Capitulo 212

1 de Septiembre, 7 pm

Hotel Regency

Bogotá Colombia

Saga acariciaba el cabello aun húmedo de Laura mientras esta dormía apaciblemente en la cama. El la había convencido de dormir un poco para olvidar un poco la ignominiosa manera de Hernando de morir frente a ella para dejarla marcada para siempre. A pesar de unas pocas protestas, ella había aceptado y el había podido hacer la llamada de auxilio a Shion.

Tocaron muy suavemente a la puerta y Saga supo inmediatamente quien era y corrió a abrir.

- Maestro! Muchas gracias por venir tan rápido – dijo abrazándolo como cuando era niño preocupando de inmediato a Shion.

- A mi también me da gusto verte Saga. Que paso?

- Pase por favor – dijo Saga cediéndole el paso – Gusta un vaso de agua?

- No gracias – respondió Shion viendo a Laura algo inquieta dentro de su sueno.

Saga regresó al lado de Laura para evitar que continuara su inquietud. Le dio un beso en la cabeza antes de pedirle con un movimiento de mano a Shion que se sentara en la cama frente a el.

Shion lo hizo y lo observó enternecido.

- No sabes cuanto he rogado a Athena que me permitiera vivir para verlos así Saga. – dijo – Me da tanta tranquilidad saber que estarán bien…

Saga sonrió.

- Ella es mi vida ahora…

- Y así debe ser. Pero estoy seguro que no me llamaste con urgencia para presumirme tu felicidad verdad?

Saga negó con la cabeza mientras acariciaba la de Laura.

- Hace poco mas de una semana, Kanon, Laura y Yo navegábamos por el mar Caribe y debido a ciertas… complicaciones, naufragamos. – dijo Saga.

- El Orgullo Marino naufragó? Que lástima. Kanon debe estar muy triste.

- Si bueno… yo se lo voy a reponer aunque sea lo ultimo que haga pero… cuando naufragamos, y estábamos inconscientes a merced de los elementos, de algún modo que aun no se, terminamos en medio del templo de Poseidón… en Atlantis.

- Kanon los llevó allá?

- No. Kanon y yo estábamos inconscientes.. – dijo acariciándole la mejilla a Laura – Ella fue la que de algún modo, nos transporto hasta allá.

Shion se quedó en silencio por unos segundos. Eso no tenia sentido si hasta donde el recordaba que le habían dicho, Laura era una secular sin manejo de cosmos aparente. Saga pareció adivinar lo que pensaba pues continuo:

- Se lo que piensa. Yo tampoco entiendo pero a raíz del naufragio simplemente apareció.

- Color?

- La mitad es blanco, la mitad es azul. Obviamente no lo controla, eso la asusta y desestabiliza y la tengo que sedar como en este momento. – le dio un beso en la frente – Ha pasado por mucho y no quiero que esto sea otra cosa que la haga sufrir.

- No recuerdo haber visto un cosmos de dos colores – dijo Shion dubitativo – Debe significar algo especifico.

Saga asintió.

- Si bueno… es que no he tenido la oportunidad de contarle que… también ha tenido encuentros no muy claros con la Diosa Artemisa y cuando estuvimos en Atlantis, La diosa Anfitrite pareció reconocerla de algún modo según me contó.

- Eso suena interesante – dijo Shion – Que tipo de encuentros ha tenido con la susodicha?

- Ni ella misma lo tiene muy claro, pero hasta hace poco no podía mencionar su nombre sin que le doliera la cabeza y se pusiera en un modo que solo puedo describir como de trance. – respondió Saga muy serio – Y sospecho que estuvo con ella durante su infancia intermitentemente en la forma de una monja de su colegio. Ella le pidió que encontrara el collar que hasta apenas hace unas horas pudimos tener en nuestro poder.

Shion pareció interesado en esto ultimo.

- Un collar? Puedo verlo?

- Si maestro. Para eso lo mande llamar con urgencia pues ella comenzó a decir incoherencias en cuanto lo tocó y su cosmos comenzó a fluctuar sin control. – dijo Saga mientras le entregaba el collar por el broche.

Shion lo tomó del mismo modo que Saga para examinarlo a detalle. No había duda quien había sido el forjador. El material y el detalle, solo podía haber sido obra de una persona o mejor dicho, un dios.

- Esto es un trabajo de Hefestos y… - Puso el dije en forma de luna y tridente en la palma de su mano – No hay duda de que existen dos cosmos en este dije: El de Poseidón y El de Artemisa.

- Si pero… por que? Para que? Que tiene este collar y que tiene que ver mi niña con ellos?

- Cálmate. Si te pones histérico te doy una cachetada – bromeó Shion en tono serio.

Saga bajo la mirada obedientemente mientras respiraba hondo y profundo haciendo reír a Shion.

- Como si alguna vez te la hubiera dado. Aunque ganas no me faltaron.

Shion siguió sopesando el dije en su mano.

- Los dioses son muy celosos de sus allegados y que una sola persona este en esta encrucijada no es nada sencillo. Me permitirías intentar leerlo a mi modo?

- Se lo suplico maestro.

- Gracias

Shion procedió a sellar la habitación con su cosmos para evitar algún accidente en caso de que se le saliera de control y encendió su cosmos. Al principio, el dije pareció resistirse a el brillando con luz cegadora, pero poco a poco se fue rindiendo hacia el cosmos de Shion, dejando una pequeña luz azul cielo:

- Fascinante.

- Que ha descubierto maestro?

- Es necesario que Laura porte en todo momento, este collar. Actúa como un… prisma inverso. – Explicó – Toma todo su cosmos inestable para focalizarlo en…

- En que? En que!

- Protegerla principalmente. Es como un amuleto, pero a la vez no. Le da la protección de ambos dioses pero a la vez, ambos intentan neutralizar al otro. Comprendes?

- Ni pio

- Jajaja

Shion cerró los ojos y dijo en voz alta:

- Saga, será mejor que despiertes a Laura pues… es importante que ambos vean esto.

Saga asintió y comenzó a despertar a Laura con un beso:

- Mmm… rico… dame otro – dijo aun adormilada.

Saga se acercó a su oído para susurrarle.

- Amor tenemos visitas y se te ve la ropa interior o bueno eso creo. Si te pusiste verdad?

Ante esta declaración Laura se levantó como resorte intentando taparse sin recordar que estaba completamente vestida.

- Buenas tardes. – exclamó al ver a Shion frente a ellos.

- Hola Laura como estas? – dijo Shion en actitud serena

- Bien gracias y usted? Gracias por permitir que Camus fuera con Saga para rescatarme y por mandar a Marín a ayudarlos y por todo lo demás que no recuerdo ahorita pero… muchísimas gracias.

- No tienes que darlas. Para eso estamos y nos alegra que ya estés recuperada. Como te trata este hombre?

Laura iluminó su rostro con su mejor sonrisa

- Maravillosamente. No puedo pedir nada más, es lo mejor de mi vida.

- Esa respuesta me alegra el corazón y deja tranquila a mi alma de padre. Estábamos haciendo una lectura del cosmos de tu collar y hay información que te podría interesar tener, me permites tu mano? Prometo que no dolerá.

- Si eso nos ayuda a entender mas todo este enredo…

- Saga, por favor toma la mano de Laura para poder conectarlos. Vean lo que vean, no rompan la conexión hasta que yo lo haga. Entendido? Si lo hacen literalmente pueden matarme.

- Si! – Exclamaron ambos.

Los tres se tomaron de la mano y el dije los transportó mentalmente hacia el templo de Artemisa en el Olimpo, donde estaban en entrenamiento las Satélites Negras de Artemisa comandadas por una Joven Guerrera llamada Sofia. Hermoso cabello negro y suelto hasta debajo de la cadera que adornaba únicamente con una diadema dorada mientras sus grandes ojos marrones denotaban la determinación de demostrarle a su señora que su escuadrón era el mejor.

Artemisa a propósito movía los blancos para intentar que fallaran, pero el arduo entrenamiento de todas, hacia que esto fuera imposible. La diosa sonrió satisfecha.

- Felicidades Sofia. Puntuación Perfecta. Esperemos que continúes así

- Gracias Señora – dijo haciendo una reverencia

- Descansen todas. Necesito hablar con Sofia a Solas. – ordenó Artemisa haciendo que todas se aprestaran a romper filas dejándolas solas en el campo de tiro – Sofia… eres mi mas fiel comandante en este momento. Verdad?

- Sabe que daría mi vida por usted, mi señora – dijo Sofia con una rodilla en el suelo

Artemisa entonces le entregó un paquete.

- Necesito que bajes y busques a Hefestos. Dile que es Urgente que arregle esto que le mando porque si Apolo se entera que lo rompí por error, no quiero ni decirte lo que pasaría.

- Estará listo lo antes posible mi señora. Confié en mi.

- Ah! Y por ningún motivo dejes que Calixto te vea. – pidió Artemisa mirando por sobre su hombro – A veces creo que trabaja también para mi hermano.

- Nadie aquí se atrevería a traicionarla señora. – repitió Sofia.

La imagen cambio y ahora habían sido transportados al fondo del Mar. Justo en templo donde Laura, Saga y Kanon habían estado después del accidente.

Un caballero joven, de cabello tan rojo como el de Apolo y ojos color miel, vestía la Scale de Dragon del Mar. Atendía arrodillado el llamado de la Diosa de Mar at templo de Poseidón.

- Morgan, me alegro que hayas venido tan rápido.

- A sus ordenes señora.

- Hay noticias del tridente? – preguntó

- No señora, aun no. Todos tienen ordenes de entregarlo en cuanto lo vean.

- Esta bien. Mi señor Poseidón deberá renacer en cualquier momento de esta era y es nuestro deber estar preparados. – recalcó.

- Si mi señora. Estaremos listos para cuando eso suceda. – dijo Morgan – Solo que…

- Que?

- Una de las Scales sufrió daños y el General Marino del Pacifico Norte no puede ayudarnos a buscarlo.

- Es mucho el daño?

- El Casco.

- Llévalo a reparación con Hefestos cuanto antes. – Dijo – Que se haga cargo.

La siguiente imagen era del mismo Caballero frente a la estatua de Poseidón con una rodilla en el suelo marino:

- Mi señor, tengo que hacerle una confesión: Estoy enamorado de una chica de la luna. Llevamos mucho tiempo conviviendo y… debo reconocerlo ahora porque tengo corrientes dentro de mi que ya no soportan este gran sentimiento por ella, y creo que ella siente lo mismo por mi. Puedo sentirlo cada vez que reposa su cabeza sobre mi, cuando el brillo de la luna que protege refleja sus rayos sobre mi y ya no se que hacer, pues le he jurado mi lealtad absoluta a usted. Deme una esperanza de que no romperé mi voto con usted aun cuando mi corazón le pertenezca a ella. Por favor.

El no se dio cuenta que una figura de cabello celeste también había escuchado su suplica y estaba dispuesta a ayudarlo.

Sin embargo, en el Templo de Artemisa, la confesión de Sofia no había sido tomada con buenos ojos por Artemisa.

- Has roto tus votos hacia mi! – gritó furiosa

- No mi señora. Mi amor por usted no ha cambiado – trato de explicarse Sofia – Mi cuerpo aun inmaculado y mi alma le pertenecen y mi lealtad también. Sin embargo, mi corazón se encuentra ahora al lado del Pilar del Atlántico Norte.

Pero Artemisa no quiso escuchar razones. Su mas querida Satélite, había caído en las redes de un hombre y sabia que era cuestión de tiempo para que la abandonara dejándola a su suerte.

Durante varios meses, Artemisa hizo todo lo posible por mantener ocupada a Sofia en su templo probando su paciencia y su lealtad. Cada semana había una audiencia entre Artemisa y Sofia donde la primera ponía a prueba sus habilidades y amor por ella, pruebas que Sofia pasaba sin problema ya que gracias a esto, Artemisa la dejaba bajar una hora a la tierra.

Morgan y Sofia aprovechaban cada minuto de esa hora para crecer su amor bajo la luz de la luna y se separaban llenos de esperanza de que algún día, sus respectivos dioses les permitieran estar juntos.

Un día, Artemisa tuvo una entrevista con Anfitrite.

- Comienzo a creer, que el amor entre esos dos es verdadero. – dijo Artemisa – El amor del cual mi hermana Athena siempre esta alardeando.

- Mi señor Poseidón esta muy contento con el trabajo de Morgan. – le dijo – Y cuando le preguntó que tesoro quería como recompensa, el solo respondió que quería permiso para desposar a Sofia.

Artemisa se quedó callada por un momento. Un humano de verdad rehusaba oro y joyas, por el amor de una chica?

- Por que no le das permiso a Sofia de desposarse con Morgan? – preguntó Anfitrite – Velo como que, no perderás a una comandante, sino ganaras un aliado importante.

- No lo había visto así. – confesó Artemisa – El amor es algo desconocido para mi y no quiero perder a Sofia, pero la ley dice que dos miembros de elite de dioses antagónicos, no pueden estar juntos.

- Yo se que tu no puedes tener a Morgan en el Olimpo por ser varón y no podemos tener a Sofia abajo pues no tiene una Scale – dijo Anfitrite – Déjalos que se casen y que sigan viéndose como hasta ahora, solo que un poco mas de tiempo. Ambos se lo merecen. Tómalo como un experimento social secreto. Tendrán la lealtad de ellos y de sus hijos y si funciona, habrá un precedente para quitar esa estúpida ley. Sabes que te ganarías a Hera con ello.

Artemisa no dijo nada pues la idea no le parecía descabellada.

- Hijos? Mmm… seria muy útil tener a una nueva recluta con las habilidades de ambos padres.

- Por que habria de escogerte a ti? El mar es mucho mas hermoso que la luna. – reclamó Anfitrite – Además mi señor seria mucho mejor mentor que tu y lo sabes.

- No me busques, que sin mi, tus mares no tendrían Mareas…

- No voy a discutir contigo. – dijo la diosa peliazul – Mi señor ya esta de acuerdo y con o sin tu permiso esos dos chicos estarán juntos. Ves como el es mejor que tu?

La imagen rápidamente mostro una ceremonia intima de unión con solo Artemisa, Poseidón (en su vasija) y Anfitrite en la playa, a medianoche de octubre con la enorme luna llena brillando en lo mas alto. El tiempo pasó muy rápido dejando ver a una Sofia en embarazo avanzado muy feliz, a Hefestos fabricando una joya con el cosmos de lo los pocos días llorando desconsolada sobre un montículo de arena con una cruz en el centro debido al deceso de Morgan por un contratiempo en un huracán categoría 4. Poco tiempo después, el doloroso nacimiento de una niña de cabello castaño en la habitación de Artemisa, la bendición del dios de los mares y la diosa de la luna mientras colgaban en el cuello de la bebe el dije que sellaría su destino.

No contaban tampoco con que la salud de Sofia comenzaría a decaer por extrañar a Morgan y su deceso 30 días después con la niña en brazos. Apolo fue testigo de esto y se volteó a su hermana.

- Yo que tu, tendría piedad de la niña y la uniría al destino de sus padres.

- Como puedes ser tan cruel hermano – decía mientras cargaba a la niña con ternura. No podía hacer eso. Mientras su madre no podía sostenerla ella le contaba cuentos respecto a la luna y el mar para mantener la llama de ambos elementos encendida – Sustituirá a su madre en su puesto.

- Deshazte de ella. No tienes por que cambiar panales que no sean de nuestros hijos. – espetó Apolo haciendo enojar a Artemisa – Hasta te ayudaría con eso.

- Eres un idiota Apolo. Lárgate de mi templo! – gritó – No te vi cambiar panales de ninguno de tus 20 hijos y tu y yo jamás… escúchalo bien… jamás estaremos juntos! Degenerado!

- Eso ya lo veremos – dijo saliendo del templo para no regresar en mucho tiempo – Solo te digo que esa niña te dará mas problemas que alegrías. Te acordaras de mi cuando eso suceda.

Pero Artemisa no pudo quedarse tranquila. Sabia que por el pacto hecho con Poseidón, ambos tenían derecho a reclamar a la niña, por lo que selló su cosmos para que no pudiera ser rastreada y cuando Poseidón se entero por Apolo de la muerte de Sofia, envió a Anfitrite por la niña, mas Artemisa le informo que la bebe también había fallecido y ambas habían sido enterradas junto a Morgan.

Con la perdida de Morgan y su hija, Poseidón había comenzado a escuchar las ideas de Hades acerca de conquistar el mundo y a Ares quien le prometió conseguirle un nuevo Dragon del Mar si le concedía permiso de varias rutas para sus negocios, por lo que Poseidón y Anfitrite perdieron interés en el asunto y no recordaron corroborar esa información.

Saga impactado jaló a Laura inconscientemente haciendo que esta a su vez soltara la mano de Shion quien al cortarse la conexión tan abruptamente cayó de rodillas al suelo sin aire y con los ojos cerrados.

Saga corrió hacia el, mientras Laura iba por una botella de agua toda mareada y con su cosmos haciendo temblar la habitación al no poder controlarlo.

- Ayuda? – dijo mientras regresaba y le entregaba la botella a Shion quien le entregó el collar a Saga

- Pón… se… lo… - susurro Shion tratando el mismo de luchar por controlar el desajuste que habían hecho con el tanto mental como espiritualmente

Saga obedeció rápidamente y como si fuera una aspiradora, el collar absorbió su cosmos para comenzar a brillar sus piedras, una blanca y una azul.

Shion tomó agua de la botella mirando a Saga con cara de pocos amigos antes de cerrar los ojos exhausto. Pasó casi un cuarto de hora antes de que Shion pudiera abrir de nuevo los ojos teniendo a Saga y Laura junto a el.

- Lo siento maestro… No quise hacerlo pero lo que dijeron…

- Si ya se cuanto te afecta escuchar de lo que hizo Ares contigo Saga, pero Laura necesita que te controles o no podrás ensenarla a hacerlo. – dijo sentándose en loto por no estar en sus cinco sentidos aun.

Laura veía el collar y después a Shion.

- Disculpe Shion, pero… no entiendo del todo aun. Mi mama se llamaba Nina. Nina Diaz y mi padre era Esteban Gomez. Yo… yo soy de Colombia y no entiendo como podría ser de otro modo. – dijo Laura

- Bueno, pues… ese es un misterio que gracias a que tu marido no se pudo controlar un poco mas, no lo sabremos. – Dijo Shion en tono de reprimenda que hizo que Saga pusiera sus manos detrás de su espalda y comenzara a balancearse como niño reganado.

- Perdón.

Shion desbloqueó la habitación y se levantó poco a poco mientras miraba su reloj.

- Debo irme que si no mi carcelera se dará cuenta de que hice trampa.

- Entonces su cosmos…

- En cuanto se quite ese collar estará tan inestable como la viste. – dijo Shion – Ensénale todo lo que deba saber para que no se vuelva loca…

- Mas? – replicó Saga antes de recibir un coscorrón por parte de su mujer

- … pero ten en cuenta que mientras no tenga puesto ese collar, su cosmos es rastreable y si dos dioses la quieren en sus filas, lo mas seguro es que quieran venir por ella. Tal vez mas adelante podremos saber el final de la historia pero no hoy.

- No, eso no! Nadie se lleva a mi Lau – reclamó Saga.

Shion se encogió de hombros y se despidió de ambos antes de desaparecer rumbo a su casa. Saga abrazó a Laura con todas sus fuerzas y comenzó a planear como podría hacer para evitar que tanto Artemisa como Poseidón notaran el cosmos de Laura, porque como que se llamaba Saga, que nadie la iba a arrebatar de su lado.

Septiembre 2, 11.00am

Hospital Vidyayevo

Múrmansk, Rusia

Fler fue ayudada por Siegfried a bajar del helicóptero después de que este ayudara a su hermana a bajar. No reconoció en absoluto los edificios, bosques y mucho menos el hospital donde estaba el helipuerto donde habían aterrizado minutos antes. A pesar de mil preguntas que cruzaron por su cabeza, el sonido de las aspas y un Siegfried preocupado por la salud de su esposa, le impidieron hacerlas en tiempo y forma. Fue hasta que vio las letras en alfabeto ruso que se dio cuenta que ya no estaban en la península escandinava.

- Tanta vergüenza te causa que me vean en estado de gravidez contigo hermana, que tenias que traerme a Rusia? – preguntó Fler con un semblante triste mientras bajaban por el elevador.

- No seas ridícula Fler. – Contesto Hilda aun del brazo de Siegfried – Múrmansk es la ciudad mas cercana con el equipo de primera que Siegfried quiere usar para que revisen a nuestro hijo.

- No es que no confíe en lo que dicen los médicos de Asgard – dijo Siegfried – Pero es el o la heredera y después de lo delicada que ha estado Hilda, no escatimare en los mejores médicos del área.

- Y Además es la mas cerca de Asgard en helicóptero – Aclaró Hilda – Siegfried estaba muy nervioso de que nos fuera a hacer daño.

- Si sabes que una mujer embarazada no es de cristal, verdad cuñado? – refirió Fler viendo que seguía sobreprotegiendo a su esposa. Tal vez con un dejo de envidia porque ella también iba a hacerse un control y no tenia al padre que la mimara así.

Siegfried le lanzó una mirada poco amistosa que Fler decidió ignorar. Ya llevaba una semana conviviendo con ellos y estaba un poco desesperada por no poder comunicarse con Thes, pero no contaba con que su compañía celular no tuviera cobertura en ese lugar tan alejado de la civilización.

Pasaron al área de gineco obstetricia y tomaron asiento en la sala de espera. Estaban llenando los formatos que ambas chicas llenaron rápidamente y esperaron. Hilda tomó las manos de su hermana para controlar sus nervios mientras le sonreia dulcemente.

- No sabes lo que significa para mi el que aceptaras acompañarme esta vez al medico, Fler – dijo – Estoy muy nerviosa.

- Todo saldrá bien, Hilda. – respondió Fler algo conmovida de presenciar a su hermana contando sus sentimientos – Me siento honrada que a pesar de todos los disgustos que te hago pasar, aun me quieras dentro de tu vida.

- Eres mi hermana pequeña Fler – dijo Hilda besando las manos de Fler – A veces puedo parecer una mala mujer, pero todo lo hago por tu bien.

- Lo se, hermana, lo se. A propósito. Verán el sexo del bebe?

La sonrisa de Hilda se hizo mas amplia.

- Desde luego. En este hospital tienen los ultrasonidos 4D y Siegfried ya hasta tiene el marco para la primera fotografía de nuestro hijo.

- Y… tu que quieres que sea? Nino o Nina?

- Yo quiero que sea un bebe sano. – volteó a ver a su marido quien sacaba su diccionario para leer un cartel sobre maternidad – Yo preferiría que fuera niño. Con la gallardía y valentía de su padre…

- Y para que no te quite la atención de tu marido verdad? – bromeó Fler – Imagínate una niña tan bonita como tu y con tu mismo carácter.

- Eso seria todo un reto – contesto Siegfried acercándose – Acéptalo querida, seria bastante difícil de educar si ambas tienen el mismo carácter.

- Me suena a queja.

- Claro que no. – dijo dándole un suave beso en los labios – A pesar de eso no te cambiaria por nadie.

- Que dulce eres.

Fler decidió levantarse un rato para no interrumpir el romance entre sus hermanos. Con las veces que había soñado poder tener ese tipo de demostraciones de afecto de Camus en su momento…

Su chaqueta comenzó a vibrar al comenzar a recibir todos los mensajes y correos que hasta ese momento sin señal, su celular no había podido obtener. Algunos eran de proveedores, uno de Thes, y cerca de 8 mensajes de Camus a Gigi preguntándole si ya había regresado a Paris.

Volteó a ver a Hilda y Siegfried quienes seguían muy acaramelados y se sentoo del otro lado de la sala para contestar a través del sistema de mensajería de su proveedor de correo:

"Hola! No. Sigo en casa de mi familia. Regresare la próxima semana."

Cerró el celular y volvió a guardarlo en su chaqueta. No tardaron en pasar al medico los tres juntos.

Una hora después, los tres almorzaban en un pequeño restaurante rustico.

- No puedo creer que llevo una hora viendo a Siegfried sonreír sin parar – dijo Fler de buen humor – Creo que has batido tu propio récord.

- Mis sonrisas las guardo para momentos muy íntimos en los que … obviamente no puedes estar Fler – contestó.

- Demasiada información. Y como lo van a llamar? – preguntó Fler

- No lo se… Pero tenemos 13 semanas para discutirlo – respondió Hilda – Y tu? Tu nena va a salir preciosa!

Fler sonrió emocionada.

- Si, lo será y se convertirá en la modelo mas joven de la boutique y… - de pronto recordó que eso ya no seria posible, pues su matrimonio estaba previsto para antes de Octubre – Hilda…

- Si?

- Como es mi… futuro esposo?

Hilda pareció incomoda con la pregunta y decidió tomar de su bebida para evitar contestarla.

- Es joven? Es viejo?

- Mas o menos de mi edad – contestó Hilda sin querer dar mas detalles

- Pero… necesito saber! – insistió Fler – Es un lugarteniente? Es rico? Porque si busca mi dote…

- No necesita el dinero si lo que crees es que le ofrecí algo a cambio de tu mano. – aclaró Hilda

- Yo se que no me venderías pero… quisiera tener una idea mas clara de quien es, o donde voy a vivir! – reclamó Fler.

Hilda se acomodó en su silla.

- Aun se están afinando algunos detalles al respecto Fler pero… la persona que negoció tu matrimonio de parte del novio, nos aseguró que solo requieren de un matrimonio de palabra, por lo que podrás vivir donde tu quieras y solo serás obligada a estar presente junto a el en ocasiones especificas.

Fler volteó a ver a Siegfried suplicando con la mirada que la ayudara.

- A mi ni me veas que yo no se mucho mas que tu. – le dijo

- Pero hermana… entonces quieres decir que podría quedarme contigo o vivir en Paris? Que diría el consejo? Y que diría todo el pueblo si no tengo un matrimonio normal? -reclamó Fler

- Dirán que tu matrimonio estará mas bendecido que los de ellos – sonrió Hilda – Además, acaso no querías ser libre para criar a tu bebe? Así lo serás.

- Pero… ella llevara su nombre…

- Eso si…

- Y si …. En el futuro el me… - se sonrojo – me pide que tenga mas hijos?

Hilda se levantó violentamente de la silla sorprendiendo a su esposo y su hermana. Tomó unos segundos para recuperar la compostura.

- Eso… Yo espero que no suceda. Lo pondré en el contrato si así me lo pides. – dijo finalmente

- No, no…. Yo…. Supongo que ya que lo conozca puede ser que cambie de opinión para tener una familia normal – dijo Fler – Tranquila… no te hace bien inquietarte así en tu estado.

- Lo siento.

Los siguientes minutos la pasaron con una conversación mucho mas tranquila y con el tópico perfecto para evitar discutir: sus hijos. Tal vez en unos poco días mas, podría sacarle un poco mas de información a su hermana acerca de su futuro esposo.

Septiembre 2, 8 am

Oficinas de Gobierno

Hong Kong, China

Dohko esperó y esperó en la esquina siguiente a la explanada del Edificio de Gobierno donde había visto aparecer a Akane varias veces. Era el segundo día que esperaba sin éxito y se le hizo raro que ella faltara a trabajar. A menos que le hubieran dado días libres o vacaciones, pero por alguna razón, dudaba mucho que así fuera. Por lo poco que había platicado con ella, sabia que no le gustaba llegar tarde y por tanto, a las 7.30 de la mañana debería haber cruzado por esa esquina.

Estaba a punto de irse, cuando a lo lejos vio que ella se aproximaba muy despacio vestida en un traje negro de pantalón y zapato bajo. Cuando se acercó lo suficiente pudo darse cuenta que a diferencia de todo ese tiempo que la había conocido con el cabello recogido de forma adusta, hoy llevaba el cabello suelto tapándole media cara, traía lentes obscuros y su mano izquierda estaba extrañamente enguantada de negro y doblada hacia su pecho mientras cargaba su portafolio en la mano derecha. Iba con la cabeza ligeramente agachada y absorta en sus pensamientos.

Cuando levantó la vista para cruzar la calle y vio a Dohko, deseó con todas sus fuerzas que no la hubiera visto, no fue así. Dohko la había visto y trataba de llamar su atención con la mano.

- Akaneeeee aquiiiii – gritaba desde el otro lado de la calle haciendo girar la cabeza de algunos curiosos.

Akane respondió ligeramente con la mano enguantada antes de quejarse un poco por el dolor en las costillas y acomodar sus lentes. Una vez que terminó de cruzar la calle se detuvo frente a Dohko.

- Maestro Dohko Buenos días.

- Buenos días. Me tenía preocupado.

- Preocupado porque? yo lo hacía ya en Grecia luego de librarse del problema - dijo mirando hacia todos lados

- Busca a alguien? – preguntó curioso al notar su comportamiento.

- No, no. Disculpe, no busco a nadie

- Entonces en que quedamos? Ah si! Creí que habíamos acordado que las ayudaría hasta dar con los responsables del asesinato de la Sra. Vanderbilt.

- No debería hacerlo. No es seguro para usted. Nosotras estaremos bien.

- Lo estarán mientras yo este aquí. Dígame maestro… ha paso algo con Wu o con la juez Ping que yo deba saber?

Dohko la miró interrogante.

- Wu se fue a Shanghái a ver a su familia y la juez entro rodeada de reporteros hace una hora. Por qué?

Akane pareció quitarse un gran peso de encima.

- Que alivio.

- Le sucede algo Akane? La noto misteriosa- preguntó intrigado- Tal vez pudiéramos platicar en otro lugar. Aun no he desayunado. Le gustaría acompañarme?

- Seria un placer – contestó Akane – Se le antoja algo en particular?

Dohko hizo un gesto de estar pensando.

- Que le parecería una sopa de miso blanco, un estofado de algas, una sunomomo y un umeboshi?

- Bueno… hace como 10 años que no desayuno algo tan… anti patriótico pero… no veo por que no pueda hacerlo. – contestó Akane sonriendo – Tiene algún lugar en especial en mente?

- Pues estaba pensando que Tokio estaría bien. – dijo esperando que entendiera la indirecta.

- Lo siento pero mi pasaporte esta… secuestrado por el momento – respondió Akane.

- Oh que lastima! – dijo Dohko fingiendo la voz – Entonces, que le parece un rapidin en aquel oscuro callejón sin cámaras? – dijo guiñándole el ojo antes de jalarla de la mano que traía el portafolio haciendo que Akane casi fuera corriendo mientras todos los colores se le subían al rostro.

- Ra… rapidin?

Tan pronto llegaron al callejón y quedaron fuera del alcance de la vista de todos, Dohko utilizó su cosmos para llevarlos a Tokio, con tan mala suerte en sus cálculos, que quedaron dentro del lago del parque Ueno, a solo un metro de la orilla quedando empapados hasta las rodillas.

- Ah genial! Ahora resulta que necesito repasar geografía – se reclamó Dohko a si mismo.

- Véalo por el lado amable, al menos no fue un chapuzón completo – dijo Akane intentando caminar hacia la orilla con tan mala suerte que cayo sobre su trasero logrando que su portafolio no se mojara pero todo lo demás si. – Creo que no es mi día.

Dohko se apresuró a ayudarla.

- Debe tener cuidado. El suelo esta enlamado. Lo siento. Espero que sus zapatos no sean de esos que si los pago me quedo sin comer 6 meses. Chu chu les llaman?

- Jaja Jimmy Choo? Ya quisiera. – dijo Akane sujetándose de su brazo para salir del lago – No llego ni a tener una pobre imitación de ellos.

- Fiuuu menos mal – dijo sacándola del lago y sacudiendo el excedente de agua de sus piernas como perro mojado – Y ahora para donde?

- No entendí. Creí que sabia hacia donde ir – respondió Akane

- Esperaba que me dijera hacia donde esta la casa de su madre para que nos invite a desayunar, porque seguro cocina mejor que los restaurantes. – dijo Dohko guiándola hacia la salida del parque

Akane se paró en seco.

- Como dice? Mis padres? Esta diciéndome… que me trajo a ver a mis padres?

- Bueno… - dijo Dohko rascándose la cabeza – soy medio malo dando sorpresas agradables pero esa era la idea.

Akane se volteó para buscar en su portafolio una polvera y para sorpresa de Dohko, le dio la espalda y comenzó a hablar sola mientras se quitaba los lentes y retocaba su maquillaje:

- No… no… no pueden verme así… se asustaran…

- Asustarse? De que habla? – dijo tomándola de la mano izquierda para girarla haciendo que Akane se quejara de dolor y dejara caer la polvera al suelo – Pero que…?

Dohko la puso contra la luz y se dio cuenta que a pesar del maquillaje, la mejilla de Akane estaba algo hinchada en el pómulo y de un color morado que con el maquillaje se veía gris a pesar de que intentó cubrirlo lo mas que pudo.

- Quien le hizo esto? – Pregunto muy serio mientras le quitaba el guante con cuidado

- La… la mesa de noche…

Dohko frunció el ceño mientras veía la mano vendada y con unas pequeñas manchas de sangre seca – Pertenece a Algún club de la pelea? Porque una mesita de noche no hace todo esto.

Akane le quitó la mano para colocarla de nuevo contra su pecho.

- Me resbale y puse mal la mano y me golpe con la mesa de noche.

Dohko volvió a tomarle la mano y esta vez le quito la venda.

- Dígame que marca de muebles pone dientes en las mesitas de noche para no comprarla – reclamó muy serio al ver las marcas de defensa en los nudillos – Fue el Gobernador?

- No. El no. No tiene las bolas para hacer el trabajo sucio. – dijo Akane – Pero si sus golfas/asesinas. Es por eso que debo proteger a mis padres a como de lugar. Se que sospecha que yo lo ayude a salir de la cárcel y a ellos les puede ir mucho peor.

- Al menos te defendiste – dijo sin importarle que la tuteara inconscientemente

- Supongo que de no haberlo hecho me hubiera ido peor. – respondió Akane – Fue una simple advertencia. De haber sido en serio, me hubiera enviado a sus matones de mas de 2 metros.

Dohko no contesto. Estaba pensando en mil formas de torturar a ese desgraciado a su regreso a China.

- No he visto a mis padres en 10 años. – dijo ilusionada – Pero si me ven golpeada… mejor vámonos. No quiero preocuparlos. Lléveme de regreso a Hong Kong por favor.

Dohko la miró por un momento mientras hacia una mueca. El había esperado que Akane estuviera contenta y sonriera mucho pero no estaba saliendo como el quería. Akane lo miraba suplicante.

- El problema es que la vean con el ojo morado?

- Pues… si

De pronto a Dohko se le iluminó la cara y quitándole el portafolio, la jalo de su mano buena.

- A donde vamos?

- Ya lo vera.

Dohko detuvo un taxi y le pidió que los llevara al estudio de yumekoubou mas cercano. Cuando llegaron, le abrió la puerta y la ayudo a bajar.

- ok llegamos. Solo no se desmaye de emoción al verme y no, repito, no tome fotografías ni se las mande a mi hermano por ningún motivo.

- No le prometo nada – dijo siguiéndole la corriente pues era obvio que ella no tenia forma de contactar a Shion.

Dos horas después, un samurái vestido en kimono y una maiko correctamente vestida y maquillada llegaron al departamento de los Li en el Barrio de Meguro con un portafolio y unas bolsas de plásticos en la mano. Estaba en el segundo piso de un edificio sobre la calle empedrada que corría por una ladera. Akane estaba nerviosa pero emocionada.

Akane revisó una vez mas la dirección y tocó a la puerta. Tardaron solo unos segundos en abrir y Dohko pudo reconocer ahora al padre de Akane, a quien había visto en los cinco picos, solo su cabello ahora era cano en la mayoría de su cabeza:

- Diga?

- Baba! – exclamo corriendo para abrazarlo

- Akane? – preguntó sorprendido antes de abrazarla fuertemente – Akane! Mi gorrioncito!

- Baba!

Dohko observo enternecido la escena. Ahora comprendía que en serio Akane estaba preocupada por ellos y no exageraba acerca del peligro que corrían después de verle la cara.

- Akane que paso? Por que estas aquí? No que no me guste y emociones pero… acaso paso algo malo? Te descubrieron?

- No, no… tranquilo…

- Su hija solo cumplía mi sueno de tomarme fotos estilo japo – intervino Dohko haciendo pose de Karate.

El padre de Akane lo miró por primera vez.

- Y usted es…?

Akane se separo de su padre para presentarlo.

- Padre… tal vez no lo reconozcas pero… es el maestro Dohko! El de los cinco picos, lo recuerdas?

- Si Claro. – le extendió la mano – Li Hui Ying

- Yinbang Dohko – dijo estrechándole la mano divertido.

- Pero pasen… pasen! Tu madre se pondrá muy contenta de verte.

Los tres pasaron al recibidor donde Akane por inercia se quitó los zapatos y siguió descalza a su padre, pero Dohko, al no estar acostumbrado dio un paso fuera del Genkan los zapatos ganándose un azote del abanico de Akane en la cabeza por parte del Sr. Ying.

- Esos modales jovencito! Quítese los zapatos!.

- Ouch… - exclamó sobándose Dohko regresando sobre sus pasos para quitárselos y quedar descalzo – menos mal que mis ojos de pescado traen lentes de contacto.

Akane no pudo evitar reírse y volver a abrazar a su padre.

- Eso Akane. Tienes que pagarme 10 años de abrazos.

- Toditos Baba… y mi Oka san?

- Fue a comprar arroz para el almuerzo. No debe tardar. – dijo conminándolos a sentarse – Ya en serio, por que estas aquí? Sabes que no debes de jugar con esa gente.

- El maestro Dohko dijo que quería probar la mejor sopa de miso blanco de Japón. Así que tome la oportunidad para venir a verlos. – respondió Akane

- Por que le sigues diciendo el Maestro Dohko? Estas tomando clases con el? No es como muy joven para eso?

- Baba… es "el" Maestro Dohko… Que necesitas para que veas que es cierto? Ya se que no esta ni chiquito ni moradito pero es el!

- Ah no, Akane. Intimidades no. – Bromeó Dohko recibiendo de nuevo otro golpe de abanico en la cabeza – Ya… me van a salir chichones. Ya me porto bien.

- Mejor pregúntale algo que solo tu sepas de el – dijo Akane – Algo que hayan hablado o hecho y que nadie mas sepa.

El padre de Akane se quedó pensando.

- Pues… a ver. Que fue lo que le di a guardar antes de regresar con Akane e irme?

- Lo único que recuerdo es un espejo en forma de Bagua que era la llave para poder entrar al Senkyo…

Al Sr. Ying se le cayó la mandíbula por la sorpresa.

- Pero… pero…

- El nos va a ayudar, baba…

El grito potente de una mujer pidiendo auxilio en el pasillo interrumpió la conversación.

- Oka san! – gritó Akane corriendo hacia la puerta siendo seguida por su padre y Dohko.

Cuando salieron, pudieron ver a un hombre de aspecto siniestro, vestido de negro y con una armadura de metal extraña, que definitivamente no era japonesa, pero Dohko sabia que se trataba uno de los Caballeros Negros. Su cosmos lo delataba aunque no pudo reconocer la armadura. Traía cargando de la cintura a una mujer de mediana edad que había dejado caer unas bolsas de compras y estaba tratando de zafarse.

- Akane! Entra con tu padre y espérame ahí.

Akane miró a Dohko y supo de inmediato que eso no era un juego.

- Tenga cuidado y no permita que le haga nada por favor. – dijo jalando a su padre para resguardarlo dentro del departamento.

- Quítate estorbo – dijo el caballero negro – Tengo otro paquete que recoger.

- Yo espero que me estés hablando a mi para poder darte una lección – dijo Dohko – Como te atreves a siquiera tocar a mi futura Oka san.

- Ja! Un idiota con bata es como una cucaracha para mi – exclamó dando un paso para adelante.

- No es una bata! Es un Kimono… (creo) – replicó Dohko desabrochándoselo, quitárselo y quedarse en pantalón mientras tarareaba una tonada tipo stripper – Pero si no te gusta mi disfraz, me lo cambio por uno mas a tu altura.

Dohko encendió su cosmos y llamó a su armadura, quien llegó a el a velocidad luz para adherirse a su cuerpo para asombro de su oponente.

- Maldición! No sabia que los Santos de Athena estarían involucrados.

- Pues ahora ya lo sabes y veo que estas a un paso de orinarte de miedo solo por verme – se burló Dohko – Te doy la oportunidad de entregarme a la dama por las buenas y te dejare vivir.

El Caballero Negro lanzó una carcajada.

- Miedo? Tu no sabes con quien estas tratando – Aventó a la señora al suelo donde se quedó inconsciente para prender su cosmos. – Te matare y le llevare tu cabeza a mi señora, quien me recompensará bien.

- Oye… que no te ensenaron modales? – dijo tratando de correr hacia la madre de Akane, pero el caballero se lo impidió.

Lo intentó un par de veces en los que El caballero Negro intentó cogerlo de la cintura, pero era muy pesado y Dohko esquivaba fácilmente. A la tercera terminó de saltarlo y caer cerca de la señora para tomarla y ponérsela al hombro con cuidado.

- No estoy jugando!

- Yo tampoco pero quieres ver como te mato con una sola mano? – dijo Dohko

- Si me matas, te meterás en problemas con mi señora y ella no se anda con juegos además de que odia a los caballeros de Athena! – advirtió el Caballero negro

- Ah si y quien es tu señora? – preguntó Dohko

- Alguien mucho mas poderosa que la tuya! – Gritó abalanzándose contra Dohko quien no tenia ningún problema en esquivar sus ataque que iban a parar contra las paredes del edificio haciéndolo retumbar.

Dohko se paró en el barandal del pasillo en posición de ataque:

- Recuerdas la frase favorita de Bart Simpson? – le preguntó

El caballero extrañado se puso a hacer un breve recuento antes de exclamar:

- Bart tiene muchas frases. No se a que quieres llegar.

Dohko sonrió:

- En efecto tiene algunas, pero mi favorita es "comete mis calzones" pero… yo digo "comete mis dragones!" – exclamó al mismo tiempo le lanzaba su dragón ascendente.

El Caballero negro recibió el ataque de lleno, haciéndolo volar para caer en la calle un piso mas abajo.

Dohko tocó la puerta de nuevo y dejó a la madre de Akane recargada en el marco para bajar a perseguir al Caballero y que le diera mas información acerca de su misión.

Cuando llegó al lugar donde el caballero negro había caído, fue recibido por un ataque del Caballero que ya se había levantado a duras penas y obviamente, lo detuvo con su palma abierta.

- Podrás tener una armadura negra - dijo Dohko - Pero yo soy un caballero dorado. No lo olvides. Eliges irte y decirle a quien sea que te mando que te derroto Dohko de libra? o Quieres que te mate aquí mismo y sacamos una escoria de este universo?

- No puedo irme sin la pareja de rucos, que es mi misión, y lo sabes – volvió a atacar y Dohko siguió sin inmutarse hasta que se hartó y vio los destrozos que estaban haciendo y la gente corriendo.

- Pues lo siento por tu señora que se quedara con un imbécil menos. Cien dragones!

Esta vez el ataque fue demasiado para el Caballero negro quien ya estaba muerto antes de caer al suelo. Dohko intentó acercarse al cuerpo para tomarle una fotografía y consultarlo con Shion pero antes de que pudiera llegar, el cuerpo comenzó a arder en un fuego azul hasta ser reducido en cenizas.

- Ok. Nota mental, no matarlos antes de sacarles información. – dijo Dohko viendo que la gente ya comenzaba a notarlo y regresando al departamento para ver si todo estaba bien.

Akane le abrió y lo miró entre admirada y aliviada.

Al no poder quitarse las botas, metió las puntitas nada mas en las surippas y camino de puntillas hacia dentro viendo a la señora ser atendida por su esposo en el sillón. El padre de Akane se levantó para hacerle una reverencia de agradecimiento como lo dictaba la cortesía japonesa.

- Maestro… muchas gracias por su ayuda – dijo en tono formal.

- Oh por favor… Dejen de decirme maestro. Solo soy Dohko

El Sr. Ying le lanzo una mirada a la armadura, por lo que Dohko se la quitó y la envió a su casa quedando únicamente en su pantalón dejando su torso desnudo.

- Mejor?

Akane abrió mucho los ojos escaneaba cada musculo de su torso y agradecía que su maquillaje blanco cubriera el rubor que la estaba cubriendo.

- Que me paso? – preguntó la madre de Akane incorporándose en el sillón. Miró a Dohko y creyó que iba a atacarla y comenzó a gritar

Akane se le acercó rápidamente.

- Oka san! Oka san! Tranquila. Solo es El Maestro Dohko

- Una Maiko en mi casa? – dijo frunciendo el ceño y buscando a su esposo con la mirada a quien casi fulmina.

- No Fumiko… no pienses mal. Es Akane!

La madre de Akane se levanto por completo para verla bien.

- Akane? Mi pequeña Akane?

- Oka san! – dijo la susodicha abrazándola

El padre no pudo evitar unírseles en un abrazo triple y claramente Akane estaba feliz de recibir el abrazo de sus padres.

- Iré a hacer el te para todos – dijo Akane

- La acompañó – mencionó Dohko siguiéndola a la cocina.

Akane puso la tetera en el fuego y se volvió hacia Dohko.

- Nunca podre pagarle lo que hizo hoy por mi madre. Fue el gobernador, verdad?

- No estoy muy seguro – contestó sinceramente Dohko – Aunque si menciono que venia por ambos.

- Entonces mis sospechas son ciertas. – dijo Akane bajando la mirada y cerrando los puños – Tengo que sacarlos de aquí, pero… si vinieron tan rápido por ellos quiere decir que los que los han estado vigilando están siempre cerca

- No se preocupe. Lo resolveremos. Pero tenemos que consultarlo con ellos. No hare nada que no quieran – advirtió Dohko.

- De acuerdo

Salieron con el te y los cuatro se sentaron a la mesa.

- Baba… Oka san… No saben lo feliz que me hace volver a verlos después de tanto tiempo pero… cometí un error y ahora su vida peligra.

- Akane. – dijo el Sr Ying – Si alguien aquí es culpable de meterlos en este lio, siempre fui yo.

- Tu solo hiciste lo correcto, Baba!

- Y seguramente tu también lo hiciste y por eso viniste hija – dijo la señora Fumiko – Dejemos las culpas y solucionemos el problema.

- Tu madre tiene razón. Tendremos que movernos de ciudad – dijo el padre de Akane

- Aunque no me gustaría tener que abandonar mi trabajo en la universidad ahora – reclamó la señora Fumiko

- Complázcanme en esto por favor. – dijo Akane – Yo debo regresar y hacer como que no se que algo les querían hacer, pero no quiero dejarlos a merced de sus matones.

Dohko pidió permiso para salir al pasillo.

- Y póngase algo encima – dijo la señora Fumiko señalando su torso – No se tome libertades que no tiene jovencito.

- Si señora.

Dohko salió mientras marcaba en su celular. Shion tardo varios intentos en contestar.

S hello?

D hey!

S ahhh eres tu… ahora que?

D así me recibes?

S Y cómo quieres si son las… – viendo su despertador - … 4 de la mañana!

D ups. sorry. cambio de horario. Tu sabes…

S en que cárcel estas ahora y de cuanto es la fianza?

D yo? no! ya salí! Y por cierto no fuiste por mi!

S ah que no iba a ir tu adorada Sasha por ti?

D ya vas a empezar?

S son las 4 de la mañana...

D. anotado. Shion es un mamon a las 4am

S de 12 a 6am lo soy... a menos que este cogiendo en otro horario

D ash.

S bueno ya me vas a decir para que llamas ?

D pues... me prestas tu cabaña de Jamir?

S uhhh?

D es para llevar a mis futuros suegros, digo... a unos refugiados

S ...

D estas ahí?

S Perdón es que cabecee... decías?

D tu cabaña, borre... préstamelo!

S te lo rento

D que ojete eres.

S como dicen los americanos, negocios son negocios.

D ya pues... descuéntame la renta de lo que me quedan de mis acciones.

S Hecho. Para cuándo lo necesitas?

D uhhh... ya?

S ...

D Shion? Shion carajo!

S déjame dormir...

D despiertas o te despierto.

S a todo esto cual cabaña? No tengo ya cupanas.

D la de Jamir.

S No puedes llevar humanos normales a Jamir y lo sabes. Con la altura y la presión los matarías. Ni hablar de todas las protecciones que tiene. Acaso no has ido en los últimos 200 años? No has visto los cadáveres de todos los que se quedaron en el camino.

D Si bueno… y entonces?. Están desesperados por asilo lejos de la gente con influencia que podría encontrarlos en otro lugar. Territorio Chino o Japonés no.

S Usa la de… Ahhh cierto. Aun no me aceptan la oferta.

D piensa borrego piensa

S mmm...

D Si. Los iba a llevar a los cinco picos pero el territorio para ellos es hostil y esta lejos para el mandado.

S Y además Sunrei se coge ahí a Shiryu...

D Idiota

S Jaja. Ya me desperté.

D entonces?

S Usa la casa de Atla en Katmandú.

D cual casa de Atla?

S No lo puedes saber todo mi querido Toño. Es una casa que estoy arreglando para cuando Mu se case entregársela como herencia de su padre.

D Y por que no me lo habías comentado?

S Sera porque me morí. Duh. Retomé el proyecto hace unos meses.

D Y en serio puedo usarla mientras se soluciona el problema?

S No veo por que no. La mando limpiar?

D y abastecer la despensa estilo japo chino. Para que tengan que salir lo menos posible. Dudo que hablen el idioma.

S obviamente a tu costa...

D si

S ok

D cuanto tiempo tardas en tenerla lista?

S dos horas... no espera... tres

D súper. Gracias hermano! Sabia que contaba contigo. Por cierto... tu recuerdas un espejo tipo Bagua que te di a guardar hace más de 20 años?

S No me acuerdo ni siquiera que me preguntaste hace 5 minutos. - bostezo

D Maldición Shion! Estar fuera de tu posición en el santuario te hace daño

S LO QUE ME HACE DANIO ES QUE ME LLAMES A LAS 4 DE LA MANANA!

D ok ok ya entendí la indirecta

S Pero si.. si lo recuerdo. Estaba en un libro hueco de mi biblioteca personal, solo que cuando me revivieron la segunda vez, esa parte de la biblioteca había sido modificada así que tendrás que preguntarle a Saga.

D entendido. oye...

S QUEEEEEEEEEEEE

D me puedes dar raite?

S WTF

D anda di que si, porfis di que si

S bueno, aplicando las de Mu... te saldrá caro

D Usurero

S Usa el avión entonces y déjame dormir.

D nooo así estoy bien Shioncito lindo y hermoso. Cóbrame pues. Seremos 4 personas mas equipaje.

S Mudanzas el Borregon a su servicio. Márcame en 4 horas.

D pero dijiste 3.

S serán 8 si no me dejas dormir otras dos horas.

D Esta bien y borrego...

S que...

D te quiero

S zzzzzzzz...

Dohko colgó el teléfono feliz de poder serle útil a Akane y su familia.

- Nota mental, borrego no disponible fuera de horas de oficina

Regresó a donde la familia Li sonreia escuchando las ultimas anécdotas de Akane.

- Disculpen la demora. – dijo sentándose

- No se preocupe. – contesto la señora Fumiko – Akane dijo que usted ha sido muy amable con ella.

- Pues debo decirle que ella no lo fue tanto conmigo. – replicó Dohko muy serio – Es una abogada implacable.

- Eso lo sacó de su madre – añadió el Sr. Ying tomando la mano de su esposa haciéndola ruborizar y sonreír como una tímida colegiala.

Tanto Dohko como Akane pudieron comprobar que los Señores seguían muy enamorados a pesar de todos sus problemas.

- Bueno. Creo que resolví el problema mas inmediato de momento – comentó Dohko a Akane.

- En serio Maestro? Cuéntennos.!

- Mi hermano Shion tiene una casa en Katmandú. Si conozco bien a los lemurianos, esta lejos de la ciudad pero lo suficientemente cerca como para convivir con la gente. – dijo Dohko – Podrán vivir ahí en lo que solucionamos el problema principal y Nepal no tiene extradición.

A Akane le brillaron los ojos.

- De verdad podrán vivir ahí y estarán a salvo, maestro?

- Eso espero. – contestó Dohko – Esta lejos de las leyes del Gobernador y mientras buscaremos la verdad del asesino de la señora Vanderbilt. Que opinan ustedes?

La pareja se volteó a ver y decidieron sin cruzar palabra.

- Creo que debemos empacar. – dijo la Señora Fumiko levantándose junto a su esposo

- Pues… no quiero presionarlos pero… tenemos pocas horas para hacerlo – mencionó Dohko imitándolos.

- Muchas gracias por todo esto Maestro Dohko – dijo Akane dándole un beso en la mejilla en un arrebato.

- Ya córtalo con lo de Maestro Dohko, Akane – suplicó – Solo dime Dohko

Akane le sonrió:

- Es difícil hacerlo cuando únicamente lo veo como el Maestro Dohko. – dijo sin percatarse que esta información a Dohko le cayo como balde de agua fría.

Ella solo lo veía como el Famoso Maestro Dohko. No como Dohko el hombre. Tal vez había mezclado las señales y malinterpretado algo o de nuevo sus hormonas juveniles le habían jugado una mala pasada.

Akane se dirigió hacia su madre.

- Oka san… tendrás tiempo de preparar una sopa de miso? El Maestro Dohko no ha desayunado….

- No se preocupen por mi – dijo muy serio – Yo ya no tengo mucha hambre.

- Tonterías Maestro, mi esposa preparara el Miso y demás cosas para el almuerzo mientras Akane y yo empacamos, cierto?

- Claro que si. Es lo menos que podemos hacer – contestó la señora Fumiko.

Dohko trató de sonreír.

- Si no les importa, iré afuera a tratar de arreglar los destrozos que hice y vigilar que nadie los moleste mientras terminan.

- El almuerzo estará listo en media hora – Dijo la señora Fumiko mientras sacaba los ingredientes del refrigerador

- Estaré a tiempo señora. Ari gato.

Dohko salió en silencio y sin su alegría habitual de la casa. Akane y sus padres lo siguieron con la mirada y Akane se volvió hacia sus padres.

- Fue algo que dije?

Sus padres cruzaron miradas comunicándose en silencio de nuevo y el padre de Akane la tomó por los hombros dirigiéndola a la recamara para comenzar a empacar pensando que no importaba que tan lista fuera su hija, parecía que en cuestión de relaciones con el sexo opuesto, estaba bastante verde y a ese paso, jamás les daría un nieto.

Septiembre 2, 12.00pm

Casa de Ares

Bagdad Irak.

Zeus miraba por la ventana el hummer blindado de su hijo desaparecer por la puerta de su muralla seguido de sus escoltas. Había decidido que no se iría de su casa hasta que Ares aceptara regresar a su puesto formalmente, pues solo daba largas al asunto sabiendo que esto enloquecía a su padre.

Ahora Ares había sido llamado por uno de los jefes de estado mas importantes de la zona y con tal de no tener que escuchar a su padre quejarse de su madre y sus gastos, le había pedido que se quedara cuidando la casa ahora que no estaría, pues sabia que la figura que lo vigilaba podría aprovechar que aun no tenia su cosmos para atacar su casa y Ares le insistió en que tenia un tesoro muy importante y delicado ahí que necesitaba ser preservado de ese ataque.

Zeus, para congraciarse un poco con su hijo y que dejara de hacerse tonto y se pusiera a trabajar, había aceptado, pero también para descubrir que era eso que el ocultaba y que por mas que lo interrogaba, no había querido decirle.

En cuanto la Hummer se perdió en el horizonte, Zeus comenzó a Abrir las puertas de las habitaciones buscando ese tesoro. No que se lo quisiera robar, pero si tenia curiosidad pues su hijo no solía preocuparse por nada que no fuera el.

Dos horas después, ya había recorrido y abierto todas las puerta de la casa y buscado discretamente por todos lados.

Al final del jardín con la fuente forrada en azulejo turco, vio lo que al principio consideró solo una puerta de servicio y a la que no le había prestado la mayor atención. Pero era el único lugar al que le faltaba entrar y obviamente, el lugar donde Ares debía esconder ese tesoro. Se acercó a ella y se dio cuenta, por el numero de cerraduras que tenia, que debía ser el lugar correcto. Una a una fue rompiendo los cerrojos para poder finalmente abrirla.

Para su sorpresa, ya que tenia entendido que Ares solo tenia Bersekers viviendo ahí, otro patio lleno de telas de colores colocadas como sombras, y varias mujeres jóvenes pasando de un lado a otro cotilleando entre ellas. Así que ese era su tesoro. Un harem. Zeus entonces decidió transformarse en una de ellas para poder pasar desapercibido y no asustarlas antes de que pudiera escoger de entre el menú. Cerró la puerta con cuidado y las chicas, todas vestidas modestamente en lugar de parecer odaliscas como en sus sucias fantasías, lo miraban curiosas pero no dejaban de hacer lo que estaban haciendo.

Algunas estaban bordando, otras cantaban, otras cocinaban y otras simplemente esperaban en sillones, pero todas, estaban en la misma área afuera de lo que parecía, una habitación. Se quedó un poco retraído detrás de un Pilar, hasta que la puerta se abrió y alguien bastante conocida por el cruzo la puerta. Francine traía una bandeja con Te y salía recién de la habitación siendo seguida por todas las mujeres hacia el frente de esa sección.

Zeus aprovechó para entrar con cuidado y sin hacer ruido. Los rayos del sol iluminaban un área especifica y Zeus se dirigió hacia allá viendo con sorpresa que en un diván rodeada de sedas y vestida con un caftán blanco estaba Samira recostada profundamente dormida. Acaso su hijo había descubierto su secreto?

Se sintió atraído por su pancita y se hincó junto a ella. Samira no parecía estar consciente de su presencia, cosa que aprovechó para colocar su mano en su vientre y acariciarla fascinado.

- Hola nenita mía. – dijo Zeus en voz alta – Siento que has crecido muy bien aunque te siento algo alterada. Esta todo bien? No te ha hecho nada tu hermano malo? Tu sabes que si pudiera te llevaba conmigo pero sufrirías mas con la bruja malvada que vive ahí. – la bebe respondió dando una ligera patada que hizo que Samira frunciera un poco el ceño pero no suficientemente fuerte para que despertara – Ojala y saques por lo menos mis ojos pero que seas tan hermosa como tu madre. – Volteó a ver a la susodicha – Si supieras lo bonita que es… Ya la veras pronto cuando nazcas. No te podre ver muy seguido, pero no te dejare desamparada. Ya lo veras. Tu tía Eris hizo bien en sacarlas del Santuario. Puedo ver tu cosmos desde aquí y seguramente la bruja también lo vería y no queremos eso verdad? Serás la hija mas adorable de tu generación que tendré.

- Que cosa? – Gritó Ares desde el marco de la puerta

Zeus se incorporó como de rayo.

- Ares!

- Quítate ese ridículo disfraz y explícame lo que acabo de escuchar? – dijo furioso mientras dejaba una bolsa con medicinas en la mesita junto a Samira.

Zeus volvió a transformarse a su forma humana original.

- Ares, tranquilo. No es lo que piensas. – dijo Zeus tratando de pensar en una salida – No te esperaba tan temprano.

- Obviamente que no me esperabas. – dijo dándose la media vuelta caminando rápidamente al patio.

Zeus corrió detrás de el. Y si le hablaba a su madre?

- Hijo… - pero Ares no se detenía – Ares carajo! No me hagas corretearte por todos lados!

- Vete al carajo!

- No me hables así que soy tu padre!

- Y aparentemente también el del hijo de Samira, no? – dijo Ares volteándose con ganas de golpear a su padre pero a la vez recordando claramente que en ese momento solo era un humano.

- No le digas a tu madre – suplicó – Sabes de lo que es capaz.

Ares comenzó a caminar como león enjaulado. Bastante trabajo le había costado tranquilizar a Samira después de lo que ella había escuchado.

- Por eso le pediste a Eris que le creara problemas con su marido? Para que mi madre no la viera en el santuario?

- Uhhh… algo así?

Ares siguió caminando de un lado para otro con mil pensamientos. Como diantres le diría a Milo que el que iba a ser su hijo ahora resultaba ser su tío? Como le hacia para que su hijo no pensara que estaba coludido con su padre y lo odiara mas? Estaba entre la espada y la pared. Entre su madre y su padre. Su deber como padre o como hijo.

- Francine! Tráeme el frasco de aspirinas y una botella de alcohol! – gritó haciendo que la monja oscura saliera de la cocina para ir a buscar lo que el le ordenaba

- Aja! Y por que tienes aquí a la chacha de Hades? – preguntó Zeus

- No estas en condición de hacer preguntas – respondió Ares agresivamente - Mi madre tiene tanta razón en andarte cuidando…

- Te conviene no hablar tampoco, ya que fue enteramente tu culpa. – dijo Zeus altivamente

Ares estaba que azotaba.

- Que, que?

- Recuerdas? Ano nuevo? Columbus? Me dijiste que te acompañara a Abu Dabi?

Ares hizo memoria.

- Aja… Nos fuimos a coger juntos… pero Samira no estaba entre esas chicas.

- Mmm…. Pero me pusiste donde estaba.

- Me estas jodiendo?

- Lo que me hace preguntarme… Que hace aquí en tu casa? – preguntó Zeus viéndolo a los ojos – Acaso te gusta? Es eso? Por eso te pusiste así? Por eso te la trajiste? Por que ella esta casada con uno de los dorados de Athena, digo, de tu madre.

Ares respiró hondo. Esa podría ser una buena explicación para el, o al menos mucho mejor que decirle que era su nuera. Pero mejor no, porque se le podrían complicar mas las cosas.

- No soy como tu. Samira Rashid es la sobrina de uno de mis colaboradores. Como fui padrino en su boda vino pidiéndome asilo. Contento?

Ahora fue Zeus quien lo miro de manera penetrante para saber si su hijo decía la verdad o no. No encontró razón para que le mintiera.

- Entonces que te importa si soy o no el padre de su hijo?

Ares pateó la pared decorada de madera haciendo que varias de las mujeres se acercaran a ver lo que estaba sucediendo.

- Que eres un hipócrita! Nos has prohibido que nosotros tengamos familia pero tu continuas con tus bastardos por todos lados.

- No me hables así. – dijo Zeus muy serio – Seré lo que tu quieras pero también soy tu padre y me respetas.

Ares ya no dijo nada. Tenia que calmarse un poco o saldría perdiendo.

- Ella lo sabe? – pregunto finalmente

- Que cosa?

- Samira sabe que eres el padre de su hijo?

Zeus se transformó en Amaal, el prometido de Samira.

- No. Este tipo jeje. Para ella, su novio fue el ganon. No yo.

Se escuchó el sonido de una bolsa caer al suelo y ambos voltearon viendo a Samira levantada viéndolos con horror y dejando caer la bolsa con las medicinas al suelo.

- Carajo! Samira! – exclamó Ares caminando hacia ella, pero Samira se dio la vuelta y corrió hacia la habitación sosteniendo su panza para que no bamboleara, tomó su bolso y se encerró en el baño.

Con las manos temblorosas buscó su celular y mucho esfuerzo para recordar y teclear bien el numero de teléfono, Samira le marcó a Milo.

M Parakalos

S Milo… Milo ven por mi. Por favor.

M Samira! Samira donde estas?

Se escuchaban los golpes fuertes en la puerta.

- Samira! Sal por favor! – Grito Ares

S Milo estoy muy asustada… Cometí un gran error… Te necesito…

M Dime donde estas y voy por ti.

S En casa de tu padre en…

Samira lanzó un grito muy fuerte cuando Ares derrumbó la puerta de una patada y le quitó el celular apagándolo y dejando a Milo impactado ante la revelación de su paradero. Tenia que encontrarla antes de que ella corriera el mismo destino que su madre.

Septiembre 2, 13.00pm

Onceava casa dorada

Santuario de Athena, Grecia.

Camus miraba al horizonte desde el balcón de su casa. Estaba todo tan en calma que nadie pensaría que hubo un cambio de gobierno que había alterado no solo el estatus quo de las 12 casas, sino comenzado a quebrantar los lazos entre ellos que tanto trabajo les había costado recuperar en esos años.

Estaba pensando en eso cuando escuchó las características pisadas de Milo corriendo hacia su casa. No disminuía su velocidad lo que se le hizo extraño. Decidió interceptarlo.

- Milo… - dijo haciendo que se detuviera

- Quítate! Tengo que llegar con Shion! - dijo Milo visiblemente alterado

- Shion ya no esta arriba, recuerdas? -pregunto Camus extrañado de su comportamiento

- Si… no… no se… - tomándose la cabeza desesperado – Necesito a… a…

Camus vio que Milo estaba totalmente ofuscado y simplemente con un uppercut lo noqueó. Acto seguido lo arrastró hacia su sillón. No había entendido muy bien lo que le estaba pasando, pero había tenido que hacerlo debido a su ataque de histeria. Ya cuando reaccionara, le explicaría bien lo que había pasado.

Se sirvió una copa de vino y se puso a revisar algunos documentos que le habían enviado sus abogados desde Niza. Estaba absorto en lo suyo cuando su celular hizo un bip extraño. No era que tuviera un correo, o que la batería se le hubiera agotado, así que no le dio importancia hasta unos minutos después un correo electrónico llegó, vio que provenía de la dirección de Laura y lo leyó enseguida:

"Hey loquis, aquí te mando este informe que llegó a través de la alerta que pusiste sobre Fler Polaris o Gigi LeBlanc. Saludos. M"

P.D. Sigo esperando que vengas a verme."

- Loquis? Y quien es M? – se preguntó Camus en voz alta mientras continuó leyendo:

Hospital Vidyayevo Múrmansk, Federación Rusa.

Ecografía hecha el día 2 de Septiembre del año en curso.

Nombre: Fler Polaris

Tiempo de Gestación: 18 semanas y 6 días.

Observaciones:

En la ecografía se puede observar que el producto es de genero femenino. Se detalla bien su cabeza y cuerpo pesando cerca de 280gr y mide 15cm, buenos latidos del corazón del bebe y sano crecimiento. Se Adjunta imagen 4D a petición de la interesada.

Camus abrió el archivo adjunto y se quedo viéndola embobado por algunos minutos. Muy claro se veían ya los rasgos finos de la beba, su semblante serena y con una pequeña sonrisa, como si estando dentro de su madre, no tuviera que preocuparse de nada.

- Te pareces a tu papa – susurró mientras veía como una luz parpadeante le avisaba que tenia un mensaje en su celular por una aplicación que el realmente nunca usaba.

"Hola! No. Sigo en casa de mi familia. Regresare la próxima semana."

Maldiciéndose por no contestar rápidamente procedió a hacerlo:

"Menos mal. Me tenias preocupado." Se dio de topes en la mesa por decir eso. Claro que no estaba preocupado por ella sino por su hija.

"Gracias por la preocupación, pero mi teléfono no tenia recepción. Solo porque crucé la frontera pude ver tus mensajes"

"Y… como tomó tu familia la noticia?" Camus se sirvió otra copa mientras esperaba la respuesta. Fler debió llegar después de que se fuera o no lo hubieran dejado salir de Asgard vivo.

"Mis hermanos han comprendido la situación e incluso me acompañaron a hacerme una ecografía para monitorear el progreso. Mi hermana me ayudo con mi guardarropa también. Apoyo completo"

Camus lanzó un suspiro de alivio, aunque por alguna razón sospechaba de ese comportamiento en Hilda.

"Regresaras a Paris?"

"Desde luego. Thes me esta esperando y no la voy a defraudar."

Camus recordó el mensaje anterior. Si le preguntaba detalles… contestaria con la verdad o le diría mentiras?

"No recuerdo si ya me dijiste cuanto tiempo tienes de embarazo"

"No te lo dije. Poco mas de 4 meses pero ya se me nota"

Camus intentó imaginar a Fler embarazada, pero simplemente no pudo. Eran demasiadas cosas en su cabeza.

"Sera que puedes enviarme una foto para comprobarlo?"

"Comprobar que?"

"Que ya se te nota"

"En este momento no puedo"

"Por que?"

"Estoy frente a mis hermanos haciendo como que me importan los colores que le quieren poner a la habitación de su hijo. Son bebes. No creo que sepan mucho de combinaciones de color."

"Tal vez se refieran a que ellos quieren verlo bonito porque estarán todo el tiempo ahí, calmándolo, dándole de comer, cambiando panales, bañándolo…"

"No pues… gracias por los ánimos."

"Si no estuvieran ellos, si me la hubieras mandado?"

"Que cosa?"

"La foto"

"No. Si quieres fetiches busca en internet"

Camus se sintió satisfecho con la respuesta. Fler siempre había sido muy discreta.

"Y… regresando al tema, es niño o niña?"

"Nina"

"Entonces… pondrás su habitación rosa"

"Quien dice?"

"mmm… entonces?"

"tengo que consultarlo con Thes"

"Ya y… has pensado en un nombre o también tienes que consultarlo con ella?"

"Obvio que debo consultarlo con ella pero… te acepto sugerencias"

"Que tal Céline"

"Como la cantante? Nah"

"Jolie?"

"Como la esposa de Brad Pitt? Creo que estas viendo demasiadas revistas de espectáculos"

"Entonces de Scarlett ni hablamos verdad?"

"Tu artista favorita? No gracias"

Camus empezó a hacer gestos de ahorcarla por desesperante. Momento. El no le había dicho como Gigi quien era su actriz favorita. Fler también pareció recordar ese detalle porque inmediatamente envió otro mensaje.

"Nos están llamando para regresar a casa y como te comenté no tenemos señal. Te mando un mensaje cuando llegue a Paris. Cuídate"

"Au revoir"

Camus dejó a un lado su celular cuando Milo comenzó a reaccionar.

- No viste para donde se fue la mula? – dijo sobándose la mandíbula

- Mula?

- La que me noqueo?

- Idiota. – Dijo Camus con su voz serena de siempre – Podrías decirme de nuevo que te trajo hasta mi casa en un estado de histeria de vieja de mediana edad en concierto de Luis Miguel?

Milo recordó el motivo y su semblante cambio.

- Es Samira

- Que con ella? – Preguntó Camus extrañado. Hacia mucho que no tocaban ese tema.

- Esta en grave peligro y debo traerla de regreso. – declaro Milo ansioso – Ayúdame a sacarle mis documentos a Aioros.

- Ok a ver cálmate y dime. Como sabes que esta en peligro. Te llamó?

- Por pocos segundos pero…

- Donde esta?

Milo bajo la mirada mientras apretaba los puños.

- Br brbrdre

- Que?

- Br bsbsdre!

- No te entiendo

- Esta con mi padre pedazo de iceberg! – dijo con ojos de terror – Necesito sacarla de ahí pero no puedo ni quiero ir solo.

Camus abrazó a su amigo. De nuevo esa mirada siempre que lo mencionaba. Tal vez era el momento de lograr que el le confiara su secreto y hacer que su corazón descansara. Fue por una copa de vino y se la ofreció. Milo la bebió de un solo trago.

- Milo, para poder ayudarte necesito que me digas todo… TODO acerca de tu padre. Así podremos…

- Pero será demasiado tarde…

- No. Te prometo que en cuanto me digas todo, sabré como actuar y a quien pedir ayuda.

- Prometes también que no dejaras de ser mi amigo?

- Si.

Milo tuvo que tomar otras dos copas antes de que su lengua pudiera aflojarse contándole todo lo que sabia de su origen y todas sus interacciones con Ares. Camus escuchaba tranquilo por fuera mientras que por dentro hervía de rabia por pensar en todo el tiempo que su amigo había sufrido por su culpa. Al final… estaba tan blanco que fue Milo quien esta vez le sirvió la copa, aunque Camus había terminado arrebatándole la botella.

- Sacre Bleu….

- No quería inmiscuirte en mis problemas Camus… - decía Milo mientras veía sudar frio a su mejor amigo.

- Se supone que para eso estoy aquí. Para apoyarte – dijo Camus – Pero… esto definitivo nos sobrepasa. Llámale a Kanon.

- Que?

- El tiene muchos conectes en el bajo mundo. Que te consiga la dirección de la casa de Ares. – sugirió Camus rezando porque pudieran llegar a tiempo.

Milo le llamó y le mandó mensaje a Kanon ya que no contestó el teléfono esperando que lo leyera pronto. Camus mientras tanto comenzó a hacer planes para burlar a los nuevos jefes. Estaba de acuerdo con Milo en que Ares no era una compañía adecuada para Samira y debían sacarla de ahí tan pronto como pudieran.

Septiembre 3, 3pm.

Biblioteca de la LSEPS

Londres, Inglaterra.

Pandora revisó su celular por doceava vez en una hora. Estaba casi sola en la biblioteca de la escuela preparando el trabajo especial que le habían encargado en equipo y aunque los había citado para las 2 de la tarde, ya eran las 3 y era mas que obvio que al ser domingo, tenían mejores cosas que hacer.

Aburrida de estar esperándolos, se levantó a buscar las tesis que necesitaba para comenzar la investigación. Ya tendría suficientes fuerzas mañana para gritarles a los tres irresponsables.

Acababa de abrir el primer libro cuando vio como DM llegó corriendo escandalosamente, con su look simple y con una gran mochila al hombro. No se parecía en nada al DM que venia a la escuela bien arreglado y peinado con goma. Y aun así, no pudo evitar recordar aquel día en el inframundo.

- Lo siento! – dijo DM sentándose frente a ella mientras la bibliotecaria lo mandaba callar por el ruido de sus zapatos – Hola!

- Llegas tarde – respondió Pandora en voz baja sin hacer contacto visual

- Y el cejon?

El lápiz con el que Pandora anotaba en una libreta se rompió en dos bajo la presión de sus dedos mientras se endurecían sus labios en un claro gesto de enojo.

- Si a el no le importan las calificaciones, a mi si. – dijo Pandora buscando un nuevo lápiz en su fino portafolio de piel negro – Y parece que a tu amigo tampoco le importa.

- El no pudo venir y me avisó a mi. – replicó Dm tomando uno de los libros – Lo llamaron de Sotheby's para que trabajara todo el día.

Pandora cerró el libro con fuerza y se levantó del asiento escandalosamente haciendo que la bibliotecaria la callara también, pero DM la volvió a jalar hacia la abajo con tanta fuerza, que Pandora lanzó un quejido al chocar su trasero con la silla.

- No tienes por que hacer berrinche – declaró DM soltándole su muñeca – Yo estoy aquí.

- Y tu solo para que me sirves – dijo Pandora en forma altanera pero DM no se inmuto.

- Te digo? O te haces una idea? – respondió sonriendo de una manera que hizo sonrojar a Pandora mientras sus puños en su regazo temblaban.

DM se levantó de su asiento para sentarse junto a ella y tomó su mano enguantada.

- Hey! Lo siento. No quise hacerte enojar. – pidió disculpas DM – Es que no me parece bien que no comprendas que Phil no es rico y tiene que trabajar para mantenerse. Yo se que para ti es un poquito difícil imaginarlo siquiera. Es mas. Como castigo por ser malo contigo, yo hare su parte del trabajo, quieres?

Pandora quito su mano e inhalo profundamente. No era un buen día.

- Fue una mala idea comenzar a hacer el trabajo precisamente hoy – dijo levantándose y recogiendo los libros para ponerlos en el carrito de la bibliotecaria y regresando por sus cosas – Vete a donde tengas que ir. No te detengo mas.

- Tienes algo que hacer? Por que tanta prisa? – preguntó DM extrañado de que ella simplemente botara el trabajo.

- Me voy a casa.

Tomó su portafolio y comenzó a caminar hacia la salida y DM de nuevo corrió detrás.

- Oye…

- Déjame en paz – susurro Pandora quien caminaba decidida hacia la calzada para tomar un taxi.

- Te acompaño – dijo DM emparejándosele

- Claro que no harás tal cosa! – señaló Pandora casi llegando a la salida – Yo se perfectamente como llegar a mi departamento en taxi.

- Pandora…

- No!

- Es que… Necesitaba tu ayuda… No me hagas suplicarte si?

Pandora se paro en seco. DM suplicar? Ja! Se volteó para verlo bien y este estaba con manos de suplicantes haciéndole ojos de cachorrito. La escena simplemente era demasiado para ella.

- Ok… esto es demasiado raro – dijo – Que es exactamente lo que necesitas?

- Que… (piensa rápido) que… Uhhh… Bueno es que… Quería ir al Museo Británico pero no tengo ni idea de por donde empezar… tu sabes… para cultivarme y llegar a ser como Minos.

Pandora no pudo evitar lanzar una carcajada.

- Es lo mas ridículo que he escuchado en mucho tiempo. En serio quieres ser como ese inútil, borracho, bueno para nada? – se burló Pandora – Porque necesitarías no nada mas aprenderte de memoria todo el Museo Británico sino por lo menos el Louvre, el Metropolitan, el Smithsoniano…

- Ya, ya… - dijo frunciendo el ceño – Ya se que me lleva unos cuantos conocimientos de ventaja pero no por eso es mejor que yo. Entonces… me acompañas?

- Claro que no! – respondió recuperando su altivez

DM suspiró.

- No me hagas hacerlo Pandora…

- Hacer que?

- No me hagas traer a Morte para obligarte a hacerlo, Candy. – dijo mirándola a los ojos muy serio.

Pandora abrió grandes los ojos. Eso era jugar sucio. DM comenzó a caminar hacia ella con paso seguro y sin quitarle la mirada de encima lo que hizo que Pandora retrocediera unos pasos negando. No aquí y no en publico. DM solo necesito 2 pasos mas para que Pandora se rindiera.

- Esta bien. Te acompaño.

DM volvió a sonreír como si nada.

- Perfecto. Ven conmigo. – dijo tomándola de la muñeca hacia el estacionamiento

- A donde me llevas?

- Nuestro transporte esta en el estacionamiento. – respondió DM

- Tu no tienes auto – contestó Pandora.

DM hizo un cambio de dirección hacia los servicios mas cercanos donde la soltó para buscar algo en su mochila.

- Ten. Póntelo y te espero aquí afuera – dijo entregándole una bolsa de plástico negra

- Estas loco si crees que…

- 5 Minutos. – contestó DM – Ya Regreso.

Se dio la media vuelta para echarse a correr al estacionamiento y Pandora solo suspiro resignada y se metió al baño.

Al cabo de cinco minutos, DM llegó en una motoneta con el casco puesto, la mochila en el compartimento y otro casco en la mano. Pasaron otros cinco y se desesperó. Comenzó a tocar la puerta del sanitario.

- Pandora?

- Olvídalo. No pienso salir así! – Gritó ella

- Oh Vamos! No puede ser tan malo! Sal anda!

- No! Vete! Me veo ridícula!

DM abrió la puerta fijándose que no hubiera nadie dentro y entró. Pandora estaba recargada sobre el lavamanos viendo hacia sus manos. Ya se había cambiado su fino traje negro por unos jeans negros ultra pegados y una playera blanca a la cadera con una bandera británica en swarovski en el centro. Solo se había dejado los zapatos de piso negro que no desentonaban con el outfit.

- Que imprudente eres! – le dijo volteándose hacia el con los ojos acuosos – Hasta donde quieres humillarme?

Pero DM la miraba con los ojos brillantes de admiración. Pandora trataba de bajar un poco mas la camiseta.

- Wow!

- Me veo ridícula

- No… creo que… Wow! - decía DM mientras pensaba que esas prendas la hacían lucir mucho mas joven y agradable.

Pandora se ruborizó un poco y DM tuvo que sacudir su cabeza mientras le entregaba el casco.

- Por mucho que admire tu buen gusto al vestir, no creo que te hubiera gustado mostrar tus pantaletas por todo Londres así que… dame tus cosas y ponte el casco.

Pandora obedeció y DM volvió a guardarlas en el portaequipaje para esperarlo afuera. Pandora se vio en el espejo una vez mas y suspiró. Ese era por mucho, su peor cumpleaños hasta ahora.

Cuando salió, solo se cubrió los ojos avergonzada. En serio DM gozaba tanto bajarla a su nivel? Hasta hubiera aceptado que la llevara en el metro pero… una motoneta roja?

- No esperas que me suba a un scooter verdad? – preguntó finalmente

- Por que no? La renté especialmente para hoy. – dijo invitándola a sentarse detrás de el – Y no es una scooter, es una Honda Pantheon FS125cc. Anda. Se nos hace tarde.

Pensando que su única otra opción era llegar a su departamento a deprimirse por estar sola en su cumpleaños, decidió jugársela. DM le dio la mano y la ayudo a subir. Se agarró de la pretina de los jeans de DM y este arrancó.

Septiembre 3, 7pm.

Biblioteca de la LSEPS

Londres, Inglaterra.

Contrario a lo que Pandora pensó, DM no la llevó al Museo Británico sino hacia Westminster, donde pudo convencerla para que le contara lo básico sobre el Big Ben y de tomarse unas fotos con los bobbies del Palacio de Westminster. Atravesaron el Támesis para contemplar la estatua de Winston Churchill y tomar mas fotos mientras DM la hacia reír con historias sórdidas acerca del famoso primer ministro y después desviarse hacia la estatua de Nelson con sus leones de bronce, donde las fotografías que Pandora se tomó atrevidamente arriba de ellos, seria algo que DM atesoraría durante mucho tiempo. Hicieron una parada por una bebida en Queen's Walk y vieron el atardecer en el London Eye, donde ya para entonces, Pandora no dejaba de sonreír para beneplácito de DM.

- Nos falta una ultima parada – dijo DM cerca de las 6.30pm

- A donde?

- Ya lo veras. – respondió.

Regresó al Támesis, estaciono la scooter en la torre 1 del Tower Bridge, sacó su mochila y condujo a Pandora hacia la mitad del puente. Claramente se veía que pronto pasaría un barco por ahí y tendrían que abrir el puente.

- Que hacemos aquí? Tenemos que movernos. – dijo Pandora viendo las luces de advertencia.

- Lo se. Confías en mi? – Dijo DM ofreciéndole la mano

Pandora no dudó en tomarla.

- Sujétate.

Pandora lo abrazo y DM corrió hacia la torre con ella en brazos y comenzó a saltar de balcón en balcón hasta llegar al techo del pasillo superior del puente, el cual estaba desierto pues los turistas eran desalojados a las 6pm, por lo que nadie los vio subir.

- No era mas rápido el elevador? – Bromeo Pandora

- Tal vez, pero no es tan divertido.

Pandora sonrió sin dejar de abrazarlo. Estando en el techo no había protección tipo barandal, por lo que tenia que sujetarse de algo para no sentir el vértigo. DM dio algunos pasos atrás para quedar en el medio y que ella dejara de sentirse así. No que no le agradara la idea de que se quedaran así toda la noche sino porque aun no acababa lo que tenia planeado.

- Cierra los ojos unos minutos, quieres? – DM sonrió al ver que ella no chistó.

Se quitó la mochila de la espalda y sacó un mantel a cuadros blanco con rojo que puso en el piso, cuatro refractarios, un termo, dos vasos, dos platos, dos sets de cubiertos y una vela de baterías. Acomodó todo y la tomo de la mano para avisarle que ya podía abrirlos.

Pandora lo hizo y DM la invitó a hincarse sobre el mantel, haciendo lo mismo. Estaba algo desconcertada. Era como un picnic de noche con vista premium del Támesis y el barco pasando debajo de ellos justo en ese momento.

- Feliz Cumpleaños – exclamó DM

Pandora lo miró sorprendida. Como sabia que era su cumpleaños. Ni siquiera podía exclamar nada. Su hermano le había llamado a las 6 am para felicitarla, y Minos y Aiacos le habían enviado una tarjeta genérica por correo electrónico, pero eso había sido todo. Había esperado que Radamanthys llegara con el acostumbrado ramo de flores por su cumpleaños, pero no nada mas no había sido así, sino que la había dejado plantada para el proyecto y ni un mensaje de texto y ahora, la persona que menos esperaba le daba esta sorpresa…

DM se preocupó al no obtener una respuesta de ella, por lo que procedió a explicarle un poco abriendo los refractarios.

- Yo espero que te guste. Intenté cocinarte un Rheinischer Sauerbraten porque se que en Turingia es muy famoso pero se me quemó porque es la primera vez que intento cocinarlo, así que tuve que empezar de nuevo y no arriesgarme y usar una vieja receta familiar para hacerte lasaña.

Pandora fijo su vista a el sin decir nada y DM continuó mientras servía dos porciones.

- Y pues obviamente la ensalada de papas que tenia ya cocida no combinaba y tuve que hacer una ensalada verde con parmesano y una vinagreta de frambuesa. Créeme que de todos modos no se va a desperdiciar nada. Afortunadamente Afro no esta en casa o me reganaría por no lavar la cocina después de todo esto, pero ya se me había hecho muy tarde.

Pandora veía en silencio como emplataba la ensalada. Así que por eso había llegado una hora después?

El tercer refractario contenía una hogaza de pan rebanado y el comenzó a abrir el termo que contenía Jugo de Uva.

- Me hubiera encantado que acompañaras la cena con vino pero desgraciadamente apenas tienes 20 y es ilegal. No quisiera que me arrestaran por pervertidor de menores. – se sonrojo un poco al aceptar para si mismo que en efecto lo era.

Esto ultimo hizo sonreír a Pandora.

- Gracias por todo esto. Creí que pasaría mi cumpleaños sola. – confesó.

- No mientras este yo cerca. Además….

Abrió el ultimo refractario donde salió un strudel de manzana con salsa de vainilla al que le puso una vela.

- Este si me salió. Pide un deseo y sopla la velita.

Pandora cerró los ojos y sopló. DM sonrió y le extendió un sobre que Pandora tomó.

- Siento no poder ser mas imaginativo, pero pues que se le puede regalar a alguien que lo tiene todo?

Ella abrió el sobre y vio dos pases para algo que no alcanzaba a leer muy bien.

- Es para esta noche a las 9 – explicó DM – Phil escucho decir a Simon Rattle, el director de la sinfónica de Londres, que Bryan Lewis, el arpista, no iba a poder asistir a la practica de esta noche por un problema familiar y dije bueno, y que tal que le conseguimos a una sustituta…

- Espera. – dijo Pandora – Estas queriendo decirme que… voy a tocar con la sinfónica de Londres?

- Bueno… es solo un ensayo… y por una noche

- La sinfónica de Londres?

DM comenzó a preocuparse por el tono de voz de Pandora. La había insultado? Era pecado? Pandora rompiendo cualquier barrera y con una emoción que DM hasta la fecha no le conocía, se le abalanzó para agarrarlo a besos por toda la cara, que DM aceptó con agrado.

- Lo siento – dijo Pandora al ver que DM ya ni se movía – Pero… no me da tiempo! Tengo que ir a cambiarme y prepararme y… que emoción! La Sinfónica de Londres! Gracias, Gracias!

- De hecho todos irán mas o menos vestidos igual de informales – dijo DM satisfecho con el resultado de su plan – Nos da tiempo de Cenar, disfrutar la vista, e irnos directamente hacia allá. Nunca te he escuchado tocar y será todo un honor.

Pandora asintió al no tener mas palabras para agradecerle y DM hizo un brindis con sus vasos para dar por comenzada la cena. Todo le había salido mejor de lo esperado y estaba orgulloso de haber cuidado los detalles. Pandora por su parte comía con agrado su cena disfrutándola aun mas al saber que lo había hecho el. Tal vez todo este tiempo lo había juzgado mal, aunque ella a la mañana siguiente tendría que ser la misma de siempre y mantenerlo a raya como hasta ahora. No quería darse el lujo de darle la oportunidad de entrar en su corazón, aunque fuera tan detallista como hasta ahora. Un mes mas, y ella tendría que regresar al Inframundo y a su vida normal lejos de el.