Capitulo 213

Septiembre 4, 8 a.m.

Octava casa dorada

Santuario de Athena, Grecia

Milo terminaba su plato de Rice Krispis con Brandon Y Kenny en sus hombros y con su mejilla recargada en su mano. No estaba nada tranquilo por lo de Samira, pero la llamada que había recibido minutos después de la primera, lo tenía inquieto y confundido.

Flashback

Samira miraba aterrada a Ares. La forma en la que rompió la puerta del baño para entrar no era para menos, y la mirada furiosa de su suegro tampoco. Comenzó a temblar sin poder evitarlo esperando los golpes.

- Que te dije de la regla de no hacer llamadas – la regañó Ares

- Que no las haga – respondió temblando

- Y por que?

- Porque… pueden usarlo para… triangular algún… de-detonador… - tartamudeó

- Exacto. – contestó Ares jalándola suavemente del brazo para levantarla – Ahora ve a la cocina y hazme un postre para quitarme este mal sabor de boca.

- Pero…

- Obedece Samira! – ordenó Ares con voz potente.

Samira a tropezones salió de la recamara para atravesar el patio e ir a la cocina donde las demás mujeres la vieron al borde de las lagrimas pero no le dijeron nada.

- No la trates así – sugirió Zeus

- Tu no me digas lo que puedo o no hacer en mi casa – respondió Ares con el teléfono en la mano mientras pensaba – Vuelve a tu forma femenina y ve a la cocina y bórrale a Samira el recuerdo de las ultimas horas. A menos que quieras que tu hija nazca odiándote y mi madre se entere.

Zeus obedeció a Ares a regañadientes, y mientras, Ares aprovecho para tomar el celular de Samira y hacerle una llamada a la ultima persona que llamo.

M Samira! Samira! Estas bien?

A Ahhh Milo hijo… como estas?

M Tu! Si llegas a tocarle un solo cabello…

A Que? Que me vas a hacer? Matarme?

M Si.

A Bah! Deja el drama para otra ocasión, si?

M Que le hiciste para que estuviera así de… mal? Por que te la llevaste?

A Yo? Ja! La salve de andar vagando en las calles cuando el irresponsable de su marido prefirió sus bichos. Ay Milo! Que no te ensenaron eso en el Santuario?

M Pásame a mi esposa.

A No

M Donde están? Voy a ir por ella y no me vas a detener me oíste?

A Estas gritando. Claro que te escuche, mas no por eso te voy a dar por tu lado.

M Por favor. Déjame hablar con ella.

A Ella esta bien, solo vio una víbora y se espanto. No tenía que hablarte.

M Déjame ir por ella.

A Es peligroso

M No importa el riesgo.

A El riesgo es para la criatura. de los 8 meses ya no deben de viajar. No sabias?

M Maldición! Lo planeaste así! Que quieres? Que te ruegue?

A Milo…

M Me quitaste a mi madre y ahora a mi esposa! Que pretendes?

A Milo…

M Alegare en tribunales de ser necesario, me escuchaste?

A Te reto a que lo hagas y reconozcas públicamente que eres hijo del Gran Ares

M …

A A ver… hablemos civilizadamente hijo

M No me digas así.

A Mira. Para que te daría una buena esposa, si luego quisiera quitártela? Soy tan guapo como tu y mujeres no me faltan.

M Eres un asesino… Espera, que?

A Asesino? No lo niego. Es mi trabajo entre otras cosas, pero si lo dices por que soy el dios de la Guerra, te recuerdo que la diosa a la que sirves gracias a mi, también lo es.

M No metas a Athena en esto!

A Como sea. Es peligroso que vengas a mi casa y no por mi, sino porque hay personas que tratan de matarme y te pueden confundir conmigo y tratar de hacerte daño a ti y a Samira. No seria la primera vez que nos confunden… ay mejor no me lo recuerdes por que me regreso jaja.

M Te estas refiriendo a… ella verdad? Cuando te confundió conmigo?

A Tu sabes perfectamente a quien me refiero. Pero ya nos salimos del tema. Te mandare a tu esposa de regreso cuando nazca el bebe y eso si te portas bien conmigo y me lo pides amablemente y sabes que? Tengo que colgar.

M No. Espera!

Ares tiró el celular al piso rompiéndolo con el tacón de sus botas al pisarlo y Zeus entró segundos después, encontrando a Ares volviendo a colocar la puerta.

- Ya lo hice. Satisfecho?

- Esta mas tranquila? – preguntó Ares martillando las bisagras.

- Esta preparando un te. – contestó Zeus – Creo que ya me demore demasiado aquí y tu madre me estará buscando.

- Buen viaje.

- Puedo contar con que vuelvas al negocio?

- Si. No al cien por ciento sin mi cosmos pero… te hare el favor por el momento, con nuevas condiciones

- Mas? – preguntó Zeus esperando que le pidiera las perlas de la virgen

Ares puso el martillo en su bolsillo trasero y fue hasta la ventana. Todo parecía demasiado tranquilo afuera de su casa.

- Quiero que me quites a esa maldita gárgola de encima.

- A quien?

- Sabes perfectamente de que hablo. – se volteó hacia su padre – Y… tu no quieres que mi madre se entere de Samira, y yo no la puedo sacar de aquí por su estado tan avanzado.

- Por cierto… Gracias por cuidarla. – dijo Zeus

- Si, si. La protección que yo tenía aquí sobre mi casa, desapareció con mi cosmos. No puedo protegerla así. – reclamó Ares

- Ya te dije que hare lo posible por regresártelo pronto si… continuas en el negocio.

- Aja. Fobos, mi hijo mas necio, ha decidido proteger mi fuerte el solo, y sabes bien que no tiene ninguna oportunidad si esa "cosa" se decide a atacar. – Aclaró Ares – Ponme tu protección y no dejes que nadie con cosmos abierto, entre aquí.

- Y si yo quiero venir?

- Entras por la puerta como las personas decentes – respondió Ares – Si yo no lo tengo, que nadie lo tenga. Por lo menos de la puerta para adentro, porque obviamente Fobos necesita tener el suyo para manejar a los pocos Bersekers que me quedan a mi servicio. Y no lo quitaras a menos que quieras que mi madre se entere de lo que andas haciendo.

Zeus lo pensó. Si Hera llegaba a ir a la casa de Ares, y veía a Samira, sin cosmos no podría saber que el hijo que ella esperaba era de Zeus y estaría a salvo por el momento.

- Hecho.

Fin del flashback

- Milo? Milo! – Gritó Camus desde fuera de la casa haciendo que se levantara rápidamente a abrir.

- Camus hermano! Pasa – Dijo abriendo la puerta

Camus se dirigió directamente a la sala.

- Como estas hoy?

- Igual. Pudiste… pudiste hablar con Aioros hoy? – pregunto Milo ansioso

- No. Marín dice que está ocupado y no puedo molestarlo – contestó Camus

- Solo lo dice porque eres mi amigo y ella me odia – aclaro Milo

- No la culpo. Intenté hacer una cita con Sasha, pero esta en las mismas.

- Y Kanon no contestó – dijo Milo – Estamos solos.

- No. Solos no. Aun nos queda una ultima carta. – dijo Camus sacando el celular y marcando – Merde. Cambiaron el numero, pero ya se quien puede tenerlo.

- No te estás refiriendo a llamar a…

- Por que no? El ya esta afuera y puede ayudarnos. – dijo mandando un mensaje de texto – Confiemos en el.

Milo miró a su amigo y asintió. Si no podía o quería ayudarlos por alguna razón, al menos podía confortarlo con algunas palabras de aliento como siempre lo había hecho.

Septiembre 4, 8 a.m.

Casa de Shion

Atenas, Grecia

Shion despertó con el aroma a naranjo inundándole su sentido del olfato. Vio de reojo su despertador. Volteó hacia su lado derecho y una mata de cabello rubio cubría la mayor parte de la cama y del cuerpo desnudo a su lado y sonrió. Había sido una bonita sorpresa encontrársela mientras corría por todo Rodorio en la madrugada y no tuvo que convencerla mucho de repetir lo de aquella noche en la posada, pero esta vez en su casa.

Despues de ir con Dohko a levantarle ánimos y ayudarlo con la mudanza, lo de saga y Laura, lo de Mu y Shaka, necesitaba desahogarse y eso le caía de perlas. Tenia experiencia, era hermosa, responsable de su propia sexualidad y no quería ningún compromiso. Además le aguantaba el paso, tenia mente abierta y a la vez le tenía respeto. Que mas necesitaba?

Su celular vibro y pensó inmediatamente en Shaina o Junet, aunque por la hora, esta ultima debía estar por comenzar su segunda clase en la universidad.

S Hola?

C Maestro, es Camus.

S Camus! Buenos días.

C Lamento molestarlo pero… seria posible que pudiéramos vernos con usted lo antes posible?

S Hay algún problema?

C Si y uno muy delicado. Es respecto a Milo y Samira.

S Oh vaya!

C Le prometemos no quitarle mucho tiempo.

S Esta bien. No tenía nada planeado para la tarde.

C A la 1 en la cafetería de Rodorio? Creo que podemos escaparnos a esa hora.

S Ahí estaré.

C Gracias.

Shion colgó y volteó hacia su compañera de cama, quien había despertado con el sonido de la voz de Shion.

- Discúlpame. Vuelve a dormir.

- Estoy bien. Solo me preguntaba por que aun recibe sus llamadas y trata de ayudarlos después de como se portaron con usted. – dijo enderezándose un poco y cubriendo su desnudez con la sabana.

Shion suspiró.

- Porque si ellos fallan, es porque no les ensene bien. – dijo Shion – Y si falle como su maestro, debo tratar de corregirlo. Además de que supongo que en el fondo soy un sentimental.

Ella sonrió.

- Y eso es lo que lo hace tan especial. – dijo – Pero estoy segura que vendrán a rogarle que regrese muy pronto.

El la atrajo hacia su pecho, acunándola en agradecimiento a sus palabras.

- Si te soy sincero, dudo que eso suceda, pero en caso de que así sea, yo no le quitaría el puesto a Aioros. Ya estuve suficiente tiempo al frente y es obvio que soy mas que obsoleto para los tiempos modernos. Me dedicare a servir a las personas desde afuera y viviendo una vida relativamente normal.

- Muy loable de su parte maestro, pero siento que los de adentro lo necesitan mas que los de afuera, pues no tienen mucha capacidad de discernimiento y hacen demasiadas tonterías.

- Dímelo a mí. Ni mi mejor amigo se salva – dijo mientras acariciaba su cuello haciendo que a ella le pasaran escalofríos por todo el cuerpo – Dijiste que hoy era tu día libre verdad?

- Si.

- Te gustaría quedarte a desayunar y después, no se… juguetear por toda la casa? – preguntó con una sonrisa traviesa – Junet no llega sino hasta las 4 y yo tengo mi compromiso a la 1. Puedo pasar a dejarte a esa hora y eso nos deja con… 2 horas para juguetear.

Ella le sonrió y acaricio un mechón de su cabello verde antes de contestar:

- Si nos saltamos el desayuno… podemos convertirlo en 3 horas

Shion solo asintió y ella salió de la cama para provocarlo. Shion lo supo y le siguió el juego. Definitivamente podía romper su regla de no saltarse las comidas solo por ese día.

Septiembre 4, 10.00am

Entrada Principal al Santuario

Santuario de Athena, Grecia

Gabriel manejaba la camioneta de su empresa de mensajería junto con dos de sus colaboradores externos. Había aprovechado que Hera tenía muchos paquetes que enviar y que Hermes no estaba por ningún lado para ofrecerse a hacer las entregas el mismo, por dos razones: la primera era que Zeus no estaba en su lugar y Hera estaba a cargo de los asuntos celestiales en su ausencia y la segunda era para comprobar que su hija estuviera bien. Cada que se mandaban mensaje terminaban discutiendo y además, hoy era su cumpleaños 19. Bien podía pasar con ella todo el día como hacía cada año.

Se detuvo en la entrada en lo que llegaba el guardia y volteó hacia la izquierda viendo a un niño pequeño forcejeando con su madre y gritando a todo pulmón.

- No quiero irme sin antes ver a Sammy! Sammyyyyyyyyyyy!

Gabriel suspiró y bajo del auto a ver que necesitaba el niño.

- Disculpen… puedo ayudarlos? – dijo sonriéndole a la madre y haciendo que cuando volteara Santi a ver quien les había hablado, este dejara de gritar y se quedara tenso.

- Lamento si el escándalo lo incómodo señor – dijo Xina – Es solo que a mi hijo no lo dejan ver a su amiguita y eso lo hizo enojar.

- Me permite hablar con él? Tengo experiencia con niños.

- Claro. Gracias. – dijo Xina soltándolo y retrocediendo tres pasos.

Gabriel se bajo a nivel de Santi, quien bajo la mirada avergonzado.

- Muy bonito Santi.

- Perdón – contestó el niño.

- Porque no te dejan ver a tu amiguita?

Santi le mostró el brazalete que le diera Shion para poder pasar.

- Dicen que ya no puedo pasar porque cambiaron de Jefe y yo quiero ver a Sammy. – dijo el niño viéndolo a los ojos

Gabriel hizo lo mismo y los ojos azules de Santi se volvieron de un azul más intenso.

- Tu tendrías que haber regresado a casa hace mucho tiempo. Zeus ha estado pasando lista y tú no has regresado.

- Lo siento. – dijo con cara de arrepentido

- Hay alguna razón para esto? Como te voy a justificar? – dijo Gabriel sonriendo. No era la primera vez que sucedía que uno de los ángeles mas jóvenes bajaran a la tierra y no quisieran regresar por medio a las represalias o por haberse enamorado de la vida terrenal.

- Es que… siento que debo hacer algunas cosas todavía – dijo volteando a ver a Xina – Me va a llevar con usted ahorita?

- No, no vengo a eso. Pero… tu cuerpo humano ya no resistirá mucho mas. – aclaró Gabriel en tono comprensivo.

- Lo sé… por eso quiero ver a Sammy. También me necesita y mi cuerpo… parece tomar nuevas fuerzas cuando esta ella aunque sea unas horas. – explico – La necesito para poder acabar mi misión.

- Está bien. Ahorita te meto de colado. – contestó Gabriel – Pero te quiero allá arriba antes de que termine el mes o no respondo.

Santi asintió y Gabriel llamó a Xina.

- Yo me encargare de pasarlo. Si quiere regresar en dos horas, el niño estará aquí en la puerta.

- Mmm… pero… no lo conozco a usted…

- El Patriarca en persona lo traerá. – le sonrió convenciéndola de inmediato – Estará en buenas manos.

Xina consintió, le dio un beso y consejos de portarse bien a Santi y Gabriel abrió la puerta de la camioneta hacia donde el niño corrió con sus pocas fuerzas y se metió con ayuda de los ayudantes de Gabriel quienes comenzaron a bromear con él.

El Guardia vio las ordenes firmadas por Hera y lo dejo pasar sin revisar la camioneta para no hacer enfadar a la nueva jefa. Gabriel no estaba familiarizado con el lugar, pero Santi si, por lo que estaciono en lo que supuso era algo así como un estacionamiento y tanto Vehu como Jely, a quienes específicamente había pedido que lo acompañaran, cargaron su diablito con muchas cajas, le pusieron una gorra de la compañía a Santi, y tanto Vehu como Jely se pusieron la suya con su nueva y flamante GOPRO específicamente para la ocasión mientras Gabriel también jalaba otro diablito y aparte su maleta.

La primera parada que hicieron fue El Recinto femenino.

- Aquí debe estar Sammy! – dijo Santi emocionado mientras se apresuraba a llegar a la reja, donde Violet y Rebeca estaban de guardia.

- No puedes pasar. – dijo la primera

- Vete antes de que tengamos que sacarte a la fuerza – dijo la segunda aunque no muy convencida. Era obvio que era mas de memoria que de convicción.

- Solo quiero ver a Sammy! Esta? – Pregunto Santi

Las dos chicas negaron con la cabeza y Santi hizo una mueca de desilusión, pero se dio la vuelta para ir a encontrar a los demás. Gabriel llegó hasta las dos chicas:

- Señoritas buenos días. Podría hacerme el favor de llamar a… - tuvo que ver su lista para saber el nombre – Miss Mayura? Tengo un mensaje de la señora Hera.

Violet se dio la media vuelta y fue corriendo a buscarla. No tardó tanto en presentarse en la puerta Geist.

- Buscaba a Mayura? – dijo al encontrarse de frente a Gabriel

- Si. Tengo unos encargos para ella enviados personalmente por la señora Hera. Es usted?

- No. Yo soy Geist. Mayura tiene el día libre y esta fuera del Santuario.

- Oh bueno. Podrían mis ángeles pasar a dejarlos? Tenemos otras entregas.

- No, no pueden – dijo cruzándose de brazos – Cuales son?

Gabriel señaló las cajas. Geist les dio instrucciones a las dos que estaban en guardia y estas cargaron todas las cajas hacia la cabaña de Mayura.

- Firme aquí por favor. – dijo Gabriel extendiéndole su tableta donde ella firmó y mientras sacó una cajita pequeña de su mochila y se lo entregó y de nuevo la tableta para que firmara. – Este es para usted.

Extrañada de recibir un paquete, firmó de recibido.

- Otra cosa. Sabrá donde puedo encontrar a una niña llamada Sammy? – pregunto Gabriel mirando a Santi

Geist subió su ceja debajo de la máscara. Era para llevarle a Santi? O le habían enviado un paquete? En todo caso, decir su localización no infringía las reglas pues ella no estaba bajo cuidado del recinto.

- Debe estar en la lavandería principal que está detrás de la cocina del templo principal.

- Gracias. Buen día.

Dio media vuelta, puso a Santi sobre el diablito de Vehu, puso el suyo sobre el de Jely y con Santi liderando se dispusieron a subir las 12 casas para hacer sus entregas.

Septiembre 4, 11.00am

Templo Principal

Santuario de Athena, Grecia

Aioros esperaba impaciente a Liz en la terraza de su oficina vestido de civil. Al ser su cumpleaños, Aioros le había prometido todo un día de diversión en la ciudad, visitando algunas ruinas, la biblioteca, comida tradicional y, aunque no era una tradición griega, había encontrado un grupo musical folklórico que le cantaría el happy birthday mientras le daba su regalo, y al regresar, ya deberían haber entregado el pastel de su sabor favorito como sorpresa.

- Ya estoy lista – dijo Liz detrás de el, con su vestido blanco tipo A de cintura alta y el cabello recogido dejando algunos rizos fuera.

- Estas preciosa – respondió Aioros besándole las manos – Espero que traigas suficiente energía para lo que haremos hoy.

- Jajaja Por energía no pararemos – contestó Liz

- Perfecto. Déjame avisarle a Marín que nos vamos.

Aioros salió al pasillo común para buscar a Marín, no encontrándola en su oficina sino en la sala de espera con tres personas que no esperaba, una de ellas incluso totalmente inoportuna. Marín fue la primera en reaccionar.

- Aioros, justo iba a mandar a buscarte – dijo en tono de advertencia

Gabriel alzo una ceja muy serio. La Sanbocho tuteando al Patriarca? Desde cuando las reglas se habían relajado tanto.

- El es el Sr. Gabriel Ángelus – continuó Marín en tono semiformal – Nos ha traído algunas órdenes de…

- Ya nos podemos ir Aioros? – pregunto Liz detrás de él justo antes de ver un rostro muy conocido – Papa!

Liz corrió a sus brazos como siempre lo hacía.

- Lizzy! Como estas? Como te has portado?

- Muy bien daddy. Todos han sido muy amables conmigo. – respondió sinceramente – Que haces aquí?

- Entregando paquetes hija… ya sabes… trabajo…

Liz puso una cara de desilusión que fue inmediatamente remediada por su padre diciendo:

- Y pasar el cumpleaños con mi hija!

- Lo recordaste! – exclamó Liz volviendo a abrazarlo

- Nosotros también! – Exclamaron Vehu y Jely al unísono saliendo de detrás de su jefe

Liz corrió a abrazarlos emocionada y los tres comenzaron a parlotear y darle rápidamente los últimos chismes de los amigos en común.

Gabriel aprovechó para entregarle dos sobres a Aioros:

- Lamento el exabrupto pero… bueno es mi única hija y es su cumpleaños. Son ordenes que deben cumplirse el día de hoy.

Aioros abrió el que estaba membretado para él y solo de recordar que eso le echaba a perder sus planes con Liz, se puso de mal humor.

- No veo la urgencia en esta orden. Estoy seguro de que puede esperar a mañana…

- En realidad no. – respondió Gabriel con suficiencia – El señor Apolo ha pedido a la señora Hera específicamente que sea el día de hoy y… - tronó los dedos y Vehu se puso a su lado – El es Vehu y estará aquí específicamente para filmar el entrenamiento de Sammy con usted. No sé cuál es el interés de mis superiores en esto, pero no seré yo quien cuestionaré sus motivos.

- Sammy? Esta aquí? – preguntó Santi algo agotado por la altura

- Ah sí y… este niño parece ser parte de… algún tipo de motivación para Sammy así que deberá estar presente – dijo Gabriel sobándole su cabecita de pelo azul – Su madre pasara a recogerlo en la entrada. Estoy seguro que no le molestara en absoluto.

Aioros miró a Santi y no pudo replicar. Solo volteó a ver a Liz con una mirada triste y ella, quien escuchaba la conversación le sonrió:

- Las obligaciones son primero.

- Lo siento. – dijo Aioros haciendo que Gabriel volteara a verlo con ojos inquisidores.

Liz intuyendo lo que pasaría, se llevo a Gabriel de ahí.

- Porque no comenzamos a celebrar daddy, así regresamos temprano. – dijo Liz lanzándole una mirada significativa a Aioros quien comprendió de inmediato. Entre más rápido el cumpliera con esa obligación y ella con la celebración con su padre, mas rápido podrían estar de nuevo juntos.

Gabriel le dio unas últimas indicaciones a Jely y su maleta para que terminara de repartir los paquetes y comenzó a bajar las escaleras con Liz. Marín esperó hasta que se perdieron de vista para ponerle a Aioros una mano en el hombro de manera empática antes de regresar a su oficina. Ella sabia cuan frustrado estaría por haber tenido que cambiar sus planes de último momento y Aioros solo le agradeció con una sonrisa mientras leía de nuevo el sobre que quedaba en sus manos y estaba membretado para Sasha. Al parecer ella también tenía instrucciones que debían ser cumplidas ese día y tomo fuerzas para ir a decírselo. Ese día se le iba a hacer eterno.

Septiembre 5, 3p.m.

Marina Bay

Fort Lauderdale, Florida

Tania y Kanon caminaban tomados de la mano por el muelle que corría por entre el lujoso resort del mismo nombre mientras arrastraban la pequeña maleta que habían tenido que comprar para transportar todo lo que se habían comprado en su viaje. El muelle tenia casas de millonarios de lado derecho con pasto esmeralda perfectamente recortado rodeando las mansiones y del otro lado, todo tipo de Yates desde pequeños hasta de tres pisos estacionados frente a las casas. En medio del canal, se veía un grupo de chicas en bikini blanco haciendo paddling board mientras reían escandalosamente y veían a Tania de arriba abajo como si supieran que no pertenecía a ese mundo. Kanon miraba de reojo la reacción de Tania, pero esta iba con la mirada al frente admirando las flores exóticas en las jardineras de las casas o su misma arquitectura, ajena completamente a las chicas snob que pasaban junto a ellos, o al menos eso pensó al principio.

- No tienes que esforzarte tanto por no verlas, Kanon. No me molesta que lo hagas – dijo Tania con una sonrisa

- En serio?

- He estado consciente de que atraes las miradas de todas desde que prácticamente llegue a la isla – explicó – Además, no es como si tuvieras ningún compromiso real conmigo.

Kanon se paró en seco obligándola también a hacerlo.

- De que estas hablando? – pregunto Kanon con el ceño fruncido que le hizo pensar a Tania que se había enfadado.

- Bueno es que… recuerda que tu pusiste la regla y…

- Creí que había dejado claro que eras mi novia – repitió Kanon con expresión seria

- Pero solo lo hiciste para molestar a mi hermano!

- Y por que creerías eso? – dijo Kanon jalándola hacia el para rodear su cintura y hacer que estuvieran sus cuerpos muy pegados.

- Pues… pues… - Tania se atrevió a mirarlo a los ojos y sostenerle la mirada – Nunca me preguntaste si yo quería.

Kanon le lanzó una de esas encantadoras sonrisas a las cuales Tania podía ponerle muy poca resistencia.

- O sea que no quieres? – dijo acariciando su mejilla con el dorso de la mano mientras veía como el rostro de Tania cambiaba de color

- Yo… es que no entiendo… por que?

A Kanon le pasaron mil diferentes razones por la cabeza, pero solo pudo expresar la que le pareció la más inocente en ese momento.

- No puedo presentarte a la gente como mi amante o mi "amiga con derechos". Suena demasiado vulgar. – dijo Kanon trayendo a Tania a la realidad.

- Tienes razón. Es más práctico – contestó antes de recibir un suave beso de Kanon en los labios y que la soltara para seguir caminando.

Ahora fue Tania la que miraba de reojo a Kanon mientras este admiraba los yates de su lado. Hacía días que había visto un cambio significativo en su comportamiento para con ella y ya le había dado vueltas a su cerebro y no acertaba a saber el por que. Se había vuelto un poco mas protector y cariñoso, pero también le había roto la nariz a dos surfistas de California que se atrevieron a invitarla a otra playa con mejores olas. En consecuencia, habían tenido que retornar antes de lo previsto, aunque su hermano los había llamado justo a tiempo para tomar el siguiente avión a Florida.

- Por que tu hermano no nos encontró en el aeropuerto? – preguntó Tania quitándose un poco de sudor con el paliacate que tenía alrededor de su cuello

- Porque seguramente se perdió, se está escondiendo o me quiere vender al diablo… que se yo! – dijo Kanon – Ya casi llegamos a donde dijo que nos encontraría.

- Ojala… no vaya a ser que en el avión la turbulencia haga que mi bebida caiga en el hermoso cabello de tu hermano jajaja

Llegaron casi al final del muelle cuando vieron una pequeña tarima frente a un Yate con un moño de listón de tela de color rojo frente a la proa que estaba cubierta con una tela. Kanon soltó a Tania para poder admirarlo con detenimiento.

- Pero que hermoso… - dijo tocándolo como si pensara que se desvanecería en cualquier momento – Es un Leopard Amo. 24 metros de eslora… 2 motores de 1500 CV y un calado de que serán? 1.2 metros? Casi seguro que su velocidad máxima es de 35kilometros náuticos… aunque se podría mejorar. Es de modelo reciente.

Tania sonrió al ver la expresión de Kanon. No cabía duda que adoraba los barcos. Lanzó una risilla al ver que de tanta emoción, en su pantalón comenzaba a levantarse una carpa.

- No se ven barcos así en la isla, verdad? – confirmó Tania – Debe ser de alguien muy importante.

- Lo es al menos para mi – dijo una voz desde arriba del yate.

Ambos voltearon hacia donde provenía tapándose los ojos del sol.

- Saga?

- No. Soy tu reflejo bobo – respondió mientras Laura también se asomaba por el barandal

- Que hacen allá arriba? Nos van a reganar! – gritó Kanon antes de que volteara para todos lados

- Ya bajamos – dijo Saga ayudando a Laura a bajar hacia donde estaba Kanon

Los cuatro se saludaron cortésmente.

- Y bien… que te parece la carcacha esta? – preguntó Saga con una sonrisa fregativa

- Carcacha? La que tienes entre tus piernas. – dijo Kanon acariciando de nuevo el casco – Esto… solo es comparable con la belleza del cosmos de Athena.

Laura abrazó a Saga sonriendo y este le devolvió el abrazo.

- Me alegro que te guste porque… es tuyo.

Kanon tardó un poquito en reaccionar porque había ido acariciando todo el casco hasta la mitad del barco.

- Que dijiste?

- Bueno… fue nuestra culpa que tu juguete se rompiera y… por lo que me habían dicho le habías hecho muchas mejoras y habías trabajado muy duro…

Tania sonreia al ver la cara de Kanon. Aun no le estaba entrando en la cabeza la información.

- … Y de no ser por ti, no hubiera encontrado a tiempo a mi dulzura y la hubieran lastimado mucho mas – Laura escondió la cara en su pecho para no recordar eso - Y prácticamente ninguno de los dos estaría vivo de no ser por ti así que… me llego un pequeño bono y decidí… decidimos darte este regalo.

Kanon miró aun incrédulo a su hermano y su cunada, quienes sonreían ambos esperando su reacción.

- Este… pedazo de cielo… es mío?

- Pues eso dice el titulo – Dijo Saga sacándolo de su bolsillo y entregándoselo.

Kanon tuvo que leerlo para que se dibujara la mas grande sonrisa que hasta entonces alguno de los tres le hubiera visto arrojándose a brazos de Saga empujando a Laura a un lado en su emoción quien cayo en brazos de Tania y colmándolo de besos.

- Gracias. – beso – Gracias – beso - Gracias. – beso – Gracias – beso -

- Hey!

Jalo a Laura e hizo lo mismo lo que no le hizo mucha gracia a Saga e iba a de encima cuando Kanon la soltó azotándola en brazos de Saga para pasar con Tania.

- Escuchaste?

- Si Escuche. Felicidades – dijo Tania sonriendo mientras Kanon la tomó de la cintura para darle un mega beso tan apasionado, que hasta Laura se volteó hacia Saga para darles privacidad.

- Es mío! – dijo finalmente Kanon dejando respirar a Tania – Quieres verlo conmigo?

- Cla… claro

Kanon la cargo de su trasero y subio las escaleras con ella en brazos para admirar la magnificencia de su nuevo bebe. Saga y Laura se quedaron debajo cuidando el equipaje de Kanon, pues el de ellos ya estaba arriba.

- Sigue sin gustarme la escuincla del demonio – susurro

- No es lo que te guste a ti, sino lo que le guste a el, amor. – explicó Laura – Además, yo creo que se complementan bien. El parece feliz cuando esta junto a ella.

- Mmm… tendrás que trabajar en convencerme. – dijo abrazándola

- Tenemos todo el trayecto de regreso para trabajar en eso – contestó Laura guiñándole un ojo.

Media hora después Kanon y Tania bajaron del barco. Kanon solo hablaba de sus planes a futuro con el barco.

- Y bien?

- Es magnifico. – dijo Kanon – Casi te perdono por todas las tonterías que haces. Casi.

- Ah menos mal. Listo para la ceremonia de ponerle nombre y romper la botella? – preguntó Saga

- Orgullo Marino II en honor a mi difunto bebe – dijo Kanon aun tomado de la mano de Tania

- Que casualidad – dijo Saga develando la manta sobre la proa donde se veía en color rojo con grandes letras el nombre del barco que Kanon acababa de decir – Te conozco o que?

- Sería el colmo si no. Y la botella?

- Arriba de la tarima – dijo Saga señalándola

- Nunca he comprendido por que deben romper la pobre botella sobre un barco – señaló Laura

Tania contestó.

- Desde los tiempos antiguos, se hace esto cuando es el primer viaje del barco, o cuando le ponen nombre recién para que los dioses marinos cuiden la embarcación y no naufraguen. – contestó – Es muy importante para el dueño del barco hacerlo.

Kanon tomó de la muñeca a Tania jalándola hacia la tarima y poniéndola frente a el para tomar la botella y ponerla en sus manos.

- Bautiza a mi bebe por favor.

- Yo? No tendría que hacerlo tu hermano? O tu cuñada? – pregunto sorprendida

- Debería… pero no. Anda… que me urge poner mis manos en los controles – dijo Kanon

Tania miró a Saga y su ceño fruncido y sonrió.

- Yo te bautizo como Orgullo Marino II – Acto seguido rompió la botella en la proa.

Kanon la abrazó emocionado, la cargo y saltó directo a la proa sin usar las escaleras y Saga solo rolo los ojos mientras su hermano los urgía a subir desde arriba. Al parecer, ahora también tenía que hacerla de maletero y subir el equipaje de Kanon y compañía.

Septiembre 5, 9 p.m.

Orgullo Marino II

Aguas Internacionales

Saga miraba con curiosidad a su hermano desde el barandal del barco mientras abrazaba a Laura por detrás de su cintura. Estaba tan alegre y sonreía y bromeaba con Tania como niño abriendo sus presentes de navidad. Los dos estaban en el cuarto de control y él le explicaba emocionado el funcionamiento de los motores mientras comenzaban a moverse rumbo a Bahamas. Tania lo escuchaba en silencio y le hacía preguntas inteligentes respecto a la operación del yate y el con toda la paciencia, la abrazaba y las contestaba:

- Creo que a Kanon le gusto mucho su regalo, amor – dijo Laura volteando para mirar a los ojos a Saga.

- Si. También lo creo dulzura, pero sigue sin gustarme la… familiaridad de ellos dos – replicó Saga

- Y lo mismo han de decir de nosotros - replicó – déjalos ser. Solo serán unas horas en lo que llegamos a dejarla a la isla, y tomamos el avión a Grecia.

- Me encantaría no tener que regresar – aclaró Saga

- Jaja te robaste mis líneas? Porque sería delicioso quedarnos lejos de todos, pero yo tengo que volver a ir a explicarle al Capitán Kira por que intentaron matarnos y no lo lograron.

- Y yo tengo varias cirugías programadas – contestó Saga – Además de que necesito que mi hermano regrese al santuario.

Laura lo miró extrañada.

- Por qué? Corre peligro El o el santuario?

- No exactamente – respondió Saga abrazándola – Pero han pasado demasiadas cosas allá y tal vez podría ser útil para todos. Por lo menos para calmar las aguas en caso necesario.

- O alterarlas más ji ji

Saga asintió sonriéndole.

- Dejémoslos antes de que el hígado se me arrugue – dijo Saga – Cuantas horas dijo Kanon que nos tomaría llegar?

- 8 horas con aguas calmas – repitió Laura caminando hacia la popa abrazada de Saga - Mejor sentémonos a ver el atardecer.

Ambos se sentaron en el sofá cama redondo tapizado en color blanco para ver como el sol se ponía en el horizonte. Las tonalidades rosas, moradas y naranjas los dejaron sin palabras, únicamente permaneciendo abrazados disfrutándolo hasta que el ultimo rayo del sol desapareció.

- Eso fue hermoso – dijo Laura rompiendo el silencio sin darse cuenta que Saga la miraba a ella.

- Eso siempre lo he creído

La manera en que lo dijo la hizo voltear hacia arriba para fijar su mirada en los hermosos ojos azules de Saga. Se escucharon las risas de Kanon y Tania interrumpiendo el momento.

Laura utilizó la distracción para recostarse a todo lo largo del sofá y taparse una de las mantas dobladas que estaban ahí junto.

- Me dio un poco de frio – se justifico mientras Saga se acomodaba a lado suyo para abrazarla por debajo de las mantas – Yo digo que hacen bonita pareja.

- Hummm

Laura vio que el cielo ya estaba lo suficientemente negro y las estrellas se veían con claridad.

- Amor… tú te sabes todas las constelaciones?

- Al derecho y al revés. Preguuuuuuntame. – dijo Saga con una sonrisa

- No pues… me declaro medio ignorante al respecto. No tengo mucha imaginación para ver figuritas en las estrellas. Digamos que… si hubiera sido Simba, hubiera visto una jarra de chocolates en lugar de la cabeza de Mufasa Jajajaja.

- No entiendo.

- Olvídalo. Cuales se ven por ejemplo del zodiaco ahorita?

Saga se puso a escanear el cielo y señalo:

- Piscis ahí y acuario allá

- Nada más? – pregunto desilusionada

- Jaja si dulzura. No se pueden ver todas al mismo tiempo. Influyen muchas cosas. Eres afecta al zodiaco?

- Te refieres a que si leo mi horóscopo y no salgo de casa si dice que me voy a encontrar al amor de mi vida cada 15 días?

- Bueno… tu lo vas a encontrar dentro de tu cama todos los días – sonrió Saga haciendo sonreír a Laura algo sonrojada – Quieres que te diga algunas cosas de cada signo que no te dicen los horóscopos?

- A ver. – pregunto curiosa – pero… vamos a hacerlo divertido.

- Como sugieres.

- Cierra los ojos y piensa en uno de tus amigos y si tuvieras que decirlo… lo dices y ya – sugirió Laura

- Está bien – Saga cerró los ojos – Con quien empiezo?

- Kanon jejeje

Saga se controlo lo mas que pudo para después voltear y gritarle a Kanon:

- Eres un falso dos caras, huevon y cobarde manipulador al que le importa un carajo lo que otros sienten y te sientes muy cabron por meterle los cuernos a todas tus viejas!

- Igual que tú! – fue la respuesta de Kanon con una seña obscena

Saga comenzó a reír pues conocía bien la reacción de su hermano.

- Así?

- Jaja pues, no con tanto amor pero si… - contestó Laura escuchando que Tania le decía a Kanon que se iría a explorar la embarcación – mi osito Camus?

- Ay puñalito, digo cuñadito… Crees tener una mente creativa y progresista por lo que cometes los mismos errores una y otra vez porque eres tanto imbécil como terco y si no te han pescado en tus movidas ha sido por pura suerte.

- Que malo eres con mi osito. A ver y con el papucho de… digo con Milo?

- Hey! El único papucho para ti, debo ser yo. –reclamó Saga – Además Milo es el peor de todos: desconfiado, vengativo, obsesivo, rencoroso, frio, orgulloso, malicioso, cínico, calculador y un hdp para hacer negocios. Solo ama a su mama y a si mismo aunque algunos otros escorpiones ni a eso llegan.

Laura soltó la carcajada contagiando a Saga.

- Los demás, te los diré cuando puedas dejar de reírte – dijo Saga sonriendo feliz de ver reír a su Lau.

Lau se incorporo en el sofá y posó su mano ahuecada sobre la mejilla de Saga, vislumbró sus ojos ardientes antes de cerrar los suyos, y a continuación acarició su boca con sus labios y le dio un beso que hizo el mundo quedase atrás.

La suave piel se Saga ardía bajo el roce de ella. Laura acarició su pelo y lo besó más profundamente, inclinándose aún más sobre él. Saga le rodeó la nuca con la mano y la aferró con firmeza y suavidad cuando ella abrió los labios y le dejó el sabor de su gloss. Él respondió de forma apasionada, extasiándola con aquel beso embriagador hasta prácticamente hacerla temblar de placer. Finalmente acabó de besarla de forma lenta y suave y la soltó.

- Sabes que no estamos solos verdad? – preguntó Saga escuchando tararear a Kanon a lo lejos

- Y eso a ti cuando te ha importado? – contestó Laura jugueteando con su camisa – Además, yo solo estoy dando un inocente beso.

Los ojos de Saga brillaron con ese brillo dorado que Laura conocía muy bien. Ahora fue él quien tomó su mejilla con la yema de los dedos, atrajo su rostro hacia él, bajó la cabeza y la besó profunda y ardientemente. Laura le rodeó el cuello y se agarró a él sintiendo que una oleada de deseo recorría su cuerpo. Mientras él devoraba su boca, Laura sentía su pulso desbocado. Era un beso más decidido que el anterior e igualmente delicioso.

Cuando Saga deslizó la mano bajo su cabello y la tomó por la nuca para atraerla aún más hacia él, Laura fue consciente del creciente deseo de él y ella a su vez tembló de anhelo que hizo que Saga reacomodara la manta sobre Laura.

- No puedo dejar que te resfríes —dijo en tono protector mientras acariciaba sus piernas por debajo de su falda para darle calorcito mientras encendía involuntariamente su cosmos.

Kanon lo sintió y solo se comunico con el por cosmos:

- Hay problemas? Necesitas ayuda?

- No no, yo puedo solo jeje.

Saga lo apagó para no volver a llamar la atención de su hermano y Laura comenzó a respirar irregularmente. Sea que fuera del modo inocente como él lo decía o si el calor que le quería proporcionar era otro, definitivamente lo estaba logrando.

Saga escaneó la posición de Kanon y Tania y no estaban ni juntos ni cerca, por lo que comenzó a besar el cuello de Laura mientras iba bajándose mas y mas hasta que posó la yema de sus dedos sobre las rodillas de Laura y suavemente y con gran delicadeza, le separó las piernas solo cubiertas con su falda blanca holgada.

Laura arqueó el cuerpo atravesado por una violenta sacudida cuando Saga acercó la boca a sus zona más íntima y empezó a jugar con ella. Su cerebro estaba confundido entre taparse la boca con ambas manos para no emitir sonido y tratar de retener cualquier pensamiento que en ese momento la abandonaban ante el contacto de su amor.

- Recuerda que si gritas, vendrán a ver que está pasando – dijo Saga interrumpiendo su faena para verla.

Laura estaba tendida sobre el sofá circular, presa de un absoluto abandono gracias a sus besos, con la cabeza echada hacia atrás, el cabello obscuro cayéndole suelto, sujeta a sus antojos. Su cuerpo ejercía sinuosos movimientos suplicando más de manera desvergonzada y ardiente.

Saga escuchó una conversación y volteó hacia arriba para ver a su hermano que platicaba con Tania.

- Creo, que no es conveniente que estrenemos el sofá por dos motivos – le dijo.

- Cuáles?

- Primera, a aquel se le puede antojar mi Lau y no. Eso sí que no.

Laura sonrió. De ninguna manera podría competir con Tania, más joven y rubia y que claramente traía a Kanon comiendo de su mano aunque aparentemente ninguno de los gemelos podían verlo.

- Y la segunda?

- Nos puede dar un aire colado y después no poder hacer nada, así que… mejor bajemos a nuestra suite nupcial jiji

Laura le extendió los brazos y Saga espero para que Kanon se volteara y Tania desapareciera de su vista para cargar a Laura como Koala y llevársela al camarote al final del pasillo. Saga se aprovechó del trayecto para irle metiendo la mano en el trasero a Laura.

En cuanto bajaron las escaleras, comenzaron a besarse chocando con las paredes entre risas. Abrieron la puerta de la suite y Laura se bajo de los brazos de Saga. Se separo un momento para descubrir el torso de Saga y acariciar los músculos de su pecho presa de la más absoluta admiración. Como respuesta, Saga dejó escapar un suspiro de placer. Ella deslizó la mano más abajo y acarició también los músculos de su estómago. Mirándola con intensa profundidad, Saga la tumbó suavemente sobre la cama y se colocó sobre ella.

Estuvieron así, tumbados juntos, mirándose y besándose suavemente varios minutos. Laura le acariciaba la espalda, tersa y potente a un tiempo y él, apoyado sobre sus codos situados a ambos lados del rostro de Laura, repasaba sus mejillas con la yema de los dedos y le echaba el pelo todavía hacia atrás para despejar su frente.

- Eres francamente adorable, Dulzura - le susurró.

- Tú también - respondió Laura con una débil y soñadora sonrisa.

Bajó despacio sus manos por la espalda de Saga, disfrutando de cada uno de los centímetros de su piel sedosa, hasta llegar a los pantalones. Entonces, deslizó las manos dentro de ellos, extendió las palmas sobre la curva musculosa de sus trasera y con una carcajada suave y maliciosa, las apretó con fuerza. Saga arqueó las cejas y comentó:

- Lo disfrutas?

- Puedes apostar a que si - contestó ella con una risita caprichosa.

Saga la besó y mientras él jugueteaba con sus pechos, ella deslizó su mano por el torso de Saga y cuando sus dedos rodearon a bubu, se le vio fascinada a la respuesta del rostro de él, que se transformó en una leve mueca de placer. El leve gruñido que salió de los labios de Saga hizo que Laura sintiese el ansioso revoloteo de cientos de mariposas en la boca de su estómago. Ella le apretó y le acarició y sintió la calidez de su piel en respuesta a su tacto. Saga rápidamente se quitó el pantalón para quedarse en bóxer y volvió a su posición anterior.

Laura empezó a complacer a Saga y él cerró los ojos. Volvió a mirar a Saga y buscó una vez más sus labios para besarlo con la intención de devolverle un poco de todo el placer que él le había dado durante todos esos días. Los gemidos de Saga la hechizaban. Por todos los dioses, era una suerte que aquel hombre tan delicioso pudiera pertenecerle. Saga dejó escapar un gemido de ansia y de placer y Laura paró con una sonrisa traviesa.

- Como que se me fueron las ganas – bromeó provocando que Saga, con la pasión desbordada, cambiara de posición y en un abrir y cerrar de ojos, Laura estuviera boca arriba sobre el lecho y él encima de ella.

- A ti sí, pero a mí no – respondió Saga subiendo su falda hasta dejarla únicamente en su ropa interior.

Su potente erección se acercó, pero no penetró ni un ápice en su interior. Laura jadeó excitada al ver cómo él jugaba con la posibilidad de tomarla sin importarle nada.

- Hazlo - pensó Laura mirándolo fijamente a los ojos. Pero él no iba a hacerlo. Golpeó el umbral de su sexo, alimentando su fuego y atormentándola - Por favor - exclamó Laura sin poder contenerse, incapaz de seguir luchando contra su deseo.

- No - respondió Saga y sus ojos ardían como llamas azules en medio de la noche tratando de hacerle pagar por su juego anterior.

Laura separó más las piernas, deseándole con toda su alma. Pero él mantenía el control y seguía racionando aquel vertiginoso placer sin llegar a satisfacerla del todo.

- Me voy a volver loca - jadeó Laura.

- Ten un poco de paciencia.

- No puedo. Te deseo. Por qué me haces esto?

- Tú lo empezaste, dulzura. No te preocupes. Merece la pena —dijo Saga y le lanzó una mirada seductora.

Laura lanzó un gemido y Saga siguió acariciando con ritmo suave y constante el cuerpo de Laura sobre su prenda, moviéndose contra la humedad de su sexo y deslizándolo por su pubis. Laura arqueó el cuerpo contra él, elevó la cintura y lo oyó ordenarle:

- Tócame.

Laura deslizó la mano en el espacio que los separaba y rodeó su miembro palpitante con los dedos. Pudo notar que estaba cubierto por la humedad de su sexo. Con un escalofrío, Laura lo guió haciendo que cada uno de sus movimientos estimulase el centro de su excitación. Por su parte y con cada empujón de las caderas de Saga, Laura movía la mano alrededor de su miembro dándole el placer que él quería.

- Saga, bésame.

El aceptó su petición con furia y hundió profundamente su lengua en la boca de ella. El rescoldo de las sensaciones que había experimentado Laura en la habitación contigua se reavivó, haciéndole prácticamente perder la conciencia. Se movió con Saga como en un trance mientras él seguía besándola, haciendo bailar rítmicamente su impresionante y enardecido cuerpo contra el suyo.

De pronto, Laura dejó escapar un grito pero sus exclamaciones de sorpresa y placer quedaron ahogadas entre los incansables labios de Saga. El placer cegador casi la hizo sollozar y a través de la abrasadora neblina del clímax, sintió cómo la mano de él cubría la suya que seguía sujetando su firmeza. Saga apartó su boca de los labios de Laura para dejarla respirar y pudo sentir sus jadeos en el oído mientras forzaba a la mano de Laura a seguir moviéndose para sacudir a bubu. Todavía jadeante, Laura lo sujetó con mas ahínco.

- Oh, Por Athena, Laura …

En un instante, los renovados esfuerzos de Laura llevaron a Saga al borde del abismo. Echó la cabeza hacia atrás, su rostro dibujó una mueca de absoluto placer y con un grito ahogado, explotó en la mano de Laura mientras todo su poderoso cuerpo se agitaba en potentes convulsiones.

Laura lo miró a los ojos aturdida y pudo ver que se habían tornado de un azul obscuro pero en ellos había una dulzura demoledora que la hizo estremecerse aun después de haber consumado su pasión.

- Mi Lau - susurró él y sacudió la cabeza con una media sonrisa cariñosa y castigadora a un tiempo – Tengo calor, nos bañamos?

- Si por favor. No sé porque esta tan húmedo aquí. – comentó Laura incorporándose – No tiene aire acondicionado esta cosa?

- Quieres ir a interrumpirlos para preguntarles? – dijo Saga poniendo atención a los gemidos tan característicos de su hermano en faena en el piso superior.

Laura se sonrojo y se levantó de la cama.

- No, no. Mejor un baño. – dijo – Y vete adelantando porque si dejo que me quites la ropa, aparte de que me la vas a romper como siempre, no me vas a dejar salir de la cama.

Saga solo le lanzo un beso y se dirigió a la ducha. Laura lo siguió minutos después. La regadera ultramoderna, tenía un sistema de chorros que salían de la pared para que todos los rincones quedaran limpios. Solo la parte de la entrada era de cristal y ciertamente había suficiente espacio para ambos. Laura entró y vio a Saga en todo su esplendor bajo la regadera mojando su cabello. Se quedo estática un momento viendo como en cámara lenta a su marido mojando cada centímetro de su cuerpo.

- La próxima vez, verifico primero si tiene alguna tina – señaló Saga en voz alta sacándola de su ensoñación – Entras?

- Claro.

Saga le hizo espacio a Laura y esta entró con gusto. Él le paso su shampoo que como siempre hacia reír a Laura cuando veía la botella de Shampoo Mennen con extracto de manzanilla y miel no mas lagrimas antes de darle la espalda para que se lo pusiera.

Ella colocó el shampoo en su mano y comenzó a masajearle las puntas de su cabello mientras él le hacia la maldad de prender los jets detrás de ella a la altura de su trasero.

- Epa! – exclamó Laura

- Yo no hice nada.

- Aja. Y yo soy rubia natural.

- En serio? – preguntó Saga volteando

- Jajaja era solo un decir. – corrigió Laura -. Y bueno… quede un poco intrigada hace un rato por lo que me decías del verdadero carácter de los signos.

- Mmm… vas a seguir chuleando a mis amigos?

- Prometido que no.

- Bueno… Y de cual tienes curiosidad?

Laura se puso a pensar mientras hacía mas y mas espuma en el cabello de Saga.

- A ver… como se llamaba el grandote?

- El que traía a la Tinkerbell brasileña? Aldebarán alias el torito.

Laura le dio una fuerte y sonora nalgada donde también aprovechó para apachurrarle el trasero.

- Ahora que hice? – preguntó Saga

- Qué es eso de andar piropeando a las mujeres de tus amigos? – respondió sin quitar su mano.

- No fue piropo pero… en fin. No me molesta que dejes ahí la mano jeje – dijo Sonriendo – Ah! Mi querido torito… tiene una determinación de perro callejero y trabaja como un condenado. La mayoría de las personas piensan que es un tacaño miserable y cabezón con cabeza de piedra y no se equivocan porque su disque persistencia, solo es un maldito capricho. Además es glotón, adora la naturaleza y que lo conquisten. Aunque…

- Vaya! Hay más? – preguntó Laura regresando su mano a lavar el cabello de Saga que pareciera estar tornándose gris en algunos mechones, aunque podía ser la luz.

- Aunque también puede ser un HDP y lo peor es que no lo reconocerá nunca, ni se disculpara.

- En serio? Se ve muy amable.

- No dije que no lo fuera.

Saga se puso Shampoo donde Laura no alcanzaba y ella llenó la lufa de jabón para comenzar a enjabonarle la espalda en movimientos suaves y circulares.

- Y el esposo de Zita? Español, serio y muy apuesto y galán…

Saga volteó de nuevo con ojos furiosos y esta vez claramente vio como el cabello de Saga se volvía gris bajo la espuma.

- Amor… me refería a que era algo así como uno de esos toreros españoles que tienen un porte especial… no es más guapo que tu…. Tranquilo – dijo Laura tratando de reparar el daño.

Saga recargó ambos brazos en la pared frente a él tratando de controlarse.

- Shura… es conservador, serio, frio e inflexible como una barra de acero. Y aunque es fiel y paciente, esto no es suficiente para esconder su mamoneria, su materialismo y su lado ambicioso, aunque por lo que sé, no tanto como Aioros.

Laura dejo de tallar su espalda. No se le había hecho que fuera materialista porque… recordó la marca de la ropa que traía y solo asintió. Definitivamente los conocía.

- Bueno para que ya no te enojes, como es el Patriarca?

- Aioros?

- Uhh… no. – dijo Laura – Perdón. La fuerza de la costumbre. Shion.

- Shion… Shion… Shion… - Saga lanzó una carcajada que sonó algo maquiavélica incluso para Laura quien dio dos pasos hacia atrás al escucharla pero el solo volteó y la miró fijamente mientras avanzaba los pasos que ella retrocedía – De verdad quieres saber cómo es Shion? El se cree muy honesto, integro, independiente y poderoso, pero eso solo se lo cree el. Lo que adora es mandar y que todo se haga de la forma que él quiere, pero solo es su carcasa para esconder que es blando y débil. – Su voz destilaba el veneno que sus ojos, ahora completamente de otro color mostraban –Se las da de muy liberal pero es una mariquita cuando las cosas se le salen de control. Por eso es que pude matarlo tan fácilmente.

Laura tragó saliva.

- Amor… yo se que tu eres mejor que él y todos los demás al menos para mí y recuerda que eres mi adoración y…

Saga la acorraló entre la pared y sus brazos a cada lado de la cara de Laura, mientras se acercaba lentamente a ella, quien solo se cubrió con la botella de shampoo.

Sonriendo pero sin decir nada, Saga le quito la botella para colocar una gran porción en su mano izquierda y con la derecha y de una manera nada delicada le dio la vuelta haciendo que Laura soltara una exclamación de sorpresa cuando su pecho tocó el frio mármol de la pared.

- Te encanta desafiarnos verdad? – dijo Saga poniéndole el shampoo en todo el cabello haciendo mucha espuma en pocos segundos

- No. Solo estábamos platicando amor… en serio… la pared está muy fría – suplicó Laura

Por toda respuesta, Saga la paso rápidamente hacia la pared contraria, donde la pegó de espaldas a la pared, pero esta vez, movió la cabeza de la regadera para que le cayera directamente a ella. Laura abrió ligeramente las piernas para mantener el equilibrio momento que Saga aprovechó para prácticamente aplastarla con su torso mientras lamia su cuello y le metía la mano entre las piernas para jugar con ella. Laura luchaba con el agua en la cara y la espuma de su cabello que caía sobre ella.

- Saga espera que me entró jabón en los ojos – decía intentando enjuagarlo pero sin estar consciente que también la espuma del cabello de Saga caía sobre su cara.

Pero Saga no quería darle tregua. Volvió a darle la vuelta y separó unos centímetros más sus piernas metiendo esta vez dos dedos dentro de Laura moviéndolos de una forma nada sutil.

Laura tuvo que dejar de intentar enjuagarse la cara para poder mantener el equilibrio mientras Saga acariciaba su interior. Al no poder ver debido a la espuma, podía escuchar a pesar del ruido del agua corriendo los fuertes latidos de su corazón.

- Saga… - exclamó sintiendo que estaba a punto

Pero El no estaba para juegos y no solo se detuvo y quito sus manos dejándola insatisfecha y confundida, sino que se hizo unos centímetros hacia atrás y Laura dejo de sentir su presencia.

- Amor… sigues aquí? – preguntó de nuevo tallándose los ojos

Saga, de rodillas ahora, la tomó de los tobillos abriéndole las piernas aun mas y sin decir agua va, metió su cabeza entre sus piernas y comenzó a lamer, succionar y morder haciendo que Laura al principio quisiera detenerlo para buscar con sus manos de donde agarrarse pero después solo pudo enredar sus manos en el cabello de Saga para intentar marcarle el ritmo, aunque era más que obvio que él sabía lo que hacía y después de unos minutos Laura de nuevo llego al límite.

- No te has portado bien, así que no mereces el premio – Contestó levantándose dejándola frustrada otra vez.

- Pero yo no hice…

Saga la volteó y volvió a ponerla contra la pared, esta vez prendiendo los jets haciendo que un chorro de agua con la presión estratégica justo donde hasta hace poco su lengua lo había puesto sensible. Para evitar que se moviera, tomo sus muñecas y las puso detrás de su cintura agarrándolas con su mano, imposibilitando que ella se le opusiera. Acercó sus labios a su oído para susurrarle:

- Te gustan esos cabeza huecas? Te gustaría que ellos estuvieran en mi lugar cierto? Te mostrare cual es la diferencia principal entre ellos y yo.

Antes de que Laura pudiera reaccionar para contestar sintió como Saga la inclinaba hacia delante y la empalaba hasta el fondo. Lanzó un grito de sorpresa mientras con una mano Saga tomaba sus manos y con la otra la agarraba fuerte de su cadera para embestirla con fuerza, cada vez más rápido, más profundo. Laura intentaba contener el placer que comenzaba a serpentear con su vientre, subiendo por su estomago y enredándose en su columna. Saga siguió embistiendo con una y otra vez hasta sentir a Laura convulsionarse alrededor de el, con un grito, momento que aprovechó para correrse con fuerza dentro de ella.

Saga soltó las manos de Laura quien amenazo con caer de rodillas, cosa que el evitó agarrándola de la cintura.

- Solo yo puedo poseer tu cuerpo y hacerte sentir así dulzura… Espero que nunca se te olvide.

La cargo por la cintura y mientras ella se reponía con los ojos cerrados, comenzó a enjuagarla con ternura.

- Nadie, nadie es mejor que yo para ti, Lau. Y si tengo que hacértelo entender a besos y caricias, la única que va a sufrirlos serás tu.

Cuando terminó, la envolvió en una toalla aun cargándola y le dio una nalgada de camino a la cama. Laura sonrió y Saga la deposito suavemente en la cama. Se dedicó a ayudarla a secarla y darle besos en su cuello mientras encendía su cosmos de forma tentativa, tanto para ver si su hermano estaba poniendo atención como para ver si le hacía daño a Laura.

- Auch! – se quejó Laura – Me diste toques.

- Perdón. – exclamó Saga bajando la intensidad

Comenzó a secar su cuello acercándose al collar de Laura, que al ser rozado por él con su cosmos encendido, ahora fue a él a quien le dio una descarga eléctrica.

- Estúpido collar! – dijo desabrochándolo

- Que haces? No! Es peligroso – Exclamó Laura asustada mientras volteaba hacia él y sentía de nuevo que cierta energía salía de su cuerpo

- Se interpone en mi camino – respondió Saga con voz grave aun con su cabello gris retirándolo por completo subiendo el nivel de su cosmos.

- Pero Shion dijo… - Laura se tapó la boca y Saga se separo de ella para levantarse. La energía bicolor de Laura se incremento. – No, no… no vayas a pensar que…

Saga cerró los ojos para respirar profundamente. Laura corrió a abrazarlo.

- Amor… mírame… solo soy tuya recuerdas?

- Lo sé… - dijo mirándola con amor y los ojos azules que tanto adoraba - Y yo soy solo tuyo.

- Me asustaste. Creí que tu…

- El… estoy intentando que se vaya… - respondió Saga – Me ayudas?

- Si pero… Cómo?

- Bésame.

Laura tomó la cara de Saga y comenzó a besarlo de forma suave y volcando ahí todo su amor. El aura de Laura comenzó a sacudir la cama a pesar de estar anclada en el piso. Eso la sacó de balance interrumpiendo el beso.

- Mi collar… debo ponérmelo.

- No. – contestó Saga – Voy a matar dos pájaros de un tiro

- Como dices?

- Concéntrate en mi. Solo en mi. En todo el amor que sentimos el uno por el otro. – volvió a atrapar sus labios – yo te ayudare a controlarlo.

Laura lo miró con miedo.

- Confía en mi.

Esta vez, Laura le echo los brazos al cuello y comenzó a besarlo apasionadamente. Las manos de Saga se posaron sobre su trasero para pegarlo más a él. Incrementó su cosmos aun mas, y el de Laura pareció retroceder. Poco a poco la fue regresando a la cama que estaba a espaldas de ella haciendo que se recostara. Sintió a Laura temblar debajo de él debido la excitación y al calor de ambos cosmos.

- Tenias la loca fantasía de que te tomara con mi cosmos prendido? Pues aprovechemos que mi hermano parece estar lo suficientemente ocupado para no venir a interrumpir

La cara de Laura se iluminó de Alegría mientras Saga volvía a besarla con ternura y pasión a la vez. Podía sentir a bubu muy atento presionando sobre su vientre, pero el cosmos de Saga estaba haciendo que todos y cada uno de los vellos del cuerpo de Laura se erizaran. Saga siguió besándola e incrementando su cosmos hasta que el de Laura retrocedió por completo.

Fue entonces cuando todo el cuerpo de ambos se sensibilizo un 1000%. Saga tuvo que bajarlo de nivel hasta poder moverse sin pasar una vergüenza. El cosmos de Laura recuperó terreno y su sensibilidad comenzó a regularizarse hasta quedar ambos perfectamente equilibrados.

Fue hasta entonces que Saga comenzó a acariciarla por todo el cuerpo. Solo necesitó el roce de su piel para sentirse casi agonizando de deseo, olvidándose de todo. Por las expresiones de Saga, tampoco podía contenerse mucho. Se frotaba contra su sexo muy despacio y con calma mientras enterraba su cara en el cuello tratando de retomar el control.

- Esto es malditamente difícil cuando hueles tan bien – musitó en su oído mientras los pezones de Laura se erizaron aun mas como respuesta mientras que el no dejaba de frotarse contra ella.

Sus manos comenzaron a reclamar sus pechos, lamiéndolos lentamente con la punta de su lengua haciéndola enloquecer de deseo y necesidad.

- Saga por favor… - suplicó Laura sintiendo su pelvis hinchada y palpitante a punto de estallar y la boca de Saga solo la torturaba.

Hasta ese momento, nunca había estado mas excitada, expectante y necesitada porque la tomara.

- Que quiere la mujer más hermosa de mi universo? – preguntó Saga con voz ronca y sexy mientras una encantadora sonrisa se dibujaba en sus labios y su cabello comenzaba a regresar a su color original – Si no me dices lo que quieres, como voy a adivinarlo?

Comenzó un caminito con la lengua desde donde la tenia, hasta su esternón donde se puso a hacer circulitos.

Laura no sabía si golpearlo o seguir aguantando, pero decidió que necesitaba que el acabara con esa tortura.

- Lau? – repitió dándole una pequeña mordida en el cuello que hizo jadear a Laura

- Tómame por favor! En la cama, contra la pared, al aire libre, como sea pero ya deja de torturarme! – contestó Laura

Saga sonrió mientras se aferró a su pezón para succionarlo y mordisquearlo mientras su mano comenzó a jugar con el otro. Ella sintió que toda su sangre se iba hacia sus pechos provocando muy pronto que su sexo llamara la atención y Saga solo lo colocara sobre su entrada pero sin empujar.

Laura se retorció bajo de él, exigiendo que lo empujara, pero Saga solo dejo de hacer lo que estaba haciendo para mirarla mientras disfrutaba la forma de que Laura le rogara.

- Por favor – volvió a suplicar mientras cerraba sus ojos para también controlarse.

Saga le acaricio la mejilla:

- Eres tan sexy… Pero no te complaceré a menos que abras los ojos y no dejes de mirarme.

Laura obedeció de inmediato y Saga, satisfecho con su respuesta y contando mentalmente para distraerse y no perder el control, bajo su mano para abrirla y acariciarla sin dejar de verla. Laura sintió que su control se había perdido y estaba a punto de llegar cuando Saga deslizo únicamente la punta dentro de ella, mas fue suficiente para que explotara y sus entrañas palpitaran salvajemente. Los ojos de Saga estaban clavados en los suyos mientras Laura contenía la respiración para silenciar sus gemidos mientras sus piernas temblaban de forma compulsiva absorbiendo todo el placer del orgasmo más intenso que había tenido nunca. Saga no detuvo sus caricias con tan de prolongar su placer.

Justo cuando ella creyó que comenzaba a tranquilizarse, Saga empujo introduciéndose por completo y elevando su cosmos y de nuevo su interior comenzó a latir, esta vez con más ímpetu y otro orgasmo la sacudió aun más intenso que el anterior. No pudo evitar gritar tan fuerte que él la callo con un beso, silenciando así sus gritos. Laura se abrazó a él con brazos y piernas y Saga comenzó a embestirla de forma más salvaje llevándola mas y mas arriba hasta que no pudo más y sus unas se clavaron tan fuerte en la espalda de Saga que un hilillo de sangre comenzó a correr y cayó sin fuerza.

Saga dejo su boca para comenzar a besar su cuello y salirse, logrando que Laura abriera los ojos inconforme. Suavemente la hizo voltearse y tomándola de la cintura levantó su cadera para darle besos en toda la espalda hasta llegar a su trasero, dándole algunos segundos para reponerse antes de que volviera a introducirse en ella despacio y girando sus caderas de forma circular.

Laura no podía estar más cansada, pero la sensación de tenerlo dentro con su piel hipersensibilizada por el uso de sus cosmos, su carne palpitante y todo su amor volcado, evitó que dijera nada. Saga comenzó a tomarla despacio y ella pudo sentir cada centímetro de su marido golpeando deliciosamente sus entrañas una y otra vez marcando el ritmo con los suaves gemidos que salían de la boca de Laura. Una bola de fuego comenzó a formarse en su vientre y esa sensación hizo que el cosmos de Laura se elevara sin que Saga hiciera nada para evitarlo. Sabía que Laura llegaría de nuevo y las embestidas fueron mas y mas deprisa hasta que sus cosmos parecieron volverse uno solo perdiéndose ambos en un mar de placer, derramándose, palpitando y deshaciéndose.

Saga sin dejar caer a Laura, ni separarse de ella, extendió la mano hasta donde había dejado el collar y se lo volvió a colocar. No estaba ni listo ni con fuerzas para lidiar con eso ahora y solo los hizo caer de lado para no desconectar sus cuerpos y permanecer abrazados luchando para recuperar su aliento, todos sudados y maldiciendo porque a Kanon se le ocurrió en ese momento prender el aire acondicionado.

Solo se estiro un poco para tapar a Laura y se quedo dormido como hacia muchos años no lo hacía abrazando a su mujer. Había sido una experiencia fantástica, pero el consumo de energía era demasiada.

Septiembre 5, 9 p.m. (al mismo tiempo que lo de Saga)

Orgullo Marino II

Aguas Internacionales

Tania le llevo un jugo de Arándano a Kanon que estaba frente al timón para evitar escuchar las risas y demostraciones de amor de Saga y Laura. Era obvio que acababan de casarse, pues apenas podían mantener las manos quietas. La ventaja de estar en un yate de ese tamaño, es que había muchos lugares a donde ir para no verlas.

- Te traje un jugo – dijo entregándoselo

- Y… no había vodka? Hielo? – Bromeó Kanon tomándolo con una mano.

- No puedes tomar y manejar. Son las reglas. – dijo Tania sentándose junto a él.

- Tan rápido te cansaste de ser mi primer oficial? – pregunto Kanon poniendo el piloto automático.

- No, pero no esperaras que continúe las próximas cuatro horas que falta para llegar parada, verdad?

- Claro que no.

Era una noche tranquila. El cielo estaba completamente despejado y solo esperaba que continuara así por un tiempo más. La temporada de huracanes aun no había terminado, pero antes de salir de Miami y mientras esperaba los permisos de Capitanía de Puertos, había checado el clima y no había ningún huracán previsto para esos días.

- Kanon… a que dices que se dedica tu hermano?

- Es uno de los mejores médicos de Grecia. – respondió orgulloso

- Y tu cuñada?

- Pues… hasta donde me quede, era detective. Porque la pregunta?

- Me preguntaba cómo o con que te había comprado este yate – dijo Tania – Debió costar mucho dinero entonces deben ser ricos.

Kanon le sonrió mientras tomaba de su jugo.

- Nada de eso. Estoy seguro que se endeudo para comprarlo – mintió.

Tampoco sabía de dónde había sacado el dinero y era lo que menos le importaba. En su cabeza, era lo menos que podía hacer después de ser el responsable de que su Orgullo Marino muriera.

- Y no te da algo de remordimiento? – preguntó Tania

- La verdad? No.

Tania solo movió la cabeza. Hubiera sido preocupante que Kanon dijera que sí.

- Pero si te hace sentir mejor, ofreceré darle la parte que me pague el seguro por el desastre anterior.

- De verdad harías eso?

- Si me lo pides, si.

Tania se corrió unos centímetros para quedar mas pegada a él, cosa que aprovechó Kanon para colocar la cabeza de ella sobre su hombro y tomar su mano. Ella no dijo nada y solo se dedicó a disfrutar el momento.

- Y bien? Terminaste tu exploración? – preguntó Kanon

- Si. No había estado en un barco así nunca… bueno excepto por el del señor Julián en una de sus… "fiestas"

Kanon se levantó tan de repente, que Tania se desbalanceo en el asiento hacia un lado vaciándose su bebida de arándano en su playera.

- Ah! Genial… - exclamó levantándose buscando un pañuelo para limpiarse

- Cuando y porque demonios fuiste a una de sus orgifiestas? – gritó Kanon enojado.

Tania volteó a verlo para saber si era verdad o solo bromeaba. La expresión en su rostro le decía que hablaba muy en serio.

- Hace como un mes, su hermano Alone fue a visitarlo y fui a servir las bebidas, comprendes? Solo trabajo… para ganar un poco de dinero extra…

Kanon no cambio su expresión. Conocía bien a esos dos y una chica bonita como Tania no estaba a salvo cerca de ellos, sobre todo en una de sus "fiestas". Tania al ver la expresión de su cara no pudo evitar comenzar a reír.

- Jajaja No me salgas con eso Kanon jajaja

- Qué?

- Esos teatros de celos fingidos no te quedan – replicó – Además te recuerdo que soy independiente y si puedo hacer horas extras lo hare. Y no me vayas a decir que me vas a dar más dinero porque eso no cambiara que las vaya a hacer de todos modos.

Kanon iba a replicar pero se mantuvo callado y eso no era una buena señal para ella.

- Voy a cambiarme, aunque ve tu a saber que me voy a poner ya que toda mi ropa esta sucia.

Kanon cambio su expresión a una que ella conocía como de travesura. Fue hasta un gabinete arriba del timón y regresó con una bolsa plana.

- Échala a lavar y ponte esto - dijo sonriendo mientras se la entregaba – Estaba aquí arriba y se ve nuevo.

- Ok. Ya regreso. – dijo Tania escuchando que aun la otra pareja estaba en el sofá circular de la popa viendo las estrellas o algo más.

Bajó las escaleras hasta el camarote principal, que ocuparían ellos dos y comenzó a desvestirse. El jugo había llegado hasta su ropa interior, por lo que tuvo que quitársela también. Abrió la puerta del closet que tenia la lavadora y secadora y echo la ropa ahí, aprovechando para lavar lo demás que traía en su maleta. Escuchó como la otra pareja bajaba por la escalera y sus pasos se perdían al final del pasillo donde ella sabía que estaba la otra suite.

Abrió la bolsa que le había dado Kanon y volvió a reír conforme sacaba las prendas: Se encontraba ante un disfraz de marinerita sexy color blanco que incluían las medias de red blancas y un sombrero de marinero. Parecía que Kanon quería estar de juguetón antes de regresarla a casa y ella no tenía ningún inconveniente en seguirle el juego.

Se coloco el traje con las medias y el sombrero, sacó unos zapatos negros de tacón bajo y complementó con una tanga nueva que había comprado y se le había olvidado. Se dejó el cabello suelto, cepillándolo hasta darle brillo, un poco de brillo labial y subió muy despacio los escalones. Contrario a lo que Kanon esperaba, ella no subió directamente para sentarse a su lado, sino que siguió de largo a la proa, quedando a la vista de Kanon recargándose en el barandal de espaldas a él y dejándole ver parte de su trasero. Tania sonreía mientras sostenía su gorro para que el viento no se lo arrebatara y sentía la mirada de Kanon, quien volvió a poner el piloto automático y salió del cuarto de control hacia ella, pero Tania había sido más rápida y le había dado la vuelta.

Se convirtió entonces en una persecución real. Se escuchaban las risas y las amenazas de Kanon hacia Tania por todo el barco, tanto arriba como en los camarotes. Kanon casi le daba alcance dos veces, pero al ser más delgada, Tania había podido pasar por lugares donde Kanon no, dándole unos segundos de ventaja.

Terminó de nuevo en la sala de control, y se recargó en el tablero, presionando sin querer un botón que hizo que el sistema de sonido se activara con una canción pre-programada que hizo que Tania aplaudiera porque ella sabía perfectamente esa canción. Era una de sus favoritas. Kanon entró en ese momento y Tania comenzó a moverse en sintonía con la canción mientras sincronizaba sus labios con la cantante.

Baby, I'm so into you
You got that something, what can I do
Baby, you spin me around
Oh, the earth is moving, but I can't feel the ground

Every time you look at me
My heart is jumpin', it's easy to see
Lovin' you means so much more
More than anything I ever felt before

Kanon entro mirando fijamente a los ojos de Tania. Ella lo señalaba a él como si se la estuviera cantando. Fue a sentarse justo detrás del timón mientras no dejaba de verla.

You drive me crazy
I just can't sleep
I'm so excited, I'm in too deep
Oh crazy
But it feels alright
Baby, thinkin' of you keeps me up all night

Oh oh
Tell me, you're so into me
That I'm the only one you will see
Tell me, I'm not in the blue, oh
That I'm not wastin' my feelings on you

Lovin' you means so much more
More than anything I ever felt before

Tania se contoneaba de manera tan sensual que la mirada de Kanon se volvió completamente depredadora. Ella dio dos pasos hacia él mientras seguía bailando y "cantando" de la manera más sexy que podía, sin ensenar nada realmente. Le diverted ver que podía provocarlo.

You drive me crazy
I just can't sleep
I'm so excited, I'm in too deep
Oh crazy
But it feels alright
Baby, thinkin' of you keeps me up all night

Crazy
I just can't sleep
I'm so excited, I'm in too deep
Crazy
But it feels alright
Every day and every night

Tania volvió a acercarse lentamente a Kanon, esta vez estando tan cerca que el pudo tirar suavemente de su falda para pedirle en silencio que se acercara mas. Ella lo hizo y el la tomó de sus caderas dejando que terminara la canción mientras acariciaba suavemente su trasero, lo que hizo que Tania una que otra vez perdiera el ritmo y solo se dedicara a cantar el final de la canción.

You drive me crazy (you drive me crazy, baby)
I'm so excited, I'm in too deep
Oh crazy (you make me feel alright)
Baby, thinkin' of you keeps me up all night

You drive me crazy (you drive me crazy, baby)
Yeah
Oh crazy (you make me feel alright)
But it feels alright
Baby, thinkin' of you keeps me up all night
Baby, thinkin' of you keeps me up all night

Kanon subió sus manos para tomar ambas mejillas y verla a los ojos sin decir nada hasta que finalmente sonrió:

- Esa canción… era dedicada a mi? – preguntó haciendo que Tania parpadeara rápido y le bajara las manos con las suyas para ir a apagar la música y con eso pudiera esconder un poco su rubor.

- Bueno, no eres un angelito Kanon… - dijo dándole la espalda – Y cuando te vas no sé donde estas, o con quien… y recuerdo como nos conocimos y…

- La respuesta… es si? – insistió Kanon desde su lugar.

- En mi defensa, yo no puse a propósito la canción – dijo Tania volteándose hacia el – Solo me recargue en la consola y…

Kanon se levantó de la silla para caminar lentamente hacia donde estaba Tania, quien parecía haberse quedado inmóvil. Volvió a tomar sus mejillas con ambas manos pero esta vez para besarla. No era como los besos normales que Kanon solía darle profundos y apasionados. La única definición que se le ocurrió en ese momento era "diferente". Suave, delicado… como si tuviera un mayor significado y a la vez, fuera más excitante aun. Que estaba pasando? Kanon la soltó por un segundo para bajar una mano a su cintura y atraerla más hacia él y dejar que Ella recuperara el aliento antes de que le siguiera otro beso de la misma magnitud e intensidad. Pareciera que el mundo se hubiera detenido para ellos dos, pero una vez que ella le puso las manos al cuello para sostenerse porque sus rodillas se le estaban aflojando, Kanon se separó de ella y Dedicándole una sonrisa perezosa, pasó sus manos por ambos lados de su cadera por debajo de la falda, enganchó dos dedos en la cintura de su tanga y suavemente se las bajó hasta mitad del muslo. A medida que pasaba los dedos por sus piernas, ella se mordió el labio inferior, esperando a que deslizara las manos entre estas y la tocara. Pero en cambio, el subió lentamente para volver a besarla. Tania tuvo que admitir que eso era aun más excitante que ser tomada sin aviso contra la pared, o en el asiento trasero del autobús.

Fue entonces cuando Kanon se puso detrás de ella y Tania sintió el bulto considerable en el pantalón de Kanon, dándose cuenta de que estaba igualmente excitado, tanto como ella lo estaba. Le quitó el gorro de marinerita para que no le estorbara aventándolo del otro lado del cuarto e Inclinándose hacia adelante, abrió su blusa lo suficiente para tener acceso a sus hombros y puso los labios sobre su piel. Tania contuvo el aliento. Kanon la había besado allí antes pero cuando el rastro de la barba de su mandíbula la rozo mientras la besaba y mordisqueaba, primero de un lado, y luego del otro, decidió que definitivamente era el hombre más sexy del mundo.

Tuvo que apretar sus manos entre su entrepierna para controlar un poco ese latido casi doloroso que sentía ahí. Lo miró por encima del hombro.

- Kanon… necesito que me toques.

Sus miradas se encontraron pero la de él era ardiente y hambrienta. La boca se le torció en una sonrisa atractivamente pecadora, le pasó una mano entre las piernas por detrás y dirigió los dedos a lo largo de sus pliegues resbaladizos.

- De cuando acá, las marineritas le dan ordenes al Capitán?

Tania jadeó cuando encontró su mano experta encontró su punto débil e hizo círculos lentos y perezosos alrededor de él. Siempre sabía cómo acariciarla y también sabía cómo juguetear con ella.

Alejándose de ahí, deslizó los dedos de arriba abajo antes de meterse dentro de su humedad. Pero de nuevo bromeó con ella, meneando el dedo atrás y adelante varias veces, para al final deslizarse hacia afuera.

Tania abrió la boca con intención de rogarle que continuara, pero ya estaba frente a ella tomándola para levantarla del trasero mientras la besaba y girarla para caminar hacia el asiento del capitán. Su boca estaba caliente y hambrienta, su lengua se sumergió entre sus labios para ir a enredarse urgentemente con la suya. Ella enterró las manos entre su cabello y respondió al beso igual de salvajemente. Su gran dureza apretaba contra ella, recordándole lo mucho que la deseaba.

Kanon se detuvo frente al asiento y subió las manos sobre sus caderas y abdomen, para perfilar y ahuecar sus pechos sobre el disfraz. Sus pezones se apretaron y pusieron más firmes en respuesta a su toque, estirando la delgada tela que los cubría, y ella suspiró contra él cuando frotó los pulgares sobre esas puntas tan sensibles.

Tania se arqueó contra él, agarrándose a sus amplios hombros, cuando arremolinó la lengua alrededor del pezón por sobre la tela del disfraz, pues no se había puesto satén y la tela blanca comenzaba a transparentarse por sus besos húmedos.

La sentó de modo que ella estuviera sentada frente a él. Instándola a tumbarse en el asiento doble, cayó de rodillas ante ella. Enganchó los dedos en la tanga, que aún estaban a mitad de sus muslos, y se las quitó del todo, tirándolas descuidadamente a través del cuarto. Luego, poniendo una mano sobre cada una de sus piernas, subió una al respaldo y la otra la extendió con suavidad ampliamente para poder sepultar la cara entre ellas.

Bajó a ella como si no pudiera tener suficiente, sumergiendo la lengua y dirigiéndola hacia y sobre sus pliegues antes de concentrarse en el punto más sensible de Tania, quien sumergió sus dedos en la cabellera de Kanon para jugar con su cabello mientras giraba sus caderas al ritmo de su lengua pidiéndole entre gemidos que no se detuviera. Desde luego Kanon no lo hizo. En cambio, alternaba entre arremolinar su lengua y succionar su pequeña e hinchada protuberancia con la boca, hasta que la tuvo retorciéndose. Cuando el orgasmo finalmente se apoderó de ella, echó la cabeza hacia atrás y gritó, mientras oleadas tras oleadas de placer recorrían todo su cuerpo. Dios, ella nunca se había corrido tan rápido antes. Esos besos tan diferentes de Kanon que recibió la habían excitado tanto, que estuvo a punto de explotar incluso antes de que hubiera comenzado el juego.

Cuando se recuperó, lo único que quería hacer era quedarse ahí tumbada pero un tierno beso en el interior de sus muslos la hizo incorporarse para ver a Kanon contemplarla con esa mirada de deseo que siempre veía en sus ojos. Esta vez ella lo besó larga y profundamente empujándolo suavemente para que retrocediera toda la cubierta hasta la popa donde se encontraba el sofá tipo cama donde habían estado Saga y Laura minutos antes.

Solo se separo de él para bajar sus manos hasta la pretina del pantalón de Kanon y susurrar "tu turno" mientras lo tumbaba y le ayudaba a bajarse el pantalón mientras se ponía de rodillas. Kanon sonrió abiertamente y se dejo manipular por ella quien estaba disfrutando enormemente de eso.

Cuando lo hubo liberado, Tania lo envolvió con firmeza en su mano derecha desde la base de su eje y se inclino para lamer la punta. Cerrando los labios sobre la cabeza, movió lentamente la boca arriba y abajo. Mientras lo hacía, permitió que su lengua se deslizara a lo largo de toda su longitud, antes de arremolinarse más en la punta y repetir todo el movimiento. Por encima de ella, Kanon emitió una especie de gruñido y deslizó la mano por su cabello. Ella gimió cuando le dedicó un suave movimiento de masaje con los dedos. Adoraba cuando hacía eso.

Lo tomó un poco más profundo con cada sacudida de su cabeza, hasta que lo tuvo rozando la parte de atrás de su garganta. Kanon volvió a gemir, le tiró del pelo suavemente y la instó a subir la cabeza.

- Detente… - susurro Kanon con una sonrisa – Esta vez… esperare hasta estar dentro. Lo necesito.

El corazón de Tania saltó de alegría. Ella también lo deseaba y prefería así, por lo que Kanon se levantó para ponerla sobre el sofá.

- Un minuto

Tania asintió y sabia a lo que se refería. Siempre lo hacía. Kanon terminó de quitarse los pantalones y los zapatos y corrió hacia el botiquín más cercano. Luego hacia el del baño. Nada. El botiquín no estaba tan completo como el del orgullo marino y no había preservativos. Hizo cuentas mentales pero no le salían. Diantres! El deseo por Tania no lo dejaba pensar bien. Recordaba que después de desayunar ella se había tomado la pastilla de ese día delante de el como todos los días y se tranquilizó. Ella tampoco deseaba el compromiso de un hijo y había cumplido su promesa de cuidarse así que casi casi corrió de regreso encontrándola recostada entre los cojines blancos disfrutando la vista de las estrellas con una sonrisa.

Kanon llegó rápidamente para colocarse entre sus piernas apoyando una mano a cada lado de la cabeza de Tania, quien metió sus manos por debajo de su camisa para delinear cada uno de sus músculos que le encantaba sentir como se flexionaban y contraían bajo sus dedos.

Tania esperó con intensidad que la tomara ya mismo, pero Kanon solo se frotaba contra ella quien estaba tan ansiosa por tenerlo dentro que cuando sintió que estaba posicionada en el lugar correcto, envolvió sus piernas alrededor de el para empujarlo enérgicamente dentro de ella.

Murmurando algo que Tania no pudo distinguir, Kanon inclinó la cabeza y la besó sin moverse, disfrutando el calor y la paz que le provocaba el estar así con ella.

Tania tuvo que menear su cadera para que Kanon reaccionara y se moviera sin dejar de besarla. La fricción que esto provocaba hizo que la atravesaran temblores de placer y levantara la pelvis para encontrarse con él quien empujaba profundamente y sin prisa dentro de ella. Tania gemía lo que podía con los labios aprisionados por los de Kanon pensando que no le molestaría estar así toda la noche.

Cuando estaba segura de que ambos terminarían pronto, Kanon rodó para situarla encima y empujarla levemente para que ella tomara el control. Sonriendo, colocó las manos en su pecho desnudo y comenzó a montarle. Pero si Kanon creía que con esto el ritmo cambiaria, se equivocó. Ella mantuvo sus movimientos lentos y sensuales mientras Kanon le agarraba las caderas y se atrevía a desabrochar aun más el disfraz hasta el ombligo de Tania, dejándole una buena vista de su pecho moviéndose al ritmo de sus caderas.

Kanon entonces tomó sus manos dejándola sin punto de apoyo y las jalo hacia él para obligarla a bajar su pecho y ponerlo contra el de él mientras Kanon la besaba de nuevo de la misma manera cálida y suave como los que comenzaron la noche. Tania ahora tenía una triple fricción, pues sus pechos rozaban la tela de su camisa, su punto sensible rozaba la pubis de Kanon y los suaves y expertos labios de Kanon jugueteando con los suyos.

Kanon dejo las manos de Tania debajo de su cuello, y ayudándola con el ritmo empujándola de su trasero subió su cadera abriendo las piernas para llegar aun más profundo en ella. Tania no soportó mucho tiempo más. Echó la cabeza hacia atrás y su grito fue lo suficientemente alto como para que se escuchara en el camarote debajo de ellos, por lo que cuando Kanon alcanzó su propio clímax con un gemido, se sepulto fuerte y profundamente dentro de ella con un empuje poderoso que tocaron rincones de las entrañas de Tania que no sabía que se podían tocar. Para cuando finalmente la mente de Tania aterrizó, se desplomó jadeando sobre el pecho de Kanon, quien la rodeó con sus brazos para estrecharla contra él.

- Wow… - susurro ella

- De hecho… - respondió Kanon tratando de encontrar las palabras adecuadas sin encontrarlas mientras acariciaba su cabello – Si… tienes razón… wow.

- Por que se sintió tan… diferente? – preguntó Tania con un suspiro

- Igual es el aire fresco – mintió Kanon – Deberíamos hacerlo más seguido.

- Si… pero… - Tania cerró los ojos – Solo deja que me reponga…

Kanon sonrió. Ella tenía razón. Había algo diferente en la forma que lo habían hecho y sentido, pero él tenía que regresar a Grecia y no quería engolosinarse. Sin embargo, esa era la última noche que podrían pasar juntos.

Salió de dentro de ella y dejo que se tumbara a su lado por unos minutos antes de tomar la decisión de levantarse para apagar motores y poner las anclas. Si podía ganar unas cuantas horas más con ella, lo haría.

Regresó para cargar a una exhausta Tania y bajar con ella al camarote principal, donde le daría el tiempo suficiente para reponerse antes de continuar. de todo, la noche era joven y el tenia mucha energía aun para repetir la experiencia una y otra vez.