Capitulo 211

Agosto 31, 10 am

LSEPS

Londres, Inglaterra

Radamanthys estacionó su auto y esperó a que su amigo hiciera lo mismo. Este ultimo lo hizo de mala gana y haciendo pucheros.

- No quería venir! – dijo Aiacos – Y si ella llega mientras yo estoy aquí?

- Si eso sucede, ella seguirá ahí cuando te regreses – contestó Rada sacando su portafolio – El señor Hades dijo que tenias que mandarte a hacer un traje y que mejor ciudad para eso que Londres?

- Y entonces por que Minos no vino?

- Debe ser porque alguien tenia que ponerse a trabajar de los tres o su esposa le pega jajaja – contestó Rada

- Ok. Pero… Y por que estamos en tu escuela entonces?

- El sastre abre a la 1. – dijo Rada liderando el camino – Además te servirá de repaso.

- Ahhh que flojeraaaaa – respondió haciendo berrinche

Atravesaron los jardines buscando con la mirada a Pandora, cuando el teléfono de Aiacos comenzó a sonar:

A Hola?

S Cunado precioso el mas bonito del inframundo como estas?

A Uhhh…

S Jajaja Soy tu única cuñada. No te hagas el tontito.

A Shaina?

S Si. Estas muy ocupado?

A No, no.

Rada se detuvo al escuchar que era Shaina y puso su oreja pegada al teléfono de Aiacos para poder oír el chisme.

A Dime… Ya no se le para al Grifo y necesita ayuda?

S … En serio me estas diciendo que tus lindas manitas de modelo me ayudaran a parársela?

R Jajajaja

A Shhhht No yo dije que…. Olvídalo

S Bueno. Te hablo porque pues… necesito tu ayuda o tal vez la de Rada, no se.

A Por que no de los dos?

S Pues si se puede si pero… necesito que sea secreto.

A O sea que no quieres que Minos lo sepa?

S Ni nadie mas.

A Uy! Intrigante!

S Es que… próximamente es la fiesta de mi suegro

A Jajajaja le puedo decir que le dices así?

R Uhh… Quien esta escuchando lo que no debe?

A Tu otro cuñado el metiche.

S Ah hola Rada!

R Hola Shaina

A Bueno pero cual era el favor.

S Minos dice que en la fiesta estará la crema y nata del jet set.

A Así es.

R Solo lo mejor de lo mejor cuñadita

S Bueno es que… Necesito unas clases de etiqueta y modales si no les importa ensenarme.

A …

R …

S Ya Julián Solo me enseño algunas cosas y copiando a Minos puedo hacer otras pero digamos que mi educación omitió todo eso y no quiero avergonzarlo. Tampoco le quiero preguntar a el o me va a decir que así estoy bien.

A …

R …

S Anden no sean malos. No quiero cometer errores en los saludos o estar pegada a Minos todo el tiempo sin abrir la boca por temor a equivocarme. Y si mi suegro se enoja y luego regaña a mi marido? Ay no! Porfis porfis… ayúdenme!

A …

R …

S Prometo obedecerlos en todo y no quejarme.

A En todo todo?

S En todo lo que no vaya en contra de los deseos de mi marido si.

R Buuu así que chiste.

S Tengo una botella de Whiskey que me regalaron que puedo compartir con ustedes.

R Uyyy que barata

S No se si sea buena. Se llama Macallan.

R *&(^^#)*_)*(

S Disculpa?

A Jajaja eso quiere decir que si en idioma Radamanthys

S Ahhhh y… pase ilimitado al Spa del edificio, Aiacos.

A Trato hecho.

S Convenencieros

A Tu marido es igual así que ni digas nada.

S Cuando pueden venir? Solo tenemos pocos días.

A Deja checo nuestros horarios y te mandamos decir.

S Gracias! Estaré lista. Los hare sentir orgullosos.

A Ciao Ciao pequeña Eliza.

Aiacos colgó el teléfono y ambos comenzaron a reír.

- Crees que podamos filmar las lecciones? – pregunto Aiacos.

- No. No podemos dejar huellas o cierto Grifo nos corta las bolas. No se deja evidencia en la escena del crimen Aiacos.

- Cierto… Oye que no tenias clase?

Radamanthys reviso su reloj de pulso.

- Diantres! Ya se me hizo tarde – dijo antes de correr hacia el otro lado del campus.

- Idiota. Te espero en la cafetería!

Debajo de las escaleras, otro de los alumnos caminaba escaleras arriba cuando sonó su celular.

D Florería Cancro?

A Uyyy mas te vale que eso significa que estas cuidando bien mis rosas como te dije verdad?

D Este…. Seeee

A Como estas? Espero que…

D Si, si. Cero prostis, basura ni cerveza… bla bla bla

A Que bueno. Ya vas aprendiendo.

D Hablando de prostis… Cuanto tiempo mas te vas a quedar en Paris?

A Como que hablando de prostis Surimi sin procesar?

D Pues… Paris… Moulin Rouge… Can can…

A Ah menos mal. Creí que te referías a otra cosa. Pues… ya tenemos unos diseños preliminares para ustedes…

D En serio? Mándalos para verlos.

A En cuanto vuelvan a poner el internet. Te iba a pedir un favor. Yo no creo que Thes te llame pero…

D Thes?

A Bueno Thetis.

D No. Le dijiste Thes. Que esta pasando allá que no me dices?

A No ha pasado nada. En serio.

D Pero esperas que pase.

A No, claro que no. Esta muy niña para mi.

D Aja. Cuanto le llevas?

A No se… 9 o 10 que se yo! Además recuerda que Kanon no puso buena cara cuando alguien lo insinuó.

D Misma cara que tu pondrías si tu hermana menor anduviera con un pervertido mayor. Pero bueno te creo. Cual es el favor?

A Es que… tuve que decirle una mentirilla blanca y necesito que me apoyes.

D Que fue?

A Que…. Pandora me había dado un adelanto de lo de los trajes.

D Espera… que?

A Es que no me dejo prestarle dinero y deberías haber visto su carita cuando comenzamos a pintar y decorar… Y lo profesional que se ve en la mesa de dibujo y…

D Ya… ya. Olvida que te pregunté. En que hotel te estas quedando?

A Pues… Este…

D Afro… dime que no te estas quedando en su depa.

A Es solo para protegerla de…

D Maldición Afro! Estamos hablando de Thetis de Sirena! No de una niña indefensa!

A Mira, mejor cállate… que si a esas vamos, tu estas en peligro de que te metan una espada en el trasero!

D A mi no me metas en tus líos de faldas. Yo solo le estoy haciendo un favor a Minos.

A Tu no tendrías por que hacerle ninguno ahora que Shaina se separó del santuario. Es mas, hasta estaría preocupado de que no fuera a joderte en la escuela.

D No comiences a meterme ideas en la cabeza.

A Yo lo haría muajajaja

D En serio te odio floripondio

A Por cierto donde dijiste que estabas?

Radamanthys subio corriendo las escaleras corriendo de dos en dos empujando a DM en el camino.

- Hey! Fíjate por donde vas! – Exclamo DM tratando de alcanzarlo para pedirle cuentas

- Lo siento Becado, pero llego tarde!

Afro escucho como DM corría escaleras arriba y suspiró aliviado. Al menos eso lo iba a distraerlo lo suficiente como para evitar que continuara haciéndole preguntas incomodas. DM alcanzo a Radamanthys en el umbral de la puerta donde el profesor los veía con una mirada reprobatoria.

- Al parecer Señorita Henstein, no será necesario que el señor Harris sea su único compañero en este proyecto. – dijo dándoles permiso de pasar a la aula – El Señor Wyvern y el Señor Cancro acaban de ofrecerse como voluntarios para trabajar hombro con hombro en nuestra Ponencia con usted. Felicidades señores. Ahora… retomemos nuestra clase.

Tanto DM como Radamanthys tomaron sus respectivos asientos mientras Phil aplaudía y agradecía al cielo por que su amigo lo fuera a salvar de ser comido por la pantera negra y Pandora los miraba con altanería pensando en lo difícil que iba a ser trabajar con ellos dos en su equipo. Tal vez debía considerar llamarle a su hermano para que la dejara ponerlos en su lugar en caso de que comenzaran a pelear… otra vez.

Agosto, 31pm

Onceava Casa Dorada

Santuario de Athena

Camus termino de limpiar el piso de la casa de Acuario hasta dejarlo brillando. De todos era sabido que en cuestión de limpieza, el único tan estricto en eso era Afrodita de Piscis. Incluso Milo se burlaba de todos los productos orgánicos que tenía, al igual que sus 4 juegos de limpieza, pues según sus estándares, el trapeador de la cocina, no debía tocar la sala; el de la sala no debía tocar el baño; y la del baño no debía tocar ningún otro para no cruzar el tipo de bacterias.

Comenzó a guardar el set de la sala en el closet que tenia destinado para ello, cuando vio que la chaqueta que había llevado la ultima vez a Asgard, no estaba en su lugar.

- Merde! Me estoy volviendo descuidado – dijo mientras la quitaba del ganchillo.

Se encaminó hacia la recamara para ponerla en su lugar, cuando escucho que algo tintineaba en su interior. Decidió detenerse para ver si había olvidado algunas llaves o algo en su interior y lo que descubrió fue un pequeño estuche.

Flashback

Camus se vio rodeado de Aldeanos que lo reconocieron como aquel amigo de Asgard que había ayudado a detener el secuestro de mujeres a principio del año. Todos querían felicitarlo, saber como estaba y preguntarle si se quedaría mucho tiempo para hacerle una fiesta en su honor, pues la ultima vez había desaparecido tan rápido que no tuvieron tiempo de agradecerle.

- No hice mas que prestar un humilde servicio a Asgard, pero sus gobernantes deben llevarse todo el crédito. – dijo algo avergonzado – Ellos son los que evitaron mas secuestros.

La gente lo vitoreó hasta que comenzaron a ser llamados para las oraciones vespertinas frente a la estatua de Odín.

Fue entonces cuando un chico de unos quince años, con dos mochilas repletas de paquetes, chocó contra Camus estando de espaldas, lo que fue equivalente a chocar con una pared solida, haciendo que todos los paquetes quedaran botados por el suelo.

- Perdón señor…. Mil disculpas – decía el chico mientras rápidamente intentaba guardar los paquetes de nuevo en las mochilas de cuero

Camus se compadeció de el.

- No te preocupes. Déjame ayudarte. – Dijo antes de hincarse para ayudarle a guardarlos y sin proponérselo, se fijó en un pequeño detalle: Todos eran para Fler – Disculpa que te lo pregunte pero… por que todos estos paquetes están a nombre de la señorita Fler? Creí que ella no estaba en el castillo en este momento.

- No se si lo este senior – dijo el chico sin detenerse – Lo que se es que debo entregarlos como cada semana o no me pagaran mi salario.

- Y… tu sabes que contienen? Compras por internet tal vez?

- Oh no senior. Son las entregas semanales de los regalos de los pretendientes de la princesa. – contestó acomodándolos en su mochila – Grandes señores de toda Eslavia piden con los regalos, ser considerados dignos a la mano de la señorita. Se dice que se fue al sur a escoger su ajuar porque finalmente resolverán su situación este año.

Camus se levantó de pronto. Esa información era mas de la que podía soportar. Iba a contactarla y poner los puntos sobre las ies porque ningún hijo de vecino iba a criar a su hijo.

El chico terminó de recoger los paquetes y volvió a echar a correr dejando a Camus en un dilema.

La luz de la luna iluminó un pequeño paquete blanco que Camus recogió con renuencia. Tal vez este podría regresarlo cuando se fueran, pero Argos lo mando llamar pues ya se iban y olvido regresarlo.

Fin del Flashback

- Y ahora por mi descuido voy a ganar mi dinero en enviarlo hasta donde el viento da la vuelta. No es justo – decía colocando la chaqueta en su lugar y regresando a la sala con la cajita en la mano.

Estuvo varios minutos recargado en el pilar de la entrada principal solo dándole vueltas muy tentado a abrirlo. Estaba sellado con cera de algún escudo que no conocía. Era obvio que no podría regresarlo con el sello abierto pero… le daba mucha curiosidad. Y si era un collar de diamantes? No. No se podrían arriesgar a perder algo tan valioso. Unos boletos para un concierto? Pero que ridículo. No es como que hubieran muchos conciertos fuera de la capital.

Una conocida melodía cantada por una mas que conocida voz comenzó a hacer eco en su casa, lo que le confirmaba que la persona que la cantaba venia subiendo las escaleras.

Cuando la Luna esté en la Séptima Casa,
y Júpiter se alinee con Marte,
entonces la Paz guiará a los Planetas,
y el Amor conducirá a las Estrellas.

Es el amanecer de la Era de Acuario...
la Era de Acuario
¡Acuario!
¡Acuario!

Camus buscó donde esconder la cajita. No le daba tiempo de ir a su casa y esconderla y no traían bolsillos anchos sus pantalones. La melodiosa voz se acercaba mas y mas.

Abundarán la armonía y la comprensión,
la simpatía y la confianza,
no habrá más engaños ni más burlas:
una vida dorada, sueños de visiones,
una revelación mística cristalina,
y la auténtica liberación de la mente
¡Acuario!
¡Acuario!

- Estúpido Milo! Como extraño que Samira te mantenga a raya en tu casa - dijo justo antes de ser tacleado por Milo. Intentó quitárselo de encima, pero Milo lo mantuvo acostado poniéndole las manos en su clavícula.

Cuando la Luna esté en la Séptima Casa,
y Júpiter se alinee con Marte,
entonces la Paz guiará a los Planetas,
y el Amor conducirá a las Estrellas.

Es el amanecer de la Era de Acuario...
la Era de Acuario
¡Acuario!
¡Acuario!

- Volviste a ver un maratón de Winnie Poo verdad Milo? – preguntó Camus tratando de empujarlo.

- Como sabes? – preguntó sorprendido

- Porque solo te falta decir que quieres rebotar. Quítate de encima!

- Que genio.

Milo se levantó y ayudo a Camus a hacer lo mismo.

- Me extrañaste cubito?

- Te acabo de ver en el desayuno y el almuerzo. No. No te extrañé – aseguró Camus feliz de ver que gracias a su recién lavado piso, no se hubiera ensuciado.

- O sea que si. – se respondió Milo – A ver. Que estabas haciendo.

- Intentaba… - Hasta entonces Camus se dio cuenta que la cajita se le había caído.

Lo encontró medio metro mas adelante pero para su mala fortuna el sello se había roto.

- Fait Chier! – exclamó entre dientes mientras lo recogía – Ahora no voy a poder regresarlo

- Y que es?

- No lo se. Estaba sellado. – repitió Camus mientras Milo con su usual desfachatez lo arrebataba de sus manos y lo abría.

Sacó de la cajita una hermosa y brillante pulsera tipo esclava de algo que parecía oro blanco o platino por el peso y el detallado de los eslabones. Las letras P.F. aparecían grabadas en manuscrita en la plaquita.

- Oh la la! Creí que ya habías renunciado a la compra de joyería fina Camus – dijo Milo revisándolo. No había una marca del fabricante ni del kilataje.

- No es mío. Me lo encontré tirado – Explico mientras pensaba que no estaba muy lejos de la verdad.

- Pruébatelo, anda! – dijo Milo abriendo el broche

- No. Devuélvelo a su caja antes de que hagas alguna de tus bichadas. – respondió Camus intentando quitárselo

Milo lo fintaba para que no pudiera capturarlo.

- Ups muy chaparro… ups casi…

- Miloooo Dámelo o te congelo las…

- Toma! – respondió Milo poniéndole la pulsera en la muñeca de Camus – Te dije que se veía bien.

A regañadientes Camus tuvo que admitir que era verdad. El color iba bien con su personalidad y con los colores que el siempre utilizaba de su ropa. Pero recordó de donde venia y para quien iba dirigido ese regalo que a leguas se veía costoso y comenzó a rechazarlo.

- Si muy bonito pero ahora quítamelo. – pidió extendiendo la mano – Debo regresarlo a su dueño.

- Si tu insistes.

Milo lo intentó por todos lo medios. Con técnica, con fuerza, con alfileres, con pinzas… nada.

- Este… lo siento cubito. No lo puedo quitar. – dijo verdaderamente avergonzado – Pero tal vez Shion, o Mu puedan!

- Si, suena muy bonito excepto que… Ellos no están aquí! – grito Camus perdiendo la paciencia

- Pues… tendremos pretexto para verlos fuera y darles todos los chismes del santuario – aseguró Milo – Hakuna matata hielito.

Camus no sabia que parte de la anatomía de su mejor amigo congelar y solo suspiró resignado. Pero de lo malo, sacar lo bueno se dijo a si mismo. Podría ir con el Maestro y ver a Mu con ese pretexto y darles todas las quejas que se le ocurrían aunque sea para desahogarse. Solo esperaba que en Asgard, nadie echara de menos esa joya, o a estas alturas, solo le esperaría la horca.

Agosto 31, 6PM

Biblioteca del Patriarca

Santuario de Athena.

Aioros entró a la biblioteca con Mist de la mano. A la niña le fascinaba ir con el, pues le habían comprado varios libros de ilustraciones y crayones de colores para pintar a gusto siempre obedeciendo las indicaciones de su tío y en su barrera de lenguaje, ambos se acompañaban mutuamente mientras Aioria se desocupaba del trabajo.

Puso a la niña en el tapete de foam de colores especial para ella y el comenzó a buscar el libro que necesitaba leer. Un chirrido que venia de la otra esquina de la biblioteca lo hizo voltear y se dio cuenta que no estaba solo.

- Liz? Que estas haciendo allá arriba? – dijo levantándose para sostener la escalera donde estaba ella subida mientras intentaba alcanzar un libro a su derecha.

- Espera… espera… ya casi…

Liz apenas con sus uñas rozó la cubierta de piel del libro que quería y cinco libros comenzaron a caer muy cerca de la cabeza de Aioros, quien tuvo que moverse para no ser alcanzado por ese singular ataque.

- Lo siento mucho! – Contestó la rubia mientras Aioros aprovechaba para inclinarse un poco mas y ver la ropa interior de Liz por debajo del vestido largo que llevaba – me los pasas? los pondré donde estaban.

Aioros en silencio recogió los libros y se los fue pasando mientras movía la escalera para que le fuera a ella mas cómodo regresarlos a su lugar.

- Gracias por tu ayuda Aioros – dijo Liz comenzando a bajar mientras el sostenía la escalera.

- Un placer y lo sabes.

Liz volteó la cabeza y le sonrió mientras Aioros contemplaba su rostro durante un instante, casi mareándose por la forma en la que ella le sonreia tan natural y sinceramente. No era un secreto que el adoraba su cara y su expresión. En lo que ella terminó de bajar, fue a cerrar la puerta con llave y regresó justo a tiempo de ayudarle con el ultimo escalón.

Ambos se miraron por un momento antes de que Aioros pusiera embelesado sus manos a ambos lados de su rostro, sujetando con las palmas la curva de su mandíbula e introduciendo los dedos en su cabello suelto únicamente sujetado en una media coleta. Liz no se movió, pues esperaba ese momento tanto como el. Aioros se inclinó y la besó en la boca, y pudo sentir como los labios de Liz se movían con ardor contra los suyos, como si él fuera un objeto de incalculable valor, como si no quisiera que parara jamás. Como si besar fuera lo único que existía en el mundo y por dentro todo su corazón brincó de alegría. Liz Ángelus, un encantador angelito que derrochaba vida, juventud e imaginación de sobra, se apretaba contra su pecho tambaleándose un poco pues estaba parada de puntillas en un esfuerzo por alcanzar la altura de Aioros.

Era tan difícil para el resistirse a esas tentaciones… por lo que prefirió pensar en ello después y mientras bajó las manos a su cintura y la alzó, llevándola en vilo unos pasos hasta la pared solida junto a Mist. La sentía ligera y ágil en sus brazos; sus huesos, finos y fuertes bajo ese vestido veraniego. Dejó que ella se deslizara con suavidad por la pared mientras la besaba de nuevo con pasión, pasando la lengua a lo largo de la hendidura entre sus labios antes de profundizar el beso ante los suspiros de Liz. Aioros puso los antebrazos a cada lado de su cara, apoyándose mientras la besaba, pues ella le recibía con tal entusiasmo que no conseguía guardar el equilibrio. Liz le rodeó el cuello con los brazos, abrió la boca y se estremeció ante la intrusión de su lengua. Tenía las piernas plantadas a ambos lados de las suyas y ella enganchó un pie a su pantorrilla, haciendo que se unieran de arriba abajo.

Aioros escuchó a lo lejos a Mist que gritaba:

- Arin mat! – decía señalando la puerta

- Si, si lo que tu quieras – Murmuro Aioros sin dejar de besar a Liz.

Ambos ibas cada vez mas y mas perdiendo el control del beso. Aioros utilizaba todo su autocontrol para no cambiar las manos a un lugar no permitido porque el sabia que Liz necesitaba ser tratada de otra manera, pero el fondo de su cerebro estaba muy, muy lejos.

- Arin mat! – dijo Mist levantándose del tapete para correr contenta hacia la puerta, donde ya alguien intentaba abrir la cerradura.

El ruido hizo que Liz reaccionara y desenganchara el pie de su pierna y lo empujara suavemente para separarlo. Aioros aún tenía los brazos apoyados en la pared. Con un ágil movimiento, Liz se alejó unos metros. Aioros reparó sin ningún género de dudas en que sus ojos brillaban de manera muy atractiva bajo la luz de la luna que pasaba a través del vitral de la biblioteca y le sonrió.

- Arin mat! – gritó Mist mientras se escuchaba que alguien insertaba la llave y Aioros tomaba la posición como si estuviera leyendo un libro.

Marín y Europa entraron a la biblioteca encontrando todo relativamente normal.

- Aioros, es hora de la cena de Mist – dijo Marín – En unos días que me entreguen la silla alta que encargamos, podremos incorporarla con nosotros al comedor para que comience a aprender los modales de la mesa pero mientras tanto, lo haremos en la cocina como todos los días. Vamos Mist?

- Arin mat! Arin mat! – Decía Mist tomando con ambas manitas la mano de Marín – Me acompañas Europa? Lo mas seguro es que debas quedarte con ella mientras los demás almorzamos.

- Si señorita Marín – contestó Europa viendo fijamente a Liz y Aioros a modo de advertencia – Vamos Mist.

Las tres salieron de la biblioteca y Liz movió la escalera a su lugar escondida entre dos libreros.

Aioros sintió algo incomoda la escena y para disminuir la tensión, sacó un cuaderno de dibujo.

- Liz podrías ayudarme aquí? – dijo rompiendo el silencio – Siéntate frente a mi.

- Si señor – dijo Liz tomando aire para no volver a correr a sus brazos.

Caminó lentamente para sentarse muy formalmente frente a el, donde Aioros le mostró la túnica que estaban haciendo para el y varios diseños de casco, báculo y mascara.

- Oh vaya! – dijo Liz revisando cada una con cuidado – Son las posibilidades para tu papado?

- Efectivamente. Cual te gusta mas?

- Es difícil de elegir – contestó ella – Creí que no usarías ninguna de estas cosas porque querías hacer reformas a tan decadentes costumbres.

Aioros se sonrojo un poco.

- Si bueno… Eso no quiere decir que luzca menos presentable que mis antecesores. – dijo – Saga usaba un casco rojo, Shion un casco dorado y Sage…

Liz lo miró a los ojos.

- Ya no los llamas maestros?

- Bueno, ya se me considera al mismo nivel de ellos…

- Ahhh…

Liz volvió la mirada a los bocetos de los báculos frente a ella.

- Sabes que soy "secular", por que no me explicas exactamente para que existe un Pope? – preguntó interesada.

- Bueno Liz, Athena no puede vivir para siempre en su avatar o en su cuerpo humano para siempre, y para asegurar que su presencia sea constantemente recordada y que los dioses recuerden quien tiene el dominio de la tierra, se creo el santuario, pero alguien debe coordinar las fuerzas de los Santos con el permiso de la diosa y disponer a su criterio el uso de los recursos – instruyó Aioros.

- Ya veo… eres como el Jefe de estado de un país pequeño.

- No lo diría ase, pues para eso hay un Jefe de estado o Sanbocho, en este caso Marín. – Corrigió Aioros – Pero si tengo que comparar el puesto… diría que lo que mas se acerca es el Papa católico del Vaticano.

Liz se tensó. Estaba hablando de palabras mayores y no sabia si se podía considerar blasfemia o no, por lo que decidió no hacer ningún comentario al respecto. Aioros vio el ligero movimiento de duda en Liz, por lo que decidió corregir su error.

- No tanto así Liz, pero el Pope es el responsable del comando de todos los niveles de Saints, registrar la historia y transmitir el legado de los secretos místicos del Santuario para las generaciones futuras y requieres de una educación especial para poder leer la trayectoria de las estrellas y monitorear señales de actividad maligna, aunque… ahora sin Athena como que todo pierde su sentido.

Liz tomó su mano por encima del escritorio.

- La Señora Hera no es tan mala. Deben darle una oportunidad. Ya veras que ella te elogiara y te nombrara el mejor Pope de todos los tiempos.

Aioros sonrió y le besó la mano a modo de agradecimiento, haciéndola sonrojar. Ella decidió regresar a los dibujos.

- Pues… ya veo que tienen muchos elementos en el uniforme: Casco, mascara, túnica…

- No te equivocas – dijo Aioros – Son 7 elementos Básicos en total: Casco, Mascara, Túnica, Estola, Rosario, báculo y medallón. El Casco ya lleva muchas generaciones iguales y lo quiero cambiar por algo como una guirnalda o….

- Un paliacate dorado jajaja

- Ahora te burlas de mi?

- Algo jajaja

- Muy chistosa.

- Pues yo dejaría el mismo casco. – sugirió Liz – Si le ha funcionado a varios Popes, te funcionara a ti. Pero para que es la mascara? Parece a la que usa Geist.

- Bueno, el principio es el mismo y a la vez no. – aclaró Aioros – Debes verte como un ser superior a los demás, y por ello no siempre es bueno mostrar tus emociones. Y esas emociones siempre se ven reflejadas en tus ojos.

- A Shion se le notaban esas emociones?

Aioros le salto la mano. Por su cabeza pasaron la sonrisa de Shion cuando Saga Kanon y Aioros comenzaban a discutir teología en la mesa, o su cada adusta cuando debía tomar una decisión al respecto o sus ojos cuando se despidió. Los remordimientos comenzaron a surgir y el decidió acallarlos.

- Si. Pero solo cuando no estaba en funciones – contestó Aioros – Mira. Este es el diseño de la estola.

- Creo que esta demasiado elaborada Aioros – dijo Liz al ver los tres colores de estola con bordados dorados – Según entiendo, la estola es símbolo del poder sacerdotal pero también la dignidad, inocencia y el yugo de someterse a las obligaciones del puesto.

Aioria enarcó las cejas en un gesto de incredulidad. De donde había sacado esa información.

- No me veas así, sabes que soy adicta a la lectura y para eso son las estolas sacerdotales católicas entre otras cosas. – explicó Liz- Ahhh El bacilo me gusta. Por que le pusiste alas?

- Me gustan las alas. símbolo de libertad, fuerza y lealtad – dijo Aioros y continuo mientras sonreia – Y… cuando lo sostenga y mi novia no este cerca, me la va a recordar todo el tiempo.

Liz volteo a verlo. Aioros se levanto para ponerse de cuclillas frente a ella y tomar su mano.

- Liz, por mi historia que ya te he contado, nunca tuve la oportunidad de preguntar algo así antes. Ni siquiera se si se sigue usando o soy un anticuado cursi sin remedio pero pues creo que abuso de mi buena suerte cada que… logro robarte un beso.

- Si pero… yo te los doy de buena gana – contestó Liz algo confundida

- Jaja lo se pero… quisiera que oficialmente… fueras mi novia… si tu quieres claro. Se que te llevo muchos años y tal vez se vea raro pero se ve peor porque no hemos discutido esto y…

- Si.

- …seguramente tienes que pensarlo mucho pero…

- Si.

- …te prometo que…

- Aioros? – dijo Liz mirándolo dulcemente mientras levantaba la barbilla del caballero para que la mirara a los ojos – Ya te dije que si. No tengo mucho que pensar.

La cara de Aioros se ilumino por completo quien se levanto y la conminó a hacer lo mismo para fundirse en un tierno abrazo.

- Gracias – le susurro al oído

Así los encontró de nuevo Marín anunciando que ya los esperaban para cenar interrumpiendo así el momento que al menos Aioros, que no sabia que Liz sentía lo mismo, no quería que terminara nunca.

Septiembre 1, 12PM

Taller de Hefestos

Columbus Isle, Bahamas.

Mu apago el horno para después limpiar el sudor de su frente con el dorso de su mano. Ya no sabia si sudaba por el esfuerzo en lo que estaba haciendo o por la infernal humedad de la isla. Era temporada de lluvias y aunque principalmente llovía por la noche, toda el agua que se evaporaba durante el día, logrando que dijera varias palabras altisonantes cuando el sudor caía sobre sus ojos.

Fes se encontraba cómodamente sentado con sus pies en alto revisando un catalogo de gemas. De reojo veía a Mu lidiar con el calor y lo compadeció. No solamente trabajaba hasta que el le decía Basta, sino que el calor estaba haciendo mella en su animo.

- Ya deja ahí. Ya es hora del almuerzo. Yo limpio después – dijo Fes

- No pero… es mi trabajo maestro. – respondió Mu sorprendido.

- Si pero ya no hay tiempo. Viene una amiga a visitarme y no te quiero por aquí haciéndome mosca. – contestó el dios del fuego – Así que uchale!

Mu lo miro con una sonrisa picara comprendiendo por que lo decía. Así que después de todo, ese dios tenia su corazoncito. Se escuchó que tocaron a la puerta y Fes rápidamente se acomodó el cabello sin verse en un espejo y corrió a abrir. Mu aprovechó para entrar al sanitario a lavarse un poco del hollín que cubría sus mejilla para poder salir decentemente.

- Llegaste! – Escuchó Mu que exclamaba Fes emocionado – Oh…. Y vienes con compañía. Pasen.

- Lo siento - dijo la otra chica – En el santuario existe la regla que debido a ciertas situaciones…

- De las que yo misma fui objeto… - Dijo la segunda chica

- Exacto. No podemos ni debemos salir solas pero… Yo puedo solo caminar en la playa mientras ustedes "conversan" – dijo la chica con un tono claramente reprobatorio

- Me parece perfecto. – contestó Fes sin inmutarse– Puedo pedirle a mi alumno que te muestre la playa privada para que no te juntes con la chusma del otro lado.

Mu salió del baño ya sin su mandil de cuero, con su cabello aun recogido en una cola de caballo y la cara y camisa limpias. Las voces femeninas se le hacían tan familiares que…

- Mu?

El volteó hacia donde una chica de largo cabello negro y ojos azules lo veía asombrada.

- Kyoko! Que estas haciendo aquí.? – preguntó yendo hacia ella – Quiero decir… hola.

- Mayura nos trajo porque Yulij… - volteó a ver a su amiga pero esta ya había desaparecido con su amigo el hombrezote de barba pelirroja – Yulij tenia el día libre y no debemos andar solas.

- Lo cual se me hace una regla muy sensata. – contestó Mu mientras en el cuarto de junto comenzaron a escucharse algunos ruidos sospechosos y Kyoko comenzó a ponerse roja de la vergüenza.

Mu comprendió lo incomodo de la situación de la chica casi de inmediato.

- Quieres ir a tomar o comer algo? El restaurante de este lugar ofrece comida de primera y podemos platicar mientras llegamos. – preguntó Mu ofreciéndole el brazo.

- Si. Seria bueno – contestó Kyoko algo tímida mientras se tomaba gentilmente del lemuriano.

La sacó por la terraza y comenzaron a caminar despacio por la playa. Ambos se sacaron los zapatos para no llenarlos de arena y caminaron durante unos minutos aun tomados del brazo en un incomodo silencio que Kyoko fue la primera en romper.

- Mu… no esperaba verte aquí pero tal vez sea lo mejor para… aclarar todos esos malos entendidos que te llevaron a firmar algo que tu no querías. – dijo

Mu no dijo palabra y siguió caminando con la vista al frente.

- Yo… se que la primera vez me confundiste con alguien mas y… por eventos posteriores supe quien pero… de verdad, no espero que cumplas lo que prometiste y…

- Si lo voy a cumplir – contestó Mu con voz firme.

- Uhh? Pero tu no me amas y… pues me gustas pero no creo que yo te ame a ti tampoco! – menciono Kyoko con los ojos bien abiertos.

- Y eso que? Casarse por amor tiene mas posibilidades de terminar con una relación a largo plazo que un matrimonio obligado o por conveniencia – aseguró.

- Si pero… que va a pasar con la chica que…

- Eso se termino… mas bien… jamás comenzó – respondió en un tono de dolor que Kyoko reconoció – Como te dije, me estableceré primero antes de hacer nada. La vida acá afuera no es tan fácil.

Kyoko no pudo dejar de lanzar una risilla. Ella conocía ambos mundos y la adaptación era mas fácil en caso de necesitarlo pero el?

- Entiendo. Te parece si tenemos esta conversación hasta entonces para que te replantees esa decisión? – Sugirió la chica mientras acomodaba su cabello detrás de la oreja

- Desde luego. Podemos comenzar a conocernos mejor mientras tanto y divertirnos en el proceso. Te parece bien? – Preguntó Mu con una encantadora sonrisa difícil de resistir.

Kyoko asintió encandilada mientras volvía a tomarlo del brazo caminando por la playa.

- Como van las cosas en tu trabajo? Con quien se quedaron las niñas? – preguntó Mu

- Bueno… ya que solo somos 4 maestras ya que Kakyuu solo esta de asistente por el momento, Mayura decidió darnos tiempo libre a todas. – contestó Kyoko – La señora de Capricornio, La señora de Taurus y La señorita Ángelus iban a llevar junto a Kakyuu a todas las niñas al centro comercial. Algo de unos vestidos iguales o algo así. Incluso se llevaron a Sammy y eso porque no había con quien dejarla.

Mu sonrió.

- Ahhh la pequeña Sammy. Ojala no le haya pegado muy duro. – dijo Mu recordando a la traviesa chiquilla de trenzas rosas.

- Pues… no se a que te refieres – contestó Kyoko – pero si te digo que la mandaron castigada a la lavandería por dos semanas doblando ropa.

- No es un castigo algo extremo para una niña?

- Ordenes del templo principal – respondió Kyoko – Parece que con este cambio de administrador finalmente se pondrá orden en el santuario.

- Lo dudo. Es como si se hubiera retrocedido 200 años. – aseguró – Pero supongo que eso es algo que ya no debe de importarme.

Kyoko cambio su mano del brazo para tomar su mano en forma empática. Mu miró el gesto un poco sonrojado, pero no hizo ningún esfuerzo para retirarla.

- Ah por cierto. Sabes donde puedo comprar un regalo para Saori? – preguntó Kyoko

- Saori Kido?

- Si. Hoy cumple 18 años y aunque no le llegue a tiempo, quisiera enviarle algo. – dijo – Yo llegue al Santuario porque ella me lo pidió y es mi amiga. La extraño.

- Santia una vez, Santia por siempre? – se burló Mu.

- Pues lo dirás de broma, pero fuimos a la escuela juntas. Junto con Katya hacíamos un buen equipo.

Mu lo pensó un poco.

- En la boutique venden de todo. Podríamos comprarle algo y enviarlo con una de las guías de GHL del maestro Fes. – explicó susurrando – Tengo entendido que es un servicio especial con lo que les llegan los documentos casi de inmediato.

- Y no se enojara?

- No creo, pero igual le pediremos permiso – dijo Mu – Después te invito el almuerzo en el restaurante.

- Pero se ve que este lugar es muy caro. – replicó Kyoko abriendo los ojos muy grandes

- Créeme cuando te digo que esta isla es algo rara. – explicó Mu – No hay otros lugares donde podamos hacerlo cerca.

Kyoko fue ahora la que sonrió.

- Primero el regalo y después el almuerzo. – pidió Kyoko – De haber sabido que había playa aquí, tal vez me hubiera traído mi traje de baño.

Mu se separó de ella para caminar hacia atrás delante de ella.

- No crees que es de mal gusto pedirme que me encuere en la primera cita? – dijo antes de echarse a correr después de patear un poco de agua de mar hacia Kyoko.

Kyoko echo a correr correteándolo para castigarlo por lo que acababa de decir. También así pasaría mas rápido el tramo de playa para llegar a su destino.

Septiembre 1, 11.50 am

Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora de la Paz

Bogotá, Colombia

Saga y Laura se detuvieron frente al arco de ladrillos rojos que franqueaba la entrada del hospital. La tarde anterior le habían cambiado la cita para este día debido a complicaciones que no le explicaron, así que volvieron a turistear en lugar de enfrentar a su destino. Saga le tomó la mano antes de besársela empáticamente:

- Estas segura de que puedes con esto, dulzura? - preguntó Saga

- no sé, pero si no lo hacemos el viaje será en balde. – respondió Laura aun viendo el acceso.

- Bueno... no necesariamente. El café aquí es sencillamente espectacular. – dijo Saga tratando de hacer un chiste, lo que hizo que Laura volteara y sonriera nerviosa.

- Quiero entrar pero a la vez quiero salir corriendo. – confesó Laura.

- Pues avísame si tengo que correr contigo para trenzarme mi cabello. No me gusta que mi melena se me enrede y le salgan nudos.

Laura le sonrió con dulzura.

- Para eso te pediría que me cargaras sobre el hombro y corrieras así nos alejamos mas rápido.

- Pero sería más romántico correr los dos tomados de la mano.

Laura no pudo evitar echarle los brazos al cuello.

- Definitivamente esa opción me gusta más, como haces para que cada día me enamore más y más de ti?

- No sé pero ruego a Athena que lo siga haciendo por los próximos 100 años – dijo Saga apretándola hacia el por la cintura.

Laura pareció sorprendida.

- Que no dijiste que nuestro amor seria por toda la eternidad?

- Pues si pero después de 100años se me habrán acabado las ideas.

- Contigo lo dudo mucho, además no es que necesites mucho para hacerme suspirar.

- y ronronear, y gritar y rasguñarme la espalda jajaja

Laura se separo para darle un golpecito amoroso en el hombro.

- Pero bien que te encanta, y cuando no lo hago no quedas contento!

- jaja y por eso tengo que repetirlo una y otra vez – dijo Saga en voz alta haciendo voltear a las personas a su alrededor y provocando que el rubor cubriera el rostro de Laura.

- Me encantaría que siguiéramos hablando de estos temas tan… deliciosos dulzura, pero creo que me estas siguiendo el juego solo para posponer lo mas que puedes esta visita y recuerda que ya tenemos la visita programada. – dijo jalándola hacia adentro - Al mal paso, darle prisa.

Siguieron bromeando y jugando tomados de la mano por todo el camino principal hasta llegar al área de consultas. Dieron el nombre del medico y después de unos minutos esperando, los mandaron llamar. El consultorio bastante modesto, estaba adornado con unos cuantos diplomas sobre la pared blanca. Saga ayudo a Laura a sentarse y se quedó parado detrás de ella.

- Buenos días señores, mi nombres es Luis Alberto Motoa, a cuál de los dos voy a tratar?

- a ella – contestó Saga con los ojitos brillándole pues sabia que ya con eso se había ganado un buen regano por parte de Laura.

El medico volteó hacia Saga.

- Que problema presenta la señora? Yo la veo bastante saludable – dijo el medico.

- La señora Gemini presenta un cuadro de Saguidosis aguda generada por un exceso de kissitus lengüiditus

Laura tuvo que ponerse una mano en la boca para no soltar una carcajada ahí mismo.

- perdón me repite el problema de la señora?

Saga lo miró sorprendido y se agachó hacia Laura:

- Lo siento. Creo que mi español no es lo suficientemente bueno. Por qué no le explicas tú mi amor?

- Si mejor. – dijo Laura viendo a su marido – Tenemos una cita con usted porque necesitamos ver a un paciente. él es el Dr. Saga Gemini, mi esposo y yo soy Laura Gómez de Gemini.

- Uhh Creo que definitivamente necesita unas clases de español su esposo porque yo entendí otra cosa. – respondió el Medico – A que paciente vienen a ver?

- Hernando Diaz – contestó Laura con voz suave.

El medico los miró con perspicacia.

- Y en calidad de que vienen a verlo? – preguntó - Porque según el informe toda su familia esta fallecida a excepción de su sobrina que el menciona a menudo que está viva y trabaja en un burdel, aunque según el acta que encontramos, murió hace más de 10 años.

Saga se puso muy serio.

- Ella es la sobrina viva. Al parecer hubo una confusión en las actas que dice.

- me permiten un momento voy por el expediente del paciente – preguntó el medico quien ante la aprobación de Laura y Saga, salió al pasillo por el expediente de Hernando regresando minutos después.

- Me dice que usted es la sobrina viva, pero tiene algún papel que lo respalde?

Por toda respuesta Laura sacó el acta de nacimiento junto a su identificación y se las mostró al doctor quien después de examinarlas cuidadosamente se las regreso:

- Están en orden. Porque quieren visitar al paciente?

- Ella quiere saber qué tan afectado esta y si a pesar de todo goza de buena salud. – mintió Saga – Acabamos de casarnos y queremos asegurarnos de que así sea antes de concentrarnos en nuestras vidas y carreras.

El doctor asintió comprendiendo y leyó parte de su expediente.

- El paciente se encuentra en la unidad de cuidado agudo y permanecerá aquí por lo que le resta de vida ya que fue sentenciado a 50 años de prisión, pero por su condición fue trasladado a esta clínica ya que el paciente presenta delirios de persecución, alucinaciones, fuertes episodios de violencia, estrés postraumático, y ansiedad. En este momento solo se encuentra medicado y ya no usa camisa de fuerza.

- Pobrecito – dijo Saga usando un tono de sarcasmo - Que medicamento le están suministrando y en qué cantidad?

- Eso, colega, como usted puede suponer, solo se lo puedo decir con una orden judicial por la condición del paciente. -dijo el medico viéndolo a los ojos - Sobre todo porque acabo de recordar que Hernando dijo que un hombre con súper poderes y su sobrina lo querían matar y que ellos tenían la culpa de que acabara aquí. No será usted, verdad?

Saga comenzó a reír para restarle importancia a sus palabras.

- Esto me recuerda aquella escena en terminador 2. – dijo – Si tuviera superpoderes y tuviera que joder a alguien, no seguiría vivo. Por cierto... y sus hijos?

- Sus hijos están muertos y el único familiar que se ha presentado hasta el momento es aquí su señora – contestó el medico revisando el expediente - de resto solo amigos cercanos, a los cuales solo a uno se le permitió la entrada y eso calmo mucho al paciente. Un hombre bastante imponente y con un tatuaje en la frente bastante llamativo. Aunque ese día recuerdo que todo estaba bastante silencioso. Un día raro definitivamente.

A Saga le brillaron los ojos mientras abrazaba a Laura.

- Oh no cariño!... lamento escuchar lo de tus... primos... – dijo en un tono tan falso que hasta el doctor lo miró raro.

- gracias amor. Doctor y mi tía? – preguntó ansiosa.

El doctor pareció revolverse incomodo en su silla.

- La señora fue encontrada muerta por una sobredosis de estupefacientes y alcohol cuando se le dicto sentencia a Hernando. Lo lamento mucho señora. Odio ser yo quien tuvo que darle estas noticias.

- gracias

- todavía quieren verlo?

- Si por favor.

El medico se levantó de su asiento y se dirigió hacia la puerta.

- voy a solicitar que le pongan un poco más de calmante. Desean verlo en área pública o privada?

- Privada por favor – contestó Laura.

El doctor asintió.

- El abogado del señor Díaz autorizo la visita privada y ya que esta medicado nosotros no vemos inconveniente. Por favor acompáñenme.

- Gracias

Saga ayudó a Laura a levantarse y fueron conducidos a una habitación donde solo había lockers.

- Ya que el paciente está en zona de cuidado agudo, les solicito por favor que se retiren Cinturones o correas con hebilla o chapa, Gafas para Sol, Bufandas, Guantes, Accesorios metálicos y joyas como esclavas, aretes, o candongas, Hebillas de cabello y cualquier otro elemento con que el paciente se sienta amenazado. Los dejo. Voy a avisar que tengan al paciente listo. – dijo el medico antes de cerrar la puerta tras de el.

Laura comenzó a quitarse los aretes, cadenas y otros artículos mientras Saga veía por la pequeña ventanilla con rejilla a los internos que estaban en el jardín.

- Como Kanon siga de mamon, lo interno en uno de estos. - dijo

- Y bajo qué diagnostico lo vas a internar?

- mmm maniaco depresivo bipolar?

Saga se quitó el cinturón, el pantalón y ya se había bajado el bóxer a las rodillas cuando Laura lo detuvo no sin antes admirar por enésima vez el cuerpecito de su marido.

- Jajajaja dijo cinturón no pantalón

- dijo quédense en candongos. – reclamó Saga.

- Candongas! Arracadas! Aretes en forma circular – dijo Laura divertida

- En serio? – Exclamó Saga levantándose los boxes - Lo siento pero el español que hablan aquí no es muy claro. Candongos suena a pelotas en colombiano.

- Jajajaja Por cierto que hiciste con los pantalones que compre? Por que solo aparecieron faldas y micro shorts?

- Yo creo que ni los compraste y solo soñaste que lo hiciste – dijo Saga terminando de subirse los bóxer – O si no, debe haberse metido un duende roba pantalones en tu maleta

- Claro el mismo que mete la mano bajo la falda

- Manda tus reclamos a la av. Siempreviva 742…

- Ya súbete el pantalón antes de que alguien venga y te vea así!

Saga se cruzó de brazos ante la urgencia.

- Tantas ganas tienes, tu súbemelo.

Laura rodo los ojos al cielo pero obediente se agachó y comenzó a subírselos muy despacio aprovechando para rozar con sus dedos toda la longitud de las piernas de Saga y apachurrar su trasero.

- más despacio... más despacio... listo.

- es más divertido quitarlos – dijo Laura ayudándolo a subir la cremallera.

- bueno... nunca lo hemos intentado en la casa de los locos... – dijo Saga con ese brillo en los ojos que Laura conocía bien.

- Y como piensas hacerlo? no creo que el doctor demore en entrar

- No es como que fuera la primera vez que el seguro de la puerta se atora… - viendo la cara de desaprobación de Laura - bueno ya... a lo que venimos y después nos divertimos todo lo que quieras pero... tradúceme a español neutro entonces. En serio que aquí hablan algo raro.

El doctor tocó a la puerta antes de abrirla.

- Si ya están listos síganme por favor

Ambos siguieron al medico, quien esta vez los condujo por una especie de laberinto de pasillos con puertas por todos lados y finalmente llegan a un patio donde hay muchos pacientes, unos gritando, otros caminando de lado para lado, otros hablando solos y un enfermo se les acercó:

- Vinieron por mí? vinieron por mí?

- Atrás Rogelio. Disculpen pero esta es la hora que salen los pacientes de cuidado intermedio.

- Entendemos, no se preocupe.

Un enfermero se llevó al paciente y el doctor los siguió guiando por otro pasillo los hace subir a un tercer piso con más puertas y rejas. Para Saga, ese lugar parecía interminable.

- vaya que es grande este lugar – comentó en voz baja – No vuelvo a quejarme de AHE

- Amor, es muy grande porque pertenece a la orden hospitalaria de san juan de dios – explicó Laura con paciencia.

- Si pero que ha algo en el agua en la región? por qué tanta gente trastornada?

Laura no pudo contestar porque el doctor los ingreso a una habitación sencilla con dos sillas de frente a una mesa y otra silla del otro lado.

Ambos tomaron asiento y dos enfermeros llegaron con Hernando. Saga contuvo la respiración al reconocerlo a diferencia de Laura quien presa de terror, se agarró de Saga perdiendo por completo el color.

- Hernando, sabes quienes son ellos? – preguntó el doctor

- La perra de mi sobrina y el hombre con súper poderes

- favor que me hace - le susurró Saga al oído de Laura quien le enterró las uñas a Saga.

- Tranquila. No te puede hacer nada – le dijo

Hernando entrecerró los ojos.

- Que hacen aquí? Vinieron a sacarme de la pesadilla. El señor Muerte dijo que lo harían.

- Hernando estarás tranquilo? Ellos vinieron a hablar contigo - intervino el doctor

- si estaré tranquilo

El Dr. asintió después de sopesar las palabras de Hernando y se dirigió hacia Saga y Laura.

- Tomen asiento. Cualquier cosa que pase aprieten ese botón en la pared.

Saga le abrió la silla a Laura mientras todo el personal del hospital salía de la sala. Se sentoo junto a ella y se dio cuenta que Hernando no le había quitado la vista de encima. Saga también observo las cicatrices en la cara de Hernando producto de su encuentro con el y en un movimiento brusco, Hernando intentó tocar la cara de Laura, quien simplemente hizo hacia atrás la silla evitando que el la tocara.

Hernando se inclinó hacia ella y se tocó las cicatrices.

- tu deberías tener esto maldita perra! no yo! – exclamó entre dientes

Saga colocó su brazo entre Hernando y Laura para evitar que llegara a ella.

- Venimos en son de paz, si? No la toques!

- tú me hiciste esto! – dijo señalándose la cara

- no sé de qué hablas

Después señaló a Laura con el dedo.

- Henry no me dejo y era mi derecho. – dijo con furia en la voz - Quería jugar contigo primero. Golpearte lo suficiente para que rogaras a Henry que te tomara con tal de quitarte de mis manos… azotarte, quemarte, cortarte... desfigurarte... Era mi derecho como tu tío!

Laura se agarró la mano de Saga por debajo de la mesa enterrándole las uñas.

- y que acaso la mitad de eso no lo hizo Henry?

- Tranquila – Dijo Saga - Recuerda que ya no puede hacerte nada. A ver tu pedazo de estiércol... Venimos específicamente a preguntarte que hiciste con un collar en forma de luna que ella tenía a los 12.

Hernando les lanzó una sonrisa siniestra.

- Jajajaja a los 12 años cuando quedo a mi cuidado? No debí espera y entregársela a Henry desde entonces pero pues le debía dinero y ni modo.

Saga azoto la mano en la mesa haciéndolo brincar.

- contesta imbécil! que paso con el collar!?

Laura le puso una mano a saga en la pierna para que se calmara.

- Hernando que te hice yo? Por que tanto odio?

- Naciste – contesto Hernando enojado - Todo ese dinero era mío por derecho y desde que naciste fue Laura esto Laura el otro. No puedo prestarte mas porque es para Laura...

- era de mi papa, no tuyo. Nunca lo fue, y nunca lo será

- por eso los mataste? por eso me entregaste a Henry siendo una niña? – dijo con un nudo en la garganta.

- En mi defensa... él te iba a hacer su esposa y una mujer honorable. Pero tuviste que echarlo todo a perder.

- era una niña, me iba a violar, Estuvo a nada de lograrlo y tú me entregaste a el!

- Hey ... eras huérfana y te iba a ir bien. Ibas a ser una gran señora y no ibas a quedar desamparada. deberías estar de rodillas y agradecerme

- Señora de un animal que me iba a violar y hacerlo cuando se le diera la gana, eso tengo que agradecer

- Exaaaaaacto

Se inclinó de nuevo sobre la mesa y jaló de la blusa.

- quiero ver!, quiero ver la marca de Henry! Deberías tener más… muchas mas, pero como lo llamaste a el, Henry se enojó y no te hizo mas. Que desperdicio.

Saga intervino y lo separó de ella bruscamente.

- te dije que no la tocaras

Laura se levantó asustada y al ver que Hernando intentaba volver a acercarse, Saga lo tomó de la bata y lo alzó azotándolo en la pared.

- No entendiste verdad?

- Jajajaja Jajajaja gritaba y lloraba y le íbamos a hacer más, le voy a hacer mas ahora que salga ya lo veras.

Laura se acercó a saga

- amor suéltalo – Saga iba a obedecer pero Hernando seguía provocándolo.

- Llamee al asqueroso Willy para que fuera al burdel y la vejara… después le iba a arrancar un dedo…

Saga lo volvió a azotar tres veces contra la pared.

- No iba a tener descanso entre clientes y tenía que atender a varios a la vez… iba a ser divertido.

- Amor por favor suéltalo… Saga!

Este reacciono soltándolo desde casi medio metro.

- Como quieres que me tranquilice cuando dice tanta estupidez?

- Mírame a mí por favor, no a el - le dijo Laura con la voz algo inestable mientras volteaba su cara hacia ella - Mírame solo a mi

- Cuánto pagaste por esta puta? Espero que no hayas desperdiciado mucho porque no los vale jajaja – siguió diciendo Hernando a modo de provocación.

- si no se calla terminare lo que empecé! – advirtió Saga muy serio.

- Nos meterás en problemas!

Saga suspiró. Lo que menos necesitaba eran mas problemas.

- está bien. lo intentare

Hernando aprovechó para ponerse de pie e intentar acercarse de nuevo a Laura, pero Saga con una sola mano le puso el alto.

- Hernando… por ultima vez antes de que te rompa la cara de nuevo dime donde esta ese collar?

Hernando se le puso a pocos centímetros.

- Déjame golpearla, hacer que la rompan en el burdel y luego te digo. – contestó Hernando viendo hacia la pared detrás de Saga con terror.

Comenzó a jalarse de los cabellos y golpear la cabeza con la pared antes de arrodillarse y asentir como si alguien le estuviera dando un consejo. Saga volteó a ver a Laura como preguntándole en silencio si así se veía cuando sus dos personalidades querías salir, pero ella estaba atenta a Hernando quien comenzó a reír como el loco que era

- Laurissss….

- Basta Hernando – dijo Saga – Necesitamos saber donde esta ese collar. Después de eso te dejaremos en paz.

Hernando fue levantándose poco a poco sin dejar de reír.

- Si… si… el collar… - dijo caminando hacia Laura.

Laura comenzó a hacerse para atrás, y en lo que ella juraría que le habían puesto el pie, trastabilló, momento que Hernando aprovechó para jalarla hacia el y sacar una navaja tipo cutero amenazando el cuello de Laura quien tardó algunos segundos en recobrarse por la sorpresa.

Saga comenzó a encender su cosmos para matarlo, pero Laura le hizo un movimiento con la mano pidiendo que se detuviera.

- Un movimiento en falso o el uso de tus superpoderes y ella se muere – dijo poniendo la navaja tan cerca de la piel de Laura que podía sentir lo frio del metal.

- Lo siento dulzura, pero yo creo que este loco no sabe del collar y solo merece que lo mate piadosamente.

- Claro que se del collar maldito! – gritó Hernando sin dejar de presionar la navaja contra el cuello de Laura con su mano derecha mientras miraba directamente a Saga – Si! Si! Es un collar maldito de rayo de luna y olas del mar. Si! Maldito! Jajaja y no me veas como si estuviera loco! Mis hijos también lo vieron! Tu los mataste! Todos los que tocan el collar terminan muertos de una forma horrible! Esta maldito!

- Imbécil! – Grito Saga – Suelta a Laura y te sacare de tu sufrimiento – dijo lanzando un puno directo a su cara que fue a estrellarse con una pared invisible. – Pero que carajo!

Laura vio con horror que Saga no podía liberarla y Hernando respiraba agitadamente en su oído.

- Intente romperlo, quemarlo, fundirlo… pero nada logro destruirlo – le susurro – Lo vendí varias veces y siempre me lo regresaban después de haberle dado muerte a los usureros…

Saga intentó golpear de nuevo a Hernando pero esa misma pared lo detuvo.

- Que esta sucediendo aquí?

- Sucede que mi señor esta contento conmigo y dice que tengo que deshacerme de ustedes para salir aquí y nada me dará mas placer – dijo mientras lamia la mejilla de Laura para provocar a Saga.

- Te vas a morir por eso – Gritaba Saga

- Jajaja mi señor dice que Lauris me tiene miedo y eso me gusta… - dijo en voz alta antes de volver a susurrarle al oído a Laura – Mi señor puede leer tu mente sobrina querida… lo sabias? El te esta viendo y me sonríe. Dice que todos los días al menos una vez reproduces en tu cabecita todo lo que mi compadre te hizo jajaja dice que fue un buen trabajo ya que todavía recuerdas sus manos… su olor… tanto de cuando eras pequeña a lo que te hizo ahora.

Laura comenzó a llorar sin poder evitarlo. Como podía leerla tan fácilmente. Aun así su entrenamiento le decía que no podía echarse al drama ahora.

- Eres mi tío Hernando… lo único que me queda de recuerdo de mi mama… por que me haces esto? Tenias que protegerme de gente como Henry, no entregarme a el!

- Ahhh todavía no entiendes lo mucho que odiaba a mi hermana y a su marido que solo me veía con lastima? Y como tu eres producto de sus cogidas, por lo consiguiente te odio a ti. Jajaja Y mi señor dice que para que salga tengo que matarte.

- Pues hay algo que tu señor no sabe…

- El lo sabe todo. – contestó Hernando

- No… el no sabe, que yo tengo nuevas ganas de vivir y un maldito cutter no bastara para detenerme! – Laura uso su brazo derecho para mandarlo hacia atrás flexionándolo mientras golpeaba el costado de Hernando, quien se inclinó hacia delante momento que Laura aprovechó para colocar su brazo izquierdo entre su cuello y la navaja presionando así la navaja aunque se llevo un ligero corte y dio un giro hacia el lado izquierdo zafándose así del agarre de su tío.

Hernando intentó de nuevo ir tras ella, mas con su palma abierta Laura lo golpeó en el mentón logrando que se fuera hacia atrás cayendo de espaldas a la pared. Laura pues corrió a ponerle el pie sobre la muñeca que aun tenia la navaja para evitar que pudiera hacerle ago.

- Después de tantos años volví a verlos a ustedes dos, todo en Henry me revolvía el estómago, me daba asco, náuseas y hacía querer morirme, me hizo revivir todo y me creo nuevo recuerdos espantosos, me ataco sexualmente, intento violarme, me torturo física y psicológicamente, me golpeo hasta dejarme sin poderme mover y todo con anuencia de mi familia, de mi tío, tuya… – volteó a ver a Saga quien la veía desesperado - Pero mira donde estoy yo y donde estas tu. Yo soy feliz porque tengo un hombre maravilloso a mi lado, que me devolvió la vida, las sonrisas, que amo con todo mi corazón, alma y cuerpo, que me hace sentir amada, protegida y cuidada, me da una familia, espanta mis pesadillas con solo su presencia y la mirada de sus ojos, los malos recuerdos los cambia por maravillosos con su sonrisa, sus manos y besos, sabe secar mis lágrimas, y me acepta tal cual soy con mi pasado a cuestas. Y tu? Tu estas en un maldito manicomio donde pasaras el resto de tus días solo.

Hernando comenzó a patalear mientras Saga sentía como de algún lado detrás de el, una energía maligna comenzaba a acumularse..

- Sácame de aquí, puta malparida! O tu maldito perro con sus súper poderes!

- Dime donde esta el collar y te sacamos – mintió Saga caminando cautelosamente hacia Laura.

- esta aquí! Aquí! – decía retorciéndose

- donde es aquí? – presionó Laura

- Aquí!

- dónde? aquí en el hospital? aquí en la habitación? Habla maldición – Gritó Saga.

- Lo cargaba todo el tiempo conmigo, pero cuando me metieron aquí me lo quitaron – explicó Hernando - Señor! Yo quiero el Paraíso como mi compadre! Sáquenme de la pesadilla!. Muéranse ya para poder salir

- Y por qué lo cargabas tu? – Preguntó Saga abrazando a Laura

- No escuchaste maldito perro? no se puede destruir, ni fundir y es mágico se siente el mar y se ve la luna! Lo juro!

Saga pudo sentir claramente como una bola de energía negativa… maligna… letal se movió hacia ellos pero el cuarto era tan pequeño que solo pudo cubrir a Laura con su cuerpo. Este movimiento hizo que Laura gritara y su cosmos bicolor se activara mientras se escondía en los brazos de Saga.

El autor de esa energía la hizo desaparecer justo antes de los golpeara debido al asombro de ver el cosmos de Laura sabiendo que si algo le sucedía, Hades se lo haría pagar a el.

- Estas solo Hernando… - dijo antes de desaparecer.

- NO! Señor! No se vaya! – gritó desesperado Hernando quien volteando a ver a su sobrina se puso el cutter cerca de la arteria.

Saga y Laura, quien voltearon con sus gritos intentaron tranquilizarlo.

- Hey... baja eso!

- Hernando bájalo!

- No. Si te mueves me mato escuchaste? Los tres vamos a morir! – Decía alternando la navaja en su cuello y amenazándolos a ellos.

Laura corrió hacia el timbre para llamar a los enfermeros.

- Hernando no estas bien… deja que te ayuden… - dijo Laura – Eres mi única familia!

- Si no puedo matarte… al menos veré que me recuerdes por siempre jajaja – De nuevo la risa de loco de Hernando alertó a Saga y Laura quienes se distrajeron un momento y Hernando corrió hacia ellos cortándose las venas de cada brazo y justo frente a Laura, cortando su cuello, logrando que el chorro de sangre la salpicara a ella en la cara y ropa.

Los enfermeros entraron en ese momento y entre ellos y Saga intentaron controlar la hemorragia pero era demasiado tarde.

Los médicos y elementos de seguridad comenzaron a hacerse cargo de la situación y Saga sacó a una Laura en shock al pasillo abrazándola con fuerza.

- Esto no era lo que quería – decía Laura - era la única conexión viva que quedaba de mi mama y muchas veces le desee la muerte y sé que está mal, pero verlo desangrarse? Se supone que no me debería importar, pero siento algo y no sé qué es.

- Amor... lo siento.

- Pero se supone que no tiene por qué dolerme después de todo lo que me hizo o sí? – Le preguntó Laura a Saga

- pues... familia es familia. No la escogemos. – intentó consolar Saga – Si te sirve de consuelo, yo estoy contigo y siempre lo estaré.

- Eres lo único que tengo…

- Eso no es cierto. Tienes también un cuñado muy molesto y a Camus y demás

Laura asintió y trato de calmarse. Minutos después salió el Medico.

- Señores lamento mucho su perdida. El señor Díaz dejo todo a disposición de su abogado en caso de su deceso así que no tienen nada de qué preocuparse.

- como fue que consiguió un cuchillo ? – preguntó Saga – A mi casi me hicieron encuerarme.

- No lo sabemos pero suponemos que el amigo que lo visito la ultima vez. -volteó a ver a Laura y le ofreció su pañuelo para limpiarse la cara - La señora se encuentra bien? Necesita un calmante? Este tipo de pérdidas y de ese tipo pueden ser muy estresantes y traumáticas.

- El único calmante que necesita ahora es a mí. – dijo Saga muy serio – Antes de irnos… podríamos ver las pertenencias con las que llegó Hernando al hospital?

- Síganme

El medico volvió a guiarlos por los pasillos hasta la central de enfermerías donde pidió una llave y abrió un casillero sacando las pertenecías de Hernando y las puso en una mesa.

- Nos puede dar un minuto a solas? – preguntó Saga.

- Por supuesto – dijo el medico cerrando la puerta tras de el.

Los objetos de Hernando consistían en un reloj de oro, su billetera, papeles varios, y el collar. Saga tomó este ultimo y se lo ofreció a Laura. Laura sonrió al ver que se trataba de una hermosa joya de un trabajo fino y delicado en un material blanco consistente en una media luna y un tridente con la luna teniendo una piedra blanca sin identificar y el tridente una azul.

- todo tuyo dulzura.

Laura tomó el collar con sus manos y un mareo muy intenso la hizo agarrarse de la mesa, sintiéndose inmediatamente mucho mas ligera y su cosmos comenzó a encenderse alrededor de ella como bailando.

Miles de imágenes le vinieron a la cabeza junto con un brillo cegador blanco y ruido de las olas del mar agitándose cerca de su oído.

- Lau estas bien?

- No…. – el cosmos de Laura cambiaba de color rápidamente – Sofia… Morgan… y…

- Quienes?

- Artemisa… Poseidón… Saga no me siento bien… - dijo extendiéndole el collar para que lo sostuviera.

Tan pronto Saga lo recibe, las fuerzas de Laura decaen y el la alcanza a agarrar antes de que tocara el suelo, pero su expresión de dolor lo hizo dormirla con su cosmos y alzarla en brazos.

- Lo siento dulzura, pero para armar este rompecabezas voy a tener que llamar a la caballería.

Guardó el collar en su bolsillo y abrió un portal a la habitación del hotel donde se hospedaban donde la depositó con suavidad en la cama y se tomó la frente. Y ahora? Solo esperaba que el accediera a ayudarlo pero no podía recibirlo en ese estado. Iba a tener que bañarse y ella también antes de llamarlo siquiera.

Septiembre 1, 3 PM

Restaurante del hotel

Columbus Isle, Bahamas.

Mu depositó un plato con frutas frente a Kyoko y otro para el. Habían comprado un bonito obsequio para Saori y lo habían enviado tal como lo habían planeado con la anuencia a medias de Fes, pues fue hecha entre ruidos y gemidos por lo que Mu tuvo que sacar rápidamente a Kyoko del taller.

Ella le agradeció su gesto antes de ponerle a la suya un poco de crema batida y chispas de colores. Mu solo hizo un gesto de incredulidad.

- No eres de las que cuida calorías verdad?

- Jaja. Soy Japonesa. Mi cuerpo es naturalmente delgado y no importa lo que haga siempre queda así. – dijo llevándose un gran bocado a la boca.

Mu quedó un poco confundido. Shaina siempre decía que estaba gorda y Geist igual. No era que se privaran de los alimentos, pero tenían que ejercitarse el doble o a palabras de Shaina "todo se le iba a las caderas".

- Pareces algo ido. Todo bien?

- Bueno, estoy algo sorprendido de que te comiste una sopa de mariscos, una ensalada verde, una pechuga cordón blue con salsa de parmesano y vegetales cocidos y ahora un postre. – dijo Mu haciendo reír a Kyoko – Casi comes lo mismo que mi exalumno que ponía de pretexto que estaba en pleno crecimiento.

- Jajaja Si lo dices por la cuenta, ya te dije que pago la mitad. – dijo Kyoko sonriendo

- Y yo ya te dije que no te voy a dejar hacer eso, pero no es por eso. – replicó Mu – Es solo que no he conocido muchas mujeres pero las que si, siempre están cuidando su peso.

- Tengo un buen metabolismo, pero si me estas diciendo indirectamente tragona, espérate a que conozcas a mi hermana. Ella comería dos veces lo mío y te aseguro que sin ningunos modales. Siempre fue algo… necia a la hora de aplicar lo aprendido en casa.

Mu pareció interesarse. El sabia exactamente donde y con quien estaba su hermana, pero quería ver que terrenos pisaba antes de soltar esa información.

- Por que es tan importante encontrar a tu hermana? No es ni la primera ni la única chica que deja la escuela por cualquier motivo.

Kyoko bajo los cubiertos.

- Necesito saber que mi hermana no ha desvirtuado los valores que se le inculcaron desde su nacimiento. Que mi… debilidad, no la arruino. Es cuestión de responsabilidad y honor, Mu. Yo jure cuidarla y protegerla y nunca separarme de ella a mi madre en su lecho de muerte, y ahora le he perdido el rastro.

- No tendría por que ser responsabilidad tuya lo que ella haya decidido hacer, Kyoko. – respondió Mu muy serio – Tampoco vayas a aplicar en ti el Seppuku.

- Sabes por que decidí convertirme en Saintia Mu?

- No. No se me la historia. – contestó honestamente

- Porque un día, nos dimos cuenta que el destino de Sho era convertirse en avatar de la diosa Eris, y me hice Santia para evitarlo – dijo revolviendo su fruta en el plato mientras veía de nuevo en su cabeza el día que ella dejaba a Sho para irse a Suiza a entrenar – Desgraciadamente no hice ni una cosa ni otra.

Mu vio la expresión de su rostro y decidió cambiar de tema, contándole anécdotas graciosas de algunos dorados.

Del otro lado del restaurante, tapados por la pared que dividía ambas salas, Aleix y Sho terminaban su almuerzo.

- Diantres Sho! Como esperas seguir entrenando con todo eso que te comiste? – preguntó Aleix casi asqueado mientras Sho se acariciaba su pancita llena.

- Aun tendría espacio para un postre.

- Que postre ni que nada. Te voy a poner a dar 20 vueltas a todo lo largo de la playa para que lo bajes!

- Claro. Como usted solo come frutas y verduras, maestro – reclamó la chica levantándose del lugar con Aleix detrás de ella.

- Pues deberías hacer lo mismo – sugirió el rubio – Al rato te llevare rodando.

- Jajaja si pues…

Sho no terminó la frase. En cuanto vio a Kyoko de perfil, echo a correr a los sanitarios detrás de la mampara. Aleix no tuvo mas remedio que seguirla extrañado por su comportamiento.

- Tan pronto te hizo digestión la comida?

- No maestro. Es ella! Es mi hermana! – susurro angustiada

- Y por que no vas a saludarla?

- No quiero que me vea aun. Solo hasta que consiga la Scale y pueda demostrarle que no le guardo rencor por haber tomado de nuevo la armadura que a mi ya me habían dado. Si ella me descubre aquí le diría a mi padre y el me obligaría a regresar a casa y no quiero dejarlo, maestro. Ayúdame

Aleix dio algunos pasos para tener mas visible a la pareja. Parecían estar platicando bien, pero obstruían definitivamente la salida.

- Tendrás que darle la cara tarde o temprano. – dijo Alex en tono severo

- Si pero no ahora. – contestó Sho – Por que tenia que venir aquí? Ella debería estar en el santuario.

- Eso no es lo mas grave, sino que Mu te ha visto y estoy casi seguro que el sabe que tu eres la hermana de esa chica. Incluso podría apostar que por eso la trajo. – guardó silencio para pensar

- Le prometo comer solo frutas y verduras todo un mes, sin postre ni dulces si me ayuda – dijo haciéndole ojitos.

Aleix vio la escena. Ambos estaban platicando muy sonrientes. Seria su novia? No. Esa chica no era la misma con la que había ido a la boda de Minos. Por que el borrego menor podría tener a la chica que quería y el no? No era justo.

- Esta bien Sho, harás eso y mucho mas. Yo los distraigo y tu te escabulles, entendido?

- Si, si maestro. Gracias.

Aleix inhaló profundamente mientras sacaba su celular para fingir estar distraído. Con paso lento pero seguro, se acercó lo suficiente para darle un codazo por la espalda a Mu, quien en ese momento sostenía una copa con agua en su mano, haciendo que la derramara sobre las piernas de Kyoko.

- Hey! Fíjate por donde caminas! – exclamó Mu mientras Kyoko se limpiaba con la servilleta de tela. Se dio cuenta que era Aleix y se levantó molesto – Parece que tu ni con los ojos abiertos ves bien no? Discúlpate con la señorita.

- Yo? – siguió el juego Aleix – Ni siquiera deberían estar aquí. Los criados deben comer en el comedor de servicio.

- Que dijiste?

Los ojos de Mu mostraban su molestia. Había aceptado no meterse en el camino de su antiguo compañero para evitarle incrementar su odio, pero se estaba metiendo con el dorado equivocado. Ni siquiera se detuvo a pensar en si las respuestas que le estaba dando eran estando consciente de que era Shaka el que hablaba o no.

- Oh lo siento. Que acaso no te contrataste como el chacho del Sr. Fes? – dijo Aleix poniendo ojos inocentes – Con esas fachas y tus manos callosas, yo creí que si. Sorry.

Dio un paso hacia la salida esperando que con esta distracción Sho se hubiera acercado suficiente a la salida.

- Lo dice el que su concepto de moda es agarrar la sabana de su cama y enrollársela?

Aleix volteó de inmediato. Que acaso Mu, el borrego mas pasivo de todos quería echarle bronca?

- Ahhh ahora entiendo. Terminaste por teñirlas de amarillo y naranja para que nadie se diera cuenta de las manchas que tenían porque que mojabas la cama verdad?

- Estas jugando con fuego borrego – Advirtió Aleix.

Kyoko se excusó para ir a secarse al sanitario, momento que Sho aprovechó para salir de ahí.

- Las únicas cosas que se parecen a lo que describes son las túnicas budistas y te recuerdo cimarrón castrado, que tu también estudiaste budismo.

- Ah si! Jajaja olvidaba que tu "eras" la reencarnación de buda en la tierra – siguió Mu – Un hindú, flaco como vara de nardo, rubio como porrista americana y cabello de barbie queriéndose pasar por un líder espiritual gordo, calvo y chino. Al menos al buda original se le puede sobar la panza para tener suerte. Tu ni a tripa llegas.

Los ojos de Aleix se encendieron ahora junto con el cierre de sus puños.

- Ahora a ti que te pico? Siempre fuiste el típico cobarde que se alejaba de los problemas o terminaba parando las peleas. – Imitando la voz de Mu – "Primero debo pensar en una razón para pelear. Si no, no puedo actuar. Así soy yo bla bla bla"

- Me estas dando la maldita razón! – dijo Mu manoteando la mesa – Discúlpate con Kyoko y tratare de no desfigurarte la cara de muñeca que tienes.

- Con esa meretriz? Olvídalo. Hasta hace poco traías a otra de cabello mas corto no? – siguió provocando Aleix – Que? No sabia como moverlo?

- Cállate! Estas hablando de señoritas decentes!

Aleix puso cara de burla.

- Ja! Decentes? Ninguna mujer se fijaría en ti si no es porque les pagas para eso. También te lo enseño tu maestro? Después de todo el tiene fama de usarlas y desecharlas.

Mu hizo una mueca risueña.

- Y aun así, Shion se gano a Junet y tu no. Quien es el inútil ahora?

El cosmos de Shaka se encendió y Mu lo imitó. Los pocos comensales que estaban en el lugar a esa hora salieron corriendo junto con los meseros quienes comenzaron a llamar a Seguridad.

- No se si tu intención era que te pusiera tus puntitos de pecas pero lo conseguiste cabron! – Dijo poniéndose en posición de ataque

- No ex amigo. Borregon. El Cabron es Shura. – le dijo mientras tomaba posición también.

Kyoko salió en ese momento del baño.

- Si se van a pelear como animales, háganlo en condiciones normales a puño limpio! – gritó intentando que el daño colateral fuera menor.

- Eso no es ningún problema! – gritó Mu

- Hare tacos de barbacoa! – gritó Shaka antes de lanzarse ambos a golpear y esquivar.

Poco a poco los comensales comenzaron a correr apuestas para ver quien ganaba mientras los dos trataban sus diferencias como tal vez siempre habían querido pero no habían podido. Aunque tres de los generales marinos llegaron, no hicieron nada para detenerlos, sino todo lo contrario, los grababan con los celulares y los alentaban a seguir peleando.

Las mesas volaron, cristales se rompieron e infinidad de daños materiales fueron hechos antes de que seguridad parara la pelea y Kyoko regresara molesta a esperar a Yulij en la playa frente al taller. Mu había mostrado un lado salvaje y no estaba segura de que le hubiera gustado.

Septiembre 1, 4PM

Oficina de Julián Solo

Columbus Isle.

Shion no estaba furioso de que Hefestos le hubiera llamado para tan vergonzoso asunto. Estaba lo que le seguía. En sus ojos Mu pudo ver que de esta no se iba a salvar tan fácilmente y a Aleix no le iba mucho mejor con Julián. Parecían dos niños llamados a la oficina del director después de una pelea: Ojos morados, Labios partidos, Nariz sangrando, Cabello revuelto, su ropa sucia de comida y bebida y en algunas partes incluso rota. Si hubieran usado sus cosmos, se hubieran lastimado seriamente.

- En que carambas estaban pensando ustedes dos? – Gritaba Julián – Este hotel tiene su imagen y no dejare que todo por lo que he trabajado se vaya por la borda solo porque ustedes dos no se soportan, me escucharon?

- Si. – contestaron ambos

- Aleix! Sales de inmediato para Haití y ahí te quedas hasta que yo te diga – dijo- Se que te encanta trabajar con los Criollos. Ahora estarás trabajando codo a codo con ellos. Asignare a Sho con alguien mas mientras tanto.

- No es justo. – reclamó Aleix mirando a Mu a través de la bolsa de plástico con hielos que tenia en su ojo derecho.

- Desde luego que te voy a quitar de tu sueldo todo lo que destrozaron. – replicó Julián – Este comportamiento es inaudito en mi General Marino mas importante.

- Claro como no soy Kanon… - susurro Aleix

- Que dijiste?

- Que si, que me descuentes los destrozos. – contestó poniéndose los hielos en la cabeza.

- Y ni creas que dejare que te quites el dolor o que alguien mas te lo quite – dijo volteando a ver a Shion quien ni siquiera se dio por aludido – Es mas. Vete a empacar pero ya. Y regresa para que te de tus ordenes tan pronto estés listo.

Aleix hizo una pequeña reverencia antes de salir calmadamente por la puerta. Shion y Mu se quedaron frente a el.

- Y… cual es la explicación para haber golpeado a uno de mis generales marinos prácticamente en mi propia casa? – pregunto Julián aun molesto

- No golpee a su general marino como tal, sino al imbécil que me provocó en el restaurante a propósito y…

- Mu… cállate – Dijo Shion poniéndole una mano en el hombro – Le pedimos nuestras mas sinceras disculpas. Esto no había sucedido nunca antes y no sucederá de nuevo.

Julián lo miró. Ya no era el patriarca del santuario y aun así seguía infundiendo respeto.

- El no esta aquí como mi huésped sino el de Hefestos y de no haber sido por el, hubieras tenido que recoger su estatua en el fondo del océano.

- Ha sido muy benevolente de parte de Hefestos y de Usted el haberme dado la oportunidad de venir a responder por el. – dijo muy serio – Tenga en cuenta que después de haber renunciado al santuario, pudo haberlo perturbado el mundo real. Desde luego, el mismo pagara los daños.

Julián le extendió la factura que había inflado lo mas que pudo a pesar de que Aleix la pagaría de su sueldo. Shion la tomó y vio la cantidad lo que solo lo hizo enojar mas.

- Se que usted ha sido mas que magnánimo con la situación pero, me permitiría sugerirle algo? – dijo Shion a Julián

- Adelante.

- Hefestos es el encargado de hacer los brazaletes para sus huéspedes especiales pero se que ha estado sobrecargado de trabajo y esta atrasado en las entregas, lo que a ustedes les cuestan dinero. Permítale a Mu dos días para aprender a hacerlos y que los haga todos los días de sol a sol por 15 días hasta que comprenda que no estaba aquí de vacaciones y que su comportamiento no es aceptable. Creo que podrá ver que será muy útil para usted y valdría mas que lo de esta factura pues esos clientes pagan mucho mas que un cliente regular.

Mu lo miró asombrado. Era en serio? Pero si ya le quedaban pocos días de su curso y ya no quería estar ahí!

Shion ni siquiera se inmuto y Julián comenzó a hacer números en su cabeza confirmando que ese era un mejor trato.

- Hecho! Pero se le quitaran los privilegios de usar las amenidades del Hotel. – afirmó – Y a la otra llamare a la policía para levantar cargos.

- Muchas gracias por la oportunidad – dijo Shion – Con su permiso.

Ambos salieron de ahí y Shion se dirigió en silencio hacia donde estaba el taller de Hefestos.

- Maestro…

- Cállate Mu. No quiero oírte en este momento. Mira que a sus 25 pareciera que estoy tratando con pubertos de secundaria que se pelean por cualquier tontada. Te desconozco por completo Mu y estoy sumamente decepcionado. Ni siquiera puedo describírtelo y tampoco creo que te importe ya que no te importó deshonrarme con todo lo ocurrido.

- Lo… siento…

- Vas a sentirlo mucho mas, Mu, porque aquí no terminara esta lección. – dijo entre dientes – Que van a decir de la educación que me esmeré en darte? Acaso te ensene en algún momento a tratar así a tus excompañeros?

- El me provocó!

- Menos mal que ahora somos seculares o pudiste haber causado el inicio de otra Guerra Santa tu solo. Que vergüenza con Hefestos! Tanto que he alabado lo buen alumno que eres frente a el…

- Pero…

El teléfono celular de Shion comenzó a sonar e hizo un movimiento abrupto con su dedo indicándole silencio a Mu.

S Hola?

ž Maestro… mil disculpas si lo interrumpo.

S Saga hijo mío… que sucede. Todo esta bien?

ž No. Definitivamente me esta llevando pifas. Usted esta en Jamir?

S No. Estoy en el caribe.

ž Cree que pueda venir? Necesito de su consejo y ayuda. En serio es urgente.

S Donde estas?

ž Bogotá. Hotel Regency habitación 402.

S Tu no eres de los que pide ayuda así que dame unos minutos y llegare.

ž Si pido… pido pan y no me dan..

S ¿?

ž Pido queso y me dan un hueso…

S Que?

ž Y luego… snif snif… se me atora en el pescuezo…

S Válgame. No te muevas de ahí.

ž Ok!

Shion colgó y se volvió hacia Mu.

- Tengo que irme, pero ya te dije. Esto no será todo lo que escucharas de mi. Y cuidadito y te curas como dijo Julián. Necesitas recordar como es ese dolor para que no vuelvas a querer provocarlo por tonterías.

- Si maestro. Oiga pero… No le dijo a Junet que ya no usaría su teletransportación?

- No cuenta en emergencias. Pero por si las dudas no le digas – dijo desapareciendo de la vista de Mu quien dejo de hacerse el fuerte y regresó cojeando y tomándose el brazo izquierdo para aminorar el dolor.

Ese condenado Aleix o Shaka si que golpeaba como patada de mula, pero aun así sonrió un poco. Romperle la cara al vanidoso de su examigo había sido divertido y solo esperaba que si repetían la experiencia, no hubiera quien le llevara el chisme a su maestro.