Capítulo 184
27 de Julio, 1.30 am
Departamento de DM y Afro
Londres, Inglaterra
Afro se despertó por decima vez al escuchar que se abría una puerta esperando que fuera DM regresando de donde quiera que estuviera, pero desafortunadamente había sido de Nuevo la puerta del vecino. No había visto a su amigo desde que se fuera con Pandora al Salón de Belleza y cuando había regresado en taxi, tampoco lo encontró en el departamento. Había llamado a su celular que se encontraba apagado e incluso le había hablado a Phil, quien le dijo que DM no había estado con él desde que habían salido los dos corriendo dejándolos en el lobby de la escuela. Esto preocupó un poco a Afro, quien sabía lo sensible que era DM en el fondo, y después del evento con Pandora, podría estar haciendo cualquier locura.
Comenzaba a vestirse para salir a buscarlo cuando sonó su celular:
A Hola?
D Fresitaaaaaaaaaaaa. Ah no… perdón… pecesitoooooooooooooooo
A Donde demonios estas?
D No me pegues viejo!
A Donde… estas…
D Ni la menor idea
A Estas borracho? Ah pero que pregunta tan idiota acabo de hacer.
D Que conste que tu lo dijiste.
A Como que no sabes donde estas? Por que no te fuiste con Phil?
D Quería estar solo.
A Y ese escándalo que escucho?
D Son mis nuevos compadres… El Arsenal es el mejoooooooooooor!
A Arsenal? Te enlistaste al ejercito? DM?
D No seas ridículo ex floripondio… El Arsenal Football Club. El mejor equipo de Londres! Perdón perdón… del mundooooooooo!
A Estas en un maldito bar de hooligans verdad?
D Nahhhh que te hace pensar eso?
A Eso intento pero no me dices donde estas.
D …
A …
D En serio? Órale. Según me dicen estoy en el Highbuty Barn Tavern.
A Ok. No te muevas de ahí. Voy para allá.
D Jajaja no me puedo ni parar y tú quieres que me mueva. Zoquete.
A Cállate y quédate ahí. No tardo.
Afro cogió el primer taxi que encontró y cuando llegaron al destino le pidió que lo esperara sin importar lo que costara a lo que el conductor, viendo a donde iba a meterse, estaciono en la puerta y asintió. Siempre podía cobrar más cuando de borrachos se trataban.
El caballero de Piscis entró al Bar sorprendido de la cantidad de jóvenes congregados ahí con la misma camiseta. Él no era en absoluto partidario del soccer y junto con Shaka y Mu, preferían sentarse en la banca a conversar de temas más interesantes mientras los demás pateaban el balón.
DM era el único que no estaba vestido así aparte de él y se encontraba rodeado de aficionados con quien hacia competencia, literalmente, de levantamiento de tarro.
A DM le habían pintado la cara con los colores del equipo (blanco y rojo) y parecía una pobre copia de Mal Gibson en Corazón Valiente. El sonido ensordecedor que festejaba a DM por tomarse el tarro de cerveza más rápido que su oponente termino de fastidiar a Afro, quien abriéndose paso llego junto al camarero, pidió la cuenta y el pago.
- Vámonos! – ordeno Afro pasándose a DM por debajo del hombro.
- Espera! Te presentare a mis nuevos compas… - contestó DM arrastrando las palabras.
- Luego venimos. – dijo Afro con paciencia
- Pero la fiesta…
Afro terminó por cargarlo al hombro mientras los demás le festejaban este acto. Salió en silencio y lo metió en el taxi.
- Tampoco estoy taaaaaaaaaan borracho como para que no pueda caminar. – reclamó Dm en la esquina del automóvil
- Quien dice?
- Uhhhh tu gemelo – dijo DM señalando al aire lo que confirmó a Afro que estaba más allá de su máximo nivel de alcohol permitido.
El Taxista los llevo de nuevo al departamento, donde Afro subió en la misma posición a DM hasta dejarlo sano y salvo tirado en el sillón.
- Creí que ya te estabas regenerando cabezota – dijo Afro yendo hacia la cocina para preparar un café bien cargado – Donde estuviste todo el día? Le llamee a Phil y dijo que no te fuiste con ellos.
- Pues que chismoso. – contestó DM
- Pasan de las dos de la mañana…
- Y que? Es domingo y tu no eres mi mama para decirme lo que puedo o no hacer – reclamó DM cachando en el aire la bolsa de hielo que Afro le había arrojado hacia su entrepierna.
- Entonces para que me llamas para que vaya por ti! – grito Afro.
- Es que no recordaba el camino a casa – dijo hundiéndose en su asiento.
Afro se quedó callado unos minutos. Tal como había supuesto, tanto la presión de la escuela con lo acontecido con Pandora habían terminado con la promesa de portarse bien de su amigo.
- Por qué no te fuiste con Phil. – volvió a preguntar Afro – Ya sé que querías estar solo pero… no entiendo en realidad lo que pasó hoy. Puedes explicármelo?
- Que no entendiste?
- Pues no entendí nada. – confeso Afro – No me diste tiempo ni de conocer a la famosa Yelina.
Dm sacó con trabajos su celular de su pantalón y le mostro la única fotografía que tenia de los cuatro. Afro miró la fotografía con sorpresa. Cabello largo negro, ojos grandes y violeta, mirada desafiante…
- Esta es Yelina? – decía mientras comenzaba a entender la frustración de Pandora.
- Esta es la chica que te agarraste como novia? – volvió a preguntar regresándole el celular
- Nah! Solo eran acostones. – dijo tapándose la cara con su antebrazo – Puedes apagar la luz?
Afro le aventó esta vez una cubeta en caso de que quisiera vomitar que esta vez cayó en el estómago de DM sin que este quisiera detenerlo.
- Que? Ahora que hice? – reclamó poniéndolo junto a el.
- En serio no notas el parecido? – preguntó Afro – O solo te haces tonto?
- Tsss claro que si. Es súper evidente – contesto DM viendo la foto
- Menos mal – suspiro Afro aliviado.
- Ese cabello, los ojos… la miradita… Es idéntica a Hinata Hyuuga – dijo DM ahogando un bostezo.
Afro casi corrió a darle una palmada en la nuca.
- Yo diría que a Mei de Dragon Ball pero no! Sabes bien que intento decirte que Yelina es la copia barata de Pandora. - declaro Afro
- No inventes. Pandora es más bonita, más educada, más fina, con más curvas… En lo único que se parecen aparentemente es en su debilidad por el perro inglés. – DM Volvió a ver la foto antes de aventar hacia atrás el celular sin importarle donde cayera. De solo pensar eso hacía que le hirviera la sangre. – Que tiene el que no tenga yo?
Afro se recargó con los codos en el respaldo del sofá.
- Mejor no te digo porque me mandas a Yomotsu.
DM le estampó uno de los cojines en la cara con visible mal humor.
- Algún día me contaras lo que paso con Pandora en el inframundo? – le pregunto Afro con suavidad
- No pasó nada. Déjame dormir - dijo dándole la espalda.
- Seguro?
- No puede pasar nada. Ella es una niña de familia bien, rica, educada y segunda al mando de todo el inframundo.
- Y? tu eres un caballero dorado de Athena y gracias a Shaina ahora podrías hacer tu jugada con ella si acaso te gusta. – dijo Afro. Al ver que DM no decía nada siguió hablando – No sé qué carambas le dijiste o que paso ahí adentro porque no estaba poniendo atención, pero puedo decirte que definitivamente estaba bastante afectada por lo de su cabello. Y lejos de su pose defensiva, puede llegar a ser incluso hasta dulce.
- Lo se
Afro vio que no le iba a sacar mucha plática a su amigo y comenzó a alejarse a la cocina para servirle el café a DM y este murmuró.
- Yo sé que no debí decirle eso pero… espero que me perdone algún día.
Afro puso atención en las palabras de su amigo pero no dijo nada. - Tampoco debí chantajearla con la foto… ni siquiera debí hacerle saber que tengo en mis manos ese tipo de imágenes… Y si se desquita con Minos me meteré en problemas pero si me acerco, el perro no me va a dejar hablar con ella o puede desquitarse con Phil y yo no quiero que les pase nada.
Afro se acercó y puso el café negro sobre la mesita.
- El lunes que la veas en la escuela, compórtate como un caballero y le pides disculpas. – sugirió – De todos modos no puede irte peor de lo que ya te va
- Eso crees tú.
El caballero de piscis solo suspiró, tapó a su amigo con una manta y lo dejó que se recuperara de la borrachera. Sabía que DM era, como todos los hombres de su signo, decidido, resistente, terco, tenaz, energético, e intuitivo. Pero algo que también tenía era que a veces resultaba ser alguien muy sensible sobre todo hacia las personas a las que quería que en este caso, unido a cierto complejo de inferioridad que no exteriorizaba a todo el mundo, resultaba en un completo desastre. Definitivamente la vida fuera del Santuario no estaba resultando tan fácil y sencilla para ellos como todos lo esperarían y tendrían que enfocarse en cumplir su misión para finalmente regresar a casa.
27 de Julio, 1 pm
Rancho Karolyi
Texas, USA
Liz descansaba sobre el caballo de salto en el gimnasio del rancho cual Snoopy en su casita. Dado que era domingo y por los siguientes siete días sus niñas tenían permiso para ir con sus papas, estaba soberanamente aburrida. Los Karolyi habían tenido que viajar a Indianápolis a declarar en un juicio contra unos directivos y ella les había dicho que iría a su casa, mas llegado el momento, se dio cuenta que no tenía muchas ganas de ir. Significaría de nuevo estar bajo vigilancia de su padre y en el mejor de los casos sus "amigas" seguían haciendo su tesis y no tendrían tiempo para ella.
Ahí encerrada en ese rancho, libre de cualquier peligro, estaba disfrutando de la libertad que por primera vez en la vida se le había otorgado, pero a la vez, no tenía a donde ir así que no le servía de mucho.
El calor era tan extremo como cualquier día de verano en Texas, por lo que el aire acondicionado le ayudaba a sobrevivir pero a la vez, no acostumbrada a ese clima, le daba mucho sueno.
- Por qué no tienen su rancho en algún lugar normal o mínimo una tele! – Exclamó mientras se volteaba – Estoy aburridaaaaaaaa! – gritó haciendo eco en el gimnasio.
Ni bien había terminado de gritar, se escuchó el ruido de una avioneta aterrizando afuera y poniéndose su pantalón sobre su leotardo, salió a investigar. Solo estaba el personal doméstico y algunos de seguridad. Reconoció de inmediato el color amarillo y rojo de las avionetas de la empresa de mensajería de su padre y camino despacio pero con pasos firmes hacia el esperando ver a su padre, pero al que vio salir de ahí fue a Hermes.
- Tío Her! – dijo corriendo ahora hacia el para abrazarlo.
- Lizzy! Qué bueno que te encuentro! – dijo – Tienes un minuto?
- Claro! Pero apaga esa cosa que vas a espantar a todos! – le pidió Lizzy gritando y Hermes lo hizo. – Ahora si. Quien te dijo que estaba aquí? No. Mejor no me digas.
Hermes la abrazó a modo de saludo.
- Cada día te pones más bonita. Pues… necesito que me hagas un enorme favor y a la vez no jijiji pero aunque tu padre no está muy de acuerdo, lo dejó a tu libre elección – le dijo.
Liz estaba un poco extrañada. Su padre dándole la oportunidad de elegir?
- Y de que se trata?
- Bueno, primero toma. Me lo dieron para ti – dijo extendiéndole un sobre con su nombre.
Liz la abrió y la leyó.
- Es una invitación a un almuerzo con Vehu y Jely! Hace años que no los veo! – dijo emocionada.
- Creo que seleccionaron bien a sus invitados. – dijo Hermes – Aprovechando que no está el patrón en su lugar, decidieron pedir permiso y Hera se los concedió.
- Y… el favor? – pregunto Liz algo escéptica.
- Pues veras… tengo que entregar precisamente un paquete muy importante en esa isla pero… te prometo que no quiero que me agarren a hablar de los diferentes bandos del juicio. Poseidón me agarraría y trataría de convencerme que falle a su favor, y Zeus comenzara a darme su sermón de por qué debo ser imparcial y bla bla… - dijo Hermes en tono burlón
- Jajaja y solo por eso no quieres ir? – dijo Liz sin comprender exactamente para que la quería - Por qué no mandas a alguien de confianza y listo?
- Si voy y me encuentro a Aleix, y los demás se enteran, creerán que me vendí a Poseidón. – aclaró Hermes
- Y no?
- No me ha llegado al precio – reconoció el dios.
- Lo sospeche tío. – bromeó Liz – Quien es Aleix?
- Uno de los generales marinos de Poseidón. En fin. Me ayudas? – insistió sin querer dar mas detalles.
Liz lo pensó un momento. Después de todo no tenía nada que hacer.
- Me dejaras la avioneta? – preguntó. Era imposible que viajara a nivel comercial para algo tan importante si Hermes era el encargado de transportarlo.
- Tienes al corriente tu licencia de vuelo? No te has estrellado ni nada por el estilo verdad?
Liz rio por un momento. Su licencia la acababa de sacar en diciembre del año pasado y aún no había tenido la oportunidad de usarla.
- Desde luego. Sirve que me tomo libre un día por lo menos jiji y Vehu y Jely de seguro harán otra reunión como la última. Todo el salón decorado con nubes de algodón de azúcar y…
- Y luego te atascas de dulce, subes de peso y estas como loquita bajándolo en el gimnasio porque tus entrenadores te dicen que estas muy pesada, no? – dijo Hermes.
Liz sacó la lengua. Eso era exactamente lo que había pasado la última vez, aunque era solo una niña.
- Bueno. Como sea. Al menos que conste que tu papa me dio permiso – dijo Hermes entregándole un paquete bastante pesado – Es para Hefestos. Demasiado valioso Liz. Una sola de esas piedras vale lo de esta avioneta
- Y de cuanto es mi sueldo por andar de tu mensajera? – pregunto Liz viendo la caja de seguridad.
- Todavía de que te doy un vuelo gratis al caribe?
- Jaja mis servicios son aún más caros que eso – dijo Liz bromeando – Pero solo porque eres mi tío consentido te diré que sí!
Hermes le pasó las llaves de la aeronave.
- Tienes como 100 tíos consentido Liz. Las coordenadas están en la bitácora, el tanque está lleno, pero si necesitas…
- Ya sé, ya se… lo cargo a la cuenta de la compañía. – dijo – Espera voy por mis cosas. Dame… mmm… quince minutos.
- Corre que tengo otras cosas que hacer. – dijo Hermes viendo su rolex dorado.
A pesar de todos sus esfuerzos, Liz tardo casi 20 en regresar, y para entonces Hermes ya se había ido. Liz ya lo intuía pues con todo el trabajo que Hermes tenia, media y apreciaba cada minuto. Liz se subió y encendió la aeronave. Se tomó su tiempo en revisar todos los niveles y ajustar todo a su medida.
- Ok… Bahamas… ahí vamos! – dijo Liz dirigiéndola a la carretera para despegar desapareciendo de la vista de todos los miembros de seguridad quienes la miraban asombrados.
Le dio confianza saber que podría encontrarse ahí a Zeus, pues eso quería decir que su tío Lucy no estaría cerca y su padre no se enojaría ni se preocuparía y ella podría andar a sus anchas. Al menos el fin de semana no sería tan aburrido como había pensado y vería a Vehu y Jely. Felicidad al 2x1.
27 de Julio, 4pm
Jefatura de Policía,
Hong Kong, China.
Aleix y Krishna esperaban pacientemente a que el guardia encontrara las llaves del pasillo de los separos. El olor era fétido y cualquier persona que viniera del exterior, tardaba un poco en acostumbrarse, pero ellos, viniendo derechito desde la india, no les pareció particularmente malo.
- Deberíamos dejarlo aquí un tiempo. – dijo Aleix – De que otro modo aprenderá su lección?
- Entiendo tu punto Aleix, pero Sorrento dio órdenes precisas. – contestó su compañero – Sacar a Bian de aquí a como diera lugar antes de que Julián regrese de visitar a su hermano.
Aleix miró al guardia que finalmente, de entre 30 llaves, había dado con la correcta:
- Y por qué no vino entonces Sorrento?. Acaso no le queda mas cerca? En este momento debe estar en Japón no? Prácticamente cruzando el canal. – insistió Aleix
- Oh vamos Aleix… Que acaso no has leído algo que dice así:
"Señor de ojos claros, Señor de mirada amable
Tú que disciernes la sabiduría y la ciencia,
Tú cuyos ojos están llenos de piedad y de benevolencia,
Señor puro, cuyo esplendor es radiante e inmaculado,
cuyo conocimiento no conoce en absoluto la oscuridad,
Tú que brillas como el sol, incomparable,
Resplandeciente como el Fuego,
En tu caminar, derramaste tu esplendor sobre el mundo"
Aleix sonrió y lanzo un puño de forma juguetona contra el brazo de Krishna.
- Ahora ya te estas convirtiendo al amidismo? – se burló – Mucho mejor que tu Brahmanismo pero aun te falta
- Vamos no empieces una discusión que no vas a poder terminar – dijo Krishna respondiendo la agresión del mismo modo y siguiendo al guardia – Me refería a que tuvieras piedad. Sorrento ya tiene dos strikes con Julián. Si se involucra y Julián se entera, lo va a poner a sostener el pilar principal de su palacio él solo.
- Y friéguese el nuevo no? – pregunto Aleix agradecido por la sinceridad de Krishna
- Además, en jerarquía, tú tienes mejor puesto que Sorrento. – respondió el peli blanco – Solo que como tú lo acabas de decir, eres nuevo y aun necesitas aprender muchas cosas.
Los dos se detuvieron frente a una celda donde Bian seguía durmiendo la mona agarrando su patona de Baijiu. A quién demonios se le ocurría dejarle toda la botella a alguien que encarcelas por borracho?
El guardia los dejo pasar y se quedó afuera. Krishna se inclinó hacia su amigo.
- Bian? Bian! Sigues vivo? – preguntó moviéndolo hasta que el susodicho reaccionó al escuchar que la botella se caía y se rompía.
- No! Con el trabajo que me costó tomarme la mitad! – dijo tratando de enfocar los ojos – Hey! Punketo! Viniste a sacarme de aquí? Que bueno porque… - le hizo una seña para que se acercara y pudiera susurrarle – Los baños no tienen puerta y tú sabes que tengo una vejiga tímida…
- Pues que carambas hiciste ahora Bian? – dijo Aleix hablando por primera vez.
Bian se levantó como pudo y se incorporó para hacerle una venia tipo militar.
- S'ordenes jefeeeeeee
- Contesta! Por qué te metieron a la cárcel? – dijo Aleix
- Pues… por estar en una fiesta con una nena – respondió finalmente Bian
- Eso es todo? – volvió a preguntar Aleix con rostro adusto.
- Pues…
- Historia completa – insistió Aleix.
- Lo de la fiesta es cierto. Hicimos una fiesta no autorizada en la terraza del Internacional Commerce Centre – explicó Bian sentándose de nuevo porque se le movió el piso.
Aleix volteó a ver a Krishna.
- Bian… la terraza de esa torre está a más de 400 metros – explicó
- Si y por eso están prohibidas las fiestas – dijo sonriendo – Mas cuando hay unas locas suicidas que cuando se emborrachan les da por manchar el piso de la calle con sus sesos. Una de ellas, la hija del jefe de policía.
Aleix se cubrió los ojos con la palma de su mano.
- Es en serio? Se suicidó?
- No. Evite que lo hiciera pero llamó a su papa.
Aleix fue ahora el que le dio una palmada en la nuca.
- O sea que… en resumen… bebías alcohol, a 400 metros de altura, en un lugar peligroso, con muchachas entre ellas la hija del jefe de policía…
- Si pero la que tiene 17 no la de 25 – reclamó Bian.
- Menor de edad? No jodas Bian! – exclamó Krishna dándole una sonora palmada en la nuca.
Aleix se puso a pensar en el castigo perfecto para él, pero no en ese momento en el que estaba borracho sino cuando estuviera en su sano juicio.
- Juro que no estaba en mi lista de invitadas – dijo Bian – Sáquenme de aquí! Necesito ir al baño!
Aleix lo miró un momento.
- Iré a ver al Jefe de la policía e intentare sacarte de aquí. – dijo finalmente – Krishna quédate un rato con el e trata que no se haga en los pantalones y que se le baje la borrachera o no lo saco.
- Me parece justo. – dijo Krishna mientras se sentaba junto a su amigo.
Aleix pidió Salir y hablar con la persona a cargo y el guardia le pidió que lo siguiera. Mientras caminaba, escuchó en otra de las celdas, alguien que estaba haciendo ejercicio. Le llamó la atención por el gran tatuaje de tigre en la espalda, pues estaba haciendo abdominales mirando hacia la pared no la reja.
- Eso debió doler – dijo Aleix para sí mismo imaginándose el dolor por cuanto tiempo para hacerse un tatuaje de ese tamaño.
- La injusticia… no cambiara por si misma… en justicia…. – decía con cada abdominal como si fuera mantra.
Aleix se detuvo. La frase había sido hecha en griego, no en chino como él hubiera esperado en un lugar así. Se acercó un poco.
- Yo te conozco – dijo Aleix al verlo más de cerca.
Dohko reconoció la voz de inmediato.
- Shaka!
- Aleix. – corrigió este no tan convincentemente
- Como sea. – dijo Dohko alegremente – Que haces aquí? Quien viene contigo?
Aleix trataba de concentrarse. La cara… la voz… Una alucinación de un borreguito verde jugando espadazos con un tigre lo hizo lanzar una carcajada. Eso lo hizo recordar de inmediato que se trataba del caballero dorado de libra, de los santos de Athena y quien, según recordaba de algún modo, era íntimo amigo del Patriarca. Dohko lo miraba con la interrogación en la cara.
- Que te causa gracia? – pregunto Dohko
- Nada… nada… Que cuentas? – dijo Aleix alegremente
- Estoy esperando un milagro – contestó Dohko sin levantarse del suelo pero poniéndose en posición de loto.
- Milagro? – pregunto Aleix de buen humor - Que haces aquí en primer lugar? No deberías estarle dando mucho amor al borrego mayor? Jajaja
- Que irreverente andas hoy – dijo Dohko – No te conocía ese lado.
Aleix se tapó su trasero con sus manos mientras le sonreía.
- Ni lo conocerá Jaja
Dohko comenzó a reír con él.
- Oh vamos! Jajaja me confundiste con Afro o que? – dijo Dohko contagiado de las bromas de Aleix.
- Y… Cuanto tiempo te quedaras aquí? – pregunto Aleix
- Mmm… si no llegan a tiempo con la fianza, lo más seguro es que salga con las patas por delante en los próximos 30 días. – dijo Dohko suspirando – Pero… mi abogado se está encargando.
- Ah vaya! Kanon no me ha pasado ese chisme – dijo Aleix pensando que no había hablado con él en dos días
- Es que no lo sabe. – murmuró Dohko – No he podido decirles y si no la pago en las próximas 24 horas…
- Y de cuánto es? – pregunto Aleix curioso
- La módica cantidad de $200 mil dólares. – respondió Dohko haciendo cuentas de cuantos centenares de años mas tendría que trabajar para pagar ese dinero.
Aleix se quedó pensando. Ese caballero seria amigo de Kanon? Y si lo era, ganaría puntos con el si lo Ayudaba?. Movió negativamente la cabeza. Kanon no era su preocupación, sino Julián. Julián podía enfadarse con el sí ayudaba al bando contrario, pero y si Kanon decidía retirarle su amistad por no hacer nada? Sacó su celular y le tomó una foto a Dohko, quien hizo una pose con el símbolo de paz en ambas manos.
- Tengo que irme – dijo Aleix – Tengo que sacar a un compañero de aquí.
- Buena suerte! Las leyes aquí son muy rudas – dijo Dohko aun con esperanza – Pero ese es el chiste.
- Cierto. Cuídate y… suerte con tu problema – Dijo Aleix siguiendo al guardia impaciente que esperaba al final del pasillo.
Dohko alcanzó a ver como desapareció en el pasillo y se golpeó la cabeza al recordar que no le pidió que no le dijera a nadie. Si Shion se enteraba por boca de alguien más y no de él, se iba a armar una buena.
Aleix salió de la zona de celdas y el guardia le pidió que esperara afuera de una oficina. Por ser domingo, casi no había nadie en las oficinas, por lo que primero tenía que averiguar dónde estaba la persona adecuada para que Aleix hablara con él.
Aprovechó esos minutos para enviarle esa foto a Kanon y pedirle que lo llamara cuando fuera conveniente. Kanon llamó casi inmediatamente. Aleix sonrió y contestó.
S Hola
K De donde sacaste esa foto?
S La acabo de tomar yo mismo. Hola, como estas, muy bien gracias y tú? Si yo también
K Discúlpame Aleix… Es que… el maestro Dohko en la cárcel?
S Si y debió hace algo bastante malo como para semejante fianza.
K De que hablas?
S El me dijo que 200 mil dólares
K Por Athena!
S Exacto. Quise decirte tan pronto me entere.
K Muchas gracias. Que lugar es donde esta?
S Jefatura de policía de Hong Kong
K Que estás haciendo tu ahí? Ahhh ya. Ahora que hizo Bian?
S Como sabes que…
K Oh vamos. Conozco a mis cachorros. Sorrento está a un strike de perder sus privilegios, cosa que pasara por no vigilarlos a ustedes como se debe; Ío es demasiado vale madre; Kasa asustaría a las autoridades; Isaac no soporta el olor de las prisiones… Solo tendrían de opción a Krishna y a ti. Krishna es cómplice silencioso de las travesuras de Bian así que…
S Ya entendí.
K Necesito decirle a Shion lo que está pasando pero… más que nada para pedirle dinero. Bueno mejor me espero a preguntarle a Aioros. Espera. De casualidad Sorrento te mando un cheque en blanco con Krisna?
S Si, para sacarlo de aquí ya sea fianza o soborno, aunque no estoy a gusto con la segunda opción.
K Hay una tercera… Si te la digo, me ayudas a sacar a Dohko también?
S Y de dónde si no tengo dinero?
K Tienes el cheque en blanco…
S Pero eso es para Bian! Ya me veo diciéndole a Julián que ocupe el dinero para tus amiguitos
K No necesitas decírselo si haces exactamente lo que yo te digo. Te animas?
S La verdad no.
K Si tienes algún problema, me echas a mí la culpa. No es como que no le vamos a dar el dinero a Julián, es solo que me agarras descuidado.
S Prometes pagárselo?
K Si. Es más. Vienes por mi mañana, voy a cobrar ciertos… "bonos" con nuestros socios de negocios en Columbus y…
S "nuestros"?
K Recuerda que te prometí el 15%
S Lo había olvidado.
K De ahí, directito lo pagamos. Te lo juro.
S Está bien.
K Gracias. Esto es lo que harás.
Kanon le dijo paso a paso que hacer y que decir y Shaka cumplió al pie de la letra sus instrucciones. Dos horas después Aleix, Bian y Krishna salieron del lugar rumbo a donde las marinas del Bian lo esperaban para llevárselo.
- En cuanto le salió el chistecito a Julián, Aleix? – pregunto Krishna
- 200 mil dólares – contestó Aleix en automatico
- En la torre! Mejor me pongo a trabajar para cubrírselo o me capa – dijo Bian que con este susto, el resto de la borrachera desapareció.
- Si eso te aleja de las parrandas…
Aleix volteo por última vez en dirección a la cárcel donde estaba el tigre encerrado. Solo esperaba que de verdad aprendiera la lección el también, porque a la próxima, podría no correr con tanta suerte.
27 de Julio, 11am
Lobby del Templo Principal
Santuario de Athena, Grecia.
Milo y Camus esperaban en el pasillo del Lobby esperando que tanto Kiki como Sammy estuvieran listos y salieran para encontrarse con ellos.
- Recuérdame por que te vas a llegar a los niños a la playa? – Pregunto Camus
- Bueno, Aioros pidió que hubiera paz y tranquilidad para Shion que volvió a tener pesadillas y no ha podido dormir. – contestó Milo – Además es una oportunidad más para que aprenda a llevarse bien con Samira y Zita.
- Yo veo que se lleva bien con Samira – dijo Camus
- No. La tolera que es otra cosa. – aclaró Milo – Además, por alguna razón cuando él bebe se pone muy inquieto, Sammy le habla y se calma. No me gusta ver a Samira sufriendo.
Camus rolo los ojos a manera de comunicar su fastidio. Desde que se había casado Milo con Samira, era demasiado empalagoso. O tal vez, él tenía el corazón de piedra helada.
Los niños no tardaron en salir seguidos de Shaina.
- Buenos días! – dijeron los tres
- Buenos días niños! – dijo Milo – Listos para la playa?
Camus volteo a verlo como preguntándose si Milo estaba ciego o que. Sammy traía unos shorts lilas con un tank top que dejaba ver su traje de baño debajo. Usaba bloqueador fosforescente debajo de los ojos y en la nariz y un sombrero de lona con una mochila en el hombro. Kiki solo unas bermudas, sandalias y una toalla alrededor de su cuello.
- Si! – contesto Sammy
- Gracias por llevártelos – dijo Shaina – A Sammy déjenla en el recinto que yo paso por ella y Kiki tiene permiso para ir a jugar a la primera casa.
- De acuerdo. – dijo Milo queriendo aun reclamarle lo del video pero no teniendo la oportunidad.
Los niños hicieron competencia de quien llegaba más rápido a la casa de Camus, y para eso, Sammy le dio la mochila a Milo para estar más ligera.
- Sammy trae piedras aquí o que. – reclamó Milo
- Dejaría de ser mujer.- contestó Camus
Cuando llegaron a la casa de Acuario Camus se despidió.
- No vendrá con nosotros maestro? – pregunto Kiki
- No. Tengo cosas que hacer
- Menos mal. El agua fría no me gusta - bromeó el niño cerrándose la boca con un zíper ante la mirada que le echo Camus
Sammy le pidió la mochila a Milo y de ahí salió una gran barra de chocolate.
- Tome maestro. La traje del Caribe. – dijo – La puede derretir y ponérsela a su helado.
- Gracias Sammy. La comeré de postre. Pasen un buen día. – dijo mientras cerraba la puerta de su casa tras de él.
Los tres miraron la puerta unos segundos y bajaron haciendo carreras. Cada que Kiki se adelantaba, Milo lo jaloneaba y viceversa.
Camus dentro de su casa suspiro mientras aventaba el chocolate hasta el fondo del congelador. Era una buena manera de mantenerlo a la temperatura que el prefería para eso.
Volteo hacia toda su casa. Milo no estaría disponible para pasar el rato, así que debía entretenerse en algo. Una revista que yacía en la mesita de te le llamó la atención. La verdad sea dicha, desde que Shaina se la dio, no había podido hojearla y ahora era buen momento.
Se acostó en el sillón y comenzó a leer. Paso y pasó las hojas de la revista hasta llegar a la entrevista con Thes y Gigi. Hablaba de toda una historia de cómo se habían conocido, lo que les gustaban a ellas, sus planes a futuro…
Camus miraba atentamente a Gigi Leblanc. Algo que no podía definir exactamente pero lo animaba a comunicarse con ella. Debajo de la última hoja, aparecía una publicidad promocionando la tienda de Thes con número y correo electrónico. Camus no se atrevía a llamarle porque si Thes contestaba jamás hablaría con Gigi, pero, si podía enviar un correo. Corrió hacia el closet y sacó mil y un cosas para llegar a donde había guardado la laptop que le había dado Milo después de que Fler se la devolviera la última vez que estuvieran juntos. La conecto, acceso al internet satelital y comenzó a hacer mil y averiguaciones rápidamente.
- Bendito internet – dijo después de una hora en la que pudo conseguir el email personal de Gigi Leblanc – Ok. Y ahora que le digo?
Tamborileo los dedos un rato. Su carácter no le daba para expresarse mucho sobre todo con alguien que no conocía del todo así que decidió escribir para no aburrirse y para intentar que le contestara:
Madeimoselle Leblanc:
Estoy seguro que, debido a las circunstancias en las que nos conocimos, se acuerda de mí: Soy Camus: cabello azul… guapo… mirada de hielo y el estúpido que provoco su accidente hace un mes.
Le escribo para reiterarle mis más sinceras disculpas por lo que paso ese día en la tienda, no lo pude hacer personalmente pero la esposa de mi Hermano Saga, la amiga que usted me conoció y yo estamos muy apenados. Todos los daños fueron pagados y reparados por lo mismo y me gustaría saber cómo se encuentra su salud y si el corte que sufrió no agravo su anemia. No me mal entienda. No pretendo que tenga problemas con su pareja, pero si felicitarlas por su artículo en la revista, ya que se necesita de mucha valentía para hacer lo que ustedes hicieron y, si me lo permite, mencionarle que se ve muy hermosa en las fotografías.
Sé que no tengo derecho a pedirle esto pero, si no le crea problema, me gustaría ser su amigo.
No espero respuesta pronto pero sería bueno que lo considerara.
Cordialmente
Camus Verseai
Tuvo que corregir, cambiar y releer varias veces antes de animarse a darle enviar. Era domingo y no esperaba que contestara hoy pero al menos tendría la esperanza de que así fuera. El hecho de que no fuera heterosexual, no quería decir que no podían ser amigos. Al menos en su fría lógica así era.
28 de Julio, 10am
LSEPS
Londres, Inglaterra
DM salió de su primera clase directo y casi corriendo hacia la cafetería. Necesitaba un café negro muy cargado para poder despertar. Después de la borrachera del domingo en la madrugada y la cruda moral por todo lo dicho a Pandora, había prometido a Afro que si disculparía con ella a primera hora, pero para su buena o mala suerte, ella nunca llegó. No llegó a su clase aunque Radamanthys si lo hizo, lo que hizo que se preocupara y recordara la vez que tuvo que salvarla en el metro. Y si se había perdido o le había pasado algo? Durante toda la clase, el juez del inframundo se había visto inquieto, revisaba la puerta, la ventana y el celular. En cuanto la clase acabo, recibió un mensaje y había salido corriendo. DM también hacia la cafetería.
Había salido de la cafetería rumbo a su salón y recorrió la mitad del camino de regreso, antes de escuchar a Rada hablar detrás de la esquina en voz lo suficientemente alta como para que el pudiera oírlo:
- Pero porque desapareciste así? Me tenías loco de la preocupación! Todo el fin de semana me la pase buscándote en las casas de tus amigas, hospitales, estaciones de policía… No contestaste el teléfono…!
DM iba a asomarse para ver con quien hablaba, pero la otra persona hablo primero.
- Fui a casa y aproveche para cambiar mis cosas de lugar – dijo Pandora en un tono muy seco
- Me di cuenta de que tus cosas ya no estaban pero…
- Radamanthys… Mi hermano Hades agradece tus servicios para cuidarme estas últimas semanas, pero tus servicios ya no son requeridos – dijo entregándole un sobre de parte de Hades – Viviré en mi propio apartamento y me hare cargo de mi propia vida te guste o no.
La sorpresa y desilusión en la cara de Radamanthys era bastante visible.
- Por qué? Acaso te hice un mal gesto? Te he tratado mal? Sucedió algo mientras no estuve contigo? Dime por favor.
La voz de Pandora era visiblemente diferente a la ultima vez que DM la había oído. Era fría y calculadora, como cuando la conoció en el inframundo.
- Creo que se te olvida con quien estás hablando Radamanthys. – dijo – Soy Pandora Henstein, hermana mayor de tu señor Hades, y tu superior. No tengo porque darte ninguna explicación respecto a mi comportamiento y agradece que no le conté a mi hermano aquel "incidente" ni ningún otro de los que sucedieron en ese departamento.
Radamanthys estaba estupefacto. La Pandora divertida que hasta ahora había estado con él en Londres, había desaparecido como por arte de magia y solo quedaba la misma Pandora que había salido del Inframundo semanas antes, amargada y difícil.
- No tendrás permitido tutearme nunca más y evitaras esa familiaridad que hasta ahora te permití a menos que estemos en la escuela, pues no quiero ser víctima de habladurías por parte de los demás estudiantes, pero fuera de aquí, sigo siendo tu jefa Comprendido? – dijo de nuevo con voz firme.
- Si.
- Si, que?
La voz de Radamanthys era apenas audible.
- Si Señorita Pandora.
DM dejo la esquina donde estaba escondiéndose mientras tomaba su café y fue a tirarlo al bote más cercano, tiempo suficiente como para que Radamanthys pasara cerca de el sin verlo visiblemente consternado hacia el aula. DM volteo hacia atrás y lo que vio no le gustó nada: Pandora había cortado su hermoso cabello negro debajo de los hombros, y aunque era en un estilo muy favorecedor largo de adelante y corto de atrás, su ropa sexy y maquillaje habían regresado a ese estilo gótico y conservador que ella había usado siempre y esa no era buena señal.
Pandora camino rumbo al salón de clases con pasos firmes y decididos pero DM también y la interceptó a medio camino tomándola del antebrazo para detenerla. Grave error. Una gran descarga eléctrica lo recorrió haciendo que la soltara de inmediato.
- Que fue eso? – preguntó cuándo pudo recuperarse. – No intentaba atacarte!
- No podía yo saber eso. – contestó Pandora con una mirada y una voz totalmente indiferente mientras regresaba a caminar hacia el salón.
DM la siguió.
- Yo… quería disculparme por lo del sábado – dijo DM con el ceño fruncido – No debí decirte todas esas cosas pero…
- Olvídalo. Tenías razón. De hecho tengo que agradecértelo. – dijo Pandora sin detenerse con voz neutra.
- Que cosa?
- Me recordaste quien soy y por qué no debo cambiar ni mi modo de ser, ni de vestir, ni de nada. – dijo Pandora – Gracias.
- Yo no me refería a eso! – exclamo DM. En que momento había torcido así todo lo que había dicho?
El timbre anunciando el final del receso hizo que Pandora comenzara a caminar mas rápido hacia el salón de clases.
- Pero… Pandora… - DM camino detrás de ella sintiéndose culpable. – No crees que te fuiste al extremo?
Pandora finalmente volteo y le dio una sonrisa que hizo que DM diera un paso atrás.
- Como voy a saberlo? Después de todo soy una inútil, cierto?
DM abrió los ojos tan grandes como platos al reconocer las palabras que el mismo le había dicho y le confirmo que en realidad la había afectado en su orgullo. Pandora, satisfecha con molestarlo, entró al aula a tomar su lugar seguida de DM quien pudo ver como Radamanthys ni siquiera levantó la mirada hacia ella y suspiró. Y ahora, corregía las cosas? O las dejaba como estaba? Estaba tan confundido que ni siquiera supo de qué se había tratado esa clase.
