Capítulo 226
4 de Octubre, 10am
Templo de Apolo
Olimpo
Apolo llegó directamente a su trono dorado dentro de su templo para sentarse en él, seguido de Sammy. Maldecía en su cabeza a Artemisa por no estar en su lugar una vez más y que ni Calixto ni Lascomoune quisieron tomar a Sammy para que comenzara su entrenamiento ya que Artemisa no había dado instrucciones al respecto y no querian ir en contra de sus deseo. Sammy junto a el se retorcía visiblemente incomoda e intentaba bajar su falda por detrás sin conseguirlo.
- Por qué debo disfrazarme de coneja? No me gusta – dijo haciendo un mohin.
- No tiene por qué gustarte. Es tu nuevo uniforme asi que acostumbrate – contestó cansado mientras atendía sus asuntos escritos en un gran pergamino en la mesita junto a él.
Sammy intentaba llegar con sus manitas al cierre para quitárselo sin conseguirlo frustrandola completamente.
- Está muy corto y las chorejas pesan.
- Ya te acostumbraras. Guarda silencio y Déjame trabajar.
- Cuando voy a comenzar a aprender a curar?
- Pronto.
- Dijiste que viviría cerca de Santi! – corrió al ver una lira del otro lado del salón – Me enseñas a tocarlo?
- Siempre eres así de inquieta? – Apolo miró a Sammy quien comenzaba a frotarse sus ojitos con el dorso de su mano ante el tono indiferente y desesperado del dios del sol. – Hagamos algo. Ve a mi habitación y busca uno de los libros verdes con ilustraciones para que comencemos a enseñarte algo. Anda!. Y de paso me das un respiro.
Sammy asintió y corrió hacia donde se lo había indicado Apolo. Este suspiró aliviado. Tal vez se había precipitado y debió esperar a que Artemisa estuviera lista para recibir a la niña antes de traerla al Olimpo, pero como iba a saber que Artemisa ni siquiera habia dejado dicho nada al respecto con sus asistentes? Iba a tener que comenzar a buscarla el mismo.
Unas pisadas ligeras entrando a su templo sin permiso, lo alertaron y subió la mirada por primera vez desde que Sammy había salido. Vio caminar hacia el a una chica muy joven de cabello castaño y vestido blanco que llevaba buscándolo tanto en el olimpo como en la tierra por casi dos días. Apolo le tomoo solo un momento reconocer a su hermana menor en su cuerpo original.
- Athena! No esperaba tu visita tan temprano.
- Buenos días, hermano.
Apolo enrollo sus pergaminos de nuevo, dejándolos en su cesta de mimbre dorada.
- Hacia milenios que no venias sin invitación con tu tan preciado y virginal cuerpo original – dijo con una sonrisa sardónica mientras la hacía sentir incomoda con su mirada que parecía estarla desnudando
Athena cruzoo un brazo abrazandose el otro para intentar ocultar sus suaves curvas.
- He venido a buscarte varias veces pero no has estado.
- Soy un dios muy ocupado; tengo ciclos que cubrir, gente que curar… no vago por la tierra sin hacer nada… como tú.
Athena lo miró con indiferencia. Apolo siempre sintiéndose mejor que los demás.
- Incluso fui a buscarte al Templo de Artemisa pero tampoco estabas ahí. Con eso de que pasas más tiempo allá que aquí… o al menos eso crei.
Apolo sonrió por primera vez.
- Escucho algo asi como celos?
- Te equivocas Apolo. Nunca me ha interesado tener celos de mis hermanos…
- cof cof Ares con afrodita cof cof
A Athena se le subieron los colores al rostro. Eso había pasado hace mucho tiempo. Demasiado quizá.
- El pasado ya paso. Ahora solo me concentro en el presente y el futuro.
- Y vienes a que te lea tu suerte? – puso sus manos en las sienes y cerró los ojos imitando a un adivinador charlatán – Veo… que eres y seguirás siendo un dolor de cabeza para todo el Olimpo.
- Muy gracioso.
- Ah no vienes a eso? Entonces a que debo el honor?
- Vengo por Sammy. No tenías ningún derecho de raptarla.
Esa declaración no sorprendió a Apolo en absoluto.
- Te equivocas Athena. Yo no tengo necesidad de raptar a nadie y en esta ocasión, ella me suplicó que la trajera.
- Porque ella te pediría algo así? Tiene todo lo que necesita en el Santuario.
- Lo tiene? – Apolo se levantó de su trono para caminar hacia ella – Acaso no era esto lo que tu querías? Que me hiciera cargo de ella?
- Eso quiere decir que tomaras tu responsabilidad? Créeme hermano, que si ella me confirma que tú le has dicho que serás un buen padre para ella, yo daré media vuelta y no te importunare más. Pero si no es asi…
- No necesitas tanto Drama, Athena. Ella dejo de ser tu responsabilidad cuando sabiamente te quitaron tu santuario. Hera estará muy feliz de que yo le quite uno de esos problemas.
- Así es como vez a Sammy? Como un problema? – Athena se acercó mas a el – No he abandonado a ninguno de mis Caballeros ni a ninguna persona del santuario porque me importan. Y Sammy es una de ellas.
Apolo intentó seguirla retando con la mirada, pero las genuinas respuestas de su hermana junto con la fragilidad de un cuerpo que él no estaba acostumbrado a ver, hicieron que regresara a su trono.
- No tengo todo el día, Athena. Que quieres?
- Ya te lo dije. Quiero regresar a Sammy a donde pertenece.
- Eso lo voy a hacer yo, en cuanto regrese Artemisa a su templo – dijo volviendo a abrir sus pergaminos.
Athena corrió hacia ellos y los botó al suelo de un manotazo.
- te volviste loco? Es tu hija! Sammy no es un juguete que puedas decir un día la dejo aquí y el otro allá
- La madre de Sammy era una de las Satélites de Artemisa, por lo tanto, solo le estoy dando el lugar que le corresponde. – dijo Apolo aun con paciencia recogiendo el pergamino – Que en realidad no hay diferencia entre eso y lo que tu podrias ofrecerle en ese ex santuario tuyo.
Athena no salía de su asombro.
- En verdad quieres que Sammy se convierta en una de sus satélites? Ella ya estaba siendo entrenada para servirme…
- Cuál es la diferencia entre que te sirva a ti o a tu hermana favorita? Ninguno cierto? Así que no te quito más tu tiempo….
- Eso lo hubieras pensado antes de dejar abandonada a Sammy en las puertas de mi Santuario. Acaso la habrías abandonado para que muriera con tal de no hacerte cargo? Si no querías que me involucrara, no debiste dejarla conmigo en primer lugar!
- De que estas hablando? Yo apenas me entere que existía cuando la boda de tu sanbocho, recuerdas? – declaró el dios del sol - Tu santuario Sería el último lugar qué usaría para esconderla y criarla. Y puedes consultar a cualquier abogado. Tengo derecho a cambiar de opinión y quererla de vuelta como su padre biológico que soy!
- Eso solo aplica para cuando la quieren reconocer legalmente para amarla y educarla. Tú la quieres solo como una ofrenda a Artemisa!
Apolo levantándose de forma amenazadora hacia ella sin que Athena se moviera ni un ápice.
- Niégalo!
Apolo la miró por un momento directamente a los ojos y con su mano izquierda la tomó de la cintura atrayéndola hacia él y tomándole con la derecha la barbilla para alzarla y acercarse a sus labios peligrosamente.
- Tantos celos te causa que la prefiera a ella? Si quisieras, tú y yo podríamos divertirnos sin ningún compromiso.
Athena tuvo que encender su cosmos para empujarlo y zafarse de sus brazos.
- En ese aspecto te pareces tanto a Zeus… Yo nunca me fijaría en ti. Estas eternamente enamorado de Artemisa aunque todos sabemos que jamás te hará caso!
- Por eso te dije que nos divertiríamos sin ningún compromiso. Y te equivocas. Zeus ya aceptó mi unión con el de mi querida Artemisa. (Solo falta que aparezca para poder hacerlo oficial)
Athena lo miroo escandalizada.
- Como puede ser posible que nuestro padre acceda a eso? Solo faltaría que decida casarme a mí tambien!
- De hecho... Sí. Creo que ya también lo está pensando… - dijo Apolo sin poder ocultar su satisfaccion
- Qué?
- Bromeo. No te asustes.
Athena se alejó un poco de él.
- No me hace gracia.
- Hace unos milenios estabas bien dispuesta a hacerlo con Ares. – volvió a sentarse en su trono - tal vez es porque no has probado algo mejor... - encendió su cosmos y dos rayos solares la atraparon y atrajeron hacia el obligándola a sentarse en sus piernas.
Athena comenzó a forcejear ante la mirada divertida de Apolo. Se escuchó un disparo que cortó un mechón del cabello castaño de Athena y rozó la mejilla de Apolo haciendo que la soltara y se levantara isofacto haciendo que Athena casi cayera. Ares salió con uno de sus revólveres humeantes en la mano de detrás de una columna donde había estado escuchando la conversación de sus hermanos. El tambien habia ido a buscar a Sammy pero al escuchar la discusion decidio no meterse hasta que hubiera sido el momento perfecto.
- Rayos! Fallé. Estupida mira desviada.
Athena miró preocupada hacia Ares. Si el también buscaba pelea y los dos se unían contra ella, no había forma que ganara. Ares parecía haberle leído la mente porque guardó su pistola en su funda.
- Tranquila. Son balas normales. A los dioses no les hacen ni cosquillas. Y tampoco iba dirigida a ti, sino a la Ira de Inside Out jajaja. – Vio que ninguno de los dos se reia – Oh vamos! No han visto esa pelicula? Es buena. Se las recomiendo
Athena sonrió ante la comparación que estaba haciendo Ares de Apolo y al ver que Apolo iba a caminar hacia ella, decidió ponerse detrás de Ares al estar completamente desarmada y no querer buscar peleas.
- Gracias – le susurroo.
- Athena, me permites charlar a solas con Apolo? Ve a tu templo o algo – dijo Ares sin darle la espalda a Apolo.
- No tengo templo. Me lo quitaron para dártelo a ti, recuerdas? Y no me iré hasta conseguir lo que vine a llevarme. – dijo Athena con voz segura
- Y nos interrumpiste Ares… Que no ves que ella quería estrenar su cuerpo sensual conmigo? Estábamos recordando cuando ella estaba enamorada de ti y aun así antes de la boda te revolcaste con Afrodita, mientras le decías que la querías. Tu también te acuerdas de eso, verdad? Athena lloraba en los brazos de Artemisa todo porque su querido Ares la traiciono, y Afrodita riéndose a sus espaldas… Yo estuve presente cuando ella juró separarlos y miren que lo logró.
Ares se acercoo rapidamente y tomó a Apolo de su ropa arrojándolo lejos, a lo que Apolo se levantó riendo y se sacudió la ropa acercándose caminando despacio e imponente.
- Que te dolió? Que no pudiste serle fiel a Athena? Acaso estoy mintiendo?
- Tú hablas de fidelidad golfo de mierda?
- Yo nunca quise jurarles amor eterno, además reconoce que Athena en su cuerpo original se ve muy bien – Apolo sabía bien el punto débil de su hermano Mayor y estaba decidido a usarlo para fastidiarlo.
Ares miroo de reojo sobre su hombro. No debia distraerse.
- Que pretendes apolo? Que mi padre se entere? Acaso no te bastó ya una vez el exilio? – gritoo Athena.
Apolo intentó acercarse a ella, pero Ares se interpuso entre los dos. Apolo comenzó a reír.
- Oh vamos! Desde cuando te importa? Recuerda lo que le hizo a tu hija… Yo no se lo hubiera perdonado nunca.
- Eso es algo que no te importa. Sabes a lo que vine.
- Tu también? La respuesta es no.
Athena jaló suavemente de la bastilla de la camisa de Ares por detrás.
- No sé qué has venido Ares pero no me dejes sola con Apolo si es posible.
Ares la miró por unos segundos y volvió a darle la espalda. Maldicioon! Por que tenia que traer ese cuerpo? Por que? Sacudio la cabeza. No podía distraerse con recuerdos ahora. Ella era su enemiga. Solo queria a Sammy y los dejaria que hicieran lo que quisieran. Ella ya no le importaba.
- Te dije que te fueras y no quisiste. Tendrás que lidiar con tus decisiones como yo lo hago diariamente. – Comenzó a caminar hacia donde podía sentir el cosmos de Sammy.
Apolo encendió el suyo y selló su habitación acercándose rápidamente a Ares por detrás jalándolo con fuerza y mandándolo a volar contra una columna.
- Vaya novedad. A nuestro hermano no le importa lo que pase contigo Athena, nunca le ha importado nadie. Ahora puedes verlo?
Ares se levantó con fuego en la mirada y una sonrisa sádica.
- Tiene razón Athena, pero aun así, y porque además no vine por ti, por segunda vez te pido que te largues o te atengas a las consecuencias. – señalo a Apolo mientras llamaba a su armadura atacándolo con su cosmos - Sacaste boleto. Ya te traía ganas. Te voy a partir la cara de mustio que tienes
Athena corrió hacia la puerta principal pero Apolo selló las puertas de su templo también mientras se preparaba para recibir el ataque de su hermano.
- Eso está por verse – contestó Apolo resistiendo el ataque y contraatacando con tan buena puntería que le dio de lleno a Athena, quien había llamado a su armadura justo antes de que la mandara a volar para que se golpeara contra una de las columnas.
Ares vio esto y corrió para evitarlo y atraparla en el aire y caer sobre su espalda para evitar que se hiciera daño sin saber exactamente por que. Acaso no llevaba queriendo matarla todos esos anios?
- Deja que ella se vaya y aclararemos esto entre tú y yo. – dijo Ares
- No. Artemisa será mi esposa próximamente, pero eso no me impide que pueda jugar con Athena también – dijo atacándolos nuevamente, aunque esta vez Athena y Ares usaron sus escudos para evitar ser lastimados.
- Quieres que traiga mi espada para matarte? – dijo Ares corriendo hacia él, no contando que Apolo se movió también hacia Athena queriendo usarla de escudo.
- Te reto.
- Ares no! – gritó Athena mientras esquivaba por milímetros el ataque mandando a Volar a Apolo con un ataque que este no vio venir.
Por unos segundos, ninguno de los tres se movió. Apolo sintió un hilillo de sangre correr por su labio.
- Eres un cobarde al usarla como escudo – gritó Ares tratando de contenerse y respirar un poco
- Como si tú no hicieras lo mismo – contestó Apolo limpiándose con su pañuelo.
Ares iba a contestar pero los gritos asustados e histéricos de Sammy junto con golpes y patadas a la puerta en un intento inútil por salir de la habitación, lo distrajeron.
- Es ella verdad? Apolo! Deja salir a Sammy! Está asustada! – gritoo Athena.
- Oblígame
Athena encendió su cosmos al máximo decidida a obligarlo, pero Ares prefirió hacer algo menos drástico sacando su celular.
- Mami? Podrías decirle a padre que…
Apolo hizo explotar el celular de Ares y subió su cosmos decidido a hacerle frente al cosmo de Athena con la misma potencia.
- Idiota! Tenía fotografías importantes ahí!
La puerta del frente salió volando haciendo que los tres voltearan asombrados y se hiciera una gran polvareda dentro del templo. Zeus entró con dos de sus arcángeles detrás. Los tres, como niños que sabían el regaño que venía, apagaron sus cosmos y desaparecieron sus respectivas armaduras.
- Apolo, sabes bien lo que opino de sellar las puertas de los templos y… - vio las grietas en las columnas, el cabello alborotado de los tres y los moretones en las caras de los dos varones – Acaso estaban peleando?
Apolo miró con odio a Ares, pero este estaba igual de sorprendido. No le había dado tiempo de decir nada en el teléfono.
- Contéstenme a menos que quieran que me enoje!
Apolo dio un paso al frente. No le convenía enemistarse con Zeus ahora que estaba a punto de darle lo que llevaba deseando por milenios.
- No señor. Mis hermanos aquí presentes solo vinieron a pedirme ayuda para entrenar como dioses de la guerra que son porque, después de todo, deberían poder trabajar juntos, no?
Zeus no contestó, sino que camino hasta el trono de Apolo para ver la bala incrustada, sacudirla y sentarse. Apenas iban a acomodarse cuando de nuevo los gritos de Sammy se hicieron presentes en la habitación.
- Que son esos gritos que se escuchan? – preguntó – Ya volviste a las andadas Apolo?
- No señor. Solo es una nueva satélite que estoy cuidándole a mi hermana Artemisa. Deme un minuto - Apolo caminó hacia a su habitación y casi de inmediato los gritos cesaron.
- Y ustedes dos que se traen? – preguntó Zeus – Es bastante raro y casi incomodo verlos juntos en la misma habitación sin que intenten matarse. Asi que por mi propia paz mental, separense. Cada uno en una esquina.
Ambos obedecieron como si fueran niños pequeños
- Solo estábamos… saludando a Apolo – dijo Athena tratando de arreglar su cabello
- Te sugiero padre, que vayas a ver lo que Apolo está escondiendo – sugirió Ares segundos antes de que Apolo regresara de su habitación.
- No crees que mis hermanos se ven tiernos juntos? – comentó Apolo – Tal vez es hora de que regresen los planes de boda que hicieron milenios atrás.
Zeus volteó a ver a Athena y Ares. Ninguno de los dos hizo ningún movimiento, ni un parpadeo siquiera, pero Apolo si sonrió. Zeus supo que intentaba distraerlo de lo verdaderamente importante.
- Apolo, muéstrame a la chica. – ordenó
- No tiene caso, señor. Solo es una niña. Mejor recuerde cuánto dinero hacia cuando estos dos estaban comprometidos? Estoy seguro que ahorita haría mucho más!
Zeus recordó. Era cierto. Esa época de paz le había dado mucha prosperidad. Ares vio que perdía la atencion de su padre ante lo que Apolo le estaba diciendo y comenzó a reclamar.
- Padre! te está cambiando el tema!
- Es cierto! Quiere distraerte de algo importante! – secundó Athena.
- Silencio! Me dan dolor de cabeza. – gritó Zeus - Miguel! Tráeme a esa niña
- Yo solo quiero que recuerde los buenos ingresos de esos tiempos y como Athena sonreía mucho mas – contestó Apolo con ojos inocentes - O acaso no siempre dices que quieres volver a ver a Athena feliz? Recuerda que donde hubo fuego, cenizas quedan.
Miguel roló los ojos ante la pelea familiar y caminó hacia la habitación de Apolo. Conocia demasiado bien la astucia del Dios del Sol. Zeus se puso a cabilar.
- Eso es cierto. Athena era feliz y sonreía mucho en ese entonces...
- Padre!
- Padre, no le hagas caso a Apolo! – volvió a decir Ares cada vez más enojado.
Apolo se puso detrás del trono para susurrarle al oído de Zeus.
- Pero no era el único. Tenías muchas menos quejas de Ares también, e incluso Poseidón y Hades estaban de acuerdo con esa unión y te daban todo el crédito por un Olimpo pacífico y feliz. Cuantas felicitaciones no recibiste por esa sabia decisión?
Las pisadas de Miguel trayendo a Sammy de la mano, retumbaron en el templo. Apolo no se veía feliz pero decidió disimular lo más que pudiera.
- Samantha, te presento a Zeus. Trátale con el respeto que merece el Rey del Olimpo y muéstrale tus modales - le dio una mirada significativa a la niña para recordarle las advertencias que le había dicho rápidamente en la habitación.
Sammy intentó arreglarse lo más que pudo antes de hacerle una reverencia no tan profunda a la persona frente a ella. Zeus la miró curioso. No era muy pequeña para ser entrenada?
Sammy se quedó mirando a Zeus con curiosidad. No era más grande que cualquier caballero dorado que hubiera conocido, pero daba un aire de respeto como el de Shion. Estaba confundida.
- Sammy! – Susurro Ares sin ninguna intención, pero logró llamar suficiente la atención de la niña.
Sammy lo miró y sus ojos brillaron e iba a echarse a correr hacia él, pero Apolo carraspeó y recordó que no debía reaccionar ante ninguno de los dos por órdenes de Apolo y bajo la mirada. Zeus intuyó que había algo más ahí, volteó a ver a sus hijos y al ver angustia en los ojos de Ares y victoria en los ojos de Apolo lo confirmó.
- Dile al señor Zeus que haces aquí – le ordenoo Apolo
Sammy seguía confundida. Le hacía caso a su padre biologico o a su papá?
- Acércate niña. – dijo Zeus
Sammy caminó casi arrastrando los pies, mirando hacia la chica de cabello castaño que nunca había visto pero se le hacía familiar. Zeus la cargo y la sentó en sus piernas para sorpresa de sus tres hijos.
- Qué edad tienes? Eres demasiado pequeña para usar ese uniforme.
Sammy le hizo 5 con su manita mientras que a Ares se le partía el corazón verla vestida así.
- Padre, le pido por favor que cualquier trato que haya hecho Apolo con Artemisa respecto a Sammy lo anule – pidió
- Tu que tienes que ver con ella?
- Ella es mi hija adoptiva y Apolo me la robó.
Athena volteó a ver asombrada a Ares. Que el que?
- Entonces tu…
- Cállate – pidió Ares en voz baja haciendo que Athena volteara a ver a Zeus. Era en serio? Se la habían hecho dos veces y nadie se había dado cuenta?
Zeus volteó hacia Apolo.
- Es eso cierto Apolo? Se la robaste a Ares?
- Técnicamente… no. Ella me pidió venir conmigo y Artemisa y yo accedí.
- Lo cual es completamente ilegal aquí y allá porque solo tiene 5 casi 6! – gritó Ares
- Samantha puede corroborarlo, cierto? – Preguntó Apolo a Sammy lanzándole una mirada de advertencia. Sammy miroo a Apolo y simplemente contestoo.
- Si
Ares se acercó a Zeus y acaricio la cabeza de Sammy con suavidad.
- Padre… ella estaba bajo el cuidado del personal de mi madre en el Santuario – dijo Ares – Es una gran falta de respeto a mi madre y tu esposa, que se hayan hecho las cosas sin su consentimiento. No le va a hacer la menor gracia.
- Escuché bien? Estaba en el Santuario? Athena?
- Es correcto Padre. Estaba bajo la supervisión de mis… de los caballeros dorados de Hera, desde hace más de tres años.
Zeus iluminó su rostro con una sonrisa.
- Desde que era tu santuario aun? Que felicidad. Entonces es cierto que hicieron las paces ustedes dos.
- No exactamente. Por favor déjeme checar que ella este bien… hablar con ella a solas para saber que no tenga ninguna amenaza detrás de esto. – hizo una pausa antes de continuar – Yo sé que ya no me corresponde pero… ayúdame solo con eso. No pido más.
Zeus se levantó aun cargando a Sammy.
- Ya escuché suficiente. Apolo… usare tu biblioteca que para eso era para lo que venía en primer lugar, y me daré el tiempo de interrogar a la niña a solas.
- Pero…
- Miguel y Rafael custodiaran la puerta, y pobre de aquel que se acerque a molestarme antes de que yo termine! – Amenazó antes de desaparecer detrás de una puerta mientras de nuevo los tres comenzaron a discutir aunque esta vez en voz baja.
Zeus bajó a Sammy sobre la alfombra bordada de dorado.
- En serio es usted Zeus?
- Si
- El papá de Athena?
- Si
- El esposo de Hera?
- Si
- El papá de mi papi?
Zeus sacudió la cabeza.
- Espera que? Comencemos por el principio. Quienes son tus padres? Tal vez pueda entregarte a ellos y detener esta disputa familiar antes de que empiece.
Sammy que quedó callada unos segundos antes de sonreír.
- Pues… tengo varios.
- No entiendo.
- Tengo un padre, un papi, un papa postizo… y luego tengo una madre y una mama postiza…
Zeus sacudió la cabeza.
- Cuál de todos esos dices que es mi hijo?
- Mi papi. El de cabello castano.
- Ares?
- Sí.
- Entonces quien es tu papá?
- No puedo decirlo. Lo prometí y uno nunca debe incumplir una promesa o Zeus lo castigara y lo achicharrará con su rayo. Pero… si tu eres Zeus entonces donde estan tus rayos? – preguntoo inocentemente mientras Zeus sonreia y formaba uno pequeño en la palma de su mano. – Ohhh
- Entonces… quien es tu papá postizo?.
- Minos!
Zeus casi tiró el valioso libro antiguo con fotos eroticas que estaba sacando del anaquel.
- Perdón?
- Eso dijo mi maestro Kanon.
Zeus guardó de nuevo el libro y se sentó en un sillón de piel. Sammy se hincó frente a él.
- En los libros dicen que Zeus es viejo y con barba. Usted no se parece a Zeus. Esta seguro que es el?
- soy más guapo en persona verdad?
- No sé.
- Entonces explicame si tienes un papi y un papa postizo que haces aquí sola con Apolo? – preguntó.
- Él prometió que me va a enseñar a curar.
- Pero Athena dijo que estabas bajo cuidado del santuario. Es cierto?
Sammy frunció el ceño. No había visto a Athena. De pronto abrió grandes los ojos.
- La señorita bonita junto a mi papi es Athena?
- No la conocías?
- Su cosmos era igual pero me confundi porque antes… tenía el cabello morado y esta lo tiene café y es más bonita.
- Si, y también se ve más joven. Pero sigue sin quedarme claro lo de que Ares es tu padre adoptivo.
- Él es mi papi pero tiene mucho trabajo y el me explicoo que por eso vivo en el Santuario para que no estuviera solita. Allá tengo a mis maestros, pero si no me quedo con Apolo y trabajo para su hermana Artemisa él no me va a enseñar a curar y yo quiero aprender para que Santi se ponga bien.
Zeus suspiró. Los tres hijos tenían la verdad a medias. Sammy comenzó a revolverse incomoda.
- Que tienes?
- No quiero vestirme de coneja! – decía mientras se jalaba la falda hacia abajo – Shaina dice que las niñas decentes no muestran la ropa interior!
- Y tiene razón. Como te vestías en el santuario?
- Mmm… si estaba en el recinto con mi uniforme de aprendiz. Si estaba arriba con Shion, con vestidos muy largos… - se le quedó viendo a Zeus – Si usted es el papa de mi papi… es usted mi abue?
Zeus sonrió divertido.
- Supongo que sí.
- Puedes hacer que no me vista de coneja?
- En realidad no. No puedo. Veras Sammy, esto es el olimpo. Solo pueden estar aquí los dioses y su gente. Las armaduras, como esa de coneja, están bañadas en la sangre de la diosa a la que sirves. Como humana que eres, de no traerla no podrías estar aquí arriba. Son las reglas.
- Pero… pero… - comenzó a tallarse los ojitos.
Zeus la abrazó.
- Eres muy pequeña para estar aquí metida en líos. Déjame ver qué puedo hacer para solucionar esto. Ven. Vamos que nos están esperando.
La tomó de la mano y ambos regresaron hacia donde Apolo, Athena y Ares esperaban el veredicto.
- Y bien? – preguntó Ares – A quien se la vas a dar?
- Ares la abandonó. No es un buen padre y estará mejor conmigo. – dijo Apolo avanzando hacia Zeus sin imaginarse que Athena le pondría el pie haciéndolo caer.
- Lo siento – dijo Athena haciendo reír a Ares.
Zeus le pasó la manita de Sammy a Miguel quien sabiamente la alejó varios pasos.
- A ver. A mi modo de ver, ninguno de los tres es apto, así que ira a donde debe de ir. Apolo: Si Artemisa la quiere como su satélite, que venga a hablar conmigo. No es apropiado que esta sola aquí contigo. Athena: ya no es tu responsabilidad. No tienes santuario, ni templo ni dónde meterla, así que no puedo entregartela.
- Tú fuiste el que me lo quitaste!
- No. Fue Nix y Gea. Ve y reclámales a ellas. Y tu Ares…
- si si... La Guerra no es apta para niños bla bla...
Sammy veía discutir a los adultos.
- Los hermanos no deben pelear! – gritó para llamar su atención - Yo solo quería ayudar a Santi!
Zeus volteo a ver a Miguel.
- Por qué me suena el nombre de Santi?
- Es uno de sus querubines que pusimos en rehabilitación hace unos días – contestó el Arcángel – Duro más tiempo del permitido en un cuerpo humano.
- Ahhh sí. Ya recordé…
Sammy se zafó de la mano de Miguel para correr hacia Zeus.
- Santi está aquí? Puedo verlo? Por favor abue… ya se curó?
Athena y Ares comenzaron a reír para contrariedad de la niña.
- jaja abue... te vio cara de ruco! – exclamoo Ares entre risas
Zeus sonrió mientras Apolo se ponía rojo de Ira.
- Porque la falta de respeto? Eso es lo que les enseñan en tu ex santuario?
Sammy se abrazó de las piernas de Zeus asustada por los gritos.
- Apolo, No le grites! Me dice así porque Ares es su padre adoptivo! Que insensible eres! – lo reprimió Zeus entregándole la niña a Miguel – Llévala con Santi y quítale ese ridículo uniforme y ponle algo más acorde que le permita estar aquí por el momento. Sammy, ve con Miguel. Al rato paso por ti.
Sammy se fue dócilmente con Miguel dejando a Rafael detrás de Zeus.
- Señor, Ares no es nada de ella. Debo enseñarle los buenos modales que en el santuario no le enseñaron – dijo Apolo
- Pues, en su partida de nacimiento aparece mi nombre como su padre. Tú tienes algo así? – contestó Ares – Te enseñaría la foto pero un imbécil rompió mi teléfono.
- Y aparentemente en paternidad Ares resulta mejor que tu, Apolo – se burló Athena haciendo que Apolo volteara furioso hacia ella.
- Que dijiste estúpida?
Rafael iba a intervenir pero Zeus lo detuvo Acomodándose en el asiento para ver mejor la pelea. Ares decidió de nueva cuenta interponerse entre los dos.
- Quítate Ares! Están en mi templo y provocaran que de verdad los mate por entrometidos! La consentida de Zeus y el consentido de Hera... vaya parejita de imbeciles.
- Y próximamente el de Artemisa si yo quisiera jajajaja
- Sobre mi cadáver! – gritó lanzándole un puñetazo en la cara mientras Ares empujaba a Athena hacia un lado para que no resultara dañada.
- Ya te he dicho que dejes de pegar como nena! Por eso piensan que eres joto.
Apolo subió su cosmos y Rafael puso una mano en la empuñadura de su espada en caso de tener que usarla.
- Te enseñare a respetarme! – dijo Apolo atacándolo por todas direcciones mientras Ares esquivaba y seguía burlándose.
Athena caminó más hacia Zeus y este tuvo que jalarla hacia el para evitar que la lastimaran y le ofreció palomitas que había aparecido para continuar divirtiéndose.
Ares se alejaba cada vez más de la zona del trono esquivando y riéndose mientras varias columnas del templo, previamente cuarteadas por su pelea anterior, comenzaban a caer a su paso.
- Maldito! quédate quieto! – dijo Apolo incrementando su velocidad haciendo que en más de una ocasión Rafael tuviera que usar su espada para repeler ataques perdidos que hubieran podido dañar a Zeus o a Athena.
- Padre… Sammy estará bien? – preguntó Athena preocupada
- Claro. Esta conmigo. Ahora vete que esto va para largo y antes de que...
Zeus no pudo terminar la historia pues, esquivando las maderas quebradas de la puerta principal, Hera caminoo hacia el.
- Oye querido... Estas tardando mucho y hace mucho calor... – justo en ese momento una columna dañada colapsó junto a ella provocando que irritada por todo el polvorero, Hera subiera su cosmos al máximo.
- oh oh – exclamó Zeus al verla entrar
- Queeee carajoooos pasaaaa aquiiii! – Gritó la Reina del Olimpo.
De inmediato tanto Apolo como Ares detuvieron su pelea.
- Esto es el colmo! Hay convención de Olímpicos en mi templo o qué? – exclamoo Apolo
- Cállate mocoso insolente! Intentaste matarme? – repelio Hera
Zeus se levantó de su trono y Ares caminó hacia ella.
- Mami! Te extrañe mucho!
- Mami mami… - dijo Apolo en tono de berrinche.
Zeus se colocoo detrás de Apolo para susurrarle:
- Basta Apolo!. Acaso quieres que Hera se ponga de malas y te lleve a juicio por intento de asesinato? No seas estúpido y cállate. Después arreglaremos el problema con tus hermanos.
Hera continuoo tosiendo por el polvo.
- Ares cariño – cof cof – Que haces aquí?
- Joder! Que es lo que mejor sabe hacer! – Exclamó Apolo recibiendo un golpe en la nuca por parte de Zeus.
Ares volvió su cabeza hacia él.
- Tú quieres que yo les recuerde lo de la marca de nacimiento de Sammy? – preguntó por Cosmos
- Tú tienes la culpa por querer meterte con mi Artemisa! – respondió del mismo modo
- Que imbécil eres. Si hubiera querido hacerle algo a la lunática esa, ya lo hubiera hecho hace años!.
Athena agradeció a todos y salió corriendo por la puerta. No necesitaba estar ahí en ese momento.
- Alguien quiere decirme porque este lugar parece zona de guerra? – Preguntoo Hera con desden
- Aquí Ares mostrándonos lo orgullosa que debes estar de que tu vástago sepa comportarse como un caballero aunque sea una vez en la vida – se burló Apolo mientras llamaba a su gente para levantar el tiradero.
- Pues aunque lo digas con burla, yo sé que mi bebe siempre lo ha sido. Está muy bien educado por mí. – sacó su pañuelo y comenzó a limpiarle la cara a Ares como si fuera un niño pequeño.
Tanto Apolo como Zeus rolaron los ojos.
- Bueno ya mujer! No tiene tres años. Ares no tienes algún lugar más importante adonde ir?
- De hecho sí. Estoy esperando una entrega de Paris en mi casa – dijo dándole una mirada significativa a su padre
Zeus supo a que se referia y cambio su actitud de inmediato.
- Puedo pasar a visitarte luego, hijo? Quiero discutir algunas cosas y…
- Llámame antes porque saldré por asuntos de trabajo ma. Bye Padre… Ira-polo…
Ares desapareció por la puerta y Apolo rechinando los dientes de coraje también se despidió yendo hacia su habitación. Solo quedaron Zeus, Hera y Rafael.
- Rafael, manda avisar a Sasha que Sammy está con Hera y deberá esperar noticias nuestras. Si lo que dice Athena es verdad, todos estarán buscándola. – Ordenó Zeus haciendo que Rafael saliera y quedaran ellos dos solos.
- Quien dices que está conmigo? – preguntó Hera mientras Zeus la tomaba de la mano dirigiéndola hacia la salida
- Te lo explicaré mientras caminamos… "abue" jajajaja
4 de Septiembre, 1pm
Octava casa dorada
Santuario de Hera
La tarde ocurría sin contratiempos. Milo estaba rebotando una pelota de goma en la pared a pocos centímetros del caballero de plata que vigilaba la casa. Con cada rebote lo irritaba más y más, pues en más de dos ocasiones le había rebotado muy cerca de la cara, pero las órdenes de Sasha habían sido claras para ellos: No debían haber enfrentamientos innecesarios con los dorados.
Milo estaba a punto de rebotar la pelota en los bajos del caballero, cuando su celular comenzó a sonar insistentemente haciéndolo desistir. Vio el numero en el identificador y se dio cuenta que era el teléfono con el que Samira se comunicaba con el.
M Pedhi Mou! Estaba pensando en ti!
A Ay que tierno! Muchas gracias!
M Tú no eres mi Samira. Quien habla?
A Quien mas podría ser? Voz varonil y sexy, llamando a su homónimo…
M numero equivocado
A No aguantas ni una broma hijo. cuando vas a madurar? Por cierto… tu mujer está en labor de parto. Quieres que yo reciba y bautice a tu hija?
M Que Samira que? Camus dijo que aún faltaban algunos días
A y Camus es el esposo o tú?
M Hablas para joderme es tu costumbre? Pásame a mi esposa!
A Cuantas veces te he jodido según tú? Yo he cumplido. No me he metido con tus amigos ni tu adorado santuario por ti. No puedo pasarte a Samira porque esta con la partera.
M la última vez que actué impulsivamente cerca tuyo intentaste matarme, recuerdas?
A Oh vamos! nunca te mataría. eres mi hijo. eres de las pocas cosas buenas que hice.
M cof cof helicóptero en el desierto cof cof
A puff no te iba a pasar nada solo un rasguño, que dramático saliste, además tenías a tu hermano cuidándote
M eso que te lo crea tu madre.
A Por qué sigues perdiendo el tiempo hablando conmigo? Ya deberías estar aquí, Samira te necesita.
M Iré a pedir el permiso para salir e iré lo antes posible. Y Espero que por lo menos tenga la mejor atención médica. Porque si por falta de ella algo les pasa...
A Pero como! No has pedido permiso? Bueno ya no te molesto. Mi jet privado está en el hangar 15 esperándote.
M Olvídalo. Que parte de no confió en ti no has comprendido? Voy a ir pero por mis propios medios. No te he necesitado nunca y no voy a comenzar ahora!
A eso crees tú. vamos a ver si llegas a tiempo. Ah y… necesito saber a dónde llegaras así que cuando tengas el permiso me llamas. Es de vida o muerte
M a donde llegare de qué? Hola? Hola? Maldición!
Milo guardó el teléfono en su bolsillo y subió corriendo al templo principal empujando a un lado a todos los plateados que se encontró en el camino. Pidió audiencia con Marin y le dieron pase automáticamente. Mordiéndose parte de su orgullo, le hizo una ligera reverencia sorprendiendo con su actitud a Marin, quien involuntariamente se sobó una de las cicatrices en la pierna que le había dejado la aguja escarlata.
- Disculpe Lady Ofi... Este... Como era? Bueno. Señorit... No tampoco. Como era?
- Aquila sama, caballero de escorpio
- si si Aquila Sama perdón. Es que estoy algo nervioso. Necesito saber si el permiso que le pedí a Aioros ya está listo. Lo necesito con urgencia
- No lo encuentro. Para que era el permiso?
- Samira está dando a luz y yo tengo que estar en el parto.
Marin sonrió por debajo de su mascara. Pronto el primer bebe dorado vendría al Santuario! Tenía tantas ganas de verlo y cargarlo… Incluso podría ofrecerse de voluntaria para ayudarla a cuidarlo. Decidió buscar una vez más encontrando la solicitud. Estaba firmado por Aioros, pero cancelado por Sasha inexplicablemente.
- Lo siento. El permiso fue negado por la señorita Sasha.
Por la cabeza de Milo pasaron mil y un maneras de torturar a esa chica arrogante pero no dijo nada. No era conveniente.
- Puedo verla personalmente para volver a pedírselo?
- Déjeme ver si está ocupada. Espere un momento.
Marin se levantó dejando a Milo frente a su escritorio volviendo unos minutos después.
- Sígame!
Ambos atravesaron el pasillo hasta llegar a la sala donde estaba Aioros con Sasha revisando unos papeles.
- Milo de Escorpio… - anunció
Milo fue directamente hacia Aioros, hincándose en una rodilla.
- Caballero estamos ocupados. Que necesita con tanta urgencia?
Milo no levantó la mirada.
- Señor, Mi esposa me está necesitando en este momento. Necesito permiso para salir.
Sasha dio un paso al frente. Milo deliberadamente la estaba ignorando.
- Su deber está aquí. No Afuera. – le dijo en tono tranquilo y firme.
- Aioros? – volvió a dirigirse Milo.
Aioros miró extrañado la escena. Sabía que Milo no quería a Sasha y el sentimiento era mutuo, pero lo que Milo estaba pidiendo de una forma civilizada no estaba fuera de las reglas.
- Ya había yo consentido el permiso, Milo. Marin, por que no se le ha dado?
Marin miró a Sasha y esta intervino.
- Ese permiso no fue consultado conmigo y yo lo revoque – Dijo Sasha tranquilamente dirigiéndose ahora a Milo – En qué lugar se encuentra la señora?
- Medio Oriente, con… familia. Ha entrado en labor de parto y es mi obligación estar ahí.
Sasha sonrió sádicamente
- Y la obligación de ella es estar con el esposo y no lo está. Por lo tanto no es nuestro problema. No hay permiso y punto.
Milo levantó la mirada de odio hacia ella y susurro a Aioros.
- En serio lo estoy intentando, pero ella no ayuda. No quisiera recurrir a otros métodos.
- Tranquilo Milo – contestó Aioros – Estoy seguro que solo es un mal entendido…
Sasha llamó a su escolta quienes se pusieron a la defensiva entre Milo y Ella. Aioros la miró entre sorprendido y molesto. Ella no volteó a verlo pero podía sentir su mirada.
- Sentí eso como una amenaza directa a mi persona.
Milo no pudo dejar de sonreír también. Si el de verdad quisiera hacerle algo, ni toda su escolta sería suficiente para protegerla.
- Desconfía demasiado y hace bien. Pero yo estoy haciendo las cosas como se deben y también merezco consideración. Pedí permiso hace varios días.
- Acaba de decirme que recurriría a otros métodos.
- Claro. No pidiendo permiso. Usted sabe que no es nada difícil de hacer
A Sasha se le subieron los colores al rostro.
- Si hace eso, ni se moleste en regresar. Sera una transgresión directa a las reglas y ya no será bienvenido.
Milo sonrió y se dirigió a ella con una sonrisa.
- Pues Bienvenido en este momento tampoco soy, o si?
Aioros tuvo que intervenir en esa lucha de voluntades.
- Señorita Sasha. Hay circunstancias atenuantes en relación a este permiso y…
Sasha no lo escuchó y siguió dirigiéndose a Milo aun a través de la barrera de su escolta.
- Si no le gusta, se le dio la oportunidad de irse junto con Shion y el Caballero de Aries y no lo hizo, así que ahora deberá atenerse a las reglas le guste o no!
- Así que lo está tomando como Venganza Personal? Es muy bueno saberlo, sabe?
- Además si no estoy mal informada, su esposa se fue sin permiso y poniendo en tela de juicio la importancia de este lugar sagrado, me equivoco?
- Eso fue antes de que usted llegara y no tenemos por qué darle explicaciones de nuestros problemas maritales.
Aioros se interpuso entre ambas miradas un poco molesto.
- Milo, ten un poco más de respeto por favor. La señorita Sasha solo está haciendo su trabajo.
- Ella no tiene la suficiente autoridad para evitar que vea a mi esposa. – aclaró Milo – Pero si tengo que enviar mi solicitud directamente a la diosa Hera, estoy seguro que a ella le encantara saber esta situación.
Tanto Aioros como Sasha lo miraron asombrados. Milo les sostuvo esta afirmación con la mirada. No estaba bromeando. Si tenía que quemar el cartucho del nieto desesperado, lo iba a hacer con tal de joder a esos dos e ir con Samira.
Sasha respiró profundo. Lo que menos quería era a Hera husmeando y quitándole autoridad, otra vez.
- Tiene razón. No me incumbe. Pero en base a las nuevas normas que implantaremos con Aioros, todos deben tener permiso para salir firmado antes de poder ingresar y ella no lo tiene o sí?
- Pues lo tramitare como nueva familia. Eso no es problema – contestó Milo – Hasta un ignorante de las leyes tanto humanas como divinas sabe que ninguna ley se aplica de forma retroactiva. Principio básico del derecho universal.
Sasha bajo un escalón más para quedar más cerca de él tocando el hombro de sus escoltas para que se hicieran a un lado. En lugar de dirigirse hacia Milo lo hizo hacia Aioros.
- Sabes? Tienes mucha razón. Ha habido mucha negligencia respecto al tema de la entrada de mujeres seculares al santuario. No estaba muy segura pero al ver cómo se comporta el caballero de escorpio y al saber que más de ellos se pondrán igual de altaneros por el mismo motivo, tendremos que acelerar la puesta en vigor de las reglas específicas para las esposas. Marin! Encárgate de eso! Y Mientras tanto, mientras ella no venga a explicarme personalmente sus razones para irse y que me convenza que no volverá a ocurrir, el permiso para el estará negado.
Marin asintió compadeciendo en secreto a Milo. Pero Milo era terco y no iba a desistir.
- Cruzaremos ese puente cuando llegue a él. Solo quiero el permiso para salir, ir al nacimiento y regresar con ella hasta que sea conveniente viajar.
Sasha se burló.
- No quiere también regresar mejor después de que termine la primera comunión? – Milo le lanzó una mirada muy fría – Estamos cortos de personal así que no. Siendo la persona bondadosa que soy, contemplaría la posibilidad si el viaje fuera dentro del territorio griego, pero fuera del continente simplemente no es posible
- O sea que ahora también debemos agregar racismo a la lista de sus cualidades?
- No es racismo, sino practicidad. No podemos dejar otra casa dorada sola tanto tiempo.
- Por qué? Tiene planeado provocar alguna guerra santa?
A Sasha no le hizo gracia esto último.
- No pero ya hay 3 casas doradas vacías. Tauro pidió permiso y me quedaría sin el también. Con usted serian cinco. 5 de 12 es inconcebible. Punto.
- Aun tendría mayoría y Aldebarán va a regresar pronto. Además tiene a dos de los más fuertes que son Dohko y Kanon. En serio no sabe ni siquiera sumar y restar?
- Escuché mi nombre. Antes de que me acusen de algo, Yo no fui.
Todos voltearon a ver a Kanon recargado en la puerta vestido con ropa semi formal y bien peinado. Aioros hizo una expresión de desencanto mientras que Milo lo barrio de arriba abajo. Desde cuando se arreglaba así de diario?
- Espero no interrumpir pero ya que iba a subir me encontré al mensajero con un asunto urgente para usted y el Patriarca señorita.
La forma en la que lo dijo, hizo ruborizar a Sasha mientras Kanon avanzaba hacia ella y le extendía un sobre sellado con el heraldo de Hera.
- Tu Siempre un caballero, Kanon. – dijo recibiendo el sobre – Aun quieres que te acompañé por ese regalo tan importante que quieres comprar? Tengo tiempo ahora.
- Desde luego. Su ayuda será invaluable – contestó Kanon coqueto guiñándole un ojo mientras veía a Milo.
Milo no pudo golpearse la cabeza con la mano para que ella se complaciera con su reacción, mas no pudo evitarlo al ver los corazoncitos saliéndole a Sasha de los ojos.
- Por qué no van a conseguirse un cuarto de Hotel y nos dejan trabajar a los mayores – dijo ya en tono irritado - Aioros! Exijo mi permiso!
- Tranquilo Milo. No te sulfures.
- Maldito Traidor.
- Cuida tu lenguaje Milo o te iras a los calabozos y solo conocerás a tu hija en su boda - Sasha abrió el sobre y lo leyó. Todos vieron cuando se le fue la sonrisa y sus manos comenzaban a temblar mientras sus dedos arrugaban la hoja con furia contenida. Miró a Milo y luego a Kanon antes de desviar la mirada hacia Aioros suavizando deliberadamente la voz - Aparte de tauro y escorpio se ha solicitado algún otro permiso?
Aioros intentó que le diera el sobre con la carta, pero ella lo doblo antes de meterlo de nuevo en el sobre. Aioros entrecerró los ojos. Eso no era normal.
- Camus pidió permiso para…
- Denegado. Ese caballero no puede salir hasta que yo lo diga y …– recordó que Kanon estaba presente y se mordió la lengua – Perdón. Tendrá el permiso de máximo 24 horas mientras no salga de Grecia.
- Shura también pidió permiso para asistir a la prenatal con Zita. – respondió Aioros cada vez más irritado – Dohko pidió permiso para recorrer sus días libres del mes a una sola salida para poder ausentarse cuatro días por vez. Aparentemente tiene asuntos legales que lo requieren en China aun.
Sasha rechinó los dientes. Ahora resultaba que todos tenían que salir dejando en segundo plano al santuario.
- Si tuviéramos un servicio médico especializado aquí dentro, nadie tendría la necesidad de perder el tiempo afuera en citas medicas
- Eso está dentro de la próxima discusión respecto a los cambios que hay que hacer y deberán ser aprobados por la señora Hera – respondió Aioros – pero no creo que debamos discutir estos asuntos delante de todos
Kanon intervino.
- No deseo molestarla Señorita, pero en esta ocasión, con todo el dolor de mi corazón, Aioros tiene razón. No sabemos que restricciones económicas tengamos en esta nueva administración y sería mejor únicamente dar a conocer los planes ya aprobados en el presupuesto por ella.
Sasha le sonrió mientras arrugaba el sobre y lo tiraba a la basura.
- Como siempre, tienes razón Kanon. – dijo con voz dulce – Y para que no se diga que no soy justa, Accederé a que Milo se ausente a partir de hoy y hasta máximo el 10 de octubre. Si llega después de esa fecha, ya no podrá ingresar y será dado de baja automáticamente.
- Es muy poco tiempo! Solo llegar son más de 12 horas!
- Ese no es mi problema. – contestó Sasha - Además tiene que irse por sus propios medios ya que Mayura y Kiki están ocupados por si pensaba usarlos
- Ni loco pensaría en utilizar a sus espi...ecialistas. Yo tengo como llegar.
- Tiene una hora para salir. Aioros yo saldré con Kanon a un mandado así que por favor tu lleva a Izzy a un lugar bonito para cenar. Marin quedas a cargo en lo que Aioros y yo no estamos - Se agarró del brazo de Kanon - Nos vamos?
- Con gusto – contestó Kanon haciéndole una mueca burlona a Milo.
Todo el escolta salió tras ellos dos y Marin, después de hacer una reverencia, salió al final cerrando las puertas. Aioros comenzó a tomarse la cabeza. Que haría Shion o Saga en su lugar?
- Es en serio Aioros? Como es posible que te dejes mangonear por ella?
- Nos guste o no, Es la representante de la diosa Hera – dijo caminando hasta el cesto de la basura
- Y ya eso le da derecho a hacernos la vida de cuadritos?
Aioros no contestó. Sacó la carta del sobre y la leyó:
"Querida Sasha:
Espero que todo este marchando tan bien en el santuario como deje en claro la última vez que los vi. Tengo dos cosas que comunicarte, la primera, es que me encontré por casualidad a Sammy fuera del santuario. Supongo que la debes estar buscando como desesperada y espero una explicación exhaustiva de por qué estaba sola fuera de la protección del Santuario. Mi esposo le ha tomado un poco de cariño paternal y lo voy a dejar jugar con ella unos días antes de regresarla para que no diga que soy muy mala. Te lo comunico para que ya no gastes recursos en encontrarla. Y la segunda y más importante es mi preocupación por Samira y las demás chicas que ya están en estado de gravidez dentro y fuera del Santuario. Sus maridos siempre deben tener todos los permisos necesarios para poder velar por su seguridad y felicidad tanto de ellas como los productos, así que hazlo posible. No quiero enterarme que por tonterías les fue negado sus derechos paternales. Como esta Liz por cierto? Espero que este aprendiendo muchas cosas ya que su padre es uno de los colaboradores más queridos de Zeus y no quiero problemas. Estaré de regreso muy pronto para ver cómo van las cosas pero si les urge comunicarse conmigo, usa a tu patriarca que para eso existe esa cosa enorme que parece falo… como se llama? Bueno tú ya sabes cuál.
Quedo al pendiente de cualquier cosa
Hera"
Aioros fue a sentarse a su trono. No comprendía la actitud de Sasha. No estaba realmente actuando como la representante de Hera y además solo lo dejaba en mal. De por sí ya le estaba costando trabajo que sus compañeros dorados lo respetaran.
Milo lo siguió hasta donde estaba.
- Aioros… Qué onda con esas reglas que dijo esa bruja?
- No le digas así.
- No puedo verla de otra forma. Aún no. – Aseguró Milo trayendo una silla para sentarse frente Aioros para sorpresa del mismo – Entiendes que si aprueban esas reglas, Liz ya no podría volver sin que casi casi le bese los callos? Tu también saldrías perjudicado.
Aioros no mostró sorpresa. Sabía que Sasha era muy especial en cuanto a lo que Liz se refería debido a que Hera también le había dado algo de poder, aunque en realidad Liz nunca lo había visto así y no lo había ejercido.
- Aioros, dejándonos de tonterías porque yo sé que no te lo han dicho en tu cara, y espero que no me vayas a negar el permiso si te lo digo, pero tú eres el responsable de todos los santos, no ella. Ella solo debe estar aquí para tomar decisiones importantes y órdenes directas de Hera, pero también tú puedes hacerlo cuando lo que ella hace no es lo correcto. – Aioros lo miró muy atento – Tu no estuviste aquí cuando Saga se hizo pasar por patriarca, pero el, según entiendo, tuvo el mismo entrenamiento que tú. Ambos son igual de poderosos pero el Se dio a respetar guiando el santuario con mano de maestro y no dejando que nadie, nadie se interpusiera en sus planes que, visto desde una perspectiva fría, no siempre era malo. Tú habías sido elegido por Shion. El vio algo en ti que nosotros aun no comprendemos pero queremos hacerlo porque crecimos con la convicción y el conocimiento de que quien estuviera sentado donde tu estas, debía ser un modelo para el resto, llenos de amor, calidad, fuerza, honradez y pureza. Y si Shion vio eso en ti, aunque prácticamente hayas usurpado el lugar del patriarca casi casi como lo hizo Saga, es porque debes reunir esas características. No dejes que una chiquilla caprichosa te arruine tu sueño. Athena estaría muy molesta.
La cara de Aioros se ensombreció. Nada de lo que decía Milo era mentira.
- Si tú das un permiso, o decides algo es porque tú ya evaluaste la situación y tu juicio debe aceptarse como bueno y correcto. Eso, es ser un patriarca. La voluntad del Pope nunca debe ser sometida a discusión. Piénsalo. Gánate nuestro respeto por favor.
Aioros asintió sin voltear a verlo mientras Milo se levantaba y ponía la silla en su lugar.
- Que tengas un excelente viaje Milo y… felicidades de antemano – dijo Aioros aun dándole vueltas a su cabeza con lo que Milo le había dicho.
- Gracias.
Milo hizo una reverencia antes de salir y correr hacia donde Marin traía el permiso en la mano con su pasaporte, se lo arrebató y bajo corriendo las escaleras hacia su casa. Sacó el celular y comenzó a marcar:
B Al Alkrab & Co
M Mike soy yo. Tengo una emergencia y necesito un transporte aéreo pero ya
B oh señor! que gusto escucharlo. Como se encuentra la señora Samira?
M Precisamente para eso quiero el transporte. Debo ir con ella a Bagdad.
B Lo lamento pero eso no será posible
M Como qué no?
B No señor no hay transporte, todos ya fueron alquilados. Es temporada de fiestas y ya todos salieron a destino.
M Pues llama a los charters. Necesito salir hacia Bagdad en una hora
B Señor no hemos podido actualizar los permisos de alquiler de chárter porque no me ha enviado el documento con su firma. Tardaría al menos una semana en…
M Qué? No he recibido nada. Por qué no confirmaste la recepción en su momento?
B Señor lo he mandado a la dirección de siempre, la recepción fue confirmada.
M ptm entonces consígueme algún vuelo comercial para... Olvídalo. Los únicos vuelos directos salen muy temprano. Mándame los documentos electrónicamente a mi correo. No voy a estar en Grecia por algunos días pero los imprimiré y te los enviare firmados.
B Si señor.
Milo colgó el teléfono mientras llegaba a su casa. Solo metió unas cuantas mudas de ropa, dinero, y documentos.
- Piensa Milo, piensa. Quien más puede llevarte… Shion!
Buscó el número y lo marcó.
S Ho… hola? Hola?
M Samira? Creí que había marcado el teléfono de Shion!
S El… el me dio su celular cuando vino… Milo ya vas a llegar?
M Si cariño, ya estoy en camino. Cómo te sientes?
S Estoy asustada. La partera dice que se me pudo haber adelantado el parto pero yo no sé de eso. Mi Doula no ha llegado y… y si algo sale mal?
M No Pedhi Mou, tranquila. Todo saldrá bien. – sacó una mochila amarilla del closet y comenzó a correr escaleras abajo - Crees que nazca pronto?
S No lo sé… La partera dijo que las primerizas somos muy escandalosas y podemos tardar muchas horas. Te necesito Milo. No quiero estar sola.
M Estaré ahí pronto. Intenta hacer lo que hacen en las películas de respirar y eso.
S Habibe te amo.
M Yo también. Ahí voy
Milo guardó el celular para correr más rápido y paro un taxi casi de inmediato.
- Al aeropuerto! de prisa!
El taxista hizo lo que le pidió mientras Milo trataba de pensar fríamente.
- Necesito al chapulín colorado pero si le llamo…
Llegaron en tiempo record para lo que Milo le aventó el billete de alta denominación bajándose para correr. Como lo supuso, todos los vuelos directos eran muy temprano. Los demás hacían mas de dos escalas y llegaría casi al momento que tuviera que devolverse y no le iba a dar esa satisfacción a Sasha.
- Orgullo, no me odies – dijo en voz alta mientras remarcaba el teléfono de donde Ares le había marcado.
A Ares, dios de la guerra, personificación de la virilidad masculina a sus órdenes?
M Facepalm -
A Alo? Si estos es un broma considérese muerto
M … Necesito tu avión
A Lo comunico con Aerolíneas Gaver. sí. Con quien hablo?
M ... Tal vez no debí llamar
A En serio que cada día estas más amargado. ni una broma se te puede hacer.
M ... No estoy para bromas. Me lo prestas o no?
A Hangar 15, el piloto ya te está esperando y sabe qué hacer, lo único que pido es que no te bajes del avión hasta que yo te recoja. Es imperativo
M por qué?
A Hazlo y no preguntes.
Milo apago el celular para que le durara la batería y encontró rápidamente el hangar 15, donde un avión privado de color rojo estaba ya con la escalerilla esperándolo. Subió y de inmediato, la escalerilla subió y el piloto comenzó a hacer las maniobras necesarias para el despegue.
Tres horas después, Yui sobrevolaba el área del aeropuerto. Había visto desde su puesto de vigilancia en la colina, que la camioneta Hummer de la mansión de Ares había salido sin escolta y la había seguido por el desierto más curiosa que con ganas de atacarla. En primera porque no estaba segura de que Ares estuviera ahí, ya que sin escolta sería un suicidio para el salir pero por otro lado, que tal que este había salido e iban a recogerlo. En todo caso no estaba muy ocupada por el momento así que simplemente la siguió hasta que la perdió de vista en el área.
Por otro lado, Milo ya llevaba esperando más de 20 minutos dentro del avión. Las ordenes al capitán y la azafata era que no lo dejaran bajar hasta que no fueran por él, pero impaciente y ante un descuido de los mismos, abrió la escalerilla, tomó sus maletas y bajo corriendo.
- Señor! No debe salir! Aún no han venido por usted! – gritó la azafata desde arriba
- No se preocupe! Tomare un taxi, camello, elefante o lo que encuentre! – gritó Milo sin voltear hacia atrás.
Yui vislumbró a Milo desde el aire. A qué hora se había teñido el cabello el asesino de su hermana?
- Así que me está dando la oportunidad finalmente.
Milo corrió hacia el resguardo del hangar, pero un viento muy fuerte detuvo sus pasos retrocediéndolo varios metros e incluso sacudiendo tanto el avión que terminó por voltearlo.
- Pero que carajos… - dijo Milo intentando ver de dónde venía ese viento.
Yui aterrizo frente a él, sobresaltando a Milo con su aspecto.
- Así te quería agarrar maldito asesino! - dijo sacando las garras en manos y pies y abalanzándose sobre Milo.
- De parte de quién o qué? – respondió Milo esquivándola rápidamente – O sea, si me gustaría asistir a la fiesta de Halloween de la que vienes, pero al menos déjame conseguir un buen disfraz.
- Deja de burlarte de mí! Te matare maldito!
- Muchos lo han intentado y como puedes ver, aun no lo consiguen! – dijo muy seguro de sí mismo poniéndose en posición defensiva.
Yui volvió a agitar sus alas
- Viento cortante! – gritó mientras de sus alas parecían salir tres garras gigantes que Milo esquivó saltando y provocando que, para horror de Milo que escuchaba los gritos de la tripulación, partiera el avión por la mitad.
- Restriction! – Gritó Milo al lanzar su técnica contra el ente frente a él, quien con una sola mano la paró en seco - Pero que…?
- Hasta la escoria de hijo que tenías y que mate, era más fuerte que esto. Acaso estás jugando conmigo a pesar de saber que acabare contigo?
- Mi hijo? Cual Hijo?
Yui iba a contestarle, cuando al menos ocho detonaciones de arma de fuego se escucharon dispararse detrás de el e impactarse en una de las monstruosas alas de la diosa. Con cada una de ellas, asombrada y adolorida, ella retrocedía un paso mientras que Ares avanzaba hacia Milo.
Con un grito desgarrador de dolor, Yui se miró la sangre horrorizada y comenzó a retroceder.
- Acaso no te dije que te quedaras dentro del avión?
- Me canse de esperar.
Yui los vio a los dos con furia.
- Los matare a los dos! – acto seguido se abalanzó con las garras por delante hacia la garganta de Milo con la intención de hacer lo mismo que había hecho con Fobos, pero no contaba que a la misma impresionante velocidad, Ares lo empujara con fuerza hacia un lado haciendo que la garra se incrustara en su brazo derecho y desgarrara su carne.
Yui sonrió con satisfacción, lo liberó y dio unos pasos hacia atrás para atacar de nuevo
- Eso fue por mi Ala! – dijo con satisfacción.
Ares se miró la herida y sonrió como si la sangre le diera nuevos ánimos. Milo no sabía que hacer. No tenía su armadura y esa criatura parecía tener un problema personal con Ares.
- Es bueno ver a un asesino sangrar
- Hasta donde yo sé, los dos somos asesinos
- Y portare bien mi título una vez que haya logrado matarte!
Ares incremento su cosmos, haciendo que sus heridas se regeneraran lentamente.
- Así que la leyenda es cierta. Ustedes son tres.
- Éramos tres! Mataste a mi hermana! - agitó su ala buena mandando el mismo viento cortante anterior directo hacia Milo y Ares.
Ares llamó a su armadura quien de inmediato lo cubrió y llenando su escudo de cosmos, puso a Milo detrás de él evitando así que lo dañara.
- Milo, ve con Samira. Esta no es tu batalla.
- Y que me garantiza que esa cosa no vaya a atacarnos una vez allá?
El viento cambio de voluntad de acuerdo a las órdenes de Yui regresando a ellos por detrás.
- Ahora si no atacas? Supongo que te es más fácil meterte con jovencitas embarazadas y golpearlas hasta matarlas – gritó furiosa mientras Ares aguantaba el ataque desviando el viendo con su escudo el cual destruyó completamente el hangar detrás de ellos.
- La verdad no quisiera matarte. Ella no me lo perdonaría.
- Mentira! Para un asesino sin sentimientos como tú, eso no tiene relevancia! – Ares seguía protegiendo a Milo y ella pareció adivinar finalmente el parentesco – Este también es hijo de esa perra?
- Yo jamás me metería con tu madre. Qué asco!
- Insolente!
Yui iba a irse contra Ares, pero Milo gritó:
- Scarlet needles! – impactando al menos ocho agujas contra ella quien a pesar del dolor esquivó las otras siete provocando que en lugar de Ares, ella se desviara hacia él y Ares se acercara de nuevo a tratar de protegerlo.
- Tendré tu cabeza!
Con gran velocidad e ira contenida, se lanzó contra el escudo de Ares, al que para su sorpresa, se rompió en las garras de la diosa tomando a Milo con una garra del cuello levantándolo en vilo y a Ares haciendo lo mismo pero de la caja de sus costillas. Milo intentaba zafarse pero las garras comenzaban a desgarrar su carne.
Ares se movía lo menos posible engañando con una posible victoria a la segunda Ker. Justo cuando Yui lo zangoloteaba para intentar rematarlo, rápidamente Ares sacó de sus botas una daga similar a la Daga dorada y se la incrustó en el estómago haciendo un movimiento en L para evitar que pudiera sanar tan fácilmente.
- Mi ventaja, es que yo puedo utilizar cualquier método posible, sin remordimientos.
Yui los soltó de inmediato. Dio dos pasos atrás doliéndose de esa nueva herida, miró a Ares con odio sin decir nada. Ares por el contrario, se acomodó su daga en la mano y comenzó a atacarla a gran velocidad dándole varias cortadas en la cara, cuerpo y alas.
- Eres más estúpida de lo que pensaba si creíste que no me defendería. – A una velocidad que a duras penas Milo pudo percatarse de lo que sucedía – Te dejare un recuerdo para que lo pienses dos veces antes de meterte con mi familia.
Sin darle tiempo a reponerse siquiera y siguiendo atacándola con la daga, Ares saltó hacia arriba para después caer detrás de ella y clavársela en la hoja escapular y a pesar de los gritos de dolor de Yui, desprenderle una ala por completo.
Cada vez más débil, Yui volvió a clavar sus garras en el pecho y brazo derecho de Ares, pero después de unos segundos, decidió soltarlo para saltar en el aire y volar como podía con una sola ala.
- La próxima vez acabare contigo – grito desde el aire.
- Aquí te espero! Pero esta ala será mi trofeo! – gritó Ares desde tierra, agitando el ala ensangrentada con su único brazo bueno.
Esperó para verla desaparecer en el horizonte antes de desaparecer su armadura y voltearse sangrando profusamente hacia Milo.
- Hijo estas bien? No te lastimó seriamente?
Milo miró como había quedado Ares, el hangar y el Ala. En comparación, no le había pasado nada.
- Estoy bien.
- Hazme un favor y busca los casquillos. Ocho en total. Los necesito de nuevo y el material es único – dijo Ares mientras quitaba los proyectiles incrustados aun entre las plumas del Ala – Como si Hefestos no me cobrara lo suficiente ya.
A modo de agradecimiento, Milo lo hizo, encontrándolos rápidamente y encontrándose con Ares junto a la hummer que para sorpresa de Milo, se había salvado por milímetros de la destrucción del Hangar.
La sangre corría por toda la camisa de Ares, quien aprovechando que Milo estaba buscando los casquillos, se había colocado una Kandura blanca con mucho esfuerzo y aventado el ala en la cajuela.
Milo llegó y le entregó a Ares los casquillos en silencio y a cambio, Ares le entregó las llaves de la camioneta.
- Lo siento. No puedo manejar aun.
Se subió al asiento del copiloto para sorpresa de Milo, quien también aventó sus mochilas detrás del asiento y se subió en el asiento del piloto.
- Donde están sus bersekers? y porque no vinieron a ayudarte?
- No quería llamar la atención al venir con escolta. Ahora veo que fue un error.
- La tripulación no logro salir del avión, no que le importe demasiado supongo.
- Daño colateral. Me encargare de la familia. Maneja. El GPS te guiara – dijo haciendo el respaldo hacia atrás para recostarse e intentar recuperarse - Estúpida Keres, Estúpida Ker 2, estúpidos todos - murmuró cerrando los ojos
Milo arrancó la hummer y manejo conforme le indicaba el GPS. En más de una ocasión miró de reojo a Ares. Hacía más de 20 años de no querer tener nada que ver con él y por azares del destino, ahora estaba con él en el mismo auto.
- Si me miras tanto, gastaras mi belleza
- Ja! El modesto no vino?
- jaja muérdete la lengua
- Siempre es así de raro o solo lo hace para fastidiarme?
- Demasiadas emociones. Me mantendré callado.
Ares cumplió su palabra y por los siguientes minutos se mantuvo en silencio, que de algún modo irritó mas a Milo obligándolo a acelerar para ya terminar con eso.
- Milo...
- Qué?
- Perdóname
Esta simple palabra tomo a Milo tan de sorpresa, que piso el freno para detener en seco la Hummer haciendo que Ares casi se golpeara con el parabrisas la cabeza.
- Más cuidado! te vas a acabar los frenos!
- Que acaba de decir?
- Que no hay refacciones aquí en el medio del desierto
- No, lo anterior a eso
- Que me perdones
- porque?
- No sabría ni por dónde empezar – dijo el Dios de la guerra volviendo a acomodarse en su asiento.
Milo miró al frente con el ceño fruncido.
- Solo contésteme. Porque mato a mi madre? No era más fácil abandonarnos que matarla?
Ares sintió que se le estrujó el corazón. No estaba preparado para responder esa pregunta de los labios de Milo. Pero era una oportunidad para intentar hacer las paces finalmente.
- Esa no iba a ser una opción jamás. – murmuró - Si hay alguna persona a la que amé con todo mi ser en este siglo fue a tu madre.
Milo lo tomó de la dishdasha con ambas manos sacándolo de su asiento
- Entonces por que la mato?
- Fue un accidente.
- Mentira! Recuerdo claramente como…. – Milo lo soltó tratando de tranquilizarse – Y supongo que vio la oportunidad también de acabar conmigo y cerrar ese capítulo.
- Necio. Lo del helicóptero no era para matarte, solo… frenarte un poco.
- Si claro.
Milo recordó el propósito por el que estaba en ese auto y arrancó sin ninguna consideración a la Hummer. Ares supo que no cambiaría la opinión de Milo de él y simplemente se volteó hacia el lado contrario.
Ares se tomó el brazo herido y aguantó el dolor mientras sentía como su sangre comenzaba a manchar la dishdasha blanca. Tosió un poco haciendo frenar de nuevo a Milo.
- Ahora porque te detienes?
- Porque está demorando tanto en regenerarse de sus heridas?
- Porque gasté mucha energía peleando, estoy deshidratado y anímicamente estoy en un buen bajón. Además suele pasar cuando te hiere alguien con más rango jaja cof cof al menos pude probar mis nuevas balas. Material bien robado a Cronos jajaja cof cof, valió la pena la espera para usarlo.
Milo se quedó mirándolo por unos minutos. Ares estaba ahí frente a él, vulnerable, y de algún modo más humano de lo que él hubiera esperado. Por qué entonces le habría infundido ese miedo cuando era pequeño?
- Esa cosa habló de la muerte de uno de sus hijos. A que se refería? – preguntó de nuevo poniendo en marcha el vehículo aunque esta vez de forma más cuidadosa
- Tal vez lo viste en la noticias, o incluso estuviste ahí, no lo sé. Hace unas semanas en Atenas, ella mató a Fobos, tu medio hermano, en venganza a la muerte de su hermana por… mis manos.
- lo lamento
- Yo también. Ni siquiera puedo llevar su alma a los elíseos porque ella se llevó su cabeza. –pestañeo rápidamente para contener sentimientos - Pero Tranquilo. Es parte de ser yo el hecho de ser odiado. Ya pasara... a menos que su madre se entere. Milo… apaga el aire. Tengo frio.
Milo apagó el aire cómo se lo pidió, y bajó un poco las ventanillas. Estaban a más de 40 grados Celsius afuera y adentro se convertiría en un horno pronto. Pero la palidez de la cara de Ares y la mancha roja en la dishdasha le decían que asombrosamente el magnífico dios de la guerra, podía estarse desangrando. En un acto de caridad que él no creyó poder realizar, se quitó su chaqueta para ponerla sobre el cuerpo de Ares.
Le tomó únicamente unos diez minutos llegar a buena velocidad, pero al menos una docena de bersekers le cortaron el paso antes de que llegara siquiera a la puerta de la fortaleza. Dos de ellos se acercaron con ak47 a revisar.
Milo no sabía qué hacer. Uno de ellos le estaba diciendo que bajara el vidrio pero estaba confundido. Si ese era el lugar, pues tendrían que saber que era la camioneta de su jefe, o no?
Después del tercer golpe con la culata en el vidrio de lado de Ares, este despertó para bajar el vidrio y tomar con el brazo izquierdo el cuello del berseker, quien al comprobar que su jefe estaba dentro, comenzó a hacer señales y gritar algo que Milo no pudo comprender, pero le cedieron el paso y la mitad de esos bersekers corrieron a abrir la puerta y dejar pasar la camioneta.
Milo estaciono frente a la puerta de la casa y saltó rápidamente de la camioneta para correr hacia ella.
- Donde esta Samira? – le preguntó a algunos de los bersekers que lo miraban entre extrañados y curiosos.
Señalaron un segundo piso y mientras otros dos Bersekers cargaban a Ares de los brazos, Milo corrió hacia allá aunque encontrar las escaleras le fue un poco difícil ya que la casa parecía laberinto.
Dos de los bersekers con armadura naranja, chocaron con el de frente y Milo abrió los ojos al reconocerlos como aquellos que lo habían amenazado en el cine. Como no reconocer a los culpables de sus pesadillas? Ellos también parecieron reconocerlo porque dieron un paso hacia atrás horrorizados. Ares y su comitiva los alcanzaron.
- Que sucede aquí?
- Esta vez sí va a amenazarme de frente o va a mandar a su gente de nuevo? – le contestó Milo retándolo con la mirada.
- De qué carajo estás hablando?
Deimos apareció envestido en su armadura frente a Milo mirándolo curioso al ver la copia exacta de su padre en él.
- Esos dos - los señala - Mataron a mi amigo por órdenes suyas, para que me quedara en claro que debía mantenerme lejos de usted o me mataría como hizo con mi madre. Yo solo tenía nueve años.
- Yo nunca mande a... - volteándolos a ver y sorprendiéndose de ver el terror en sus caras y que poco a poco retrocedían sus pasos – Deimos. Estos dos son de tu brigada. Cierto?
- Si señor
- Y tu madre… alguna vez te pidió un favor que los involucrara?
Deimos no contestó. Su madre siempre estaba ocupando a bersekers a cargo de sus hijos para sus mandados personales sin que Ares se enterara. Él tampoco la echaría de cabeza.
- No lo sé.
Ares miró a su hijo y suspiró.
- Hazlos hablar. No estoy en condiciones aun – dijo haciendo que lo llevaran a su habitación.
Milo se quedó frente a su otro medio hermano esperando una respuesta de los dos hombres, enormes, encanecidos, pero fuertes como toros.
- Explíquense.
Los dos comenzaron a retroceder aterrorizados más aun cuando Deimos comenzó a aterrorizarlos a través de su cosmos. Milo estaba entre dejarlo que siguiera para que supieran lo que el había sufrido de niño, o defenderlos como era su naturaleza.
- No! No! Arghhhh! No importa lo que usted nos haga! Ella nos salvara! – gritó el primero
- ella quién?
- No debemos decirlo! Nos lo tiene prohibido! – respondió el segundo
- Pues ya no tienen opción – contestó Deimos aumentando su cosmo en ellos
Milo los miró con lastima, pero también esperaba que confesaran que había sido su padre para poder ir a reclamarle después de haber visto a Samira.
- Su... su madre!
- Solo cumplíamos sus órdenes! Misericordia mi señor!
Milo sacudió la cabeza incrédulo. Siempre había creído que había sido Ares.
- Tanto escándalo por un alacrán
- ella nos pagó bien
Deimos dio un paso al frente.
- Quieren decir que fueron ordenes de mi madre pero hicieron creer que era mi padre? que más los hizo hacer?
- solo... le dábamos información
Deimos llamó a otros bersekers.
- Enciérrenlos! iré a ver que quiere hacer mi padre con ellos.
- señor! dígale que tenga piedad de nosotros! – gritó uno de ellos mientras se lo llevaban.
- Ya escuchaste la verdad de sus labios – dijo Deimos a Milo
Milo no contestó. Solo frunció el ceño y preguntó.
- dónde está mi esposa?
- Al fondo del pasillo.
Milo corrió hacia donde Deimos le señalaba mientras este se dirigía a una habitación del otro lado, donde era prácticamente el ala privada de los aposentos de Ares. Tocó a la puerta.
- Pase
Deimos ingresó y el berseker que estaba recogiendo la ropa ensangrentada, señalo hacia el baño donde Ares estaba sumergido hasta el cuello dentro del agua roja por la sangre.
- Padre… que fue lo que sucedió?
- Pequeño incidente, nada de cuidado – dijo disfrutando – Mis heridas siempre se curan mejor y más rápido con el agua de Kavassila. Me pongo de pie ante mi genial idea de traerme varias cisternas de ella.
- Hacía mucho tiempo que no lo veía así de herido, padre
- Si bueno... gajes del oficio. Que quieres? Vienes a bañarme?
- No. tengo la respuesta que solicito sobre lo que dijo su... invitado
- Puedes decirlo con todas sus letras: Tú hermano menor... Milo
- Qué?
- Es mi vivo retrato. No me digas que no lo notaste
- si pero... es un santo de Athena
- jaja y de los mejor rankeados. Orgullo de su padre
- Por eso escogió un avatar dentro del Santuario para estar cerca a el?
- Eso es algo que a ti no te importa. A qué se debe todo el interrogatorio?
- Acabo de enterarme que tengo un hermano menor y según parece mi madre ya lo sabia
- Entonces estaba en lo cierto. carajo! Tu madre haciéndome la vida de cuadritos desde tiempos inmemoriales.
- También le hicieron creer a mi… hermano que era orden suya o eso dieron a entender aparte de darle información de nuestros pasos.
- Tal vez fue lo mejor. Nada bueno sale de estar emparentado conmigo. Deja que se desquite con ellos si quiere y ni una palabra a nadie sobre el o lo que hizo tu madre. Entendido?
- Como guste padre. Me retiro para que descanse y se recupere – dijo haciendo una reverencia y dándose la media vuelta.
- Espera!
Deimos volvió sus pasos.
- en la parte de atrás de la hummer hay un trofeo. manda enmarcarla y ponla en mi oficina. Tómale una foto y mándala a imprimir en una bandera de al menos 10x10. y esa misma bandera ponla en el asta arriba de la casa.
- Como ordene. Puedo saber de quién es el trofeo?
- De la HDP que asesino a tu hermano y que me dejo así y hazme el favor de prender la fragua. Tengo unas valiosas balas que reciclar en cuanto me sienta lo suficientemente fuerte. Deseara no haberse metido con mis hijos.
Deimos asintió y se apresuró a cumplir la orden. Aquella diosa apenas y acababa de comenzar a conocer la furia de un padre con sed de venganza que para su mala suerte, era el dios de la Guerra.
5 de Octubre, 2 p.m.
Mansión Kiddo
Tokio, Japón.
Aioria entro de los jardines de la mansión Kido al comedor. Había dormido sorprendentemente tranquilo por casi dos días desde que llego cinco días atrás. Había tenido prácticamente la mansión para el solo todo este tiempo y solo había salido a caminar fuera de la mansión dos o tres horas y regresado para planear su vida por los próximos tres meses.
Decidió servirse un poco de agua en la cocina antes de ponerse a ver sus opciones en una libreta y su celular y casi estaba por cruzar la puerta de la cocina cuando escuchó abrirse la puerta trasera. Seiya y Hyoga acababan de entrar botando sus mochilas en el piso directo al refrigerador a servirse un vaso de limonada cada uno.
- Te digo Hyoga. Seika fue la que me enseño como resolver ese problema de cálculo diferencial. Es tan bueno tenerla cerca… - dijo Seiya
Aioria se paró en seco al escuchar el nombre de la hermana de Seiya y recordar que la tenía como Plan B.
- Lo increíble es que ella, sin tener las posibilidades que tienes tú de estudiar, le entienda a una de las materias más complejas del semestre.
- Si bueno, tal vez los genes familiares de inteligencia y belleza solo la heredan las féminas de mi familia – dijo rascándose la cabeza – Aunque Marin no es de mi familia y es muy inteligente.
- Logro ser Sanbocho a la salida de Shaina. Eso ya es un logro.
Aioria cruzó la puerta de la cocina haciéndolos voltear.
- Aioria! – Gritó Seiya dejando el vaso de limonada y yendo a abrazarlo
Aioria correspondió el abrazo
- Es mi imaginación o creciste un poco
Seiya se rascó la cabeza
- Jeje ojala tengas razón. Quiero alcanzar tu altura pronto.
- Sigue soñando Seiya – dijo Hyoga extendiéndole la mano para saludarlo.
Aioria respondió el saludo.
- Creí que no los iba a ver nunca – confesó Aioria – Llevo casi una semana aquí y no los veía entrar o salir.
- La escuela es de medio internado así que a veces nos quedamos allá – contestó Seiya
- Y eso provoca el milagro de que por primera vez en la vida, Seiya esté tomando en serio los estudios – se burló Hyoga
- Por cierto, felicidades! ya nos dijeron la buena nueva – Seiya le dio un codazo con un guiño - bien escondido tenías lo de tu hija.
Aioria tuvo a bien ruborizarse.
- si bueno... no es como que yo lo supiera tampoco así que... Si no quieres acabar como yo, favor de ambos siempre estar preparados. Entendido?
Seiya parpadeó con inocencia.
- Acabar como tú? Pero si de eso solo pido mi limosna! tú eres un excelente caballero dorado.
Hyoga rio suavemente mientras Aioria se llevaba una mano a la cara.
- Válgame!
- Qué? No es eso?
- Mejor díganme como van en sus estudios. Hyoga?
Aioria se sentó en la mesa de la cocina y los otros dos lo imitaron
- Todos estamos sacando buenas notas, nos gusta mucho lo que estamos aprendiendo y aunque no lo creas Seiya es uno de los que mejores notas saca, aunque Shiryu anda muy distraído.
Seiya se cruzó de brazos con suficiencia subiendo los pies a la mesa.
- Cuando me esfuerzo, soy el mejor.
- Que orgullo me da escuchar eso – contestó Aioria sacudiéndole la cabellera con la mano mientras Hyoga le daba un manotazo a Seiya para que bajara los pies – ya escogieron que carrera seguirán?
- Aun no elegimos pero estamos haciendo las materias básicas para después decidirnos por una. – contestó Hyoga
- El único que si la tiene clara desde niño ha sido Shun, ya que siempre ha querido ser médico.
- Vaya! Le quedaría bien la profesión. Con su corazón de pollo es capaz de irse a áfrica de voluntario – respondió Aioria
Seiya le guiñó el ojo y dio un codazo a Hyoga.
- Corazón de pollo pero cresta de gallo no amigo?
- No seas vulgar Seiya!
Aiora cruzó los dedos y cerró los ojos.
- Que no se repita lo de libra! Que no se repita lo de libra!
- Quieren que les congele el trasero?
- No no no. Es broma. Ya sabemos que nada paso - dijo Aioria guiñándole un ojo a Seiya
Los tres se quedaron callados mientras Shiryu entraba a la cocina distraído hablando por teléfono.
- Si, te prometo que hoy les voy a decir. Saori está de acuerdo en que vengas a quedarte aquí hasta que termine el ciclo escolar. No. El maestro Dohko no se enojó, pero dijo que vendría a vernos ya que estuvieras aquí y…
- Ay si Sunrei, muack muack muack, te extraño mucho, muack muack muack – dijo Seiya sobre el hombro de Shiryu quien al ver que tenía público se despidió rápidamente y colgó.
- Buenas tardes Shiryu!
- Aioria! Cuando llegaste?. Que gusto verte.
- Lo mismo digo. Siempre andas sin camisa?
Shiryu volteó hacia abajo al ver que efectivamente se había quitado la camiseta y salió corriendo a su cuarto por una camiseta sin tirantes.
- Jaja la verdad es que cuando solo estamos nosotros si anda así sin camisa – dijo Hyoga
- Pero ya nos acostumbramos. – repitió Seiya – Además a ver si estando tú se despabila. Es la quinta o sexta vez que habla con ella.
- Pues… al menos yo lo veo más despabilado que ustedes dos.
Shiryu regreso rápidamente.
- Ya estoy mejor presentado. Gracias Aioria.
- De nada
- Y a ver si dejan ustedes dos dejan de fastidiarme. Por qué no van a fastidiar a Ikki con Saori? Con él no se meten eh? – reclamó Shiryu sentándose
- Espera... Qué?
Los 3 miraron maliciosamente a Aioria. Así que el chisme no había llegado al santuario?
- Si te contamos, nos salvas de cualquier repercusión por parte del pollo rostizado? – pregunto Hyoga
- Pues si no le contamos lo más seguro es que los encuentre en un armario o en un rincón y sea peor – imitó la pantomima de un beso mientras se abrazaba a si mismo dejando a Aioria con el ojo cuadrado al comprender lo que estaba insinuando.
- Siempre creí que te escogería a ti – confesó Aioria – Y como estas con eso?
- Me tomó un poco de tiempo aceptarlo pero… no puedo hacer nada. Además con Miho estoy mejor.
- Lo ves? Hasta ha madurado – dijo Hyoga
- Es cierto. Hasta quiero llorar – bromeó Aioria haciendo la pantomima de secarse las lágrimas – Marin estaría tan orgullosa de ti.
A Seiya se le volvió a inflar el Ego.
- Eso es lo que quiero. Que tanto ustedes dos como mi hermana Seika se sientan orgullosos de mí.
Aioria guardo silencio. De verdad iba a proseguir con su plan?
- Y… que ha sido de ella todos estos años?
- Mi hermana tiene un superfantastico puesto de ramen en Akasuka – dijo orgulloso
- Uno de los mejores que hemos comido – secundó Shiryu
- En verdad delicioso. Tenemos que llevarte un día de estos. – terció Hyoga
Aioria sonrió. Y sabia cocinar!
- Claro! Me quedare en Japón un rato.
- Hablando de comida, a quien le tocaba comprar el almuerzo hoy? – pregunto Hyoga – No más pizzas si te tocaba a ti Seiya.
- Bah! A mí no me tocaba. Y las pizzas nunca se rechazan.
Alguna puerta se escuchó azotarse y un grito infernal puso a Aioria en alerta levantándose de pronto.
- Seiya, Hyoga los voy a matar!
Las pisadas corriendo escaleras abajo hicieron que Seiya y Hyoga se escondieran tras Aioria.
- No dejes que nos mate!
- Pues que hicie…
Ikki entró azotando la puerta de la cocina luciendo un cabello verde neón.
- Ahora si los mato!
- Ay por Athena! – exclamó Aioria al verlo tratando de no sonreír para no hacerlo enojar mas
Shiryu se alejó lo más que pudo de la ira de Ikki.
- No te queda tan mal…
- Cállate lagartija! Aioria! Quítate para que pueda matarlos!
- Te estábamos haciendo un favor – Contestó Seiya – Así la gente dejara de decir que no se parecen los hermanos
- Jajaja Ya quedaron casi del mismo tono de cabello aunque igual los ojos y el tono de piel.
Aioria tuvo que ponerse serio antes de que eso terminara en hecatombe.
- Seiya, Hyoga! Cállense. Ikki siéntate a la mesa
- Por qué?
- Porque te lo estoy pidiendo. Hace mucho que no convivo con ustedes
A regañadientes Ikki se sentó a la mesa de la cocina mientras tanto Hyoga como Seiya se sentaron del lado contrario para que no los pudiera agarrar. Aioria se acercó a Ikki para tocar su cabello.
- Solo es temporal me parece. Pero por si las dudas, podemos llamarle a Aphro para pedir su opinión, no te preocupes. Tómalo como una broma. – dijo.
- Además él nos pintó toda nuestra ropa interior de rosa pastel! – acuso Hyoga haciendo que Aioria volteara hacia Ikki quien solo sonrió
- Las nenitas usan ropa interior rosa – declaro
- O sea como Shun! – repitió Seiya haciendo que Ikki casi saltara la mesa para pescarlo pero Aioria volvió a interponerse.
- Por qué no mejor les enseño las fotos de Mist a los que no la conocen – dijo sacando su celular para mostrárselas – Es el amor de mi vida.
- Más que Marin? – preguntó Seiya
Hubo un silencio incomodo en el que Aioria hizo como que buscaba las fotos.
- Es diferente. Esta es
Le pasó el celular y los cuatro se juntaron para verlas.
- Aún no puedo creer que sea tu hija – declaró Ikki.
- Lo sé. Yo tampoco. Es un amor de niña.
- Felicidades Aioria! Está muy bonita! Se parece a su madre? – preguntó Seiya
Aioria iba a contestar cuando la puerta se abrió y Shun entró con el uniforme desfajado, mal abotonado y una que otra marca de gloss en el cuello cargando varias bolsas de plástico aparte de la mochila.
- Ya llegue! Aioria buenas tardes! No sabía que estarías aquí!
- O sea… llevo casi una semana aquí y nadie se había dado cuenta_? No sé si ofenderme o sentirme orgulloso de mis dotes de acecho felino. – contestó el aludido.
- Shun, porque tardaste tanto? Ya teníamos hambre.
Shun le sonrió con el rubor cubriendo su rostro.
- Es que Maribel y Cristina insistieron en llevarme al uhhh…. Espera yo se me el nombre del barrio…
- Si claro. Ahora al motel se le llama barrio – susurro Hyoga cruzándose de brazos
- Si Shun dice que solo caminaron yo le creo – lo defendió Ikki – Además prefiero que tontee con ellas a que siga pensando en la golfilagartija aquella que…
- Hermano! Recuerda que Junet es mi novia y yo la quiero.
Ikki hizo una expresión de desaliento
- Tu novia? – Aioria comenzó a recordar ciertos eventos - Pero creí que ella se le había vinculado en ciertos eventos con Aleix o Shaka
- Esos solo son chismes! – de defendió con vehemencia Shun – Ella es linda y pura.
- Eso crees tú en tu inocencia Shun! Es una resbalosa y una oportunista.
Hyoga y Shiryu decidieron intervenir poniendo los platos y vasos frente a ellos. Seiya comprendió la razón y les siguió el juego mientras dividía la comida china entre todos.
- Oye Aioria y que tal las cosas en el Santuario con Aioros de patriarca?
- Pues... está aprendiendo
- Y la nueva representante? Es tan… linda como Saori?
Los otros cuatro se palmearon la frente.
- Sasha? Pues... representando aunque aún no se a quien
- A mí me pareció una señorita bonita y muy educada, aunque no le ponía mucho cuidado a lo que Aioros decía y me miraba muy fijamente. Ciertamente no es como Saori.
- También se enamoraría de ti.
- Últimamente tienes mucho pegue Shun. Pásate la receta.
- jajaja pues... a mi punto de vista... el ganon será Kanon – respondió Aioria – Desde que regresó prueba sus encantos con Sasha y parece que funciona. Por mi mejor.
Ikki pareció preocuparse.
- Con Kanon nunca se sabe si eso es bueno o malo. No se acuerdan lo que hizo con Poseidón?
- En las pocas veces que mi maestro la mencionó, decía que Sasha era muy unida al caballero de escorpio de esa época.
- Bueno... aquí es todo lo contrario, si hay alguien que no la soporta es Milo.
- Y mi maestro como se lleva con ella? – preguntó Hyoga
Aioria pareció meditar la forma de responder antes de hacerlo.
- Tu maestro no es nada emocional y lo sabes. Ni su madre podría adivinar lo que piensa o siente y tiene un largo historial de traiciones. Así que yo no metería las manos al fuego por lo que él piensa o no de la señorita Sasha. Solo hemos aprendido que si intenta romperte la cara esta triste, si te ignora está feliz.
Ikki, Shun, Seiya y Hyoga comenzaron a discutir acaloradamente con Aioria al respecto. Shiryu solamente seguía la conversación hasta que decidió soltarles la bomba.
- Sunrei está embarazada y vendrá a vivir conmigo a esta casa.
Seiya, Hyoga, Shun e Ikki guardaron silencio asombrados de que el más serio de todos ellos les dijera eso, pero Aioria exclamó aliviado:
- Gracias Athena! Por no dejarme ser el único pen… digo por bendecir a estos dos chicos. Felicidades Shiryu
Todos rieron ante su expresión tan sincera y comenzaron a abrazar y felicitar a un entre apenado y orgulloso Shiryu.
- Oye Aioria, será cierto lo de hermano saltado hermano quedado? – bromeó Seiya
- No lo sé. No creo. Aioros ya tiene novia. Creo que la conocen porque fue a la boda de Milo. – contestó Aioria – Poco a poco los caballeros dorados vamos cayendo.
- Quienes ya tienen novia o ya se casaron aparte de Milo? – preguntó Shiryu
- Hasta donde yo sé, Aldebarán, Shura, Saga nada más. Y… tú planeas casarte con Sunrei, Shiryu?
- Desde luego pero al terminar mis estudios – contestó – ya estoy buscando un trabajo de medio tiempo también.
- Nosotros te ayudaremos en lo que necesites! – dijo Seiya recibiendo el apoyo de los demás.
- Dohko estará muy orgulloso de ti – dijo Aioria finalmente – y cuanto tiempo de embarazo tiene?
Shiryu cerró los ojos y frunció los hombros.
- Tres… meses?
- Y apenas nos lo estás diciendo? – grito Hyoga
- No le vas a llevar la cuenta de cuando se escapaba a China a co…
- Seiya! – regaño Aioria – Si piensan ayudarlo los cuatro van a tener que leer mucho y ver muchos videos porque lo que le espera no es nada fácil. Aunque Yo estoy seguro que van a ser muy felices. Sunrei es una chica muy dulce
- Gracias Aioria – respondió Shiryu con una sonrisa – Y tu como vas con Marin? – Aguantándose un mega pisotón de parte de Shun
- Estamos… dándonos un tiempo.
- Oh lo siento. No lo sabía – respondió Shiryu
Ikki iba a preguntar algo, pero Aioria cambio de tema.
- Por cierto Ikki, te debo una disculpa por lo que… te hice pasar en Asgard la última vez
- No. Yo fui un estúpido por dejarme engañar de Shaina.
Shun puso una cara que hizo reír a Aioria
- jaja lo siento Shun. El parecido es tremendo. Tenía que usar eso a mi favor.
- Así que eso fue. Muy astuto Aioria – felicitó Hyoga
- Ves Shun? hasta Aioria ve el parecido! – secundó Seiya
- De hecho... después de ese incidente algunos ociosos hicimos un comparativo con dos fotografías y… - abrió su celular en la fotografía que decía y se las enseño.
Era una foto de frente de ambos que habían sido cortadas a la mitad simétricamente para después formar una sola persona con ambas mitades de lado opuesto. Embonaban perfectamente. Incluso Ikki no le pudo encontrar la explicación a ese parecido.
- Shun si no te conociéramos, diríamos que Shaina y tu son hermanos – dijo Seiya reponiéndose de la sorpresa
- Y ahora con el cabello de Ikki también jajajaj
Aioria miró a Ikki y después a Shun
- Pues... en realidad Ikki y Shun no se parecen mucho...color de piel, de cabello, de ojos, forma de la cara... cuerpo...
Ikki se sentó de nuevo en su lugar visiblemente incómodo.
- Shun y yo no somos hijos del mismo padre, pero sí de la misma madre – aclaró – Pero le rompo la cara al primero que diga que no somos hermanos!
- Tranquilo Ikki. Nadie lo diría – Aclaró Seiya – Pero eso me pone a pensar que…
- Pensar tú? Eso sí es novedad – se burló Ikki
Seiya le hizo algunas muecas.
- Si me dejas continuar… pensaba que entonces Shaina y Shun también podrían ser medios hermanos.
Shun volteó a ver a Ikki, quien se puso a pensar.
- En realidad nunca nos hemos puesto a indagar sobre el pasado de la familia. No sabríamos ni siquiera por dónde empezar. No me importa demasiado. Nuestro amor de hermanos es infinito, verdad Shun?
- Claro que si hermano!
- En eso tienes mucha razón Ikki – contestó Seiya – Yo estoy muy feliz de poder estar cerca de mi hermana después de tanto tiempo separados.
Ikki miró a Shun y luego Aioria
- Es cierto que Marin te dejó cuando se enteró de Mist y que por eso ella se fue con Shaka?
- Hermano! – gritó Shun escandalizado de los tanates tan grandes de preguntarle algo que Shun le había confiado en confidencia y que a su vez había sido chisme traído por Junet.
Shiryu ahora fue el que se escondió detrás de Seiya temeroso de que Aioria se encabronara por la pregunta y dejara a su hijo nonato huérfano de padre. Para su sorpresa, Aioria solo suspiró y contestó:
- Es cierto. Hace casi tres años tuve un momento de debilidad que para mí no tuvo relevancia pero si consecuencias. Cuando ella se enteró, comenzó a fraternizar con Shaka y… nos alejamos. Así que... la respuesta es sí.
- Los dos son unos estúpidos! – exclamó Seiya cruzándose de brazos
Aioria solo revolvió los hielos de su bebida.
- No Seiya. Ella no hizo nada malo. Yo rompí nuestros votos así que la culpa es enteramente mía. No soy merecedor de su afecto ahora.
- Los dos están sufriendo pero ninguno hace nada para arreglar las cosas! les pesa más sus errores pasados que el presente y futuro.- gritó azotando las dos manos sobre la mesa haciendo sobresaltar a los otros cuatro de bronce quien no daban crédito a que Seiya le estuviera hablando así a quien admiraba como un hermano mayor.
Aioria esbozó una ligera sonrisa enternecido por la reacción de Seiya.
- Si te hace sentir mejor, Seiya, ambos ya hablamos civilizadamente al respecto antes de que yo saliera del santuario. Ahora ella tiene un gran puesto, y yo estoy aquí. Ella encontrara a Shaka o a algún otro que pueda darle lo que ella busca y que yo, en mi machismo, no pude darle.
- No! Eso no me hace sentir mejor porque los conozco y los quiero a los dos! – siguió diciendo Seiya - y aunque todos me llamen atarantado y distraído, yo si vi el gran amor que los dos se tenía o se tienen y cuanto lucharon por él. Lo vi desde el primer día que llegué al Santuario y le llevabas pescado fresco para que ella comiera porque yo no pude cazar nada para ambos, o cuando Shaina la lastimaba y tu llegabas a curarla! Ni un solo día pasó sin que "casualmente" se encontraran aunque estuviera yo de por medio. Más de una vez te vi romper alguna rama con tus dedos por no poder aproximarte más a ella y oler su cabello cuando ella no se daba cuenta. Así que no! No me hace sentir mejor y tampoco lo voy a aceptar! Los dos están siendo muy tontos!
Hyoga lo tomó por los hombros para tranquilizarlo.
- Andas muy sentimental Seiya.
- yo solo espero que logren sanar todas sus heridas y si todavía quieren estar juntos luchen por ello. Es todo lo que pido. Que no se den por vencidos tan rápido.
- Danos un poco de tiempo Seiya. – pidió Aioria en tono suave - Los dos nos herimos demasiado y lo necesitamos para sanarnos. Por eso vine a Japón. Por el momento necesito vacaciones y un descanso para despejar mi mente de todo tipo de telarañas – Se levantó de la mesa – Necesito caminar un poco. Por favor sigan comiendo. Y no se preocupen. Yo lavare los platos.
- Yupi!
Los cinco chicos asintieron y comenzaron a intercambiar ideas de planes para divertirse en la noche mientras Aioria salía por la puerta trasera. Llegó al bosque y se dejó caer sobre las raíces de uno de los robles más gruesos. Las palabras de Seiya le habían revuelto tantos recuerdos en su cabeza que su corazón le dolía. Como iba a poder olvidar todo eso ahora para poder cumplir su misión a cabalidad?
5 de Octubre, 3pm
Casa de los Aries
Atenas, Grecia
Mu cerró la puerta de la casa de Shion. Había recogido su mochila de exploración y su ropa de artesano para emprender su viaje. Tenía la esperanza de hablar con Shion para pedirle su bendición en su búsqueda de gemas, pero para variar no tenía su nuevo número de celular, por cosmos no contestaba y no estaba en su casa. Junet no lo había visto en más de dos semanas y el sabía que el tiempo apremiaba si quería encontrar algo antes de que el crudo invierno se lo impidiera.
Dio dos pasos antes de que alguien lo abrazara por detrás.
- Mu! Por Athena! Qué bueno que te encontré!
- Amigo! Me vas a romper! – contestó Mu haciendo que de inmediato lo soltara Aldebarán – Que haces aquí? Estaba a punto de salir de viaje.
- Vengo a pedirte ayuda para llegar con Niv antes de que cometa una tontería.
- Tienes para pagarme el pasaje?
- Si.
- Agarrate.
Mu los transportó a la puerta de la mansión de su suegro. No dijo nada, pero si paso revista a cada una de las columnas y a las puertas metálicas muy parecidas a las que había visto en mansiones minimalistas. Alde tocó a la puerta y la chica del servicio que le abrió, de inmediato lo guio hacia donde estaba Carlo, quien después de saludarlo, solo le señaló la sala donde estaba Niv.
Carlo abrió la puerta sin tocar y Alde pudo ver a Niv en sus shorts deportivos recostada en un diván de terciopelo rojo escuchando un partido de soccer por televisión.
- Niv! – dijo corriendo hacia ella a quien abrazó en cuanto ella se incorporó al escuchar su nombre.
- Alde?
Alde tomó su cara y la colmó de besos. Después de sonreír, se dio cuenta que si su marido estaba ahí sin previo aviso no era más que por una sola razón.
- Que haces aquí? – preguntó – Creí que me avisarías cuando me… no. Más bien, porque no me dijiste que vendrías? Te dieron permiso de salir?
- Si, le dije a Aioros que vendría por ti y… me dejo. Mu también vino. – dijo volteando hacia su amigo quien se veía visiblemente incómodo.
- Hola Niv!
- Hola Mu! – se volteo hacia Alde – Como que venir por mí?
Alde le tomó ambas manos.
- Dijiste que pasando el cumpleaños de tu padre regresarías a casa.
Niv contuvo la respiración. Aun no decidía hacer nada, pero esta intromisión…
- Me inscribí a unos cursos de actualización acerca de las nuevas reglas de la FIFA y de reacondicionamiento físico. Me tomara unas cuantas semanas más regresar.
- Quiero suponer que dado que no puedes ver serán en línea y podrás hacerlas desde casa.
Niv se sintió acorralada.
- Esta también es mi casa. No veo por qué tenga que regresar ahora.
Alde comenzó a preocuparse. Este cambio en Niv no era lo que él esperaba. Seria acaso que se había contagiado del mismo bicho que le había picado a Samira y Zita?
- Comienzo a pensar que te gusta más estar aquí que conmigo.
Mu decidió retirarse.
- Alde… mejor los dejo solos.
- Espérame afuera unos minutos. Parece que tendrás que regresarme solo – dijo Alde con voz quebrada.
Mu asintió y salió cerrando la puerta con cuidado. No quería estar en el medio de una pelea marital.
- Me quieres chantajear? Aquí tengo libertad y están mis amigas. No puedes comparar.
- No. Tienes razón. No puedo. No puedo comparar la forma humilde en la que puedo mantenerte con mi trabajo con los lujos que puedes darte aquí. – dijo en un tono triste – Además aquí pueden cuidarte las 24 horas.
Niv tuvo que morderse un labio para no decir la verdad y Alde se obligó a recordar que en su estado, no debía de molestarse o le haría daño.
- Ok. Niv. Al menos fue bueno verte y abrazarte después de tanto tiempo. No te molesto más. Tienes que preparar tus clases y todo eso… Ya que esta Mu aquí conmigo lo llevare a comer conmigo y mi suegro para que conozca las verdaderas empanadas brasileñas. No que las tuyas no sean ricas… - se dirigió hacia la puerta – Carlo! Nos lleva al Glouton?
- Claro! – se escuchó del otro lado de la puerta.
- Pero ahí tienen opción vegetariana verdad?
Alde iba a salir por la puerta pero Niv corrió para interponerse.
- No es que no quiero ir, Alde. Solo estas intentando que me sienta mal. No confías en mí.
- Creo que la que no confía en mi eres tú.
- Por qué lo dices?
- Porque me ocultas el hecho de que estas embarazada y que te operaras de la vista a pesar de que el medico ha dicho que es de alto riesgo y ambos peligran.
Niv se retiró de la puerta para regresar despacio hacia el diván. Alde la siguió.
- No hay un mayor peligro y no te lo había dicho porque iba a ser una sorpresa que ahora gracias al boquifloja de mi padre ya no lo seria.
- Pues tú le dirás como quieras, pero al menos le agradezco a el que me hable con la verdad y al menos pueda festejar con mis amigos, mas no con mi esposa, el hecho de que existe la remota posibilidad de que vaya a ser padre.
- Como que remota?
- Si no lo matas con tu ridícula operación.
Niv se volvió a él furiosa.
- Ridícula? Ridícula? He esperado meses a que se me dé esta oportunidad! Y ahora no me lo permiten solo por esto? – dijo señalando su vientre – Los médicos dicen que existe muy poco riesgo. Porque todos quieren que sea ciega? Que hay que no quieren que yo vea?
La discusión siguió unos minutos y Mu y Carlo esperaban detrás de la puerta expectantes. El tono de voz de ambos comenzaba a subir. El timbre de la puerta hizo que ambos se quitaran de ahí. La doncella abrió la puerta dejando ver a Shion con su traje de viaje.
- Disculpe… Vive aquí la señora Taurus?
- Pase. A quien anuncio?
- Dígale que Shion vino a visitarla.
- Enseguida
Lo hizo pasar y Mu lo interceptó.
- Maestro! Que hace aquí?
- Mu! Yo podría decir lo mismo. Eras la última persona que esperaba encontrar aquí. – Le extendió la mano a Carlo – Disculpe, no me he presentado…
- Carlo Ferreiro, el padre de Nívea.
- Shion Mesarasi, amigo de Niv. Andaba por aquí y creí que podía pasar a visitarla – declaró.
La doncella abrió la puerta y entró para anunciarlo, pero más gritos se escucharon desde adentro por parte de Niv en portugués, por lo que la misma chica salió algo avergonzada para decirle a Shion.
- Lo lamento pero, la señora no está recibiendo a nadie.
Shion no hizo ninguna expresión, sacó un sobre color verde y se lo entregó a la chica.
- No se preocupe. Solo dele esta nota. Ya la veré en otra ocasión. – Se volvió hacia Mu y Carlo – Caballeros, que tengan un buen día…
- Pero maestro….
- Ya te llamaré Mu – dijo antes de darse la vuelta y salir por donde había entrado.
Mu estaba indeciso entre salir tras de él, o quedarse para esperar a Alde. No tuvo que esperar mucho antes de que Alde abriera la puerta y Niv gritara desde dentro.
- Porque no me entiendes Alde? Ahora que lo sabes no quiere hacerlo sin tu apoyo. Es por el bien de los dos.
Alde no se volteó
- No te hago falta para que continúes con tus planes y de hecho ni para nada más. Quédate aquí con tu padre. El me mantendrá al tanto de tu progreso si es que no se lo escondes a el también. Mu! Carlo! Nos vamos!
Niv llegó hasta la puerta pero Alde ya estaba de último saliendo por la puerta principal detrás de Mu y Carlo.
- Porque no me acompañas a una cita médica? Así te darás cuentas que los riesgos son mínimos.
- Lo pensaré – respondió Alde azotando la puerta principal.
Niv suspiró derrotada. Ella no quería toda esa discusión. Por eso no quería que Alde se enterara aun. Su padre la había traicionado y eso le dolía mucho.
- Leslie! – dijo llamando a la empleada
- Dígame señora
- Dile al chofer que voy a salir.
- El chofer se llevó al señor Carlo y sus invitados.
- Me lleva! Entonces llámame un uber! Quiero ir a la casa de Renata a divertirme y olvidarme de la pelea de hace un momento.
- Si señora. Por cierto, le dejaron esto. – dijo entregándole el sobre en sus manos que ella le devolvió
- Si comprendes que no puedo ver? Ábrelo y dime que dice.
La empleada abrió el sobre y leyó el mensaje.
- No debes hacerlo sola. Son una familia. Adriana
Niv extendió la mano y pudo sentir todo el amor de su madre ahí. Recordó que acababa de rechazar la visita de Shion y se levantó de su asiento.
- Donde está el que trajo esto?
- Ya se fue señora. Usted me dijo que…
- Ve a ver si lo alcanzas! Muévete!
La doncella salió corriendo y volvió minutos más tarde asoleada y sudando.
- Señora, El señor Shion - dijo mientras lo pasaba
Shion dio dos pasos dentro de la habitación hasta recorrerla primero con la mirada y después se atrevió a llegar frente a ella.
- Lo siento Niv, debí haber llamado antes. – se disculpó mientras le besaba la mano – No quería importunar.
- Me disculpo por mi grosería anterior, Shion. Estaba algo alterada. Podrías traernos algo de beber Leslie? Gracias.
La doncella salió hacia la cocina y Niv lo guío hacia la salita para que se sentaran.
- Suelo no avisar para evitar que la gente se esconda o se niegue a verme, pero no siempre funciona.- declaró Shion
- Como sabía que estaba yo aquí y no Grecia?
- Puedo sentir tu cosmos, lo olvidas?
- A decir verdad sí. No esperaba que usted quisiera verme después de lo que hizo Alde al no invitarlo a nuestra boda. Le juro que yo le di la invitación pero…
- Tranquila Niv, aunque hubiera querido, tuve un asunto personal que atender y no hubiera podido asistir – dijo – De cualquier manera, intuyo el por qué lo hizo Aldebarán y apoyo su decisión. No hay ningún resentimiento por ello.
Niv sonrió.
- Tuvimos una pelea por eso. Y ahora usted me trajo esto cuando más lo necesitaba. Gracias – dijo mostrándole la nota
- Si, Adriana ha estado un poco… no. Demasiado activa en mis sueños últimamente – respondió Shion – Me estuvo acosando varias noches y me lleve más de un golpe con las ramas de los árboles de mi casa que supongo también eran de su parte. Me pedía una y otra vez que te entregara esa nota. Y bueno, aproveché para también traer un regalo.
Sacó de su bolsillo una cajita con una esclava para bebe con el signo de Tauro en ella.
- Como supo que yo…?
- Tengo un reloj muy especial en mi habitación, que me dice cuando alguna de las bendiciones de los 12 dorados caen en la tierra. Estoy seguro que tu hijo será muy bendecido y amado por sus padres.
- Yo también lo creo – respondió mientras guardaba la esclava en su cajita – Es el primer regalo que recibo. Muchas gracias. Lo guardare como un tesoro.
- Y dime Niv, no pude evitar escuchar que discutían otra vez Alde y tu hace un rato. Espero que no sea serio.
- Alde es un terco y mi papa un chismoso. Es imposible tratar con ellos.
Leslie entró para ponerles un plato de empanadas de carne tamaño snack con dos vasos de jugo de pina con hielo y se retiró. Shion las olio y al ver que eran de carne decidió no arriesgarse a comerlas tomando solo un sorbo del agua.
- Paciencia es lo que necesitas. Quieres desahogarte conmigo? Tal vez pueda darte otro punto de vista y prometo ser completamente imparcial.
Niv lo pensó por un momento. Shion siempre le había hablado con la verdad y hasta ahora no la había defraudado. Tal vez necesitaba esa charla. Así que, a groso modo, le hizo un resumen de la situación y lo que había dicho el médico.
- Te felicito! Athena y Adriana se encargaran de que todo salga muy bien. – dijo Shion sonriendo sin que Niv pudiera percibir ninguna fluctuación ni ninguna mentira en su cosmos o en su voz.
- Usted está de acuerdo? No intentara detenerme?
- Por qué habría de hacerlo Niv? No soy nada tuyo, y si eso es lo que anhela tu corazón y tienes una fe tan grande como los músculos de tu esposo, no tendrás nada de qué preocuparte. Además ya eres adulta y debes ser capaz de hacer tus propias decisiones.
Niv se tronó los dedos de las manos con nerviosismo.
- Primero yo quería operarme para poder hacer una vida normal con Alde, trabajar, ayudarlo... Ponerme y sentirme bonita para él. - reflexionó - Pero ahora, también quiero operarme para poder ver a mi bebé nacer, poder atenderlo y vestirlo y mostrarle todas las cosas hermosas de este mundo. – Se cubrió la cara con ambas manos - Pero Alde y mi papa creen que soy muy egoísta y solo me estoy poniendo en peligro.
Shion guardó silencio unos segundos. Veía bien cuál era el problema.
- Cuál es el tiempo de recuperación post operatorio?
- Pues… en si estaría en el hospital uno o días, Una mes usando gafas que me protejan los ojos y entre lo meses ya mi vista estaría totalmente bien. O al menos eso es lo que se espera.
- Cuanto tienes de embarazo?
- Casi 10 Semanas.
- De acuerdo a la información que me dices, podrías esperar hasta que tengas unos cinco o seis meses de embarazo para hacer la operación. Pero en tu… emoción inicial cuando el medico te dijo que ya tu coagulo era operable, es obvio que deseas hacerlo lo antes posible.
- Pienso también que entre más tiempo pase, él bebe puede resentir aún más el procedimiento…
- Tal vez, pero en caso de complicaciones durante la cirugía, estaría la lógica opción de hacer cesárea de emergencia para salvarlo, lo que antes de los cuatro meses, es prácticamente un asesinato.
Niv se puso pálida y bajó la cabeza. No había pensado en eso. Shion dejó que esta información se le metiera en la cabeza antes de continuar.
- Quieres ganar la aprobación de tu esposo para esta operación?
- Si usted hablara con el…
- Si yo hablara con él, menos te la va a dar. – Niv volteó con una expresión de sorpresa hacia Shion – Necesitas la aprobación de alguien a quien si respete y de quien sí le importe su opinión. Como Saga por ejemplo. Pídele a Aldebarán que hable con Saga para que revise tu expediente médico si es necesario con más colegas y de su opinión y anuencia. Y ya si no es mucho problema, que auxilie al cirujano en tu operación. También le servirá de práctica a Saga y dudo que se lo niegue a Aldebarán y este estará más tranquilo y sabrá que Saga hará hasta lo imposible para que todo salga bien y nada les suceda.
Niv escuchaba atenta y con tanta admiración a Shion, que este tuvo que voltear hacia otro lado para no deprimirse.
- Esa es una idea excelente, Shion. Es usted tan sabio… no entiendo cómo pudieron dejarlo ir en el Santuario.
- Ya era el momento más no la forma Niv. No te preocupes por eso – Dijo Shion levantándose – Les deseo toda la suerte del mundo. Ya tengo que irme. Voy a ir a hacer una visita a una personita muy especial y de ahí a ver si mi casa sigue en pie.
- Por favor venga a visitarme cuando quiera. Si me ve que hago berrinche como hoy y no quiero atenderlo, que Leslie me dé una cachetada.
- Jaja no me tientes Niv. Pero a la otra que las empanadas no tengan carne. Me hacen dañó. – Le dio un beso en la frente antes de caminar hacia la puerta – Que Athena te proteja siempre.
Niv no escuchó la puerta ni abrirse ni cerrarse, y se dirigió hacia la puerta principal.
- Shion! No me dio su número de teléfono para llamarle y… - olfateó el ambiente reconociendo la loción de Alde al chocar con lo que ella creyó una pared
- Perdón, pero Carlo olvidó su cartera – dijo Alde en tono suave.
Niv lo abrazó con fuerza sin decir palabra. Alde le devolvió el abrazo y depósito un beso sobre su cabeza.
- Sé que tienen hambre pero… Puedo hablar a solas un momento y sin pelear? No tardare mucho.
- Claro.
Niv tomó de la mano a Alde y lo guío hacia donde unos momentos atrás había estado sentado Shion.
- Alde, tienes razón. Esconderte mi estado estuvo mal, pero te juro que yo me di cuenta en el hospital cuando me hicieron los exámenes para ver lo de la operación. Me hubiera encantado que nos hubiéramos enterado juntos para poder vivir así la sorpresa y anunciarlo a todos. – Alde permaneció en silencio – Sabes por qué me quiero operar lo antes posible? Para poder volver a verte, para poder ser la misma chica que tu conociste y no te pierda; para conocer a tus amigos, tus hermanos, para poder ver contigo tus flores, las nubes, jugar futbol… Y últimamente, para poder ver tu cara con cada etapa de mi embarazo, ver al bebe y vestirlo sin ponerlo en peligro y saber que tu podrás ir a trabajar sin estar al pendiente de la casa y con la preocupación de que pueda haber algún accidente. Todo eso he estado pensando diariamente desde que me fui contigo a Grecia.
Aldebarán solo pestañeó y bajó la cara. Nunca le había preguntado directamente a Niv
- Además, lo de la cirugía, no tengo una certeza del 100% que pueda volver a ver y no quería que, antes de saber del embarazo, te angustiaras o decepcionaras si el resultado fallaba. Por favor perdóname. Debí consultarlo contigo pero…
Alde tomó sus manos y las puso con ternura en su mejilla cerrando los ojos.
- No. Tú perdóname. Mis inseguridades no me han dejado ver más allá de mi nariz. Te fuiste y mi casa se siente fría y vacía. No tengo ganas ni de llegar a mí casa y las flores han perdido sus colores para mí. Creí que solo buscabas un pretexto para quedarte aquí donde tienes comodidades que yo nunca podre darte y tienes a tus pretendientes anteriores.
Niv sonrió. Los dos habían tenido la culpa.
- Estarías más tranquilo si tu amigo Saga revisa mi expediente y nos da su opinión? Incluso podemos pagarle para que si lo aprueba, este dentro conmigo en el quirófano. Sé que es médico aunque no se su especialidad, pero estoy abierta a todas las posibilidades con tal de que ambos podamos obtener lo que queramos. No te diré que me operare allá, porque aquí hay mejores médicos y me siento más segura. Pero… si él dice que si, aceptarías?
Aldebarán asintió.
- Sí. Creo que me sentiría mejor si alguien con mi punto de vista pero más conocimientos médicos lo revisara y me diera su opinión.
Niv sonrió. El plan de Shion había resultado.
- Te daré la autorización y los datos del cirujano para que se contacten. Gracias Alde. Sabía que podíamos arreglar nuestras diferencias. Te quedarías esta noche conmigo?
Aldebarán se sonrojo. Acaso aun así ciega había sentido como sus pantalones habían crecido debido a su cercanía?
- Quieres que me quede?
- Yo también tengo mis necesidades, Alde – Dijo Niv sonrojándose.
Aldebarán la cargo en brazos para su sorpresa.
- Pues… tal vez no pueda quedarme con tan poquito tiempo de aviso al santuario pero… hagamos que toda la tarde valga la venida.
Niv sonrió mientras lo abrazaba y Carlo y Mu los veían pasar hacia la recamara de Niv. Carlo sonreía mientras Mu no sabía si irse o quedarse a esperar a su amigo, pero Carlo al verle la cara a los dos supo de inmediato que eso iba para largo así que, por qué no hacerla de guía de turistas al amigo de su yerno?
6 de Octubre 8 am
Santuario de Hera
Coliseo
Kanon llegó a las gradas del coliseo visiblemente agotado. En lugar de tomar su turno para entrenar, decidió tomar un descanso y fue a sentarse junto a DM, quien observaba la pelea en turno sin mucho interés.
- Hey DM! Es cierto que ahora debo dirigirme a ti como Licenciado?
- Nah, tu puedes decirme padre – respondió el aludido saludándolo con un abrazo – casi una semana y no te había visto. Donde andabas?
Kanon se recostó en la banca de madera tapándose el sol con su antebrazo.
- Donde no he estado: Mi guardia, ayudar a buscar a Sammy, mi hermano que no deja de enviarme fotos de muebles para bebe para que le ayude a elegir, escuchar en silencio las ideas novedosas del patriarca respecto a sus nuevas reglas… y pues mis placeres culposos en el templo principal también me mantienen ocupado…
- Ahhh es cierto. Pero que no avisaron que ya la habían encontrado y que dejáramos de buscarla?
- Afortunadamente sí. Eso fue apenas ayer aunque no dieron más detalles – contestó Kanon en tono cansado – Oye y tu marido dónde anda?
- No lo invoques. Anda en la arena intentando plantar sus rosas en el trasero de quien se deje jeje
Dm Señalo a Afrodita que se limpiaba las botas antes de entrar a la arena
- Si me quedo aquí, me dejas dormir un ratito? – preguntó Kanon
- Claro que no! Dormirás suficiente cuando mueras. Anda dime. Es cierto lo que dicen los chismes dorados que te estas tirando a Sasha?
Kanon sonrió.
- Acaso no puedo tener una sana amistad con nuestros dirigentes?
- Tú? No. Yo voy llegando así que no me culpes.
- Ridículos.
- Oye ya hablando en serio, que hay de nuevo por aquí? Hay alguna novedad desde la última vez que nos vimos?
- Aparte de que vamos a tener nuevos crustáceos en el santuario, no. Oye por cierto – dijo incorporándose – De cuando acá nuestro sádico usa traje? Afro te obligó?
- Qué? Cuando me viste?
- En internet. Una fiesta de etiqueta aparentemente.
- Ahhhh la fiesta de Hades y Pandora. – contestó Dm peinándose con la mano derecha – A poco no opaqué a los mismos dioses con mi encanto.
Kanon se echó a reír.
- Hybris… Hybris… Creí que era el único jajajaja. Pero… de que te veía mejor que Radamanthys nadie puede dudarlo
DM le guiño un ojo.
- Mejor cumplido no podías haberme dado.
- Y Pandora no se quedaba atrás. Se veía bastante cogible. Andas con ella?
DM hizo una pausa. Lo hacía? Nahhh. Ella nunca se tomaría en serio a un pelagatos como él.
- No tiene tanta suerte – respondió – Solo le hacia el favor de acompañarla para joder a su hermano. El perro ingles no se presta para eso.
- Pues me imagino el berrinche de Hades y se lo aplaudo a la señorita. Y ya que estamos en el momento de las confesiones… Que tan serio crees que sea lo de Afro por Thes?
DM se quedó pensando en la respuesta.
- Te lo resumiré en tres palabras: DEJOO DE JOTEAR
- No pues… supongo que eso debe tranquilizarme jajaja – rio Kanon de buen humor
- Así es. Él no lo dice, pero yo que lo conozco como la palma de mi mano, sé que esa sirena lo encantó y esta hasta las manitas por ella. Deberías escucharlo cuando habla de ella. Me vuelve loco.
- Hasta donde llegó con ella?
- No hasta donde él quisiera – respondió DM volteando hacia donde Afro peleaba con un plateado – Pero si se olvidó de su misión por andar de costurero.
Kanon suspiró aliviado.
- Y ella? También quiere deshojar a la florecita? Di que no.
DM pensó su respuesta de nuevo. No estaba muy seguro.
- No la conozco lo suficiente como para darte esa respuesta pero…
- Pero?
- Sonríe, se encela, casi mata a la otra chica y a Shaina por solaparla...
Kanon se apretó los ojos con el pulgar y el índice. Esa niña no había cambiado tanto como el creía.
- Que otra chica?
- Pues no me creas bien el chisme porque no estaba ahí pero Afro dijo que aparentemente una chica le estaba coqueteando en la fiesta, cuando llegó Thetys y luego Shaina y se armó la grande.
- Mientras no pongan en el paredón… oye y hablando del paredón, cumpliste con tu misión, o te quedaras únicamente con el bastardo de la golfa amiga de mi cuñada?
DM vio como Afro volteaba a saludarlo con la mano y le respondió el saludo mientras volteaba a verlo extrañado.
- De que hablas?
- De tu bastardo con la amiga de Laura. La que te cogiste como premio por sacarle información?
- La policía loca?
- Si
- Que con ella?
- Dicen las malas lenguas que está esperando un hijo tuyo.
DM lo miró fijamente y después comenzó a reír.
- Jajaja que buen chiste. Por poco y me lo creo. Ahora resulta que soy tan imbécil como Aioria. No no no. A mí no me cuelguen ningún milagrito, aunque Santo si soy jajajaja
Kanon no sonrió.
- No estoy bromeando.
- Pues mira, eso es un 90% improbable por diversas razones que no te diré porque se te antoja. Y hablando de improbables… Que sabes de la chica que esta allá arriba que siempre esta con Sasha? Otra espía del olimpo?
- Regresaste algo paranoico, no?
- No, solo me preguntaba si ya podemos traer a cualquier hija de vecino aquí. Te imaginas lo rico que la pasaríamos si pudiéramos pedir doncellas de catálogo? No serían tan aburridas las noches.
- Más bien nadie trabajaría jajaja
DM miró a Afro derrotar y hacer volar a su adversario y sonrió. Podían divertirse con eso.
- Ven acá – le dijo por cosmos – y sea lo que sea sígueme la corriente.
- Voy
Afro corrió escaleras arriba hasta llegar con ellos con un poco de sangre en la mejilla.
- No que no le rompía la cara? Págame – dijo extendiendo la mano sonriendo mientras DM le daba un billete y se levantaba a limpiar la mejilla de su compañero para comprobar que la sangre no era de él.
- A quien se la rompiste, Afro?
- Al ridículo ballenon – contestó mientras tomaba agua de su cantimplora
- Y por qué? Te arruinó las rosas?
- Claro que no! Lo hubiera matado de ser así.
Kanon y DM comenzaron a reír. De eso no cabía duda. DM le guiñó un ojo.
- Mejor dile la verdad. Si lo mata él tiene buenas palancas en el templo principal y no habrá castigo – sugirió DM
- Prefiero no arriesgarme.
- Cobarde. Es que ese tipo Moses le robó su revista porno donde sale thetys mientras hacia su ronda y lo encontró… mmm… como se dice de forma bonita? – preguntó DM
- Lavando a mano?
- Que yo sepa no hay lavadoras aquí. No veo nada de malo – comentó Kanon
Tanto DM como Afro comenzaron a reír.
- Lo bueno es que nos lleva mucha ventaja de años.
- Ni tanto. – contestó DM – A ver… estaba limpiando la tubería…
- Y por qué no llamó a un plomero?
- No! Estaba poniendo el freno de mano pues!
- No creo que tenga un auto.
Afro comenzó a sacudirlo de los hombros.
- A ver Kanon. Veme a los ojos. Que es… lo que harías… si tuvieras una vaca.
- Te equivocaste de Gemelo. El adorador de la carne asada es Saga.
- Me rindo
- Jajajaja es que se nos olvida que le falta barrio. – dijo DM – A ver Kanon… Que es lo que hacías todas las noches con la foto de la chica en babydoll que decía Milo.
Kanon abrió muy grandes los ojos y se levantó de golpe.
- Yo lo mato! Y como demonios es que Thetys salió en una revista así? Y tu porque tienes esa revista? Y como se te ocurre dejarla donde cualquiera la vea?
Su cosmos comenzó a subir y todos los que estaban en el coliseo voltearon hacia allá.
- Oye Kanon tranquilo – dijo DM – solo te mostraba lo que era una broma de verdad jajaja. No te esponjes que te va a hacer dañó.
- Ve a hacerle esa clase de bromas a tu abuela! – dijo empujándolo con ambas manos de los hombros haciendo que DM brincara un peldaño hacia atrás.
- Cuando la vea en el infierno se las hago – respondió - jajajaja debiste ver tu cara. Ya estamos a mano.
Kanon muy serio sacó el celular de su bolsillo y comenzó a marcar y ponerlo en altavoz..
- Parakalos?
- Oye! Tengo aquí a dos personitas que extrañan hablar contigo. Niños, su papi.
- Hola Saga!
- Ahhh mis queridos hijos predilectos. Cómo llegaron?
- Cansados pero contentos
- Felicidades por el nuevo pedazo de geminiano!
- Jajaja nos falta ir a celebrarlo ahora que los dejen.
- Claro!
- Saga, podrías decirle al nuevo Lic. DiMorte las noticias respecto a su… próxima descendencia?
- Uhhh…. Le prometí a Laura que…
- Agárrate las bolas y díselo!
- Decirle que?
- Que el hijo que espera Natalie, la amiga de Laura, es de DM
- Que?
- Bueno… se supone que ella dijo que había estado con DM y…
Kanon le lanzó una mirada triunfal a DM lo que lo hizo palidecer y sentarse.
- No… me niego!
- Jajaja Gracias hermano. Te llamo luego.
Aphro bajó a sentarse junto a su amigo.
- Oye… te sientes bien?
- No es que… - su mente trataba de recordar todo el suceso de esa noche – No. Es imposible que sea mío. Necesito una cerveza
DM intentó levantarse pero sus piernas le fallaron. Aphro tuvo que pasar el brazo de DM sobre su hombro para sostenerlo.
- Me encantaría ver como reaccionaria esa tipa cuando le dijeras eso (porque conmigo no reaccionó muy bien jeje). Afro llévatelo a descansa. Yo avisaré que esta resfriado. Así no lo obligaran a hacer guardia. Yo lo relevo.
- Creí que… tú estabas cansado… - susurró DM aun en shock.
Kanon se estiró sonriendo.
- Mmm… ya descansé. Como si un gran peso sobre mis hombros se hubiera ido.
Afro asintió y se llevó a DM a su casa dorada. Esperaría a que se repusiera para que le dijera exactamente qué posibilidades había de que lo que Saga había afirmado, fuera verdad. De ahí, ya verían que podrían hacer al respecto.
