Capítulo 169
Julio 10, 3 am.
Aeropuerto Internacional
Nueva Delhi, India
Dohko camino los últimos metros hacia el aeropuerto desde la estación del tren. Había hecho 13 horas desde Jamir hasta Nueva Delhi y gastado sus últimos 20 dólares en el pasaje. Solo esperaba que Shion no se molestara porque le había dejado su despensa vacía.
Como el Patriarca iba tan poco a su casa últimamente, solo tenía productos enlatados y no perecederos como tés, semillas y carne seca. Dohko se había hecho un gran festín preparándose una gran cazuela de curry con todo el arroz y frijoles de la despensa.
En agradecimiento, había arreglado el tejado y las ventanas que parecían estar un poco flojas. Ya se acercaba la temporada de lluvias, y no le gustaría que su amigo fuera y encontrara todo húmedo y mohoso.
Ahora, con su estómago rugiendo de hambre, se dio cuenta que el Aeropuerto no abría hasta las seis.
- Que calamidad. No traigo ni un centavo y tengo mucha hambre – dijo sentándose en la puerta con su mochila al hombro.
- No puedes quedarte aquí vago – dijo un policía tocándolo con la punta de su macana – Fuera!
- Oh vamos! Estoy esperando a que abran para subirme al avión! – contestó Dohko de buen humor.
- Muéstrame tu boleto – dijo el policía en tono escéptico
- Apenas iba a recogerlo
- Si como no. Largo vago! Esta es zona federal y no puedes quedarte aquí – volvió a decir el policía.
Dohko suspirando se levantó y camino de nuevo por donde vino. Salió de la zona del aeropuerto hasta llegar a una parada de autobús y su estómago seguía gruñendo.
- Me voy a morir de hambre!
- Yo puedo ayudarte si quieres – dijo una voz detrás de él.
Dohko volteo y vio a dos sacerdotes budistas con sus túnicas naranjas que le recordaron a Shaka.
- Era conmigo la cosa? – pregunto Dohko mirándolos con curiosidad
- Eres el único hablando en chino por aquí – dijo el más grande con una sonrisa – Vamos hacia Majnu-Ka Tilla. Puedes ayudarnos a repartir nuestros volantes en el camino esparciendo la palabra de Buda y cuando lleguemos te daremos de comer.
- Majnu-Ka Tilla? Donde es eso?
- Está a una hora y media, pero tienes tres horas para que abran el aeropuerto así que tienes suficiente tiempo para ir y venir – dijo el monje más grande – Toma uno de nuestros panes.
Dohko lo miro un poco curioso mientras comía con avidez el pan. Como podía saber que venia del aeropuerto. De nuevo el monje pareció leerle el pensamiento.
- No te asustes. De ese lado de donde venias caminando solo está el aeropuerto y todos sabemos que no abren sino hasta las seis de la mañana.
- Ay! Ya me había espantado – dijo – Pero tengo tanta hambre que acepto el trato. Solo que tampoco traigo dinero para el transporte.
El monje más joven se quitó su capa con la que se cubría del frio mañanero y se lo puso sobre él.
- Cubre tu cabello. Nosotros los monjes no pagamos. – dijo el más grande cuando el autobús hizo parada.
Ninguno de los tres hablo hasta bajarse en la estación de metro. Dohko no se quitó la capa en ningún momento. Ni siquiera al entrar al metro. Una vez ahí dentro, el más joven le entregó algunos panfletos.
- Nos gusta esparcir la palabra de buda antes de desayunar. Esto hace más satisfactoria la comida – dijo el más grande
Dohko asintió y comenzó alegremente a repartir los panfletos a la gente del andén. Su sonrisa y coquetería innata hacia más fácil el trabajo e hizo que terminaran rápidamente.
- Jajaja creo que si tenías mucha hambre. A todo esto cómo te llamas?
- Dohko.
- Mmm… me suena familiar ese nombre. – dijo el más grande
El más joven le dijo algo al oído.
- Ah sí! El mítico maestro de los cinco picos se llamaba igual antes de morir. Gracias Nidhi. – dijo el anciano – Tener su nombre debe ser un gran honor.
Dohko se sorprendió mucho ante esto e iba a decir que él no estaba muerto, pero como se los explicaría. Prefirió callar. Llegaron pronto a uno de los barrios más bajos del norte y se dirigieron al monasterio junto a un templo que estaba en una esquina.
- Este es el monasterio y templo de Majnu-Ka Tilla. – dijo el monje al llegar
- Uhhh… las construcciones me parecen muy familiares – dijo Dohko
- Desde luego. Somos la única colonia de refugiados tibetanos de Nueva Delhi. – dijo – Más de 35 mil refugiados desde 1960 vivimos aquí.
Los monjes acogieron con naturalidad a Dohko y lo alimentaron hasta que este no pudo más. Les prometió regresar con más tiempo para poder aprender un poco más de la historia del lugar en cuanto terminara de su viaje. Le proveyeron un boleto del metro y algunos dracmas para el autobús dándole todos su bendición para desearle buena suerte y prosperidad.
Para cuando Dohko llegó al aeropuerto cerca de las 8 de la mañana, el aeropuerto ya estaba lleno de gente. Shion le mandó un mensaje dándole la clave de reservación y del giro postal y dos horas después, Dohko abordó el avión. Vio que le tocó un asiento de pasillo al final del avión y poniendo su mochila arriba en el compartimento tomo asiento. El de ventanilla ya estaba ocupado pero la persona, una mujer, parecía ya estar recargada durmiendo.
- Bueno, al menos no tendré que aburrirme tratando de entretenerla. Pero… entonces quien me va a calmar mis nervios…
El capitán comenzó a dar las ordenes de poner el respaldo en posición vertical y abrocharse los cinturones y la ansiedad comenzó a hacer mella en Dohko.
- No pasa nada, no pasa nada… - decía mientras hiperventilaba.
- Disculpe – dijo una de las Azafatas – Es usted Yingbang Dohko?
- Si.
- Dejaron esta nota para usted para cuando estuviéramos a punto de despegar – dijo antes de seguir de largo a la estación de servicio
Dohko reconoció la letra de Shion y abrió el sobre.
- " Mi querido amigo. Junto a ti, deje una sorpresa. Es toda tuya. Puedes abrazarla, besarla, acariciarla… y lo demás no te sugiero que lo hagas en el avión sino que esperes a llegar a HK. Creí que necesitarías una buena compañía para que puedas volar sin problema. La he nombrado Minmay porque si le pongo el nombre que tú quieres se te puede salir frente a Shiryu y quiero que vivas muchos años mas. Buen viaje y que Athena te ayude a encontrar lo que necesitas. Shion"
Dohko miró con detenimiento a su compañera de viaje y le quitó la manta. No pudo evitar reír sin parar cuando vio una muñeca inflable de muy buena calidad con apariencia de chica asiática vestida con un minivestido tradicional chino.
- Te debo una querido amigo – dijo Dohko acomodándose de modo que pudiera dormir abrazado de su nueva acompañante.
Era tan cómoda que rápidamente olvido donde estaba y solo disfrutó el viaje en avión. Trataría bien a Minmay para que le sirviera en futuras ocasiones.
Julio 10, 2 pm.
Cámara del Patriarca
Santuario de Athena, Grecia
Shion se puso su traje de gala, su máscara y tomo su bitácora. Era el día que tenía que subir a Star Hill y no lo iba a aplazar pues jamás dejaría tirada a Athena nada más por uno que otro problemilla. No tardaría mucho tiempo de todos modos. 3 o 4 días a lo mucho.
Iba a salir de su habitación cuando recordó que dos personitas necesitaban una lección y que mejor que probando un nuevo castigo. Se regresó por una caja de madera y salió hacia su oficina donde Aioros ya lo estaba esperando.
- Ya está listo para irse Maestro? – preguntó
- Casi. Tráeme al Señor y al a Señora Berrinches. – ordenó mientras se sentaba y dejaba sus implementos sobre el escritorio.
- Cree que sea conveniente tener a esos dos juntos en la misma habitación otra vez? – pregunto Aioros algo preocupado
- Precisamente para eso estarás tú en el medio. Ya me demostraste que puedes con unas cuantas pataditas de Shaina así que no te preocupes. – Contestó Shion – Ve.
Aioros salió de la oficina y se dirigió hacia la oficina de Shaina. Se había acuartelado ahí desde que tomo su puesto unas horas antes para no tener que ver a nadie. Tocó a la puerta.
- No hay nadie – contesto Shaina de mal humor
- Bueno pues infórmale a "nadie" que el Gran Maestro quiere verla inmediatamente en su oficina – dijo Aioros divertido.
- Ok
Se dio la media vuelta y caminó hasta la sala de música, donde sabía que su hermano estaba jugando con Mist, aunque cuando llegó, no espero encontrarlo panza para abajo jugando y riendo con Sammy y Mist dibujando con crayolas cual niño pequeño. No pudo evitarlo y sacó su celular para tomarle una foto. Los tres se veían felices. No pudo dejar de sentir un poco de melancolía y de culpa al recordar cuando Aioria era pequeño y el cuidaba de él y por su deber de salvar a Athena lo había dejado prácticamente huérfano.
- Hermano! – dijo Aioria al sentirlo – Me necesitas para algo?
- Si. Shion quiere verte. – le dijo un poco serio. La escena le había pegado más de lo que él quería reconocer.
Aioria se levantó e iba a tomar a Mist, pero Aioros se lo impidió.
- Déjala aquí con Sammy un momento.
- Por qué?
- Porque no creo que quieras que ella conozca aun tu lado gruñón.
- No te entiendo.
- Re frasearé. Shion solicita tu presencia y la de Shaina en su oficina.
El semblante de Aioria cambio para mal. Iba a comenzar a discutir y mentar madres pero Aioros solo le dijo.
- No delante de tu hija.
Esto tomó por sorpresa a Aioria quien solo se sonrojo y asintió comprendiendo. Esa era una de las muchas cosas que cambiarían ahora que ya era padre.
Cuando llegaron a la Oficina de Shion, Shaina ya estaba delante de él. Ni siquiera volteó a verlos. Aioros se puso en el medio de los dos por si las dudas.
- Bueno, ya estamos todos. Los dos tuvieron tiempo para reflexionar acerca de sus actos y saber que estuvieron peor que viles guardias en borrachera cierto? – dijo Shion
Shaina tuvo a bien agachar la cabeza y Aioria tomarse el codo con la mano opuesta asintiendo.
- Menos mal. Ahora, como no puedo dejar que esto siga pasando en mis narices y de la forma más aberrante posible, Shaina dame tu mano derecha.
Shaina obedeció y de pronto una sensación familiar la asalto cuando Shion le puso un brazalete dorado. Comenzó a querer zafarse pero era demasiado tarde.
- No! No! No! No otra vez! – dijo tratando de quitárselo.
- Aioria… dame tu mano derecha. – dijo Shion ignorando a Shaina, pero Aioria veía la desesperación de esta por quitárselo y prefirió no reaccionar tan rápido.
Aioros solo lo miraba con curiosidad. Nunca había visto ese tipo de cosas en el Santuario y tuvo que darle un codazo a Aioria para que reaccionara y extendiera su brazo. Shion le puso un brazalete igual y Aioria lo miro. Tanta faramalla para eso?
- Como Shaina sabe, este es un tipo de brazalete correctivo bastante efectivo – dijo Shion tranquilamente
Aioria miró su brazalete y vio unas letras grabadas.
- Ira? – preguntó extrañado.
- Si. No pudiste controlarla cuando Shaina perdió los estribos en tu contra – dijo Shion
- Pero ella me golpeó! – se excusó Aioria
- Y tú, a pesar de que sabes que ella es tu superior en su puesto como Sanbocho, no la pusiste al tanto de tus "misiones". – respondió Shion – Además, te olvidas que ella es mujer y que hay días en los que las mujeres se vuelven locas debido a sus hormonas y…
- Shion por favor! – grito Shaina apenada
- … y si no mal recuerdo, ya le debías ese golpe desde hace años. – terminó de decir Shion
Aioria no dijo nada, pero veía a Shaina con entre vergüenza y compasión.
- Como iba diciendo Aioria, no podrás ni salir de este templo ni quitarte ese brazalete en 3 días. Pero, no te he explicado cómo funciona. Alguna vez has sentido el poder de tu lightening bolt Aioria?
- No, creo que no. – contesto esté intentando recordar
- Bueno, pues prepárate para hacerlo. Cada vez que te enojes, pierdas los estribos, digas una grosería o siquiera la pienses, 10 mil voltios de electricidad pasaran por tu cuerpo y tu brazalete se reseteara. Como te dije, no podrás salir de este templo porque en cuanto lo intentes el brazalete se activara. Solo son 3 días. Solo después de ese tiempo podre quitarte el brazalete. Alguna pregunta?
- Si una. Espero no me lo tome a mal pero… En que caraj….(bzzzz) Arghhhhhh!
Shaina sonrió al ver esto. Recordaba muy bien esa sensación y trataría de no sentirlo de nuevo. Shion se volteo a verla.
- Qué bueno que te guste Shaina, porque el tuyo es de 7 días. – dijo Shion tranquilamente
Shaina no dijo nada.
- No me vas a discutir?
- No gracias. Yo sé cómo funcionan. – contesto tranquilamente
- Menos mal. Pero desde luego, aunque ese es uno de los correctivos, no es el único. – dijo Shion trayendo dos pilas de libros. – Estos Aioria, son libros que quiero que leas, estudies y aprendas. Quiero un resumen por escrito a 20 cuartillas espacio sencillo, manuscrito y sin faltas de ortografía por cada uno. Para cuando yo regrese debes al menos de haber terminado 5 de ellos.
Aioria seguía echando humo por el cabello y solo atinó a recoger los libros y asentir. Pudo ver que eran libros sobre paternidad, los derechos y obligaciones como padres y algunos de manejo de la ira.
- Se comportan como pubertos, pues los castigaré como tales. Ahora retírate y buena suerte Aioria – dijo Shion
Tanto Aioria como Aioros salieron por la puerta y quedaron dentro Shion y Shaina.
- Tampoco te has salvado de hacer lo mismo Shaina – dijo entregándole una enorme pila de al menos 10 libros. En tu caso quiero los 10 libros. Tendrás tiempo de sobra.
Shaina asintió. No valía la pena ni siquiera decir nada.
- No puedo decirte lo decepcionado que estoy con tu comportamiento porque estoy seguro de que te das un idea. – Shaina bajo la cabeza – Cuando te propuse el puesto de Sanbocho, te dije que tenías que dejar atrás los problemas personales porque trabajaríamos juntos para el bien común, pero tal parece que simplemente te entra por un lado y sale por el otro. Esta es la última vez que yo te corrijo y mucho menos que presencio una escena tan vergonzosa como la última. Hasta ahora has conocido al Shion bueno y benevolente. Quieres portarte como el difunto Gigas? Quieres que te trate como Saga lo trataba a el? No me costara mucho te lo aseguro.
Shaina retrocedió un paso. Ella había visto varias veces escenas entre estos últimos dos personajes y no quería que su relación se tornara así con Shion.
- Cambiando de tema – dijo Shion sintiendo que sus palabras finalmente llegaban a donde quería con la chica – Me voy a Star Hill en este momento. Quedas a cargo. Dado que Aioria no puede bajar a dormir a su casa, le cederás la habitación de Sammy para que duerma con Mist. Sammy dormirá contigo hasta que Aioria pueda quitarse el brazalete. – Escribió algo en un sobre donde metió algo, lo sello y se lo dio a Shaina – Dáselo a Aioros cuando lo veas. Y repito. Quiero paz y armonía cuando regrese. Está Claro?
- Sí señor.
Shion tomo sus cosas y salió de la oficina. Shaina se dejó caer en la silla y se quitó su máscara para poder limpiar sus lágrimas que le estaban nublando la vista. Las palabras de Shion le habían tocado hasta el fondo y su vista se fue hacia el brazalete. 7 días… Como iba a poder lograrlo si ni siquiera pudo quitarse uno de 3.
Julio 10, 5pm.
Castillo Flotante de Poseidón
Isla de Corvo, Océano Atlántico del Norte.
Zita salió de su habitación algo mareada como siempre que el castillo cambiaba de posición. Había llorado un buen rato debido a la preocupación que tenía por la salud de Omar. Algo le decía que no había regresado con la tribu y tampoco estaba Poseidón para preguntárselo. Si era verdad como él decía que era el dios de los mares, debería poder localizarlo y saber dónde estaba y como estaba.
Comenzó a escuchar a dos personas discutiendo justo debajo de las escaleras y una de ellas era su precisamente Poseidón:
- Con un carajo! Te dije específicamente donde quería que quedara el castillo – Gritó
- Así es, pero la orografía del lugar hacia imposible esto – dijo Aleix tranquilamente como si estuviera acostumbrado a lidiar con dioses caprichosos
- Se supone que por eso estuviste viniendo. Para que mis órdenes se cumplan. – volvió a Gritar.
- Me hubieras dicho que una mansión como esta podía flotar en un pantano lodoso y lo hubiera hecho. – respondió Aleix indiferente – Además aquí se ven mejor las montañas y el verde de la isla. No le discuto que tiene muy buen gusto.
- Pero está lejos del agua! – dijo Poseidón un poco menos enojado por lo que Aleix le decía.
Zita se hizo presente en las escaleras y ambos callaron.
- Ahhh Zita! Finalmente estas bien! – dijo llegando al pie para darle la mano y estrecharla contra su pecho
- Hola! – dijo suavemente – Sí. Tardeé un poco más de lo esperado pero salimos bien de esta – dijo tomando su vientre.
- Me alegro. Me permites presentarte a Aleix?
- Otro de tus Generales me supongo. – dijo viéndolo entrecerrando los ojos y extendiendo la mano.
Aleix le beso caballerosamente el dorso de la mano y sonrió. No pues Kanon sí que tenía buen gusto.
Zita no podía dejar de verlo. Que no era el amigo de Shura que había llegado a la boda con Liz? Un corte de pelo y cabello ligeramente castaño, pero era el mismo. Podía casi jurarlo.
- Mucho gusto – dijo Zita finalmente
A Poseidón no le gustó la mirada de Zita hacia Aleix así que se la llevo abrazándola por los hombros.
- Y dime… seguirás con tus clases de pintura?
- No lo se
- Y con tus clases de piano?
- No lo se
Poseidón se detuvo y se hincó frente a ella.
- Que pasa? Regularmente estas más feliz y activa.
- No encuentro a Omar – dijo Zita con voz triste
- Omar? Ah sí! El vejet… Uhhh el padre de tu madre. – contestó – Desde cuando no lo ves?
- Antes de caer enferma!
- Uy ya tiene mucho. – dijo – Pues si escapo mientras estaban en el ártico o el antártico, no le doy muchas esperanzas.
Zita comenzó a llorar desconsoladamente y Poseidón se quedó un poco desconcertado. No estaba acostumbrado a lidiar con las lágrimas y menos de su nieta.
Aleix se acercó y Zita corrió a abrazarlo. Era lo más cerca de Shura que podía estar por el momento.
- Ya, ya. No llores. Estoy seguro que tu… Uhhh… abuelo está bien y que Poseidón te dejara llamar a alguien que te lo confirme.
Zita se secó las lágrimas y miró hacia su abuelo.
- En serio?
- Seguro! – dijo Poseidón con una falsa sonrisa – No es como si te tuviera prisionera e incomunicada.
Zita volvió a sonreír pero la naturaleza llamó.
- Dame un minuto. Tengo que hacer una parada al baño. – dijo corriendo al que estaba en la planta baja.
Poseidón le dio un zape a Aleix.
- Se supone que no quiero que se comunique con ellos!
- Prefieres verla así de miserable? Además le puede hacer daño a su embarazo y… - momento. Como sabia el, que ella estaba embarazada?
- Ash. Me choca cuando tienes la razón. – dijo Poseidón – Está bien. La dejare hablar con su padre. Nada más.
- Gracias – dijo el aun desconcertado Aleix
Zita regresó rápidamente.
- Pero… aquí no hay teléfonos ni internet abue. – dijo Zita – Como podríamos hablarle?
- Tengo celular satelital – dijo Pose – Lo necesito para mi trabajo pero no siempre lo tengo conmigo. Y como sale muy muy caro, comprenderás que solo te deje hacer una llamada verdad?
Zita asintió.
- Es todo lo que necesito.
- Ahora dame el teléfono de tu padre – dijo Poseidón
Zita se lo dio y Pose marcó alejándose un poco más de los chicos. Alejandro contestó:
A Hola?
P Tritón, hijo querido
A …
P Lamento no haberte llamado antes pero… la verdad no quería
A Lo que hiciste no tiene nombre. Devuélvemelos sanos y salvos!.
P Uyyy que agresivo. Ella no está en calidad de prisionera sino como… el miembro más reciente de la familia Solo. Incluso ya acepto que la adopte sabias?
A Mentira! Solo dices eso para fastidiarme.
P Bueno mira, en este momento no voy a discutir contigo. Ella está preocupada por su "otro" abuelo. El ruco gitano.
A Eres un…
P Jajajaja
S Hola? Disculpe la interrupción. Podríamos hablar con ella por favor?
P Tu quién eres?
S Shura, su esposo y aparentemente tu próximo nieto una vez que la adoptes.
P Jajaja Ah sí… pues de hecho para eso les llamaba pero mi hijo nunca ha podido tomar a bien mis conversaciones. Aparentemente eres todo un "caballero" próximo nieto.
S Grrrrrr sí. Puedo hablar con ella?
P No. Esta el gitano con ustedes sí o no?
S Si.
P Ponlo al teléfono no tienen mucho tiempo.
S Está bien.
P …
S …
Zita se acercó a su abuelo cuando este le hizo una seña.
o Zi… zita?
Z Omar! Estas bien? Estaba preocupada!
o Si hija. Shura me rescato de la muerte. Ya estoy aquí con tu abuela.
Z Eres un tonto! Por qué te fuiste?
o No podía soportarlo mas. Te lo dije varias veces y no te importo. Zita Estas llorando?
Z Claro que estoy llorando! Me imagine lo peor! Y creí… creí…
o …
Z Discúlpame por favor! Snif snif Soy una mala nieta!
o Ya, ya… Shura te anda buscando. Quiere verte.
Z …
o Zita?
Z …
o Donde estas hija? En algunos de los lugares donde ya estuvimos?
Zita no podía hablar de la emoción de hablar con su abuelo y saber que estaba bien y volvió a tomarse de Aleix dejando el teléfono desatendido momento que Poseidón tomo y colgó sin previo aviso.
- Ya estas contenta?
Zita asintió y volvió a enjugarse las lágrimas.
Poseidón volvió a separar a Aleix de Zita de una manera un poco brusca.
- Por qué no vas arriba por tus partituras y me muestras tu progreso. No he estado aquí mucho tiempo.
- Está bien – dijo Zita yendo hacia arriba un poco más tranquila. Al menos sabía que Omar estaba bien.
Tan pronto doblo la esquina, Pose tomó a Aleix de la playera.
- A ver niño bonito. Te recordare de nuevo una de las reglas más importantes de estos días que pasaras aquí cuidando a Zita. Ningún acercamiento sexoso a mi nieta o te mando con mi hermano de un solo golpe, entendido?
Aleix le quitó las manos de su playera.
- No tiene de que preocuparse. A mí no me gustan las pelirrojas – dijo muy serio.
Zita corriendo escaleras abajo llegó con una carpeta y nieta y abuelo desaparecieron en la sala de música dejando a Aleix solo en el recibidor.
- No pues Kanon se quedó corto en dos que tres cosas. Pero por lo que veo, quitarle esa pulsera no será nada difícil. – dijo antes de enfilarse al patio que daba a las montañas. A él le gustaba más ese paisaje que la playa.
Julio 11, 4pm
Zona de comida
Centro comercial Westford Stratford City, Londres
Afro se sentó en una de las mesas más cercanas a un tomacorriente. Sacó de su bolsa de compras un blíster que desgarro con sus manos y puso a cargar su celular.
- Esta vez tuviste mucha suerte cangrejo de rio – dijo enojado – La próxima vez que te vayas de putano, no te equivoques de cargador y lo pierdas!
- En mi defensa… tu cargador se parece mucho al mío – dijo DM – Y yo no quería ir a ningún lado pero las viejas del estudio se volvieron locas y… además de que te quejas. Tú también te fuiste con dos ve tú a saber a dónde.
- Si bueno ejem ejem, eso no está a discusión. Yo no te perdí tu cargador. – dijo Afro sonrojándose - Me dejaste dos días sin celular.
- Yo no tengo la culpa de que tengas un celular tan mamon que no encuentres cargador fácilmente para el – dijo DM – Además, ni que estuvieras esperando muchas llamadas.
- Eso, no es de tu incumbencia. – dijo Afro molesto – Que tal que nos solicitan en el santuario o te pasa algo malo? Sin celular a quien van a llamar?
Dm se puso pensativo.
- Pues a Shaina desde luego – dijo Dm sonriendo rascándose la cabeza – Ella como Sanbocho es mi teléfono de emergencias.
Esa respuesta le gano un gran coscorrón por parte de su amigo.
- Acabas de romper, mi pobre corazón… - dijo Afro en tono dramático
- …estás pegando justo entiéndelo, si quiebras poco más, mi pobre corazón, me harás mil pedazos quiérelo. – cantó DM en tono de burla mientras evadía el siguiente golpe de su amigo.
- Eres un naco y eso no se te va a quitar! – contestó Afro divertido al reconocer la canción
- Ya que me trajiste caminando como tu tarugo, mínimo cómprame algo para comer no? – dijo DM al ver toda la comida.
- De acuerdo. Comida pero no cerveza. No te levantare el castigo hasta que me vaya! – respondió Afro con cara de indignado mientras intentaba prender su celular. – Eso te ensenara a no tocar mis cosas.
DM se hinco para suplicarle.
- Nada más un vasito anda! Fue injusto castigarme sin cerveza hasta que tengas que irte.
- No
- Y… y… yo hago el quehacer toda la semana.
- Eso deberías de todos modos hacerlo tu zoquete, no soy tu criada y no. – dijo Afro – Mira tengo 100 llamadas perdidas y como 40 mensajes. Ya ni te digo cuantos correos porque te dará envidia.
DM tomó el celular incrédulo.
- La lada es de aquí de Londres. - mencionó
- No conozco a nadie aparte de ti… - dijo Afro extrañado
- Alguna de las viejas que te tiraste y quiere repetir.
Afro se quitó el cabello de los hombres en una actitud muy suya.
- Pues lo siento pero este muñeco tiene sus reglas y una de ellas es nunca dar su número.
- Ya se ya se. Te cotizas más que Milo y Kanon juntos – dijo regresándole el celular – Llama mientras voy al McDonald's por una hamburguesa gigante con papas gigantes y una cerveza gigante…
- Ni creas. Tu que rompes tu promesa y te meto los tallos de las rosas de tu ventana por donde no te da el sol y con todo y espinas! – reclamó Afro. – Y tráeme una soda dietética con mucho hielo!
DM sonrió e hizo una señal en son de paz y fue a formarse al McDonald's.
Afro decidió mientras tanto llamar a ese número que tan insistentemente le había llamado.
M Hello
A Ah sí… disculpa. Tengo algunas llamadas perdidas de ahí y….
M Afro? Eres Afro verdad?
A Si. Quien eres tú?
M Munga. La fotógrafa?
A Ah sí. Munga. Que se te ofrece?
M Necesito verte a la brevedad. Donde estás?
A En el centro comercial Westford Stratford City. En el área de comidas.
M Dame 15 minutos y llego. No estoy lejos. No te vayas a ir. Prométemelo.
A Está bien. No tengo nada más que hacer.
M Gracias. Ahí te veo.
La fotógrafa colgó dejando a Afro bastante intrigado. Que cosa seria tan urgente como para que necesitara verlo y le hubiera llamado tantas veces?
DM regreso con una charola con su hamburguesas y patatas y dos sodas.
- Así me gusta. Que me obedezcas – se burló Afro mientras revisaba su celular.
- Bla bla… te reto a que comas papas a la francesa estilo inglés – dijo DM con una sonrisa extraña.
- No veo que tienen de extrañas – dijo Afro tomando una, comiéndosela y haciendo mil gestos – Guacala de cangrejo chorillento! Que carajos es esto?
- Jajajaja papas a la francesa estilo inglés. – repitió DM con cara inocente – Acaso no te gustan.
- No! Parece que les pusiste aceite para motor!
- Jajajaja ya probaste el aceite para motor mentiroso?
- Claro que no, pero así debe de saber – Aclaró Afro – Uhhh… aquí debe de haber un error.
DM se acercó por atrás sorbiendo de su soda.
- Esa niña de quién es? Se parece a ti.
- Aioros lo mando como LES PRESENTO A MI NUEVA SOBRINA… MIST. – leyó Afro – Mist? Pero… bueno hace mucho que no me manda fotos de la niña pero… Oh oh.
- Oh oh?
- Pero… no es posible… o sí?
- Que cosa? Habla por favor! Pareces Zombi y no te queda el papelito.
- La hija de Lyfia se llama Mist – dijo en voz baja mientras le enviaba un mensaje a la susodicha con las fotos enviadas.
- Lyfia? De Asgard? Tu prima? – pregunto DM comiendo de su hamburguesa y atragantándose al pensar en lo que eso significaba
Afro tuvo que ayudar a su amigo con unos golpes en la espalda y pasarle su soda. Cuando pudo hablar Afro ya había mandado el mensaje y estaba con una cara de no me mires que hasta le dio miedo a DM preguntar.
- Pero estas seguro de que es ella? Después de todo nunca la has visto en persona y todos los niños se parecen.
- Eso es cierto. Esperare a que Lyfia conteste a mi mensaje. Si es cierto, Lyfia va a estar en serios problemas conmigo. – dijo Afro
- Y por qué contigo? – pregunto DM – No es como que fueran muy cercanos o…
- Porque le advertí que no se metiera con ninguno de ustedes. Porque yo ya le había mencionado que la única pareja estable era la de Aioria… y muchas muchas muchas cosas más que arghhhh me van a salir arrugas del maldito coraje si es cierto.
- Bah, ni que fueras Marín y… - DM volteó a ver a Afro – 100 euros a que ella lo sabía y por eso lo tronó y se fue con Ío.
- No apuesto porque lo más probable es que sea cierto. Que desgraciado. – exclamó Afro – Si estuviera allá, lo sostendría mientras ella lo castra Jajajaja.
- Ok. Ok. No más edulcorante artificial para ti. – dijo retirándole la soda de su área – Te pones más sádico que yo y ya es decir. Además, ese es problema de dos, bueno de tres… o es de cuatro…
- Contando a todos los involucrados ya fue todo Asgard y todo el Santuario pero tienes razón. No me voy a alterar. Me esperare a que me llegue el chisme primero.
- Salud por Eso! Bah… no me sabe igual con soda.
Una figura conocida por ambos llegó corriendo hacia ellos y se levantaron en señal de respeto.
- Te encontré o mejor dicho… los encontré – decía Munga apenas respirando por la carrera que pegó.
DM le ofreció un trago de su soda porque sabía que si le daba la de Afro, este con lo especial que era ya no volvería a tomarle.
- Gracias – dijo tomándose la mitad de un solo trago – Porque no contestaste mis llamadas?
- Perdí el cargador de mi celular y se quedó sin batería – dijo Afro – Para que me necesitabas?
- Tenía a mi amiga en mi oficina y necesitábamos una respuesta inmediata.
- Por cierto que no me han llegado las fotos que tomaste eh? – reclamó Afro sonriendo – Yo quiero tenerlas.
- Lo sé, Lo sé pero mira. Como te dije, soy una cazatalentos. – dijo Munga – Tengo amigos y conocidos en todas las agencias de publicidad, y modelaje de Inglaterra y Europa en general.
- Si pero…
- No, no. Escuchen. Porque está en particular les atañe a ambos.
Los dos chicos se miraron extrañados.
- Mi amiga, la que estaba conmigo y le urgía la respuesta, trabaja para Mother London. La conocen? – dijo Munga.
Ambos chicos negaron con la cabeza. Munga casi comenzó a tirarse de los pelos.
- Pues en que mundo viven! Mother London es la agencia de publicidad más afamada de Londres. Prácticamente tiene las cuentas de todas las marcas importantes del país como clientes.
Como los chicos no hicieron ninguna expresión de asombro, continuó.
- Ella llego a mí porque sabe que le consigo modelos nuevos con que lanzar sus productos. Esta vez, es para una empresa grande de ropa interior masculina.
- Y? - Pregunto DM – Salimos bien en la foto?.
Munga sacó de su bolso una foto donde ambos posaban de espaldas pero los speedo así como los chicos y sus sonrisas se veían perfectamente.
- Esta foto, ella la quiere comprar. Quiere que ustedes modelen su ropa interior para su nueva campaña.
Los dos chicos la miraron y después comenzaron a carcajearse.
- No le encuentro la gracia – dijo Munga molesta.
Ambos intentaron tranquilizarse pero tardaron un poco en lograrlo.
- Espera – dijo DM – Alguien quiere comprar esa foto para ponerla en las revistas y luego los jotos se la jalen al verla? No gracias.
Afro le dio un coscorrón.
- Eres un vulgar.
- Pero, pues no esta tan errado – dijo Munga – Les ofrece 20 mil euros si hacen una sesión exclusiva para ella los dos.
DM y Afro negaron con la cabeza.
- Gracias pero no gracias. – dijo Afro
- Que? No quieren ser famosos? – Dijo Munga
- No de ese modo – dijo DM – Además yo estoy estudiando y aquí mi amigo ya se va de Londres la semana que entra. Así que no.
- Pero… es una gran oportunidad.! De hecho toda la campana fue creada a raíz de la foto! Se llama la Bella y la Bestia.
DM se quedó muy serio y Afro comenzó a reír.
- Lo de bestia te queda como anillo al dedo cangrejito – dijo riendo
- Bla bla bla.
- Chicos pónganse serios! – reclamó Munga.
- Por qué no simplemente hace fotoshop a la foto o las fotos porque si no mal recuerdo tomaste como 100.
Munga se ruborizo.
- Si bueno… no siempre tengo la oportunidad de… retratar algo así.
- Eso puedes jurarlo – interrumpió DM – Pero la pregunta de Afro es muy buena.
- No sé si eso le sirve – dijo sinceramente Munga – Deja les llamo.
Munga se retiró un momento y regresó tapando el teléfono.
- Ofrecen 2000 euros por foto si le firman los derechos – dijo
DM se pusieron a deliberar cabeza con cabeza.
- 3000 euros con un mínimo de 20 fotos y solo podrán usarla para esa campaña – dijo DM
Munga se los dijo y regresó con su contraoferta.
- Acceden en precio, mínimo pero les ceden los derechos totales de las fotos. – dijo
DM miro a Afro comunicándose a través de su cosmos.
- Accederemos a los derechos totales de las fotos siempre y cuando sean usadas exclusivamente para la campaña de ropa interior, no tendrán exclusividad de agencia/
Munga discutió un poco y después colgó.
- Aceptó!
Ambos chicos se miraron.
- En serio?
- Si! – dijo emocionada – Gracias, Gracias! No saben el alivio que me da. Y ahora, necesito hablarles de otras propuestas. Tienen tiempo.
DM y Afro asintieron y le invitaron a comer para platicar mientras tanto. Después de todo, tenían mucho por que celebrar.
Julio 11, 5pm
Patio Principal del Palacio Valhala
Asgard, Noruega
Todo el pueblo estaba reunido en el patio del palacio. Era todo un acontecimiento que su líder espiritual y político: Hilda de Polaris, castigara severamente y en público a uno de sus invaluables Dioses Guerreros. Todos querían ver con morbo, tanto al acusado como al castigo. A Lyfia le costó mucho trabajo abrirse paso entre la gente para poder llegar al frente pero mientras lo hacía, Hilda se levantó de su puesto sobre la tarima.
- Estimados ciudadanos de Asgard. Estamos aquí reunidos para ver que la ley se cumpla. – dijo – Nuestro amigo, guerrero y protector, Hagen de Merak, ha cometido un error que pudo habernos llevado a perder la paz una vez más.
El murmullo de todos los presentes no se hizo esperar. Hagen, encadenado y visiblemente más delgado, miraba hacia sus compañeros con una súplica en sus ojos. Glenda su esposa, y sus dos hijos, estaban sentados junto a Hilda y Siegfried.
- Debido a la naturaleza de su error y a que ha prestado fielmente sus servicios hasta ahora, no vimos la necesidad de hacer un juicio público. Yo misma, con la ayuda y benevolencia de Odín, he decidido su castigo.
Hagen comenzó a temblar. Eso no se escuchaba nada bien y con el antecedente de Maldad de Hilda…
- 50 azotes.
- Que? Eso es excesivo – Grito Hagen hacia Hilda
- 60
- Por qué? Tengo derecho a defenderme! – volvió a gritar.
- 75
- Hagen por Odín! Cállate de una vez! – Grito Glenda detrás de Hilda con su bebe en brazos.
Hagen vio que su hijo mayor estaba recargado en el barandal para ver todo y decidió callarse.
- Muy bien. – dijo Hilda con un poco de remordimiento que se le quito enseguida al recordar el sufrimiento de su hermana – Tus compañeros se turnaran para ejecutar tu castigo.
Lyfia decidió que no estaba dispuesta a esperar y saliendo de la fila, corrió escaleras arriba para poder llegar al balcón donde estaba Siegfried junto a Hilda. Por la naturaleza del motivo que la llevó a ir en primer lugar, salto las vallas y esquivo a varios guardias hasta llegar lo suficientemente cerca como para que parte de la guardia la detuviera, Siegfried escuchara su escándalo y gritos y volteara a verla justo cuando le daban a Hagen el primer azote. Se dirigió hacia ella.
- Déjenla pasar.- ordenó a los guardias.
En cuanto la soltaron ella corrió hacia él.
- Siegfried por favor ayúdame! – dijo hincándose para abrazar sus rodillas
- Lyfia… creí que estabas en Alta. – dijo asombrado de que esa chica se humillara de ese modo
- De allá vengo. Mist… ella…
- Que pasa con tu hija?
- Desapareció! Se la han llevado!
- Que dices? – dijo ayudándola a levantarse.
- Estoy segura que me la quieren quitar y tú sabes bien que ella es toda mi vida!
Siegfried la llevo a la habitación contigua sirviéndole un vaso de sidra.
- Dime todo lo que sepas – Ordeno Siegfried.
Lyfia se tomó todo el vaso de un jalón.
- Estaba en Alta cerrando algunos negocios como sabes. – Siegfried asintió – Ikki la estaba cuidando.
A Siegfried le costó un poco de trabajo recordar de quien hablaba.
- Ah sí. Tu nuevo niñero japonés. Y luego?
- Ikki es muy buen niñero. Parece tener mucha experiencia y Mist lo obedece. – dijo Lyfia – Siempre que los dejo solos, se quedan en la cabaña que rente para Ikki. Me comunicaba con ellos tres veces al día pero hay días en los que no puedo porque no tengo señal en mi celular.
- Entiendo. Continua.
- Hoy por la mañana, recibí un mensaje de mi primo Afro. Me preguntaba si estaba de visita en el santuario y yo le dije que no. El me mando una foto de Mist con algunos de sus amigos y…
Siegfried la detuvo con un gesto.
- Espera. Regresaste corriendo por una simple foto?
Lyfia se ruborizo un poco.
- Fui a mi cabaña y a la de Ikki a verificar y sus cosas están ahí pero los vecinos no los han visto en varios días.
- Entonces tu niñero la rapto?
- Lo dudo. Ikki quería alejarse del Santuario por el momento. Y él no se llevaría a Mist. – aseguro la peli azul
- Entonces?
Lyfia se hincó en el suelo tomándose la cabeza con la mano.
- Me la va a quitar! Estoy segura!
- A ver. Tranquilízate y enséname las fotos. – ordeno Siegfried
Temblando un poco, Lyfia sacó de su falda el celular y se las enseno. Era Mist de eso no cabía la menor duda. También pudo reconocer a algunos de los dorados, entre ellos Camus. Recordó que la Sanbocho había estado ahí unos días atrás buscando algo en sus archivos, pero no hubo ningún incidente e incluso se fue días atrás. Que ganarían al raptar una niña? A pesar de las evidencias, el necesitaba hacer una investigación antes de tomar una decisión que afectara ambos pueblos.
- Lyfia. Regresa a tu cabaña y descansa. – dijo – Enviare a mis hombres a hacer una investigación rápida y te mandare llamar. Llegare al fondo de esto y te prometo que tu recuperaras a Mist, está bien?
Lyfia lo miró con lágrimas de agradecimiento en el rostro y se fue a su cabaña. Siegfried se puso a pensar en los motivos por los cuales pudieron haberse llevado a la niña pero no pudo encontrar otro que no fuera una provocación directa.
Caminó de regreso para estar al lado de Hilda. Tendría que decirle lo que estaba pasando con Lyfia pero no sabía cómo. Tal vez sería mejor esperar a tener todas las pruebas. Ya bastante afectada estaba por lo sucedido entre Fler y Camus y eso que Fler había decidido no contarle aun sobre su embarazo y él había jurado no decirlo.
