Capítulo 176
Julio 20, 5pm
Oficina de Ares
Atenas, Grecia
Ares y Anteros se encontraban en la sala de juntas con sus administradores y contadores. Había una soga de ahorcado a la mitad de la mesa de juntas. Todos los presentes estaban nerviosos pues sabían que, si alguno de ellos fallaba, ahí, delante de sus compañeros, les pedía que se ahorcaran y ellos, al saber que le habían fallado, preferían hacerlo antes de saber que su familia tendría una muerte lenta y horrible.
Las noticias que le estaban dando a Ares no eran buenas, por lo que el junior escuchaba sin poner mucha atención. Anteros era el que tomaba la nota y Ares jugaba con una pelotita anti estrés. Ya sabía a quién pondría en la cuerda y solo esperaba que terminaran el discurso para hacerlo.
Cuando lo hicieron, todos bajaron la mirada y se hundieron en sus asientos. Era más que obvio que las noticias ameritaban el castigo de uno de ellos y todos lo sabían. Anteros se quedó en silencio cuando su padre, sin ninguna expresión en el rostro comenzó a caminar en círculos por detrás de la silla tocando la cabeza de todos:
- Za-pa-ti-to blan-co, za-pa-ti-to a-zul, di-me- cuan-tos- a-ños- tie-nes- tu
- Yo? – dijo uno de los miembros más jóvenes presentes – 38
- 1,2,3… - dijo Ares tocando las cabezas de todos – 36, 37… 38! Ahhh! Donis… mi querido y vejete amigo… - dijo acariciándole la cabeza – cuantos años llevas a mi servicio?
- 35 señor
- Creo que es hora de jubilarte. Ya sabes lo que debes hacer.
El anciano subió a la mesa visiblemente temblando. Algunos de sus compañeros se taparon los ojos pero Ares se las abrió a la fuerza con su cosmo.
- No cierren los ojos. Ustedes me están reportando un retroceso en mis ganancias cuando les doy todas las herramientas necesarias para avanzar. Alguien quiere darme una explicación lógica?
El anciano se puso la soga al cuello y se la quitó varias veces. No quería morir.
- Señor Ares… no es nuestra culpa!. Las importaciones de estupefacientes a través del Caribe fue donde fallamos y…
- Y esa es la única ruta disponible? - preguntó
- No señor, pero…
- Entonces no hay peros. – dijo Ares – Adelante Donis. Estamos esperando el sacrificio por el equipo.
El anciano ya se había decidido y sus compañeros ya habían despejado el lugar para quitar la mesa y que el cayera, cuando Anteros se levantó de súbito y le ordenó bajarse.
- Quien te crees que eres para… - comenzó a gritarle a Anteros cuando vio que este la hacía señas de que Hera y Zeus estaban entrando al pasillo.
Ares rápidamente bajo a Donis y le hizo señales a Anteros para que quitara la soga. Este lo hizo de inmediato al recordar que sus abuelos no aprobaban los métodos de su padre de castigo en sus negocios.
- Corriste con suerte Donis. Redímete para la siguiente junta. No quiero ver esos numero cayendo de nuevo – dijo Ares tronándoles los dedos indicándoles la salida a todos
Todos salieron más rápido de lo que era posible para su edad y Ares se sentó con desfachatez en la silla principal de la mesa de juntas mientras Anteros recogía los informes y Hera y Zeus entraban por la puerta.
- Mami! – dijo Ares corriendo a abrazar a su madre, quien parecía con él un poco más seca que de costumbre – ahora que hice. Padre – dijo Saludando a Zeus con la mano.
- Anteros, Ares. Pasábamos por aquí y…
- Lo que tu padre quiere decir, es que vinimos en cuanto supimos la noticia para hablar muy seriamente contigo – interrumpió Hera haciendo que Zeus volteara los ojos.
Ares más o menos se daba una idea de lo que quería hablar su madre con él, pero prefirió no adelantarse.
- Anteros, que le preparen a tu abuela unos bocadillos de los que le gustan…
- Con queso light porque estoy a dieta – interrumpió Hera
- Y para tu abuelo…
- A tu abuelo le bastara con compartir mi plato y un batido de proteínas. También está a dieta. – dijo Hera urgiendo a Anteros a Salir mientras Zeus le hacia cuanti gesto de horror se sabía a espaldas de su esposa haciendo reír a Ares mientras le abría la silla a su madre.
Ares se sentó a la derecha de Zeus y Hera a la Izquierda.
- Y bien? A que debo su visita? Ya es tiempo de que me des mi aguinaldo? – preguntó Ares inocentemente
- Ya quisieras – murmuro Zeus
- No mi chiquito hermoso. Nos han llegado noticias inquietantes y queremos verificar que sean ciertas antes de saber cómo vamos a proceder. – dijo Hera
- Las escucho.
Hera miró a Zeus, quien carraspeó un poco visiblemente incomodo con esa conversación. No era como si Ares fuera un mocosito de 16 años.
- Bueno hijo, parece que tu hermano Apolo llegó al olimpo muy agitado hace unos días, diciendo que… pues… - Hera le dio un codazo instándolo a seguir – Bueno ya! Que te habías cogido a Keres y la habías embarazado.
- Zeus! Esos modales! – lo reprendió Hera
- Y como quieres que lo diga mujer? No hay modo bonito de decirlo – se quejó Zeus
- Puedes decir que dio su mal paso y ya.
- Pero si está embarazada no fue tan malo – volvió a decir Zeus ganándose una mirada de miedo de parte de su esposa
- Es eso cierto hijito?
- Que Keres está embarazada? Si – confeso Ares.
Zeus sonrió satisfecho y Hera le lanzó una mirada de reprobación.
- Es el colmo! Cómo pudiste hacerme esto? – gimió Hera – Y justamente cuando viene la tía abuela a la tierra! Como le explicaré que mi primogénito deshonró a su hijita menor?
- Oye pero yo no…
- Todas las del circulo feminista me lo dijeron pero yo no quise creerlo! – sollozó Hera de nuevo– ahora no voy a tener otra opción que entregarte en el altar.
A Ares se le fue el color de la cara.
- To- todas lo saben?
- Oh sí! Estábamos tomando él te Hestia, Deméter, Artemisa, Perséfone, Afrodita y yo en el salón principal cuando el entró con la noticia – dijo Hera
- A… Afrodita también? – dijo nervioso
- Si. Me sorprendió mucho su reacción. – dijo Hera algo pensativa
- Cual… cual fue?
- Ninguna
- Que?
- Yo creí que comenzaría a gritar o defenderte, pero solo sonrió y siguió con el te – dijo Hera
- Y eso es aún más peligroso – Murmuro Zeus sabiendo que era exactamente lo que Ares estaba pensando.
- En fin, hablé con Keres y estuvo de acuerdo en que ya que la tía abuela se reunirá con nosotros en unos días, pidamos su mano ese día, aunque se casen después. – dijo Hera
Ares miró a su Padre esperando que hiciera algo para salvarlo pero Zeus se mantuvo impasible.
- Keres te dijo eso?
- Bueno, no con palabras – dijo Hera – Estaba tan emocionada con mi propuesta que se quedó sin habla. Pero eso no importa. Si crees que te vas a salir con la tuya esta vez estas equivocado. No después de romper mi anillo. No después de deshonrarla cuando sabes que estoy totalmente en contra de las relaciones extramaritales.
Ares también se quedó sin habla pero Anteros llegó con el batido y la charola y su madre salió hacia el tocador VIP dejándolos a los tres solos.
- Padre haz algo! No me quiero casar! – Le suplicó Ares
- Eso lo hubieras pensado antes de hacer tus gracias! – dijo sacando una petaquita de alcohol de su saco y echándolo en su batido
- Pero yo no he hecho nada! Yo no soy el padre de su hijo!
- El padre del hijo de quien padre? – preguntó Anteros
- De… nadie – dijo bajando la mirada.
Ares sabía que Anteros siempre había tenido cierta preferencia por la rubia, aunque nunca se había atrevido a hacer nada por timidez y miedo a su madre, quien le había prohibido todo contacto con ella.
- Anteros… tráeme azúcar por favor.
- Sí señor.
Anteros volvió a salir de la sala y Zeus movió su silla para quedar frente a él.
- Es o no es tu hijo?
- No! Te lo juro padre!
- Sabes que ese niño saldrá con tu marca si es así.
- Lo sé muy bien, pero yo jamás la he tocado. – se defendió – Porque esperar miles de años? La hubiera tomado todos los días y varias veces si así fuera.
- Cierto… cierto. – dijo Zeus – Pero si pides mi opinión, haz lo que dice tu madre.
- Que? Por qué?
- Te conviene. Ya era tiempo de que te casaras – dijo Zeus – Y la salvaras a ella de un infierno.
- Explícate
- Si te casas con ella, Puedes seguir teniendo todas las viejas que quieras y nadie te va a decir nada.
- Eso lo hago ahorita – reclamo Ares
- Te harás miembro de la Elite de la tía abuela Nix – dijo Zeus
- Créeme que puedo vivir sin eso.
- Evitaras una pelea entre las dos familias
- Pero yo por qué? No es mío! – repitió Ares
- No por el nacimiento del bastardo, sino porque Afrodita le va a hacer todo el daño que pueda y cuando pueda. Sabes lo caprichosa que es. – dijo Zeus
Aquí Ares se quedó callado. De nuevo repetir la historia? Y por qué carajos tenía que sacrificarse él y no otro?
- Piensa un poquito. – dijo Zeus – No necesitas casarte. Con el simple compromiso tu madre la protegería de las tonterías de tu amante.
- Si pero cuando nazca su hijo y no traiga mi marca…
- Se la tatúas y ya.
- Que salvaje eres – dijo Ares – Y yo soy el sádico.
- Piénsalo. No salvaras solo a Keres y a su hijo, sino evitarías que se rompieran las relaciones con Nix y sus hijos, y sabes lo importantes que son para nosotros.
Ares apretó los puños. Estaba a punto de defender su libertad con uñas y dientes cuando apareció en el umbral su Madre. Se sentó y comenzó a hacer planes con un Ares que estaba a punto de estallar y quien no dijo ni una sola palabra hasta que sus padres se fueron.
Tan pronto como lo hicieron, y aprovechando que ya todos se habían ido a casa, se dedicó a romper a puño limpio cara una de las ventanas de las 150 ventanas, ventanales y puertas de vidrio que encontró en la oficina. Los bomberos llegaron junto con el equipo SWAT pensando que había estallado una bomba. Anteros solo miraba a su padre sin poder entender su ira. Tuvo que llevárselo antes que terminaran de subir los investigadores porque no habría forma de explicar eso, pero Ares estaba lejos de terminar de estar enojado. No tanto con sus padres sino con Apolo por metiche. Quería guerra, guerra tendría.
Julio 21, 7am
Departamento de Radamanthys
Londres, Inglaterra
Pandora abrió los ojos y miró su despertador. Se desperezo, salió de la cama y comenzó a hacer sus abluciones diarias. No se molestó ni siquiera en correr las cortinas aun, pues seguramente seguía algo obscuro y nublado como casi siempre a esa hora en la capital inglesa.
Cuando terminó de bañarse y secarse el cabello, aun en su bata de baño y pantuflas moradas, tomó su cepillo de marfil y comenzó a cepillarse el cabello. corrió las cortinas para abrir las ventanas y que entrara un poco de aire fresco, y se dio cuenta que había gente trabajando en el espectacular de enfrente.
- Ah que mal! Me quitaron el anuncio del perfume. Ya hasta me habían convencido de comprármelo – refunfuñó – Que irán a poner ahora?
Se sentó en la silla de su balcón para terminar de cepillarse mientras veía a los hombres poner tira por tira. Vio aparecer la escena de lo que parecía ser un bosque, detrás un castillo…
- Vamos inútiles! Trabajen más rápido que tengo que ir a la escuela! – gritó Pandora como si de verdad fueran a escucharla
Dado que el equipo trabajaba de las orillas hacia el centro del espectacular para no estorbar los equipos, primero apareció la entrepierna en unos bóxer negros y otra entrepierna en unos azules.
- Oh vaya! – dijo Pandora levantándose de su silla – Que desilusión. Un anuncio de ropa interior para hombre.
Los equipos siguieron trabajando mientras Pandora regresó a su habitación a terminar de arreglarse. Para cuando terminó, fue a cerrar sus ventanas para que si llovía no se mojara su recamara y cuál fue su sorpresa al ver al dueño de los bóxer negros: DM dándole la espalda a Afro en la campaña LA BELLA Y LA BESTIA.
- Pero que desfachateces son esas! – dijo temblando de rabia – Tengo que soportarlo todos los días en la escuela y ahora todavía debo verlo así, desde mi ventana? Ah no! Eso sí que no. Rada! Rada!
Pandora salió furiosa de su habitación. Rada aún no se había levantado de su cama. La noche anterior se había ido con un grupito de compañeros de farra y acababa de llegar apenas dos horas antes.
Entró a su recamara y comenzó a sacudirlo.
- Rada? Rada! Rada despierta!
- Que? Qué pasa? No molestes!
- Rada! Levántate ahora mismo. Tienes que ver esto!
- No tengo ganas de matar arañas ahorita. – Dijo sin mover un solo musculo.
Fastidiada por su indiferencia, Tomo la botella de whiskey que tenía junto a su cabecera y la tiró al suelo. En menos de cinco segundos Rada se había despertado y levantado furioso.
- Quien rompió mi botella?
- Tú la tiraste con tu mano – mintió Pandora tomándolo del brazo para que la siguiera hasta su habitación.
Ya ahí, señaló hacia el espectacular.
- Hay dos hombres encuerados y?
- Y? - contestó enojada – Quiero que los quiten de inmediato!
- Acaso tengo cara de la reina de Inglaterra? No tengo el poder para hacerlo – dijo adormilado
- Ese es Afrodita de Piscis y ese otro DM de Cáncer – gruño Pandora – Y no los quiero ver afuera de mi ventana!
Rada tuvo que tallarse los ojos para voltear a ver y tratar de reconocer a quienes ella decía.
- En serio son ellos?
- Si!
- Vaya!
- Haz algo! – volvió a gritar Pandora.
- Claro que sí! – dijo Rada – Cerrando la ventana y cortinas. – Ya. Así ya no los ves – dijo dirigiéndose a su habitación.
Pandora lo siguió y vio cómo se aventaba a su cama.
- Sigues borracho!
- Nahhh cómo crees? – contesto durmiéndose de nuevo.
- Quien me va a llevar a la escuela entonces?
- Vete caminando – contestó Rada. – Yo no tengo clase.
Pandora estaba más allá de la ofuscación. De cuando acá Rada se le rebelaba o la ignoraba? Vio las llaves del Lambo junto donde había estado la botella y corrió a quitárselas pero Rada fue más rápido.
- Adonde crees que vas? – le preguntó Rada quitándolas de su camino
- Necesito ir a la escuela. Tengo presentación a las 10 am – contestó Pandora tratando de quitarle las llaves
- Ni loco te dejo manejar mi auto – dijo Rada – Mejor quédate aquí en camita conmigo.
- Cerdo! Ya te dije mil veces que no voy a hacer nada contigo!
- Que te cuesta? – dijo Rada en pose sexy
- Dame las llaves! – le ordeno pandora extendiendo la mano y tratando de no parecer miedosa ante la actitud de Rada.
Rada se las enseñó y las puso dentro de su bóxer.
- Ven por ellas – dijo burlón
- Idiota! – gritó Pandora corriendo para salir de su habitación para tomar su maletín y salir por la puerta.
Rada comenzó a reír. Ya regresaría. Total. Le echaría la culpa a que estaba tomado, y le pediría perdón y listo. Como todos los fines de semana. Sin embargo, varios minutos después, las ordenes de Pandora retumbaban en sus oídos. Y si le iba con el chisme a Hades? Y si lo hacían regresar dejándola sola en la superficie?
- Ah que la V…! – exclamó levantándose buscando su celular en el saco
Fue a la habitación de Pandora y fue a tomarle fotos con su celular. Después, mientras fisgoneaba sus cajones, llamó al inframundo:
M Hola?
R Minos!
M Rada! Que milagro
R Tengo una emergencia de Magistrado.
M Espera que ya traigo a Aiacos
R …
M …
R …
M Listo!
A Hola Rada!
R Hola Aiacos!
A Como están allá arriba?
R Yo? Crudo y ustedes?
A Crudo o Borracho?
R Si ya saben para que preguntan
Borracho
R Si!
Jajaja
M Cuál es tu emergencia?
R Ni tanto como emergencia, más bien chisme y consejo
A Bueno bueno primero el chisme
R Chequen las fotos que les acabo de enviar a sus correos
M Aguanta
A No inventes
M Que monísimos!
R Que copiones!
M No seas envidioso!
R Claro que sí! He tratado de contactar a la representante de esa marca durante mucho tiempo!
M Jiji te ganaron
R Malditos maricones!
R Jajaja Ya pues! Pélenme!
M Y tú qué diablos tienes que andar sacando fotos de weyes encuerados Rada?
R Es un espectacular frente a la ventana de Pandora. Quiere que lo quite
R Ya salió el peine
M Y a ella que le importa el espectacular
R No sé pero se puso muy mal por eso
M Como no… debe traerle buenos recuerdos
R Recuerdos de qué?
A Si. Dinos Minos.
M De que se nos fueron vivos esos dos. Ni modo que de qué.
R Oh vamos! Aquí te presentaste como su cuñado.
A Si es cierto
M Aiacos no me ayudes
R Bueno entonces que hago?
M Que haces de qué?
R Como le hago para quitarlo?
M Rada… No le cumplas todos los caprichos a Pandora. La tienes muy malcriada.
A Si es cierto. Y ni te hace caso.
R Ese no es el punto
A Ya sé. Toma una foto de mejor resolución y nos la mandas
R Y eso para que
M Si, para que Aiacos?
A Te voy a regresar la foto arreglada y Luego vas a alguna impresora y pides que te lo impriman en sticker gran formato y los pegas en las ventanas de pandora, así ya no lo ve
M Jajajaja fantabulosa idea
A Y así no lo tengo que quitar Jajaja me parece bien.
M Yo digo que se va a enojar un poquito
A Siempre puede volver al inframundo. No creo que la dejen quedarse arriba sola
M Eso que ni qué.
R Como va todo allá abajo.
M Igual de aburrido de siempre
A No es cierto Rada! Eso lo dice porque Hades lo castigo por cacharlo con chupe en el trabajo
R Minos!
M Que?
R Por qué no invitaste!
M Jajaja a la otra
A Creí que le habías dicho…
M Jamás dije que no lo volveré a hacer Aiacos. Lávate las orejas
R Oigan oigan, mándenle la foto de los jotitos a todos allá abajo. También tienen derecho a divertirse
M Yo se lo mandare a Hades directamente
A Minos!
M Que?
A Para que se los vas a enviar?
M Por barbero. Para que se ría un ratito.
A Tú quieres que te levante el castigo antes.
M Desde luego. Llevo una semana y cachito sin coger. Estoy desesperado.
R Jajajaja de navidad te mandaremos a hacer una muñeca inflable de Shaina
M Pero que sea anatómicamente correcta
R Necesitaras pasarnos fotos de tooooooodos lados
M Entonces no quiero nada
R Jajajaja envidioso
M Mia, mía, mía y solo mía
R Si si… suertudote
M Ya pues. Cambio de tema. Rada… cuando tienes tu primer examen?
R Me vas a pasar las respuestas?
M No. Mejor hago una apuesta contigo.
R Cual?
M Te apuesto que el jotis de DM sacara mejores calificaciones que tú.
R Hell no! Eso es imposible!
M Bueno… lo sabremos al final del curso. Si yo estoy en lo correcto, te presentaremos a una de nuestras amigas y te harás novio de una de ellas.
R Que? No! Ya saben que…
M Bla bla bla…. Oyes Aiacos?
A Si. Está aceptando que DM le va a ganar.
R No es cierto! Bueno y si te demuestro lo contrario?
M Convenceremos a Hades de que te dé a su hermana
A Jajajaja
R No tienen tantas palancas
A Mejor no apuestes Rada. Recuerda que Minos es su favorito y hasta depa le puso.
R No, si no se me olvida.
M No sean envidiosos. Cuando se casen…
A Zeus nos libre de todo eso.
M Jajaja no se saques Aiacos
A No le metas Minos
R Apoyo a Aiacos. Tú ya te jodiste. Déjanos a nosotros en paz.
M Entonces qué? Apuestas o no?
R No puedes cambiar el castigo?
M No seas huevon. Eres un maldito juez del inframundo! Si te gana, nuestra reputación está en juego.
A Eso es cierto Rada. No te puedes dejar ganar.
R Aprovéchate que estoy borracho. Acepto el reto
M Eso!
A No! Ya te jodiste amigo!
R Tu cállate Aiacos. Yo soy mejor que él y no tengo la menor duda.
M Ese es Rada!
A Y ahora…. Donde anda tu capataz?
R La mande caminando a la escuela
Que tú que?
Pandora llevaba un rato esperando al taxi que había pedido en la puerta del edificio, pero no había señales de él. Totalmente ofuscada por estar todo ese tiempo viendo el espectacular sin poder evitarlo, camino hacia donde estaba la estación del metro más cercana.
Bajo las escalera maldiciendo sus estiletos y su falda corta, pero ya no había tiempo. Tenía que llegar a tiempo. Sin pensar mucho en eso, se subió al primer tren que llegó.
- Diantres! – dijo viendo el mapa dentro del vagón – No sé si me subí en la línea correcta.
DM y Phil junto a Yelina y Tatiana salían del departamento de DM. Habían tenido una tertulia la noche anterior en la que habían entre los cuatro ayudado a DM a limpiar el departamento y puesto todo de acuerdo a las fotos que este había tomado antes de hacer su desmadre con Yelina la primera vez para que Afro no se diera cuenta que lo había desobedecido.
- Creo que hicimos un buen trabajo. – dijo Phil abrazando a Tatiana
- Si! Ahora tu hermano no te va a reganar por dar rienda suelta a la lujuria con mi amiga jijijj
- Shhhhht amor! – regano Phil
- Jejeje si Tatiana, gracias – dijo DM – Vale la pena cada litro de cloro utilizado Jajaja
- Y fueron muchos – aclaró Yelina agarrándole el trasero
- Oh sí! Hacemos mucho desmadre juntos tu y yo – dijo respondiendo del mismo modo
- Ay por Dios! No pongan imágenes en mi cabeza – pidió Phil abrazando a Tatiana quien sonreía con ternura ante la mojigatez de su novio
- Voy a tener que darle consejos a Tatiana - bromeó Yelina
- No! A mi preciosa bebe no me la perviertes, loca maniaca. – dijo Phil tapándole los oídos
Yelina y DM comenzaron a reír mientras bajaban las escaleras del subterráneo.
- Yo quiero llegar al depa a bañarme – dijo Tatiana – Tal vez hasta convenza a Phil que me ayude a tallar la espalda.
- Iuuuuuuuuu – DM y Yelina comenzaron a hacerle burla
- Amor! Deja de decir esas cosas aquí! – volvió a pedir Phil – Me avergüenzas!
- Jajaja además tu novio necesita pasar primero por unos resúmenes a la escuela y de ahí nos vamos a donde quieran – dijo DM abrazando de la cintura a Yelina, quien lo acorraló contra la pared para decirle mil guarradas.
Pandora ya no aguantó la presión de los chicos que la acosaban en el tren, junto al olor de los indigentes, niños llorando, y la sensación de que se había perdido y salió casi corriendo del vagón dándose contra la pared del andén. Afortunadamente para ella, bajo sola y los chicos no la siguieron, pero seguía sin saber a ciencia cierta donde estaba.
DM miró curioso la escena desde donde estaba y vio el miedo y la desesperación en la mirada de Pandora, quien acababa de bajar del vagón en el andén frente a él. Apretó los dientes. Esa ropa que traía era cero apropiada para una chica decente usando el subterráneo. Apartó a Yelina con suavidad y le dijo que lo esperaran.
Corrió hacia el otro anden para encontrarse a Pandora en el mismo exacto lugar donde la había visto:
- Me parece que andas un poco perdida – dijo DM detrás de ella – Que andas haciendo por aquí?
Pandora lo vio y abrió grandes los ojos. A el menos que nadie quería encontrárselo ahí.
- No, yo… solo voy a la escuela – dijo volteando para el otro lado
- En metro? Donde dejaste a tu perrito faldero?
- Eso no te importa! Y no le digas así a Rada! – defendió Pandora
Pasaron un grupito de 5 chavos mirando a Pandora de un modo intimidatorio para ella e inconscientemente dio un paso hacia DM, quien supo de inmediato lo que estaba pasando.
- Por qué no nos acompañas? Vamos también para allá. – ofreció DM
- Vamos?
- Mis amigos y yo – dijo tomándola de la mano – Ven!
La jalo obligándola casi casi a caminar a la par, pero los jóvenes seguían viendo a Pandora. Eso no iba a terminar y DM sabía que podía asustarse demasiado al no tener ningún poder aquí arriba con que defenderse. La detuvo a la mitad del camino y se quitó su gabardina para ponérsela:
- Tu ropa, aunque bonita, no es lo apropiada para usar en estos lugares sin que provoques situaciones a las que no estas acostumbrada – le dijo – Luego me la das, o en tu caso, igual puedes tirarla a la basura.
Pandora no pudo decir nada, porque inmediatamente después la hizo volver a caminar.
Yelina, Tatiana y Phil discutían el lugar donde irían a desayunar después de ir a la escuela cuando llegó DM con el portafolio de Pandora en una mano y la mismísima Pantera en la otra.
Phil y Tatiana miraron preocupados a Yelina. Yelina y Pandora ya habían tenido sus roces en el pasado, incluso dentro de la escuela donde Yelina de vez en cuando entraba a hacer sus exámenes.
- Que haces con esta urraca? – preguntó Yelina en cuanto pudieron estar lo suficientemente cerca para escucharla
Pandora se enderezo orgullosa y el odio se le podía ver en los ojos.
- Al menos no parezco una vil camionera bolchevique. – contestó Pandora
- Que dijiste? - Gritó Yelina aventándosele sin que Pandora se moviera un centímetro
- Basta! – grito DM poniendo un brazo protegiendo la integridad de Pandora – Que les pasa a ustedes dos? Pandora viene con nosotros hasta la escuela y no quiero pasar vergüenzas que no provoco yo.
- Pero…
Tatiana tomó de la mano a Yelina para alejarla de ahí justo cuando el tren llegó. DM se subió a él, tomando de la mano a Pandora para sorpresa de Phil y compañía. Las tres estaciones en silencio entre los cinco se hicieron eternas y cuando llegaron a la escuela y Pandora le dio simplemente una mirada de agradecimiento y se echó a correr hacia su salón DM se dio por satisfecho.
Fue entonces cuando comenzaron las preguntas:
- Por qué amigo? - Pregunto Phil - Ella nos trata como gusanos bajo sus pies y casi me mata Rada por un simple error al tirarle el café. Por qué ayudarla?
- Larga historia – contestó DM en forma seca – No tenías que ir por no sé qué cosa?
- Acaso hay un pasado entre ustedes dos? - pregunto Tatiana
- Ella no es nada sin Radamanthys alrededor – mascullo Yelina – Podría arrancarle esa cabellera cualquier día de estos.
- A donde decidieron ir a desayunar? – volvió a preguntar DM para cambiar el tema
- Por qué no nos quieres decir? – dijo Phil curioso
DM suspiró.
- Pandora es de la familia Heinstein cierto?
- Si
- Minos es de la familia Heinstein verdad?
- Si, también.
- Bueno, pues ahí lo tienes. – dijo DM en forma ligera – Le hago un favor a mi cuñado. Contentos?
Los tres se miraron y asintieron. Viéndolo desde esa perspectiva…
- Pero no la traigas cuando estoy contigo – pidió Yelina – O se sacare los ojos.
- Jajaja y eso? – pregunto DM atrayéndola hacia el de la cintura.
- Soy muy celosa. – dijo Yelina echándole los brazos al cuello a las piernas a la cintura tirándolo al césped.
Phil y Tatiana se alejaron para dejarlos un momento a solas.
- Crees que debemos decirle a DM lo que hubo entre Yelina y Radamanthys? – pregunto Phil a Tatiana
- Yo creo que ella tendrá que decírselo en algún momento, pero no es nuestra obligación – respondió Tatiana
- Pues si veo que comienzan los problemas yo se lo diré
- De acuerdo. Te acompañó por los papeles
Phil dio un último vistazo a la exhibición de lujuria de sus dos amigos y suspiró. Afortunadamente sabia por propia boca de DM que con Yelina solo iba a pasar el rato, porque si llegaba a desarrollar cualquier sentimiento por ella, él tendría que bajarlo de la nube aunque le doliera en el alma.
Julio 21 2pm
Calles de Paris
Paris, Francia
Afro caminaba por las calles de Paris con su equipaje a cuestas. Su vuelo no salía hasta bien entrada la tarde y ya había terminado lo que tenía que hacer ahí. La gente volteaba la mirada al verlo, pero ya estaba acostumbrado a que su apariencia llamara la atención. Por eso para que ellos no vieran su mirada de reprobación, utilizaba sus lentes obscuros.
Esa semana había sido un ajetreo total entre entrevistas, sesiones de fotos, maquillaje, peinado… y luego estaba esa vocecita chillona de uno de los fotógrafos diciéndole que adoraban su cabello y él debía sentirse orgulloso de tenerlo, aunque no muchos varones se sentirían cómodos con uno igual, pues fácilmente podían confundirlos con una mujer sobre todo con un cutis y una figura como la de Afro. Afro se había quedado en silencio ante este comentario pensando que en parte tenían razón. Tal vez en el santuario entre la leyenda de Sansón y que su cabello enmarcaba su belleza casi femenina estaba bien tenerlo largo, y de hecho la mayoría lo usaba aún más largo que él, pero aquí afuera, donde había que tener marcadas diferencias físicas entre géneros, eso era un problema.
Aun así, Afro se rehusó siquiera a pensar en cortárselo. Era parte de su encanto, parte de el mismo y de su familia por generaciones.
- Me rehusó terminantemente! – se dijo mientras seguía caminando.
Se detuvo en una panadería y compro una baguette, un poco de mortadela y queso suizo. A la fregada con la dieta! Tenía hambre y un sándwich rustico no le haría daño.
Decidió caminar hasta llegar al primer parque que encontrara para poder prepararse su baguette. No camino mucho antes de encontrarse en el Parc Monceau, por lo que fue hasta la rondina y se sentó una banca con sus maletas en los pies para hacerse su almuerzo.
Estaba a punto de darle su primer mordida cuando unos tiernos ojitos lo miraron desde abajo. La figura peloncita de ojos verdes y sonrisa encantadora lo hizo cerrar la boca sin darle una mordida siquiera.
- Tu eres el maestro Afro, verdad?
- Si.
El niño se echó a correr hacia la banca del otro lado del rondín donde su madre lo esperaba con un mapa en la mano. Fue por ella y se la trajo casi a rastras.
- Ves mama? Te dije que si era! Lo reconocí por su cabello bonito y su mosca. – dijo Santi
- Vamos Santi, no molestes al señor Afro. – dijo Xina – Buenas Tardes señor.
- Buenas tardes. Mosca? – preguntó Afro
- Si. La de su ojo. – dijo señalándole el luna debajo de su ojo izquierdo.
- Santi! No seas irrespetuoso! – corrigió Xina – Perdónelo. Esta demasiado excitado.
- Santi… Santi… ah! Ya me acordé. – dijo Afro más aliviado – Eres el amiguito de Sammy.
Santi se puso en jarras.
- No! Soy su novio.
- Como que su novio? – pregunto extrañado – solo tiene 5 años!
- Y yo tengo casi siete pero el maestro Shion nos dio permiso – dijo Santi cansado de repetir lo mismo – La trajiste contigo?
- A quién?
- A Sammy!
- Ahhh no.
- Santi… olvide tu carrito en la banca. Ve por el - dijo Xina
- Si mama.
El niño corrió hacia la banca que le dijo su mama, tiempo que Xina aprovecho para pedir permiso para sentarse junto a Afro.
- Lo siento mucho señor. Santi anda un poco excitado de más.
- Sabía que no estaban en Rodorio pero no que andaban en Paris. – pregunto Afro curioso
- Ah no! Solo estamos de paso porque a mi esposo le encargaron que trajera un paquete de parte de su jefe – explico Xina – Volveremos en el tren de la medianoche.
Santi regreso corriendo agitado y su mama se apresuró a darle una botella de agua para que pudiera respirar bien. Afro intentó recordar todo lo que balbuceaba Sammy sobre Santi, y recordó que estaba en fase 4 de Cáncer. No lo parecía. Tenía demasiada vida aun.
- Y entonces, están paseando?
Santi le regreso la botella a su mama.
- Mi mama dice que voy a poder conseguir mi pelo aquí
Afro le lanzó una mirada de interrogación a Xina.
- Santi quiere verse como un niño normal y en el hospital nos dijeron que hay un lugar aquí en Paris donde se especializan en hacer pelucas indetectables para niños que… bueno… lo perdieron por procedimientos médicos. – dijo Xina con una sonrisa triste – Le prometimos que lo intentaríamos pero… esas pelucas de cabello natural son muy caras y no sabemos si se lo podremos comprar.
A Afro se le hizo un nudo en la garganta. Sammy nunca hablaba de que Santi se quejara de nada excepto de que no le gustaban las inyecciones pero a quien sí. Y luego ahí estaba el, haciendo berrinche porque no quería cortarse el pelo cuando había quienes no tenían ni uno y no estaban de chilletas.
- Y… ya fueron a verlas? – preguntó Afro
- No. Llevamos dando vueltas en círculo y no doy con la calle. Y mi francés no es muy bueno – confeso Xina – Temo que Santi se canse y me lo tenga que llevar antes de que podamos llegar.
- A ver. Déjame ver el mapa y dime por donde ya pasaron. – dijo Afro.
Xina le extendió el mapa y se lo dijo
- Ya entendí. Te confundiste entre el Blvd de Courcelles y la Calle de Courcelles.
Santi se sentó con su carrito en la mano sobre las maletas de Afro y se le quedo viendo a su baguette un momento antes de jalarle la blusa a su mama.
- Tengo hambre.
Afro volteó a verlo y le dio toda su baguette. Xina iba a protestar porque a él no le gustaba la mortadela, pero Santi solo la agarró con sus manitas, murmuró un gracias y comenzó a comérsela sin protestar a grandes bocados mientras lo miraba embelesado.
- Por qué no mejor los acompañó para que no se pierdan? No tengo nada mejor que hacer. – dijo Afro con una idea en la cabeza.
- Se lo agradeceríamos mucho señor Afro. – dijo Xina asombrada de ver a su hijo con tanta hambre
Afro cargo a Santi para que siguiera comiendo mientras caminaba en silencio y Xina le ayudaba a jalar la maleta. No tardaron mucho en llegar al Institut Capillaire Elite, donde después de una hora, muchas instrucciones, un cheque menos en la chequera de Afro y un nuevo corte moderno en la cabellera del pisciano, Afro se separó de Santi y Xina, quien estaba llorando ante la generosidad de Afro por el sacrificio de su hermosa melena solo para ver una sonrisa en su hijo, y seguir su camino tipo lobo solitario. Solo esperaba no arrepentirse después, pero de que se veía más guapo y varonil, eso nadie podía negarlo.
Caminó las primeras cuadras tomándose la nuca. Por Athena que ni siquiera cuando murió a manos de Andrómeda en su propia casa, había sufrido tanto como ahora. Sabía que había hecho una buena obra pero se veía en el reflejo de la ventana y no se reconocía. Comenzó a preferir bajar la mirada para no seguirse viendo mientras caminaba.
- Es demasiado tarde para arrepentirse así que, a ver cerebro convénceme – pensó imaginándose al Afro de angelito con su cabello corto de lado derecho y al afro de cabello largo, vestido de rojo como diablito de lado izquierdo
- Pro: me veo guapísimo – decía el angelito
- Contra: Te ves raro – decía el diablito
- Pro: ya no gastare tanto en productos para el cabello
- Contra: tu brillo labial ya no combina con tu cabello
Afro sacó su pañuelo lentamente y se frotó los labios mientras seguía caminando y escuchándolos:
- Pro: Te has modernizado
- Contra: Los demás se van a burlar de ti
- Pro: Ahorraras mucho dinero en la peluquería
- Contra: Ya comenzaste a cambiar de look. Todas tus cremas y tratamientos de belleza ya no irán con este nuevo corte
- Pro: Vas a ser el más guapo de los 12
- Contra: Que te pasa? Ya éramos los más hermosos
- Basta! Cállense los dos! – gritó haciendo que varias personas voltearan a verlo entre ellos una chica de cabello rubio y ojos turquesa ligeramente más obscuros que los de él.
La miró de arriba abajo con asombro. La chica le era bastante familiar por fotos, y las veces que había visitado a su prima, pues siempre estaban juntas. Ella también había cambiado su cabello y se veía muy bonita con su traje tipo chanel color rosa fucsia con cinturón ancho blanco, su pamela del mismo color y una billetera blanca haciendo juego con sus zapatillas y unos guantes blancos cortos. Parecía que iba llegando de algún paseo importante.
- Fler?
Fler abrió grandes los ojos y escondió la pulsera dentro de sus guantes blancos y cortos. Lyfia la mataría si él le reclamara algo al respecto.
- Señor Afro? En serio es usted? - dijo sonriendo – Pero que se hizo!
Afro se ruborizó un poco. Tan mal se veía?
- Esta mal que lo diga pero… está usted guapísimo! – dijo con genuina admiración en los ojos mientras lo veía una y otra vez
- Gracias jeje – respondió Afro aun algo reacio a creérselo mientras se tomaba la nuca desnuda – Tu tampoco te ves nada mal. Más sofisticada y bonita!
- Jijijj Gracias. Lleva mucha prisa? Puedo invitarle un café? – preguntó Fler
- Encantado. Me caes de perlas porque necesito preguntarte algo – contestó Afro.
Fler le pidió que la siguiera y solo dieron vuelta a la esquina antes de entrar a la Boutique de Thes. Thes estaba en el taller y al escuchar las campanillas se iba a levantar pero Fler le gritó:
- Soy yo! Ya llegue!
- OK! – dijo volviendo a sentarse frente a su máquina de coser.
Afro miro la boutique extrañado, pero Fler dejo su bolso y trajo una charola con dos tazas, crema y azúcar.
- No sabía que tenías un negocio en Paris. – dijo Afro
- Solo trabajo aquí de administradora – contesto Fler sirviéndole una taza de café – Y usted? Que hace en Paris? Vino solo?
- De hecho sí. Adivina qué?
- Que?
- Me he vuelto modelo! – dijo Afro orgulloso
- Jajaja felicidades! No esperaría menos de usted con esa belleza que se carga. – dijo Fler – Es por eso que se cortó el pelo? Debo decirle de nuevo que me ha impactado. Recordaba que era guapo pero…
- Jajaja Ya! Estate! – le contesto Afro abanicándose el rubor con la palma haciéndola reír
Era fácil llevarse con Fler debido a la cercanía con Lyfia. Cuando el visitaba Asgard la veía seguido por lo mismo, aunque tenía tiempo que no había ido. Platicaron de tonterías y novedades de moda, de Asgard y otras cuestiones, pero Afro ya no pudo más con la curiosidad.
- Fler… tu eres la mejor amiga de Lyfia, verdad?
- Eso me gusta creer – contestó ella
- Tu sabias quien era el padre de Mist?
Fler lo miró a los ojos.
- Si
- Y por qué no me lo dijeron? Por qué tenía que enterarme por otros medios haciéndome seguramente el hazmerreír de la Elite?
- Yo no creo ser la persona correcta para tratar el tema señor Afro, pero si habla con Lyfia…
- Lyfia se está haciendo tonta y no me ha contestado el teléfono Fler. – dijo Afro – Estoy encabronado pero no con ella. Se necesitan dos para bailar el tango y Aioria no solo perjudicó a Lyfia, sino que cuando Marín se entere, se le va a romper el corazón.
- Y por eso mismo Lyfia no quería decir nada, señor Afro. – dijo Fler – Ella sabe que cometió un error, pero confundió la admiración con otra cosa, como a todas nos pasa alguna vez.
- Pero yo le dije que él estaba ocupado!
- Según entiendo ella creía que se refería al Señor Aioros, no Aioria. Nombres similares, error comprensible – contestó Fler – Ella no merece que la regane. En este momento necesita su ayuda y comprensión porque según la última vez que hablé con ella, Aioria le quería quitar a Mist.
Afro se quedó callado. Conocía a Aioria. No negaba que podría existir la posibilidad de eso, aunque sería muy estúpido si lo hiciera, a menos que pensara en volver a Mist su sucesora.
Solo suspiró negando con la cabeza totalmente decepcionado.
- No la juzgue, por favor.
- No lo hago. Yo he hecho cosas peores. – respondió Afro – Solo que siendo su única familia viva, que ella me oculte algo tan importante, me siento un poco…
- Enojado?
- No. Es más algo así como tristeza – confesó Afro – No sé si me doy a entender.
- Si. Creo hacerlo. – respondió Fler suavemente.
- Cambiemos de tema Fler antes de que me salgan canas – dijo Afro sonriendo – Que tal tú? La última vez que te vi estabas infatuada con Hagen.
La cara de Fler se endureció.
- Digamos que no fui hecha para ser amada señor Afro.
- Eso no puedo creerlo – dijo el pisciano sorprendido de la actitud de Fler – Eres muy bonita, inteligente y aventurera por lo que veo.
- Y eso no es suficiente para los hombres de los que me prendo aparentemente – respondió Fler con una sonrisa triste.
Afro iba a seguir preguntando cuando el frenado de un auto deportivo fuera de la boutique los hizo voltear a ambos. Del auto blanco se bajó una figura juvenil de largo cabello azul claro con el ceño fruncido azotando la puerta. No se veía nada feliz.
Abrió la puerta de la boutique y no se esperó a que Fler se levantara para darle la bienvenida sino que se metió directo hacia el taller. Afro reconoció inmediatamente al Dios de los Mares y se levantó como resorte. Que estaba haciendo ahí? Lo iban a seguir cuando escucharon que este azotó la puerta tras de él.
Thes levantó la mirada al escuchar el azotón, pero no reacciono. Se dedicó a seguir cosiendo. Ya esperaba esa visita, y para variar, se había demorado demasiado.
- Como te atreves a hacerme esto? – gritó Julián blandiendo la portada de la revista
- Hola, como estas, yo muy bien gracias y tú, ah si yo también – dijo Thes cortando el hilo de la tela y doblándola por si las dudas
- No estoy jugando.
- Y yo estoy en horas de trabajo. Por qué no vienes otro día en el que este mas desocupada?
Julián la tomó de los hombros para zarandearla.
- Qué diablos te sucede Thes? Tú no eres así!
- Así cómo?
- Totalmente indiferente por las buenas costumbres que han prevalecido en la familia Solo por generaciones. Acaso no te importa lo que yo piense de ti? Se supone que eres mi hermanita, recuerdas? – dijo Julián – Ahora me humillas diciendo que eres lesbiana? Después de todas las tonterías que hacías por llamar la atención de Kanon…
- Entonces no veo por qué te sorprende que siga haciendo tonterías – dijo Thes zafándose y alejándose de él.
Julián dio dos pasos hacia ella.
- Como carajo me encontraste Julián?
- Oh vamos! Siempre he sabido donde estas! – respondió el aludido
- Genial! Agregare negligencia a la larga lista de cualidades sobre tu persona – dijo Thes haciéndose tonta en algunas telas.
- Como que negligencia?
- Me dices que has sabido donde estoy pero aun así nunca habías venido a verme – respondió con voz fría – No sé de qué otra forma quieres llamarle.
- Querías vivir sola! Tú me lo pediste!
- Ah no! Eso sí que no! – dijo Thes levantando un poco la voz – Tú me corriste de tu lado y me mandaste con Anfitrite cuando no pudiste controlarme y cuando ella "termino su labor" y te pedí terminar de estudiar aquí, solo respondiste mandándome dinero. Eso no es pedirte vivir sola cerebro de pez!
- No me hables así – gritó Julián – Sabes lo humillado que me sentí cuando mi hermano Hades me llamó y me mandó fotos de la revista donde anunciabas al mundo entero que eras lesbiana? Lesbiana Thes! Peor aún… con una don nadie que solo se está aprovechando de tu fortuna!
- Jajaja no me digas? Si ella tiene más dinero que yo! En todo caso, yo me estoy colgando de su dinero!
Julián comenzó a encender su cosmo. Todo el edificio comenzó a temblar. Thes sabía que había cruzado el límite de su paciencia, pero estaba dispuesta a aceptar su castigo. Las cosas de los anaqueles comenzaron a caer y las paredes a crujir. Thes no se movió, solo cerró los ojos. Esperando el golpe.
Los gritos se escucharon hasta los oídos de Fler y Afro y este pidió permiso a Fler para entrar al sentir el cosmo furioso de Julián y al ver que la puerta estaba trabada, hizo algo de fuerza, rompiendo la cerradura y abriéndola para sorpresa de los dos hermanos.
- Ahhh lo siento… creí que eran los vestidores – dijo Afro sonriendo
- Tu! – dijo Julián reconociéndolo – Como te atreves!
- Ya me disculpe! – exclamó Afro divertido al ver como la vena de la frente se le saltaba del coraje – Lo siento… lo siento… - dijo saliendo de la habitación mientras Fler entraba para abrazar a Thes asustada.
Julián salió detrás de Afro y las chicas también.
- Tu que estás haciendo aquí? Estas muy lejos de tu bendito Santuario.
- Yo solo quería hacer unas compras – se justificó Afro
- En una tienda de alta costura para damas? Ahora resulta que saliste igual a esta? – dijo Julián señalando despectivamente a Thes quien aún no salía de su asombro tanto de ver a Afro en su tienda, como de verlo como hasta ahora no lo había visto: Como un ente muy masculino y sin miedo de la ira de Julián.
Afro se tomó la cabeza algo intrigado, y Julián pudo leer en sus ojos que él no sabía de lo que estaba hablando. Leyó la admiración en los ojos de Thes para con Afro y este, a manera de joder a Thes por su desobediencia, le azotó la revista en el pecho a Afro quien la tomó y vio la portada.
Thes por primera vez bajo la mirada avergonzada y Fler al ver esto avanzó hacia Julián para confesarle todo, pero Thes la detuvo. Era mejor dejar las cosas así. Afro se dedicó a leer el artículo mientras Julián se cruzaba de brazos tamborileando los dedos.
- Esto es fascinante – dijo Afro
- Esto Thes… es una vil mentira! Tú no eres lesbiana! – gritó de nuevo Julián sin poder contenerse – Solo publicaste esto para desacreditarme y es la peor clase de mal agradecimiento que he visto en mi vida y eso incluye a Kanon!
- No metas a Kanon en esto! – replicó Thes en voz baja. No porque Julián tenía razón, sino sobre todo porque uno de sus compañeros estaba ahí.
- Bueno Julián, solo hay una forma de comprobarlo.… - dijo Afro para asombro del mismo por el inesperado tuteo del caballero de Athena – Thes… Bésela.
Los tres voltearon a verlo sorprendidos:
- Que, qué? – gritaron al unísono mientras Afro sonreía.
- Las chicas claman que están enamoradas. Tu clamas que no es cierto. – dijo Afro – Alguien tiene que probar su punto o este pleito no terminara nunca.
- Y a ti que más te da? – pregunto Julián a Afro.
- No quiero que te salgan arrugas prematuras del coraje - le dijo Afro
La forma tan ridícula en la que lo dijo, hizo reír mucho a Julián.
- Está bien, está bien. Acepto la prueba. Bésense ustedes dos y las dejo en paz.
Thes miró a Fler con una expresión de desaliento, pero Fler solo le sonrió, le tomó la cara y le susurró al oído:
- Cierra los ojos y piensa que soy Chris Hernsworth. Confía en mí.
Thes cerró los ojos y Fler le dio un beso. Primero fue un beso suave, exploratorio. Pero Fler no pensaba en Chris, sino en Camus y su beso se intensifico. Thes respondió bien al sentimiento y tanto Julián como Afro las miraban con la boca abierta, estupefactos.
La puerta del frente de la tienda se abrió rompiendo el beso de las chicas. Fler pidió permiso para atender a la clienta quedando únicamente en el taller Afro, Julián y Thes.
- Creo que… - dijo Afro tragando saliva y sacando su pañuelo para limpiarse el sudor de la frente - El punto fue probado no?
- Ejem – Carraspeo Julián todo rojo – Creo que… Me llaman en Niza – dijo saliendo del taller – Otro día vengo con más calma
Thes y Afro quedaron solos en el taller. Thes volvió a bajar la mirada y prefirió comenzar a recoger las cosas que se habían caído con los temblores provocados por la ira de Julián. Afro se agachó a ayudarla.
- Siento que te hayas visto envuelto en problemas familiares – dijo Thes en voz baja – Gracias.
Afro se detuvo para mirarla. Como podía seguir tan… fría.
- Supongo que es mi Karma estar en el lugar y momento equivocado. – contesto Afro – La próxima vez que pase por aquí, tal vez haga una visita social… si no interrumpo el romance desde luego.
Thes comenzó a reír.
- Por la cara que pusiste, ten lista tu cámara de video.
- Júralo.
Fler requirió la atención de Thes para su clienta y ambos salieron del taller. Fler se despidió de Afro.
- Ya sabe dónde encontrarme señor Afro y usted es bienvenido como siempre, pero le pido que no mencione a nadie más que me ha visto. Por favor.
Afro dejo su maleta en el piso y le tomó la mano para besársela.
- Después del delicioso espectáculo que acabo de presenciar, me quedare con el secreto hasta que me autorices a contarlo…. O mejor me lo quedo para mi solito – dijo guiñándole un ojo haciendo que Fler se sonrojara.
Fler lo vio partir en un taxi hacia el aeropuerto y sonrió. Podía confiar en Afro por el momento.
Afro llegó al aeropuerto sonando con su sueño húmedo que le acababan de hacer realidad. Sería que la próxima vez lo dejarían ver algo más que un simple beso? Haría todos los méritos necesarios para que así fuera, aunque eso significara que nadie más supiera lo que había pasado en ese taller frente a él.
Julio 21, 6 pm
Oficina del Sanbocho
Santuario de Athena, Grecia.
Shaina esperaba impaciente la llegada de Shion de su entrenamiento con Kiki. Ese era el día en que se tenía que quitar el brazalete y de hecho, esta ya estaba muerto, pero Shaina quería que el mismo patriarca se lo quitara para sentirse satisfecha de su logro.
Camus y Milo comenzaron a hacer escándalo en el pasillo llamando su atención.
Le habían quitado su celular a Kanon mientras Tania le estaba enviando mensajes y fotos y estos, en su afán de molestarlo, se pasaban el celular como balón de americano mientras veían como Kanon comenzaba a enfadarse en serio.
- Dénmelo ya o no respondo! – gritó Kanon
- Muajaja claro que no! – dijo Milo evadiendo los intentos de Kanon de quitárselo sin usar la violencia – Uyyyy que foto tan Sexy!
- Dámelo!
Milo se lo aventó a Camus, quien congeló el piso para que Kanon no corriera.
- Creo que se ha vuelto lento – dijo Camus viendo la foto – Vaya! No está nada mal.
- Camus… te lo advierto! – Grito Kanon
- Ahhh… aquí veo… un babydoll Milo!
- Que? Lánzalo. Déjame verlo! – Gritó Milo
Camus lo lanzó pero con tan mala suerte, que de un salto Shaina pudo interceptarlo cerrándolo de inmediato y dándoselo a Kanon.
- Gracias. – dijo lanzándoles una mirada de muerte a Milo y Camus.
- Parece que no respetan este templo tampoco – dijo Shaina de un modo que hizo que a los dos les temblaran los bigotes.
- Solo estábamos jugando sanamente – reclamó Milo – Olvidábamos que ahora tu preferido es Kanon.
- Milo… Sabes que Kanon puede enviarlos a otra dimensión y que es mucho más rápido que ustedes dos – dijo tranquilamente
- Claro que no! – exclamo Camus
- Camus tiene razón – dijo Milo – Además…
- Que les parece si me lo prueban y después me alegan. – dijo Shaina
Los tres la miraron interrogantes.
- Si vienen mañana antes de que empiece mi turno, los dejare hacer unas carreras de ver quién es el más rápido con cronometro en mano. – dijo Shaina viéndose las uñas
- Nosotros ganaremos fácilmente – dijo Milo
- Demuéstrenmelo mañana. Hoy dejen de fastidiarlo. Por favor – pidió Shaina.
Los tres asintieron.
- Me supongo que vienen por el permiso para irse de farra con … Voldemort. – dijo
- Con quién? – preguntó Milo, haciendo que Camus le explicara la traducción al oído – Ah sí! Aioria nos pasó el recado.
- Se los daré únicamente si ganan la carrera mañana. – dijo Shaina
- No puedes hacer eso! – reclamó Camus.
Shaina avanzó hacia el con decisión. Camus no se movió hasta que ella estuvo demasiado cerca.
- Es un reto Camus? Que yo sepa… sigo en servicio.
Camus paso saliva.
- Lo siento "Lady Ofiuco". – dijo entre dientes. Él quería la fiesta en paz porque también tenía ganas de ir.
- Me alegro que recuerdes el protocolo Camus. – dijo dándole una palmadita en el tope de su cabeza. – eres un buen hielito
Milo decidió intervenir.
- Es en serio lo del permiso?
- Si
- Hasta mañana?
- Si.
- Bueno… mañana a las 8 aquí?
- Si.
- Vámonos Camus. Aquí no tienen sentido del humor – dijo Milo
Ambos hicieron una reverencia y salieron de su oficina. Kanon se quedó.
- Gracias Lady Ofiuco. Lamento haberla interrumpido en sus labores - fijo
- Vamos Kanon. En realidad me intriga y espero que después me pongas al día de lo que sucedió con Tania
Kanon se ruborizó un poco.
- No sucedió nada nuevo.
Shaina se le acercó un poco.
- Soy mujer, y además los conozco demasiado bien. – contestó – La única forma de que ellos te hubieran podido quitar el celular con cosas tan personales, fue que la conversación estuviera tan buena que tú no te hubieras dado cuenta de que estos dos niños te iban a emboscar.
- Si bueno…
- Jajajaja y peor aún son tan predecibles – dijo Shaina burlándose – Ya vete tú también.
Kanon se tomó la cabeza riendo cuando vio que había caído en su juego.
- Entonces lo del concurso de mañana y los permisos iban en serio? – preguntó
- Claro que no! Los permisos ya están firmados. Solo quiero molestarlos un ratito por gritar en mi territorio.
- Fiuuu Y por cierto… Por qué Voldemort?
- Voldemort: El que no debe ser nombrado. Jajaja
- Jajaja que mala. Tú también vendrás no? La invitación fue extensiva a toda la elite – dijo Kanon
- No. A mí no me dieron el permiso. – dijo Shaina negando con la cabeza
- Pero… querías ir, verdad? Podemos hacerle bolita a Shion y…
Shaina negó con la cabeza.
- Si Shion no lo dio fue por algo. Él sabe más que nosotros.
- Si Shion te dice que…
- No lo intentes Kanon – advirtió Shaina – Hice cosas peores por tu hermano. Ya habrá otras ocasiones… o quizá no. No me privo de dormir por eso.
Kanon iba a seguir haciendo preguntas pero el teléfono sonó y ella corrió a contestar. No tardó ni cinco segundos y cuando colgó se volvió hacia Kanon.
- Ve por Aioria y Mist. – le dijo – Yo le mandare un mensaje a Shion y a Mu. Es tiempo de saber el futuro de la leoncita vikinga.
