te saltas los alimentos. Voy a salir de nuevo y Aioros, a falta de Sanbocho, quedara a cargo de nuevo hasta medio día. Si yo regreso y veo esa o cualquier otra bandeja que te mande intacta, llamare a Hades y pediré personalmente que Minos no pueda salir a la superficie en tres meses. Espero que te quede claro y te recuperes rápidamente.
Shion salió tan rápido como había llegado y cerró la puerta deteniéndose del otro lado del umbral. Se tardó unos segundos, pero al menos escuchó el ruido de la bandeja moviéndose.
Julio 9, 4pm
Barrio de Chelsea
Londres, Inglaterra
Afrodita y DM miraron el mapa en sus manos y la casa estilo Tudor de dos pisos delante de ellos.
- Creo que es aquí – dijo DM
- No me sorprende – dijo Afro volteando a ver la casa – Es una de las zonas más chic de Londres.
- Yo sigo pensando que no es buena idea que hagas esto – dijo DM mientras su amigo iba a tocar la puerta
- Por qué no?
- Porque si de por sí ya pareces mariquita, si se llegan a filtrar las fotos al internet…
- Aja. Y como se filtrarían?
- Porque yo voy a tomar fotos y video y ya sabes que luego hago cangrejadas cuando me pongo borracho – dijo DM – O acaso crees que quise venir solo para verte en chones rosas?
Afro sonrió mientras volvía a tocar.
- No sería la primera vez. – dijo Afro batiendo sus pestanas coquetamente
- No empieces con tus joterias! – contestó DM todo sonrojado – Esa vez eran boxers no chones.
- Y aun así me jodiste con eso por 15 días. – dijo Afro
- Que rencoroso. Bueno pero… tu voz no te ayuda nada. Es lo único que tienes varonil. – aclaró DM
- Quieres que te ensene otras cosas de varón que no has visto? – pregunto Afro
DM retrocedió dos pasos.
- No, gracias. Ahí muere! – contestó DM sonriendo – Mejor no hables y diles que tienes algún problema en la garganta o no lograras engañarlos.
- Sale.
Una chica de cabello castaño con una cámara al cuello salió a abrirles.
- Viniste! Ay por todos los cielos! Pasa! Digo Pasen!
Los condujo al segundo piso donde había una sesión de fotos en traje de baño con modelos de todos colores y sabores con un fondo verde. Afro tuvo que agarrar de la pretina del pantalón a DM para que no saliera corriendo a echarlo todo a perder.
- Bienvenidos al Stratchan Studio – dijo Orgullosa – Ya casi termino con ellas y sigo contigo.
Munga corrió hacia ellas y los chicos se quedaron detrás.
- Ay por todos los dioses! Yo quiero con la del bikini azul… y la del verde… y la de puntitos… - decía DM mientras tomaba fotos y video con su celular
- No seas naco – le susurraba Afrodita
Quince minutos más tarde, todas comenzaron a aplaudir y dieron por terminada la sesión. Las chicas se fueron a cambiar y DM se fue tras ellas.
- Ahora sí. Cuál es tu nombre.
Afro no dijo nada y solo se llevó la mano a la garganta.
- Ah no puedes hablar? Si. El clima es un poco loco y puede afectarnos la garganta. Espero que te pase muy rápido. Escríbemelo por favor.
Le extendió un papel y una pluma. El escribió su nombre y se lo extendió
- DItta Fiskarna? Ese es tu nombre?
Afro asintió.
- Eres modelo profesional?
Afro sonrió pero lo negó.
- Pues ya tienes el nombre! De dónde eres?
Afro se lo escribió.
- Eso lo explica. Las modelos más bonitas que han pasado por aquí son suecas. Podrías por favor prepararte en los vestidores de allá? Hay varias prendas para que escojas. Veremos que tan versátil eres. Escoge 5. Junto a los vestidores esta la maquillista y peinadora.
Afro asintió y fue hasta donde estaba toda una colección. DM terminó de acosar a las modelos y fue a ver que hacía.
- Jajaja en serio te pondrás algo como esto?
- Si
- Jajaja y cómo vas a esconder… lo que tengas que esconder?
- Tu dedícate a tomar las fotos y el video y cállate – le susurro Afro
- Ponte este. – dijo DM - evitara que se te vean los hombros tan anchos y tus músculos.
- Es lindo. Y que tal este tipo pin up con este sombrero? – Le preguntó
- Si te pones esta mascada y lentes obscuros en lugar del sombrero – Aclaro DM – Pero que joterias estoy diciendo? Pasar tiempo contigo me hace daño!
- Jajaja salte a menos que quieras ver mi "magia"
DM salió como de rayo y en lo que Afro salía, se puso a mensajear con Phil.
Munga estaba algo nerviosa. Había visto a Afro y sabía que sería ideal para varias marcas pero necesitaba saber que era tan fotogénica como ella creía.
Unos diez minutos más tarde, Munga vio el primer diseño y aplaudió emocionada haciéndole señas para ponerla frente a la pantalla verde.
El primero era un conjunto de falda rosa mexicano corta tipo A con cinturón ancho negro y una blusa tipo camisa color verde agua con zapatillas tipo sandalias. Su maquillaje había acentuado únicamente los ojos y pestanas y su peinado era un tipo trenza francesa de lado. DM también se había quedado con la boca abierta mientras tomaba las fotos y el video.
Afro se cambió por un look más casual de pantalón de mezclilla y blusa de manga suelta ¾ color roja. Esta vez, su cabello estaba peinado únicamente en una cola de caballo.
El tercer conjunto fue un vestido de coctel negro de terciopelo estraple con el escote en V y off shoulder con corte recto hasta las rodillas con sandalias negras. Le habían planchado el cabello y puesto los labios rojos.
- Carajo! Si no supiera que tiene esa cosa entre las piernas, yo si le daba – dijo DM tomando más fotos.
Munga estaba fascinada con la naturalidad de Afro en sus poses.
- Esas fotos son suficientes para el catalogo – dijo Munga – Podrías tomarte unas en traje de baño? Son esenciales para tu portafolio.
Afro se dirigió ya Dm y le hizo señales a su amigo para que se acercara. DM lo hizo dejando su celular grabando en una de las sillas y comenzaron a debatir. Seguía con la farsa o no? Afro susurraba y DM asentía o debatía. Afro ya se había divertido lo suficiente. Se regresó a donde estaba Munga y le pregunto si podría tomarse algunas fotos con su amigo. Munga asintió, pues DM tenía una fuerza en su mirada tipo vampiro malo que combinaría bien con la delicada belleza de Ditta.
Las maquillistas y peinadoras junto con las asistentes de luces comenzaron a hacer escandalo mientras que Afro, quien se había hecho una cola de caballo baja, quitado el maquillaje y se había puesto un speedo azul marino, acompañaba a un DM con el cabello echado hacia atrás, bien rasurado hasta de las patillas y completamente ruborizado con su speedo negro.
Cuando Munga los vio, estuvo a punto de tirar su costosísima cámara al suelo de la impresión. Ditta era hombre? Y bueno… que hombre! Y su amigo tampoco estaba nada mal! Todas las chicas que trabajaban en el lugar hicieron una valla para ver como ambos posaban desde las maneras más usuales hasta las más divertidas. DM Jaló a una de las asistentes y Ditta lo imitó con la maquillista. Munga siguió tomando fotografías de todos contra todos. Eso ya se había vuelto un caos total. Pero ese sería el mejor portafolio que había hecho en su vida!.
Julio 10, 8am
Castillo Flotante de Poseidón
Isla Praslin, Océano Índico.
Zita intentó levantarse por primera vez en casi una semana. Un médico y una enfermera había estado junto a ella todo el tiempo para evitar complicaciones. Al parecer había sido picada por un insecto durante sus paseos en el jardín y al no estar acostumbrado su cuerpo a lidiar con este bicho y estando embarazada, la fiebre la había noqueado, pero el medico la había dado de alta minutos antes, diciéndole que lo mejor que podía hacer era caminar al menos en la habitación para que sus riñones no se cansaran por estar en cama.
Lo hizo y se acercó al balcón de su recamara. Ese lugar no le era familiar. No había estado ahí antes y su estómago gruñía de hambre. Decidió bañarse y bajar a desayunar. Estaba segura que sus abuelos estarían felices de verla recuperada y podrían platicar de nuevo.
Cuando estuvo lista, el único que estaba a la mesa esperándola con un periódico, era un chico de piel obscura y cabello blanco.
- Buenos días señorita Zita – dijo el joven
- Quien es usted? Donde están mis abuelos? – pregunto sentándose a la mesa.
- Soy Krishna de Crisaor, General Marino de mi señor Poseidón. – contesto haciendo una pequeña reverencia – Me alegra que la hayan dado de alta.
- Si gracias. Y mi abuelo?
- El señor Poseidón tuvo que irse a atender unos asuntos pero regresara en unos días. – dijo Krishna - aunque de hecho el castillo se moverá hoy de nuevo.
- No hablaba de ese abuelo sino del otro. De Omar.
Krishna la miro por un momento.
- Aparte de Usted, los sirvientes y yo, no hay ningún otro ser humano en el castillo.
- Como dice? El estaba aquí conmigo y…
- Señorita… Cuando yo recibí el castillo varios días atrás, yo personalmente recorrí todo el lugar. No había nadie extraño.
Zita lo miro horrorizada por unos segundos y después cubrió su cara con ambas manos. Si lo que ese hombre decía era cierto, Omar la había abandonado.
