Capitulo 201
Agosto 21, 1 pm
Templo principal
Santuario de Athena.
Shion estaba en su oficina tratando de concentrarse en su trabajo, pero cada vez le era mas difícil y ahora con Shaina fuera cuidando a Junet, los guardias haciendo su trabajo en su habitación con todo el escandalo que esto traía… Finalmente decidió dejarlo por la paz y dejar que el trabajo se acumulara.
Se quitó el casco y la máscara y salió a la terraza exterior a caminar cuando sintió que Marín subía la escalinata acompañada de Aioros y se quedó a esperarlos.
- Buenas Tardes Maestro – dijo Aioros – Sera que podemos hablar con usted?
- Buenas Tardes. – contestó sin voltear a verlos – Habla.
- Aquí? – volteó sorprendida. Estaban en medio de la terraza donde se veía todo el santuario.
- Este lugar es tan bueno como cualquier otro – dijo Shion sin ni siquiera intentar leer la mente de los chicos.
Marín dio un paso al frente y se arrodillo frente al Patriarca.
- Señor, no he recibido una invitación suya para venir a verlo para recibir mi castigo. – dijo con voz firme
- No lo he enviado – contesto Shion tranquilamente – Así que puedes regresar tranquila a tus obligaciones.
Marín volteó a ver a Aioros como para saber qué hacer, lo que no pasó desapercibido por el patriarca.
- Sé que es mi tercera falta, y mi castigo tiene que ser ejemplar y bla bla bla… - muy tarde recordó con quien hablaba.
Shion se volvió hacia ella.
- Bla… bla… bla… eso es lo único que escuchan de mi estos días – dijo Shion dubitativo – Cuál es tu falta esta vez? Dímela tu pues sé que ya la sabes.
- Haber golpeado a una compañera de rango menor sin medir las consecuencias – aclaró Marín – Aunque en mi defensa, ella me reto y la víbora me picó el orgullo.
Shion miró a Aioros quien veía la escena con el ceño fruncido, y volvió la vista al horizonte del santuario.
- Atacar a tu compañera es muy grave pero atacar a la Jefa de Estado puede ser penado con la muerte – contestó Shion obviando la falta de respeto de Marín al mencionar a Shaina
- Ella me atacó primero y tengo derecho a defenderme! – exclamó Marín
- Y en realidad qué esperas que yo haga contigo, Marín? – preguntó Shion sacándola de balance – Tu lo dijiste. Es tu tercera falta. Si te castigo como corresponde te hago mártir, si no lo hago me veo débil. A mi parecer solo estas aquí para complacer a terceros porque en realidad no estas arrepentida. Habrá un castigo, pero no te lo impondré yo Marín.
- Ay no!. Shaina lo pondrá de nuevo? Nada mas eso me falta!.
- Debería, pero está ocupada en este momento. – dijo – Ya lo sabrás en su momento.
- Entonces, me voy siendo ignorada por usted?
- Si así lo sientes… - dijo Shion – Yo solo estoy pensando en el bienestar de las niñas que están extrañadas de que una aprendiz de maestra, por buena que esta sea, le esté dando clases en lugar de ti.
Marín se levantó de su lugar muy despacio mientras pensaba.
- Shaina por años me agredió, quiso asesinarme, me hizo mil desplantes y gozaba de agredirme solo porque mi alumno le gano al suyo, pero al final de cuentas, la agredí por entrometida y soy yo la que debe ser castigada por la bendita protección de la que los Aries gozan en este maldito santuario. Pero juro que tendré mi oportunidad y les demostrare que todo este tiempo solo me he contenido y que esa cobra no es rival para mí.
Esta vez Shion y leyó sus pensamientos pero solo suspiró. En realidad no estaba de humor para discusiones tontas. El escándalo de pisaditas y gritos infantiles que pasaron por debajo de las piernas de Aioros hacia Shion lo sacó de sus pensamientos.
- Sammy! – dijo abriéndole los brazos a la niña, que traía jalando a otra más pequeña, y que se le aventaron ambas encima
- Ya llegue! Me extrañó?
- Claro que sí. Y a quien trajiste de visita? – dijo sosteniendo con un brazo a una y cargando a Mist con la otra – Pero quien es esta nena tan bonita y tan grande?
Sammy se tapó la boca con ambas manos mientras se reía
- Es Mist!
- No! Pero si ha crecido mucho desde la última vez que la vi – dijo Shion con ternura mientras las dos niñas jugaban con él.
Marín se había quedado estática al saber el nombre de esa niña tan hermosa y alegre. Esa era la hija de Aioria? Sintió que el corazón se le estrujó. Si venia la niña, seguramente venia también la madre.
- Donde esta Shaina? Le quiero mostrar el diploma que me dieron por portarme bien! – dijo Sammy
- Wow. Eso sí que será digno de ver Sammy, pero Shaina no está en el santuario por el momento – contestó Shion – Me dijeron que estabas enferma.
Sammy asintió.
- Pero un señor barbudo me curó. – dijo indiferente
- Ah, pues luego me dices quien para mandarle un mensaje de agradecimiento – dijo Shion – Y vienen solas?
- El Maestro Aioria paso a su casa a cambiarse pero ahora viene – dijo Sammy separándose de Shion
Mist platicaba algo en noruego con el patriarca que lo hizo sonreír y la bajo al suelo. Sammy echó a correr hacia su recamara llamando a gritos a Mist, quien antes de correr volteo hacia Marín jalando la túnica de Shion.
- bestefar ! Er det en engel ? – dijo señalando a Marín quien no había podido moverse de la impresión.
Shion sonrió mientras le hacia una pregunta y ella la contestaba. Karma. La tomó de la manita y se dirigió a Marín.
- Ikke en engel, men en ørn, Mist. Creo que no la conocías – le dijo Shion cargándola de nuevo – Marín, te presento a la más pequeña de la familia, Mist hija de Aioria. Mist, ella es Marín.
Aioros se tensó un poco ante la incomodidad de la situación. Dónde diablos se había metido su hermano.
- Que… que dijo la niña? – preguntó Marín
- Te ha confundido con un ángel. Veras. Dado que todos allá son blancos y rubios, las representaciones de los ángeles tienen el cabello rojo – explicó Shion
Mist alzó sus manitas hacia Marín para que la cargara y estando Aioros ahí no podía desairarla, por lo que la cargo en sus brazos mientras la niña le sonreía y le decía varias cosas sobre su cabello y mascara que terminó por quitarse para que la niña la viera completa.
Se alejó algunos pasos de ellos acariciando la cabellera de la niña:
- Eres muy linda sabes? Tienes los ojos de tu papa.
- Pappa? – preguntó la niña.
- Si. Muy expresivos. No sé cómo pudo hacer una cosita tan bonita siendo tan desgraciado.
Mist no entendía mucho pero seguía sonriendo haciendo que Marín recordara que ella también quería una.
Aioria llegó unos minutos más tarde mientras Marín seguía hablando y ensenándole algunas flores a Mist quien la escuchaba atentamente y aunque le causo ternura la escena y en otras circunstancias hubiera estado feliz de que ellas dos se llevaran bien, después de su última platica con Lyfia…
Aioros se acercó a su hermano al sentir que había llegado:
- Aioria! Bienvenido! – le dio un abrazo – Como le hiciste para…
- Ve y quítale a la niña – susurró Aioria.
- Estás loco? – reclamó Aioros – Se están llevando bien!
- Tu no entiendes…
- Pues explícame o ve y quítasela tú!
Ambos seguían alegando cuando llegó Sammy corriendo con dos nuevas muñecas que le iba a mostrar a su amiguita cuando la vio en brazos de Marín.
- No! Bájela! Usted no tiene que estar con ella! – le dijo a Marín angustiada.
Marín volteó a ver a Sammy.
- Por qué no?
- Se lo prometimos a su mamá! – dijo Sammy volteando hacia Aioria – Dígaselo Maestro!
Aioria no contestó y solo desvió la mirada que hizo que Marín bajara a la niña quien se distrajo con Sammy y las muñecas y se colocara de nuevo su máscara. Caminó hasta llegar frente a Shion, le hizo una pequeña reverencia y camino hacia las escaleras deteniéndose en medio de Aioria y Aioros.
Enderezando la cabeza orgullosa, dijo:
- Eres muy Afortunado Aioria. Tienes una hermosa hija
Acto seguido bajo las escaleras del templo principal despacio y con una actitud muy digna, pero cuando comenzó a descender por las escaleras traseras corrió escaleras abajo mientras las lágrimas se le podían ver por debajo de la máscara.
- Eres un imbécil Aioria – dijo Aioros – Ya que no está, ahora dime porque no se le puede acercar Marín a la niña? Que es eso de una promesa?
Shion se sentó en la banca más cercana. También quería escuchar la explicación. Aioria se arrodillo frente a Shion en señal de respeto.
- Señor, no espero que me entienda. Desde que supe de la existencia de Mist, todo la percepción de mi mundo cambio.
Shion asintió con una expresión que decía que a claras entendía.
- Se bien que Athena es la diosa a la que sirvo y no dejare de hacerlo con todo mi corazón y mi alma, pero antes que mis necesidades físicas, emocionales y económicas, están las de Mist.
Tanto Aioros como Shion guardaron silencio.
- Lyfia está trabajando duro para sacar adelante su país, su credo y a la niña, quien ha tenido más niñeras estos dos años, que mujeres Kanon en su cama lo cual dice mucho. – respiró profundo – Hicimos una tregua por el cúmplenos de Mist y estuvimos platicando. Ella… reconsiderará firmar el documento de custodia compartida si yo le demuestro que puedo darle un buen ejemplo a Mist cuando ella no está alrededor sobre todo en esta etapa temprana de su infancia y…
- Y prácticamente te chantajeó y castró emocionalmente con ese pretexto – dijo Shion muy serio, pero para sorpresa de Aioros, Aioria asintió.
- No puedo tener compañía femenina mientras la niña este conmigo y… Marín no deberá acercarse a la niña – admitió Aioria – lo siento maestro. Tuve que prometérselo. Tengo derecho a disfrutar de Mist tanto como ella y solo será hasta que firme.
- Cómo pudiste prometerle una tontería así – Gritó Aioros – Eres un idiota!
- No espero que tú lo entiendas hermano. Tú no tienes hijos.
- Tampoco el maestro!
Shion se levantó.
- Ya basta! Si quieren discutir háganlo en su casa y donde no esté la niña! Bastante tiene con saber que sus padres no viven juntos y parecen perros y gatos!
- Pero… - comenzó a discutir Aioros
- Pero nada! – se volteó hacia Aioria -. Te apoyare en lo que necesites Aioria pero te aseguro que Marín, después de lo que le dijo Sammy, no creo que se le acerque más. – dijo Shion – Aquí Mist podrá tener una gran familia pero recuerda que Marín es parte de esa familia y si Mist la busca, no quiero que se la quites. Si su madre se entera, ya lidiaremos con eso, pero no aceptare desplantes de ese tipo o de ningún otro con ella o con nadie mas. Entendido?
- Sí señor.
- Ahora, retírense los dos. Si quieren hablar dejen a Mist con Sammy que no le pasara nada. Yo tengo muchas cosas por las que orar.
Los dos caballeros dorados hicieron una reverencia y bajaron las escaleras mientras que Shion entró para rezarle a Athena. No permitiría que ninguno de los 13 fueran separados de sus hijos así tuviera que el mismo ir ante las madres y hacerlas recapacitar porque aunque esos dos nunca lo supieran, el llevaba demasiados años sufriendo por eso.
Agosto 21, 3pm
Mansión de Ares
Bagdad, Irak.
Samira miro con algo de asombro la casa blindada en la que vivía su suegro. No esperaba ver ese tipo de casa semi occidental en el medio del desierto con prados verdes y fuentes por todos lados una entrada empedrada y algo que parecía más bien sacado de una película. También se fijó en la fuerte seguridad que estaba implementada. Hombres armados fuera, dentro y hasta en el techo de la casa.
- Supongo que es normal al estar en un país que sigue en guerra – pensó antes de brincar ante el sonido de algunos misiles que a ella le parecieron muy cercanos.
Francine le ayudo a bajar de la Hummer y Samira camino hacia donde su suegro, vestido con un pantalón y camisa negra la esperaba al pie de la escalinata.
- Salam Alaikum Samira – dijo Ares con una encantadora sonrisa que hizo que Samira recordara a la de su esposo y no pudiera reaccionar a tiempo.
- Alaikum Salam Tío – logró contestar después de unos segundos.
- Espero que no hayas tenido ningún problema durante el vuelo.
- No. Todo… estuvo muy bien. – contestó
Ares la guio hacia dentro de la casa.
- Espero que te sientas bienvenida en la casa Samira. Como te dije, vivo aquí solo. – dijo Ares sentándose frente a una hookah
- Es una casa enorme para… un hombre solo – comentó Samira quitándose su velo
- Si bueno… antes mis hijos Vivian conmigo pero… ya no.
Samira vio la mirada de su suegro apagarse.
- No sabía que Milo tuviera hermanos aparte de los del Santuario.
- Medios Hermanos tiene varios.
- A eso se refería con… las pérdidas que sufrió?
Ares se quedó callado un momento. No debió decirle eso a Samira, pero la verdad era que en efecto se sentía solo.
- Uno de ellos murió y los otros tuvieron que abandonarme por su seguridad. – dijo finalmente
- Supongo que la guerra es cruel con todos tío, pero en lo posible me esforzare por hacerle compañía.
- Gracias Samira.
Samira se sentó frente a él, y una de las nuevas criadas que Ares había contratado trajo bocadillos y té caliente. Ares sin embargo se le quedo viendo a su vientre, que se veía bastante remarcado con la blusa que traía. Esperó a que la criada se fuera para preguntarle.
- Ya cuantas semanas tienes Samira?
- Casi 35 semanas – contestó sin pensar y solo al ver que su suegro fruncía el ceño y la miraba con ojos acusadores bajo la mirada avergonzada.
- Y Milo sabe que no es de el? – preguntó tranquilamente mientras a Samira se le salían algunas lágrimas esperando los gritos y las acusaciones seguidas de castigo corporal que le correspondían por ley.
- Desde… siempre. Lo siento.
Ares roló los ojos. Parecía que la mala suerte estaba en su sangre. Y el que tenía la esperanza de que finalmente tuviera un nieto.
- Y es niño o niña?
- Nina.
- Vaya… - comenzó a fumar – Y ahora sí, explícame que fue lo que pasó con Milo como para que decidieras que habías tenido suficiente?
Samira tomó un poco de te antes de contarle todos los detalles que recordaba. Ares no sabía si reír o llorar con el relato pero la escuchó atentamente. Al terminar su relato, Samira sintió como que un gran peso le quitaran de encima pero también que tal vez había exagerado un poco.
- Déjame ver si entendí bien Samira. – dijo Ares – Mi hijo se casa contigo sabiéndote encinta de otro hombre para hacerte una mujer respetable y te lleva con él, donde te trata bien, te da tu lugar, te mantiene cómodamente, te da trabajo en su empresa, todos te quieren y respetan, se preocupa por ustedes dos…
Samira se quedó en silencio.
- Vives en una casa enorme que obviamente como su mujer pues tienes que mantener arreglada, pero nadie te obliga a hacer la limpieza. O que acaso no te dijeron que para eso hay todo un equipo de limpieza? Acaso crees que el Santuario se limpia solo o ves al Patriarca lavando su enorme baño?
Samira lo miró asombrada.
- Que?
- Ah vaya! Nadie te lo dijo eh? Que cabrones. – exclamo Ares antes de echarse a reír – Ok. Tal vez Milo y sus hermanos son algo… machistas, pero no justifica el hecho de que termines por irte y si bien Milo tenía razón en cuidar a sus mascotas, también debió darte tu lugar… lo cual no me suena lógico en él.
- Pero… esos bichos…
- Samira, tu mejor que nadie, mejor que el mismo Milo sabe que son impredecibles. – dijo muy serio – Pasaste cuatro años estudiando Biología con especialidad en entomología, que si no mal recuerdo… es el estudio de los bichos! WTF! Si no te gustan, para que perdiste el tiempo con eso?
- Yo…
- Y por último… Somos hombres Samira y precisamente por eso aquí no se permiten esos tipos de vestimenta. Para no incitarnos al pecado. Pero allá es natural incluso ir a la playa topless, cierto? Y la Jefa de estado está más que buena, así que lo que oíste de Milo, posiblemente fue solo una de las repeticiones de las tantas cosas que no se dirán de ella entre los soldados y demás dorados, así que a menos que los hayas visto en acción, no le daría la mayor importancia.
Samira reflexionó en las palabras de su suegro. Sonaban tan absurdamente lógicas que se preguntaba qué era lo que la había impulsado a irse.
Ares no estaba dispuesto a dejar que esos dos se separaran después de escuchar que Shaina estaba poniéndose mejor después de casada. Ahora más que nunca maldecía el no tener su cosmos pero eso le daba tiempo para que todos se confiaran de nuevo.
- En fin. – Dijo levantándose del sillón – Aquí serás la señora de la casa hasta que tú lo decidas. Hay ropa esperándote en tu habitación, que es la que está al fondo del pasillo. No creo que quieras subir y bajar escaleras.
- No, ya no.
- Tendrás acceso a todas las habitaciones que quieras, y si vienen visitas, a menos que haya mujeres, deberás dejarme solo. Tu sabes. Negocios.
- Si tío. Gracias por todo.
- Ahora vete a explorar la casa. Si necesitas algo pídeselo a Francine o cualquiera de las doncellas, pero no hables con ninguno de mis guardias. – pidió Ares – Son medio brutos.
Ares salió satisfecho hacia su oficina dejando a Samira entre aliviada, asombrada y asustada. Y ahora? Sería correcto dejar a Milo? Y si regresaba? O mejor esperaba a que el la buscara? Decidió mientras ir a recostarse un rato. El clima estaba brutal y ya se había acostumbrado al ambiente templado de Grecia. Cerraría los ojos y tal vez soñaría con la respuesta.
Agosto 21, 7.00 pm
Santuario de Athena
Atenas, Grecia.
Después de todo un día deprimida por lo que Sammy le había revelado sobre la promesa que Aioria le había dado, Marín caminaba de regreso hacia el recinto desde el sanatorio del Santuario, donde se había topado con la sorpresa de que Junet no había soportado su ataque y se encontraba en condiciones críticas debido a que inexplicablemente para ella, las heridas habían tardado demasiado en dejar de sangrar y según le habían comunicado, se debía al propio cosmos residual de Marín.
- Con mucha razón las chicas están muy calladas hoy, pero yo no tuve la culpa. Ellas me orillaron – pensó mientras se sentaba en una roca pensando que hacer para remediar eso.
Según Mayura, Shaina había acompañado a Junet al hospital, por lo que decidió marcarle para saber si podía hacer algo por la rubia.
Shaina dentro de la habitación destinada a Junet, veía como su compañera y amiga estaba vendada y con oxígeno. Ese sonidito de las maquinas a las que estaba conectada la estaban poniendo de mal humor y para colmo su teléfono llevaba rato sonando, pero no había querido contestar porque había visto de quien era la llamada: Marín.
Finalmente decidió ver que quería y atendió la llamada?
S Diga?
M Shaina! por Athena! porque no me contestabas?
S Estoy en un hospital. Es lógico que ponga mi teléfono en vibrador para no molestar a las demás personas.
M Pues también deberías bajarle tres rayitas a tu arrogancia y altivez. Eso también molesta a las personas, y no hablo de hospitales
S Si deseas seguir peleando, porque no vienes y terminamos lo que empezaste?
M Créeme, nada me daría más gusto, pero mi prioridad ahorita es Junet, ¿cómo se encuentra?
S Es en serio? La golpeaste como si fuera tu maldita enemiga! No importaba si ella te hacia enojar se supone que tú eres mayor y mucho más fuerte! Prácticamente la lastimaste deliberadamente. Y no crees que si estuviera bien estaríamos en el santuario en este momento? La estupidez de Shaka se pega Marín!
M Disculpa. Se me olvido que los Aries tienen una forma de ser tan idiota que solo comparten con los escorpiones. Animales venenosos y ponzoñosos siempre irán de la mano. Y por cierto, lamento que aún no te hayan asignado de escolta a tu enamorado por el que suspirabas realmente mientras nos hablabas de tu querido juez. O de verdad creíste que no lo sabíamos? De las pocas veces que te quedaste dormida en la cabaña común siempre lo llamabas en sueños.
Shaina tuvo que salir de la habitación hacia el pasillo para no molestar a Junet.
S De qué carajo estás hablando?
M Uy, la señora titiritera no lo sabe? Estoy hablando de que cuando estas dormida y hace frio llamas a Milo de Escorpión y no a Minos del Grifo... ahora si entendiste o te lo explico con dibujos bien explícitos?
S Mentira!. Nunca hubo y nunca habrá nada con Milo! Estas queriendo que vaya y te arranque las greñas y no precisamente de la cabeza!
Los doctores y enfermeras que la veían en el pasillo solo le hacían una señal de que bajara la voz.
S Que quieres? Que me corran del hospital o qué? Solo para eso me hablas? Para seguir jodiendo?
M Jajaja no, yo no jodo. Yo dejo sin piel a camaleones y víboras por igual entiendes? Solo
quería saber cómo se encuentra la idiota de tu amiga y espero de todo corazón que se
recupere, para volverla a enviar al hospital.
Shaina abrió la puerta de la habitación donde estaba Junet y se asomó para ver si había alguna novedad pero todo seguía igual así que volvió al pasillo.
S No te vas a volver a acercar a ella. De eso me encargo yo.
M Vaya, me alegro que por fin hagas algo al respecto pero parece que tardaste un poco en entender que debías mantenerla lejos de mí.
S Sí. Nunca debí cambiar el statu quo entre nosotras dos. Siempre diste muestras de que no me tolerabas y yo seguí insistiéndote en llamarte mi amiga cuando claramente el sentimiento nunca fue mutuo. Te pido que dejes de llamar a este número. Desde este momento, donde te vea, alguna de las dos muere.
M Me parece perfecto. Pero que quede claro: nadie puede lastimar a otra persona y esperar luego que la perdonen así por así, así que avísale a tu amiguita Aries que tampoco la quiero cerca de mí. Pediré permiso para entrenar aparte y que ustedes puedan estar a gusto, en cuanto a lo de que si nos vemos cualquiera de las dos muere, me parece bien, pero que sea fuera del santuario para que tu papi Shion no te defienda como esta última vez.
Marín colgó primero dejando a Shaina temblando de rabia. No solamente tuvo las agallas para casi matar a la más chica de ellas sino que hablaba para vanagloriarse de ello.
Marín por su parte dejo caer su celular al tomarse la cara con ambas manos. Ella había llamado para preguntar genuinamente por el estado de salud de Junet pero una fuerza misteriosa parecía haberla empujado a hacer enojar a Shaina deliberadamente con consecuencias desastrosas. Ahora más que nunca necesitaba llamar a su hermano. Se sentía tan sola…
Agosto 21, 7.00 pm
Templo dedicado a Artemisa
Éfeso, Grecia.
La diosa de la luna sujetaba los hombros de Eris mientras esta emanaba un suave cosmos que era transformado por Artemisa en rayos lunares dirigidos sobre Marín.
La diosa de la discordia no veía con muy buenos ojos que la hubiera llamado para asesinar a la joven con la que el querido ángel humano de Artemisa había traicionado a la misma. De hecho no sabía en realidad toda la historia. Artemisa no se la había dicho y Ella tampoco le había querido preguntar. Pero al saber que era una santa de Athena, la cosa había cambiado. De hecho, habían visto a la chica rubia ensayar palabras de disculpa la noche anterior queriendo pedirle perdón a la pelirroja, pero con los rayos de la luna rodeándola, las dos diosas habían hecho que en lugar de destruir las botellas de alcohol confiscadas, terminaran siendo su perdición, pues mientras bebía, Artemisa le había susurrado al oído mil y un ideas cada una más sádica que la anterior, para acabar con la pelirroja haciendo que incluso Eris comenzara a temer que fuera mejor diosa de la discordia que ella misma.
Y ahora, al ver que a pesar de que había fracasado la rubia en su intento literal de matarla la pelirroja se hubiera preocupado por ella, Artemisa volvió a intervenir para que si no podía destruirla, por lo menos le quitaría a todos los que quería de un modo que ella misma quedara como la mala del cuento.
- Recuérdame no quitarte nunca tus juguetes – dijo Eris – Aunque sigo pensando que si Athena o Hera se enteran…
- De que te preocupas? – respondió muy seria – Ni tu ni yo vamos a matarla…
- Serán sus amigos y eso es peor – contestó Eris – Y hablando de amigos… Podrías por favor decirme donde esta Saga?
Artemisa volteó a verla. Para que quería Eris al marido de Laura?
- Que traes con él?
- Negocios inconclusos únicamente – contestó Eris con cara inocente – Oh vamos! Yo también comprendí las señales que muy inteligentemente les mandaste para ayudarles a escapar.
- No sé de qué hablas. – dijo Artemisa altivamente mientras sacaba su arco y sus flechas ya fuera para protegerse o asustar a Eris pero esta no cambiaba su expresión dulce. – Además, porque o como podría saberlo yo?
- Eres la diosa de la luna y puedes ver a todas las personas que tocan sus rayos, no es así?
- Así es – contestó con suficiencia – Están en algún lugar del caribe.
Eris sacó de entre sus ropas una manzana plateada tan brillante que distrajo la atención de Artemisa hacia ella, abriendo grandes sus ojos sin poder quitarle la vista de encima. Eris jugó un momento moviendo la manzana para ver qué tan atenta estaba Artemisa a ella.
- En qué lugar exacto esta Saga? Dímelo por favor – dijo
- La última vez que supe… Estaba en la Habana. Pero sabes que no puedes ir. Es peligroso para ti – contestó Artemisa.
- Para mí? Una diosa? Lo dudo. – Dijo Eris dándole la manzana en sus manos. – Muchos han querido hacerme daño y no han podido y otras, se meten a donde no las llaman.
Artemisa hizo un gran esfuerzo para separar la vista de la manzana y llevarla a su media hermana. Al ver la mirada de Eris, Artemisa recordó cuanto odiaba que interfirieran en sus planes y quiso aventar la manzana para desaparecer en algún portal y refugiarse en su templo del olimpo, pero la manzana comenzó a brilla hasta cegarla antes de desaparecer. Su arco y su flecha desaparecieron de sus manos y una extraña debilidad comenzó a apoderarse de ella.
- Mi manzana favorita que tienes ahí – dijo Eris señalando el pecho de la diosa luna que no se había percatado que estaba ahí – está absorbiendo tu cosmos poco a poco. Cuando termine de volverse dorada, tú serás humana por al menos 7 días, No es divertido?
El cabello de Artemisa comenzó a volverse castaño y sus ojos a un color verde pálido.
- Te agradezco la información Artemisa, y créeme que mi intención no es lastimar a la chica, pero si ella se entromete también pues…
Artemisa quiso decir algo, pero hablaba un idioma extraño para ella y se tapó la boca de inmediato.
- Jejeje lo siento. Es un plus. Como humana solo puedes hablar un idioma y obviamente no será algo que se hable por aquí para que no te escapes. – dio sonriendo mientras su hermana tenía una mirada de angustia – No entiendes que no me gusta perder. Disfruta tus vacaciones y … Ah sí! Espero no causar muchos problemas a tu gente si no logran localizarte jeje… ni siquiera Zeus sabrá donde estas.
Abrió un portal y la tomó de la mano para guiarla a través de él. Artemisa solo pudo ver una luz blanca muy brillante antes de desvanecerse, pero Eris la dejó en un lugar donde nadie le haría daño a su hermana pues a fin de cuentas, era de las única que no tenía realmente un problema mayor y no deseaba que le pasara nada malo. Solo quería que no interviniera momentáneamente en su venganza contra Saga y de paso darle unas pequeñas vacaciones de sus obligaciones.
Agosto 22, 4pm
Hospital de AHEPA
Atenas, Grecia
Milo relevó a Misty en cuidar a la Jefa de Estado en el hospital. Nadie la había visto desde esa vez en el coliseo y estaba preocupado. A pesar de su fuerza y fortaleza, Marín había hecho acto de una fuerza y crueldad nunca antes vista en ella y sabía que podría hacer demasiado daño.
Caminó apresuradamente hasta la habitación privada donde le dijo Mist. Entonces si estaba Shaina mal herida? Demonios! Debieron detener la pelea y…
Llego a la puerta y la abrió despacio y sin hacer ruido. No supo si el alma de volvió al cuerpo o solo era porque estaba sosteniendo la respiración, pero no era Shaina la que estaba en la cama sino Junet. Shaina sostenía su mano dándole la espalda a la puerta. La rubia no tenía puesta su máscara y podían verse heridas muy profundas en su cara y todo su cuerpo.
- Perdóname Junet, no debí alentarte a pelear. Yo sabía que no estabas a su altura aun y mira cómo te dejo – decía Shaina – Por favor… ya reacciona. Sé que quieres tu sueño de belleza pero… esto es demasiado. No te pido que salgas corriendo, solo que abras tus hermosos ojos azules, si?
Milo terminó de entrar en la habitación y Shaina solo puso la mano vendada de Junet en su mejilla.
- No te acerques más. Ella no querría que nadie la viera así – dijo Shaina con suavidad sin voltear a verlo.
- No seas ridícula. Todos nos hemos visto en esas o peores circunstancias – contestó Milo pensando para sí mismo que esta vez sí se le había pasado la mano a Marín,
- Debí detener la batalla cuando vi que estaba en estado inconveniente – dijo Shaina con la voz entrecortada – Casi la mata y si no hago que se descargue conmigo también, seguro la hubiera matado.
Milo se acercó por atrás a Shaina y le puso ambas manos en los hombros sin ninguna otra intención más que la de darle apoyo y fuerzas para que no se derrumbara ahí mismo.
- Yo creo que lo que dijo Junet delante de todos, después de que Marín había tenido un mal día, fue lo que la puso furiosa – aclaró Milo
- Yo la obligue a pelear con Marín mediante chantaje – confeso Shaina – Yo debería estar en esa cama, no ella.
Milo la soltó para ver el parte médico.
- Ella no ha despertado, Milo. Desde la pelea.
- Tanto así?
- Los médicos han tratado de despertarla… Mayura, Misty y yo juntas… y nada - la voz de Shaina sonaba derrotada
- Debe ser porque el daño fue hecho por alguien que casi alcanzo el siguiente nivel – explicó Milo, pero Shaina negó con la cabeza.
- Yo he recibido golpes así y me recupere. – dijo – Si me vi mal, pero nunca dure tanto tiempo inconsciente.
- Y Shion ha venido a verla?
- Si. El… ayudó a estabilizarla, y aunque me llama y pregunta por ella no ha venido. Dice que tiene demasiadas cosas que hacer en el santuario.
- Y si él lo dice debe ser cierto – Aclaró Milo – Pero aclárame algo. Junet no se estaba moviendo como una de bronce.
Shaina volteó a verlo. Milo pudo ver sus ojos esmeralda directamente y casi le rompió el corazón ver que estaban acuosos.
- Le estaba ensenando nuevos trucos y entrenándola a escondidas para asustar a Jabu, pero jamás me espere que ella retara a Marín. – explicó Shaina
- Supongo que Marín, confiada en que la vio más fuerte, pensó que resistiría pero no fue así. – dijo Milo viendo por primera vez la ropa ensangrentada de Shaina – Desde cuando estás aquí?
- Cuando fue el entrenamiento?
- Hace dos días – dijo Milo – Me estás diciendo que no te has separado de ella desde entonces?
Shaina no contestó.
- Haz comido algo?
Shaina de nuevo se quedó callada. Ni siquiera había prestado atención a sus necesidades más básicas.
- Espera aquí. Iré por algo para que comas y algo con lo que te puedas cambiar. No esperaras quedarte así hasta que ella reaccione. Al rato tu estarás en la habitación de al lado por pasarte de lista. No te muevas ok?
Shaina no tenía ánimos de pelear y solo asintió mientras le quitaba un mechón de la cara a Junet. La doctora entró justo en el momento en que Milo se perdía al final del pasillo.
- Dígame la verdad por favor – dijo Shaina
- Aparte de sus heridas y contusiones… hay algo que me preocupa más. – dijo – Es usted la responsable de la chica verdad?
- Si.
- Necesitamos intervenirla de inmediato y necesito de su consentimiento.
El alma se le fue al suelo y tuvo que tomarse de la pared para no caer.
- Por qué? Creí que… que todo iba bien…
- Al desinflamarse, en el último estudio, estamos viendo una hemorragia interna que necesitamos corregir de inmediato o corre peligro de muerte. – dijo la doctora – firme por favor.
Shaina tomó la hoja y la leyó.
- Esto que dice aquí…
- Es una chica muy joven. Se recuperara pero, no debo mentirle. Dependiendo lo que encontremos allá adentro tendrá solo un 50-50 de que pueda tener familia.
- Firme por favor. Ya tengo listo el quirófano. – pidió la enfermera – Necesita que mande a Trabajo social o que llame a alguien para que venga a quedarse con usted?
Shaina firmó mientras negaba con la cabeza incrédula. La doctora se retiró y ella se dejó caer en la silla. Como carajos le explicaría eso a Junet cuando despertara? De entre todas ellas, la que había dejado bien claro siempre que adoraba a los niños era ella y ahora, por mero capricho del destino, tal vez nunca los tendría.
Shaina sacó su celular y le mandó un mensaje a Minos. Necesitaba verlo.
Milo entró y la encontró en la misma posición y con el celular en la mano. El programa le decía que Minos no había recibido el mensaje por alguna razón.
- Te traje una playera y un pants de los que venden en la tienda de regalos y mande pedirte una sopa y una soda. No creo que tarden. – dijo Milo entregándole una bolsa – Porque no entras, te das una ducha, te cambias de ropa en lo que viene la cena. Yo estaré aquí al pendiente.
- Se… se la llevaran a quirófano en cualquier momento…
- Te avisare si eso sucede. Ve – dijo Milo con ternura – El agua tan caliente como la puedas soportar.
Shaina entró a la ducha en silencio esperando que le dieran tiempo para poder acompañar a cirugía a Junet.
Agosto 22, 4pm
Boutique de Thes
Paris, Francia
Fler miraba a Thes sacar rollo tras rollo de su taller y ponerlo en el suelo de la tienda después de haber puesto un letrero de cerrado hasta nuevo aviso en la puerta.
- Te aprovechas de mi piso inmaculado verdad? – bromeó Fler
- Desde luego. Tengo que despejar un poquito el taller para poder concentrarme y limpiar. – contestó Thes - Además, acostúmbrate porque cuando llegue la bebe, el suelo estará lleno de cosas de bebe y deberá estar inmaculada para que no se enferme.
- Hablando de bebes… por que no ha llegado tu modelo estrella? No te iba a acompañar a firmar el contrato de la firma que ganaron? – preguntó Fler
- Si pero su jefe lo llamó y Afro no va a poder venir y los dos tenemos que ir juntos, así que retrasé la firma – dijo botando otro rollo – Eso me ayuda un poco porque quiero llevar varios diseños listos para mostrárselos.
Fler lanzó una risilla.
- Quien?
- Quién qué?
- Quien dijiste que tenía que ir contigo?
- Aiacos. – contestó Thes sin reparar en el error cometido antes - De hecho por eso voy a cerrar la tienda al menos dos semanas.
Fler se sorprendió con esto.
- En serio? Y yo que voy a hacer entonces.?
Thes le respondió.
- Puedes descansar porque pareces hormiguita – dijo dándole unas cariñosas palmaditas en la cabeza – No has parado desde que llegaste y mi ahijada va a salir workoholica.
Fler se acarició su ya visible barriguita.
- Crees entonces que pueda tomar unos días para ir a ver a mi hermana?
- En serio?
- Es que quiero ir a entregarle su vestido especial personalmente – dijo Fler algo ruborizada – Y… que va a ser tía.
Thes dejo de hacer lo que estaba haciendo.
- Es seguro?
- A que te refieres? – pregunto Fler sentándose en el banquito
- Pues… siempre me has dicho que tu hermana tiene un genio del carajo cuando se enoja…
- Pero también es muy dulce y buena y ella comprenderá mi situación – respondió Fler – Además tengo a mi favor que mi cuñado me apoya.
- Mmm… no te va a encerrar en una mazmorra o algo así verdad. – preguntó preocupada – No quisiera juntar a todas las LGBT de Noruega para hacer una marcha que diga Liberen a Gigi! Jajaja
- Muy chistosita. Deja de una vez le llamo y vemos si si, o si no – dijo Fler tomando su celular.
El teléfono sonó varias veces antes de que alguien lo contestara.
H Hola?
F Hilda? Habla Fler
H Fler! Que gusto escucharte!
F Como están las cosas por allá?
H Frías como siempre, pero llenas de sorpresas como estas.
F Como estas de salud?
H Recuperada a un 85%
F Que miedo Jijjiji. En fin. Te llamo porque ya está tu vestido que encargaste y algunos otros…
H Ok.
F Y… quería ver si… estarías de acuerdo en que te los fuera a entregar personalmente.
H Nada me daría más gusto que tenerte aquí de vuelta Fler. Esta es tu casa y no necesitas permiso ni invitación.
F Gracias hermana. Le llevare un regalo a Mist por su cumpleaños.
H Se lo daré cuando vuelva de Grecia.
F Como dices?
Fler puso el altavoz para que escuchara Thes todo el chisme.
H Su padre se la llevó unos días.
F Espera… El señor Aioria estuvo ahí?
H Si
F Y Lyfia también?
H Si
F Y Lyfia la dejó ir con ella así como así?
H Jajaja hace cuánto tiempo la conoces? Sabes que ella no da paso sin sandalia. En realidad fue muy difícil hacerla de testigo y no reírme de la situación.
F Cuéntame
H Cuando vengas.
F No, en serio cuéntame.
H Pues… No sé en realidad cuales sean las intenciones de Lyfia, pero dejo ir a Mist con su papa con la condición que estuviera solterito y que Mist no tuviera contacto con aquella pelirroja de la que no recuerdo su nombre.
F Qué clase de persona hace eso?
H Ella. Creo que solo es para probar que no es digno de confianza o algo así.
F Solo se está ahorcando ella sola.
H Cuando vengas hablas con ella. Esta… abro comillas desconsolada cierro comillas, porque no creyó que el aceptara el trato.
F Sí, tengo que hablar con ella. Mmm… salgo mañana para allá. Llegaré en…
H Oh se me olvido comentarte que tenemos un helicóptero ahora.
F Que que? Oh la la! Donde?
H Pues en este momento está en Trondheim. Quieres estrenarlo?
F Claro que sí!
H Cuando vienes para avisarles que vayan por ti?
F Mañana a medio día! Tomare el primer vuelo que salga a Trondheim!
H Excelente!. Entonces avisare a Siegfried para que no lo regrese hasta que llegues. Tráeme unos chocolates con fresa. Tengo antojos y por eso el Helicóptero esta allá
F Te llevare muchas cajas hermana. Hasta mañana.
H Odín te proteja Fler.
F Y Freya a ti hermana.
Fler colgó el teléfono y se volvió hacia una Thes que la veía con ojos muy abiertos.
- Esa loca es una maldita perra! – exclamó
- Thes! Es mi hermana! – reclamó Fler
- No hablo de tu hermana sino de tu amiga! – contestó Thes
Fler suspiró.
- Ella no es así siempre. – dijo Fler justificándola – Pero desde que descubrió que estaba embarazada, todos sus planes se vinieron abajo. No le dijo a nadie al principio por miedo, y después se inventó una historia para que su honor no se viera comprometido aún más, y la gente no le creyó pero dejaron de molestarla.
Thes la miró y se echó a reír.
- Y se cambió el nombre y se volvió "lesbiana"? Jajaja Es lo mismo que hiciste tú! Jajaja
- Ya cállate! – contestó Fler con un mohín – Yo les voy a decir mañana.
Thes se seguía riendo y Fler se levantó de su asiento.
- Mejor me voy a empacar y a comprar mi boleto. Estas odiosita. – dijo Fler – Necesitas que te ayude en algo?
- No. En cuanto termine voy a llamarle a Afro para ver cuándo es que va a poder venir. – dijo Thes de nuevo.
Fler sonrió. Como que su amiga se estaba equivocando mucho respecto a ese hombre no?
- Bueno… si él no te contesta, intenta llamarle a AIACOS Jajaja
No le dio tiempo de ver como Thetis se daba de topes contra otro de los rollos de tela por su error, y corrió escaleras arriba. Sería muy emocionante regresar a Asgard, pero esperaba que Hilda tomara la noticia mejor de lo que esperaba o estaría en problemas.
Agosto 22, 8pm
Estacionamiento de AHEPA
Atenas, Grecia
Camus caminaba hacia el hospital donde estaba Shaina y Junet. Por órdenes de Shion, fue a relevar a Milo. No sabía si había sido buena idea siquiera de mandar a su amigo con ella después de que últimamente había vuelto a parecer interesado en lo que le pasara a la Jefa de Estado y eso no era bueno, pues a su parecer, tenía que salir a buscar a Samira porque para bien o para mal era su esposa.
Esperaba el elevador para subir al cuarto piso, cuando recibió una notificación en su celular en perfecto francés:
" A todos mis contactos, les informo que a partir del día de mañana y hasta próximo aviso, no estaré disponible en mi correo electrónico, o mi celular, pero si es algo urgente, comuníquense con Thes y ella me hará llegar el recado. Saludos Gigi"
Se detuvo para leerlo varias veces y frunció el ceño. Se iba a ir? A dónde? Y si le perdía el rastro otra vez? Con Laura quien sabe dónde sin que su celular estuviera disponible, le tomaría más tiempo encontrarla. Tenía que preguntarle directamente así que decidió usar las escaleras mientras subía y escribía la contestación de ese correo.
" Coucou Gigi. A dónde vas que no me llevas? (guiño)"
"Oh! No esperaba que nadie me contestara. Hola. Solo iré a hacer una entrega de un vestido muy especial. Regresare pronto"
"Ahhh no sé. Tu correo se escuchó muy drástico. Creí que te cortarías las venas con galletas de animalitos"
" Jaja no. Son muy duras. Mejor con hojas de lechuga"
" Ya en serio. No has escuchado que hay muchos peligros últimamente en Europa?"
" Suenas como mi cuñado. No te preocupes. Estaré bien. Solo iré a visitar a mi familia. Tengo algo muy importante que comunicarles"
" Uy… suena a que Thes finalmente hará tu pedida de mano"
"Algo así"
Camus llegó al primer piso y se detuvo unos segundos. Como que algo así? Si iba a ver a su familia iría a Asgard. Ese viaje era muy pesado para ella y él bebe!.
"Aclárame lo de algo así. Yo pido ser el padrino de arroz si te casas"
"No. De hecho creo que eso le hace daño a los pajaritos así que mejor de pétalos de rosas"
"Lo que sea. No me dejes con la incertidumbre"
"Bueno. Creo que tampoco te lo había dicho. Voy a ser mama muy pronto y mi familia aun no lo sabe"
Camus comenzó a subir de nuevo mientras le pasaban mil cosas por su cabeza. Cuando Siegfried se enterara… ojala no se le ocurriera venir a hacer escandalo a Grecia o podría desatar otro enfrentamiento.
" Enhorabuena. Solo que no entiendo. Quien es el padre?"
"Esa es una pregunta de muy mal gusto "
"No. Es lo mismo que ellos te van a preguntar sobre todo si saliste en la portada de la revista y pues, yo podría jurar que a Thes no se le transparenta nada nadita su "hombría" "
Llego al tercer piso y Fler no le contestaba. Y si se había enojado?
"Sigues ahí?"
"Lo siento. Tuve que hacer una parada técnica de la risa que me causaste. No. Puedo asegurarte que Todas las partes de Thes son femeninas Y PERFECTAS"
Camus sonrió al recibir el mensaje pero se ruborizó al comprender las mayúsculas. Y si era en serio lo de ellas dos? Porque obviamente no había forma de que ella supiera que tan perfectas eran de otro modo.
"Y respecto a tu pregunta, tienes razón. Es valida. Inseminación Artificial es la respuesta."
Camus lanzó todas las groserías que se sabía mientras llegaba a su destino. Camus llegó a donde Milo, vio la escena, tomo una foto para molestar después a Milo y se desvió al pasillo a tomar un cono con agua antes de escribir:
"Supongo que es la única forma para "ustedes" "
"No. Hay otras formas, pero después tendría que soportar al hombre que se dice ser el padre y que seguramente será grosero, agresivo y a quien yo le voy a tener miedo. No quiero una familia así."
Camus leía mientras caminaba y le iba a contestar, pero frente de él había una escena que podía hacer arder el hospital y tenía que salvar el día, por lo que solo escribió rápidamente.
"Buen viaje. Escribe cuando puedas"
…Antes de lanzarse hacia sus amigos.
Milo y Shaina esperaban en el pasillo a que Junet saliera del quirófano. Estaban en el pasillo esperando noticias. Shaina después del baño y de haberse comida la sopa de vaso y la soda que Milo le había traído, le había dado mucho sueño por lo que comenzó a cabecear mientras estaba sentada. Poco a poco se fue relajando más y más, recargándose en el hombro de Milo, pero la forma de las sillas hacia que se resbalara cada cinco minutos. Finalmente y para que pudiera descansar sin preocuparse, Milo la sentó en sus piernas y la hizo recargar su cabeza en su pecho mientras le acariciaba su cabello para relajarla como cuando hacía con Samira cuando no podía dormir. El también cerro sus ojos un momento para disfrutar el momento.
Esta vez el sueño de Shaina fue tan profundo que ni siquiera se enteró cuando Minos vio la escena y rompía con sus manos la rosa que le traía a Shaina tirándola al suelo.
Para eso lo había llamado? Para echarle en cara que estaba en brazos de su ex? Donde carajos estaba el espectro que la cuidaba? Dormido? Su cosmos comenzó a incrementarse logrando que Milo, quien no estaba dormido abriera los ojos sorprendido mientras miraba a Minos intentar contenerse.
Apenas iba a decir algo, dos personas llegaron corriendo: El Espectro que cuidaba a Shaina y Camus.
Camus intuyo inmediatamente lo que sucedía y le quitó a Shaina de las piernas a Milo aun profundamente dormida.
- Gracias por sostenerla mientras usaba el sanitario amigo. – dijo en voz suficientemente alta como para que Minos escuchara, pero era claro que no se la iba a creer tan fácilmente
- No tardaste casi nada – respondió Milo siguiendo la corriente para no crearle problemas a Shaina, entregándosela y Camus sentándose con ella en brazos mientras Milo se levantaba estirándose.
Esto solo hizo que Minos se enojara mucho más al sentirse burlado y agarrara a su espectro por el cuello para azotarlo contra la pared, afortunadamente contra un pilar para no dañar la estructura.
- Se puede saber que estabas haciendo que no la estas cuidando?
- Yo… no me he separado… ni un momento… - dijo tratando de quitarle las manos que lo ahorcaban.
- Entonces por qué no me has enterado de eso? – contestó entre dientes mientras le mostraba la escena.
Milo vio como ya le faltaba aire al pobre espectro y se acercó.
- Oye, cálmate! No estamos haciendo nada. Suelta al pobre pedazo de… hombre?
Minos soltó al espectro quien comenzó a tomar aire, mientras Minos caminaba furioso hacia él.
- Quien eres tú para meterte en cosas que no te importan? Yo trato a mi gente como me venga en gana!
- Y eso incluye a tu mujer supongo – dijo muy serio
- Así es. – contestó Minos picándole ambos hombros con sus dedos – Tu tratas a la tuya como quieres y yo a la mía como quiero. Oh! Es cierto. Por la forma en la que trataste a la tuya se hartó de ti y te dejó. Buuuu
Milo no soportó escuchar esto último y soltó el primer puñetazo directo a la barbilla de Minos quien rápidamente respondió con otro igual, haciendo un intercambio bastante parejo, pero cuando ya comenzaron a meterse en la recepción de enfermeras y a tirar cosas dentro de su pelea, fue el momento en el que Camus, al ver que esos dos se iban a terminar matando, dejo a Shaina en las sillas y corrió a detener a Milo mientras el espectro hacia lo suyo con Minos.
Ya varios médicos, enfermeras y pacientes habían corrido a resguardarse por lo que había ocurrido días antes ahí mismo y seguridad llegaba corriendo:
- Mejor llévatelo antes de que otra cosa suceda – sugirió Camus al espectro al que le costaba algo de trabajo controlar a Minos
- Señor, seguridad ya viene y si lo entregan, su record perfecto será arruinado – le dijo en voz baja, lo que hizo que Minos se calmara casi de inmediato.
Se acomodó la ropa y su cabello.
- No vale la pena perder mi reputación por un insecto. – declaró
- Acércate y veras lo que este insecto puede hacerte idiota! – grito Milo ya enchilado.
- Milo! Por Athena, contrólate!.
- Si Camus. Contrólalo. Dile que no quiero verlo cerca de mi mujer, o lo voy a poner a bailar hasta que muera y si Kanon no pudo conmigo, este que es más débil, mucho menos. – dijo Minos - Y tú! – señaló al espectro – Acompáñame a mi auto.
- Sí señor.
Camus suspiró aliviado al ver que Minos salía de la sala casi al mismo tiempo que Shaina comenzó a desperezarse en las sillas.
- Lo siento. Me dormí. – dijo tallándose los ojos – Ya salió Junet?
- Aun no la traen – contestó Milo escondiendo la cara y limpiándose un hilillo de sangre proveniente de un labio partido – Voy al Sanitario.
Camus asintió y tomó el lugar de Milo junto a Shaina.
- Camus. A qué hora llegaste?
- Hace un momento y creo que justo a tiempo para evitar una masacre – contestó – Quieres explicarme lo que estaba pasando antes de que yo llegara?
- Junet entró a quirófano y me quedé dormida. – respondió Shaina.
- Nada más?
- A que te refieres?
Camus suspiró.
- A que puedo entender por qué Minos intentó romperle la cara a Milo. Posiblemente yo hubiera reaccionado igual si fueras mi mujer y los encuentro en esa posición.
El color se le fue a la cara de Shaina.
- Que? Minos? De que hablas?
Por toda respuesta, Camus le mostro una fotografía en su celular que había tomado cuando había llegado minutos antes de que Minos llegara, pero que no se había atrevido a acercarse más para no molestarlos.
Shaina miró la fotografía y se tapó la cara con las manos totalmente incrédula. No podía lidiar con eso ahora. Primero tenía que ver como estaba Junet, después tendría que darle la cara a Minos, aunque sabía que no sería fácil convencerlo de que no había nada ahí.
Finalmente minutos más tarde, les informaron que Junet estaba estable y en la sala de recuperación y si todo seguía igual, la pasarían a su habitación en unas cuantas horas más. La operación había sido un éxito y sus reflejos habían vuelto a la normalidad, por lo que esperaban que abriera los ojos muy pronto.
- Yo que tú, mejor le llamaba y aclaraba las cosas antes de que piense que no te importa. – dijo Camus al ver a Milo quedarse en el marco de la puerta del pasillo sin querer acercarse – Mandare a Milo al santuario y yo me quedare a relevarte.
Shaina asintió y se levantó para ir a buscar su celular que de alguna maldita forma se había quedado en la silla junto a la cama de Junet en modo vibrador. 20 mensajes de voy para allá de Minos…
Inmediatamente le llamó.
M Que quieres
S Hola!
M Que quieres
S Porque estas tan cortante conmigo?
M En serio tienes el descaro?
S Yo no hice nada malo!
M Eso es lo peor del caso. Que lo niegues.
S No me hagas esto. No hoy por favor.
M …
S Solo estaba cansada. No supe ni a qué hora me dormí.
M Seguramente
S Por qué no confías en mí? Que motivos te he dado para que me trates así?
M Yo confió en ti pero no confió en alacranes de sonrisa coqueta.
S Pero no hice nada! Pregúntale a tu espectro.
M Créeme que ya lo hice, y su testimonio es lo único que te salva de no estar haciendo fila ahorita frente a mi juzgado.
S Podemos vernos hoy?
M Estoy ocupado.
S Pero… necesito verte. Por favor.
M …
S Solo un momento.
M … Está bien. Te veré en dos horas en el departamento. Pero vente preparada para tomar una decisión muy importante. No te daré tiempo para "pensar" en la respuesta. Escuchaste?
S En dos horas ahí estaré.
Shaina colgó el teléfono e intentó pensar en que era lo que Minos le pediría. Por su voz, sabía que sería algo determinante para que pudieran sacar adelante su relación.
Suspiro y sus pensamientos fueron interrumpidos por la camilla que traía a Junet. Ya se preocuparía por eso en dos horas. En este momento lo que importaba era la salud de Junet.
Agosto 22, 9pm
Templo Principal
Santuario de Athena.
Mu aguardaba en silencio a que Shion llegara a la sala patriarcal. Hincado en una rodilla intentaba alisar su cabello mientras volvía a hacerse su característica cola de caballo. Lo habían sacado directamente del calabozo para llevarlo ante él y estaba más que seguro que su apariencia era un desastre.
Shion entro a la sala vestido con su bata de terciopelo negra y el cabello recogido, señal inequívoca de que se preparaba para dormir.
- Maestro? Me dijeron que…
- Levántate Mu. – Interrumpió Shion - Acompáñame con un té.
Mu se levantó un poco dudoso. Su castigo no había terminado aún, y Shion siempre seguía las reglas. A pesar de eso, lo siguió obediente hasta su terraza.
Shion sirvió dos tés calientes ofreciéndole uno a Mu y luego otro a él. Shion levantó su taza como si brindara con él y procedió a beber el contenido sin decir palabra.
Mu observaba a su maestro algo consternado. Era como si Shion quisiera decirle algo pero a la vez no.
Shion pensaba en lo difícil que sería el día siguiente para todos ellos y en cómo podría decirles a cada uno lo que necesitaba. Así estuvo unos minutos cuando los ojos de Mu se abrieron como plato al ver a un sitio especifico detrás de Shion quien por la expresión de Mu y por instinto, decidió ver hacia la misma dirección.
Era nuevamente la visión espectral de aquella mujer en su vestido azul cielo ribeteado de rosas que los miraba fijamente.
Ambos se levantaron como resortes de sus asientos y la mujer comenzó a caminar hacia las habitaciones y los dos decidieron seguirla. La vieron entrar a la habitación de Shaina donde después de ver la cama vacía, desapareció ante sus ojos.
- Maestro… No sabía que estaban embrujadas las habitaciones – preguntó Mu
- Yo tampoco – susurro Shion entre dientes – Tal vez él te, se mezcló con las hierbas para las reumas. Vámonos a dormir. Regresa a la primera casa y alístate. Mañana todos deberán estar aquí a las 2pm para recibir a la representante de Hera. Tu castigo será suspendido por el momento.
- Gracias Maestro. – dijo Mu haciendo una reverencia – Que descanse.
Shion acompaño a Mu al pasillo pero tan pronto escuchó que Mu cerraba la puerta tras de él, iba a volver a su habitación hasta que sintió un escalofrió otra vez y regreso a la habitación de Shaina. La mujer del vestido veía aterrada y casi llorando la fotografía de la boda de Shaina y Minos que estaba en la mesita de noche junto a la cama de la jefa de estado.
Volteo su mirada triste y firme hacia Shion quien esta vez le mantuvo la mirada desde el marco de la puerta.
- Porque lo permitiste después de lo que nos hizo? – dijo – Se supone que tu tenías que cuidar de nuestra niña, no lanzarla a las garras de Minos!
- Que?
- No la dejes sola, por favor. – suplico la imagen espectral – Tampoco dejes solo a nuestro niño. Pronto será padre y necesitara de tus consejos.
Fue lo último que dijo antes de desvanecerse ante los ojos de Shion quien trataba de asimilar la noticia. Le echaba la culpa al te? O creía en lo que esa mujer le decía? Además… a que se habría referido con lo de que su niño seria padre?
Pensando en esto, se dirigió a su habitación para intentar descansar antes del difícil día que le esperaba en cuanto amaneciera.
